Luz y Tinta Nº 120

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Nº 120 - Febrero de 2022

Ángel Héctor Sánchez


Asesinado por la indiferencia Recuerdo con todo detalle el primer día en que, durante el confinamiento, tuve que salir de casa y me puse la mascarilla. A los pocos pasos se me empañaron las gafas, que me tuve que quitar para poder ver algo, y entre la falta de visión y mi propia torpeza tropecé en un bordillo y caí cuan largo soy, dándome un fuerte golpe en la rodilla que me mantuvo durante más de quince días con un molesto hematoma. Ahora bien, lo que quiero destacar es que, mientras estaba en el suelo tratando de incorporarme, un joven y un señor mayor se acercaron a preguntarme si me encontraba bien o necesitaba ayuda. He recordado este detalle personal estos días al conocer la muerte en una calle de París del fotógrafo suizo René Robert. Al parecer el pasado 19 de enero Robert, de 84 años, salió de su domicilio parisino a dar un paseo después de cenar y, por razones que desconozco, cayó en la calle, quedando tendido en una acera sin que nadie lo socorriera. Hacia las seis de la mañana un indigente —es decir, alguien que conoce muy bien los riesgos de la calle— dio la voz de alarma a la policía, pero ya nada se pudo hacer por su vida. Había muerto por congelación, víctima del abandono de quienes lo confundieran quizás con un sin techo y de quienes prefieren pasar de largo ante situaciones similares. A los pocos días, su amigo el periodista y escritor Michel Mompontet denunció en las redes sociales la falta de sensibilidad y de empatía social de cuantos pudieran ver su cuerpo tumbado en la acera sin hacer nada por socorrerlo. Fue “asesinado por la indiferencia”, acusó Mompontet. Ahora bien, en este hecho caben varias reflexiones. Si René Robert no hubiera sido fotógrafo, socialmente reconocido; si no hubiera tenido un amigo como Mompontet, escritor y periodista, es decir con acceso a los medios de comunicación; si no se hubieran dado estas circunstancias, digo, la muerte de este anciano de 84 años hubiera pasado totalmente desapaercibida, como pasan otras muchas a lo largo del año en las aceras y las esquinas de las grandes ciudades, sin que tales hechos pasen de las gacetillas habituales en algunas páginas de sucesos. Basta considerar que no ha trascendido el nombre del vagabundo que advirtió de la presencia de Robert en la calle sin poder levantarse. Y cabe también hacerse una pregunta más cruda y más amarga. En este mundo insolidario y cruel en que vivimos, en el que todos los verbos se conjugan en singular, ¿cuántos de nosotros nos detendríamos, de noche, de madrugada, con el frío del invierno azotando las calles, a ayudar a un hombre desconocido tendido en el suelo? Quizás muchas respuestas coincidan con la actitud de aquel joven y aquel anciano que me ofrecieron su ayuda generosa y solidaria cuando me vi caído. Quizás muchas otras, para nuestra vergüenza, coincidirían con quienes se inhibieron y apretaron el paso cuando vieron a René Robert incapaz de levantarse de aquella acerca parisina en que finalmente halló la muerte.

Francisco Trinidad

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Fotografía de Portada: José Luis Cuendia, “Guendy”

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Foto del mes: Jesús Álvarez

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“Guendy” / F.T.Ángel Héctor Sánchez

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Francisco Trinidad. Los candelabros perdidos

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Gloria Soriano. Cambio de dieta

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Rincón para el recuerdo: Alejandro Dumas

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Laudelino Vázquez. Dónde estas Miguel Miralles, X

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Juan Depunto. Fontilles

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Monchu Calvo.La Lastra misteriosa

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Nadima/ Cladio Serrano. Sonrisas en la nieve

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David du Chemin. Desde “No funciona”...

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Los retratos de Martin Schoeller

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Seb Agnew

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Dmitry Rogozhkin

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Mike Reyfman. La magia del sol de medianoche

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Javier Arcenillas

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Fotos seleccionadas

PROMOTOR y DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA: José Luis Cuendia, «Guendy» DIRECCIÓN, DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Francisco Trinidad DIRECTORA DE COMUNICACIÓN: Lola González

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Número Febrero de 2022

Reservados todos los derechos de reproducción total o parcial tanto del texto como de las imágenes. Las imágenes están protegidas por las leyes de copyright internacionales. Para cualquier consulta o sugerencia contacte con nuestro correo electrónico info@moldeandolaluz.com moldeandolaluz.com


Nuestra fot

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to del mes Sunrise lights, por Jesús Álvarez

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Ángel Héctor Sánchez, un secundario de lujo Fotos: “Guendy” Entrevista: F.T. Ángel Héctor Sánchez es un rostro habitual, y se diría que imprescindible, en el cine y la televisión españoles de los últimos años. Siempre en papeles secundarios, de apoyo. Pero con una constancia incuestionable desde que decidiera dar el salto a las tablas y se profesionalizara como actor. Ángel Héctor Sánchez nació en Navia, Asturias, en junio de 1958, pero desde los 10 años en que sus padres se trasladaron a Gijón vive en esta ciudad desde la que se desplaza a Madrid frecuentemente para intervenir en los múltiples papeles que vienen jalonando su carrera como actor. Aunque hasta los 50 años vivió al margen del cine y la televisión que hoy ocupan su vida. Trabajó en un almacén de material escolar, primero como dependiente y después como viajante de comercio y director comercial, hasta que decidió dar un vuelco a su vida y armonizar su vida familiar, dejando un trabajo que le exigía estar fuera de casa durante casi toda la semana. Renunciando a una buena remuneración, recaló así en el golf de Las Caldas, al lado de Oviedo, donde tuvo diversas responsabilidades, hasta que decidió dar el salto y centrarse en una profesión tan dura como la de actor, pero que desde entonces, año 2008, no ha dejado de darle satisfacciones. Apasionado del cine y el teatro desde siempre, decidió presentarse al casting de la serie Doctor Mateo, que se rodó en Asturias, y donde interpretó varios papeles pequeños con otras colaboraciones (su voz en off suena en algún capítulo); desde entonces no ha abandonado la interpretación. Un simple vistazo a su filmografía, que puede verse más adelante en estas páginas, sorprende la cantidad de títulos en los que aparece, lo que nos habla de un actor disciplinado y entusiasta. Cuando se lo comento a lo largo de la entrevista me dice que de todos esos papeles, por episódicos que fueran, pudo aprender algo. Ha obtenido varios premios a lo largo de su carrera, entro ellos el premio a mejor actor en la XII edición, 2010, del Festival Aula 18,

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Actualmente sigue viviendo en Gijón donde es dirige uno de los montajes del grupo teatral “La Capacha”. —¿Cómo te definirías como persona? —Digamos que intento no molestar. Odio la confrontación, así que no la provoco y procuro siempre no mirar hacia atrás. Lo pasado, pasado. Sin rencor, sin odio, procurando disfrutar de lo que hago y trabajando con ilusión, tanto cobrando como cuando trabajo gratis para ayudar a un amigo o para que salga adelante un proyecto ilusionante. —¿Y como actor? —Me considero un peón, un currante. Mis sueños personales ya se han cumplido y me hubiera conformado con menos de lo que he tenido. Alguien me dijo un día. “Tú das el pego”, que es la esencia del actor; y uno de los directores que me ayudaron en mi formación, Felipe Ruiz de Lara, me dijo en mis comienzos algo que me define: “Tú eres carne de teatro”. —¿Qué te impulso a comenzar tu carrera como actor? —Mi vocación viene desde siempre. Ya en Navia, siendo niño, siempre quería jugar en serio, eligiendo el mejor disfraz para los juegos. De chaval, recuerdo que en cierta ocasión me disfracé de mendigo y fui caminando, fingiendo gran dificultad, a pedir limosna en casa de unos vecinos; y de mayor, y ese fue quizás el impuslo definitivo, durante uno de mis viajes, me imaginé haciendo comedia en un teatro. Ahí creo yo está el impulso definitivo. No me veía sin embargo como actor de televisión o de cine, me consideraba feo para aparecer en la pantalla, porque eso quedaba grabado, mientras que en el teatro, pensaba entonces, era más apropiado. Por eso, en cierta ocasión me presenté a un casting en que pedían un hombre de unos 50 a 60 años, “poco agraciado”, decía el anuncio. Y conseguí el papel. —¿Qué sientes cuando te metes en la piel de un personaje? —Siempre he dicho en broma que tengo tan poca personalidad que puedo adoptar cualquiera, porque lo cierto es que todos los personajes tienen algo de ti. Siempre procuro dar algo de mi en la creación del personaje y disfruto haciendo personajes alejados de mi forma de ser y sentir: intento experimentar, con las pistas que da el guión y las indicaciones del director, lo que sentiría el personaje que me toca interpretar. . —De tus interpretaciones, ¿de cuál te sientes más satisfecho? —Satisfecho al cien por ciento, de ninguno. Soy muy crítico conmigo mismo. Siempre he buscado la verosimilitud y creo que lo conseguí en la película El último invierno, de Julio de la Fuente, donde interpretaba a un fiscal. En la serie El secreto de Puente viejo hay varias secuencias de las que también quedé muy satisfecho. —¿Tu película favorita? —La saga de El Padrino, que he visto muchas veces y en la que hay un gran plantel de actores secundarios. Siempre me ha fascinado el hecho de que nos atraigan en el cine personas y actitudes que sin embargo odiamos en la vida real. Otra de mis películas de culto es ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?, de Billy Wilder. Y entre las películas en que he participado, El último invierno, de Julio de la Fuente. —Una serie que hayas seguido. —Big bang theory, con su increíble elenco de personajes. —Una manía como actor. —Como actor y como persona, tengo varias manías, como todo el mundo. Pero hay una muy personal. Siempre como una manzana media hora antes de una función de teatro. Me ayuda a salivar y a mejorar mi dicción. Siempre me llevo la manzana cuando voy al teatro o la compro en una frutería cercana. Pero que no falte. —¿Tu actor favorito? —Tengo varios actores a los que admiro. Entre los españoles, Antonio de la Torre, que trabaja excelentemente el oficio del personaje; pero también Luis Tosar, Eduard González…, tantos.

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—¿Y actriz? —Belén Rueda y, en lo personal, Arantxa Aranuren, con la que compartí reparto (era mi esposa en la ficción) en la serie El secreto de Puente Viejo. La verdad que, cuando me dijeron que iba a trabajar con ella, me llevé una buena alegría. Y debo mencionar también a Concha Velasco, con la que coincidí en la serie Las chicas del cable. Una mujer muy profesional, muy atenta en lo personal. Es sin duda la actriz que más me ha impresonado. —¿Con qué director te gustaría trabajar? —Con todos. De todos se aprende algo. Pero no cabe duda de que me gustaría trabajar con Ana Vázquez y Miguel Albadalejo. Y por supuesto, José Luis Garci. —Y ¿qué película te hubiera gustado protagonizar? —Sin duda, El crak, de Garci. Me veo en el papel de Landa. Claro que es fácil hacerse a la idea después de haberlo visto a él. No sé cómo hubiera orientado yo el personaje. —Secundario de lujo. ¿Sería una definición exacta de tu trabajo? —Me lo han llamado muchas veces. Pero ya te digo que yo me considero un peón, siempre a disposición de quien me llame. En España tenemos excelentes directores de casting, que casi siempre aciertan en la elección de los actores. Así que no queda más remedio que estar a lo que digan. —Próximos proyectos. —Dentro de muy poco empezaremos a rodar El hogar, un nuevo largometraje de Julio de la Fuente con el que todos estamos muy ilusionados. Más cercano, el estreno de La dama del alba, de Alejandro Casona, que interpretaremos en el teatro de la ESAD, Escuela Superior de Arte Dramático de Asturias, durante el Día de les Lletres Asturianes. Y por supuesto, seguir el día a día del grupo de teatro aficionado “La Capacha”, aquí en Gijón.

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Ángel Héctor Sánchez con el 10


l director Julio de la Fuente 11


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Filmografía de Áng TV SERVIR Y PROTEGER RTVE. 2021 EL SECRETO DE PUENTE VIEJO. Antena 3. 2019 CARONTE. Telecinco .2019 ESTOY VIVO. TVE 2019 ACACIAS 38. La 1 TVE. 2018 LA ZONA Movistar +. 2017 LA QUE SE AVECINA Telecinco. 2017 LAS CHICAS DEL CABLE Neflix. 2016 EL PADRE DE CAÍN Telecinco. 2016 ÁGUILA ROJA TVE. 2014 AIDA Telecinco. 2013 LUNA, EL MISTERIO DE CALENDA Antena 3. 2013 MITOS Y LEYENDAS La 2 TVE. 2012 GRAN HOTEL Antena 3. 2012 DOCTOR MATEO Antena 3. 2009

CINE SI YO FUERA RICO Dir. Alvaro Fernández Armero. 2019 VAMOS A LLEVARNOS BIEN Dir. José Luis Velázquez. 2018 REQUIEM Dir. Jorge Dopacio. 2017 EL ÚLTIMO INVIERNO Dir. Julio De La Fuente 2017 CAMPING MOVIE El tesoro del pirata Cambaral. Dir. J.K. Álvarez 2017 MENSAJEROS Dir. Abel Castro 2017 SOLOS Dir. Jorge Dopacio 2017 IF I WERE FILMMAKER Dir.Mark John Ostrowski 2016 NOCTURNO Dir. Jorge Dopacio 2016 NO QUIERO IR AL INFIERNO Dir. J.K. Álvarez 2016 COSECHA 34 Dir. Inga Vela 2016 BARRICADAS S.L. Dir. Marino Franco 2016 LA PIEZA QUE FALTA Dir. Koncha Rodríguez 2015 FAME Dir. Pablo A. Néila 2015 LA CARA DEL DIABLO Dir. Julio De La Fuente 2015 ARIJANOS Documental. Dir. Isaac Bazán 2015 EL MAESTRO Dir. Javier G. Blanco 2015 ¿QUIEN ES LIBERTAD LIONETTI? Dir. J.K. Álvarez 2014 AL LLAU DEL POZU Dir. Marino Franco 2014 BURBUJAS DE ACERO Dir. David Jarana 2014 EL QUINTO MANDAMIENTO Dir. Julio De La Fuente 2014 FIEL A LA HISTORIA Dir. Javier Gutiérrez Blanco. 2014 JAZMÍN Dir. Julio De La Fuente 2013 EL VERANO QUE FUIMOS A LA PLAYA Dir. Abel Castro 2013 CON RIGOR Dir. Verónica Marqués 2012

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gel Héctor Sánchez LA PIEL DEL CAMALEÓN Dir. Paco Rojo 2012 EL CASO ROSHACH Dir. Emilio Ferrari y Emilio Jaqueti 2011 PSICOLOGÍA INVERSA Dir. Ana Álvarez 2011 PROCEDENTE Dir. Marta Fernández 2011 CUANDO SE PIERDE Dir. Carla García 2011 CARAVANA Dir. Julio De La Fuente 2011 EL BUS DE LAS OCHO Y DIEZ Dir. Julio De La Fuente 2011 EL CUENTO DE DUNA Dir. J.K. Álvarez 2010 UN PRECIOSO DÍA DE PRIMAVERA Dir. Abel Castro 2010 GOTAS Dir. Abel Castro. 2009 EXIT/SALIDA Dir. Isaac Bazán 2008 TEATRO EN UN LUGAR DE LA NIEBLA de Antonio Álamo. Dir. Manuel Pizarro SAXFEN de José Luis Fernández Arguelles. Dir. Cristina Elena Fdez. 2019 ALLÁ EN EL RANCHO CHICO de Hermanos Paso. Dir. José Luis Fdez. 2018 EL RECTOR de Pedro De Silva. Dir. Etelvino Vázquez. 2018 EL TONTO ES UN SABIO de Adrián Ortega y Sigfrido Blasco. Dir. A.H.S. 2017 EL MUSICAL INDUSTRIAL. WESTER MINERO ABLAÑA DEAD CITY La Xata la rifa. 2017 EL MALENTENDIDO de Albert Camus. Dir. Cristina E. Fernández 2016 EL JUEGO DE YALTA Dir. Sara RG 2016 MITAD Y MITAD de Jordi Sánchez y Pep Antón Gómez. Dir. Chus Prieto 2015 ARIZONA Juan Carlos Rubio. Dir. de José-Luis Fernández. 2014 EL TÍO ANTONÍN (Tío Vania) de Chejov Dir. Sara RG. 2013 NI CONTIGO NI SIN TI Dir. Carmen Duarte 2012 FAUSTO de Goethe. Dir. Marga Llano. PASIONES EN LLAMES Dir. Julio De La Fuente. EL FARSÓN DE LA NIÑA ARAÑA de Alfonso Zurro. Dir. Imma Montes. 2012 PASIÓN de Edward Bond, dirección de Imma Montes. 2012 OFFRET (SACRIFICIO) DE Tarkovsky. Dir. Adonais Ángel. 2011 ESTADO DE SITIO de Albert Camus. Dir. Adonais Ángel. 2010 LA MAGOSTA De Francisco Nieva. Dir. Felipe Ruiz de Lara. 2009

FORMACIÓN Taller de teatro UP de Gijón Taller de dramaturgia UP de Gijón. Intensivo de voz en el Callejón del Gato Intensivo “de la intimidad al escenario” impartido por Sergio Gayol Interpretación para la cámara en ASG cine y publicidad, impartido por Laura Suárez Intensivo sobre improvisación, en La Cámara, Gijón. Intensivo “La emoción a escena” en el Callejón del gato. Intensivo de voz con la cantante de jazz Mapi Quintana, en el teatro Jovellanos de Gijón. Curso “La eficacia del intérprete en los rodajes/grabaciones” impartido por Alfonso Vallejo y promovido por la Asociación de Actores de Asturias Curso interpretación con Maxi Rodríguez

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Los candelabros perdidos El teniente Ramírez del Olmo se había incorporado a aquel cuartel de la Guardia Civil, como jefe de puesto, apenas quince días antes. No le extrañó, por tanto, que le anunciaran la visita del cura del pueblo que supuso vendría a presentarse. Mandó que le hicieran pasar a su despacho y su sorpresa fue en aumento según le iba reconociendo. Se trataba de Argimiro Moreno, su viejo amigo de correrías infantiles, del que lo habían separado primero los estudios y luego el destino profesional de cada uno de ellos. Aunque no habían dejado de verse en todos aquellos años, en que habían coincidido habitualmente en las navidades, en las vacaciones y en algunas fiestas del pueblo y otros eventos familiares. Sin ir más lejos, en su propia boda, que había oficiado el propio Argimiro en una capilla emblemática en el pueblo. Se miraron uno al otro, reconociéndose y a la vez contándose las canas, las arrugas y las huellas que iba marcando la alopecia en ambos. Y se dieron un buen abrazo. Como dos amigos que fueron. Como dos amigos insensibles al paso del tiempo. —Coño, Argimiro, qué bien te veo. No sabía que ahora fueras el cura del pueblo. —Llevo aquí unos años, respirando viejos aires. Quizás porque cada día me siento más viejo y necesito retornar a nuestra particular Ítaca, como veo que has hecho tú. —Yo he pedido el traslado para cuidar de mis padres, que ya superan los ochenta. Pero me he venido sin literaturas, que tú siempre has sido un redicho. —Bueno, cada uno… Durante un rato intercambiaron recuerdos, hasta que Argimiro, mostrando cierto nerviosisimo, le comentó al teniente que tenía algo que contarle. —Tú me dirás. —Verás —cada vez estaba más nervioso—. Han desaparecido dos candelabros de bronce de la ermita del Alba. No es que valgan mucho, no creo que tengan ningún valor histórico ni artístico, pero las beatas de la Cofradía me están presionando. Ya sabes… No sé si cuando yo llegué estaban o no, pero ellas insisten en que sí. El teniente se dio cuenta de que su amigo sudaba copiosamente, quizás por la vergüenza que estaba pasando al contarlo. —No te preocupes —le dijo—, yo me encargo de investigarlo. A ver si tenemos suerte. Y ahora, vamos a tomarnos algo en el bar de enfrente. ¿O los curas no bebéis?

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—Hace un par de meses me los trajo un cura muy nervioso que pedía 500 euros por los dos y que regateó, porque yo solo le ofrecía 400, hasta que le di los 500, qué remedio. Estos curas tienen su habilidad para pedir…

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El teniente Ramírez se había casado en aquella capilla, la famosa ermita del Alba, que situaba a su pueblo en todas las guías artísticas por un crucero románico que se conservaba a duras penas y que hablaba de un pasado más esplendoroso que aquellas cuatro paredes coronadas por una espadaña medio en ruinas como todo el conjunto. Así que, en cuanto llegó a casa, sacó el álbum de sus fotos de boda y localizó inmediatamente aquellos dos candelabros, que adornaban el altar ante el que se habían casado. Escaneó e imprimió la foto en que mejor se veían y convino con el cura en que no tenían mayor valor. A los pocos días tuvo que viajar a la capital y aprovechó para visitar a un anticuario especializado en objetos litúrgicos que reconoció inmediatamente los dos candelabros. —Hace un par de meses me los trajo un cura muy nervioso que pedía 500 euros por los dos y que regateó, porque yo solo le ofrecía 400, hasta que le di los 500, qué remedio. Estos curas tienen su habilidad para pedir… —¿Todavía los tiene? —preguntó el teniente. —Sí, ahí están todavía. ¿Quiere verlos? —No, no. ¿Y en cuanto los vende ahora? —Si está interesado, puedo dejárselos en 2.000 euros cada uno, si se lleva los dos. Si quiere uno solo, serían 3.000. —Buen margen, ¿no? —Es mi negocio, corro el riesgo de que se pudran en el almacén… —Ya, ya… Y a continuación el teniente buscó en su móvil y le enseñó un selfi que se había hecho con su amigo Argimiro el día que había presentado la denuncia. —¿Reconoce al cura que se los vendió? —Si me lo pregunta oficialmente, no puedo contestarle, debo preservar el secreto de mis clientes. —Ya. O sea, que sí. La madre que lo parió.

*** Al día siguiente llamó a su amigo el cura, diciéndole que había encontrado los candelabros, y, cuando lo tuvo enfrente, más nervioso y sudoroso que el primer día, se lo soltó a bocajarro. —Los candelabros están todavía en la tienda de antigüedades donde tú los vendiste. Lo jodido es que, si quieres recuperarlos, ahora cuestan 4.000 euros la pareja. Argimiro se retorció en la silla donde no encontraba acomodo, se secó el sudor de la frente con un sobado pañuelo, cruzó y descruzó las piernas, miró a su amigo de la infancia con desconfianza y con un temblor general que angustiaba. —¿Qué te pasó, hombre? —le dijo el teniente, buscando que se tranquilizara. —¿Tuviste algún problema personal? —Verás, necesité aquellos 500 euros con urgencia… —¿Y no pudiste meterle mano al cepillo? —El cepillo de la iglesia parroquial lo controla el coadjutor y nunca entra tanto dinero. Y el de la capilla es cosa de las beatas de la Cofradía… y yo con mi paga, no llego, ya sabes, entre mis gastos y lo que tengo que ayudar a mis padres…

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—¿Tan urgente era? Argimiro miró a su amigo el teniente y, después de un rato alternando suspiros y miradas avergonzadas, se derrumbó y comenzó a llorar como un adolescente. Entre lágrimas y gimoteos hiló la narración de su angustia: —Me llegó un correo electrónico diciendo que me habían pillado viendo películas porno y masturbándome, y que me habían grabado en vídeo. Me daban todos los detalles técnicos. Y me pedían esos 500 euros, que debía ingresar antes de 24 horas, o mandarían el video a todos mis contactos. Figúrate, tengo hasta el obispo… En ese momento, Argimiro ya era un mar de lágrimas. El teniente, en vez de apiadarse, levantó la voz: —Es que, además, eres gilipollas. Ese es un timo para onanistas incautos como tú que lleva funcionando varios meses. Ni tienen video ni tienen nada… Bueno, sí, 500 euros del cura más tonto que conozco. Porque seguro que ni tienes webcam… —No tengo, no, ¿por qué lo dices? —Lo dicho, eres gilipollas. En el pecado llevas la penitencia. Ahora a ver de dónde sacas los 4.000 del ala para recuperar los candelabros…

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Gloria Soriano

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Cambio de dieta Desde que estuvo en aquella exposición donde mostraban imágenes de cerdos rositas y tristes, encerrados en jaulas que olían a enfermedad, le daba igual que fueran platos de solomillo, presa o pluma, todos le traían el recuerdo de animales desgraciados y los rechazaba. Estos cerdos si me los comería, pensó mientras cruzaba la finca en bicicleta. Se les veía felices en la dehesa hocicando en busca de bellotas. La piel morena y saludable. Brillaban entre las encinas con atributos humanos. Gordos como los habitantes de los pueblos desarrollados, pero más hermosos. Y sus gruñidos más interesantes que las conversaciones que estaba obligado a escuchar en el work center. Eran cerdos que se hacían querer. Cuanto más los miraba más ternura sentía y ésta derivó en un anticanibalismo amoroso que ya nunca lo abandonaría. Tuvo que eliminar el cerdo definitivamente de la dieta, como ya había eliminado a los pollos que picoteaban en libertad. La lista de alimentos incluidos en su régimen fue acortándose y en el supermercado pasaba deprisa entre los frigoríficos de carne envasada. Mirando los estantes con cajas de leche enriquecida, reflexionaba sobre cómo afecta la vida del asfalto a la sensibilidad. Él había cazado grillos y removido la tierra en busca de gusanos, con la misma naturalidad que había hecho tomar leche al ternero recién nacido, o presenciado como su padre lo destazaba. En el buzón de casa encontró publicidad de un restaurante nuevo donde probó las tapas de saltamontes tostados. Después, los tacos de guacamole con hormigas y con larvas rojas. Aquello le gustó. Proteína crujiente, carcasas sin corazones. Se aficionó a ese tipo de menú y a experimentar en la cocina con los nuevos ingredientes. Harina de escarabajo y oruga para las magdalenas.

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Alejandro Dumas

Alejandro Dumas (1802-1870), escritor de novelas, folletines y obras de teatro, fue uno de los autores más famosos de Francia durante el siglo XIX, y acabó convirtiéndose en un clásico de la literatura gracias a obras como Los tres mosqueteros (1844) o El conde de Montecristo (1845).

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Roldán después de Roncesvalles La peregrinación a Rolandseck o ruinas de Roldán es una necesidad para las almas tiernas que habitan no sólo en las dos márgenes del Rin, desde Schaffouse hasta Rotterdam, sino incluso en cincuenta leguas hacia el interior. Si hay que creer la tradición, fue allí donde remontando el Rin para responder a la llamada de su tío, dispuesto a partir para combatir a los sarracenos de España, Roldán fue recibido por el anciano conde Raymond. Éste, tras conocer el nombre del ilustre paladín que tenía el honor de recibir en su casa, quiso que fuese servido a la mesa por su hija, la bella Alda. Poco le importaba a Roldán por quien fuera servido, con tal de que la comida fuera copiosa y el vino bueno. Tendió su vaso: entonces una puerta se abrió y entró una bella jovencita con un velicomen en la mano que se dirigió hacia el caballero. Pero, a mitad de trayecto, las miradas de Alda y de Roldán se encontraron y —¡cosa extraña!— ambos comenzaron a temblar de tal manera que la mitad del vino cayó al pavimento, tanto por culpa del invitado como por culpa del escanciador. Roldán debía marcharse al día siguiente, pero el anciano conde insistió para que pasara ocho días en el castillo. Roldán sabía bien que su deber lo esperaba en Ingelheim, pero Alda dirigió hacia él sus hermosos ojos, y él se quedó. Al cabo de aquellos ocho días, los dos enamorados no se habían hablado aún de amor pero, la noche del octavo día, Roldán tomó de la mano a Alda y la condujo a la capilla. Llegados ante el altar, se arrodillaron los dos simultáneamente. Roldán dijo: «No tendré jamás otra esposa que no sea Alda.» Alda añadió: «¡Dios mío! Recibid el juramento que os hago de ser vuestra si no soy de él.» Roldán se marchó. Trascurrió un año. Roldán hizo maravillas, y el eco de sus proezas llegó desde los Pirineos hasta las orillas del Rin; luego, de repente, se oyó vagamente hablar de una gran derrota, y el nombre de Roncesvalles fue mencionado. Una noche, un caballero llegó a pedir hospitalidad en el castillo del conde Raymond; regresaba de España adonde había acompañado al emperador. Alda se atrevió a pronunciar el nombre de Roldán y entonces el caballero contó cómo en la garganta de Roncesvalles, rodeado de sarracenos, al verse solo contra cien, había sonado su olifante para llamar al emperador en su ayuda y eso con tal fuerza que, aunque estaba a más de legua y media, el emperador había querido volver; pero Ganelón se lo había impedido, y el ruido del olifante se había ido debilitando, pues era el último esfuerzo del héroe. Entonces, él lo había visto, para que su buena espada Durandarte no cayera en manos infieles, intentar partirla en las rocas; pero, acostumbrada a hender el acero, Durandarte había partido el granito; y había sido necesario que Roldán introdujera la hoja en una hendidura de la roca, y la rompiera apoyándose en ella. Luego, cubierto de heridas, había caído al lado de los trozos de su espada, pronunciando el nombre de una mujer llamada Alda. La hija del conde Raymond no derramó una lágrima, ni lanzó grito alguno; sólo se levantó, pálida como una muerta y, acercándose al conde le dijo: —Padre, sabe lo que Roldán me había prometido y lo que yo, por mi parte, le había prometido a él. Mañana, con su permiso, ingresaré en el convento de Nonenwerth.

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El padre miró a la joven sacudiendo tristemente la cabeza, pues se decía a sí mismo: «¿Roldán era todo, pues? y yo ¿no soy nada?» Luego, recordando que antes que padre era cristiano: —¡Que se cumpla en todo la voluntad de Dios! —respondió. Y, al día siguiente, Alda entró en el convento. Luego, como tenía prisa por tomar el velo, pues le parecía que mientras más separada del mundo estuviera, más cerca se encontraría de Roldán, obtuvo del obispo diocesano, que era su tío, que el tiempo de prueba fuera reducido a tres meses para ella; y, al cabo de esos tres meses, pronunció sus votos. No habían pasado ocho días, cuando un caballero solicita hospitalidad en el castillo del conde Raymond. El conde sale a su encuentro; el caballero se detiene y lo mira sorprendido pues, durante los tres meses que llevaba separado de su hija, el conde había envejecido más de diez años. Entonces el caballero levantó la visera de su casco y dijo: —Padre, he cumplido mi palabra. ¿Alda ha cumplido la suya? El anciano lanzó un grito de dolor. Aquel caballero era Roldán. Las heridas que había recibido habían sido profundas, pero no mortales. Después de una larga convalecencia, se había puesto en camino para reunirse con su prometida. El anciano se apoyó en el hombro de Roldán; luego, haciendo acopio de valor, lo condujo sin responderle una sola palabra a la capilla y allí, haciéndole un gesto para que se arrodillara al tiempo que él mismo se arrodillaba: —Recemos —le dijo. —¿Está muerta? —susurró Roldán. —¡Está muerta para ti y para el mundo! ¿No había prometido que sería tuya o de Dios? Ha cumplido su juramento. A la mañana siguiente, Roldán, dejando su caballo y sus armas en el castillo del anciano conde, salió a pie, se dirigió a la montaña y por la tarde llegó a la cumbre de uno de los picos que dominan el río; y vio a sus pies, al extremo de su isla rozagante, el convento de Nonenwerth. En aquel momento, las religiosas cantaban el oficio vespertino, y en medio de todas aquellas voces que se elevaban al cielo, hubo una voz que le llegó derecha al corazón. Roldán pasó la noche tendido en la roca; a la mañana siguiente, al amanecer, las monjas cantaron maitines, y él oyó de nuevo la voz que hacía vibrar todas las fibras de su alma. Entonces decidió construirse un eremitorio en la cima de aquella montaña, con el fin de no alejarse al menos de la que amaba. Y se puso manos a la obra.

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Hacia las once, las religiosas salieron y se dispersaron por la isla; pero una de ellas se alejó del resto para ir a sentarse bajo un sauce al borde del agua. Estaba cubierta por un velo; llevaba el mismo hábito que las demás religiosas, pero Roldán no dudó de que era Alda. Durante dos años, mañana y tarde, Roldán oyó entre las voces de las demás religiosas, la voz que le era tan querida; durante dos años, todos los días, a la misma hora, la misma religiosa solitaria fue a sentarse en el mismo lugar, aunque cada día llegaba más lentamente. Finalmente, una noche, la voz faltó. A la mañana siguiente también faltó. Llegaron las once y Roldán esperó en vano. Las religiosas se dispersaron como de costumbre por el jardín, pero ninguna de ellas fue a sentarse bajo el sauce a orillas del agua. Hacia las cuatro, cuatro religiosas, relevándose, excavaron una fosa al pie del sauce; cuando la fosa estuvo lista, Roldán oyó de nuevo los cantos en los que seguía faltando la voz más dulce y bella, y la comunidad al completo salió escoltando el ataúd en el que iba tendida una virgen con la frente coronada de flores y el rostro pálido y descubierto. Era la primera vez en dos años que Alda levantaba su velo. Tres días después, un pastor que había perdido una cabra subió a la cima de la montaña y allí encontró a Roldán sentado, con el dorso apoyado en el muro de su eremitorio, y la cabeza inclinada sobre el pecho. Estaba muerto.

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Laudelino Vázquez

Ventolín El Ventolín constituye en la mitología asturiana un ente opuesto al terrible Nuberu, mientras que éste representa la parte destructiva de las tormentas y fuertes vientos, los ventolines se les identifica con la brisa suave que vive en el cielo y ayuda a quienes lo necesita.

Nuberu

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Dónde estás Miguel Miralles, X

El Ventolín y el Nuberu Miguel esperó un buen rato, agotado, apoyándose contra la pared de una de las casas semiderruidas que rodeaban el círculo de casinos. Casi sin darse cuenta, a la vez que la noche se acababa, los negocios fueron cerrando y el ruido y las gentes retirándose a donde quiera que tuvieran su refugio. Un tímido sol amagó por momentos tras las montañas, deslizándose en diagonal sobre la costa y arrastrándose hasta el límite de la ciudad. —Por fin voy a poder salir de la oscuridad —pensó Miralles, con lo más parecido a una sonrisa que pudo articular, mientras fijaba la vista en la bola luminosa del fondo—. Al menos podré orientarme. —Bendita inocencia —resonó de nuevo la voz— ¿Acaso te crees que esta noche de paz es gratuita? Todo forma parte del juego, muchacho, y parece que no te das cuenta, que nosotros somos insaciables. —¿Nosotros? ¿Quiénes sois? ¿Por qué a mí? —¿Ya no recuerdas, que tú me invocaste? Miguel agachó la cabeza con resignación: tantas vueltas y revueltas, le habían hecho olvidarse de cómo había sido el comienzo. —Pero no te preocupes —añadió la voz, sumándose a su pensamiento—, no te quedará duda de cuándo será el final. Buscó palabras con las que responder, pero en aquel momento, el cansancio acumulado, se apoderó de él, que ya sin fuerzas, se dejó resbalar contra la pared y cerró los ojos, esperando que lo que tuviese que ocurrir, sucediera durante el sueño. —No va a ser tan fácil, Robert Jhonson… A la última frase le siguió una sonrisilla aguda que acabó de despertar por completo a Miguel, mientras un nuevo sonido parecía trasladarse entre los edificios. Primero, apenas susurrante y luego cada vez más intenso —Juraría que esos suspiros —porque lo que estaba oyendo eran gemidos de placer, de una mujer— pertenecen a Natalia —se dijo—. Debo estar volviéndome loco. —No, qué va. Buscó instintivamente la procedencia de la nueva voz, pero la raya de sol que parecía llegar, había desaparecido y la oscuridad se imponía de nuevo, así que apenas distinguía una sombra borrosa. —¿Tú quien eres? —preguntó entrecerrando los ojos para distinguir algo en la oscuridad —¿Tú? ¿Tan jodido estás que no ves que somos dos? ¿También fumas productos como el amigo Nube? Penosamente, Miguel comenzó a vislumbrar que la sombra que se acercaba la formaban dos figuras, la una, alta y desgarbada y la otra, juraría que pertenecía a un niño grande, un angelote de esas pinturas antiguas. Si no fuera porque es imposible —se dijo, aunque inmediatamente se arrepintió, pues aquí todo era posible, juraría que estoy ante un ángel o algo similar. —No, chaval —le respondió el angelote, que también parecía leer sus pensamientos—, estás ante el Ventolín y el Nuberu, Nube para los amigos. —¿Y se puede saber por qué? —No.

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Sí y no, depende de cómo lo mires o como te lo figures. Esto no es aquello, aquí es arriba como es abajo, pero igual no es abajo como arriba...

Un coro de carcajadas se sumó a la cara de estupor de Miralles. —Claro que sí, hombre: porque aquí, todo el mundo hace su trabajo. Y nosotros no íbamos a ser menos ¿No oyes los suspiros de amor de tu mujer? —añadió Ventolín, abriendo los brazos y señalando alrededor, de dónde surgía el sonido cada vez más atronador—. Antes hacía llegar los suspiros de amor de los amantes, pero hay que reciclarse con los tiempos, así que ahora le echo un poco de picante al trabajo, algo que le dé sabor ¿Que mejor suspiro que un buen orgasmo? Pues eso es lo que estoy trayendo yo ahora, allá donde esté tu mujer, se nota que no está sufriendo …. —¿Qué quieres decir? –preguntó aturdido Miguel Miralles–. —Nada, no quiero decir nada, limítate a escuchar. Prestando atención Miguel descubrió que bajo los suspiros agudos de Natalia, podían percibirse también cada vez con mayor nitidez, los gemidos roncos de un hombre que acompañaban en el ritmo a los de su mujer. —La chica no parece aburrirse sin ti –comentó entonces Nube, dejando oír por primera vez una voz arrastrada en la que la influencia de la marihuana era evidente–. Un grito de coraje surgió entonces de lo más hondo de Miralles, el cual, poniéndose en pie bruscamente se lanzó hacia el Nuberu con ánimo de estrangularle. A pesar de la lentitud del lenguaje, Nube, se apartó con un movimiento imperceptible a la vista y Miguel acabó con sus huesos en el suelo. —No deberías ir por ahí –le comento jocoso Ventolín–, si ves tranquilo a Nube es solo porque fuma productos. Pero si por casualidad algo lo irrita de verdad, ni toda la marihuana del mundo puede pararle. Si se irrita, más te vale que no te pille, porque aquí donde me ves, siendo un tío enrollado como soy, puedo tener mis prontos según por donde me dé el viento –añadió riéndose de su propio chiste–, pero dura lo que dura y solo se trata de viento, pero este trae con él auténtica dinamita, mejor no lo provoques. —Mi colega sabe lo que dice, llevamos juntos desde la creación de los dioses, así que yo de ti le haría caso –completó la frase Nube con su habitual parsimonia–. —¿Y que me ibas a hacer que no me hayáis hecho? En ese momento los gemidos de fondo alcanzaron su paroxismo, y todos hicieron un extraño silencio, una especie de pausa antes de seguir con la tragicomedia en la que estaban participando. —Pues se ve que la muchacha se lo está pasando cañón, mucho mejor no creo que se lo pudiera pasar contigo –dijo entonces silabeando Nuberu–. Como no encuentres una forma de volver pronto, vas a ir al peor de los lugares, al rincón del olvido. Un Miguel abatido comenzó a caminar con el único ánimo de apartarse de aquellos dos, pero apenas había apartado 30 metros, se dio cuenta de que el poblado se acababa, y si no se equivocaba a una distancia de menos de un kilómetro, volvía a ver el polígono industrial en que lo habían retenido a su llegada. Juraría que entre las últimas casas y los primeros edificios del polígono, sombreada el río que había visto desde la Cueva la Xana. —Me estoy moviendo en círculos –se preguntó en voz alta sin esperar contestación, sin embargo Ventolín creyó conveniente contestarle. —Sí y no, depende de cómo lo mires o como te lo figures. Esto no es aquello, aquí es arriba como es abajo, pero igual no es abajo como arriba... Aquí las leyes son las que se le ocurren a Su Grandísima, pero te vamos a dar una pista: estás cerca, muy cerca de la salida. No te voy a decir si es larga o corta, ancha o estrecha, alta o baja, solo que hay una salida, y que si eres hábil, arriesgas y la encuentras, Su Grandísima no va a impedirte que vuelvas con esa mujercita tuya, a ver si tienes suerte y quiere compartirte con tu amigo….

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Una violenta ráfaga de viento elevo del suelo a Miguel Miralles cuando hizo el gesto de intentar golpear a Ventolín. —Pero, antes de que lo consigas, las reglas del juego siguen siendo las nuestras. Ya ves cómo te he levantado igual que un muñeco: y eso, que yo soy el tranqui, si Nube tiene que tirar de repertorio, más te vale esconderte bajo tierra. Con un gesto de la mano le indicó que siguiera en dirección hacia las escasas luces del polígono industrial. —Venga, bah! una ayudita… la frontera está hacia allí –le dijo indicando la línea del río–, tienes hasta que Su Grandísima se aburra para encontrar la salida… —¿Y cuándo se va a aburrir? ¿Es más, qué pasará si no la encuentro? Una risa sardónica fue la única respuesta que obtuvo, y una especie de flash que iluminó su cerebro, y le hizo llegar como una eco la voz de Su Grandísima: —Ah! Que sepas que esta es la última oportunidad, no habrá otra. A pesar del cansancio inmenso que le abatía, Miguel comenzó a arrastrar los pies con toda la velocidad de que fue capaz, intentando apartarse de aquellos dos. —Animalico –dijo Ventolín mirándolo casi con pena, apenas alcanzó la distancia para no ser oído–, nunca dejarán de admirarme estos humanos con la fe que tienen en que todo se arreglará. —El muy imbécil cree que tiene una oportunidad de verdad –añadió Nube lanzando una bocanada de humo al aire–. Esta vez me parece que voy a ser yo el que remate la faena, este me ha caído mal y, no me digas por qué, consigue que solo de pensar en él me salgan rayos y centellas…. Se miraron, y como tantas otras veces, se dieron un abrazo de colegas entre carcajadas.

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Juan Depunto

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Fontilles “La mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis sino más bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos...“ Teresa de Calculta Me llamo Hansen. Gerhard Henrick Armauer Hansen, es mi nombre completo aunque todo el mundo me conoce por mi apellido. Nací en Noruega en 1841 y me hice médico, con especial dedicación a la epidemiología. En aquel entonces aún sufríamos en el mundo la terrible enfermedad bíblica, la lepra, considerada como un castigo divino (infernal diría yo en todo caso) y de naturleza hereditaria o por promiscuidad, lo que llevaba a la expulsión de los leprosos de las ciudades y obligarles a llevar unas tablillas o unas campanillas para avisar de su presencia. En la Biblia hay abundantes referencias a este mal. Pero la lepra es una enfermedad infecciosa, trasmitida por la respiración de infectados o el contacto íntimo y prolongado con los mismos. Afecta sobre todo a nervios periféricos (de ahí la pérdida de sensibilidad) y a la piel, aunque también puede dañar a mucosas y diversos órganos. Si no se trata y evoluciona termina produciendo desfiguraciones del cuerpo y severas discapacidades como la ceguera. Se conoce desde hace al menos 4000 años, lo que sabemos por el descubrimiento en la India de los restos de un hombre afectado por la enfermedad. Yo descubrí la bacteria que la produce, el Mycobacterium leprae, también conocido por mi nombre (bacilo de Hansen), lo que para mí es un gran honor. Para el contagio (que es mucho menor que el de otras enfermedades infecciosas como la sífilis o el sarampión) se

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necesita un paciente eliminador de bacilos (no todos lo hacen) y un paciente con predisposición genética a padecerla (una minoría). Su tratamiento, eficaz ¡solamente desde 1982!, es a base de una combinación de antibióticos: la dapsona (una sulfona), la rifampicina y la clofacimina. A principios del siglo XX se decretó la exclusión social de los leprosos y su internamiento en establecimientos al efecto para ello, las leproserías y los lazaretos (éstos últimos para todo tipo de enfermedades infecciosas, ver Luz y Tinta nº 48 sobre el Lazareto de Mahón), tratando de controlar la propagación de la infección. La última leprosería que queda activa en Europa Occidental es el Sanatorio de Fontilles, en España, que se ubica junto a “La Vall de Laguar“ en la provincia de Alicante, y es de la que vamos a hablar en este artículo. La Vall de Laguar se encuentra entre dos sierras, la de La Carrasca, por cuyas faldas discurre el Barranco del Infierno, y la sierra del Cavall. Su altitud está en torno a los 500 m snm, apareciendo en el valle multitud de fuentes y manantiales. A este valle se llega saliendo de la autopista AP-7 por las salidas 62 (Ondara) o 63 (Benisa). El sanatorio antileproso, llamado de S. Francisco de Borja, se inauguró en 1909 por iniciativa del abogado y mecenas de Gandía, D. Joaquín Ballester y por el jesuita P. Carlos Ferris, que se conmovieron viendo la cantidad de lepra que había por estas comarcas (aún hoy en día aparecen casos en un pueblo del norte de la provincia de Granada). Fue el primero de España dedicado a la lepra y es ahora el último de Europa. Sus instalaciones ocupan 739.000 m2 y en ellas se fueron levantando los diversos edificios, en diseños acordes con la naturaleza del lugar. Este complejo sociosanitario viene a responder al concepto de una ciudad cerrada y autosuficiente, con la práctica totalidad de los servicios; así, dentro del espacio delimitado por la muralla que la circunda (construida en la década de 1920 con 3 metros de altura que rodea toda la propiedad para tranquilizar a los pueblos de la zona de que no se encontraran con leprosos por los caminos, y que hoy en día se conserva en su mayor parte), se establece una ciudad con hospital, consultas, edificios de administración, iglesia, teatro-cine, imprenta, talleres, clínica, residencia de religiosas, casa del médico, cocina, residencia de familiares y residencia de jubilados. Todo ello disperso entre un entramado de espacios libres. Como el centro fue concebido como una colonia-sanatorio, además de la atención

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sanitaria ofrecía a los enfermos actividades laborales y culturales, por lo que dispuso de muchos edificios hoy en día cerrados o reconvertidos (carpintería, herrería, zapatería), huertas para su autoconsumo y hasta cementerio propio en las afueras del complejo (a la entrada). Los centros que actualmente siguen en funcionamiento son el Hospital Ferris, el Pabellón de Matrimonios, el Centro Geriátrico Borja, la Residencia para los cursillistas de los cursos de Formación y el Pabellón de Información, museo y administración. El Hospital Ferris es el edificio más emblemático. Tiene 90 camas distribuidas en habitaciones dobles e individuales, todas ellas con baño, TV y calefacción. Cuenta con oficina para el equipo médico, control de enfermería, sala de curas, sala de rehabilitación, capilla privada, dos comedores generales, sala de recreo, sala de reuniones, un patio interior ajardinado etc. En la planta baja se encuentran también los despachos de consultas externas donde se atiende a los pacientes controlados de forma ambulatoria. Situado sobre una colina destacada, pretende ser el símbolo de la Institución. Se terminó de contruir, según proyecto del arquitecto Manuel Peris, en 1929, es decir con bastante posterioridad al resto de pabellones disgregados por todo el recinto. Tiene planta cuadrada y dos alturas, con patio central y rematado en esquinas por torreones, si bien y para adaptarse al terreno, en su cara sur dispone de una planta semienterrada con una fachada distinta al resto del edificio. Es una arquitectura de construcción sencilla pero muy sólida, con muros de carga de piedra procedente de la propia explanación y forjados de viguetas metálicas. Dispone de una geometría clara que establece la proporción entre los distintos cuerpos del edificio. Torreones y claustro surgen de la relación entre los módulos,

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quedando un edificio cerrado hacia el exterior y abierto hacia su gran patio interior. El claustro aparece como elemento de relación dentro del edificio, desarrollándose el resto de dependencias como elementos funcionales y complementarios ligados al mismo. El patio, con fuente central y aspecto entrañable y sosegado se constituye como centro del microcosmos, desarrollándose la vida del edificio alrededor del mismo. Se dispone de arcos en la planta baja y de dinteles en la planta alta. En cuanto al color se juega con el verde de las cornisas, el pétreo de los pilares, el blanco de los paños, la luz y sombra de los claustros, etc. Resalta el color verde de las carpinterías, característico de todo el sanatorio. El Pabellón de matrimonios es el más antiguo del complejo; está reformado en pequeños apartamentos para matrimonios. l El Centro Geriátrico Borja era un antiguo pabellón que quedó en desuso. Fue reformado y convertido en residencia para mayores. Inaugurado en 1998, cubre una fuerte demanda sanitaria de los pueblos colindantes dando servicios a residentes asistidos y válidos. Cuenta con un servicio médico y de enfermería ininterrumpido de 24 horas. Pertenece a la Asociación de Residencias de Ancianos no lucrativas de la Comunidad Valenciana RENOVA y está adherido al programa de la Consellería para financiar estancias en residencias de tercera edad. El sanatorio ha tratado en todos estos años a unos 3000 enfermos de lepra, atendidos por el personal sanitario médico y de enfermería, más la presencia permanente de la Hermanas Franciscanas y los Padres Jesuítas, a las que se añadieron los primeros voluntarios, hombres y mujeres, de los que dispuso este país, antes de que existieran las organizaciones humanitarias no gubernamentales. Además de los servicios para tratar la lepra, el complejo sociosanitario de Fontilles cuenta desde 1998 con el “Centro geriátrico Borja” y desde 2013 con el “Hospital Ferris” que ofrece estancias temporales para postoperatorios, rehabilitación y enfermos crónicos.

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Fontilles cuenta además con investigación y formación especializada en lepra y otras enfermedades ligadas a la pobreza. Imparte cursos anuales para personal médico y paramédico desde 1948, habiendo pasados por ellos más de 3000 profesionales. Desde 1944 edita la “Revista de Leprología”, única en castellano en el mundo. En 1969 Fontilles se incorporó a la Federación Internacional de Asociaciones contra la Lepra (ILEP) y contribuye con ayudas económicas a otras asociaciones de la ILEP. En 1986 inició Proyectos de Cooperación Internacional propios en la India y a finales de los 90 en Brasil, China, Guinea Ecuatorial y Nicaragua. Hoy día mantiene Proyectos de Cooperación Sanitaria en Africa, America Latina y Asia, tanto para lepra y enfermedades afines a la pobreza, como para facilitar el acceso a la salud y mejorar las condiciones de vida. Desde 1910 publica la Revista “Fontilles” desde donde trata de sensibilizar sobre todas estas cuestiones. El País publicó un reportaje el 14 de mayo de 2021 acerca de este complejo sociosanitario de Fontilles, destacando que por su aislamiento consiguió que no entrara en sus instalaciones la temina Covid. En fin, apreciados lectores, espero que con mis informacions junto con las de JuanDepunto hayáis podido haceros una idea de lo que ha representado y sigue siendo Fontilles. Referencias documentales: 1https://es.wikipedia.org/wiki/Sanatorio_San_Francisco_de_Borja 2https://es.wikipedia.org./wiki/lepra 3 https://es.wikipedia.org/wiki/Vall_de_Laguart 4www.fontilles.org (Folletos de la Fundación Fontilles) 5Lamet, PM. Un hombre para los demás: Joaquín Ballester Lloret. Ed. Borealia, Barcelona 2005. 318 pp. 6Bonilla J, Bertolín A. Fontilles: El modelo valenciano de colonia sanitaria. Ed. Generalitat Valenciana, 2010.248 pp. 7Revista Fontilles nº 1029 de septiembre de 2021. 7. https://elpais.com/sociedad/2021-05-14/el-coronavirus-no-pudo-entrar-en-el-ultimo-sanatorio-amurallado-de-la-lepra.html?ssm=whatsapp

JuanDepunto 49


Monchu Calvo

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La Lastra misteriosa La casa que hoy ocupa nuestro reportaje, La Lastra, es la gran señora que preside uno de los paisajes mas hermosos de Caso. En la actualidad, regentada por Julia y Gonzalo, que amablemente nos permiten realizar en ella nuestras investigaciones, ofrece historias y leyendas que de forma muy somera trataremos de contar. La Lastra, mascarón de proa sobre el Arrobiu, en la parte alta de la capital del concejo, ofrece un campo visual de todo el valle de Sobrecastiellu, alcanzando la mirada hasta las torres de Tarna, cerca del puerto del mismo nombre, con la cercana presencia del pico La Campa, enfrentado al pueblo de Veneros, y los peñones de las casas del monte, en los escobios (foces) de Les Yanes, donde habitaba el “pájaro divino”, otra historia que algún día contaremos. En lo alto de la collada Villar, quizás un antiguo poblado prerromano, alzábase una torre, que como amantes pétreos, miraba a la que se situaba en el collau Castiellu, donde otra leyenda situaba la Luz de Veneros. El lugar guarda entre estas paredes auténticos libros de memorias de antaño. Nuestra intención es tratar de que esos hechos se manifiesten de alguna manera. Con palabras, ruidos o cualquier señal que nos indique que siguen entre nosotros, para lo cual pedimos permiso a Gonzalo, el dueño para hacer una sesión de psicofonía. Cuando en las solitarias estancias de la vieja casa reina la noche y el silencio, estuvimos adaptando micrófonos y cámaras en aquellas habitaciones donde, según nos contaba Gonzalo, alguna clienta pidió que la cambiasen de sitio pues allí notaba una sensación extraña, como si alguien la estuviera mirando. Tambien la sala donde largo tiempo, una de las propietarias, en esta suerte de acontecimientos trágicos que sobresaltan a la saga familiar, pierden al niño que esperaban, muere al nacer. La desolada sensación de pesar de los padres llega al extremo de conservar al niño para la posteridad, no sólo en la memoria sino físicamente. De ahí nace la historia que a los niños de entonces del Campo, cuando íbamos a nuestros juegos en aquella finca nos causaba estremecimiento: la del bebé en formol. Efectivamente, el niño fue conservado en un tarro de cristal acompañado perennemente de un ramito de siemprevivas, hasta que acompañó a doña Isabel en su eterno descanso de Reciegos. Allí también colocamos nuestro micrófono, con la esperanza de captar algo de lo que pudo suceder en aquellos lejanos años. La noche envolvía aquel inmenso caserón y por dentro deambulando como fantasmas, y filmando los oscuros espacios, nos movíamos, mientras aquellas velas que encendimos en el antiguo candelabro creaban unas escenas un tanto surrealistas.

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En las paredes de la vieja Lastra y en su mágico jardín perviven mil historias. Ni los bombardeos ni los incendios del fatídico octubre de 1937 terminaron con la mansión. La afectó más la ocupación por soldados en los dieciocho meses siguientes al fin de la contienda, sumiéndola en una total ruina, quemando puertas y muebles para calentarse sin cuidado alguno del lugar, que las cinco bombas caídas en su entorno. Ya en época de hotel, entre las dos chimeneas de la casa, se encontró una caja de obuses de mortero milagrosamente intacta; y frente a Fígaro no ha mucho tiempo que el terreno delataba un relleno pizarroso que ocultaba, y oculta a buen seguro, alguna bomba sin explotar de la aviación, allí tan cerca de donde una pobre familia que huía de la desolación de Tarna perdió su vida. La Lastra fue sin duda el mejor puesto de observación para vislumbrar la luz de Veneros. Nos habla de La Lastra Aurelio del Llano en su obra “El folklore de Asturias” en 1922, cuando nos traslada la antiquísima tradición de que todos los días a las diez de la noche, un vecino subía hasta allí y gritaba a los vientos: “VECINOS DEL CAMPU Y DE VENEROS, REZAD POR LAS ANIMAS”. Quizá la visión fantasmagórica del rezo en las noches nevadas del invierno nos cause más impacto que la propia luz de Veneros. Recordemos que desde este alto que intentamos describir también se vio el legendario espectáculo de la Torre ardiendo con Sisalda según la leyenda. Se escuchó el estruendo de las nieves en el pradín de La Campa y se atisbaron aquellos pájaros de hierro que en realidad traían la desolación al lugar. Quedémonos con las tardes apacibles del verano cuando doña Amparo y doña Joaquina y las señoritas Traviesas subían a acompañar a doña Isabel y a recordar juntas las mieles y los sinsabores de sus vidas parejas en los lejanos mundos de la emigración. El resultado de nuestra investigación puede verse en el siguiente y de paso se puede conocer el interior de la vieja casona, que alguno de nuestros amigos moldeadores ya tuvieron la suerte de conocer este escondido paraíso casín, utilizado para sesiones fotográficas con modelos. https://youtu.be/TPo11N-V_sE

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Nadima (Shibina Nadegda)

Sonrisas en la nieve

Tres rostros, tres niños, tres sonrisas. Cae la nieve, los campos se visten de blanco y el frío se hace dueño del ambiente. Los adultos se refugian en las casas, encienden el fuego, preparan bebidas calientes y se arrebujan en sus gruesas prendas de abrigo. Es invierno y hay que sortear el frío con los métodos tradicionales. Los niños, en cambio, salen a la calle, desafían al frío y juegan con la nieve. Lógicamente se visten con gruesos jerseys, sólidas zamarras y fuertes gorros de piel. En las fotos de Nadima en esta serie se recoge todo esto. (Destaca —y quiero escribirlo entre paréntesis para destacarlo— la sonrisa de los niños: el juego se hace entre risas, como no podía ser de otra forma). Pero en estas fotos, de una

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composición exquisitamente organizada, hay algo más; algo más, efectivamente, que nos remite a una bonita historia de ambiente navideño. De siempre se ha identificado Navidad y nieve: el tópico de las navidades blancas es en realidad algo más que un tópico: la síntesis del tiempo de invierno en relación con la tradición religiosa de la Navidad, en la que el frío de Belén irradia desde la leyenda. Nadima, haciéndose eco de todo ello, introduce en esta serie un trineo (muy típico también) en el que los niños cargan un abeto, es de suponer que para adornarlo cara a la Navidad. Todo un juego de niños que no abandonan la sonrisa: se hace, pues, así, homenaje gráfico al tópico entrañable de la Navidad blsnca con el del árbol de Navidad y se da dimensión a la sonrisa de los niños que es juego y folklore.

Claudio Serrano

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David duChemin

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Desde «No funciona» hasta «¿Cómo puedo solucionarlo?»

¿Alguna vez has pasado tiempo detrás de la cámara trabajando en esa imagen que tienes en mente solo para pensar (o murmurar) alguna versión de «esto simplemente no está funcionando»? ¿Alguna vez has estado frente a una de esas escenas o temas sobre los que alguien ha dicho: «No puedes hacer una mala imagen de esto» solo para mirar las imágenes que acabas de hacer y pensar: «¿Quieres apostar ?” Sí. Yo también. Ansel Adams le dio mucha importancia a la idea de la previsualización y todos trabajamos de manera diferente, así que imagino que era importante para él, especialmente trabajar con películas de gran formato como lo hizo. Pero para muchos, quizás incluso la mayoría, de nosotros, trabajamos con un medio diferente, y para aquellos de nosotros que usamos cámaras digitales, nuestro proceso creativo ahora tiene un poco más de retroalimentación directa incorporada. A diferencia del venerable San Ansel (quien probablemente tardó horas o días antes de ver lo que estaba haciendo), para nosotros, el tiempo

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entre presionar el obturador y reconocer que nuestro enfoque no funciona se ha reducido misericordiosamente a segundos. Eso significa que podemos hacer algo al respecto. Podemos pivotar. Ajustar. Y ajustar. Me gusta la idea de previsualizar, aunque prefiero dar un paso atrás y preguntarme no cómo se ve, sino cómo quiero que se sienta la fotografía. De qué quiero que se trate y cómo puedo darle al tema su mejor expresión. Mi preocupación con la visualización previa (la forma en que la entiendo) es que una vez que tenemos una idea en la cabeza, es especialmente difícil superarla y ver las cosas de manera diferente. Nos cegamos por las expectativas, por las imágenes que hemos visto de otros y por las imágenes que hemos hecho en el pasado. O cegados por la imagen en nuestra mente que podría tener poca semejanza con lo que realmente es posible aquí y ahora. Me pregunto con qué frecuencia intentamos algo y nos quedamos atascados porque nuestra primera visualización previa simplemente no funciona. ¿Con qué frecuencia esa imagen mental nos lleva a un enfoque (composición, elección de la distancia focal, elección de la configuración, incluso la forma en que tratamos una imagen en desarrollo) que nos atasca y no está dispuesto a probar nuevos enfoques o volver a imaginar eso primero? ¿ocurrencia? La clave para convertirse en un fotógrafo seguro y creativo está en cómo pensamos. Si creemos que esta imagen se verá de cierta manera, tal vez nítida y muy literal, ¿consideraremos la posibilidad de que esta escena o tema en particular se exprese mejor como un resumen? ¿Cómo puedo hacer esto? “Esto simplemente no está funcionando” es tan frustrante como la brecha entre la realidad y sus expectativas, y su voluntad de convertirlo de una queja en una pregunta: ¿cómo puedo resolver esto? Tal vez su punto de vista (POV) favorito sea ultrabajo con lentes de gran angular, así que ese es su primer instinto. Es para mi. Pero no siempre va a funcionar, y «¿cómo puedo hacer esto?» es mucho más útil si conduce a probar una distancia focal diferente, un punto de vista diferente o ambos. Tal vez la escena simplemente no funciona en color. Actualmente estoy en Kenia, y hace dos semanas estaba fotografiando leones en el Parque Nacional de Nairobi. La escena frente a mí era genial, pero «simplemente no estaba funcionando». ¿Por qué? Bueno, no era la escena. Los leones eran increíbles. No podrían haber actuado mejor si todo hubiera sido escrito. Pero estaba pensando en color, y no estaba funcionando en color. “¿Cómo puedo hacer esto?” o tal vez «¿Cuáles son las otras posibilidades?» me llevó a darme cuenta de que lo que estaba mirando era una maravillosa imagen monocromática. En color, los leones estaban en un montículo de tierra roja (tierra y rocas que me resultaban muy desagradables) bajo un cielo azul (implacablemente alegre, asqueroso). Simplemente «no estaba funcionando». No para mí. Pero comencé a pensar en monocromático, enfocándome en las formas y la composición, y la imagen de abajo es lo que resultó. Los fotógrafos gastan mucha energía pensando en la técnica. A veces (no tú, por supuesto, pero otros, ya sabes quiénes) nos quedamos atascados en los favoritos. Puntos de vista favoritos. Lentes favoritos. Luz favorita. Velocidades de obturación, aperturas y técnicas de posproducción favoritas. Ninguno sirve para todo. Lo que podría ayudar es pensar, en cambio, en encontrar la mejor expresión de nuestro tema elegido. Pensando en posibilidades. Y tal vez obsesionarse menos con la frustración de «esto no está funcionando» y ser más proactivo en encontrar respuestas creativas a «¿cómo puedo solucionar esto?» A mí me funciona, aunque parece ser una pregunta que vuelvo a aprender casi cada vez que me pongo detrás de la cámara.

Postales de los Maasai Mara Cuando esto llega a su bandeja de entrada, llevo tres semanas en mi mes en Kenia. Es mi lugar más feliz y me gustaría compartirlo. Normalmente le enviaría una monografía en PDF (y lo haré), pero el ancho de banda aquí lo dificulta. Entonces, por ahora, he publicado una docena de imágenes aquí (abajo). Siéntase libre de dejar comentarios o preguntas si lo desea.

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MARTIN SCHOELLER

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Los retratos de Martin Schoeller

Los retratos de Martin Schoeller son conocidos por sus primeros planos ultra, con el tono, el estado de ánimo y la consistencia de la composición que han revivido las páginas de muchas de las publicaciones más queridas de Estados Unidos y Europa en los últimos 20 años. Pero estas reveladoras fotografías son solo la parte más reconocible de su obra sorprendentemente llena de acontecimientos. Martin Schoeller ahora ha acumulado todo el trabajo que desafía la clasificación porque se ha aventurado en todas las subculturas, excepto en eventos recientes no vistos, alteraciones de la justicia social, celebridades y muchas otras subculturas.-categorías. Como vemos en Martin Schoeller 1999–2019, estas imágenes son un verdadero museo de historia reciente: un proyecto diverso, ingenioso, dinámico, disciplinado y concienzudo que es el trabajo de una perspectiva humana.

El enfoque de Martin Schoeller “Como todos los fotógrafos de retratos, trato de capturar el momento en que el sujeto deja de pensar. Intento ir más allá de la representación del rostro del sujeto, en busca de algo inesperado. “- Martin Schoeller es un fotógrafo de retratos nacido en 1968. Es un fotógrafo de retratos conocido por sus retratos de primeros planos extremos. Martin Schoeller trabajó como asistente de Annie Leibovitz en los años 1993–1996 y desde 1998. Sus trabajos han aparecido, entre otros, en National Geographic, Time, Rolling Stone , GQ, Entertainment Weekly, Esquire y The New York Times Magazine. Se unió a Richard Avedon como fotógrafo de retratos en New York en 1999. Continúa trabajando en Nueva York. Schoeller exhibe internacionalmente y sus fotos se almacenan en colecciones que incluyen la Galería Nacional de Retratos en la Institución Smithsonian en Washington.

Biografía de Martin Schoeller Martin Schoeller es alemán . Desde muy joven, Martin Schoeller se vio influido por la extraordinaria obra del retratista August Sander, conocido por sus fotografías de pobres, obreros y burgueses. Luego, su mirada se dirige a las extraordinarias fotos de Bernd y Hilla Becher, quienes luego crearon la famosa escuela Becher. El trabajo de Martin Schoeller se exhibió en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y se presenta regularmente en los Estados Unidos y Europa. Sus retratos se exhiben y coleccionan en todo el mundo. Han sido objeto de varias exposiciones y forman parte de la prestigiosa Galería Nacional de Retratos del Instituto Smithsonian en Washington. Los retratos de Schoeller dan a todas las expresiones faciales humanas una nueva dimensión. Es por eso que los retratos existentes son su razón de ser, dice David Remnick, ganador del premio Pulitzer en 1994 y editor de la revista New Yorker Magazine . El primer libro de Martin Schoeller, Gros Plan, fue publicado en 2005 por teNeues. Continuó sus retratos para el New Yorker, adquiriendo nuevas series, encargadas por revistas o dictadas por investigaciones faciales que atraían a la sociedad moderna. Así es como quiero trabajar en campeonas de culturismo femenino. Así se crean culturistas, una

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serie de monografías en ediciones limitadas, muy buscadas por los coleccionistas de fotografía contemporánea. Para los culturistas, trato de mostrar la debilidad que veo y siento en mis modelos cuando estoy con ellos; se dio cuenta de emociones complejas escondidas bajo una máscara física extremadamente funcional. Estas mujeres son un reflejo de nuestro deseo moderno de grandeza, fuerza y ​​agresividad; y cuidado a toda costa. Estamos en una era de excedentes. Martin Schoeller vive y trabaja en Nueva York y es considerado uno de los maestros de la fotografía moderna. Martin Schoeller es mejor conocido por su serie de retratos en primer plano que capturan de cerca los íconos de la cultura estadounidense. De Clint Eastwood a Barack Obama, pasando por Paris Hilton o Bill Murray, Martin Schoeller ofrece al espectador la fijación, en los ojos de estas personalidades que se han convertido en monstruos vivientes. Definitivamente una mirada fresca e intransigente a esos rostros que crees que te sabes de memoria. Sus retratos ofrecen el mismo marco apretado y la luz brillante, casi médica, de celebridades y extraños. De esta forma, explora el universo de los gemelos monocigóticos durante una serie para National Geographic o las mujeres campeonas de fisicoculturismo.

Entrevista con Martin Schoeller —¿Cómo empezaste en la fotografía? ¿Qué edad tenías cuando empezaste y qué hacías antes de eso? —Terminé la escuela secundaria en Alemania y no tenía idea de lo que quería ser. La educación en Alemania es gratuita, así que me matriculé en la universidad. A pesar de esto, casi nunca fui allí. Trabajé con un hombre discapacitado con esclerosis múltiple. Lo cuidé, me fui de vacaciones con él, lo lavé y lo alimenté. Yo era básicamente un trabajador social. Por la noche, era cantinero y mesero. Hay ventajas en el sistema educativo europeo; tienes seguro de salud y puedes ganar dinero sin pagar impuestos. Un amigo mío estaba postulando a la escuela de fotografía en Berlín y dijo: “¿Por qué no postulas conmigo? Tal vez nos lleven a los dos y podamos ir juntos. Había pensado que los fotógrafos eran geeks hasta entonces. Cada vez que organizaba una fiesta en la escuela secundaria, los fotógrafos se paraban en la esquina, esperaban a que alguien se avergonzara, salían corriendo y tomaban fotografías. Realmente nunca me han gustado los fotógrafos; Siempre los he considerado como voyeurs. Pero mi amigo aplicó para la escuela y pensé: “¿Por qué no? Podría ser genial. “ Mi actitud era que no era probable que me aceptaran de todos modos. Las probabilidades eran de una en veinte y 800 personas aplicaron. Nos dieron ciertas misiones, y completé todas estas misiones en el tiempo que nos dieron. Eventualmente me aceptaron a mí y no a mi amigo. —¿Tenías un talento como artista visual que no sabías que tenías? —Estaba abrumado de que me aceptaran. Mirando hacia atrás, no creo que mis fotos fueran mejores que las

de mis amigos. Sin embargo, por alguna razón, fui seleccionado. Me sentí halagado. Yo estaba como, “Oh, Dios mío. Tal vez es algo en lo que podría ser bueno si realmente lo intento. Mi papá siempre decía que tenía buen ojo. No sabía a qué se refería con eso, pero siempre sintió que yo tenía buen sentido para los muebles, los espacios y el diseño; buen gusto. Más tarde, vino a Nueva York y ayudó a Annie Leibovitz. ¿Cómo sucedió esto y qué aprendiste? —Cuando terminé mis estudios de fotografía, ayudé a un fotógrafo de naturaleza muerta en Frankfurt, luego trabajé para un fotógrafo muy famoso en Hamburgo, quien me despidió después de tres meses. Estaba completamente abrumado por la situación. No sabía que alguien podía trabajar tan duro. La carga de trabajo y las responsabilidades eran increíbles. Fue una combinación de cosas que no funcionó. Mi conclusión de esto es que ayudar es mucho trabajo por tan poco dinero, tienes que trabajar para alguien a quien respetas y te encantaría hacer algún día. Mis tres fotógrafos favoritos en ese momento eran Annie Leibovitz, Steven Meisel e Irving Penn. Ahorré $2,000, me mudé a Nueva York y los llamé a todos. No pasó nada. Me quedé sin dinero y tuve que ir a casa y trabajar de nuevo para el hombre discapacitado. Regresé unos meses más tarde después de ahorrar algo de dinero y encontrar trabajo gratis durante un mes para un fotógrafo de naturaleza muerta. Conocía a alguien que trabajaba en el estudio de Annie y las cosas funcionaron. Había enviado tantas solicitudes y finalmente alguien en Annie’s me dijo que viniera a presentarme. Y en ese momento, Annie acababa de despedir a alguien. El primer asistente me quería mucho. Le dijo a Annie que pensaba que yo sería un buen asistente, así que comencé como tercer asistente y trabajé para ella durante tres años. —¿Se convirtió en segundo o primer asistente más tarde? Martín Schoeller: Sí. Al poco tiempo de comenzar se fue el segundo asistente, y poco después se fue el primer asistente. Nuevamente me vi atrapado en una situación en la que estaba completamente fuera de mi cabeza. Hizo que trabajar con Annie fuera bastante tenso. —¿Fue un trabajo intenso como primer asistente? —Sí, fue muy intenso. Aprendes mucho trabajando con Annie porque te da mucha responsabilidad. Yo estaba a cargo de la iluminación para ella. Es muy particular en su iluminación, pero no es muy técnico. No siempre sabe cómo lograr lo que quiere, pero sabe lo que quiere, que es lo más importante. El problema era que a veces no podía complacerla y ella decía: “No, no me gusta esta iluminación. Traté muy duro de complacerlo, pero no siempre tuve éxito. Así que aprendiste mucho de ella. Escuché que aprendió la iluminación de sus asistentes. —Sí, pero mis predecesores se fueron tan pronto después de que comencé que no tuve tiempo de aprender de ellos.

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—Fue difícil, pero ¿aprendiste mucho? —Aprendí mucho de ella. Siempre digo que nunca hubiera tenido la carrera que tuve sin trabajar con ella. —¿Los contactos te ayudaron a hablar en tu primer trabajo? —No, creo que los contactos de los fotógrafos profesionales suelen estar sobrevalorados. Al trabajar con Annie, trabajas con el tipo de revistas que no te contratarían como fotógrafo joven. Ningún fotógrafo consigue su primer trabajo con Vanity Fair o agencias de publicidad. Puede haber una excepción en el mundo de la moda, pero como fotógrafo empiezas con revistas de negocios y un presupuesto más reducido. —¿Estabas solo, pero su nombre no ayudó al principio ? —Me ayudó un poco. La gente siempre tenía curiosidad por escuchar lo que estaba pasando detrás de escena en el estudio de Annie. Probablemente me ayudó a conseguir más entrevistas en persona cuando se enteraron de que estaba trabajando con Annie Leibovitz. Sin embargo, cada editor de fotos es responsable en última instancia de las fotos que entrega, y no quieren mostrarle al editor una fotografía deficiente. —Tenías que tener el trabajo. —Sí, tienes que conseguir el trabajo. —¿De dónde vienen tus ideas para las bellas artes, como las gemelas y las culturistas? ¿Cuál fue la motivación para hacer estas series? —Las culturistas femeninas vinieron de uno de mis asistentes. Amaba el culturismo, aunque no puedo decir lo mismo. Me mostró una revista un día y me encontré con estas culturistas y estaba en shock. ¿Por qué una mujer haría algo así, para parecerse más a un hombre? Fui a un concurso de culturismo con mi amigo y hablé con algunas mujeres. Vi que a menudo eran madres con hijos y trabajos de tiempo completo. Me sentí muy intrigado. Encontré interesantes sus apariencias e historias de vida, así que pasé cinco años buscando a estos culturistas profesionales en todas las diferentes competencias del país. —¿De dónde vino la idea de los gemelos? —Los gemelos eran una misión para National Geographic. National Geographic hizo un número sobre los gemelos y me contrató para fotografiarlos. Cuando escuché por primera vez sobre la misión, pensé: “Oh, Dios mío, los gemelos. ¿No es eso lo más antiguo de la fotografía? Pero no le digo que no a National Geographic; es una gran revista. Me enviaron a Twinsburg, Ohio, donde tienen un festival gemelo cada año. Cuando tomé las primeras Polaroids y las puse una al lado de la otra, la atracción de dos personas diferentes que se parecían tanto me hizo pensar:

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“Hmm, tal vez es algo diferente. Fue la idea de fotografiar gemelos por separado y no juntos como una sola entidad. Lo encontraba cada vez más fascinante. Después de completar la misión, todos parecían tan intrigados por estos gemelos, así que continué con el trabajo. Encontré dos juegos de gemelos donde uno de ellos se sometió a una cirugía de reasignación de sexo. Encontré cuatrillizos idénticos, lo cual es extremadamente raro. Luego desarrollé todo esto en un libro; así nació este libro. —¿Qué tan interesantes encuentras las obras de arte en comparación con las misiones comerciales? —Realmente no pienso en los términos bellas artes, artista y fotógrafo. Me veo como un fotógrafo. Creo que soy más un fotógrafo que un artista, porque creo que el objetivo de un verdadero artista debe ser tener una idea que nunca antes se haya hecho. Esta es mi definición de artista. Creo que hay muy pocos fotógrafos a los que yo llamaría artistas. Creo que la mayoría de ellos son solo fotógrafos. Bueno, no solo los fotógrafos, pero no se ajustan a la factura de los artistas. Por eso no hay tanta fotografía en los museos. —¿Diría que las definiciones son asignaciones comerciales, luego artista? Creo que mucha gente está contenta con el hecho de que se consideran artistas; se convierte en una gran parte de su identidad. No siento esa necesidad. No me avergüenzo de hacer publicidad. Estoy feliz de ver mi trabajo en museos y que se venda en galerías. Como fotógrafo, simplemente intenta crear el mejor trabajo posible, sea cual sea la tarea. —¿Cuáles son los pros y los contras de estar tan ocupado? ¿Hay alguna desventaja? —Creo que lo que la gente subestima es que cuantas más misiones tienes, más tripulación necesitas. Usted tiene una responsabilidad con sus empleados. Te encuentras en situaciones en las que tienes que ganar mucho dinero para mantener esa máquina que has construido. Una vez escuché cuando trabajé con Annie que ella tenía $50 u $80,000 en gastos generales al mes para limpiar solo para cubrir los gastos. Eso fue hace 20 años también. Tienes que ganar mucho dinero solo para alcanzar el punto de equilibrio. Tienes que hacer aún más para mantener algo para ti. Se vuelve más fácil, pero no realmente. Si alguien es propietario único, puede quedarse con todas las ganancias. —¿Es difícil negarse a trabajar en esta etapa? —Me considero muy afortunado de haber tenido tanto trabajo continuamente. Pero ese no suele ser el caso si tengo tres trabajos a la semana. Como fotógrafo que ha existido durante mucho tiempo, se le da por sentado. A la gente le gusta tu trabajo, pero eso no significa necesariamente que te den trabajo. Vienes con ciertas asociaciones. Por ejemplo, tal vez hiciste una sesión costosa para alguien hace tres años cuando las revistas tenían más


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dinero. Mis tarifas son las mismas que las de todos los demás, pero tal vez hice algunos disparos intensos. Ahora todo el mundo te considera un fotógrafo caro. Además, a la gente le gusta descubrir gente nueva. No necesariamente quieren contratar a alguien que trabaje para el concurso. Así que nunca hay un punto en el que puedas moverte a lo largo de la costa, aunque Annie tiene uno con sus contratos. Pero es muy raro. —Es muy raro, sí. Estos contratos siempre pueden expirar al final de un año. No hay garantía en la fotografía. Siempre les digo a los fotógrafos jóvenes: “No crean que tienen una portada de Vanity Fair y ya está; eres tan bueno como tu última foto. Puedes tomar diez fotos geniales y la gente dirá que eres bueno. Sin embargo, eso es lo que esperan de ti. Si tomas dos o tres fotos malas, la gente las recuerda más que las buenas. —¿Cómo conociste a Hasted Kraeutler? —No recuerdo muy bien cómo me encontraron, o si los encontré. Ha pasado tanto tiempo desde que olvidé cómo nos presentaron. —¿Va bien la relación? Han manejado algunos de sus programas. —Todo está bien. Lo que pasa con los proyectos personales es que si los desglosas financieramente, son un completo pozo de dinero. Nunca recuperarás el dinero que gastas en estas fotos. —¿Son caros los espectáculos? —Oh sí. Probablemente gasté 250.000 dólares en el proyecto del culturista. Ni siquiera quise agregarlo. Creo que vendí quizás tres copias por $10,000 cada una. La galería recibe la mitad de eso, así que gané $15,000 en ventas impresas. —Es un verdadero trabajo de amor. Martín Schoeller: Sí. Es por eso que siempre les digo a los jóvenes fotógrafos que ser fotógrafo de arte no es una buena idea; son muy pocos los que pueden vivir de ella. —¿Está considerando proyectos personales de bellas artes en este momento? —Tenía un proyecto que puse en espera. Tengo un niño de cinco años en casa y me cuesta dejarlo mucho tiempo. Pero tal vez el próximo año podría ir a visitar a otro grupo indígena, con suerte National Geographic, y juntarlo en forma de libro algún día. —¿Qué país visitarías? —Ya veremos. Probablemente todavía el Amazonas. O incluso Brasil. Veremos. —¿Qué tipo de equipo utilizas en términos de cámaras e iluminación? —Siempre filmo todos mis primeros planos en película con una RZ, 6×7 y 140, en Portra 800. —Así que la película siempre te da algo que prefieres.

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—Sí. También tengo una cámara Phase One. Solía ​​filmar todo hasta hace unos tres años. Mi cámara favorita de todos los tiempos tiene que ser la Fuji 6×9, con la lente de 90 mm. Es una cámara de telémetro. Es como una Leica de gran tamaño. Me resulta fácil concentrarme. Siempre me ha encantado esta cámara. Tengo cinco. Los usé exclusivamente para todas las fotos horizontales. Usé un RZ para las verticales y Fuji 6×9 para las horizontales. —¿Por qué tienes cinco? —Tomaría tres en el camino, pero algunos estarían rotos. Tengo uno en reparación, el que pensé que necesitaba reemplazar, luego le di uno a mi asistente cuando se fue. Probablemente compré más como siete u ocho. —¿También disparas en digital? —Sí, ahora me he vuelto digital. Siempre prediqué la fotografía analógica porque sentía que los tonos de piel se ven mejor con película; es más indulgente y más natural; más tridimensional si filmas en película. Mi antiguo asistente me convenció de probar estas cámaras digitales y hemos probado un montón de ellas. Me encontré con el Phase One, en ese entonces era un Mamiya con el respaldo Phase One, y debo decir que fue la primera vez que sentí que los tonos de piel eran realmente buenos. —¿Hace cuánto tiempo fue eso? —Hace unos tres años. —Entonces, ¿utiliza digital para formato medio, no hace 35 mm? —Tengo una Nikon digital, pero rara vez la uso. Lo uso si necesito disparar cualquier cosa a alta velocidad, como correr o saltar; cosas en las que necesitas poder disparar diez fotogramas por segundo. Normalmente disparo con la película IQ280 de 80 megapíxeles. A veces es un gran dolor en el culo. Pero cuando la cámara funciona y todo funciona, es casi como rodar en 4×5. —¿Has rodado alguna vez en 4×5? —No, pero fotografié mucho en 8 × 10. A todos los culturistas los fotografié en 8 × 10. Por eso el proyecto era tan caro. —¿Qué empresa utiliza para la iluminación y qué luces específicas utiliza? Sé que usas el de Kino. —Uso el Kino Flo para mis primeros planos. Para la luz estroboscópica, uso el Profoto Acute. Son más ligeros y fáciles de viajar. Pero al final, cualquier cosa que brille me queda bien. —¿Has probado los monolights de Profoto, los D1s? —No, nunca lo intenté. Siempre tengo miedo de que mis luces se apaguen. ¿Qué le parece vivir en Estados Unidos contra Alemania? ¿Qué le gusta o disgusta de Estados Unidos y qué le falta a Alemania?


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christopher walken —Cada vez que estoy aquí elogio a Alemania y la igualdad en Alemania. Toda la infraestructura funciona: el 80% de la gente está sindicalizada, todos tienen seguro médico, la economía va bien, puedes ir a cualquier parte en tren, las carreteras son mejores y la brecha entre ricos y pobres no es tan grande, y nosotros no tengas guerras Vivir en Nueva York a veces se siente como vivir en un país del tercer mundo. Hay profundos baches en medio de Nueva York. Y cuando vas a Queens, hay mucha basura en el camino. Creo que, en general, el sistema europeo es mejor que el sistema estadounidense; es mas justo Pero cada vez que estoy en Alemania, quiero volver a los Es-

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tados Unidos porque extraño la sensación de optimismo y humor. A los alemanes les gusta quejarse. Es un poco más pesado y más lento. Se tarda medio día en completar el papeleo para alquilar equipos en Alemania. Le falta la rapidez y la ligereza de vivir en los Estados Unidos y la espontaneidad que conlleva. —¿Eres ciudadano ahora? —No, todavía solo tengo una tarjeta verde. A los alemanes no les gusta la doble nacionalidad.


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Seb Agnew, nacido en 1986, es un artista fotográfico con sede en Hamburgo, Alemania. Dentro de escenarios escenificados y a menudo oníricos, explora la psique humana y nuestra sociedad moderna. La desorientación, la soledad momentánea y la reflexión solitaria son temas recurrentes dentro del cuerpo de trabajo conceptual de Seb. Sus imágenes se caracterizan fuertemente por un elaborado diseño de escenarios, una iluminación distintiva y una composición cuidadosamente organizada. Para crear sus escenarios surrealistas, misteriosos y cinematográficos, Seb transforma habitaciones enteras o construye sus lugares completamente como escenarios en miniatura en los que luego integra sus modelos de tamaño natural.

Fotos cedidas para Luz y Tinta por Galería BBA

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Dmitry Rogozhkin

La fotografía de Dmitry Rogozhkin Fotomanipulación rusa Entre la pintura y la fotografía

Con la obra de Dmitry Rogozhkin no se sabe dónde comienza la pintura o dónde acaba la fotografía. Este creativo, nacido y criado en el corazón de Rusia, se mueve sin problemas en ambas disciplinas y ha conseguido, a través de los años, reflejarlas en su justa medida en cada una de sus piezas. Con ciertos tintes ciberpunk y un marcado dramatismo cinematográfico, Dmitry Rogozhkin retrata, tanto a veteranos de guerra como a cazadores siberianos. Autodidacta, compró su primera cámara en 2011, hasta ese momento su vida artística se circunscribía a los lienzos: «El arte es un estado de la mente, así es que no importa si lo haces con una cámara o con un pincel». En un gesto poco frecuente en este ámbito, Dmitry Rogozhkin enseña en su web, de forma detallada, sus procesos creativos: técnica fotográfica, preproducción, posproducción…

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Mikel Reyfman

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Isla Kulusuk, fiordo Ammassalik y sonido Torsuut Tunoq. Sudeste de Groenlandia

La magia del sol de medianoche

Kulusuk es una pequeña isla periférica en el archipiélago de islas Ammassalik en la costa del Atlántico Norte. La isla alberga a Kulusuk, el cuarto asentamiento más grande de toda la costa este de Groenlandia. La aurora boreal es un lugar común en Groenlandia, pero cuando piensas en este territorio ártico, lo más probable es que nunca te imagines una hermosa puesta de sol allí. Con restos de icebergs flotando a lo largo de la superficie del Mar de Groenlandia en la sección transversal del Mar de Labrador de Canadá y el Mar de Noruega, los rayos de sol pueden reflejar una asombrosa representación de fuego sobre hielo en el crepúsculo de la noche. Desde Kulusuk hacia la isla de Angmagssalik y cruzando el estrecho de Torsuut Tunoq, las impresionantes vistas del atardecer son magníficas. Los elementos naturales destilados del paisaje ártico de Groenlandia fusionan estas impresionantes escenas para obtener capturas panorámicas espectaculares. Las formaciones rocosas del paisaje con condiciones heladas y aguas cristalinas reflejan la verdadera belleza natural de la Madre Naturaleza. Kulusuk es el hogar de muchos grandes cazadores que proporcionan al pueblo y a sus familias pájaros, focas y todo tipo de manjares groenlandeses. Esta es una gran parte de la cultura groenlandesa.

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Repertorio de Fotógrafos Españoles

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Javier Arcenillas Bilbao 1973

Psicólogo de formación, comenzó ́ su actividad fotográfica hace más de 20 años. Desde entonces, se ha decantado por el reportaje y el retrato social. colaborador de organizaciones humanitarias como Médicos del Mundo, Calcuta Ondoan y Médicos sin Fronteras, compagina la fotografía con la creación de proyectos audiovisuales. Especializado en el ensayo fotográfico de carácter humanitario, sus trabajos denuncian la situación desesperada de los más desfavorecidos por la sociedad. en este sentido, destacan sus series The Kingdom Charity, realizada en 2004 en un psiquiátrico de Calcuta y Tercer Premio FotoPres al año siguiente, y el reportaje multidisciplinar Sicarios, en el que trabaja desde 2010 documentando el violento día a día de los sicarios en Guatemala. Este proyecto ha sido reconocido con el Primer Premio Fotoevidence Book Award en 2011 y el Premio Mingote 2012 del diario ABC. la violencia en América Latina es también el eje central de sus ensayos Red Note y Pain, en los que trabaja actualmente. Time, Der Spiegel, Stern, IL Magazine, El Mundo, La Reppublica, El Periódico de Guatemala y el Miami Herald Magazine son algunos de los medios en los que han podido verse sus trabajos. Es fotógrafo habitual del Ayuntamiento de Alcobendas, FronteraD, El Global, Diario.es y Esquire. Destacan sus exposiciones Welcome, itinerante de 2010 a 2011 (Bienal de Fotografía de Córdoba, Sala Anabel Segura de Alcobendas y abPhoto, Albacete); City Hope, itinerante de 2010 a 2013, bajo la tutela de la CAM, por más de una docena de salas en toda España; y su paso, con Sicarios, por PHotoespaña 2011. Otros galardones con los que su trabajo se ha visto recompensado son los premios Arts Press Award (1996), kodak Joung Photographer (1997), Euro Press de Fujifilm (2001, 2002 y 2003), Luis Valtueña de Médicos del Mundo (2003), INJUVE (2004), sony WPY (2011), POYI (2012) y Mención de

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Honor POY Latam al mejor Fotógrafo latinoamericano en 2013. Además, fue finalista del Premio ojo de Pez 2009 por su trabajo sobre las ciudades vertedero en Centroamérica. Ganador del Premio World Photo 2018. Su obra se encuentra en las Colección de la Fundación “La Caixa” (Barcelona), la colección del Ayuntamiento de Alcobendas, la London Photography Society, el Instituto Cervantes, el Ministerio de Asuntos Exteriores y UNICEF entre otras.

Publicaciones seleccionadas City Hope: After the End of the Way, Alcobendas (Madrid), autor-editor, 2007; con Cristina de Middel, Welcome/ Photo Essay by Javier Arcenillas and Cristina de Middel, Madrid, 2010; Sicarios: Latin American Assassins, Nueva York, Fotoevidence, 2011. www.javierarcenillas.com

Javier Arcenillas: La realidad detrás de una imagen “Es increíble la suerte que he llegado a tener”, nos confiesa Javier Arcenillas en esta entrevista. El fotógrafo español trata el fotoperiodismo y el documental desde la visión más profunda, sincera y real. Su intención es “contar para entender”. Historias llenas de dolor, impotencia y miedo. Experiencias complicadas e inciertas. Pero, sin embargo, a pesar de sus viajes imperfectos, de sus vivencias desagradables y del futuro poco prometedor sobre su trabajo, él sigue adelante con su profesión, esperanzado con las nuevas generaciones y los nuevos talentos – mencionando a sus alumnos de Fotografía Documental de la Escuela PIC.A y cómo las nuevas generaciones se están educando en la cultura visual. —Cuando te preguntan a qué te dedicas, ¿qué respondes? Pues curiosamente nunca digo que soy fotógrafo, no sé por qué. Será un defecto polarizado de la personalidad. —¿Qué te gusta explicar de tus trabajos? Tengo interés en hablar de las circunstancias especiales en las que viven las sociedades donde desarrollo mi trabajo; hablar de las personas que fotografío, de sus problemas e historias. —Dices que tu profesión es tu pasión. ¿En qué momento te diste cuenta que podías ganarte la vida con la fotografía? Bueno, yo no he sido siempre fotógrafo, he desarrollado otras tareas y profesiones. En un momento de mi vida decidí

cambiar mi percepción vital y transformé mi interés por comprender en una profesión, y me hice fotógrafo. No ha sido un viaje perfecto ni agradable, pero aquí estamos. —¿Qué es lo que más te gusta de la fotografía? La capacidad de entrar en las vidas de personas es una llave que te permite acercarte a sus historias de una forma tan íntima y directa que asusta. —A lo largo de tu vida has estado en situaciones difíciles y arriesgadas; te has encontrado en medio de y envuelto por la violencia. ¿Cuál fue la primera situación de riesgo o miedo que recuerdas como fotoperiodista? Ya había vivido situaciones complicadas antes, desde el lugar donde me crie hasta los países donde tenía que trabajar. Cuando decidí ser fotógrafo asumí que me encontraría con momentos de tensión y miedo. El nerviosismo y la paciencia forman parte de la preparación para acometer ciertos trabajos. Como fotoperiodista, mi primera experiencia con sicarios no fue traumática; tal vez compleja pero no peligrosa. Lo vivido tiempo después ya sí. Lo que podía pasar era incierto, tanto eran amigos como de repente ya no. Por instantes, alguna vez pensé que un cruce de cables haría un cortocircuito en una persona armada, se preguntase para qué estaba yo allí y me disparase. Nunca sucedió. Afortunadamente, mi estupidez y labia hacían que momentos así se camuflaran y salir lo más enteramente posible. Es increíble la suerte que he llegado a tener. —Desde niños de castas ‘inferiores’ cuidados por misioneros jesuitas hasta ciudades donde familias enteras duermen en la calle cada noche en la India, pasando por la terrible situación de los sicarios en Centroamérica, todos tus trabajos muestran la parte más cruda de la realidad. ¿Qué te hace seguir? Mi intención es contar para entender, necesito respuestas a situaciones que no entiendo y son mis propias dudas las que me incitan a querer mirar. Es como cuando tenemos algún dato o nombre en la punta de la lengua y queremos saberlo, así me encuentro yo cuando trabajo. —¿Cómo consigues tirar tus proyectos adelante tras vivir situaciones tan extremas? Pues a duras penas, la factura emocional se cobra cada segundo vivido. Arrastro las secuelas con una personalidad más retraída, escondiéndome de la vida, una bipolaridad que castiga la sociabilización. Dejo de ser ‘normal’ para ser un espejismo de alguien que pudiera ser. Así, cada nueva histo-

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ria termina siendo un agotador punto sin retorno. Tengo que dejar de andar por este camino, ya veremos cuando. Cuando ya no lo soporto más, cuando cada imagen realizada es una repetición de otras que ya hice. Ahí ya digo basta y es cuando recopilo todo el trabajo y le doy forma. Soy mi propio editor, no permito muchas interferencias sobre mi trabajo. ¿Quién lo va a contar mejor que yo? Otra persona, ¿qué va a ver? ¿Estética? No, gracias, seré yo quien marque los tiempos y dictamine mis imágenes, su orden y su disposición. No quiero los consejos de otros en materia de edición –en todo lo demás soy todo oídos. —En cada imagen intentas mostrar un punto emocional. Dices que no tienes tanto en cuenta la parte visual sino que te esfuerzas más en transmitir lo que está sucediendo desde un punto de vista más real y sincero. ¿Cómo consigues que esto se refleje en tus fotografías? Lo intento una y otra vez, mi insistencia es fruto de plasmar mi pensamiento analítico dentro de una situación que me quema por dentro. No puedo ser indiferente pero he de pensar cada imagen que hago, no se trata solo del qué o el cómo sino también el porqué. No siempre lo consigo así que intento aprender de ese fracaso para continuar. —En tu página web se encuentra, entre otras cosas, un apartado de Philosophy relacionado con la fotografía, en la que enumeras algunas normas básicas de conducta ética para cualquier fotógrafo. ¿Cómo surgió esta idea? ¿Cómo las aprendiste y por qué decidiste transmitirlas? Son normas de sentido común. Supongo que quería hacerme mi propia hoja de ruta, seguir mi camino y explorar lo que yo considero importante. Decidí compartirlo como un desahogo. —Has obtenido muchos premios como fotógrafo, pero comentas que haber ganado el tercer premio de World Press Photo 2018 de la categoría Proyectos a Largo Plazo con LatidoAmérica ha sido especialmente importante para ti, sobre todo como oportunidad para difundir, por todo el mundo, el mensaje de tus imágenes. ¿Por qué World Press Photo, desde tu punto de vista, es la mejor opción para mostrar historias a nivel internacional? El World Press Photo permite que tus historias recorran todo el mundo; su mensaje y difusión son enormes, muy mediáticos. Para aquellos a quienes nos importa transmitir, tener nuestras imágenes allí significa que el mensaje va a llegar a muchos puntos. Por no hablar del tiempo de visionado de tu trabajo. Una imagen en esa exposición se ve durante minutos, mientras que en una tablet se ve, no sé, ¿en tres segundos? Por lo tanto, sí, es muy importante. Aunque tienen cosas que no me gustan, su principio activo es lógicamente necesario. Decir como apunte a todos los críticos que solo ven allí la imagen sesgada de una circunstancia y que solo hay imágenes duras y polémicas: no tienen ni idea del mundo en el que viven. Que salgan de su apoltronada vida y miren el desgaste de muchos lugares donde están pasando injusticias

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y penurias, que el mundo civilizado y occidentalizado es egoísta y rastrero. Que miren con empatía cada historia y dejen de criticar a los autores de las imágenes. Nosotros no somos el problema; si estás mirando una fotografía de un niño asesinado y culpas al fotógrafo por enseñarlo tienes una traba mental que roza la enfermedad. El culpable no es quién lo enseña y sí quien lo mata. —La tecnología está modificando el ejercicio del fotoperiodismo tradicional y los diarios publican cada vez más imágenes hechas por ciudadanos anónimos. Sin embargo, se considera que los fotoperiodistas son imprescindibles en el contexto informativo. ¿Qué opinas de este cambio? Nunca hasta hoy se ha realizado tanta fotografía. Es un idioma que ya pertenece a la sociedad, las nuevas generaciones se educan con la imagen. Además, ahora también tenemos una enorme educación fotográfica gracias a las muchas escuelas que existen, lo que permite una formación diversa e interesante. La fotografía se mira y se ve desde muchas formas y puntos de vista. Para un contexto informativo, la credibilidad la han de ofrecer los medios y las vías periodísticas. Depender de imágenes cuya fuente no está contrastada es un riesgo, hay que matizar las cuestiones de qué, quién, cómo, cuándo y dónde para dar veracidad a esa imagen. Luego está la praxis sobre lo acontecido, que no sea una fotografía teatralizada y que esté dentro de un marco informativo real y sin sesgar. Para ello, los fotoperiodistas trabajan para dar esa información. La pregunta es, ¿un fotoperiodista captura la información plenamente? Obviamente no. Da un retazo, un frame real de algo que está sucediendo ante él. Si hay una manifestación pacífica de miles de personas y solo dos, como circunstancia, queman un coche y el fotógrafo captura ese instante, es algo real que sucedió, pero puede que no sea lo principal de la noticia. —Aquí es cuando entra cómo se explica el discurso. Sí, aquí ya tendríamos un problema, por lo tanto, habría que debatir muchas más cuestiones, pues las dos imágenes (la manifestación y la quema de un coche) pertenecen a una noticia. El fotoperiodista envía las dos fotos y luego el medio publica ambas o solo la que más le interese. En ocasiones se nos escapa de las manos el control sobre lo que quisimos transmitir y lo publicado. No obstante, el fotoperiodismo necesita de un poco de autocrítica, la verdad. —¿Cómo es la visión de futuro para un fotoperiodista como tú? Ahora mismo, pesimista. Los trabajos ya no tienen ni el tiempo ni la cobertura necesaria para poder trabajar, se crean ideas creativas para la realización de trabajos que no suelen durar mucho y terminan agotándose. Crowdfunding, subvenciones, publicaciones alternativas, medios independientes, etc. Actualmente no hay proyectos pagados para


todos. Los fotoperiodistas somos muy militantes y pésimos gestores, nuestra profesión está en una situación crítica. Pero eso no quita para que haya muy buenos trabajos. Una de las mejores opciones es trabajar de lo que sea y producirte tu reportaje con el dinero ganado o a través de convocatorias, becas o premios. Si pretendemos vivir de lo publicado, simplemente no viviremos. La idea romántica del reportero que viaja con grandes proyectos y publicaciones es una veta que se está extinguiendo. —Pues es una pena. ¿Algún rayo de luz, por eso? Mi lado optimista sigue diciendo, ‘adelante’. Insisto, yo ahora no hago más que ver grandes trabajos. Eso es debido a que los fotógrafos, en lugar de hacer fotos, se dedican a la formación, cursos, workshops o masterclasses. Antes, las escuelas de fotografía disponían de profesores que impartían clases de fotografía, y ahora, esa función la hacen fotógrafos que ponen toda su experiencia en las clases formando a mejores autores. Por ello hay muchos fotógrafos que no son profesionales del gremio con magníficos trabajos. Por lo tanto, la fotografía sigue muy viva. —¿En qué proyectos estás trabajando actualmente? Actualmente coordino los cursos de fotografía documental en la Escuela PIC.A. Es estresante (risas), tengo como a 140 nuevos talentos que van a comerse el mundo y mi tarea es formarles, capacitarles, ofrecerles todo mi entusiasmo enamorándoles de la fotografía y después editarles y corregirles. Luego, las colaboraciones habituales con el diario El País, principalmente Planeta Futuro, publicar de cuando en cuando en Libero, Traveler, El Confidencial o Zazpika etc, donde va saliendo. Y finiquitar mi proyecto más inmediato con la publicación del libro Latidoamerica, ahí estamos. —¿Qué temáticas te gustaría tratar o que país te gustaría visitar próximamente? Ahora, mi fotografía va muy centrada en el nuevo documentalismo y, de momento, necesito espacio para reflexionar y gestionar proyectos ya terminados. El futuro estará nuevamente en América Latina.

Texto: Núria Auberni Salvadó

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Fotos seleccionadas

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alis for my friend george, por jl.maylin

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a magnificent rider, por nodia

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anna, por makapeh

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ansar común, por pepe latas

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aso kusari, por haruki kamura

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awatif, por enrique santamaria cortes

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bangkok thailand, por saravut whan

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blue envelope, por kalynsky

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bottles, por juan pablo rodríguez garcía

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brujas, por e.gorobets

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cabo tigrovy, por alex

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caminando por el bosque, por aitar

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campos de pudín, por karol poland

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cardenal rojo - cardinalis cardinalis, por manuel palacio castro (yerbatu) 198


cañón verde, por karol poland 199


coffee farmer, thailand, por saravut whan

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fall, por edwars gordeev

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fall, por edwars gordeev

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Happy new year 2022, por Ionut Caras

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San Juan de Beleño, por Jesús Alvarez Rodríguez

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Oviedo es una maravilla en estas fechas, por Isadora del Valle e

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dance, por milen 206


Kusasenri-kumamoto-Japan, por Haruki Kamura

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The wait, por Igor

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desfiladero de bezengi, por sheve yura

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duo, por jesús alvarez rodríguez

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edelmiro, por salva mocholi

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el jardín del edén, por loco matarov

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el rostro de la experiencia, por a.polyakovvfr 213


el tubo y el wipeout, por noly

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en casa, por yuri gagari

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esperando la tormenta, por fran marat

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excellent fisherman, por s.ivanov

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fall, por 梅艳芳. anna

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felices fiestas de invierno para todos los moldeadores., por margarita k

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feliz dia de las montañas. . . ., por josé antonio machado

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floración del rododendro dauriano, por daniel

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floración del rododendro dauriano, por daniel

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fran, por juanjo gallardo 223


gao yuanyuan, por yi wan 224


gao yuanyuan, por yi wan 225


garceta común, por pepe latas

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glamour&fashion, por olga

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golden road, por jesús alvarez rodríguez 228


goodbye to the old year 2021, por ionut caras

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gopro-hero4+, por noly

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hunt with precision, por aleksey

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iniciando la montanera, por luis rodriguez lobat

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integrate into the habitat, por s.ivanov

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introspección, por mario eduardo blanco garcía

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jay, por vaio

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jay2, por vaio

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julia, por roman 237


kachi-kalion., por alex 238


karen tattoo. thailand, por saravut whan

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la alcoba de la reina, por rekhov. s

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libre, por manuel fuentes bermudes

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los caminos que nos eligen., por a.polyakovvfr

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love, por duong dinh

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madre, por poli artur 244


martín pescador (-alcedo-atthis-), por vaio

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medieval armor, por eric 246


merry christmas holidays to all shapers of light, por ionut caras

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moda de otoño, por natalia

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museo guggenheim-bilbao, por arantxa

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my friends, por ssstudy el 22 de diciembre de 2021 a las 12-27am autora- anna averianova

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my friends, por ssstudy el 22 de diciembre de 2021 a las 12-27am autora- anna averianova

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my friends publicadopor autora- anna averianova

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noche de invierno de crimea, por nicolás

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nude, por talyuka 254


nudes in the forest. black and white, por oxana

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náyade, por alejandro

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piscinas geotermales, por karol poland

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portrait, por duong dinh 258


portrait, por osman naim

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portraits with glamor, por m.dasha 260


predil..., por kristof browk

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procedimientos de agua.recuerdos de un feliz verano, por garbu iiya 262


recreaciones históricas historical re-enactments, por evgeny kules

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runaway bride, por dmytro

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sacando la foto., por manuel antonio centeno llorente

265


self portrait. happy new year to all, por svetlava

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sin titulopublicado por manuel palacio castro (yerbatu)

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snow, por andreeva

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snow, por andreeva

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still lifes, por tатьяна

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story of tree family, por kinsuk lin

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story of tree family, por kinsuk lin

272


sun stars, por jesús alvarez rodríguez

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surprises on the path of providence - sorpresas en el camino de la providencia, por luis miguel

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tabayón del mongallu., por kamarón viesca 275


te repito que no son para ti, por vadim trunov

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templarios, por sergio vido

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the girl with the green eyes, por georgy

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the lady of storms, por irina

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the photo session, por zachar 280


the yellow ring, por duong dinh

281


todo está inventado , por a.polyakovvfr

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ulloa, por jesús alvarez rodríguez

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una filosofía de vida, por noly

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under the veil, por semy

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under the veil, por semy

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via dei leoni, por oscar rubén suá

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volando...volando.., por k i k e

288


volando...volando..., por k i k e

289


volcán de cumbre vieja segundo día de erupción, por kamarón viesca

290


waves..., por kristof browk

291


wedding dress, por dmytro

292


xv century woman, por eric 293


a magnificent rider, por nodia

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a rock prison guarding the cantabrian - a roca prisión vigilando el cantábrico, por luis miguel

295


antiguos compañeros, por oscar rubén suárez

296


baikal., por a. grachev

297


below zero, por alex 298


bride, por sasha

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burma, por aleksey

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cage, por svetlava

301


cisne, por pepe latas

302


dandy, por svetlava

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ekaterina vladi, por igor 304


el espejo de los dioses., por loco matarov

305


el gato de la abuela, por poli artur

306


el hórreo la regalina, por jesús alvarez rodrígue

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el invierno está a la vuelta de la esquina, por nicolás

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el mar, por ildefonso robledo

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el payaso, por raul viciano alberich 310


fagus, por jesús alvarez rodríguez 311


fantasmas del pasado, por fran marat

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fantasmas del pasado2, por fran marat

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feather hat, por eric

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fight, por sergey s

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floración del rododendro dauriano. feliz año nuevo moldeadores de la luz., por daniel

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flores silvestres, por sandra call

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flores silvestres, por sandra callej

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folclore naranja, por jelvin bornes

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good morning, por gen

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in good company to pose, por aleksey

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jilguero - carduelis carduelis, por manuel palacio castro (yerbatu)

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lingerie, por leonidas 323


long neck karen tribe elder, por saravut whan

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love, por duong dinh 325


love, por duong dinh

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love, por duong dinh 3

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marquis square - plazuela del marques, por luis miguel

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mañana iméretiana, por nicolás

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molino de foces, por monchu calvo

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museo guggenheim-bilbao, por arantxa 331


noche mágica, por loco matarov

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nude and lingerie, por paulina stpetersbu

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nude, por s.benz

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oh, no vayas, gritsu, ese de la fiesta de la noche ..., por sergio vido

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old karen. thailand, por saravut whan 336


parque natural de somiedo, por kamarón viesca

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portraits of women, por catherina 338


portraits with glamor, por m.dasha 339


procedimientos de agua.recuerdos de un feliz verano, por garbu iiya

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rains on the road ii - lluvias del camino ii, por luis migu

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reflejos, por jesús alvarez rodríguez 342


rhyolite mountains, crater lakes, geothermal areas, lava fields and glacial rivers. iceland., por maikel reyfman

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rhyolite mountains, crater lakes, geothermal areas, lava fields and glacial rivers. iceland., por maikel reyfman

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rio abajo, por oscar rubén suárez

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rodrigo cuevas, por mario eduardo blanco garcía

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ruhige see, por vlad s

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self portrait, por irina

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set of mirrors, por lenin kaspov

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splendor of the summer. december. , por pavel

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still lifes, por eleonor 351


still lifes, por tатьяна

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the farm girl, por igor

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the girl in the hat, por igor

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the redhead, por lenin kaspov

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tras el cristal, por sergio vido

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un paseo por la albufera, por raul viciano alberich

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winter corners, por e.gorobets

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worker, por sergey s

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splendor of the summer. december. , por pavel

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¡aquí en nuestro bosque! jay con un pájaro carpintero en la cerca., por vadim trunov

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¡demonios!, por jose luis llamaza

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¡gringo debe morir!, por oleg

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