Cultivar, cuidar y amar - Boletín Salesiano Octubre 2021

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URUGUAY / Cuarta época / Año XLIII / Nº 8 / Octubre 2021 / www.issuu.com/bsuru


o i r a m u s

PÁG 4. ¡SÍ, HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL!

Celina Alves y Nahuel Chaparro Un “Bosque de esperanzas” en Las Piedras

PÁG 7. SINTONIZANDO CON DON BOSCO

Don Ángel Fernández Artime Transformar el universo de vida desde lo cotidiano

PÁG 3. CARTA DEL DIRECTOR Para cultivar y cuidar…

PÁG 8. NOS MUEVE LA ESPERANZA

P. Andrés Boone sdb y Agustina Silvarredonda

PÁG 10. PÁG 11. ME GUSTA, COMENTO, COMPARTO

Hna. Laura Guisado “Amar, servir y cuidar”

FAMILIA EN OBRA

Lucía Iruleguy Aprendiendo de las juventudes

PÁG 24. DE OTROS LARES

PÁG 16.

PÁG 20.

CON NOMBRE Y APELLIDO

PÁG 12. VALE LA PENA VIVIR ASÍ

Micro Cambio en Mercedes

P. Silvio Torres sdb El desafío ambiental “no es otra cosa que seguir buscando ser buenos cristianos y honrados ciudadanos”

AQUÍ Y AHORA

P. José Luis Morillo sdb Cuidar “la casa común”

PÁG 25. SABOR A BUENAS NOCHES

P. Adrián García sdb Cuídame

PÁG 26.

PÁG 28.

DEL ÁRBOL SALESIANO

UNA MANO AMIGA

PÁG 31. GALERÍA DE INSTAGRAM

Nicolás Arenas y Fernando Ubal Centro Bosco lanza Proyecto de Acompañamiento Laboral para jóvenes mayores de 18 años

Lucía Ferrés y Andrés Soca Búmeran: un proyecto de concientización

Boletín Salesiano Revista de información sobre la Familia Salesiana y de cultura religiosa Director: P. Sebastián Ferreyra sdb Redactora Jefa: Adriana Porteiro

Diseño: gustavo@tanganika.com.uy Impresión: Mosca

Columnistas: P. Francisco Lezama sdb, P. José Adrián García sdb y Lucía Iruleguy. Equipo de redacción y responsables de secciones: P. Daniel Bernardoni sdb, Hna. María Baffundo hma, Lic. Natalia Roba, Lic. Marcelo Hernández, Lic. Joaquín Castro, Ana Inés Rodríguez y Nahuel Durand. Fotografía: Sofía Cayota, Ximena Plastine, P. Miguel Suárez sdb, Nahuel Durand, de ANS, Pixabay y fotos de archivo. Corrección: Graciela Rodríguez

Departamento Comercial: Luis Gómez E­mail: boletinsalesianouruguay@gmail.com Celular: 092 432 286 Dirección, redacción y administración: Av. Agraciada 3181 CP 11800, Montevideo; tel. 2209 4521 Sitio web: www.issuu.com/bsuru Email: boletinsalesianouruguay@gmail.com Afiliado a la Cámara Uruguaya del Libro. / Depósito Legal: 366.191

salesianosuy


P. Sebastián Ferreyra sdb

CARTADELDIRECTOR

PARA CULTIVAR Y CUIDAR… Recuerdo con claridad las lecciones del profesor Pablo Peralta en la Facultad de Teología, cuando escuché por primera vez una reflexión teológica sobre estas palabras, que aún atesoro como regalo que me ayuda a ubicar el don de la vida, la creación y la vocación. Los relatos del origen, en las primeras páginas de la Escritura, fascinantes y enigmáticos, nos narran la fuente de toda relación adecuada y querida por Dios del ser humano con la creación: «Tomó, Yahvé Dios al ser humano y lo dejó en el jardín de Edén, para que lo cultive y lo cuide» (Gn 2,15). En este primer acto de Dios, luego de crear al ser humano, se nos presenta “la tarea y la vocación de la humanidad”, el para qué y para quién se es. Cada ser humano ha sido creado para entablar con sus hermanos y con su Dios, un vínculo amoroso con la creación, cultivando y cuidan­ do la casa común, y en eso consiste el hacerse huma­ no. Cuidar no es simplemente conservar, el cuidado es un dinamismo que colabora, orienta y favorece el des­ pliegue de la vida. Todos sabemos que hay cuidados asfixiantes, que ponen en formol y terminan por matar la vida. El verdadero cuidado colabora con la creación para que pueda seguir su cauce, para que cada ser pueda ser. El cuidado es un modo de rela­ ción, respetuoso, activo, en pro del despliegue de la originalidad de cada cosa. Cultivar es introducir en la creación una novedad a través de la acción de la humanidad. Se trata de un hacer cocreador, produciendo aquello que no se hubiese dado espontáneamente. Cultura es cultivar,

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porque es toda acción humana que en relación con Dios y con el mundo introduce una nueva realidad, humanizando la creación. Si bien el verbo bará (crear) es solo usado por la Escritura para el acto creador de Dios y no tiene símil en algún acto humano, cultivar y cuidar son los modos en que comparti­ mos la acción creadora con Dios. Pero hoy más que nunca necesitamos comprender que no es posible separarlos. Cuando este equilibrio se pierde por intereses egoístas, ideológicos o mezquinos, la creación y el mismo ser humano se dirigen a la negación de sí mismos. En este Boletín encontrarás experiencias, lecturas, testimo­ nios de aquellos que trabajando en fidelidad a la vocación humana buscan cuidar y cultivar la creación.

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¡SÍ,HAYALGONUEVO BAJOELSOL!

UN BOSQUE DE ESPERANZAS EN LAS PIEDRAS Celina Alves, Nahuel Chaparro, Facundo Santana y Bruno Pizzorno, cuatro estudiantes de sexto de liceo de la orientación Agronomía, del Colegio y Liceo San Isidro de Las Piedras, fueron piezas fundamentales para crear el Bosque de esperanzas. El espacio está situado en el parque Héctor Ellis de la ciudad de Las Piedras, y fue ideado por el Padre Director, Andrés Boone, con el propósito de celebrar el 140 aniversario de este centro educativo salesiano. Después de meses de trabajo de los alumnos, con el apoyo de padres, profesores y educadores, el Bosque se inauguró el 13 de octubre. Nahuel y Celina contaron para el BS los detalles de este proyecto que cumple el sueño de ofrecer un pulmón a la ciudad y que contribuya a la unión de la comunidad. 4


con Esteban que es nuestro profesor de Botánica, y Rosario, que es nues­ tra profesora de Recursos Naturales, y fuimos llevando el proyecto a la realidad. ¿Cómo se organizaron? C: Realizamos un plan de trabajo respecto a lo que nos había dicho el Padre Director, empezamos a medir las distancias, a investigar qué árbo­ les podíamos plantar y cuáles no, y a observar las condiciones del suelo. A su vez, presentamos ideas de cómo realizar los pozos, entregamos varias carpetas con información que busca­ mos como, por ejemplo, sobre algu­ nos viveros que nos podían donar árboles y personas a quienes podía­ mos recurrir. N: También los padres, niños de la escuela y compañeros del liceo, nos dieron una gran mano para trabajar. ¿Qué objetivos se plantearon cuan­ do empezaron a trabajar en el pro­ yecto? C: Los objetivos fueron aprender, disfrutar de la experiencia, y que lo que hagamos quedara para todos los

que quieran disfrutar del bosque. N: Realizar la parte práctica del curso de Agronomía y acercarnos más al día de mañana, cuando estemos en facultad, para tener una base sólida para el futuro. ¿Cuáles son los sueños por cumplir con respecto al Bosque? C: Nos faltaría hacer pozos, plantar más árboles, diferenciar bien de qué continente es cada árbol y delimitar dónde tienen que ir los próximos que se planten. También resta hacer un pequeño centro de estar que quere­ mos poner en el parque. ¿Cómo fue trabajar en la pandemia? N: Estuvo bueno porque pasábamos de estar todo el tiempo encerrados a relacionarnos con compañeros y profesores. El hecho de estar los cuatro en una única clase y trabajar juntos, nos unió. C: Fue algo liberador, de estar todo el tiempo sentados delante de una computadora, a estar socializando con compañeros. Nos va a quedar marcado, porque en un momento que no podíamos salir ni vernos con

Celina Alves, Facundo Santana, Bruno Pizzorno y Nahuel Chaparro

¿Cómo surgió la idea de realizar el Bosque de esperanzas? Celina: La iniciativa la tuvo el Padre Director, Andrés Boone, que tenía el sueño de realizar el Bosque y plantar 140 árboles que representen los años que cumplía el Colegio. Nahuel: Los coordinadores nos empe­ zaron a decir que teníamos que estar nosotros en ese ámbito porque estudiamos Agronomía. Fue cuestión de charlarlo entre los cuatro que cursamos la orientación, nos junta­ mos con coordinadores y profesores, 5


nadie, fue genial tener clases prácti­ cas. A pesar de que tenía miedo al ser la única chica y que no pudiera encajar, la verdad que estuvo muy bueno ¿Cómo evolucionó su vínculo con la naturaleza durante el trabajo prácti­ co? N: Este proyecto me acercó a la naturaleza, exploré el tema de la plantación, y de la tierra en sí. Ade­ más acercó a niños, compañeros y a padres al ámbito de la naturaleza, que para muchas personas era un mundo desconocido. C: En mi casa había un montón de árboles que no conocía y en Botánica los descubrí. Hay trabajo y belleza en la tierra, y es complicado trabajarla y vivir de ella. A nosotros nos costó mucho, por temas de suelo, agua y demás, todo nos llevó trabajo y esfuerzo que dio un hermoso fruto. ¿Qué rol ocupa Don Bosco en este proyecto? C: Nos inspiramos en la frase de Don Bosco para hacer todo el proyecto: "Para trabajar con éxito téngase caridad en el corazón y paciencia en la ejecución". Tuvimos que tener mucha paciencia en plantar árboles, medir y planificar, y ahora tenemos que esperar que crezcan de la mejor manera posible. “Caridad en el cora­ zón” porque es para todo el que quiera ir a disfrutar del Bosque, que lo hicimos con todo el amor y cariño del mundo. N: Don Bosco y la obra se vinculan por el hecho de que generamos un espacio recreativo que a los salesia­ nos nos une más, donde se puede compartir. Es un lugar donde pode­ mos relacionarnos con otras perso­ nas que no conocíamos. ¿Qué sintieron cuando se inauguró el Bosque? C: Desde que empezamos el proyec­ to queríamos que llegara el momen­ 6

to de que alguien más pudiera dis­ frutar del espacio. Me emocionó ver tanta gente de distintas familias, escuelas y liceos que fueron a disfru­ tar. Fue como que lo que hicimos dio sus frutos, eso fue maravilloso, muy lindo. N: Me impactó. Cuando llegamos pensé que iba a ser una inauguración más chica, pero había una gran preparación y muchos estudiantes de diferentes lados. Fue algo lindo y significativo, que me lo voy a llevar para toda mi vida, el hecho de que puse un granito de arena y con mi grupo sacamos el proyecto adelante. Fue un sueño hecho realidad, porque cuando íbamos en pleno invierno, tuvimos momentos que la vimos complicada, no sabíamos si iba a salir todo bien y si llegábamos para este año, pero se nos dieron las cosas rápido. Nos movimos, no fue todo en las manos, sino que pusimos nuestra parte trabajando y fue un sueño, todo el esfuerzo del año rindió fru­ tos, porque la gente lo está aprecian­ do. ¿Por qué decidieron ponerle "Bos­ que de esperanzas"? C: Hicieron una competencia de logos y nombres, y yo propuse el nombre que terminó ganando. Se me ocurrió ese nombre porque, primero que nada, como dice el

dicho: "La esperanza es lo último que se pierde". Nosotros teníamos desde un principio la esperanza de hacer un bosque y contribuir con un pequeño pulmón para el mundo. Se me ocurrió la palabra esperanza porque pensaba en la idea de vivir en un mundo mejor, aparte los árboles son lo más lindo, me encan­ tan. Espero que en un futuro haya más centros como el que realizamos. ¿Qué significa para ustedes el Bos­ que? N: Es una pequeña familia, porque es algo que nos va a unir y algo íntimo, un lugar donde podemos estar, ser libres y pasar un buen momento. Para mí ya el Colegio es una pequeña familia, una segunda casa, y el Bos­ que también porque une a los sale­ sianos y a las personas que no perte­ necen a la comunidad. No es un espacio limitado, sino que el que quiere unirse y contribuir, lo puede hacer. C: Significó una duda, si es posible mejorar un poco la calidad de vida del país, de la ciudad. Nunca perdi­ mos la esperanza a pesar de que tuvimos dificultades, y siempre fuimos para adelante, la remamos con la esperanza de que lo que estábamos haciendo en ese momen­ to llegara a los corazones de otras personas.


P. Ángel Fernández Artime / Rector Mayor de los SDB

Transformar el universo de vida desde lo cotidiano

En este Boletín Salesiano les cuento lo que he vivido hace tan solo unos días. Conversando personalmente aquí en Roma con el Provincial de nues­ tra Provincia Salesiana de Colombia­Medellín, mi curiosidad derivó a una pregunta. Quise saber cómo estaba esa presencia que yo visité llamada “Ciudad Don Bosco”, donde conocí a muchos jóvenes, y en aquella ocasión me impresionó sobremanera mi encuentro con algunos adolescentes, muchachas y muchachos rescatados de la guerrilla. Mi corazón se llenó de gozo al saber que esa realidad, de jóvenes exguerrilleros que se encuen­ tran en dos de nuestras presencias, tiene máxima actualidad. Una vez que los rescatan de esos lugares donde han estado (ya sea a la fuerza o por propia voluntad), dichos jóvenes son enviados, si lo aceptan, a la casa salesiana para emprender una nueva vida. Me contaba el Provincial que una joven actualmente estaba a las puertas de su ingreso en la Universidad. Esta joven dio este testimonio a un grupo de personas que de manera oficial visitaba esa presencia:

“Miren, yo prometí por años a la guerrilla que les entregaba mi cuerpo, mi corazón y mi alma. Y así lo hice. Después en esta casa conocí a Don Bosco y lo que sigue haciendo por nosotros, los jóvenes, y los invito a sumarse a esta causa, a comprometernos con todas nuestras fuerzas”. Me quedé sin palabras, puesto que creo entender bien cómo estuvo de comprometida esta joven en su momento con una causa en la que se encontró o se vio envuelta. Pero descubrió que la vida puede ser diversa y seguir “luchando” de otro modo por las causas justas. Y me imagino que sueña con verse como una gran profesional, quizá esposa, seguramente madre. Y me digo a mí mismo, y comparto con ustedes, amigos lectores: siguen mereciendo la pena estas causas sencillas, estas “utopías” que llamo de lo concreto y lo cotidiano, porque cambian la vida de una persona, pero en una persona ha cambiado todo su universo de vida.

en la que ella rezaba, celebrar la Eucaristía al lado de su sepultura, ver muy cerquita de la casa a pobres que allí estaban siendo atendidos por las hermanas que bien temprano salían a su encuen­ tro para salvar el universo de cada uno, uno a uno, quizás unos pocos, me afirmé más en la convicción del valor de las pequeñas cosas que podemos hacer. El plato de arroz salvaba una vida en Calcuta; la casa salesiana en Ciudad Don Bosco, permitiendo que una joven fuese ella misma, con toda dignidad hizo desarrollar toda su potencialidad, y así millo­ nes y millones de casos en el mundo que no se suelen conocer, pero que son como semillas que germinan y fructifican cada día. Les confieso que me cansan las malas noticias, porque pareciera que solo las cosas malas son noti­ cias. Les propongo que alimente­ mos nuestro espíritu de lo que nos hace respirar bien, como me ha sucedido a mí con esta joven que descubrió que su vida podía ser diferente.

Cuando estuve en Calcuta visitando a las hermanas de la Congregación de la Madre Teresa (Santa Teresa de Calcuta), y pude rezar en la misma capilla 7


Tiene 20 años de edad. Estudia Arquitectura en la UDELAR (y algunas materias de Ingeniería en la FING). Vive en Montevideo con su hermana y su hermano. Sus padres viven en Maldonado. ¿Qué te hace feliz? Conectarme y reconectarme con las personas que me hacen bien. ¿Qué es lo primero que pensás cuando te levantás? En las cosas que voy a hacer en el día y en cómo aprove­ charlas. ¿Qué música escuchás? De todo, depende del momento, a veces pop, rock o alguna canción de misa. ¿Qué cosas te cuesta perdonar? Las mentiras, las burlas y que hablen de alguien sin cono­ cerlo/conocerla. ¿Cuál es tu mayor miedo? Que las personas que quiero no me sientan cercana por verme tan atareada en la cantidad de actividades que me gusta hacer. Si tuvieras que elegir un acontecimiento que te marcó, ¿cuál sería? Mi paso por el Juan, y mi primera misión salesiana. ¿A quién admirás? A las misioneras y misioneros que dan su vida entera por el otro. Si pudieras volverías a… Ir en peregrinación a Tierra Santa, Israel.

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Qué bueno que decidí… Mudarme a Montevideo para ir al Juan XXIII. Ecología es… Una necesidad. Vivir conscientemente y consecuentemente. Ecología no es…. Un lujo ni una moda. No se trata únicamente de un conjun­ to de acciones concretas. ¿Qué hábitos saludables tenés para cuidar el medioam­ biente? Compro solo cuando tengo necesidad. Clasifico lo más que puedo y siempre experimento diferentes maneras de reci­ clar papeles, plásticos, cartones, etc. ¿Qué acciones desarrollan en el Instituto Juan XXIII para cuidar el medioambiente? Desarrollamos programas de concientización para alumnos y funcionarios y programas que invitan a la acción, por ejemplo, el proyecto “Resuena” (de clasificación de los residuos y compostaje), y el grupo de la tarde “Recrea” (de concientización y reciclaje), además de jornadas de recolec­ ción de residuos en diferentes espacios públicos o la coloca­ ción de dispensadores de agua para reducir el uso de bote­ llas plásticas. ¿Te estás involucrando? ¿Qué pequeños pasos podemos dar para cuidar nuestro medioambiente? Sí, totalmente. Podemos empezar a clasificar, reducir el consumo y de lo que necesitamos consumir, elegir qué producto comprar (por el producto, por el origen y por cómo está empaquetado). ¿Con qué soñás para tu vida? Sueño con mantener una fe viva toda mi vida.


Tiene 66 años de edad. Es rector del Colegio San Isidro de Las Piedras. Vive en la comunidad salesiana de Las Piedras. ¿Qué te hace feliz? Tantas cosas… el ruido del patio y el silencio, un buen mate con los amigos… ¿Qué es lo primero que pensás cuando te levantás? ¡Qué lindo, otro día lleno de oportunidades! ¿Qué cosas te cuesta perdonar? Aquellas cosas que dejan fuertes heridas en uno. ¿Cuál es tu mayor miedo? Despertar un día y notar que no puedo levantarme y caminar. Si tuvieras que elegir un acontecimiento que te marcó, ¿cuál sería? Una peregrinación de varias semanas con la mochila al hombro. ¿A quién admirás? A mi madre, que con sus 95 años todavía se interesa por tantas cosas y por ayudar a los demás dentro de sus límites. Si pudieras volverías a… La Vía Francigena… Qué bueno que decidí… Ser misionero.

Ecología es… Un estilo de vida. Ecología no es…. Una actividad pasajera o una moda. ¿Qué hábitos saludables tenés para cuidar el medioambiente? Cuidar mi huella ecológica. ¿Qué acciones impulsaste en el Colegio San Isidro para cuidar el medioambiente? ¿Qué te motivó a hacerlo? En primer lugar acompañar un proyecto que tiene impacto en todo el departamento promovido por la Intendencia: “Canelones recicla”. Esto ayuda también a la educación en la ciudadanía responsable. Y en oca­ sión de los 140 años del Colegio estamos realizando un sueño: plantar el “Bosque de la Esperanza” en las afueras de Las Piedras. Como soñaron los fundadores con un colegio para la ciudad de Las Piedras, soñamos con dejar un bosque (un pulmón verde) para las gene­ raciones futuras. ¿Qué pequeños pasos podemos dar para cuidar nues­ tro medioambiente? Lo primero sería el reciclaje de la basura que produci­ mos. Ahí veremos cómo hay un montón de cosas que podemos usar nuevamente. Así cuidamos no solamen­ te el medioambiente, sino también nuestro bolsillo. ¿Qué huella querés dejar? Ninguna.

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FAMILIAENOBRA

Aprendiendo de las juventudes En la Encíclica Laudato sí, el Papa Francisco hace una invitación clara a un cambio en nuestras culturas para el cuidado de la Casa Común. Mencio­ na que el cambio radica en repensar la forma en que nos vinculamos con la otra persona, con nosotros y nosotras mismas y con la creación. Francisco nos invita a volver al valor que tiene la creación en sí misma en vez de valo­

Según diversos estudios de la ONU, son más mujeres comprometidas en la defensa del medio ambiente que varones, y a su vez son las más afecta­ das por las consecuencias de la pro­ blemática medioambiental. Es necesa­ rio que nuestras acciones sean plan­ teadas desde una perspectiva de género, para que esta brecha pueda eliminarse y todas las personas tenga­

rarla como recurso “explotable” (LS 33). De la misma forma nos invita a tratarnos entre personas, reconocien­ do el valor intrínseco de cada una, y dejando de lado su valor “utilitarista”. La clave está en sabernos parte de la creación, y no como algo separado.

mos las mismas oportunidades de adaptarnos a las nuevas realidades que el cambio climático nos trae.

La perspectiva de género revela que esta forma de vincularnos con la creación viene de miradas y formas de actuar patriarcales instauradas en nuestra cultura y sociedad, que nos llevan a considerar lo otro y las otras personas como objeto de consumo y explotación, algo a lo que puedo acceder, poseer, usar y desechar. Desde esta mirada, el cambio debe alcanzar la igualdad de género y las voces de todas las personas deben ser escuchadas de la misma manera. 10

Las juventudes hoy hablan, protestan, actúan y se hacen cargo, y nos piden a las personas adultas y referentes que también nos hagamos cargo. Ellas nos muestran el camino hacia un mundo más inclusivo, más humano y justo. Amplifiquemos sus voces y apoyemos sus luchas, desde un profundo con­ vencimiento de que el Espíritu, en ellas y ellos, nos va mostrando el camino hacia una Iglesia y un mundo más justo. ¡Tenemos tanto que apren­ der de los y las jóvenes! Desde esa convicción necesitamos escuchar lo que tienen para decirnos, los cambios que quieren que haga­

mos, el camino que vamos a caminar comunitariamente. Esta necesidad de cambio puede resultar un poco abru­ madora, podemos llegar a sentir que estamos haciendo todo mal o que es demasiado tarde para cambiar. Pero la conversión ecológica a la que nos llama el Papa Francisco empieza con dar pasos firmes, con la certeza de que el camino es “dejar brotar todas las consecuencias del encuentro con Jesucristo en las relaciones con el

mundo que nos rodea. Vivir la voca­ ción de ser protectores(as) de la obra de Dios” (LS 217). El desafío es salir de nuestra comodi­ dad, pensarnos en opciones individua­ les y colectivas, pensar y vivir nuestras casas y nuestras relaciones de una forma más humana. Dejar que las juventudes tomen más las riendas de las decisiones, que sueñen, y caminar con ellas y ellos para hacer esos sue­ ños realidad.

Lucía “Lita” Iruleguy Licenciada en Educación y técnica en Educación Social. Trabaja como educadora en el Instituto Juan XXIII y en el Centro Monseñor Lasagna como encargada laica. Estudia un posgrado en Género, Cambio Climático y Desastres.


MEGUSTACOMENTOCOMPARTO

En este empo de primavera, no podemos menos que maravillarnos por los brotes que asoman, las rosas que nos sorprenden con variados colores y perfumes, todo nos habla y nos grita VIDA. Todo es empuje y dinamismo. Nos sale solo detener nuestra marcha a veces frené ca, para mirar, maravillarnos, disfrutar… pero aún nos falta un algo más: hacernos cargo de cuidar. Hacernos cargo, con nuestras pequeñas acciones co dia­ nas, la de todos los días, que enen que ver con la ges ón de los desperdicios que genero, con el uso indiscriminado del papel, del plás co, del agua. Podríamos seguir nom­ brando muchas más cosas. Cosas de las que ninguno de nosotros escapamos. Nos cuesta ver cómo “todo está interconectado en esta casa común”. A veces hacemos discursos retóricos poniendo toda la responsabilidad en los polí cos, en las grandes empresas, en este mundo tan acelerado que no nos deja bajar la marcha… sin embargo los cambios vendrán de la suma de pequeñas acciones de cada uno porque es lo más concreto, y es la parte esencial, la base, de una cadena más grande. Pequeñas acciones co dianas: cuando vas al almacén y podés elegir entre llevar una bolsa de tela o seguir consu­ miendo plás co para tus compras. A la hora de hacer tus compras, elegir esos productos con menor can dad de empaques plás cos, aquellos que son de producción local, las frutas y verduras de estación. El cuidado del agua con duchas cortas, no dejando el agua correr, recolectando agua de lluvia para regar. Cuidar el po y can dad de productos de limpieza que u lizamos. Siendo prudentes a la hora de calefaccionar o refrigerar los ambientes. La clasificación de nuestros residuos y el compostaje.

Te invito a que puedas repa­ sar tu ru na diaria y realices una lista de cosas que podrías modificar. Luego elige una, la que te resulte más fácil o la que consideres más importante, y Laura Guisado hma trata de modificar ese hábito; cuando ya está integrado, opta por otro… y así sucesivamente. Los grandes cambios no se pueden hacer “de golpe y sopetón”, sino que de a poco vamos incorporando acciones cada vez más sustentables. Pueden parecer pequeñas acciones, pero que compar das generan un cambio real, y pueden mo var a otros a iniciar este camino. Todos estamos convocados a hacer algo, a no quedarnos paralizados, esperando… Día a día vemos en las no cias las consecuencias de nuestra falta de cuidado con la naturale­ za. No se trata de una carrera desbocada, pero sí es urgen­ te que nos pongamos todos en camino. El cambio depende de las acciones de cada uno, y de las decisiones de todos. Cada mañana al despertar Dios te da un gran regalo: la vida, y con él la capacidad de amar, de servir, de cuidar. Amar, servir y cuidar la relación con Dios, con nuestros hermanos, con uno mismo y la relación con la naturaleza, nuestra casa común… que es tu gran herencia. Como dice el Papa en la Encíclica Laudato si (93): cuidarla es cues ón de fidelidad al Creador. ¿Te sumás?

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VALELAPENAVIVIRASÍ

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Micro Cambio en Mercedes Transporte y/o comunicación es la temática de las Olimpíadas de Robótica organi­ zadas por el Plan Ceibal, a las que se presentaron Agustín Montero, Agustín Rodrí­ guez y Lázaro Prado, junto con las docentes Mercedes Kahrs y Andrea Bettinelli. Los tres alumnos de 3er. año de secundaria concurren al Colegio San Miguel de Mercedes y, desde hace varios meses, vienen investigando, ideando y creando su proyecto. “Ellos visualizaron una problemática en el Río Negro, que es su contaminación”, explica Andrea, y desde ahí comenzaron a trabajar. Cuenta que conjugar la pro­ blemática del medioambiente con la propuesta de las Olimpíadas, fue todo un desafío pero, finalmente, surgió la idea: un barco eléctrico, que además de no contaminar en su funcionamiento, fuera recolector de basura durante el trayecto, y un espacio de aprendizaje para quienes se sumaran a disfrutar del paseo. 13


¿En qué consiste el proyecto y cómo se les ocurrió la idea? En un inicio queríamos hacer un auto para la entrega de suministros. Pero se nos complicó mucho la idea y decidimos enfocarnos en Mercedes, porque nos habían planteado que utilizáramos el concepto de la temática del año en nuestra zona, por eso nos cen­ tramos en el catamarán “Soriano Mercedes 1”. Cuan­ do pensamos en el catamarán solo teníamos la parte de transporte, y nos faltaba algo respecto a comuni­ caciones, entonces creamos juegos que estarían dentro del barco. Eso lo pensamos junto a nuestra profesora de Religión, que es licenciada en Recrea­ ción, y nos explicó que los juegos son una alternativa para que la gente aprenda y tenga conciencia sobre el cuidado del medioambiente y, en este caso, sobre el cuidado del río. Entonces creamos cuatro juegos didácticos que irían dentro del barco, así que mien­ tras navega, va recolectando basura del río, y ayuda a las personas a sensibilizarse sobre el tema. El catama­ rán, propiedad de la Intendencia de Soriano, recorre las aguas del río y su funcionamiento también conta­ mina por la utilización de combustibles fósiles. Llega­ mos, entonces, a idear un catamarán eléctrico, que con un sistema de recolección junte la basura del río en una red.

editado de cuatro minutos donde los tres estudiantes explican el proyecto. Hay mucho de la voluntad del estudiante en este trabajo, así como de nosotras. Son proyectos que requieren un compromiso muy grande y una capacidad de trabajar en equipo, porque si no es así, no sale. El interés de los chicos por el medioambiente y la ecología se nota. La propuesta del Plan Ceibal era “transporte y comunicación” y enganchar ambos temas fue un desafío interesante, pero con entusiasmo, dedicación y esfuerzo nuestros alumnos comenzaron a trabajar desde esa mirada.

Mercedes y Andrea, ¿cómo fue el proceso de elabo­ ración del proyecto? El trabajo implicó muchas horas de investigación, de producción y, por lo tanto, muchas horas extras, que no se aprecian del todo en el trabajo final, un video

Chicos, y ustedes ¿por qué se involucraron en el proyecto y le agregaron la temática del medioam­ biente? Porque la basura en el río es algo que se ve en las sequías y en las inundaciones. Cuando pasan las

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Agustín Montero


también porque es un pequeño cambio que hace grandes cosas. Andrea y Mercedes, ¿consideran que a las personas mayores les cuesta más entender la necesidad del cuidado del medioambiente? Los adultos son conscientes de la problemática de la contaminación, lo que pasa es que supone cambios de hábitos y estos son algo difícil de cambiar. Incluso, los mismos chicos son de una generación que va a tener que cambiar sus hábitos de consumo. Los adul­ tos aprenden mucho de los niños y jóvenes que los rodean, porque lo que aprenden en el Colegio lo llevan a las familias y les enseñan a modificar esos hábitos: “Esto no va acá, va en este lugar, esto no se desperdicia". Ellos mismos ya les están dando una clase de cómo cambiar.

Agustín Rodríguez

inundaciones se ve en el río la basura tirada en la calle, además del agua turbia. Eso por un lado y, por otro, vemos que hoy en día hay muchos grupos eco­ logistas que luchan por el cuidado del medioambien­ te, por la concientización. ¿Qué quiere decir el término Micro Cambio? Es un juego de palabras. Micro, es por la micro bit que usamos para nuestro proyecto y también porque es un pequeño cambio. Y cambio, porque apostamos a generar una transformación en la sociedad respec­ to al cuidado del río. Cuando estábamos pensando el nombre para el grupo, casualmente, el P. Miguel Suárez, director del Colegio, nos mostró una imagen donde aparecía una persona limpiando sobre un planeta con una pala y una escoba. Esa imagen decía algo como que “los pequeños cambios comienzan en uno”, y de allí sur­ gió el nombre: “Micro cambio”, por la micro bit, pero

Lázaro Prado

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CONNOMBREYAPELLIDO

P. Silvio Torres sdb de la Don Bosco Green Alliance

El desafío ambiental “no es otra cosa que seguir buscando ser buenos cristianos y honrados ciudadanos”

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“El planteo ecológico es un planteo de hacia dónde queremos caminar como humanidad. Y los jóvenes nos piden que enfrentemos estas preguntas y demos nuestra mejor respuesta”, asegura el P. Silvio Torres sdb, coordinador en el Cono Sur de la Don Bosco Green Alliance. Este Movimiento nació en la India, impulsado por algunos salesianos y jóvenes preocupados por el medioambiente y el cuidado de la casa común, y está presente en 79 países. Para este religioso argentino, de 42 años de edad y 12 de sacerdocio, la hoja de ruta a transitar por las comunidades salesianas en esta área pasa por la educación ambiental y la espiritualidad ecológica, y comparte la convicción del Papa Francisco de que el compromiso por el cuidado medioambiental va de la mano de la justicia social. De hecho, confiesa que su “conversión” con el tema medioambiental surgió de la experiencia con las comunidades campesinas y los recuperadores urbanos (cartoneros).

¿Qué motivó la creación de Don Bosco Green Alliance (DBGA)? Don Bosco Green surgió como Movimiento en la India, donde algunos salesianos y jóvenes preo­ cupados por el medioambiente y por el llamado del Papa al cuidado de la casa común, empezaron a soñar con la posibilidad de unir y a motivar a los salesianos de todo el mundo en esta misma preocupa­ ción. ¿Cuál es el cometido de la DBGA? Podríamos decir que el cometido de la DBGA es muy ambicioso, pero, al mismo tiempo, indispensa­ ble, si queremos vivir sanamente. Por eso, nuestra misión es contri­ buir a la construcción de una nueva generación de ciudadanos y líderes comprometidos con el medioam­ biente a través de pensamientos, acciones y políticas medioambien­ tales. No es otra cosa que seguir buscando ser buenos cristianos y honrados ciudadanos. El desafío más grande es seguir despertando en nuestras casas la conciencia ambiental.

Tú coordinas la DBGA para el Cono Sur, ¿cómo asumes esta responsa­ bilidad? Comienza como un compromiso personal, una conversión ecológica (como lo llama Francisco), que no se trata solo de una transformación de los hábitos de consumo, sino de una nueva consideración de quié­ nes somos y cómo deberíamos relacionarnos con los demás y con el medioambiente. Intento asumir esta responsabilidad desde este lugar.

¿Cómo se viene trabajando? En estos últimos dos años venimos trabajando fuertemente en la pro­ moción de la DBGA en nuestro continente (digo continente porque actualmente y, desde el inicio de Don Bosco Green en América, estamos trabajando ambas regio­ nes en conjunto). Decidimos que sería bueno trabajar de esa mane­ ra. Para eso, conformamos un equipo continental que llamamos Eco­Team, en el que participan personas de diferentes países e 17


Inspectorías. Junto a Mariana Ceju­ do, que coordina la DBGA para Interamérica, animamos el trabajo del Eco­Team. Estos dos años sirvie­ ron para consolidarnos como equi­ po regional y nos dio la posibilidad de conocer cómo, a lo largo y ancho de nuestro continente, muchas obras salesianas han asu­ mido con mucha responsabilidad el cuidado de la casa común y la educación ambiental. El mes pasa­ do pudimos realizar el primer encuentro virtual de todas las obras miembros de nuestro conti­ nente y fue una experiencia enri­ quecedora y motivadora. En ese encuentro pudimos compartir con todos los miembros las áreas priori­ tarias que tenemos a nivel global y las que trabajaremos más en pro­ fundidad en nuestra región: la educación ambiental y la espiritua­ lidad ecológica. ¿Cómo te vinculaste con el tema medioambiental? Hace seis años leí la Encíclica Lau­ dato si para trabajarla en un curso de Doctrina Social de la Iglesia que estaba dictando, pero en ese momento no fui totalmente cons­ ciente de la importancia de las palabras de Francisco. Mi conver­ sión y mi vínculo real con el tema medioambiental surgieron en mi comunidad actual, en contacto con las comunidades campesinas y los recuperadores urbanos (cartone­ ros). En nuestra casa vivimos con jóvenes campesinos que vienen a la ciudad para terminar sus estudios secundarios ya que no cuentan con esa posibilidad en los lugares donde viven. Me ayudó conocer sus familias, sus comunidades, la 18

lucha y el cuidado de la tierra, la sabiduría con que se relacionan con la naturaleza. En el contexto de la ciudad, al abrir las puertas de nues­ tra casa a los recuperadores urba­ nos fue un descubrimiento tomar conciencia de su contribución al cuidado de la casa común y de cómo los más pobres son los pri­ meros damnificados de las prácti­ cas abusivas de nuestra tierra. Por eso, creo que el cuidado del medioambiente es un compromiso de cambio social a todos los nive­

les, es justicia social. En palabras de Francisco “clamor de los pobres y clamor de la tierra”. ¿Cuáles son las peores prácticas en detrimento del cuidado medioambiental más comunes en nuestras comunidades? Creo que la peor práctica es la falta de conciencia. ¿Qué buenas prácticas conoces? Por nombrar algunas… es muy interesante el trabajo que comenzó


a hacer una Inspectoría de Brasil junto con la empresa canadiense “Plastik Bank”, que se dedica a comprar el plástico que recogen los recuperadores urbanos a un mejor precio que el que les ofrecen en otros lugares y, de esta manera, contribuyen a su economía familiar, a la reutilización del plástico y a la limpieza de los mares. Y todo esto acompañado de una educación y concientización ambiental de los jóvenes de las casas salesianas que forman parte de este proyecto. En Colombia tenemos una obra que tiene 100 % de energía renovable. Toda la obra tiene una mirada de sustentabilidad, analizando cons­ tantemente su huella de carbono. Incluso los trabajadores de la casa se organizan para tener una movili­ dad sustentable. ¿Cómo podemos sensibilizar sobre el tema a quienes no están tan familiarizados con la problemática o muestran indiferencia? A mi entender la primera apuesta tiene que ver con la educación ambiental. El otro punto es real­ mente sensibilizar, como la palabra lo dice, no imponer nada, simple­ mente mostrar lo maravilloso que es estar en armonía con la crea­ ción. Por eso creo que la educación ambiental y la espiritualidad ecoló­ gica son dos caminos importantes

que debemos recorrer en nuestras comunidades. ¿Qué partes de la Encíclica Lauda­ to si te han impactado especial­ mente? Hay dos expresiones de la Encíclica que tenemos muy presente en DBGA y que de alguna manera me tocan como persona y como sale­ siano. "Los jóvenes exigen un cam­ bio. Se preguntan cómo alguien puede afirmar que está constru­ yendo un futuro mejor sin pensar en la crisis ambiental" (LS 13). "Un

verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambien­ te, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres” (LS 49). Ambas expresio­ nes son muy poderosas, y no pode­ mos dejarlas pasar por alto. El planteo ecológico es un planteo de hacia dónde queremos caminar como humanidad. Y los jóvenes nos piden que enfrentemos estas preguntas y demos nuestra mejor respuesta. 19


AQUÍYAHORA

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Cuidar “la casa común” “Si nos acercamos a la naturaleza y al ambiente sin esta apertura al estupor y a la maravilla, si ya no hablamos el lenguaje de la fraternidad y de la belleza en nuestra relación con el mundo, nuestras actitudes serán las del dominador, del consumidor o del mero explotador de recursos, incapaz de poner un límite a sus intereses inmediatos. En cambio, si nos sentimos íntimamente unidos a todo lo que existe, la sobriedad y el cuidado brotarán de modo espontáneo.” Así se expresa el Papa Francisco en la Encíclica Laudato si, animado por el espíritu de San Francisco de Asís, patrono de aquellos que promueven la ecología, y pone énfasis en la importancia de las raíces espirituales.

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Este documento que viene a ser la carta magna de la Iglesia Católica en materia de ecología y espiritualidad, ha inspirado a la creación de la Comisión Inspectorial Medio Ambiental (CIMA). Esta comisión unifica dos iniciativas, una que viene de América Latina y otra que surge del rector mayor de los salesianos, explica el P. Joselo Morillo, animador de la CIMA de Uruguay. En ese sentido, explica que uno de los objetivos centrales de las CIMAS es la formación de líderes jóvenes, para que sean ellos los encargados de llevar adelante el proyecto en el entendido de que tienen “la inquietud y la sensibilidad”. El plan de la Inspectoría es formar a 250 jóvenes líderes, profesores y docentes, de modo que tenga un efecto multiplica­ dor en círculos concéntricos.

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La primera iniciativa, dice Morillo, surge de la idea de extender, a todas las casas salesianas, una propuesta que partió de las escuelas técnicas hace dos años. En total participan 18 inspectorías y cada una forma su CIMA que coordina algunos trabajos con las comunidades locales. Por otro lado, asume la última propuesta programática del rector mayor, Ángel Fernández Artime, para este sexenio, de acompañar a los jóvenes en el desarrollo sostenible. En Uruguay CIMA se formó en agosto, está integrada por 13 personas y se reúnen una vez por mes. A su vez, existe una coordina­ dora integrada por cuatro de sus miembros que se reúnen cada 15 días para hacer un seguimiento más

cercano del trabajo. Estos son: el P. Joselo Morillo como animador; P. Francisco Lezama como delegado de la Pastoral Juvenil; Soledad Castaña, representando a la Oficina de Proyectos y Desarrollo, y Lucía Ferrés, secretaria ejecutiva. Morillo explica que para formar la comisión se siguieron varios criterios: primero se buscó la representación paritaria –“creo que hay más mujeres”, aclara­, que hubiera gente del interior y de Montevideo, y que esas personas tuvieran la inquietud de hacer un camino y de animar y acompañar, ya que no era posible contar con representantes de todas las casas. La de Uruguay fue la primera CIMA que se formó y ya están trabajando en el borrador del núcleo ecológico


Proyecto Orgánico Inspectorial (POI) que se proponen entregar antes de fin de año. Ese documento sentará la base para la actuación de los próximos cinco años. Luego, la idea es ir coordinando con las demás CIMAS. De dominador a administrador “Uno de los dramas de la pobreza actual y de la contaminación es justamente fruto de esta separación que se hizo en la modernidad, del hombre como el dominador, amo y señor de la naturaleza, y que mira a la naturaleza como un objeto a usar con fines personales, sociales, económicos o políticos”, afirma Morillo. Dra. Marcela Carballo

Agrega que la Laudato si propone volver a interpretar el mensaje bíblico del Génesis, aquello de que “el Señor le dio al hombre el dominio de la creación, no de ser el señor que hace lo que quiere, sino de ser responsable, de administrarlo y volver a ubicarse en la naturaleza como alguien conectado con el resto. Todo lo que hace en la naturaleza lo hace conectado consigo mismo y con Dios”.

Francisco, y toda la espiritualidad que eso conlleva”. En Laudato si, el Papa Francisco identifica los apremiantes proble­ mas ecológicos modernos: la contaminación del medioambiente y el cambio climático; el tema del agua; la pérdida de biodiversidad; la disminución de la calidad de vida humana y la destrucción de la sociedad, y la desigualdad global. “El clima es un bien común, de todos y para todos. Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático debido principal­ mente a actividad humana”, añade Francisco y subraya que los peores impactos probablemente recaerán en las próximas décadas sobre los países en desarrollo y los pobres.

Por eso, el Papa ofrece “líneas de orientación y acción” en el quinto solución de los problemas que han capítulo, en el que se refiere a la causado”. Doctrina Social Católica de subsidiariedad, que enseña que Por último, hace una invitación para todo reto debe ser en el nivel más que las conversaciones personales bajo posible, pero el más alto estén lejos del consumismo y el necesario. En esa línea expresa que “egoísmo común” e invita a las “mientras no haya un amplio personas a vivir estilos de vida desarrollo de energías renovables, Para bajar a tierra estas ideas animados por virtudes ecológicas, es que debería estar ya en marcha, es centrales, en la CIMA trabajarán decir, buenos hábitos que deben ser PANDEMIA URUGUAYdesarrollados en todas las personas. legítimo optar por laEN alternativa sobreALGUNOS reciclaje, temasDATOS energéticosDE LA menos perjudicial o acudir a vinculados a las emisiones de CO2 soluciones transitorias”. (dióxido de carbono) para poder Sostiene que la “educación mejorar la experiencia en cada casa ecológica”­ que debería proporcio­ Francisco cita a los obispos salesiana, pero sobre todo aborda­ nar información y tratar de formar bolivianos que dicen que “los países rán la “educación de estilos de vida, hábitos ­ debe ocurrir en todas de transformación de estilos de vida, que se han beneficiado por un alto partes en la sociedad: en la escuela, grado de industrialización, a costa de la familia, los medios de comunica­ el relacionamiento con el consumis­ una enorme emisión de gases mo, el relacionamiento con los ción, la catequesis, instituciones demás, el cuidado de la naturaleza y invernaderos, tienen mayor políticas, grupos sociales y todas responsabilidad en aportar a la la ´casa común´, como dice comunidades cristianas. 23


DEOTROSLARES

Encuentro de los Inspectores e Inspectoras de América Sur El 5 de noviembre tuvo lugar online el encuentro de las Inspectoras de las Hijas de María Auxiliadora (FMA) y de los Inspectores de los Salesianos de Don Bosco (SDB) de la Conferencia de las Inspectorías de América Sur: Argentina Norte, Argentina Sur, Chile, Paraguay y Uruguay. Estuvieron presentes el padre Gabriel Romero, Consejero para la Región América Cono Sur, y sor Marta Riccioli, nueva Consejera Visitadora de las FMA. El encuentro se realizó con el objetivo de deliberar sobre los temas de las organizaciones pastorales que las FMA y SDB animan conjuntamente y para compartir repercusiones e información sobre el Capítulo General XXIV de las FMA. Fue una experiencia rica en fraternidad, con un nuevo impulso en el camino de unir fuerzas en la misión común para los jóvenes más pobres de la región. Fuente: ANS

"Yo hice cristiano al Papa", un libro sobre Don Enrico Pozzoli SDB "Pasaba horas y horas en el confesiona­ rio y con los años se había convertido en el punto de referencia de todos los salesianos de Buenos Aires y de las comunidades aledañas... Fue verdade­ ramente un gran confesor". Así el Papa Francisco describe al padre Enrico Pozzoli, el misionero salesiano que bautizó al pequeño Jorge Mario Bergo­ glio en Buenos Aires el día de Navidad de 1936. Esto y mucho más está conte­ nido en el libro publicado por la Edito­ rial Vaticana (LEV) "Yo hice cristiano al Papa", del periodista de Lodi Ferruccio Pallavera, que es presentado en estos días en varios lugares de Italia. Un "operario del Reino de Dios", un "san­ to", lo definió el Papa Francisco, pero al mismo tiempo un misionero como muchos otros, que abandonó Lombardía para ir a Argentina durante los años de la emigración italiana a América Latina, a inicios del siglo XX. En el libro de Pallavera, que es también una visión histórica de la vida de los campesinos de la zona de Lodi entre los dos siglos y de las misiones salesia­ nas en la Patagonia en los mismos años, reconstruye en detalle la relación entre toda la familia Bergoglio y ese salesiano apasionado por la fotografía y el hobby de reparación de relojes. Don Pozzoli fue protagonista de varios momentos: fue el intermediario por quien se conocieron Mario Bergoglio y Regina Sivori, los padres del futuro pontífice; fue él quien los casó; y siempre él quien ayudó a los padres del futuro Papa a aceptar el deseo de su hijo mayor de ingresar al seminario. “Cuando en 2020 terminé el primer borrador del libro, me di cuenta de que tenía algunos agujeros sustanciales ­ dice el periodista. La única persona que podía llenar los vacíos en mi investigación era el Papa, así que le escribí a Francisco para decirle que estaba elaborando una biografía del sacerdote que lo había bautizado, pero nunca imaginé que me llamaría e invitaría a Casa Santa Marta para una entrevista privada de una hora. Gracias a esa entrevista exclusiva no solo pude llenar los huecos de mi historia, sino que prácticamente tuve que reescribir el libro”. Fuente: ANS 24

Etiopía ­ La guerra en el norte del país cumple un año. El conflicto armado en la región de Tigray entre el Ejército etíope y el Frente de Liberación del Pueblo Tigray (TPLF) ha cumplido en estos días un año inmerso en una profunda crisis humani­ taria. Los bombardeos en la zona durante las últimas dos semanas han elevado el número de fallecidos civiles y aislado aún más la zona, donde más de 400.000 personas sufren ham­ bruna. Los 17 misioneros salesianos repartidos en cuatro presencias en la zona ­Mekelle, Adwa, Adigrat y Shire­ se encuentran bien, aunque sin apenas comunicación con el exte­ rior, y continúan ayudando a la población con los pocos medios que tienen a su alcance. Fuente: ANS

La tipografía de Valdocco En octubre de 1861, Don Bosco inició los trámites para abrir un taller de Tipografía en el Oratorio. El gobierno planteaba obstáculos y objeciones, pero al final otorgó el permiso. La tipografía participó de inmediato en la escuela, publicando numerosos volúmenes y dicciona­ rios. En 1876 Don Bosco fundó también una "sucursal" en Génova­Sampierdarena y en agosto de 1877 lanzó el Boletín Salesiano. Después de los primeros días del taller, se construyó la primera Tipografía real en 1883, donde se produjeron las ediciones que normal­ mente se imprimían fuera de Turín. La impren­ ta estuvo en funcionamiento hasta 2012, año en que se cerró, el día siguiente a las celebra­ ciones por el 150 aniversario de su fundación. Desde 2013 se exhiben máquinas antiguas, para recrear el ambiente de la imprenta, como era en la época de Don Bosco. Fuente: ANS


SABORABUENASNOCHES

Cuídame No se cuida lo que no se ama. P. Adrián García sdb

No se ama lo que no se asume. No se asume lo que no se integra.

Integrar es abrirle la puerta a lo diferente.

No se integra lo que no se conoce.

Lo diferente cobra sentido cuando

No se conoce lo que no se busca.

se lo conoce de verdad.

No se busca lo que no interesa.

Conocer de verdad, es aventurarse a buscar.

No interesa lo que no identifica.

Quien busca con interés sabrá descubrir

No identifica lo que no se vincula.

su verdadera identidad.

No se vincula lo que no existe.

Saber quién soy es vivenciar mi propio origen.

No existe nada que Dios no lo haya creado.

Mi origen está en mi casa.

Dios ha querido que exista todo por amor.

Mi casa es tu casa, es nuestro hogar.

Por amor a nosotros, para que lo cuidemos

Cuidemos con amor lo que somos de verdad.

con esa misma dedicación. Cuidar supone entregarse. Se entrega lo que se asume. Asumir algo es arriesgarse a integrar. 25


DELÁRBOLSALESIANO

Búmeran:

un proyecto de concientización

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Todo lo que uno tira vuelve, y todo lo que hace‐ mos, de alguna manera, retorna a nosotros. Entonces, ¿cómo hacer para que retorne de la mejor manera? Con esta lógica es que surgió Búmeran, un proyecto del Colegio Maturana que busca fortalecer la conciencia ambiental cuestionando nuestras acciones y hábitos de consumo. Conversamos con Lucía Ferrés y Andrés Soca, quienes idearon, hace ya cuatro años, este proyecto pionero en la materia. Repensar nuestras costumbres “Como institución salesiana y católica tenemos que responder a esta necesidad. Como cristianos, lo dice mucho Laudato si, nuestro cuidado del entorno y nuestra mirada más ecológica es algo que debería atravesarnos, y en aquel entonces vimos que no había un eje fuerte de trabajo en el cuidado del medioambiente ni en nuestra forma de ver la naturaleza. Nos faltaba esa pata en el Colegio y en la vida en general. Si de verdad queremos trabajar una mirada cristiana y de amor al prójimo, esto tiene que estar, no puede ser algo que lo trabajemos un poquito, tiene que estar siempre presente, así que pro­ pusimos mejorar esa mirada a nivel institucional”, comenta Lucía. Los jóvenes explicaron que “la iniciativa no solo pretendía cambiar la gestión de recolección de residuos en el cen­ tro educativo sino, además, concientizar sobre la realidad en la que vivimos y el impacto que generan nuestras acciones concretas. Intentar fortalecer la conciencia ambiental tanto en los chiquilines como en los educado­ res”. Para lograrlo, se organizaron distintas dinámicas adaptadas para cada nivel tanto en inicial, primaria y secundaria. “Mediante los talleres buscábamos mucho generar con­ ciencia. Se disparaba una situación problema que a ellos los movilizara para que descubrieran que con simples acciones se podía revertir la situación. Mientras más chicos son los gurises más rápido y de manera más efecti­ va podemos lograr que adquieran el hábito. Pero tam­ bién era muy importante hacer partícipes a todos los educadores de la casa, sobre todo al equipo de manteni­ miento, quienes se encargan de los residuos reutilizables. Era importante empoderarlos para que entendieran que son una parte fundamental del proceso”, relata Andrés.

Se busca en todo momento vincular el proyecto al área curricular, trabajando en conjunto con maestras y profe­ sores de las distintas asignaturas. Que no sea una pro­ puesta aislada, sino que forme parte de lo que se está trabajando, entendiendo que la mirada ecológica atravie­ sa absolutamente todo, poder reflexionar sobre el tema y que sea lo más transversal posible. Residuos de colores Sumado a los talleres se comenzó a trabajar con la clasifi­ cación de residuos, ya que en Maturana se generaban grandes cantidades de basura que podía ser reciclada y otorgarle un nuevo uso. Cuando se inició con el proyecto no había ninguna indicación en cuanto a la utilización de colores para poder separar los objetos, y es por eso que no se sigue la norma actualmente establecida de manera universal. Mantuvieron varias reuniones con la Intendencia de Montevideo y distintas ONG para ver cómo llevar a cabo la clasificación de residuos con sus respectivos colores, y les aconsejaron seguir los patrones que tienen los conte­ nedores de la ciudad (verde para la basura “común” y naranja lo que se pueda reciclar). Notaron que lo que más se producía era plástico y papel y aplicaron el rojo para el primero y amarillo para el segundo, de cuya mez­ cla se obtiene el naranja. Andrés rescata que “hay un montón de ideas o prácticas que no salieron propiamente de Búmeran, pero son consecuencia de ello. Actualmente esta no es una inquie­ tud de dos personas que pensaron un proyecto, sino que son muchos los educadores que piensan que es algo realmente importante y hay que buscar la forma de cuidar la casa común. Los chiquilines están muy compro­ metidos con la causa y se trasladó también a los grupos asociativos. Lo importante no es que sea algo que quede en el Colegio, sino que cada uno se lo pueda llevar a su vida”. Con este proyecto no solo se reflejaron los beneficios de una óptima concientización y clasificación de residuos, sino que la temática ambiental cada vez interpela más a los jóvenes y es por eso que son necesarios estos espa­ cios. “La respuesta de los chiquilines fue tremenda y descubrimos que las ganas y la inquietud están, es cues­ tión de dar el espacio. Hay una capacidad crítica muy interesante y un potencial de ganas de cambiar que tenemos que aprovechar”, concluye Lucía. 27


UNAMANOAMIGA

“… si estos jóvenes hubieran tenido un amigo que se preocupara por ellos, los acompañara y les mostrase el amor de Dios, quien sabe si no se hubieran alejado de esta vida que llevan…” Don Bosco (MO)

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Centro Bosco lanza Proyecto de Acompañamiento Laboral para jóvenes mayores de 18 años La Obra Social Salesiana Centro Bosco, enclavada en el barrio monte­ videano La Tablada, lanza una nueva propuesta de acompañamiento para jóvenes mayores de 18 años, egresados del Centro Juvenil. El nuevo Proyecto contempla ofrecerles a estos jóvenes, a través de múltiples alianzas, la posibilidad de culminar sus estudios y capaci­ tarse para insertarse en el mundo laboral. El director de Centro Bosco, Nicolás Arenas (NA), y el coordinador de la propuesta de Acompañamiento Laboral, Fernando Ubal (FU), narran los detalles en esta entrevista. ¿Cómo surge el proyecto? ¿Cómo se inserta en la realidad de la obra? NA‐ Centro Bosco arrancó hace 30 años. Era y es la capilla de La Tablada, que los salesianos responsables del Santuario María Auxi­ liadora en Lezica abrieron en esta zona para estar más cerca de los vecinos. Allí se creó comunidad y en este marco el Padre Pepe Somma, al ver la necesidad de muchas madres que no podían trabajar porque cuidaban a sus hijos, buscó cómo conseguir dinero para construir una guardería para albergar a los niños y un Club de Niños, uno en convenio con la Intendencia de Montevideo y el otro con el INAU. Esos chiquilines fueron creciendo y se creó un Centro Juvenil que sigue funcionando hasta hoy. Además, hace 5 años se sumaron, tras convenio con INAU y UTU, dos cursos de Formación Profesional Básica en Gastronomía y en Informática. Pero el sueño siempre fue tener un proyecto que nos permitiera seguir acompa­ ñando a estos jóvenes cuando cumplieran 18 años, en el que se sistematizara el trabajo ya que, hasta el momento, habíamos teni­ do solo iniciativas a pulmón. Ahora, gracias a colaboradores priva­ dos, tenemos financiado por 2 años este 1 que incluye un espacio donde los gurises llegan semanalmente a encontrarse y a disfrutar, y donde pueden crecer, como decía Don Bosco, como honrados ciudadanos y buenos cristianos. ¿En qué consiste el Proyecto? ¿A qué público está dirigido? FU‐ Es un proyecto que apunta a jóvenes de diferentes realidades. Esa espina de cómo seguir acompañándolos, la queremos sacar con esta propuesta. Hay gurises que tienen varias oportunidades para seguir desarrollándose y crecer, y otros no, que necesitan una 29


mano para seguir avanzando. Parti­ mos desde esa perspectiva. Este Proyecto se basa en múltiples alian­ zas y en volver a darle al Centro el lugar de referencia para que esos jóvenes puedan conseguir nuevas oportunidades. Se trata de alianzas con los centros educativos de la zona, para que muchos vuelvan al sistema educativo, y también con empresas y organizaciones sociales, que puedan darles trabajo o también capacitacio­ nes específicas que les permitan insertarse en otros espacios de traba­ jo. Además, para que todos los jóve­ nes sepan hacer su CV o conozcan sus derechos laborales, y en eso estamos trabajando con Inefop. ¿Cuáles son las realidades de los jóvenes a los que se va a dedicar el Proyecto? FU‐ En primer lugar, este Proyecto es para unos 80 jóvenes de 18 a 25 años, egresados del Centro Juvenil. Estamos en la etapa de retomar el vínculo con ellos. Sus situaciones son muy diversas: tenemos una chica que está haciendo su último año de facul­ tad, y su perspectiva es insertarse en el mundo laboral, y otros que quieren terminar secundaria, y buscan cómo combinar estudiar y trabajar. Estos proyectos buscan más oportunidades para todos, pero esencialmente que los que salen de más atrás lleguen a la meta también, y así logren tener una vida digna, integrada y un trabajo decente. ¿Cómo se motiva a un joven para que aprenda o se capacite en el ámbito laboral o en un oficio? NA‐ Lo primero que nos proponemos es generar el vínculo afectivo con estos 80 gurises egresados nuestros, y después ir por los demás chiquilines del barrio, de alrededores y por los 30

que se pueda ayudar. Por ahora, este espacio funcionará los miércoles a la noche, para primero ganarles el corazón, y detrás viene todo lo otro. ¿Cómo está conformado el equipo de trabajo? FU‐ Hoy está integrado por el coordi­ nador y dos educadores, y contamos con el apoyo del equipo multidiscipli­ nario del Centro. Nuestro espacio de encuentro busca vincularlos con las oportunidades, y si necesitan más apoyos, los derivamos con quiénes veamos que necesiten. ¿Cuál es el tiempo estimado de acompañamiento o formación de cada joven en el Proyecto? NA‐ La idea es cosechar lo que se ha sembrado durante años en Centro Bosco, lo que se ha ganado en sociali­ zación, como ser aceptar las reglas de convivencia, comunicarse, tener una autoestima elevada, todos los elementos para vincularse con éxito. El tiempo será este espacio semanal, más el necesario. Una cosa a desta­

car es que todos los funcionarios del Centro quieren aportar a esta pro­ puesta con su tiempo en forma voluntaria. Además, este Proyecto busca continuar un proceso. En muchas obras salesianas cuando los jóvenes cumplen 18 años no se sigue con el proceso, y la idea es que sirva de ejemplo para otros que quieran transitar por este camino. ¿De qué forma se puede colaborar con este Proyecto? ¿Con qué institu­ ciones u organizaciones se va traba­ jar en coordinación? NA‐ El 099 609 715 es el celular insti­ tucional para todos los contactos que quieran colaborar. Lo que más se va a necesitar son más empresas que apuesten a jóvenes sin mucha expe­ riencia, pero con perfil salesiano y con todas las ganas de progresar. Tenemos experiencias puntuales con empresas y organizaciones, y vemos cómo se transforma la vida y el entor­ no de estos jóvenes. El modelo pasa a ser ese chiquilín y no los pequeños narcos de la zona.


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