Boletín Salesiano Julio 2019

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URUGUAY / Tercera época / Año XLI / Nº 5 / Julio 2019 / www.issuu.com/bsuru

Mariana Piñeyrúa y Raúl Ogando

“Mirá lo que la vida te puede dar” Mauricio Pereyra (9)

“No hay que cambiar el mundo, tengo que `cambiarme´ yo para vivir en él”

SUS MIRADAS

¡IMPRESCINDIBLES PARA VIVIR!


¡Contemplativos en la acción!

PÁG 9.

SINTONIZANDO CON DON BOSCO

Carolina Marichal y Magdalena Arsuaga En el Pío, los niños también pasaron por las urnas

Don Ángel Fernández Artime “Tres estolas con tres historias maravillosas y un corazón que evoca”

FAMILIA EN OBRA María Inés Lamelas y Mariana Zolessi Bruquetas “Los niños dan sin pedir nada a cambio”

MÁS HUMANOS, MÁS FELICES

Ping Pong a Horst Otto Ritter y Bruna Arias Etchebarne

PÁG 16. Mauricio Pereyra “Creo que en realidad no hay que cambiar el mundo, sino que tengo que `cambiarme´ yo para vivir en este mundo”

PÁG 23. P. Francisco Lezama sdb “Mirando rezar a un niño”

Mariana Piñeyrúa y Raúl Ogando “Mirá lo que la vida te puede dar”

PÁG 22.

PÁG 21.

SINTONIZANDO CON DON BOSCO Madre Yvonne Reungoat fma “Tiempo de sinodalidad… tiempo de espíritu de familia"

PÁG 29. “Por los Dionisios de nuestra tierra”

PÁG 24. AQUÍ Y AHORA Generadores de vida

PÁG 30. PÁG 32.

UNA MANO AMIGA Obra Social Aires Puros Acompañar desde la espiritualidad situaciones de dolor del barrio Lavalleja

DEL ÁRBOL SALESIANO Juan Ignacio Souto Parada "Dios tiene que existir, sino el amor no existiría”

PÁG 35.

Boletín Salesiano Revista de información sobre la Familia Salesiana y de cultura religiosa Director: P. Sergio Álvarez sdb Redactora Jefe: Adriana Porteiro

Diseño: gustavo@tanganika.com.uy Impresión: Mosca

Columnistas: P. Francisco Lezama sdb, P. José Adrián García sdb, María Inés Lamelas y Mariana Zolessi Bruquetas Equipo de redacción y responsables de secciones: P. Daniel Bernardoni sdb, Hna. María Baffundo hma, Lic. Natalia Roba, Lic. Marcelo Hernández, Lic. Joaquín Castro, Nicolás Vilche, Ana Inés Rodríguez y Ramiro Pisabarro. Fotografía: Sebastián Andión, Sofía Cayota, Rubisney Gómez, Martín Freire, Ana Batista, Virginia Barboza, Lorena Villanueva, de ANS, Pixabay y fotos de archivo. Corrección: Graciela Rodríguez

Departamento Comercial: Luis Gómez E-mail: boletinsalesianouruguay@gmail.com Celular: 092 432 286 Dirección, redacción y administración: Av. Agraciada 3181 CP 11800, Montevideo; tel. 2209 4521 Sitio web: www.issuu.com/bsuru Email: boletinsalesianouruguay@gmail.com Afiliado a la Cámara Uruguaya del Libro. / Depósito Legal: 366.191

salesianosuy


P. Sergio Álvarez sdb

CARTADELDIRECTOR

¡CONTEMPLATIVOS EN LA ACCIÓN! Es algo sobrenatural. Desvela la belleza auténtica de la vida, con mayúsculas: DE LA VIDA. Se te llena el alma. Siempre está de por medio la relación, y es en la relación que se experimenta. Me ha quedado guardado como un tesoro algo que me contó un joven. A sus 20 años lo recordaba, y me dijo lo siguiente: “Cuando era niño, tenía más o menos cinco años, esperaba el día del oratorio porque vos pasabas por mi casa a buscarnos y me llevabas de la mano, como si fueras mi papá, y eso me gustaba mucho”.

Las experiencias de contemplar en la acción nos cambian las miradas, y esos cambios nos cambian a nosotros, con la maleabilidad de un niño. Algo hay que estar buscando y algo hay que estar esperando para disponerse a encuentros que nos regalen la CONTEMPLACIÓN EN LA ACCIÓN.

Es un don de Dios para CONFIAR EN DIOS en toda circunstancia. Ese don, nos mueve a cambiar uno mismo para poder vivir en este mundo como niños, porque de los que son como ellos es el Reino de los Cielos.1 Y como los niños tienen la palabra, a este Boletín Salesiano ¡léelo, te vas a encontrar! … contemplativo en la acción. En nombre del Equipo de Producción, te hago llegar un fraterno saludo…

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Parafraseando a Mauricio Pereyra en una expresión de la entrevista en esta edición y a Jesús en el Evangelio de Mateo 18,3.

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¡SÍ,HAYALGONUEVO BAJOELSOL!

En el Pío, los niños también pasaron por las urnas El 2019 tiene una especial agitación y expectativa para Uruguay: es año electoral. Entre campañas, propuestas y movilizaciones, comienza a gestarse un proyecto de país para los años venideros. Este comienzo de año, el Colegio Pío de Villa Colón también celebró la democracia. Se partió desde la consigna “El Pío que soñamos”, planteada en unos “Buenos días" del mes de abril.

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Sueños había, pero tenían que generar consensos y hacerlos llegar a la Dirección. Los niños de sexto de primaria se enfrentaron a este desafío, que se resolvió el último viernes de mayo mediante el voto. Las Maestras, Carolina Marichal y Magdalena Arsuaga, ofrecieron los detalles de la experiencia para el BS.


Como parte de un proyecto promovido por los alumnos de sexto año, los niños de primaria eligieron a sus representantes. Las elecciones fueron el último viernes de mayo, y tuvieron la chance de votar todos los alumnos a partir de tercer año. Las maestras de sexto fueron formulando y ejecutando, con la participación activa de los alumnos, este proyecto de aprendizaje que denominaron “El Pío que soñamos”. “Se buscaba generar un espacio de diálogo con los niños, y así elaborar un sueño compartido respecto al Pío que visualizamos para los próximos años, tanto desde el equipo de Dirección, como desde los educadores, alumnos y familias. Y con todo, se aprovechó el momento cívico que vive nuestro país”, explicaron las educadoras. “Frente al desafío de reflexionar y proponer rasgos de ese colegio que quieren ser, los alumnos de sexto año percibieron la necesidad de consultar el parecer a los distintos cursos. Además, eligieron delegados del sector de primaria para que, en forma directa,

activa y responsable, comuniquen y argumenten esas ideas al equipo directivo, junto con los delegados de secundaria”, puntualizaron. En forma paralela, los alumnos de sexto fueron investigando y comunicando al resto de sus compañeros aspectos que hacen al proceso cívico nacional: democracia, partidos políticos, programas de gobierno, ciudadanía, sufragio, elecciones internas y nacionales, Corte Electoral, escrutinio, entre otros. Las maestras afirmaron que la organización y la ejecución de la elección de los representantes fueron instancias “muy significativas”. Los niños fueron integrando equipos, comprometiéndose de manera democrática en la construcción de acuerdos para promover el bienestar común, y a interactuar con respeto y empatía. “Se manejaron en forma autónoma, responsable y entusiasta. El aceptar las ideas diferentes y llegar a consensos fueron pilares básicos”, aseguraron las docentes.

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Taller de Fotografía CML

Red de Jóvenes Escritores del Uruguay

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Los niños optaron por la formación de candidaturas en binas, y debieron promoverse y darse a conocer a través de una campaña, generar su programa de gobierno y la lista que los representaba; informar e involucrar en el proceso a los niños de los otros cursos, construir la credencial cívica de todos ellos y preparar los detalles prácticos de la elección misma. La “campaña” y el “acto electoral” implicó acondicionar lugares, determinar responsables de los distintos roles, instrumentar cada circuito electoral, y formarse para llevar adelante la votación, el escrutinio y la proclamación de los ganadores. LA ELECCIÓN Darse a conocer fue uno de los desafíos más creativos. Las distintas binas candidateadas presentaron sus ideas, orientadas por sus “asesores”, que eran otros compañeros del curso. Aprovecharon los espacios de los “Buenos días”, en los que se valieron de distintos recursos: la exposición oral, slogans de campaña, videos, carteles, folletos, distintivos, entre otros. “Fue significativo y enriquecedor el trabajo en comisiones, donde firmaron acuerdos a manera de contrato entre las distintas postulaciones”, resaltaron las maestras. Salones acondicionados con listas correspondientes, mesas receptoras cuidadosamente integradas, padrón electoral en mano y urnas muy vigiladas con integrantes de seguridad: todo estaba listo. Un ambiente muy particular reinaba en todo el sector y en ellos el entusiasmo y la ansiedad se confundían. Los niños fueron acercándose a los distintos circuitos establecidos, en largas hileras y credenciales en mano.

El momento más importante había llegado: elegir con libertad a quienes consideraban que mejor los representaba.

Es importante generar instancias de aprendizaje a través de metodologías activas que surjan de los intereses del niño, y/o de las necesidades de su entorno Al evaluar este proyecto las educadoras coincidieron en que “es importante generar instancias de aprendizaje a través de metodologías activas que surjan de los intereses del niño, y/o de las necesidades de su entorno. Así, ellos viven juntos el alcance de sus logros, algunos individuales y otros colectivos. Son creadores de una comunidad de aprendizaje en donde se interactúa, se coopera, se respeta y se crece colaborativamente”. “¡Cuán importante es la participación directa para crear ambientes democráticos! ¡Qué significativo es que cada uno se haya sentido parte de un grupo y haya experimentado que puede, en forma efectiva, colaborar a la vida del mismo! Dejaron de ser espectadores para ser actores”. “La comunicación, la integración y el vínculo de los niños a la interna y con la comunidad escolar se vieron fortalecidos”, aseguraron las docentes, al tiempo que señalaron que el mayor desafío para los educadores fue y es “estar atentos, con razón y corazón a lo que los niños sienten y piensan. Ellos iluminan y dan sentido a nuestra tarea”.

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FAMILIAENOBRA

Los niños dan sin

Aprender algo

María Inés Lamelas. Mamá de Luna de 20 años y de Delfina de 14. Profesora de Educación Física. Actualmente trabaja en un colegio privado.

Mariana Zolessi Bruquetas. Profesora de Comunicación Visual egresada del IPA. Trabaja en la Educación Pública y Privada: Colegio Santa Teresa de Jesús, Colegio Santa María de los Hermanos Maristas y en el Instituto Juan XXIII. Cofundadora de Proedu - Educación Inclusiva de Calidad.

Hace 25 años que practico la docencia. Cada vez que empiezo una clase intento pensar en que los que están ahí, esperando recibir los juegos y actividades, son mis hijas.

Soy madre de dos hijos, Joaquín de 15 y Malena de 9 años.

pedir nada a cambio nuevo todos los días

Hago este paralelismo, porque los trato igual que a ellas, me lo he propuesto desde que soy madre. Si tengo que decirles que no me gusta cómo actúan o se comportan se los digo. Los abrazo y me abrazan. Hablamos. Intercambiamos. Y en ese intercambio nos vemos fortalecidos y enriquecidos los dos. También me cuestionan y me interpelan si algo no les gusta. Abrir ese espacio no siempre me hace sentir bien, ya que por momentos no tengo respuestas u opciones a dar; lo que me hacen comprender es que no puedo saber todo, que no soy superior, solo tengo más edad y experiencia que ellos. Por momentos reparo en que soy vulnerable. ¡Pero me siguen aceptando! Ellos suelen mirarme con ojos de admiración, no porque yo sea increíble, sino que ellos son los increíbles… ¡son niños! Despojados de toda clase de prejuicios, ellos me aceptan como soy, con mis debilidades y fortalezas. Festejan cada clase como si fuera la mejor; me hacen creer una más de ellos. Obviamente que me siento desafiada, no todo es color de rosas. Me muestran mis debilidades, me siento interpelada, me descolocan. Y es ahí donde me doy cuenta de que tengo tanto camino por recorrer y aprender: la vida misma frente a mí. Cuando me pongo a planificar los contenidos a dar en clase, no puedo dejar de pensar y percatarme lo que mis alumnos me dan y me hacen sentir sin pedir nada a cambio. Ellos te abrazan, te hacen reír, te cobijan bajo su inocencia y te transportan al mundo increíble de dar sin pedir nada a cambio. Por momentos casi me hacen experimentar que estoy en un mundo irreal.

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Ellos me han transformado en una mujer más tolerante, segura y responsable, atenta a sus necesidades. Creo tener más fuerza y energía para afrontar la vida. Ser madre cambia tus prioridades y la valoración del tiempo compartido. Los niños nos hacen ver el mundo con otros ojos, nos sorprenden con su ingenuidad, curiosidad y creatividad. Con ellos todos los días aprendemos algo nuevo. También soy docente y como tal tengo el privilegio de trabajar con jóvenes. Ellos me trasmiten dinamismo y una visión diferente del mundo que nos rodea. Cada año que comienza es renovador. Esta profesión también me genera un gran compromiso: ellos quieren ser escuchados, comprendidos y queridos. Para algunos somos el único referente. En mi asignatura el diálogo está siempre presente, mientras dibujan, pintan y crean, los temas que aparecen son diversos y hay que estar al día. Los jóvenes de hoy manejan mucha información y necesitan compartirla. Es importante lograr acompañarlos respetando sus tiempos de aprendizaje y poder empatizar con cada uno de ellos sin perder de vista la exigencia académica. Trabajar en educación es un gran desafío que implica lograr una motivación para poder desarrollar habilidades cognitivas y sociales en un clima cordial y de respeto mutuo. Creo que brindar oportunidades de participación y promover la confianza del “poder hacer” son acciones imprescindibles para aprender mejor.


SINTONIZANDO CONDONBOSCO

Queridos amigos y amigas lectores del Boletín Salesiano: Les saludo, como cada mes, muy cordialmente, agradeciéndoles que me acompañen en este saludo inicial y en todo lo que compartimos a través de esta revista fundada por el mismo Don Bosco y tan amada por él.

P. Ángel Fernández Artime / Rector Mayor de los SDB

Hoy quiero compartirles una sencilla reflexión a partir de unos hechos que he vivido en mis visitas. Y la protagonista en estos casos es UNA ESTOLA.

TRES ESTOLAS CON TRES HISTORIAS MARAVILLOSAS Y UN CORAZÓN QUE EVOCA

Ciertamente he de comenzar aclarando qué es una ESTOLA, puesto que no todos los lectores estarán familiarizados con este término que tiene que ver con las ropas litúrgicas. La estola es un distintivo que se pone el sacerdote, detrás de su cuello y que cae hasta la cintura y que representa, justamente, lo que significa su consagración como sacerdote para servir al Pueblo de Dios. Son tres las estolas que me han regalado con mucho significado. La primera me la entregaron en la fiesta de María Auxiliadora, el 24 de mayo, en Valdocco. Se trata de una preciosa estola, bordada a mano con un hilo dorado hermoso, realizada en cientos de horas de trabajo por una devota de María Auxiliadora y de Don Bosco, quería que yo la llevase en la Eucaristía y en la gran procesión de María Auxiliadora de aquella tarde-noche. Estaba elaborada con sacrificio, en la pobreza, con generosidad y amor a la Virgen. Y ciertamente celebré la Eucaristía con esa estola, y recé con la misma en la procesión, y ofrecí toda la oración por las miles y miles de personas que allí estaban, y en particular por esta mujer (a la que no llegué a conocer, pues la entregó de modo anónimo), cuyo corazón rezumaba amor a la Auxiliadora y fe. La segunda estola la recibí en Damasco (Siria), en una tarde en la que cientos de muchachos y muchachas estaban en el oratorio, y celebramos la Eucaristía también con jóvenes animadores universitarios (eran más de 100). Al final de la Eucaristía, cuando creíamos que la paz estaba más cerca, en el

momento de soltar una paloma blanca, que en libertad nos habla de paz, no muy lejos caían morteros. Esa tarde, esos jóvenes animadores maravillosos, de profunda mirada y fe muy interiorizada, me regalaron una hermosa estola que en la parte interior tiene cosido un bordado en lengua árabe que dice: “No te olvides de nosotros cada vez que celebres la Eucaristía”. Y la tercera estola la recibí hace un mes, en la zona de Matogrosso (Brasil). En un encuentro con jóvenes, un educador me entregó una estola que tiene escrita por detrás con letra en tinta imborrable los 56 nombres y apellidos de los muchachos que están en esa casa salesiana. Se trata de muchachos privados de libertad, con medidas diversas a causa de algún delito, y que después de un juicio nos han sido confiados. Ellos, que no pudieron venir al encuentro, me hicieron llegar su estola pidiéndome que no les olvidara y asegurándome que también ellos me recordarían. Puedo asegurarles que todos los días los tengo presente en la Eucaristía. Creo profundamente en estas sintonías, en esta comunión de corazón. Creo profundamente en la oración, en especial la que hacemos por otras personas. Es una expresión de amor la de rezar por otras personas, conocidas o desconocidas, pero que habitan en nuestros corazones en el momento en el que las evocamos. En estos años he entendido con mucha más claridad el porqué de la insistencia de nuestro Papa Francisco, en que recemos por él.

Y hoy quiero dejar testimonio del gran valor de estas tres estolas. Quiero dejar constancia del gran valor de todo encuentro humano, sea más extenso en el tiempo o más breve, sea más intenso o más leve. Si es encuentro humano siempre es especial y hemos de hacer que sean especiales. Nos irá mucho mejor en la vida si lo vivimos así. Quiero dejar constancia de cómo la fe mueve corazones y voluntades. Lo veo por todas partes en mis viajes por el mundo salesiano. Quiero dejar constancia de que cada vez entiendo mejor lo que Don Bosco les decía a sus muchachos de Valdocco cuando escribiéndoles una carta, al estar lejos de ellos, les llamaba ladrones. Sí, así les decía: “Sois unos ladrones”, para seguidamente añadir, “porque me habéis robado el corazón”. Es bellísimo sentir que el corazón puede ser robado con tanta gratuidad y de modo tan oblativo, buscando tan solo el bien de las personas. Bendiciones para todos.

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11 años | Asiste al Club de Niños “Rincón Don Bosco” y a la catequesis. Vive en Rivera. ¿Qué te hace feliz? Ir al grupo de adolescentes, tocar la flauta y hacer artesanías. Se me aprieta el corazón cuando… Veo que maltratan a los niños y a los animalitos. ¿Cuál es tu mayor miedo? Que no crean más en Dios. ¿Qué hacés cuando alguien no te cae bien, pero tenés que interactuar igual? Trato de ver sus cualidades, por más difícil que sea. Todavía no lo hice, pero me gustaría… Aprender a tocar el ukelele, ser mochilera o misionera. ¿Cuál es tu mayor orgullo? Ser animadora del grupo de catequesis. Si tuvieras que elegir un acontecimiento que te marcó, ¿cuál sería? La primera vez que agarré la bandera en el acto de fin de curso, el primer viaje del club, el primer día de clase en nivel 4 y cuando leí mi primera partitura. ¿A quién admirás? A mi bisabuela, Amelia. ¿Qué te cuesta entender? Por qué la gente contamina, por qué discriminan, insultan, hacen bullying o juzgan sin saber quién en realidad sos. Lo que más me gusta de Uruguay es… El acceso gratuito a la educación y cultura. Lo que menos me gusta de Uruguay es... Que no sean suficientes los refugios para personas en situación de calle que los necesitan. ¿Qué música escuchás? Todos los ritmos aunque me llaman más la atención el rock nacional y el trap. ¿Qué aprendés de los adultos? De la mayoría, cosas buenas: valores, a vivir, cómo se hace esto o aquello, cuál es el camino correcto. ¿Qué es lo que menos te gusta de los adultos? Cuando te dicen: "No pedimos tu opinión, es cosa de adultos", o sea, no te valorizan como un ser pensante. 10


37 AÑOS | Coordinador Pastoral del Colegio María Auxiliadora, en Juan Lacaze. Desde hace casi 20 años tiene empresa de educación en Informática. Casado con Eusebia, tiene dos hijas pequeñas: Dominique y Bernadette.Vive en Juan Lacaze

¿Qué te hace feliz? Hacer lo que esté a mi alcance para que los demás estén lo mejor posible. Se me aprieta el corazón cuando... Provocamos injusticias y estas, a su vez, sufrimientos. Y más se me aprieta cuando hay indiferencia a esos sufrimientos. ¿Cuál es tu mayor miedo? A olvidarme de que estamos humanamente limitados. ¿Qué hacés cuando alguien no te cae bien, pero tenés que interactuar igual? Encaro para adelante con optimismo, me focalizo en sus virtudes y pienso: "Tal vez tampoco yo le caigo bien y trabaja igual conmigo”. Todavía no lo hice, pero me gustaría... Irme de mochilero en familia, pero tengo que esperar, las niñas son muy pequeñas aún. Y además habrá que convencerlas ja,ja,ja. ¿Cuál es tu mayor orgullo? Mi familia. Si tuvieras que elegir un acontecimiento que te marcó, ¿cuál sería? Soy paraguayo, nací y viví en Asunción hasta los 16 años. En 1998 me vine a vivir a Uruguay. Hay un antes y un después de ese año en mi vida. Pero tengo varios acontecimientos más que me marcaron, hoy elijo ese. ¿A quién admirás? A las personas coherentes. A las personas que se han puesto de pie después de un gran dolor. A las personas que confían en Dios sobre todas las circunstancias.

¿Qué te cuesta entender? Tantas cosas. Por ejemplo, los pasos de una coreo ja,ja,ja. Lo que más me gusta de Uruguay es... La amplitud de iniciativas que existen, a todo nivel. Hay que trabajar para que se transformen en oportunidades para todos. Lo que menos me gusta de Uruguay es... Que no se vivan muchas cosas con la misma pasión con que se vive el fútbol. ¿Qué música escuchás? De todo un poco, no tengo un género preferido. Reconozco que soy bastante crítico con las letras. En este último tiempo sigo al argentino Abel Pintos, a la brasilera Paula Fernandes y al colombiano Fonseca. ¿Qué aprendés de los niños? Todo se aprende con ellos, hasta lo que pensábamos saber. Los niños, con

su naturalidad, revelan las certezas de la vida. Con ellos uno reencuentra la sencillez y belleza auténticas de la vida. ¿Cuál fue la sorpresa más significante que te llevaste luego de un encuentro con un niño/a? La sorpresa me la he llevado al encontrarme con ellos ya no siendo niños, y que me hablen de lo que les dije cuando eran chicos. Y yo que a veces he pensado que no nos escuchan... ¡Vaya sorpresa! Uno siembra, el Señor cosecha.

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VALELAPENAVIVIRASÍ

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ENTREVISTA: Mariana Piñeyrúa y Raúl Ogando

Mirá lo que la vida

te puede dar 13


Una historia, dos personas que pronto se trasformaron en cuatro, y un montón de desafíos que los han puesto a prueba y hoy los consolida como una familia llena de energía, dispuesta a afrontar juntos cualquier circunstancia. Esta es la historia de Mariana Piñeyrúa de 37 años, y Raúl Ogando de 40 años; un matrimonio que lleva más de 8 años de casados y ha peleado todas las batallas que la vida les ha presentado teniendo a sus dos hijos, María Pía y Agustín, como centro y motor fundamental.

¿Cómo se conocieron? Mariana: Nos conocimos a través de mi hermano más grande que era compañero de facultad de Raúl. Empezó a ir a casa y ahí comenzó la buena onda. Raúl: Éramos compañeros de estudio, pero también amigos. Rompí una regla y empezó a haber buena onda con la hermana de un amigo hasta que se hizo incontrolable. Ahí fui y le dije a mi cuñado que esa onda estaba rompiendo todo y le prometí que si algo pasaba iba a ser en serio. ¿Cómo fue el proceso en el que deciden caminar juntos? Mariana: Nos conocimos, nos ennoviamos y a medida que nos íbamos afianzando la idea del casamiento estaba; luego aparecieron los hijos. Raúl: El casarse es el estado en el que tenés el alma, compartirlo es lo que importa. Ese momento que es mágico, y confirmamos nuestra relación, es lindo demostrarlo y darlo a conocer. La discusión que siempre tuve es que en el momento que digo “vamos para adelante” el compromiso es con el otro y es a Mariana que se lo hago. No a un tercero, pero lo lindo es compartir esa decisión con los demás. El compromiso que hice con Mariana no nos lo quita nadie. En el momento que deciden formar una familia ¿qué sintieron cuando supieron que iban a ser padres? Mariana: Mucha felicidad, los dos fueron buscados. Te das cuenta de que ya no hay marcha atrás, solo mirar para adelante y ver qué pasa. Modificar un poco la estructura de la casa, buscarle un lugar. Hoy tenemos a María Pía de cuatro años y Agustín de uno. Raúl: Tuvimos un momento que por un tema de salud desbarranqué y cuando logré salir adelante junté coraje y dije “acá vamos por más” y fuimos por María Pía. Personalmente también lo hice por Mariana, veía que ella andaba con ganas y era el momento de darle un hijo. Tuve un problema de cáncer muy complicado y el objetivo era acomodar las fichas para poder pararse sobre algo. Tener un horizonte nuevamente, porque muchas veces no estaba muy claro. Cuando el momento se calmó ahí empezó el tiempo de Mariana. El mío ya había pasado, ahora le tocaba a ella que entregó todo y mucho más de lo que pedí. La llegada de “Pipi” fue un cable a tierra donde decís: “Mirá la vida lo que te puede dar”. 14


¿Qué cambió de sus vidas con la llegada de María Pía? Mariana: Todo. Cambia la rutina de la casa y cambia la relación. Porque te conocés como pareja, pero como padres es otra cosa. Podés imaginar un montón de cosas que después no son así ni cerca. Lo planificado previamente es toda una aventura que en la práctica es muy distinto. Raúl: El centro del universo pasa a ser un tercero. En el que vivís por y para él. Cuando encontrás en esa persona una sonrisita es una magia que te cambia todo. ¿Cómo y dónde se canaliza la fuerza para salir adelante por ellos? Mariana: Ellos son el motor. Cuando estás mal pensás en ellos y vas a revertir la situación. A Raúl el año pasado le volvió a saltar el tumor, y ahora está con la quimio, y ellos son la luz que te dan para salir adelante en todo lo que hacés. Raúl: Son una fuerza extra que juega muy a favor, una fuente de energía. Cuando te miran, abrazan y te expresan su amor, es el combustible que te da para prender la máquina e ir a por todo. Una energía que te limpia el alma y te da fuerza para pisar mejor. Desbarranqué otra vez cuando me descubren dos tumores cerebrales y un residuo de lo anterior. Empezar de nuevo, y por momentos la ves negra, pero con ellos te pones de vuelta en la cancha para pelearla pase lo que pase. ¿Qué diferencia hay en esta “desbarrancada” donde ahora están ellos? Raúl: Hay un compromiso extra que te ayuda a encarar mejor. Según el pronóstico de los médicos iba a ser un ciclo muy similar al

primero. Pero en la cancha la recuperación fue mucho más rápida y nadie lo puede creer, se ve que mi energía también está mejor apuntada. Mariana: La segunda vez también choca más, porque venís de pelearla un montón y volver a caer es muy angustiante, pero si no fuera por ellos no hubiera sido tan sencillo, son el foco. ¿Qué rol juega Dios? Mariana: Juega mucho. De joven siempre tuve una formación cristiana, pero recién ahora, con todo esto, pude descubrir realmente quién es Dios para mí. Reafirmo mi fe en Él. Decidimos bautizar a los niños porque quiero mostrarles ese camino, que después ellos decidan, pero quiero que lo conozcan. Parte de toda esta energía que siento es Él también que me da sus manos. Hay algo dentro de mí que me impulsa a no bajar los brazos, por los chiquilines y la familia. Raúl: La primera vez que me enfrenté al cáncer fue una época de muchos cambios en mi vida, a nivel laboral tuve varios inconvenientes y ahí me di cuenta de que había algo raro en mí. Lo positivo de todo esto es que si no hubiera sucedido capaz que el cáncer no se manifestaba. A Dios siempre le decía que me las tire, pero que me las tire de a una, no todas juntas. Lo que hace Dios es darte esa energía para poder ir solucionando y creciendo. Siempre le agradezco que puedo disfrutar de este roble que tengo al lado (Mariana) y de mis hijos que con una simple mirada justifican todo el sacrificio y la lucha. Se te llena el alma y te das cuenta de que todo el esfuerzo vale la pena y lo harías mil veces más. 15


CONNOMBREYAPELLIDO

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Mauricio Pereyra

Creo que en realidad no hay que cambiar el mundo, sino que tengo que `cambiarme´ yo para vivir en este mundo

Mauricio tiene 9 años de edad y si bien asegura que no piensa demasiado en el futuro, sueña con ser futbolista o cantante. Por el momento, se prepara para ambos escenarios ya que participa en talleres de canto, baile y teatro en Texas, integra el Coro Nacional de Niños del Sodre y juega fútbol en el equipo “Don Bosco” de la Liga Palermo. Con gran desenvoltura y cierto aire de autoridad opina tanto de fútbol como de su arte, y sus pasiones las asume con tal responsabilidad que hasta una charla con Jorge Drexler puede resultarle una verdadera molestia a la hora de llegar puntual a una reunión escolar. “Mauri” afirma poseer un “superpoder” y además que le gusta comer saludable. Pasando raya a su vida dice que le “han pasado muchas cosas lindas y buenas” y reconoce que tiene cosas para cambiar.

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Para empezar, contame un poco de vos ¿cómo se conforma tu familia, dónde estudiás, con quién vivís? Tengo 9 años, y estudio en el IMA (Instituto María Auxiliadora). Estoy en 4º año. Vivo con mi madre, Gabriela, mi padre, Federico y mi hermano, Facu, que se porta más o menos. ¿Pero te respeta porque sos su hermano mayor? Sí, claro. ¿Y hacés algo más? Sí. Tengo unas clases particulares afuera del colegio. Estoy en el Coro Nacional de Niños del Sodre y participo en Texas en unos talleres de teatro, canto y baile. ¿Qué te gusta más? Actuar y cantar. ¿Te gustan los deportes? Sí, juego en un equipo de la Liga Palermo que se llama Don Bosco. Estoy en la categoría 2009 y juego de lateral o volante derecho. ¿Y quisieras conocer algún jugador de fútbol? Puedo decirte los jugadores de fútbol que quiero conocer, pero el que más, es Messi. De los uruguayos no he conocido ninguno, pero me gustan mucho Suárez, De Arrascaeta y Godín. Y de los laterales, que es lo tuyo, ¿no te gusta ninguno? ¿Giovanni González que está jugando en la selección ahora? No. No me gusta. No es rápido, no tira buenos centros, no marca bien. ¿Y cómo es que lo llamó Tabárez? Porque él le da impulso a la selección, pero no siempre hace los mejores cambios. LA FAMILIA Contame de tus abuelos… Tengo cuatro. Orlando y Malú por parte de padre, y Ana y Guillermo por parte de madre. ¿Se portan bien los abuelos? Sí, regalan mucho. Son lo más. 18

¿Los abuelos son mejores que los padres? No sé si son mejores, pero son buenos. ¿Y qué te gusta más de tu familia? Cuando nos juntamos en un partido de Facu o mío y cuando hacemos un asado en casa de mis abuelos. Charlamos un montón. ¿Y juegan también? ¿A qué juegan? A juegos de caja, que me gustan mucho. ¿Cuál te gusta más? El Metrópoli. En el colegio ¿qué está de más y que está de menos? Perdón por mi madrina que es Profesora de Historia, pero no me gusta la Historia. Me gustan mucho Educación Física y Matemáticas. Pero Historia es importante y más si querés seguir con la actuación… Sé que me sirve, pero no es de lo que más me gusta. No me entretiene, no me llama la atención, pero los números sí. Cuando hablás con tus padres, con tus abuelos, con tus amigos del colegio ¿qué les contás sobre tus sueños? ¿Con qué soñás? No tengo pensado mucho el futuro. Me gustaría hacer muchas cosas. Ser futbolista, pero mi padre me dice que es muy complicada esa carrera, y al mismo tiempo me gustaría ser cantante. Pero no lo tengo muy definido.


Mi madre me ayuda a entender mejor las cosas ¿Y qué te gustaría estudiar? No sé. De chico pensaba que cuando sea grande no voy a hacer esto o ser aquello, pero después terminás siéndolo. Te cambio de tema, ¿qué tiene de bueno tener un papá artista? Siempre puedo ir a ver actuaciones de Aristóphanes, de Texas, y ahí hay amigos. ¿Te gusta la amistad que se genera? ¿Eso te motivó a estudiar arte? Sí. Me gusta que sean tan amigos, andar siempre juntos. Cuando era más chico me gustaba cómo actuaban en Texas y cuando fui más grande me interesó hacer teatro. Mis padres me preguntaron y les dije que quería. Empecé haciendo solo canto con 5, 6 años. Después hice canto y baile, y ahora teatro, canto y baile. Contame de tu mamá, porque a tu papá lo conocemos más… Ella es la dueña de la casa, como dice mi hermano. Las reglas las marca mamá. Me enseña mucho cuando tengo escritos, orales. Me ayuda a entender mejor las cosas. ¿Y en qué trabaja tu mamá? Es ingeniera de alimentos.

en la escuela. Él dice que va a ser como Forlán, que estudiaba y a la vez era futbolista. LA VIDA MISMA ¿Qué fue lo más lindo que te pasó en la vida? Uh, es difícil. Me han pasado muchas cosas lindas y buenas en la vida. Lo que más me acuerdo es algo que me pasó hace poco. Fue cuando salí campeón con mi club de fútbol. Nos sacamos muchas fotos, con mis compañeros, familias, dimos vueltas por toda la cancha, tiramos papeles, estuvo muy bueno. Esa vez estuve muy feliz. ¿Y alguna cosa que te pasó que fue un momento muy triste? Sí, cuando tuvimos el choque en nuestro auto contra un ómnibus. Estábamos andando lo más tranquilo y no vimos el ómnibus y nos atropelló. ¿Te lastimaste? Me pusieron tres puntos porque un vidrio me cortó. La que se lastimó más fue mi madre. El que salió menos herido fue mi padre, que estaba del otro lado. Facu se cortó la lengua. Mi madre quedó toda contracturada. Fue un día antes de la Navidad y

me llevaban a un concierto del coro. Te perdiste el coro, ¿te gusta participar del coro? Sí, a mí me gusta mucho, y todos me dicen qué bueno lo que hago. Me saco fotos, me siento alegre, pero no sé cómo demostrárselo a los otros. No sé qué cara poner. Como el día que cantamos con (Jorge) Drexler, mis padres estaban contentos, y yo estaba enojado con él, porque hablaba bastante. Íbamos a salir a las 12.30 y salimos a las 14.15, y yo tenía una reunión en mi escuela, y llegué tarde. Ni siquiera pude comer. El alargó todo. ¿Tenés muchos amigos? Mi mejor amigo es mi vecino que toca la guitarra. Está en 6º año y va a mi cole. Si alguna vez tu amigo estuviera en una situación complicada ¿qué te gustaría hacer por él? Le preguntaría qué le pasó. Charlaría con él. Él nunca demuestras sentirse triste, siempre está alegre. ¿Qué harías vos para que el mundo sea mejor? Creo que en realidad no hay que cambiar el

¿Entonces no te deja comer hamburguesas? Sí, sí. Pero hay algo que aprendí con ella que es mirar la fecha de vencimiento de los alimentos. Porque está todo mal comer cosas vencidas. Mi padre me quiso dar hoy coco vencido en febrero de 2017, pero menos mal que miré la fecha. Tengo el superpoder del olor, porque huelo algo y ya sé qué es, qué gusto tiene. Y además me gusta comer saludable. Como todos los vegetales, salvo berenjena y lechuga que solo la como con las hamburguesas. ¿Y de tu hermano que aprendés? Él va a ser un gran futbolista. A él le dicen “Chicha”, porque cuando fuimos a México con mi familia, mi padre le compró una camiseta de “Chicharito” Hernández, el futbolista mexicano. Todo el mundo, hasta en la escuela, le dicen “Chicha”. Supongo que será futbolista, aunque le va muy bien 19


mundo, sino que tengo que “cambiarme” yo para vivir en este mundo. ¿Por qué decís eso? ¿Qué crees que tenés que cambiar? El comportamiento. Tratar mejor a las demás personas. ¿Tratás mal a las personas? Las trato bien, pero a veces me enojo un poco. Tengo un amigo en la escuela al que no trato muy bien.

Me contó tu padre que cantaste en “Minga”, en Las Piedras, para jóvenes y sus familias ¿Cómo estuvo eso? ¿Qué pasa cuando compartís tu don de canto? La gente se pone feliz cuando canto y eso me pone feliz a mí. Esa noche, mi padre me dijo que iban a ir con los chiquilines de Aristóphanes a una movida en “Minga”, y cuando llegamos empezaron a hacer unas cosas los chiquilines de la Obra, después canté y estuvo una banda.

La gente se pone feliz cuando canto y eso me pone feliz a mí

Está buenísimo que lo puedas reconocer… Gracias. ¿Tuviste alguna experiencia linda con el cole? Fui con la escuela a un hogar de ancianos que está cerca de mi casa. Cantamos canciones con mis compañeros y les servimos cosas ricas a los ancianos. ¿Qué te decían los ancianos cuando cantabas? Al cantar me sentí bien. Pero no me generó mucha emoción, porque me genera más cuando la gente se mueve, y los ancianos se movían poco.

¿Qué cantaste? Una canción de Aristóphanes que se llama “Un santo más”. Y me dio mucha alegría. Me decían que cantaba muy bien. Había unos chiquilines que se movían mucho y eso me gustaba, agitaban fuerte. Es muy bueno eso de cambiar el ánimo de las personas… Está bueno. Me hace sentir bien, feliz.

La ficha de Mauri Mauricio Pereyra Chao, tiene 9 años. Está en 4º año de primaria en el Instituto María Auxiliadora (IMA). Vive en el barrio Palermo con su padre, Federico Pereyra, su madre Gabriela Chao y su hermano, Facundo, de 6 años. Sus abuelos, que no viven con él, son Orlando y Malú, por parte de padre, y Ana y Guillermo por parte de madre. Integra el Coro Nacional de Niños del Sodre. Realiza talleres de teatro, baile y canto en Grupo Texas. Juega al fútbol de lateral o volante derecho en la categoría 2009 en el equipo de Don Bosco de la Liga Palermo. 20


SINTONIZANDO CONDONBOSCO

Sor Yvonne Reungoat Superiora General de las FMA

TIEMPO DE SINODALIDAD… TIEMPO DE ESPÍRITU DE FAMILIA Queridos amigos de la Familia Salesiana de Uruguay: Estamos viviendo un tiempo privilegiado en el que Dios nos habla constantemente a través de testimonios y de acontecimientos. Es un tiempo que nos desafía a caminar en sinodalidad. Con frecuencia hemos oído hablar de sinodalidad, y tal vez la hemos percibido como una novedad. De hecho no es desconocida en la historia de la Iglesia. El Papa Francisco, en su discurso por el 50 aniversario de la institución del Sínodo de los Obispos afirma que desde el Concilio Vaticano II hasta hoy, la Iglesia ha experimentado, de una manera cada vez más intensa, la necesidad y la belleza de "caminar juntos". Según la feliz expresión de San Juan Crisóstomo, citada por el Papa Francisco, "Iglesia y Sínodo son sinónimos". De hecho, la Iglesia es el pueblo de Dios que camina unido (syn-odos) y, por lo tanto, la sinodalidad es una dimensión constitutiva de la Iglesia. “Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha, con la conciencia de que escuchar `es más que oír' [12]”. Es una escucha recíproca en la cual cada uno tiene algo que aprender. Caminar juntos, es una realidad propia de la existencia humana que encontramos bien representada en el mismo Jesús que lleva a

cabo su misión caminando en compañía de los suyos y de cuantos esperan de Él palabras de vida. No solo es un compañero, sino que Él mismo es el Camino que conduce a la meta: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Jn 14, 6). En su caminar con los discípulos de Emaús, Jesús se acerca, escucha la razón de su tristeza y su decepción. Es al partir el pan cuando lo reconocen y, sin demora, sienten la necesidad de compartir con sus compañeros en la fe que el Maestro ha resucitado (cf. Lc 24, 13,35). En ellos renace el amor por la comunidad y el ardor por el anuncio. No pueden guardar para sí lo que han experimentado porque la presencia del Resucitado no solo ha transformado su vida, sino que ha renovado la alegría de anunciar a Jesús con valentía. Nuestro estilo de caminar juntos es el espíritu de familia. Exige el esfuerzo de todos para contribuir a crear un clima de confianza y alegría capaz de implicar a los jóvenes y a las personas que colaboran con nosotros, y de contribuir a que surjan vocaciones salesianas (cf C 50). Los invito a redescubrir, con renovada pasión carismática, la originalidad de este estilo que entonces ciertamente no se describió con el término "sinodalidad" pero que, para todos los efectos, fue tal.

DEOTROSLARES Vaticano - Entre las primeras mujeres de CIVCSVA han sido designadas dos miembros de la Familia Salesiana El 8 de julio de 2019, el Papa Francisco nombró a 23 nuevos miembros de la “Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica” (CIVCSVA), y, algo sin precedentes hasta ahora, entre ellos fueron nombradas siete mujeres, Superioras de Congregaciones e Institutos religiosos femeninos. Para la Familia Salesiana es una gran alegría ver que, entre estas siete mujeres, dos forman parte de su gran árbol: Madre Yvonne Reungoat, Superiora General de las Hijas de María Auxiliadora (FMA), y Olga K., Superiora General del Instituto Secular de las Voluntarias de Don Bosco (VDB). Hasta ahora, de hecho, los miembros de la Congregación eran solo los Superiores Generales de los Institutos y de Congregaciones masculinas. Fuente: ANS

Sentimos la necesidad de intensificar en las comunidades educativas ese ambiente de familia que es escucha atenta, que habla de acogida del otro como parte de mí, que valora la aportación de todos, involucrándolos y haciéndolos corresponsables, que es signo de la presencia de Dios que es amor y comunión interpersonal. La escucha, entonces, se convierte en diálogo que pone en el centro a la persona que puede manifestarse libremente y expresar su propia riqueza y creatividad. Es una actitud comprometida, pero sorprendente porque nos hace abrir nuestros corazones a las dimensiones de Dios que son las del amor gratuito, la misericordia, el perdón, la ternura. También extiende nuestra mirada a la realidad con sus complejidades y desafíos, a la precariedad de la "casa común" (que está cada vez más amenazada) y a las nuevas necesidades de la misión educativa atenta a las pobrezas de los jóvenes. Comprometámonos juntos a construir, con convicción y alegría, este estilo de familia tan necesario y fecundo para nosotros, para los jóvenes, para la Iglesia y para la sociedad.

Roma - Seminario sobre “Acompañamiento Salesiano y Afectividad" Del 25 al 29 de noviembre de 2019, en el "Sagrado Corazón" de Roma, tendrá lugar un seminario sobre "Acompañamiento Salesiano y Afectividad" promovido por el Dicasterio de Pastoral Juvenil. Esta es la última etapa de un camino de animación de la Congregación sobre el tema del Acompañamiento Salesiano. El Seminario está dirigido a los Salesianos y a los laicos comprometidos en el acompañamiento personal de los jóvenes y a aquellos que tienen una experiencia concreta en la educación de la afectividad de los jóvenes en la Pastoral Juvenil Salesiana. Para inscribirse en el Seminario es necesario rellenar el formulario aquí. Fuente: ANS

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MEGUSTACOMENTOCOMPARTO


MEGUSTACOMENTOCOMPARTO

Mirando rezar a un nino Esta página se refiere a la lectura del Evangelio según San Lucas (11,1-13) proclamado en la Misa del 28 de julio, Domingo XVII del Tiempo Ordinario. El gran José Enrique Rodó compuso una de sus célebres parábolas a par r de la experiencia de observar el juego de un niño con una copa, una vara de mimbre, un poco de arena y una flor. Allí nuestro compatriota citaba al poeta alemán Schiller: “A menudo se oculta un sen do sublime en el juego de un niño”. Los que pasamos horas de nuestra vida cerca de los niños, ya sea en familia, en la escuela o el oratorio, sabemos que son una caja de sorpresas. Y lo que Rodó o Schiller podían decir a par r de mirarlos jugar, lo hubieran dicho también con creces si P. Francisco Lezama sdb hubiesen recibido el regalo de contemplar a los niños rezando: quien ha aprendido a orar con naturalidad, junto con sus padres o sus educadores, lo hace luego ―solo o acompañado― con una frescura que transparenta el Misterio de un modo imposible de transmi r con palabras. Realmente no hay manera de no conmoverse mirando rezar a un niño. ¿Rezan los niños en la Biblia? Sabemos que en la An güedad no exis a la visión que hoy tenemos sobre la infancia: el episodio de los apóstoles intentando alejar a los niños de Jesús nos lo recuerda. Sin embargo, en varios pasajes la Escritura nos cuenta de la presencia de los pequeños entre los que adoran al Señor (p. ej., 2Cro 20,13), e incluso en uno de los salmos más bonitos se habla de la alabanza que surge “de la boca de los niños de pecho” (Sal 8,3). Este salmo lo cita el mismo Jesús, cuando son los gurises de Jerusalén quienes lo aclaman a su llegada victoriosa en la ciudad (Mt 21,15).

razón, pero no lo es tanto. Nuestra oración “de adultos” muchas veces está llena de reflexiones, teorías, promesas, autoayudas… Los niños, como los pobres, piden. Se saben en las manos de alguien más grande y poderoso; aunque no lo pongan en palabras complicadas, como hacemos nosotros, ellos saben que lo más importante y valioso en la vida es don y es gracia, que se pide, se recibe, y se agradece. Por esto cuando Jesús ene que enseñar sobre la oración, recurre con tranquilidad a este ejemplo del niño que pide a su padre huevo o pescado (no había golosinas en los supermercados de la época bíblica): es la mejor imagen que encontró Jesús para enseñarnos cómo rezar. Por esto, junto con la meditación de este texto bíblico, y sobre todo junto con su puesta en prác ca, yo te recomiendo, querido lector, que si aún no lo has hecho, no te pierdas la oportunidad de mirar rezar a un niño.

¿Qué hace especial al rezo del niño? Es opinable; yo me animo a proponer dos razones. La primera: rezan con naturalidad. Se apoyan en las formas y en los gestos que han visto a otros, pero expresan de una manera descontracturada y espontánea lo que sienten y lo que piensan. La segunda: piden. Sencillamente piden. Puede parecer una obviedad esta segunda 23


AQUĂ?YAHORA

Generadores

de vida 24


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En el Colegio María Auxiliadora de Juan Lacaze, en el departamento de Colonia, trabajan con dos objetivos en el horizonte: escuchar a los niños y rechazar lo que llaman la hiperactividad docente. Para que los niños puedan hacerse oír el centro educativo promueve a los delegados que se transforman en “la voz” del resto. Son dos mujeres y dos varones en cada curso de 3° a 6° de primaria. “Fomentamos en ellos su tarea representativa. En cada reunión de delegados acercan los pareceres de sus compañeros quienes responden a sus preguntas sobre cómo están viviendo 'tal cosa', qué les parece 'tal otra'…Al fin y al cabo escucharlos y que participen son derechos garantizados en la Convención de Derechos de los Niños”, sostiene Otto Ritter, encargado de la Pastoral del colegio. La segunda iniciativa implica decirle "no" a la hiperactividad docente. El colegio está embarcado desde este año en un proceso de transformación en el que están inmersas también las otras casas salesianas apuntando a la innovación educativa. “Una de las medidas iniciales ha sido no agregar más eventos al calendario y ´prohibido cansarse antes de octubre´. ¿Cómo tener tiempo y ganas de escuchar a los niños si vivimos corriendo detrás del calendario y llega mitad de año y ya estamos cansados? ¡Qué difícil! Ahora que somos conscientes de esto nos damos cuenta del daño que nos hace”, explica. “No es fácil lograrlo, pero estamos dando batalla, la idea es que desde inicial hasta primaria todos los educadores estemos más disponibles para los niños, si no aquello de ponerlos en el centro puede que no sea tan cierto en la práctica”, señala el educador. La Psicóloga y Psicoterapeuta Cognitivo Comportamental de niños y adolescentes, Martina Basso, asegura que es vital para el desarrollo mental y para el desarrollo de la autoestima del niño que sea escuchado por los adultos. “Si los adultos necesitamos ser escuchados cuánto más los niños que están creciendo. Es una necesidad emocional básica poder expresar lo que sienten, lo que necesitan”. Es tarea de los adultos darles ese espacio tanto en los centros educativos como en los hogares. La especialista afirma que principalmente los papás tienen la tarea de ir decodificando el mundo a los hijos. “Estar ahí para mi hijo, escucharlo y prestarle atención sin interferencias, sean pantallas u otras distracciones, es fundamental”, manifiesta.

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¿QUÉ NECESITA DE MÍ? Cuando nace un niño en la familia las prioridades cambian. Todo comienza a girar en torno al recién nacido a quien se le ofrecen todas las atenciones y cuidados, luego llegan los hermanos, y en la familia hay dos o tres niños. Con el paso del tiempo y el exceso de actividades de niños y adultos, las cosas se pueden complicar. Basso afirma que hoy en día “tenemos niños con agenda llena: van a la escuela ocho horas o tienen actividades extracurriculares, van al club, llega el fin de semana y tienen deporte o actividades sociales, y a eso le sumamos las nuestras. Por ese motivo estamos teniendo niños más ansiosos, más estresados, agotados. Es importante no Federico Barreto caer en este trajín con ellos”.

Para no perder el foco, la Psicóloga recomienda preguntarnos: “¿Qué necesita este hijo de mí en particular? Tal vez un hijo tiene más energía que el otro y necesita alguna actividad extracurricular o me estoy pasando con él y tiene demasiadas actividades. Todo niño necesita su descanso, llegar a la casa y jugar a lo que quiera o incluso aburrirse”. A través de su conducta los padres dan mensajes a sus hijos. “Es necesario poder parar, frenar, estar ahí en ese momento, disponibles emocionalmente para poder escucharlos y comunicarnos con ellos. Eso hoy nos está costando mucho a los papás”, advierte Basso. En el caso de los maestros, la Psicóloga señala la importancia de conocer bien al niño aunque eso lleve tiempo. “Si soy maestra y tengo un alumno a mi cargo que se distrae con facilidad seguramente tenga que sentarse adelante; si tengo otro que termina antes que el resto voy a tener que darle alguna tarea cuando termine o que ayude a un compañero para que no se aburra ni distorsione la clase. Si tengo un niño que llama la atención por lo negativo voy a tratar de que sea el ayudante de la clase”, ejemplifica. Por eso –añade- es importante que la clase tenga un número manejable de alumnos para que el docente pueda ver con claridad y pueda estar disponible para cada uno. PRESERVAR LA ALEGRÍA DE LOS NIÑOS Al llegar a una familia los niños traen naturalmente alegría y ternura, eso se explica –según la especialista- porque las familias los esperan durante nueve meses con expectativa y amor. “Preparan el lugar donde va a dormir, los bolsos para el hospital, los familiares y amigos les hacen el baby shower, y empiezan las primeras interacciones del papá que le habla o le canta en la panza. Luego viene el nacimiento, y el bebé empieza a vincularse con ellos –se da este vínculo que


llamamos de apego-primero con su mamá y luego con su papá-. Por eso genera mucha felicidad”. En cuanto llegan al centro educativo ocurre lo mismo. Los niños brindan mucha alegría a los adultos “por su espontaneidad, su fantasía, su capacidad de asombro. Ellos se relacionan desde ese lugar con los adultos, haciendo preguntas que jamás nos imaginamos o dándonos un beso o un abrazo de la nada”. El encargado de la pastoral del Colegio María Auxiliadora dice que “los niños están llenos de vida, son vida pura y pujante, a pesar de todas las circunstancias por las que pasen, incluso las dolorosas”. Desde su visión, allí se explica la alegría que transmiten a los adultos que los rodean y por eso señala la necesidad de “dejarse encontrar por ellos”. Tomando las palabras de una hermana del colegio en el que trabaja asegura que "los niños hace menos tiempo que han salido de las manos de Dios". “Me encanta esa imagen y creo que explica mucho; ayuda a entender las palabras de Jesús, aquello de hacernos como niños, y también ayuda, al mirarlos, a entender la vida en su estado original, y que muchas veces se nos desdibuja con los años y las rutinas”.

Basso asegura que para que los niños conserven esa alegría es fundamental “permitirles ser niños” y que vivan su niñez de forma natural y de acuerdo a sus edades. “Parece que quisiéramos que crecieran rapidísimo y los tenemos sobreestimulados. Los niños necesitan jugar, tener contacto con la naturaleza, juntar palitos, piñas, bichitos de luz, jugar con las mascotas, aburrirse, estar sin hacer nada para contactar con su creatividad, y sacar lo mejor de ellos”. En ese sentido apunta a la importancia de que vean a los adultos que los rodean alegres. “No solo los padres, sino también los abuelos y los familiares cercanos somos modelos; si queremos que nuestros hijos o nietos estén más alegres y vivimos enojados y quejándonos no les vamos a dar lugar a la alegría. Si bien es natural tener tristezas o enojos que no sea lo habitual y pueda reinar la alegría”. La alegría es una de las cinco grandes emociones que manejan nuestras vidas junto a la tristeza, la furia, el temor y el asco o desagrado. Como muestra la película “Intensamente” es necesario aprender a manejar esas emociones para que ninguna predomine sobre la otra. En el film, que es una clase de educación emocional, la ira, el temor y el desagrado toman el control cuando Riley, una niña de 11 años que debe mudarse de ciudad por el trabajo de su padre, llega a una nueva escuela y a un nuevo mundo que le es desconocido y ajeno. Cada emoción cumple una función: la alegría se encarga de mantenerla en una actitud positiva y de que repita conductas buenas; el asco la protege ante los factores internos o externos que le hacen mal; el miedo la

sobrepone frente a los peligros; la ira le permite defenderse cuando algo la irrita demasiado; y la tristeza la ayuda a meditar sobre los cambios necesarios. En la vida de Riley finalmente la alegría y la tristeza logran trabajar en conjunto y en armonía sin que predomine una sobre otra, y la niña vuelve a la paz inicial. ASUMIR RESPONSABILIDADES Como afirman los Antropólogos Elinor Ochs y Carolina Izquierdo, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), también es muy importante para el desarrollo de los niños que asuman responsabilidades. Los investigadores realizaron un estudio en el que compararon el comportamiento de un grupo de familias de Los Ángeles con los “Matsigenka”, una tribu de la amazonia peruana. Como resultado del trabajo, mientras que en las primeras los padres asistían a los hijos ante la mínima dificultad y estos colaboraban muy poco con las tareas del hogar, los niños de la tribu indígena participaban de los deberes cotidianos sin necesidad de instrucciones. Izquierdo menciona en sus conclusiones a Yanira, una niña de 6 años, que sin esperar directrices de nadie, barría el campamento cada mañana y cada noch y se encargaba de ir al río, donde pescaba unos cangrejos que limpiaba y cocinaba para el grupo. Por la noche, su ropa le servía de manta. “Tranquila y segura, Yanira no pedía nada”, afirma la Antropóloga según consigna un artículo del diario español La Vanguardia. Izquierdo concluía en su investigación que no dar responsabilidades a los niños en aspectos básicos de la vida cotidiana, como 27


que aprendan a cocinar o a recoger su ropa mientras que se les exige que sean capaces de “ingresar en Harvard”, supone una “contradicción en los valores y prácticas para promover la independencia” que “resulta en un dilema importante para los niños”. Horacio Bernardo

Por eso Basso señala también la importancia de la cooperación en el hogar de acuerdo a sus edades como forma de ayudarlos en el desarrollo de su personalidad. Si bien aclara que dependerá de cada niño, a grandes

rasgos hay actividades que podrán realizar en cada etapa. Según la especialista a los 2 y 3 años el niño puede ordenar sus juguetes, poner la ropa sucia en el canasto, regar las plantas, comer solo. Sobre los 4 y 5 años -sumado a lo anteriorpuede vestirse solo, ordenar su cuarto, recoger y poner la mesa, y empezar a hacerse la cama. A los 6 y 7 años puede recoger la basura, manipular alimentos, pelar verduras, bañarse solo. Sobre los 8 y 9 ahí ya puede

colgar la ropa, doblarla, limpiar la mesa después de comer, utilizar el horno de forma autónoma, poner el lavarropas a funcionar. En tanto a los 10 y 11 puede preparar alguna comida simple, si tienen jardín corta el pasto, limpiar el baño, hacer alguna costura simple como cocer un botón; sobre los 12 que están dejando de ser niños- se les puede encargar hacer algún mandado cerca de la casa para comprar algo que haga falta, cocinar algo más elaborado, y limpiar el auto si los padres tienen uno.

La experiencia radial de los niños periodistas de Juan Lacaze Por Otto Ritter Desde hace cinco años el Colegio María Auxiliadora de Juan Lacaze cuenta con un programa radial que es producido y conducido por niños. La emisora 89.1 de la ciudad cede dos veces a la semana, lunes y viernes, un espacio de 30 minutos que los niños utilizan para expresarse y destacar siempre las "buenas noticias" que hay en la ciudad. El colegio ha querido, en estos últimos años, profundizar la convivencia de la educación formal y no formal en la misma propuesta. Así es como los espacios asociativos y los talleres se han instalado y multiplicado en la casa. En ese marco, la Hna. Margarita Aguilar, motivada porque los niños se expresen y aprendan a expresarse, inició el taller de periodismo. Al cabo de pocas semanas el grupo de miniperiodistas, como ellos se autodenominaron, se encontraron entrevistando a jóvenes y adultos de la ciudad con una consigna: destacar las cosas buenas que pasan y que muchas veces quedan desapercibidas. ¿Y si esta actividad la extendiéramos más allá del colegio? Y los miniperiodistas consiguieron un espacio en la Emisora del Sauce, pero había que gestionar por sí mismos. Aceptado el desafío empezaron a aprender sobre periodismo radial, le dieron formato al programa, incluyeron tecnologías de producción y se dividieron tareas periodísticas entre ellos, alumnos de 4° a 6° años de primaria. Los niños lograron no solo sacar adelante el programa, sino instalarse en la programación, tener una propia audiencia con la que interactúan por teléfono, convocar invitados, realizar concursos y tener siempre una palabra de aliento para sus oyentes. El equipo de miniperiodistas se ha ido renovando año a año. Los niños más grandes enseñan todo lo aprendido a los más chicos y a los compañeros nuevos que se integran. El programa hasta ha hecho transmisiones en vivo desde eventos importantes del colegio y de la ciudad. Las familias de los niños valoran enormemente el crecimiento en el arte de comunicar y en la facilidad de expresarse que han sabido cultivar. Si hoy miramos los talleres educativos del colegio y los comparamos con los de hace unos años veremos que han cambiado, rotado e incorporado nuevos, pero el de periodismo radial sigue en pie. Es que los micrófonos de la emisora esperan a estos niños. Actualmente, acompañados con su tallerista y la Hermana Beatriz Lombardo se están aventurando a un ciclo renovado, pero que en esencia sigue siendo oportunidad para que los niños aprendan a hacer y a ser haciendo y siendo. ¡AIRE! Mag. Fabián Vitabar

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SABORABUENASNOCHES

POR LOS DIONISIOS DE NUESTRA TIERRA Era la noche del 9 de mayo de 1929, en un modesto ranchito de campo, cerca del arroyo “De Oro”, departamento de Treinta y Tres; un niño de 9 años, llamado Dionisio, estaba con su madre y con su hermanita de 15 meses cuando su abuelo, el dueño de casa, los atacó con un cuchillo. El niño intentó defender a su madre, pero, por la gran diferencia con el agresor no pudo evitar lo peor. Dionisio, herido en su vientre, tomó en brazos a su hermanita y se escondieron en una pieza. El dolor era desgarrador, pero el temor por ella lo hacía soportar mientras oía al abuelo herir de muerte a su tío. Hizo dormir a su hermanita y esperó que amaneciera. Una noche eterna que convirtió a un niño en un hombre.

Al alba, cargando a su hermanita, cruzó a campo traviesa rumbo al poblado “El Oro”. Caminó los 9 km que lo separaban del lugar, haciendo lo humanamente inexplicable, ya que se trataba de un niño de corta edad. Subió cerros, atravesó quebradas, cruzó arroyos, decidido a salvar a su hermaniP. Adrián García sdb ta; sabiendo que su madre había muerto no se preocupó por sus heridas e hizo un esfuerzo, que resulta increíble, por la vida de Marina. Al mediodía un oficial de policía lo ve venir a lo lejos, cayéndose, con el último impulso, cargando a su hermana. Cuando se acercó, con voz de niño y temperamento de hombre, la entregó al policía diciéndole: “El viejo se enloqueció, mató a mi madre y al tío, por favor cuiden a mi hermana y que él no la encuentre”. Dionisio fue trasladado a Treinta y Tres, falleciendo en el camino. Allí donde había muerto el niño, había nacido el héroe. Aquí termina la proeza del pequeño Dionisio, pero comienza la historia donde el amor, una vez más, puede más que la muerte. Esta narración es bastante más que un simple cuento que se enseña en las escuelas de todo el territorio nacional. Es una historia de sacrificio, de entregar la vida por un ser querido con tan solo 9 años… con el razonamiento y el físico propio de esa edad; una historia de fortaleza para soportar el martirio y salvar la vida de Marina, siendo hoy, Dionisio, un ejemplo de amor hasta el extremo, para todos los orientales de nuestra Patria. Un destello pascual que desde la fe en Jesucristo lo podemos percibir como ese Reino de vida y de amor, que va creciendo en el silencio de los pequeños, pero a la vez grandes corazones, de muchos “niños Dionisios” que viven en esta tierra. Por ellos repico estos versos de Serafín J. García:

Sólo así podría mi canto desceñir el haz del tiempo que apagó tus mariposas y enmudeció tus jilgueros. Sólo así reencendería mi voz tu acendrado fuego, la luz azul de tus ojos, tu lustral sangre sin miedo, y el puro amor que ensanchaba tu corazón de lucero. Pero he de cantar, no obstante la opacidad de mi acento, esta canción obstinada que me calienta los huesos, y en la inquietud de la sangre me labra caminos nuevos. Y he de cantarla, Dionisio, por el niño que aún conservo vertical sobre mis días, desmintiéndome el invierno, allegando madrugadas a las noches de mi esfuerzo.

Y también por otros niños que mis ojos aprendieron en tu pago y en mi pago, pena a pena, sueño a sueño. Por los niños campesinos, todos tristes, todos serios, pies que hiela el blanco junio y que quema el rojo enero, tiernas manos sin juguetes agrietadas a destiempo, mustias bocas doloridas de pan duro y de silencio. Es por ellos sobre todo -tú lo sabes, niño inmenso-, es por ellos tus hermanos rubios, indios, pardos, negros, por afuera tan distintos, tan iguales por adentro, todos ellos refundidos

en tu amor y en tu denuedo, por la herida de tu vientre desangrados todos ellos, que mi opaca voz pretende revivir tu heroico gesto, historiar la hazaña enorme que salvó tu luz del tiempo, para izarla en la memoria fiel y cálida del pueblo como un hito de la vida, cual semáforo perpetuo que ninguna noche apaga ni derriba ningún viento. Es por ello –tú lo sabes, niño gaucho- que te ofrezco este canto que me sube de la sangre y de los huesos.


DELÁRBOLSALESIANO

Juan Ignacio Souto Parada (7)

"Dios tiene que existir, sino el amor no existiría Juan Ignacio tiene apenas 7 años de edad, pero sus ocurrencias y reflexiones, denotan una sabiduría y una profundidad que deja perplejos, en más de una ocasión, a los adultos que lo rodean. Fue el primer hijo, el primer nieto y el primer sobrino de una familia que lo adora. Hoy vive con su mamá, quien lo admira profundamente por su "inteligencia emocional". "Es especial", coinciden en afirmar sus educadores, y a través de sus respuestas seguramente conducirá a los lectores a la misma certeza. Juan Ignacio Souto Parada, alumno de segundo año de primaria en Maturana, y su mamá, Mercedes Parada, Doctora en Medicina, comparten en el BS los entretelones de una historia en común nutrida de espacios de escucha, complicidad y abnegación. 30


Mercedes, ¿qué fue lo primero que pensaste o sentiste cuando tuviste por primera vez a Juan Ignacio en tus brazos? Fue una sensación inexplicable. Cuando lo tuve en mis brazos fue algo bien instintivo, sentí esa necesidad de cuidarlo como a nada en esta vida aunque no supiera nada de él, fue como algo sobrenatural. Uno se va enamorando de ese ser cada vez más, y después ya estás perdida. ¿Qué trajo Juani a la familia? Una alegría enorme. De un lado y del otro fue el primero para todos. El primer nieto, el primer sobrino. Por cuatro años fue el único y el niño consentido por todos. ¿Cuál fue el momento más desafiante para vos como mamá? Claramente cuando me quedé sola con él (su papá está en Argentina). Sentí que tenía que manejarme. Y si bien en mi rol de madre estoy para corregirlo y un montón de cosas, ahora tengo que estar más que nunca para escuchar lo que tiene para decirme. El necesita un canal donde volcar toda la angustia de no tener a su padre acá ya que tienen un vínculo lindo, y lo extraña. Ahí hubo un punto de inflexión en mi maternidad. Eso me ayudó mucho a crecer como mamá y gracias a eso tenemos un vínculo muy estrecho. ¿Qué seguís aprendiendo de él? La inteligencia emocional que tiene. Es un genio. Es un niño con el que, como madre, no te podés equivocar porque te lo hace saber. Te dice: "Pero, escuchame, ¿por qué me estás gritando? Pensemos, estás cansada, dormiste mal...". ¿De dónde saca él esa sabiduría? Es algo bastante innato, una bendición porque con lo que le toca vivir poder hacer eso... A él se le diagnosticó a los 5 años diabetes y yo siempre digo que Dios prepara para estas situaciones que tocan vivir. Yo misma le diagnostiqué la enfermedad. ¿Qué soñás para Juani? Quiero que sea feliz, y ser feliz implica el poder hacer todo lo que él quiera sin sentir que tiene algún tipo de límites. Juani, ¿qué es lo que más te gusta de Maturana? Lo que más me gusta es plástica y también el recreo. Me encanta el fútbol aunque tam-

bién el basketball. ¿Qué no te gusta hacer? Lo que no tolero es no poder jugar al fútbol cuando llueve. Tampoco me gusta la escritura. ¿Te gustaría cambiar algo de tu vida? Me gustaría cambiar la ensalada de frutas por millones de kilos de spaghetti. Y mi condición… aunque sé que lo que me pasa es para ayudar a las personas que tienen diabetes y enseñarles que no se tienen que asustar tanto, que se puede hacer de todo. ¿Quiénes son tus mejores amigos y por qué los elegiste? Mateo Ramos, Matías Baldjian, Mateo Silva, Guillermo Ortíz, Renata Rocha y Agustín Alonso. Los elegí porque confían mucho en mí y yo en ellos, porque compartimos muchas cosas, ¡secretos incontables! ¿Ellos tienen muchos secretos tuyos? No, yo de ellos y nunca los conté a nadie. ¿Qué te gusta hacer con tus amigos? Jugar a la mancha, a la escondida, a la “prisión puchi” y conversar. ¿Alguna vez te enojás mucho, mucho? Sí, cuando muere alguien que quiero mucho. Pero vos sabés lo que pasa cuando una persona muere ¿verdad? Yo creo que las personas que no creen en Dios solo van a la tumba, pero las personas que creen van al cielo. ¿Vos creés en Dios? ¿Creés que existe? Sí. Estoy reconvencido de que existe. Tiene que existir, sino el amor no existiría.

tras me aman. ¿Y qué le pedirías a Jesús? Comer con azúcar y que me deje ser corredor de carreras de Nascar. ¿Qué te gustaría ser cuando seas grande? Me gustaría ser policía para poder seguir a los ladrones en el auto, bien rápido. ¿Qué es lo que te da más pereza hacer? Después de almorzar volver al colegio me da una pereza horrible. Si tuvieras que darle una medalla a tu mamá se le darías por... Ah, por ser piola cuando vienen mis amigos a casa y porque juega con nosotros.

¿Vos sentís que Dios te quiere? Sí.

Si tuvieras la oportunidad de hablar cara a cara con Dios... ¿qué le dirías? Le pediría que me perdone, y que mamá pueda ir al gimnasio porque tiene un problema en la columna.

¿Y cómo te das cuenta? Ahí ya no tengo palabras... Es porque mamá, mi familia, mis amigos y mis maes-

¿Por qué te gustaría agradecerle a Dios? Le daría gracias porque mamá me puede comprar chiches, y por mis amigos. 31


UNAMANOAMIGA

“… si estos jóvenes hubieran tenido un amigo que se preocupara por ellos, los acompañara y les mostrase el amor de Dios, quien sabe si no se hubieran alejado de esta vida que llevan…” Don Bosco (MO)

OBRA SOCIAL AIRES PUROS

Acompañar desde la espiritualidad situaciones de dolor en barrio Lavalleja Frente a las diversas situaciones de sufrimiento que afectan a las familias que atiende la Obra Social “Aires Puros”, emplazada en el barrio Lavalleja, los educadores generaron un espacio que acompañe también desde la dimensión espiritual, entendida en un sentido amplio, donde lo simbólico, iluminado desde el evangelio, cobra un lugar protagónico. Las integrantes del equipo de coordinación del Centro Cristina Pascual, Sabrina Miranda y Sofía Gutfraind, explican para el BS cómo surgió la iniciativa, cómo la comunicaron, qué respuesta tuvo y los aprendizajes que permite. 32


¿Cómo surge la experiencia de convocar a las familias para rezar y celebrar juntos? Esta convocatoria surge a partir de buscar formas de acompañar muchas situaciones de sufrimiento que se estaban dando en el barrio y que repercutían en los gurises y sus familias. Somos una Obra Social inserta en la zona del barrio Lavalleja y que busca acompañar la vida de los niños, adolescentes y familias. Hace unos tres años, comenzaron a vivirse situaciones de enfrentamientos violentos entre grupos del barrio que trajeron experiencias de inseguridad, muerte y dolor a muchas familias con las que compartimos la vida en el Proyecto. Frente a todas estas vivencias, empieza a aparecer en el equipo de educadores - que también se ve afectado por todo esto-, la necesidad de crear un espacio que acompañe más lo espiritual. Empezamos a ver que las familias buscaban quedarse para com-

partir lo que estaban viviendo, con la necesidad de expresarse. También en el equipo de educadores fueron apareciendo las preguntas de sentido, la necesidad de esperanza, de apoyarse mutuamente… Se apostó, entonces, por abrir la cancha a una dimensión presente en la identidad y la actividad con los gurises del Proyecto, pero que nos cuesta compartir con el barrio por ciertos prejuicios o porque no sabemos cómo hacerlo. Sin embargo, luego de “tirarnos al agua” la gente lo valoró, lo agradeció y se hizo presente. Desde el comienzo, nos planteamos cuidar la dimensión espiritual apuntando a la búsqueda de sentido, mirando desde la fe cristiana, que es el valor que tenemos para compartir, pero sin transformarla en dogma o rito. Apuntamos a conectar con lo espiritual, pero desde el principio nos planteamos hacerlo de modo amplio, donde todos se pudieran incluir. Por eso pensamos en celebraciones donde conectar desde lo gestual, desde lo corporal, con iluminación del evangelio, pero permitiendo que todos se sintieran invitados. Decidimos como equipo coordinador de la Obra escuchar este pedido, esta necesidad y darle prioridad. A la etapa de construcción, le dedicamos tiempo, porque no queríamos que fuera un espacio improvisado. Por eso, desde este equipo coordinador, se propuso que se preparara dentro del horario de trabajo y cuidando estos objetivos que habíamos conversado juntos. Nos esforzamos por “movernos” de nuestro lugar de la “palabra” para incluir muchos símbolos y gestos ya que nos parece que esto permite que los gurises y sus familias puedan expresar las emociones que viven y sus búsquedas. Este campo de lo simbólico es un campo que es bien compartido por

todos y en el que todos, desde el lugar existencial en el que están, podemos encontrarnos con la experiencia espiritual. Fue para nosotros todo un trabajo de “desplazamiento” de la palabra para incluir el cuerpo, buscar un lugar donde el compartir estuviera más en el hacer juntos, que en el decir… ¿Cómo se “lanzan” a la primera experiencia? Precisábamos responder a la necesidad de estas familias a las que queremos, para acompañar estos dolores, estas muertes, esta vida en constante tensión… así surgió, fue el puntapié inicial, esto luego se transformó en signo, optamos por una “quema”, una hoguera en la que compartimos los dolores, los sufrimientos, para que se transformaran en fuerza, ánimo, luz. Cada uno luego fue invitado a encender, de esa hoguera común, una vela que llevó a su casa para ser luz en medio de tanta oscuridad. Allí estuvo centrado el mensaje, esta dimensión tan evangélica de ser luz en el mundo, aún en estas situaciones. ¿Cómo fue la respuesta de la gente? Muy buena… Desde el principio nunca pensamos en lo masivo, fue algo que conversamos en el principio, no nos interesaba tanto el número sino que el que viniera pudiera vivir el momento; íbamos a proponer un espacio para el que lo necesitara, aunque fueran dos o tres. Pero la respuesta nos asombró. Por otra parte, destacamos el clima de silencio y oración, se respira necesidad de escucha profunda… A pesar de que estamos compartiendo esas vivencias, desde niños a abuelas, con diferentes experiencias de religiosidad, siempre se ha dado un clima de “encuentro” en una dimensión más profun33


da… Se ha dado, contrario al mito, la presencia de varios papás además de madres y abuelas, así como otros referentes de los gurises, hermanos mayores, tías, etc. ¿Cómo comunican el espacio? Hacemos una invitación en la que ponemos “pienso” y diseño de manera que vaya generando clima y sugiera algo de por dónde va la propuesta. Intentamos incluir el signo central y alguna frase que acompañe. También cuidamos el momento de convocatoria. Tuvimos que pensar en los dos proyectos (Club de Niños y Centro Juvenil) con sus gurises y educadores, en las familias que vienen a traer o llevarse a los niños ya que decidimos que ellos se quedan si viene su familia. Finalmente, acordamos convocar a las 18 horas y tiene una duración aproximadamente de 50 minutos. En cuanto a la frecuencia nos pusimos como objetivo hacer dos por año. Si bien nos gustaría ofrecer más instancias nos parece que debemos ser realistas y, por otra parte, no perder calidad en las que ofrecemos. Llevamos unas cinco experiencias. Luego de esta primera, que ya contamos, volvimos a convocarnos en torno a la imagen de la semilla, para favorecer la vida y el crecimiento. Luego vimos oportuno convocar en torno al día de los difuntos que, en esta realidad, tiene mucha carga afectiva y la propusimos desde un lugar dónde conectar con los aprendizajes y lo que nos dejan los que nos precedieron. Este año, ya propusimos la 34

primera en torno a María, en la que trabajamos y celebramos el cuidado de la vida. ¿Han encontrado dificultades y aciertos en la comunicación religiosa, en los lenguajes en los cuales encontrarse? En general, esta apuesta por lo gestual, simbólico y corporal ha sido un acierto. De todos modos, justo en la última experiencia, evaluamos que hubo algunos gestos que usamos que suponían una cierta adhesión o comprensión de la cultura cristiana elaborada. Pero en general hemos hecho cosas juntos, hemos plantado, hemos encendido velas, hemos hecho manualidades… hemos buscado cuidar la explicación sencilla sin tecnicismos ni lenguajes inaccesibles y, no por ello, sin presencia del evangelio. Hemos usado siempre frases del evangelio, buscando la traducción más accesible, cuidando que se pueda conectar con la realidad. ¿Y quién anima estas instancias? El equipo que prepara se organiza y de acuerdo a los momentos y dones de los educadores, pide la colaboración a otros. También invitamos siempre a algún cura para que haga un aporte, porque está bueno que la gente vea la presencia sacerdotal. ¿Qué aprendizajes está trayendo esta experiencia al Centro Salesiano Aires Puros? Una reflexión es que hay que animarse a proponer; a veces nos parece que este tipo

de propuestas no van a enganchar… También vemos como desafío poder “romper” con nuestro mundo mental y poder buscar el equilibrio para proponer el evangelio, en el que creemos, desde estos nuevos lenguajes menos “intelectuales” y más experienciales. Es significativo porque atiende a una dimensión espiritual que es importante y es un desafío que provoca nuestra creatividad, poder movernos de las estructuras que ya tenemos incorporadas sin dejar de proponer el valor del evangelio. Está bueno el ejercicio de poder reconocer el capital de religiosidad y de vida espiritual que hay en el barrio y generar una propuesta que haga que eso cuadre y tenga sentido, sin dejar de ser quiénes somos ni dejar de proponer lo que queremos; pero con una dinámica de apertura que puede valorar que el otro también tiene un camino hecho en su vida espiritual y en sus formas de vivir la religiosidad tiene mucho para sumar. Lo otro que también es un aprendizaje y un mensaje lindo es que no es necesario esperar por el cura para poder vivir nuestra dimensión espiritual y compartir nuestra fe y celebrarla. Nosotros como laicos tenemos mucho para aportar de cómo celebrar la presencia de Dios en la vida cotidiana, la esperanza y el amor. No es necesario llamar al cura para que “nos celebre”; la celebración es una dimensión que nos viene por nuestra condición de bautizados, y el sacerdote está para acompañar a la comunidad que celebra la vida.


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Mural en pared exterior del Colegio Nuestra SeĂąora del Carmen de Salto

Con motivo del inicio de los festejos de los 100 aĂąos del Colegio.


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