Todo por amor con todo el corazón - Boletín Salesiano Diciembre 2021

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URUGUAY / Cuarta época / Año XLIII / Nº 10 / Diciembre 2021 / www.issuu.com/bsuru


o i r a m u s

PÁG 4. ¡SÍ, HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL!

El Padre Inspector, Alfonso Bauer sdb, nos presenta a san Francisco de Sales “Solo viviendo en el amor, crece, madura y se realiza el ser humano”

PÁG 7. SINTONIZANDO CON DON BOSCO

Don Ángel Fernández Artime “Dejémonos sorprender por la sonrisa de Dios”

PÁG 3. CARTA DEL DIRECTOR “Todo por amor, con todo el corazón”

PÁG 8. NOS MUEVE LA ESPERANZA

P. Martín Ponce de León sdb y Fiorella Zuccotti

PÁG 10. FAMILIA EN OBRA

PÁG 11.

In Memoriam

ME GUSTA, COMENTO, COMPARTO

Hna. Laura Guisado “Todo por amor, con todo el corazón”

PÁG 24. SINTONIZANDO CON DON BOSCO Sor Yvonne Reungoat hma “Al término de mi servicio, solo una palabra: ¡GRACIAS!”

PÁG 16.

PÁG 20.

CON NOMBRE Y APELLIDO

PÁG 12. VALE LA PENA VIVIR ASÍ

Ramiro Pisabarro, un periodista con todas las letras

Carlos Luna, experto en marketing religioso Una “Iglesia en salida” y con “descaro evangelizador”

AQUÍ Y AHORA

Pbro. Sebastián Pinazzo El amor perfecto

PÁG 26. UNA MANO AMIGA

PÁG 28. DEL ÁRBOL SALESIANO

PÁG 31.

Marcio Pintos Ribero (Rivera) “Me inspiro en la confianza que me dan los gurises y en los pasos que nos ha marcado Don Bosco”

Karen Amado Amar mucho y muy fuerte

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Boletín Salesiano Revista de información sobre la Familia Salesiana y de cultura religiosa Director: P. Sebastián Ferreyra sdb Redactora Jefa: Adriana Porteiro

Diseño: gustavo@tanganika.com.uy Impresión: Mosca

Columnistas: P. José Adrián García sdb y Hna. Laura Guisado hma.

Departamento Comercial: Luis Gómez E­mail: boletinsalesianouruguay@gmail.com Celular: 092 432 286

Equipo de redacción y responsables de secciones: P. Daniel Bernardoni sdb, Hna. María Baffundo hma, Lic. Natalia Roba, Lic. Marcelo Hernández, Lic. Joaquín Castro, Ana Inés Rodríguez y Nahuel Durand. Fotografía: Sofía Cayota, Santiago Fernández Yurcho, Sebastián Andión, de ANS, Pixabay y fotos de archivo. Corrección: Graciela Rodríguez

Dirección, redacción y administración: Av. Agraciada 3181 CP 11800, Montevideo; tel. 2209 4521 Sitio web: www.issuu.com/bsuru Email: boletinsalesianouruguay@gmail.com Afiliado a la Cámara Uruguaya del Libro. / Depósito Legal: 366.191

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P. Sebastián Ferreyra sdb

CARTADELDIRECTOR

TODO POR AMOR, CON TODO EL CORAZÓN «No hay amor más grande que dar la vida» Es una expre­ sión radical de Jesús en el Evangelio según san Juan. Esta une lo más preciado, lo más profundo, lo más sagrado de cada persona: la vida y el amor, y los une de un modo paradójico, porque la forma más perfecta de amar no es conservar para sí alguna cosa, no es una conquista, sino entregar la propia vida. Esta experiencia radical de la que Jesús nos habla no es un acto heroico que estamos llamados a vivir en situaciones extremas, sino que es la experiencia cotidiana de un cora­ zón empeñado en el seguimiento de Jesús. No es “en aquel caso con amor”, sino “todo por amor”. En la carta encíclica «Fratelli tutti», Francisco nos propone una fraternidad universal que no es más que hacer expe­ riencia del amor, no un amor que se encierra y se empobre­ ce en el egoísmo narcisista, sino un amor que es capaz de abrirse a todos y a todo. Sin embargo, la sangre de Abel derramada por su hermano grita y Dios pregunta: ¿dónde está tu hermano? Abel es pastor, Caín es labrador. Su identidad y vocación, es ser hermanos, en la diversidad de su actividad y cultura, de su modo de relacionarse con Dios y con la creación. Pero el asesinato de Abel por parte de Caín es la constancia trágica del rechazo radical de la vocación a ser hermanos y de la dificultad de la tarea a la que están llamada la humanidad: vivir unida, y cuidar los unos de los otros. Denuncia el Papa Francisco que la desigualdad, la pobreza y la injusticia revelan una profunda falta de fraternidad y de amor. La fraternidad es una dimensión esencial de la perso­ na humana, que es un ser relacional. Sin ella, es imposible

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la construcción de una sociedad justa, de una paz estable y duradera, de la auténtica comunión de los hermanos, la erradicación de toda violencia. En este tiempo ya próximo a la Navidad renovemos nuestra capacidad de entrega, de generosidad, de gratuidad, haga­ mos el ejercicio de amar sin condiciones a nuestros herma­ nos, a nuestro mundo, para ir abriendo las fronteras que nos conduzcan a una sociedad más hermana, más amiga, más fraterna donde hagamos «Todo por amor, con todo el corazón».

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¡SÍ,HAYALGONUEVO BAJOELSOL!

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El Padre Inspector, Alfonso Bauer sdb, nos presenta a San Francisco de Sales

“Solo viviendo en el amor, crece, madura y se realiza el ser humano” San Francisco de Sales es un santo “moderno” asegura el Padre Inspector de los Salesianos en Uruguay, Alfonso Bauer sdb y, además, apostólico, “cuya pedagogía humanista nos enseña que el hombre lleva inscrita en lo más profundo de su ser la nostalgia de Dios”. La Congregación que reúne a los Salesianos de Don Bosco en el mundo recibe el nombre de este santo, que fue un modelo para Don Bosco y lo sigue siendo para sus seguido­ res a cuatro siglos de su muerte. ¿Cuáles fueron las virtudes que lo hicieron santo a Francisco de Sales? ¿A qué se debe su incidencia determinante en la misión de Don Bosco? ¿A qué nos invita su ejemplo de santidad hoy? ¿Por qué es el patrono de los periodistas y escritores?, y los detalles más interesantes de su hoja de vida y legado, son subrayados por el Padre Bauer en esta entrevista para el BS.

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¿Quién es san Francisco de Sales y por qué este año el Rector Mayor nos invita a conocerlo y a darlo a conocer? San Francisco de Sales es un santo que vivió entre el siglo XVI y XVII, y en el año 2022 se conmemora el IV aniversario de su muerte. ¿Por qué fue un santo de referencia para Don Bosco? Impresionado, desde los años de su formación sacerdotal, por su radicali­ dad pastoral, la dulzura, mansedum­ bre y amabilidad de san Francisco de Sales, Don Bosco quiere imitarlo, dedicando su ministerio sacerdotal a los jóvenes pobres, en peligro y más abandonados. Cuando Don Bosco inspirado por el Espíritu va a fundar la Congregación dice: “Nos llamare­ mos Salesianos” teniendo como modelo a san Francisco de Sales. La vocación salesiana se define en ser signos y portadores del amor de Dios, especialmente a los jóvenes. Y ahí encontramos la influencia de Francis­ co que nos enseña que es el amor quien nos impulsa. Toda nuestra vida, nuestros intereses y nuestras preocu­ paciones siguen a nuestro amor. Solo viviendo en el amor, crece, madura y se realiza el ser humano.

¿A qué nos invita hoy este ejemplo concreto de santidad? San Francisco de Sales nos enseña a amar a Dios. El amor implica poner en juego nuestra vida, nuestros sentimientos, nuestras opciones, nuestros deseos más íntimos y nues­ tro compromiso. El corazón es sede del amor, pero también de la volun­ tad libre y razonable, y representa la interioridad del hombre. La educa­ ción y la formación, tal como las presenta Francisco de Sales, apare­ cen como un tentativo que apunta a una acción en profundidad. Es a partir de este centro, el corazón del hombre, como se puede ir desarro­ llando todas las capacidades huma­ nas que Dios ha puesto en cada uno. De ahí que Don Bosco afirme que la educación es cosa del corazón.

¿Cuáles son las virtudes que hicieron de Francisco de Sales un santo? Es un santo moderno, podríamos decir, así como lo es Don Bosco. Propone la santidad en lo cotidiano y para toda persona. Es un santo apos­ tólico, es decir que la unión con Dios es expresada y ejercida en el amor y entrega a los demás, particularmente con la mansedumbre y la dulzura. Es un santo que vive el humanismo cristiano y desde su pedagogía huma­ nista nos enseña que el hombre lleva inscrita en lo más profundo de su ser la nostalgia de Dios y que solo en Él encuentra la verdadera alegría y su realización más plena.

San Francisco de Sales es el patrono de los periodistas y los escritores, ¿a qué se debe? La devoción y la defensa de la fe que caracterizaron a este santo son pues­ tas como modelo para los periodistas y escritores, cuyo norte debe ser siempre la difusión de la verdad y la edificación de la humanidad. Francis­ co poseía dotes de predicador y daba razones de la fe con argumentos sólidos y en búsqueda de la verdad a través de la confrontación. Con el don de la palabra, y a través de ella, manifiesta la belleza y transmite toda noticia que sirva para el progreso y el crecimiento espiritual e intelectual de

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los pueblos. ¿Qué no suele decirse de san Fran­ cisco de Sales, pero es interesante conocer de él? ¿Hay anécdotas acerca de su personalidad? Fue un hombre de atrayente perso­ nalidad y con muchas cualidades. Fue misionero y obispo, diplomático, director espiritual, escritor y funda­ dor. Que era un noble. Estudió en París y en Padua, recibiéndose con 24 años de doctor en Derecho Civil y Canónico. Que tenía un futuro asegu­ rado y le propusieron un matrimonio conveniente, y por otra parte ser senador. Con honestidad y transpa­ rencia discierne, con un acompañan­ te espiritual, qué es lo que Dios quiere de él y dejando toda seguri­ dad se la juega por Cristo quien ocupa el centro de su vida. Francisco de Sales es reconocido como uno de los grandes maestros de la dirección espiritual. Y una de las principales recomendaciones que da es que es si queremos avanzar en lo espiritual es importante buscar una persona de bien que nos guíe y conduzca. Para ti, san Francisco de Sales es… Una oportunidad para profundizar este año en su espiritualidad; poder conocer un poco mejor la influencia que ha tenido en Don Bosco y, ade­ más, un “santo” siempre es un mode­ lo a quien imitar porque nos muestra un camino original de seguimiento de Jesús.


“DEJÉMONOS SORPRENDER POR LA SONRISA DE DIOS” Hoy quisiera transmitirles el mensaje que ven en el título y del que no soy el autor. Ha sido el Papa Francisco quien, en la Navidad del año pasado, felici­ tando a las familias de quienes traba­ jan en la Ciudad del Vaticano, eligió como guía de su mensaje de felicita­ ción esta realidad de la sonrisa, en un tiempo donde no pocas veces está ausente porque también el trato humano y respetuoso está ausente. Pues bien, aun reconociendo esta realidad, la Navidad, el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, nos recuerda que la salvación se nos ha donado, se nos ha regalado, y nosotros hemos de seguir construyen­ do un mundo donde Dios, con su Amor por nosotros, esté siempre más presente. Claro que a veces se nota que nos resulta difícil porque si algo tenemos es la plena libertad para hacer y deshacer, para construir y derruir, para sumar y para restar, por eso vamos haciendo camino hacia una mejor humanidad, pero a veces nos parece que damos muchos pasos hacia atrás. Yo deseo invitarles a que, en esta Navidad, todavía de pandemia por COVID­19 (o al menos con su presen­ cia amenazante), donde estamos aprendiendo a vivir con esta amenaza, no renunciemos a dejarnos sorprender por esa sonrisa de Dios que se traduce en tantas cosas sencillas. En esta Navidad, ante el Hijo de Dios que se hace humano, podemos sentir que en Él Dios nos sonríe y sonríe a todos los pobres de la tierra, a todos aquellos que esperan la salvación, que esperan un mundo más fraterno, un mundo donde se superen las guerras y violencia, donde todo hombre y mujer pueda vivir en su dignidad de hijo e hija de Dios.

Les quiero contar algo que yo mismo vi hace unas semanas y que me llegó serenamente al corazón, y comprenderán el por qué. Me encon­ traba en Valdocco, y eran las tres de la tarde. Pasaba por el patio y algo (me­ jor diré alguien) atrajo mi atención. Observé con más atención y vi a una persona joven rezando bajo el peque­ ño pórtico que sostiene las habitacio­ nes de Don Bosco. Era un musulmán que había puesto su alfombra sobre el suelo, dirigida hacia la Meca y se arrodillaba y se ponía en pie, haciendo sus rezos según su religión. Estaba comunicándose no con “su Dios”, sino con el Único Dios, en el modo y mane­ ra que su religión lo expresa. Estaba muy centrado en su oración y poco le importaba quien pasaba o no y, segu­ ramente, no se dio cuenta de que yo, sin molestarlo y con mucho respeto, lo contemplaba. Casualmente, a esa hora yo había salido de la capilla Pinardi donde durante toda la jornada está expuesto el Santísimo Sacramento, el Señor Jesús presente en la Eucaristía, y pensé que era hermoso que Valdocco y el mismo pórtico donde Don Bosco había estado tantas veces con sus muchachos y donde habían rezado, era el que recogía y albergaba la ora­ ción de ese joven musulmán. Porque la sonrisa de Dios es una sonrisa para

todos sus hijos e hijas en este nuestro mundo. Todos somos fruto de su amor y de su Creación. Y al igual que este pórtico de Valdocco, las casas salesia­ nas del mundo acogen cada día a decenas de miles de muchachos, muchachas y jóvenes de todas las Congregaciones porque allí, en la casa salesiana, se están preparando para la vida, creciendo en humanidad e inclu­ so en fe, seguramente vivida y expre­ sada en su religión familiar, o tribal o étnica, pero siempre como hijos e hijas del único Dios. Por eso mis queridos amigos y amigas, quiero hacerles llegar mi saludo de Navidad con toda la carga de humani­ dad y de fe de que soy capaz. Y les sigo invitando a que, ustedes y tantísimos más, sigamos siendo de las personas que nos sumamos a quienes creemos que el mundo necesita de nuestra pequeña contribución hacia una huma­ nidad más parecida al sueño de Dios sobre nosotros. Que Dios les bendiga y que vivan una santa y hermosa Navidad.

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Tiene 74 años de edad. Es Administrador Parroquial de la Parroquia San Pío X. Reside en la parroquia con dos personas que estaban en situación de calle. Pertenece a la comunidad salesiana de Mercedes. ¿Qué lo hace feliz? Poder ser útil a los demás. ¿Qué cosas le cuesta entender o perdonar? La insensibilidad por no saber mirar a los demás. ¿Cuál es su mayor miedo? Defraudar a los que confían en mi sacerdocio. Si tuviera que elegir un acontecimiento que lo marcó, ¿cuál sería? El haber conocido al P. José María Giménez. ¿Qué le gusta de ser Salesiano de Don Bosco y qué le cuesta más? Animarme a buscar e intentar hacer lo que “la socie­ dad no da” y ser coherente con mi opción. ¿Qué lo apasiona? Servir a los demás, leer y tratar de estar informado de la realidad.

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¿A quién admira? Don Bosco, Francisco de Asís, Madre Teresa y a toda persona que por amor a Cristo se anima a salir a la intemperie. Si pudiera volvería a… A los lugares donde he estado para aprovechar debidamente las oportunidades que Dios me ha dado y no he sabido vivirlas. Qué bueno que decidí… Ser salesiano. De los servicios que presta ¿con cuál se siente más pleno? Celebrar la eucaristía y “La mesa compartida”. ¿Qué hace por amor en su vida? Estar disponible para quien me necesite. El amor es… Servir desinteresadamente. ¿Qué lo inspira a ser columnista en un diario? Una oportunidad que Dios me dio hace más de treinta años de compartir lo que soy e intentar servir a alguien que lee los artículos que comparto. ¿Qué tiene aún pendiente? La coherencia. ¿Con qué sueña para su vida y la de la gente que lo rodea? Que se pueda encontrar, a diario, una razón para sonreír y agradecer.


Tiene 23 años de edad. Es actriz y profesora de teatro. Vive en el centro de Montevideo con Mati Vidal (Dragón) y 2 canes: Fru y Ramón. ¿Qué te hace feliz? Actuar, componer, mis afectos, mis perros, el mate, mi bicicleta, los abrazos. ¿Qué cosas te cuesta perdonar? La mentira y la violencia. ¿Cómo es tu ánimo al encarar un nuevo día? Depende del día, si me da tiempo de armar el mate arran­ co con muchas ganas, si no me cuesta un poco más. ¿Qué música escuchás? ¿Un libro para recomendar o una serie? Escucho mucha música rioplatense, sobre todo artistas uruguayos. Cabrera, Papina, Drexler, Rada. Y mucha murga. Un libro: Patas arriba, de Eduardo Galeano. ¿Cuál es tu mayor miedo? Ser mujer en esta sociedad. Si tuvieras que elegir un acontecimiento que te marcó, ¿cuál sería? Mi independencia, parcial, porque me fui a vivir con un amigo.

¿Qué te dejan para tu vida los ambientes salesianos? Darle valor a las cosas que se hacen con y por amor. Y sobre todo muchos amigos, amigas y referentes. ¿Qué hacés con todo el corazón en tu vida? Actuar, subirme a un escenario. ¿Qué te apasiona desde el punto de vista profesional? Educar desde la cercanía y enseñar el teatro como un juego en el que todos y todas tienen un lugar para jugar. ¿A quién admirás? A mucha gente, pero desde chica admiro mucho a Mica Rodríguez, como tallerista y como actriz, hoy tengo la suerte de decir que es mi amiga. Si pudiera volvería a… Mi primer final de muestra de teatro, a encontrarme con mis amigos y familia después de actuar. Qué bueno que decidí… Dedicarme al arte. El amor es… Un abrazo con tus compañeros de elenco después de la función. ¿Con qué soñás para tu vida? Sueño bastante, por suerte, pero el más grande es no cansarme de perseguir esos sueños.

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Falleció el 10 de enero 2021, a los 92 años de edad y 54 años de vida religiosa. Nacida en Guichón, Departamento de Paysandú, el 29 de noviembre de 1928, transcurrió los últimos 25 años en la comunidad de Paso de los Toros, prestando su servicio y gran entrega en la catequesis y el oratorio en el barrio El Ranchito Don Bosco. Por razones de enfermedad debió ser atendida, luego, en Casa Madre Promis, donde partió al encuentro con el Padre.

Falleció el 19 de enero 2021, a los 96 años de edad y 65 años de vida religiosa. Nació en Canelones, el 16 de abril de 1924. Fue maestra, catequista y secretaria en varias casas de la Provincia. Integró el Equipo de redacción del Boletín Salesiano por varios años. En sus últimos años de vida perteneció a la comunidad del Colegio Ntra. Señora de Luján, donde acompañó a un grupo de Salesianos Cooperadores. En 2019 fue trasladada a Casa Madre Promis donde vivió hasta el momento de su pascua.

Falleció el domingo 18 de julio, a los 77 años de edad y casi 48 de ministerio sacerdotal. Nació en Salto, el 9 de noviembre de 1943. El Padre Bisio desempeñó diversos servicios en la Congregación: en Montevideo (Instituto Juan XXIII y Tacurú), en Mercedes, en dos oportunidades en Salto, en las casas de formación (aspirantado, noviciado, teologado), en Rivera (por 2 oportunidades) y fue Inspector por 6 años. La muerte lo sorprendió viviendo en la comunidad de los Salesianos de Don Bosco en Rivera. Falleció el 15 de octubre. Nació en Montevideo el 23 de abril de 1959. Hizo su 1ª. Profesión Religiosa el 31 de enero de 1991 y la Profesión Perpetua el 31 de enero de 1997. Su vida salesiana transcurrió trabajando apostólicamente en La Tablada, en la Parroquia Colón, en Tacurú, en Talleres Don Bosco y en Las Piedras, además de los apostolados de fines de semana durante su formación inicial (Oratorio San Andrés, Domingo Savio, etc.).


MEGUSTACOMENTOCOMPARTO

Algo se está moviendo; los shoppings se visten de colores, adornos, música… Las endas sacan sus mejores ofertas… La casa se inunda del aroma más lindo a jazmín, las familias comienzan a planear encuentros…, todo anuncia que algo se está gestando. Muchos buscarán cosas grandiosas, desearán realizar viajes y vacaciones dis ntas que por la pandemia no pudieron. Pero, sin embargo, estamos invitados a vivir esto desde otras coordenadas: La de lo pequeño, lo frágil…, porque el que viene ama nuestra pequeñez y en esta realidad se encarna. La de lo simple…, sin grandes ostenta­ ciones, porque fue aprendiendo a compar r con los que allí estaban o iban a verlo. La de la esperanza… porque Él hace nuevas todas las cosas. El que viene, el que nace, es Jesús. Él

te invita a vivir este empo desde otro lugar. No te dejes absorber por la vorágine de ac vidades, ofertas y la falta de empo. Él nos invita a que dejemos de lado la apariencia, el exterior, y que nos atrevamos a vivir desde la profundidad. Por eso, te invito a detenerte ante el pesebre con corazón agradecido. Dejá pasar ante Él todo lo vivido, los em­ pos de quedarse en casa, los empos de salir, los de trabajar y los de des­ cansar, los de reflexionar y los de actuar, las cosas que salieron bien, y las cosas que sirvieron de aprendizaje. No te canses de agradecer y de hacer­ te consciente de ese amor que Él ene por , manifestado en tantas cosas vividas. Es allí, ante Él, en esa cuna pequeña que es el Belén de tu corazón donde quiere nacer. Dejale espacio. Solo haciéndote consciente de su amor entrañable podrás volverte tú amor

para los otros, los que com­ parten con go, y los que cruza­ rás en el camino del nuevo año.

Laura Guisado hma

Que el nuevo año te encuentre vivien­ do a pleno, dándolo todo. Como dice la canción, hay que "poner entero, en cada paso, el corazón". Para vivir al 100% hay que amar lo que uno hace, poniendo el corazón en cada cosa, en cada detalle, en cada gesto, en cada palabra y también en cada silencio. Animate a involucrarte con quienes te rodean, siguiendo el ejemplo de Dios, que por amor se involucró tanto con nosotros, que se hizo uno de nosotros, en un pequeño y frágil niño en Belén.

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VALELAPENAVIVIRASÍ

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Pasión por la redacción

Ramiro Pisabarro, un periodista con todas las letras

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Con 22 años, Ramiro Pisabarro transita su sueño de ser periodista de un diario (El Observador) y conduc­ tor de un programa de radio (Vale la Pena, en Oriental 770 AM) y pone el corazón en su vocación. Su camino es basto a pesar de su juventud. De chico soñó relatar fútbol, más tarde tomó decisiones, cum­ plió metas, transitó experiencias y se encontró con Dios, quien desde ese momento cumple un rol tras­ cendental en su vida. Trabajador, familiero, reflexivo y agradecido, así se muestra. Rama, como lo conocen sus amigos, refleja su fe en los ámbitos donde se mueve, siente amor por su profesión y los sábados encuentra en el Orato­ rio K16, uno de sus lugares en el mundo. Le cuesta mirar a largo plazo, se imagina de misión, pero piensa en presente, vive con la adrenalina propia del periodista y no oculta su carisma salesiano. ¿Recordás cuándo empezaste a soñar con ser periodista? Mi primer acercamiento al periodis­ mo fue de niño, me gustaba mucho relatar, escuchaba por la radio los partidos del fútbol uruguayo. Quería ser relator, después cuando hice sexto de liceo de Derecho en el Instituto Juan XXIII, me di cuenta de que me encantaba entender y bus­ car tanto realidades como hechos. Ahí decidí que quería ser periodista. Me mandé y toda la parte política y social me fascinó. Tuve suerte, porque no todos encuentran fácil­ mente lo que les gusta hacer.

quería que mi fe quedara ahí. Enton­ ces seguí en el oratorio, traté de ir a misa, intenté tener cierta disciplina y mantener la fe.

siempre en la dinámica off the record intento transmitir el carisma de un diálogo distinto y más cerca­ no.

¿Cómo fue la transición del niño que le gustaba relatar a ser un periodista de un medio? Siempre se me dio bien escribir, desde niño. De hecho en sexto de escuela escribí un libro y llegué hasta la página 120, era un plagio enorme de "Narnia" (entre risas). Fue un ejercicio importante escribir ese libro, hacer personajes y desa­ rrollarlos, me ayudó mucho. Tenía esa habilidad y sabía que era una virtud con la que podía jugar.

¿De qué forma nutriste tu relación con Dios? Se dio por la acumulación de expe­ riencias y por sentirme tocado por Dios. Salí del liceo muy conmovido por la última misión de JMS, se dio que me invitaron del Colegio Sale­ siano de la Costa a ir a unos campa­ mentos, entonces hice el nexo y terminó siendo mi primer trabajo. Fui al Oratorio Don Bosco K16 sin dudarlo, con cierta inquietud voca­ cional y con la intención de acercar­ me a una experiencia sacerdotal, no con el fin de ser sacerdote, pero sí de ser alguien más entregado. Reali­ cé la experiencia en Tacurú, donde viví en la comunidad cuatro meses. Fue una experiencia preciosa, con todos sus matices y con la época en la que la hice. Sin duda fue una decisión inmadura y muy romántica, pero me transformó. Fueron huellas muy firmes en el pasado que hacen difícil desprenderse.

¿Cómo es ser una persona “religio­ sa" en el ámbito del periodismo? ¿Tiene algún tinte diferencial? En mi lugar de trabajo no considero que vaya anunciando a Dios, y es uno de los grandes dilemas que tengo: como ser instrumento de Dios y dedicarme a algo donde no lo anuncio explícitamente. Sin embar­ go, mi experiencia de fe está muy vinculada, razono que lo anuncio por otro lado, con otros tipos de testimonios.

¿Cómo se originó tu relación con la fe? Fue en el Instituto Juan XXIII, venía de un colegio no católico y en quin­ to de liceo fue mi primer contacto, sobre todo en un retiro de JMS. Esa etapa me marcó muchísimo, salí del colegio muy convencido de que no

¿Qué lugar tiene la animación en tu vida? Ser animador te da un carisma distinto, logré mostrar la faceta alegre y jovial en el periodismo, inclusive con las fuentes. Con cual­ quier político con quien me contacto me cuesta ser un periodista duro,

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¿Cuáles son tus pasiones? El periodismo es una, ocupa buena parte de mi rutina y me apasiona, paso muchas veces del horario estipulado y no me pesa. Lo máximo que siempre aspiré fue a ser perio­ dista de un diario, cubrir actualidad y sacar noticias, y me llegó ensegui­ da. También siento que ir al K16 los sábados es como reenganchar con el carisma del patio salesiano, eso me despierta cosas. A su vez, tam­ bién me gusta, cuando puedo, tocar la guitarra, tener espacios de silen­ cio y tranquilidad. ¿Cuál es la importancia en tu vida de tu familia y amigos? Tengo la fortuna de tener todo dado, porque la familia y amigos


están, pase lo que pase. Eso a veces no es del todo positivo, es parte de mi proceso saber dar y no solo recibir. La familia y amigos son fundamentales, nunca me faltaron, es hasta cruel darlo por hecho. Siempre se dice, desde la clave de los amigos y la profesión del perio­ dismo (ya que muchas veces consu­ me horas por fuera y te persigue después del horario laboral), que está bueno mantener una vida propia y ser una persona completa­ mente normal, más allá de lo que implica este trabajo. ¿Tenés espacios para bajar la pelota y reflexionar? Los espacios los tengo, no tengo tan entrenada la capacidad de desco­ nectarme. Lo culpo un poco al periodismo, que a veces catalogo como “medio adictivo''. Me apasio­ nan, los temas de política y de actualidad, me entretienen y de repente no me permiten darme esos silencios necesarios para ir a lo profundo. ¿Qué sueños tenés a largo plazo? Es una de las cosas que no tengo claras. Estoy viviendo una etapa de enamoramiento, de cuando recién arrancás algo y estás fascinado, que entiendo que es pasajero, porque después eso se normaliza y te per­ mite ver más allá. Es como que me siento medio enceguecido y me cuesta pensar en qué voy a estar dentro de muchos años. ¿Cuáles son tus motivaciones a corto plazo? Me motiva mucho cubrir una cam­ paña electoral, recorrer el país en una campaña. Por otro lado, estoy en el Voluntariado Misionera Sale­ siano (VMS), cuando veo y escucho el testimonio misionero me quema adentro, pero no sé cómo mecharlo en los objetivos a corto plazo que me pongo, que pareciera que van

por lados distintos, por lo menos al esquema misionero planteado. Pero es uno de esos sueños que me gustaría transitar en el camino. ¿Te vislumbrás yendo de misión por tiempo prolongado? El VMS plantea un formato de misión de un año, siempre me encuadré en ese lado y es todo un tema. En algún momento estuve

recontra convencido de que sí, pero actualmente dejar lo que es el tra­ bajo que siempre soñé me costaría, por eso me es difícil. De igual forma siento que tengo que pulir un millón de cosas y tengo que encontrar un momento y la valentía para dar el sí, porque siempre voy a tener que dejar algo, no va a haber un momento en que no tenga nada para dejar. 15


CONNOMBREYAPELLIDO

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Entrevista a Carlos Luna, experto en marketing religioso

Una “Iglesia en salida” y con “descaro evangelizador”

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Hace 4 años nos “REinspiró” con su propuesta de marketing religioso que presentó primero en un Congreso Internacional en su tierra natal, España, y luego compartió en Uruguay, en el marco de un “tour” por diversos países de América Latina. En la adolescencia ya tenía claro que se quería dedicar al marketing para poner esta disciplina al servicio de la evangelización. Quince años después, investigaciones mediante, asesora a institu­ ciones eclesiales que buscan recuperar su vocación evangelizadora sin perder la esperanza de entrar en relación con un mundo alejado de la fe. En los últimos cuatro años contrajo matrimonio, tuvo un hijo y acaba de publicar el libro Funda­ mentos de Marketing Religioso, el árbol ya lo había plantado antes…

Carlos, hace unos años nos visitaste y nos reinspiraste ayudándonos a repensarnos desde la comunicación en clave relacional. Recientemente publicaste tu libro: Fundamentos de Marketing Religioso. Contanos de qué va… Es un manual práctico pero a la vez reflexivo que busca despertar una actitud proactiva de evangelización en cualquier católico e institución de la Iglesia. Siempre pensé que esta nueva disciplina necesitaba un manual de fundamentos básicos que definiera qué es y qué no es marketing religioso, pero, a la vez, que nos ayude a buscar los "cómos" eficaces a nuestro tiempo actual. Es un pro­ yecto que lleva muchos años y que vuelca todo lo apren­ dido en mi experiencia de asesoramiento a instituciones eclesiales y en mis investigaciones sobre marketing y evangelización. Este manual pretende ser el inicio de un proceso pedagógico de esta nueva disciplina para difun­ dirla en cualquier facultad universitaria, seminarios, etc. Pero también es un manual que invita a reflexionar sobre cómo estamos viviendo nuestra vocación evangelizadora como católicos y como instituciones al servicio de la Iglesia. Cuando recibimos alguna exhortación o invitación del Papa, al principio la acogemos con ilusión y expecta­ ción, pero poco a poco cuando tenemos que buscar la forma de encarnarlo en nuestras parroquias y en nuestra Iglesia local terminamos reduciéndola a nuestra zona de confort, siendo este documento una losa grande, y nos volvemos a meter en el “siempre se ha hecho así” o en lamentaciones por los pocos que somos… Este manual recoge las formas y los “cómos” de vivir la Evangelii Gau­ dium partiendo de una premisa fundamental: la variable comunicación no es la única que podemos utilizar para evangelizar hoy, sino al contrario, debemos crear una estrategia de marketing religioso que incluye más varia­ bles y que nos permitirán entrar en relación con un mundo alejado de la fe. La comunicación en un mundo que solo quiere escucharse a sí mismo o que le escuchen, está muerta. Contiene claves, errores, advertencias, ejer­ cicios prácticos, trucos para comenzar a dinamizar nues­ 18

tras instituciones y volver a recuperar nuestra vocación evangelizadora sin perder la esperanza. ¿Cuál es el ABC del marketing religioso y cómo instru­ mentarlo en este tiempo especial de pandemia? La pandemia nos ha descolocado vitalmente y afectiva­ mente nuestros modos de ser, relacionarnos y vivir. Ahora bien, no creo que haya unas claves muy diferentes en época de pandemia porque lo que intentamos movilizar es la atención, el interés y el deseo profundo que el ale­ jando tiene de un Dios padre que le llama, le elige y le invita a un propósito en su vida a través del evangelio. Pero sí es verdad que es un momento histórico como Iglesia para, desde la necesidad, encarnar un acompaña­ miento en el otro que le ayude a verbalizar e incorporar en sus vidas un “sí creo”. La cuestión es que históricamen­ te en la Iglesia nos hemos centrado mucho en la dimen­ sión testimonio para evangelizar y esta pandemia nos ha puesto en situación de testimoniar a ese Jesús que acom­ paña, atiende y libera, pero seguimos sin recuperar esa soltura, ese desparpajo y esa provocación en explicitar una evangelización con nuestros vecinos, compañeros de


trabajo, proveedores, amigos, clientes, etc. Es hora de recuperar ese acompañamiento y ese testimonio ante la necesidad del otro desde una verbalización explícita de nuestra fe y nuestra motivación al habernos encontrado un día con Jesús de Nazaret. De otro modo estaremos alimentando una solidaridad y reduciendo a la Iglesia a una simple ONG. Es hora de despertarnos, sin falsos respetos ni falsas prudencias. Explicitar y hacernos evan­ gelizadores de nuestros entornos más próximos. Además, ahora creo que estamos en un momento perfecto para ello puesto que, aunque seguimos en pandemia, el ser humano se está empezando a acostumbrar a ella y comienza a introducirse en una pseudozona de confort que le permite escuchar e introducirle en su vida nuevos ámbitos y discursos como la Trascendencia. ¿Cómo podemos seguir avanzando en esta realidad uruguaya de laicismo a la hora de planificar e instrumen­ tar un plan de comunicación orientado a la evangeliza­ ción? Creo que precisamente el verdadero paso que tenemos que dar es dejar de pensar en términos de comunicación y empezar a construir una estrategia de relación desde el marketing religioso usando otras variables como nuevos productos, nuevas estrategias de distribución o un buen itinerario pastoral desde los precios que el alejado tiene que asumir. La pregunta no debería ser ¿cómo comunico hoy en la sociedad uruguaya?, sino ¿qué oferta creo para entrar en relación con la sociedad uruguaya? Una oferta más allá de nuestros sacramentos y experiencias de ora­ ción, retiros, etc., puesto que todos estos están en nues­ tra orilla y no en la orilla del que no cree. Aquí necesita­ mos mucha creatividad y valentía. Y si no damos estos pasos, lo natural y más cómodo será seguir queriendo ofertar lo que ya sabemos hacer, esperando que por arte de magia el otro cambie su actitud y se acerque. Una oferta que vaya desde su orilla es una oferta que está construida desde un valor común que él y nosotros como Iglesia tenemos. Para desde ahí, trazar un itinerario con nuevos productos que le permitan ir dando pequeños pasos y abriéndose a la pregunta Trascendente. Cuando no hay un presupuesto que habilite grandes proyectos en comunicación ¿qué pequeños pasos se pueden seguir dando? Yo creo que efectivamente no todo se puede reducir a una cuestión de presupuesto. Y tampoco puede ser el presupuesto la excusa perfecta para no vivir más sin salida como Iglesia. No creo que no tengamos presupues­

to. Creo que no trabajamos tanto en equipo como nues­ tro Fundador y las circunstancias nos exigen. No genera­ mos sinergias y construimos en “nuestras” diócesis y terrenos de evangelización con muchas duplicidades dirigiéndonos siempre a los mismos: a los que ya están dentro. Si empezamos a trabajar más en comunidad, sin pensar que esta es “mi” parroquia o “mi” diócesis y empe­ zamos a trabajar de forma sincronizada, sabiendo renun­ ciar a ciertos públicos,­ puesto que confiamos que otro desde su parroquia los va a atender, comenzaremos a llegar a más gente. Este es un primer paso de conversión y cambio de actitud, pero luego a la hora de concretar también se requieren pequeños pasos y, uno de ellos, es cambiar la pregunta, para obtener respuestas diferentes: atrevernos a construir una oferta para el alejado, el que no cree, o el que cree, pero está satisfaciendo esa necesi­ dad con otro tipo de fe o espiritualidad. ¿Cuáles son tus sueños hoy? Sueño realmente con que el mundo conozca a ese Dios Padre de Jesús de Nazaret; que sepan que tiene prepara­ do un camino para ellos, con un sentido, una dirección, con un para qué. Sueño con unos jóvenes que no engor­ den las estadísticas de suicidios y sí la del liderazgo trans­ formador de la sociedad con unos principios y valores arraigados en algo más allá que el ego y el instante inme­ diato; que sean “actualizadores eternos” de la belleza, la bondad, la verdad y la unidad para, desde ahí, hacer presente a Dios. Sueño con que cada católico perdamos el miedo a hablar de Dios con nuestros amigos, vecinos, proveedores, clientes… con una Iglesia valiente y en acti­ tud de “en salida “como dice el Papa; provocadora, dis­ ruptiva, creativa, pero, sobre todo, con descaro evangeli­ zador.

Carlos Luna OP Director de REinspira. luna@marketingreligioso.com

Se puede adquirir el manual en Amazon:

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AQUÍYAHORA

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El amor

perfecto

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Antes de la Pasión Jesús dijo a sus discípulos: “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”, pero no se puede perder de vista que Jesús se enfrentaba no solo la cruz, sino también a la Resurrección. Vivir en clave cristiana de hijos de Dios implica seguir a Jesús y, como lo hizo Él, apostar a amistades fuertes, explica el sacerdote de la Arquidiócesis de Montevideo, Sebastián Pinazzo, desde Alemania, donde reside y estudia Teología. Pinazzo hizo su tesis sobre el amor de amistad según santo Tomás en la que abordó la perspectiva del amor de Dios a los hombres y, concreta­ mente, la pregunta por lo “específi­ co” del amor de Dios por los cristianos. “Algunas formulaciones tradicionales de la enseñanza católica, por ejemplo, planteaban que fuera de la Iglesia no hay salvación”, pero han sido definitiva­ mente superadas con la existencia de caminos ofrecidos por Dios para conducir a la salvación, explica el sacerdote. En ese sentido, santo Tomás aporta una perspectiva que resignifica el sentido de toda la dimensión religiosa del hombre. Este santo “enseña que los amigos quieren pasar tiempo con los amigos, compartir las actividades mediante las cuales comunican aquello que para ellos es más importante y que los une. La vida de fe es cultivar esa amistad”.

del amigo. Segundo, porque el amor benevolente de los amigos no es unilateral, sino recíproco. Los amigos se aman mutuamente. Pero además son conscientes de este amor mutuo. Esta certeza de saberse bien amado fortalece la misma amistad. La reciprocidad de la amistad genera algo así como un círculo virtuoso, que eleva la capacidad de amarse de los amigos. Tercero, porque ese amor recíproco de los amigos se fundamenta en una “comunicación“, es decir, en que los amigos comparten un bien que los une. Una cosa es el “amigo” con el que me une solamente lo laboral o jugar al fútbol una vez por semana, y otra cosa es un amigo con quien comparto las cosas que para mí son más importantes en la vida”, ejemplifica.

Según explica Pinazzo, santo Tomás recibe el concepto de amistad de Aristóteles, que la define como la forma perfecta del amor. “¿Por qué? Por una triple razón: primero porque el amigo ama a su amigo no queriendo primeramente el bien para sí mismo, sino buscando el bien

Otro concepto de santo Tomás, explica Pinazzo, es que la amistad es el modo más perfecto del amor, “incluso el amor al enemigo”; “santo Tomás enseña que en el fondo al enemigo solo se lo puede amar por amor al Amigo, a Dios que ama a mi enemigo, a Cristo que también

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murió por mi enemigo. Me parece un pensamiento muy bonito, que 'humaniza' el mandamiento del amor al enemigo, si no sería algo estoico o masoquista, contrario a la naturaleza. A mí me gusta usar la imagen del fuego: cuanto más arde mi amor por Dios y por mis amigos, el calor de ese fuego es capaz de llegar también a los que están más lejanos, hasta llegar al enemigo”, dice. Amistades que construyan identidad Ante la pregunta de cómo fomentar amistades sanas, Pinazzo afirma que la filosofía y la teología pueden dar un marco orientador aunque esa es una pregunta para responder desde la psicología. “Si el amor es la relación entre la naturaleza y el bien, entonces para vivir amistades sanas tengo que tener una cierta conciencia de quién soy y qué busco en la vida, también tener cierta empatía para poder pensar en el otro y en su bien, y hacerlo desde el reconocimiento de su alteridad”. “En el fondo se trata del proceso de


construcción de la identidad: la amistad tiene que estar enmarcada en ese proceso y tiene que ayudar a ese proceso. Desde allí tengo que evaluar mis relaciones de amistad: ¿suman a la realización de este proceso en mi vida y en la de mis amigos? ¿Qué debo corregir? ¿Qué relaciones debo definitivamente cortar?”, indica. El sacerdote insta a comprender que hay distintos tipos de amistades y entender que con los “amigos” de Facebook no puedo exponer mi vida como si fueran amigos con los que comparto lo más sagrado. También asegura que la mejor relación “no es la más cercana, sino la que encuentra la distancia justa”. “Como criterio general en la amistad debería darse aquello que en el management se llaman relaciones

win to win (ganar, ganar). Por supuesto que puede haber momentos en que un amigo sacrifica su propio bien por el amigo, pero eso no puede ser la regla”, advierte como pauta. Santo Tomás también toma de Aristóteles la reflexión sobre la relación entre amistad social y justicia. Ambos afirman que para construir el bien común en la sociedad, la justicia por sí sola no alcanza, es necesario un vínculo más profundo que se funde en esa conciencia de la reciprocidad, de que el bien de unos y otros están indisolublemente unidos. De todos modos, aclara que el hombre no vive siempre el amor de modo ordenado, porque la naturaleza del hombre está dañada.

De allí la necesidad de examinar los sentimientos y las pasiones. “Se trata de verificar en qué medida seguir esos sentimientos, pasiones, inclinaciones me hacen ser aquello que soy y quiero ser, en qué medida construyen y no destruyen mi identidad, me ayudan a acercarme a aquel horizonte que he elegido para mi vida como bien”, expresa. Y de la misma manera propone evaluar qué sucede con la o las otras personas implicadas en la relación, mediante la empatía. Pinazzo señala que santo Tomás habla de amor humano no solo como un sentimien­ to, como una pasión — algo que el hombre “padece“ en el sentido de que lo sufre — sino como “dilec­ ción“, como amor de elección. “En esta determinación del bien que elijo amar no entra en juego solo lo que siento, sino que también entra en juego lo que la razón, el intelecto, puede iluminar. Característico de las emociones y sentimientos es justamente ser fugaces, cambiantes, en este sentido no es posible construir relaciones estables solo en base a los sentimientos”, asegura. “De allí que no es de extrañar que en una cultura en la que el amor suele reducirse a su dimensión sentimental los vínculos estén en crisis (…). Para el hombre posmoder­ no el mundo afectivo es una realidad totalmente separada de la razón. Todo lo que la razón quiera indicar a los sentimientos es considerado una opresión. En el fondo es un síntoma de la crisis del ser humano que apartado de Dios no puede encontrar un centro desde el cual integrar las distintas dimensiones de su existencia. Desde una relación de amistad con Dios es que todas las demás relaciones, todos los demás amores, pueden ordenarse”, concluye. 23


DEOTROSLARES

Yvonne Reungoat

¡GRACIAS! Hemos concluido recientemente la celebración del XXIV Capítulo General de las FMA, a casi 150 años de la fundación del Instituto. Ha sido un evento importante por su vitalidad, por el crecimiento del carisma, para responder a las necesi­ dades de las nuevas generaciones en un contexto social, económico, educativo que se ve fuertemente afectado por la epidemia del COVID­19 que azota al mundo desde hace un año y medio, y todos los demás desafíos que conocemos bien.

que me quie­ ren por lo que soy, pero con mucha más razón porque he tratado de ser el guardián de la unidad y la fidelidad al carisma en alegre apertu­ ra a lo nuevo.

Las capitulares provenientes de todo el mundo han traído el eco de las experiencias de sus países, de los jóvenes que los habitan, de las comunidades, de los adultos que se preocu­ pan por la educación, por las nuevas generaciones, compar­ tiendo sueños de una vida plena para todos.

Las citas en las páginas de Boletín Salesiano del Uruguay fue una costumbre familiar, que siempre me ha alegrado, permi­ tiéndome mantener el diálogo aun a la distancia. Escribiendo para vuestra página, he tenido la impresión de continuar la misión iniciada por Madre Mazzarello: llegar a las hijas, los jóvenes, los otros amigos a través de la correspondencia, sugiriendo puntas de reflexión y compartiendo la vida.

Juntas nos hemos dejado guiar por el Espíritu Santo para convertirnos en comunidades generadoras de vida en el corazón de la contemporaneidad. En este contexto he terminado el servicio de Superiora General de las FMA, el que me ha estado confiado hace 13 años atrás. Es el momento de resumir una experiencia muy rica y atractiva, de decir tantos “GRACIAS” por todo lo que he recibido. He vivido una experiencia inédita y maravillosa conociendo directamente el Instituto y la Familia Salesiana en tantos países de los cinco continentes. He podido constatar con mis ojos la gran vitalidad del caris­ ma en todo el mundo, la creatividad extraordinaria desarro­ llada continuamente para buscar las respuestas a las necesi­ dades de los y las jóvenes. Llevo en el corazón al mundo entero, tantos encuentros que han marcado mi vida y han sido fuente de vida nueva. En particular, escribiéndoles, quisiera poder encontrar a cada una de las FMA, a cada uno de los miembros de la Familia Salesiana, a cada uno de los y las jóvenes con los cuales hemos compartido un tramo de este camino, en particular en Uruguay, donde las relaciones se han manteni­ do permanentes, para decirles a todos cuánto me apoyó su simpatía, su afecto, su voluntad generosa de colaborar en la misión del Instituto, ha sido fuerza insustituible la oración con la que me han acompañado en este tiempo. He sentido 24

El Uruguay es la tierra de nuestras primeras misioneras: la cuna de nuestra presencia en América Latina. Tan solo en 6 años celebraremos el 150 aniversario del arribo de las prime­ ras FMA a Villa Colón. Madre Mazzarello ha escrito al menos 18 cartas a las primeras misioneras. Ha pasado mucho tiem­ po desde entonces, pero el afecto y la estima de los urugua­ yos por las FMA no han cambiado. Yo lo he sentido siempre muy fuerte, a través de la presencia y el apoyo que aportan a nuestras obras, la disponibilidad a la colaboración y el alien­ to que nunca nos dejaron de dar. Verdaderamente, en vuestro país, hacemos experiencia de familia, de compartir el carisma, en la búsqueda de lo que puede ser más beneficioso para los jóvenes, de todos los jóvenes, de aquellos del Uruguay en particular. Siempre he llevado en el corazón una gran esperanza por el futuro del carisma en Uruguay a raíz de la calidad de las y los jóvenes que he conocido. Les deseo que el Señor continúe suscitando muchas vocaciones para todos los grupos de la familia Salesiana en Uruguay y le pido a María Auxiliadora que sostenga el coraje de la respuesta. Les aseguro que seguiré llevando en el corazón el recuerdo de tanto bien y de tanta dedicación a la misión juvenil, que estarán siempre en mi oración, y les pido “no olvidarse de rezar por mí”. ¡El Señor los y las bendiga!



“… si estos jóvenes hubieran tenido un amigo que se preocupara por ellos, los acompañara y les mostrase el amor de Dios, quien sabe si no se hubieran alejado de esta vida que llevan…”

UNAMANOAMIGA

Don Bosco (MO)

Marcio Pintos Ribero

Me inspiro en la confianza que me dan los gurises y en los pasos que nos ha marcado Don Bosco Es profesor de Geografía y, desde hace 7 años, coordina el Centro Juvenil Salesiano María Auxilia­ dora situado en la zona de La Horquilla, Rivera, donde se atiende a una importante porción de la población vulnerable del departamento fronterizo. Sus experiencias de oratorio y los campamentos en la niñez, fueron determinantes para el servi­ cio que hoy presta Marcio Pintos Ribero en este proyecto de las Hijas de María Auxiliadora, don­ de, con ahínco, se trabaja con cada joven y la comunidad para evitar el abandono de la educación formal y favorecer nuevas oportunidades vitales. ¿Cómo te vinculaste con el ámbito salesiano? Si bien estudié siempre en la Educación Pública, me vinculé con los salesianos desde muy chico, yendo al oratorio y a muchos campamentos con el P. Carlos Díaz. También parti­ cipé de grupos de adolescentes y jóvenes hasta que, en 2005, me animé a animar. ¿Cómo surgió el Centro Juvenil en esa zona? Cuando en 1985 llegaron las hermanas salesianas a Rivera, la idea era organizar una experiencia de capacitación comu­ nitaria inserta en un barrio y, encabezadas por la hermana 26

Arantxa, empezaron a atender a adultos. La religiosa cono­ ció a la trabajadora social Claudia Machado y se llegó a la firma del primer convenio con el Iname de la época, dándo­ se inicio a este proyecto. ¿Qué aporta y qué ofrece a los jóvenes de la zona el Cen­ tro? Desde su fundación y hasta 2013 o 2014, era un centro de capacitación, donde todos iban a participar de talleres formativos, pero luego la propuesta se amplió y se ofrecie­ ron además talleres de, por ejemplo, cocina, electricidad,


PERFIL

corte y confección, otros más recreativos, como ser capoei­ ra, valores y sensibilización. También se brinda apoyo pedagógico. La propuesta se fue adaptando a la demanda de los “nuevos” adolescentes que son de 12 a 17 años, según marca el convenio con el INAU, a quienes procura­ mos ofrecerles la protección que necesitan cuando se desvinculan de la educación formal. Además, tenemos una escuelita de fútbol que atrapa mucho a los jóvenes. En el Centro funciona también un bachillerato de UTU que com­ plementa el trabajo que hacemos con 1°, 2° y 3° años de tecnológico. Se hace un especial énfasis para que los jóvenes “no se caigan del sistema”… Buscamos que sigan o vuelvan a estar institucionalizados, que no se desvinculen. Y cuando la familia no funciona como institución, les abrimos otras puertas para que logren encausarse. ¿Cómo se da el proceso de convocatoria de los jóvenes? El Centro es una referencia en la zona. Cuando el joven se desvincula o está en riesgo, la familia acude a nosotros. Pero también hacemos una búsqueda de jóvenes que están al borde de salir de las instituciones. La demanda es gran­ de, ya que tenemos más de 10.000 habitantes en los barrios cercanos, como son Mandubí, la Pedrera, Bisio, entre otros y, de esos, miles son jóvenes, pero nosotros atendemos a 90. Además de lo que aportan en la capacitación profesional, ¿cuál es el plus que la da a esos jóvenes el Centro? Generamos un vínculo con la familia y de las hermanas con la gente del barrio. Tenemos muchos espacios extras de intercambio donde, a través del equipo profesional del Centro y de una manera muy cercana con la comunidad, se trabaja la sensibilización de las personas, como ser con respecto a la violencia, la alimentación, la educación sexual, el tema de las drogas, etc. Atendemos de manera personal las situaciones, con el fin de evitarlas o paliar su impacto en los diferentes aspectos de la vida. En ese contexto, ¿qué te inspira para dar una mano cuan­ do los jóvenes lo necesitan? Son años trabajando con estas temáticas, vas conociendo la realidad de los jóvenes, y te va inspirando el desafío que te

planteás con cada uno. Es una motivación conocerlos, y más porque ellos te demandan, te piden, te tienen confian­ za, y eso me encanta, esa mezcla entre educar en valores y capacitar. Eso también es una motivación para mí. Además, cómo decimos acá, cada uno de esos 90 gurises que aten­ demos es tierra sagrada, porque cada uno tiene sus carac­ terísticas, te piden esa mano, y vos tenés que estar prepa­ rado y a la altura. Pero también hay retrocesos, y eso tam­ bién te motiva para mejorar y buscarle la vuelta, apoyado en la metodología de Don Bosco, que también inspira y motiva a seguir sus pasos. En síntesis, me inspiro en la confianza que me dan los gurises y en los pasos que nos ha marcado Don Bosco. ¿Qué te ilusiona y qué te descorazona de las realidades que viven estos jóvenes riverenses? Se ha apostado mucho en la zona que trabajamos a la mejora urbana, en las condiciones de la familia, no solo desde nuestro trabajo, sino con la presencia del Estado, a través de ministerios o la Intendencia. Se puede ver una visión de futuro y eso inspira a seguir. Veo superación en varias familias, y se puede proyectar a largo plazo, por ejemplo, a nivel educativo. Paralelamente, nos tiene muy preocupados, y es una lucha constante, el tema del narco­ tráfico, que nos saca a muchos gurises entre los que ven­ den y consumen. Es triste ver que el referente sea, en muchos casos, el que se supera porque vende drogas, es una réplica de la cultura de favela brasileña. Más allá de todo, siempre miramos el vaso medio lleno. 27


DELÁRBOLSALESIANO

o h c u m Amar e t r e u f y u ym

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Tras una infancia y la adolescencia muy arraigadas a la Parroquia San Lorenzo, su pasaje por colegios salesianos encendió el llamado a la Misión. Formando parte del Voluntariado Misionero Salesiano (VMS), en el año 2013 realizó su primera experiencia misionera fuera de Uruguay, siendo la selva Ecuatoriana su destino. Dos años después repitió la experiencia, ratificando el deseo de poner su vida al servicio de los demás. Hoy, las vueltas de la vida, la sitúan como coordinadora de Casa Valdocco, un hogar para niños y niñas de tiempo completo. Karen Amaro, es una maestra, animadora y educadora que, respondiendo al incesante llamado de Dios a jugarse por los otros, busca entregarlo todo con el amor como herramienta fundamental y haciendo de la misión su eje transversal. ¿Qué te cuestionabas cuando empezó a surgir ese fuego por la misión? Sentía que me encantaba animar, pero experimentaba esa sensación de que necesitaba dar algo más. Tenía muchas fuerzas y energías que quería volcarlas en algún lado, estar a disposición total, quería una vida con austeridad, estando para la gente más sencilla. ¿Cómo vas al encuentro? Voy al encuentro desde la cercanía y desde el ser lo que soy, encontrar­ me como hermana. Ese encuentro real y natural como con un amigo. Lo que me mueve a mí es este Dios que determina mi vida y me llama a jugármela. No hay ningún guion, creo en la transformación mutua con el otro, siendo uno mismo. Desde la dulzura, la cercanía, estar y acompañar, trato que siempre sea desde ahí. También los niños y niñas han sido grandes maestros, ellos me han ido transformando y me mantienen enternecida, me ayudan a dejarme ser también desde la vulnerabilidad. ¿Cómo es la responsabilidad de estar para el otro? Hay cosas que fui construyendo y otras de las que fui tomando con­ ciencia con el tiempo y se fueron transformando. Cuando uno se entrega y da a los demás siempre hay algo que te reconforta, algo que uno encuentra en ese darse al otro.

Es sano y parte de este proceso, aunque también está bueno poder separarse. Darlo todo y soltar al mismo tiempo, dar sin esperar. Es difícil poder vivirlo, a mí me costaba mucho soltar, es un ejercicio cons­ tante que lo voy practicando cada vez más. El tiempo que viví con los Achuar en Ecuador fue mi mayor escuela, me costó mucho el primer año, una realidad cultural distinta a la que una está acostumbrada, tienen otra manera de relacionarse, de entablar lazos, de entender el mundo. Sentí mucha impotencia y frustración. Fue comenzar a cons­ truir el vínculo desde el amor, conectar con el otro desde ese lugar. Al principio fue un gran desafío quererlos, porque había cosas que realmente me rompían la cabeza e iban en contra de mis valores, el trato del hombre hacia la mujer, por ejemplo. Me hacía cuestionar mucho el por qué estaba ahí y para qué estaba trabajando. Fui a querer­ los y eso no estaba pasando. Ahí tuvo mucho que ver Dios, me ayudó a dar pasos, abrir el corazón y cons­ truir desde otro lado. Se fueron dando determinadas situaciones que me mostraron otras cosas, que me hablaban de transformación profunda y se comenzó a generar un vínculo afectivo muy grande, hoy de verdad me siento hermana de todos ellos. Darlo todo y estar pronta para recoger y salir. Este ejercicio es fundamental para la vida, darlo todo en toda circunstancia sin importar el

tiempo que una pueda pasar en determinado lugar. Amar mucho y muy fuerte. ¿De dónde sacás las fuerzas para amar tanto? ¿Qué te inspira? Sin dudas, Jesús, el del amor y lo sencillo. En ese creo y sigo, me inspira y me da las fuerzas. Todo viene de ese Jesús que puso la otra mejilla, que amó mucho a todas y todos, que se enojó y sufrió con la gente, que se acercó y dio el primer paso, el de la mesa compartida. Después la gente más sencilla. De ahí me viene la fuerza, gente que lo comparte todo, sentirte acogida y amada por esas personas que lo dan todo con alegría. Esos pequeños gestos de humildad que enseñan en todo momento. Ver el dolor que les tocó vivir y que aun así tienen ale­ gría y amor para seguir compartien­ do me enseñan y me ayudan a ensanchar el corazón. ¿Qué cosa te quita la esperanza? El odio y las luchas de poder real­ mente me dan mucha rabia. La lucha de poder está tan metida en el ser humano y donde vayas la encon­ trás, generando un montón de conflictos más grandes, desde las cosas más sencillas. Después, el odio, que es la falta de amor, tan metido en las personas, en esto de no respetar al otro, que se refleja en discursos cerrados que solo buscan agredir, donde no existe el diálogo, sino polarización, y la gente cada vez 29


se encierra más en sí misma. Todo esto me da entre rabia y dolor, pero siempre creo que es posible la trans­ formación y que el amor siempre vence. ¿Y dónde encontrás esperanza? Un poco la experiencia que estoy viviendo hoy en día me genera eso, la búsqueda constante de la espe­ ranza, celebrar los logros de cada día, elegir quedarme con las luces. Esto me quedó de una experiencia concreta estando en el medio de la selva. Donde vivíamos teníamos luz solar y a veces en los días nublados no teníamos iluminación. Una noche de esas sin luz –también interior­ mente­ prendimos una vela y el pabilo estaba tan chiquito que la llama era diminuta, pero en el 30

medio de la oscuridad me permitía verle la cara a mi amiga que estaba enfrente. Nos quedamos contem­ plando cómo de a poco se iba ilumi­ nando. Me acuerdo de ese momen­ to y es algo que quiero guardar siempre como símbolo. Vivir una situación de esperanza en medio de la oscuridad. Por más chica que sea la luz alcanza para ver al otro. ¿Qué te lleva hoy a estar en Casa Valdocco? Lo pensé bastante cuando surgió la oportunidad. Me cuestioné las cosas que tenía para aportar y valoré mucho a quiénes me entregaría: la infancia desprotegida, dolida y frágil. Esa población es la que me mueve y ese es el primer factor que determinó mi decisión. Siento que

hoy puedo aportar en este lugar, que el tiempo que estén acá sea lo mejor posible. En este momento estoy como coordinadora de la casa, un rol muy amplio y que abarca mucho. Tiene que ver con que fun­ cione como una casa para estos 20 niños y niñas, coordinando con todo el equipo. Es algo totalmente desa­ fiante y pone a prueba todos mis límites, tanto personales como profesionales. Tiene mucho de ir construyendo con otros desde la horizontalidad. La realidad es muy difícil y desafiante, pero lo vivo con esperanza, creyendo que podemos construir casa y familia; donde también vivimos momentos hermo­ sos y de muchas alegrías.


MEGUSTACOMENTOCOMPARTO



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