Orientados a nuevos horizontes - Boletín Salesiano - Agosto - 2021

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o i r a m u s

PÁG 4. ¡SÍ, HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL!

Juan Pablo Gil Una nueva forma de caminar juntos

PÁG 7. SINTONIZANDO CON DON BOSCO

Don Ángel Fernández Artime “Hasta dar su propia vida: joven mártir de hoy”

PÁG 3. CARTA DEL DIRECTOR De Pastores y Caminantes

PÁG 8. NOS MUEVE LA ESPERANZA

P. Eugenio Alonso sdb y Anderson Martín Torena

PÁG 10. PÁG 11. ME GUSTA, COMENTO, COMPARTO

Hna. Laura Guisado hma “Que los miedos no maten los sueños…”

FAMILIA EN OBRA

Lic. María José Etcheigomberry ISF: Instrumento para servir y acompañar en procesos de formación

PÁG 24. SINTONIZANDO CON DON BOSCO

Madre Yvonne Reungoat fma “Con el corazón del buen Samaritano"

PÁG 16. PÁG 12. VALE LA PENA VIVIR ASÍ

CON NOMBRE Y APELLIDO

PÁG 20.

Asesor educativo Gerardo Mendive Narraciones sanadoras

Psic. William Castilho En marcha para el cambio

AQUÍ Y AHORA

Florencia Gencarelli y Manuel Pizzo El protagonismo juvenil salesiano: del dicho al hecho…

PÁG 25. SABOR A BUENAS NOCHES

P. Adrián García sdb Herederos de un sueño

PÁG 26.

PÁG 28.

DEL ÁRBOL SALESIANO

Miguel Nicodemo, Encargado de Pastoral en secundaria del Colegio San Isidro de Las Piedras El ardor de anunciar a Jesús, como aprendices y peregrinos, junto a los jóvenes

UNA MANO AMIGA

PÁG 31. GALERÍA DE INSTAGRAM

Rosana Sosa Santa Mónica 2021: el carisma salesiano a orillas del Uruguay

Boletín Salesiano Revista de información sobre la Familia Salesiana y de cultura religiosa Director: P. Sebastián Ferreyra sdb Redactora Jefa: Adriana Porteiro

Diseño: gustavo@tanganika.com.uy Impresión: Mosca

Columnistas: Hna. Laura Guisado hma, P. José Adrián García sdb y Lic. María José Etcheigomberry. Equipo de redacción y responsables de secciones: P. Daniel Bernardoni sdb, Hna. María Baffundo hma, Lic. Natalia Roba, Lic. Marcelo Hernández, Lic. Joaquín Castro, Ana Inés Rodríguez y Nahuel Durand. Fotografía: Sofía Cayota, P. Miguel Surárez sdb, de ANS, Shutterstock, Pixabay y fotos de archivo. Corrección: Graciela Rodríguez

Departamento Comercial: Luis Gómez E­mail: boletinsalesianouruguay@gmail.com Celular: 092 432 286 Dirección, redacción y administración: Av. Agraciada 3181 CP 11800, Montevideo; tel. 2209 4521 Sitio web: www.issuu.com/bsuru Email: boletinsalesianouruguay@gmail.com Afiliado a la Cámara Uruguaya del Libro. / Depósito Legal: 366.191

salesianosuy


P. Sebastián Ferreyra sdb

CARTADELDIRECTOR

DE PASTORES Y CAMINANTES La dinámica que nos propone el nuevo Proyecto Educativo Pastoral Salesiano supone sumergirnos en un nuevo paradigma educativo­pastoral que no mira la realidad, aquella que habitamos y que somos, como un objeto a modificar, sino como una realidad viva, que fluye, sueña, siente, se reconoce, etc. Por lo tanto, la actitud principal es la de ser parte y acompañar desde la identidad que el Señor nos regala, hacia el horizonte al que llama a cada joven y a cada persona como pastores y caminantes. ¿Qué intuiciones impulsan este PEPS? En el corazón de nuestra misión reconocemos un impulso, un envío: «Vayan y anuncien a todos los pueblos el Evangelio». Lejano en el tiempo, pero originante en cada acción que comunica la feliz noticia de la vida en abundancia. Envío que nos pone en movimiento hacia el horizonte de comu­ nión, dinamismo trinitario abierto y atrayente para toda la humanidad. Nuestra misión es movimiento dirigido al encuentro de cada vida y de cada historia, para conducirlos a aquel abrazo feliz y eterno. Nos hacemos parte de una corriente que hemos recibido, que no nos per­ tenece, pero que nos la apropiamos para entregarla agradecidos por ser llamados a caminar juntos. Es movimiento que respeta cada paso, vamos des­ calzos, porque el suelo que pisamos es tierra sagra­ da, vidas vocacionadas. Vamos con la humildad de sabernos guiados, orientados, porque somos como niños, necesitados, frágiles, desprovistos, pero con

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el coraje que el Espíritu nos infunde y nos anima a experi­ mentar el desafío de cada día. Las diferencias nos identifican, nos hermanan, hay espacio para cada uno y cada una en este caminar, por eso, este proyecto solo puede ser desde la apertura honesta, la mirada transparente, sincera, el oído limpio que con calma se abre para acoger y la palabra oportuna que nace para impulsar. Bienvenidos al Proyecto Educativo Pastoral Salesiano.

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¡SÍ,HAYALGONUEVO BAJOELSOL!

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Una nueva forma de caminar juntos La Pastoral Juvenil está trabajando en un nuevo Proyecto Educativo Pastoral Inspectorial (PEPSI) que oriente y relacio­ ne las distintas propuestas locales que ya existen en la misión en Uruguay. Para ello, se está desarrollando un proce­ so de discernimiento y de búsqueda comunitaria, preñado de muchas claves novedosas para identificar quiénes somos, hacia dónde caminar y cómo, de cara a los desafíos que se vienen. Para profundizar en el estilo y los elementos del nuevo Pro­ yecto, conversamos con Juan Pablo Gil, educador salesiano e integrante del equipo de Pastoral Juvenil y de otros equipos de animación inspectorial como asesor. “Este proceso es más lento pero más profundo. Es un camino novedoso, que toca los supuestos que damos por sentado, así como elementos inconscientes, afectivos, que hacen a nuestra forma de cumplir con la misión salesiana en Uru­ guay, ya sea como riquezas o como obstáculos. Hay mucha apuesta en que haya un trabajo de discernimiento colectivo”. Parar para pensar El PEPSI se renueva cada seis años, y siempre es una oportunidad para charlar y escuchar la realidad que se vive en cada casa y obra salesiana. Es un momento privilegiado para poner sobre la mesa las intenciones, los aciertos, las necesidades, las dificultades y la mejor manera para afrontarlas, en un camino que se va construyendo, mes a mes, en el Equipo de Pastoral Juvenil con los encargados de cada Sector. Lo particular de este proceso es que no es necesario esperar a que se plasme en un papel para que empiece a surtir efecto, sino que el propio proceso de elaboración ya genera movimientos, que a su vez son parte del proceso. Es un intento de abandonar paradigmas mecánicos de planificación, que resultan inadecuados para la forma en que nuestro carisma mira la realidad y se proyecta en ella, por lo que implica una sensibilidad diferente.

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“El esquema que estamos siguiendo no sólo apunta a las actividades. Hay elementos invisibles que generalmen­ te no se cuestionan o no nos damos la oportunidad de preguntarnos 'qué queremos con esto en realidad'. No es una metodología obligatoria, sino un instrumento que pretende que suce­ dan cosas nuevas en la forma en que llevamos adelante la misión”, afirma Juan Pablo. El PEPSI invita, primero, a revisar la identidad más profunda de la Comuni­ dad Educativa. No de un modo exhaustivo, sino estratégico, es decir, tomando conciencia de aquellos rasgos fundamentales que hoy nos debemos recordar para abordar la misión en los próximos años “Esto nos ayuda a volver a plantearnos quiénes somos y a destacar lo que hoy consideramos importante subrayar. Obviamente, partimos de la identidad que ya tenemos: el Evangelio de Jesús, toda la historia de la Iglesia, Don Bosco, la Familia Salesiana, todo eso recogemos. Y allí la pregunta es qué nos resulta más significativo subrayar hoy de lo que somos, de cara a los desafíos que se vienen. Pero no en una dinámica lineal, vertical o mecáni­ ca, sino dialogada, fruto de un discer­ nimiento comunitario sano y con participación joven, por ahí va la invitación”, nos cuenta.

pastorales del período, cómo generar procesos de maduración integral en la persona, orientar la Pastoral Juvenil con el enfoque de vida vocacionada y profundizar la experiencia carismática en nuestro país. El enfoque de vida vocacionada insiste en que cada uno pueda descubrir que su vida tiene un sentido y que pueda desplegarlo. “Se desea que las personas descubran y reconozcan a Dios, que reconozcan a Jesús como salvador, pero antes descubran que su vida tiene sentido y uno constructivo, desplegar esa vida con sentido”. Juan Pablo señala que no se trata de “llegar a una vocación, sino darte cuenta en el camino, de que tu vida tiene un sentido, estar contento con eso, con la vida, contigo mismo y con Dios. La idea es que todos los dispositivos y actividades contribuyan a eso”. Para que ocurran las vivencias que buscamos, el PEPSI también invita a reflexionar y explicitar cuáles son los procesos personales, grupales y comu­ nitarios que esperamos que ocurran.

En el otro extremo del esquema se encuentra la finalidad. “El proceso permite pensar más allá del calenda­ rio anual, y preguntarse: 'en definitiva ¿para qué hacemos todo esto? ¿Qué hay en el horizonte?'. La finalidad no es que una casa sobreviva, las casas y las obras son solo un medio para cumplir la misión. La idea es centrar todas nuestras acciones en la finalidad de la misión salesiana. La finalidad del PEPSI es la finalidad de la misión salesiana: `Los quiero felices ahora y en la eternidad´”.

Lo siguiente es reparar en los dina­ mismos, es decir, las maneras que tenemos de provocar esos procesos, el clima en el que transcurren. Esto permite detectar prácticas, discursos y vínculos que tal vez no se cuestionan mucho y se mantienen por tradición o costumbre, para definir cuáles vale la pena conservar y cuáles requieren de una modificación.

Las intencionalidades invitan a refle­ xionar sobre los énfasis educativo­

Luego, el PEPSI invita a revisar los contenidos o el marco conceptual en

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el que nos basamos para generar las vivencias buscadas. Y por último se planifican los dispositivos, es decir, las actividades, recursos y equipos de los que es necesario disponer para provo­ car las vivencias. Esta es la parte que más se asocia con la forma tradicional de planificar. Contarlo diferente Es claro que este PEPSI se encaró de forma diferente. No será solo un documento, aunque se va a expresar en un texto. Pero también en un mapa o producto visual, en una narrativa o relato simbólico con capacidad de unificarnos, y en una guía para orien­ tar su concreción en la realidad local. Para transmitir y difundir el proyecto, Juan Pablo considera que, en primer lugar, hay que ser coherentes: “Si en el PEPSI propongo que hay que favore­ cer los procesos de diálogo y discerni­ miento comunitario, no puedo venir con un modelo e imponerlo. Este PEPSI, su elaboración y su realización implica escuchar, dar tiempos, ser flexibles, marcar rumbos, acompañar de cerca, hacerlo bajo esas mismas claves”. Además, recalca que hay que entu­ siasmar con todo lo bueno que puede suceder si tomamos conciencia, reconocemos la realidad y cambiamos la manera de caminar, planificar y gestionar. Conectarse con el ardor primero del carisma, superar los dinamismos negativos, re­encenderse con los desafíos de la misión, es la manera de contagiar a otros.


P. Ángel Fernández Artime / Rector Mayor de los SDB

HASTA DAR SU PROPIA VIDA

Joven mártir de hoy Queridos amigos lectores del Boletín Salesiano: ¡les saludo muy cordialmente! Hoy quiero contarles la historia de AKASH BASHIR, un joven exalumno salesiano de Pakistán quien sencilla­ mente se inmoló como mártir para salvar decenas de vidas. La vida de Akash Bashir es sorpren­ dentemente ordinaria. Un exalumno salesiano, católico nacido en el seno de una familia humilde, pero con una fe profunda y sincera. Estudió en una de nuestras instituciones salesianas de Pakistán, en la ciudad de Lahore, en el barrio cristiano de Youhanabad. Akash Bashir transcurre su vida con normalidad como cualquier otro joven de este mundo, entre su familia, los amigos, la escuela, el trabajo, el deporte, la oración. Claro, en un país como Pakistán, de fe musulmana conservadora, ser un joven católico no es poca cosa, la fe no es solo un título o tradición familiar, es una identidad. El hilo conductor, simple pero signifi­ cativo que hizo diferente su existencia fue "el servicio". Cada momento de la vida de Akash fue un acto de servicio, de hecho, murió sirviendo a la comu­ nidad en su barrio, sirviendo hasta dar su propia vida. El 15 de marzo del 2015 mientras se celebraba la Santa Misa en la Parro­ quia de San Juan, en Youhanabad, el grupo de guardias de seguridad com­ puesto por jóvenes voluntarios, al cual

pertenecía Akash Bashir, cuidaba fielmente la entrada. Algo inusual sucedió ese día, Akash se percató de que una persona con explosivos bajo su ropa pretendía inmolarse dentro de la Iglesia; él lo retuvo, le habló y le impidió seguir, pero al darse cuenta de que no podría detenerle le dijo “no te dejaré pasar incluso si tengo que perder mi vida”. En ese momento Akash lo abrazó con fuerza para con­ tener con su cuerpo la explosión. Y así fue, el “kamikaze” hizo explotar la carga para inmolarse y nuestro joven exalumno ofreció su vida, salvando la de los cientos de personas, niños, niñas, mamás, adolescentes y hom­ bres adultos que rezaban en ese momento dentro de la Iglesia. Akash sólo tenía 20 años. Este hecho nos ha dejado profunda­ mente impresionados como salesia­ nos y Familia Salesiana y, naturalmen­ te, no podemos ni queremos perder la memoria del joven Akash. Esta vida de servicio, de oración profunda y sencilla, de amor al próji­ mo es, sin duda, el signo carismático más evidente del sistema educativo salesiano. Cada estudiante en nuestro instituto sabe que para alcanzar la santidad solo es necesario ser feliz amando profundamente a Dios y a tantas personas; cuidar y atender a quienes casi ni conocemos; ser res­ ponsables en los deberes ordinarios, servir y orar. Akash Bashir es el ejem­ plo vivo de esto. Él es un ejemplo de santidad para cualquier cristiano, un ejemplo para todos los jóvenes cristia­

nos del mundo. ¡Ser hoy santo es posible! Pero de una manera particular Akash representa a los jóvenes cristianos paquistaníes, representa a las mino­ rías religiosas; es la bandera, el signo, la voz de tantos cristianos que son atacados, perseguidos, humillados y martirizados en países no católicos. Akash es la voz de tantos jóvenes valientes que son capaces de dar sus vidas por la fe a pesar de las dificulta­ des de la vida, la pobreza, el extremis­ mo religioso, la indiferencia, la desi­ gualdad social, la discriminación.

Cito a algunos de estos jóvenes santos o beatos, tales como Santo Domingo Savio (+ 1857), Santa María Goretti (+1902), Beato Pier Giorgio Frassati (+1925), el joven santo José Sánchez del Río (+1928) o el joven reciente­ mente beatificado Carlo Acutis (+2006). Al igual que ellos, y siendo quizás un “santo anónimo”, la vida y el martirio de Akash Bashir en el mundo de hoy es la luz de la fe que brota de la oscu­ ridad del odio. Akash Bashir, nuestro exalumno sale­ siano de Pakistán, es un testimonio de nuestro Sistema Preventivo, un ejem­ plo para nuestros jóvenes y una bendi­ ción para nuestras minorías religiosas.

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Tiene 20 años. Es educador de Talleres Don Bosco y estudia una tecnicatura en reacondicionamiento físico. Es oriundo de Sarandí del Yí, Durazno, y actualmente vive en la Residencia Universitaria de Talleres Don Bosco. ¿Qué te hace feliz? Los momentos espontáneos de encuentro con gente que quiero. ¿Qué es lo primero que pensás cuando te levantás? Pienso en lo que voy a realizar en el día en específico. ¿Qué música escuchás? Rock, hip hop, cumbia. ¿Qué cosas te cuesta perdonar? Las mentiras. ¿Cuál es tu mayor miedo? Despertarme y no poder ver a mis seres queridos. Si tuvieras que elegir un acontecimiento que te marcó, ¿cuál sería? Negativo: cuando falleció un amigo. Positivo: nacimiento de mis sobrinas.

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¿A quién admirás? A mis padres. Si pudieras volverías a… Ser niño. Qué bueno que decidí… Estar en una casa salesiana. ¿Cuál fue tu mejor logro? Haber podido venir a Montevideo, ya que es muy difícil, para los del interior, venirse a la capital. ¿Te sentís protagonista de tu vida? Sí. ¿Qué es lo que más te gusta de compartir en Talleres Don Bosco? Me gusta compartir momentos con los residentes, por ejemplo, fútbol, básquetbol, momentos de estudio mates mediante. ¿Qué le agregarías a Talleres? La posibilidad de que más gurises puedan vivir la expe­ riencia de Talleres Don Bosco. ¿Con qué soñás para tu vida? Con poder formar una familia.


Tiene 78 años de edad y 50 años de sacerdocio. Es Salesiano de Don Bosco y vive en el Colegio San Miguel de Mercedes junto con tres salesianos. ¿Qué le hace feliz? Vivir y recibir el aliento de ser amado y poder amar a Dios. ¿Qué es lo primero que piensa cuando se levanta? Hacer la señal de la Cruz y rezar el “Te adoro Dios mío”. ¿Qué cosas le cuesta perdonar? La maldad de organizaciones que imponen ideologías contra la fe, la Iglesia y sus enseñanzas. ¿Cuál es su mayor miedo? “El ver una segunda oleada secularizadora que enfría la fe de la mayoría” (Card. Sturla) y vivir prescindiendo de Dios y sus consecuencias. Si tuviera que elegir un acontecimiento que lo marcó, ¿cuál sería? En mi primera misa, estar rodeado de mi familia, des­ pués de ocho años sin vernos. ¿A quién admira? A los profetas (profesores, sacerdotes, laicos) que me han ayudado a descubrir a Jesucristo. Si pudiera volvería a… Vivir con mayor entrega y generosidad la vida cristiana y la vocación recibida. Qué bueno que decidí… Regresar al Uruguay cuando mi padre, extrañándome por los ocho años sin verme, me sugirió que me queda­ ra en España; y le dije: “Yo vuelvo”. Pensaba en la llama­ da. ¿Qué papel juega y sigue jugando su gusto y conoci­ mientos sobre comunicación en el ejercicio de su ministerio? Informar sobre hechos de vida de quienes compartimos una tarea apostólica. ¿Qué sueña para esta etapa de la vida? Responder lo mejor posible a la misión que se me enco­ miende.

A su parecer ¿cuáles son los principales desafíos que afronta la Congregación en Uruguay? El problema vocacional, y responder con el mensaje de la Iglesia a las necesidades de la juventud. ¿Qué huella le gustaría dejar? No me preocupa dejar rastros sino procurar no llegar a la casa del Padre con las manos vacías. ¿Qué es lo que más disfruta de ser Salesiano de Don Bosco? Vivir una vida de familia y trabajar con alegría por el Reino.

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FAMILIAENOBRA

ISF: Instrumento para servir y acompañar en procesos de formación Después de casi un año sin vernos y luego de conversar bastante sobre nuestras vidas en este tiempo de distan­ cia, me preguntó: ­ ¿Y en qué anda el ISF? ­ Con muchos cambios. Desde su creación en 2010, el ISF ha ofrecido iniciativas de formación de carácter educativo ­ evangelizador en torno a amplias áreas temáticas de interés social, y significativas para el desarrollo y crecimiento personal, plan­ teando interrogantes en la relación entre educación y sociedad. Las propuestas, planteadas en formato de diplomas presenciales y anuales, cursos semestra­ les, ciclos de encuentros, talleres, confe­ rencias, han abarcado temáticas vincula­ das a la Educación en Derechos Huma­ nos, Educación para la Convivencia, Educación en la Prevención de Adiccio­ nes, Educación Afectivo­Sexual, Evangeli­ zación y Catequesis, Método Experiencial para la animación de grupos, la figura de Don Bosco, Actualidad pedagógica de Don Bosco, Arte y Educación, Deporte y Educación, Economía Solidaria, entre otros temas de actualidad. Desde lo académico se han realizado, además, trabajos de investigación y asesorías, que ha implicado un perma­ nente vínculo institucional con otras obras y casas salesianas. A través de todas estas actividades, se intentó articular los tres pilares que sustentaban el proyecto del Instituto en ese entonces, y que traducen de alguna manera los ejes del Sistema Preventivo salesiano: una propuesta para la mejora de la educación, la evangelización y la promoción humana. Con la fe puesta en los cambios y al servicio de la misión Este extenso recorrido de 11 años nos da hoy la oportunidad de responder a nuevas necesidades, que conllevan a un 10

rediseño en la propuesta y sus objetivos, que incluye cambios de índole estructu­ ral en el equipo de trabajo, así como modalidades y también públicos. Partiendo de la base de que la formación se está transformando y adquiriendo un carácter más transversal, la elaboración de este nuevo plan implica un proceso general primeramente inductivo, con un objetivo inicial de llegar a las casas salesianas para servir y ser referentes de formación, respondiendo a sus inquietu­ des y necesidades, y ayudando a los equipos a identificarlas. En ese sentido, la apuesta actual impri­ me el motivador desafío de ser una herramienta que nos permita avanzar desde la formación y asesoría en la propuesta y en los procesos educativo­ pastorales de las obras y casas salesia­ nas, con un enfoque inductivo­formativo. Propuesta formativa #enmodosalesiano Luego de visitar comunidades para conocer más de cerca sus realidades, y como respuesta a sus intereses plantea­ dos, comenzamos a trabajar en una propuesta formativa orientada a poten­ ciar e impulsar dinamizadores en el modo salesiano de educar, evangelizar y convivir, que tomó vuelo en agosto de este año ­en Montevideo y zona metro­ politana, y el interior (Paysandú y Rive­ ra)­ como #enmodosalesiano. Con el objetivo de formar y “dinamizar dinamizadores” en salesianidad, que nos permita repasar y profundizar elementos vocacionalmente relevantes de nuestro camino carismático, #enmodosalesiano pretende “reencender” a los educadores para que sean dinamizadores de una propuesta educativo pastoral orgánica, profundizando, mediante el estudio y la reflexión, en aquellos aspectos del Sistema Preventivo más valiosos para que todos –jóvenes, consagrados y

laicos– descubramos y construyamos sentidos en la vida desde el encuentro con Jesucristo. Este ciclo, que ha sido pensado y elabo­ rado por un gran equipo de trabajo del cual forman parte colaboradores y docentes, anima además a la elaboración de un proyecto orientado a fortalecer o enriquecer la vivencia carismática de un área específica de la misión salesiana en diálogo con los procesos locales y con el acompañamiento de tutores, y se com­ pletará a mediados del próximo año con un encuentro presencial para recoger y socializar los aprendizajes logrados en la experiencia. Por tanto, esta instancia implicará estudio e investigación, una práctica educativo­pastoral y comunica­ ción de lo trabajado. Lo que se viene En paralelo a #enmodosalesiano, esta­ mos trabajando además en una propues­ ta formativa breve que complementa el proceso de inducción que se desarrolla en cada obra salesiana local, presentan­ do los elementos principales de nuestra identidad carismática y animando a los nuevos educadores a profundizar en ella, sobre el cual informaremos oportuna­ mente. “Más o menos en eso andamos”, le dije. Agregando sentirme contenta de ser parte del equipo, asumir nuevos desa­ fíos, poder servir y brindar mi aporte, y sobre todo seguir aprendiendo, en un lugar donde se viven y transmiten valores que son los míos.

Lic. María José Etchegoimberry Equipo ISF


MEGUSTACOMENTOCOMPARTO

Que los miedos no maten los sueños Estamos acostumbrados a que nuestras agendas estén llenas. A veces corremos de un lado a otro, como única posibilidad para llegar a todo. Y entre tanta correría nos arriesgamos a pasar por alto los encuen­ tros, las miradas, las palabras. Estos días pasados, en uno de esos encuentros, escu­ ché esta frase que me quedó dando vueltas en la cabeza y en el corazón: "Que los miedos no maten los sueños". Una frase dicha hablando de la situación actual a escala mundial y sobre todo mirando a los jóvenes. Debo confesar que al principio me hizo un poco de ruido, pero a medida que los argumentos avanzaban, mi opinión iba cambiando. Vivimos empos complejos, donde se escucha a mucha gente hablar del descreimiento, de que da lo mismo, que ya no se puede confiar en nada ni en nadie… y me pregunto ¿qué nos pasa? ¿En qué cajón guardamos nuestras utopías? ¿En qué rincón dejamos nuestras ganas de luchar por algo más, de marcar la diferencia? ¿Cuándo le cortamos las alas a nuestros sueños?... Y está claro: cuando los ideales no nos mueven, lo que nos mueve son los miedos… y en este contexto de pandemia vaya si los miedos se apoderaron de nosotros. Tenemos miedo de perder la salud, el trabajo, los afectos, la seguri­ dad de la ru na, de no volver a encontrarnos, y también miedo de cómo acercarnos. Tenemos miedo hasta de nues­ tras propias manos, que parecen que nunca están lo sufi­ cientemente limpias.

Laura Guisado hma Regálate un empo para y piensa, ¿desde dónde miras la vida? ¿Desde la riqueza de lo que enes o desde lo que te falta? Tantas veces vivimos como corriendo y nos cuesta detenernos, contemplar, agradecer. Son cosas simples, pero cada vez que te lo permites, tu lente para mirar la realidad se vuelve con más color. Esto no quiere decir no ser realista ni mirar las cosas como son, sino que elijo en libertad cómo mirar. Al momento de describir la realidad se pueden mirar las cosas desde lo que no fun­ ciona, o se puede mirarlas desde la potencialidad. Quien elige la primera opción queda en una triste constatación. Quien elige la segunda, visualiza la dificultad, pero desde los potenciales que ayudan a salir adelante. Son como “puntos” que ofician de palanca, para seguir avanzando en la búsqueda de nuevas conquistas. Anímate a cambiar, tejamos redes con otros, como dice el canto de Humberto Pegoraro:

Pero también nuestra sociedad consumista nos va acrecen­ tando silenciosamente los miedos… nos dice que debemos usar tal o cual cosa para no quedar por fuera del grupo o lavarte con equis producto para que nadie note el paso del empo en tu piel (uno de los grandes miedos de nuestros empos), podríamos enumerar tantas necesidades inventa­ das, que nos obligan a estar pendiente de todo lo que nos falta, con una creciente ansiedad por conseguirlo.

“No hay tarea más urgente Que tejer junto a mi pueblo Las redes de la jus cia que nos vayan sosteniendo Hilvanando la utopía Con los hilos de los sueños.

Yo me pregunto: ¿vamos a seguir consumiendo calladamen­ te, dejando que nos consuman nuestras mejores energías? Nosotros podemos ser el cambio. Es hora de despertar, por uno mismo y por los que nos rodean. ¿Cómo? Optando por no ser parte desde el miedo, por hacer opciones en liber­ tad, por mirar la vida desde el lugar del color, de lo posi vo.

Hay que inaugurar talleres Donde viva lo diverso Refugios de la esperanza Lugares de nacimiento Donde nadie quede afuera De la fiesta y del encuentro”.¹

¹ Canto La belleza de la Trama de Humberto Pegoraro 11


VALELAPENAVIVIRASÍ

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El protagonismo juvenil salesiano

Del dicho al hecho… Son los más jóvenes del Equipo de animación de la Pastoral Juvenil Salesiana y aseguran que viven en carne propia el protagonismo que se pregona en los ambientes salesianos y que se plasma también en los documentos. Manuel Pizzo y Florencia Gencarelli, en el marco de su servicio como secretarios de la PJ, en el último año realizaron una gira por las comunidades salesianas de todo el país que les permitió conectar con la gran diversidad de la Familia Salesiana, descubriendo lo que es común en todos, pero también las particularida­ des que suman y… algunas que restan. En todas las experiencias, no obstante, captan una oportunidad de aprendizaje y están convencidos de que repensar y proyectar la misión supone una gran dosis de honesti­ dad con la realidad, comprender los procesos de cada comunidad y estar atentos a los constantes cambios. 13


Florencia Gencarelli

¿Qué es el equipo de animación de la Pastoral Juvenil?, ¿qué actividades desarrollan? En el Equipo de Pastoral Juvenil (EPJ) se encuentran los representantes de los diferentes sectores y servicios inspectoriales (el Sector Escolar, Obras Sociales, Parro­ quia, Comunicación, Formación, Equipo Laicos y el MJS) junto con el encargado de la Pastoral Juvenil y los secre­ tarios. Este equipo tiene un grupo más chico que es el que se encarga de acompañar el proceso del EPJ, prepa­ rar su reunión mensual y realizar la tarea para avanzar. De lo más fino, “los deberes” por así decirlo, se encarga este equipo más chico.

Ustedes, siendo jóvenes, ¿sienten el protagonismo juvenil en el ambiente salesiano? Lo que se trabaja en el PEPSI y lo que se dice lo vivimos y somos testigos de eso. Pero es cierto que no lo viven todos y hay quienes no se cruzan con las personas ade­ cuadas o en los momentos oportunos.

Habiendo pasado por las casas salesianas de todo el país ¿con qué impresión se quedaron? Por un lado, que todos estamos en una misma misión salesiana, de alguna manera u otra, aportando desde cada realidad y experiencia, intentando tirar para el mismo lado. Pero a su vez, eso está conjugado en una gran diversidad, que por momentos complejiza la tarea, pero también enriquece muchísimo. En las visitas a las diferentes comunidades compartimos mucho, y a medi­ da que íbamos pasando por cada uno de los lugares nos dimos cuenta de que, a pesar de que la propuesta era la

En las propuestas y proyectos ¿también están en el centro los jóvenes? Sí, está en el horizonte y en las intenciones de que sea así, que la misión y el trabajo sea compartido en conjun­ to con jóvenes, religiosos y laicos. Sin duda, en algunos lugares es más complejo o cuesta más, porque las estructuras son más duras, cuesta salir de lo establecido y hay resistencias. Pero , al mismo tiempo, en muchas comunidades se está caminando en este sentido de que los jóvenes sean el centro, porque lo fueron para la misión de Don Bosco: “Con y para los jóvenes”.

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misma para todos, las cosas que se generaban eran distintas, y al mismo tiempo encontramos varios puntos en común de lo que la gente vivía o quería vivir. Otra cosa que nos marcó fue conocer a gente tan distinta, pero que siempre nos recibía con las puertas abiertas.


Como jóvenes que forman parte de este equipo ¿cuál sienten que es su aporte? Aportar lo cotidiano, lo fresco de los jóvenes. Traer la experiencia de lo vivido en otros lugares, o lo que viven otros en diferentes instancias, apostolados, misiones. Todo esto ayuda a centrar el trabajo del PEPSI, que es el trabajo más pesado que se está abordando en el EPJ, y que nace de la realidad diversa de todos los lugares y personas y que busca ser lo más abarcativo posible. ¿Cuáles son los desafíos que ustedes se enfrentan al formar parte del equipo? Fue difícil al principio salir de lo particular y ampliar la mirada para empezar a formar parte de un equipo que busca tener una perspectiva más global de la realidad. Por otra parte, entrar al lenguaje del PEPSI ­que es más técnico­ es lo que más cuesta; y después poder conectar eso que está escrito con una realidad concreta. Cuando se logra identificar lo que está en palabras con lo que está pasando, es cuando se puede empezar a aportar. ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan como equipo? Uno de los grandes desafíos tiene que ver con lo que se

demora en el proceso de elaboración del PEPSI y que, al mismo tiempo, la realidad sigue cambiando y no podés llegar tarde. Entonces, todo el tiempo se tiene que estar actualizando en esa realidad porque, de lo contrario, pierde vigencia y sentido. Por otro lado, esto tiene que estar validado, es decir, que sea construido por la misma gente para la que se piensa. Todo el tiempo hay que estar con las personas, involucrándolos en el proceso, escuchar lo que tienen para decir, para ver si el camino por el que vamos es el correcto o hay que modificarlo. Además, conlleva un nuevo modo de pensarse, de plani­ ficar, de ver la realidad de cada una de las casas y de proyectarse; y todo esto cuesta porque implica ser lo más honesto posible con la realidad, con los procesos de cada uno, para poder construir realmente, y alcanzar el objetivo que todos buscamos, que es la misión salesiana del Uruguay. ¿Qué horizontes ven para el equipo de animación? Que las personas que participamos del EPJ nos apropie­ mos de ese espacio para que sea realmente un lugar de intercambio genuino, lindo y enriquecedor entre los sectores que lo conforman porque, en definitiva, la misión es una sola.

Manuel Pizzo

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CONNOMBREYAPELLIDO

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sanadoras

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Gerardo Mendive es un asesor educativo uruguayo que, hace cuatro déca­ das, se instaló en México sin saber que, gracias a su capacidad narrativa, terminaría acompañando a instituciones de índole muy diversas. Llegó y extrañó, pero se siguió formando y aprendió, enseñó y compartió. Se siente privilegiado de poder visitar Uruguay casi todos los años, y afirma que en estas estadías su “calle de la nostalgia es de doble vía”. No es afín a dar recetas, y considera que su especialidad es pensar en voz alta sobre un tema. Se declara un ING (individuo no gubernamental), es decir, que tiene la fortu­ na de trabajar por cuenta propia colaborando en escuelas públicas y de gestión privada; laicas y religiosas (de diversas confesiones y distintas con­ gregaciones); urbanas y rurales; hospitales; empresas y hasta equipos de fútbol. A sus 65 años, y con la narración pedagógica como herramienta, Gerardo asegura que en todas las experiencias ha recibido mucho más de lo que dio.

¿Cuál es tu vínculo con Uruguay después de vivir en México durante más de cuatro décadas? El vínculo con Uruguay siempre estuvo presente tanto en lo familiar como en la comunicación con amigos. Asimismo, procuré mantenerme al tanto de las noticias a lo largo de todo este tiempo. Cabe añadir que tuve el privilegio, que no me canso de agradecer, de viajar prácticamente todos los años a Uruguay. Mi primera actividad con mi especialidad en Uruguay fue hace unos meses, en un encuentro con la comunidad educativa del Instituto Paiva, junto a docentes y educadores de otras instituciones de la zona. ¿Extrañás algo de Uruguay? Extrañé mucho en los primeros años. Choqué con otra cultura, otras for­ mas, otra geografía, sabores diferentes, fue duro. Solo pude hacerle frente gracias a dos grandes amigos con quienes inicié esta aventura: Fernando Aparicio y Nelson Majerczyk. Con el paso de los años, esa intensidad en la nostalgia disminuyó y se hizo más llevadera. Por otro lado, también suce­ de que al pasar algunos meses en Uruguay, extraño México. Ahora mi calle de la nostalgia es de doble vía. Te dedicás al Desarrollo de la Educación, ¿cómo surgió el gusto y espe­ cialidad por la educación? Ya en Uruguay inicié este proceso personal que se consolidó posterior­ mente. Al llegar a México me involucré cada vez más en temas vinculados a la educación y me aparté de mi formación inicial. La investigación no es lo mío. Me he dedicado a la difusión, de alguna manera repito lo que otros investigan. Mi tarea reside en seleccionar lo que voy a comentar y hallar una manera interesante de presentarlo. 18

Acompañaste a comunidades indígenas, ¿cómo surgió esa activi­ dad? ¿Cuál fue tu aporte y qué enseñanzas te dejó? Mi trabajo en comunidades indíge­ nas se inició, como tantas cosas, por azar, gracias a la invitación de un matrimonio amigo: Dora Ruiz Galindo y Oscar Hagerman. Fui docente de sus hijos en una escue­ la en la Ciudad de México y ellos, que han dedicado buena parte de su vida al trabajo en comunidades, me acercaron. Inicialmente fue en Zautla, en la sierra norte de Puebla. Posteriormente llegué a otras regiones en los estados de Oaxaca y Chiapas. En principio pensé que iba a compartir, a enseñar (no sin cierta soberbia), para luego descu­ brir que el intercambio era muy asimétrico: recibí mucho más de lo que di. Mi tarea reside en analizar prácticas docentes, recursos didác­ ticos, analizar la relación escuela­ familia, entre otras cuestiones. En algunas comunidades un tanto aisladas, las menos de las veces,


"Algunos de los fundamentos con los que me oriento son: no dar recetas (mismas que no tengo) sino pensar en voz alta sobre el tema del que se trate" algún maestro bilingüe traduce para sus compañeros que hablan la lengua de la región. Descubrí mi ingenuidad de pensar estas realida­ des como si fueran una sola, cuan­ do existen muchas diferencias en su lengua, historia, tradiciones, usos, costumbres y recursos.

asumir que lo mío no es la profun­ didad, la especialización, sino lo general, algo así como la introduc­ ción al tema. Una de mis herra­ mientas de trabajo es lo que he identificado como “Pedagogía del relato”, que consiste en el uso de historias, poemas, metáforas, anéc­

"Hace ya muchos años me salí del marco institucional y, como me gusta decirlo, me declaré ING (individuo no gubernamental)" Además acompañás a equipos de instituciones educativas y religio­ sas, como también a empresas. ¿Cuál es tu herramienta de trabajo principal? ¿Cómo se aplica el uso de la narración al servicio de pro­ cesos de cambio? Sí, hace ya muchos años me salí del marco institucional y, como me gusta decirlo, me declaré ING (indi­ viduo no gubernamental). Esto me permitió trabajar en forma inde­ pendiente en muy diversas instan­ cias: escuelas públicas y de gestión privada; laicas y religiosas (de diversas confesiones, de distintas congregaciones); urbanas y rurales; hospitales; empresas y equipos de fútbol. Algunos de los fundamentos con los que me oriento son: no dar recetas (mismas que no tengo) sino pensar en voz alta sobre el tema del que se trate y, por otro lado,

dotas, testimonios, chistes y carica­ turas, que tienen intencionalidad educativa. No es un invento mío, ya que esto se ha hecho desde siem­ pre. Tal vez lo que pude aportar fue el trabajo durante muchos años en esta línea, la compra de libros. Eso me permitió disponer de lo que llamo un “Almacén de anécdotas, citas y afines''. Lo ideal sería (pero esto de momento es, como se dice por aquí, un sueño guajiro, ya que requiere recursos humanos y mate­ riales) instalar mi biblioteca en algún espacio que pueda servir como lugar de encuentro y crea­ ción. También contar con un equi­ po que me acompañe a clasificar todo este material para ponerlo a disposición y que sirva como apoyo a docentes, educadores populares y trabajadores sociales. En tiempos de pandemia inicié el programa

“Mirar­nos con ojos ajenos”. Una invitación al análisis y la reflexión a partir de pedacitos de historia. De momento son tres grupos que nos reunimos en forma semanal por medio de zoom. Allí doy una charla de 45 minutos sobre un tema (cada semana es un tema diferente) y los últimos 15 son de comentarios de los asistentes. ¿Dónde aprendiste el método? ¿Cómo es el método que usás y qué tipo de narraciones utilizás? Fue casualidad. En Uruguay, en el inicio de mi labor docente, cuando daba clases, contaba pequeñas historias que ayudaban a concep­ tualizar y comprender diversas temáticas. Ahí descubrí que era mucho mejor para contar historias que para dar clases. Traía escuela familiar porque mis padres eran muy buenos para esto, seguramen­ te ahí le agarré el gusto. El resto fue dedicarle recursos a la compra de libros, tiempo a su lectura y a la revisión de la prensa, siempre con lápiz en mano para marcar lo que servía. Las narraciones que utilizo en cada actividad dependen de las personas con quienes estoy, de sus realidades y del tema que estamos tratando. Soy malo para escribir, pero creo que soy bueno para seleccionar. Mi trabajo tiene mucho del preescolar “recorto y pego”, la labor no es de creación, sino más bien de edición. Claro, tiene su chiste: qué narración eli­ ges y de qué manera la presentas. 19


AQUÍYAHORA

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La comunidad salesiana se encuentra en un momento de cambio. A través del Proyecto Educativo Pastoral Salesiano Inspectorial (PEPSI) busca darle una nueva dimensión a la acción pastoral para adaptarla a las necesidades de los jóvenes de hoy y a la realidad actual. William Castilho, especialista en pastoral presbiteral y psicólogo brasileño, estuvo en Uruguay en 2015 para guiar a los salesianos en sus primeros pasos hacia esa transformación. Castilho recordó al Boletín Salesiano cuál fue la realidad con la que se encontró y qué cambios o transformaciones sugirió. En opinión del experto “todas las instituciones tanto gubernamentales como religiosas están cambiando para adaptarse a un mundo completamente diferente”. Y este proceso no es nuevo, sino que arrancó en los años 90 tanto en Europa como en Latinoamérica, cuando “las grandes matrices sobre la autoridad y del poder fueron invitadas a dar un nuevo significado a las instituciones, sobre todo por causa de la revolución cibernética y de los medios de comunicación de masas”. “Fue un gran terremoto”, admitió. El experto afirmó que todas las instituciones están siendo convocadas al cambio. “Si no lo hacen ellas mueren: familias, escuelas, iglesia, gobierno, Estado… no hay posibilidad de funcionar hoy solo con las formas antiguas”. Después de haber estado en Uruguay y de haber conocido a la comunidad salesiana Castilho afirmó que en la sociedad uruguaya “están calando otras maneras de vivir la vida religiosa”.

Una autoridad sinodal Lo primero que el experto señaló como condición para el cambio es entender que no es posible que el poder se concentre en una única persona. El “nuevo tipo de orden de poder es más colegiado, sinodal, como dice el Papa Francisco. La idea es que todos los salesianos puedan ser protagonistas y activos”, indicó. De acuerdo con esta idea explicó que la comunidad local cobra una mayor importancia, el director tiene que “estimular y provocar la participación de los hermanos y un mayor diálogo”. Consultado sobre si este nuevo rol no quita autoridad y respeto a los directores de las instituciones, Castilho respondió que este nuevo concepto no descalifica la figura de la autoridad, sino al contrario. “El origen de la palabra autoridad significa aquel que escucha, viene del verbo audire, el nuevo director es aquel que escucha”, resaltó. Castilho destacó que ejercer la autoridad escuchando es “un nuevo aprendizaje” y “un gran cambio, porque 22

traslada a las personas de una actitud muy pasiva a algo muy activo”. “Exige capacitación de los directores de los colegios, de parroquias para comprender como debería ser la nueva figura de autoridad”. No una juventud: juventudes Otro tema importante está centrado en el carisma salesiano. El psicólogo recordó que la labor de Don Bosco estaba localizada y destinada a los jóvenes pobres de Turín en un período industrial. Ese es el gran carisma de los salesianos, pero en la actualidad no hay una única juventud. “Discutimos otro concepto de juventud y lo llamamos juventudes. Es mucho más amplio que el joven pobre de Turín”, señaló. “No es que cambió el carisma, se amplió”, aclaró Castilho. Se amplió el concepto que estaba muy restricto a la juventud escolar o a la del territorio parroquial. El especialista dijo que hoy podemos hablar de “varias juventudes” que se expresan incluso en las redes sociales, y dijo que los invitó a mirar a todas las juventudes, de todas las orientaciones culturales, de todas las realidades económicas.


EnDra. el Proyecto Educativo Pastoral los recursos y acciones Marcela Carballo se articulan al servicio del desarrollo integral de la persona del joven, y para que se hagan vida en “las juventudes” los valores y las actitudes de la propuesta de vida cristiana de la espiritualidad salesiana. En el carisma salesiano, la pedagogía se expresa a través del Sistema Preventivo que conjuga razón, religión y amabilidad. Este sistema, propuesto por San Francisco de Sales, es un ejemplo de humanismo pedagógico cristiano que busca que los jóvenes opten por el bien y dirijan su riqueza afectiva hacia el don de sí y a un encuentro transformador con Dios, en Cristo.

Afecto y diálogo Por último, destacó un tercer punto que sugirió trabajar y fue el campo afectivo. Comentó que frente a un cierto enfriamiento entre los hermanos, una negación de los afectos en la propia casa que genera personas solitarias y distantes, “era necesario desenvolver nuevas formas de vivir el afecto, extremar la delicadeza, que pudiese predominar el diálogo sobre la distancia y el silencio, en favor de los otros”.

Castilho destacó a la Inspectoría ­en ese momento al frente del padre Néstor Castell­ por solicitar este trabajo. “No es común, sobre todo porque fue por iniciativa de ellos y no porque estuvieran atravesando una gran crisis, sino que las cosas estaban relativamente bien. Es muy importante que un grupo que esté más o ALGUNOS DATOS DE LA PANDEMIA menos EN URUGUAY bien solicite ese cambio interno”, subrayó. Además contó que conoció todo el país, visitó práctica­ mente todas las casas salesianas, dialogó con todas las personas, organizó asambleas para que todos hablaran abiertamente, e hizo un relatorio en el que detalló estas recomendaciones. Calificó este momento como de “una riqueza profunda” y a la Familia Salesiana como “un grupo con mucha fecundidad” que valorizó que necesitaba nuevas formas de interlocución con la sociedad. 23


SINTONIZANDO CONDONBOSCO

DEOTROSLARES Sor Yvonne Reungoat Superiora General de las FMA

CON EL CORAZÓN DEL BUEN SAMARITANO El Papa Francisco en su última Encíclica Fratelli tutti, sobre la fraternidad y la amistad social, nos invita a soñar "como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos" (No. 8). Se ha dicho que la realidad está entretejida por un sueño, el de la unidad, y solo debemos tener el valor de liberarlo. Este es el momento favorable para realizarlo juntos, no podemos esperar al “des­ pués”, ¡podría ser tarde! Nosotros, educadores, parte viva de una humanidad herida, podemos encontrar en la Encíclica, en este contexto de la pandemia, las raíces de la profecía para construir con los jóvenes, y para ellos, espacios donde ser protagonistas y artífices de una fraternidad universal, espejo del proyecto de Dios que sueña para nosotros una humanidad fraterna y solidaria. Esta Encíclica, nos invita a "un amor que traspasa las barreras de la geografía y el espacio" (n.1); invoca una fraternidad abierta que reconozca a todos la misma dignidad humana con la que es posible soñar y construir una nueva humanidad, donde haya acogida, respeto mutuo, cuidado de la casa común, solidaridad, trabajo y paz. Acercándome a la Encíclica, nació en mí un sentimiento de gratitud al Papa Francisco por este importante y precioso documento, por la concreción y la aguda capacidad de leer los signos de los tiempos a la luz del Evangelio. Quiero detenerme particularmente, en la figura del buen samaritano que se nos presenta en el segundo capítulo y es la clave de lectura de toda la Encíclica. Cuanto más se contempla el amor mise­ ricordioso del Padre, más se descubre la actualidad y la grandeza del buen sama­ ritano: se detiene, se inclina junto al hermano herido; no le interesa saber su procedencia, lo que importa es socorrer­ 24

lo con ese amor que sabe de compasión y de dignidad. Otros de "buena reputa­ ción", importantes funcionarios de la sociedad y también de la Iglesia, no se rebajan a ayudar a este hermano, a perder unos minutos de su tiempo o, al menos, a buscar ayuda. ¡Nada de esto! Pero aquí pasa un samaritano que, sin dudarlo, deja a un lado sus planes, sus deseos e intereses para hacerse no solo cercano, sino prójimo. Cuántos heridos pueblan hoy el mundo, las realidades donde trabajamos, a veces incluso nuestras propias comuni­ dades educativas. Hermanos y herma­ nas heridos que yacen en el "camino" abandonados y sin voz para pedir ayuda. Hay heridas físicas, morales y espiritua­ les que piden ser curadas con el mismo corazón del buen samaritano. Incluso hoy en día puede suceder que “ver a alguien sufriendo nos molesta, nos perturba, porque no queremos perder nuestro tiempo por culpa de los proble­ mas ajenos. Estos son síntomas de una sociedad enferma, porque busca cons­ truirse de espaldas al dolor”(n. 65). Para no caer en este pecado, el Papa Francisco nos señala el modelo del buen samaritano que con sus gestos de gran humanidad nos demuestra cómo la vida está ligada a la de los demás. Todos tenemos algo del hombre herido en nosotros, algo del personaje que pasa de largo y también algo del buen samarita­ no. En nuestras elecciones diarias, en las pequeñas o grandes situaciones que tejen nuestros días, no queremos ser personas que se apartan y se apresuran sin parar, sino mujeres y varones habita­ dos por el Evangelio, conscientes de que nadie debe quedarse al "margen de vida”, porque todos somos hermanos y hermanas.

Brasil ­ Inauguración del nuevo albergue para niños indígenas El 16 de agosto en Iauaretê, en la Amazonía, se inauguró el flamante albergue para niños indígenas. El proyecto realizado en este peque­ ño pueblo, donde el padre Roberto Cappelletti era responsable de la comunidad salesiana, finalmente se ha realizado plenamente. Esta casa, como recuerda siempre el misionero, es un sueño cultivado durante cinco años, realizado gracias a la ayuda de "Missioni Don Bosco" y otras organizaciones benéficas y de benefactores. "Si unas gotas de lluvia caen sobre el bosque y sobre la nueva casa en Iauaretê ­ escribe desde Missioni Don Bosco ­ podemos apostar que serán las lágrimas de emoción del padre fundador que ve crecer su amistad con los indios, protagonistas de su sueño misionero”. Fuente: ANS

Perú ­ Inicia el proceso de beatificación del misionero salesiano Luigi Bolla El 12 de agosto, el Arzobispo de Lima, Monse­ ñor Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio, emitió el "Edicto de Introducción de la Causa de Beatificación y Canonización del Siervo de Dios Luigi Bolla (1932­2013)". Don Bolla era sacer­ dote profeso de la Sociedad San Francisco de Sales y dedicó su vida en favor del pueblo Achuar, en la frontera amazónica entre Perú y Ecuador. El Padre Bolla dedicó su vida a la evangeliza­ ción soportando duras condiciones de vida, siempre al lado de los hermanos Achuar, que viven en la frontera entre Perú y Ecuador, a varios días de viaje de Yurimaguas, la ciudad de referencia más cercana, ubicada en Perú Oriental. Fuente: ANS en base a Vatican News


SABORABUENASNOCHES

Herederos de un sueño

P. Adrián García sdb

Doscientos años que brotó la fuente que desde sus orígenes soñaba con lobos convertidos en corderos y niños que encontraban una casa.

El río llegó al mar “que es el morir”, mas su legado permanece, avanza hacia metas precisas que los tiempos con su lengua mutable le reclaman.

La fuente primigenia se hizo un río que sus riberas desbordaba mansas al bajar de la cumbre a la llanura y al mundo con sus aguas abrazaba.

Volver hacia la fuente, dice el lema, porque en ella se encuentra el agua clara. Herederos de un sueño perdurable a Don Bosco volvemos la mirada. Manuel Rodríguez Ballester

Hace unos días celebrando el cum­ ple de Don Bosco, se relanzó la canción “Somos sueños tuyos”, ayudándonos a renovar nuestra más honda identidad. Reconocer­ nos cada uno de nosotros fruto de un sueño. Un deseo eterno de Tata Dios, que se ha hecho realidad en el sueño de un niño, que fue capaz de traducirlo, con la ayuda de María, en un ejemplar estilo de vida. Esa misma forma en la que Juan fue traduciendo dicho sueño, en actitudes y opciones confiadas de vida, es lo que también noso­ tros estamos invitados a discernir

en el hoy rápidamente cambiante de nuestra historia. ¿Cuál es tu sueño de vida? ¿Qué es lo que verdaderamente te hace vibrar al conectarte con la vida de Don Bosco? ¿Cuáles experiencias de tu camino salesiano te han ayudado a encontrarte con la esencia de tu vida? Volver a nuestra fuente carismática no es solo un mero recuerdo nos­ tálgico del pasado, sino una posibi­ lidad de acercarnos al brocal de agua cristalina, donde nuestro

rostro se funde con la mirada bondadosa de Tata Dios. La misma imagen que los demás al vernos pueden contemplar, descubriéndo­ se también un hijo/a muy ama­ do/a. Sigamos regando esa semilla de cielo que hay en el corazón de cada joven, porque seguro que todos, en esa misma cosecha festi­ va, nos vamos a encontrar.

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DELÁRBOLSALESIANO

El Proyecto Educativo Pastoral Salesiano Inspectorial (PEPSI) en la mira

El ardor de anunciar a Jesús, como aprendices y peregrinos, junto a los jóvenes “El PEPSI en el que se está trabajando, apunta a ser una dinámica pastoral y pedagógica, por no decir existencial, en el que se está cambiando decididamente el lugar en el que estamos los educadores, los salesianos, los adultos. Ya no en el sitio de 'sabios y entendidos', sino de aprendices y peregrinos junto a los protagonistas de la misión salesiana, los jóvenes”, sostiene Miguel Nicodemo, integrante del Equipo de Pastoral Juvenil de la Inspectoría Salesiana. Entrevistado para el BS, el Encargado de Pastoral en la secundaria del Colegio San Isidro de Las Piedras, comparte los desafíos y horizontes pastorales que, a su juicio, tiene la Congregación en Uruguay, las oportunidades y novedades que plantea el PEPSI y la pastoral con la que sueña.

Miguel ¿cómo te vinculaste a los Salesianos de Don Bosco y cómo se consolidó esa relación con los años? Hice el liceo en una casa de las HMA (el Pastorino) y de allí me vinculé directamente con los SDB en la Parroquia de Colón. Pasé algunos años viviendo como salesiano. Luego volví a la vida laical sin dejar nunca la vida pastoral en ambientes salesianos, como catequista o animador. Desde 2012 comencé a trabajar en la gestión de centros docentes, pasando por La Teja y ahora en Las Piedras. Dios me ha dado la oportunidad de vivir en lo laboral el Sistema Preventivo. 26


La Inspectoría Salesiana está inmersa en un proceso de cambio cuyo rumbo está delineado en el Proyecto Educativo Pastoral Sale­ siano Inspectorial (PEPSI). ¿Consi­ derás que el PEPSI es realmente una oportunidad para dinamizar la pastoral? ¿Qué novedad trae? Parto de una premisa que por ser un lugar común no deja de ser cierta: estamos en una crisis gran­ de de todo lo que tiene que ver con lo instituido de la fe y de cier­ tas tradiciones; también la veo en la vivencia de la espiritualidad juvenil salesiana. A partir de esto, me parece que ponernos a pensar en un PEPSI es un proceso impor­ tante de sinceramiento para ver dónde estamos parados y enfocar todos nuestros esfuerzos en lo esencial de la misión: cercanía con todos los jóvenes para ser instru­ mentos del amor de Dios en sus vidas y que cada muchacha, cada muchacho llegue a la plenitud de su ser. Plenitud que no significa “autorrealización” sino vida para los demás. El PEPSI en el que se está trabajando, apunta a ser una dinámica pastoral y pedagógica, por no decir existencial, en el que se está cambiando decididamente el lugar en el que estamos los educadores, los salesianos, los adultos. Ya no en el sitio de “sabios y entendidos”, sino de aprendices y peregrinos junto a los protagonistas de la misión salesiana, los jóvenes. Hay ríos de tinta sobre la pedagogía de Dios y la de Jesús; yo creo cada vez más que lo más importante es la gratuidad, el perdón y la acogida infinita. Ojalá sea esta la novedad del PEPSI. ¿Cuáles son las debilidades, fortale­ zas y amenazas que encontrás en las propuestas que plantea el PEPSI? Empiezo por las amenazas, porque creo que hay una muy “tradicional” en estos procesos: quedarnos con una linda elaboración que no trans­ forme ni una mentalidad, ni un corazón, ni una realidad. Personal­ mente, inmerso en este proceso,

FICHA TÉCNICA Estudios: Completó sus estudios en Ciencias de la Educación, Teología y Pastoral Juvenil. Trabajo: Desde hace tres años se desempeña como Encargado de Pastoral en la secundaria del Colegio San Isidro de Las Piedras. También integra algunos equipos inspectoriales, como el Equipo Laicos o el de Pastoral Juvenil. Núcleo familiar: Vive con su esposa, Leticia, y con su hijos Felipe (6) y Manuel (3) en Las Piedras. tengo el temor de que todas las “cien­ cias pastorales” tapen o atenúen el fervor, el ardor de anunciar a Jesús en su forma más simple y efectiva, que es el testimonio. La fortaleza más grande es la amplitud de miradas y sentires que hay en este proceso, así como la humildad con que se encara. Se ha recogido lo que piensan todas las comunidades del país, hay muchas personas que periódicamente reflexio­ namos sobre el tema y no hay una pretensión de normatividad ni de normalización al final de este camino. ¿Qué debilidad…? Que no se manifies­ te claramente qué queremos cambiar de nuestra realidad pastoral y que, al mismo tiempo que se desarrollan las líneas del PEPSI, descuidemos avivar el fuego de la caridad pastoral en cada comunidad local. Según tu experiencia en distintas casas salesianas ¿cuáles son, a tu juicio, los principales obstáculos para avanzar? Considero que en estos tiempos de “aldea global” quedarse solo con la experiencia educativa y pastoral local impide avanzar en la corresponsabili­ dad y en la comunión de espíritu y de

acción entre todos quienes trabaja­ mos salesianamente en Uruguay. Por otra parte, noto con mucha preocupa­ ción la mentalidad del “no complicar­ se”, de dejar que “otros lo hagan” que desemboca en que hagamos solo lo mínimo para mantener andando las cosas. ¿Con qué pastoral soñás? Desde mis experiencias fundantes, en las que el carisma penetraba hasta los huesos y a la luz de las nuevas realida­ des que vivimos, sueño con una pas­ toral intensamente comunitaria y corresponsable, en la que la evangeli­ zación y animación espiritual no sea trabajo exclusivo de “los de pastoral”, sino de todos los miembros de una comunidad. ¿Qué te mueve a la esperanza? Toda la gente que no pasa de largo ante la vida, la gente que se complica por los demás, sobre todo en los lugares más oscuros de la humanidad. También los animadores, educadores y consagrados que los ves disfrutar sin excusas la vida con los niños, adoles­ centes y jóvenes. 27


UNAMANOAMIGA

“… si estos jóvenes hubieran tenido un amigo que se preocupara por ellos, los acompañara y les mostrase el amor de Dios, quien sabe si no se hubieran alejado de esta vida que llevan…” Don Bosco (MO)

SANTA MÓNICA 2021, EL CARISMA SALESIANO A ORILLAS DEL URUGUAY

La vocación de salir adelante, todos y juntos Hace muchos años que la comunidad sanducera que vive en la zona de Santa Mónica se beneficia del trabajo que se lleva a cabo desde “La capilla”, como se conoce el lugar donde se desarrollan los proyectos salesianos ­dos CAIF y Club de Niños­, que funcionan en esa populosa y carente comunidad de la capital del departamento de Paysandú. Rosana Sosa trabaja en estas propuestas desde hace ocho años y actualmente coordina el funcionamiento del Pro­ yecto Múltiple Santa Mónica, que atiende a niños y adolescentes, junto a sus familias, para los que “La capilla” es una mano más que amiga. Allí son atendidos más de 350 niños y sus familias, fundamentalmente de la zona llamada Santa Mónica o “la costa­ nera”, que forman parte de tres proyectos: los CAIF Gurisitos y San Agustín, y el Club de Niños Sociedad de la Alegría. El Club de Niños atiende a 80 niños ­40 en cada turno­, mientras que en uno de los centros de primera infancia reciben a 155 y en el otro a115 pequeños, a los que se suman los adultos referentes. Para brindar los servicios se cuenta con unos 45 educadores, docentes, técnicos, auxiliares, maestros, cocineros, y administrativos, entre otros. 28


complicada, de alto riesgo”, a los que “atendemos con sumo cuidado y amor”. Consultada sobre cuáles son las principales problemáticas que se abordan con los pequeños y sus referentes, Sosa señaló que “lo que más se repite es el abandono de los niños por sus madres debido a las adicciones de diferentes tipos, espe­ cialmente las drogas y el alcohol. También se presentan varios casos de abuso sexual hacia los niños, y otros casos relativos a la tenencia de los pequeños cuando el adulto referente no se hace cargo de su crianza. Además, está la problemática de las familias muy vulnerables en lo eco­ nómico o por agresiones debido al alto consumo de alcohol o de la pasta base”. No naturalizar ni reproducir la vio­ lencia Este tiempo de pandemia, explica la

educadora, “ha colaborado para aumentar los casos de violencia de todo tipo, pero esencialmente los más vulnerados quedaron en situa­ ciones más vulnerables. Ese niño que sufría violencia de su madre o padrastro, al estar cerrado el CAIF o el Club, estaba más horas encerrado en su casa con esa mujer u hombre que lo maltrataba, y eso significa que estuvo más expuesto. Cuando esta­ mos abiertos, por lo menos esas cuatro horas están lejos de esa situa­ ción, y se sienten más cuidados. Al estar solos en esos lugares, lo pasan horrible”. No naturalizar ni reproducir la vio­ lencia La coordinadora del Proyecto explicó que con el aislamiento los niños “fueron testigos, más aún, de situa­ ciones de violencia entre los padres, potenciadas por la pandemia, ya que hay falta de trabajo y los problemas económicos que eso genera son

Las adicciones y las agresiones “Nosotros trabajamos con los niños y la familia, con sus referentes, que en la gran mayoría son las madres y las abuelas”, explicó la coordinadora, quien agregó que “los lugares en nuestras iniciativas son muy busca­ dos por la gente de la zona ya que 'La capilla', como nos conocen, dicen que 'no los deja tirados' y les 'da una mano siempre'”. Recordó que además de la gente del barrio, desde el INAU les derivan algunos niños cuya situación “es 29


mayores”. “Y lo peor es que los niños terminan naturalizando esa situación, piensan que eso es así, y cuando son grandes, muchos terminan repitiendo esas situaciones tóxicas y parte de nuestro trabajo es lograr evitarlo”, acotó. Acerca de cómo trabajan con los niños para poder revertir esa situa­ ción, contó que “muchos de ellos, ya más grandecitos, los que van al Club, ya se dan cuenta, y piden venir para estar lejos de eso y sentirse conteni­ dos. Como que quieren escapar de esa realidad”. Puntualizó que el abor­ daje de esas problemáticas es en equipo: “Los educadores, los psicólo­ gos, están con ellos y se entrevistan también con sus familias para ver bien cómo es la situación, y propo­ nen efectuar un proceso de reflexión y de ir modificando, poco a poco, las conductas, con el fin de que eso no se repita, aunque sabemos que no es 30

de un día para el otro”. “Lo que grati­ fica es que se ven los cambios, aun­ que lentos, pero se van viendo. Pero también puede suceder que no haya respuesta de la familia, y se buscan otros caminos y estrategias para cambiar, y si no hay movimiento, actuamos diferente, y tenemos que llegar a informar al INAU para recu­ rrir, a que de otra forma, lo que pasa cambie, pero eso lo vamos haciendo con cuidado, porque puede pasar que nos saquen al niño y ahí perde­ mos todos”. Recordó que “los padres no tienen obligación de traerlos y si apretamos mucho, podemos generar que ese niño se quede sin venir, y ahí el pro­ blema no podemos solucionarlo”. La confianza: identidad y carisma Sosa enfatizó que para atender estas situaciones que van cambiando, “vamos aggiornando la capacitación

del equipo, buscando mejorar. Nues­ tros trabajadores hace tiempo que están con la temática, tienen expe­ riencia, y eso se da porque no los cambiamos, y ellos sienten esa perte­ nencia y se la trasmiten a los niños y sus familias. Además, hay mucha escucha entre nosotros porque tam­ bién tenemos nuestros problemas, y eso ayuda a sentirnos todos cómodos en nuestra tarea. El abordaje debe ser colectivo y entre todos, equipo, niños y familia para salir adelante”. Para terminar, manifestó que “es clave la empatía”. “Creo que lo logra­ mos, nos acercamos y no nos aleja­ mos, sabemos que estamos para ayudar y no para juzgar a nadie. Se trata de darle una mano al niño, más allá de que cada uno tiene sus puntos de vista. Lo que hizo Don Bosco, el carisma salesiano, es nuestra identi­ dad, nuestra marca que genera con­ fianza en la gente”.


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Mauxi Music es un proyecto de la Pastoral Juvenil impulsado por jóvenes y adultos de la Familia Salesiana. Su objetivo es generar contenidos musicales con soporte audiovisual de calidad, al servicio de la misión.


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