Boletin Salesiano Mayo 2018

Page 1

URUGUAY / Tercera época / Año XL / Nº 3 / Mayo 2018 / www.issuu.com/bsuru

Lucía Iruleguy y Juan Pablo Reyes: jóvenes salesianos voluntarios en el INISA

Esos gurises son mis hermanos, nada nos diferencia Alejandro Carballal SC

¨Siempre hay una segunda chance para acomodar la vida

DAR CONFIANZA es la mejor oportunidad


FAMILIA EN OBRA “Un día en la cárcel…” de Helena Modzelewski, publicado en Revista Fermentario

¡Necesitamos cambiar la mirada y transformar esas rejas!

Alejandro Carballal, Salesiano Cooperador “Siempre hay una segunda chance para acomodar la vida”

PÁG 9.

SINTONIZANDO CON DON BOSCO Don Ángel Fernández Artime Desde Beirut a Valdocco, siempre la presencia de la Madre

Proyecto Miguel Magnone: “Ver posibilidades donde otros no las ven”

PÁG 16. Teniente Primero de la Guardia Republicana, Luis Eduardo Rosas Pereira “Trabajo + Educación + Religión + Confianza: los pilares de las oportunidades en el Penal de Pense”

PÁG 23. “Lita” Iruleguy y “Pampa” Reyes: jóvenes salesianos voluntarios en el INISA “Esos gurises son mis hermanos, nada nos diferencia”

P. Francisco Lezama sdb “Para la libertad”

PÁG 22.

PÁG 21.

SINTONIZANDO CON DON BOSCO Sor Yvonne Reoungoat fma “Para que cada joven pueda vibrar… debemos aliarnos”

PÁG 29. “Encuentros que liberan”

PÁG 24. AQUÍ Y AHORA Adolescentes y jóvenes en conflicto con la ley: La confianza, el cariño y la espiritualidad que rescatan

PÁG 30. DEL ÁRBOL SALESIANO Margot Hourcade, Salesiana Cooperadora “El Sistema Preventivo tiene perfume de mujer y aroma de varón”

PÁG 32.

UNA MANO AMIGA Entrevista al P. Daniel García Reynoso sdb “Se escucha con los oídos, con el corazón, palpando, tocando a la gente en su necesidad”

PÁG 35.

Boletín Salesiano Revista de información sobre la Familia Salesiana y de cultura religiosa Director: P. Sergio Álvarez sdb Redactora Jefe: Adriana Porteiro Columnistas: P. Francisco Lezama sdb y P. José Adrián García sdb Equipo de redacción y responsables de secciones: P. Daniel Bernardoni sdb, Gianfranco Brandi sdb, Hna. María Baffundo hma, Sofía Cayota, Lic. Natalia Roba, Lic. Marcelo Hernández, Lic. Joaquín Castro, Prof. Margot Hourcade y Lic. Selene Cardarello. Fotografía: Sebastián Andión, Agustina Clérico, Sofía Cayota, Santiago Fernández Yurcho y Alejandro Carballal Corrección: Graciela Rodríguez Diseño: gustavo@tanganika.com.uy

Impresión: Mosca Departamento Comercial: Luis Gómez E‐mail: boletinsalesianouruguay@gmail.com Celular: 092 432 286 Dirección, redacción y administración: Av. Agraciada 3181 CP 11800, Montevideo; tel. 2209 4521 Sitio web: www.issuu.com/bsuru Email: boletinsalesianouruguay@gmail.com Afiliado a la Cámara Uruguaya del Libro. / Depósito Legal: 366.191

salesianosuy


CARTADELDIRECTOR P. Sergio Álvarez sdb

¡NECESITAMOS CAMBIAR LA MIRADA Y TRANSFORMAR ESAS REJAS! Muchas veces lo nuevo aparece, lo inventamos, a pesar de lo que nos pasa. En ocasiones las situaciones límites nos traen lo inédito para nosotros… es ese camino, esa actitud, o ese valor que aún no hemos integrado para vivir. Algo es bien carismático salesiano en este sentido: ver y transformar todo lo que nos pasa, y les pasa a los demás, en una oportunidad para ser felices en el tiempo y con proyección a la eternidad. Ese, eso fue Don Bosco, él mismo una oportunidad para los demás. En esta edición te encontrarás con un puente a la vida de varios salesianos y salesianas – cooperadores, animadores, exalumnos, integrantes de un vasto movimiento – que ponen en juego EL ENCUENTRO CARA A CARA, MIRANDO A LOS OJOS AL OTRO BUSCANDO DESPERTAR LA CONFIANZA. Nos lo dijo Don Bosco en la Carta de Roma del 10 de mayo de 1884: “La familiaridad engendra afecto, y el afecto, confianza. Esto es lo que abre los corazones de los jóvenes”.

¿Cuál es nuestra mirada salesiana de la persona y su vida? El gran don que nos hizo Dios al crearnos es la vida. La tarea de llevarla a plenitud amando necesita de que nos acompañen para sostener y acompañar la propia libertad responsable. Aquí hay testimonios que nos inspiran a todos… ¡léelos, te vas a encontrar! En nombre del Equipo del Boletín Salesiano, feliz mes de María Auxiliadora…

Suscribite ¡te vas a encontrar! TU PUENTE CON LA VIDA SALESIANA Completá el cupón con tus datos, sacale una foto con tu celular y mandalo al celular 092 432 286 o llamanos al mismo número.

Cada ejemplar: $130 Consultar por compra de varios ejemplares

Nombre completo: Dirección: Teléfono: Mail: 3


ยกSร ,HAYALGONUEVO BAJOELSOL!

4


Alejandro Carballal, Salesiano Cooperador

Siempre hay una segunda chance para acomodar la vida La inquietud comenzó por la situación puntual de un joven conocido. Bastó ir una vez a verlo para compadecerse de la situación que compartía con otros pares que se encontraban en lo que era por entonces un centro de reclusión del INISA, hoy devenido en Centro de Acogida a cargo del INAU. Desde hace 4 años el acompañamiento a estos jóvenes, que por diversas razones se encuentran lejos de sus familias e internados en una casa quinta ubicada en las afueras de la ciudad de Mercedes, es uno de los apostolados del Centro de Cooperadores Salesianos de Mercedes. Alejandro Carballal sc, de 48 años, exalumno salesiano, ex animador de Oratorio, hoy Ingeniero en Computación y padre de tres varones, se siente especialmente interpelado por el clamor de estos jóvenes que bien podrían ser sus hijos. Aunque percibe que es insuficiente lo que hacen, considera que acompañarlos y escucharlos es vital para mostrarles a estos jóvenes que en la vida hay siempre otra oportunidad. ”El momento es ahora, porque cuando son adultos hay cosas que ya no se pueden reparar”, advierte.

5


Si queremos ser más salesianos, ayudar a los otros es una actividad que nos completa

6

¿Cómo deciden desde el Centro de Coope‐ radores Salesianos asumir el voluntariado en un centro de reclusión para jóvenes? Siempre tuvimos la inquietud de asumir un apostolado como grupo, de llevar el carisma salesiano a la vida ordinaria, a la familia, al barrio, al trabajo, etc. Cada uno ya tenía sus actividades pastorales en la Parroquia, en el Oratorio o en el Centro Juvenil. Pero un día surgió de una de las integrantes del centro, Margot Hourcade, que por entonces era profesora en uno de los liceos públicos de la ciudad, la idea de tenderle la mano a uno de sus alumnos que fue recluido. Averiguó que

estaba en un centro de reclusión adoles‐ cente de Mercedes y me invitó a visitarlo. Eso fue hace 4 años. Ahí surgió la iniciativa de visitarlo a él y a otros muchachos que estaban en ese lugar por delitos menores, la mayoría vinculados con la droga. Íbamos nosotros dos y los que podían de nuestro grupo un par de horas, una vez por sema‐ na. El lugar, que es una casa quinta, se encuentra en las afueras de Mercedes, a dos kilómetros del centro. Allí tienen una huerta, cancha de básquetbol y de frontón. Y siempre tuvimos el apoyo de los funciona‐ rios del INAU.

¿Con qué realidad se encontraron? Vimos que la realidad de ellos, la vulnerabi‐ lidad que vivían era tan compleja, que era muy poco lo que podíamos hacer en forma integral, como lo que hizo Don Bosco que les daba casa, comida, afectividad. No podíamos pensar en grandes cosas porque nos faltaban recursos, tiempo, corríamos el riesgo de trascender la familia, por lo que nos dedicamos a ir, acompañarlos, llevarles algún video, comentarles pasajes del Evan‐ gelio, proponer actividades recreativas y de ellas sacar una reflexión. Nos encontramos con una respuesta muy interesante una vez


Buscamos plantar una semilla que uno nunca sabe qué puede generar en ellos ¿Y de esos gurises, a alguno lo han integra‐ do a la Familia Salesiana? A varios de los muchachos los integramos al Centro Juvenil del Colegio San Miguel.

después dijimos que entre no hacer nada porque no podemos hacer mucho y algo, preferimos lo segundo. Don Bosco decía que lo mejor es enemigo de lo bueno. Hacemos lo que podemos porque viene del corazón, y buscamos plantar una semilla que uno nunca sabe qué puede generar en ellos. Actualmente seguimos haciendo lo que dice el aguinaldo de este año, acompa‐ ñarlos y escucharlos.

que vencíamos esa primera coraza que tienen, su mecanismo de defensa para que no les 'peguen'. Es una coraza disfrazada de agresividad, aunque en realidad necesitan mucho cariño, acompañamiento. ¿Y cuándo vencen esa 'coraza' se encuen‐ tran con algo que también los enriquece a ustedes? Exactamente. Muchas veces nos sentíamos frustrados o desilusionados cuando ve‐ íamos que de todo lo que necesitaban para tener buenas oportunidades en la vida, no‐ sotros le podíamos dar muy poco. Pero

¿El servicio cambió luego de que ese centro pasó de ser de reclusión a de acogi‐ da, donde albergan a menores con algún problema familiar pero no con la ley? Desde hace unos dos años cambiaron los gurises que ayudamos, pero nuestro rol, aunque parezca mentira, es más difícil, ya que antes estaban ahí y no podían salir, pero ahora se pueden ir y tienen otras opciones. Ahora hay que proponerles algo que les guste, sino no eligen estar con nosotros. Pero lo que les decimos en esen‐ cia es lo mismo, que siempre hay una segunda chance para acomodar la vida. Tenemos que subirles la autoestima.

Ustedes le dan su tiempo, su “oreja”, y tantas otras cosas a estos jóvenes, pero ¿qué han recibido, qué les ha cambiado en su forma de criar a sus hijos, de encarar sus vidas? La experiencia de apostolado es algo fabuloso. Para nosotros este servicio es muy significativo porque es lo que hacía Don Bosco cuando iba a ver a los jóvenes en las cárceles. ¡Qué bueno poder hacer esto! Si queremos ser más salesianos, ayudar a los otros es una actividad que nos comple‐ ta. Pero antes que eso es una manera de vivir el Evangelio. En contacto con estos jóvenes constatamos que el apoyo de la familia es fundamental, ya que muchos de ellos no la tuvieron. Eso me hizo ver que mis propios hijos son en quienes puedo influir más para hacerlos buenos cristianos y ciudadanos. Eso uno lo sabe, pero vivir estas realidades te hace recapacitar sobre lo que estás haciendo como padre. El momento de ayudar a los jóvenes es ahora, porque cuando son adultos hay cosas que ya no se pueden reparar. Vivir esta experiencia siendo padre es aún más enriquecedora.

7


FAMILIAENOBRA

la carcel 1

A eso de las 10, Gonzalo comienza su ronda por la Unidad, y como cada mañana la recorre, palmo a palmo. Lleva una libreta donde anota los reclamos de los internos que se le acercan, pasa revista a las obras en construcción y felicita a los obreros que las llevan adelante. Me alienta a que vaya codo a codo con él, que escuche lo que él escucha, y vea lo que él ve. Los reclamos van desde temas de salud, locación, hasta permisos varios (“¿ya pueden volver a visitarme?”). A casi todas las consultas él responde “escribímelo en una nota”, y ellos contestan con un gesto tranquilo y familiar. Yo me quedo pensando que la serenidad parece volver a estos hombres cuando perciben en el Director un compromiso de satisfacerlas. Sentirse incapaz de cuidar su salud, como en el caso del asmático, o de estar cerca de los seres queridos (como el que pide traslado cerca de su cuñado o el que muestra ansiedad por volver a recibir visitas) es, evidentemente, motivo de violencia. La atención cuidadosa del Director consecuentemente los sosiega. Después Gonzalo me lleva a la peluquería, un cubículo colorido, con espejo, donde un muchacho trabaja concienzudamente sobre la cabeza de otro; a los salones de clase uno junto a otro, separados por un tabique, donde profesores explican temas de materias que no retuve a dos clases paralelas de unos 7 u 8 estudiantes cada una, sentados aplicadamente en los pupitres. Todas estas edificaciones son nuevas, me indica, restauradas a partir de ruinas o construidas en terreno desértico por los mismos internos. Me señala después una parte del edificio tradicional. “Vamos a entrar un poquito, no te asustes”. Es una cárcel de películas. Un corredor largo, que se pierde lejos para mi mirada, con rejas de ambos lados. Oscuro. Ruidoso, voces desordenadas e inarmónicas de hombres, griterío. Apenas entra‐ mos, a la izquierda, se ve un recinto enorme, un galpón del tamaño de una cancha de básquetbol, limitado por rejas. “Es el patio”, me explica. Allí se detiene y escucha nuevos reclamos: “Director, no se olvide de lo que le dije sobre...”. Más allá, donde me advierte que no vamos a entrar, más y más rejas, pero ya no dan a espacios amplios y colectivos: son celdas.

8

¿Cuál es la diferencia, le pregunto, entre los que caminan libremente en los diferentes puestos de trabajo, afuera, al sol, y los que están tras estas rejas, como si fueran peligrosos? Es la oportunidad de trabajo y estudio, me dice. Una cárcel es como la sociedad real, con algunas salvedades. No hay posibilidades de que todos trabajen o estudien. No hay trabajo para todos, tampoco hay cupos para todos los que quieran ir a clases. Esos escasos puestos se entregan como premio a quienes tienen mejor conducta. Son una recompensa, sobre todo, porque por cada día de estudio o trabajo se redimen dos días de pena.

Para afrontar eso, como Gonzalo repite, es necesario “animarse a inventar”; ese es su lema. A poco tiempo de ingresar, convocó a los familiares y a los internos para buscar solucio‐ nes. “No les gusta vivir donde viven ni cómo vi‐ ven. Se pueden hacer cambios, claro. Hay gente de oficio, tienen conocimiento, tiempo y ganas. Pero el Estado nos asigna recursos escasos. Entonces, ¿qué proponían? Salió de la gente misma. Las familias podían comprar o con‐ seguir donaciones de barracas, bloques, ladri‐ llos, todo tipo de materiales. El trabajo que ha‐ gan allí no es pago. Bueno, pero redime pena. Y salen de la celda, entran en contacto con otros, están al sol, con la mente ocupada en solucio‐ nar problemas prácticos. Además de que mejoran su entorno. No tiene desperdicio”. 1 Gonzalo es Gonzalo Larrosa, director de la Unidad No. 7 de Canelones en el momento de la visita de la escritora, marzo 2016. Tiene formación policial y es también licenciado en Ciencias de la Educación (Udelar).

Extraído de “Un día en la cárcel. Una aproximación narrativa a las posibilidades del enfoque de la rehabilitación penitenciaria”, de Helena Modzelewski, publicado en Revista Fermentario (www.fermentario.fhuce.edu.uy), Vol 1, No. 16 (2010). Modzelewski es Doctora en Filosofía (Universidad de Valencia, España) y es docente del Depto. de Historia y Filosofía de la Educación del Instituto de Educación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (Udelar).


SINTONIZANDO CONDONBOSCO P. Ángel Fernández Artime / Rector Mayor de los SDB

Desde Beirut a Valdocco, siempre la presencia de la Madre Ayer fue el día de la Pascua del Señor, Pascua de Resurrección con fecha del 1 de abril. Una fecha muy significativa para la Familia Salesiana, y hoy les estoy escribien‐ do desde la ciudad de Beirut, en el Líbano. No quiero dejar pasar la oportunidad de re‐ ferirme en primer lugar a Don Bosco y la Fiesta de Pascua. Fue precisamente en el domingo de Pascua de Resurrección del año 1841 cuando Don Bosco vivió un verdadero Getsemaní, sin saber dónde podía recoger a sus 200 muchachos el domingo próximo. Al final, con la intervención de la Providencia, aparece la pequeña estancia Pinardi, que hoy es nuestra Capilla Pinardi en Valdocco. Desde aquel Domingo de Resurrección has‐ ta hoy se han sucedido tantísimas inter‐ venciones de la Providencia y de la Virgen.

Resurrección celebrada en todo el mundo, y en todas las presencias del mundo, en las situaciones más diversas: a veces en un hermoso templo, a veces bajo un árbol co‐ mo en el campo de refugiados de Palabek o en el campo de refugiados de Juba (Sudan del Sur), donde las comunidades salesianas comparten vida con los últimos, los descar‐ tados. Damos gracias a Dios por estos sig‐ nos de Vida y de Resurrección, porque en su pobreza y dolor siguen siendo los preferi‐ dos de Dios. Somos nosotros, los humanos, quienes hacemos que estas situaciones injustas existan. Y siempre, la presencia de María. Sea en el Viernes Santo, sea en la mañana de Resu‐ rrección. Y a esto quiero referirme: a la a‐ tracción que despierta en todo el mundo cristiano LA MADRE. Esta tarde me encontraba con otros Salesia‐ nos en Beirut visitando el Santuario de la Madonna del Líbano. Un hermoso lugar en la montaña, donde una gran estatua de la Virgen tiene los brazos abiertos acogiendo la ciudad de Beirut. Fuimos a rezar en una pequeña capilla. Había varias personas o‐ rando. Muchos eran jóvenes. Esto me im‐ presionó profundamente. Y mi mirada se detuvo también en una joven madre y su hijo de unos 14 años. La mamá oraba con los ojos cerrados, con profunda concentra‐ ción y devoción. El muchacho estaba a su lado. Me parecía notar que estaba un poco cansado ya de estar allí en silencio, pero miraba a su mamá, y yo a ellos, porque no me dejaba indiferente la escena. Tanta fe. Sin duda tantos latidos de corazón de esta joven mamá a la otra mamá, la Madre de Jesús, la Madre de todos nosotros.

Fue también el 1 de abril de 1934, Domingo de Resurrección, cuando Don Bosco fue proclamado santo, en un domingo lluvioso. También este año es el 1 de abril de 2018 cuando el Señor nos regala la Pascua de

mundo. Este año, en mayo, celebramos los 150 años de la inauguración de la Basílica de María Auxiliadora en Turín, respuesta de Don Bosco al deseo de la Virgen. Lugar sa‐ grado en el que se harían realidad las pala‐ bras de la Madre: “Esta es mi casa. De aquí saldrá mi gloria”. Su gloria recorre hoy todo el mundo salesia‐ no en 134 naciones. Mundo salesiano sal‐ picado de capillas, templos, santuarios ma‐ rianos, Basílicas donde la Madre sigue lla‐ mando a su encuentro a sus hijos e hijas de todas las culturas y colores de piel, para te‐ nerlos en su corazón y acercarlos siempre a su Hijo Amado. Estoy convencido de que la escena de la ma‐ má de Beirut con su hijo al lado, se mul‐ tiplica miles y miles de veces en todo el mundo, todos los días. Y mientras la Madre nos siga teniendo en su abrigo, en su cuida‐ do, nada hemos de temer. Con mirada salesiana reconocemos y decimos hoy, al igual que Don Bosco, que “Ella lo ha hecho todo”, y me permito añadir... ¡y lo sigue haciendo! Feliz fiesta de María Auxiliadora. El 23 de mayo, en Valdocco, inauguraremos solem‐ nemente este año de celebración del 150 aniversario y será un preciosa oportunidad para unirnos con todos los santuarios, ca‐ pillas, basílicas del mundo donde Ella, la Madre, sigue irradiando su ternura mater‐ na, como lo hace también hoy en Beirut. Yo lo he visto.

En mi corazón contemplaba esta escena y otras muchas en las cuales siempre sucede lo mismo. La Virgen suscita tanta ternura, afecto y amor en sus hijos e hijas por todo el 9


HACIENDOHISTORIA

Una iniciativa generadora de esperanza

“Ver posibilidades donde otros no las ven” El Proyecto Miguel Magone es un programa de medidas socioeducativas de atención en la comuni‐ dad, que atiende a adolescentes y jóvenes que han cometido infracciones que son consideradas por la ley penal como delitos, en el marco de una derivación del juez competente en el elenco de medidas socioeducativas no privativas de libertad. 10


El Proyecto Miguel Magone funciona en la Obra Social Don Bosco, de la ciudad de Salto, a partir de un convenio firmado entre la Socie‐ dad San Francisco de Sales y el INAU, en agosto del año de 2004. Se comenzó a ejecu‐ tar en septiembre de ese año, cuando se aprobó el nuevo Código de la Niñez y la Ado‐ lescencia, que dispone sobre el proceso penal juvenil y las distintas medidas que tienen los jueces cuando un adolescente es encontrado responsable de una infracción a la Ley Penal. El convenio luego se renovó en 2014 con el SIRPA y actualmente se está en negociaciones para la firma del convenio con el INISA. Dentro del elenco de medidas que establece el Código de la Niñez y la Adolescencia, ade‐ más de la Privación de libertad, están las Medidas Socioeducativas No Privativas de Libertad (mencionadas en los artículos del 80 al 85) dentro de las cuales se pueden encon‐ trar: amonestación, orientación y apoyo, li‐ bertad asistida, libertad vigilada, y prestación de servicios a la comunidad. Por lo tanto el adolescente ingresa al programa a partir de una orden judicial que indica no solo la medida a cumplir sino la duración de la misma. También se atiende a adolescentes y jóvenes para el seguimiento de Medidas Cautelares y, en la actualidad, a partir del Nuevo Código del Proceso Penal, para el seguimiento de la Suspensión Condicional del Proceso Penal. En noviembre del año 2017 se firmó un acuerdo entre Salesianos de Don Bosco (a tra‐ vés del Proyecto Magone) y la Intendencia Municipal de Salto, para cumplir en depen‐ dencias de la misma, la medida socioeducati‐ va de prestación de servicios a la comunidad. MEDIDAS SOCIOEDUCATIVAS En las medidas socioeducativas confluyen dos dimensiones fundamentales: la del control y la educativa. Por lo tanto, trabajar la respon‐ sabilidad por la infracción es parte de la propuesta educativa, pretendiendo que el adolescente asocie su acción con las conse‐ cuencias que conlleva, analizando y reflexio‐ nando el significado de la infracción cometi‐ da, teniendo en cuenta que es una persona con derechos y responsabilidades que tiene la capacidad de elegir, como de exigir y reclamar cuando considere que sus derechos están siendo vulnerados. El director del proyecto, P. Raúl E. García sdb, comenta que la acción educativa aporta recursos y herramientas que sirven para in‐ tegrarse de una manera distinta en la comuni‐

dad, favoreciendo los procesos de responsa‐ bilización y autonomía, proyectando la vida desde un lugar diferente. “Esto con palabras distintas hace a la máxima de Don Bosco, educar para que los jóvenes sean buenos cristianos y honrados ciudadanos, desde una

en ellos les enseñó a creer. La corta vida de Magone es un ejemplo de lo que puede ser el aprovechamiento de la oportunidad, sin la cual probablemente hubiese sido candidato a habitar las cárceles de Turín”, agrega García. En estos 14 años pasaron unos 700 jóvenes,

Parte del equipo de trabajo del Proyecto Miguel Magone

“Con cada adolescente se inaugura la esperanza de un nuevo encuentro que pueda hacer la diferencia en la vida de alguien” visión del amor a Dios en cada joven y la valoración de su vida como un don precioso para sí mismos y los demás”. En este sentido, el Programa Magone busca generar condiciones de participación positiva en su accionar comunitario, contribuyendo a gestionar en la comunidad espacios que propicien la integración los adolescentes. ENSEÑANDO A CREER El proyecto llevó mucho tiempo de gestación al ser el primero de este tipo que se creaba al norte del Rio Negro. Hasta entonces, los es‐ tablecimientos de esta índole estaban concentrados en Montevideo y Canelones. Por otra parte, era el primer proyecto de este estilo que ejecutaría la comunidad Salesiana. En el proceso de elaboración estuvo muy pre‐ sente el equipo de Obras Sociales, principal‐ mente el Padre Marcelo Fontona, que fue quién sugirió el nombre. “A nosotros nos pareció que el nombre reflejaba el espíritu del Proyecto y así Miguel Magone queda definitivamente instalado en la Familia Salesiana. Don Bosco supo ver en él, así como en tantos otros, algo que los demás no veían, sus posibilidades. A fuerza de creer

cuya intervención se realizó dependiendo de cada caso pero siempre basándose en tres dimensiones: individual, familiar y comunita‐ ria. Son tantos proyectos como adolescentes, donde la escucha personalizada es la esencia del trabajo educativo. El equipo está formado por una Coordinadora, un Abogado, una Licenciada en Trabajo Social, un Psicólogo y dos Educadores. Lucía Minutti, quien coordina el proyecto, hace una valoración de lo que es esta ex‐ periencia, destacando que todo el esfuerzo vale la pena: “Desde una mirada de todos los que día a día hacemos este proyecto, las palabras no siempre reflejan todo el universo de afectos, emociones, preocupaciones, de‐ cepciones, enojos, impotencias y esperanzas que circulan en nosotros. Pero al pasar raya seguimos pensando que el desafío vale la pena, que con cada adolescente se inaugura la esperanza de un nuevo encuentro que pueda hacer la diferencia en la vida de alguien. Así que más allá de la formación, se trata de querer lo que hacemos y creer que la vida de cada joven es tan valiosa que vale la pena invertir en ella”.

11


VALELAPENAVIVIRASÍ

12 14


“Lita” Iruleguy y “Pampa” Reyes: jóvenes salesianos al encuentro de los adolescentes en el INISA

Esos gurises son mis hermanos, nada nos diferencia Lucía “Lita” Iruleguy y Juan Pablo “Pampa” Reyes no conciben una espiritualidad desligada del servicio. Tan es así que forman parte del Voluntariado Misionero Salesiano y se fueron a misionar durante un año fuera de fronteras. Hoy forman parte del equipo de la Arquidiócesis de Montevideo que, a pedido de las autoridades del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (INISA), presta atención pastoral a los adolescentes allí albergados. Conscientes de las oportunidades que les ofrece la vida, creen en esos adolescentes así como otros creen en ellos. Los encuentros que comparten con los adolescentes del INISA junto con jóvenes de otras confesiones religiosas y distintos carísimas son transformadores para unos y otros. “Esos gurises son mis hermanos. Nada nos diferencia”, asegura “Lita”. “Pampa” coincide y asegura no mirarlos con lástima “porque siempre podés cometer errores, pero la dignidad no la pierden por estar ahí. Todos somos hijos de Dios”.

13


¿Por qué decidieron dedicarle gran parte de su tiempo a trabajar en voluntariado? L: Todo arranca cuando fui estudiante del Juan XXIII, donde descubrí a Don Bosco y a Dios. Me “transformé” porque los que me educaban creían en mí y fui haciendo un proceso de conversión. Estudiaba Ciencias, pero estaba lejos de la gente y precisaba ese contacto, por lo que cambié de carrera y empecé a estudiar Licenciatura en Educación. Es lo que me mueve. También mi familia me ayudó a tener oportunidades y pensé: “¿Por qué no todos podemos tenerlas y vivir felices?”. Y por eso dedico mi tiempo a hacer algo, a hacer mi pedacito para que el mundo sea más lindo. P: En mi familia somos muy pragmáticos. La visión de mi viejo es que si querés seguir a Jesús tenés que laburar para los demás. Si vos querés ser cristiano, el servicio tiene que ser un pilar en tu vida. Cuando conocí a Don Bosco él me decía lo mismo. Si vos creés, tenés una responsabilidad como cristiano de estar y ayudar a otros, y estar en los contextos más vulnerables. Mucha oración y mucho laburo, las dos cosas van juntas sino no tienen sentido. No tengo dos vidas, soy cristiano en la Facultad, donde llevo la cruz colgada en mi cuello, y en el resto de los lugares. Conocer a Don Bosco me salvó la vida, porque me mostró a Jesús. ¿Qué van a hacer en los centros u hogares del INISA? L: Esta propuesta de trabajar allí no surgió de nosotros, sino que es un arreglo entre el Arzobispado –el Cardenal Daniel Sturla‐ con la directora del INISA –Gabriela Fulco‐. Ella le propuso al Cardenal que como ya se hacía en la Pastoral Penitenciaria, sería bueno hacer algo con los adolescentes. Sturla se comunicó con el Padre Leonel Burone sdb y con Luis Arocha y empezaron a armar un pequeño equipo de personas de distintas espiritualidades, congregaciones, ideas, que hoy estamos yendo a tres diferentes centros. Yo estoy yendo desde 2017 al “Hogar Desafío” (Gral. Flores y Chimborazo). Somos cinco. Un hermano misionero y una hermana ya van desde hace tres años, y nosotros nos sumamos a esa propuesta, con nuestra espiritualidad. P: Yo soy salesiano a donde vaya. Lo bueno es el entrevero que hay. Vivo y laburo como salesiano, pero es bueno ver cómo cada espiritualidad trabaja. Yo voy desde este año al Complejo Belloni donde ya había personas trabajando y me sumé a la propuesta. Fui a dar mi impronta, colocar mi granito de arena. L: Es bueno ver a otras espiritualidades que también son juveniles y no solo los salesianos. Allí somos un solo movimiento. P: La parte linda es ver los carismas dentro del grupo, cómo cada uno da su impronta al grupo y cómo eso favorece a los gurises, porque estamos para y por ellos. ¿Cuál es la tarea puntual que hacen? ¿Escuchan, hacen juegos, de qué forma los ayudan? L: Depende del lugar al que vayamos. En mi caso, trabajamos en las horas de patio de los adolescentes. Nos sumamos a lo que están haciendo. Charlamos, tomamos mate, jugamos al tejo, al ping pong. Se dan instancias colectivas o personales. Vamos los jueves que son días de visita. Les ponemos desafíos, como hacer un pesebre grande para el hogar y chiquitos para cada uno. Y en ese marco explicamos que hay una Madre, María, y un hermano, Jesús, y José, un papá ejemplar. No damos una catequesis. Ellos son muy curiosos y nos cuestionan a diario. Compartimos nuestras vidas, que son muy distintas en varios casos y en otros coinciden. P: La idea es mostrarles a Cristo. En el que voy yo tenemos contacto dentro de un salón, nos los traen. Compartimos cara a cara con ellos. No hay rejas. Charlamos, hacemos un juego. El INISA cubre varios aspectos, en lo humano, en la educación… La movida nuestra es más pastoral. Estamos abiertos a compartir todo. Yo, mi vida y ellos, la suya. He vivido momentos hermosos. El otro día 14


Mi familia me ayudó a tener oportunidades y pensé: '¿por qué no todos podemos tenerlas y vivir felices'?

"Si vos querés ser cristiano, el servicio tiene que ser un pilar en tu vida

Lucía Lita Iruleguy

Juan Pablo Pampa Reyes

Juan Pablo Pampa Reyes

Lucía Lita Iruleguy

Tiene 24 años y es oriundo de San José. Integra el Voluntariado Misionero Salesiano. Estuvo un año de misión en Angola. Trabaja en el Colegio Maturana y en el Instituto Juan XXIII. Estudia Ciencias Veterinarias.

Tiene 25 años y es oriunda de Montevideo. Es exalumna del Instituto María Auxiliadora (IMA) y del Instituto “Juan XXIII” Integra el Voluntariado Misionero Salesiano. Estu‐ vo un año de misión en Ecuador. Trabaja en el Colegio Maturana y en el Instituto Juan XXIII. Acaba de recibirse de Lic. en la Educa‐ ción en la Universidad Católica.

entregamos cruces, pero les hacíamos preguntas para que se las ganaran. Siempre les dejo claro que estamos para escucharlos. Y es clave que los funcionarios del INISA nos reciben con la mejor onda. Incluso uno de los guardias se ha sumado a la oración final.

si lo quieren contar está todo bien. La idea es tirar para adelante. Funcionarios, autoridades nos agradecen porque dicen que lo que generamos les hace bien. Lo que vivimos va más allá de las palabras. Y eso se junta con el cariño y con que nunca tuvimos miedo de compartir. Estos gurises no son delincuentes. Son jóvenes que están pasando por estas situaciones y dentro de un tiempo van a salir, y todo lo que podamos hacer por ellos hoy les va a servir para el futuro. Son encuentros que transforman a todos y entre todos vamos haciendo algo. Descubrir que hay mucha gente que se la juega es una esperanza, cuando muchos piden que se los encierre, y hasta la pena de muerte.

Ustedes van a dar y a recibir… P: Recibimos más de lo que damos. Las cosas que escuchamos nos sacuden como cristianos, como personas. L: Entrego lo que he aprendido, las oportunidades que tuve y que quiero compartir. P: Cuando estoy no juzgo al otro. Nunca tengo lástima. Los miro a los ojos porque siempre podés cometer errores, pero la dignidad no la pierden por estar ahí. Todos somos hijos de Dios. L: Esos gurises son mis hermanos. Nada nos diferencia. Nunca preguntamos ni queremos saber qué hicieron para estar ahí, ahora

“No tengo dos vidas, soy cristiano en la Facultad, donde llevo la cruz colgada en mi cuello, y en el resto de los lugares. Conocer a Don Bosco me salvó la vida, porque me mostró a Jesús” Juan Pablo “Pampa” Reyes 15


CONNOMBREYAPELLIDO

16


ades id n tu r o p o s la Los pilares de Pense e d l a n e P l e n e

17


Para él ser policía no es un trabajo sino una forma de vivir. Su opción le ha dado satisfacciones pero también importantes pérdidas y renuncias que asume porque cree en lo que hace. Y justamente ”creer” es la clave de su peculiar estilo de relación con los reclusos de la Unidad 24, un centro del Instituto Nacional de Rehabilitación Penal, inaugurado hace tres años, que dirige en las afueras de Mercedes, en el Departamento de Soriano. Para el Teniente Primero de la Guardia Republicana, Luis Eduardo Rosas Pereira, los centros de reclusión debieran ser institutos de oportunidad en vez de rehabilitación. Una y otra vez confía en los jóvenes allí recluidos y la base de su sistema de “oportunidad” es esta confianza. Para él no hay ninguna persona que pueda considerarse perdida, porque todos tenemos algo bueno.

¿Es posible la rehabilitación? Para mí la rehabilitación no es posible, es muy ambiciosa. Creo más en la oportunidad. No sería un Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) sino sería un “INO”, Instituto Nacional de Oportunidad. Aquí les damos la oportunidad de que puedan salir adelante. Pero a veces les exigimos que se porten bien, les decimos que van a andar bien en la vida, que hagan las cosas bien. Y ellos hacen las cosas bien, pero luego salen y se encuentran con una realidad que es totalmente diferente. Entonces les mentimos, porque no les va tan bien.

“Yo juré por mi vida defender la soberanía, el honor, la libertad y todo gobierno que llegue por vía del derecho. Y aunque parezca una tontería para muchas personas, creo en eso” ¿Cómo es eso? Ellos tienen un fracaso en la vida y no lo pueden superar. La inmediatez de querer algo y tenerlo enseguida es lo que los ha llevado a la cárcel, además de la pasta base, la madre de todas las drogas, que es un problema bastante importante. ¿Cuáles son los pilares de su sistema de oportunidad? En la cárcel la educación es fundamental. Los pilares de la rehabilitación son: trabajo, educación y religión. Hace un tiempo atrás, a un maestro mayor, con mucha experiencia de vida y trabajo en la cárcel, totalmente ateo, le preguntaron si la religión no era cambiar una rueda por otra. Es una visión muy respetable. Y el maestro dijo: “Yo estoy de acuerdo que es cambiar una rueda por otra porque como todos saben yo no creo en Dios y tampoco en las religiones, pero, ¿cuál droga es más nociva? ¿Dios o la pasta base?”. Y ahí me fui dando cuenta... cuando recién llegué no entendía nada porque no tenía experiencia penitenciaria. 18

¿Es posible entonces que estos jóvenes se puedan insertar en la sociedad? El tiempo me ha ido demostrando que se puede hacer algo, pero necesitamos técni‐ cos, psicólogos, gente que trabaje con ellos. La rehabilitación no pasa solo por el INR sino por toda la sociedad. Cuando el indivi‐ duo sale necesita tener un trabajo, un lugar donde desarrollarse, ser importante. El trabajo que hacemos aquí con ellos está basado en la confianza, en confiar en la persona. ¿Cuenta con el personal suficiente para ofrecer el sistema de oportunidades en su Unidad? Hay personal policial suficiente como para brindar la seguridad acorde a la cantidad de reclusos que tenemos, pero a veces no con‐ tamos con la cantidad de técnicos para trabajar en la rehabilitación. ¿Cómo es su relación con los privados de libertad? Con los privados de libertad tengo una relación prácticamente muy fluida. Los escucho, pongo límites, cuando es no es no, cuando hay que dar un beneficio se le otorga; y creo que esa es la mejor manera. Siempre cuando hablamos con ellos les decimos que nos ayuden con el tema de la confianza. ¿Qué es la confianza dentro del INR? Es una herramienta fundamental porque generamos un compromiso y el individuo se siente bien al percibir que alguien confía en él. Parece una cosa menor, pero dentro del


FICHA PERSONAL Teniente Primero de la Guardia Republicana, Luis Eduardo Rosas Pereira. Director de la Unidad 24 del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) Es Lic. en Seguridad Pública en Facultad de Derecho. Estudió en el Colegio de San Javier (jesuita) en Tacuarembó. Se vinculó con el Voluntariado Juvenil Salesiano cuando siendo alumno del colegio jesuita fue de misión a Mercedes.

sistema, para la persona privada de libertad, es muy importante. Uno no en‐ cuentra las palabras para describir lo que se vive. Pero entonces, ¿con ese sistema se podría recuperar a todos? Hay mucha gente joven… y sí, se podría mejorar a todos. No creo que haya perdi‐ dos. No hay ningún ser humano que no tenga algo bueno. Parto de la base de que todos tenemos algo bueno. A veces hace‐ mos cosas que no le gustan a los demás o no son correctas vistas de determinado punto. Me enojo igual que todo el mundo pero apuesto a creer. Y no importa que a veces cometan un error o que traicionen esa confianza. Volvemos a intentar de nuevo... y así mil veces. ¿Por qué cree que eso es así? ¿Por qué? Porque creo en eso. Tengo una formación religiosa que me permite creer en el ser humano. Siempre me enseñaron eso. Me acuerdo de cuando yo era niño, la hermana Concepción, que trabajaba en el hogar de ancianos, empezó a hacer una procesión de casa en casa, y cada uno recibía a la Virgen y la llevábamos cantando y rezábamos el rosario. Yo era un niño y me gustaba mucho esa actividad. Y todo el mundo esperaba a que la Virgen llegara a su casa.

¿Cómo fue su educación? Yo vengo de un barrio muy humilde de Tacuarembó. Mis padres tenían poca for‐ mación: hasta tercero de escuela los dos. Y sin embargo, ellos me transmitieron bue‐ nos valores. Mi padre era de pocas pala‐ bras, diferente a mí que hablo un poco más. Siempre me hablaba sobre portarse bien, la conducta... y me lo transmitía con acciones, porque era un hombre muy humilde y

mi vida así. No soy rico materialmente, tam‐ poco soy pobre, pero me siento bien. ¿Cómo vivió su familia su trabajo como policía? La familia prácticamente se me disgregó. Por mi trabajo terminé separado. Fueron muchos años de casado. Mi exseñora me aguantó demasiado tiempo. El trabajo me trajo complicaciones porque no es un

“A veces les exigimos que se porten bien, les decimos que van a andar bien en la vida, que hagan las cosas bien. Y ellos hacen las cosas bien, pero luego salen y se encuentran con una realidad que es totalmente diferente” honesto. Y mi madre también. Pero gracias a eso pude desarrollarme. ¿Qué es ser policía para usted? Lo que siento es que ser policía es una forma de vivir. No es un trabajo. Yo creo en lo que hago. “Misión dada, misión cumpli‐ da”, aunque suene muy estruc‐turado, riguroso y cuadrado. A mí se me asigna una misión y la cumplo porque creo en lo que hago. No me importan los gobiernos, si son de izquierda o derecha, Blancos, Colorados o del Frente. No me importa. Yo juré por mi vida defender la soberanía, el honor, la libertad y todo gobierno que llegue por vía del derecho. Y aunque parezca una tontería para muchas personas, creo en eso. Y llevo

trabajo común, normal. Para nosotros no hay Navidad, Año Nuevo, sábado, domin‐ go... Las personas que tienen un trabajo normal lo hacen hasta el sábado al medio‐ día y luego dicen “voy a disfrutar el fin de semana”. Sin embargo, nosotros los fines de semana es cuando más trabajamos. Cuando la gente duerme y se divierte es cuando más trabajamos. Uno va perdiendo etapas como las del crecimiento de los hijos y otras cosas. Pero es un sacrificio que hace‐ mos parte de la sociedad porque creemos en esto.

19


ADMA Jóvenes

Peregrinamos hacia María…

ECOS DE LOS CAMINANTES té, seguida acep grinación en re ncia pe ue la a ec n fr invitaro n tanta “Cuando me e no se da co qu Misa. Es a a ci s en go ri in a expe Dios los dom n co se o porque es un tr en intensa, que ser ir al encu ás profunda, m , no ta como puede in ue st rq di o po eto, encuentr sentir compl una forma de llena, te hace te ión, es mucho e ac qu or e, de nt s vive difere s concreto to en riencias con om m s ex a lo biando pe am rc te in solo se limita i es rezar nd a una charla, es ir en el bo muerzo hast al más que eso: la el ra e pa sd tá de mpartir a gente es los demás, co sentir que es ás m de tá … Es mo lado en comunidad s para el mis tirando todo s, vo e qu a mism ri Bárbara Arcie mo hacer un María fue co n co ar riencia in m , por mi expe “Para mí ca opia historia pr i as que m r on rs po o pe recorrid rir cómo ub sc de re , da i vi crecer un de Dios en m e han hecho m da vi s i m o nd ar los detalle han ido toca rma contempl fo na gu al de poco. Fue María”. del amor de Carla Brandi

uy ún fue una m gen del Verd ir V sa. la no a pi n ió Es ac P.Hugo “La peregrin e propuso el m rtir e pa qu m a co ci en de tunidad or linda experi op la ve tu po el que tuve un co Fue un día en l principio es A a. a cí no co e no . Era la primer con gente qu gré muy bien te in ó e st m gu o e eg m lu ión y tímida, pero a peregrinac icipaba de un ido” rt ve di y vez que part riquecedor en uy m e fu mucho, z Federica Pére ubrí osa que desc riencia herm pe a ex un a Es un . es os nes cuentr “A D M A Jóve todos los en se e de qu o n ip ic ge rt ir V pa y ación con la or hace un año de to ra es algo linda, un s. Peregrinar vivencia muy regrinacione pe rarte con la s nt la co n en co e fortalec ás fuerte. Es m ia nc stía a los ve vi ca a bró la Eu ri le ce Se especial, es un n. ió o, un poco lá de la orac subida al Cerr Virgen más al la no vi s ué rque cuando ún, desp lió la pena po pies de Verd va ro llena pe r, lo r el ca n y le rezás te cansadora po s con la Virge rá nt co en te y llegás arriba ” a y el espíritu m al el ho uc m o Nicolás Mariñ

Estos testimonios refieren a la Peregrinación que Adma Jóvenes organizó a los cerros del Verdún y de Aguas Blancas el 8 de abril de 2018


SINTONIZANDO CONDONBOSCO

Sor Yvonne Reungoat Superiora General de las FMA

PARA QUE CADA JOVEN PUEDA VIBRAR…

DEBEMOS ALIARNOS Queridos amigos de la Familia Salesiana de Uruguay: Ningún joven es indigno de confianza: ni los ale‐ jados, ni los indiferentes, ni los que se oponen a todo tipo de propuesta. Don Bosco decía que en el corazón de cada joven siempre hay una cuerda que puede vibrar, un punto accesible al bien. En nuestra tradición salesiana existen muchos ejemplos, que no se han agotado sino que siguen ocurriendo. Por su lado, el Papa Francisco subraya que todos los jóvenes, incluso los de la "generación selfie", los de una cultura que parece más gaseosa que líquida, buscan el sentido pleno para su vida. Precisamente en medio de los jóvenes, también de esos que nos ignoran o rechazan, debemos presen‐ tar, como Familia Salesiana constituida en comuni‐ dades educativas, una actitud irrenunciable: es‐ tamos despiertos para hacerlos despertar; nos afir‐ mamos en el Señor para que nuestros muchachos puedan centrarse en Él. Jesús sigue suscitando en el Pueblo de Dios voca‐ ciones diferentes para servir a su Reino, y quie‐re que seamos, juntos, pregoneros de la buena noticia de la vocación, mediante un gradual y constante acompañamiento de los jóvenes. Este servicio es una misión que nos aparta de cualquier forma de resignación respecto al presente, y nos ayuda a proyectarnos hacia un futuro abierto a la esperan‐

za. Sobre todo, permite renovarnos en el estilo de vida de Jesús, para irradiar Evangelio, principal‐ mente con el testimonio. Quiero subrayar la urgencia de intensificar la misión salesiana como un verdadero itinerario de fe que lleva al encuentro personal con Cristo, de manera sencilla y en estrecha relación con la familia. Estar entre los jóvenes, habitar en sus espacios, hacer vibrar las cuerdas de su existencia, encontrar‐ nos con sus deseos, comprender sus tristezas y es‐ cuchar también sus silencios, nos exige dar un nuevo impulso a la alianza educativa con la familia. El Papa Francisco nos ha recordado la necesidad de reconocer su vocación de seno que da vida, para que los padres, incluso en situación de debilidad y fragilidad, no se sientan solos y puedan ser los pri‐ meros animadores vocacionales de su prole, liberándose ellos mismos y a sus hijos, de planteos egoístas, de cálculo y de poder, que incluso ocurren en familias practicantes. Como Familia Salesiana, debemos ponernos en sinergia con el camino de la Iglesia para dar nuevo vigor al empeño de ser familia, redescubriendo la belleza del espíritu característico de Valdocco y Mornese, hasta el punto de convertir estos lugares

DEOTROSLARES Salesianos en Nicaragua por la paz Ante la escalada de violencia en Nicaragua los salesianos hicieron un llamado por la paz. “Con mucho dolor y gran conmo‐ ción hemos seguido durante es‐ tos días la situación que está viviendo el pueblo de Nicaragua”, expresó el P. Ángel Prado, Ins‐ pector de Centroamérica en una carta. “Condenamos todo acto de vio‐ lencia, vandalismo y represión que atente contra la vida y la integridad de las personas y su derecho a expresarse pacíficamente en defensa de la justicia y de la solidaridad social. Al mismo tiempo hacemos un profundo llamado a la paz que es el fruto del respeto a la dignidad de todas las personas”, manifestó.

en propuesta vocacional abierta a la dimensión eclesial y mariana. Estoy convencida de que, en el plan de Dios, la familia es el primer ambiente en el que la vocación encuentre el terreno adecuado para madurar. Por eso, pienso que debemos aliarnos con ella, en re‐ conocimiento a su misión insustituible, y para sostenerla ante las dificultades. Caminando con la familia, con todas, con cada una, hallaremos ca‐ minos de convergencia en torno a valores, por el bien de sus hijos. Pero esa alianza no puede quedar solo en hallar vías convergentes de educación. Cada obra, cada cen‐ tro, cada comunidad y cada uno de nosotros de‐ bemos ofrecer a los jóvenes un ambiente de familia que permita acompañarlos con serenidad y propo‐ nerles valores genuinos. María, Madre de toda vocación y Madre de la Igle‐ sia, también es nuestra aliada. Ella sostiene nuestra fidelidad, comparte nuestros esfuerzos y nuestras esperanzas. Confiemos en ella, seguros de que el camino, a veces, árido y fatigoso, con su ayuda, es transitable.

Valdocco y las catacumbas de San Calixto renovaron sus sitios web Valdocco, el corazón palpi‐ tante del mundo salesiano; y las catacumbas de San Calix‐ to, un espacio que se refiere a los orígenes del cristianis‐ mo y que durante décadas ha sido confiado al cuidado y a la responsabilidad de la Con‐ gregación Salesiana reno‐ varon sus sitios web. Toda la información de estos lugares de peregrinación están dis‐ ponibles en: www.valdocco‐ .it. www.catacombe.roma.it 21


MEGUSTACOMENTOCOMPARTO


MEGUSTACOMENTOCOMPARTO

Para la libertad… Esta página se refiere a la lectura de los Hechos de los Apóstoles (2,1‐11) proclamada en la Misa del 20 de mayo, Solemnidad de Pentecostés. …sangro, lucho, pervivo. Los versos de Miguel Hernández que musicalizó Joan Ma‐ nuel Serrat nos recuerdan uno de los anhe‐ los más profundos del ser humano, que el arte ha expresado de múl ples maneras: basta pensar en la escena de la muerte de William Wallace en Corazón Valiente, o la célebre enseñanza que recibió Sancho Pan‐ za, narrada en el capítulo LVIII de la segun‐ da parte de El ingenioso hidalgo Don Quijo‐ te de la Mancha, y tantas veces reproduci‐ do: “La libertad, San‐ cho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los ci‐ elos; con ella no pueden igualarse los tesoros que en‐ cierra la erra ni el P. Francisco Lezama sdb mar encubre; por la li‐ bertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida”. Celebrar Pentecostés es, para los cris anos, vivir la fiesta de la libertad. Jesús había

dicho: “El viento (o Espíritu, que son la misma palabra en hebreo) sopla donde quiere”. Y ese viento/Espíritu sopló 50 días después de la Pascua, sacudiendo en el edificio las estructuras sicas, y también las interiores entre todos los que estaban en la casa. La “parresía” (audacia, franqueza, coraje) con que hablan los apóstoles des‐ pués de Pentecostés es la experiencia que los lanza al anuncio misionero; por eso escribirá más tarde San Pablo: “donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (2Cor 3,17).

Un recuerdo personal me viene a la mente en este momento: una vez fui a la parroquia María Auxiliadora (Talleres Don Bosco), y pasé por el escritorio del párroco de aquel momento, el recordado P. Mario Piaggio. Detrás de donde él se sentaba, junto a ese escritorio por el que pasaban tantas perso‐ nas en búsqueda del perdón de Dios, de orientación y de desahogo, había un gran pizarrón, lleno de firmas y mensajes de los adolescentes de la parroquia. Y arriba, en letras grandes, tres palabras escritas por Mario: “Libertad, libertad, orientales”.

El Psicólogo Viktor Frankl recuerda lo que él mismo vio en los campos de concentración: cómo algunas personas, en ese ambiente extremo de hos lidad y depresión, eran capaces de tener una ac tud diferente, de preocuparse por los demás, de no dejarse condicionar por las circunstancias. Él llama a esta capacidad la “libertad espiritual”, el úl mo resquicio de dignidad: la capacidad de elegir la ac tud con la cual afrontar la vida. “Es esta libertad espiritual, que no se nos puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sen do y propósito”, escribe Frankl.

La libertad espiritual, esa que nadie nos puede arrebatar, es un don del Espíritu San‐ to, y una tarea para conquistar. Es también un bien a compar r. La Iglesia puede hoy decir, como Jesús, las palabras de Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí… Él me ha enviado para dar la libertad a los oprimi‐ dos” (Is 61,1).

23


AQUÍYAHORA

24


Adolescentes y jóvenes en conflicto con la ley

La confianza, el cariño y la espiritualidad que rescatan Una tarde lluviosa estaba yo con mi pandilla en la estación de tren. Jugábamos y forcejeábamos llamando así la atención de todos. Nuestros juegos comenzaron a volverse cada vez más violentos. En un momento de forcejeos y golpes esquivados, un señor de sotana negra se puso en medio del grupo, impidiendo que siguiéramos con la pelea. Todos echaron a correr al ver aquel cura interrumpir nuestros juegos, todos excepto yo que avancé hacia él confrontándolo ‐ ¿Quién eres tú para venir a entrometerte en nuestros juegos?‐ lo espeté desafiante. ‐ Soy un amigo tuyo‐, respondió Don Bosco. Y tú ¿quién eres? ‐ ¿Yo? ¿Quién soy yo? Miguel Magone, capitán de este ejército. El relato fue extraído de la página web Grandes Chicos, de los Salesianos de Centro América, y prosigue contando cómo Don Bosco se interesó por su persona y lo invitó a dejar “esa vida de vago”. También los exhortó a rezar al “Padre que está en los cielos” y le regaló una medalla de María Auxiliadora. Al poco tiempo, Magone se trasladó al oratorio de Don Bosco en Turín. Allí encontró una familia, comenzó a tomar en serio sus estu‐ dios y descubrió la presencia de Dios en su vida, que lo ayudó a aplacar su carácter y a transformarse “en árbitro de paz”.

25


Cuando se trabaja con adolescentes en conflicto con la ley se olvida muchas veces una dimensión de la persona, muy importante, que es la espiritualidad. “Todos queremos que nos quieran, ser importantes para alguien, dejar una huella, es algo que viene desde los genes pero lo espiritual se aborda muy pocas veces y es de las cosas que más fuerzas dan para salir adelante”, explica Lucía Iruleguy, una joven salesiana que acaba de defender su tesis en la Licenciatura en Educación y Tecnicatura en Educación Social y en la que eligió como tema el “Sistema Preventivo: Aportes de la pedagogía salesiana al trabajo con adolescentes en conflicto con la ley”. Miguel Magone, aquel joven que ella define como “el barrabrava de Don Bosco” es un ejemplo de que se puede cambiar de vida, asegura esta exalumna de IMA y del Juan XXIII, más conocida como Lita. Y añade que el logro no está tanto en manos del educador, que puede hacer mucho como hizo el fundador de los Salesianos, sino del propio joven. “Él es el que se rescata y el que tiene que querer cambiar”, afirma. Dos aspectos sustanciales del modelo preventivo que destaca Lita y que, a su juicio, mueven a un cambio de vida son la confianza y el cariño. “El Sistema Preventivo se basa en el cariño al joven concreto y a la juventud en general. El Salesiano quiere a los jóvenes por ser jóvenes. Conocer la historia de cada uno, cada uno vale. Yo confío en el adolescente, en la posibilidad de cambio, desde el acompañamiento, desde la libertad que tiene para tomar las decisiones que toma. La palabrita al oído es muy importante. Cuando les decís algo lindo hacen un clic”, señala.

“Lo espiritual se aborda muy pocas veces y es de las cosas que más fuerzas dan para salir adelante” Lucía Iruleguy En su tesis Lita también llega a la conclusión de que “el gurí como gurí y el educador como educador” se encuentran cada uno con sus valores y que no siempre son los mismos. “¿Qué pasa cuando yo le quiero transmitir determinados valores de mi cultura que no son aceptados en la cultura de él? Por ejemplo, el insulto puede ser una forma de demostrar cariño, decir boluda en la generación de mi madre es un insulto, en la mía lo decimos todo el tiempo”, explica gráficamente.

26

Por último, menciona la necesidad de un cambio de paradigma en las palabras que usamos. “Se habla del adolescente infrac‐ tor o del menor, pero no es un adolescente infractor sino en conflicto con la ley. Hoy está pasando por esa situación pero esa situación no lo define”. EXCESO DE ENCIERRO En julio de 2017 Unicef advertía que Uru‐ guay está violando sistemáticamente los derechos de los jóvenes que están privados de libertad, luego de una evaluación del grado de avance en relación a las recomen‐ daciones hechas en 2015 por el Comité de los Derechos del Niños. La Oficial de Planificación y Monitoreo del organismo internacional, Lucía Vernazza, se‐ñalaba entonces como puntos críticos las falencias en materia de infraestructura que hay en los centros de detención y el ex‐ ceso del uso de la privación de libertad como sanción. Las medidas cautelares privativas de liber‐ tad se aplican cuando el adolescente repre‐ sente un peligro inmediato y real para los demás, y como medida excepcional como establecen la Convención sobre los Dere‐ chos del Niño, la regla 13 de las Reglas de Beijing, la regla 6 de las Reglas de Tokio y la regla 17 de las Reglas de La Habana. Esta‐ blecen también que siempre que sea posible, se adoptarán medidas sustitutorias de la prisión preventiva, como la supervi‐ sión estricta, la custodia permanente, la


“Muchas veces no hay otra alternativa que las medidas privativas de libertad pero cuando se aplican medidas no privativas es fundamental darle un sentido a esa tarea” Fiscal Ricardo Lackner

asignación a una familia o el traslado a un hogar o a una institución educativa. Un relevamiento dado a conocer por Unicef en 2017 sobre la actuación de la Justicia de Adolescentes en Montevideo, realizado por Maximiliano Duarte, señala que entre los años 2005 y 2013 el 52,6% de los casos de adolescentes indagados culminaron con una sentencia de privación de la libertad, el 1,1% con régimen de semilibertad, el 33,3% con libertad asistida (el adolescente per‐ manece en libertad, pero con pautas deter‐ minadas sobre su circulación en el medio social y familiar) y el 7,8% con libertad vi‐ gilada (el adolescente permanece en liber‐ tad con el acompañamiento permanente de un educador). Las medidas no privativas de libertad tan solo suman el 5% de las situaciones, y den‐ tro de ellas la prestación de servicios a la comunidad representa tan solo el 2,7% de los casos, mientras que no se han constata‐ do situaciones en las que el juez establezca la obligación de reparar el daño a la víctima. Otras medidas no Privativas de Libertad son

la advertencia, la amonestación, la incor‐ poración con acompañamiento a un pro‐ grama socioeducativo, la prohibición de asistencia a determinados lugares o de con‐ ducción de vehículos. En cuanto a la cantidad de jóvenes encerra‐ dos, Uruguay llegó este año a la cifra más baja en cuatro años con 358 jóvenes en esa situación, 130 de ellos son mayores que aún están pagando sus penas, según explicaba la presidenta del INISA, Gabriela Fulco. Cuando asumió en 2015 eran 700 en una población de 901.000 adolescentes en el país.

En su página web, el programa explica que a través de talleres y tutorías realiza un tra‐ bajo individual con el joven y con las fa‐ milias y de sensibilización con la comunidad con el fin de fortalecer la identidad personal e integración ciudadana como sujeto de derechos y responsabilidades a través del apoyo y definición de roles positivos. Se pone en práctica lo que los Salesianos llaman “proyecto de vida”, explica Lita. “Se trata de que puedan llegar a saber por qué hicieron eso y por qué estuvo mal”.

No hay datos actuales de cuántos cumplen medidas no privativas de libertad. Los úl‐ timos datos de 2016 señalan que ese año hubo 473 privados de libertad y 280 con penas no privativas de libertad.

Este proyecto además evita erradicar a los jóvenes de sus familias y de su entorno, y busca disminuir el daño psicosocial que el encierro produce. Si el juez decretara en‐ cierro para ellos, deberían ser trasladados a Montevideo, la única ciudad del país con centros de reclusión para menores de edad.

UN PROYECTO ESPERANZADOR Miguel Magone dio nombre en Salto a un proyecto que presta asistencia a 20 adoles‐ centes (de 13 a 18 años) a los que se les aplican medidas no privativas de libertad.

El Fiscal Penal Ricardo Lackner conoce bien el proyecto Magone ya que como fiscal de Salto –cargo que ocupó desde 2008 hasta hace unas semanas que fue trasladado a Montevideo‐ le tocó derivar hacia allí a

27


algunos de los jóvenes al aplicar la ley. Como exalumno salesiano del Colegio Pío también conoce el Sistema Preventivo y la tarea de los Oratorios y eso lo llevó a plan‐ tear muchas veces la necesidad de contar con iniciativas a las que derivar a los adoles‐ centes, ya que en el interior prácticamente no existen. En su opinión las organizaciones no guber‐ namentales “vienen a sustituir una acti‐ vidad del Estado, que no ha sabido realizar. No deja de ser una pena a un delito, adapta‐ da a los jóvenes y que debería ser ejercida por el Estado”. “Hay una franca carencia en captar a esos jóvenes, que muchas veces sus madres expulsan porque no saben qué hacer con ellos”, explica y pone el ejemplo de madres que llegan a pedir que su hijo se vayan a Lic. Francisco Varela Montevideo. “Generalmente lo hacen por falta de alternativas al tener que enfrentar la crianza de otros hijos con figuras pater‐ nas en muchos casos ausentes”, añade. El Fiscal destaca el rol de este tipo de iniciativa que da “alternativas para no aplicar medidas privativas de libertad y a su vez para que no quede la sensación de que (el joven) se la lleva de arriba”. De todos modos cree que “los esfuerzos deben concentrarse en la prevención, donde las ONG pueden moverse con mayor libertad para organizar talleres, deportes, es lo que está faltando para sacarlos de las esquinas y el consumo”. En el caso de las medidas no privativas de libertad están sujetas a una sentencia judicial y son por un plazo limita‐ do: lo máximo que se pueden aplicar es por tres meses. Para Lackner lo ideal sería “contar con experiencias como lo eran las antiguas pla‐ zas de deportes con animadores, mucha‐ chos que hayan pasado por lo mismo y que conozcan esos ambientes con códigos propios”. Desde su experiencia en la Fiscalía y en lo que le ha tocado ver explica: “Algunos han logrado recuperarse, creo que porque tenían los recursos internos. En el interior 28

es posible que venga uno y le diga ¿se acuerda de mí? Formé una familia, estoy trabajando en tal lado. Pero lamentable‐ mente muchos entran en una lógica donde la vida no vale nada, hay un intento de satisfacer los deseos, las necesidades, y prácticamente no se tiene nada que perder. Viven el momento y al día y tener antece‐ dentes capaz hasta les da prestigio”. En esa lógica recuerda un adolescente que “había cambiado a su hermana por la droga porque se pierde todo parámetro”. “Muchas veces no hay otra alternativa que las medidas privativas de libertad –admite‐ pero cuando se aplican medidas no pri‐ vativas es fundamental darle un sentido a esa tarea, para que no quede solo en la actividad material, que se les transmita el concepto de la dignidad del trabajo, de ganarse honradamente el pan, de vivir tranquilo sin pensar en que se van a sufrir represalias”, señala. Lita es consciente de que estas medidas a veces funcionan más y a veces funcionan menos pero asegura que “los Salesianos

parten de la convicción de que es posible”. “Puedo jugármela y decir apuesto todo a esto, si funciona genial y si no, yo di todo lo que podía dar. El resto está en las manos del joven y de Barba de arriba”, dice en forma cariñosa para referirse a Dios. La Licenciada en Educación está convencida de que parte de la batalla estará ganada si se logra transmitir cariño al joven. “Que note que yo lo quiero, y luego podré ex‐ plicarle que yo lo quiero porque hay al‐ guien más grande que lo quiere, que lo quiere tanto que dio su vida por él. No podemos olvidar –dice Lita‐ que son adoles‐ centes y están en esa edad en la que todo los mueve”. Además asegura que se trata de equilibrar la balanza que hoy está centrada en la seguridad y en la necesidad de estar tran‐ quilos y de evitar que nos roben. “Se trata de ponerla en dos centralidades distintas: en la sociedad sí, para estar tranquilos y seguros, y en el joven en conflicto con la ley, que me importe él y su felicidad también es una manera de prevenir”, concluye.

27


SABORABUENASNOCHES

Encuentros

que liberan El chancho padrillo de las casas siempre nos daba el tal dolor de cabeza. Alambrado que veía flojo se tiraba como venía. Ahí quebraba piques viejos y reventaba los alambres rumbrientos. No había canga que no terminara colgada de una hebra o desparramada por el campo. Hasta que un día, por cansancio, hicimos el alambrado nuevo. “Ahora sí te quiero ver, Er‐ nesto”, le decía el abuelo a las carcajadas, mientras estirábamos los hilos más el púa por el costado. Encerrado en el piquete que daba al potrero del monte, Ernesto, tuvo que reacomo‐ dar su forma de vivir. Le costó muchísimo. Tal es así, que corría gritando a lo largo del perímetro del piquete buscando salir de allí. Enoja‐ do, hacía pozos rasgando contra las piedras sus gastadas pe‐ zuñas. Varias ve‐ ces curamos sus heridas por darse contra un poste o engancharse en el a‐ P. Adrián García sdb lambre de púa. Tuvo que resignarse a estar limi‐ tado de su brutal libertad, pero su violencia parecía que cada día aumentaba más. Una mañanita, clareaba el alba por encima de los cerros, fui a darle el suero de la quesería pero no lo encontré. Siempre me esperaba adentro de la batea revoleando su enroscada cola. Lo busqué gritando por todos lados: “Ernestooo… Ernestooo…” y nada. Ya me entré a preocupar. Por un lado herido en mi orgullo de alambrador, creyendo que había escapado y

por otro con la impotencia de asumir que nos lo habían robado.

a la sombra del tacuaral, disfrutaba del barro, buscaba los pastos verdes de la pradera vieja y a veces al llegar visitas se arrimaba para que le rascaran el lomo por encima de la tranquera. Parecía que había comenzado a descubrir el paisaje que lo rodeaba y hasta mostrar su forma mansa de ser, que nunca la había revelado.

Cuando enfilo la mirada hacía el montecito de coronillas veo del otro lado un gran bulto oscuro. ¡Pucha carajo! ¿Será que saltó el alam‐ brado este…? De pronto, asombrado, lo veo adentro del piquete frente a otro chancho más grande que él, del lado del potrero que da al arroyo. Era un Chancho Jabalí que, arrimado al alambrado, proseaba frente a frente con Ernesto. Me quedé quietito, escondido en unas matas, observando aquella escena.

¿Qué le sucedió? ¿Se resignó al encierro? ¿Se aburrió de luchar? ¿Se terminó de frustrar? ¿Le encontró sentido a esa forma de vida? ¿El encuentro con su nuevo amigo de alambrado por medio despertó algo nuevo?

Se les fue la madrugada; el tema sería intere‐ sante. ¿De qué hablaban?, me preguntaba. Seguro Ernesto se despachó contra nosotros por impedirle corretear por el campo, añoran‐ do lo que puede hacer el otro. Nuestro ejem‐ plar tendría varios argumentos para demostrar su tristeza, rabia, impotencia, por estar encerrado. Sin duda el Jabalí tendría más posi‐ bilidad de movimiento en el monte, en el arro‐ yo, en los campos, donde quisiera. Había una singular diferencia entre los dos. El alambrado era el símbolo más relevante de esta imagen.

Si volvemos a la realidad, y traemos estos cuestionamientos a nosotros mismos, me que‐ do con la curiosidad de buscar las respuestas en nuestra cotidianeidad, con un corazón agrade‐ cido a Tata Dios por el regalo de la vida. Así como haya venido, y como hoy la tengamos en nuestras manos. Pidamos al Espíritu que nos regale el don de la sabiduría, para saber reconocer el valor de la libertad, y a la luz de la Palabra de Cristo poder discernir la forma en que la tenemos que desarrollar para encontrar el verdadero sentido de lo que nos toca vivir.

Me pregunté si el visitante sería totalmente libre. Aparentemente no hay duda. Pero su disposición de libertad terminaba en el primer perro cazador que lo olfateara, en la jauría rodeándolo y en la mira telescópica del cazador. Seguro lo corretearon en la madrugada y terminó en las casas asustado. Si la libertad era el tema de charla, se habrán encontrado en sus aparentes diferencias pero también en sus similitudes.

Que en el encuentro con los hermanos poda‐ mos mirarnos frente a frente, a pesar de reconocernos separados por los alambrados que nos construimos, para que en esa donación de experiencias nos acompañemos a buscar un sentido nuevo y la paz interior reinará a pesar de los pesares.

Con el tiempo Ernesto cambió. Desde ese encuentro se veía más calmo. Dormía tranquilo


DELÁRBOLSALESIANO

Margot Hourcade, Salesiana Cooperadora

El Sistema Preventivo tiene perfume de mujer y aroma de varón Margot Hourcade es Salesiana Cooperadora y comenzó a aprender con su abuela a amar el carisma que ha determinado su forma de ser y de estar en la vida. Su vasta experiencia (labrada en años de servicio y de formación), y una fina sensibilidad, le permiten asegurar que las claves del Sistema Preventivo pasan por “llegar a tiempo” a la vida de los jóvenes, al modo y al tiempo de Dios, propiciando vínculos y ambientes sanadores, caracterizados por la escucha, la ternura y el amor. Está convencida de que los educadores pueden hacer posible “la construcción de caminos a la eternidad” y que “ningún cristiano, y menos un salesiano, se da el lujo de perder vida porque somos hijos de un soñador”. Don Bosco escribió la biografía de Miguel Magone como forma de transmitir su pedagogía ¿por qué lo eligió a él? Porque con él nos enseña que prevenir es llegar a tiempo a la vida del muchacho para que las experiencias negativas no condicionen su vida. Llegar a tiempo es llegar con la educación, la ternura y el amor para anticiparse al daño moral y a las consecuencias de la ignorancia, y a hacerlo con el tiempo de Dios, que es siempre. Con Miguel, Don Bosco vive realmente la experiencia de poder rescatarlo oportunamente, con su autoridad y afectividad. Él es víctima de las primeras experiencias negati‐ vas. Dios ama a los jóvenes, Don Bosco ama a los jóvenes, sabe que ellos están a tiempo para hacer cosas buenas, y les hace “tocar” esa ternura y amor del Dios‐creador de las que es portador. Don Bosco lo elige porque con esta biografía puede enseñarnos, a los educadores salesianos, lo que debemos cultivar día a día: el arte de la relación interpersonal que surge del amor con que fuimos creados. Don Bosco lo invitó a Valdocco, lo llevó con él al lugar donde se respiraba el ambiente que sana. Y a nosotros nos enseña a 30

ser generadores de ambientes, instituciones donde María sea nuestra Maestra permanentemente. Ahí entregaba lo mejor para el joven: el ambiente, el Oratorio, la Madre. Valdocco es Oratorio. Don Bosco es Oratorio, no importa donde esté. Nosotros siempre debemos construir vínculos basados en la amabilidad, en la presencia valiosa del varón, de la mujer oratoriana (su Mamá Margari‐ ta) que potencia la dulzura de Dios. Los educadores hacen posible la construcción de caminos a la eternidad en ese ambiente fecundo que permite descubrir los dones en cada uno. En este ambiente podemos ayudar a explotar esos dones cual manojo de flores, que en sus mil colores y perfumes hacen vislumbrar la eternidad…y lo sorprendente es convertir‐ nos en testigos de la sabiduría y la salvación que el joven regala a cada educador. ¿Cuáles son los pilares de la pedagogía de Don Bosco? Los pilares son la razón, la Amorevolezza y la religión, que impulsan a hacer alianzas valiosas, certeras, estupendas. Don Bosco decía: “Sin vuestra


de crecer con la sonrisa que conquista el mundo, la verdadera y profunda sonrisa del que ama y se siente amado por Dios. Es posible percibir en el joven de hoy su dedicación incondicional para lo bueno, porque sueña con hacerse cargo de los demás, si encuentra confianza en el adulto. Ellos gustan jugar, Don Bosco jugaba con ellos y el educador salesiano juega. El joven de hoy ama jugar, modela su alma y amasa su frustración transformándola en pura templanza. Los jóvenes también aman la música, que hace vibrar el alma, dignifica, enaltece… y acaso ¿tú sabes silbar? El Sistema Preventivo de Don Bosco después de más de 150 años parece muy vigente. ¿A qué se debe su vigencia? Las personas buscamos. La sociedad consumista de la que somos parte ofrece de todo y el bus‐ cador encuentra. La mejor oferta para todos es el Sistema Preventivo donde te encuentras con el valor de las personas que tienen éxito, porque el oratorio (ambiente) provoca la alegría que nace del éxito. En ese ambiente razonable, lleno de saberes, donde Dios orienta a todos a des‐ cubrir lo maravilloso de su creación, repleto de oportunidades y de encuentros amables, no provoca fracaso escolar, no provoca fracasos de vida, sino éxitos para la vida y la eternidad.

ayuda no puedo hacer nada”. Él necesitaba ponerse de acuerdo con los muchachos para avanzar juntos y se necesita de la razón para conjugar el amor y la ley, para “hacerse” edu‐ cador, viviendo en la relación de justa distancia y proximidad. El educador ama al joven, lo cuida y se preocupa tanto que se hace cargo, deja de pertenecerse y se transforma en donación. En esta donación descubre el sueño que Dios tiene para él y descubre los sueños que Dios tiene para los chicos, y así contempla lo infinitamente bello que es el mundo que Dios creó para todos. El Sistema Preventivo te lleva al encuentro con Dios más perfecto, al “Dios relación”, para valorar tu hoy como la mejor oportunidad de juntos anun‐ ciar la Buena Noticia. ¿Qué aspectos de la personalidad de Miguel Magone ves con mayor evidencia entre las juventudes de este tiempo y de este Uruguay? Aman profundamente a su familia, no importa como sea, ahí siempre cada uno descubre su pasión de amar, eso es precioso. Cuando el educador genera ambiente de familia hace posible que una inmensa cantidad de dones empiecen a explotar en cada uno de ellos. Tienen necesidad de Dios, que sana los espacios de soledad, tristeza, dolor, y potencia la fortaleza

varón, porque Dios no se acaba ni en lo femeni‐ no ni en lo masculino. Comencé a aprender a ser educadora salesiana con el P. Jorge Martínez sdb, cuando entré a trabajar en el Colegio San Miguel, y llenaría muchas páginas nombrando a tantas mujeres y varones que he conocido en esta vida salesiana, que han hecho y hacen mi estilo de vida. ¿Cuál es el aporte más importante que, a tu parecer, los Salesianos pueden brindar a la sociedad? El éxito que nace de la alegría profunda de ese “ambiente” que traza caminos hacia la eternidad. ¿Qué les dirías a los jóvenes que se encuentran como Miguel Magone “embrollados”? Te escucho, aquí estoy, Dios nos encontró y nos dice “te invito a aprender juntos y dar una buena salida”. Y María es la Maestra.

MARGOT HOURCADE

¿Qué deberíamos profundizar aún más? ¿En qué nos falta crecer para acompañar mejor a nuestras juventudes? Confiar, creer y hacernos cargo. Disfrutar que con nuestras debilidades, nuestros límites y nuestra belleza, estamos queriendo lo mejor para ellos. Separarnos de buscar ser importante, porque nadie es más ni menos importante en la aventura de amar, todos deben sentirse fascina‐ dos de la vida, apasionados por su vida, porque si ahí no entramos todos (bebés por nacer, niños, jóvenes y adultos de todas las edades), perdemos vida, perdemos parte del sueño de Dios. Ningún cristiano, y menos un salesiano, se da el lujo de perder vida porque somos hijos de un soñador. ¿Qué es ser salesiano/a para vos? Es entrar en el sueño de los nueve años y des‐ cubrir que jamás podrás salir de él, que hay ta‐ rea de la que debes hacerte cargo, que hay un lu‐ gar de Dios, y hay un lugar con Dios para amar desde Él. ¿Cómo conociste a los Salesianos? Los conozco desde toda la vida. Mi abuela Julia era devota de María Auxiliadora y tenía un busto de Dominguito Savio. Ella me enseñaba con su vida y aprendí a amar la vida salesiana desde mi corazón de mujer, con una mujer. El Sistema Preventivo tiene perfume de mujer y aroma de

Nació hace 56 años en Mercedes, Soriano. Casada con Juanjo, madre de 4 hijos varones de 20 a 33 años, a los que afirma admirar “muy pro‐ fundamente”. Maestra, Docente en Pedagogía Salesiana (SALFORPE), Educadora en Sexualidad, Ministro extraordinario de la Eucaristía, Salesiana Coope‐ radora y está terminando la Maestría en Sicolo‐ gía de la Educación en la UCU. 31


UNAMANOAMIGA

32

“… si estos jóvenes hubieran tenido un amigo que se preocupara por ellos, los acompañara y les mostrase el amor de Dios, quien sabe si no se hubieran alejado de esta vida que llevan…” Don Bosco (MO)


EL P. DANIEL GARCIA REYNOSO SDB VISITÓ URUGUAY

“Se escucha con los oídos, con el corazón, palpando, tocando a la gente en su necesidad” Del 10 al 16 de abril visitó Uruguay el P. Daniel García Reynoso sdb, delegado del Equipo de Pastoral Juvenil de la Congregación salesiana para el acompañamiento de los servicios y Obras Sociales. En el marco de su estadía en nuestro país participó en el Encuentro Nacional de Educadores de Obras Sociales, que tuvo lugar en Aguas Blancas, los días 14 y 15 de abril, en torno al tema: “`Señor, dame de esa agua´. Acompañar y escuchar desde las obras sociales”. También visitó varias Obras Sociales: Centrobosco (La Tablada), Centro Salesiano Aires Puros (Aires Puros), Proyecto Minga (Las Piedras), Movimiento Tacurú (Casavalle), Centro Puertas Abiertas de la Parroquia San Lorenzo (Piedras Blancas) y Centro de Capacitación María Auxiliadora y Proyecto Caqueiro (Rivera). Entrevistado por el BS definió cuáles son los principales desafíos de las Obras Sociales salesianas, las características del educador salesiano y sus necesidades de formación, y el aporte concreto a brindar a los jóvenes más vulnerables desde este carisma. ¿Cuáles son los principales desafíos que afrontan las Obras Salesia‐ nas? En las Obras Salesianas hay tres aspectos para ir desarrollando, favore‐ ciendo y cuidando. Uno es la dimensión educativa, que tiene que ver con nuestra misión. Otro aspecto es la dimensión pastoral. De hecho nuestros proyectos son educativo‐pastorales y suponen la dimensión de la evangelización, del testimonio explícito de nuestra fe, la capaci‐ dad de proyectar como regalo de Dios para nuestros muchachos, los más necesitados, los más pobres, aquello en lo que ahora el Papa Francisco está insistiendo tanto: la escucha, el acompañamiento, la cercanía, la palabra. El tercer punto que veo en nuestras Obras Sociales es el tema de la preventividad. No solamente tiene que ver con prevenir al chico para que no tenga situaciones de vulnerabilidad, sino que tiene que ver con todo un sistema social, con un criterio sociopolí‐ tico que favorezca que el entorno, el contexto social, cultural, pueda cambiar, incluso las leyes en favor de los más necesitados. No debemos olvidar que es Dios el que nos vocaciona, a nosotros Salesianos, sa‐ cerdotes, religiosos y laicos, es Él quien nos llama para dar una respues‐ ta concreta, como ha llamado a los apóstoles en su tiempo y como llamó a Don Bosco para unos chicos bien concretos, en una situación de necesidad muy precisa. Es una tarea compartida, es un carisma regalado por Dios para la Familia Salesiana. Eso me parece muy bonito y veo que aquí, en el Uruguay, en las Obras que he visitado, esto es muy claro. Hay signos proféticos importantes y veo la participación muy consistente de laicos. Hay educadores con una trayectoria muy rica, muy fuerte, con mucho carisma, mucha entrega, muy convencidos, con mucha claridad de lo que significa ser salesiano laico en este mundo, en este contexto, para estos chicos, para esta ne‐cesidad. Me

encuentro con respuestas muy concretas a una realidad muy concreta, con un carisma muy concreto y en donde los Salesianos y los laicos están trabajando conjuntamente. Sé también que aquí, en Uruguay, las Salesianas forman una red de acción en estas Obras Sociales. En estos contextos tan vulnerables y concretos ¿cuál es el mayor aporte que brindan las Obras Salesianas a los chicos y las familias? Los aportes son muy claros en esos tres aspectos que decía. Nosotros escuchamos para resolver una necesidad, para proponerle al chico un proyecto que lo libere, que le dé la capacidad para superar la vida, la historia. Es muy importante ofrecerle elementos, herramientas, alternativas. Esa es la parte pedagógica del sistema, del proyecto. Y lo otro es la parte pastoral, acercarlo al dueño de la vida, al que es capaz de llenar el corazón, al que sana los corazones, las heridas, al que sana a las personas. Me parece que es una tarea muy importante para el edu‐ cador jugar ese papel de mediador para que estos chicos que han sufrido tanto o que tienen estas pobrezas tan marcadas, puedan encontrarse con Alguien que les puede hacer sentir bien, que les da felicidad, que les propone un proyecto de vida rico. El Rector Mayor lo dice bien claro: “Somos testimonios de fe, somos testimonios auténti‐ cos, somos testimonios de verdad”. Los chicos necesitan adultos que puedan caminar con ellos en su vida, que deteniéndose ante sus gritos, poniendo atención a lo que necesitan, puedan dar respuestas no solo materiales o asistenciales, sino integrales. Se trata de ofrecer no solamente un pan material, no solamente horas de juego o de estudio, sino herramientas para la vida, que le permitan descubrir su dimensión trascendente. 33


¿Cómo se acompaña a los educadores que tienen también sus vivencias, sus cansan‐ cios, sus vulnerabilidades? Un educador que trabaja en una Obra Social no solamente necesita un acompañamiento, necesita una formación, una capacitación. Cada vez hablamos más del profesionalismo que se requiere para atender a estos chicos, pero también necesitamos ayudarlos a crecer en otras áreas como en la espiritualidad. Es necesario ofrecerle al educador un claro itinerario de formación integral donde pueda ir complementando lo que sabe o lo que no sabe hacer para la exigencia del rol que tiene, porque nadie da lo que no tiene. Los chicos necesitan educadores adultos, y adultos tam‐ bién en la fe, así como testimonios. Una pre‐ ocupación especial es brindarles a alguien que les ofrezca estos itinerarios que les permitan cada vez más ser personas ricas en valores, con proyectos de vida cada vez más firmes, más consistentes, con más identidad, con más carisma salesiano. Después de que el joven ya por su edad no pertenece a una Obra Social ¿Qué sigue? ¿Qué rol tiene la Obra? Es fundamental ofrecerles a los muchachos verdaderas experiencias de saberse producti‐ vos, útiles. Por eso es imprescindible ofrecer‐ les talleres, que aprendan un oficio porque, de lo contrario, regresan a la esquina. No se trata solamente de saber hacer una cosa sino, además, de disfrutar de lo que se sabe hacer.

Otro aspecto es que en las Obras Sociales, en la mayoría de los casos, se tiende a quedarse en la dimensión social horizontal, solo huma‐ na. Pero me parece que la dimensión trascen‐ dente también tiene mucho que decirnos en las Obras Sociales. Es importante desarrollar toda la dimensión de la educación a la tras‐ cendencia, sobre todo en sociedades como la de Uruguay, donde no se habla tanto de Dios, o Dios queda en un segundo nivel por cultura, por historia, o por idiosincracia. No debemos olvidarnos de que Don Bosco nos dio un claro parámetro,: “honestos ciudadanos” (la di‐ mensión horizontal, social, cívica), y también el “buen cristiano”. El desafío es encontrar un equilibrio entre esas dos dimensiones: la horizontal y la vertical. Don Bosco inspirado, suscitado por Dios en el carisma, nos sigue marcando hoy por dónde son las rutas. ¿Qué diría Don Bosco de las Obras Sociales de hoy? Yo creo que estaría muy contento porque ve que la respuesta que él tuvo en un momento muy concreto cultural, histórico, político, económico (en época de la post revolución industrial, con la migración de tantos mucha‐ chos), dio una respuesta histórica valiosa, que convocó a una familia a un vasto movimiento para responder en los contextos diferentes. Estamos en los cinco continentes, en 134 países, dando respuestas bien aterrizadas, haciendo mucho bien.

ENCUENTRO NACIONAL DE EDUCADORES DE OBRAS SOCIALES

34

FICHA PERSONAL

El Padre Daniel García sdb se ordenó sacerdo‐ te en 1990. Pertenece a la Inspectoría de México, donde se desempeñó durante 12 años como Delegado de la Pastoral Juvenil. Fue Rector de la Universidad Salesiana de México y Director de un colegio y una comuni‐ dad. Prestó su servicio como Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal Mexicana de Pastoral Juvenil y fue durante 4 años coor‐ dinador de los delegados de la Pastoral Juvenil de la región Interamérica. Desde hace dos años y medio trabaja en el Dicasterio de Pastoral Juvenil colaborando con el Consejero General para la Pastoral Juvenil en el acompañamiento de los delega‐ dos de Pastoral y sus procesos, a nivel de las Américas y de Estados Unidos hasta Bolivia (19 países 13 inspectorías), y del Cono Sur (Brasil, Argentina Paraguay Uruguay y Chile, 5 países 11 inspectorías). También coordina, a nivel mundial, las Obras Sociales.

El 14 y 15 de abril, el Padre Daniel García Reynoso sdb, participó en el Encuentro Nacional de Educadores de Obras Sociales en Aguas Blancas (Minas). Ante unos 90 participantes subrayó la prioridad que el Rector Mayor y su Consejo le atribuyen a las Obras Sociales en el marco de la Pastoral Juvenil. Se refirió, asimismo, al Encuentro Mundial de las Obras Salesianas que se comienza a preparar y a la consulta mundial que se instrumentará en abril de 2019, en la que participarán 30 Salesianos de todos los continentes, con el objetivo de identificar todos los aspectos de los procesos que a nivel de las Obras Sociales se están llevando adelante, y los desafíos más importantes. Durante el Encuentro, el P. García Reynoso hizo una relectura del Aguinaldo del Rector Mayor y, tomando la expresión del Papa Francisco, profundizó sobre la necesidad de cultivar el arte de escuchar y de acompañar aplicado a las Obras Sociales. En su presentación, para ejemplificar las actitudes de cercanía, de encuentro y de escucha ineludibles en el educador salesiano, aludió a diversos personajes del Evangelio como el buen samaritano y la buena samaritana, así como de Bartimeo, el ciego de nacimiento, o la mujer que sufría hemorragias. “Se escucha con los oídos, con el corazón, palpando, tocando a la gente en su necesidad”, enfatizó.


INSTAGRAM

35


Á T E M A O M E R A F A ESÍ

TRAV

25 al 27 de Mayo Quebrada de los Cuervos Treinta y Tres Para jóvenes en búsqueda mayores de 16 años

Interesados mandar un mail a faremoameta@gmail.com o comunicarse con el P. Francisco Lezama al 099053288 o con algún referente de tu casa.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.