Boletin salesiano diciembre 2016

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URUGUAY / Segunda época / Año XXXVIII / Nº 10 / Diciembre 2016 / www.issuu.com/bsuru

Natalia y Maxi: alegría y esperanza, frutos de la Familia Salesiana Entrevista a

EDELVI SANTURIO Y BETO SILVESTRI: “No hay mal que dure más de tres días"

Las familias en su laberinto: una realidad a comprender y acompañar


SUMARIO 3 CARTA DEL DIRECTOR

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¡Qué bueno caminar contigo!

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4 ¡SÍ, HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL! Ser familia junto a Don Bosco

8 FAMILIA EN OBRA Dra. Mara González Tornaría Las familias en su laberinto 8

9 SINTONIZANDO CON DON BOSCO D. Ángel Fernández Artime sdb Navidad: Dios nace también en Siberia, Mongolia y Myanmar

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10 HACIENDO HISTORIA Maxi Sánchez: Ser salesiano es no darse por vencido

12 VALE LA PENA VIVIR ASÍ “Cuando descubrís que algo te hace feliz, tenés que compartirlo y contárselo a otro”

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16 CON NOMBRE Y APELLIDO

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Edelvi Santurio y Juan Roberto Silvestri “Con el amor arreglás y unís todo, no deformás nada” 21

21 EN EL ABRAZO MISERICORDIOSO DE DIOS

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22 GALERÍA DE FACEBOOK Y TWITTER 23 ME GUSTA, COMENTO, COMPARTO P. Francisco Lezama sdb El nombre del hijo

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24 AQUÍ Y AHORA La familia: una realidad para comprender y acompañar

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29 SABOR A BUENAS NOCHES P. Adrián García sdb ¡Está tronando, el agua vienen manando!

30 DEL ÁRBOL SALESIANO Corralito: tierra de María Auxiliadora 30

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32 PUZZLE, LO QUE HEMOS VISTO Y OÍDO TE LO CONTAMOS

35 GALERÍA DE INSTAGRAM


CARTA DEL DIRECTOR

P. Sergio Álvarez sdb

¡QUÉ BUENO CAMINAR CONTIGO! Para muchos así se expresa la experiencia de vivir en familia la Espiritualidad Juvenil Salesiana. Para otros tantos es un descubrimiento, van llegando a nuestras casas y se quedan con Don Bosco. La centralidad de esta familia está clara...

LOS JÓVENES El próximo 31 de enero celebraremos a Don Bosco y nuestro ser Familia Salesiana para asumir el compromiso de responder a los desafíos que nos muestra la realidad de las juventudes, que en su vivencia de familia, necesitan ser acompañadas. La Familia Salesiana es la Mamá Margarita de hoy, capaz de engendrar “Don Boscos” para el mundo de hoy. La referencia permanente es la Familia de Nazaret, esa experiencia de comunión en el Amor de Dios que se hizo hombre y habitó entre nosotros. En este Boletín, con el que concluimos un año de caminar juntos, te encontrarás con testimonios de personas que han hecho, y están haciendo, el camino de la propia vida acompañados por nuestra familia. En nuestra sencillez, porque el sentimiento que nos une como familia ¡es bien hondo!, te deseo en nombre del Equipo del Boletín Salesiano… ¡Feliz Navidad! ¡Buen comienzo del Año 2017!

Boletín Salesiano

Comunicación Salesiana ‐ Uruguay

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Revista de información sobre la Familia Salesiana y de cultura religiosa Director: P. Sergio Álvarez sdb Redactora Jefe: Adriana Porteiro Coordinador: Eduardo Martínez Columnistas: P. Francisco Lezama sdb y P. José Adrián García sdb Equipo de redacción y responsables de secciones: Carlos Ardaix, Hna. María Baffundo hma, Gianfranco Brandi sdb, Lic. Selene Cardarello, P. Sebastián Ferreyra sdb, Dra. Mara González Tornaría, José Luis Guarino, Lic. Marcelo Hernández, Lérida Peirano, Florencia Pozzi, Lic. Natalia Roba y Nicolás Soto sdb. Fotografía: Sebastián Andión, Leonardo Pagliari y P. Justo Sanfrancisco sdb

Corrección: Graciela Rodríguez Diseño: gustavo@tanganika.com.uy Impresión: Mastergraf Dirección, redacción y administración: Av. Agraciada 3181 CP 11800, Montevideo; tel. 2209 4521 Sitio web: www.issuu.com/bsuru Email: boletinsalesianouruguay@gmail.com Afiliado a la Cámara Uruguaya del Libro. Depósito Legal: 366.191

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¡SÍ, HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL!

Ser familia junto a Don Bosco P. Néstor Castell sdb

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“Ser cristianos hijos de Don Bosco no nos hace inmunes a los dolores pero sí esperanzados” coinciden tres matrimonios que viven su vida de familia en clave salesiana.


Llevan muchos años de matrimonio, tienen varios hijos y hasta nietos. Algunos son exalumnos salesianos y otros conocieron el carisma a través de sus hijos. Aldo Castagna y María Noel Peluffo, María Inés Rambau y Marcelo Iaci, Juan Antonio Mangado y Helena Sansón intentan hacer vivo a Don Bosco en su cotidianeidad, en los ambien‐ tes donde les toca estar pero, sobre todo, en sus familias. Aldo y María Noel llevan casi 30 años de casados, se conocieron en el Instituto Juan XXIII, por el que pasaron sus tres hijos luego de haber ido al Colegio Maturana. Él es ingeniero de profesión y ella docente, además de animadora de Patio Bosco, la obra social de Maturana. Hace unos siete años que destinan parte de su tiempo a “dar una mano en lo que se necesite” en la Institución Salesiana de Durazno, el Paiva. María Inés y Marcelo se casaron en el 2004 y tienen dos hijas. Marcelo conoció a los Salesianos cuando fue alumno del Colegio Pío y María Inés por su vinculación a la Parroquia de Colón. Desde el 2005 junto con otras parejas integran el grupo de matrimonios acompañados por el Inspec‐ tor de los Salesianos, P. Néstor Castell. Familia Iaci- Rambau

Juan Antonio y Helena celebraron hace unos meses su 40 aniversario. Son papás de 6 hijos y tienen 12 nietos. No estudiaron en casas salesianas, pero se contagiaron de este carisma cuando sus hijos empezaron su formación en el Colegio Maturana. Hace varios años se integraron a un grupo de padres para colaborar con las actividades del colegio que luego se fue transformando en espacio de profundización de la fe para matrimonios acompañados por Castell.

Marcelo Iaci y María Inés Rambau

CON PALABRAS Y ACCIONES La vida de Don Bosco, con su manera sencilla de estar entre los jóvenes, de hacer presente a Dios, su estilo de comunicación cercano y cariñoso fue inspiración y ejem‐ plo para estos matrimonios en la manera de “ser familia”. Para Aldo la clave es la perso‐ na de Don Bosco: “Siempre me atrajo su figura, cómo trataba a los muchachos, la colaboración con el que más lo necesita... todo eso uno lo va aprendiendo natural‐ mente con los años y después trata de aplicarlo en la familia, en el Paiva cuando vamos, o en el hogar Juan XXIII de San José donde también damos una mano”. “Que sean buenos cristianos y honrados ciudadanos”, ese es el simple y profundo deseo de estos matrimonios al momento de poner en juego la educación de sus hijos. Para Aldo una de las cuestiones fundamen‐ 5


La familia es el lugar de refugio para las desolaciones y la fe lo que sostiene todo

María Noel Peluffo y Aldo Castagna

Grupo de matrimonios que acompaña el P. Néstor Castell sdb 6

tales es que más que decir "soy católico" con las palabras, lo importante es demos‐ trarlo con los hechos, “y más en estos días cuando mucha gente cuestiona a la Iglesia por decir algo y no hacerlo”. En esta línea, Juan Antonio procura transmitir en su familia la importancia de defender su condición de cristianos tanto en los hechos como en las palabras. “Que expresen su posición y que los otros la conozcan. Eso es una cuestión de sinceridad y de sinceridad con uno mismo, con la forma de vivir que elegimos. El ser humano aborrece la hipo‐ cresía y cuando alguien ve una posición que es manifestada y que trata de ser coherente genera respeto y es una forma de vivir cristianamente en el mundo”. LA ESPERANZA PESE A TODO Como a todas las familias, a las salesianas y a la de estos tres matrimonios en particular, no les han faltado situaciones de dolor, de grandes pérdidas, desilusiones, fracasos y temores. Sin embargo, todas tienen en común que ante los diferentes avatares que afrontan encuentran un condimento que lo cambia todo. La familia es el lugar de refugio para las desolaciones y la fe lo que sostiene todo. A esto se suma el estar acompañados por Don Bosco que introduce la alegría y la esperanza como elementos claves para sobrellevar estas situaciones de las que ninguno escapa. Coinciden en que la certeza de que en el fondo de estas situacio‐ nes dolorosas Dios está presente, que hay una vida más donde la familia se vuelve a reencontrar… “eso lo transforma todo”. La


Helena Sansón y Juan Antonio Mangado

confianza en Dios en estos matrimonios llega desde lejos. “Mi abuela decía `Dios aprieta pero no ahorca´”, narra Juan Antonio. Por otra parte, Marcelo e Inés destacan lo importancia de rodearse de gente que comparte la misma espiritualidad. Con hijas pequeñas, su mayor deseo es que logren vínculos en los cuales sostenerse en los momentos de mayor dificultad. No existen las “casualidades” existen las “diosolidades”. Esta es una frase que en la familia de los Mangado se ha ido imponiendo a través de uno de sus hijos. La fe y la educación no solo es desde los mayores hacia abajo; el estilo salesiano y la fe en Dios se impregna en todos, y hasta los más chiquitos lo revelan cuando inesperadamente cantan “María está pasando por aquí o Don Bosco aquí, Don Bosco allá, es un pasito”.

A los hijos hay que quererlos y que se den cuenta de que son amados Lo dice el Evangelio En una parte del Evangelio Jesús narra la parábola de los talentos. Los Castagna‐Peluffo admiten que les han sido dadas una cantidad de monedas y de talentos y sienten la obligación y el deseo de multiplicarlas, como es el mandato de Dios. “Si uno tiene el don de no tener problemas económicos, que mucha gente sí los tiene; si ha podido estudiar y tener una profesión, eso supone más obligaciones para con los demás, ser solidarios y tratar de poder ayudar a otros. En nuestra familia no hay una doctrina de `hay que ir a ayudar´, no es necesaria porque al estar en un ambiente donde se

fomenta eso, se da de forma natural”. Para los Mangado en esto de compartir también está la felicidad. Educar es una tarea de todos los días y la familia juega un rol fundamental. Para Helena y María Noel la sociedad transita un momento complejo y hay muchas cosas que se ponen en juego en torno a la familia. “No nos podemos alejar y ser ajenos a algunas realidades, siento que estamos fallando como familia en muchas cosas, es un momento para hablar en serio, hay valores que hacen daño por relativizarlos; y en esto capaz que erramos los católicos por no defender mejor ciertas cosas. Para Inés, poder acompañarse con un sacerdote también es importante para poder tener una mirada distinta que los ayude a crecer como familia cristiana". La razón: la propo‐ sición PARA aparece tres veces en la misma oración. “Quererlos y que se den cuenta de que son amados”. Ese es el consejo de Helena respecto a los hijos. Subraya la importancia de “estar cerca de los hijos, de los nietos, participar de las pequeñas cosas, rezar con ellos. No se trata de repetir recetas, simplemente compartir la forma de ver la vida que a uno le hace feliz, con el fin de que los que queremos también sean felices”. 7


FAMILIA EN OBRA

en su laberinto

LAS FAMILIAS Cuando al inicio de mis cursos en la univer‐ sidad pregunto a los estudiantes cuál es su concepto de famiia y les pido que hagan sus propias definiciones, les resulta un ejercicio atractivo pero también exigente. En gene‐ ral, nunca faltan palabras como unión, amor, respeto, confianza, comunicación… Pero esos sustantivos son difíciles de reco‐ nocer al comprobar que en las familias también existen realidades opuestas: división, resentimiento, desconfianza, rencor, incomunicación, aislamiento… La violencia, con todas sus manifestaciones, también se da con mucha fuerza en el espacio privado de la familia. Por lo tanto, todo lo que podemos decir de la familia respecto a su dinámica como a su configu‐ ración –que tanto ha cambiado últimamen‐ te–, no es una afirmación lineal ni unívoca, sino que nos ubica en un verdadero laberinto. Aunque pensemos que, bajo el concepto “familia”, todos nos referimos a lo mismo, cada uno tiene su propia idea sobre qué es una buena familia y las funciones que espera de ella. Es innegable que la familia es el primer referente afectivo: allí crecemos y creamos nuestra primera visión del mundo. Si, en su seno, nos sentimos acogidos y bienvenidos, seguros y contenidos, esos sentimientos se trasladarán a nuestras relaciones en otros contextos. La familia, tanto la de origen como la que construyamos en nuestra vida adulta, guarda en si misma un gran poder porque es el grupo humano que nos acom‐ paña durante toda la vida. Si la familia tiene tal fuerza, ¿cómo aprove‐ charla como constructora de salud y felicidad? La Dra. Froma Walsh1 nos habla de la capaci‐ dad de resiliencia que la familia tiene, entendiendo por tal “los procesos de superación y de adaptación que tienen 8

lugar en la familia como unidad funcional”. Dichos procesos dependen de las personas que la integran y de las relaciones que establezcan entre sí y, también, de los permisos y apoyos, denuncias y resistencias que puedan recibir desde afuera. El modo en que la familia logre comunicarse en la interna y con otros sistemas (la escuela, el ambiente laboral, el vecindario, el círculo de amigos, etc.) influirá en el bienestar de sus integrantes y en la forma que aproveche la fuerza que la distingue. Se cree que las familias sanas no tienen problemas y, por lo tanto, las que presentan dificultades son disfuncionales. Pero esa idea es un mito: lo que distingue a una familia de otra no es si tienen o no dificulta‐ des, sino su capacidad para identificarlas, enfrentarlas y superarlas. Walsh advierte que para desencadenar procesos de superación y adaptación, las familias deben poder dar sentido a las adversidades, y además, tener sentido de la trascendencia, flexibilidad, capacidad para comunicarse y para expresar sinceramente las emociones y de colaborar para resolver problemas. En vísperas de la Navidad, que nos congrega en torno a la Sagrada Familia y que remueve nuestras propias vivencias familiares, es bueno repasar un pasaje evangélico que narra dificultades vividas por sus integran‐ tes. A los 12 años de edad, Jesús desaparece por tres días. Imaginemos la angustia de los padres cuando advierten que Jesús no está entre los conocidos que vuelven a Nazaret y su desesperación mientras regresan a Jerusalén. 1

Froma Walsh, Resiliencia familiar. Estrategias para su fortalecimiento. Amorrurtu, Buenos Aires, 2004, p. 40.

Cuando lo encuentran en el templo, hablando con doctores que le escuchan con admiración, María no lo castiga sino que le manifiesta su angustia con expresión since‐ ra, tratando de contactar con él desde su sentimiento. Es un pasaje muy reconocible para todos los padres, a quienes, muchas veces, los hijos hacen vivir situaciones semejantes que ponen a prueba su entereza. El relato también indica que José y María no comprendieron la respuesta de Jesús, y que aún así trascendieron y continuaron acom‐ pañándole. “Y María guardaba todas estas cosas en su corazón mientras Jesús crecía en sabiduría y estatura obedeciéndolos en todo”. Este pasaje de San Lucas (3,41‐52) pinta y nos hace reflexionar sobre situaciones que las familias viven a diario: cómo disciplicnar con sensibilidad, como acompañar sin comprender, cómo aceptar que los hijos superen a los padres, cómo acepta desan‐ dar caminos para reencontrar a un miem‐ bro extraviado, cómo amar respetando y guardando silencio ante situaciones que no se pueden abarcar completamente. Este momento vivido por la Sagrada Familia tiene relación con las características resi‐ lientes que antes fueron señaladas, y muestra la fuerza de la familia que, aunque transite laberintos, tiene capacidad para superarse. Dra. Mara González Tornaría. Docente de alta dedicación en la Facultad de Psicología de la Universidad Católica del Uruguay y ex decana de esa misma Facultad. Colabora con este número a solicitud del Instituto Salesiano de Formación.


SINTONIZANDO CON DON BOSCO

P. Ángel Fernández Artime Rector Mayor de los SDB

Queridos amigos del Boletín Salesiano, en estas vísperas de Navidad quiero saludar‐ los muy cordialmente. Ciertamente, sé bien que el Hijo de Dios nace en todas partes, para toda la Humani‐ dad, pero quería subrayar que también será así en Siberia, Mongolia y Myanmar, perife‐ rias del mundo que, como regalo del Señor, he podido visitar recientemente. Primeramente pude encontrarme en Mos‐ cú, días atrás, con un misionero que com‐ parte su vida en Siberia con otros cuatro Salesianos. Le pregunté, por curiosidad, qué diferencia de grados tenían que sopor‐ tar entre el frío y el calor y me dijo que, aproximadamente, 90 grados centígrados, entre los ‐52º del más crudo invierno, hasta los 38 ó 40 en los días más calurosos del verano. Y añadió esto: “Pero estamos felices compartiendo la vida con aquella buena gente (150 personas entre tres lugares)”. Yo me quedé con el corazón sobrecogido, y más todavía cuando me expresó lo que aquellas personas les habían dicho: “Gracias por venir a compartir la fe con nosotros. Creíamos que Dios nos había olvidado pero vimos que no ha sido así”. Y no es para menos al saber que la distancia más próxima hasta donde esas personas pueden encontrarse con alguien es a 2.400 kilómetros de distancia desplazándose por el frío hielo. Y me dije: “Ciertamente el Hijo de Dios también nace, y con un cariño

NAVIDAD: DIOS TAMBIÉN NACE EN SIBERIA, MONGOLIA Y MYANMAR especial, en estos lugares 'perdidos' del mundo, pero nunca perdidos para Él”. Y una semana después pude visitar a nues‐ tras hermanas FMA y nuestros hermanos SDB en Mongolia. Y comprobé por mí mismo el frío del ambiente aunque solo eran 14 grados bajo cero, muy lejos de los 48 a los que pueden llegar. Pero el calor del corazón de aquella gente sencilla, muy pobre en muchos sentidos, también en número, que se reúne en comunidades cristianas minúsculas, ha custodiado la fe como el tesoro más valioso durante dece‐ nas de años difíciles. Y participé en la Celebración Eucarística dominical con aquella comunidad cristiana de Darham formada por un grupo de ancianos, algunos padres jóvenes y muchos niños, con muchí‐ sima nieve rodeándonos. Cantaban y rezaban con una fe que conmovía mi cora‐ zón. Y sentí fuertemente la certeza de que el Hijo de Dios nacerá en breves días tam‐ bién en Mongolia y con una predilección especial. Y del frío de la Mongolia a las lluvias de Myanmar, con una preciosa y exuberante vegetación y cientos de adolescentes, pobres, muy pobres, pero con la sonrisa en los labios y unas miradas preciosas. Cele‐ bramos varias veces la Eucaristía y las voces y los cantos eran de tal belleza que no tenían nada que envidiar a los cantos de los indios guaraníes en la película “La Misión”.

Y pensé también que pronto la Navidad llenará aquellos rostros y sonrisas del gozo del nacimiento del Hijo de Dios porque Dios también nacerá en Myanmar. Es que nuestro Dios, el que con tanta locura maravillosa ama y ha amado a sus hijos e hijas de todos los tiempos, lo sigue hacien‐ do; y como entonces, con una predilección especial por los últimos, los más humildes, los más sencillos y pobres de nuestro mundo. Lo vivido por Jesús en el Evangelio sigue teniendo tanta actualidad como entonces. Y los más pobres están prepara‐ dos como ninguno para recibirlo en la sencillez de sus corazones. Y ante estas vivencias le pido a Dios en mi oración que no permita que me acostum‐ bre a ver 'tantos milagros y maravillas' sin sorprenderme de ellas. Que no permita que vea como ordinario lo que habla a gritos de lo más esencial, hermoso e importante de cada vida humana: la dignidad personal y el Amor que se dona, se vive y se comparte, porque, no lo olvidemos, Navidad es el misterio del Dios Amor que se hace uno de los nuestros. Feliz Navidad con la bendición del Dios que es Amor. Y mi deseo de toda la felicidad y de todo bien para cada uno de ustedes.

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HACIENDO HISTORIA

M

axi tiene tiene 21 años y es el mayor de sus hermanos varones. En total son 6: tres varones y tres nenas. El más chico tiene 11 años. La mayor es una jovencita, que tiene ya dos hijos y espera el tercero. Todos viven con su madre, que está jubilada por enfermedad hace unos años como consecuencia de una desviación vertebral ocasionada por sus interminables jornadas de trabajo. Su padre los abandonó hace 12 años, se llevó todo lo que tenían y les dejó una enorme deuda. Desde entonces viven “de prestado” en casa de su abuelo paterno, en la zona del Obelisco, hasta que este venda la propiedad.

“Nunca nos faltó un plato de comida a mí y a mis hermanos, pero la que no comía era mi madre. Como consideraba que eso era injusto, ya que ella tenía que tener la fuerza para trabajar, me pasaba en la calle buscan‐ do la mía en la zona del Centro, porque no quería que mi vieja me viera en esas. Hacía cosas que no me gustaban, pero era lo que podía. Dejé los estudios porque no los consideraba importantes en esa situación. Me revolvía. Un día un amigo me invitó a ir a un Oratorio al que él iba algunas veces. Pero mi vida realmente cambió hace cinco años, cuando entré al Proyecto Minga del Padre Mateo”, narró el protagonista de esta historia.

Maxi Sánchez del Proyecto Minga de Las Piedras

es no darse por vencido Llegó al Proyecto Minga hace cinco años por un plato de comida y un poco de entretenimiento y encontró la oportunidad de cambiar su vida y la de su familia. Apostaron a él “cuando nadie lo hacía” y descubrió a Don Bosco como “un loco que vale la pena seguir”. Actualmente estudia electrotecnia en la UTU y no ve a la Universidad como algo lejano. Está convencido de que la esencia de un salesiano consiste en “comprender situaciones, ayudar y darse cuenta de que cuando uno ayuda al otro en realidad se está ayudando a sí mismo”. Y en eso está… 10

Proyecto Minga es una propuesta socio educativa integral de atención a adolescen‐ tes y jóvenes de 14 a 18 años de edad, en situación de vulnerabilidad y exclusión social‐ cultural, ubicada en la ciudad de Las Piedras (Canelones), a cargo del P. Mateo Méndez de la Congregación Salesiana. ¿Qué te llevó a ir a Minga? Tenía un plato de comida asegurado. Era un adolescente más que iba a entretenerme y a comer. Eso era un alivio para mi vieja. Pero luego fui conociendo más la Obra, al Padre Mateo. Él apostó a mí cuando casi nadie lo hacía. No nos dijo “esta es la solución”, sino que teníamos otra opción. Nos mostró los caminos que podíamos elegir. Si bien el proyecto era salesiano, Mateo sabía que no podía empezar por ahí, porque nosotros no teníamos nada que ver con eso. Fui haciendo el proceso, pasé por


el Oratorio, el Centro Juvenil y después me invitaron a ser pre animador. Nos enseña‐ ron a involucrarnos y a que nos importara la realidad del gurí. Después empecé a animar. Mateo nos iba presentando opcio‐ nes según íbamos avanzando. Una cosa graciosa fue cuando uno de mis compañe‐ ros animadores me preguntó si creía en Dios, y le dije que sí creía en Don Bosco, porque leí sobre él, vi la película y me dije: “Este es un loco que vale la pena seguir”. Fue un revolucionario, cambió todo y apostó por los jóvenes cuando casi nadie lo hacía.

¿Qué considerás que le aporta a tu vida formar parte de la Familia Salesiana? La oportunidad de una vida diferente. La otra vez hablábamos con un amigo que entramos juntos a Minga y mirábamos a los gurises de ahora, y vimos que así éramos y el camino que hemos hecho. Quiero ayudar a que se encaminen esos gurises. En este caminar perdimos a muchas personas; murieron arruinados por la pasta base o presos. Los rescatados somos pocos, pero la idea es que nosotros contagiemos ese impulso de Don Bosco para salir adelante,

hicieron el cambio y ese te hace sentirte orgulloso e indica que se puede y que vale la pena seguir, aunque se logre cambiar solo a uno. Como yo, que sigo haciendo mi camini‐ to de fe, convencido. Y veo en otros lados cómo un salesiano se hace notar entre el resto de la gente. En la actitud, en el proce‐ der, mostrando que somos la familia de Don Bosco. Alguna vez el Papa Francisco dijo que debemos ser una iglesia en salida, y los salesianos somos eso, somos una iglesia en salida, los oratorios son una iglesia en salida.

Hiciste un proceso con naturalidad, sin forzarlo, incorporando conceptos... Es eso. Mateo se la re juega, y eso es Don Bosco. Fue un proceso por un lado rápido y a la vez lento. Ahora siento que puedo devolver un poco de lo mucho que se me dio. No hay que guardarlo para uno, eso que me hace bien tengo que transmitirlo para que le haga bien a otros. Hoy estoy también en pre Minga, un proyecto de Mateo pero para niños de 9 a 14 años, y ahí doy una mano. ¿Cuándo fue tu gran cambio? A los 18 años. Me consiguieron un trabajo, porque ya no podía estar en el proyecto. Vi que era posible el cambio. Además Mateo me invitó a participar de Minga, pero tenía que retomar los estudios. Y lo hice. Nunca fui mal estudiante, solo que las cosas me llevaron por otros caminos. Ahora estudio electrotecnia en la UTU, que termino el año que viene, y no veo a la Universidad como algo lejano. Antes era de otro mundo. En un momento de la vida, era como Dios, algo en lo que no pensaba. Pero, superando etapas, las oportunidades fueron surgiendo gracias a esos conceptos y a la fuerza que me dan las enseñanzas de Don Bosco. Siento que la fe debe estar dentro de mí, por eso hago catequesis. Ser salesiano es eso, “compren‐ der situaciones, ayudar y darse cuenta de que cuando uno ayuda al otro en realidad se está ayudando a sí mismo”. Hoy veo a gurises que están en la misma situación en la que yo estaba hace años, y me pregunto si seré yo quien tenga que presentarle esas oportunidades.

“Alguna vez el Papa Francisco dijo que debemos ser una iglesia en salida, y los salesianos somos eso, somos una iglesia en salida, los oratorios son una iglesia en salida” porque existe otra opción de vida. Estába‐ mos en la calle y pensábamos que no le importábamos a nadie, y no es así. Quere‐ mos honrar a esas personas que apostaron por nosotros, y que quede claro que solo ellos no te van a cambiar la vida, tenés que poner algo de vos. Eso es ser salesiano, no darse por vencido. Si te caés, te vuelven a ayudar. La idea es que cuando los gurises se equivoquen nosotros estemos al lado y les digamos que es por otro lado, teniendo siempre en cuenta el sistema preventivo. Hay muchos que quedaron por el camino, y eso nos da tristeza, pero hay otros que sí

¿El convencimiento personal es funda‐ mental para el cambio? Entré al Oratorio sin tener fe, pero sí creyen‐ do en Don Bosco. Para cambiar es necesario tener ganas. Para ayudar a otros, primero te tenés que ayudar a vos, eso me lo dijeron cuando entré y esa es la idea que busco transmitir a diario. Eso lo hice con mi familia, y logré unirla inspirado en estas ideas, cuando habíamos quedado separa‐ dos luego del abandono de mi padre. Estábamos peleados, pero conversando, hablando, nos unimos y hoy tiramos todos para el mismo lado. 11


VALE LA PENA VIVIR ASÍ

NATALIA CASCO (30), la animadora que se enamoró de la Familia Salesiana en dos clic.

Cuando descubrís que algo te hace feliz, tenés que compartirlo y contárselo al otro 12


Natalia Casco nació en Argentina, pero es hija de padres uruguayos y desde pequeña vive en la ciudad canaria de Las Piedras. Es por naturaleza optimista y no desperdicia ninguna oportunidad para compartir con sus alumnos su visión positiva de todas las experiencias que la vida le presenta. En el Colegio San Isidro estuvo de los dos lados del mostrador: primero como alumna, y hace 10 años como docente. No le asusta “volver a empezar” cuando constata que el rumbo elegido no la colma, y confiesa que su mayor anhelo es contribuir a formar a formadores aplicando el sistema preventivo de Don Bosco.

Casco inició sus estudios en la escuela pública pero, en la mitad de la Primaria, por deseo de su madre, se integró al Colegio San Isidro, comenzando a formar parte de la Familia Salesiana de donde, asegura, nunca se irá. Estudia Licenciatura en Educación con miras a formar formadores y buscando impregnar los ámbitos donde trabaje con el carisma que la ha moldeado y la hace plena. Si bien hasta que ingresó al San Isidro “nunca había escuchado nada relacionado con Dios”, le gustó el lugar y cursó ahí toda la Secundaria. “Al principio cuestionaba varias cosas, pero en la adolescencia empecé a arrimarme a Jesús. Ese fue mi primer engan‐ che, el primer clic de mi vida. Estando en 5º de liceo me vinculé al Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) y mi segundo clic se dio cuando entendí el mensaje de Don Bosco, por dónde iba el sistema preventivo, y me enamoró de una manera increíble”, asevera. 13


Me prendí hace 20 años y seguiré viviendo la experiencia Confiesa su anhelo de, con su carrera, “llevar la forma de educar que tiene Don Bosco a los ámbitos donde trabaje. No es hablar de Dios ni nada, no mezclar, pero sí llevar lo que vivo a donde voy. Es una forma de vida. Mostrar una forma de educar que puede servir para cambiar prácticas instala‐ das hoy, con alegría y respetando las liber‐ tades de las personas”.

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Luego realizó su primera misión, “de la que salí copada y sintiendo que eso era la mío”, admite. Al egresar del liceo la invitaron a animar y a dar catequesis. Con 20 años comenzó, entonces, a impartir clases de Formación Cristiana en el mismo colegio donde hizo cursó sus estudios y, paralela‐ mente, estudió Nutrición. Cuando estaba a punto de recibirse decidió que no era lo suyo y, durante los siguientes cuatro años, se dedicó solo a dar clases. Luego sus padres, comerciantes pedrenses, le sugirie‐ ron estudiar Magisterio, pero ella lo deses‐ timó. Finalmente, se decidió por estudiar la Licenciatura en Educación en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, con el objetivo de dedicarse a la docencia de formadores.

Inspirada en los principios transmitidos por Don Bosco, Casco encara la vida y su tarea como educadora desde la perspectiva de que “todos tenemos problemas, pero no podemos pararnos desde la vereda negati‐ va, que no ayuda mucho, sino tirar para adelante y ayudar a tus cercanos a ver la vida más linda”.

Refiriéndose al aporte de la Familia Salesia‐ na en su vida, la joven reconoce que “ha acompañado todo el proceso de mi creci‐ miento, desde la maduración de mi ser hasta características que tienen que ver con mi personalidad”.

Ya hace 10 años que da clases en el Colegio San Isidro, tanto en Ciclo Básico como en Bachillerato y, además, en virtud de su experiencia de 12 años como animadora, integra el Equipo Inspectorial Salesiano que coordina las actividades de los Oratorios.

La educadora, que siempre está sonriendo, destaca que “todo lo que se vive en el Oratorio como la alegría o el respeto, lo traslado a mi familia, e ilumina los procesos personales, transformando lo que muchas veces es negativo, en positivo”.

EL ACOMPAÑAMIENTO EN CLAVE DE FAMILIA SALESIANA

“Siempre hay tiempo para volver a empe‐ zar”, subraya Casco y comenta lo que les transmite a sus alumnos mayores que ya están en la etapa de definir su vocación y “están apurados”: “No tengan miedo si alguna vez se dan cuenta de que lo que eligieron no es lo suyo, siempre hay tiempo de volver atrás, y no hay que estar toda la vida en algo que no los llena, que nos lo hace feliz”. “Yo intento que no lo vean como una frustración sino como una experiencia de haber vivido algo”, puntualiza. Pero estos aprendizajes que hoy procura compartir con los jóvenes que anima y forma reconoce haberlos recibido de otros educadores, amigos y pares que se los transmitieron “de la mejor forma”. “Vi en ellos algo muy genuino, que es bueno vivir así. Lo mejor no es solo saberlo, sino verlo en las otras personas, y así armar tu propia vivencia. Me prendí hace 20 años y seguiré viviendo la experiencia. Cuando estás convencida de que esto vale la pena, cuan‐ do descubrís que algo te hace feliz, tenés que compartirlo y contárselo al otro”, enfatiza.


¡

¡VALE

LA PENA

r e c e r c y ir t a b e d , ir t r a p m o c a r a p io c . Un espa a id v a r t s e u n e d s e d a d li a e r s a s r e iv d mirando Todos los sábados a las 9:30 h por Oriental 770 AM Conducen: Juan José Malvárez, Selene Cardarello, Nicolás Vilche y Rodrigo Lozano


CON NOMBRE Y APELLIDO

Edelvi Santurio y Juan Roberto (Beto) Silvestri, de Parada Herrería, Salto

“Con el amor arreglás y unís todo, no deformás nada” Hace 40 años comenzó su “romance” en una comunidad salesiana del norte del país. No fue una historia de amor a primera vista o de locas pasiones, sino de simplemen‐ te ir verificando, con el paso del tiempo, que el uno era para el otro. En sus biografías no faltan las anécdotas de privaciones de lo que hoy incluso se considera básico, pero las recuerdan con gratitud por permitirles comprender mejor al pobre y vivir con el pleno convencimiento de que sí se puede, con perseverancia y la ayuda de Dios. Su existencia impregnada de sencillez y entrega dio como fruto 6 hijos, 13 nietos y un diaconado que los llama a vivir al máximo según su premisa mayor: el amor. 16


¿El forastero? ¿Por qué? Beto: Yo hice Primaria en el Colegio Sagrada Familia y cursé primero y segundo año de Secundaria en Salto. Luego ingresé al aspirantado en San José con los Hermanos de la Sagrada Familia. Allá hice hasta tercero de Liceo. En Progreso empecé el noviciado para ser Hermano y luego me trasladé a Córdoba donde realicé 4to. y 5to. de liceo y los cursos para revalidar historia y geografía ya que se trataba de un colegio argentino. Allí estuve 3 años procurando verificar si tenía vocación para la vida consagrada y descubrí que no. Entonces volví a los 21 años a mi pueblo y me empecé a dedicar a la agricultura. También ayudaba a mi mamá que era catequista en Barrio Albisu, en San Antonio y en Parada Herrería. Y entonces fue cuando conocí a una persona de la que me enamoré, con quien luego de dos años de noviazgo me casé, teniendo 28 años…(dice entre risas). ¿Cómo conocieron a los Salesianos? Edelvi: Yo desde siempre, de toda mi vida. Con 6 años iba a la Misa en la Capilla de San Antonio que forma parte de la comunidad salesiana. Por entonces el Párroco era el Padre Juan. Beto: Si bien al principio estaba más involucrado con los Hermanos de la Sagrada Familia, conocía a los Salesianos porque en Parada Herrería estaba presente su obra. Después profundicé la relación con ellos al dar catequesis y nosotros, inclusive, nos casamos en la Parroquia salesiana del Carmen. Edelvi: Yo estoy orgullosa de sentirme parte de la Familia Salesiana y tuvimos mucha suerte con los párrocos ya que siempre fueron excelentes. Beto: Yo soy diácono hace 10 años por mi formación con los Salesianos. Una vez que Edelvi aceptara que yo fuera diácono comenzamos las reuniones con los otros tres de la Parroquia del Carmen y dos de la Parroquia Catedral y de Paysandú.

¿Cómo se conocieron? Edelvi: Nos conocimos al participar en un grupo de jóvenes. Inventamos una buseca y compartíamos el voleibol y fútbol… él pasaba a buscarme por mi casa con un hermano suyo y yo iba acompañada por una amiga. El roman‐ ce nace y crece ¡en la comunidad salesiana! A él le decían el forastero porque vino a los 20 años. Yo conocía a su mamá en la tarea de catequista pero no a él.

Edelvi ¿qué recuerdos tienes de esa época en que había un solo par de calzado? Yo llegué acá luego de vivir en 13 casas distintas porque mi papá era policía. Conocí muy de cerca la pobreza. Con ocho hermanos no pude seguir estudiando porque los varones tenían prioridad. Y acá afuera no había oportunidades para aprender por internet como ahora. Supe lo que era tener un baño afuera y lejos, de tapar agujeros de las paredes de las piezas para que no entrara el frío y la lluvia.. y así llegás a comprender al pobre y a alentarlo dando el mensaje de que se puede salir adelante. Muchos ponen de excusa “soy pobre, ya no creo ni en Dios” pero yo le agradecí siempre a Él la perseverancia que tuve, porque nunca aflojé por más cosas malas que me pasaran. Esa firmeza de Dios fue cada vez mayor…en las necesidades uno se refugia más en Él. Pese a todo fui muy feliz en mi infancia y mi mejor recuerdo es el rezo del Rosario con mi mamá, todos los días, a las 10 de la noche. ¿Cómo se dieron cuenta de que eran el uno para el otro? Beto: Fue muy sencillo, a medida en que nos fuimos conociendo.. Pero esa atracción que íbamos sintiendo se concretó en un baile de pericón (risas). Edelvi: No fue muy complicado. Nos entendíamos. Estuvimos dos años de novios, no daba para más y nos casamos. Y lo que nos motivó a casarnos era “el contigo pan y cebolla” que hoy ya no está vigente. 17


Recomendaciones para la crianza de hijos: “Compartir la vida de ellos lo más posible, tienen que verte, estar contigo. Hay que atenderlos, darles importancia, no abandonarlos”

Y además del pan y la cebolla ¿qué otras cosas tenían para decidir casarse? Beto: Lo primero que buscamos era dónde vivir y edificamos la casa propia, donde aún seguimos viviendo. Construimos a mitad de camino de mi casa paterna y de la de Edelvi. La casa era mi idea fija. Teníamos lo básico: un cuarto, una sala, la cocinita, el baño y la estufa a leña, que no podía faltar. Edelvi: Cuando nos casamos y nos vivimos a vivir acá, en 1978, ni siquiera había luz eléctrica. No había entrado aún por el camino principal y como éramos unos pelagatos recién al año siguiente pudimos pagar para traerla a nuestra casa. “NO HAY TRISTEZA QUE DURE MÁS DE TRES DÍAS” ¿Qué rol jugó la fe en su unión? Edelvi: Nos ayudó a no entregarnos, a bus‐ car siempre seguir adelante, en la armonía. En todo lo que realizábamos en realidad sentíamos que lo hacía Dios, que nos usaba a nosotros. Beto: Igual esa certeza la tenemos ahora más incorporada. Miramos para atrás y vemos cómo Dios nos ha ido guiando y es fabuloso. Hay cosas que nos han pasado que nunca las podríamos haber pensado. La fe es todo. Sin eso no sería feliz, porque ayuda a que los problemas sean más senci‐ llos. Si tenés una tristeza no dura más de tres días porque hubo un hecho tremendamen‐ te desastroso para la humanidad que fue la muerte de Jesucristo y resucitó a los tres días. Así que no hay problema que dure más de tres días. 18

¿Qué buscaron transmitirles a sus hijos? Edelvi: El amor. Es el valor fundamental y no busques otro. Con el amor arreglás todo, unís todo, no deformás nada. Aunque ardan las cosas, el amor... Pero además del amor les enseñamos el valor de la unidad, el compartir, que es muy importante ser solidarios con los demás. Aún siendo bebés yo los llevaba conmigo toda la semana a las misiones, y eso los marcó. Como madre algunas veces sufrí por la falta de dinero, porque cuando son adolescentes querés que estudien y acá es difícil. Apelé a los Salesianos para que fueran a Talleres Don Bosco. El primer año no fue posible, pero al siguiente me llamaron y le expliqué al Padre Gabriel Barillari cómo era mi vida financiera. Y me dijo: “Como no me has pedido, te voy a ayudar. Una señora me dona un dinero y con eso cubro el gasto de tus gurises". Emanuel no quiso ir porque ya trabajaba en el Mercado Modelo con su tío (se lo llevó con 15 años y yo lloré mucho) pero Roberto me dijo: “Hacé lo que sea porque yo me quiero ir”. Y hoy los dos están muy bien. Emanuel está contento con su trabajo. Ahí se entiende que el valor de la plata no es importante. Sirve para muchas cosas y te pone a prueba si te falta, pero si me dan a elegir entre la plata y que mis hijos sean buenas personas, me quedo con mis hijos. Beto: Y siempre les dijimos que luchen, que trabajen…A pesar de que no recibieron mucho, aprendieron a salir adelante. Y al final uno dice…"yo no les di nada”... pero les dimos el valor de seguir adelante, de a pesar de las dificultades no entregarse. Ellos, en Montevideo, viven en contacto con el dolor de muchas personas que están deshechas. Lo ven en sus trabajos, notan la

falta de unión en el personal, por ejemplo, y eso les asusta, piden consejo. Yo siempre insisto en que sean amables a pesar de que la hagan la contra. Tras criar a seis hijos, ¿qué consejos les darían a los padres de hoy? Beto: Yo les recomendaría compartir la vida de ellos lo más posible, los hijos tienen que verte, tienen que estar contigo. Hay que atenderlos, darles importancia, no abando‐ narlos. Edelvi: Y es importante que ellos vean el ejemplo. Mis hijos comentan, ahora de grandes, qué lindo era cuando nos sentían rezar a través de la pared. Nosotros siempre rezamos en familia y cuando vienen los nietos, si alguna vez no lo hacemos porque estamos apurados, nos lo recuerdan enseguida. ¿Su conexión con la tierra y lo natural hace que su relación con Dios sea más intensa? Edelvi: Sin duda. Esta actividad depende de Dios, te lo aseguro. Beto: Cuando agradecemos de mañana y vemos el amanecer, esa oración sale de adentro. Al ver crecer cada planta agrade‐ cemos, porque es obra de Dios que está ahí. El darse cuenta de eso es hermoso. Edelvi: La gente no está acostumbrada al silencio, a escuchar, vive con el ruido de la televisión, la música... ¿Cómo es la vida con la comunidad siendo diácono Beto? Beto: Es lindo porque podemos ayudarlos y procuramos que todos vean en nosotros el amor, el cariño. Uno va charlando con los


EL “MILAGRO” DE LA CAPILLA Edelvi: La Capilla Santa Rosa de Lima del Barrio San Antonio, estaba muy destruida y la pudimos reformar gracias a lo que yo considero “un milagro”. Cuando íbamos a limpiarla era un desaliento. Las ventanas ya no tenían vidrios porque no había ya de donde sujetarlos, solo había algunos postigones y los pisos estaban hundidos por el trabajo de las hormigas… Un día me regalaron una computadora vieja y le digo a mi hija: “Vamos a hacerle una cartita al diácono” (mi marido). Y le escribimos: “Las limpiadoras de la Capilla recurren a usted para ver si se podrían destinar 500 dólares para arreglar la Capilla”. Y nos contestó que en “un abrir y cerrar de ojos” íbamos a tener el dinero. Un viernes nos fuimos a limpiar la Capilla con tres compañeras que son testigos de lo que pasó. Llega el alcalde y nos comuni‐ ca que el Dr. Miguel Martel, que nadie conocía pero que había vivido aquí, se recibió de médico y quería ayudar a la Iglesia donando 5000 dólares.Tocamos el cielo. Lo único que nos desalentó fue que él quería que se hiciera una Capillita en el cementerio. El sábado siguiente llegó el P. Jose María Acuña y le pedimos que lo llamara para convencerlo de que al menos nos diera dinero para las ventanas. Al final decidió donar la mitad para esta Capilla y el resto para la otra que quería. Y ahí nos pusimos manos a la obra. Era poco igual porque el techo no tenía cielorraso pero la fuerza la sacamos de donde no la teníamos y finalmente se logró.

“Miramos para atrás y vemos cómo Dios nos ha ido guiando y es fabuloso”

vecinos, con quienes trabajan con nosotros y notan el buen trato y siempre sale alguna pregunta sobre Dios... Los sábados come‐ mos juntos con el personal y rezamos con ellos antes del almuerzo. La Diaconía me implica un mayor compro‐ miso que si fuera laico, uno tiene que ser ejemplo en la parte litúrgica, en la dimen‐ sión social y familiar. Uno está para servir a todos en la comuni‐ dad. Y también con personas de otras religiones compartimos y charlamos. He encontrado adhesión, me buscan para las charlas de bautismo, las celebraciones, casamientos… Las críticas que he recibido son de mi esposa, que me reclama que asuma cosas que antes iba delegando en ella… (risas)

¿En qué consiste su colaboración? ¿Que piensas de esa posibilidad en estudio de mujeres diaconisas? Y creo que podría ser, pero para que la mujer fuera diaconisa el marido tendría que ser diácono. Lo veo como un compartir como esposa u esposo. No sería quizás la misma actividad que el diácono… ¿Cómo les gustaría que los recuerden? Beto: Como una persona alegre, que siem‐ pre quiso a todos, simple, sencilla. Como alguien que siempre estuvo ahí, quizás no haciendo mucha cosa pero sí recibiéndolos con cariño. Me gustaría cuando esté muer‐ to en el cajón tener una sonrisa. Edelvi: Yo quisiera que me recuerden como una persona sencilla, y lo que espero es no complicar. 19


Ficha técnica Edelvi Santurio (nacida el 14 de julio de 1958) y Juan Roberto “Beto” Silvestri (nacido el 6 de mayo de 1951). Viven en una chacra de su propiedad en Parada Herrería (Salto) El 14 de diciembre celebran 38 años de casados. Tienen 6 hijos (3 varones y 3 mujeres): Ana, Roberto, Emanuel, Marcos, Natalí y Lourdes y 13 nietos. Desde hace 10 años Beto es Diácono. Edelvi es ama de casa y colabora con su esposo en las tareas propias del diaconado.

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EN EL ABRAZO MISERICORDIOSO DE DIOS

Pbro. Juan Bautista Grande

Alfredo Mazzoni

Italia, 13 de julio de 2016 Hermano de Sor Anna fma

Montevideo, 20 de setiembre de 2016 Hermano de Sor Stella fma

Humberto Piastri

Sor María de los Ángeles Contreras fma

Salto, 28 de julio de 2016 Hermano de Sor Angélica fma

Violeta Ibarra Colonia, 30 de julio de 2016 Hermana de Sor Juanita fma

Mª Antonia Fama Montevideo, 22 de agosto de 2016 Mamá del P. Huber Puglia sdb

Ricardo Díaz Garré España, 20 de agosto de 2016 Hermano del P. Carlos sdb

Gualberto Ibarra Colonia, 9 de setiembre de 2016 Hermano de Sor Juanita fma

Venezuela, 5 de octubre de 2016 Durante 12 años se desempeñó como Consejera Mundial para la Comunicación

Leonor Vanegas New York, 9 de octubre de 2016 Hermana de Sor Ana Cecilia fma

P. Walter Lisaut sdb Montevideo, 29 de noviembre de 2016 Durante los últimos años de su vida el P. Walter integró la comunidad salesiana de Las Piedras aunque finalmente, debido a su edad, residía en la Casa Mamá Margarita. Falleció a los 91 años de edad, un día antes de celebrar el 60º aniversario de su ordenación sacerdotal.


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iales! ¡Firme que le voy a meter a los parc !!! una rme lleva de ¡0 ganas

No puedo creer que haya ter

minado el liceo.

“Un momento feliz es consecuencia de un modo de

Comparto

vivir”.

Tarde de apostolado con el Sign i en Capilla Santa Teresita. ¡Se vivió muy, muy, Proooo!

Uno de los mejores sentimientos del mundo es cuando abrazas a la persona que quieres y ella te abraza aún más fuerte.

¿Qué llevas adentro? ¡Todo está en vos!

Creérsela no es sinón im

o de seguridad…

Nuestros medianos tuvieron su encuentro y pasaron precioso.

Estoy caminando por lugares de aprendizajes únicos, rodeada de seres a, maravillosos que día a día me enseñan a ver las cosas con otra perspectiv de vida aprendiendo a construir un mundo mejor de la mano de un estilo transmitirlo. increíble; aprovechando cada oportunidad para nutrirme y luego el mundo Soy mensajera de paz y creo que una buena acción diaria cambia crecer, aunque sea un poquito. Agradecida al Escultismo y a Dios por dejarme aprender, compartir y, lo más lindo de todo, SER.

El Reino de Dios se va gest ando allí donde suceden cosa s buenas para los más abandonados, los olvidados, los más pob res.

Nunca te olvides de sonreír porque el día que no sonrías será un día perdido.

Gracias a cada uno de los laico s y hermanas por estos dos días compartidos juntos. Por este Proyecto Provincial que pone mos en marcha en este inicio de los festejos de los 140 años de presencia en Uruguay… Hoy, como ayer, María, a ti te confiamos nues tras vidas, nuestros sueños, para que tú seas siempre nuestra Madre y Maestra en el ir al encuentro de los jóvenes.

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artiendo La Vida.

“Celebrando en Comunidad Tupa”. Comp

¡Pah! Firme que el año que vien e voy a extrañar a algunos amig@s que se quedan en el liceo .


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El nombre del hijo Esta página se refiere a la lectura del Evangelio según San Mateo (1,18‐24) proclamada en la Misa del 18 de diciembre, Domingo IV de Adviento. Un tema que nunca falla en la sobremesa de un asado comienza cuando uno de los comensales cuenta: “Yo conozco un tipo que se llama…”. Allí todos empezamos a recordar gente que tiene nombres raros: uno al que le pusieron Email, otro que se llama Sombra, o combi‐ naciones extrañas de nombre y apellido, como Tomás Leche. Y nunca falta el comentario: “¿En qué estaban pensando los padres?”. Lo cierto es que es todo un tema la elección de los nombres de los niños: los padres en general son conscientes de que será algo que acompañará a sus hijos por toda la vida. Muchas veces el nombre está asociado al recuerdo de una persona querida; en otras ocasiones se trata simplemente de un gusto porque “suena lindo”. Pasa también que no siempre los padres están de acuerdo en la elección, y se P. Francisco Lezama sdb recurre entonces a nombres dobles dignos de una telenovela venezolana.

Esto lo vemos claramente en el relato del nacimiento de Juan el Bautista, que nos cuenta Lucas en el capítulo 1 de su Evan‐ gelio: el pobre Zacarías, sordo y mudo, tiene que recurrir a un pequeño pizarrón para aclarar el nombre elegido para su hijo. Y lo mismo vemos en el texto en el que Dios le revela a José que él no es un “intruso”, ni siquiera un simple “extra” en esta historia de la salvación. María Virgen es quien concibe y da a luz al Hijo de Dios, pero este niño necesita también quien haga las veces de padre en la tierra: precisa que haya quien le ponga un nombre. Dios se hace hombre por obra del Espíritu Santo en el vientre de María: es el misterio de la Encarnación que celebramos en la próxima fiesta de la Navidad. Pero Dios también, en otro sentido, se hace hombre, se “humaniza”, por la misma vía que la hacemos todo el resto de los seres humanos: en una familia, con un papá y una mamá. Estaba en el plan de Dios que Jesús “se fuera haciendo hombre”, como todos nosotros, que se desarrollara física y mentalmente como todos noso‐ tros, que fuera encontrando en su familia el amor y la comprensión, pero también los límites y las exigencias que lo fueran ayudando a forjar su personalidad. Era necesario que alguien le pusiese nombre a este hijo que salvaría al mundo.

En la cultura bíblica no encontramos este problema, porque la tradición era bien clara. Para los judíos, la madre es fundamental porque es quien transmite la pertenencia al pueblo elegido, pero la tarea del padre era justamente la de elegir el nombre para el niño. 23


AQUÍ Y AHORA

La familia en transformacion: U N A R E A L I DA D PA R A C O M P R E N D E R Y AC O M PA Ñ A R 24


“Tener un lugar a donde ir, se llama Hogar. Tener personas a quien amar, se llama Familia, y tener ambas se llama Bendición”. La frase pronunciada por el Papa Francisco ejemplifica lo que entraña el formar parte de una familia, célula básica de la vida en sociedad. Pero ¿qué características presenta esa familia y a qué desafíos se enfrenta en este siglo XXI? El Psicólogo Alejandro De Barbieri, autor del libro Educar Sin Culpa, explica que el principal problema que enfrenta la familia hoy son los “adultos frágiles”. “Son padres y madres que están cansados y no tienen tiempo para educar a sus hijos. No los educan, y quedan víctimas de sus impulsos, quedan solos, la nueva epidemia de hoy son chiquilines solos, cansados, y adictos a la tecnología”, señala. De Barbieri ejemplifica diciendo que “el padre está de cuerpo presente. No está despierto para decirle a su familia 'ahora vamos a cenar todos juntos, sin celular'. Los padres les dan el celular al hijo para que no los molesten”. Desde el punto de vista de la sociología, Ruben Kaztman y Fernando Filgueira explican que factores económicos, culturales y demográficos han generado transformaciones en las familias y “han erosionado su papel integrador generando un cúmulo de problemas de diferente naturaleza” (Trabajo “Panorama de la Infancia y la Familia en Uruguay”, de la Universidad Católica). Entre esas transformaciones mencionan que el tipo de familia tradicional de aportante único ha cedido lugar a una estructura familiar en la que los dos cónyuges participan en el mercado de trabajo y sostienen económicamente el hogar.

También afirman que “el crecimiento de la ruptura del vínculo matrimonial por razo‐ nes no biológicas, se ha incrementado el número de hogares de tipo monoparental —por lo general con jefatura femenina a cargo de hijos—, (…) parejas formadas en segundas nupcias, la proporción de hijos que viven en hogares con padres o madres no biológicos, y (…) hogares formados por parejas unidas”. En cuanto a factores culturales, indican que Uruguay no ha sido ajeno al proceso más global de la “revolución sexual”, que en el caso de la mujer ha traído “madres solte‐ ras” y “madres adolescentes”. Si se mira la situación de los hijos, señalan que en los hogares con problemas de integración, se observan niveles de desem‐ peño educativo más bajo, problemas de 25


rezago y deserción escolar, así como otras manifestaciones relativas a la “desafiliación institucional” (por ejemplo, una mayor proporción de jóvenes que no trabajan ni estudian). COMPRENDER Y ACOMPAÑAR Un estudio coordinado por el demógrafo Juan José Calvo, que se basa en los datos del último Censo realizado en 2011 presentado en 2014, revela que en Uruguay solo en uno de cada tres hogares se ve el modelo de familia tradicional, es decir, madre, padre e hijos de ambos (representan el 28,3% de los hogares del país). En tanto, el 11% de los hogares son mono‐ parentales, y el 10% son monoparentales femeninos. La fuerte presencia de los hogares unipersonales, que alcanza al 23,4% del total, se constituye en el segundo tipo de hogar más importante luego del nuclear con hijos de ambos. Frente a este panorama, el Padre Juan Algorta sdb, Dr. en Teología Moral, afirma que “la familia se encuentra inestable en muchas de sus manifestaciones” y por eso “desde la institución salesiana se trata de comprender esta nueva situación, tratar de ver qué es lo que las personas están vivien‐ do y cuáles son las luchas, los procesos que están llevando para no caer en un enjuicia‐

RESTAURAR A LA PAREJA Con respecto a la pareja, el Padre Algorta explica que “es importante la libertad con que actúa, para que tengan una actitud responsable ante la vida de la pareja y ante la vida que puedan engendrar. Que sean ellos quienes vayan tomando las decisiones que les parezcan mejores”.

Tener un lugar a donde ir, se llama Hogar. Tener personas a quien amar, se llama Familia, y tener ambas se llama Bendición Papa Francisco miento teórico sino más bien en compren‐ der y acompañar”, explica. Para el sacerdote “se trata de lograr que se viva un proceso de autenticidad en cada familia, que permita una maduración de las personas que la componen y que esa maduración que les permita vivir más humanamente”. 26

Consultado por el valor de fidelidad –deja‐ do de lado o descuidado‐ dice: “De ninguna manera queremos aceptar que esos valores tradicionales no tengan valor. Al contrario, son los valores que pueden salvar a la familia y a la sociedad. Creemos también que la pareja, el matrimonio, la familia, deben aprender a vivirlos con responsabilidad”.

De Barbieri cree que lo más importante es “restaurar el diálogo en la pareja”. “Es importantísimo, la pareja está muy sola, la señora se queja de que el marido no le presta atención, el marido se queja de que la señora está solo con los nenes, la mujer se queja de que lo importante para él es el trabajo. No logran encontrar espacios de restauración afectiva”. El Psicólogo invita a buscar espacios para estar juntos, salir solos y, en definitiva, “que la pareja vuelva al centro”. Con respecto al rol de los hijos en la pareja, el Psicólogo expresa: “Les digo a las mujeres que se graben que el marido es más impor‐ tante que el hijo. No es machismo”. “Los nenes siempre van a llamar: `mamá, mamá, mamá’, si la madre siempre va, terminará desbordada, sin tiempo y sin espacio. ¿Cómo me doy cuenta de que mi hijo está maleducado? Porque no puedo más”, responde.


Desde la institución salesiana se trata de ver qué es lo que las personas están viviendo y cuáles son las luchas, para no caer en un enjuiciamiento teórico sino más bien en comprender y acompañar P. Juan Algorta sdb

El P. Algorta se refiere al movimiento Amor Exigente, surgido en Brasil y que adaptó un programa dirigido a acompañar a padres y familiares de personas con dependencia de las drogas, a acompañar a las familias bajo el postulado de que “el amor no es suficien‐ te, si además no enseña”. “Este movimiento insiste en que es importante amar pero amar poniendo límites. Se impulsan deter‐ minados criterios de convivencia, de respe‐ to a las personas y a sí mismos que pueden ayudarnos a educar mejor a los jóve‐nes”, afirma. Agrega que algunos salesianos están participando de estos grupos y se están extendiendo estas enseñanzas en las casas salesianas. Algorta señala el respeto a la persona de los padres hace posible que los jóvenes entien‐ dan que es necesario respetar y respetarse. “Hay un proteccionismo al niño, se lo quiere proteger de una manera excesiva y se lo está deseducando”, advierte. De Barbieri lo explica así: “Los padres de hoy quieren que sus hijos los quieran. Cuando llega a su casa, después de una extensa jornada de trabajo aumenta la culpa, quieren reparar ese tiempo en el que no estuvieron, y se genera sobreprotección, consumismo, como está cansado le da todo lo que el nene pide”. Como consecuencia, explica, esos padres que no educan “tercerizan la educación en los maestros, que a su vez están estresados y haciendo de padres y madres”.

Por eso el Psicólogo propone “una revolu‐ ción de padres, aumentar su nivel de conciencia para que traten de ayudar a sus hijos”. También aconseja que las institucio‐ nes educativas organicen talleres con los padres todo el año. Y a su vez propone trabajar con los docentes, para “restaurar la alianza entre padres y docentes”. Con respecto a los hogares monoparenta‐ les, De Barbieri opina que es un prejuicio creer que es “más difícil” para una mujer o un hombre solo educar a sus hijos. Asegura que “es distinto”. “Hay casos en que gracias a que la pareja se separa el padre 'hace de

padre' porque estaba pintado al óleo”, ejemplifica. “Hay gente que está casada, y él ‐o ella‐ llegan a las diez de la noche a su casa, y para el otro es como si estuviera solo”, agrega. A ese padre o madre sola, el Psicólogo los llama a que ejercer el amor de padre y madre juntos. “El amor de madre con el afecto incondicional y amor de padre, con la parte del no, más jerárquico. Si estoy solo hago las dos cosas: un padre puede ser afectivo y la mamá también puede decir que no”, concluye. 27


SEIS CONSEJOS DEL PAPA A LAS FAMILIAS 1. “Permiso, gracias, perdón. Estas palabras abren el camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras simples, ¡pero no así simples para poner en práctica! Encierran una gran fuerza; la fuerza de custodiar la casa, también a través de miles dificultades y pruebas; en cambio, su falta, poco a poco abre grietas que pueden hacerla incluso derrumbar” (13 de mayo de 2015). 2. En la vida matrimonial se discute, a veces incluso “vuelan los platos”, pero les doy un consejo: nunca terminar el día sin hacer las paces. (…) ¿Y cómo debo hacer las paces? ¿Poner‐ me de rodillas? ¡No! Solo un pequeño gesto, algo pequeño y vuelve la armonía familiar. Basta una caricia, sin palabras. (13 de mayo de 2015). 3. "El verdadero vínculo es siempre con el Señor. Todas las familias tienen necesidad de Dios: todas, ¡todas! (…) Cuando la familia reza unida, el vínculo se hace fuerte" 4. Jesús nació en una familia. Él podía llegar de manera espectacular, o como un guerrero, un emperador… No, no: viene como un hijo de familia. Esto es importante: contemplar en el belén esta escena tan hermosa (…) La familia de Nazaret nos compromete a redescubrir la vocación y la misión de la familia, de cada familia (17 de diciembre de 2014). 5. Se ama a un hijo porque es hijo, no porque es hermoso o porque es de una o de otra manera; no, porque es hijo. No porque piensa como yo o encarna mis deseos. Un hijo es un hijo: una vida engendrada por nosotros, pero destinada a él, a su bien, al bien de la familia, de la sociedad, de toda la humanidad (11 de febrero de 2015). 6. Animarse. La familia ocupa el primer lugar en todos los índices de aceptación entre los jóvenes; pero, por miedo a equivocarse, muchos no quieren tampoco pensar en ello; incluso siendo cristianos, no piensan en el matrimonio sacramental, signo único e irrepetible de la alianza, que se convierte en testimonio de la fe. (29 de abril 28


SABOR A BUENAS NOCHES

¡Está tronando, el agua viene manando! Cuando era niño me asustaban bastante las tormentas eléctricas. Me acuerdo clarito de muchas de ellas. Desde la previa, cuando todo comienza a quedarse serenito y desde el horizonte comienza a complicarse, desple‐ gándose una enorme capa oscura por el cielo. Por allá entre unos agresivos nubarro‐ nes zigzagueaban relámpagos, que mi abue‐ lo para hacer menos temible la situación me decía, “mira las viboritas en el cielo”. Hasta los animales parecen anunciar lo que se viene. Los alguaciles como helicópteros sin dirección vuelan haciendo temer un viento fuerte. Las hormigas coloradas invaden el piso, yendo y viniendo. Las tarán‐ tulas se pasean sobre las piedras desplegando sus enormes patas pelu‐das, y al primer trueno fuerte los perros dispa‐ ran pa' dentro de los galpones. To d o e s u n presagio de lo que está por venir.

P. Adrián García sdb

Varias de estas escenas se dieron durante la seca del 89. Fueron unos cuantos amagues de “mucho ruido y pocas nueces”, la lluvia no venía como tanto se esperaba. Se armaba la tormenta pero no llovía. A cada estruendo y temblor del trueno anticipado por el flash del relámpago, cerraba los ojos y me tapaba los oídos para minimizar el impacto. Varias veces al abrir los ojos, tenía la sorpresa del rostro encendido de alegría de mamá. Perplejo por esta reacción desmedida a mi entender, escuchaba su típica frase en estos momen‐ tos: “¡Adrián, está tronando, reventaron los vertientes, el agua viene manando!”.

Frente a tanta escasez de lluvia para la quinta, la chacra, para beber los animales, el pasto del campo, las plantas del jardín y para llenar el pozo seco de las casas que apenas nos daba, la lluvia era la salvación. Mamá superaba el miedo al ruido y al viento fuerte porque sabía de la necesidad y esperanza en la lluvia; sabía que a pesar de que no lloviera todavía, la estampida de los truenos hacía temblar las rocas interiores del pozo, dejan‐ do manar agua, medio oscura del barro, pero agua en fin. Al principio, como yo no podía verlo no lo creía. Pero varias veces luego de la siestita, al pasar la tormenta, corría al brocal del pozo, y allá abajo venía subiendo el agua despacito, como mamá lo había anunciado. Varias veces en la vida atravesamos por estas tormentas; algunas anunciadas y otras que nos topamos inesperadamente. Situaciones límites no deseadas. Decepciones con los demás o con uno mismo. Tiempos donde parece que los problemas se anudan uno a uno formando una gran tempestad, no sabiendo en dónde resguardarnos. Angus‐ tias del alma que parecen interminables. Etapas de cansancio y estrés por los cuales decimos “¿cuándo se terminará este año?”, con la ilusión que el 1º de enero todo mejora‐ rá mágicamente. Momentos donde todo a nuestro alrededor es signo de desesperanza, sin ver por dónde esperar la calma.

Estoy seguro que alguna vez te pasó algo similar. Luego de atravesar tus tormentas, te asomaste por el brocal de tu corazón con mirada nueva, descubriendo que el temor se transformaba en esperanza, encontrándole un sentido nuevo a las situaciones inciertas. Quizás este tiempo previo a Navidad te agarre cansado/a, con desánimo por malas noticias, con insatisfacción de no alcanzar tus metas… ¿No será una oportunidad para darle tiempo al tiempo? Pasar por medio de la tormenta con la sonrisa llena de esperanza en Jesús, quien reventó de amor por ti en la oscuridad de la cruz, y al resucitar nos hizo renacer por el agua que siempre está manan‐ do, llenando nuestro interior de confianza, de una sabiduría sencilla, que nos hace decir con tranquilidad: “Está tronando, pero en el fondo algo nuevo, bueno y mejor está vinien‐ do”. El agua no tiene sentido de ser si no cumple su cometido: generar más vida. Comparte la riqueza de Dios que hay en ti, y experimenta la alegría de ver al niño también nacer en los demás. ¡Feliz Navidad!


DEL ÁRBOL SALESIANO

CORRALITO: TIERRA DE MARIA AUXILIADORA

Corralito fue fundada como colonia de agricultores, próxima a la ciudad de Salto y a la desembocadura del Daymán en el río Uruguay. María Auxiliadora sintió particular predilección por esa tierra y, gracias a Don Bosco, la hizo suya. Quien hizo real el deseo de la Virgen y el plan del santo de Turín fue don Natalio Carlo Lombardo, enviado expresamente a introducir la devoción a María Auxiliadora. Monumento de María Auxiliadora, coronación de una creciente devoción, iniciada por don Carlo Lombardo y que perpetúa su fidelidad a Don Bosco, convirtiendo a Corralito en la tierra de María Auxiliadora.

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Don Carlo, como se le conoció en Corralito, nació el 2 de diciembre de 1857 en la locali‐ dad ligur de Crocefieschi, y siendo niño fue alumno de los salesianos de Génova. El director era don Pablo Álbera (más tarde segundo sucesor de Don Bosco) que lo presentó al Santo y lo envió al Oratorio, porque el muchacho quería hacerse sacer‐ dote. Cuando Don Bosco preparaba sus primeros envíos misioneros a América, el joven Lombardo pidió para ser misionero. “No, tú no serás sacerdote. Formarás una familia numerosa y de ella saldrán religio‐ sos”, le dijo Don Bosco. “Tú también irás al 'Paraíso del mundo' (así se refería Don Bosco a América), a un lugar adonde todavía no se conoce a la Auxiliadora y tendrás que hacerla conocer”, agregó. Con la bendición de la Virgen y de Don Bosco, partió el joven Lombardo al “Paraíso del mundo”. En Salto trabajó un tiempo como guardavías en el ferrocarril, y luego se instaló en Corralito. Desde los primeros tiempos estuvo en contacto con los Salesia‐ nos del Oratorio, con Don Bosco, con Don Rua, y con los misioneros que llegaban a América. Sus familiares conservan una carta de Don Bosco, otras del Beato Rua y de Mons. Lasagna, entre otros. Él se ocupaba de hacer llegar desde Turín el Boletín Salesiano y el devocionario “El Joven Instrui‐ do” para repartirlos entre sus vecinos. En la década de 1890 le rogaba a Mons. Lasagna que fundara un colegio salesiano en Salto. “Aspetiamo Salesiani che vengono a fare un grande colegio e parocchia, onde vi sarebbe grandissima necessità...”, le expre‐ saba en una carta. Pero mientras los Salesianos no llegaban, Don Carlo promovía, de muchas formas, la devoción a la Auxiliadora. En 1910 el Pbro. Rafael Firpo, cura de Nuestra Señora del Carmen, inauguró en el templo parroquial una imagen de María Auxiliadora, comprada por Don Carlo. Siete años más tarde, el 19 de setiembre, en una casa de Corralito, el

párroco Verdier celebró, por primera vez, la Misa Votiva de “la Virgen de Don Bosco”. Cuando en 1920 llegaron los Salesianos a Salto para hacerse cargo de la Parroquia del Carmen, en la Crónica subrayaron la emo‐ ción de encontrar en la Iglesia la estatua de María Auxiliadora. Poco tiempo después inauguraron el colegio y Don Carlo fue su colaborador constante. Cinco años más tarde, en 1925, inauguraban en Corralito la Capilla que, como no podía ser de otra manera, fue dedicada a María Auxiliadora. Foto de 1924. La despedida de los primeros exalumnos. Don Carlo está junto al P. Ricardo Pittini (más tarde Obispo), que llegó a Salto para fundar la Asociación de Exalumnos Salesianos. La Crónica del Colegio, expresa en su comentario del acontecimiento:…”junto a los alumnos que se despiden hay un exalumno de barba y cabellos blancos: don Carlo Lombardo, exalumno de nues‐ tro querido padre Don Bosco..”

Don Carlo con su esposa doña María Navone y sus hijos: Cándido, José, Francisco, Luis, Carlos, Agus‐ tín, Virginia y Juan. Don Bosco le había dicho que tendría una numerosa familia, y que entre sus descendientes habría salesianos que harían lo que él, no hiciera. Virginia (a la izquierda de don Carlo, fue una de las religiosas).

Otra foto familiar, ya con hijos casados y nietos. Su descendencia fue numerosa y sigue creciendo, como le había dicho Don Bosco.

Según repetía don Carlo a los familiares, Don Bosco le había asegurado que festeja‐ ría los 80 años rodeado de muchos descen‐ dientes y entre ellos, algunos religiosos. Don Bosco cumplió. Don Carlo tuvo una familia numerosa, y una hija (Hna. Virginia) y una nieta (Hna. Nélida) entregaron su vida a Dios como Hijas de María Auxiliadora. Don Carlo también cumplió: hizo conocer en Salto y especialmente en Corralito a María Auxiliadora y difundió su devoción; acompañó a los Salesianos en sus primeros tiempos y les dio a sus hijos la educación salesiana. Falleció el 10 de junio de 1938 a los 80 años, 6 meses y 8 días. La semilla dejada por Lombardo siguió fructificando. Otras familias (Verme, Piastri, Guarino, Baldassini) vinculadas a los Lombardo por parentesco, dieron hijos a la vida religiosa salesiana. Hoy, en Salto, Corralito es el centro mariano por excelencia que desde 1961 recibe cada año multitudinarias peregrinaciones. Conmemorando 40 años de la Capilla se construyó el monumento a María Auxilia‐ dora que ostenta una estatua en mármol de Carrara donada por don Carlos R. Lombardo –hijo del discípulo de Don Bosco‐ y traída por el P. Alfredo Merlino. Dicho monumen‐ to se convirtió en el punto de referencia de las grandes peregrinaciones que se realizan cada año y un verdadero emblema de la colonia y de su historia.

José Luis Guarino

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PUZZLE

María, ¿Tú sabías? LINK: https://www.youtube.com/watch?v=ifCWN5pJGIE Pentatonix es un quinteto que canta a capela, y que generó esta espectacular versión de la canción. Su canción original está en inglés pero rápidamente podés traducirla en cualquier traductor en internet. Incluso hay videos en que está subtitulada: “Mary, did you know?” (María, ¿tú sabías?). En el transcurso de la canción se formulan preguntas a María sobre Jesús, como: ¿Tú sabías que iba a caminar sobre el agua? ¿Sabías que iba a devolver la vista al ciego? ¿O que iba a resucitar a los muertos? Esta canción nos regala una forma de rezar que puede servirnos para profundizar en el Misterio de la Encarnación. Te invito durante este Adviento que estamos viviendo, a preguntarle a María aquellas cosas que están en tu corazón, aquellas que no entendés o que no esperás… También te animo a que puedas ir descubriendo en esas preguntas hechas por el autor las que la propia María se pudo haber hecho, y las que nosotros nos podemos hacer hoy. De Ella también aprendemos la respuesta que seguramente le dio a cada una de las preguntas que le surgieron en su vida: “Que se haga en mi según tu palabra…” Esta canción, te puede ayudar a vivir el Adviento con un tinte mariano, rezando y pidiendo a María que nos acompañe, como buena Madre, en este tiempo de espera… Nicolás Soto sdb

Mary, did you know that your baby boy Will one day walk on water? Mary, did you know that your baby boy

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Mary, did you know Mary, did you know

Did you know that your baby boy Has come to make you new? This child that you've delivered Will soon deliver you

The blind will see The deaf will hear And the dead will live again The lame will leap The dumb will speak The praises of the lamb

Mary, did you know that your baby boy Will give sight to a blind man? Mary, did you know that your baby boy Will calm a storm with his hand? Did you know that your baby boy Has walked where angels trod? When you kiss your little baby You've kissed the face of God Mary, did you know Mary, did you know

Mary, did you know that your baby boy Is Lord of all creation? Mary, did you know that your baby boy Will one day rule the nations? Did you know that your baby boy Is heavens perfect lamb? This sleeping child you're holding Is the great I Am


María, acaso sabías María, ¿acaso sabías que tu hijo algún día caminaría sobre el agua? María, ¿acaso sabías que tu hijo salvaría a nuestros hijos e hijas? ¿Sabías que tu hijo ha venido para renovarte? Este niño que ha nacido pronto te hará nacer María, ¿acaso sabías que tu hijo le daría vista a un hombre ciego? María, ¿acaso sabías que tu hijo calmaría la tormenta con su mano? María, ¿acaso sabías que tu hijo caminaría donde ángeles pisaron? Y cuando besaste tu pequeño bebé estarías besando el rostro de Dios Oh, María, acaso sabías... Ooh... Los ciegos verán, los sordos escucharán, los muertos volverán a vivir Los paralíticos saltarán los pequeños recitarán las plegarias del cordero

María, ¿acaso sabías que tu hijo sería Señor de toda la creación? María, ¿acaso sabías que tu hijo reinaría algún día las naciones? María, ¿acaso sabías que tu hijo es el Cordero del Cielo? El niño durmiente que sostienes es el gran “Yo Soy”

ILUSTRACION EMOCIONAL / CONECTATE CONTIGO Parece que está de moda “senti‐pensar”. Entramos a Facebook o Whatsapp y vemos por todos lados estos dibujitos con frases motivadoras que expresan emociones de lo más diversas, estados de ánimo, cosas que nos pasan y con las que nos sentimos casi siempre identificados. Es que muchas veces no sabemos muy bien cómo nos sentimos o qué emoción nos atraviesa hasta que vemos una imagen con la frase justa. ¡Listo! ¡Así me siento! ¡Esta es para mí! La comparto. La ilustración emocional es algo así como usar un dibujo para que nos ayude a sacar cosas que están en nuestro interior y que a veces no sabemos ni como poner en palabras. Podemos crearlo, googlearlo o encontrarlo casualmente, pero lo cierto es que hay algo que “conecta” el cerebro con el corazón, las ideas con las emociones y el sentir con el pensar. Hay muchas de estas páginas donde podemos buscar este tipo de ilustraciones, algunos ejemplos son: Flor de Jopo, Liniers, Troche, Maco, Oso con alas, Sara Fratini, Jopi, entre otros. ¡Y algunos son uruguayos! 33


Para poder crear algo así no se necesita mucho arte, con las debidas disculpas a los dibujantes y lo que les lleva digitalizar o pensar algo de esto. Lo primero que hay que hacer es conectar con uno mismo, poder reconocer la emoción que nos circunda en el momento en que podemos sentarnos con una hoja en blanco adelante y un lápiz. En el dibujo va a plasmarse a la misma vez lo que nos gusta, el cómo somos, la situación que estamos viviendo, etc. Para animarnos a algo así lo mejor es abrirnos, aceptarnos y olvidarnos de nuestras limitantes: “Yo no sé dibujar”, “esto no es para mí”, “me va a salir un desastre”… Si nuestra vida está hecha un caos en ese momento, seguramente el dibujo también sea un caos, pero vale. La cuestión es expresarse, sacar, volcar, dejar que fluya y dibujar todo lo que uno necesita por los motivos que sean. No estar pendientes ni de estilos ni de técnicas, dejarse llevar por la línea o la mancha sin más necesidad que decirnos algo a nosotros mismos. El dibujo comunica, por lo que su poder va más allá de nuestro alcance. Poder mostrar lo que hacemos puede ayudarnos a ver una nueva perspectiva. Autoayudarnos preguntándonos: ¿Cómo estoy?

Animarse a buscar nuevos canales de expresión en uno mismo y sacar lo que tenemos dentro, esa es la clave, eso es lo que aliviana y da paz y lo que a lo mejor también puede ayudar a otro a sentirse mejor o dar en la tecla del “cómo me siento”. “Pasito a pasito, porque no es tarea de un día, voy convirtiéndome en la mejor versión de mi misma. Trabajo en mis diálogos internos, en la forma en que me hablo, he dejado de juzgarme, soy amorosa y compasiva conmigo y eso me permite ser amorosa y compasiva con los demás de una manera más sincera y profunda. Exploro lo que me hace feliz, lo que más me apasiona y ¡voy por ello! Cuido mi cuerpo, mi templo, dándole alimentos que lo nutren, agua que lo hidrata y el descanso que requiere. Respiro y me muevo, y cada día el esfuerzo que todo esto requiere es menor y me siento florecer”. (Instagram: mujerholistica)

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Florencia Pozzi


INSTAGRAM

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Viaje de egresados. ¡Qué linda generación. Agradecido de tenerla!

¡¡Medianos despegados!!

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¡Qué bueno caminar contigo...

EN FAMILIA! ¡Te esperamos!

31 de enero de 2017 / 19.30 h / Maturana


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