Tegenaria de Arianna Mathison

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Colección Arquíloco de Poesía


MATHISON

Tegenaria



[ Palíndromus, 2021]

MATHISON

arianna

Tegenaria



índice

Parto p. 09 Hilo roto p. 10 Viuda Negra p. 11 Casa p. 12 Cría p. 13 Nejet Sadot p. 14 Rota p. 15 Meta-morfe p. 16 Esquiva p. 17 Sin tejer p. 19 Ratas p. 20 Duele p. 22 Gestar p. 23 Prófuga p. 25 Anhelo p. 26 Sueño p. 27 Origen p. 29 Peso muerto p. 30 Canto de virgen p. 31 Lección p. 32



[9]

parto

tegenaria

A Mercedes

Un hogar cubierto de sombra y musgo en el delirio verde de la hojalata Las paredes entristecen por la noche Recuerdo que sus piernas Temblaban pálidas y con el féretro en el ombligo aullaban por el favor de un Dios sin nombre Somos tres úteros rasgados voces ciegas que tropiezan unas con otras sin ver el sol


[10]

hilo roto

Arianna Mathison

Unas huellas marcadas cachetes rosáceos, circunspectos la polvorosa nieve sobre tu boca.

Recuerdo: Dos hijas, el abismo Un alma quebrada en tres partes No seré el pan sobre tu boca, estaré en los letreros de tu camino. Soy la pluma que aligera tu enojo, la mano que te da un respiro cuando no encuentras el sol. Correr tras el barril de agua seco. El pecho roto ante la palabra. El destino putrefacto del suspiro. ¿Cuánto dolor habitará tu carne?

Recuerdo:

El sentimiento disociativo calcinando mi ser.


[11]

viuda negra

tegenaria

Creciste dentro de una resina blanca con olor a cal Traspasabas el espejo, buscando la sombra ahogada de tu carne herida y oraste con las manos fundidas en tu rostro cada noche, para ver la mandíbula desdibujada de tu madre

Señora de las esquinas rotas deja de implorar sacrificios las arañitas partieron al telar con sus patitas infectadas por el gesto de tus ojos Esperabas el aparecer El rastro de un delirio sin cuerpo Desgarrabas el nido para meter de tajo los colmillos en tus crías Todos tragan vísceras podridas y soles silenciados La sangre borbotea en tu cuerpo y los suyos No hay filo en el alma sin un seno enfermo


[12]

casa

Arianna Mathison

Nacer aquí es habitar en una raíz enroscada y crecer hacia el núcleo para nunca sentir la brisa Preguntas que se clavan en mi lengua atascadas caen en mi faringe Una vez vi a mi madre balancearse en mi úvula como una niña trapecista rasgando los recuerdos con sus pies Por eso, se agrietan todos mis labios formando ampollas que silencian las presencias equívocas y las ausencias sin nombre


[13]

cría

tegenaria

Los juguetes son subjetivos depende del ojo que se quiera divertir

Hay hormigas sobre mi cama me muerden las piernas succionando mi sangre Una vez salté del lecho para no verlas atrapé la lámpara entre mis manos quise suspender(me) entre hilos me arrastré un poco así mis patas se deforman y no notan mi capullo encajado escondo el olor de mi sangre para que no reconozcan los tejidos negros de mi piel Obligada a encarar las garras del destino para no invocar a las mujeres de cráneos

fundidos entre versos de bruja


[14]

nejet sadot

Arianna Mathison

En esta casa todas tejemos

Abuela Madre Hermana Hija Sobre la araña de cristal el sofá y el piso Colarse en la red es un suicidio Animaloides con patas y ojos viscos Que tejen entre vísceras para no encontrarse


[15]

rota

tegenaria

¿Sabes lo que es tener el útero rasgado? Escabullirse entre grietas No estar allí Ni ahí Ni allá ¿Lo sabes? La cabeza loca que suplica apagarse rebanarse quebrarse perderse Querer coser los engranajes porque soy máquina muerte mujer No hay ovillo que hilar Y hogar

tampoco


meta-forme

[16] Arianna Mathison

Convertirse en mariposa Gusano cuajado Sentir la tierra en el ombligo retorcerse aullar entre cejas Saberse larva y querer volar Cristalizar(se) Ser la pupa fecundada en ovillo de cristal Capullo triste en el diente de león


[17]

esquiva

tegenaria

A veces me escondo en el armario de mi cuarto Es como un útero materno cálido que abraza mis piernas Un día lo metí en mi pecho escondí el espéculo y partí la llave para no encontrarlo Escuchar los estorninos, clavando su pico en mi espalda y su ala en mi faringe

No hay azufre en mi piel solo flores secas entre mis uñas y canarios azules que lloran en mi lengua El estornino no me cree, insiste con otros en probar mi carne ver mi semilla engendrarla Clavaré las patas en mi vientre rasgando la caja de carne podrida para que no se note en mi mirada el secreto que tejemos en el fondo


[18]

sin tejer

Arianna Mathison

A Herminia

Un aguijón perforó tu vientre ahora solo pares sombras que escupen concreto y se nos pegan al rostro desprendiéndonos la boca estrangulándonos los ojos Abuela, fueron sus manos anidando en tu garganta las que nunca me dejaron ver los hilos de acuarela borbotear hasta el adiós


[19]

ratas

tegenaria

Una casa subterránea entre limo y escarabajos vacuos La bala en la ventana que nunca dejó de sonar Ocho pisos de una voz sin fondo Dos camas la tuya y la sombra que grita siempre con hervor en el bulbo de tu oído el único que no golpeó y se enroscó en tu lengua

tu puerta buscando abrigo

Habitaciones fracturadas con baldosas entre huesos y puertas huecas Una vez vi tu brazo entre fibras de tela blanca apretando el suspiro de tu cuello

Niña mía, son las memorias de un canario que encajó sus alas en un caparazón perdiendo la voluntad y todos los caminos Cavé en mi tejado una gruta para plantar a todos mis hijos fétidos con dos manos en mi torso que nunca me dejaron de roer


[20] Arianna Mathison

Quiero revolver las agujas para hurgar en tu cuerpo y sacar al engendro de las cuencas de tus ojos


duele

[21] tegenaria

Eléctrica parestesia que me induce ¿Dónde está la hendidura de mi labio? La carne sangrante grieta dormida deseosa El óxido derramado que quiebra grutesco Duendes rodeándome parecen aves rapiñas diablos verdes infecciosos Algunos buscan sobre mi caja negra se hunden como arena robando mis jugos secando mi piel ¿Dónde está lo que acaba el mañana? Abraza tus pies para que no se agriete tu carne ni se cuartee tu tierra y la tela no raje el velo de mi rostro cuando el cielo cuaje


[22]

gestar

Arianna Mathison

Algo escoce mi centro gusanos que tejen su crisálida en mi vientre Que con las uñas encajan al animal de ojos viscosos No nos miramos pero se siente Su presencia extraña lleva meses ahí y yo lo sé Todos lo ven todos lo saben Su girar me invade Es doloroso Entraña de mis entrañas ¿Cómo se convirtió en mariposa? Es una mariposa con alas de reptil cóncavo negruzco viscoso Él tose sobre la mano divina No hay quién siembre sobre el monte de venus Las musas viven en la cálida gruta de carne y hueso Sangra de noche Teje de día La rueca pincha los huevos antes de nacer los pollos

que se rompen


[23] tegenaria

Mis frágiles tobillos resbalan por el dolor que recorre mis piernas ¡Dame un centavo de tu vientre! El mío, hueco con un morococo sin voz


[24]

prófuga

Arianna Mathison

Quiero escapar de tus tejidos de esta casa de las arañas de cristal y el bulbo menguado en mi garganta Correr entre letras y saborear mi caldo en una fogata de incienso Cenizarme y esparcir mi centro en tierra fértil Apoyar mi cabeza en su humedad escuchar el aullido del instinto y lentamente descomponerme descansar


[25]

anhelo

tegenaria

Quiero ser semilla Abrir un espacio

saliboso húmedo en esa gruta

expuesta

A veces rezo para que se hunda en néctar febril La miel en el enjambre pústula en nido de hormigas Pero nuestras patas hacen espejo ¿Dónde termina la mía cuál es la tuya? Siempre rezaba no dejes de caer al ojo azul en la tela rompe los hilos y nos des borda Arañas hijas de un nido sin fondo norte o punto de cruz Estamos huecas, mamá y tú lo sabes


[26]

sueño

Arianna Mathison

Cierren todos los espejos y sequen el agua del piso

Que no se vea

mi caparazón tierno blando y triste

Mis manos inquietas serpentean buscando hilar los dedos Las aplasto con mis piernas frustro resisto A veces invoco otros nombres Circundando cada una de sus letras y sueño con reconocer en otro nido tejido entre azucenas y lirios La imagen quiebra mi frente cuando sus manos contagian mis piernas

No te resistas la sangre tejida no aclama a Dios


[27] tegenaria

Sofoco mis ojos para no ver el desbordado hueco del precipicio de mis pómulos Carne mía de tendones esquivos y venas revueltas

Deja volar la idea de pájaro, niña en nuestra caja escondemos otras cosas


[28]

origen

Arianna Mathison

¿Cuál es la sombra de mi lengua? Hoy caen todas las flores entre mis dientes Cuidaré el hervor de mi carne lo pronunciaré entre comillas en itálicas

Las arañas siempre son brujas Te enredan en un ovillo para que no las puedas ver Mi sabor está escondido entre nudos ajustados soy un camaleón en el nido de sal con cuatro ojos de sol uno de luna y tres que no paran de llover


[29]

peso muerto

tegenaria

Llevo dos kilos de más en cada antebrazo venas que se derriten en masa y empelotan la piel

Hija, escoge un bando la soledad te raja la cabeza rasga tu cuello para que otros beban de ti Ahorcar las manos en el rostro el gesto de fundirse en la cama y amarrarse a las sabanas para esconderse Escoger entre dolores y féretros podridos para no agitar a los cuellos nublados ni las manos calientes de los nudillos rotos

Resguarda tu carne y empieza a tejer


[30]

canto de virgen

Arianna Mathison

Abuela, no soy digna de que entres a mi casa; pero una palabra tuya bastará para sanarme

Estos barrotes de sangre y piel, hoy son más escuetos que nunca. He barrido todos los rincones de mi cuerpo, para desempolvar tu rostro. Te oro, abuela, a ti que por cada óvulo fecundado se te cuarteaban los dientes. Te pido, que por la espuma de este río, no mengues tu mano y toques mi frente. Dame un poco de sangre limpia para tejer un nido donde las ratas no se atrevan a nacer.


[31]

lección

tegenaria

Noche de carne y miel la luna exorbitada cacarea en mi nuca

Encontré un telar vacío y una rueca sin dueño para calmar mis aullidos y tejer mi caja vertebrada Si encajo los dedos en mis ojos encuentro la ruta y unas cuantas plumas para saciar el anhelo perdido Algunas mujeres se tejen el cabello mueven sus dedos y los entierran suavemente en el cráneo Otras prefieren la boca hinchan sus labios y de un suspiro lanzan la red Yo, en cambio, juré tejidos de sal y hiel

bajo el hilo negro no enterrar las garras de mi frente

Es doloroso cuando otras pupilas las miden respingan la piel y pegan las cejas

Recuerda los ojos de lirio siempre juzgan


[32] Arianna Mathison

No conocen la gruta ni el sabor del miedo ni la araña de cristal No lo olvides si pierdes la fe ellas ganan



primera edición,

2021 Todos los Derechos Reservados Colección Arquíloco de Poesía, N° XIII isbn:

9798494533470

Tegenaria ©Arianna Hernández Mathison ©De esta edición: Ediciones Palíndromus Santa Ana de Coro, Venezuela Queda prohibida cualquier forma de reproducción, distribución o transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual. diseño de colección

Jorge Morales Corona | Adolfo Fierro Zandón revisión de textos

Jorge Morales Corona coordi nación editorial

Verónica Vidal p i nt u r a d e p o rta d a

Raheel Shakeel ti pografía

Reforma 1969/2018 by Pampatype / Universidad Nacional de Córdoba [AR]


Este libro se terminó de editar en el mes de agosto de 2021 en las instalaciones de Ediciones Palíndromus ubicadas en Maracaibo, Venezuela.


Arianna Mathison (Venezuela, 1996) Tesista de la escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Publicó en la antología «Puerta huérfana de cerradura» (Ediciones Palíndromus, 2021) y la revista digital Letralia. Realizó el Diplomado de Edición de la UCV, Taller de Edición de Monte Ávila Editores, Taller de La Generación Perdida de la Bibiloteca Los Palosgrandes, Taller de poesía de Juan Calzadilla y actualmente en el Taller de Poesía de Eleonora Requena.

I S B N

97984945 33470


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