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4.3 Evaluación de las necesidades y condiciones

Más allá del contenido de la información, el proceso de recopilación tiene importancia porque la persona, la pareja o la familia pueden enfrentar riesgos graves. Por lo general, se utiliza una combinación de enfoques formales e informales, facilitada por un cuestionario estandarizado y por preguntas abiertas y cualitativas. El proceso de recepción para los servicios sociales suele ser más eficaz cuando está a cargo de un trabajador social capacitado en lugar de un auxiliar administrativo, porque así es posible comenzar a generar confianza entre el beneficiario y el proveedor de servicios, quienes interactuarán con frecuencia. Además, esta primera entrevista para recabar información ya forma parte del diagnóstico o evaluación, y puede llegar a representar un servicio en sí mismo, según el grado de asesoramiento provisto.

Enfoques integrados para la recepción y el registro

Tanto la recepción como el registro pueden resultar costosos, por lo que integrarlos en los diversos programas de protección social es un método eficaz para reducir los costos. Cuando los distintos programas necesitan información en común de grupos demográficos similares, una práctica eficiente es compartir los procesos de recepción y registro, en lugar de recabar varias veces la misma información. Un ejemplo de cómo compartir información es un registro social, que ayuda con la recepción y el registro y con la evaluación de las necesidades y condiciones socioeconómicas para múltiples programas. Esto permite que los administradores del programa compartan los recursos para la recepción y el registro, y reduzcan la duplicación de trabajo y los costos administrativos. También simplifica los procedimientos de recepción y registro para las personas permitiéndoles solicitar diversos beneficios y servicios con un único formulario de solicitud, para que no tengan que presentar la misma información una y otra vez en las distintas oficinas. Un registro social exige que los programas que lo usen se pongan de acuerdo en cuanto a las unidades clave de análisis, las variables, los códigos de ubicación geográfica, las clasificaciones, etc. Además, un registro social puede facilitar el acceso de las personas, familias y hogares necesitados a un paquete de múltiples beneficios y servicios, incluso ajenos a la protección social.

La evaluación de las necesidades y condiciones se realiza mediante procesos sistemáticos destinados a la elaboración de perfiles de las personas, las familias o los hogares con diversas herramientas de evaluación (como medidas del bienestar socioeconómico, perfiles de riesgo, perfiles laborales, etc.). La información recopilada durante la recepción y el registro es un input fundamental que se utiliza en la evaluación de las necesidades y condiciones de las personas, las familias o los hogares registrados. El resultado principal de esta fase es la clasificación o la elaboración de perfiles del solicitante, que sirven como orientación para determinar la posible elegibilidad para ciertos programas o para la combinación de beneficios y servicios otorgados (de lo cual se habla en el capítulo 5). A un nivel más amplio, uno de los resultados de esta fase es la medición de la posible demanda de programas de protección social. Esta medición ayuda a la planificación, la elaboración de presupuestos y la coordinación.

Los instrumentos y las técnicas que se aplican para evaluar las necesidades y las condiciones varían en función de las características del grupo objetivo (tabla 4.2). Un método consiste, simplemente, en clasificar a los solicitantes según sus características demográficas, como el sexo o la edad (en el caso de los programas categóricos demográficos). Otro de los métodos se basa en las evaluaciones de los trabajadores sociales (habituales en las evaluaciones de empleo y servicios sociales). En un tercer método, se usan herramientas automatizadas para agregar los indicadores clave de evaluación (habitualmente, medidas de bienestar socioeconómico). Por último, herramientas estadísticas, como el análisis predictivo y el análisis y la integración de datos, permiten generar perfiles personales o familiares (que, en ocasiones, se utilizan para la elaboración de perfiles laborales o la predicción de los riesgos sociales). A menudo, los organismos emplean una combinación de estos instrumentos y técnicas. En el resto de la sección veremos los métodos utilizados para los

siguientes tipos de evaluaciones: evaluación socioeconómica de las necesidades y condiciones, evaluaciones de la condición de discapacidad, evaluaciones de los demandantes de empleo y desempleados, y evaluaciones de los riesgos sociales en personas y familias vulnerables. La sección concluye con un análisis de las oportunidades que ofrece el uso integrado de los instrumentos y las técnicas.

Evaluación socioeconómica de las necesidades y condiciones

Muchas herramientas de evaluación del nivel socioeconómico desarrollan medidas o índices del bienestar agregados con la información recopilada durante la recepción y el registro. Básicamente, estas herramientas generan una variable que sirve como indicador del bienestar agregado. Las variables se calculan por medio de algoritmos automatizados que se integran en los sistemas de información y que permiten (1) calcular los ingresos totales (declarados por los interesados u obtenidos de otros organismos), (2) calcular los ingresos mediante una combinación de parámetros estimados y características sociodemográficas y socioeconómicas observables, y (3) generar una medida agregada que combine los ingresos totales y estimados, cuando la mayoría de los ingresos agregados pueden ser comprobados por fuentes independientes y solo se calcula una pequeña parte.18 Aunque los programas apoyen a las personas como unidad de asistencia, para la evaluación socioeconómica se suelen usar el hogar o la familia. Entre las herramientas de evaluación socioeconómica automatizada se encuentran las siguientes:

l Comprobación de los medios de vida (CM), que incluye la comprobación de los ingresos, de los activos o de ambos. La comprobación de los ingresos agrega la información de todas las fuentes de ingresos de todos los miembros de la familia o el hogar (en función de la unidad de asistencia) con un período de referencia común (p. ej., los ingresos totales del hogar en el mes, los 60 días, los seis meses, etc., anteriores). Tal y como se ha mencionado anteriormente, entre los ingresos se incluyen aquellos derivados del trabajo, los ingresos por alquiler, la percepción de algunos tipos de beneficios en efectivo, los ingresos procedentes de la agricultura o el trabajo

autónomo, etc. En la comprobación de los activos se tienen en cuenta el valor o la posesión de diversos activos financieros y físicos (como se indicó anteriormente). La información sobre los ingresos y los activos puede proporcionarla el propio interesado u obtenerse de otros sistemas a través de la interoperabilidad (véase la sección sobre Registros sociales e interoperabilidad con otros sistemas de información administrativa, que se encuentra más adelante en este capítulo) para verificar la solidez de las evaluaciones con fuentes independientes. Las comprobaciones de los medios de vida verificadas resultan habituales en los países de la OCDE y se basan en el elevado grado de formalidad de los mercados laborales e interoperabilidad de los sistemas de información (Banco Mundial, de próxima publicación). En una versión sencilla, la comprobación de los medios de vida se basa en los ingresos declarados por los interesados, aunque en ocasiones estos datos se cotejan con fuentes de información o variables indirectas (p. ej., en Brasil). l Comprobación sustitutiva de los medios de vida (CSM), que permite determinar el bienestar socioeconómico de una familia con una medida compuesta que calcula el bienestar o un índice de puntuación ponderada según las características observables del hogar (las estructuras demográficas, los niveles educativos, la ubicación y la calidad de la vivienda, la posesión de bienes duraderos y otros activos, etc.), y las ponderaciones respectivas de cada característica, estimadas con ayuda de otras fuentes de información (por ejemplo, las encuestas de ingresos y gastos por hogar). La palabra «sustitutiva» refleja el hecho de que las características observables se consideran indicios de los ingresos o el consumo reales.19 La CSM se emplea cuando los ingresos o el consumo reales resultan difíciles de medir u observar (por ejemplo, en situaciones de gran informalidad), o cuando los valores de los activos no se obtienen directamente.20

Todos los datos de estas variables indirectas se recopilan durante la recepción y el registro, mientras que las ponderaciones se obtienen a partir del modelado.

La puntuación se calcula automáticamente mediante un algoritmo que asigna las ponderaciones a las variables. Entre los países que utilizan la CSM se encuentran Albania, Pakistán, Filipinas, Malaui, Burkina Faso y

Turquía.21