ALHAMBRA MONKEY WEEK 2022
MONDO SUR
KIKO VENENO Y VERA FAUNA. FOTO: VICTORIA BRAUSE.
NOVIEMBRE 2022 Nº311 mondosonoro.com
¿Nos echamos un cantecito? Del 24 al 26 de noviembre se celebra el Alhambra Monkey Week de Sevilla y van catorce ediciones. Conciertos, feria profesional, showcases y propuestas singulares como el encuentro entre Kiko Veneno y Vera Fauna para celebrar los treinta años de Échate un cantecito (92), otra efemérides que dará que hablar.
D
el homenaje a La leyenda del tiempo (79) de Camarón en su 40 aniversario, allá por 2019 en el Puerto de Santa María, a la celebración del medio siglo de Mediterráneo de Serrat el pasado año en Sevilla, juntando siempre a artistas de primera y marcando, en infinidad de casos, un antes y un después colaborativo entre ellos. Pues prepárense, Alhambra Monkey Week lo vuelve a hacer, toca fiesta de lisergia carnavalera, quejío eléctrico y rock n roll para celebrar por todo lo alto los 30 años de un disco indispensable en la música popular española: Échate un cantecito (92) de Kiko Veneno. Esta vez, la fórmula elegida para revisitar esas diez canciones inmortales, ha sido la de juntar sobre las tablas al maestro de rayos en su cabeza, con esos hijos bastardos sevillanos que rezuman luminosa psicodelia y alegre melancolía hermana, Vera Fauna.
La banda sevillana nos cuenta que tras grabar con Kiko su tema Martes, meses después: “Ángel Carmona nos contactó para proponernos hacer con él un homenaje al “Cantecito”. Le debemos la idea de hacer este concierto. A nosotros la propuesta nos flipó y comenzamos a versionar el disco en el local. Desgraciadamente, no lo pudimos llevar a cabo y la idea se quedó en el tintero”. Luego, terminaron de grabar su nuevo disco (donde irá incluido el adelanto “Martes”), que verá la luz el próximo año, y les confirmaron que Kiko estaba dispuesto a “echarse un cantecito” con ellos como banda. “Desde entonces estamos con el disco sonando 24/7, viendo qué propuestas rítmicas y sonoras podemos sacar de nuestra caja de herramientas”. Una vez más, vemos ese camaleónico espíritu de compartir el arte, sin perder la esencia y hacia delante. Como nos dice Kiko: “Compartir es lo que
alimenta la rueda de la música. Vamos rodando los ritmos y las melodías, y sobre todo las sonoridades, de una generación a otra. Siempre lo mismo, pero siempre diferente, ese es nuestro trabajo”. Y, ¿qué mejor marco que el Alhambra Monkey Week para compartir y terminar de hacer el sueño realidad? Además de este plato fuerte de cachitos de hierro y cromo que nos dejará, con total seguridad, los ojos brillantitos el viernes 25 de noviembre en el escenario principal (Auditorio Alhambra), destacan en el cartel de este año nombres como: Rocío Márquez y Bronquio, que quemarán las manecillas del reloj con su colosal Tercer cielo (22), la fiesta ye-ye garagera de los incombustibles Doctor Explosion, el quejío más puro y experimental con Perrate y Cristian de Moret, el magnético universo onírico de Anna Andreu, o el rock mexicano y psicodélico de Los Cogelones, por nombrar solo a algunas de las más de 80 bandas y artistas nacionales e internacionales que tomarán la ciudad del jueves 24 al sábado 26 de noviembre y que convierten Sevilla en la ciudad de la música, esa en la que descubres las bandas del mañana y alguna de ayer también. —sigue en la página 2
Ponme esa z e v a r t o a t cin ANTECITO
KIKO VENENO Y VERA FAUNA. FOTO: VICTORIA BRAUSE.
NC 30 AÑOS DE ÉCHATE U
T
OCA AHORA REPASAR LA HISTORIA DE UNA OBRA MAESTRA QUE PUDO NO HABER SIDO. Con Échate un cantecito (Sony Music , 2022), Kiko Veneno se coronó como poeta de lo cotidiano, de las pequeñas cosas, filtrando con más arte que nadie, desde entonces y hasta hoy, el cariño y costumbrismo insobornable del barrio y los sabores y sinsabores de la gente de carne y hueso. Se disuelve Veneno en el 78 y Kiko busca la brisa del mar para “desconectar” en Conil, donde abre un chiringuito con su mujer. En ese verano interminable de pescaito, cervecitas y cantecitos al otro lado de la barra, comienzan a fraguarse las canciones de su carrera en solitario. Como cuenta su amiga y colaboradora Martirio: “No era un chiringuito cualquiera, allí se hacía música y yo me sentí entusiasmada. Imagínate que es#2 noviembre 2022
tás de veraneo y descubres que quien te sirve la cervecita es algo así como el Bob Dylan andaluz. Kiko tenía nuevas canciones, las que salieron en “Seré mecánico por ti” (82), y necesitaba una corista para su grupo”. Antes de grabar su debut como Kiko Veneno y sumergirse en la movida madrileña, fue pieza clave de un proyecto que marcaría un antes y un después en la historia del flamenco, La leyenda del tiempo (79). Álbum en el que, además de firmar “Volando voy”, introdujo y adaptó versos de Lorca, musicando y trabajando de nuevo con Ricardo Pachón en los surcos de una obra que, quejío a quejío, Camarón haría eterna. Llegó Seré mecánico por ti (82), con poca repercusión comercial, seguido del maxi Si tú, si yo (84), plagado de sintetizadores ochenteros, sonido de la época que también abrazó en su segundo
largo, Pequeño salvaje (87), donde tampoco encontró su camino, ni en el sonido ni en las composiciones. Misma suerte tuvo “la vuelta” de Veneno (sin Rafael Amador) con El pueblo guapeao (89). Trabajo que debido, sobre todo, a su sonido amateur (sin apenas producción ni mezclas), pasó a ser una maqueta fallida. Su carrera musical no termina de despegar y, entre 1986 y 1992, se quita por momentos la capa interestelar de poeta de barrio que él mismo se estaba tejiendo, y comienza a fichar como empleado de la Diputación de Sevilla para llenar la nevera, coordinando la programación cultural. Tras el naufragio ochentero en el mar sintetizado y la oleada techno reinante, a Kiko Veneno se le pasa por la cabeza dejar la música. Un día habla con su amigo Santiago Auserón y le comenta ese estado de ánimo que lo envuelve, que ya no podía más y que se iba a dar una última oportunidad musical. Santiago le da el empujón y le dice que ni se le ocurra dejarlo, que lo suyo es escribir canciones, y eso hace Kiko. Comienza a componer letras y música, le envía maquetas a Auserón y este solo le dice lo que le gusta de una y de otra, dándole simplemente la confianza que necesitaba. Sobre aquellas circunstancias, Kiko nos comenta: “los músicos entenderán muy bien la frustración que te entra cuando tienes algo dentro y no lo puedes sacar… Pero, por lo demás, no me dedico especialmente a recordar esos momentos, aunque la lección básica queda aprendida para siempre”. Además, antes de grabar aquellos temas, los fueron probando y perfeccionando en vivo, así: “Cuando teníamos las canciones hechas, ya sabíamos que eran buenas. Esas canciones del “Cantecito” las defendí en directo antes de que salieran, en el año 1991, comprobando que a la gente les llenaban”. Con los temas ya madurados, Auserón le recomienda un productor de confianza, Joe Dworniak, con el que Kiko trabaja en plena armonía y consiguen el sonido que buscaban.
“Cuando las teníamos hechas ya sabíamos que eran buenas. Esas canciones del Cantecito, en el 91 las defendí en directo antes de que salieran, comprobando que a la gente les llenaban” Kiko Veneno. Diez cantecitos directos al corazón “Kiko Veneno es la fotografía del sentimiento. Esa manera de plantear paisajes emocionales recurriendo a lo más tangible y periférico nos vuelve locos. Es algo que hemos incorporado en muchas canciones y que creo que le debemos”. Palabras de Vera Fauna. Mondo Sonoro edición Sur
MONDOSUR “Échate un cantecito / con el corazón, / las penas en la sombra, / la alegría en sol mayor”. Eso canta Kiko en “Salta la rana” y esa es la filosofía vital que reflecta de cada una de estas luminosas y adictivas diez canciones. Cantes a corazón abierto, dejando las penas a la sombra y arrojando rayos de sol y alegría a cada surco. Un último intento para vivir de y por la música, en el que más que saltar con todas sus fuerzas, lo que hace es volar y volar muy alto. Con Échate Un cantecito (92) Kiko consigue crear uno de esos pocos discos únicos y atemporales, que puedes escuchar en bucle sin cansarte, una y otra vez, y desprende la frescura de aquella primera escucha que nos marcó para siempre.
“Esa manera de plantear paisajes emocionales con lo más tangible y periférico nos vuelve locos. Es algo que hemos incorporado a nuestras canciones y que le debemos” Vera Fauna. Diez canciones en las que quema las naves y arde de arte el duende. Melodías y letras que se han quedado pegadas como mágico salitre en el imaginario popular español; tarareándolas, cantándolas y bailándolas, con la misma naturalidad y contagiosa felicidad, numerosas generaciones. De madres a hijos, de padres a hijas… y más de un abuelo y abuela eternamente jóvenes. Historias de alegre melancolía que reflejan en los charcos de la calle nuestros días, cantecitos a las pequeñas cosas, las verdaderamente importantes. Amor a puñaos esparcido en el aire como confeti de carnavales que nos llueve y, tras una sola escucha, se te enredan entre el pelo y no puedes (ni quieres) quitarte de la cabeza. “Un día Lobo López / se encontró a su amada: / ¿Hace cuanto tiempo? /y me alegro tanto, /no me lo esperaba…/ Ella se pregunta, / nada personal: ¿Qué has estado haciendo? / Lobo le responde: Todo sigue igual…”. De “Lobo López”, cuento inicial al amor perdido que te reencuentras al girar un día la esquina y descubres que el sentimiento no se ha ido, a la canción total y joya de su anárquica corona: “Echo de menos” (imposible cantar con tanta alegría y sinceridad a la tristeza de lo que dejó de ser), pasando por “los ojos brillantitos” del buscavidas “Joselito”, hasta llegar, para irnos y volver, en “Un Mercedes blanco”, rumba universal que nos obligará a poner la cinta una y otra vez: “Ponme, ponme esa cinta otra vez, / pónmela hasta que se arranque / los cachitos de hierro y de Mondo Sonoro edición Sur
cromo / al cantar como tú sabes”. Himno va, himno viene. “El mensajero” que trae “misterio con remedio” en una letra que baila entre el refrán popular, las callejuelas del vecindario y el acertijo, o esos superhéroes sin capa, de carne y hueso que nos rodean y que, a muchos y muchas de ellas, conocemos de oídas o incluso convivimos pared con pared. “Superhéroes de barrio”, gente humilde y luchadora que se levanta cada mañana para salir adelante y buscarse la vida como mejor pueden: obreros, cajeras, maestras, currantes de todo tipo, estudiantes, jubilados y parados que nunca se rinden del todo ni pierden la sonrisa. Otra masterpiece marca de la casa que narra, al son de un pegadizo rock vacilón, los sinsabores de los barrios obreros de principios de los 90 y que, por desgracia, no ha perdido ni un ápice de actualidad. “Caminando distraído, / los semáforos ardiendo, / ni con agua en los bolsillos / se me enfría el pensamiento”. Del erotismo juguetón, con adictivos ritmos brasileños, de esa llama inapagable en “Fuego”, a esos previos melancólicos recuerdos de “Me siento en la cama”, con palmas, guitarras y soniquete flamenco al mando, más un suave y envolvente sintetizador y versos que, el mejor Bukowski, habría dado una mano y una caja de cerveza por firmar: “Y una mancha hay en las sábanas, y ay, / calditos de tu cuerpo, / tú tienes el mismo agua / que me corre por dentro”. No se sale nunca del centro de la diana de los quereres cotidianos, resina universal que nos une y separa. Y es que, “las cosas que yo sé, /las sabe un tonto cualquiera”,
“Va a ser un viaje por muchos géneros que nosotros hemos visitado en nuestras canciones. La idea es meter el “Cantecito” en nuestra máquina y ver lo que sale. Está siendo toda una experiencia ver cantar a Kiko según que ritmos y texturas. Vera Fauna pero nadie las dice y canta con tanta verdad y flamencura carnavalera como Kiko, por el camino del hierro y el corazón. “Salta(ndo) la rana”, con el palpitante espíritu de Veneno muy presente, guitarra blusera y coro gospel-soulero incluido. “La Coca-Cola / siempre es igual, / pero yo no, / yo puedo cambiar. / Yo no quiero más / tener buena suerte, / abrázame fuerte / y hazme volar, / hazme reír, / hazme llorar…”. El vaivén sereno y morfínico de un “Reír y llorar” que nos
lleva, sin que nos demos cuenta, mar adentro, su particular “Pale blue eyes” cañí por el amor cambiante. Otra obra maestra de un disco en el que Kiko no encuentra la receta de la Coca-Cola, pero sí su mejor yo artístico, ese que ya nunca dejará escapar. Contamos los días para disfrutar del concierto único que recreará estos diez hits intergeneracionales y que, como nos expresa Vera Fauna, será un show muy especial y revitalizante: “Va a ser un viaje por muchos géneros que nosotros hemos visitado en nuestras canciones. La idea es meter el “Cantecito” en nuestra máquina de hacer canciones para ver lo que sale. Nos está devolviendo cosas muy interesantes y está siendo toda una
“El desafío es integrarse con una mirada contemporánea: ¿Qué haría yo si fuera un joven músico con estas canciones? Inventar soluciones actuales, frescas una nueva forma de mi mirar”. Kiko Veneno experiencia ver cantar a Kiko sobre según qué ritmos y texturas sonoras”. En relación también a los ensayos y al reto que ha supuesto el proyecto para él, Kiko nos cuenta que: “La naturaleza de este trabajo es muy novedosa para mí. Los Vera Fauna versionan mi disco 30 años después y me piden colaborar. Entonces yo entro en los ensayos como un músico de ahora que intenta aportar e integrarse en esos sonidos, que no son los míos. Y lo estoy disfrutando, es un trabajo muy creativo y representativo a la vez, tenemos que seguir la huella de nuestra música, y la del eco de nuestra música también. El desafío es integrarse con una mirada contemporánea: ¿qué haría yo si fuera un joven músico con estas canciones? Inventar soluciones actuales, frescas, una nueva forma de mirar”. Siempre indagando nuevos caminos, en continuo movimiento y con la imaginación a flor de piel. Como nos dicen (con mucha admiración) Vera Fauna: “No para de experimentar y de probar cosas. Podría estar reciclando su obra desde su atalaya como el maestro indiscutible que es (y sería de lo más legítimo), pero el hecho de que siga explorando y mezclándose con las cosas nuevas que salen, nos asombra. Nos encanta su pulsión creativa”. —DAVID PÉREZ MARÍN
noviembre 2022 #3
BREVES. SUR
SE HA PERDIDO UN NIÑO.
RR “Nada es para siempre salvo el amor que nos habéis dado..." Así se abría el comunicado de Second anunciando que esta será su última gira y Flores imposibles su último trabajo. Se nos va uno de los buques insignia de nuestra escena. Pero antes tendremos tiempo de disfrutar de sus canciones en uno de sus mejores contextos: el directo.
Big Up! Lanzadera anuncia sus las tres bandas seleccionadas El programa de tutelaje que ha diseñado el Big Up! de Murcia ya tiene destinatarios. Sissy, Se ha perdido un niño y Lima limón son las propuestas seleccionadas de casi un centenar, todas de la Región de Murcia.
RR Precisamente Second, junto a a Dorian, Iván Ferreiro y Rayden son los primeros adelantos del cartel del festival Oh, See! Málaga para los días 26 y 27 de mayo de 2023. RR Parece que este será el otoño de las despedidas, y otros que también anuncian su separación son los sevillanos Full. Por su puesto lo harán como se dieron a conocer, con una gira por salas a la que han llamado Desconexión. RR Hora Zulu celebra los 20 años de su primer álbum Me duele la boca de decirlo con una gira por todo el país Hasta el momento, la banda ha anunciado fechas en Murcia (12 de noviembre, Sala Garage), Granada (26 de noviembre, Industrial Copera) y Marinaleda (2 de diciembre, Sala Palo Palo).
Edición Sur Envíos >> Arriola , 6 Bajo E Granada 18001 Contacto >> sur@mondosonoro.com Redacción>> Arturo García. 630950042 Publicidad y Distribución>> Azahara González 699339245
#4 noviembre 2022
L
os tres proyectos seleccionados serán acompañados durante varios meses por un equipo de Son Buenos ArtMusik para la planificación de sus lanzamientos y su promoción, comprobando que los fonogramas cumplan unos mínimos de calidad, y asesorando en la elaboración de materiales para su distribución y lanzamiento, diseños, y registro de su obra... Un compromiso que también pasa por la presentación de estas tres propuestas a festivales nacionales como San San Festival, en Benicàssim, Festival Cooltural en Almería, Festival Gigante, en Alcalá de Henares, Festival Sonorama Ribera en Aranda de Duero y Festival Warm Up Estrella de Levante en Murcia para que seleccionen al menos uno de los grupos para su cartel de 2023.
Sobre los grupos seleccionados en la primera edición de Big Up! Lanzadera Sissy, es una artista muy joven, compositora e intérprete de unos temas cargados de personalidad. El directo precede a Se Ha Perdido Un Niño, fiel reflejo de un proyecto de rock ácido cargado con mucho poso pero una gran dosis de frescura. Lima Limón quizá sea la banda a la que mejor le venga este espaldarazo. Pop rock con tintes urbanos de gran actitud pero que puliendo ciertos detalles puede brillar mucho más. Los tres grupos seleccionados, participaran, además en Big Up! Murcia 2023, que se celebrará del 16 al 19 de marzo con la colaboración y apoyo del Instituto de las Industrias Culturales y las Artes de la Región de Murcia, y que desde 2013 viene siendo cita ineludible de la industria musical en el sureste español.—MS
El documental sobre Gata Cattana se estrena en el SEFF de Sevilla
E
l Festival de Cine Europeo de Sevilla ofrecerá la premiere de Eterna, un documental sobre la figura y la obra de la poeta y rapera Gata Cattana. El film, que comenzó a trabajarse tras la muerte de la cordobesa en 2017, está dirigido por Juanma Sayalonga y David Sainz. Eterna se presentará en la sección Panorama Andaluz, que es un espacio para las producciones con participación andaluza, dentro del Festival de Cine Europeo de Sevilla, que se celebrará entre el 4 y el 12 de noviembre. El documental presenta la vida de la que fue una figura de gran relevancia por su compromiso en el feminismo y su sensibilidad social. La voz de Gata Cattana dejó una inmensa huella generacional que a día de hoy sigue vigente.—MS Mondo Sonoro edición Sur
vienen de
Málaga. publican Intervalos (2022). Delta Sleep, American Football, Totorro...
en la onda de
RR SIGUIENDO LA ESTELA DE SU DEBUT I am Sorry Kini (18), con la banda al completo ya afincada en Málaga (Álvaro Benito, Oscar Pérez, Guillermo y Pablo Antúnez), aunque las canciones siguen fluyendo como ríos y enredaderas instrumentales, llenas de recovecos y giros, aceleraciones y cambios de intensidad, Intervalos (22), grabado en Green Cross Studio, nos llega como un trabajo mucho más directo y afilado. “No queríamos repetirnos, buscábamos llegar a ideas más precisas, canciones más directas y escuchables”. Post-rock con influencias hardcore, rock matemático y aires tropicalistas, de la bossa nova a la brisa mediterránea. Siete temas que (con menor minutaje y apuesta total por el castellano), entran a la primera, cargados de luz, pegadizas melodías y serenidad en medio de la tormenta sonora. “Ha sido un disco mucho más pensado. Además, teníamos muy claro que queríamos trabajar con un productor externo a la banda y, en ese aspecto, a la hora de recortar y pulir algunas canciones, ha tenido mucho que ver… Nosotros, por tendencia natural, nos íbamos a canciones más largas, pero él nos ha ayudado a llegar a esa meta que buscábamos”. La banda ha dado un salto exponencial de calidad y sellos como The Braves Records se ha fijado en ellos, pasando a ser también la primera banda de la división europea de Anomalía, sello argentino del productor Juan Godfrid, encargado del mastering y de terminar de perfeccionar junto a Sorry Kini las canciones de Intervalos. De la onírica y envolvente Ese Umbral de inicio, a las adictivas y coloridas armonías de Cricket, pasando por el primer adelanto (con vídeo incluido) Fragatas, que “nació en confinamiento puro y tiene letra de principio a fin, como una canción al uso”; o Kobudai, donde “las voces entran a nivel coral cuando explota la canción”, uno de los sellos indiscutibles de la banda y donde parecen encontrarse más cómodos: “Esas son las canciones, a nivel estructural, que más nos gustan como nos quedan, cuando empleamos la voz como un instrumento más”. Aunque están planificando la gira de presentación del álbum, que los tendrá ocupados hasta el próximo verano, con fechas internacionales incluidas, ya están pensando en el próximo disco: “Hemos tenido varias conversaciones y queremos seguir trabajando la fórmula y hacer canciones más concisas aún, sin perder el rollo progresivo y matemático, claro”.
vienen de
Málaga. publican El Pellizco (2022). Descendents, RKL, G.A.S. Drummers...
en la onda de
RR NACHO, ANTONIO y ADRIÁN VUELVEN A LAS ANDADAS con
siete pildorazos de hardcore-punk, melódico y furioso, directo a la yugular: El pellizco (22), una tercera entrega discográfica que nos envuelve en una balacera continua de 16 minutos que son pura combustión instantánea. Un título que, como nos explica la banda: “Es (“El pellizco”) aquello que todas y todos sentimos en algún momento de nuestras vidas, ya sea por miedo, alegría o tristeza absoluta y que, curiosamente, suele provocar un estado de creatividad efímera en la que todo vale y nada es suficiente. El pellizco suele marcar algo y aún no sabemos muy bien qué”. Las canciones sudan ese tsunami de sentimientos que nos fue desbordando durante aquel mal sueño que, por suerte, vamos borrando: “Se gestan en plena pandemia y se terminan de crear tiempo después. Supongo que ese baile de emociones que todos hemos vivido tienen su hueco en cada uno de los temas que componen este trabajo”. Temas en los que Fails! se afilan los dientes y sintetizan su fórmula y minutaje, disparando a quemarropa y dejando atrás aquello de traducir al inglés las letras, cantando, recitando y gritando todos los temas por primera vez en español: “Este disco nace de la necesidad de simplificar las estructuras para hacerlas más accesibles y de plasmar las letras en su idea original, sin traducciones”. Del bombardeo rítmico y tornado de riffs de la abrasadora Los drones, a la rabiosa La perra mocha final o el inicio, muy ganador, de esa ruptura y relampagueo punk de Cacé. Una traca sonora que, en zarpazos como El concilio y La maldición, se funde y zigzaguea a la perfección con momentos melódicos para, en el siguiente parpadeo, volver a estallar y llevarnos por delante. Y si siempre cuidan el artwork en sus trabajos, en El pellizco se superan, con el artista gráfico Pedro Cebo de nuevo al mando, creando una portada collage con siete diseños visuales que, por separado, acompañan también, en el formato digital, a cada uno de los temas del disco. “Todo gira en torno al concepto de los ojos, a la manera de mirar las cosas y de poner el foco de atención en ellas. El diseño parte de una estética de tatus y, a partir de ahí, es un proceso que sigue vivo. Cada una de las ilustraciones se concibió por separado, las cuales se traspusieron a un sello hecho a mano mediante carvado. Ahora hemos empezado a usarlos para serigrafiar merch completamente a mano. Ni una sola prenda sale igual a otra y podemos cambiar la composición cada vez que nos dé la gana, o al gusto del consumidor”.—DAVID PÉREZ MARÍN FAILS! FOTO: ARCHIVO
SORRY KINI
FAILS!
eSCAPaRATe
eSCAPaRATe
SORRY KINI FOTO: ARCHIVO
MONDOSUR
—DAVID PÉREZ MARÍN
#6 noviembre 2022
Mondo Sonoro edición Sur
CARLOS ALCÁNTARA RODEADO DE BOCETOS FOTO: ALEGRÍA CASTILLO
Esa locura
nueva
NADIE CANTA Y OJO PÉRTICO Esa locura nueva es el resultado del encuentro del músico Carlos Alcántara (Nadie Canta) con Ojo Pértico, que son los usuarios del Centro de Terapia Ocupacional de La Puebla de Cazalla (Sevilla). Canciones que dan respuesta a un proceso creativo tan integrador como explorativo.
E
EL.TRIPARTITO.
n unas horas sin sonido por solidaridad con las personas TEA en una feria cualquiera de la piel de toro, un tipo comentó: “Pues vaya rollo, ¿A ver dónde están los autistas?” y aquella frase se me clavó como un puñal oxidado. Y no porque el pintiparado personaje fuese timbiriche, camisa fuera y cubata en mano, sino porque ¿En qué mundo queremos vivir si sólo nos solidarizamos con lo que nos toca? ¿Si no he tomado jamás drogas quiere decir que puedo obviar el problema de los toxicómanos? ¿Si puedo andar por cualquier lugar deben importarme un bledo las barreras arquitectónicas? ¿Si no soy gay la LGTBfobia ha de sudármela? Por suerte el mundo no está hecho a la sazón de los pintipirados personajes. Debido a ello quiero destacar la labor de Carlos Alcántara (Nadie canta) un arriesgado trabajo entre el soft-pop y el Perpetuum mobile. Todo el disco es una composición en la que una pieza va a ser repetida un número ilimitado de veces sin que el movimiento se detenga en ningún
momento. Algo así ya usaron clásicos como Beethoven, Bach o Schubert y en lo contemporáneo los Café Penguin Orchestra. Y ahí es donde quiero ir a parar. Os cuento. A Carlos le dieron una Residencia Artística en el Taller Ocupacional en La Puebla de Cazalla, Sevilla, y cuando la creatividad es desbordable pasan estas cosas. ¿En qué consiste el proyecto? Pues en una mezcla entre música experimental, la avant-garde setentera, el rock sinfónico y la noise-pop de los 90. Las letras, compuestas y escritas por los propios integrantes del Taller Ocupacional, son un fiel reflejo de un mundo al que deberíamos acercarnos con más frecuencia. El de la creación pura y dura, sin tonterías ni matices. ¿De dónde viene la palabra crear? Pues de ahí sale este trabajo. Todas las canciones del proyecto tienen ese aire fresco que nos ayuda a conciliarnos con la música y nos damos cuenta que cuando hay buenas ideas, todo lo demás está hecho. En ella hablan de La Feria, de los Reyes Magos, de amores frustrados, lejanos, de cuánto
Renaissance Beyoncé Parkwood (2022)
Carmen Alarcón
(Hoonine)
#8 noviembre 2022
Me divierte mucho este álbum, es una celebración de todo y Beyoncé está espectacular. La producción es extraordinaria y los tracks fluyen súper smooth entre el electro, techno, dance, funk...
una chica quiere al Gamarro incluyendo autotune, que nos llevan de la sonrisa al baile pasando por la psicodelia y las pinceladas de poppy del bueno. Es a veces Camela, pero también muy Vainica, incluso algo de los Triana. Es que son tantas las referencias que no sé por dónde empezar ni por donde terminar. Preciosas composiciones como No te olvidaré, esa declamación a lo Patti Smith con Libre y sola, con un a tomar por culo incluido; algo que ni la dama del punk se atrevería. Aquí el chulo se presenta con flow iracundo. Incluso hablan de la paz a forma y modo popular; Que nadie se pelee por si al hijo de Putin le da por escucharla. Cuando llega el turno de Que te vayas se regodean con la Bauhaus, y ya De La Puebla me gusta, tal vez sea la canción que mejor podría haber compuesto Kiko Veneno. Termina con la rockera Yo la escuché, para llevarnos de nuevo al punto de partida. Sí, este encargo de escucha me ha llenado de vitalidad y por ello merece ser escuchado una y otra vez. A nadie se le escapará una sonrisa. Y hasta una lagrimita. Es como si la Penguin Café hubiese viajado a la Campiña sevillana para entregarnos otra obra multifacética, pero con la diferencia que aquí se habla del gamarro, de las papas aliñás y hasta de los roscos de San Blás, y eso no creo que lo pueda superar Simon Jeffes en décadas. —OZANTOÑO TORRES
Tiene que haber algo más ALIZZZ Whoa/Warner, 2021
Admiro mucho a Alizzz por su labor como productor y su álbum me parece una absoluta maravilla. Se genera una atmósfera brit decadente que funciona a la perfección con sonidos más contemporáneos.
La noche
ARDE BOGOTÁ Sony, 2021
Para mi es de los mejores discos del pasado año. Han conseguido que el rock suene a 2022, con una producción limpia, un sonido brutal y unas letras que hablan de cosas que importan a la gente de nuestra generación.
Mondo Sonoro edición Sur
ZAHARA. FOTO: VERA VALENTÍN
CONCIERTOS
Natural Sonora Lugar: Campo Municipal (Navalmoral de la Mata - Cáceres). Fecha: 16 y 17 Septiembre. Público: 9000 personas. Promotor: Panorama Producciones.
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ESPUÉS DE COGER LA ACREDITACIÓN, CHEQUEAR EL HOTEL Y HACER LAS VISITAS PERTINENTES A TERRAZAS, BARES Y LUGARES LOCALES, llegamos al caer el sol al recinto del Campo Municipal de Futbol de Navalmoral de la Mata, dónde nos esperaba la II edición de Natural Sonora. Un festival joven, pero, fiel en cuanto a calidad musical, como demostró un año más en su cartel, apostando por la atracción de público nacional con cabezas de cartel, nuevos talentos que ya están en las listas más altas, que han sabido combinar con la notable presencia de bandas de la escena musical extremeña y en particular de Navalmoral, además de un importante combo de Djs de la región y nacionales. Digo calidad, al igual que rica gastronomía, localización, y comodidad para unos viajeros como nosotros, puesto
#10 noviembre 2022
que Navalmoral está situada en un punto estratégico dónde los parques naturales se abrazan con la reciente Reserva de la Biosfera que se funde entre sierras míticas y paisajes alucinantes en un enclave único vigilado siempre por la “Virgen de la Humanidad” casi nada. El viernes comenzamos a mover los pies al son de Wistimber: cuarteto local que dejaron caer su impronta a base de rumba canalla fabricada en Extremadura. Sorprendentes y prometedores en letras rebosantes de diversión, estampadas en canciones tan de barrio como de ciudad o pueblo que se preste con: Soy tan perro, Esto no era así, o la más irreverente Aceitunas Rajás… Destacaron un maravilloso cierre con guiños al maestro catalán “Pérez”. La estrella más significativa de la noche del viernes fue la malagueña Ana Amena: La diva estuvo arropada por un público entregado, cantador y bailador absoluto con la suma escénica que protagonizaron el despliegue de bailarines de quita el hipo que hicieron brillar ese espectacular escenario con una sobresaliente interpretación destacando su voz. Repasó poco de su primer disco, pero
mezcló alguna de sus colaboraciones con sus últimos singles de este mismo año, tan explosivos como ella misma. Y es que la de Estepona sabe mantener la temperatura con hits tintados de pop, ritmos latinos y electrónica: Quiero decirte, La Guerra de los besos, o No dejes que pase el tiempo… Y eso no pasó, porque del tiempo se encargaron Mix And Noise: Dúo formado por Óscar Fuego y Tito Almazán. Dos show-men del carajo o mejor dicho, unos verdaderos zapatillas sound sistem al poder. No llevaba mis adidas porque decidí llevar puestas las Victoria clásicas blancas de toda la vida, eso sí que fue un error, pero, reconozco que me empapé de la nueva era del baile. Otro dúo extremeño fueron The Mad Wolves de Miajadas. Llevan seis años practicando lo que ellos denominan como aullidos de locura, y para locura su set live al que no le faltó fuego, cañones de confeti, hombres lobo, y mucha química. Todo eso a base de subidas y bajadas de vértigo, provocando locura colectiva para dejar bien calentita la pista a otro que prometía con su set de electrónica Germán DJ, al que no llegamos por el cansancio acumulado. Mondo Sonoro edición Sur
VETUSTA MORLA. FOTO: VERA VALENTÍN
El sábado desayunados y de limpio nos dirigimos a la pinchada en La Plaza del Jardincillo a eso de las dos del mediodía, en un principio por seguir disfrutando del pueblo, tomar unos vermut, comer... hasta que nos disparamos a bailar hasta media tarde con los DJ`S Frankderground y Retrovisor. Justo cuando pisamos el Campo del Navalmoral nos encontramos en el meridiano de la actuación de la primera banda que abría la segunda jornada con otro dúo, esta vez femenino Biuti Bambú: todo un descubrimiento mitad Madrid, mitad Navalmoral de la Mata, con gusto a canción de autor y pop fronterizo. Ichi y Clara son honestas con lo que cantan, con lo que interpretan y con lo que transmiten ¡Sus letras y melodías no dejaron indiferente a nadie! Por la parte de nuestro Alex Hijo, otro de los platos fuertes de Natural Sonora, hijo de Navalmoral, lo bordó. Un artista al que seguimos muy de cerca desde sus inicios, genio y figura actual del rock español con gran proyección. En Natural Sonora presentó las canciones que van dentro de su primer disco, acompañado por grandes músicos como Dani Podador, Mara G Rubio y Arturo Ruiz. Y es que esas letras que hace Alex para canciones como: No me sabe nada como a ti, La Mitad de mí, Orión... nos volvieron a remover el interior. Puerta Oeste: Otra de las bandas locales que queríamos conocer en directo. Sorprendieron con una buena dosis de rock electrizante en castellano, tuvieron su momento de gloria por su buen hacer, Mondo Sonoro edición Sur
puesta en escena y canciones en su punto, dónde se habla de nuevo de La era del Simio canción con la que terminaron su show para dar paso a otro clásico Batidora DJ, que a escasos minutos de set conectó con el público a base de himnos generacionales entremezclados con otros de última hornada que iban directos al corazón. Aunque para un cierre, mucho mejor. Vetusta Morla: Dieciséis años hacía que pasaron por la sala Traviata de Villanueva de la Serena cuando aún eran emergentes y empezaban a presentar sus primeras demos, quizás ese fuera uno de los motivos de querer estar en la segunda edición del Natural Sonora antes de cruzar el charco para continuar con la gira Cable a Tierra Y es que las cabezas de cartel de esta segunda edición, tienen una atracción especial por Extremadura, tanto que algún videoclip como el caso de “La Virgen de la Humanidad” fue rodado en tierras extremeñas, tema que también entró en el repertorio de la noche del sábado aunque su apuesta en su último trabajo por los compases clásicos, sonidos ancestrales se sumergen en las raíces de la música popular para dar a luz su disco más folk pero más Vetusta que nunca en piezas como: No seré yo, Puñalada Trapera o El Imperio del Sol... Como de costumbre la manera de moverse de Pucho y la alegría que desprenden el resto de integrantes, hicieron de este concierto el último de su gira en España una verdadera fiesta donde era imposible no moverse y corear tanto los temas
nuevos como Copenhague, Valiente, Maldita Dulzura y otros que no decimos, que ya forman parte de la cultura indie de nuestro país. Después nos fuimos de rave con Zahara: Simplemente impresionante, empezando por sus músicos, las bailarinas que le acompañaban en escena, las visuales y su magnífica interpretación de su quinto álbum de estudio #PUTA con el que arrasó en Navalmoral como lo está haciendo por todo el país. A veces misterio, otras tristeza que ella sabe elevar desde el infierno hasta el cielo con sus letras escalofriantes envueltas en tonos fiesteros. Sonaron todas y alguna más. Nosotros destacamos Merichane, Ramona, Taylor, Flotante o la explosiva Berlín U5. Es admirable la determinación, el valor y la fiereza con la que Zahara se libera en el escenario, abriéndose en canal con las dolorosas vivencias que la llevaron a componer este disco y convirtiéndose en un referente para toda persona que haya sufrido abusos de cualquier tipo. El final de esta fascinante segunda edición fue a cargo de ÉlyElla: Son de la casa, les hemos bailado y les volvimos a bailar hasta sudar perdiendo algún kilo que otro. Se lio parda! Con confeti de olimpiada de verdad, iluminación, apoteosis, impresionantes visuales acompañados de un sonido atronador… Un final de lujo cargadísimo de loop imposibles y temazos de bandas nacionales que han remezclado en los últimos años. Gracias Navalmoral de la Mata y Natural Sonora. ¡Larga Vida! —ANTONIO LÁZARO
noviembre 2022 #11
Lugar: Teatro Cervantes (Málaga). Fecha: 23.09.22.
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ÚN PULULABAN POR MÁLAGA ECOS DEL EXITOSO ESTRENO EN LA BIENAL DE SEVILLA de Principio y Origen (22), segunda parte de Tremenda (21), trabajo recién salido del horno que cierra el círculo de un viaje sideral, con forma de disco doble y, como únicos guías, la libertad creativa y el dominio de la tradición. Así, con esos mimbres, sale a escena Rosario La Tremendita junto a su banda, en un Teatro Cervantes con buena entrada y expectante por lo que se viene. Acompañada por su productor Pablo Martín Jones a la batería y mandos de la nave electrónica, con David Sancho a los teclados psicodélicos y el toque magistral y camaleónico de Juanfe Pérez al bajo, Rosario (bajo en mano, look ganador y personalidad desbordante), comienza a desplegar su poderío y magnetismo con la inicial Oye mi voz. Una cadencia de ida y vuelta por Colombianas que hoy, como el grueso del show, está más cerca del sonido experimental de Tremenda, que de la desnudez flamenca de Principio y Origen. Trayecto interestelar de la contemporaneidad a la raíz y viceversa, para llegar a un mundo nuevo cada vez más heterogéneo que, sin olvidarse nunca de donde viene, rompe, quejío a quejío, cualquier atadura estilística, miedo y cadena, renovando lo jondo desde una genuina impureza que rezuma duende y tradición por los cuatro costaos. Nos vamos de Romería, con Lorca y Morente bajo las alas, para
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pasar luego al cajón flamenco y arrancarse por seguiriya con una desgarradora Amante, seguida de una espectacular un Mundo nuevo por peteneras que no desatornilla las butacas del suelo de milagro, con el espíritu de La Niña de los Peines por bandera. Nos mece y araña con el soniquete envolvente de un Huye hacia el amo, canción que, nos desvela, “siempre me trae suerte”, del notabilísimo e imprescindible (tercer disco y primer galope libertario) Delirium Tremens (18), con un solo de bajo que hace que se tambalee, como un flan, el Teatro Cervantes. El concierto nunca baja de intensidad, con Rosario y su banda catapultándonos de cima a cima, alcanzando una más de ellas con Mi voz, sentada al cajón y guitarra acústica en mano (la toca al final), con Martín Jones jugando a los mandos con su cante, creando atmósferas y repeticiones vocales que nos hacen flotar; mientras David Sancho prosigue su tarea de tejer paisajes psicodélicos de colores mil a los teclados y Juanfe Pérez da puntadas resplandecientes con un bajo que suena ahora fino y relampagueante, como una guitarra eléctrica. Por alegrías de Cádiz, intro al bajo de Juanfe Pérez (descomunal durante toda la velada), con Rosario echando rayos de luz por su boca, acompañando al cajón y Jones a la batería, frente a frente. Una fiesta de compás que nos teletransporta una y otra vez a ese amarillo único de los amaneceres y atardeceres de La Caleta. Rock star flamenca, desde el centro del escenario, agarrada al pie del micro a lo Iggy Pop, con David Sancho y Martín
ROSARIO LA TREMENDITA. FOTO: DAVID PÉREZ MARIN
Rosario La Tremendita
Jones haciendo de las suyas a las teclas, lanza al aire los versos adictivos de Elise Cowen, en una Concha Dorada que esconde veneno y sanación, para terminar de rematarnos con una soleá de la Serneta espacial, con Rosario dejándose el alma en cada quejío y la banda al completo ardiendo sobre el escenario. “De mi cuerpo haré yo ceniza y muero cuando diga yo. / Yo soy feliz en esta vida, a fuego con mi dolor”. Tremenda. Pide palmas y le damos lo que ella quiera. Escalón a escalón, tomamos la “escalera de vidrio por donde suben las penas” de una Tremenda Valeriana que es combustión instantánea, con los músicos de nuevo acelerando a una y haciendo temblar los cimiento del teatro, en una fusión y explosión de electrónica y psicodelia jonda abrasiva. Por qué juegas mujer con mi corazón y nos fundimos en un Romance del Silencio empapado de recuerdos y homenajes a todos los grandes cantaores y cantaoras que la empujaron al flamenco, coronada con ese “Al mal tiempo, buena cara, decía mi mare, cuando amanecía tristeza en el alma”. Fuegos artificiales sonoros sobre el escenario y ovación que obliga a reaparecer con un Dime de Lola Flores, con el teatro al completo en pie y acompañando a las palmas y estribillo en un fin de fiesta para el recuerdo. Ya no podremos ver a Pavón ni a Bowie, pero esta Ziggy Stardust del flamenco, siempre nos llevará a Marte y a otras galaxias, en estudio y en directo. No os la perdáis y subiros a la nave siempre que podáis. Una vez más, Tremenda.
—DAVID PÉREZ MARÍN
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JAMES. FOTO: LUIS PÉREZ CONTRERAS.
Visor Fest
Lugar: Recinto Ferial La Fica. (Murcia) Fecha: 29.09.22.
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ESDE LUEGO, EL VISOR ES UN FESTIVAL DIFERENTE, si tenemos en cuenta lo que abunda hoy en día. Pero hay que recordar que todo empezó con estas y otras bandas, en el Espárrago Rock, Festimad o los inicios del FIB. Han pasado casi treinta años y muchos grupos resisten. Igual que el público, ya peinando canas (quien más, quien menos). Con camisetas de la mítica era indie, rotas o descoloridas en su mayoría, y pinta de acumular en sus casas montones de CDs, chapas y corbatas que ya no se atreven a lucir tan alegremente. La primera jornada, la del viernes, fue la más rock. Con Lagartija Nick abriendo para los primeros en llegar al recinto. Sin Eric Jiménez, pero con Juan Codorniú y Antonio Arias al timón. Buenos en lo suyo como pocos, viendo la última parte del concierto (con “La curva de las cosas”, “Esa extraña inercia (Anfetamina)”, “Nuevo Harlem”, “Satélite”, “Ciudad sin sueño” y “Celeste”), volvimos a comprobar la solvencia de su directo, en el que apenas hubo rastro de su último disco, Los Cielos Cabizbajos (Montgrí, 19). Muhoney eran, probablemente, los más esperados. De menos a más, Mark Arm (copa de Albariño en mano) y compañía honraron el grunge “made in Seattle” a base de actitud y buenas canciones: sobresalieron “Touch Me I’m Sick” y “In ‘n’ Out of Grace”, pero sin olvidar “Good Enough” o “21st Century Pharisees”. Una marcha un poco más punk no hubiera estado mal, para animar el pogo en las primeras filas. Quedó claro que aquellos tiempos ya pasaron. A The Waterboys los vemos cada dos por tres en Murcia. Pero en el Visor fue sin Steve Wickham y su violín, cuyo papel de showman lo recogió con sabiduría Brother Paul Brown, al piano y keytar. Siempre
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al frente, el incombustible Mike Scott, por supuesto. Concierto previsible, pero disfrutable. Presentando el reciente ‘All Souls Hill’, de este mismo año, con “Blackberry Girl” como tema destacado. No hay concierto de los británicos en los que no suenen “Fisherman’s Blues”, “The Whole of the Moon” o la estupenda “This Is The Sea”. Fue la única banda que hizo bises de todo el festival. Ahí cayó la versión de “Dead Flowers” de The Rolling Stones. Antes, hubo un guiño a los Beatles con un trozo de “A Hard Day’s Night”. Clásicos y elegantes. Muchos seguidores de New Model Army se veían por el recinto. También es cierto que los de Bradford fueron los únicos que tenían un puesto de merchandising, justo en la entrada. Había expectación, era obvio. Un grupo que gusta a siniestros y heavies, a partes iguales; a fans de la oscuridad, en general. Bajo el nombre de “Classic Tour 2022” repasaron los mejores temas de su carrera: “51st State”, “Vagabonds”, “225”… No han parado de sacar discos desde los 80, su trayectoria es intachable. Eso sí, costó entrar en su particular universo. Y la luz se hizo el sábado; sin duda, el día más pop. Con Australian Blonde como representación nacional, a primera hora. A pesar de no verles muy sobrados de ensayos, siempre es un gusto disfrutar de Paco Loco y Fran Fernández. Solo por aquel “Chup Chup”, ya se ganaron un hueco en los maduros corazones indies para toda la vida. Pero además, en “Cosmic”, “You Kill Me”, “Chance”, “Seaside”… mantuvieron el tipo. También hubo hueco para alguna canción nueva. Antes de que Paco hiciera de las suyas: “¿Quién es el más joven? Esto, en diez años va con el Imserso”. Ojalá tenga razón. De jóvenes, su hijo entre ellos (haciendo de mánager, además), se rodeó Ian Broudie para el concierto de The Lightning Seeds. No es lo mismo con la media de edad por los suelos, pero si el set comienza con
“Marvellous”, ya tiene a la gente en el bolsillo. Entusiasmado por estrenarse en España, se sucedieron los éxitos: “Change”, “What If…”, “Feeling Lazy”, “The Life of Riley”… Unas versiones por el camino (el “Flaming Sword” de Care, su banda anterior junto a Paul Simpson, “Whole Wide World” de Wreckless Eric y “You Showed Me” de The Byrds) y éxtasis final con “Lucky You” y “Pure”. Sencillos, directos y efectivos. En teoría, los siguientes eran Teenage Fanclub. Pero Tim Booth se empeñó en tocar en el mismo horario que The Waterboys el día anterior. Caprichos de estrella. Turno pues para James. Con un Booth chamánico y una banda muy solvente. Pocas fisuras tuvo el show. Si tienes en tu repertorio himnos como “Ring the Bells”, “Laid”,”Born of Frustration”, “Sometimes”, “Come Home” o la incontestable “Getting Away With It (All Messed Up)”,es difícil que vaya mal la cosa. El disco más reciente es del año pasado (‘All the Colours of You’) y de él pudimos escuchar “Zero”, “Isabella” o “Beautiful Beaches”. Sin duda, el concierto en el que más comunión hubo entre artista y público. Ya solo quedaban Teenage Fanclub, otros habituales por estos lares y que se han ganado un cariño incondicional a lo largo de los años. Sin Gerard Love, es Norman Blake el que acapara todas las miradas. Se siente cómodo. Sabe lo que se espera de su banda. Y claro, la gente corea una detrás de otra: “About You”, “Start Again”, “What You Do to Me”, “I’m in Love”, “The Concept” o “Everything Flows”, las que más. Con sorpresas como “Metal baby” y “Your Love Is the Place Where I Come From”. Además de alguna muestra de su último trabajo, Endless Arcade (Merge Records, 21), con “Everything Is Falling Apart”, “In Our Dreams” o la canción que da título al álbum. Es solo power pop, pero gusta. Más aun, si pasas de los cuarenta.
—VÍCTOR MARTÍNEZ
noviembre 2022 #13
PATTY SMITH FOTO: DAVID PÉREZ MARIN
Patti Smith Lugar: Icónica Fest (Sevilla). Fecha: 26.09.22.
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UANDO RECORRES CIENTOS DE KILÓMETROS Y AÚN TE EMOCIONAS ANTES DE SALIR, aunque hayas visto a esa artista varias veces, es que estamos ante un acontecimiento muy especial. Casi 15 años de la primera vez que tuve la inmensa suerte de ver a Patti Smith en directo… Una de esas pocas leyendas por las que el tiempo solo pasa de puntillas, porque, por mucho que se claree su pelo y se arrugue su piel: su espíritu, voz y vitalidad se mantienen por siempre jóvenes. Prácticamente, nadie de su generación (cumple 76 inviernos en diciembre) sigue transmitiendo y despertando (con la misma energía de antaño) una esperanza y humanidad tan mística y real como ella. Cada gesto suyo, cada sonrisa, cada chamánico abrir de brazos y manos, o guerrero puño en alto, cada sempiterna canción, cada interpretación a corazón abierto, cada grito revolucionario, cada susurro de paz, cada recitar y fraseo, o simplemente su limpio, tierno y desafiante mirar… Todo en ella rezuma tanta verdad, espiritualidad y calor humano, que cada una de sus actuaciones son inolvidables milagros hechos carne. Así, momentos antes de reencontrarnos con ella en la sevillana y espectacular Plaza de España
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(Icónica Fest), se me vienen irremediablemente a la cabeza instantes de aquellas dos primeras veces: cuando, allá por 2008, en el Teatro Cervantes de Málaga, se bajó del escenario y correteó alrededor de nosotros por el patio de butacas, como una eterna adolescente en primavera, mientras la banda, con Lenny Kaye al mando, tocaba a todo trapo el “Four your love” de The Yardbirds; o cuando rompió una por una las cuerdas de su Fender tras la rabiosa interpretación de cierre del “Rock n Roll Nigger”. También me acuerdo de esa tarde soleada de junio de 2011, en Battery Park, haciendo cola durante horas para conseguir una entrada y verla en un Castle Clinton a reventar, donde le dedicó a nuestro querido Lou Reed, cuando aún recorría aquellas calles de Manhattan, un “A perfect day” por el que ya valió la pena la espera y por el que habríamos aguantado a pleno sol días y días… Otro “día perfecto” nos obsequia la vida y nuestra tercera encrucijada con la madrina del punk y poetisa del rock se acerca, con el atardecer rojizo sevillano llegando a su fin y la Plaza de España, como marco inmejorable, iluminándose para recibir a los músicos. Salen a escena y toman posiciones sus inseparables (nos falta Lenny) Jay Dee Daugherty (batería), Tony Shanahan (bajo y teclados) y su hijo Jackson Smith (guitarra), les sigue Patti y las más de tres mil gargantas afortunadas que poblamos la plaza nos fundimos
en una gran ovación. Ella da las gracias y le regala a Sevilla una playa para siempre con la “Redondo Beach” inicial, desgarradora historia de amor que acaba con un adiós que se hunde en un océano de tristeza. Tras recorrer esos surcos de su imprescindible e influyente debut Horses (75), al que no volveremos hasta la recta final, se cuelga guitarra acústica y mece la luna con la sanadora “Grateful”, mechones de plata compartidos en la elegía que escribió para su amigo Jerry García, y que hoy, nos dice, canta para agradecer su vuelta a España. La cosa se pone más que seria y abre el cielo en dos con una poseída e insuperable versión a tumba abierta del “The wicked messenger”, más suya que de su amado Bob Dylan desde que la incluyera en Gone again (96). Nudo colectivo en la garganta y ojos vidriosos que tintinean como estrellas se cuentan ya por miles. Se pone sus gafas y el folio que tiene en la mano no tarda en arder, recitando el poema “Footnote to Howl” de su amigo Allen Ginsberg, recordándolo en el 25 aniversario de su muerte. Versos de “Aullido” que relampaguean en su boca y que nos retrotraen a sus duros inicios, cuando llegó a Nueva York con 20 años y masticó el aire de neón de las sucias avenidas y el hambre, con las “Iluminaciones” de Rimbaud y unos cuantos lápices como único equipaje. En aquella jungla de asfalto repleta de “insomnes, como recién saliMondo Sonoro edición Sur
PATTY SMITH FOTO: NICCOLO GUASTI
dos de un naufragio de sangre”, encontró a su alma gemela, Robert Mapplethorpe (“el artista de su vida”, como lo llama en su hermosísimo libro “Éramos unos niños (Just kids)”), con el que se mudó al Hotel Chelsea y corrió mil aventuras. Se sentían fuera de la sociedad y se alimentaron solo de su imaginación y de la libertad que llevaban dentro, dejándola salir por la creatividad de cada poro de sus cuerpos y siguiéndola con todas sus fuerzas para hacer realidad sus sueños. El de Patti, convertirse en la poetisa del rock que es hoy, inyectándose el espíritu de la Generación Beat en sus venas, con Corso, Burroughs y Ginsberg como guías y espejos cercanos. Sigue recitando “Nota al pie de página a Howl” y arrancando máscaras y etiquetas de todas las cosas que han sido santificadas por una sociedad de consumo que le ha dado la espalda a los seres humanos. “¡Todo es santo!, ¡todos son santos!, ¡todos los lugares son santos!” Tras la desmitificación de los objetos y el empoderamiento del humanismo y el arte, nuestra santa de carne y fuego, vuelve a rasgar su acústica bajo el cielo sevillano en “My Blakean year”, invocando a William Blake y hasta escupiendo, punk actitud intacta, en el suelo. Flotamos bajo el mantra místico, cuasi bíblico, de un “We shall live again” en bucle, con la sacerdotisa Smith prometiéndonos que, mientras estiramos los brazos y nos balanceamos cada vez que nos lo pide, volveremos a reencontrarnos con todos los que partieron. Aún bajo los Mondo Sonoro edición Sur
efectos del vaivén de esas olas directas al corazón de “Ghost dance” y seguimos surcando mares, con solo de bajo de Tony Shanahan y de guitarra de Jackson Smith (su padre estaría muy orgulloso), recordando Patti ahora a su amigo Jack Sparrow en “Nine”, tema de su último disco de estudio hasta la fecha, “Banga” (12), del que también rescata la bellísima y emocionante versión del “After the gold rush” (con Shanahan acompañándola al teclado), tan vigente o más, por desgracia, que en ese sueño setentero que tuvo el gran Neil Young. Hasta la “madre naturaleza” parece darle las gracias acariciando con el viento su pelo plateado durante toda la interpretación. Antes bailamos descalzos en una “Dancing barefoot” que no queremos que acabe nunca y ardemos, poco a poco, en una sentidísima “Beneath the Southern Cross” (Patti de nuevo a la acústica) dedicada a todos los seres queridos que se fueron, con la banda al completo celebrando la vida en un crescendo instrumental infinito. Smith se toma un respiro y la banda se lanza sobre el “Stone free” de Hendrix, con Shanahan enérgico al micro y haciendo temblar la Plaza de España con su bajo, las seis cuerdas de Jackson en llamas y Jay Dee Daugherty desatado a las baquetas. Vuelve Patti a las tablas y nos erizan la piel con una intensa “Pissing in a river”, masterpiece que sobresalía de aquel segundo incomprendido trabajo, Radio
Ethiopia (76), con la banda, incombustible, fundiéndose sobre el escenario, con Shanahan pletórico al teclado y Smith hechizándonos a cada fraseo, clavándonos, sin piedad, verso a verso en el pecho. La triada final hace que Patti expulse por su garganta una aurora boreal y resplandezca la música sobre nosotros. La noche es suya, amante eterna. Amor y solo amor con una “Because the night” que borra toda preocupación o problema posible. Deseo y libertad en cada estrofa cantada por todos, con la batería galopante de Jay Dee Daugherty al mando, mientras Patti danza en el ojo del huracán de riffs que teje su hijo, donde late más que nunca el espíritu de Fred Sonic Smith. “Jesús murió por los pecados de alguien, pero no los míos…” y una apoteósica “Gloria” como cierre, con Patti Smith vaciándose sobre las tablas y dejando claro que, bailando, gruñendo y rugiendo más que el León de Belfast bajo el cielo de Sevilla, “esa chica del vestido rojo le susurró al oído su nombre” con más dulzura y pasión que a nadie. De bis una “People have the power” en la que creemos de nuevo que otro mundo es posible, desgañitándonos, las más de 3000 gargantas, en cada estribillo y siguiendo todo gesto que la poetisa eléctrica más grande de la historia nos hace, con una sonrisa y mirada que jamás olvidaremos. —DAVID PÉREZ MARÍN
noviembre 2022 #15
EL JOSE. FOTO: JUAN JESÚS GARCÍA
MONDOSUR
El Jose Lugar: Jardines de Alhambra (Granada). Fecha: 12-10-22.
S
I TUVIÉRAMOS QUE HABLAR DE UN DENOMINADOR COMÚN QUE AÚNE ARTISTAS, INTELECTUALES, VIAJEROS, Y EN ESPECIAL, A TODA LA ESCENA MUSICAL ESPAÑOLA, muchos estaríamos de acuerdo en que la cerveza sería el mejor candidato. Y si bien hay tantas músicas como cervezas, el maridaje de ésta es un arte que no todas aceptan por igual. (Cervezas) Alhambra, muy consciente de la magia que despierta en consumidores y oyentes, trae a Granada una pausa, un suspiro en medio del bullicio propio del centro de la capital; donde se instala durante el mes de Octubre el “Jardín Cervezas Alhambra, [...] un lugar donde perder la prisa en el corazón de la ciudad: Jardín Cervezas Alhambra llega a Granada en el Jardín de Gomérez, un espacio único, perfecto para disfrutar rodeado de naturaleza.”. Aún con el excelente nivel culinario como el que allí se disfrutaba, sigue sin haber un mejor acompañante para la cerveza que la música. Y es que El Jose, granaino de honor, sabe mucho de eso de disfrutar los “momentos” y tomarse las cosas con
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calma. Tanto es así, que el pasado 12 de Octubre era su segunda oportunidad, esta vez con el beneplácito de la lluvia, para traer su espectáculo, tan íntimo como divertido: guitarra en mano y acompañado de lo mínimo imprescindible, subía al escenario con el uniforme de cantautor, para hacer las delicias de todos los asistentes que repetían cita, esta vez sin pasarlos por agua. Igual que el maridaje es un arte, también lo es conjugar el humor con la profundidad última característica de la canción de autor; así, junto a un fenomenal Sapillo al bajo, presentaron ante un forzosamente participativo público todas las canciones que se podían esperar: “Voy a Inventarme un Camino” abría la velada, puntual, seguida de un ya clásico “Pasodoble Arrojadizo”. Calentado el público, los primeros valientes cantaban con “Canto”, como “Un Solo Corazón”, todos juntos y revueltos, presentando su registro más desenfadado. Sin embargo, como en todo espacio artístico responsable, y más a colación de Octubre, mes dedicado a la salud mental, El Jose, reivindicativo y consciente, no podía eludir la necesidad de hacer una emotiva dedicatoria de “Me Falta Algo” a todas aquellas personas que no deben avergonzarse de pedir ayuda, como su par-
ticular granito de arena a una lucha cada vez más abanderada por artistas de todas las disciplinas. Y es que la velada fue un elaborado discurso donde se intercalaban toda la gama de sabores con la maestría de quien poco a poco se convierte en un ingrediente indispensable de su escena. Lo distendido del concierto, haciendo las delicias de los asistentes, traía consigo los problemas de tiempo, y es que hasta la pausa tiene un principio y final estipulado. Quizás se echaron en falta las brillantes colaboraciones con las que acostumbra a contar El Jose para sus canciones, pero un viejo conocido como Nano Díaz, subía ahora al escenario a acompañar los tres últimos temas, “Ya No Quiero Ser Mayor”, “Universo” y “Problemas” como guinda final para un concierto que dejaba a todos los asistentes con ganas de más. Y es que aunque la gente si hacía cola para acceder al recinto en su faceta de restauración en una fecha tan señalada (y no en el Primark, como no pudimos escuchar por falta de tiempo) y las calles de la ciudad estaban abarrotadas de gentes, el espectáculo del que allí disfrutamos, modesto pero sabroso, supo satisfacer las altas exigencias de una gran cerveza maridada con un gran público. —VÍCTOR ALONSO VILLA
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