Luz y Tinta 128

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Nº 128 —Noviembre de 2022

Fotos seleccionadas y...

Los lectores habituales de Luz y Tin Ta echarán en falta en este número la sección de Fotos seleccionadas, en la que, como su nombre indica, publicamos una selección de fotos de las aparecidas en Moldeando la luz, aquellas que reciben más de 20 favoritos como valoración de los miembros de la red social. Ocurre que algún lector ha señalado el poco tiempo que damos para esta valoración. Así que hemos decidido, a partir de este número, dar un margen mayor.

En este número, que correpondería según veníamos haciendo colocar las fotos del mes de octubre, no publicamos ninguna. Las de octubre las sacaremos en el número del mes de diciembre. Y apartir de ahora haremos siempre lo mismo: dejar un mes intermedio para que se puedan hacer tales valoraciones y algunas fotos que son destacadas y no se publican porque no entran en el tiempo de edición, puedan hacerlo. Al final, se trata de que todos disfrutemos de las mejores fotos.

Y ya que hablamos de nuestras cosas, recordaré que antes de la pandemia, en el mes de enero de 2019, mantuvimos una reunión una docena de personas ligadas a Luz y Tin Ta y Moldeando la luz. Entre otras cosas, aquella reunión tenía como objetivo empezar a hablar de la constitución de una Asociación Cultural que sirva de marco jurídico y de instrumento para una serie de actividades que tenemos previstas. Pero llegó la pandemia y nos arrinconó a todos, con los temores ciertos de contagio y con disposiciones legales que nos confinaron y, por decirlo guapamente, nos cortaron las alas. Recuperados de aquel mal viento, volvemos a retomar el tema y ya estamos hablando de nuevo de cómo enfocarlo. Así que en cualquier momento, cuando tengamos más avanzado el tema, publicaremos en estas páginas qué, cómo y cuándo pensamor hacer. Seguramente conseguiremos un instrumento que dé más visibilidad a nuestros objetivos.

Pero tiempo al tiempo.

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Francisco Trinidad

Fotografía de Portada: Alexandre Siviridov, foto enviada expresamente por su autor para ilustrar este número 128

PROMOTOR y DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA: José Luis Cuendia, «Guendy» DIRECCIÓN, DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Francisco Trinidad DIRECTORA DE COMUNICACIÓN: Lola González

Reservados todos los derechos de reproducción total o parcial tanto del texto como de las imágenes. Las imágenes están protegidas por las leyes de copyright internacionales. Para cualquier consulta o sugerencia contacte con nuestro correo electrónico info@moldeandolaluz.com moldeandolaluz.com

Número 128 Noviembre de 2022
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4 Guendy.- Estreno de “El Hogar”
Francisco Trinidad. El diario y las memorias de Rocío
Gloria Soriano. Cirugía topiaria
Rincón para el recuerdo: Bram Stoker 42 Laudelino Vázquez. Acéptala, mamá 46 Monchu Calvo. El camino real 50 Juan Depunto. Entrevista a Andrés G. Ibáñez 58 Manuela F. Cacao. Contienda fraternal 60 Myke Reyfman. Montañas de Rhyolite
David du Chemin
Alisaheby Photoart
Arturo Vigil
Cory Johnson y Neil Kremer
Brice Gelot
Fabeha Monir
Atín Aya0
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Cartel de la película diseñado por Guendy

José Luis Cuendia, “Guendy”

Estreno de “El Hogar”

Cuando Julio de la Fuente me llamo para hablarme de su proyecto y para contarme con todo lujo de detalles el argumento y pidiéndome que fuera su productor ejecutivo, la verdad es que mi primera reflexión, y así se lo dije a él, pensé que se había vuelto loco, intentar hacer una película de estas características en la sociedad en la que vivimos, en la que lo que hacemos ahora dentro de cinco minutos ya no se acuerda nadie, todo va deprisa, deprisa, mejor dicho: nos obligan a ir de prisa, de prisa, sin tiempo para pensar y reflexionar, es la era del pasa pantallas y de las nuevas y menos exigentes formas de entretenimiento; en ese contexto hacer una película en blanco y negro y además muda… pues como que se necesita mucho valor y un apasionamiento sin fronteras.

Una vez metidos en harina, para hacer esta película solo se contaba con un excelente director, él, Julio de la Fuente, con un buen guion, también suyo, pero faltaba lo más importante para una película de estas característica, los actores, actores que fueran capaces de dar vida a unos personajes sin voz expresando sus pensamientos y sentimientos, privados de la palabra, a los niños, que no era tarea fácil. Desprovistos del lenguaje de la palabra habría que reemplazarlo por el lenguaje musical y para ello se necesitaba tener a un gran compositor, una fotografía y un montaje que permitiera su lectura, cuantos menos carteles mejor, un buen equipo de producción, ayudante de dirección, atrezo, vestuario, maquillaje… y un gran número de figurantes especiales, del que no puedo por menos que recordar al amigo Philippe. Nos conocimos en rodajes anteriores, se había encargado de la próxima cena de amigos en navidad, no estaremos solos, porque las personas a las que queremos o admiramos, no mueren mientras las recordemos.

Como ocurre con los buenos cocineros que no maltratan los alimentos, el “Chef” en este caso era y es Julio de la Fuente, el director que, con todos esos ingredientes, ha conseguido un resultado excelente con su aderezo. Es evidente a juzgar por los resultados que ha sido un acierto la elección de todo el capital humano de la película, actores, técnicos y creadores como el caso de Isaac Turienzo con su magistral banda sonora. Todos, absolutamente todos han estado a la altura de las circunstancias. Desconozco el recorrido que podrá tener la película en salas comerciales, dada su singularidad y en los tiempos que corren para el cine, y para la industria del entretenimiento a la que me refería anteriormente, pero de lo que no cabe ninguna duda es que

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Fotografías de Jesús Álvarez, Felipe Pereda “Pipe” y José Ángel Viesca “Kamarón”, con la ayuda de Mariolina y Manolo.

Cámara de Video: Juan Jose Pascual “Jota”

estamos ante una película de autor, tiempo al tiempo, los festivales del mundo tienen la palabra.

Los que venimos del mundo de la fotografía sabemos que esta capta los momentos que nunca vuelven, inmortaliza el tiempo; en el cine el tiempo no existe, se crea; su orden satisface a leyes distintas. Las escenas no suceden espontáneamente, sino que se ruedan, se modifican, se construyen y se reconstruyen. Y hay que ser muy valiente para hacer esto en 2022, haciéndonos viajar en el tiempo cien años atrás, contándonos esta hermosa historia tal como se hubiera realizado en esa época.

No puedo evitar la dinámica de las comparaciones. Son odiosas, es cierto, pero también ayudan a sentir y reflexionar, salvando las distancias evidentemente; hay dos comparaciones que no quiero obviar, podría citar muchas más, pero me voy a referir a estas dos, la escena del salón o casino y el final de la película, ambas son secuencias icónicas para mí, la primera está realizada solo y exclusivamente por actores secundarios, al mejor estilo del cine neorrealista italiano. Aquí y en el resto de las secuencias Julio nos está diciendo que también sabe interpretar, al tiempo que homenajea a Eric Campbell. La segunda, el final de la película es épico, es un guiño a ese cine neorrealista, y a los finales felices de Chaplin, que en el fondo llevaban siempre un mensaje, como en “El Chico”, “Tiempos Modernos” o en “El Gran dictador”, esos niños corriendo, anunciando la esperanza y el futuro como en “Roma cittá aperta”, la obra maestra del neorrealismo italiano de Roberto Rosellini, es una maravilla.

Sin duda en “El Hogar”, Benito puso la guinda con esos encuadres y composiciones cinematográficas, los actores Nerea, Luis y Valentín están en su máximo esplendor

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julio de la fuente aclamado por el público

elevados por esa música de Isaac Turienzo que nos recuerda a los mejores hitos del género musical en el cine, es como estar a oscuras y encender la luz.

Como se dice en Asturias, “Nunca llovió que nun abocanare” (Nunca llueve eternamente); en el final, la noche anterior llovió mucho, las montañas se empezaron a pintar con las primeras nieves, como en un fresco, sobre la última capa, la naturaleza del paisaje astur nos ofrecía con fortuna poder filmar sobre ella, a Benito no le tembló la mano, el final que había pensado Julio se hacía realidad, los niños corren hacia una nueva vida en una alegre mañana gris pero llena de grandiosidad.

Y termino con la afinidad que encuentro entre Roberto Rosellini y Julio de la Fuente, los dos caminaron por el cable (slackline) del funambulista, pero lo hicieron sin red, Julio lo sigue haciendo, Roberto Rosellini, acometió el proyecto de “Roma ciudad abierta”, empeñando sus bienes, vendiendo sus muebles, solo con la ayuda intelectual de su amigo Fellini. Julio de la Fuente lleva dieciséis años haciendo cine en Asturias, cortos, largometrajes, documentales, sus películas han sido reconocidas en infinidad de festivales internacionales, y no me extraña que diga que esta será su última película, que no quiere asumir más riesgos económicos o de salud.

Por parte de los responsables de promocionar nuestro cine en Asturias no se valora adecuadamente su obra, al contrario de la famosa expresión “Nadie es profeta en su tierra”, aquí su gente, sus paisanos, a diferencia de los responsables mencionados, su trabajo es admirado, y lamentablemente el merecido reconocimiento a su obra por parte de otras jerarquías viene de otros lugares alejados de su Asturias, como ocurre con los festivales de cine.

Sería una pena y una gran pérdida si fuera cierto que Julio no volverá a producir más largometrajes, porque pienso que Julio de la Fuente aún tiene mucho que decir en el cine, y sobre todo en el cine que se hace aquí en Asturias. Gracias, Julio. Enhorabuena por este maravilloso “El Hogar”.

https://www.dropbox.com/s/io2agd7oplidi6p/Premier%20El%20Hogar.mp4?dl=0.

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nerea garmendía con jesús álvarez

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Nerez Garmendía con pipe pereda

dani días

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grupo de secundarios principales
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Benito Sierra e Isaac Turienzo

nerea garmendía y luis mottola con juanjo pascual “j”

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julio de la fuente

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julio y guendy

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miguelo garcía con mateo maylín. los veremos próximamente en solo

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nera garmendía, julio de la fuente y luis mottola

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nerea con el jefe de iluminación y atrezo, alfredo corredoria
19 nerea garmendia
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nerea y guendy
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protagonistas secundarios con la directora de producción , coral zardaín
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protagonistas principales
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protagonistas principales

isaac turienzo y su esposa, mirian

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zoe millán, dani días y noe millán

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un aspecto de la sala Luis Mottola llegando al Filarmónica
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Llenazo en el Filarmónica, esperando a los actores

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julio de la fuente dirigiéndose al público tras el estreno

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Francisco Trinidad

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El diario y memoriaslas de Rocío

Estoy seguro de que ustedes ya lo saben. Lo habrán leído en la prensa, lo habrán escuchado en la radio o, en el peor de los casos, se habrán enterado por uno de esos programas de telebasura en el que se ponen sobre el tapete todas las inmundicias de los famosos. Da igual. El caso es que Rocío Fernanflor, haciendo honor a su apellido, murió en la flor de la vida, con cuarenta y tantos años, cuando todo parecía sonreírle. Casada conmigo, que le facilité la vida hasta el último momento, dejaba además dos niñas hermosas, rubias como ella e inteligentes como yo, con la vida también resuelta. La menor, Rocío, como su madre, acaba de fichar como editora de una colección de Gastronomía en mi propia editorial y todo parece sonreírle.

Pero Rocío se nos fue. Una mañana, después de una noche agitada, se quejó durante el desayuno de que le dolía la espalda. No era demasiado, dijo, pero lo suficiente para estar en tensión. Desayunó sin ganas, se tomó un ibuprofeno y salió disparada, como todas las mañanas, al estudio gráfico al que le dedicaba más horas que al sueño. Me dijo que tenía entre manos el diseño de un stand para una empresa de transporte en el que pensaba resumir la historia de la compañía, desde sus primeros compases en un tranvía urbano que atravesaba la ciudad con ruidos de ruedas frenando en los raíles y campanillas anunciando a los viajeros llegadas y salidas. Aquella mañana, me dijo, tenía como reto conseguir un vagón de aquel tranvía para colocarlo en el centro del stand. Lo había localizado en un museo de Zaragoza y estaba dispuesta a ir hasta allí para incorporarlo a su idea.

Me besó brevemente, me hizo un par de recomendaciones sobre las niñas y salió como una exhalación. Delante de la casa la esperaba su coche, con aquel chofer, Fermín creo que se llamaba, que no se separaba de ella desde muchos años antes de que yo la conociera. Por la tarde regresó eufórica, había conseguido aquel vagón de Zaragoza y además gratuitamente, pero quejándose de la espalda. Por la noche despertó con aquel dolor que ya no la abandonó durante los últimos meses. Varias veces le dije que fuera al médico, que el ibuprofeno le destrozaría el estómago sin calmarle aquel dolor cuya causa era conveniente localizar. Pero estaba muy ocupada. Aparte de aquel stand alrededor del cual pivotaba su vida, tenía que organizar una exposición fotográfica de aquel fotógrafo asturiano, Guendy, y una muestra de manuscritos y documentos históricos que le había encargado la Universidad de Oviedo para celebrar no sé qué centenario.

Por fin, dos meses después, tras haber soportado todas las instancias del dolor y tras haber esquinado todas mis recomendaciones y reproches, la acompañé una mañana a la clínica que nos habían recomendado y donde una médica jovencita y con una sonrisa inmarchitable le hizo y mandó hacer todas las pruebas del mundo, entrando y saliendo de análisis y máquinas de mal agüero, hasta que ya a media mañana se sentó con nosotros, torció la amarga sonrisa que le afeaba el rostro y nos dijo que la cosa parecía grave, que no se arriesgaba a un diagnóstico final, pero que teníamos que acudir a una consulta con el oncólogo —en aquel momento Rocío se apretó contra mí y se aferró a mi mano— a ser posible aquella misma tarde.

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El oncólogo confirmó todos los temores que nos habían invadido en las últimas horas y Rocío falleció cuatro meses después, sacudiendo los pilares más asentados de mi vida y de la de mis hijas. Fueron luego meses de angustia familiar y de ajetreo mediático: todas las revistas, todos los programas del corazón inquirían datos y detalles de una vida que en los últimos años había ocupado muchas portadas y llenado páginas de la prensa con las evoluciones de su arte.

Cuando ya comenzaba a decaer el interés mediático, una tarde recibí la visita de Claudio Serrano, serio y con cara de preocupación. Tomamos café y, cuando íbamos por el segundo chupito de Cardhu, me soltó lo que había venido a decirme, lo único que no hubiera esperado de él y lo único capaz de empañar una amistad que, durante los últimos treinta años, había supuesto inalterable.

Claudio y yo nos conocimos en la Facultad de Letras, donde ambos estudiábamos Filosofía del Arte. Hicimos buena piña desde el principio, compartimos ilusiones e intercambiamos libros y revistas que entonces —aún no se había popularizado Internet— nos llegaban de Francia y de Italia. Terminada la carrera, yo monté esta editorial, hoy en pleno éxito, y él se decantó por el mundo del arte, con colaboraciones en distintas galerías y, con el tiempo, en algunos museos; y sobre todo, con críticas de arte en algunas publicaciones que le dieron fama y carisma. Claudio Serrano. Lógicamente yo le hice un hueco en algunos de mis proyectos y seguimos compartiendo actividades, comidas, bebidas y charlas hasta el amanecer al amor del güisqui que a ambos nos socorre en tardes, noches y madrugadas de reflexiones insomnes. Yo me casé con Rocío y él permaneció soltero. Lógicamente fue el padrino de mi primera hija, Fuencisla, y nunca se olvidó de traer un regalo para Rocío, mi segunda hija, cuando lo hacía para su ahijada.

Fuimos, pues, buenos amigos, los mejores amigos, hasta esta tarde en que el destino, en sus manos, me reveló que lo que parecía real era solo hojarasca del camino.

Claudio Serrano traía consigo dos manuscritos de mi esposa, Rocío, encuadernados en gusanillo y, digámoslo de una vez, envenenados de sinceridad a destiempo e innecesaria. El primero de ellos, muy breve, recogía los correos que Rocío le había ido mandando, casi todos los días, durante la duración de su enfermedad, desde que se le diagnosticó aquel maldito cáncer hasta su muerte. En ellos le decía a Claudio que revisara sus memorias —el otro manuscrito— y que las dispusiera para la imprenta con instrucciones para su publicación en una editorial de mi propia competencia.

Sus memorias, que pude hojear por encima y que Claudio Serrano me resumió —con lágrimas en los ojos, eso sí—, dejaban bien claro que Rocío y él habían sido amantes durante los últimos veinticinco años, es decir, desde tres años después de nuestra boda y que, si no se habían decidido a dar el paso de irse a vivir juntos y hacer oficial lo que era turbio y clandestino, fue por una cuestión meramente económica: los ingresos tanto de él como de ella habían sido siempre inestables, mientras que la solidez de mi empresa invitaba al doble juego.

Claro que lo que más me dolió, lo que me golpeó dejándome como a un boxeador sonado, fue conocer que mis dos hijas, Fuencisla y Rocío, eran en realidad hijas de Claudio Serrano: en la página 137 de aquellas memorias se reproducía el impreso de un laboratorio que, tras el oportuno análisis de ADN, lo certificaba sin lugar a dudas.

En ese momento, mientras Claudio Serrano se perdía en justificaciones, excusas e hipócritas peticiones de perdón —“A lo hecho, pecho”, le dije sin mirarle a los ojos—, me levanté, rellené mi copa y me asomé a la ventana.

—Puedes irte —le dije—, ya has cumplido tu compromiso con Rocío.

Salió sin despedirse, me imagino que atascado por las lágrimas, mientras yo miraba por la ventana, con el vaso de güisqui en la mano y sabiendo que no sería el último de aquella tarde. Lo vi caminando por la acera, alejándose de mi casa, distanciándose de mi vida. El muy hijo de puta. Mi mejor amigo.

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...tras haber soportado todas las instancias del dolor y tras haber esquinado todas mis recomendaciones y reproches, la acompañé una mañana a la clínica que nos habían recomendado y donde una médica jovencita y con una sonrisa inmarchitable le hizo y mandó hacer todas las pruebas del mundo, entrando y saliendo de análisis y máquinas de mal agüero.
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R on L ach
Foto:

Gloria Soriano

Cirugía Topiaria

Mamá no le tiene miedo a la cirugía. Hoy ha ido al hospital para una intervención. Antes de salir me dijo: conejito, pronto te tocará a ti, y me dejó en la mejilla un beso rojo, grande como sus labios. Mamá sabe conducir pero fue el jardinero quien se sentó al volante. Sin las botas de goma y el mono de trabajo parece otro. Le gusta que él la acompañe a estas cosas, dice que trata a las personas como si fueran flores y la hace resplandecer. Cuando se fueron entré en la habitación de mamá para verme en el espejo de la pared. Froté la mancha del beso y el carmín se extendió como un colorete. Me fijé en mis labios, eran finos, apenas una raya, y al mirarme de perfil comprobé que no tenía cola. Con el sol a la espalda, mis orejas filtraban la luz, y pensé en un murciélago de celofán con las alas desplegadas. En nada me parecía a un conejo. Tampoco a mi mamá.

Cuándo regresaron del hospital el jardinero continuó con la poda de los arbustos. Había un seto solitario con cuatro patas y un poco de cuello. Yo decía nombres de animales tratando de adivinar cual estaba oculto entre las hojas prietas. Aunque aquella forma no sugería un conejo, siempre lo incluía en mi relación. Él me respondía, ya veremos, ya veremos. Con sus tijeras todo era posible.

Desde que mamá estuvo en el hospital sus abrazos dejaron de ser blandos, me sentía aplastada por dos rocas que se le escapaban del escote. Solía ir con los botones desabrochados y la ropa ajustada. Sus amigas eran un continuo repetir: estás estupenda.

Las visitas admiraban tanto la cornamenta del reno de boj como el escultural cuerpo de mi madre. Ella lo mantenía a base de liposucciones, rinoplastias y otras maravillas. Segura de su belleza ya no requería la atención del jardinero. Él se quedaba recortando al reno las hojas que se salían de los límites. Yo asistía con pavor a mis propios cambios. El aroma mezcla del olor de las flores y de la piel de su cuidador, resultó ser un relajante y me volví adicta a los parterres.

Al cumplir los quince entré en el quirófano por primera vez para una reducción de orejas. Aunque intentaba esconderlas bajo el pelo liso, sobresalían como dos mariposones. No me daba miedo la operación, en eso me parecía a mi madre, y estaba harta de que se mofaran de mí. Regresé al colegio con las orejas pegaditas, recortadas y el oído atento a los halagos.

Al lado de mi madre, yo era una tabla desgarbada. No te preocupes, decía, en un par de años lo arreglaremos. Lo que más me urgía era ponerme tetas. En la fecha prometida ella estaba centrada en resolver sus problemas de patas de gallo y la reafirmación de los glúteos. Me pidió paciencia. Imposible, paciencia agotada, y acudí al micromecenazgo

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familiar sin desvelar mi propósito. Mi abuela fue muy generosa, para ella yo era perfecta y no me habría financiado de haberlo sabido. Me operé a escondidas de mi madre por miedo a que desviara la recaudación a sus propios fines. Quedaron de sobresaliente. A la nena le ha crecido el pecho, comentaba mi abuela. Los chicos de la pandilla también lo notaron. Me sentía orgullosa, pero mi felicidad no era plena, con un poco más de volumen en el trasero luciría mucho mejor.

Mientras tanto el reno, a la intemperie, seguía inmutable, y cualquier despeinado se arreglaba con un chasquido de tijeras. Mi madre, sin embargo, tenía muchos inconvenientes: el sol, el azúcar, la calima, el insomnio, la falta de ejercicio, la edad. Su mantenimiento era más aparatoso. Contemplar la figura arbustiva que dominaba el césped me hacía pensar en las ventajas de los vegetales, quería ser como la escultura verde. Con esta idea mi arraigo por los tratamientos se fortalecía.

Por aquel tiempo, el jardinero había iniciado la transformación de otro seto al que yo miraba como a un igual, los dos estábamos inmersos en un proceso evolutivo, pero del que recelaba. Había superado los días del conejito, el apelativo preferido de mi madre, y observaba la poda como quien mira a un modelo. Los avances iban confirmando mis sospechas. Yo también hacía progresos. Me remodelé la cintura, la espalda y el abdomen. Cuando el jardinero manifestó curiosidad (no sabía en qué me estaba convirtiendo) le contesté, ya veremos. De la última intervención, relleno labial, he salido con boca de pato. Él, que lleva semanas moldeando a Donald, me ha mirado con codicia. El pico se le resiste.

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Bram Stoker

Bram S toker .— Autor irlandés conocido por su novela de terror gótica de 1897 Drácula, una de las historias de terror más famosas e influyentes de todos los tiempos. La obra narra la historia del conde Drácula, un vampiro que se muda de Transilvania a Inglaterra para esparcir su maldición de vampirismo. Se ha adaptado innumerables veces en cine, televisión y otros medios.

https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/1730/Bram%20Stoker

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Las ruedas con neumáticos de goma traqueteaban desigualmente sobre los adoquines de granito. Reconocí vagamente las familiares calles grises y las plazas con jardines en el centro. Nos detenemos, y a través de la pequeña multitud en el pavimento soy trasladado adentro y arriba del pabellón de altos techos. Suavemente me levantan de la camilla y me ponen en la cama, y yo digo: “¡Que cortinas tan extrañas tiene usted! Tienen rostros labrados en el borde. ¿Son ellos sus amigos?”

El ama de llaves sonríe, y pienso que es una idea extraña. Entonces súbitamente se me ocurre que he dicho algo tonto, pero los rostros están todavía ahí. (Aún cuando me recuperé podía verlos bajo ciertas luces). Uno de los rostros me es familiar, y estoy justamente por preguntar cómo conocen al Fulano, cuando me dejan solo. Por horas y horas (me parece) nadie se me acerca. Al principio soy paciente, pero gradualmente una furia feroz se apodera de mí. ¿Acaso me he sometido a ser trasladado aquí tan solo para morir en soledad y sofocante oscuridad? ¡No voy a permanecer en este lugar; mucho mejor sería volver y morir en casa! Súbitamente soy llevado hacia arriba en una máquina alada, dentro del aire fresco. Lejos allá abajo e infinitesimalmente yace el “Nuevo Pueblo”, escondido a medias entre el humo brumoso; allá a lo lejos, claro y azul y centelleante, está el Fiordo de Forth: y más allá de la luz del sol las colinas de Fife son la vanguardia de los Grampianos. Solo un momento de puro éxtasis palpitante, luego el alma se hace añicos cayendo dentro del negro abismo del olvido (sostengo que el señor H. G. Wells fue parcialmente responsable de esta pequeña excursión).

Está luminoso nuevamente, pero ¿qué es lo que me impide ver la ventana? ¿Una mampara? ¿Qué significa eso? Una negrura de desesperación me aprisiona. ¡Todo ha terminado, entonces! No más alpinismo, no más vacaciones placenteras. Esto es el final de todas mis pequeñas ambiciones. Esto es, en verdad, la amargura de la muerte. Inmediatamente una enfermera se me acerca con una bebida fresca, y, haciendo un tremendo esfuerzo para parecer concentrado, le pido que saque la mampara. Se ríe y la pliega, cuando veo otra mampara opuesta ocultando parcialmente una cama. Entonces tengo compañía. (Esto fue un intervalo comparativamente lúcido.) ¡Qué extraño lugar para tener textos! Inmediatamente a la vuelta de la cornisa de la habitación. Y están constantemente cambiando también. “El Señor es mi Pastor” “Yo me levantaré”. Realmente esto es lo más irritante. No puedo terminar ninguno de ellos. ¡Si tan solo las letras se estuvieran quietas por un momento!

¿Pero qué es aquello de abajo? Es una ancha playa arenosa con el mar azul más allá. En el tope de un mástil en el frente hay una… ¿qué es eso? Sí, la cabeza de un hombre, por supuesto. (Era en realidad una bombilla eléctrica colgando la que de alguna curiosa manera había visto en posición invertida.)

—Hermana, estoy seguro de que podría trabajar en alguna espléndida historia. Por favor deme algo de papel y mi pluma fuente. Si no lo escribo ahora lo voy a olvidar.

(De hecho, cuando estaba convaleciente yo quise escribir no solo esta historia en particular, sino una narración completa de mis visiones. Por supuesto, no se me permitió hacerlo, ¡y ahora, que pena! Ha ido a reunirse en la gran compañía de las ideas magníficas pero aparentes que uno tiene en sueños.)

—Honestamente, Hermana, debo salir por unos momentos. El hombre está en gran peligro, y yo solo puedo salvarlo. Hay un complot desesperado contra su vida. Vive bastante cerca en una de las dos casas a cada lado de esta.

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La Hermana prometió fijarse en ello, y yo me recosté satisfecho solo a medias. Inmediatamente mi cama comienza a moverse ruidosamente. Pasa a través de la pared dentro de la siguiente casa. Habitación tras habitación es visitada, pero mi condenado amigo no está allí. Las otras casas son inspeccionadas una por una, sin resultado. Tengo la sensación de que está siendo secuestrado justo enfrente de mí para estar siempre en la próxima casa. La Hermana está detrás de todo este truco, estoy seguro. (Aquí comienza aquel absurdo rencor y sospecha sobre ella, el que me deja solo con mi delirio.)

—¡Oh, doctor, qué contento estoy de verlo! Realmente en un país libre es intolerable que no se me conceda un simple pedido como este, y también salvar la vida de un hombre. Puede ver por usted mismo que soy bastante sensato y lo digo en serio. Pruébeme.

El doctor pregunta qué día de la semana es. Yo respondo, a la manera escocesa:

—¡Oh, eso es fácil! Si yo soy el hombre que vino aquí el lunes, entonces es miércoles, pero si vine el jueves, entonces es sábado. Si usted me dice qué hombre soy, yo le diré qué día es hoy.

Superado por esta lógica, el doctor se da por vencido, pero sugiere un compromiso, el cual acepto. Consiste en que las cuatro casas vecinas sean traídas y ubicadas delante de mi cama, para que yo pueda asegurarme de ver y advertir a mi amigo en problemas.

—No, yo no tomaré whisky. Seguramente usted sabe per fectamente bien que soy musulmán y tengo prohibido beber alcohol. Usted no puede pedirme que viole los principios de mi religión

La Hermana me asegura que la bebida no es whisky, y acerca el vaso a mis labios.

Lo arrojo con horror al piso.

—Demonio en forma humana, que me tientas a la destrucción. Vete y déjame morir en la fe verdadera.

(Por supuesto no era whisky, sino algo de una naturaleza absolutamente opuesta. Semanas después, recordando el incidente, recordé haber leído casualmente una página o dos de una novela en la cual un mahometano es tentado a beber vino. No me causó ninguna impresión en ese momento, pero debe haber quedado registrado en algún lado.)

Inmediatamente la Hermana vuelve con otras tres enfermeras y una provisión fresca de la sustancia maldita. Tratan por todos los medios, desde el argumento, en el cual son vencidas de manera contundente, a la persuasión y fuerza moderada. Súbitamente resuelvo volar, y alcanzo en realidad la puerta de la habitación antes de ser sometido y devuelto a la cama. Luego se me pide que ponga mi dedo en la dosis y compruebe por mí mismo que no es whisky. En esta su gerencia veo la astucia maliciosa de la Hermana, entonces huelo el dedo húmedo, y triunfalmente insisto con que es whisky. Cuando dicen que son las doce en punto, y que estoy impidiéndoles ir a la cama, les contesto que no necesitan quedarse por mí, y, de todas formas, ¿qué significa eso para la pérdida de mi alma? Finalmente soy derribado, y el vaso es puesto contra mis dientes apretados. Ruego internamente por ayuda en esta espantosa situación extrema. ¡Veremos! Una idea brillante. Pretenderé que estoy muerto. Me pongo rígido y contengo mi respiración.

(Puedo recordar que no hice ningún esfuerzo adicional, pero luego me dijeron que la imitación fue fabulosa. Aún las enfermeras se alarmaron y llamaron al doctor. Tengo un oscuro recuerdo de su venida, y antes de darme cuenta de dónde estaba me inyectaron algo, que yo pensé que era el whisky, en mi brazo.)

Me senté en la cama, y los mire a todos con odio concentrado, luego me recosté, con mi corazón destrozado por mi forzada herejía, sollozando, sollozando. Estoy sufriendo por mi pecado. La Hermana me está apuñalando en el hombro con una daga candente (era una picadura de mosquito, y mi piel es muy sensible). Me duele por todas partes. Súbitamente me encuentro solo en un dolor chato y desierto. Estoy sentado con mi espalda contra uno de los pilares de piedra de un enorme portal cerrado que llega hasta el cielo. Enfrente de mí sucede un espectáculo cinematográfico de estupenda escala.

(No puedo recordar ahora mucho de él, pero la serie era larga y de un carácter espantoso. Debajo de cada escena había un letrero estableciendo el tema de la siguiente. Tenía la sensación de que no había ninguna escena, sino eventos reales en proceso de sucesión; aparte de eso, contestando una pregunta sugerida por una misteriosa voz podría llevar las series a un final, pero aunque conocía la respuesta, estaba absolutamente fuera de mi alcance darla. Inmediatamente a continuación de mi fallo en responder, de algún lado detrás de mí tronó un órgano y un coro de voces rompió en una canzoneta burlona, que incluía la respuesta apropiada, y también palabras de escarnio dirigidas contra mí. Hasta hace poco esta canzoneta frecuentemente me obsesionaba, pero ahora, me complace decirlo, he olvidado tanto la música como las palabras. Todo lo que sé es que era como una cantinela monótona, y totalmente desconocida para mí. Cuando la horrible canción terminó caí en un estado de autocondenación mezclada con una indefensa expectativa, la cual era tan patética como para movilizarme aún cuando pienso en ella.)

La escena es una de guerras y terremotos y montañas en llamas. Por debajo tiene las palabras “Fin del Mundo”. Tengo una visión de las innumerables miríadas de la humanidad arrodilladas en agonía al otro lado de la puerta. Un murmullo multitudinario explota en un horrendo alarido suplicando piedad. ¿Quién soy yo, Oh Dios, para que esta carga sea impuesta sobre mí? ¿Acaso soy yo el guardián de esa incontable multitud? No puedo contestar.

Aún si hablo, un escalofrío corta el aire, un delirio cata clísmico se me aparece, el órgano truena y el travieso coro comienza su torturante estribillo. No hay letrero por debajo de esta escena. La terrible música cesa, y la horrible escena ante mí se transforma en silencio. Pasa, y luego no hay más luz ni oscuridad. El desierto desaparece, el portal ya no está, la multitud infinita se ha ido como el rocío de la mañana, yo quedo en presencia de la nada. La toma de conciencia es aterradora; mi cerebro gira en espiral: el alivio debe venir; la naturaleza humana no puede soportarlo. Ah, gracias, Dios, estoy enloqueciendo, cuando desde alguna parte, pero no sé de donde, viene una leve risa burlona, una voz satánica dice “¡Vendido nuevamente!”, el órgano sube, el invisible coro canta nuevamente, y la serie completa de escenas comienza otra vez desde el principio. Por un momento la tensión se relaja, “Dios está en Su cielo” después de todo, cuando, como

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el estruendo del acero, la Voz pronuncia la pregunta incontestable. Oh, Dios, yo debo, yo hablaré. La respuesta, la respuesta es:

—¿Qué hora es, Russell?

(¡Russell era el enfermero nocturno, la necesidad de cuya presencia el lector a esta altura ya entenderá por completo!)

—Cuatro y media, señor.

—Bueno, debo levantarme para alcanzar el primer tren a Glasgow. Es un hecho de vida o muerte. Por favor, deme mis ropas.

Russell se esfuerza en apaciguarme con promesas de ir mañana, y demás, todo lo cual yo veo con una despiadada lucidez. Finalmente, amenazando con alarmar el establecimiento entero, soy envuelto en mantas, llevado a una poltrona al lado del fuego, y una mampara es colocada detrás de mí.

—Usted no puede alcanzar un tren, señor, antes de las seis y media.

—Discúlpeme, hay un tren a las 5.55, y yo voy a alcanzarlo. Por otro lado, ¿está usted seguro que la Hermana no está? Pensé que la había visto a la vuelta de la esquina de la mampara. ¿No? Entonces deme algo de soda y leche, y ¿tiene usted un cigarrillo por algún lado?

Russell naturalmente me negó tener cigarrillos, entonces, como él me contó luego, yo procedí a maldecirlo a él, a su familia, sus ancestros y descendientes juntos, con tal copiosidad y minuciosidad de dicción ¡que hablé sin parar durante hora y media! Me figuro que el señor Kipling es responsable por al menos la meticulosidad hindú de mis conminaciones. De todas formas, habiéndome dejado exhausto tal esfuerzo, con Russell diciendo que ahora había perdido el tren, y que mejor me volviera a la cama para esperar el próximo, yo accedí con gran sensatez.

Ese fue el clímax, y despertándome algunas horas más tarde de un pacífico sueño me encontré con que la crisis había pasado, y que estaba nuevamente tan sano como siempre. El primer libro por el que pedí fue el Progreso del peregrino, y tan pronto como se me permitió leer me dirigí al pasaje de cristiano a través del Valle de la Sombras. Había sentido antes que los demonios de Bunyan eran demonios de escenario, sus ciénagas y penas mero simulacro, los cómplices tales como Drury Lane generalmente se reirían con escarnio. Ahora estoy seguro de ello. La dificultad real, por supuesto, es hacerlo mejor.

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Laudelino Vázquez

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Acéptala, mamá

Vale, vale, vale.

Te respondo de antemano, porque casi te estoy oyendo «Este hijo mío, este hijo mío, este hijo mío». Te quiero, mamá. A pesar de lo que puedas pensar, te quiero mucho. Y por eso, prefiero que vayas desfogando con papá, que después de todo, repite desde que tengo uso de razón, que le encanta tu carácter. Que una pareja es complementarse. Y que él es tu complemento perfecto.

Y lo es. Sabe aguantar como nadie esas explosiones tuyas. Y sigue sintiendo ese cosquilleo cuando te mira (aunque estés callada), y le viene al recuerdo vuestro primer encuentro. Me lo ha detallado en tantas ocasiones que casi me parece haberlo vivido. Y he deseado que me ocurriera a mí más que nada en el mundo. «Que te guste, hijo, que eso dura toda la vida». Y vaya si me gusta, mamá. Casi ni puedo explicarlo.

Así que tranqui, mamuchi. Tranqui. Que te estoy viendo. Serena. Respira con calma. Eso es. Ya está, ya pasó lo peor. Después de todo, la idea fue TUYA. Tuya, madre, tuya. Si no me repetiste dos mil veces «a tu edad, yo ya había recorrido casi todo el universo conocido, pero esta juventud, estos independientes, no se despegan de la falda de mamá», no me lo repetiste ninguna. Tú insististe en que tenía edad, que reclamaba derechos, pero luego no asumía una sola responsabilidad. ¿Te dije que te quiero? Pues por si acaso te lo repito; te quiero, mamá. Mucho. Y te agradezco tanto las charlas que tuvimos en las que no había temas tabú, ¿te acuerdas? ¡Anda que no presumiste de relación con tu hijo!

Aunque no lo creas, tus ideas, «responsabilidad, decisión, independencia, pero sobre todo amor, hijo, sobre todo amor», me han influido mucho más de lo que yo hubiera imaginado, y han sido decisivas a la hora de tomar la decisión de mi vida. Porque esto es amor, mamá, Amor, en mayúscula. El amor. Así que doy por supuesto que te alegras mucho, y que no te enfadas por la tardanza, y que en lugar de llamar, te envíe este mensaje: Encontrar a la mujer de mi vida lo justifica, y, mamá, puedo asegurarte que he encontrado a la mujer de mi vida. Lo sé con la misma certeza que sé que ya has pasado por todos los colores del espectro, que es más que posible que a estas alturas ya no seas tú quien está leyendo, sino papá.

No soy torpe, y alguna aventura tuve. Y no necesité tu ayuda para encontrarles un pero: la que no era demasiado alta, era demasiado delgada, la que no era muy rica, era un poco lenta…, en fin. Pero esta… es mirarla y encendérseme las estrellas por dentro, quemar y morirme de frío a la vez. Es mirarla desde el éxtasis –no puedo mirarla de otra manera– y entrar en contacto telepático, sentir el chispazo que me pone en combustión. Es desesperada dulzura, ansia tranquila, agonía en cuanto dejamos de vernos: tenemos que tener mucho cuidado para encontrarnos sin provocar un pequeño cataclismo.

Tú me inculcaste que lo importante es lo de dentro, así que ahora no me vengas con monsergas ni problemas. Es pequeña, muy pequeña; como todos aquí, apenas me llega

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a la cintura. Y como toda la vida dijiste que yo era el cabezón de la familia −en todos los sentidos−, te parecerá, como me pareció al principio, que casi no tiene cabeza, pero es algo a lo que te acostumbras enseguida, porque unas cosas compensan con otras: los ojos, por ejemplo, en lugar de grandes y almendrados, son pequeños y redondos, pero el brillo de su mirada anula cualquier otro aspecto. Y las cosas que piensa, ¡ya verás cuando la conozcas! Cree en cosas sencillas y sublimes: la igualdad de las razas, la falta de apego a las cosas materiales de su mundo, el respeto por todos los seres vivos… Tenías que verla con qué esmero se aplica en el cuidado de su familia, con qué ternura habla con sus hermanos pequeños, cómo respeta a todos sus antepasados. Y cómo me quiere, mamá. Cómo.

Por eso doy por supuesto que te alegrarás tanto de verla cuando se venga conmigo. Y que la aceptarás el tiempo imprescindible hasta que encontremos la fórmula para instalarnos: le he dado ya mil vueltas al asunto y es imposible de otra manera. Yo no puedo quedarme en un lugar tan primitivo, no hay ninguna posibilidad de adaptación. No puedes imaginar en qué estado de miseria material sobreviven. Qué vestimentas usan, qué casas habitan, cómo se desplazan. Si te soy sincero hay momentos en que se hace imposible entender cómo ha podido crecer un ser tan maravilloso en un entorno tan hostil.

Es verdad que ellos parecen felices o casi, que aún se reúnen los unos con los otros, cantan a veces, bailan, se ríen, y que dan la sensación de no necesitar más. Pero sólo de pensar en las cosas que comen –seres vivos, mamá, seres vivos–, o comprobar la forma en que resuelven sus diferencias mediante la violencia, y hasta la muerte, que a veces llegan a ese extremo, eliminan cualquier resquicio para buscar la forma de adaptarme aquí. No te preocupes, no es el caso de mi Eva –así se llama–: ya le he explicado lo básico de nuestro mundo, y ha prometido hacer el esfuerzo que sea necesario con tal de seguir a mi lado. Incluido el de no comer animales. Sabe que no le resultará fácil adaptarse, pero también entiende que la tecnología puede servirle como apoyo, mientras a mí este primitivismo salvaje me asfixiaría sin remedio.

Está aquí conmigo, y quiere que te diga que hará lo posible por quererte y entenderte, que sabe lo difícil que será para ti aceptarla, pero no va a ser por falta de esfuerzo. Y que entiende lo complicado que será ver cómo los nietos que esperabas, puedan tener la piel de otro color, ser distintos al resto de los niños, pero el amor que nos profesamos y el que les profesaremos a ellos, nos ayudará a superarlo. Porque como repite una y otra vez , entre dos, la carga de las dificultades pesa mucho menos de la mitad y el premio de la alegría asciende a mucho más del doble. No me digas que no es para adorarla.

No sigo más, mamá. De momento no podrás ponerte en contacto conmigo, porque hasta aquí no alcanza la señal de comunicación: Que yo sepa, esto queda fuera de todos los destinos turísticos e incluso de las rutas marginales. Por lo que me cuentan, apenas un puñado de locos como yo pasaron antes por aquí; los suficientes para que me aceptaran con relativa naturalidad, pero lo bastante pocos para que creyeran que somos una especie de leyenda.

Seguro que me entiendes, porque soy hijo de mi madre, llevo su espíritu aventurero en los genes, y en cuanto me subí a la nave, me dije que nuestro sistema solar no deja de ser un lugar demasiado conocido, con demasiada gente verde, cabezona y que respira CO2: en una palabra, demasiado aburrido para un viaje iniciático. Así que puse rumbo a Orión, me aparté de las rutas oficiales a ver qué encontraba, y ya ves, en este mundo perdido, al que sus habitantes llaman «Latierra», encontré el amor.

Os quiero a todos.

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Porque esto es amor, mamá, Amor, en mayúscula. El amor. Así que doy por supuesto que te alegras mucho, y que no te enfadas por la tardanza, y que en lugar de llamar, te envíe este mensaje:

Monchu Calvo

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El camino real, por Gobezanes

El camino real, o de los casinos

Un día cualquiera en la collada de Arnicio, miramos hacia Piloña, levantamos la mirada y vamos a parar al pico Facéu, montaña vigía del camino Real que soca va sus estribaciones. Pensamos que otra de las riquezas en el entorno de Arnicio es tener en su cercanía el tramo mejor conservado del camino Real de Sellón o Facéu. En general, el trazado de este camino histórico se encuentra, a día de hoy, dividido y sepultado bajo carreteras. Entre La Casilla y el pueblo piloñés de San Vicente se encuentra el fragmento mejor tratado y respetado hasta la fecha. Se considera un camino de origen romano ya que este pueblo adecuaba trazados, en algunos casos prehistóricos, con contrafuertes, puentes, empedrados, etc. y solía buscar lugares de buena visibilidad, evitando valles angostos en los que pudieran ser sorprendidos por guerrilleros de las tribus autóctonas. Muchas de estas vías romanas pasaron a llamarse caminos reales porque los reyes, en épocas pasadas, cobraban los derechos reales a los que hacían uso de ellos.

La antigua vía comunicaba la meseta castellana con la costa de Asturias. Los pueblos leoneses de Lois, Burón, Acebedo, Lario, La Uña y Riosol (antigua venta y capilla) eran testigos de su paso. Al concejo casín entraba por el puerto de Tarna y realizaba el siguiente itinerario: Fuente La Nalona, Tarna, colláu Paréu, vega Baxu, Pendones, La Foz, Bezanes, Soto, carretera de Belerda, piscifactoría, puente romano, Campo de Caso, carretera hacia Infiesto, collada Moñu, Les Lleres, molín de Gobezanes, Go bezanes, collada de Arnicio, La Casilla, Frieru, La Llinar y las camperas del Sellón. Ya en Piloña, la venta de Pandoles, venta de Viñeru, y descendía por San Vicente y Lozana hacia Infiesto y después continuaba bor deando el monte Cayón con rumbo hacia Colunga y Villaviciosa. En Campo de Caso encontraba uno de los ramales principales que bajaba hacia Rioseco y Laviana y Oviedo, el llamado Camín de las Asturias. Otro descendía desde les camperes del Sellón hacia L’Omedal y Espinaréu.

Teniendo en cuenta que las comunicaciones en Asturias, provincia históricamente aislada por la dificultad geográfica, no explotaron hasta avanzada la mitad del siglo XIX y principios del XX, el uso de este camino fue ampliamente utilizado como via de comunicación sobre todo por mercaderes.

Empezaron llamándose “trajineros o trajinantes”, luego fueron “arrieros” y en tiempos más cercanos “carreteros”. Fueron los transportistas del pasado y uno de los gremios que empleó con más asiduidad los caminos reales. “Arrieros somos y en el camino nos encontraremos” es un dicho popular en alusión a este viejo oficio del que eran partícipes carros, caballos, mulos, burros, pellejos, tinajas, alforjas, etc. Arriería, como palabra, se deriva de arría que significa recua o conjunto de caballos destinado al transporte de mercancías. Es una voz que proviene del “arre” que se usaba para avivar el paso de los animales. Chema Argüelles escribe esta frase: “Los arrieros de Caso llevaban en sus reatas de

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caballos los productos de la comarca, en particular madreñas y quesos casinos, muy estimados en los pueblos de la montaña leonesa, así como nueces, avellanas y castañas”. Entre otros muchos usos, el camino era utilizado por los arrieros de la marina para llevar salazones, bacalao y sal desde Lastres, Tazones y Colunga hacia Castilla.

Puntos clave en la ruta eran las ventas o alberguerías, capillas y leproserías que se extendían a lo largo del camino.

En la collada Moñu existió una malatería. Las malaterías eran hospitales para el cuidado de enfermos de lepra (malatos o leprosos). Se decía que esta enfermedad había sido introducida por las legiones romanas, aunque posteriormente se arraigó por la deficiencia de higiene y alimentación. Las primeras malaterías debieron de ser fundadas como donaciones —era un acto muy grato ante Dios—, pero terminaron funcionando como un negocio más, ya que los bienes que entregaban los enfermos hacían que fuese rentable. Las malaterías dejaron de funcionar en el siglo XVIII debido a la reducción de la enfermedad. En el siglo XIII existen más de veinte malaterías documentadas en toda Asturias. Una de ellas es la de Moñu, que administraba el señor del coto de Orlé, y las más cercanas a ella son la de Tanes, de Comillera (Laviana) y Vallobal (Piloña).

A poca distancia la venta Les Lleres, conocida por algunos moldeadores, que allí realizamos alguna sesión fotografía con modelos. Es una preciosa casona asturiana, que data de 1700.

En Gobezanes tiramos hasta Arnicio, y de allí a Frieru, donde había una alberguería. El edificio tenía dos estancias cerradas: habitación y cuadra. Había un corral abierto en medio. La estancia en la que se dormía se llamaba “jelechal”. Todo transeúnte, peregrino, arriero, etc. encontraba techo y refugio de los animales salvajes además de evitar asaltos nocturnos de los ladrones. Según cuenta Guillermo Mañana en su libro “A la sombra del Tiatordos”, la venta de Frieru perteneció hasta 1383 a Rodrigo Álvarez de las Asturias, conde de Noreña, del que dice podía ir desde Noreña a su castillo de Lillo sin apenas salirse de sus tierras. Después el edificio pasó a manos de la Iglesia de Oviedo. En 1392, Enrique III la devolvió al conde D. Alfonso. Dos años más tarde pasa a propiedad de los reyes. Actualmente es propiedad del Ayuntamiento de Caso, que desgraciadamente ha permitido que se derrumbe.

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Manuel Aladro Bueres, el ultimo arriero. Gobezanes, 1970.

Venta de Frieru

La venta era administrada por un ventero que elegían los vecinos de Caso. En 1645, Gaspar de Caso toma el privilegio de nombrarlo, aunque él otorga a los casinos la propuesta de seis candidatos entre los que se elegía al ventero. La alberguería fun cionó hasta finales del siglo XIX. La apertura de la carretera Campo de Caso — Infiesto hizo que ésta perdiese su función anterior y pasase a ser de uso ganadero. También hubo en Frieru una iglesia parroquial, Santa María la Real de Frieru.

En La Llinar (topónimo derivado de la existencia de cultivos de lino en la zona) existía una alberguería que había sido construida por el cura del Tozu en el año 1766. En las camperas del Sellón quedan las ruinas de la ermita del s. XIV devoradas por la maleza. Era iglesia parroquial en 1385 y tenía cementerio. En ella se impartió clase a los niños de los pueblos cercanos. Aún hoy se pueden contemplar los restos de la edificación en la parte alta del camino.

En tierras de Piloña este camino discurría por el siguiente itinerario: ermita de Sellón (806 m), venta de Pandoles, Venta Viñeru, Llozana, Otero, Santianes, San Cipriano, Infiesto, puente de Triana, Entrambosmontes, vado de la Caña (puente desaparecido), Capilla de San Antonio del Robledal, Llanu Coya, El Llombón, La Llantada.

Esto es de manera somera el recorrido de este antiguo camino, al que poca atención se le presta, pese a la importancia que tuvo.

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Juan Depunto

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Entrevista a Andrés G. Ibáñez,

pintor, escultor y museólogo

Estamos en la casa—museo de Andrés García Ibáñez, en Olula del Río, de la cuenca del Almanzora, en la también llamada “comarca del marmol”, por la cercanía a Macael, donde están las famosas canteras que dan trabajo a tanta gente de esta zona. Andrés es un pintor con formación de arquitecto.

Su cronobiografía, tomada resumidamente de la web de su Museo (ver https:// www.museoibanez.com/), comienza en 1971, cuando nace. Su abuelo materno es José Ibáñez, artista renacentista. Con él y su abuela Francisca pasa los seis primeros años de su vida. Se inicia en el Arte bajo la tutela de su abuelo, consiguiendo aún en la infancia varios premios de dibujo, locales y provinciales. Su tioabuelo le regala una monografía de Goya y a partir de ahí éste se convierte en su modelo ideal a seguir.

En 1989 realiza su primera exposición en Almería y luego en Albox. También comienza, en la Universidad de Navarra, sus estudios de arquitectura que termina en 1997. De aquí en adelante continua con su obra pictórica que va exponiendo en diversas ciudades: Almería, Málaga, Granada, Pamplona, Huelva, Madrid, Barcelona, Londres, Melilla, Hagen (Alemania), Perpignan, y otras poblaciones, obteniendo múltiples premios como el “Castillo de Oro” por su denodada defensa del patrimonio almeriense y el “Cultura” del Valle del Almanzora.

Quiero destacar su ensayo sobre Goya (publicado en 1991), la decoración de la Basílica de la Esperanza de Málaga en 1992, su participación en la bienal de 1995 “Dos siglos de pintura almeriense” y la decoración de la nueva Catedral de San Salvador.

Entre sus series y obras expuestas están la de “Venecia 2002—2003” (retrato del poder corrupto y genuflexo, la doble moral de la sociedad veneciana y el carnaval), “Turba”, “Vanitas”, “Penitentes y Manolas”, “Retratos Reales”, “Art—Almanzora”, “Retablos”, “Naturalezas muertas”, “Los sofistas” y “Minitauromaquia”.

Realizó en Fines el monumento “Libertad” en contra de la violencia de género, escultura de 4,5 metros realizada en un solo bloque de mármol blanco de Macael. También en mármol esculpe el monumento “Rosquero y Carretillero”, en una plaza de Olula del Rio.

Tiene postgrado en Museología por la Universidad de Alcalá de Henares.

1. Tu primera exposición la realizaste muy pronto. Coméntamela y más cosas que te parezcan de interés en tu biografía.

Pues mira, la primera exposición realmente importante es la que tú has mencionado, la que hice con apenas 18 años, en 1989, en la sala que Unicaja tenía entonces en la capital almeriense, pero la primera primera no fue esa, la hice con tan solo 11 años en el salón parroquial de Albox, que de alguna forma, aunque yo estoy empadronado en Olula, soy albojense casi de nacimiento y de cuna porque mis 4 abuelos eran albojenses. La segunda es la mencionada del 89, que inicia mi trayectoria como artista en la sala donde en aquel momento exponían todos los artistas almerienses, porque era la única sala importante que había con un régimen seudopúblico; había alguna galería de arte, pero estas son comercios privados. La sala de Unicaja era en la que todos los artistas almerienses, estuvieran o no consagrados, exponían anualmente su obra; la sala se concedía 15 días a cada pintor y yo expuse en la misma sala en la que todavía exponían

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los pintores indalianos que eran en aquel momento los más notables de la provincia y allí me presenté en sociedad.

2. Hablando de Almería, cuando el Instituto de estudios almerienses te negó la beca para mejora de estudios en París (parece que solo apostaban a caballo ganador y se equivocaron...) ¿te resultó decepcionante o te estimuló?

A mí es que las adversidades siempre me han servido de acicate. Por supuesto que te afecta y te hace cuestionarte porqué, pero al final siempre me sirve un poco como de catarsis. Me han ayudado. Por eso yo me identifico plenamente con la dedicatoria que Cela puso en su último libro que decía textualmente “A mis enemigos que tanto me han ayudado”. (Risas). Lo de esa beca fue una negativa porque en aquel momento el Instituto estaba dominado por un sector, digamos, muy autoproclamado vanguardista y moderno de la cultura almeriense, y yo como desde mis inicios dejé claro que mi ámbito artístico—pictórico era el de la figuración y el realismo, pues desde ese momento me tacharon de antiguo, de académico, de obsoleto, de de... En concreto una de las personas que pertenecía a este tribunal que me denegó la beca es un pintor que en reiteradas entrevistas me atacaba y decía que yo era un artista obsoleto, que tenía una gran técnica y era muy virtuoso pero que mi pintura estaba completamente pasada y que era del siglo diecinueve. Entonces, en ese clima cultural fue donde yo empecé a dar mis primeros pasos, para que te hagas una idea.

3. Luego volveremos sobre esto. En 1996 inicias las obras de tu casa—taller—museo en Olula del Río que terminas un año después y que, tras ampliaciones, el Presidente de la Junta de Andalucía, inaugura oficialmente el Museo Casa Ibáñez en 2004 y se crea la Fundación Museo Casa Ibáñez, promovida por el Ayuntamiento de Olula del Río. Quedó inscrito en el Registro de Museos de Andalucía y todos sus fondos pasaron a formar parte del Patrimonio Cultural Andaluz. Me impresionaron mucho tus museos y más en esta zona. Como arquitecto, ¿los proyectaste tú? Sí, totalmente, sí. Digamos que todo el diseño de este complejo cultural es mío.

4. A finales del año pasado, Félix de la Concha publicaba en El País el artículo “Maldito realismo”, en el que exponía el rechazo al realismo por parte de la ortodoxia docente del momento, que le llevó a no poder licenciarse en Bellas Artes (BB.AA.). Hoy es un pintor muy afamado, precisamente en paisajes y la otra asignatura que le suspendieron. ¿Qué opinas de la enseñanza reglada en las facultades de BB.AA.?

Opino que ha llegado a un punto tal que se puede calificar de irrelevante. En esos momentos, la enseñanza de las BB.AA. no significa nada y no sirve para nada. Porque en términos generales, toda la parte de enseñanza de las artes plásticas tradicionales, en la práctica del dibujo y el taller, está ostentada por teóricos que están más en el arte conceptual que en el ámbito del respeto y mantenimiento de las expresiones tradicionales como la pintura y escultura. Los chavales jóvenes que tienen vocación y quieren ser pintores o escultores lo tienen muy difícil en las facultades de BB.AA., en la enseñanza reglada, porque no pueden acceder a ese conocimiento, ni tan siquiera a sus rudimentos básicos. Los talleres que, por ej., Antonio López y yo organizamos todos los años, en los que impartimos pintura del natural, de bodegón y desnudo, tienen una demanda enorme. Cientos de pintores y de aspirantes a pintores los solicitan todos los años, porque en la enseñanza reglada no encuentran un ámbito donde

poder desarrollar su inquietud y un camino donde poder aprender y entender el arte.

5. Como bien dices, has compartido docencia con el maestro del realismo contemporáneo Antonio López en estos territorios almerienses. ¿Crees que la Pintura/Escultura en BB.AA. ocupa el lugar que le corresponde en función del interés de la sociedad por ellas?

Yo pienso que no. Pienso que las facultades de BB.AA. se han vuelto más vanguardistas que la propia van guardia, a costa de implantar de alguna forma un sistema totalitario que impide formarse a la gente joven que quiere aprender el oficio de las artes tradicionales. Porque quedan muy pocos profesores en las facultades de BB.AA. que puedan llamarse pintores o escultores en el sentido tradicional del término, porque la mayoría de las cátedras están tomadas por artistas que están en el ámbito de la teoría más que en el ámbito de la práctica de las artes tradicionales. Y la teoría hoy va por el arte conceptual y otras formas de expresión artística que son totalmente legítimas y que van por el “happening”, la “instalación”, el “performance”, etc. El problema es que eso no se puede construir en base a destruir las formas de expresión tradicionales. Pienso que todo tiene que tener su espacio y lo que se está haciendo es anular, cargarse esas formas de expresión tradicionales dentro de los planes de estudios de la enseñanza reglada y me parece dramático que artes que son milenarias como la pintura y escultura no tengan apoyo institucional prácticamente. Y fíjate que no hablo ni siquiera de estilos, no hablo de abstracción ni de realismo, hablo de pintura y escultura, porque hay ya una parte importante incluso de pintores abstractos, que algunos son muy amigos míos, y se quejan de lo mismo, ya lo de pintar o esculpir es algo que pertenece al pasado.

6. Me interesa conceptualmente el Arte Contemporáneo, pero tengo muchas dudas sobre él. Tú y otros pintores realistas como Antonio López, fundasteis en 2007 “La gallina ciega”, denunciando la falsedad mercantilista en torno al Arte Contemporáneo y su falta de calidad. Y en 2013 vuelves a la carga con “La gran familia”, dentro del proyecto de “Los Putrefactos”, en el que lanzas una mirada sarcástica sobre el mundo del Arte Contemporáneo y los actores de su mercado. Oí a un crítico por Radio Nacional diciendo algo así como que el 85% de la obra de Picasso es una porquería y hay quien lo extendería al 95% de la de Miró. ¿Qué me dices de todo esto?

Hombre, todo eso tiene parte de verdad y parte de mentira. Hay que intentar formarse una opinión lo más equilibrada, ecuánime y objetiva posible. A mí me parece que, efectivamente, hay que redefinir qué es eso del Arte Contemporáneo, porque interesadamente, ha habido una parte del Arte Contemporáneo, de los artistas o de sus legitimadores intelectuales que llevan décadas apropiándose del término y estableciendo que contemporáneo es una determinada cosa y el resto no. eE ese sentido han sabido implantar una especie de régimen totali tario que discrimina entre lo que es contemporáneo según ellos (y además han conseguido apoyo institucional para ello) y lo que no es contemporáneo. Hoy, que precisamente estamos en un momento histórico desde el punto de vista artístico, en el

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que ya no hay reglas, en el que no hay movimientos artísticos y en el que lo importante es que cada artista tenga su mundo, independientemente del lenguaje en el que trabaje o del procedimiento técnico que emplee, hoy más que nunca hay que revisar todos esos conceptos porque estamos en el ámbito de la postmodernidad. Todo eso se ha hundido y en el resto de Europa y del mundo desarrollado son debates que o ya han pasado o están realizándose, pero en España estamos todavía (como siempre vamos por detrás) soportando y aguantando la tiranía, el dogmatismo y la intolerancia de este grupo de poder que se ha arrogado poseer la verdad sobre lo contemporáneo. Hay que redefinir ese concepto de lo contemporáneo y poner cada cosa en su sitio, porque hay mucho sinvergüenza y mucho impostor viviendo de la contemporaneidad en determinado arte concreto. Eso para empezar, y luego hay que redefinir desde el punto de vista de la historia del arte, de la historiografía, el concepto de modernidad y los contenidos de esa historiografía del arte moderno y contemporáneo. Lo digo en el sentido de lo que me decías de Picasso y no solo él, hay que retrotraerse un poco antes porque el germen de la historia del arte que se sigue impartiendo en la facultades de historia del arte y en los institutos y en toda la enseñanza reglada viene de una visión teleológica originada en Francia, es decir, lo parisien, desde el impresionismo, el postimpresionismo y el triunfo ideológico de las vanguardias nacidas de ellos es lo que ha perdurado con el tiempo. Para darse cuenta de que todo gravita y gira a través del arte francés y de ahí se expande según ellos al resto de Europa, de América y del mundo desarrollado, basta con coger una historia del arte escrita en Francia y se descubre esa impostura. Hay que redefinir también todo eso, porque en el momento en el que surgen las primeras vanguardias históricas, las mal llamadas vanguardias históricas que son el fauvismo, el cubismo y el expresionismo, que nacen casi al mismo tiempo, sigue existiendo la gran tradición de la pintura realista y naturalista europea. Y los artistas que triunfaban en aquel momento eran los pintores naturalistas. Lo que pasa es que con el paso de los años la visión de los teóricos, de los historiadores del arte, cargó las tintas en la importancia de esas primeras

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vanguardias porque acudieron de alguna forma a algo que no estaba visto que es la gran tradición plana de la pintura prehistórica y de la pintura tribal y digamos casi etnográfica de otras culturas, de otras civilizaciones antiguas. Sobre eso nace el mito de lo contemporáneo y realmente no es así, porque cuando Sorolla y otros, a principios del S. XX, eran considerados los pintores más importantes del mundo, Picasso estaba ya haciendo el cubismo. Lo que pasa es que después los historiadores del arte, y también los galeristas y mercantilistas que supieron colocar todas esas obras de arte de vanguardia en el mercado, coadyuvaron a que todos esos historiadores se tragaran su discurso e hizo que en pocas décadas Picasso fuese todo y Sorolla fuese olvidado. Todo eso hay que revisarlo, porque la historia que nos están contando de los años 50 en adelante y hasta ahora, es una historia manipulada, es una visión teleológica que tiene su origen en la supuesta modernidad del impresionismo, del postimpresionismo y de las primeras vanguardias todas surgidas generalmente en Francia y luego toda esa escena se sustituye a partir de los años 50 por la supremacía de los americanos con el impresionismo abstracto. Pero todo nace de esa visión parisien del arte contemporáneo y hay que erradicarla porque es mentira, es rotundamente falsa. Ignacio Zuloaga se murió en el año 45, cuando ya habían pasado todas las vanguardias históricas, y es uno de los grandes pintores de la historia de Europa. El historiador del arte tiene que tener un papel científico, estricto y objetivo, no puede tragarse cualquier manipulación y llevamos casi medio siglo de manipulación. Picasso era un gran pintor, pero es que Picasso hizo 80.000 obras, entre pinturas, esculturas, grabados, collages... Todo no puede ser maravilloso y lo es en determinados momentos, pero también es un artista desigual y tiene cosas que literalmente son mediocres y otras que directamente no valen nada.

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Le pasa a Picasso y les pasa a casi todos los artistas del s. XX. Lo que no se puede es santificar a uno a costa de denostar al resto.

7. En tu serie de 2002, “Venecia”, tratas sobre el poder corrupto. ¿Le añadirías algo tras los últimos casos de corrupción que hemos vivido en nuestro país?

No porque aquella serie era más bien una reflexión en dos ámbitos: uno de crítica al poder y el otro una reflexión sobre la estética y arte venecianos clásicos, en el sentido estricto de meta pintura, de pintura que habla sobre la pintura. Todo se circunscribe a la historia de Venecia y al arte y la cultura venecianas, que me sirve para criticar un aspecto de la doble moral del poder, extrapolable a toda la cultura de Europa, pero sobre todo, lo que ahí hay es una reflexión sobre la pintura del quattrocento y del cinquecento, adaptada a una visión contemporánea. Es meta pintura sobre la pintura de aquella época.

8. Firmaste un convenio con la Ciudad Autónoma de Melilla para la cesión gratuita, por diez años, de una parte de tu colección personal, con destino al Museo Ibáñez de Melilla. ¿Qué me dices de esto? Pues en estos momentos te puedo decir que el museo acaba de ser desmantelado. Hace exactamente una semana. Se acabó el contrato de la obra y la Ciudad Autónoma la ha devuelto porque el nuevo equipo de gobierno de la ciudad en los últimos 4 años no ha tenido ninguna dispo sición, no ya al diálogo sino ni siquiera a descolgar el teléfono y llamarme. Yo no he tenido ningún contacto ni con el nuevo alcalde ni con la nueva concejala de cultura y ellos me han devuelto toda la colección y se han quedado sin museo. Es así de fuerte, como te lo estoy contando. Desde hace una semana toda la colección está aquí. Más lo siento yo sobre todo por Melilla, porque no tienen ni un solo museo de arte y era una colección digna; en estos momentos no tienen nada, pero bueno, ellos sabrán qué es lo que quieren hacer. Son decisiones políticas que a mí se me escapan cuando yo desde hace 10 años la he mantenido sin cobrar un solo euro y no sé porqué no me han llamado, porque al anterior equipo de gobierno le dije que yo no tendría problema en renovar el contrato.

9. Has levantado el primer museo dedicado a un fotógrafo, Pérez Siquier, en España. Debes ser muy aficionado a la fotografía. ¿Cómo la relacionas con la pintura/escultura?

Mira, más que aficionado a la fotografía soy amante de la fotografía como forma de arte y de expresión, porque pienso que la pintura es pintura y la fotografía es fotografía. Desde que surgió la fotografía en el s. XIX

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son dos artes que se han influido mutuamente, se han contaminado y han andado ahí a la zaga o a la pelea algunas veces porque cuando surgió la fotografía quiso parecerse a la pintura para alcanzar su estatus como la forma de arte que tenía la pintura. Entonces surgió la fotografía pictorialista que es la que se realiza en todo el siglo XIX y sigue hasta bien entrado el s. XX. Luego, a partir de los años 40—50. la fotografía se emancipa y se declara como forma de expresión autónoma, sin necesidad de imitar a la pintura. Después los pintores se han ayudado de la fotografía, se han influenciado de ella, de la instantaneidad de la fotografía, sobre todo el impresionismo, especialmente la obra de Degas, y luego más tarde la de Sorolla y otros pintores naturalistas. En mi caso yo he admirado y admiro la fotografía que se emancipa de la pintura como forma de expresión artística y por eso desde hace unos años colecciono fotografía de autor española. Por eso y por mi gran amistad con Carlos Pérez Siquier, que como sabes falleció hace un año, que me acogió como si fuera su hijo y he tenido con él una relación prácticamente familiar, entrañable. Y llegó un momento en que llegamos al acuerdo de que había que hacerle un museo. Nos liamos la manta a la cabeza desde la Fundación (F. Ibáñez—Cosentino) y lo hicimos. Él nos cedió todo su archivo fotográfico. Pérez Siquier es el gran fotógrafo de la historia de Andalucía y yo diría que de la historia de España, porque es el padre de todas las fotografías modernas españolas. Para nosotros han sido un reto maravilloso y ahí está el Centro Pérez Siquier que es hoy por hoy el único museo de un fotógrafo que hay en España que trabaja de una forma solvente. Ha habido algún intento más, pero por ahora sigue siendo el único.

10. Dijiste al Diario de Almería que “el progreso es la realización de las utopías”. A la vista de tus museos hay en ti un gran progreso, ¿tienes alguna utopía más pendiente?

Bueno, muchas, muchas utopías. Esa frase no es mía, es de Oscar Wilde, pero yo siempre la he hecho mía porque me parece atinadísima. Tengo muchas ideas que me gustaría materializar y realizar pero al final todo en esta sociedad nuestra depende de encontrar la financiación necesaria para materializarlo y estoy, estamos en ello, porque este proyecto ya no solamente es mío, ya pertenece a la sociedad, hay mucha gente que participa de él, trabaja en él, y la sociedad espera mucho de él. Entonces sí, hay muchas cosas por hacer todavía y espero que las materialicemos.

11. Tienes un hijo de casi 22 años, ¿está siguiendo tus pasos?

No, 18 años. Ha empezado hace 15 días la carrera de Historia del Arte en Granada. Yo no le

he presionado nunca y él ha decidido estudiar eso porque le gustaba. Tenía dos posibilidades a elegir, arqueología o historia del arte, y al final ha optado por esta última desde su madurez y responsabilidad, porque se ha dado cuenta que aquí hay un importante legado artístico que conservar y mantener en el futuro y de alguna forma prepararse para eso es también necesario. Yo ni siquiera se lo he sugerido.

12. ¿Cómo te sientes ahora con lo que estás haciendo?

Pues bien, porque pienso que estoy en un momento de mi vida muy interesante, que tengo muchos proyectos personales como artista, muchos encargos importantes para este año y el que viene, y también veo que a mi proyecto cultural la sociedad lo ha adoptado como tal, lo necesita, lo admira y lo valora. Por lo menos una parte importante de la sociedad y eso para mí es un orgullo. Me doy cuenta que mi proyecto ya no es mío, pertenece a la sociedad y ese es el mayor triunfo.

13. ¿Me puedes anticipar alguno de tus proyectos que no sea secreto?

Estoy a punto de subirme a los andamios de una iglesia que es muy importante, la del Santuario del Saliente, en Albox, que es el tercer monumento en importancia de la provincia, porque voy a pintar las 4 cúpulas. Es un edificio precioso del s. XVIII, monumental, inmenso, y lo que es la iglesia tiene una cúpula y 3 ábsides que los voy a decorar por encargo directo del obispado. Voy a desarrollar el Apocalipsis, en concreto el Juicio Final y para mí, imagínate, es un reto enorme porque hacía muchos años que no hacía pintura religiosa y además en este caso tengo libertad absoluta; voy a desarrollar mi particular Apocalipsis, mi particular Juicio Final, desde una óptica contemporánea pero respetando la iconografía tradicional en un edificio que es de la época de Goya y para mí es un reto enorme. Es el encargo más importante que tengo ya, a la vuelta de la esquina.

14. ¿Quieres añadir algo más?

No, yo creo que está bien así. No, yo creo que está bien así. Estamos teniendo muchas visitas ultimamente, este verano, en el mes de agosto han venido casi 2.000 personas y desde que hemos empezado el programa de talleres para niños hay visitas de familias todos los fines de semana. Para estar donde estamos, que estamos en la periferia de la perferia, la verdad es que la expansión cultural que este proyecto está teniendo a nivel provincial y regional es más que satisfactorio.

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Manuela F. Cacao

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Foto: Alan Cabello

Contienda fraternal

Para que tu mano derecha ignore lo que hace la izquierda, habrá que esconderla de la conciencia.

Desde niños, los dos hermanos rivalizaban por el legado familiar. Disputaban por dirigir un dia el emporio.

Durante un incendio en la mansión, provocado por Kevin, Erik quedó encerrado en el vivero. Tras el cristal pedia ayuda a su hermano, pero éste, lejos de auxiliarle, reia. Kevin fue alcanzado por una viga y perdió su mano derecha, ya en el hospital insistió en que le implantaran la de su hermano muerto, su memoria se mantendría viva en él.

Este argumento escondia otro perverso: El iba a administrar la empresa y lo haría firmando con la mano diestra de su hermano. Había ganado la batulla final. Su precio sería no olvidar la cara de Erik pidiéndole socorro, pero era asumible.

Una noche se despertó en pánien. Se ahogaba. Su cuello estaba amoratado, parecía un intento de estrangulamiento.

No lo dudó su mano derecha era la del hermano, era evidente que aun muerto la belige rancia continuaba.

Rapidamente cogio con la mano izquierda un hacha que alzó para dar un golpe certero sobre su otra mano, pero el rumbo cambió y el arma se dirigió hacia su cuello. Solo la mano injertuda le hacía de freno, hasta conseguir retorcer la muñeca e inmovilizar a su simétrica. holigrafo y escribió:

Una vez ambas manos en posición de relax, meditabu Kevin lo ocurrido, cuando la mano derecha cogió un bolígrafo y escribió:

“No te resultará tan fácil, tu conciencia no te librará de ver mi cara pidiendo auxilio. Yo seré quien te quite la vida, no tú”.

Buscador de ideas ...

[Este relato responde a un reto organizado por el blog El Tintero de Oro: un relato de 250 palabras construido en base a una cita literaria a elegir.]

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Mike Reifman

Montañas de Rhyolite, lagos de cráter, áreas geotérmicas, campos de lava y ríos glaciares.

Islandia.

Paisaje en construcción

Las asombrosas características geológicas de Islandia son un re galo para los fotógrafos de la naturaleza. La isla es una de las regiones volcánicas más activas de la Tierra, donde se pueden encontrar casi to dos los tipos de actividad volcánica y geotérmica. Islandia tiene uno de los paisajes más singulares del mundo. La ira ardiente de los volcanes de la isla, mezclada con el movimiento de los glaciares helados que dan forma a la tierra, ha creado un paisaje espectacular e impresionante que es el sueño de todo amante de la fotografía. Los valles del Rift y los géiseres, las fuentes termales y las montañas de Rhyolite, las forma ciones columnares de basalto y los campos de lava, las áreas geotérmi cas y los cráteres lunares, los ríos y arroyos glaciales multicolores crean infinitas oportunidades para obtener imágenes impresionantes.

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David du Chemin

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Osos grizzly: grandes, hermosos y… ¿sin ruido?

Hay un argumento poderoso para fotografiar lo que te intriga, lo que amas o lo que te obsesiona. Hacer fotografías lleva tiempo, por lo que la curiosidad, el amor o la obsesión te sirven bien cuando tu mejor trabajo no exige fracciones de segundo o incluso minutos, sino horas, días o, en el caso de proyectos más largos, incluso años.

Los osos se han convertido en una obsesión creciente para mí. No sé de dónde viene o qué parte de mí tocan estos osos tan profundamente, pero no es diferente a la sensación que tengo en presencia de otras criaturas grandes como leopardos, leones, tiburones o ballenas. Tal vez sea la noción de algo más grande que yo, algo completamente diferente.

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Acabo de volver de otros diez días con los osos pardos a orillas del río Chilko. Convergen cada año en el otoño cuando los salmones llegan en cientos de miles (un millón este año) para desovar donde ellos mismos fueron desovados cuatro años antes. Esos salmones han pasado los últimos tres años en el océano y ahora han escalado 3,000 pies verticales para regresar aquí y garantizar que habrá la próxima generación, y luego mueren y devuelven sus nutrientes al agua, los osos y el bosque. Por su parte, los osos han venido a darse un festín y engordar antes de escalar las montañas cercanas y hacer su guarida para pasar el invierno a 8.500 pies de altura. Las hembras que se han apareado a principios de año dependerán de este alimento. Si alcanzan el 33 % de grasa corporal o más, quedarán preñadas a través de la implantación retrasada mientras yacen en sus guaridas, gestan durante sólo seis semanas y dan a luz durante el invierno. Cuando llegue el otoño, esos cachorros (conocidos como los cachorros del año) se unirán a su madre mientras les enseña a pescar y darse un festín con el salmón.

Entonces, el 28 de septiembre, cargué mi equipo en Lucy (¿recuerdan a Jessie, el Defender, y a Emily, el Jeep? Lucy es una Toyota Tacoma nueva para mí que recientemente se convirtió en mi nueva compañera de aventuras) y me dirigí hacia el norte, eligiendo mi camino. a través de las montañas costeras y los lagos alrededor de Whistler y Lillooet antes de conducir a través de los impresionantes Cariboo y Chilcotin, el follaje de los álamos en su clímax dorado, y finalmente al río Chilko, lleno de un millón de salmones rojos que parpadean bajo cielos azules. Es un lugar de una belleza tan salvaje que es difícil no hablar un poco al respecto.

Después de diez días de fotografía, conduje a casa con discos duros llenos de imágenes y un corazón y una mente llenos de recuerdos de osos nadando en aguas tan cargadas de reflejos que bien podrían haber estado nadando a través de pintura. ¡Y la luz! La luz de fondo, los reflejos y el color todavía me sorprenden días después mientras trabajo en las fotografías que tomé.

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Este último viaje marca el comienzo de mi segundo año con equipos de Sony. Llegué a casa un poco frustrado con los límites de mi equipo FujiFilm el año pasado, y final mente me admití a mí mismo que lo que funcionó tan bien en las calles no funcionó tan bien con la vida silvestre. La velocidad de enfoque y la disponibilidad de ópticas verdaderamente de clase mundial para Sony hacen que mi trabajo sea mucho más fácil (no necesariamente mejor; eso depende de mí).

Ahora estoy usando un par de cuerpos Sony a1 y principalmente tomando fotos con una lente 600/4.0, y aunque no soy un «hombre de equipo» como lo son algunos fotógrafos, casi me da vergüenza admitir cuánto me encanta esto. engranaje. Simplemente hace lo que debe hacer cuando lo necesito, y después de las frustraciones que tuve con FujiFilm, es refrescante poner la cámara en mi ojo y enfocar bien la primera vez, lo que significa menos sorpresas desagradables. Entonces, para aquellos de ustedes que me han preguntado recientemente si estoy feliz con mi mudanza, no podría estar más feliz. No me encanta la marca Sony (no es sexy como lo son Nikon o Leica), y no me encanta la ergonomía como me encantaban mis cámaras FujiFilm, pero el rendimiento está fuera de este mundo mejor para mí.

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Estoy fotografiando con valores ISO más altos ahora, no tanto porque mi trabajo con la vida silvestre ocurre en situaciones más oscuras (aunque a veces ese es el caso), sino porque las criaturas que se mueven más rápido exigen velocidades de obturación más altas (1/1000+) de lo que nunca necesité en las calles. (a menudo más cerca de 1/30 o más lento). Así que llego regularmente a ISO 6400, y aunque la idea de eso una vez me aterrorizó (todavía recuerdo el estrés de ir a ISO 800 en mis primeras cámaras digitales), ahora estoy mucho más relajado, pero no lo he hecho. Siempre he estado contento con los resultados. Introduzca DxO PureRAW 2.

PureRAW 2 es un complemento para Lightroom, aunque también se puede utilizar como producto independiente. Es un poco torpe de usar, pero los resultados son asombrosos. He estado un poco frustrado con mis propios esfuerzos para reducir el ruido y mejorar la nitidez en Lightroom, así que le pregunté a mi mejor amigo Jon qué usa y, como es mucho más inteligente que yo, decidí intentarlo. Te dejaré leer las reseñas en línea por ti mismo si te gusta eso, pero quería al menos alertarte porque honestamente estoy atónito por lo que estoy viendo.

Aquí hay una breve descripción general: importe sus imágenes, encuentre lo mejor de lo mejor y luego (aquí es donde se pone complicado) elija su imagen (o carpeta de imágenes) y vaya a Archivo> Complementos adicionales> Procesar con DxO PureRAW 2 . Luego aparece un diálogo, establece un par de preferencias (como el nombre que desea para los nuevos archivos) y presiona el botón Procesar. PureRaw 2 luego crea un nuevo archivo DNG con nitidez y reducción de ruido (y corrección de lente) para usted. También le cambia el nombre según su preferencia (agrego DxO al final del nombre de mi archivo), y luego lo coloca donde lo desea. Ahora puede procesar el nuevo archivo DNG como lo haría normalmente. Y si ya lo has hechohecho su desarrollo, digamos con años de imágenes antiguas que le gustaría limpiar, no hay necesidad de empezar de nuevo; todos sus cambios se pegarán en el nuevo archivo DNG.

Entonces, ¿qué tan bueno es? La reducción de ruido, la nitidez y las correcciones de la lente ocurren juntas y superan con creces mis propios esfuerzos. Probablemente ya sepas que no me emociona demasiado la nitidez de las imágenes. Si eso es lo que comenta la gente, entonces probablemente no estés haciendo fotografías muy interesantes. Pero si el ruido o la falta de nitidez se interponen en el camino de lo que podrían ser sus fotografías, entonces le digo que use lo que sea necesario. Tal vez llegué tarde a la fiesta en esta (la historia de mi vida), pero si nunca has oído hablar

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de DxO PureRAW 2, entonces échale un vistazo.(y sí, ahora funciona con archivos FujiFilm X—trans, de los cuales tengo miles y unos pocos que realmente se beneficiarán de lo que puede hacer PureRAW 2). Aquí hay un antes y un después de dos de mis imágenes que creo que muestran los resultados bastante bien:

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Foto con 10 con pie de foto: Arriba: A la izquierda hay una imagen de mi Sony a1 procesada con DxO PureRAW 2. A la derecha está el archivo sin correcciones, a la izquierda está el archivo más limpio. Esto se ve al 100%. Haga clic en la imagen para verla a tamaño completo en una nueva pestaña.

Foto 11 con el pie de foto: Arriba: La misma imagen de mi Sony a1 vista al 200%: la imagen limpia está a la izquierda, la versión «antes» está a la derecha. Haga clic en la imagen para verla a tamaño completo en una nueva pestaña

Foto12 con pie de foto: Y aquí hay un antes y un después de una de las imágenes que hice con mi Fuji X—T3 el año pasado porque sé que los usuarios de Fuji tienden a quedarse cortos con cosas como esta. La imagen anterior en este caso está a la izquierda, la versión procesada con DxO PureRAW 2 está a la derecha. Haga clic en la imagen para verla a tamaño completo en una nueva pestaña.

Para impresiones más grandes, esto cambiará todo y me hará mucho más feliz con las fotografías resultantes.

Por cierto, la gente de DxO no me reconocerían de nada, así que no voy a recibir ni un centavo por hablar de ello (pagué el precio completo de mi versión), y no recomiendo el producto tanto como decir: «¡Oye, mira lo que encontré!» Mi propia exploración de este complemento es muy nueva en este punto, pero hasta ahora estoy realmen te impresionado. DxO ofrece una prueba gratuita de 30 días aquí , y solo cuesta USD $ 129 para comprar. No es por exagerar, pero puede que sean los mejores $129 que he gastado en mis fotografías en mucho tiempo.

¡Disfruta de los osos! Me voy a Churchill, Manitoba, a fotografiar osos polares la próxima semana. ¡Tocaré la base cuando regrese!

Por amor a la fotografía.

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Arturo Vigil

En el número anterior de Luz y Tinta, Arturo Vigil nos sorprendió a todos con sus excelentes trabajos en el fondo del mar. A punto de cerrar este número, se encuentra en la Baja California buceando. S, seguro que pronto disfrutaremos de sus capturas fotográficas en el océano Pacífico.

En esta ocasión nos asombra con resultados espectaculares de aves en vuelo y alguna en reposo, pero fundamentalmente en vuelo, revoloteando, verdaderas acrobacias congeladas.

Cualquier día le pediremos a Arturo algunos consejos para aprender a fotografiar aves. Pues no solo de peces se alimenta su pasión fotográfica. Indudablemente al ver sus trabajos se observa que estamos ante un amante de la fotografía de aves también, y como si de un ornitólogo se tratara, lo que es muy seguro es que sus fotos harán las delicias de todos los que las miren.

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Neil Kremer

Los retratos basados en personajes y las escenas narrativas es el fuerte de estos dos fotógrafos. Las producciones grandes y complejas son donde prosperan, especializados en capturar momentos auténticos incluso en los escenarios más fabricados. Verdaderos colaboradores de corazón, formamos Kremer/Johnson para explorar nuestra visión creativa combinada. Comparten todos los deberes desde la ideación y la preproducción hasta el rodaje y la publicación. Juntos crean imágenes fijas y en movimiento para clientes editoriales, corporativos y publicitarios en todo el país.

Agencia parcial y lista de clientes: Visa, Chevrolet, DirecTV, ServiceNow, Ford, CBS, AT&T, Hulu, Root Insurance, Arnold Worldwide, Sanofi Genzyme Regeneron, JUICE Pharma, Heartbeat, Neurocrine Biosciences, Bulletproof, BBDO, Root Insurance, Applied Therapeutics, California Almond Board, Procter & Gamble, Tether, Porter Novelli, Kastner LA, Brookfield Properties, Evolution Bureau, Gnarly Head, Barefoot Proximity, Braun, Hormel, Joybird, Kong, Monterey Bay Aquarium, Terranea Resort, Moontide Media, Mythical, R&R Partners , Autoridad del Agua del Sur de Nevada, Decoded, USC, AYSO, Pangaea, Lenny & Larry’s...

Premios:

Ganador de los premios creativos Le Book Connections 2021

Fotografía americana 37, 36

Archivo de Lürzer Los 200 mejores fotógrafos publicitarios del mundo 2021—22, 2020—21

Premios internacionales de fotografía IPA: 2021, 2020, 2019, 2018, 2016

Anual de Fotografía de Artes de la Comunicación: 2021, 2019

Premios One Eyeland: 2020, 2019, 2017, 2015, 2014, 2013

Premios Internacionales de Color: 2020, 2019, 2018

APA fuera del reloj: 2020, 2018, 2017

Premios Nacionales APA: 2019

Premio Exposición PDN: 2017

Premios Lens Culture Portrait: 2018, 2016

Premios Lens Culture Exposure: 2018

Todo sobre la fotografía — Concurso de rostros: 2018

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Brice Gelot

Brice Gelot conocido como ‘’NSD51/50’’ es un fotógrafo callejero/documental nacido en Francia. Nació y vive en Dijon, Francia. Comenzó como artista autodidacta y tomó su primera fotografía en 2004. Luego viajó por el mundo y trabajó para algunas revistas y marcas. Hoy representada por galería de arte a nivel mundial. Sus fotografías reflejan la cultura de la calle, el graffiti, los tatuajes, las pandillas y el lado oscuro de nuestra sociedad con la pobreza. Brice fotografía el mundo tal como es, la verdad y la realidad de la ciudad a veces con un sentimiento poético.

Comenzó en 2004 utilizando una Canon A-1 aprendiendo fotografía cinematográfica con la necesidad de compartir historias, mostrar diversas perspectivas y formas de ver el mundo.

Obteniendo una sólida reputación por su estilo fotográfico crudo, Brice Gelot captura la esencia de la vida en la calle a través de su visión y usa su cámara para decir la verdad. Su trabajo ha aparecido en revistas y galerías de arte. Sus fotografías suelen reflejar la cultura de la calle, el graffiti, los tatuajes, las pandillas y el lado oscuro de nuestra sociedad. No está documentando como un extraño, sino que está inmerso en este estilo de vida.

Aparte de su pasión por la fotografía cinematográfica en blanco y negro, Brice también es escultor, su trabajo se reconoce principalmente por su bronce. El mensaje detrás de sus piezas puede oscilar entre la violencia y la paz utilizando como tema nuestra sociedad y la temporalidad de la existencia.

Continúa trabajando en varios proyectos a largo plazo y está disponible para encargos privados en todo el mundo.

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“Siempre me ha influenciado toda esta cultura. Me gusta mostrar el mundo tal como es, para mí nada es más interesante que la realidad. Entonces, desde áreas difíciles que nunca ven turistas hasta vecindarios pobres donde puedo encontrar caos, encuentro belleza. Dejo que la calle hable y solo documento lo que veo…” - Brice Gelot

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Fabeha Monir

Fabeha Monir es una periodista visual con sede en Dhaka que utiliza imágenes fijas, texto y video para brindar narraciones multifacéticas para clientes editoriales y sin fines de lucro. Sus clientes editoriales incluyen The New York Times, The Guardian, Stern Magazine, Der Spiegel, Elle Magazine, The Telegraph UK, NRC, Al Jazeera News, BBC News, Nido, Tagesspiegel, Kehitys-Utveckling magazine, Sueddeutsche Zeitung, Taz, Zeit Campus, The Chronicle of Philanthropy, The Sydney Morning Herald, The New Humanitarian, NRC Handelsblad, Icarus Complex Magazine, The Chronicle for Higher Education, Zora Magazine, etc.

Informa y fotografía regularmente para Bistandsaktuelt Daily News en Noruega como su corresponsal en Bangladesh, sobre temas de ayuda y desarrollo.

Ha sido comisionada por organizaciones sin fines de lucro como Oxfam, la Cruz Roja Británica, Action Aid, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), Traidcraft, Unicef UK, la Iniciativa de Mujeres Nobel, Water Aid, Christian Aid, H&M Foundation. , Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Fundación Bill y Melinda Gates, People of Asia for Climate Solution, Leprosy Mission, Action Against Hunger, Two Worlds Cancer Foundation, Every Mother Counts, etc. Es cocreadora de Virtual reality & Película documental Immersive Storytelling of Rohingya Refugees financiada por Davis Projects for Peace.

Su trabajo ha sido proyectado y exhibido en varios países, incluidos Grecia, Suiza, Canadá, República Checa, EE. UU., Austria, Alemania, Pakistán, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido. Siendo nativa de Bangladesh, tiene una amplia experiencia laboral en Bangladesh. Y experiencia adicional en informes en Nepal y Grecia. En 2016, trabajó en estrecha colaboración con la comunidad multicultural de refugiados durante la afluencia de refugiados en Grecia. Y más tarde, ha estado cubriendo la afluencia de refugiados rohingya en Bangladesh desde 2017. Tiene experiencia informando sobre emergencias como inundaciones, ciclones, incendios trágicos, terremotos, pandemia de covid-19, etc. Fabeha completó un entrenamiento de seguridad bajo el Departamento de Seguridad de las Naciones Unidas. y seguridad. Completó su curso HEFAT realizado por Silk Road, que ha sido financiado por ACOS Alliance.

Como fotógrafa humanista, cuenta historias centradas en las personas que exploran los temas del desarrollo social, la migración, la violencia de género y el exilio forzado en comunidades marginadas. Además del inglés, habla con fluidez bengalí, hindi y urdu.

Es miembro de Women Photography, Diversity Photo y The Coalition of Women in Journalism Sigue el código de ética de NPPA . y es apoyada por Visura y uno de los narradores de Native Agency.

Obtuvo su diploma de posgrado en periodismo visual en la Universidad Ateneo de Manila, Filipinas, en 2020. Es la ganadora de la subvención de fotoperiodismo Yannis Behrakis 2021 de la Fundación Thomson Reuters. Fabeha completó su programa de certificación de un año en el programa de fotografía documental y fotoperiodismo visual. en el Centro Internacional de Fotografía de Nueva York. Ahora está cursando una maestría en fotografía en la Universidad de Falmouth, Reino Unido.

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Exposiciones/Festival de Cine:

2022: “Fragile Constellations”, exposición colectiva en ICP, Nueva York 2022: “Eyes on Main Street”, exposición anual de fotografía celebrada en Wilson, Carolina del Norte.

2021: “The Female Side of The Moon”, Alemania 2021: “Eyes on Main Street”, una exposición fotográfica anual celebrada en Wilson, Carolina del Norte.

2021: Película sobre el cambio climático en la COP 26 para BBC NEWS 2020: ‘Shamima – Memory in My Heart’, NYC Short Documentary Film Festival, Nueva York

2020: “The Belt and Road Through My Village” Exhibición virtual en todo el mundo 2019: ‘Technology and Social Good Event’, Nueva York 2019: ‘We Are Not Afraid’, organizada por Nobel Women Initiative, Canadá 2019: ‘Exposition and Virtual reality Film’ en Ars Electronica Festival ,Austria 2019: ‘La exposición multimedia y multigénero’ en NEon digital art re@ct social Change, Reino Unido

2019: ‘Immersive Storytelling of Rohingya Refugees’, Pakistán 2018: ‘Rohingya Exodus’, MinistHer 2018, Nobel Women Initiative, Canadá 2017: ‘Change Your Shoes’, República Checa 2016: ‘Mobility’, Exposición colectiva en la Fundación APCD, Suiza Becas

Residencias/Programa:

2022: Becaria de la edición de mujeres, EE. UU

. 2022: ISEA 2022, Presentación del artículo completo inscríbase en el “Programa de fotografía documental y fotoperiodismo visual” en el Centro Internacional de Fotografía

2020: ‘Diploma de posgrado en periodismo visual’ en la Universidad Ateneo De Manila. Recibo de la primera beca femenina de Bangladesh

2020: Seleccionada para el taller de Eddie Adams, EE. UU

. 2020: Becaria de edición femenina 2020, Population Reference Bureau, EE. UU.

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. 2020: Receptora del curso de capacitación en seguridad en línea producido por Silk Road, financiado por ACOS Alliance

2020: Fotógrafo de perfil nativo Agencia 2019: ‘Premio Davis de la paz: para documental interactivo de realidad virtual’ del equipo de Ray LC del campamento de refugiados rohingya liderado por Anika Ullah, Fabeha Monir

2019: ‘Programa de tutoría fotográfica para mujeres’, primer aprendiz de Bangladesh 2019: Beca profesional de la Fundación Alexia ‘Preseleccionada’ Co -Dirigido: 2019: Película, ‘Shamima - Memoria en mi corazón’

Libros:

2022: “El año en que se detuvo el tiempo”, Scopioimages 2020: “The Belt and Road Through My Village” - Editorial con sede en Hong Kong 2020: “Aljazeera Stories” y “100 Photographs 100 stories” del Instituto Aljazeera 2019: “Alltag in der Hölle” publicado por Konstantin Flemig

Certificados de capacitación en seguridad y certificado obligatorio de la ONU Cursos:

2020: Primeros auxilios en entornos hostiles 2020: Supervivencia en conflictos de primera línea 2020: Viajes y seguridad personal

2020: Desastres y entornos extremos, terrorismo y desorden público

2020: BSAFE, Departamento de Seguridad de las Naciones Unidas 2020: Curso de las Naciones Unidas sobre prevención de Acoso, Acoso Sexual y Abuso de Autoridad

2020: Conciencia de Seguridad Cibernética Esencial 2020: Ética y Normas de Conducta, Curso de las Naciones Unidas 2020: Prevención del Fraude, la Corrupción y SEA en el Curso del PMA

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Las fotos de este mes

Trabajo en condiciones de servidumbre

Este mes las fotos no llevan texto, corresponden a su trabajo “Trabajo en condiciones de servidumbre” . En el nº 126, se publicó un adelanto de todos los temas fotográficos que se irán publicando en Luz y Tinta, bajo la supervisión de esta magnífica periodista visual, que es como se define a si misma.

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Atín Aya

Sevilla 1955—2007

Licenciado en Psicología por la Universidad de Granada, en 1981 comenzó a estudiar fotogra fía en el Photocentro de Madrid y a trabajar en los archivos y laboratorios de la agencia Cover. Tuvo por mentor al cofundador de la agencia, Jordi Socias. Volvió a Sevilla en 1982, donde trabajó como reportero gráfico y retratista hasta ir abandonando el fotoperiodismo para dedicarse de lleno a su obra personal.

Sus primeros trabajos, de carácter periodístico, le sirvieron para entroncar con el género do cumental deudor del maestro Cartier—Bresson. Su obra más personal, la mayor parte en blanco y negro, evolucionó posteriormente, detectándose en sus composiciones influencias pictóricas, con una utilización de la luz muy depurada, sin artificios, con gran atención a los detalles. entre sus prioridades temáticas destaca la curiosidad por las gentes, los ambientes y los modos de vida, en su caso particular del paisanaje andaluz. La última entrega de fotografías del autor se reunió, precisamente, en el libro de título Paisanos, publicado en 2010. A este grupo de fotografías había precedido la serie Sevillanos, terminada en 2001 y fruto de los retratos tomados durante 20 años a los vecinos de la capital andaluza —destacan aquellos en los que su objetivo se detiene en los quehaceres de las tiendas y talleres de la ciudad—, y su proyecto más reconocido, Marismas del Guadal— quivir (1991—96), premiado con la beca FotoPres. en él reflejaba las condiciones adversas de la vida diaria de los marismeños.

Trabajó para ABC de Sevilla, Diario 16 Andalucía, Cambio 16 y Panorama, entre otros medios, y fue parte del equipo de fotógrafos de la sociedad estatal para la Exposición Universal de 1992. Destacan las exposiciones de su obra celebradas en la Soho Photo Gallery de Nueva York, la Diputación Provincial de Sevilla y el Conde Duque de Madrid, esta última en el marco de PHotoespaña 2000. En 1990 recibió el Primer Premio FotoPres en el apartado de «Cultura y Espectáculos». su obra figura en las colecciones permanentes de museos e instituciones como la comunidad de Madrid, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid) o la Fundación Foto Colectania (Barcelona).

Publicaciones seleccionadas

Imágenes de la Maestranza, Sevilla, Real Maestranza de Caballería de Sevilla, 1996; Marismas del Guadalquivir, Madrid y Sevilla, Centro Cultural Conde Duque y Diputación de Sevilla, 2000; Sevillanos, Sevilla, Fundación Focus Abengoa, 2001; Paisanos, Sevilla, Cajasol Obra Social, 2010; Atín Aya. PHotoBolsillo, Madrid, la Fábrica, 2013.

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El Archivo General de Andalucía recibe la colección fotográfica de Atín Aya para su tutela y divulgación1

El depósito está compuesto por 2.335 negativos, contactos y diapositivas que superan los 70.000 fotogramas, así como material positivado en gran formato, listo para su exposición

El Archivo General de Andalucía (AGA), dependiente de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, ha recibido el depósito del archivo del fotógrafo sevillano Atín Aya (1955—2007), compuesto por 2.335 negativos fotográficos en diversos formatos, contactos y diapositivas que superan los 70.000 fotogramas, así como mucho material positivado en gran formato, listo para su exposición y su itinerancia. Incluye, además, artículos y estudios sobre su obra y las ediciones bibliográficas de sus trabajos.

El acuerdo de depósito voluntario, firmado por la propietaria e hija del fotógrafo, María Aya Orellana, y la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, supone el ingreso en Archivo General de Andalucía (AGA) del trabajo de uno de los fotógrafos españoles más relevantes del siglo XX. Entre su amplísima obra destacan las series ‘Marismas del Guadalquivir’ (1991—1996), ‘Cortijos, haciendas y lagares’ (1997), ‘Los andaluces’ (2002) y, ya editado de forma póstuma, ‘Paisanos’ (2010).

El depósito tiene una vigencia de diez años, prorrogables por iguales periodos de tiempo. La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico está a cargo de la tute

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Noticias Cultura. Junta de Andalucía
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la y la conservación de la colección a través del Archivo General de Andalucía (AGA), radicado en el Pabellón del Futuro de la Exposición Universal de Sevilla de 1992, y puede realizar exposiciones propias o en colaboración otras instituciones, teniendo la autorización expresa de su depositante, quien mantiene la propiedad.

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Atín Aya es un hito singular en la fotografía andaluza y española. Cursó estudios de Filosofía y Ciencias de la Educación y se licenció en Psicología por la Universidad de Granada. En 1981 marchó a Madrid para recibir formación fotográfica en la escuela Photocentro y trabajar en la agencia Cover, donde conoció a Jordi Socías, a quien siempre reconoció como su maestro. Su experiencia como reportero fotográfico en Sevilla le situó en la fotografía documental y le otorgó gran instinto para la toma directa.

A partir de 1986 compagina esta labor periodística con exposiciones en gale rías nacionales e internacionales, destacando las muestras en la Soho Photo Gallery de Nueva York, en la Diputación Provincial de Sevilla y en el certamen PHotoEspaña 2000 en el Conde Duque de Madrid. Su obra figura en las colecciones permanentes de museos e instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y la Fun dación Foto Colectania.

En 1987 realiza para el periódico Diario 16 una serie de retratos a pintores sevillanos de la vanguardia, encargo que supondrá un punto de inflexión en su trayectoria. Trabaja desde 1989 para la sede sevillana de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (UIMP) y, posteriormente, se incorpora al departamento de fotografía de la Exposición Universal de Sevilla de 1992. Entre sus galardones destaca el primer Premio Cultura y Espectáculo Fotopress

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Su trabajo, que incluye reportajes en San Salvador de Bahía, Volgogrado, Cuba, Perú y Marruecos, se centra en la realidad andaluza. La Real Maestranza de Caballería de Sevilla le encarga un estudio sobre el ambiente de la plaza de toros, que queda re-

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cogido en Imágenes de la Maestranza (1996). Un año después, la Fundación La Caixa le concede una beca que le permite completar la serie ‘Marismas del Guadalquivir’ (1991—1996), obra que refleja las duras condiciones de vida de los marismeños.

Atín Aya también participa en un proyecto de la Junta de Andalucía titulado ‘Cortijos, haciendas y lagares’ (1997) y en otro proyecto editorial y expositivo titulado ‘Los andaluces’ (2002). Fallece en su ciudad natal el 16 de septiembre de 2007 con va rios proyectos abiertos, entre ellos una serie sobre personajes de la ribera del río Tinto y una ampliación de su trabajo sobre los cortijos andaluces. En 2010 se edita su trabajo póstumo ‘Paisanos’.

Su fotografía se distingue por el acierto en las composiciones y el uso contrasta do de la luz y la sombra. Son instantáneas dotadas de una atmósfera misteriosa y silenciosa. Tras la riqueza en los detalles, la definición precisa y la elaborada composición, subyace una trama argumentativa. «Podría trazarse la hipótesis de que la obra de Atín Aya es un homenaje a aquellos modos de vida extremos, diferentes, no normalizados, cercanos y ajenos al mismo tiempo», se lee en uno de los acercamientos críticos a su trabajo.

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