Caminopropio Nº 18

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Diciembre 2009

Caminopropio Nº 18 Edición Digital Sumario:  El amargo sabor de la cizaña Por Jorge Coscia

 Educación, con un poco de represión Por Horacio Cesarini

 Manuel Ugarte, el profeta olvidado Por Roberto Bardini  La Perla Falsa Por Ricardo Bernal

Noticias en Caminopropio:  Brindis de Fin de Año de la Corriente Causa Popular  Impugnación a la Diputada electa Elisa Carrió  Presentación al Procurador General de la Nación  Presentación a la Cámara de Diputados de la Nación  Repercusión en los medios  Comunicado de RESISPER – Asociación de la Resistencia Peronista  ReVisión – Pensar con lo nuestro ¡Ya está en la calle el Nº 1!

En la senda de Man Jorge Abelardo

CORRIENTE CAUSA POPULAR En la senda de Manuel Ugarte, Arturo Jauretche, Jorge Abelardo Ramos y Juan Domingo Perón


El amargo sabor de la cizaña Por Jorge Coscia (*)

La Argentina enfrenta hoy, como tantas otras veces en su historia, una encrucijada en la que se define su suerte para las próximas décadas. Se enfrentan aquí diferentes modelos y perspectivas ideológicas que representan intereses contrapuestos. De éste y otros temas fui a hablar al programa de televisión “Le doy mi Palabra”, gentilmente invitado por su conductor, Alfredo Leuco. Durante el programa, José Eliaschev, habitual columnista, no me habló. Casi ni me miró mientras yo discutía con sus compañeros. No me trató como a un invitado, ni siquiera como a un adversario. Cuando, al finalizar mi intervención, me levanté con la intención de saludarlo, se retiró de la mesa y sin siquiera mediar palabra, salió del estudio. Curioso modo de hacer honor a los buenos modales y a las formas que diariamente le exige al gobierno. En cambio, sus compañeros de programa sí tuvieron la delicadeza de intercambiar ideas y saludos conmigo. Pero no fue la falta de caballerosidad de Eliaschev lo que me perturbó, sino la innoble, mezquina y mal intencionada versión que puso a circular sobre mi intervención de aquel día. Así se refirió a mis dichos:“El Secretario de Cultura de la Nación desmereció de manera grosera a Uruguay, cuando al querer replicar mis elogios a la admirable madurez democrática del pequeño país murmuró con tóxico despecho que Uruguay ha sido siempre una Colonia Británica y un país que expulsó a 600.000 de sus ciudadanos por no poder darles de comer” Y agregó, “Personajes como Coscia integran el gabinete ministerial de Cristina Kirchner que dentro de pocas horas debe ir a Montevideo a entrevistarse con el presidente electo José Mujica”. Para poner las cosas en su justo término, permítanme citar textualmente lo que dije: “Me parece muy bien tomar como ejemplo los mejores elementos que tenga el Uruguay, (pero) es difícil tomarlo (como modelo) para la Argentina, por la mera razón de que más o menos unos 600 mil uruguayos se han venido a la Argentina, como muchos pobres de América Latina en los últimos 30 años, y han sido recibidos como latinoamericanos (…) El modelo uruguayo, ¿qué ha sido a partir de la (caída) del Imperio Británico? Entra en una decadencia que es la que explica el fenómeno de los tupamaros en el 63, que están discutiendo no un modelo formal político, sino de injusticia social profunda que empieza cuando (…) el Imperio Británico desaparece el escenario del Río de la Plata. Entonces, ¿qué ocurre?, en Uruguay es difícil discutir si (es posible un país) agrícola o industrial”. En sintonía con la perspectiva histórica que quise ofrecer e intentando una reflexión más amplia sobre modelos de país, hice míos algunos de los argumentos de quien, a mi juicio, fuera el agudo pensador del Uruguay y la integración regional, el recientemente fallecido Alberto Methol Ferré.


Fue el inolvidable “Tucho”, quien nos explicó que el derrumbe de la hegemonía británica en el Río de la Plata puso en crisis el modo semicolonial en que Uruguay se había insertado en el mercado internacional, provocando la dramática expulsión de miles de uruguayos de su propia patria. “Ese Uruguay que se asentó sobre el Frigorífico está cerrando su ciclo cuando los frigoríficos extranjeros se retiran. Esta retirada no es más que uno de los últimos estertores de nuestra inclusión en el Imperio Británico que estaba preparada por las nacionalizaciones de post guerra. (…) Como era inevitable, ese cambio total de condiciones debía sentirse en todos los órdenes de la vida uruguaya. En la crisis de los partidos tradicionales, en la pequeña burguesía urbana, en los sindicatos.” (La Crisis del Uruguay y el Imperio Británico, 1958). Basta con comparar mis dichos textuales con lo escrito por el periodista para poner de manifiesto la mala intención, que además de difamarme, intentó tensionar las relaciones entre dos países hermanos, frente a la circunstancia del viaje presidencial. Lo que sostuve sólo puede escandalizar a los nostálgicos de George Canning o Lord Ponsomby y no ofenderá, estoy seguro, a los actuales herederos de Artigas que desde el gobierno oriental honran su memoria. A mí en particular, no me agraviaría que alguien sostuviera que males equivalentes también amenazan a la Argentina. Los efectos devastadores del modelo sojero agroexportador liberado de “los Kirchner” y sus retenciones condenaría a miles de argentinos a un destino de desempleo y de pobreza, cuya única salida (y para pocos) sería Ezeiza. Es de destacar la madurez democrática del Uruguay, pero hablando de toxicidad, es envenenado y de mala fe hacerlo siempre en detrimento de nuestra democracia y presentando a Argentina como la contracara defectuosa del país oriental. La actitud de Eliaschev se encuadra en una lamentable tradición de vieja data que, con la intención de difamar a sus adversarios, no duda en desinformar y tergiversar, incluso a riesgo de lesionar la relación con países hermanos. ¿Habrá confundido Eliaschev el sincero“ni vencedores ni vencidos” de Pepe Mujica al celebrar su victoria, con el cínico del General Lonardi al derrocar a Perón en 1955? Descarto esto, pero para confirmarlo propongo empezar por aceptar la mano de un entrevistado, respetando sus convicciones y argumentos, sin tergiversaciones que tengan el amargo sabor de la cizaña. (*) Secretario de Cultura de la Nación

El Uruguay como problema El libro de Alberto Methol Ferré se encuentra alojado en Internet, para el libre acceso de todo aquel que esté interesado en el mismo, en el siguiente lugar: http://sites.google.com/site/bibliotecaonlain/pdf Se puede leer online, o bajarlo a la propia computadora.


Educación, con un poco de represión Por Horacio Cesarini

Abel Posse asumió, en medio de un verdadero escándalo, el Ministerio de Educación del gobierno de Mauricio Macri. La lectura de su artículo, publicado en tapa de La Nación del día 10 de diciembre, muestra como la reacción frente a la pobreza y a la inseguridad, del autor de “La Pasión según Eva”, carece de compasión hacia quienes la sufren. No hay indicio de crispación (para usar un término tan de moda) con los responsables históricos de la tragedia, y por el contrario, termina criminalizando a las víctimas. El Ministro, en lugar de comprender al pueblo, a los maestros y a la “indisciplina juvenil” de los alumnos, comienza su gestión con una arrogante actitud racista que nada tiene que ver con los temas de educación, más bien con la mala educación. A Abel Posse le molestan los cortes de calle cuando los cortes de calle son provocados por el “vandalismo piquetero” o el “desborde lumpen” y exige represión y gatillo fácil para los pobres, que según su mirada, son los que viven en los límites de la ley. A los desocupados, los excluidos, los sin techo y sin esperanzas, el ministro responsable de la educación les advierte que “la democracia implica un riguroso orden” -parecido al de los cementerios- y que no “derramen por las calles su perfil agresivo”. ¿Qué actitud espera Posse de las víctimas del neoliberalismo? Propone reprimir para “garantizar la libre circulación de los ciudadanos y de sus bienes” como si no fueran ciudadanos los que viven con la inseguridad de la pobreza más miserable, con la inseguridad de no contar con los servicios básicos, con la inseguridad de un trabajo temporario cuando lo hay, con la inseguridad, en la municipalidad más rica del país, con hospitales que no curan y escuelas que no educan. Si el nuevo Ministro de Macri se tomó la molestia de explicarnos que reprimir es tan sólo “contener”, quienes actuamos y pensamos distinto al sensacionalismo informativo que sólo distorsiona la realidad, consideramos que debería “contenerse” a Martínez de Hoz y a Cavallo, destructores de la Argentina industrial, del pleno empleo y verdaderos hacedores de la inseguridad actual, para continuar imponiendo justicia y asegurar plenamente la vigencia de los derechos humanos. Abel Posse, la televisión y los diarios que magnifican los hechos, del mismo modo que las cartas que remitiera la doctora Carrió a las embajadas de potencias dominantes, desacreditan al país, dañan nuestra imagen y ofenden a los argentinos de bien.


Las consecuencias políticas de las escuchas ilegales a políticos, parientes de los muertos en la AMIA y de los propios parientes de Macri, que se realizaron desde el ministerio de Educación de la ciudad, recién asoman. El gobierno de Macri está en caída libre e, impulsado por un antikirchnerismo que lo ha cegado, Abel Posse se subió al avión en picada. Ha escrito lo que el diario de los Mitre quiere decir y lo que gran parte de sus lectores quieren escuchar. Es una verdadera desilusión leer del autor de “Los Cuadernos de Praga” que hay una “visión trostkoleninista” en “los guerrilleros que rodean a los K”, afirmaciones que podrían suscribir el “Fino” Palacios, Videla, Biolcatti, y porque no, Macri. Lo peor es que hasta Benjamín Menéndez cite el artículo en cuestión en su defensa de las torturas, las desapariciones y los crímenes de la pasada dictadura cívico-militar. Espías en Educación con promesas de represión obligan a preguntarse ¿Se podría compartir la titularidad del Ministerio de Educación con la Jefatura de la Policia Metropolitana?

Manuel Ugarte, el profeta olvidado Por Roberto Bardini

Es uno de los grandes personajes de Argentina y posiblemente de Iberoamérica en la primera mitad del siglo XX. En su época influyó en dirigentes de todo el continente, pero continúa siendo un gran desconocido en su patria. Nacido el 27 de febrero de 1875 en el barrio porteño de Flores, en las siguientes siete décadas su nombre se menciona poco en las noticias a pesar de su permanente actividad literaria y política. Fallece el 2 de diciembre de 1951 en Niza (Francia) y desaparece de los comentarios bibliográficos, las antologías y las librerías. Ugarte pertenece a una familia tradicional. Estudia en el Colegio Nacional de Buenos Aires, asiste al Jockey Club, practica esgrima, lee y escribe poesía. El escritor Pedro Orgambide recordó en 2003 que en últimos años del siglo XIX Manuel vive en París, “como correspondía a un rico, joven y culto caballero argentino, aficionado a las mujeres, al teatro y la poesía galante”. Lo describe como un bon viveur y dice que “nada hacía sospechar a los parientes y amigos el giro que tomaría su vida apenas se iniciara en la política”. Entre los amigos de Ugarte se cuentan Alfonsina Storni, Alfredo Palacios, José Ingenieros, Leopoldo Lugones, Manuel Gálvez y Ernesto Palacio. También trata con la chilena Gabriela Mistral, el uruguayo José Enrique Rodó, el peruano José Santos Chocano, el nicaragüense Rubén Darío, los mexicanos Amado Nervo y José Vascon-


celos, los españoles Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez y Pío Baroja, los franceses Henri Barbuse y Jean Jaurés; es decir, con los más destacados intelectuales de principios del siglo XX. Rubén Darío, Unamuno y Baroja le prologan sus primeros libros. Barbuse, director de la revista Monde, lo incluye en el comité editorial junto con Albert Einstein, Máximo Gorki y Upton Sinclair. Autor de treinta libros, la mayoría publicados fuera del país, Manuel Ugarte es un socialista criollo de la generación del 900 que impulsa la unidad hispanoamericana. Denuncia al imperialismo yanqui desde 1901 –por sus intervenciones en América Central y el Caribe– hasta el año de su muerte, por la guerra de Corea. A principios del siglo XX escribe: “Actualmente los grandes diarios nos dan, día a día, detalles a menudo insignificantes de lo que pasa en París, Londres o Viena y nos dejan, casi siempre, ignorar las evoluciones del espíritu en Quito, Bogotá o Méjico. Entre una noticia sobre la salud del emperador de Austria y otra sobre la renovación del ministerio del Ecuador, nuestro interés real reside naturalmente en la última. Estamos al cabo de la política europea, pero ignoramos el nombre del presidente de Guatemala”.

Hombre de barricadas En 1904, Ugarte asiste como delegado al Congreso de la Internacional Socialista en Amsterdam. Tres años después, participa en Stuttgart de otro Congreso de la IS, en el que participan Vladimir Ilich Lenín, Rosa Luxembugo, Jean Jaurés, Karl Kautsky y Gueorgui Plejánov. De 1910 a 1913, Ugarte recorre toda la América hispana, da conferencias y es aclamado en 20 capitales. Ya no predica el internacionalismo proletario sino la construcción de la Patria Grande, la gran nación iberoamericana. Es un socialista que rechaza trasplantar experiencias europeas: “El socialismo debe ser nacional”, dice en 1911. Al año siguiente escribe: “Bajo ningún pretexto podemos aceptar la hipótesis de quedar en nuestros propios lares en calidad de raza sometida. ¡Somos indios, somos españoles, somos latinos, somos negros, pero somos lo que somos y no queremos ser otra cosa!”. Agentes secretos de las distintas embajadas de Estados Unidos le siguen los pasos en Cuba, Santo Domingo, México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. Funcionarios diplomáticos norteamericanos le piden a las autoridades locales que impidan su participación en actos públicos. A pesar de todo, llena teatros y plazas, participa en manifestaciones callejeras, es orador de barricada y reúne a multitudes. Ugarte continúa su gira y llega a Bolivia. Pronuncia un discurso en La Paz, interrumpido por las ovaciones de un público entusiasta. El embajador estadounidense lo critica duramente y el


escritor lo desafía a batirse a duelo. Debe intervenir el representante diplomático para evitar el enfrentamiento.

La Patria y los ferrocarriles ingleses En noviembre de 1915, con su propio dinero, Manuel Ugarte funda en Buenos Aires el diario La Patria. Comienza una cruzada que hasta entonces nadie se había atrevido a encarar en Argentina: la denuncia del imperialismo inglés. El país es prácticamente una semicolonia británica, pero nadie parece percibirlo. A principios de 1916, el escritor analiza tempranamente uno de los factores que permitían la penetración económica de Gran Bretaña: los ferrocarriles. “Uno de los problemas que más nos interesa, fuera de toda duda, es el de la explotación de nuestros ferrocarriles por empresas de capital foráneo, cuyos intereses, de conveniencias motivadas por su misma falta de arraigo y su origen, son fundamentalmente opuestos a los intereses de la república”, escribe Ugarte. “Las empresas ferroviarias son todas extranjeras: capital inglés, sindicatos ingleses, empleados ingleses […]. Lleva la empresa noventa y ocho probabilidades de obtener pingües ganancias contra dos de obtenerlas… regulares; de perder, ninguna. […] Y este dato merece ser tenido en cuenta al ocuparse de los ferrocarriles como origen de nuestra atrofia industrial”. Asfixiado económicamente, el 15 de febrero de 1916 La Patria publica su último número. Ante la primera gran guerra europea del siglo XX, que muchos insisten todavía en denominar “mundial”, Ugarte propone la neutralidad. El diario dura menos tres meses en medio del boicot que le hacen los nacionalistas –que lo consideran socialista– y los socialistas, que lo ven como nacionalista. Más tarde, durante la segunda gran guerra europea, el escritor afirmará que mucho se habla en Iberoamérica acerca de las presuntas amenazas alemana y japonesa, pero nada se dice sobre el real saqueo británico y estadounidense. En abril de 1918, cuando se funda en Córdoba la Federación Universitaria Argentina (FUA), Ugarte es el principal orador del encuentro. Ese año se autoexilia en España y luego pasa a Francia. Retorna 17 años más tarde. En la década del 20, los principales líderes de la Revolución Mexicana le escriben a Ugarte y le agradecen su apoyo. Augusto César Sandino, el “general de hombres libres”, también le envía una carta desde Nicaragua, reconoce su respaldo a la lucha contra los marines yanquis y dice que lo ve como una de las figuras más importantes del patriotismo latinoamericano. Dos grandes dirigentes peruanos lo alaban: Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), lo considera el precursor de esta orga-


nización; José Carlos Mariátegui afirma que el escritor argentino es uno de las más prestigiosos personajes de América hispana.

El apóstol vencido En mayo de 1935, en plena Década Infame, Ugarte regresa a Argentina. El semanario Señales, del grupo FORJA, es el único periódico que informa sobre su llegada; la gran prensa lo ignora. En 1937, el escritor se va nuevamente del país. El patriota iberoamericano regresa a Buenos Aires en marzo de 1946, después del triunfo electoral del entonces coronel Juan Domingo Perón. “Más democracia que la que ha traído Perón, nunca la vimos en nuestra tierra. Con él estamos los demócratas que no tenemos tendencia a preservar a los grandes capitalistas y a los restos de la oligarquía”, declara. Y luego escribe: “Todos los presentimientos y las esperanzas dispersas de nuestra juventud, volcada un instante en el socialismo, han sido concretadas definitivamente en la carne viva del peronismo, que ha dado fuerza al argentinismo todavía inexpresado de la Nación. Ahora sabemos lo que somos y a dónde vamos. Tenemos nacionalidad, programa, derrotero”. El 31 de mayo, el historiador Ernesto Palacio lo acompaña a la Casa Rosada y le presenta al nuevo presidente, quien le ofrece el puesto de embajador en México. A los 71 años, es la primera y única vez que Ugarte recibe un reconocimiento oficial en su país. Pero los diplomáticos “de carrera” lo boicotean. Desinteligencias con el personal de la propia embajada lo obligan a regresar a Argentina en junio de 1948. Lo envían a Nicaragua, donde no se encuentra muy a gusto. A principios de 1949 lo trasladan a la representación en Cuba, donde persisten las intrigas de algunos funcionarios, y en enero de 1950 presenta su renuncia. Por problemas de salud, regresa a su casa alquilada en Niza. El poeta peruano Alberto Hidalgo, quien trata a Ugarte en los años 40, lo describe viviendo humildemente, como un proscrito: “Yo quiero llamar la atención de un país sobre este hombre, al que no puede dejarse perecer en la pobreza o en el olvido, aunque fuese, si no tuviera otros méritos, sólo por esto: por haber sido el apóstol de los ideales americanistas, por haber gastado su fortuna recorriendo nuestras repúblicas a fin de despertarlas y hacerles ver el peligro que las acecha. Y es por ello que, aunque la Argentina lo tenga olvidado, el nombre de Manuel Ugarte no morirá nunca en la conciencia de América”. En noviembre de 1951, Ugarte vuelve a Buenos Aires. Él mismo explica la razón del viaje: “No he pertenecido nunca al bando de los adulones y si hago ahora esta afirmación, si he vuelto especialmente de Europa a votar por Perón, es porque tengo la certidumbre absoluta de que alrededor de él debemos agruparnos, en momentos difíciles que atraviesa el mundo, todos los buenos argentinos”.


Poco después regresa a Niza. El 2 de diciembre de 1951 lo encuentran muerto en su casa. Aunque oficialmente se considera que la muerte fue “accidental”, en los medios literarios y políticos se presume que él mismo decidió poner punto final a su vida. Los suicidios de Horacio Quiroga en 1937, Alfonsina Storni y Leopoldo Lugones en 1938, y de Lisandro de la Torre en 1939 habían conmovido a Ugarte, quien afirmó que la suya era una generación vencida. La historiadora Liliana Barela no descarta que “exiliado, solitario, excluido y desilusionado, pudiera sentirse vencido y tentado a adoptar el camino que eligieron tantos compañeros que integraron su malograda generación”.

La conspiración del silencio Entre la obra poética de Manuel Ugarte se destacan Palabras (1893), Poemas grotescos (1893), Versos (1894) y Vendimias juveniles (1907). También es autor de narraciones cortas: Cuentos de la Pampa (1903) y Cuentos argentinos (1908). Dentro de sus relatos de viaje figuran Paisajes parisienses (1901), Crónicas de boulevard (1902) y Visiones de España (1904). Sus ensayos literarios incluyen El arte y la democracia (1905) y La joven literatura hispanoamericana (1906). Los textos sociopolíticos abarcan El Porvenir de América Española (1910), La Patria Grande (1922), El destino de un continente (1923) y La Reconstrucción de Hispanoamérica (1951). ¿Cuál fue el trato que recibió Ugarte en Argentina? A este auténtico polígrafo –autor de novelas, cuentos, poesías y ensayos– las autoridades universitarias le niegan una cátedra de Literatura. Los representantes de la cultura oficial también rechazan la propuesta de Gabriela Mistral –quien lo denomina “el maestro de América Latina”– para considerarlo candidato al Premio Nacional de Literatura. El Partido Socialista, de orientación liberal conservadora, lo expulsa dos veces, a causa de sus “desviaciones nacionalistas”. En 1910 se realiza un nuevo congreso de la Internacional Socialista en Copenhague, pero esta vez viaja el dirigente Juan B. Justo desde Buenos Aires, en lugar de designar a Ugarte que se encontraba en París. El diario La Nación comienza a rechazarle artículos. Sus libros El Porvenir de América Española, La Patria Grande, El destino de un continente y La Reconstrucción de Hispanoamérica, se editan en el país recién dos años después de su muerte, por iniciativa de Jorge Abelardo Ramos en la pequeña editorial Coyoacán. Ugarte muere enfermo y sin un centavo, lejos de Argentina. Poco antes, comenta: “En otras partes se fusila, es más noble”. ¿A qué se debe esta conspiración del silencio? En el prólogo a La nación latinoamericana, editado en Venezuela, Norberto Galasso da algunas claves: los representantes de la generación del 900, “a pesar de las enormes presiones, los silencios y los acorralamientos, han logrado hacerse conocer en la Argentina y en América Latina desde hace años. De un modo u otro, esterilizándolos o deformándolos, tomando sus aspectos más baladíes o resaltando sus obras menos valiosas, han sido incorporados a los libros de enseñanza, los suplementos litera-


rios, las antologías, las bibliotecas públicas, las sociedades de escritores, las aburridas conferencias de los sábados, los anaqueles de cualquier biblioteca con pretensiones”. Galasso señala que Ugarte, en cambio, “ha corrido un destino diverso: un silencio total ha rodeado su vida y su obra durante décadas convirtiéndolo en un verdadero «maldito», en alguien absolutamente desconocido para el argentino medianamente culto que ambula por los pasillos de las Facultades. No es casualidad, por supuesto. La causa reside en que, de aquel brillante núcleo intelectual, sólo Ugarte consiguió dar respuesta al enigma con que los desafiaba la historia y fue luego leal a esa verdad hasta su muerte. Sólo él recogió la influencia nacional-latinoamericanista que venía del pasado inmediato y la ensambló con las nuevas ideas socialistas que llegaban de Europa, articulando los dos problemas políticos centrales de la semicolonia Argentina y de toda la América Latina: cuestión social y cuestión nacional. […] De ahí la singular actualidad del pensamiento de Ugarte y por ende su condena por parte de los grandes poderes defensores del viejo orden”.

Muerto en vida En “Redescubrimiento de Ugarte”, publicado en febrero de 1985, Jorge Abelardo Ramos escribe: “[…] en la irresistible Argentina del Centenario, orgullosa y rica, el emporio triguero del mundo, no había lugar para él. No solamente porque, como decía Miguel Cané, escribir una página desinteresada en Buenos Aires equivalía a recitar un soneto de Petrarca en la Bolsa de Comercio, sino a causa de que Ugarte iría a desenvolver su vida contra la lógica de la factoría euro-porteña: era socialista, aunque criollo y católico; argentino, pero hispanoamericanista. Si bien es cierto que lucharía por la neutralidad en las dos guerras inter-colonialistas del siglo, debería hacerlo contra la opinión dominante del rupturismo demo-izquierdista favorable a las potencias democráticas; más tarde, asumiría la defensa de la industria nacional y de la clase obrera en un país agropecuario, librecambista y antiobrero”. El luchador social se había convertido en “un muerto civil” mucho tiempo antes de fallecer, apunta Ramos. “Sin el respaldo de un partido, de una capilla, de los grandes diarios o del orden vigente, ningún editor manifestó nunca el menor interés por publicar algún libro de Ugarte. Semejante maravilla se explica porque la formación del gusto público, en 1914 o en la actualidad, corría por cuenta de los intereses creados por la oligarquía anglófila y su dócil clientela de la clase media urbana, en suma, el cipayo ilustrado, que se cultiva a la orilla de los grandes puertos de la América Latina”. Ramos recuerda: “En noviembre de 1954, organicé una Comisión de Homenaje. Recibimos los restos de Ugarte en el puerto de Buenos Aires […]. Un silencio sepulcral reinaba sobre la República, en cuyo subsuelo toda la reacción conspiraba. Pugnaban por derribar a Perón tanto la agónica partidocracia democrática, como la izquierda cosmopolita y el nacionalismo puramente retórico de ciertos grupos de la derecha antiobrera. […] Enseguida organizamos en el salón Príncipe George un Funeral Cívico en su homenaje. Hablaron en el acto Carlos María Bravo, Rodolfo Puiggrós, John William Cooke y yo. […] A pesar de la tensión reinante, congregamos unas cuatrocientas personas. Salvo el presidente Perón, que envió un telegrama de


adhesión, ni el gobierno ni el peronismo oficial se hicieron presentes. Y, va de suyo, nadie de la «inteligentzia» llamada argentina. Soplaba un viento gélido y en el espíritu colectivo palpitaban sórdidos presagios. La contrarrevolución democrática estaba en marcha”. En el capítulo XII de Historia de la nación latinoamericana, Ramos dedica varias páginas al trágico destino de este luchador visionario y el silenciamiento sistemático de su vida y obra. Se transcriben sólo dos párrafos: “El irritado silencio que ha rodeado siempre a la figura de Ugarte no sólo es necesario atribuirlo al papel de «emigrado interior» del intelectual del 900 en las semicolonias, sino al «leprosario político» en el que la oligarquía y sus amigos de la izquierda cipaya recluyen a los hombres de pensamiento nacional independiente. A principios de siglo al escritor latinoamericano no le quedaba otro recurso que enmudecer o emigrar. Las pequeñas capitales de la nación «balcanizada», aún la más presuntuosa, como Buenos Aires, habían sustituido la función social del escritor con el libro español o francés. “[…] En 1945, cuando en la Argentina el país estaba polarizado entre Braden y Perón, Ugarte regresó después de muchos años de ausencia y estuvo contra el embajador Braden, al mismo tiempo que la inmensa mayoría de la intelligentzia argentina y latinoamericana se pronunciaba contra Perón. El coraje moral de estar contra los mandarines, ese coraje no le faltó jamás a Ugarte y esa es la razón del silencio profundo que envuelve su persona y su obra”. El artículo sobre Ugarte de Pedro Orgambide –el último que escribió antes de morir el 19 de enero de 2003– sostiene: “No fue profeta en su tierra. Es, aún, el gran olvidado del pensamiento político argentino. En cambio, sus ideas impulsaron la acción de hombres como el peruano Víctor Raúl Haya de la Torre o el nicaragüense Augusto César Sandino. Su nombre es citado con frecuencia en otros países de América latina; pocas veces en la Argentina. […] No gana plata con la política. Al contrario: por ella, pierde su fortuna. Y por su heterodoxia, se le cierran las puertas de la cultura oficial. […] Su figura disgusta a algunos sectores clericales y políticos por lo que cansado de pelear renuncia. […] Más retaceada es su influencia aquí, en el llamado «pensamiento nacional», y poco reconocida su incidencia en el origen de la «tercera posición» de nuestro país, en tiempos de la guerra fría”. Textos consultados Liliana Barela, Vigencia del pensamiento de Manuel Ugarte, Leviatán, Buenos Aires, 1999. Norberto Galasso, Manuel Ugarte, EUDEBA, Buenos Aires, 1973. Jorge Abelardo Ramos, Historia de la nación latinoamericana, A. Peña Lillo Editor, Buenos Aires, abril de 1968. Pedro Orgambide, “El largo viaje de Manuel Ugarte por América Latina”, Clarín, Buenos Aires, 26 de enero de 2003. Manuel Ugarte, La nación latinoamericana (compilación, prólogo, notas y cronología de Norberto Galasso), Biblioteca Ayacucho, Caracas, noviembre de 1978.


LA PERLA FALSA Por Ricardo Bernal Los grandes bancos internacionales y sus académicos de las universidades, medios especializados e institutos de investigación, fieles súbditos del Capital Financiero y promotores de la desprotección económica de los países débiles, vuelven a sorprenderse y a castigar al mundo. Los banqueros y entidades financieras internacionales, esencialmente prestamistas y usurarias, sonreían desde hace varios meses al comprobar que las medidas que las potencias económicas iban adoptando frente a la crisis mundial continuaban protegiendo sus negocios volátiles y sus posiciones de privilegio, a pesar de que ellos mismos habían generado ese hundimiento. Nuevamente las “fuerzas del mercado” se liberaban con permiso de los estados dominantes que las sirven. La más grave debacle económica mundial desde 1930, cuya manifestación más clara en Estados Unidos fuera la quiebra de Lehman Brothers, ya se veía como un fenómeno superado de estudio. El FMI anunciaba que la crisis comenzaba a quedar atrás y las bolsas de Europa y Estados Unidos, aunque no la Industria y los trabajadores del mundo, se preparaban para la nueva etapa festiva que llegaría inexorablemente. Sostuvimos en agosto de 2008 que el Capitalismo Industrial, al menos en los países que había reinado durante el siglo XX, estaba gravemente herido y el Capital Financiero era su agresor. Un nuevo hecho viene a confirmar esta afirmación. Uno de los máximos modelos referentes de las llamadas economías emergentes, el Emirato de Dubai, ha solicitado el 25 de noviembre de 2009 una moratoria hasta el 30 de mayo

de 2010 de la deuda de su holding Dubai World, que desarrolla proyectos inmobiliarios de lujo y exóticos, y que el mundo financiero promueve en el planeta como paradigma de ejemplo de crecimiento basado en la fortaleza de una economía libre, sin molestas restricciones al ingreso o egreso de capitales, impuestos o aranceles que desalientan la inversión. Dubai intentó reemplazar el papel de Beirut como capital financiera del mundo musulmán. El gobierno dubaití ha denunciado su imposibilidad de pagar más de 60 mil millones de dólares a los organismos financieros internacionales, la mayoría en este caso, británicos y suizos. Son testigos de esta decisión proyectos estancados en su construcción como Dubai Marina, con sus once kilómetros de muelles y condominios a lo largo de la costa; o Dubailandia, que anunciaba ser el centro de entretenimientos más grande del planeta, con seis mundos temáticos, o una mega ciudad de práctica deportiva que incluye un enorme cerro artificial para esquiar, o Hydropolis, el primer hotel submarino a construirse, o el Burj Dubai, el edificio más alto del mundo. Se repitieron las fórmulas mágicas neoliberales de ganancias enormes: Burbuja financiera, especulación inmobiliaria explosiva, créditos a grandes insolventes con pocas posibilidades de recuperación del Capital invertido, reducción dramática de la inversión industrial, alta desocupación, caída de la actividad productiva en Europa y Estados unidos, explotación de los pueblos del tercer mundo. Nuevamente aparecen conceptos que las naciones poderosas y el Capital financiero vuelven a repetir en busca de la máxima rentabilidad, agravadas por el hecho de que Dubai, posee una superficie de 4100 kilómetros cuadrados, equivalente a la superficie del Gran


Buenos Aires, con una población estable de un millón y medio de habitantes de los cuales solo tienen plenos derechos 300 mil ciudadanos. Es inevitable que en una ciudad-estado de superficie tan reducida, los proyectos constructivos se hayan orientado exclusivamente hacia el lujo, sin considerarse proyectos vinculados a servicios como autopistas o planes de viviendas para las clases medias. Nakheel , división inmobiliaria de Dubai World, constructora de la artificial Isla de las Palmeras, modelo neoliberal de obscenidad y ostentación de lujo a través de hoteles y mansiones, ha despedido a miles de empleados. En esta ciudad estado, protectorado británico hasta 1971, gobernado actualmente en forma despótica por el Emir Mohammed bin Rashid Al Maktoum con la anuencia de los gobiernos europeos y norteamericano “democráticos”, conviven la exteriorización impúdica del lujo y la explotación con condiciones esclavistas de obreros y trabajadores de la construcción, originarios de países pobres como Bangla Desh, Pakistán, Egipto o India, que trabajan seis días a la semana y hasta 18hs por jornada.

Entre otras grandes desigualdades, el empleador puede retener el pasaporte de estos trabajadores mientras los hacina durante años en remolques rodeados de alambre de púa sin agua corriente o cloacas, sin seguro médico y con temperaturas de hasta 49° C. Los hijos de extranjeros nacidos en Dubai siguen siendo extranjeros, y como sus padres, pueden ser expulsados del enclave cuando las autoridades lo consideren.

¿Qué sucede con la economía real del emirato? El petróleo se está agotando en Dubai, por lo que produce solamente 240 mil barriles diarios, que representa menos del 6% de sus ingresos, por cierto el único genuino. Comparar esta cifra con los más de tres millones de barriles diarios extraídos por la República Bolivariana de Venezuela exhibe la debilidad productiva del emirato. Se necesitarían tres años ininterrumpidos de producción petrolera dubaití para pagar solo la construcción de Dubailandia. Bajo la influencia y control británicos la especulación financiera se transformó en el 31% de la actividad económica del país, la actividad inmobiliaria en el 23% y el Comercio en el 16%. No hay actividad industrial, ni siquiera aquella vinculada al gas o el petróleo. Luego de anuncios optimistas del FMI que informaba que el Estado de Dubai garantizaría los 60 mil millones de dólares de deuda de Dubai World, el ministro de finanzas del emirato, Abdulrahman Al Sale afirmó lo contrario: “Los prestamistas deberían asumir parte de esta responsabilidad. Piensan que Dubai World es estatal, pero se equivocan”. Los demás emiratos y Arabia Saudita tratan de recomponer esta burbuja financiera intentando salvar del default a este enclave británico sin bandera, cuya única actividad productiva hasta antes de la segunda guerra mundial era la recolección de perlas. Por este incumplimiento en los pagos, los bancos británicos y suizos se cobrarán en cinco años más del 35% de la deuda original y solamente por el costo del rescate. ¿Prepararán un nuevo blindaje como el de Cavallo en 2001? Solo el mayor y poderoso de los emiratos, Abu Dhabi, podrá soportar la huida del Capital Financiero gracias a las enormes reservas hidrocarburíferas que posee.


Abu Dhabi, férreo aliado de Estados Unidos, impondrá condiciones por el rescate financiero que Dubai necesita, ya que este último recientemente asumió políticas no alineadas con la política de la Unión de Emiratos, como un tímido acercamiento hacia Irán. Cabe recordar que la distancia en el golfo Pérsico que separa a los Emiratos de Irán es equivalente a la existente entre Buenos Aires y Colonia y que viven en Dubai aproximadamente 350 mil iraníes. El mundo financiero ha gestado una nueva víctima, y demuestra que la recuperación del orden financiero mundial está solo en los anuncios de los gobiernos de las grandes potencias, temerosos de desprenderse del capital especulativo que ha desplazado a la industria estadounidense de su posición dominante mundial. Bush y Obama actuaron con la misma y peor receta monetaria al tratar de enfrentar la crisis en su país: La emisión de dólares sin respaldo para socorrer a bancos y fondos especulativos. De esa manera se ha ido devaluando progresivamente el dólar, lo que preanuncia un nuevo orden monetario.

DUBAI y ARGENTINA Los garúes argentinos del incansable neoliberalismo económico no dejaron de adorar la magnificencia hueca de Dubai. El establishment de las finanzas y sus aliados mediáticos presentaban hasta hace meses a este enclave de 4000 km2 con 2 millones de habitantes como ejemplo de desarrollo y seguridad frente a las conductas restrictivas, control y restricciones que el gobierno argentino aplicaba al capital especulativo Reclamaban y reclaman la necesidad de que Argentina no permanezca aislada, que vuelva al Mercado Internacional de Capitales, es decir, a la especulación financiera sobre los activos físicos, bancos y la Bolsa de Comercio, para enajenar con los fondos externos sus

recursos principales, que el año próximo solamente en soja significarán 19 mil millones de dólares. El 30 de octubre de 2008, señalaba La Nación “Un grupo de ejecutivos del Centro Financiero Internacional de Dubai (DIFC, según sus siglas en inglés) mantuvo encuentros en Buenos Aires con abogados, banqueros, holdings, empresarios de la actividad energética y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey. ….. Vinieron a promocionar el centro financiero…, y a seducir a empresas para que vayan en busca de fondos frescos a Dubai. .. ni siquiera la crisis financiera global parece ser un obstáculo en Dubai….El centro financiero es una jurisdicción separada e independiente de Dubai… es manejado por tres cuerpos independientes: una autoridad administrativa, una regulatoria y una judicial, a cargo de un lord inglés, sir Anthony Evans”. Según explicó sir Evans durante el encuentro con La Nación, todos los jueces son extranjeros y son nombrados por el sheik.” Y continúa “Las cortes del centro manejan los casos civiles, laborales y comerciales en dos instancias: un tribunal de primera instancia y una corte de apelación, compuesta por tres jueces”. En Clarín del 24 de abril de este año puede leerse: “Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) están pasando por un crecimiento económico asombroso en los últimos años, en línea con otros tigres asiáticos como China o India……. Los esfuerzos han empezado a dar sus frutos y EAU se ha consolidado rápidamente como un importante centro neurálgico para el comercio internacional, el turismo, las finanzas y los servicios”.

CRISIS y SUDAMÉRICA La realidad, a pocos meses de estas ofertas impúdicas, nos presenta un panorama opuesto.


Dubai, quizás la perla más preciada del mundo financiero británico se vuelve en minutos en una perla falsa, un pequeño pedazo de escombro poco apto para relleno sanitario. Crecen las deudas pública y privada de Rusia, Alemania, España, Gran Bretaña, Estados Unidos y hasta Japón, estimuladas por la recesión y el déficit fiscal creciente. La expansión monetaria sin respaldo del primer mundo, que ha dejado boquiabiertos a los economistas neoliberales, ha reducido la devastación en la industria y llevado alivio momentáneo a la economía estadounidense. El Capital Financiero intentará como en otras grandes crisis, que ese papel moneda casi sin valor de equivalencia sea volcado en el mundo semicolonial a través de préstamos usurarios a efectos de obtener los resultados que su propia crisis le impedirá obtener. A partir de la manifestación de la gran crisis de 2008, en junio de este año, Arabia Saudí, Bahrein, Kuwait y Qatar firmaron un acuerdo

para crear una unión monetaria con moneda común independiente del dólar o el euro y un Banco Central de la península. No es casual que los Emiratos Árabes Unidos se hayan opuesto a esta iniciativa. Este no ha sido un hecho distante o extraño. Es imprescindible frente a esta amenaza que Sudamérica avance en la decisión de definir la moneda única de la región, articulada por el Banco del Sur, revitalizando estas instituciones que languidecen en la maraña burocrática latinoamericana. En Sudamérica es tarea esencial de sus Estados continuar transitando el camino del desarrollo complementario agropecuario, industrial y energético, dejando que las culpas financieras las paguen los que las generaron. Y en ese derrotero, nunca olvidar que no debe preocupar a los gobiernos latinoamericanos que no ser considerados nuestros países por los inversionistas o usureros internacionales como mercados atractivos, es una ventaja.

Brindis de Fin de Año de la Corriente Causa Popular El jueves 10 de diciembre se realizó la tradicional reunión de compañeros y amigos de la Corriente Causa Popular para despedir el año y estrechar filas para el año del Bicentenario de la Revolución Latinoamericana. En un restaurante de la calle Solís al 1100 de la Capital Federal, en un agradable patio descubierto donde la noche se hizo más fresca y liviana, los chorizos y lomitos fueron celebrados por un centenar viejos amigos, compañeros de nuestro movimiento y de movimientos afines.


Entre las delegaciones de la CCP más destacadas estuvieron las de La Salada –Matanza- y del Zonal Norte. El primero en honrarnos con su presencia -llegó puntual cuando sólo éramos una decena de amigos- fue el Secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia. Se hicieron presentes viejos amigos como Luis María Cabral, la Subsecretaria de Defensa del Consumidor, Pimpi Colombo y Víctor Ramos. También estuvieron Christian Jenssen, de la Coalición por una Radiodifusión Democrática y Hugo Barcia, presidente de Faro de la Comunicación. Nos acompañaron Jorge Rachid y Alberto Lapolla, de Soberanía y Liberación, así como Beto Moscardi, del Partido de la Concertación, Juan Cruz Cabral de Peronismo Militante, Luis Rodriguez de Desafío Bicentenario, Roberto Bardini y Pepe Muñoz Azpiri, entre los tantos amigos que pasaron a saludar. El encuentro estuvo animado por la presencia de Mariana Domínguez, una excelente cantante de tangos, oriunda de Necochea, quien acompañada de su guitarrista nos ofreció un rico repertorio, que incluye temas propios. A los brindis, en primer lugar habló Jorge Coscia, quien ratificó su compromiso político, ideológico y militante con las enseñanzas de Jorge Abelardo Ramos y la Izquierda Nacional. Se definió, en ese sentido, como un hombre del peronismo y de lo que llamó, con gracia, la Pan Izquierda Nacional, así como amigo de todas las carpas que luchan por consolidar y profundizar este proceso político que lidera Cristina Kirchner. Comprometió su gestión en la tarea de librar una batalla cultural por la emancipación nacional y la unidad continental. A continuación habló el Secretario General de la Corriente Causa Popular, el compañero Ricardo Bernal, quien recapituló las luchas, los logros, las dificultades y los errores del año que termina, planteando un optimista panorama político y económico para el 2010.


Finalizó los saludos el compañero Presidente de nuestra corriente, Luis Gargiulo, quien celebró la presencia y las palabras de Jorge Coscia, dichas desde la alta responsabilidad que le compete. Hizo una exposición de las dificultades políticas del próximo año y la necesidad de ampliar, política y socialmente, la base de apoyo al gobierno nacional. Al terminar, brindó por este segundo Centenario de la Revolución de Mayo que encuentra al país embarcado en un duro, pero rico, proceso de democracia, liberación y unidad latinoamericana.

Raúl Dargoltz

Hugo Barcia, uno de los ganadores del sorteo de libros de Jorge Abelardo Ramos

Durante el transcurso de la reunión, llegó la luctuosa noticia del fallecimiento del querido compañero Raúl Dargoltz, fundador de la Izquierda Nacional en Santiago del Estero, en los ahora lejanos días de la década del 60. El compañero Julio Fernández Baraibar hizo conocer la desgraciada noticia pidiendo a los presentes que Raúl fuese recordado con la alegría, el entusiasmo y la voluntad de vida que caracterizó su personalidad hasta el último momento. En efecto, Raúl Dargoltz fue un hombre de una desbordante vitalidad y de un inquebrantable optimismo. Sus múltiples actividades -fue docente, investigador, periodista, dramaturgo, director teatral, político y hasta novelista- se convirtieron en un polo de expansión política y cultural en su provincia. Su tierra natal y sus coprovincianos se enriquecieron espiritual y moralmente con su despliegue e iniciativa. Tuvo lugar en la primera fila de todos los movimientos que, en Santiago del Estero, intentaron y lograron romper la hegemonía del juarizmo y su explotación del atraso y la miseria. Y no sólo eso, sino que se hizo tiempo, después de los hechos, de contar en novelas las jornadas vividas. Para nuestro movimiento, la partida de Raúl es dolorosa porque fue un compañero de cuarenta años de lucha. Pero también nos deja un hueco militante que será difícil llenar. Quizás sus discípulos, sus alumnos y sus amigos santiagueños ayuden a llenar ese vacío.

Adhesiones Desde todas las provincias de la Argentina y de países hermanos llegaron saludos de compañeros y amigos que no se pudieron hacer presentes. A continuación transcribimos el saludo de los compañeros mendocinos y enterrianos:


Mendoza, 10 de Diciembre de 2009 Queridos compañeros: Nos hubiese gustado estar en ese brindis fraternal y militante en Bs As. Pero desde La CCP de Mendoza les hacemos llegar nuestros mejores deseos de fuerza, capacidad y lucidez militantes para Uds. y nosotros y que de esa manera podamos afrontar el año de lucha que se avecina. Que en él lo hagamos con la dignidad de los hombres y mujeres de la primera hora de la Patria Grande Latinoamericana. Para ustedes estos versos pertenecientes a Alfredo Zitarrosa, en la canción “Décimas de saludo al pueblo argentino” "No hay cosa más sin apuro, que un pueblo haciendo la Historia. No lo seduce la gloria, ni se imagina el futuro. Marcha con paso seguro calculando cada paso. Y lo que parece atraso, suele transformarse pronto, en cosas que para el tonto son causa de su fracaso. A no apartarnos de la huella... ¡Salud compañeros! Adolfo Marengo - Juan Melis - Alfredo Caferatta Corriente Causa Popular Mendoza - La Izquierda Nacional Paraná, Entre Ríos - Diciembre 6 de 2009 Compañeros/as: Nos gustaría estar allí. Nuestra energía con Uds. en la construcción del Proyecto nacional y latinoamericano. Saludos entrerrianos! Marcelo Faure - Antonio Jaime - Lucía Blanc Centro de Estudios Históricos Arturo Jauretche




Repercusión en medios:

Piden que Elisa Carrió no asuma como diputada "por traición a la patria" Es por la carta que envió a las embajadas de gobiernos extranjeros. Un grupo de legisladores pidió la impugnación de su diploma. Mientras en el Congreso de la Nación se ultiman detalles para la jura de los nuevos diputados, hoy los legisladores de la Nación y las Comisiones de Asuntos Constitucionales y de Petición, Poderes y Reglamento de la Cámara Baja recibieron un pedido de impugnación del diploma de Elisa Carrió, electa diputada en las últimas elecciones legislativas. A juicio de los aproximadamente ochenta firmantes del petitiorio, Carrió habría cometido el delito de "traición a la Patria" con la carta que habría enviado a las embajadas de gobiernos extranjeros en nuestra Capital. Entre otras consideraciones, se sostiene que “el envío de supuestas „graves consideraciones‟ a potencias y países extranjeros que afectan a la Argentina, a la Presidenta de la Nación, al Poder Judicial, a gobernadores, senadores y diputados nacionales, a funcionarios, dirigentes sindicales y de movimientos sociales y ciudadanos argentinos (...) encuadra en la figura de delito de traición a la Patria, pues menoscaba la independencia e integridad de la Nación Argentina (Art. 215/222/223 y 227 del Código Penal)”. El petitorio cuenta con la firma, entre otros, de Horacio Cesarini, Julio Fernández Baraibar, Luis Alberto Gargiulo y Federico Bernal, dirigintes de la Corriente Causa Popular, y de Jorge Rachid, Hugo Barcia y Carlos Benítez, conocidos dirigentes de peronismo de la Capital. Según los peticionantes, el pedido presentado en la tarde de hoy contaría con el apoyo de algunos diputados del Frente para la Victoria y de otros sectores independientes de la Cámara de Diputados. Fueron mencionados, entre otros, el diputado Julio Piumato por la Ciudad de Buenos Aires y el diputado Luis Ilarregui de la Provincia de Buenos Aires.


Reportaje en AM 1110 – Radio de La Ciudad Por Julio Fernández Baraibar Hoy a la tarde recibí un mail de una señorita que se presentó como productora del programa de Gustavo Mura y después de preguntarme si yo era el Julio Fernández de Causa Popular, me preguntó si podían hacerme una nota. Obviamente le dije que sí y le di mi celular. A eso de las ocho menos cuarto de la noche, suena mi celular en el medio de un concierto y se trata de la arriba mencionada productora que me informa que habla desde Radio de la Ciudad y si me pueden poner al aire para hacer una nota con el ya mencionado Gustavo Mura, Le digo que sí, me retiro del concierto y espero. Al ratito escucho la voz de un señor de unos treinta y pico, a lo sumo cuarenta y pico, de años, que con cierta displicencia me interroga sobre la impugnación a la jura de la diputada Carrió. Le explico de que se trata, le explico lo que es el delito de traición a la patria, tiificado en nuestro código Penal y no mucho más. Me interrumpe para preguntarme que es Causa Popular. Le explico con paciencia que se trata de un movimiento político vinculado a la tradición de la Izquierda Nacional y a las ideas y acción de Jorge Abelardo Ramos. Me responde algo como "ah, sí" y continúa interrogándome sobre si nos hemos presentado a elecciones y cuántos somos y cosas así, propias de un comisario de Villa Lugano un viernes a la noche. Con paciencia le sigo explicando que sí, que en distintas alianzas nos hemos tratado de presentar en todas las elecciones que hemos podido, con suerte varia y que así es la política. Considerando a esta altura que yo era una mierda que estaba abusando de su tiempo y de su selecta audiencia, me interroga, una vez más, sobre si un pequeño grupo como el mío se sentía con derecho a impugnar a una diputada elegida por el pueblo. Le respondo que mi pequeño grupo no ha impugnado a nadie. Que quienes lo han hecho es un grupo de unos ciento y pico de ciudadanos argentinos y que lo han hecho, precisamente, a título de ciudadanos argentinos,que es, por otra parte, como se hacen estas impugnaciones, al no existir una personería política que permita hacerlo en nombre de ella. Y que la denuncia de un posible delito no es sólo un derecho, sino un deber de todo ciudadano honrado y que ame a su patria. A esta altura el grébano ya está molesto, irritado y no sabe cómo sacarme de quicio. Entra ayudarlo su copiloto, cuyo nombre afortunadamente he olvidado, quien me pregunta si ya hemos hecho antes este tipo de presentaciones. Le respondo que, por fortuna para nosotros y la Patria, nunca antes nos habíamos encontrado frente a la posible comisión del delito de traición a la Patria. Me dice, entonces, que lo que me quiere preguntar es sí es la primera vez que enviamos cosas a la prensa. Le respondo que semanalmente enviamos comunicados y declaraciones haciendo conocer nuestros puntos de vista, pero que nunca, como esta vez, tuvimos la suerte de que dos importantes diarios los publicasen. No obstante ello, publicamos periódicos, escribimos en internet y tenemos libros publicados. Es decir que no somos desconocidos. Desconcertado, el palurdo me dice que él no sabe eso, a lo que le respondo que, efectivamente, ese es el problema, su ignorancia. Reaparece en su ayuda el primer interrogador quien me pregunta que opino de lo de ayer. Le digo que no entiendo la pregunta, si me la puede explicar porque no sé a que se refiere. Me explica que qué me pareció lo ocurrido ayer en el Congreso -como si ello tuviera que ver con mi denuncia d traición a la Patria, que en su memoria y preocupación ya había quedado completamente olvidada-. Le doy una explicación y me interrumpe para interrogarme que qué opino del gobierno. Le explico con toda la paciencia del caso y me vuelve a interrumpir para preguntarme que qué pienso de las estadísticas del Indec. Comienzo una explicación y me vuelve a interrumpir para interrogarme sobre si no me di cuenta que el gobierno perdió las elecciones. Le explico que el gobierno no "perdió" las elecciones sino que se convirtió en la primera minoría y me vuelve a interrumpir para que le hable sobre economía. Comienzo a explicarle que la estatización de las AFJP permitió que la Argentina sintiera la crisis internacional de manera muy aliviada y ya en tren provocativo afirmo apodícticamente que la economía está muy bien, a lo que recibo la siguiente increíble e insolente respuesta: "la suya estará bien". Ignora el pelmazo que tengo un juicio de desalojo de mi departamento por falta de pago, y le contesté que, lamen-


tablemente no es así, que mi economía personal es muy mala, no así la del país que avizora un 2010 prometedor y tranquilo en el plano de la economía. Ya desbordado, el patán me dice que cómo puedo decir eso con los miles de desocupados que se han movilizado en estos días pidiendo planes porque se mueren de hambre. Hasta ahí llegó mi amor. Interrumpiéndole le pregunté desde cuando en la radio de Macri se preocupaban por los piqueteros y los planes sociales. "Esta no es la radio de Macri" me respondió airado el zopenco. Le expliqué que no se engañara, que sí lo era, a lo que comenzó a hablarme de los pobres jubilados que se mueren de hambre. Le expliqué que habían tenido aumentos y que estaban cobrando un aguinaldo que implicaba el ingreso al consumo del orden de mil quinientos millones de pesos. A esto recibí la siguiente e insòlita respuesta: "Pero es por una sola vez". A ello le pregunté si él prefería que fuese por ninguna vez. A esta altura los salamines estaban arrepentidos, no de haberme llamado, sino de haber ido al programa. Me despidieron y les agradeci la conversación. Para quedarse con la última palabra el zoquete alquilón me dijo que me parecía la radio de Macri que me dejaba hablar. Ya para romper le pregunté si estaba arrepentido de haberme llamado ya que me hacía esa pregunta. Su reportaje no es algo para ponderar, más allá de las gracias que ya le he dado, le dije. Simplemente les interesó en algún momento mi denuncia acerca de que la señora Carrió era traidora a la Patria. "Mire Baraibar, me dijo, mejor terminemos acá". Y colgó.

También la noticia fue publicada por los diarios: Edición del Lunes 30 de Noviembre de 2009

Edición del Lunes 30 de Noviembre de 2009


COMUNICADO:

Asociación de la Resistencia Peronista Personería Jurídica Nº 367/98

RESISPER Tenemos el agrado de informar a compañeras y compañeros que el Senado de la Nación, el 25 del pasado mes de noviembre, aprobó la inclusión en los beneficios de las leyes 24.043 y 24.411 a los militantes de la Resistencia Peronista desde 1955. Buen número de sobrevivientes de la Resistencia Peronista, todos hoy de más de 70 años de edad, con muchos superando los 80 y aun los 90, fueron protagonistas de la gesta popular del 17 de octubre de 1945, cambiando el rumbo de la historia. En especial, muy en especial, queremos recalcar, junto con nuestro mayor reconocimiento, que la sanción del Senado, como ocurrió en forma similar antes en Diputados, salió sin ningún voto en contra y solo una abstención. El gesto de nuestros parlamentarios prueba el anhelo y posibilidad cierta de unir a los argentinos. Cuando la Patria está en peligro, como en esta crisis mundial provocada por las finanzas internacionales, debemos y podemos entendernos por el bien común, sin odios ni revanchismos. La soberanía, madre de todos los derechos, corre un grave riesgo ante el avance de gobiernos europeos, no de sus pueblos, para imponer el colonialismo global de las multinacionales sobre tierras y aguas argentinas, incluidas Malvinas y la Antártida. Así lo pretende la nueva constitución del viejo mundo, declarándolas propias a partir de hoy 1º de diciembre 2009. RESISPER, se declara imparcial y libre de compromisos de grupos políticos con enfrentamientos salvables. Para ello, convoca a trabajar unidos a los hermanos pueblos suramericanos para fortalecer al UNASUR presentando un frente común al nuevo colonialismo de las multinacionales. Seguiremos así la ruta a la Patria Grande, señalada por nuestros próceres americanistas San Martín, Bolívar y Perón. Consejo Directivo, Buenos Aires 1º de diciembre 2009. “El peronismo sabe que no puede hacer solo la liberación, pero también sabe que no podrá hacerse sin él.” Juan Perón



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