Caminopropio Nº 2

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caminopropio Buenos Aires / Diciembre de 2010 / Año 1 / Nro. 2 / $5.00

Jorge Coscia:

“El kirchnerismo es la continuidad del 17 de Octubre de 1945”

Hacia un nuevo movimiento estudiantil

Kirchner, el mejor peronista

por Julio Fernández Baraibar

por Hugo Barcia

La batalla cultural ISSN 1853-2195

para afirmar la soberanía.



CORRIENTE

CAUSA POPULAR

caminopropio Buenos Aires / Diciembre de 2010 / Año 1 / Nro. 2 / $5.00

Sumario En la senda de Manuel Ugarte, Arturo Jauretche, Jorge Abelardo Ramos y Juan Domingo Perón Editor Responsable Ricardo Vallejos Consejo de Redacción Horacio Cesarini /Julio Fernández Baraibar Redacción Eduardo Fossati / Néstor Lescano / Luis Gargiulo Diseño y Diagramación Orlando Goldman Escriben en este número: Hugo Barcia / Alejandro C. Tarruella / César González Trejo / Andrea Alberti / Roberto Bardini / José Luis Muñoz Azpiri / Elio Noé Salcedo / Florencia Canali / Ricardo Franchini Corresponsales Alfredo Caferatta (Mendoza), Luis Jaimovich (Tucumán), Tuti Pereira (Santiago del Estero), Marta Gorsky (Gral. Roca), Eduardo González (Córdoba), Ricardo Franchini (Alta Gracia), Carlos Landriel (Jujuy), Mauricio Mayer (Paraná), Guillermo Lotto (Rosario), Marcelo Faure (La Paz, Entre Ríos),Juan Osorio (La Matanza), Liliana Chourrout (Tigre), Jorge Torigia (Vicente López), Alicia Umansky (Gral. Rodríguez), Oscar Vallejos (Zárate), Gabriel Moretti (Baradero), Verónica Gargiulo (Tandil), Oscar Alvarado (Azul), Ariel Burraco (Cacharí), Omar López (Chacabuco), Gabriel Claverie (Coronel Dorrego), Omar Staltari (Bahía Blanca), Víctor López (Mar del Plata), Sergio Pérez (Necochea), Alberto Silvestri (Esquina, Corrientes), José Zarza (Corrientes). Es una publicacion de Ediciones Caminopropio Santa Fe 2365, piso 13 Capital Federal edcaminopropio@gmail.com

ISSN 1853-2195 caminopropio

Año 1 / Nro. 2

LA BATALLA CULTURAL PENDIENTE por Horacio Cesarini SI GOLPEAN A CRISTINA… por Eduardo Fossati KIRCHNER, EL MEJOR PERONISTA por Hugo Barcia EL SOL DE MAYO VOLVIÓ A BRILLAR EN LAS BARRANCAS DEL PARANÁ por Julio Fernández Baraibar LA BATALLA DE LA DIGNIDAD por José Luis Muñoz Azpiri (h) RECUPERAR RENTA NACIONAL PARA EL MERCADO INTERNO por Cesar González Trejo

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LA CORRIENTE CAUSA POPULAR DE CAPITAL SE INCORPORO AL PARTIDO DE LA VICTORIA

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UNA NUEVA ETAPA DE LA REVOLUCIÓN NACIONAL Y POPULAR por Luis Gargiulo

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EL KIRCHNERISMO ES EL RESURGIMIENTO DEL MANDATO REVOLUCIONARIO DEL 17 DE OCTUBRE DE 1945 Discurso de Jorge Coscia

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HACIA UN NUEVO MOVIMIENTO ESTUDIANTIL CON LAS BANDERAS DE NÉSTOR Y CRISTINA por JFB

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HAS RECORRIDO UN DURO CAMINO, MUCHACHO por Alejandro C. Tarruella LA IZQUIERDA NACIONAL SE PREPARA PARA LA GRAN BATALLA ELECTORAL

RECUPERAR LA UNIVERSIDAD PARA LA CAUSA NACIONAL Y POPULAR por Andrea C. Alberti NADA NUEVO BAJO EL SOL por Roberto Bardini LA MIEDOCRACIA COMO SISTEMA por Elio Noé Salcedo CORREO DE LECTORES edcaminopropio@gmail.com EL PELIGROSO TRABAJADOR por Florencia Canali POR LAS PROVINCIAS: FORMOSA Y CÓRDOBA por Luis Amarilla y Ricardo Franchini EL BLANCO DE LAS FILTRACIONES ES OBAMA Nota al cierre

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Distribuye: Jackeline

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editorial

La batalla cultural pendiente Los peronistas disidentes dicen que el gobierno no es peronista. Las microsectas de izquierda opina que es un gobierno burgués y cierto progresismo, de perfil blanco, lo define de derecha. El peronismo nació hace sesenta y cinco años, pero todavía hay quienes no han comprendido su significación. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner es un gobierno nacional, que se propuso defender los intereses argentinos y ampliar los derechos democráticos del pueblo. A esa izquierda y a ese progresismo estas dos últimas tareas pueden resultarle insuficientes o poco revolucionarias. A nosotros, no. En cuanto a los sectores del peronismo conservador que juzgan a este gobierno como no peronista, diríamos que son el producto de la imprecisión doctrinaria del peronismo y de sus contradicciones a pesar de su inmensa popularidad. Son los que terminaron junto a la Mesa de Enlace -hoy tan fracturada- como la base social que la sostenía. Y a eso vamos. Es necesario advertir cierta transformación de importantes sectores de las clases medias, sobre todo porteñas. Se está operado un viraje: se pasó de sostener los valores oligárquicos por la 125 hacia una comprensión del significado del kirchnerismo, como nuevo umbral del peronismo. Tal desplazamiento fue verificable durante este año en el recordatorio del 24 de Marzo donde los grupúsculos de la ultra quedaron aislados; en los festejos del Bicentenario donde millones de argentinos se reencontraron no sólo para conmemorar 200 años de nuestra historia, en las manifestaciones de apoyo a la Ley de Medios y por fin en las dolorosas jornadas en que se despidió a Néstor Kirchner cuando sectores medios sin partido se fundieron con el pueblo, resolvieron sostener al triunfador de tantas batallas y confirmaron su nueva pertenencia política. Es tan positivo este giro de las clases medias hacia posiciones nacionales y populares -que si bien no las convierte al peronismo las impulsa hacia la defensa del gobierno de Cristina-, como son los cambios evidentes en el propio peronismo y en el PJ. La salida del infierno y el crecimiento económico del país durante los últimos 7 años, basado en una nueva matriz industrial que contiene la agro-exportadora, tiene que ver con esta evolución de la pequeña burguesía, que obtuvo beneficios económicos tangibles. Cuando reposó la polvareda del “conflicto con el campo” este sector advirtió que la Argentina asomaba a ser un país industrial y que su nivel de vida dependía del nacionalismo econó-

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por Horacio Cesarini

mico, de las paritarias, de las posibilidades de jubilarse sin haber completado los aportes, además de otros derechos fundamentales como los derechos humanos. Los cacerolazos forman parte del pasado y la nueva oligarquía sojera quedó aislada en el escenario de un teatro sin público ni aplausos. Solamente permanecen pequeños reductos atiborrados de un izquierdismo estéril e inofensivo en algunas pocas universidades, que reclaman soluciones “profundas” para hoy y sobrevivirán mientras sobreviva la sociedad que dicen combatir. Hasta las enseñanzas de los grandes maestros del socialismo –más allá de lo que cada uno entienda por socialismo- se transformaron en esas aulas en dependencia intelectual. Es así, no sólo porque la Universidad fue la transmisora de los valores del imperialismo, sino porque el peronismo desestimó históricamente dar la batalla cultural en ese ámbito. Pero también allí hay un nuevo despertar.

El 2011 Por eso será importante cuando se haga el balance del año político que está concluyendo, saber que camino tomar, que vamos a elegir y a quienes. Los candidatos que enarbolen y juren sostener el modelo inaugurado en 2003 deben responder a los cambios que se produjeron en el llamado humor de las clases medias. Buenos Aires, ciudad autónoma, aunque Capital de todos los argentinos, debe reunirse con el destino nacional y latinoamericano de la mayoría del país. Además de poner fin al macrismo, deben cerrarse las puertas a la continuación -con otros políticos dóciles, grises y sin ideas-, del gobierno de las grandes corporaciones económicas, de la religión de los ’90. El candidato a ocupar el sillón de la Ciudad donde reside el gobierno nacional, debe surgir entre quienes hayan sido impulsores del vuelco de las clases medias hacia las posiciones nacionales y mejor interpreten la nueva situación y debe estar a la altura de la batalla cultural pendiente para confirmar la convergencia entre las banderas históricas del peronismo y los nuevos protagonistas de los sectores medios. Fue claro el discurso de Cristina en el acto de la Vuelta de Obligado llamando a romper las cadenas culturales que son el ejército de ocupación de las grandes potencias. Algo está cambiando y no debe desperdiciarse esta oportunidad. l Buenos Aires / Diciembre de 2010

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actualidad

PUGILATO EN EL CONGRESO DE LA NACIÓN

por Eduardo Fossati

Si golpean a Cristina… El “cross” de derecha que propinó Graciela Camaño a Kunkel fue tan explícito que casi, casi, fue una metáfora. No fue solo lo que fue, sino lo que quiso y quiere ser: una advertencia, una amenaza. La oposición está nerviosa, diría, certeramente, Néstor. Y tiene razón: comienza a cundir el desconcierto en sus filas. El factor eficiente que desencadenó el ataque es poco importante, así como los circunstanciales protagonistas. El sentido del golpe, la agresora y el agredido, sus perfiles personales extremos, son anécdotas que solamente sirven para refrescar la memoria de otras escenas más cruentas y recurrentes en nuestra historia. La agresión personal precede a la agresión social. Independientemente de lo que significa el lugar donde se produjo el hecho, el Congreso de la Nación, ámbito de reflexión y de debate de ideas, donde la palabra reina – a veces en demasía-, el grado de violencia que refleja es síntoma del estado de ánimo que embarga a sectores de la vieja Argentina: la de las vacas y el trigo (hoy soja), la de los privilegios y el saqueo, la del desprecio al “cabecita negra”y a la grasa industrial. Parece mentira que el espacio haya sido el Congreso democrático, victima recurrente de los arranques violentos de la vieja oligarquía, que apeló a los golpes militares, al bombardeo y al asesinato masivo, para desguazar al país en su beneficio. Están nerviosos. Vislumbran que la campana que detuvo el tiempo de nuestra historia en 1976, hasta hacernos irreconocibles, se les viene encima. El 2011 ya no les es propicio y el horizonte está más allá del 2015, con perspectivas inciertas. Los diputados prebendarios al servicio de los viejos patrones ven que su “incienso no les rinde como antes”, y que se hunde bajo sus pies el andamiaje del circo. Para su desgracia, y nuestra suerte, la economía no se detiene y aumentan las probabilidades de éxito del Gobierno Nacional y Popular de Cristina. Ello, a pesar de los pronósticos agoreros y los rezos cotidianos de los plumíferos mercenarios de la prensa gorila. El ritmo de crecimiento de la riqueza nacional, las pautas de distribución

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para la felicidad del pueblo, la ocupación creciente que mejora el salario y plantea la discusión de las ganancias, los indicadores educativos y el retorno del consumo y el ahorro para millones son hechos incontrastables reconocidos en todo el mundo. La mejoría inédita de nuestras reservas, la negociación soberana con los usureros del Club de París y los cuervos acreedores norteamericanos, los nuevos mercados para nuestros productos que nos incorporaron al G20 y la firmeza del proyecto unificado latinoamericano les agrede. El bienestar del pueblo los crispa. La Justicia social los ofende. Por eso debemos tomar suficiente nota del acontecimiento. Se acabó la tregua. Están perdiendo y son malos perdedores. Es más, su propia base de sustentación social se dispersa y no saben si la van a recuperar. La “mesa de enlace” que los convocó, hoy está hecha añicos, y los resultados que les eran auspiciosos de Junio de 2009 se han “gasificado” y amenazan con no retornar. No se trata de un hecho aislado ni de una “gambeta” parlamentaria. Es una respuesta violenta ante una situación oligárquicamente angustiosa. Pero esta vieja propuesta antinacional aun está viva y al acecho. Está herida y es peligrosa, porque sus ataques ya los conocemos, y son más dolorosos que el “cross” de derecha de Graciela a Kunkel. Conocemos sus secuelas de décadas perdidas, de muerte y horror, de impiadosa acción represiva contra el pueblo y la Patria. Basta de amenazas. Si golpean a Cristina, nos golpean a todos. Hay que ponerse en guardia y no otro significado tiene la Plaza de Néstor y de Perón, llena de esperanzas en el futuro, llena de jóvenes militantes de la vida, de presidentes latinoamericanos dispuestos a defender nuestro destino histórico común. La plaza del pueblo nos marca el camino: ninguna concesión. Sin más duelo, hay que profundizar el programa revolucionario para triunfar definitivamente. l

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actualidad ANTE CIERTAS REFLEXIONES SUPUESTAMENTE FILOSÓFICAS.

Kirchner, el mejor peronista En el exacto momento en que Néstor Kirchner ascendía a la inmortalidad del paraíso peronista; en ese exacto momento en el que el pueblo sintió, muy profundamente en su corazón, que esta muerte sólo era comparable con aquella otra de 1974; en el exacto momento en que el compañero Hugo Moyano aseguraba, en el salón Felipe Vallese de la CGT, que Néstor pasaba a integrar la Santísima Trinidad del peronismo junto con Perón y Evita; en ese preciso momento, alguien que dice haber dedicado su vida a la filosofía y a la literatura y que, sostengo yo, seguro que está un paso adelante de cualquier otro ser humano porque asegura poder detectar científicamente cuando “alguien sabe pensar”, decía lo siguiente: “Néstor Kirchner no era Perón”. 4

por Hugo Barcia

Y cuando uno caía en la trampa de creer que se venía una de esas habituales comparaciones de tan mal gusto en detrimento de Kirchner, el filósofo aseguraba: “Perón dejó como sucesores a una Presidenta inepta (Isabel) y a un criminal paranoico (López Rega)” (Aseveraciones lógico-políticas, Página12, 28/10/2010). El artículo luego seguía con una serie de consideraciones admirativas hacia Cristina Fernández, nuestra querida presidenta. Con verdadero horror, uno seguía introduciéndose en la maraña selvática del artículo de José Pablo Feinmann, que de él se trata, hasta encontrar este disparate: “Perón, al regresar, dedicó sus mayores afanes a perseguir y aniquilar a los jóvenes del peronismo, armados o no”, para luego endilgarle al fundador del peronismo una vista gorda de antología: haber aprobado la conformación de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), y una singular tarea: “Perón era un guerrero del establishment”. Sería muy bueno para los libros de historia del futuro, y aún para los que se escriban en la actualidad, que Feinmann abandone ese lenguaje tan propio de Clarín (divulgar información que no está sustentada en fuentes confiables) y que pase a fundamentar sus dichos con pruebas irrefutables. Es decir, si Feinmann asegura que Perón aprobó la constitución de la Triple A, que presente pruebas contundentes y fuentes variadas y confiables. Los iletrados se lo vamos a agradecer. Es legítimo preguntarse: ¿a qué viene, en este momento de luto y dolor, cuando el pueblo argentino está enterrando al político más grande del último medio siglo de la historia nacional, esta furiosa andanada antiperonista? Si la memoria no me traiciona, Feinmann formaba parte de aquel lote de preocupados intelectuales que, en 1985, renunciaba en masa al peronismo (justo es decir que ningún sismógrafo registró temblor alguno) porque aseguraba que el peronismo había muerto como fuerza transformadora. Supongo que la mayoría de ellos lo habrá hecho de buena fe. Acerca de Feinmann me caben soberanas dudas. El mismo Feinmann afirmaba, ya en los años 90, que el menemismo era la estación final del peronismo porque aseguraba que ambos no habían pasado de ser dos pragmatismos que, como rosa de los vientos, fueron hacia donde iban las brisas. Por supuesto que, tampoco en ese caso, el filósofo se preocupaba demasiado por salir de la simple declamación: no distinguía, por ejemplo, que uno había promovido las empresas del Estado y el otro las había privatizado; que para el peronismo gobernar era crear empleo y para el menemismo era generar desocuBuenos Aires / Diciembre de 2010

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ES LEGÍTIMO PREGUNTARSE: ¿A QUÉ VIENE, EN ESTE MOMENTO DE LUTO Y DOLOR, CUANDO EL PUEBLO ARGENTINO ESTÁ ENTERRANDO AL POLÍTICO MÁS GRANDE DEL ÚLTIMO MEDIO SIGLO DE LA HISTORIA NACIONAL, ESTA FURIOSA ANDANADA ANTIPERONISTA?

pados; que el peronismo fomentó la industrialización del país y el menemismo terminó de aniquilar el parque industrial de la mano de la Convertibilidad, etc. Con esto quiero afirmar que a mi no me sorprende en lo más mínimo que Feinmann muestre, una vez más, su pelaje antiperonista: ha sido y es muy consecuente con esa prédica. Lo que habría que discernir es por qué se aprovecha de un momento tan delicado y tan doloroso para hacerlo una vez más. Habrá que recordar, entonces, la última gran movilización a la que asistieron tanto Néstor Kirchner como nuestra Presidenta: y la memoria recala en la gigantesca manifestación que, en el estadio de River, organizó la CGT para conmemorar el Día de la Lealtad. Seguramente Feinmann no fue a semejante acto, organizado por quienes fueron los más leales a Néstor y a Cristina, y no sólo que no fue él, sino que debió haber deseado profundamente que tampoco lo hiciera el matrimonio. Pero, para desgracia de Feinmann, Cristina y Néstor no sólo fueron al acto de la CGT, sino que los dos son y se reconocen peronistas (perdón, no puedo nombrar a Kirchner en tiempos de muerte: ya se sabe, según las costumbres peronistas, Néstor sigue vivo). Quizás Feinmann desee que Cristina se identifique como kirchnerista y no como peronista, así como algunos pensaron alguna vez que Evita fue evitista y no peronista. Que conste en actas que el evitismo es el único movimiento en la historia de la humanidad cuya supuesta fundadora, Eva Perón, jamás se enteró de su existencia, simplemente porque ella estaba en otra cosa: era peronista. Así como Feinmann reniega de Perón, que amaba tanto a los trabajadores, quizá reniegue también de los trabajadores. Sobre todo de los trabajadores organizados. Como algunos, alguna vez, soñaron con un peronismo sin Perón, quizá Feinmann ahora sueñe con un peronismo sin trabajadores, con un peronismo repleto de filósofos como él. Y está bien, se entiende esa actitud en Feinmann: como es un filósofo, debe odiar lo que no entiende, lo que no entendió jamás. Lo que no se acepta es que, con su actitud, abra una grieta absurda en el frente nacional y popular, que debe estar fuertemente unido en estos momentos, al intentar poner sobre el tapete un eje falso (y ridículo) de discusión. Malas noticias para el filósofo: el peronismo es lo que es (gracias a Dios, a Perón, a Evita, a Néstor y a Cristina) y lo mejor que podría hacer Feinmann es respetar a ese pueblo acongojado por la muerte de su segundo Perón y dejar de insultar y de agraviar los símbolos sagrados de su mejor memoria. l

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actualidad LA CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LA SOBERANÍA NACIONAL

El Sol de Mayo volvió a brillar en las barrancas del Paraná

por Julio Fernández Baraibar

La sanción presidencial del 20 de noviembre como feriado nacional ha despertado algunos viejos dinosaurios, de distintas especies, que parecían dormidos bajo el manto de su completo aislamiento popular.

Por un lado, algunas voces roncas de jubilados militares y nostálgicos de la cachiporra y el aceite de ricino, califican como falaz la decisión presidencial, basados en una autista representación de la soberanía nacional y de la causa de Malvinas. Siempre fueron iguales. Perón los llamó “bostas de paloma” -porque ensucian pero no dan olor- y “piantavotos de Felipe II” -por su manía hispanista y su desprecio por el microscopio y la higiene-. No representan a nadie en su sano juicio y sería inútil extenderse más en ellos. Nunca entendieron la historia real y mucho menos al pueblo argentino. En realidad, sólo sirvieron de instrumento de las conspiraciones liberales oligárquicas y siempre fueron tirados al inodoro después de usados. Por el otro lado, convocado por el diario de Mitre, la voz atiplada de Luis Alberto Romero, el gran gurú neomitrista de la Universidad Nacional de Buenos Aires, destila su cipayismo y su resentimiento. Toda la indignación un poco sobreactuada de Romero, así como su sobreactuado desprecio por los revisionistas,

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se centra en negar la idea de que haya habido una política de la historia por parte de las clases dominantes de la Argentina. Considera Romero que esto es un invento paranoide de los “nacionalistas” -poniendo en la misma bolsa al general Camps y Jorge Abelardo Ramos- y oculta, de paso, la confesada tergiversación que Mitre utilizó para escribir una historia que eternizara el poder y dominio de su clase social, la burguesía comercial porteña y, posteriormente, la oligarquía terrateniente exportadora. Cree descubrir la respuesta cuando menciona que José Luis Busaniche -un gran historiador liberal nacional- y Ernesto Palacio -otro gran historiador y político peronista- habían reivindicado la batalla de la Vuelta de Obligado. Pero lo que ni uno ni otro pudieron hacer, y eso es justamente el valor que ha tenido la decisión presidencial, fue sumar definitivamente esa jornada a la de las grandes fiestas patrias, incorporar esa fecha a los libros de historia de la enseñanza primaria y secundaria y a la formación de los docentes, de manera tal que quede Buenos Aires / Diciembre de 2010

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LA PRESIDENTA, EN SU DISCURSO EN LA INAUGURACIÓN DEL MONUMENTO CONMEMORATIVO, DIO CONTINUACIÓN A UNA BATALLA CULTURAL QUE SE INICIÓ PÚBLICAMENTE CON LOS FESTEJOS DEL BICENTENARIO EN LA AVENIDA 9 DE JULIO. LA MENTE Y LA CONCIENCIA DE LOS ARGENTINOS HA SIDO, DURANTE AÑOS, EL CAMPO DE AGRAMANTE EN EL QUE EL PENSAMIENTO OLIGÁRQUICO, LA RESIGNACIÓN FRENTE AL IMPERIALISMO Y UNA VISIÓN EUROPEIZANTE NOS IMPIDIÓ PENSARNOS A NOSOTROS MISMOS.

grabada en las generaciones futuras con la misma hondura que lo han sido las batallas de Suipacha, Chacabuco y Maipú. Ya no será más un comentario marginal, en el mejor de los casos, sino que en cada escuela se recordará ese heroico día y a sus bravos combatientes. La presidenta, en su discurso en la inauguración del monumento conmemorativo, dio continuación a una batalla cultural que se inició públicamente con los festejos del Bicentenario en la Avenida 9 de Julio. Su propuesta de “despojar nuestras cabezas de las cadenas culturales que durante tanto tiempo nos han metido y que son más invisibles y dañinas que los cañonazos” ha abierto una nueva batalla en el lugar donde se dirime hoy la lucha por nuestra independencia y soberanía. La mente y la conciencia de los argentinos ha sido, durante años, el campo de Agramante en el que el pensamiento oligárquico, la resignación frente al imperialismo y una visión europeizante nos impidió pensarnos a nosotros mismos. Desde la tribuna, desde la cátedra universitaria – Luis Alberto Romero es prueba

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irrefutable de ello-, desde los medios de comunicación y desde los programas de enseñanza en las escuelas públicas y en los colegios militares, Mitre y sus herederos nos acostumbraron a pensarnos como europeos exiliados, nos desvincularon de nuestro pasado suramericano y nos hicieron creer que sólo podíamos resignarnos a ser socios menores y empobrecidos de las grandes potencias hegemónicas. Esta celebración vibrante, patriótica y llena de futuro que acabamos de vivir en la vera del Paraná desafía desde la más alta magistratura esta visión de esclavos. Restablece la dignidad de nuestra historia, advierte sobre los múltiples aspectos de nuestra lucha por la independencia y aspira a crear una nueva generación de argentinos orgullosos y libres para consolidar una patria suramericana sin excluídos y en democracia. Es, contra lo que el profesor Romero cree, el patriotismo argentino que se ha despertado para impedir restauraciones oligárquicas. Como nunca en décadas, en la Argentina ha vuelto a brillar el Sol de Mayo. l

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historia 20 DE NOVIEMBRE DE 1845

La batalla de la El principal episodio bélico de la intervención anglofrancesa fue la batalla de la Vuelta de Obligado, empeñada en el Paraná el 20 de noviembre de 1845, a los pocos meses de haberse iniciado las hostilidades. Campodónico, La vuelta de obligado.

La victoria favoreció a los invasores. Los cañones atacantes eran de mayor alcance que las baterías patriotas y transformaron el combate, durante algún tiempo, en una carnicería impune. Los primeros defensores murieron en las barrancas cantando el Himno Nacional; los últimos, faltos ya de municiones, tras ocho horas de combate, cayeron contraatacando a las tropas de desembarco. Fue el episodio más heroico y más dramático de la historia argentina. José de San Martín, gigante de la patria, escribió a Rosas desde Europa, al conocer el denuedo de la jornada: “Los interventores habrán visto que los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que el de abrir la boca…. Esa contienda es en mi opinión, de tanta trascendencia como la de nuestra emancipación de España”.

pusieron a abrir a cañonazos la navegación del Paraná, para llevar auxilios a Corrientes, aliada de Montevideo, y en guerra, a la sazón, contra Buenos Aires. Era deseo de éstos franquear por la fuerza una vía libre hacia el lejano Paraguay, especie de Eldorado para la imaginación europea de aquel entonces. Las naves extranjeras recorrían ya a título de soberanas las aguas del río Uruguay y habían conseguido ocupar con mercenarios italianos la isla de Martín García, llave de los ríos, además de asaltar e incendiar a Gualeguaychú – repugnaba a los ingleses saquear en persona a sus connacionales que eran dueños del comercio -, cosechando un botín de decenas de miles de libras.

La intervención extranjera

Rosas se propuso detener o entorpecer el avance de las fuerzas navales aliadas a través del Paraná y con tal propósito, ordenó emplazar una treintena de cañones, en baterías improvisadas, en la Vuelta de Obligado, punto del distrito bonaerense de San Pedro donde el río tiene una anchura de unos ochocientos metros y forma un codo acentuado, en dirección norte, muy difícil de remontar con la navegación a vela. Dispuso, a la vez, tender de costa a costa una cadena sostenida por veinte lanchones, botes y chatas, no tanto con el propósito de que sirvieran de obstáculo al paso de los barcos enemigos cuanto para demostrar simbólicamente que la llave de los ríos era argentina y sólo podría manejarla el extranjero mediante el uso de la violencia. La escuadra invasora, de diez barcos, cuatro de ellos vapores, armada con cien cañones y proyectiles novísimos, como el obús “Paixhan”, protegía un convoy de noventa naves, organizado en Montevideo para transportar

Florencio Varela y otros iniciadores de la tradición autolesionista que aún nos aflige, saludaron como un triunfo de la civilización la derrota y el luto de Obligado. Sin embargo, debieron confesar que nunca, desde la paz napoleónica, la “Grande Paix”, como se decía entonces, los ingleses y franceses habían hallado tal resistencia ante un ataque armado. En nombre de los argentinos expatriados en el Uruguay, Varela había viajado precisamente a Europa para solicitar la intervención armada contra sus compatriotas, ofreciendo en pago la creación de un Estado mesopotámico libre que mantendría vínculos comerciales directos con Londres, a través de los ríos liberados. El 28 de septiembre de 1845 los almirantes de las escuadras interventoras Inglefield y Lainé bloquearon los puertos y costas de la provincia de Buenos Aires y se dis-

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La batalla

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dignidad artículos comerciales y pertrechos y armas a Corrientes y el Paraguay. El río debía abrirse por la fuerza, conforme a órdenes recibidas por el capitán Charles Hothman, jefe, en la ocasión, de las fuerza inglesas, y R. Tréhouart, de las de Francia. En la antevíspera del encuentro, el general Lucio Mansilla, héroe de la independencia y hermano político de Rosas que comandaba la defensa del paso, redactó una arenga de tono encendido y contenido preciso, en la que recordaba “los insignificantes restos de salvajes unitarios que han podido salvar de la persecución de los victoriosos ejércitos de la Confederación y Orientales Libres en las memorables batallas de Arroyo Grande, India Muerta, y otras… han procedido infame y brutalmente y son el origen de la intervención armada con que los marinos de Francia e Inglaterra vienen navegando las aguas del Gran Paraná, sobre cuyas costas estamos para privar la navegación bajo de otra bandera que no sea la nacional”. La locución señalaba con exactitud el origen de la intervención, la doctrina de los ríos y el deber del patriotismo nacional. Al sonar el primer cañonazo atacante las tropas entonaron el Himno. El canto nacía indeciso en el fondo de las trincheras excavadas entre los talas, trepaba por los merlones de tierra y ascendía estentóreo en la jornada de estío. Toda la barranca comenzó a arder con las voces. Un viento dramático, nacido en las Termópilas, soplaba sobre las barrancas y el río, arrebatando en torbellino las estrofas que hablaban de cadenas rotas, de venganza, de guerra y furor, de fieras que querían devorar a pueblos limpios y pechos intrépidos que opondrían fuerte muro a tigres sedientos de sangre. Se repetía la historia de Trafalgar, donde las naves españolas eran cazadas y hundidas a distancia por bocas de fuego de mayor alcance. Después de ocho horas de rudo cañoneo, cuando las granadas aliadas habían producido una horrorosa mortandad y no quedaban ya proyectiles a la defensa, ésta última cedió y la marinería inglesa desembarcó en la costa. Los atacados, con su jefe a la cabeza cumplieron entonces “un último y desesperado esfuerzo”, según el corresponsal de guerra de “El Nacional” de Montevideo que fue testigo del encuentro. El general Mansilla, resuelto evidentemente a no sobrevivir al desastre, encabezó un ataque a bayoneta y cayó herido en el vientre, por una granada, antes de poder superar la barrera de proyectiles. Prácticamente todos los defensores de las baterías murieron en sus puestos, inclusive varias mujeres cantine-

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por José Luis Muñoz Azpiri (h)

Juan Manuel de Rosas.

ras que se negaron a abandonar a sus esposos, hijos o hermanos al iniciarse el bombardeo. El río, la costa, el talud, la barranca y el monte, se transformaron virtualmente en un cementerio de cadáveres insepultos. El parte del almirante aliado rindió involuntariamente testimonio del heroísmo de los defensores al declarar: “Siento vivamente que esta gallarda proeza se haya logrado a costa de tal pérdida de vidas – se refería a las bajas del atacante -; pero, considerada la fuerte posición del enemigo y la obstinación con que fue defendida, debemos agradecer a la Providencia que no haya sido mayor”.

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Por la mañana se efectuó un nuevo desembarco con participación de la infantería de marina francesa, la que conquistó algunas banderolas que se alzaban al frente de las tiendas y fueron exhibidas hasta no hace mucho, como trofeo de guerra, junto al sepulcro de Napoleón, en París, y llevó prisioneros a un sargento semimoribundo y varias mujeres heridas. Un cuadro dantesco se descubrió ante uno de los oficiales que pisó tierra: “Nuestros hombres vieron más de quinientos cadáveres; el sitio estaba completamente cubierto de muertos, gran número de los cuales yacía hecho trizas por efecto de las bombas”, el mismo testigo calculó que el número de heridos superaba el millar.

El fracaso de la operación La escuadra prosiguió su avance hacia el Norte. Al llegar a San Nicolás, en el paso del Tonelero, fue cañoneada nuevamente, esta vez con éxito, y el bombardeo se repitió en San Lorenzo, frente al campo de batalla de San Martín. Toda la Ribera, hasta el río Paraguay, se mostró hostil a los invasores; día a día resonaba la metralla entre el juncal y los talas. La operación comercial resultó un “fiasco” clamoroso en Corrientes y Asunción, donde Hotham y sus intérpretes se esforzaron en demostrar inútilmente que los ríos quedaban abiertos a la navegación; pero, ¿quién habría de arriesgarse a mantener y solventar un tráfico que necesitaba, para sostenerese, del apoyo de toda una flota de cien cañones?. Al fracaso comercial se unió, posteriormente, el militar. Al pasar la armada de vuelta, por Quebracho, la fuerza de Mansilla le disparó mil cuatrocientos cañonazos y más de veinte mil tiros de fusil, consiguiendo desorganizar el convoy e incendiar siete barcos, con las únicas bajas de un muerto y cuatro heridos. Para entonces Urquiza derrotaba en Laguna Limpia a la vanguardia correntina del general Paz, director de la guerra contra Rosas, que había firmado un convenio secreto con el Paraguay, mediante el cual se comprometía a despojar a Corrientes de parte de su territorio a cambio de diez mil soldados. La escuadra se encontró de retorno en Montevideo, al año de la partida, diezmada por el hambre, el fuego, el escorbuto y el desaliento producido por el fracaso de la operación comercial. A partir de entonces, ni una sola barca se atrevió a remontar los ríos. La consecuencia más importante de la batalla de Obligado y encuentros conexos, según asegura un estudioso norteamericano, fue exaltar el patriotismo del pueblo argentino hasta un grado sin precedentes, pues, como dijo San Martín, “todas las facciones se unieron para oponerse a los extranjeros que trataban de desmembrar el país”. La batalla se libró en 1845, el mismo año de la aparición del “Facundo” y la instalación del primer molino de harina y primer alambrado. Las fuerzas nacionales defendieron el principio de la soberanía de los ríos, actualmente reconocido por el derecho internacional y aplicado en la jurisdicción del territorio bajo su domi-

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Lucio N. Mansilla

nio. Fue un combate librado contra un enemigo externo, que hizo declarar al Libertador su estupor, al no poder concebir “que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar su patria… Una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer”, a las órdenes de un guerrero de la Independencia, que comandaba tropas del ejército y la armada y de los partidos del norte de la provincia. La batalla no resultó un triunfo, pero si la guerra de la cual Obligado fue el episodio culminante: Mansilla y San Pedro ganaron, en realidad, la Guerra del Paraná. En tal modo debemos festejar esta guerra como una victoria argentina ¿No se celebran acaso como fastos nacionales la campaña paraguaya de Belgrano y el triunfo de Mitre sobre López, al recordar las gloriosas derrotas de Tacuarí y Curupaytí? La guerra de 1845 terminó, en efecto, con las victoriosas convenciones Arana-Southern y Arana-Lepredour, por las cuales el invasor reconocía los derechos argentinos y se comprometía respetarlos en lo sucesivo, saludando con 21 añonazos la bandera adversaria. Los triunfos argentinos en los combates de San Lorenzo, Quebracho y Costa Brava, a más de la gran victoria moral de Obligado y la inteligente guerra diplomática empeñada por el canciller Arana, decidieron ese resultado. Al igual que en Malvinas, esperemos que ese grito de “O juremos con gloria a morir”; que aún sobrevive en esas voces acalladas por la metralla injusta y cuyo eco decidiera la guerra de Obligado y Malvinas, concite el sentimiento patriótico argentino en este nuevo aniversario de la batalla y borre con el oportuno desagravio el trazado de la infausta política del “realismo periférico” que no hace mucho ha injuriado los sepulcros y la memoria de nuestros muertos. l Buenos Aires / Diciembre de 2010

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movimiento obrero LA PARTICIPACIÓN OBRERA EN LAS GANANCIAS HACE A LA SOBERANÍA NACIONAL

Recuperar renta nacional para el mercado interno

por Cesar González Trejo*

El Proyecto de Ley que establece el régimen de participación laboral en las ganancias de las empresas, elaborado por el Diputado Nacional Héctor Recalde, viene a cumplir –tardíamente-, con un mandato constitucional establecido en el Artículo 14 bis de la Constitución Nacional reformada en 1957 y homologado por la reforma constitucional de 1994. Dos períodos políticos claramente caracterizados por la vigencia de paradigmas neoliberales en lo económico, político y social. Curiosamente, voceros de las principales representaciones empresariales del país caracterizaron al proyecto de ley como una medida que pone en entredicho la vigencia del principio de la propiedad privada, reavivando la monserga del peligro “castro-comunista”. Nada más falso. El régimen de participación en las ganancias se aplica en países que lideran el desarrollo capitalista, como Estados Unidos de Norteamérica, el Reino Unido, Canadá, o en empresas líderes a escala mundial, como algunas de Alemania. En Latinoamérica, México, Brasil, Perú -entre otros-, se encuentran aplicando regímenes de participación laboral en la ganancias empresarias. No es casual que el debate sobre esta trascendente medida se encuentre desplazado en los medios de comunicación hegemónicos, por los embates judiciales y cuestionamientos de todo tipo contra la persona del secretario general de la Confederación General del Trabajo, Hugo Moyano, promotor de la iniciativa. La aplicación del régimen de participación laboral en las ganancias –además de venir a cumplir con una prescripción constitucional postergada por casi 60 años-, es una medida elemental para mejorar la justa distribución de los ingresos, situación que aún permanece retrasada respecto de los parámetros alcanzados en la década de los dos primeros gobiernos peronistas, cuando los trabajadores alcanzaron el 50 % de la distribución de la renta nacional. Está profusamente demostrado que, en los casos en que se aplica, el régimen de participación obrera en las ganancias no sólo no desalienta a la iniciativa privada,

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sino por el contrario, promueve el círculo virtuoso de la productividad económica. En nuestro caso, existe un objetivo estratégico adicional para apoyar la sanción del proyecto de ley del diputado Recalde. Se trata de la paulatina e imprescindible recuperación de la soberanía económica nacional, que desde 1955 en adelante viene siendo agredida sistemáticamente por gobiernos militares y civiles claramente subordinados al capitalismo trasnacional.

ESTÁ PROFUSAMENTE DEMOSTRADO QUE, EN LOS CASOS EN QUE SE APLICA, EL RÉGIMEN DE PARTICIPACIÓN OBRERA EN LAS GANANCIAS NO SÓLO NO DESALIENTA A LA INICIATIVA PRIVADA, SINO POR EL CONTRARIO, PROMUEVE EL CÍRCULO VIRTUOSO DE LA PRODUCTIVIDAD ECONÓMICA. En efecto, la distribución del 10 % de las ganancias empresarias entre los trabajadores argentinos en el caso de las empresas de capital extranjero, redundará en la recuperación de esa renta nacional para su aplicación al mercado interno, lo que en una economía todavía altamente intervenida por intereses exógenos adquiere tanta importancia como el objetivo también constitucional de recuperar los territorios ocupados militarmente por una potencia extranjera. l * Combatiente en Malvinas

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movimiento obrero PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES EN LAS GANANCIAS DE LAS EMPRESAS

Has recorrido un duro camino, muchacho

por Alejandro C. Tarruella*

El 10 de septiembre pasado, la Unión Industrial Argentina anunciaba que la industria del país había crecido un 8 por ciento en el mes de julio y un 11,8 por ciento en los primeros siete meses del año. Cifras elocuentes por cierto, que no dejan discutir en relación al crecimiento del país a tasas chinas como dicen los que saben. Solamente el sector automotriz, informaba la UIA, había experimentado un crecimiento del 22 por ciento en julio y la siderurgia, un 20 por ciento. Por esos días, la consultora de números Ibarómetro, hacía conocer una encuesta que daba a la presidente Cristina Fernández de Kirchner, una imagen positiva del 52,7 por ciento en la provincia de Buenos Aires. Si bien no siempre los numerólogos aciertan en sus predicciones, hay una relación entre la perfomance económica del país y la credibilidad de los gobernantes. Si hay crecimiento en la economía, una mejor distribución del producto de lo obtenido por parte del Estado, seguramente la asignación universal y el aumento a los jubilados verificado en septiembre, son medidas que van al mismo piso de la sociedad. Medidas que a su vez, impactan de inmediato sobre el consumo directo y que al mismo tiempo, marcan la dirección del proyecto en el que está comprometido el gobierno nacional. No llamó la atención entonces, que desde la Confederación General del Trabajo, se impulsara un proyecto de participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas para aquellas que superen un mínimo de 300 trabajadores. El proyecto presupone la distribución del 10 por ciento de las ganancias netas distribuidas en un 8 por ciento para los empleados y el 2 por ciento para un fondo solidario que sería administrado por la CGT. El debate se inició en el Parlamento a mediados de septiembre y la base del planteo de su abanderado en esas ideas, Héctor Recalde, diputado de la CGT, es que se trata de una ley que debe reglamentar lo establecido por la Constitución Nacional en el artículo 14 bis, correspondiente a la reforma de 1957. Fue la subsecretaria de Trabajo, Noemí Rial, quien afirmó a “Tiempo Argentino”, que la inclusión del artículo se realizó en la reforma que hizo la dictadura cívico militar que derrocó a Perón en 1955. Esa reforma, incluyó la derogación por decreto de la Constitución de 1949 (una aberración por cierto

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de dudosa legalidad a la fecha). Aquella Constitución, cumbre del denominado constitucionalismo social, marcó a fuego en sus artículos 38, 39 y 40: “La función social de la propiedad, el capital y la actividad económica”. La reacción de los milicos y sus amigos curas, empresarios y abogados, tenía relación con el carácter de función social del capital, que les erizaba la piel. Por lo tanto, lo que se estableció finalmente en el reforma del 57 fue la participación de los trabajadores en las ganancias y no la función social del capital. El otro antecedente de la ley propuesta es la histórica Ley de Contratos de Trabajo que consagró el derecho de los trabajadores a participar en las ganancias.

Los cubanitos de Méndez Héctor Méndez, presidente de la Unión Industrial Argentina, adicto a la dramatización cuando la avaricia de ciertos empresarios se ve asediada por la Justicia, estalló inmediatamente apoyado por el arco monopólico de la prensa que le hizo coro. Méndez sindicó a la propuesta de la CGT como parte de la “cubanización” del país. Lo curioso de su arranque, es que el 67 bis de Aramburu-Rojas, dice taxativamente que “los trabajadores tienen derecho en la participación de las ganancias de la empresa, con control en la producción y colaboración en la dirección”, según la propuesta del radicalismo de entonces entre cuyos constituyentes se encontraba el caudillo cordobés, Amadeo Sabattini. Posteriormente, en 1975, la Ley de Contrato de Trabajo estableció la obligación de presentar un balance social para que los trabajadores cuenten con información sobre el devenir de la empresa y su futuro. También exige dar información a los trabajadores sobre ganancias para acompañar los pedidos de aumentos salariales y lo que iba a ser, justamente, la participación en las ganancias. Según fuentes de la CGT, entre los recientes convenios, el de los trabajadores de la alimentación que obtuvieron un 32 por ciento de aumento en sus salarios, se Buenos Aires / Diciembre de 2010

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Un frente para afirmar un modelo de país Es interesante constatar que así como hoy se recurre a un artículo de la reforma constitucional de 1957, cuestionada históricamente desde la resistencia peronista en más, no se rehuye a rescatar en este caso un concepto que había quedado en el aire. Al apoyo histórico de Amadeo Sabattini desde el radicalismo, se unió luego el del ex senador Hipólito Solari Yrigoyen, presidente de la Convención Nacional Radical, que planteó la participación de los trabajadores en las ganancias en un libro y apoya en términos generales el proyecto del diputado Recalde. En Alemania, Francia, Suecia y Noruega, los trabajadores tienen participación en las ganancias. En México desde 1962, rige el sistema de Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU) que permite la lectura de la rentabilidad de los balances anuales de las empresas, descontados impuestos, amortizaciones y previsiones para aplicar luego un impuesto a las ganancias del 35 por ciento y sobre el monto resultante, se aplica un 10 por ciento de participación a los trabajadores. Ese porcentaje, se toma de las empresas que cotizan en bolsa de valores. En la Argentina, tendrán el derecho los trabajadores de empresas que superen los 300 empleados razón por la que es posible que se trate luego, un régimen para las pymes.

conoció el Balance Social que es luego, enviado al Ministerio de Trabajo. Se informa que telefónicas, bancos y petróleo también los presentan dentro del 20 por ciento de las empresas que cumplen con la ley.

El proyecto Recalde El Proyecto que sostiene la CGT por medio del diputado Recalde, prevé la formación de un órgano tripartito integrado por la patronal, la CGT y el Estado para sostener y hacer el seguimiento de lo establecido en la ley. El concepto de ganancia según la participación de los asalariados y nunca por la cantidad que tenga una empresa en su producción. Por ser ganancias, se saca a ese rubro de la idea de desinversión que agitan algunos dado que la reinversión de las utilidades no va a ser contabilizada dentro de la participación por lo que se convierte en reinversión. Si en 2003 el gobierno de Néstor Kirchner permitió recuperar la conquista de las discusiones paritarias, en 2011, uno de los nuevos rumbos del debate social, será la participación en las ganancias. Y esto es, para los empresarios más retrógrados, no una discusión económica sino de principios ajados por la regresión filo feudal de un conjunto de prejuicios que esgrimen como ideas. Ponerle límite a las ganancias que las últimas décadas sirvieron para exportar capitales a favor de potencias extranjeras, dejando tan solo la participación en las ganancias a los comisionistas financieros que entregaban su país, es simplemente un ejercicio de responsabilidad política y social. Porque en realidad, el proyecto tiene de aventurado el hecho de que el debate de aplicación de la ley, promueve un salto histórico que recupera la Constitución de 1949 como avanzada a la definición de un país en los términos del Bicentenario. Fuera de la razón oligárquico golpista en la que se sumió la Argentina desde 1955. Ese es el desafío mayor que plantea la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas.

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¿Qué es lo que pone nerviosos a ciertos empresarios si hay participación en las ganancias en la Unión Europea, en México, Brasil, Chile y Venezuela? En todo caso, se trata de sostener regímenes de injusticia hasta que se pueda. Ese es el cubanito que altera a Méndez de la UIA, quien argumentó que el proyecto vulnera el derecho a la propiedad, concepto en el que aún algunos empresarios involucran prácticamente a la misma vida humana.

Las 62 de Capital y las ganancias obreras El 24 de septiembre pasado, las 62 Organizaciones Peronistas de la Capital Federal llamó a marchar el 15 de octubre, en conmemoración del histórico 17, incorporando el apoyo al proyecto de participación en las ganancias de los trabajadores enmarcando la exigencia, en el hecho de que se trata de un derecho laboral consagrado en la Constitución Nacional. Las 62 respondieron a los planteos de Méndez, señalando que fueron la Constitución de 1949 y la reforma de 1957, las que consagraron esos derechos. Agregaron que en aquellos días no se había producido aún la revolución cubana, a la que aludió Méndez como un antecedente del pedido. Una gafe que lo pone en línea con el general Nicolaides cuando en años de dictadura afirmó que el marxismo era anterior al advenimiento de Cristo. “Les preocupa la redistribución de la riqueza. Les preocupa que los controlen para que no evadan normas ni impuestos ni sigan sometiendo a los trabajadores a cobrar en negro. Eso les preocupa. No la Constitución Nacional ni los derechos consagrados en ella”, afirmaba la solicitada que firmaba el titular de la filial porteña, Alejandro Amor. El proyecto marcha ahora para marcar un hito histórico en la recuperación de las conquistas de los trabajadores y su proyección en un país que se ha puesto de pie. l * Alejandro C. Tarruella, periodista y escritor. Autor de “Guardia de Hierro. De Perón a Kirchner” e “Historias secretas del peronismo”, entre otros.

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informe especial REUNIÓN DE LA MESA NACIONAL DE LA CORRIENTE CAUSA POPULAR

La Izquierda Nacional se prepara para la gran batalla electoral

Ricardo Vallejos, de Causa Popular, Oscar Leguizamón, del Partido de la Victoria, Jorge Coscia, Secretario de Cultura de la Nación, y Luis Gargiulo, presidente de Causa Popular.

Ochenta delegados participaron de la reunión para analizar la situación política nacional después del fallecimiento del expresidente Néstor Kirchner, de la extraordinaria movilización popular que concurrió a sus exequias y los primeros pasos tomados por la presidenta Cristina Fernández después del luctuoso hecho. Asimismo se trató la invitación formulada por las autoridades del Partido de la Victoria de la Capital Federal, para integrar el mismo, en vista a las próximas elecciones. La reunión comenzó con un homenaje a Néstor Kirchner, a cargo de Julio Fernández Baraibar. A continuación se leyó un informe político preparado por el presidente de la Corriente, Luis Gargiulo, que fue seguido por un amplio debate. El informe fue aprobado por unanimidad y se publica a continuación. Respecto a la propuesta de integración al Partido de la Victoria, el plenario aprobó también, unánimemente, la incorporación al mismo por parte de los compañeros de la Capital Federal, como la manera más efectiva para

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Arriba, parte de los asistentes a la reunión. Abajo la cena de camaradería en el restaurante La Cacerola.

que la militancia y las ideas de la Izquierda Nacional tengan una participación plena y activa en la política argentina. Esta resolución también se publica en estas páginas de Caminopropio. A su vez, se resolvió que en cada distrito electoral se analicen las distintas situaciones y realidades a efectos de lograr la participación de las fuerzas de Causa Popular de la manera más directa y eficaz en el próximo proceso electoral. Participó también como invitado el Secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, quien dirigió la palabra a los presentes. Coscia destacó la importancia que el pensamiento de Manuel Ugarte, Arturo Jauretche, Jorge Abelardo Ramos y Perón habían tenido en su formación política y se definió a sí mismo como “un peronista de izquierda nacional”. Refiriendose a la desaparición de Néstor Kirchner, resaltó Coscia “el alto contenido simbólico de que sus restos hayan sido velados, justamente, en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos, inaugurado unos meses antes y donde pudimos ver cómo el presidente Sebastián Piñera de Buenos Aires / Diciembre de 2010

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El 6 de noviembre se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires, en la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (AEFIP), una reunión de la Mesa Nacional de la Corriente Causa Popular ampliada con representantes de las provincias y distritos del interior del país.

Víctor Ramos conversa con César González Trejo durante la cena de la Corriente Causa Popular.

Chile, abrazaba condolido a la presidenta Cristina, bajo el retrato de Salvador Allende y la mirada del Che Guevara”. Asimismo hizo hincapié en la necesidad de “una verdadera lucha cultural como paso necesario para la incorporación de los millones de jóvenes que se inician a la militancia política, bajo los auspicios de un gobierno nacional y popular, por primera vez en más de treinta años”. Llamó a los presentes a estrechar filas, eliminar sectarismos y visiones elitistas, para “que la izquierda nacional, a la que hemos pertenecido con coherencia y lealtad durante tantos años, ocupe el lugar que merece en esta nueva lucha político- electoral que se avecina”. El discurso completo del Secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, se publica también en este informe. También estuvo presente una delegación del Partido de la Victoria, encabezada por Oscar Leguizamón, quien dirigió un mensaje al plenario. El encuentro finalizó con una cena de camaradería en un restaurante céntrico. l

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La Corriente Causa Popular de Capital se incorporó al Partido de la Victoria Propuesta de Horacio Cesarini al Plenario La Corriente Causa Popular, continuadora de la Izquierda Nacional de Jorge Abelardo Ramos y Alberto Guerberof se mantuvo siempre fuera del Partido Justicialista, pero como el movimiento que transita con más entrega su misma ruta. Nunca estuvimos del otro lado del mostrador. Hoy estamos ante una nueva opción. Sabemos que nadie nos va a mover del apoyo irrestricto a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, es decir, no vamos a cambiar nuestro punto de vista sobre el sentido histórico del peronismo. Ni la calamitosa década neoliberal –a la que enfrentamos políticamente- nos hizo cambiar. Y no nos equivocamos, pues fue el propio peronismo quien corrigió el camino y nos ofreció otra oportunidad. No fue la izquierda ni los progresistas que más bien son todo lo contrario de lo que el término parece anunciar. En el inmenso océano nacional y popular, donde el peronismo navega y aparece tantas veces contradictorio, siempre encontraremos su veta revolucionaria. Apareció Kirchner y de las ruinas del propio peronismo dividido en varias opciones electorales, sacó a la Argentina del infierno, como le gustaba decir. Podrían haber surgido otras fuerzas, otras corrientes ideológicas o políticas. Pero no ocurrió. Y aquí, junto al peronismo que trasciende en el kirchnerismo, en este lugar estamos nosotros. En la Capital nos invitaron a entrar al Partido de la Victoria. Justo en Buenos Aires, el lugar más hostil al pensamiento nacional, donde Jauretche y Perón perdieron elecciones. Pero hoy el poder electoral de la oposición es más un invento de la prensa, que cree que mantiene intacto su poder para moldear el pensamiento de los argentinos y sobre todo de los porteños. Tiene más prensa que votos. Proponemos la incorporación en la Capital Federal al Partido de la Victoria, que fue el partido que llevó a Néstor Kirchner de candidato en 2003 pues nos han manifestado que quieren recibirnos. Los militantes porteños de la Corriente Causa Popular van a encontrar el apoyo de una cantidad muy importante de peronistas y miles de jóvenes sin partido que quieren agruparse para levantar las banderas de la revolución nacional y de la Patria Grande con justicia social. Ingresamos al Partido de la Victoria en la Capital Federal, como fruto de una larga actividad frentista en el distrito. Seguiremos manteniendo viva y activa la Corriente Causa Popular. Vamos a preservar la identidad, por nuestro pasado, por nuestras luchas, por las cárceles sufridas, por los que tuvieron que exiliarse, por nuestros muertos durante la dictadura oligárquica y además y sobre todo por nuestras esperanzas intactas en una sociedad más justa e igualitaria. l

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informe especial INFORME POLÍTICO DEL PRESIDENTE DE LA CORRIENTE CAUSA POPULAR

Una nueva etapa de la Revolución Nacional y Popular

por Luis Gargiulo

Cuando convocamos a realizar este plenario estábamos muy lejos de imaginar el panorama que nos esperaba a partir del nefasto 27 de octubre, cuando en las primeras horas de la mañana fuimos sacudidos por la noticia que anunció la muerte de Néstor Kirchner. Pocas veces como en esta oportunidad la información necrológica tenía tanta incidencia en la realidad política. El muerto fue, nada menos, quien diseñó, puso en marcha, dirigió, desde el gobierno y acompañó, desde la retaguardia, la misión de recuperar, reconstruir y restaurar la Argentina de la que se había hecho cargo y que encontraba devastada luego de ser sometida a veintisiete años de ocupación imperialista, en sociedad con las antiguas clases nativas, parásitas, especuladoras, rentísticas y agro exportadoras aún sobrevivientes de la vieja Argentina pre-peronista. Una vez más, como en tiempos de Rivadavia, de Mitre, de Lavalle, de Uriburu y Justo, de Aramburu y Rojas, vimos, en Martínez de Hoz y Videla, galopar a los jinetes del Apocalipsis con la arrogancia del estanciero, por la tierra de los argentinos. Con el propósito de hacerlo de una vez y para siempre, vinieron arrasando vidas y conquistas populares, crecimiento industrial, logros científicos y tecnológicos, creaciones del pensamiento y la cultura nacional. La nueva dictadura genocida entronizaba aquel apellido emblemático de una casta que se vistió de fajina para terminar para siempre con las pretensiones de alcanzar un país independiente y con justa distribución de la riqueza. Vinieron a abortar la independencia nacional en democracia que se fue logrando a medias, entre marchas y contramarchas, durante casi un siglo, a partir de Hipólito Yrigoyen y por dos veces con Juan Perón. Ambos fueron victimas de golpes de estado y cárcel y uno del destierro. Pero es necesario tenerlo presente: de los veintisiete años de dominio neoliberal, siete transcurrieron bajo la dictadura cívico-militar y los otros durante la democracia colonial. El pueblo elegía entre partidos que habían resignado su origen popular y nacional. Tanto radicales, como un sector importante del peronismo –encolumnados en el

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menemismo - carecieron de la voluntad política para enfrentar los condicionamientos que imponían los organismos financieros multinacionales. Los funcionarios locales de las áreas de finanzas y economía solo se designaban previa aprobación del FMI o el Banco Mundial. Humillación y saqueo patrimonial fueron los signos que impuso una dictadura, que no provenía de cuarteles, sino de las corporaciones de la timba financiera internacional Los políticos de la civilidad democrática, que entraron en escena cuando capituló la dictadura luego de la derrota en Malvinas, son los encargados de recibir la posta para continuar aplicando las recetas inamovibles que imponía el imperio. Radicales, peronistas conservadores y aliancistas, pasaron a ser el “ejército civil del imperio”, tan obedientes a los dictados de los organismos financiero internacionales como sus antecesores, los funcionarios de la dictadura. Ejercieron y gozaron de la actividad política con la desesperación del alcohólico que puede volver a la taberna, después de una semana de calabozo. El pico máximo de la nueva capitulación - esta vez en democracia y que había empezado con la desmalvinización- ocurrió durante el menemismo, cuya gestión fue expuesta por EE.UU. como modelo a imitar por el resto del mundo globalizado. Así fuimos uno de los dos o tres países, considerados nave insignia en aplicar las recetas recesivas que nos impuso el Consenso de Washington. A partir del retiro de la dictadura, la partidocracia argentina, salvo intentos parciales, en nada modificó la dependencia del poder extranjero. Aquella sentencia alfonsinista, de que “con la democracia se come, se cura y se educa”, se volvió rápidamente inaplicable en tanto la democracia que la sustentaba carecía de capacidad de decisión; la colonización pedagógica le impedía elaborar un proyecto propio Buenos Aires / Diciembre de 2010

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y el sistema de solidaridad social de la clase obrera y los sectores populares había sido arrasada por un feroz individualismo.

El triunfo de Kirchner El largo proceso de extranjerización de la economía, los sucesivos planes de ajustes, la hiperinflación, la interrupción de la cadena de pagos, el incumplimiento con los servicios de la deuda externa dieron por tierra con un modelo perverso de saqueo y dependencia e hizo eclosión en las trágicas jornadas del 2001 en las cuales quedaron involucrados los gobiernos de De la Rúa y de Eduardo Duhalde. Las encuestas previas a las elecciones del 2003 encontraron a cinco candidatos con escasas diferencias entre sí, que se confirmarían luego al conocerse los resultados. Kirchner con el 22% de los votos fue segundo detrás de Menem, pero al no presentarse éste en la segunda vuelta, el patagónico quedó ante la puerta de embarque al infierno. “No voy a dejar mis convicciones en la puerta de la Casa Rosada” fueron las palabras que pronunció Kirchner en aquella precipitada e irreverente asunción de mando ocurrida el 25 de mayo del 2003, cuando terminó con un magullón en la frente por la colisión con una cámara. Ese era el estilo que lo acompañaría en su trayectoria: tomar a risa lo solemne y con vehemencia y pasión responder los ataques de la mezquindad opositora cuando comenzó a cumplir con su palabra. Las calles de Buenos Aires eran recorridas por ejércitos de mujeres, hombres, ancianos y niños en busca de cartones dejados en las veredas y restos de comida en tachos de basura. Procesión de sombras a la caída del sol, que se repetía todas las tardes de aquel invierno impiadoso. La autogestión del trueque popular redistribuía la disponibilidad de enseres y alimentos hasta tanto escampara la tormenta social en el país de las mieses y las vacas, donde la indigencia más extrema parecía haber hecho campamento estable hasta en pleno centro de la Reina del Plata. La prensa europea resaltaba, con títulos catástrofe, el derrumbe argentino, mientras gozaba su tiempo de opulencia, antes del derrumbe que padecen hoy. Una declaración de la Corriente Causa Popular elaborada por nuestro recordado compañero Alberto Guerberof definía así la situación: “Kirchner es un Presidente sin partido en un país sin Estado”. Pero a Néstor Kirchner nada lo intimidó. Tomó el toro por las astas y una de sus primeras medidas fue viajar a Entre Ríos, donde sus docentes no cobraban desde hacía más de tres meses. El aporte del Estado Nacional pudo resolver la situación desesperante de miles de familias en una provincia inundada, no por los ríos que la rodean y dan su nombre, sino por la serie de bonos, cuasi monedas que circulaban por ella. La primer renacionalización se produce con la recuperación por parte del Estado del espacio radioeléctrico y de radares que había sido privatizado por el gobierno de Menem a favor de una empresa francesa. Luego se-

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LOS POLÍTICOS DE LA CIVILIDAD DEMOCRÁTICA, QUE ENTRARON EN ESCENA CUANDO CAPITULÓ LA DICTADURA LUEGO DE LA DERROTA EN MALVINAS, SON LOS ENCARGADOS DE RECIBIR LA POSTA PARA CONTINUAR APLICANDO LAS RECETAS INAMOVIBLES QUE IMPONÍA EL IMPERIO. guirán el Correo, Aguas Argentinas, Aerolíneas, rescatados de la inepta gestión privada, nacional y extranjera, que en muchos casos las vació o las dejó en quiebra. Para ese entonces las sombras de duda sobre las intenciones de Kirchner se disolvían rápidamente entre los sectores populares. Lo que no lograra en votos el día de las elecciones, lo conquistaba con la gestión. Las encuestas lo instalaban con un 70% de imagen favorable al tiempo que comenzaban a expresarse las desconfianzas y cuestionamientos de los sectores que estuvieron cautelosos y en silencio durante un largo tiempo. Algunos recomponiendo su capital y patrimonio gracias al 3 a 1 fijado por la política de cambios del gobierno; otros como Clarín, salvando su quiebra segura por deudas en el exterior; otros, como gran cantidad de productores agropecuarios, pagando con pesos, deudas en dólares o salvando del remate sus campos hipotecados. Neoliberales de distintas vertientes o pejotistas irremediablemente atrapados por la doctrina Cavallo-dependiente habían canjeado las antiguas verdades peronistas por las ideas de la economía de mercado. Kirchner hizo descolgar los cuadros de los dictadores Videla y Bignone de las paredes de la Escuela Militar de Campo de Mayo, fortaleció la política de Derechos Humanos, cambió la Corte Suprema de Justicia, logró la nulidad de las Leyes de perdón y obediencia debida; reestableció los convenios colectivos de trabajo que obligatoriamente ahora se renuevan cada 12 meses y los trabajadores y jubilados reciben anual o periódicamente, aumentos de sus remuneraciones, después de haber transcurrido 13 años sin aumentos salariales o jubilatorios durante la era neoliberal en los años noventa. A poco de andar, la variopinta ala conservadora del peronismo tradicional puso en tela de juicio la condición política del Presidente: “Kirchner no es peronista” dicen. También lo acusan de montonero o chavista la derecha mediática más recalcitrante como los Morales Solá, los Grondona y el Grupo Clarín, mientras que para la izquierda estamos ante un gobierno burgués, que paga la deuda externa, lo carcome la corrupción y negocia con empresas imperialistas.

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En realidad ¿Qué es el gobierno de Kirchner? ¿peronista, nacionalista, burgués, progresista, conservador, socialista? Las demandas a las que viene dando satisfacción el gobierno iniciado por Néstor y continuado por Cristina, provienen de clases, sectores y épocas distintas a las que tuvo que responder Perón en la década del ‘40. Perón interpretó las necesidades de un pueblo postergado, emergente de la “década infame”, pero también de patrones que ingresaban a una nueva actividad industrial que trastocaba el escenario capitalista agroexportador predominantemente pampeano. Se lograba plena ocupación al incorporar valor agregado a la materia prima y desarrollo del círculo virtuoso de un mercado interno de productos manufacturados en el país, que anteriormente provenían del exterior. Impuso el monopolio estatal del comercio exterior que generó recuperación de divisas por importaciones y exportaciones. Tras su liderazgo político fue capaz de aglutinar empleados públicos, docentes, ferroviarios, empleadas domésticas, chacareros arrendatarios, cuentapropistas. Construyó una alianza de clases dinámica, beneficiada por una política de independencia nacional frente a las grandes potencias y un mercado interno con fuerte demanda de consumo popular. En Perón también confluyeron el bajo clero, los peones rurales, los oficiales nacionalistas e industrialistas, los cuadros bajos y medios de las Fuerzas Armadas. La nueva clase obrera, sin experiencia sindical ni política, se agregó al proletariado urbano preexistente, y en multitudinarias legiones llegadas de provincias lejanas, cambiaba para siempre el contenido étnico de la clase trabajadora del Buenos Aires, de rasgos inmigratorios. Los partidos de la izquierda portuaria, mas ocupados en la suerte del reparto territorial que ocurría en el este y el oeste europeo de posguerra, no comprendieron ni admitieron que las conquistas sociales que tantos mártires costaron a sus propias luchas, fueran llevadas al terreno de los hechos por un advenedizo coronel del Ejército Argentino. No estaba en los manuales de la ideología revolucionaria eurocéntrica. El nacionalismo popular de Perón, fue calificado de nazi-fascista; la justicia social de demagogia; al primer intento de unidad latinoamericana con la conformación de la unión aduanera con Brasil y Chile, como “la ambición expansionista del proyecto nazi de Perón”, frustrada por la operación combinada entre la oposición interna y la embajada yanqui. El grueso del estudiantado universitario y gran parte de la clase media repudió a Perón y fueron funcionales a la oligarquía y a la conspiración golpista que anidaba en la Unión Democrática. En una situación opuesta a la circunstancia internacional que benefició a la Argentina de post-guerra, Kirchner surgió luego de la crisis terminal del neoliberalismo, que se prolongó hasta principios de este siglo bajo el gobierno de la Alianza. Asume para responder a las demandas por los derechos populares, laborales, sociales, humanos y nacionales que fueran vilmente atropellados durante el ciclo anterior, apelando tanto a medidas existentes en el arsenal olvidado del peronismo fundacional, como al invento de

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NEOLIBERALES DE DISTINTAS VERTIENTES O PEJOTISTAS IRREMEDIABLEMENTE ATRAPADOS POR LA DOCTRINA CAVALLODEPENDIENTE HABÍAN CANJEADO LAS ANTIGUAS VERDADES PERONISTAS POR LAS IDEAS DE LA ECONOMÍA DE MERCADO.

nuevas respuestas para nuevos reclamos. Reflotó la cuarta bandera peronista inconclusa de alcance continental que contenía la unidad latinoamericana. Puso en ella un vigor y profundidad nunca antes alcanzados. Otorgó jerarquía de cuestión de Estado a los derechos humanos, amplió la participación democrática real al impulsar la mayor integración social y cultural de las comunidades latinoamericanas radicadas en el país y les facilitó la documentación personal. Otorgó el derecho al matrimonio igualitario; la difusión e integración cultural latinoamericanista; y dio jerarquías nunca alcanzadas a los derechos humanos, a la integración generacional y de género. El paso dado para profundizar sensibles logros en la constitución de la unidad latinoamericana, que había comenzado por un Mercosur acotado a los dictados de la globalización neoliberal de los 90, hoy es el ámbito comercial del mayor intercambio que realiza cada uno de los países miembros. El Unasur es la conquista decisiva para el futuro de la región y para la soberanía y el crecimiento del conjunto, y particularmente para cada uno de los países que lo integran. Cómo olvidar que junto a Chávez, Lula, Evo y Tabaré Vázquez , Kirchner fue protagonista central de la cumbre de Mar del Plata. Chávez lo recordó en estos días: “gracias a Kirchner pudimos extender el certificado de defunción al ALCA”. El proyecto de los Libertadores Bolívar, San Martín, Artigas, Morazán, O`Higgins, la frustración de Perón, Getulio Vargas e Ibáñez, comienza a tomarse la revancha. Para arriesgar una caracterización del gobierno que encarnó Néstor Kirchner y prosigue Cristina, me permito apelar a una definición donde, en una declaración de hace seis años atrás y que comparto, Horacio Cesarini sostenía que el gobierno de Kirchner encarnaba “un progresismo nacional que se acoplaba a la mejor tradición del peronismo”. Ahora deberíamos agregarle y profundamente latinoamericanista. El progresismo, históricamente pudo tener sostén ideológico radical, izquierdista o cristiano, pero casi siempre antiperonista. En la deriva de alguno de sus sectores hacia el pensamiento y las posturas nacionales, importantes sectores de la clase media, que nutre el llamado progresismo, fue capaz de elaborar una autocrítica positiva que lo llevó a sumar sus demandas propias a las que recogía Kirchner. Buenos Aires / Diciembre de 2010

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Este extendió el puente y abrió el espacio a un amplio sector de la sociedad que había sido menospreciada por el peronismo tradicional y hasta por el propio Perón. Hoy amplias capas de los sectores medios, como lo demostró la imponente celebración del Bicentenario, se han nacionalizado, aunque algunos conservan aún cierto recelo al caminar junto a Hugo Moyano, cuando en la Plaza hay que unirse para defender y sostener al gobierno nacional frente a las reiteradas ofensivas gorilas. Es que sobrevive una mezcla de temor y desconfianza al “poder sindical”, desde la campaña alfonsinista de 1983 que proclamaba un pacto inexistente, alimentados por las plumas antiperonistas y antiobreras de Clarín y La Nación y por las provocadoras patotas que moran a la sombra de dirigentes de dudosa representatividad y que pactan con las patronales o se asociaron a ellos, productos del degradador período menemista. El nuevo Movimiento Nacional no es el mismo que el de hace sesenta y cinco años. Ni las Fuerzas Armadas lo encabezan, ni la clase obrera tiene el peso específico que tenía en la sociedad argentina en aquel 17 de octubre de 1945. De la presencia dominante de sindicatos de industria de antaño, llegamos al la preeminencia de los sindicatos de servicio. Para las nuevas generaciones, quienes han comprendido y contenido sus demandas y aspiraciones, sus necesidades materiales, sus esperanzas y sueños fueron Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. Ellos incorporaron nuevas banderas al legado de Perón, legendaria figura instalada en la galería de los próceres. Para los que como mínimo ya andan rondando los 30 y aún mayores y para los contemporáneos, Perón entró a su vida por la referencia de sus padres, amigos y parientes, por militantes mayores, por la lectura o por la imagen del cine y la televisión y fue Kirchner quien les sacudió la esperanza, la forma de entender la política, la confianza en quien y en que creer. Por la Plaza desfilaron para el asombro universal, los rostros dolidos pero frescos de una nueva generación que despidió a su líder para vivar la vida, para jurar la bandera virtual de la lucha para terminar la obra del patriota muerto y para resistir los embates de los enemigos que a partir de ahora, mas que nunca, seguirán ensayando estrategias de ocasión para impedir la profundización del modelo, desestabilizar y destituir si es posible al gobierno de Cristina, para que la catedral nunca se termine.

Cristina: del velatorio a la trinchera. Tan solo una hora después de la muerte de Kirchner, Rosendo Fraga sugirió insidiosamente a la Presidenta que estaba en condiciones de gobernar por su propia cuenta, debiendo buscar el acuerdo con aquellos que podían asegurarle terminar su mandato en paz. Margarita Stolbitzer declaró que “el gobierno debe salir rápidamente de la debilidad en que ha quedado como consecuencia del fallecimiento de su líder y el principal armador político de la fuerza sostén de la gestión”. La Presidente había anunciado a sus colaboradores: “48 horas de duelo y el lunes volvemos”.

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PARA LAS NUEVAS GENERACIONES, QUIENES HAN COMPRENDIDO Y CONTENIDO SUS DEMANDAS Y ASPIRACIONES; SUS NECESIDADES MATERIALES, SUS ESPERANZAS Y SUEÑOS FUERON NÉSTOR KIRCHNER Y CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER.

Eduardo Amadeo, diputado del llamado Peronismo Federal, descarta la posibilidad de una reunificación partidaria con el kirchnerismo. Declara que “somos muchos los que no tenemos nada que ver con Moyano, con D’Elia y con Kunkel”. Pero ese rejunte de peronistas conservadores y capangas provinciales muestra sus primeras grietas. Rosendo imagina, espera y propone un repliegue que le permita a la oposición casi diezmada, retomar protagonismo. Es que la Mesa de Enlace está deshecha, la Federación Agraria dialoga con el gobierno y los intentos de destitución fracasaron uno a uno. No prosperaron la valija de Antonini Wilson ni el intento destituyente agazapado tras el voto no positivo por la 125, ni la carta de Elisa Carrió pidiendo la intervención de países extranjeros contra la Argentina, ni la resistencia de Redrado en el Banco Central, ni el vano intento de la hipocresía opositora para imponer el 82% móvil para desfinanciar al gobierno y quebrar, además de la Anses, las esperanzas de una recuperación real y efectiva de los argentinos. No pudieron torcer el rumbo del gobierno. A la muerte de Kirchner lo sucedió un nuevo fenómeno referencial en las generaciones que deben sostenerlo y que está encarnado en su figura. A partir de ahora no nace la disyuntiva entre “cambio vs. Modelo” como lo alientan las páginas de Magnetto. A partir de ahora el desafío más importante es la construcción de la herramienta política adecuada para profundizar el proyecto de este tiempo. El nuevo movimiento nacional tiene su rumbo intacto, su líder que dejó la vida en él, una nueva generación que viene a reclamar su espacio y su conductora política de un temple y capacidad inigualable para llevarlo a la victoria. Oportunistas y simuladores deben saber que el pueblo argentino, golpeado por la muerte de quien entregó su corazón a la causa de la Patria, no los dejará pasar. La Corriente Causa Popular acompañará, cerrando filas junto a la Presidenta, la profundización del proceso iniciado por Néstor Kirchner. Hay que seguir la marcha liberadora reuniendo en la lucha a un vasto Frente Nacional que aspire a la soberanía política, a la independencia económica, a la justicia social y a la unidad latinoamericana. l

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informe especial DISCURSO DEL SECRETARIO DE CULTURA DE LA NACIÓN, JORGE COSCIA AL PLENARIO

El kirchnerismo es el resurgimiento del mandato revolucionario del 17 de Octubre de 1945 Compañeras y compañeros: en primer lugar quiero expresarles que hablar frente a ustedes y bajo los retratos de Manuel Ugarte, Arturo Jauretche, Jorge Abelardo Ramos y Juan Domingo Perón es hacerlo con compañeros de muchos años de militancia e inspirado por estos hombres en cuyas enseñanzas políticas me formé desde los tiempos de mi juvenil ingreso a la política, ideas que, por otra parte, jamás he abandonado. Lo primero que tenemos que subrayar es que estamos en presencia de un gobierno que ha rescatado el papel del Estado en la elaboración de políticas nacionales. Después de años de bombardeo ideológico contra este papel, a partir del 2003, con el gobierno de Néstor Kirchner el Estado vuelve a jugar el rol que tuvo en los momentos más importantes del proceso de nuestra industrialización. Porque fue el Estado argentino el que comienza a llevar adelante el proyecto del valor agregado, el proyecto industrial. Son tiempos, donde, incluso los liberales, cuando uno compara al Pinedo de la Década Infame con el actual, aquél parece, no sólo un socialista, que lo era, sino un socialista revolucionario, porque el Estado de Justo era infinitamente más activo ante la crisis que lo que es el actual. Por supuesto un Estado activo y proteccionista para proteger el modelo agroexportador. No es que ellos sean antiestado. Ellos, los liberales, al Estado lo usaron y mucho, siempre para proteger los intereses de ellos y para reprimir. “Achicar el Estado es agrandar la Nación”. Achican el Estado en función de la Justicia Social y fortalecen el Estado para la represión. Siempre el Estado lo usan para ellos. Es mentira que lo achican, basta ver cómo han crecido muchas estructuras del Estado durante la dictadura. La Argentina, ha demostrado a lo largo de su historia el valor de Estado como protagonista y constructor de riqueza y de valor agregado. Es por eso que tenemos que

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construir un proyecto original con imaginación, sobre todo ahora que encontramos -en 2003- un país mucho más desvastado que el país que encontró Perón en el ‘45. Hablando de Néstor Kirchner y de Cristina, no hay que olvidarse que largaron juntos. ¿Vieron la tontería periodística del doble comando? Es cierto. Y ¿saben cuándo era cierto? En el 2003. Porque en aquel año Cristina tenía oficina en la Casa de Gobierno. Y en el 2006, Néstor no (risas). Vivía en su casa, Olivos, pero el único doble comando fue el del 2003. Cristina, quiero decir con esto, estaba desde el principio. Y estuvo desde antes del 2003. Y para muchos de nosotros fue conocida antes que Néstor. Pero hablamos del proyecto de los Kirchner. Y tenemos que conocer que en el proyecto de los Kirchner les toca a ellos un país mucho más difícil, en términos relativos, que el que le tocó al mismísimo Perón. Por supuesto no se trata de enfrentar a uno con otro. ¡Qué torpeza! Esto de decir yo soy kirchnerista, no soy pejotista... Acá que vengan todos, para este proyecto que vengan todos. A mi me parece que no hay que hacerle pruebas genéticas a nadie. Por lo menos, del gen peronista. En absoluto. Hoy me preguntaban: ¿Qué puede leer alguien para hacerse peronista? Y mi respuesta fue: mirá, en primer lugar me parece que no hay que hacer peronista a nadie. Lo que hace falta es que suscriba y adhiera al proyecto. Si, además, se quiere hacer peronista... Y me mira el compañero y me dice: No, lo que pasa es que es para mí (risas). Buenos Aires / Diciembre de 2010

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Y TENEMOS QUE CONOCER QUE EN EL PROYECTO DE LOS KIRCHNER LES TOCA A ELLOS UN PAÍS MUCHO MÁS DIFÍCIL, EN TÉRMINOS RELATIVOS, QUE EL QUE LE TOCÓ AL MISMÍSIMO PERÓN. Jorge Coscia habla en la reunión de la Mesa Nacional Ampliada de la Corriente Causa Popular.

La verdad es que me resultó conmovedor, sobre todo porque era un tipo grande... El país que nos toca en el 2003 es un país complicadísimo. En el ‘45, no es que fuera una maravilla. Me parece que era un país de una estructura de injusticia profunda. Es un país que, beneficiado por la neutralidad de Argentina en la Segunda Guerra Mundial, había logrado acumular divisas, tenía una estructura del Estado muy bien armada. Ya se había salido de los efectos de la crisis del ‘30. El que arma la Flota Mercante no es Perón, es Castillo -hay que recordarlo-. Es todavía el país de los vales, de los capangas del obraje, semifeudal en gran parte del territorio. Es un país donde los obreros estaban escondidos, no se los veía, por eso el 17 de Octubre fue tan sorprendente. Pero, ni siquiera el del ‘43 es un país que podemos decir al borde del abismo, como fue el del 2001. Esto es importante verlo. Porque siempre uno dice que estamos esperando al Mesías -esto es una metáfora claro- en un caballo blanco, y si, por ahí, llega caminando por el desierto y en harapos, ¿qué hacemos? Perón fue, sin duda, un hombre fundamental de nuestra historia y no puede entenderse el kirchnerismo sin el peronismo, porque el kirchnerismo es parte del peronismo. La primera agrupación que funda Kirchner para hacer política en Santa Cruz se llamó “Perón no sé cuánto”, lo mencionaba, el otro día en Café Las Palabras, Dante Dovena. Lo verdaderamente sorprendente de la movilización del otro día, a raíz de la muerte de Néstor, es que haya ocurrido con la muerte. Yo estaba esperando una movilización. La historia es extraña. Tuvo que morirse Néstor para que ocurriera. Como en un espejo invertido se muere el hombre. En el ‘52 se murió la mujer. Esto hay que valorarlo porque lo que necesitamos es una imaginación para entender lo distinto que es la historia. Porque está lleno de tipos que, planteando ser de izquierda y hasta nacionales, están viendo lo que no hay, como decía Discépolo, lo que falta, lo que no se hace. En un país sojero están preocupados por la minería, cuando tenemos muy poca minería. Y están preocupados por la

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contaminación de la minería y se hacen los tontos y miran para otro lado con el glifosato. Y no es que no nos preocupe el problema de la minería. Pero realmente nosotros no somos un país minero, como lo es Chile o Bolivia. Y ahí vemos a Pino Solanas llenándose la boca con sus denuncias mientras vota junto con el núcleo duro de la oposición sojera. ¡Qué caraduras! ¡Qué papelón histórico! ¡Qué vergüenza haber sido el ala izquierda del proyecto de Biolcatti! Es una vergüenza y una tristeza profunda que quienes alguna vez formaron parte de este espacio -o dijeron formar parte de este espacio- cuando la revolución se pone en movimiento quedan junto a las fuerzas de la vieja Argentina. Y a mí me gusta hablar de revolución. Porque una revolución es precisamente cambiar la vida de la gente. ¿Qué es si no? ¿O la revolución tiene que ser una fila de tipos marchando sobre la Bastilla? ¿Qué fue la Revolución Francesa sino un proyecto que duró décadas? ¿Y qué es sino una revolución el proyecto que en la Argentina lleva décadas y que se pone en movimiento el 17 de octubre del ‘45? Y que está vivo porque está pendiente, porque todavía no se concretaron del todo los fines soñados aquel 17 de Octubre. Y esto es lo que hay que comprender. El kirchnerismo no es ni más ni menos que el resurgimiento del mandato revolucionario surgido el 17 de Octubre de 1945 (aplausos). Y eso, primero, con una adversidad tremenda. No voy a citar a ningún filósofo. Voy a citar a Fernán Miras, un actor, quien dijo por televisión, hace poco: “nos reuníamos con los amigos en el 2001, en restaurantes vacíos, y discutíamos cuál iba a ser el futuro de la Argentina. Coincidíamos que, con suerte, tal vez, nuestros nietos vieran un país mejor”. ¿Quién no pensó esto en el 2001? Yo, ni siquiera. Yo pensaba que mis nietos, si seguíamos así, iban a ver un país peor todavía. Porque cuando se está en la pendiente, la pendiente no tiene límite. Y, curiosamente, se pone de nuevo en marcha... Recuerden la consigna: “que se vayan todos”, “que no quede ni uno solo”, o que queden pocos... Hoy pensaba: solos, Cobos, pocos... ¡cómo rima! (risas).

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Solo como pocos... Gieco debería abrir la letra de Los Orozcos y meter este nuevo aporte (risas) (aplausos). Prueba de que esto es una revolución son los villanos que hay del otro lado. ¿Qué creen que es una revolución? ¿Qué dijo Lenin en 1917? “Pan, paz y tierra”. ¿Y qué es lo que está dando este proyecto a los argentinos? Más que eso, incluso. Con respecto a América Latina ya se ha dicho que vivimos un momento magnífico. En ese sentido, me atrevo a decir que hay que explicarlo desde lo simbólico. El Mercosur nace, como dijera Methol Ferré, por la iniciativa de oscuros funcionarios, en gobiernos que no tenían un mandato bolivariano. Pero nace ahí, se pone en marcha y se mantiene vivo como puede. Pero la cosa adquiere sentido y fuerza cuando, además de ser una búsqueda de mercado común, es un proyecto ideológico que reconoce los dos siglos de luchas y cinco siglos de historia. Y en ese sentido, esto también lo aporta el kirchnerismo. ¿Es casualidad que se lo haya velado a Néstor en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos, armado en mayo del Bicentenario? Yo tengo un orgullo que no quepo dentro de mí de pensar que tengo una presidenta que diseña ese espacio simbólico. Porque ni a Chávez se le ocurrió. Y se le ocurre a la presidenta del país que más le dio la espalda al proyecto latinoamericano. Y tal vez por eso, así como nosotros somos el país del más grande genocidio en la región, por eso tenemos los luchadores de derechos humanos más trascendentes y como fue el país de mayor concentración monopólica en los medios de comunicación, tenemos la ley de medios más trascendente, también hemos generado los pensadores latinoamericanos más trascendentes, precisamente por el nivel de aislamiento propuesto por los gobiernos argentinos. Es como compensatorio. Debemos tener vergüenza y orgullo. Vergüenza porque fue la Argentina el país que se jactaba de su europeidad, de ser el país más blanco, toda esa estupidez. Llamar “pajuerano” al de adentro, invertir los términos, confundir todo, sobre todo desde la porteñidad. Y orgullo por haber producido pensadores, escritores y políticos de la talla de Manuel Ugarte, de Jorge Abelardo Ramos, de Eduardo Astesano, de Juan Domingo Perón. Y el kirchnerismo también recupera todo esto. Recupera la tradición de Perón con su Nuevo ABC en condiciones, en este caso, un poquito más favorables que las de la década del ‘50. Recupera desde lo concreto a la Unasur, ir más allá del Mercosur.

PERÓN ES, SIN DUDA, UN HOMBRE FUNDAMENTAL DE NUESTRA HISTORIA, Y NO PUEDE ENTENDERSE EL KIRCHNERISMO SIN EL PERONISMO, PORQUE EL KIRCHNERISMO ES PARTE DEL PERONISMO.

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YO PENSABA QUE MIS NIETOS, SI SEGUÍAMOS ASÍ, IBAN A VER UN PAÍS PEOR TODAVÍA. PORQUE CUANDO SE ESTÁ EN LA PENDIENTE, LA PENDIENTE NO TIENE LÍMITE.

Es una pena que Methol Ferré se haya muerto sin ver estas cosas, porque estaba un poco amargado en el último tiempo. Y no alcanzó a ver un secretario general argentino en la Unasur. Y lo simbólico es el Salón de los Patriotas Latinoamericanos donde el gobierno argentino cuelga cuadros sin consultar. No se pidieron a los países de América Latina que cada uno de ellos enviara sus héroes, sino que el gobierno argentino determinó cuáles eran, a su criterio, esos héroes. Y lo hace siguiendo el criterio de Manuel Ugarte o de Abelardo Ramos. El gobierno argentino pone en esa galería a Getulio Vargas, por ejemplo, quien, desde el punto de vista del gobierno de Lula, no es un personaje tan interesante. Diría que hay un residuo de varguismo en el frente que gobierna y en la oposición también. Pero Vargas es concebido como héroe latinoamericano -no brasileño-. Hay un concepto de lo latinoamericano por encima de los gobiernos y sin faltarle el respeto a ningún gobierno. Yo estuve el 25 de Mayo en el Salón y miraba algunas caras. Y Piñera tuvo que despedir a Néstor Kirchner bajo el retrato de Salvador Allende (aplausos), y el del Che Guevara en un costado. Y como si fuera poco, la conciencia latinoamericana lleva a Cristina a abrazarse con Piñera. ¿Acaso solo la unidad europea puede plantear la unidad sin pedir carnet de izquierda? La Unión Europea se hizo desde el interés común y nacional de esos países que tenían que compensar su debilidad frente al poderío norteamericano, para no hablar ahora del poderío chino y la competencia japonesa. El proyecto latinoamericano del kirchnerismo tiene conciencia histórica. Yo recuerdo que propuse bajar un cuadro e inmediatamente la presidenta dijo que sí: el de Francisco de Paula Santander, el traidor a Bolívar. Claro, el cuadro lo mandaban de Colombia, como de acá un gobierno que no fuera éste hubiera mandado el de Rivadavia. ¡Imagínense a Rivadavia en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos de Caracas!, porque lo mandó el gobierno argentino. Cristina no colgó lo que le mandaron sino lo que desde su conciencia histórica latinoamericana entendía como patriotas del continente. Y ahí se veló al último de los patriotas latinoamericanos y primer Secretario General de la Unasur que él mismo ayudó a construir (aplausos). Compañeras y compañeros, no está, por supuesto, terminada la pelea, pero diría que es un momento verdadeBuenos Aires / Diciembre de 2010

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ramente esperanzador y esa es una más de las razones que ameritan que no nos distraigamos. Que no haya izquierdistas que admiran a Hugo Chávez y a Fidel y meten causas penales a los Kirchner. Uno se pregunta muchas veces, ¿pero se tenía que morir Néstor para que lo comprendiéramos? Por supuesto muchos lo comprendíamos. Pero hay como un gesto dramático de la historia. Cada vez que pienso en esto me emociono, porque los embromó. Alguien decía también “si no pudieron con este hombre, ¿cómo van a poder con este mito?”. Con el mito no se puede. Se ha vuelto invencible este hombre, que además está encarnado, pues uno dice “Perón vive”, “Evita vive”... Compañeros: ¡Cristina vive! Y Cristina es la Presidenta de la Nación. Perón murió y quedaron López Rega e Isabel. Néstor se murió y quedó Cristina y hay una diferencia tremenda, por más fantasías morbosas que tengan los que sabemos muy bien qué están buscando y qué pretenden. Yo creo que debemos entender que estamos viviendo un momento conmovedor y una revolución activa. Una revolución sólo se puede sostener, desde mi punto de vista, con la organización política. Si Jauretche decía, como titula Julio Fernández Baraibar su documental sobre don Arturo, “hay que soplar la ceniza y que se encienda la brasa”, una vez que se enciende la brasa hay que sostenerla. Y cuando se prende la llama, mucho más, hay que alimentarla. Estoy convencido que la manera de mantener y alimentar esa llama es la organización política. Nosotros hemos presenciado, a raíz de la muerte de Néstor Kirchner, que salieron del sustrato (recordando a Scalabrini) no ya los obreros, sino todo un sector social que ya nos era familiar: los jóvenes de las clases medias. Muchos están sorprendidos, pero nosotros ya los veíamos a los jóvenes. Hablábamos con ellos. Y no es que sean pura intuición, son cuadros políticos. Descubrieron dónde estaba el poder destructivo de los enemigos de este proyecto. Fueron a leer libros de historia... Se trata de un proceso de notable toma de conciencia. Pero todo ello requiere organización. Es muy importante el desafío que se plantea de aquí en más: darle un curso orgánico, político y trascendente al fenómeno generado por estos siete años de kirchnerismo y por este golpe que nos ha llenado de dolor, pero también de esperanza, que fue la muerte del principal responsable, junto con Cristina, de esta transformación. Causa Popular se ha mantenido soplando la brasa durante tanto tiempo, en los momentos más difíciles, en los

QUE NO HAYA IZQUIERDISTAS QUE ADMIRAN A HUGO CHÁVEZ Y A FIDEL Y METEN CAUSAS PENALES A LOS KIRCHNER.

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PORQUE SE HA MANTENIDO LA BRASA ENCENDIDA TIENE SENTIDO QUE PODAMOS CONTAGIAR Y LLEVAR LA PALABRA, LA ORGANIZACIÓN A LOS MILES Y MILES DE CUADROS POLÍTICOS QUE NECESITAMOS PARA PROFUNDIZAR ESTE CAMBIO.

inviernos donde parecíamos locos y solitarios, donde realmente parecíamos tipos totalmente descolgados. Seguíamos sintiendo que el camino es el camino de Manuel Ugarte, el camino del Colorado Ramos, el camino de Jauretche, el camino de Perón y de tantos otros. Se mantuvo la ceniza con ese rojito de la brasa que indica que el fuego vive. Cuánto más sentido tiene, entonces, que esto cobre fuerzas. Porque se ha mantenido la brasa encendida tiene sentido que podamos contagiar y llevar la palabra, la organización a los miles y miles de cuadros políticos que necesitamos para profundizar este cambio. Hay que tomar lecciones de los años ‘70. No es casualidad que Néstor y Cristina sean jóvenes de los ‘70, como muchos de nosotros. También tomar lecciones de la década del ‘70. En aquellos años hubo una gran participación. La Juventud Peronista expresó una tremenda voluntad de cambio. Pero en un momento hubo una fisura entre los intelectuales y los militantes. Todos lo sabemos. Y empezaron a conducir los que más sabían de fierros y no conducían los que más sabían de historia, de transformación política y de estrategia (aplausos). Tenemos un profundo respeto por todas las formas de la militancia y de la conducción políticas, pero creo que hay una sola bien encaminada, que es aquella en la que la conducción y la organización políticas por quienes tienen conciencia histórica, conciencia universal, ubican el país y la circunstancia en el mapa y en el lugar del camino. Por eso deben formarse cuadros políticos, debe haber estructuras organizativas que sean como las columnas vertebrales, porque no pienso en una sola, sino en muchas, que a lo largo y lo ancho de la Patria den contención, cabida y formación a los miles y miles de argentinas y argentinos que quieren garantizar, como dijera antes, que esto no sea una circunstancia más, un período feliz pero breve de la historia, sino un período que definitivamente instale una Argentina distinta, la Argentina que soñaron estos hombres que orientan a Causa Popular y a todos los que estamos acompañando este proyecto que condujera Néstor Kirchner y que hoy conduce Cristina Fernández de Kirchner. Muchas gracias (aplausos) l

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universidad EL DESPERTAR POLÍTICO DE UNA NUEVA GENERACIÓN

Hacia un nuevo movimiento estudiantil con las banderas de Néstor y Cristina Una agrupación estudiantil llamada Arturo Jauretche acaba de ganar las elecciones del Centro de Estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires. La noticia, que pasó desapercibida para los monopolios informativos, tiene una importante trascendencia: es la primera manifestación política de la masiva presencia juvenil en las exequias de Néstor Kirchner. La juventud es, como se sabe, un estadio pasajero, algo que pasa con los años. Pero su manifestación en las clases sociales es muy distinta. El acceso al trabajo asalariado y en blanco de parte de nuevas generaciones obreras provoca, a la larga o a la corta, una renovación de las dirigencias sindicales y la aparición de lo que en la Argentina se ha dado en llamar “juventud sindical”. Este fenómeno se ha hecho evidente en el movimiento obrero organizado. Gremios como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que durante el período neoliberal desindustrializador vio disminuida la cantidad de afiliados, ha visto resurgir una nueva dirección como resultado del crecimiento producido en el sector a partir del 2003. La movilización popular del 24 de marzo pasado contó con la presencia masiva de una Juventud Sindical de la CGT. En la clase media no asalariada la adhesión a políticas nacionales y populares no tiene un inmediato correlato, tal como ocurre con la clase trabajadora. En general, la caja de resonancia de los cambios políticoculturales de la clase media ha sido el movimiento estudiantil, tanto en su versión universitaria como secundaria. La lucha política por los centros de estudiantes y las Federaciones Universitarias regionales y la FUA ha sido el campo de batalla de las grandes luchas políticas de las juventudes de clase media. Homero Manzi, en su poema a la vieja Facultad de Derecho de la avenida Las Heras, escrito a los diecinueve años, menciona ese movimiento estudiantil que intenta conjugar cierta univer-

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salidad conceptual con la realidad americana y argentina de entonces.

Corazón que practica la leyenda hipocrática de dormir a la izquierda, hecho con las estrías de cien muchachos locos que sueñan con la paz y que hacen la simbiosis —pampeanamente rara— de Yrigoyen y Marx.

Por otra parte, fue en el campo estudiantil donde el movimiento nacional y popular argentino -tanto el radicalismo en vida de Yrigoyen, como el peronismo- más dificultades tuvo para influir política e ideológicamente. Distintas corrientes del socialismo y del comunismo cipayos se encargaron de convertir las banderas de la Reforma del 18 en instrumento contra los gobiernos que expresaban la voluntad popular. Y en 1945 esas mismas corrientes, más un radicalismo ya alvearizado, lograron que los organismos de masas del movimiento estudiantil -los Centros de Estudiantes, las Federaciones Universitarias y la FUA- fuesen instrumento de la conspiración oligárquica antiperonista. A partir de la década del ‘60 se produjo un proceso político cultural al que la Izquierda Nacional llamó de “nacionalización de las clases medias”. Los hijos o los hermanos menores de aquellos estudiantes gorilas de Buenos Aires / Diciembre de 2010

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1955 se acercaban al peronismo y, sobre todo, a la experiencia del movimiento sindical peronista. Ese notable fenómeno, que caracterizó las grandes victorias populares a partir del Cordobazo, puso punto final a la llamada Revolución Argentina y contribuyó, junto con la lucha de millones de trabajadores peronistas, al regreso de Perón y a los triunfos populares del año 1973. En 1970, una alianza integrada por la Agrupación Universitaria Nacional (AUN) -expresión estudiantil de la Izquierda Nacional- y la llamada Franja Morada Nacional -un agrupamiento de sectores reformistas socialistas y anarquistas- triunfó en el Congreso de la FUA en Córdoba. La declaración política de ese Congreso reivindica, por primera vez en la FUA, la fecha del 17 de Octubre de 1945 como un jalón decisivo en la lucha por la liberación argentina. El notable despertar político de amplios sectores juveniles de clase media que han visto en los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández la representación de sus intereses, postergados por años de neoliberalismo, tiene que convertirse en triunfos políticos que ratifiquen esta voluntad de lucha explicitada en los últimos meses. Esa explosión juvenil debe consolidarse en un gran movimiento estudiantil -secundario y universitario- que en todo el país despliegue el discurso democrático, popular, nacional, modernizador y latinoamericano de la presidenta Cristina. Ese movimiento debe tener como objetivo principal reconquistar para la causa nacional y popular los centros de estudios, las Federaciones Univer-

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sitarias y, sobre todo, las Universidades nacionales, en especial la de Buenos Aires. Si todos las agrupaciones de simpatía kirchnerista que militan en las universidades llegan a los necesarios e inevitables acuerdos políticos, el movimiento estudiantil debe ser un apoyo autónomo y amplio al programa presidencial. No es posible que la FUBA y la FUA estén en manos cipayas, de ultraizquierda o liberales. No es posible que la Universidad de Buenos Aires siga siendo un enclave aislado del proceso general que vive la Nación, sobre todo cuando estamos en presencia del gobierno que más presupuesto ha dado a las universidades y a la investigación científico-tecnológica en los últimos cincuenta años. Esa juventud dolorida y esperanzada que llenó las calles de Buenos Aires despidiendo a Néstor Kirchner, debe convertirse en una fuerza política capaz de llevar adelante una nueva Reforma Universitaria, que vuelva a poner a la Universidad al servicio de los intereses nacionales y populares. En suma, llamamos a un movimiento estudiantil que con el programa de Cristina y Néstor, con el programa de los trabajadores argentinos, revierta la hegemonía cipaya en el movimiento estudiantil. Ni más ni menos que lo que han hecho las chicas y chicos del Nacional Buenos Aires. Si ello se logra, dotaremos al nuevo proyecto nacional de la fuerza y el conocimiento capaz de proyectarlo y garantizarlo en el tiempo. l JFB

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universidad HOMENAJE A NÉSTOR KIRCHNER EN LA UBA

Recuperar la Universidad para la causa nacional y popular

por Andrea C. Alberti*

Emoción y alegría fueron los sentimientos preponderantes la tarde del 24 de noviembre último en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN), UBA. Es que ese fue el día y el lugar que eligió Interklaustro para honrar la memoria de Néstor Kircher. Emoción por tener que despedir a quien fuera uno de los patriotas más notables de los últimos 50 años y alegría porque como reza la declaración de principios de InterK: “Néstor no nos dejó solos, nos dejó con nosotros”. Interklaustro nació el 1º de este mes, en la FCEyN, como un espacio que agrupa a no-docentes, estudiantes, docentes e investigadores del país y del exterior, dispuestos a sostener un proyecto notable, histórico, de recuperación de la memoria y respeto por los derechos humanos, de desarrollo nacional, de distribución de la riqueza, de integración latinoamericana, que tiene como pilares la recuperación del trabajo, de la producción, de la educación y de nuestra ciencia y tecnología. A casi un mes de la muerte de quien en vida fuera Presidente de los Argentinos, Primer Caballero y Secretario General de la Unasur, la convocatoria de la recientemente formada agrupación K de Exactas no pudo ser más exitosa: más de 400 asistentes y un panel de oradores de lujo. El encuentro comenzó con la transmisión de videos alusivos, luego de lo cual llegaron los oradores. El primero fue el local Adrián Paenza, profesor de Matemáticas de la Facultad, quien también trajo su video. Lo hizo, según nos contó, para mostrar con imágenes lo que a veces cuesta expresar con palabras. Y las imágenes eran conmovedoras: el pueblo llorando a su líder en las cámaras del canal Encuentro. Luego Adrián se acordó de la vez en que vio por primera vez a Néstor y la buena impresión que le causó que éste le dijera: “¡¡Cobran muy poco los becarios del CONICET!!”. Y esto lo sorprendió, no sólo porque el presidente estuviera interesado en el salario de los investigadores argentinos (hacía muy poco que un ministro los había mandado a lavar platos), sino porque además, al poco tiempo cumpliera aumentando el estipendio de las becas en un 50 %, y porque supiera cuestiones que tenían que ver con el funcionamiento interno del CONICET, como por ejemplo la existencia de becarios. Se acordó luego del momento en que Cristina, siendo candidata a presidenta de la Nación, en un viaje que había hecho junto a Néstor a New York, había querido reunirse con los científicos argentinos residentes en EEUU, no para sacarse la foto de candidata (como des-

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confiaba Paenza), sino para conocer sus problemáticas, escuchar sus reclamos y sorprender con lo interiorizada que estaba sobre proyectos y cuestiones que interesaban a los investigadores. Más tarde Hernán Brienza, politólogo y periodista, se refirió a cómo aquel hombre flaco desgarbado, visco, desalineado en el vestir, que arrastraba la S en sus discursos, que se llevaba cámaras de fotos por delante y hacía malabares con el bastón de mando, como diciendo “¿cómo es que este artefacto no sirve para lograr la felicidad del pueblo?”, nos sorprendiera a todos con aquel primer discurso conmovedor como presidente recién electo frente a la Asamblea Legislativa, y con el giro nacional y popular que su gobierno fue tomando. Llegó el turno del intendente de Quilmes, Francisco “Barba” Gutierrez y nos enteramos que cuando ambos eran muy jóvenes habían coincidido en la militancia peronista, cada uno desde su lugar de obrero y estudiante respectivamente. Recordó también el día en que, ya como presidente, Kirchner nacionalizó Aguas Argentinas porque la empresa quería esperar 30 años para dar cloacas y agua potable a barrios del conurbano bonaerense, y Néstor decía “¿Cómo puede ser que haya compatriotas que vivan a escasos km de la Capital y no tengan un bien tan esencial como el agua?”. Cuando terminó el acto de la creación de AYSA en casa de Gobierno, “el Barba” contó como Néstor se tiró “de palomita” hacia la gente. Entonces él le dijo: “Tené cuidado, ¿mirá si entre la gente hay algún loco que te quiere hacer algo?” y Néstor le respondió: “Dejame que me divierta. Yo lo paso bien con el pueblo”. Como broche de oro de una jornada maravillosa escuchamos a Jorge Coscia, Secretario de Cultura de la Nación. Nos dijo que teníamos que revertir la lógica y en vez de justificarnos nosotros por ser kirchneristas, eran los seguidores de la oposición quienes tenían que explicar el apoyo a Macri, a Carrió, al hijo de Alfonsín o a Duhalde. Y ganándose el aplauso de todos los presentes nos instó a “recuperar la Universidad para la causa Nacional y Popular”. l *Integrante de Interklaustro. Buenos Aires / Diciembre de 2010

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medios INFORME DE LA SIP SOBRE LA ARGENTINA

Nada nuevo bajo el sol

por Roberto Bardini

“La diseminación de noticias y opiniones se ha convertido en una rama de los grandes negocios y, como tal, en el casi monopolio de un puñado de grandes empresas”, escribió el pensador británico John Strachey, miembro del Partido Laborista y editor de la revista Socialist Review, en su libro El capitalismo contemporáneo, publicado en 1954. A más de medio siglo de distancia, la descripción le calza como anillo al dedo a ese conglomerado de empresas periodísticas conocido como Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que se reunió en la ciudad mexicana de Mérida y destacó que “el 2010 se ha vuelto uno de los años más complejos para la prensa en Argentina, donde el gobierno parece haber elegido al periodismo como su enemigo” En su informe sobre Argentina, la SIP, señala que en los últimos meses se abrieron nuevos episodios de confrontación entre el gobierno y un grupo de empresas periodísticas. “Podemos escribir y decir lo que pensamos, pero en un escenario tenso, de presiones directas o indirectas en el que percibimos un ánimo de crispación y revancha de un gobierno que ha elegido al periodismo como enemigo”, se quejó Francisco Montes, del Diario de Cuyo, de la ciudad de San Juan, responsable de presentar el documento. La SIP está integrada por directores y propietarios de diarios, revistas y agencias de noticias de América. Sus miembros no son estrictamente periodistas, sino empresarios y dueños de acciones –en muchos casos hijos y nietos de los fundadores de esos medios– que representan a más de 1.300 diarios y revistas de 30 países, con una circulación que supera los 43 millones de ejemplares. La organización ha recorrido un largo camino. Sus inicios se remontan a 1926, cuando alrededor de 130 informadores del continente se reunieron en Washington en el Primer Congreso Panamericano de Periodistas y aprobaron la creación de un organismo interamericano. Esto llegó en 1943, cuando se fundó la SIP en La Habana, durante la dictadura del general Fulgencio Batista. Aunque en sus comienzos la composición era fundamentalmente latinoamericana, en 1946 un pequeño grupo de editores y directores de periódicos estadounidenses logró que la sede se estableciera en su país. Y en

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1950, por iniciativa del coronel Jules Dubois, un experto en inteligencia militar mimetizado como reportero del Chicago Tribune, la SIP se “refundó” en Nueva York. Desde entonces la agrupación dejó de ser un ámbito más o menos plural y se transformó en lo que es hasta hoy: un cartel de empresarios, dueños de periódicos, revistas, canales de televisión y emisoras de radio, muchos de los cuales dejaron de ser periodistas hace muchos años para convertirse en hombres de negocios. El periodista e historiador argentino Gregorio Selser, autor de Sandino, General de Hombres Libres y otros 40 libros, se ocupó durante años de este organismo empresarial. “La SIP tendió a inmiscuirse cada vez más prepotente y altaneramente en los asuntos internos de los países del continente, como si la OEA o algún otro organismo supranacional hubiera delegado en ella la visión de velar los postulados de la libertad de prensa”, escribió en diciembre de 1974. Y el tres veces presidente Juan Perón también se refirió, en 1957, a las “grandes cadenas de diarios, revistas y órganos publicitarios diversos, que responden a la tendencia occidental, dirigidos, manejados y financiados desde la Sociedad Interamericana de Prensa”. En su libro Los vendepatria, publicado durante su exilio en Caracas tras ser derrocado por la autodenominada “revolución libertadora”, Perón escribió: “Si algún mandatario, en uso de su derecho que no se le niega a estos empresarios de la falsedad, se decide a tener sus propios órganos de opinión o tomar medidas en defensa de los intereses nacionales [...] todas las agencias de noticias comienzan a cursar despachos en los que se tendrá buen cuidado de decir que se trata de un dictador y que el régimen es totalitario o antidemocrático”. Como se ve, han transcurrido 67 años de la creación de la SIP pero no hay nada nuevo bajo el sol. l

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medios EL ATERRADOR PODER DE LOS MEDIOS

La miedocracia como sistema

por Elio Noé Salcedo

Si no hubieran existido los años de plomo; si los medios hegemónicos no machacaran tanto con las noticias truculentas y con las malas noticias y si el inglesísimo Robert Cox –ex director propietario del Buenos Aires Herald y miembro de la SIP- no admitiera que comparte con algunos de sus colegas argentinos esa sensación de miedo que algunos proclaman como paradigma de la actualidad, esta reflexión no tendría mucho sentido. De alguna manera, sospechamos, el poder hegemónico quiere convencer a la sociedad argentina de que algo tremendo está ocurriendo o está por ocurrir. A propósito sostiene el médico psiquiatra de Necochea Gustavo González Ramella: “El pensamiento hegemónico es hegemónico porque representa a un sector de la sociedad que detenta el poder, y desde ese poder convence a las multitudes de que sus necesidades y deseos parciales y sectoriales son las mismas necesidades y deseos de la totalidad de la sociedad”. No conforme con haber impuesto durante muchos años la mediocracia -una suerte de combinación entre “hombre mediocre” (hijo del medio) y de “homo videns” (hijo de los Medios), al parecer, ahora el pensamiento hegemónico quiere imponerle a nuestra sociedad la miedocracia, otra suerte no tan buena de todo lo anterior con hombre “miedocre”: miedo al Gobierno, a la democracia irrestricta, a la Ley de Medios, a un programa de la TV pública, al debate, al pasado, al presente y al futuro. Siguiendo la línea psiquiátrica del Dr. González Ramella, es posible colegir que quienes se identifican con semejante impostura necesitan sacar a la superficie la razón de sus miedos. Entonces cabría hacerles algunas preguntas. ¿Le tienen miedo a esos símbolos eminentes de la propia democracia en construcción -medidas populares, participaciones plebeyas, discursos y debates-, construcción que lógicamente se opone a todo lo que la TV monopólica representa, símbolo a su vez de un modelo de país agonizante? En otras palabras: ¿tienen miedo a la democracia y a la igualdad democrática, y miedo a pensar o que

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MIEDO AL GOBIERNO, A LA DEMOCRACIA IRRESTRICTA, A LA LEY DE MEDIOS, A UN PROGRAMA DE LA TV PÚBLICA, AL DEBATE, AL PASADO, AL PRESENTE Y AL FUTURO.

otros piensen un país distinto al que nos tocó vivir prácticamente sin solución de continuidad desde 1976 al 2001? Recordemos que, “acostumbrado a copiar escrupulosamente los prejuicios del medio en que vive”, el Hombre Mediocre adquiere “el hábito de renunciar a pensar”. De esa manera –profetizaba José Ingenieros-, los espíritus mediocres “evitan salir de la rutina y cruzar espacios nuevos; repiten que es preferible lo malo conocido a lo bueno por conocer”… “Ocupados en disfrutar lo existente, cobran horror a toda innovación que turbe su tranquilidad y les procure desasosiegos. Las ciencias, el heroísmo, las originalidades, los inventos, la virtud misma, paréceles instrumentos del mal, en cuanto desarticulan los resortes de sus errores…”. ¿O acaso tienen miedo que el pequeño David de la TV Pública (un sólo canal) golpee la frente del grandote Goliat del monopolio mediático y termine de tumbarlo Buenos Aires / Diciembre de 2010

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correo de lectores COMO NO HAY GOLPE POSIBLE Y TAMPOCO PUDIERON DARLE FIN POR OTROS MEDIOS –COMO PRETENDÍA FUKUYAMA-, AHORA PRETENDEN DETENER LA RUEDA DE LA HISTORIA CON LA ESTRATEGIA DEL “MIEDO PREVENTIVO” APRENDIDA EN LOS MANUALES DE IMPORTACIÓN MADE IN EE.UU.

una vez que la Ley de Medios sea restituida e implementada en razón de todas sus virtudes populares (consensuada ampliamente), republicanas (votada por las dos cámaras representativas del pueblo) y democráticas (el derecho de todos a expresarse)? ¿Para qué quieren “convencer a las multitudes de que es necesario y deseable” tener miedo? ¿Temen que concluya la libertad de empresa de la dictadura mediática, que sus intereses confundían con la libertad de prensa, y que empiece a regir la libertad de prensa para las mayorías silenciadas, que ellos confunden con totalitarismo? En última instancia, ¿se oponen a que las mayorías se expresen y gobiernen, como sucedió de uno u otro modo a lo largo de 200 años cada vez que esas mayorías pretendieron hacerlo? Como no hay golpe posible y tampoco pudieron darle fin por otros medios –como pretendía Fukuyama-, ahora pretenden detener la rueda de la historia con la estrategia del “miedo preventivo” aprendida en los manuales de importación made in EE.UU. Hay un debate pendiente –profundo y abierto- y en pleno trámite, que la Ley de Medios abona de forma decisiva. Un debate profundo sobre el pasado, presente y futuro de la Argentina y de América Latina, nuestra Patria Grande. Un debate a puertas abiertas, que los medios hegemónicos pretendían soslayar encerrados en sí mismos; y de puertas afuera: con la participación popular de todos los estratos políticos y sociales que ya está en marcha.l

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Hola compañeros: Les escribo desde la ciudad de Tucumán para saludar la aparición de la revista caminopropio que llegó fortuitamente a mis manos. Confieso que en un lapso de dos meses, es el segundo episodio que me vincula con mis orígenes políticos. Efectivamente, hacia el 4 de agosto, durante la Semana de los Derechos Humanos, realizada en la provincia de La Rioja en conmemoración del asesinato de Mons. Angelelli, tuve oportunidad de acercarme y charlar con el Secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia. Era una necesidad de reconocer -en tanto militante- la ímproba labor que la Secretaría -en su persona- está realizando en el difícil (para quienes nos alineamos en el campo nacional y popular) ámbito de la cultura. Ya había tenido oportunidad de observar in situ esa labor (estuve durante los actos del Bicentenario en Buenos Aires). Tuve el placer de observar, por ejemplo, una gigantografía de don Arturo Jauretche. Le manifesté a Coscia que su labor venía a cubrir un campo donde tenía la sensación que no siempre lo habíamos abordado con la responsabilidad que nuestra prédica exige. Baste sólo recordar que cuando el General. Perón nacionaliza los ferrocarriles, los nombres que reciben corresponden a próceres de la historia oligárquica (Mitre, Sarmiento, Roca). Y ello, sostenía Jauretche, es una manifestación de la “colonización pedagógica”. Al manifestarle al compañero Coscia de qué provincia era oriundo, me pidió le enviara mis saludos a los amigos de Tucumán y en especial recordó a Martín “Chicho” Pieroni, compañero de la Izquierda Nacional que falleciera hace ya muchos años. El pedido de Coscia me permitió entender el sentido histórico e ideológico de su magnífico discurso ante un grupo de estudiantes en una de las carpas instaladas en la Plaza 25 de Mayo (la plaza central de La Rioja). Sus citas recurrentes a Felipe Varela y el Chacho, por ejemplo. Así es que le dije: “Pieroni era militante del FIP”; y él me contestó: “Yo provengo del FIP”. En tren de sumar sorpresas, le referí que yo me inicié políticamente en ASENA, que era la agrupación de estudiantes secundarios que revindicaba la interpretación histórica que realizaba Jorge Abelardo Ramos. Durante la dictadura, como otros compañeros, decidí seguir otros rumbos. A muchos de ellos volví a encontrarlos en el camino por su incorporación al peronismo. Pero íntimamente sentía que esa visión de la historia, que tan bien sintetizan Uds. en las personas de Manuel Ugarte, Arturo Jauretche, el colorado Ramos y Perón, necesitaba una revitalización. Pues, convengamos, aún la revolución es un camino a construir. También quiero desear suerte a los aportes que pueda realizar desde esta provincia el compañero Luis “Cachi” Jaimovich. Un abrazo. Luis Gutiérrez

Si lo desea escribanos a edcaminopropio@gmail.com 29


opinión EL 17 DE OCTUBRE Y EL ASESINATO DE MARIANO FERREYRA

El peligroso trabajador

El asesinato de Mariano Ferreyra es un síntoma más de la ferocidad con que ciertos sectores del poder antipopular están dispuestos a impedir que los trabajadores tengan injerencia en las decisiones políticas de nuestro país. Para esto, se valen de la herramienta poderosísima de la comunicación masiva y, recurriendo a sus aliados empresarios, dueños de grandes corporaciones mediáticas, construyeron un relato donde se presenta al sindicalismo de izquierda como un ente impoluto, inmaculado, compuesto por jóvenes idealistas que reclaman pacíficamente por sus derechos, contraponiéndolo al sindicalismo peronista de Hugo Moyano, corrupto y violento, integrado por viejos mañosos, negros y sucios que lo único que buscan es enriquecerse con negocios espurios. No es casual que el hecho ocurriera una semana después de que el movimiento sindical peronista reuniera cerca de cien mil personas en conmemoración del 17 de Octubre, donde se dejó en claro que el objetivo es que la primera magistratura de la Nación sea ejercida por un trabajador. Eso es lo verdaderamente peligroso para el poder fáctico: que los trabajadores, quienes están destinados a ser dominados y utilizados por el poder, a quienes les está vedada la participación en la toma de decisiones, a quienes les está negado el acceso a los bienes culturales, quienes nacieron para obedecer, comiencen a conducir y a exigir protagonismo en la vida pública.

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por Florencia Canali*

Este es el profundo valor simbólico que tuvo aquella jornada en la cancha de River y los discursos que allí se pronunciaron. Por eso, ante semejante acto de fuerza, fue necesario un hecho conmovedor, como el asesinato de un joven inocente, que pudiera sintetizar los distintos elementos del imaginario colectivo de la clase media argentina al que se pretendía apelar, y luego construir la noticia a partir de un relato unidireccional que produjera un golpe de efecto que socavara la legitimidad del proceso político actual del país. En última instancia, se culpa al Gobierno nacional de tan trágico suceso, no por las debilidades que actualmente arrastra el sindicalismo argentino después de tantos años de dictadura y neoliberalismo, sino por el compromiso que el actual modelo político asume en la defensa de los trabajadores y de los sectores más postergados de nuestra sociedad, la consustanciación con los intereses populares y la profundización de un paradigma que reconoce en el ejercicio de los DDHH el pilar fundamental desde el cual se cimienta la dignidad del pueblo. Esas son las condiciones que los poderes económicos que representan al conservadurismo buscan eliminar. Eso mismo es lo que la izquierda boba no deja de envidiar mezquinamente. Desde ambos lugares, con distintos eufemismos, es combatido. l * De la Juventud Carta Abierta, Mendoza. Buenos Aires / Diciembre de 2010

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por las provincias FORMOSA

por Luis Amarilla

CÓRDOBA

por Ricardo Franchini

El conflicto por las tierras

La situación cordobesa

Un conflicto sobre la propiedad de 612 hectáreas en Colonia Primavera, en la provincia de Formosa, cobró la vida de dos argentinos, tras la represión solicitada por el Poder Judicial. El conflicto tuvo su origen en 2007, cuando el gobierno provincial expropió esas tierras a particulares para la construcción de un campo experimental dependiente de la Universidad de Laguna Blanca, con el objetivo de brindar apoyo a miles de pequeños y medianos productores rurales. Los pobladores originarios, que reclaman la propiedad de ese predio, son propietarios de 5.187 hectáreas que les fueron adjudicadas en 1985, debiéndose desalojar violentamente a los ciudadanos no aborígenes que se encontraban usurpando la reserva. Cuando se firmó la escritura se acordó que tenían un lugar suficiente para “vivir, producir, cazar y realizar sus tareas ancestrales”, con el compromiso de no darles otro destino ni arrendarlas. El ministro de Gobierno, Jorge González, aclaró durante un informe oficial que Félix Díaz –líder de los Qom, con el patrocinio de la Defensoría General de la Nación, a cargo del doctor Gonzalo Molinaspresentó ante la Justicia Federal una medida de no innovar, orientada a que la Provincia cesase en la construcción del instituto universitario. Es seguramente el gobierno de Cristina el que más hizo por los pueblos originarios, asegurándoles plenamente sus derechos. Por eso es hipócrita el planteo de la desmoronada oposición que se encolumna tras el estilo jactancioso de Fernando Solanas, respaldado por los medios hegemónicos, responsabilizando de la represión a los gobiernos nacional y provincial. Hay que garantizar -sin dudas- los derechos de las minorías, que no es posible solucionar a los tiros. De esto saben mucho los radicales y la Alianza, que con estado de sitio –es decir con orden del Poder Ejecutivo- reprimieron el reclamo popular a fines de 2001, dejando 30 muertos en la Plaza de Mayo y huyendo en helicóptero. La protesta se desvaneció tras los incidentes que terminaron con la lamentable pérdida de dos argentinos. No hay otro camino que la negociación y el respeto por los derechos de los pueblos originarios que no pueden escindirse del de todos los formoseños y argentinos. l

En las elecciones del 28 de junio de 2009 el kirchnerismo obtuvo el 10 % de los votos imponiendo un solo diputado nacional, la compañera Carmen Nebreda. De inmediato, Eduardo Accastello, Intendente de Villa María, con un importante grupo de intendentes y jefes comunales, impulsó un espacio que se fue fortaleciendo a partir de la sostenida acción política llevada adelante por la Presidenta Cristina. En el transcurso del año, Néstor Kirchner presidió dos actos multitudinarios en FORJA y miles de concurrentes demostraban un alentador avance del Frente Nacional y Popular en la provincia. La presencia de Cristina en la inauguración simultanea de varias obras que incluían la gran usina de Pilar, la ruta de Villa María a La Carlota y un nuevo tramo de la ruta 9, que une Córdoba con Buenos Aires, respaldaron este crecimiento. No obstante los medios monopólicos como Clarín, La Voz del Interior, Cadena 3, Radio Mitre y Canal 12 realimentan el sentimiento anti-kirchnerista y son la vanguardia militante de la oposición que ha perdido mucho viento desde el conflicto sojero. Una gran presencia juvenil apuntala este avance político reflejándose en los masivos encuentros de 6-7-8, los festejos del Bicentenario y los homenajes al ex-Presidente Kirchner. El Ateneo Simón Rodríguez que coordina el Compañero Eduardo González en la ciudad de Córdoba, lleva a cabo reuniones y conferencias, que convocan a un creciente número de concurrentes. En Alta Gracia la Corriente Causa Popular integra la Casa Popular Arturo Jauretche. El panorama es favorable y nuestro crecimiento es constante con un gran aporte juvenil. Mantenemos una columna permanente en el semanario Sumario, de importante difusión en la zona. En la provincia se marcha hacia un frente que incorpore, sin prejuicios, a distintos sectores que garanticen para las elecciones de 2011 la continuidad del modelo nacional que encabeza la Presidenta Cristina. Esta situación y nuestro crecimiento enmarcan las acciones políticas que se avecinan. l

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al cierre

El blanco de las filtraciones es Obama

El partido Republicano de los EE.UU lanzó misiles informáticos berretas con la intención de perjudicar al Presidente Obama. Las revelaciones de WikiLeaks se parecen más a las escuchas de los “servicios secretos” de Macri que a los de una potencia mundial. Rápidamente Clarín y La Nación le metieron mano a la información para tratar de seguir poniendo palos en la rueda. Que Massa tal cosa y que Alberto Fernández tal otra. Chismes de baja estofa. Para que pregunte Mirta Legrand lo que “la gente quiere saber” y Susana Gimenez más tonterías. El diario de los Mitre ha caído en un charlatanismo desaforado y el de Magnetto-Noble en la denigración sistemática de todo lo argentino. En lugar de condenar las prácticas de la diplomacia yanqui, condenan a los gobernantes argentinos. Pero hay Ley de Medios y muy pronto se esclarecerá cómo se apropiaron, en tiempos de la dictadura, de Papel Prensa. Los diarios El País de Madrid y Le Monde de París, imitando a sus pares argentinos, aprovecharon la ocasión para ventilar la información que destrata la política ex-

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terior argentina y se ocupa de la medicación que habría tomado la presidenta Cristina Fernández, intentando así disminuir su estatura política. Les duele la nacionalización de Aerolíneas y Aguas Argentinas. Les duele la pérdida de las AFJP. Les duele la política exterior soberana de nuestro país. Los informes “secretos” contra la Argentina que publica el sitio web Wikileaks, y que en complicidad recogen Clarín y La Nación, tienen, al menos, una fuente: la carta que Elisa Carrió mandó a las embajadas de distintas potencias y que mereció el pedido de juicio político por parte de la Corriente Causa Popular, pedido que fue cajoneado en la Cámara de Diputados de la Nación y silenciado por los medios hegemónicos. Jorge Abelardo Ramos decía que la gran prensa de Buenos Aires “constituye parte del sistema de dominación colonial que padece el país y toda América Latina” y que “no somos colonias sino semicolonias. No hay regimientos ni piezas de artillería extranjera en el continente: hay diarios”. l Buenos Aires / Diciembre de 2010

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