Clean Energy N7 - Aniversary Ed.

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Libreta del editor

St. James sonríe, con una mirada cargada de picardía. Levanta los hombros y muestra las palmas abiertas, como declarándose culpable de una travesura. Hace una pausa, reflexiona antes de contestar: ¿Cómo nació la Cámara? “Buena pregunta, de hecho es una historia que habla mucho acerca de mi optimismo hacia el país. En 2005 me había mudado a la Argentina con mi familia desde Austin, Texas, donde trabajaba en la industria de desarrollo económico, algo que disfruto mucho. Mi esposa y yo decidimos que la Argentina era ideal para criar a nuestros dos hijos adolescentes. Además, creía y aún creo que habrá más oportunidades económicas en Latinoamerica que en EEUU en lo que resta de este siglo. `Yo había completado algunos trabajos en países caribeños que mostraban que los biocombustibles tenían un gran potencial de generar nuevas fuentes de inversión y de empleo, y que se venía una ola enorme de consumo de estos productos “verdes” en los países industrializados. Una vez instalado aquí, me di cuenta de que la Argentina parecía tener las condiciones ideales para convertirse en un productor a gran escala - y se me ocurrió que podría hacer algo para facilitar el crecimiento de esta nueva industria. Compré un dominio, www.ArgentineBiofuels.org, mandé a hacer unas tarjetas de presentación, y empecé a golpear puertas de empresas que podrían estar interesadas. No conocía a nadie del mundo de los biocombustibles, sólo pensaba que tenía una buena idea en mente. Dos de las primeras personas con quien me encontré fueron Martin Bayugar, de Latin Renewables SRL, y Martin Nasi, de la empresa Rohm and Haas - ahora Dow Chemical -, quienes compartieron mi visión. Entre los tres comenzamos a establecer algo que se asemejaba a un plan, y desde allí el crecimiento se dio de manera muy orgánica y la Cámara tomó vida propia rápidamente”. El presidente de CADER habla sin el típico acento de los anglosajones al conversar en spanglish, lo que deja entrever una adolescencia parcial transcurrida en la Argentina. Tiempo después de su vuelta al país, ya con su propia familia, adoptaría la ciudadanía argentina (“algo por lo que siempre estaré agradecido”, en sus palabras). ¿Cómo fueron los primeros tiempos? “Muy excitantes. Decidimos llamar a la institución “Cámara Argentina de Biocombustibles” y conseguimos que un estudio de abogados de renombre – Bomchil, con quien tenemos una eterna deuda de gratitud - nos ayudara a crear la personería jurídica sin costo. Arrancamos en 2007; la Argentina tenía sólo unas cinco plantas de biodiesel funcionando en ese entonces, casi todas PyMES, y prácticamente no se hacía nada de etanol. Pero a las PyMES productoras de biodiesel y a las grandes corporaciones que vendían tecnología o insumos para la industria les interesaba mucho que hubiera una institución donde se pudiera hacer mejor networking y facilitar el desarrollo de la industria.

Desde su rol como presidente de CADER, Carlos St. James impulsó de manera constante la generación de información precisa acerca de la industria. La serie de 7 estudios Estado de la industria argentina de biocombustibles, publicada entre 2008 y 2011, es completamente de su autoría y fue de gran ayuda a la hora de fomentar el desarrollo y el reconocimiento de la industria en Argentina y más allá de sus fronteras, ya que fueron editados en español e inglés. Bajo su mandato, el Comité Eólico de CADER publicó también el primer informe completo acerca de la industria eólica en Argentina. Con la autoría de Mauro Soares, Sebastián Kind y Humberto Fernández, este informe ayudó a concientizar a la opinión pública y a los poderes del Estado acerca de la notable potencialidad de los vientos autóctonos para generar energía. CADER agrupa hoy a más de 100 miembros corporativos, que cubren un amplio espectro de actividades: biocombustibles, energía eólica, geotermia, energía oceánica, energía solar, eficiencia energética, etc. Si bien Google es una de los principales consumidores de energía de los Estados Unidos, la compañía tiene un mandato interno de lograr un 33% de su abastecimiento a partir de fuentes renovables para 2020.

nozco que cuando me propongo una meta me vuelvo algo terco, y pisé varios cayos también en el camino. A medida que sumábamos miembros, los insultos provenientes de otras instituciones fueron perdiendo peso: primero se nos acusaba de chantas; después que veníamos a “cosechar donde otros ya sembraron”; y finalmente solamente de improvisados. En definitiva, todas las críticas sirvieron para fortalecernos, y supongo que al pasar la barrera de los 100 miembros ya quedó en claro que algo bien debíamos estar haciendo ¿no? Aunque no nos faltaron contratiempos …”

“lo que dijo von Bismarck hace casi dos siglos es verdad: mejor no saber cómo se hacen la política ni los chorizos, porque se corre el riesgo de perder el apetito por ellos” El entrevistado deja la frase colgando, casi suplicando que sigamos indagando en esa línea, cosa que lógicamente hacemos: ¿Cuáles fueron esos contratiempos? “Uno de los más importantes que tuvimos fue al comienzo, cuando perdimos la reserva del nombre de la institución ante la Inspección General de Justicia. Un compañero de la industria lo tomó, regalándoselo después a los productores grandes de biodiesel que estaban emergiendo. De allí más adelante nació Carbio, asociación que hoy está llevando a cabo una muy buena labor como institución.

¿Y cuál fue la reacción más generalizada al ver a un “gringo” impulsando una industria en su país adoptivo?

"Lo que no nos dimos cuenta en el momento es que en realidad fue un golpe de suerte enorme, porque la ventaja de tener un nombre tan amplio como CADER es que justamente abarca todo, y de allí realmente comenzamos a crecer; no solo podíamos atraer miembros con intereses comerciales en biocombustibles, sino también en energía eólica, solar, geotérmica, biomasa, biogás, eficiencia energética, mini-hidro, mareomotriz, etc. etc., y cambió todo. De haber seguido con el nombre de Cámara Argentina de Biocombustibles, seguro nos hubieran comido los grandes exportadores en poco tiempo”.

“(Risas) Yo nunca había sido miembro de una cámara, imagínense crear una. Nuestro modelo era de una visión muy global, democrática y transparente. Reco-

El nacimiento formal de la industria de energías limpias en Argentina se dio el 20 de mayo de 2009, cuando el Secretario de Energía Daniel Cameron oficializó el lanza-


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