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6 de octubre de 2011
Núm. 3.917 (1.351) ESCUELA 7
VÍCTIMAS DE LOS RECORTES (I): TUTORÍAS
Menos desdobles para garantizar las tutorías • ESCUELA inicia una serie de reportajes para analizar las consecuencias de los recortes en educación. Esta semana, los docentes hablan sobre la importancia de la acción tutorial. Y la Ley, ¿qué dice? LOLA GARCÍA-AJOFRÍN “Porque quitaron las tutorías. Luego las pusieron al ver que no podían quitarlas. Luego nos trataron de comprar a los tutores diciendo que las pagarían (cuando siempre se han pagado en otras comunidades y aquí no). Luego nos dijeron que las hiciéramos individuales, pero sin darnos horas para ello. Luego dijeron que en lugar de tutoría se diera clase de Lengua, ‘Mates’ o Inglés. Luego dijeron que cada centro haga lo que le dé la gana. Luego, a saber qué dirán...”. Lola, una profesora de Madrid, describe en su blog (http://lolamr.blogalia.com/), “por qué sí va a la huelga”. En uno de los puntos se refiere así expresamente a la acción tutorial. Uno de los servicios que recoge la LOE y el primero en verse mermado por los recortes. ESCUELA analiza lo que dice la Ley y lo que opinan los implicados al respecto. En Madrid, la polémica saltó antes de verano, cuando el 12 de julio, la Consejería de Educación envió un correo electrónico a todos los institutos en el que explicaba a sus equipos directivos que las horas de tutoría podrían sustituirse por horas de las asignaturas de Matemáticas, Lengua y Literatura o Inglés, a elección del centro. En el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) quedaba recogido con fecha de 29 de julio, en una Orden en la que se regulaban y precisaban los aspectos de las tutorías en las enseñanzas de Educación Secundaria en los centros de la Comunidad de Madrid para este curso 2011-2012. Las críticas de parte del sector educativo por la eliminación de la hora tutorial no tardaron en llegar. La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) fue más
“Dejar a un único orientador para todos los alumnos del centro, se convierte en una proeza casi titánica” allá y exigió al Ministerio de Educación que actuase jurídicamente contra la Comunidad de Madrid por el “incumplimiento flagrante” de la Ley de Educación. Ante las quejas, la Consejería matizó, que no se iban a eliminar las tutorías sino a cambiar su modelo. Serían personales entre cada uno de los alumnos y el tutor, que cobraría un plus salarial por la labor. La entonces viceconsejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Alicia Delibes, explicaba a Europa Press que dicha Orden “reforzaría la figura del profesor tutor” y su imagen de cercanía como alguien
“en quien poder confiar”. Y a los centros se les dejaría libertad para elegir. DESDOBLES VS TUTORÍAS Con el curso ya empezado, preguntamos a los docentes cómo está siendo su puesta en práctica. Fernando J. López, profesor, de 34 años, de un IES de Madrid capital, explica que en la realidad, “al recortar el número de profesores por centro, ha habido dos consecuencias inmediatas: la primera ha sido que cada tutor debe encargarse de muchos más alumnos (en la ESO la mayoría de las tutorías superan los 30 alumnos y en Bachillerato llegan hasta 36 y 38 por clase), lo que hace que la atención personalizada sea mucho más difícil; la segunda es que, al recortar profesores, el claustro ha tenido que votar si prefería bien mantener los desdobles de materias como Lengua o Matemáticas o bien hacer una hora de tutoría semanal con los alumnos, pues por falta de personal ambas opciones eran imposibles”. Explica que, “debido a la importancia – crucial– de las tutorías en la ESO, votamos la segunda modalidad, de manera que hemos perdido apoyos y desdobles en otras asignaturas”. Además, añade que “al dejar un único orientador para todos los alumnos del centro, su tarea se convierte en una proeza casi titánica y, a menudo, no lo suficientemente reconocida”. María José Acosta, otra profesora de Madrid, relata, que ese día, con sus tutorandos, han analizado este mismo asunto y, “en el debate –muy animado, por cierto–, de todas las respuestas que se han oído sobre la utilidad de las tutorías, ha destacado y mucho, la de que son un momento de opinión y de participación; y que los alumnos quieren debatir sobre temas que les interesan o les preocupan –y en el listado no solo estaba la eterna petición ‘sexo, drogas, rock & roll’, sino también tenía cabida la pobreza, la violencia, los afectos, la guerra, las desigualdades, solucionar problemas, relacionados con la vida escolar o no); conocerse; que se les informe y oriente–”. “Ellos lo tienen bien claro”, añade. Y LA LEY, ¿QUÉ DICE? La acción tutorial se recoge en el artículo 26.4 de la Ley Orgánica de Educación, así como en el artículo 19 del Real Decreto 1631/2006 por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria: “Las Administraciones Educativas han de promover las medidas necesarias para que dicha acción pueda llevarse a cabo en condiciones adecuadas”, se dice explícitamente. Pero, ¿qué ocurre si se modifican o eliminan? “La Ley deja liber-
tad en la manera de concretar las tutorías, por tanto, si un centro o una comunidad decide realizarlas de otra manera, en otros tiempos o con otros profesionales, esto es muy difícil denunciarlo. Sí se podría impugnar en el caso en que las tutorías desapareciesen totalmente del centro”, explica Ramón Plandiura, abogado y profesor asociado en la Universitat Pompeu Fabra. En ese caso, “tanto padres como docentes o asociaciones de profesores estarían en su derecho de denunciarlo”, añade el abogado, que concreta que “los padres son los principales legitimados para esta denuncia, pero otros colectivos también podrían hacerlo”. También, explica Ramón Plandiura que “al tratarse de una norma básica como son los puntos 3, 4 y 5 del artículo 26, el Gobierno tendría competencias para actuar; no es el caso de los puntos 1 y 2 por los que las comunidades tienen la libertad para actuar”. Sería la Alta Inspección la que tendría competencias para ello. “Otra cosa es que después de las elecciones hubiese un cambio en la norma”, puntualiza. CARÁCTER PREVENTIVO José Ginés Hernández, jefe del Departamento de Orientación del IES Fray Luis de Granada, en el artículo La acción tutorial tiene un carácter preventivo, agrupa en tres grandes bloques las funciones esenciales que debe recoger esta actividad, “de acuerdo con las líneas comunes de acción educativa de los países de nuestro entorno y las directrices de la Unión Europea”, explica: el desarrollo personal y social, lo que implica programas encaminados al desa-
rrollo del autoconcepto y de la autoestima, de educación emocional y afectiva sexual o hábitos de vida saludable; el apoyo a los procesos de enseñanza y aprendizaje, que supone proporcionar al alumnado técnicas de trabajo intelectual o de aprender a aprender, programas de mejora del aprendizaje o sesiones de pre-evaluación y de post-evaluación; y el desarrollo de habilidades para la gestión de la carrera personal (académica y profesional), con tutorías basadas en programas de autoconocimiento, de exploración de los propios intereses y conocimiento del sistema educativo. En la práctica, otra docente, Paz Soler, cree que “la hora de tutoría es el espacio que tienen los alumnos para expresar sus ideas y las posibles dificultades que están teniendo”. Para ella, “la formación del alumno es más que conoci-
miento, también es emociones”, por eso piensa que “si no hay ese espacio, le estamos negando parte de sí mismos”. En esa línea, Fernando J. López considera que “estos recortes perjudicarán, sin duda alguna, a todos los alumnos con menos medios y, además, enrarecerán el ambiente de las aulas, ya que una labor tutorial eficaz y continuada es imprescindible para asegurar la disciplina, favorecer la convivencia y fomentar el éxito escolar del grupo”. A lo que añade: “La supresión de las tutorías, el hacinamiento de los alumnos en las aulas en grupos excesivamente numerosos y el salvaje recorte del número de docentes en todos los centros, repercutirán muy negativamente en el desarrollo del curso escolar y dificultarán que nuestros alumnos tengan la atención personalizada que necesitan y merecen”.