MARTINA LA LINCE

Page 1

3

MARTINA LA LINCE Félix Rodríguez de la Fuente

MARTINA LA LINCE

Félix Rodríguez de la Fuente

Una colección de cuentos para toda la familia Serie Fauna Ibérica

A todo el mundo le gustan los animales y la naturaleza. Bueno, a todos no… O tal vez no se hayan dado cuenta de ello. A unos les gustan más, a otros menos, pero lo que tengo muy claro es que Félix los amaba. ¿Que quién era Félix?…

Ilustraciones de Laura Súa y José Manuel Córdoba


Inspirado en textos originales de Félix Rodríguez de la Fuente, en los episodios de El Hombre y La Tierra, y en La Aventura de La Vida de RNE Textos: José Manuel Córdoba Ilustraciones: Autogiro Illustration Laura Súa (dibujo); José Manuel Córdoba (color) Edita: Geslican S.L. Montañas de Papel www.montañasdepapel.es La última fiera de Europa. 1970 Texto original de Félix Rodríguez de la Fuente

MARTINA LA LINCE

Félix dede la la Fuente FélixRodríguez Rodríguez Fuente

Esta colección está diseñada con la tipografía Bariol, creada por Atipo Dirección de arte y diseño: Autogiro Illustration www.autogiroillustration.com

ISBN: 978-84-940526-4-4 Depósito Legal: SA-729-2012 Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier sistema, sin el permiso previo de los titulares del copyright.

Ilustraciones de Laura Súa y José Manuel Córdoba


A todo el mundo le gustan los animales y la naturaleza. Bueno, a todos no… O tal vez no se hayan dado cuenta de ello. A unos les gustan más, a otros menos, pero lo que tengo muy claro es que Félix los amaba. ¿Qué quién era Félix? Pues el Dr. Félix Rodríguez de la Fuente era naturalista, cetrero, zoólogo y director de cine. ¿Y por qué le llamo Doctor? Porque lo era, ya que estudió medicina en la rama de dentista. Pero sin embargo se le conocía como “el amigo de los animales”. Escribía libros, muchos libros, y rodaba películas, hacía fotos, programas en la televisión y en la radio. Siempre sobre las diversas especies de la fauna, y todo para que los demás pudiéramos conocerlos mejor.

Os diré que Félix no hacía nada que no le entusiasmase. Ante todo buscaba trabajar en lo que le gustaba. Por esto terminó dedicándose a una labor distinta a la que estudió. Y principalmente porque, desde niño, tenía una gran curiosidad y amor por la vida. Entonces vivía en un pueblo de Burgos llamado Poza de la Sal y tuvo la suerte de poder contemplar lo más salvaje de la naturaleza, pues era una región que aún permanecía virgen.


Era un gran alumno y, durante sus vacaciones, gozaba de mucha libertad para descubrir a los halcones, a los buitres y águilas, a los zorros y gatos monteses. No conoció al lobo pintado con cara de rufián en las páginas de un cuento, como nos ocurrió a muchos niños de ciudad, si no que lo vio en aquellos montes que rodeaban su pueblo. Sí. En directo.

Y ya de mayor, cambió su pequeño pueblo por el gran mundo con sus leones y tigres, sus manadas de herbívoros, sus cetáceos gigantes y peces multicolores, sus aves viajeras e insectos laboriosos. Pero esto ya os lo iré contando en otras ocasiones con más detalle. Ya que la mejor forma de que conozcáis a Félix y todo lo que sabía sobre sus amigos los animales, es que os cuente sus aventuras y vivencias con cada una de las especies…


En esta ocasión os hablaré de los linces ibéricos que, para Félix, eran unos felinos tan bellos como misteriosos. Pero le preocupaban especialmente ya que corrían el riesgo de extinguirse. Se creía que sólo vivían en los Montes de Toledo y en el Coto de Doñana, mientras que en el pasado se encontraban en muchos lugares de España.


Fue, ni más ni menos, nuestro amigo de los animales, el primero que consiguió que les pudiéramos ver, y así darnos cuenta de que debemos cuidar de ellos no disparándoles ni poniendo trampas. ¿Cómo lo hizo? Pues un día decidió coger su cámara de cine, su tienda de campaña y viajó a los Montes de Toledo.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.