Revista Llegás. Edición 210.

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11 / 2016 #210 aĂąo XII www.revistallegas.com.ar

teatro

arte bares mĂşsica letras cine noche buenos aires



210 De(s)fondo​, dirigido por Eva Soibelzohn y Dinah Schonhaut, se presenta los viernes 4 y 11 de noviembre a las 20 hs. en el C​. Cultural Borges, Viamonte 525. Reservas mardesfondo@gmail.com @Belefante y @julietahbf, creadoras de nomeolvidedevos.com “Cartas entre personas que todavía creen en las cartas”, y el primer encuentro con los lectores que las siguen. Sábado 5 de noviembre a las 18 horas en El Piso, Hidalgo 878, entrada gratuita.

OBRA DE TAPA S/T de “Donde la luna es ronda”, 2013, toma

SUMARIO

directa - 60x90cm. Agustina Tato se recibió de Profesora Nacional de Grabado en la Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón” y de Fotógrafa en la EAF. Expuso su trabajo Donde la luna es ronda, de forma individual y colectiva en Casa Florida, en El Centro

4-9 TEATRO Marcelo Allasino, nuevo director de I.N.T., conversó con Llegás y compartió su opinión sobre la escena teatral actual.

10 CINE Estreno. El film La larga noche de Francisco Sanctis pone en escena el dilema moral de la sociedad civil durante la última dictadura.

Cultural Borges, en la fotogalería 22 de Chivilcoy, en MU cooperativa de trabajo La Vaca y en la Fotogalería Meridiano 0 de Chacabuco. El video del mismo trabajo fue seleccionado en el Festival Photovisa, Krasnodar Rusia. En 2015 ganó el premio FELIFA (Feria de Libros de Fotos de Autor). La obra de tapa puede visitarse en el marco de dicha feria. Del 24 al 27 de noviembre Espacio FoLa- Godoy Cruz al 2620. Horario 12 a 20. Valor entrada: $70 www.fotolibrosdeautor.com

Arte Instalaciones sonoras que proponen un juego de percepción

12-13 espacial y temporal en las salas del Muntref.

14-15 LETRAS Llega a las librerías Los años felices, el segundo volumen de los diarios del Ricardo Piglia.

16-17 MÚSICA Discos por tres. Leonard Cohen, Sean Nicholas Savages y el los franceses de La Femme.

18-19 NOCHE Sentarse a la mesa de un bar secreto a tomar una cerveza puede esconder múltiples e inesperadas historias.

20-22 BARES El Baqueano, el restaurante que apuesta por carnes alternativas fue elegido entre los mejores de América Latina.

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? QUIENES SOMOS

Editor Responsable Gustavo Gaona EDITOR DE TEATRO Juan Ignacio Crespo DISEÑO Daniela Sawicki COLABORAN EN ESTE NUMERO Julieta Bilik, Paula Boente y Mara Teit (teatro), Luz Marchio (arte), Martín Caamaño (letras y música), Julieta Bilik (cine), Martín D’Adamo (noche). TIRADA DE ESTA EDICION 12 mil ejemplares Publicidad: Ricardo Tamburrano (15 5958 7489, ricardotamburrano@gmail.com y teatro.llegas@gmail.com), Esteban Gallego, www.egmediabrokers.com. Tel: 4861-1721 llegás a buenos aires es una publicación mensual de distribución gratuita, Propiedad de GyH Contenidos Srl, Chile 1507, Piso 2. CP. 1100, CABA. Fundada el 5 de agosto de 2004. Se distribuye en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Registro de marca 2519629. Registro de la propiedad intelectual exp. 347083. ISSN 1668 – 5326. La programación de las agendas puede sufrir cambios por parte de los organizadores. Llegás no se responsabiliza de los mismos.


teatro

necesitamos un teatro más posdramático Marcelo Allasino, nuevo director de I.N.T, se corre de los formalismos de funcionario y expresa sus ideas sobre la materia sensible de la práctica escénica.


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El Estado, como noción e institución me genera un sutil rechazo en general, al menos ligado al arte. Tengo la convicción que toda institución ( y esta es La Institución) tiene como eje central reproducirse a sí misma, por lo tanto, todas sus acciones van, aunque sea subterráneamente, en esa dirección, o sea a mantener un orden. En Argentina el teatro (también podríamos nombrar al cine) depende fundamentalmente de los fondos estatales para su realización, lo cual no sería un problema salvo que si concebimos las producciones materiales-artísticas como una “forma” que debería socavar todas las convenciones establecidas, el statu-quo social, los discursos de la cultura hegemónica, la primacía del Capital y El Poder en todas sus formas nos vemos envueltos en un oxímoron, en una contradicción, en una extorsión. Los últimos años, haciendo un trazo grueso de la época, los creadores y el Poder, simbólicamente se dieron la mano, hicieron una tregua, casi como una situación posrevolucionaria (faltaría enterarnos de cuál fue la revolución). Muy pocos se atrevieron a poner en crisis los discursos y prácticas del Estado y los cuestionamientos emigraron a regiones endogámicas (la actuación como procedimiento creador, los espacios escénicos no convencionales, los infinitos deslizamientos del lenguaje, entre otras.). Por definición desde el siglo XX los artistas deben ser incómodos, intratables, marginales, periféricos y desde ese lugar de “libertad” material volver su producción “política” como elemento de desestabilización. Pero esto no ocurrió. Ante el nombramiento de Marcelo Allasino como director del Instituto Nacional del Teatro todas las voces se elevaron con buen ánimo. No hubo críticas de los sectores “perfomáticamente” más radicalizados, lo cual hace suponer que es un gestor con buenos antecedentes y probada trayectoria (fue secretario de cultura de la ciudad de Rafaela, creador del Grupo Punto T y el Centro Cultural La Máscara). ¿Sería posible un acercamiento a quién diagramará por lo próximos 4 años las políticas públicas sobre el teatro desde un organismo que depende del Estado e intentar conocer su pensamiento, no solo de la gestión, sino también sobre el material sensible que debe coordinar?

“Hay una nueva generación de entre 20 y 30 años que si no tienen un subsidio no arrancan ningún proyecto, eso va en perjuicio del oficio.” Desde un lugar bastante formal y mesurado Allasino responde dando un panorama de sus intensiones a futuro pero también se corre de la enunciación programada que el exige su rol y habla sobre el teatro como cualquier hacedor lo haría entre sus conocidos, comentando al pasar que está comenzando con unos actores un proyecto personal. Quizás haya ahí una clave auspiciosa. ¿Pensás que es bueno que haya realizadores que deciden trabajar por fuera de las condiciones materiales del Estado? - Si, me parece vital y necesario trabajar por fuera del Estado. Yo hacía teatro antes que existiera el I.N.T. Comencé como muchos teatristas con un sistema de autogestión. Eso cambió un poco ahora -Es un imaginario un poco confuso para las nuevas generaciones, hay una nueva generación de entre 20 y 30 años que si no tienen un subsidio no arrancan ningún proyecto, eso va en perjuicio del oficio. ¿Influyen las condiciones materiales en las estéticas del teatro de hoy? - Si, absolutamente porque los espacios donde vas a producir y ofrecer tus materiales, las condiciones técnicas de esos espacios, el acceso a la información con el equipo de gente que trabajas. Influye en la producción, en la estética, en la poética.

¿Qué tipo de teatro te parece que necesitamos para esta ´época? -Me quedo con la definición de mi amigo Federico Irazábal de “teatro anaurático”. Me parece que necesitamos un teatro que no nos proponga la ilusión de la 4ta pared, un teatro más posdramático, performático. El mejor caso es Emilio García Wehbi y su última obra: El grado cero del Insominio, riéndose del teatro de “Livinga”. Hay muchos creadores que me interesan también, estamos necesitando ese teatro. Nos ubica en un rol mucho más activo, de confrontación, donde el espectador debe involucrarse. Últimamente hay un pensamiento en el medio teatral de que “el teatro está en crisis, está en depresión”…¿Coincidís con esas sentencias? - Que está en crisis coincido y me encanta, eso significa que se cuestiona a sí mismo y se hace preguntas. No se genera un distanciamiento, voy a ver cosas muy distintas. La gente va al teatro, no solo acá si no en todo el país. Para terminar ¿Podrías resumir en 3 ítems los ejes de tu gestión y que te gustaría dejar como legado luego de tu estadía en el I.N.T.? -En primerísimo lugar el de la transparencia, en todos los aspectos del accionar del organismo, en cómo distribuir los recursos del Estado. Por otro lado, en segundo lugar hacer más eficiente el circuito administrativo, acá se adolecía mucho de eso, había plazos inaceptables, por ejemplo para cobrar subsidios; finalmente te diría poder de una vez trazar un plan estratégico a largo plazo. Y como legado cultural, por decirlo de alguna manera, además del plan estratégico que te comenté me gustaría dejar el organismo más jerarquizado en relación a como estaba. Mi proyecto personal estaría ligado a que el I.N.T. tenga su edifico propio. Hace un tiempo se había comprado un edificio, pero nunca no se llegó a hacer el traslado. Espero cuando termine mi gestión ver que tenemos nuestro propio espacio; que sea un espacio más acorde con nuestras necesidades, más accesible. Hoy en día vos pasas por la puerta y ni te enteras que el Instituto esta acá. Eso nos daría más visibilidad. Juan Ignacio Crespo


teatro

Desde la lona

Costumbrismo puro y duro. Una historia 100% local que tiene como protagonista a “Mister Argentina”, un ex campeón de catch que, de gira con su espectáculo en decadencia, queda varado en un pueblito perdido porque su “Marciano” -el colectivo Bedford del 60 que lo traslada- no quiere arrancar. Durante el estancamiento obligado y mediando el deseo de irse, transcurre la pieza que, melancólica como el tango y traslúcida como el grotesco, aprovecha la anécdota para revisitar la historia nacional de las últimas décadas del siglo XX. Escrita por Mauricio Kartun y estrenada originalmente en 1997, Desde la lona recorre a través de sus cuatro personajes eventos socio-culturales paradigmáticos

Himalaya

La historia de una ascensión es siempre una historia de superación. De aspiraciones, desafíos y ambiciones. De alianzas, sacrificios y fe. De frío, soledad y miedo. Un poco de todo eso, en un estilo kitsch y verborrágico, se expresa en Himalaya. La trama narra una expedición hacia la cima del monte Manaslu y el perfil de cada uno de sus miembros, entre los que se incluyen a extranjeros y nativos. Con elenco numeroso, en un espacio escénico que empieza siendo chico pero que con el transcurso de la acción se vuelve más amplio, la dramaturgia también enriquece su universo de sentido y se complejiza a medida que avanza la his-

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del menemismo: la desaparición del ferrocarril, los vestigios ideológicos de la dictadura, la banalización cultural, la ruptura de la cadena de trabajo y el desprecio por la tercera edad, entre otros. Con actuaciones carismáticas y una dramaturgia sólida, los 60 minutos de espectáculo se vuelven llevaderos. Una puesta totalmente naturalista, que prioriza el decir del texto y -por momentos- desatiende las acciones, se desarrolla con ritmo aunque sin demasiada evolución ni movimiento. Ya desde el título se entiende: la propuesta de la obra es ver en escena para -en espejo- verse a uno mismo. El viejo truco de la modernidad: evidenciar en la diégesis para generar la introspección en el espectador. Y en este caso, a través de personajes entrañables y empáticos, el mecanismo funciona. Por eso desde la butaca se siente, ya en el principio, la sensación de estar “en la lona”. Julieta Bilik Dramaturgia: Mauricio Kartun. Dirección: Mariano Terré. Interpretación: Fabián Caero, Alejandra Martínez, Luciano Rojas y Néstor Pedace. Centro Cultural El Deseo, Saavedra 569; sábados, a las 19.30hs; $150 (descuentos a jubilados y estudiantes).

toria. Porque, como su nombre lo indica, la obra tiene estructura de montaña y también -porqué no- de montaña rusa. Con ritmo, altibajos y tensión, la atención del espectador es capturada los 80 minutos durante los que se extiende la puesta y ese es el primer hallazgo: escenas cortas en las que la acción avanza gracias a, en su mayoría, actuaciones contundentes y conflictos concisos. Aunque al principio es una tela pintada que cuelga, el espacio ficcional se reconstruye y existe a partir de, sobre todo, el mundo sonoro que, enigmático e intenso, aporta clima y entorno. Segundo hallazgo. Por último hay que destacar, el lenguaje de los sherpas, los hombres nativos de la montaña que se dicen todo sin drama y con cierto código que parece heredado del montañismo: va directo a la cima. Julieta Bilik

Descenso

Quien haya visto Sudado, no puede evitar hallarse en un mundo conocido, donde la condición del actor, el tono, la tensión constante y un registro basado en cuerpos intensos y sobreafectados, habitan un espacio y operan sobre un hiperrealismo feroz que aquí se potencia con una violencia voraz. Descenso, la nueva obra de Jorge Eiro y compañía, toma como tema los secuestros extorsivos que supieron plagar los medios hace algunos años. Nuevamente, cierta temática de lo social puebla la escena desde el centro mismo de la tormenta. El nombre de la obra no sólo remite a esta imagen, tan épica, de la caída insalvable de estos personajes, sino que con cierta sorna, deja ver que el día en que transcurre el suceso, River desciende a la B, como marco social de un estado en decadencia. Desde el principio podemos ya percibir la aspereza de las relaciones, la desconfianza, el nivel de stress y presión acumulada. Sólo el recorte de esa tarde basta para abrirnos al mundo inquietante de estos personajes. Para sucumbir de lleno al drama, se expone la relación familiar y la injusticia histórica y cultural donde todos terminan hundiéndose de igual manera. Ganadora del premio Artei a la producción independiente 2016, Descenso nos arrastra hacia aquel largo camino al infierno a través de una serie de eventos desafortunados que conforman este grotesco contemporáneo, donde la dramaturgia del actor y los procesos actorales a la “vieja usanza” se exponen firmemente. Mara Teit

Dramaturgia y dirección: Juan Fiori. Interpretación: Agustina Trimarco, Jennifer Sztamfater, Nico-

Dirección: Jorge Eiro. Interpretación: Facundo

lás Levín, Pablo Bronstein, Belén Ribelli, Carolina

Aquinos, Melisa Hermida, Cristian Jensen, Facundo

Stegmayer, Gastón Filgueira Oria, Marcos Krivoca-

Livio Mejías, Alberto Antonio Romero. Beckett Tea-

pich, Luis Tenewicki, Francisco Ortiz, Eloy Rodriguez

tro. Guardia Vieja 3556. Viernes 21. $150



teatro

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Condición de buenos nadadores

El olor a cloro es intenso y los sonidos retumban contra las paredes del natatorio. El agua en la pileta se ve reposada. El cartel en la parte más profunda advierte “Peligro” en portugués: es otro país. El padre prepara al hijo para las brazadas, da instrucciones. Después, la zambullida. Desde la superficie seca, la conversación del padre acompaña.

Las confesiones llegan hasta las profundidades acuáticas como burbujas que estallan. Siempre es mágico nadar de noche. Camila Fabbri, directora de “Brick” y “Mi primer Hiroshima”, elige un espacio no convencional para la puesta de su nuevo trabajo, este relato de amor-tensión filial que publicó el año pasado en su elogiadísi-

ma compilación de cuentos “Los accidentes”. La obra se realiza en la pileta cubierta de un club, particularidad que suma atractivo a la propuesta y adquiere protagonismo en la experiencia. Mauricio Minetti es Manuel, ese padre que visita a su hijo y, con buena dosis de brutalidad, suelta comentarios y revela verdades. Desde su mutismo, el actor Facundo Livio Mejías, el hijo Agostinho, reacciona con gestos intensos: avanza por momentos como depredador, sumergido con los ojos al ras del agua y la mirada penetrante. En las instancias culminantes, el nadador asume un gesto de rebeldía y se lanza a lo profundo, a la zona de peligro. La directora se reserva una escena de ensueño para el final. Paula Boente Dramaturgia y Dirección: Camila Fabbri Interpretación: Facundo Livio Mejìas y Mauricio Minetti Músico: Nestor Conte. Club Vasco Argentino Gure Echea, Juan Domingo Perón 2143; domingos a las 18,30 y a las 20 hs; desde $120.

Homealone

El ciclo Óperas Primas nos presenta tres espectáculos muy diversos en modos de relato, estéticas y procedimientos: Orfeo Mezzosoprano, con la dirección de Miguel Sorrentino; La vida feliz de Pablo Rojas y Homealone de Carla Grella. Esta última juega con un tema siniestro acerca de cómo los ’90 han moldeados nuestros deseos. La cultura empapada del

famoso Cine Shampoo, con contenidos aptos para todo público, con principios morales acartonados, que intentan aferrarse al sueño americano, sentencia una serie de frustraciones que, con una calidad hilarante surgida de la estética de ese cine, Grella lleva a escena. La dinámica de la puesta está basada en un procedimiento muy particular: La secuencia de situaciones nos

permite ser espectada, pochoclo en mano, desde una grada-traveling que nos lleva de una locación a la otra. Allí los adultos se enfrentan con torpeza al deber ser impuesto y los niños heredan esos fracasos, sujetos al anhelo de una tierra prometida, que con el tiempo deviene en un infantilismo patológico. Las actuaciones y ciertas dinámicas de la puesta, juegan con la distancia cultural y la artificialidad con la que hoy volvemos a esas imágenes, más ominosas que nostálgicas, desde un decir teñido por los doblajes y una corporalidad torpe y robótica. Óperas Primas sigue conservando ese afán de riesgo, donde, sin importar el marco que lo contenga, nos permite reflexionar acerca de las inquietudes de los nuevos creadores. Mara Teit Dramaturgia y dirección: Carla Grella Interpretación: Andres Rasdolsky, Roberta Blazquez Caló, Ana Carolina García, Julieta Filipini, Denise Quetglas, Carolina Rivainera, Federico Milman. Centro Cultural Rector Ricardo Rojas. Av. Corrientes 2038. Viernes 21 y 22:30hs. $80



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CINE

cuando la noche trae luz EL 10 DE NOVIEMBRE LLEGA A LOS CINES LOCALES UNA DE LAS PELiCULAS NACIONALES MAS ESPERADAS DEL AÑO: LA LARGA NOCHE DE FRANCISCO SANCTIS. una ópera prima de Andrea Testa Argentina en 1976. Francisco Sanctis, un hombre sin compromiso político, recibe la información de dos personas que van a ser secuestradas por el ejército. En una noche tiene que tomar una decisión: ¿Arriesgará su vida para intentar salvar la de dos desconocidos? Sobre ese argumento versa La larga noche de Francisco Sanctis. Basada en la novela homónima de Humberto Costantini, la ópera prima de Andrea Testa y Francisco Márquez tuvo en 2016 un recorrido de mucho reconocimiento: ganó la competencia internacional del BAFICI en abril (por primera vez en 18 años, el festival porteño de cine independiente tuvo una ganadora local en la competencia de la que participan films de todo el mundo), viajó a Cannes en mayo y desde entonces se ha proyectado en festivales como los de Lima, Jerusalem, Río y San Sebastián, entre muchos otros. Protagonizada por Diego Velázquez, la película genera su puesta en escena a partir de una cuidada economía de recursos. Planos de un personaje acorralado por su

dilema, un clima sonoro asfixiante, actuaciones precisas, la oscuridad de una noche vacía y amenazante, y un guión sin fisuras, son las claves para que, en formato thriller, La larga noche de Francisco Sanctis haya logrado conmover a través de su potencia expresiva, a la más exigente crítica nacional e internacional. Respecto de la posición política de la película, los directores declaran: “Lo que nos interesó cuando leímos la novela de Humberto Costantini es que aborda la dictadura desde un lugar que el cine no ha trabajado. No desde un militante o desde un militar sino desde un personaje de clase media que está, aparentemente, por fuera del conflicto. Esto se pone en cuestión cuando su ex compañera de la facultad lo llama para darle la dirección de dos personas que el ejército secuestrará esa noche. “¿Se puede estar por fuera de la historia?” “¿Podemos permanecer ajenos a la situación política que nos rodea?” “¿Cuál es la responsabilidad de esa llamada mayoría silenciosa en el devenir de los hechos?” Son

todos interrogantes que en la dictadura se expresaron trágicamente, pero que a su vez son muy actuales. Por eso no pensamos que sea una película sólo sobre los años 70 sino más bien creemos que trata sobre la voluntad y el compromiso”. Inesperadamente actual, el elenco de La larga noche de Francisco Sanctis se completa con Valeria Lois, Laura Paredes, Marcelo Subiotto y Rafael Federman, todos en un tono parejo y naturalista. Uno de los estrenos nacionales del año. Cine de calidad, crítico y que echa luz. ¿O acaso la noche tiene otra función? julieta bilik

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La larga noche de Francisco Sanctis Desde el 10 de noviembre podrá verse en Village Recoleta y Caballito, BAMA, Arteplex, Gaumont, y salas de La Plata, Rosario y Córdoba.



ARTE

en construcción SEIS ARTISTAS TOMAN LAS SALAS DEL MUNTREF CON INSTALACIONES SONORAS QUE PROPONEN UN JUEGO DE PERCEPCIÓN ESPACIAL Y TEMPORAL. El sonido es una fuente inagotable de lenguajes que ha ido transformando su propio paisaje a lo largo de la Historia de nuestra humanidad. Ya sea por evocación o memoria, hay algo del sonido que nos atraviesa en múltiples dimensiones. Entendido como medio, sus infinitas posibilidades integran un territorio común: el tiempo. De alguna manera, nos apropiamos de su vibración y entramos en un juego donde cada percepción resulta diferente; lo que para un individuo pasa desapercibido para otros provoca una cadena de significados. Aquello que en un primer momento provenía exclusivamente de la naturaleza, fue transformándose en palabra, música, ruido, y se constituyó en identidad y herencia cultural pero esa memoria construida en el tiempo siempre está en riesgo

de caer en el silencio y quedar en el olvido. A propósito de este tema, la Universidad Nacional de Tres de Febrero presenta la exposición “Más allá del sonido”, curada por la historiadora del arte francesa Anne-Laure Chamboissier. La muestra reúne las obras de seis artistas de diferentes nacionalidades y disciplinas. Eddie Ladoire (Francia), presenta la instalación “Intimités” donde el oyente/ espectador puede acceder mediante auriculares a indicaciones por el mismísimo artista. Steve Roden (Estados Unidos) presenta instalación múltiple en la que el artista plástico establece una correspondencia visual y textual. “Striations” y “Es oh yu en dee” son dos videos silenciosos que juegan con la imagen. En esas obras, el sonido se hace presente por su ausencia. Es increíble notar cómo un elemento que

no está puede reaparecer en la memoria mediante una evocación. En cambio, en “Disorder” y “Line and Faces”, los sonidos aparecen y cobran un carácter de suavidad, casi imperceptible. Edgardo Rudnitzky presenta la obra “Border Music” y ocupa el pasillo del tercer piso del museo con una larga estructura del sonido que envuelve el espacio. La poeta María Negroni y el cineasta Pablo Marín (Argentina) presentan la instalación “Angelus Novus”, donde dos pantallas proyectan en simultáneo diferentes situaciones: por un lado, imágenes vaporosas en blanco y negro de Marín, acompañadas por la música de William Basinski, por otro lado, la proyección de un fragmento del texto “Exilium”, de Negroni. En “Babel”, la obra de Tintin Wulia (Australia), se puede apreciar una instala-


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ESTADOS SECUNDARIOS

Ana Paula Méndez y Mariela Nussembaum utilizan mecanismos del surrealismo como el automatismo, el azar y la imaginación libre. Sus dibujos, que parecen negar la perfección compositiva, se convierten en un medio de traducción de visiones oníricas, de escucha interna y momentos introspectivos. El cuerpo como territorio, como contenedor de espacios internos, como energía, que se expande y se contrae, como medio y puerta de conexión con el mundo tangible. Ambas dialogan configurando el afuera y el adentro de esta danza mental y emocional combinando lo figurativo y la abstracción lírica que refleja la inmediatez de la emoción. Hasta el 26 de noviembre. GRANADA Gallery Godoy Cruz 1644. Martes a Sábados de 15 a 19 www.granadagallery.net

RELIQUIAS

ción con poemas de autores del Oriente. Con una lectura atravesada por la arquitectura, la acústica, la proporción de los espacios y el contexto histórico, la mirada de estos seis artistas propone indagar en el sonido no solo como materialidad sino también como conector de varias disciplinas como, por ejemplo, las artes visuales, la música y la literatura. Diferentes soportes y formatos contienen experiencias sonoras creadas y registradas para iniciar un viaje sin principio ni fin. Los artistas proponen en esta exposición un juego de percepción donde existe un tiempo suspendido el espacio, un tiempo en el que nuestra presencia completa el mensaje que se nos quiere trasmitir. Las obras se transforman en un refugio y a la vez, funcionan como disparador de sensaciones. Se arma así un tapiz

de temporalidades superpuestas donde se construye una realidad paralela. Todo es simple y complejo en este relato con tantas versiones como espectadores/oyentes hay en la sala. Pero después de todo, ¿qué es el sonido sino un lenguaje en permanente construcción? LUZ MARCHIO

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Más allá del sonido Hasta el 30 de diciembre MUNTREF Centro de Arte Contemporáneo - Av. Antártida Argentina (entre Dirección Nacional de Migraciones y Buquebus) Martes a domingo de 12 a 20

La exposición reúne obras de Rocío Coppola, Anabela D`Alessandro, Julián de la Mota, Mauro Koliva y Eduardo Médici. El cuerpo fragmentado, trabajado con diferentes texturas y porosidades interpela a quien recorre las salas. Como sostiene el curador Marcelo Pelissier, las “Representaciones barrocas, reliquias y despojos de un cuerpo y de una época que, sin centro ni verdad, vela, oculta y embellece para olvidar -o para hacer olvidar que somos un conjunto azaroso, una configuración momentánea”. El cuerpo-materia aparece aquí como recurso posible para llegar a esos lugares inquietantes, que incomodan y tanto nos gustan. Hasta el 3 de diciembre. El ojo errante. Lavalle 3476. Miércoles a viernes de 16 a 20 hs. Gratis


LETRAS

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encuentros con la realidad DEBIERON PASAR VARIAS DÉCADAS HASTA QUE, EN 2015, RICARDO PIGLIA publicará EL PRIMERO DE SUS DIARIOS PERSONALES. LOS AÑOS FELICES, EL SEGUNDO VOLUMEN, YA ESTÁ EN LAS LIBRERÍAS. El año pasado Ricardo Piglia por fin se decidió a publicar sus diarios. Para ese entonces los diarios de Piglia ya eran legendarios. Por boca del propio escritor se sabía de la existencia de estos escritos que se remontaban a 1957 y que él siempre amagó con publicar. De ellos leímos algunos pasajes en suplementos culturales, colados en algunos de sus libros y, sobre todo, en Fragmentos de un diario, el trabajo junto al pintor Eduardo Stupía. Pero en 2015 la espera terminó y por fin empezaron a ver la luz. Cuánto influyó en esta decisión que a Piglia le diagnosticaran una enfermedad degenerativa que, entre otras cosas, le dificulta la posibilidad de escribir, no lo sabemos. Pero sí, leyéndolos, uno advierte que estos diarios están hechos para ser publicados y no son un mero acto de escritura íntima. Cuando se editó el primer volumen (“Años de formación”) con el nombre Los diarios de Emilio Renzi comprendimos que Piglia no se había conformado con transcribir y seleccionar las entradas de sus diarios sino que se abocó a urdir una ficción a la altura de toda su obra. Para aquellos desprevenidos, Emilio Renzi además de ser el alter ego del autor y protagonista de casi todos sus libros, es el segundo nombre de Piglia. De ahí que toda la lectura del libro esté atravesada por este límite entre la ficción y la realidad. “Años de formación” explícita y hasta tematiza ese distanciamiento. Por eso las entradas de los diferentes años -que van del 57 al 67- está mediadas por textos actuales en los que Renzi dialoga desde el presente sobre el carácter de estos diarios con un otro, que no es más que el propio Piglia. En el espacio de estas mediaciones los roles se invierten: Piglia es el alter ego de Renzi. Si, como leemos en las diferentes entradas, muchas veces Piglia toma como modelos no a escritores sino a los personajes escritores de los autores que admira -el Stephen Dedalus de Joyce, el Nick Adams de Hemingway- a la hora de exponer el registro de su propia vida lo hace también ocultándose bajo el nombre del personaje de escritor que él mismo creó para sus fic-

ciones. Aunque parezca lo contrario, es un gesto de honestidad. La primera pregunta que surge ante la flamante salida del segundo volumen de Los diarios de Emilio Renzi (“Los años felices”) es de qué artificio narrativo estarán rodeadas esta vez las entradas del diario que van desde el 68 hasta el 75. En esta oportunidad Piglia es más simple, aunque nunca faltan los dobleces. A modo de introducción, el libro abre con “En el bar”, un texto en el estilo de los que abundaban en “Años de formación”. Acá Piglia tiene como interlocutor al barman del El Cervatillo. La situación es una excusa para seguir reflexionando sobre la naturaleza de lo que se va a leer a continuación. Pero lo que define el eje de esta introducción es algo central en toda la narrativa pigliana: la clasificación. Renzi en El Cervatillo intenta encontrar un modo de clasificar las diferentes entradas, establecer series, patrones, temáticas. “Si voy a mantener en mi diario el orden temporal matemático, también me preocupa y estoy pensando en otro tipo de cronología y en otro tipo de escala y periodización”, dice. Y aunque al final se decida por publicar los cuadernos “tal cual están” en su posterior lectura persisten las marcas de ese otro orden que

Piglia/Renzi soñó. Persiste esa sensación, ya presente en “Años de formación”, que más que los diarios de un escritor en realidad lo que leemos es la lectura que este escritor hace de esos diarios. La novedad en este volumen es que si bien las entradas aparecen de acuerdo al orden cronológico muchas veces están clasificadas con ese otro orden posible que Renzi expuso en la barra de El Cervatillo. La denominada “Serie A” corresponde a la enumeración de actos cotidianos como desayunar, comer, sentarse en los bares del centro a leer el diario, así como la “Serie X” a los encuentros con Lucas, su amigo marginal, siempre en fuga, buscado por la policía, o la “Serie E” sobre las reflexiones dentro del diario sobre la naturaleza de los propios diarios. De este modo el efecto de mediación se mantiene intacto, como si leyéramos las fichas de un investigador. Como si se tratara de una nueva temporada de una serie de TV, “Los años felices” comienza allí donde “Años de formación” lo había dejado. Encontramos a un Piglia/ Renzi que ya tiene publicado su primer libro de cuentos (La invasión) y acaba de volver de un viaje a Cuba, todas cosas que habíamos leído en el volumen anterior.


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Pero a medida que nos adentramos en la lectura nos damos cuenta que así como la vida cambia, también cambian algunos nombres, algunas rutinas, algunas obsesiones. En estos años Piglia todavía sigue batallando con la escritura de Plata quemada, la que sería su primera novela y que en realidad, como todos sabemos, terminará siendo recién la tercera. También con el relato o nouvelle sobre Pavese, “El pez en el hielo”. Por además, ya a fines de los 60’s, advertimos la gestación de lo que sin dudas será su obra maestra (y, ahora sí, primera novela) Respiración artificial: “Quizás tenga que dejar todo lo que estoy haciendo y escribir la saga familiar, que es mía y cuyas historias conozco mejor que nadie”, escribe en una entrada y en otra la sentencia generacional “Todos nosotros nacemos en Roberto Arlt: el primero que consiga engancharlo con Borges habrá triunfado”, algo que Piglia se propone explícitamente en Respiración artificial y quizás lo logre. Por otro lado asistimos a su cotidianidad. Los diferentes trabajos -antologías, artículos, conferencias- que distraen la es-

critura; sus inseguridades y autoafirmaciones; el esfuerzo por escribir a la altura de sus expectativas; las lecturas; la imposibilidad de ocultar su fascinación por Manuel Puig; los recurrentes encuentros con David Viñas, a quien presenta, no sin cierta ternura, como un quemacoco; una sucesión de notas sobre Tolstoi; efectos de “realidad” como listas o números de teléfono colados entre las entradas y sobre todo el mensaje que le deja su novia luego de leer los diarios (sin duda uno de los puntos más altos de este volumen); las mudanzas por las intempestivas irrupciones de la policía; los vagabundeos por una Buenos Aires que ya no existe o los vaivenes económicos: “un futuro incierto pero no muy distinto al de años anteriores. Una economía personal siempre en crisis”. Al igual que el lector lúcido que encontramos en sus libros, Piglia lo es también de su propia vida. En estos diarios lo vemos como una máquina de pensar la realidad que le toca vivir: “Mis terrores actuales se fundan en el miedo al exceso de conciencia: al pensar de más”. Y sí, Piglia piensa de

mas. “Los años felices” pueden leerse como un desmesurado ejercicio de autoconciencia. En una entrada del 71 escribe: “He usado ya cincuenta cuadernos en los que he escrito la serie de mis encuentros con la realidad”. Es una declaración polémica. Más que la realidad estos diarios exponen la ficción que Piglia, como todos, construye de sí mismo. La realidad en todo caso es lo que pasa mientras está ocupado con eso. martín caamaño

LOS DIARIOS DE EMILIO RENZI Ricardo Piglia

Anagrama


MÚSICA

Leonard Cohen You want it darker Sony Music

“Hemos llegado a este tiempo en que somos tan viejos que nuestros cuerpos se caen a pedazos; pienso que te seguiré muy pronto”, dice un pasaje de la carta que Leonard Cohen le escribió a Marianne Ihlen –la musa de “So long Mari-

Sean Nicholas Savage Magnificent first Arbutus Records

Una de las cosas que llama poderosamente la atención de Sean Nicholas Savage es el carácter doméstico y low fi de sus discos. Algo que para una artista de folk indie o de rock garaje sería de lo más natural suena inquietante en un es-

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anne”, una de sus canciones más famosas- al enterarse que estaba internada y grave. Y ahora la cavernosa y profunda voz de Cohen repite una y otra vez la frase “I’m ready, my Lord” desde el estribillo de “You want it darker”, la canción que abre el disco homónimo, el número catorce en la carrera del cantautor canadiense. Todo sabe a despedida. Pero con tipos como este nunca nada es lo que parece. Si nos fiamos por lo que oímos en You want it darker, Cohen a sus 82 años está más vivo que nunca. Desde la década de los 80’s, que el músico transmutó y dejó de ser un cantautor de corte folk. Durante esos años el sonido que acompañaba a su voz recordaba, en el mejor de los casos, a las pistas de un karaoke o a las bases preseteadas de un sintetizador. En sus últimos discos el sonido retomó un costado analógico y también bastante convencional. Por eso lo primero que sorprende de You want it darker es que esta vez la voz de Cohen esté rodeada de un instrumentación mínima y precisa, misteriosa. Con la producción a cargo

de su hijo Adam y de Patrick Leonard, las ocho canciones que componen el álbum se visten con baterías opacas, casi subliminales; austeros arreglos de cuerdas; algún teclado esporádico, alguna guitarra ocasional; el coro de la sinagoga de Montreal y poca cosa más. La sensación es que todo puede desmoronarse de un segundo a otro y que esa voz de papiro, rugosa y legendaria, es el único sostén que posibilita el equilibrio en el que sin dudas es el mejor disco de Cohen desde Ten new songs. Si la bella balada “If i didn’t have your love” es en términos musicales de los más flojo y predecible del disco –con su piano, su órganos, su pandereta y esa guitarra grave- “Travelling Lights”, quizás el punto más alto, es de lo más novedosa porque logra fusionar esa atmosfera griega de los viejos discos de Cohen, como Recent songs, con un piano Rodhes y una batería comprimida que le otorga cierto aire ambient. La canción está dedicada a Marianne, que murió a los pocos días de recibir aquella carta de su viejo amante.

tilo como el soul que siempre se caracterizó por cierta sofisticación audiófila. En este desliz Nicholas Savage funda su originalidad y se diferencia de todos los colegas que aborden este género. Una de las causas podría ser que Savage, canadiense radicado en Berlín, es un blanco inmiscuyéndose en un universo donde los negros -desde Marvin Gaye a Frank Ocean, por poner un ejemplo- siempre reinaron. Pero no. A esta altura un blanco haciendo música de negros es casi un lugar común. El secreto de Savage entonces radica en poder hacer convivir esa precariedad sonora con su notable calidad vocal al servicio de composiciones gloriosas, de un romanticismo fantástico. Todo eso que se definió en Bermuda Waterfall, su disco de 2014, y se perfeccionó en Other Dead, del 2015, vuelve a estar presente en el reciente Magnificent first. Uno puede pensar que se trata más de lo mismo. Pero en este caso, lo mismo es irresistible. Aun así hay algunas leves variantes. Es difícil encontrar en los discos anteriores guitarras eléctricas armo-

nizadas tan al frente como las de “Inner Natural World”, el tema con que abre el álbum, o la española de corte flamenco en “Everything Baby Blue”. Para rastrear el tono acústico de la perfecta “Over the Night” tenemos que remontarnos a canciones como “You changed me” de Other Life, del 2013, aunque ahora en una clave mucho más ligera y liviana. Con apenas ocho canciones, los momentos gloriosos se suceden. La ochentosa “Let me out” parece una versión trash de Blood Orange y en “Music” canta desgarrado que la música le salvó la vida muchas veces y nosotros no podemos dejar de creerle. Para Magnificent first, Savage filmó un video de cada una de las ocho canciones. Los videos, en los que se lo puede ver deambulando por Berlín o cantando en un bosque, son caseros y de bajo presupuesto como su música. En la tapa del disco, impreso sobre una imagen suya contemplando un paisaje montañoso en un atardecer rosado, hay un poema. Eso es Magnificent first. Un hermoso poema musical.


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La Femme Mystère Born Bad Records

En los últimos meses las calles de París estuvieron empapeladas con la misteriosa

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imagen de la espalda de una mujer plateada y pelirroja sobre un fondo azul. Es la tapa de Mystère, flamante segundo álbum del grupo La Femme. Los carteles primero anunciaban la salida del disco y luego, su presentación. Y no sólo carteles. Prácticamente todas las revistas especializadas locales tenían al grupo en su portada. Señales visibles del inevitable acenso de la banda. Si su disco debut, el notable Psycho Tropical Berlín, los dio a conocer, todo desde la salida de Mystère huele a consagración. A diferencia del disco anterior, con esa búsqueda de psicodelia punk ruidosa e histérica, Mystère es mucho más amable y diáfano. En Mystère las cosas parecen estar bajo control, ordenadas cada una en su lugar. Cosa que tampoco borra del todo el riesgo y ese salvajismo selvático que caracteriza a la banda. Hay algo parecido a la esencia

que se mantiene. ¿Pero qué? Las bases rockbilly sesentosas, los sintetizadores chillones, esa mezcla nostálgica entre lo vintage y lo actual, un ímpetu frenético que subsiste hasta en canciones lentas. Pero también se suman novedades. “La vie est ton nouveau prenóm”, es una balada comandada por una guitarra acústica y una pandereta que suena a una chanson de los sesenta y que hubiese sido impensable en Psycho Tropical Berlín. “Où va le monde” es un tema surf hecho y derecho. Y en “S.S.D” los vínculos con la tradición se intuyen en esos arreglos de cuerdas al manera de los de Historie de Melody Nelson de Serge Gainsbourg, como ya lo había hecho Beck más de una década atrás en Sea change. El 13 de este mes La Femme toca por primera vez en Buenos Aires. Gran oportunidad para ver a una banda en el momento justo.

Imperdibles de noviembre

Miércoles 23

La banda alemana vuelve a Buenos Aires para presentar un show muy especial. Esta visita será toda una experiencia multimedia, con un concierto 3-D en el que repasarán su historia. A las 21hs en el Luna Park (Av. Madero 470). Entradas desde $600.

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Viernes 25

La banda despide el año con un show en formato trío. Además de tocar temas de toda su discografía y despedir La música es mi eje, presentarán algunos temas nuevos de lo que será su próximo disco de estudio. A las 21hs en Teatro Nün (J.R. Velazco 419). Entradas desde $100.

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Domingo 27

El proyecto de Lucas Martí y diferentes cantantes femeninas sigue presentando Presión social, su último disco. En este show participarán Emme, Candelaria Zamar, Eugenia Brusa, Loló Gasparini entre otras. A las 21 hs en Niceto Club (Av. Niceto Vega 5510) Entradas: $150.


noche

pizza, birra y actos SENTARSE A LA MESA DE UN BAR SECRETO A TOMAR UNA CERVEZA Y COMER ALGO PUEDE ESCONDER MULTIPLES E INESPERADAS HISTORIAS. Un viernes cualquiera, en un bar cualquiera, no necesariamente ha de ser una salida más. El amor puede estar rondando con su ilusión o su ausencia, incluso manifestarse de manera categórica, a flechazo limpio. Aunque a decir verdad, salir a tomar algo esperando que el amor se manifieste puede redundar en continuos fracasos, a menos que esa expectativa de suceso incluya historias ajenas, pero cercanas, palpables. En algún lugar de Palermo de cuyo nombre no debo acordarme, ya que el secreto y las sorpresas forman parte de la proposición, una puerta se abre para recibir a un número limitado de asistentes a un bar, donde podrán pedir comida y bebida, conversar animadamente y ser testigos de pequeñas historias que giran en torno a relaciones amorosas, pero no asumiendo el rol de un mero espectador

pasivo, sino como parte de la escenografía, formando parte de las historias que se narran porque suceden alrededor y a la misma altura, sin telones ni escenarios, y hasta quizás en la propia mesa. Un mozo acaba de dejarnos una pizza con aceitunas y birra sobre la mesa redonda compartida con otros espectadores o simplemente compañeros de ubicación. Se escucha el murmullo generalizado propio de un bar porque, aunque el sitio misterioso es también un espacio destinado a varias actividades que propician el desarrollo artístico, que incluye talleres y exposiciones, los viernes y sábados a la noche ese lugar pasa a ser un bar. Y es sólo eso hasta que repentinamente un foco de luz se sitúa en alguna mesa contigua volviendo tenue el perímetro, y una pareja que sube el volumen de su conversación se enfrasca en un intercambio de opiniones

entre profundo y cómico acerca de los clichés del amor. Continuar con la nota implica necesariamente develar los misterios, pero no quiere decir que la propuesta pierda sentido, y mucho menos gracia. De hecho, sabiendo de qué va la cosa, se puede invitar a su pareja o un grupo de amigos “a tomar algo a un bar a puertas cerradas”, sin delatar que repentinamente, pasadas las 22 horas, las escenas se sucederán por todo el salón, y hasta el mozo que nos atendió tendrá la posibilidad de protagonizar uno de esos flechazos en forma de historia. A medida que los hechos acontecen, ciertos personajes que a priori parecían simples concurrentes, tendrán su momento, más allá de alguna sospecha previa que pudiera despertar cierta original vestimenta o una enigmática forma de permanecer silenciosamente en sus sillas.


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Lo que está pasando allí es Proyecto Barhein, la tercera obra dirigida por Santiago Swi, quien fiel a sus antecedentes, busca que “el espectador pueda vivenciar el teatro desde una nueva perspectiva, romper con la convención de separar donde juegan los actores y donde observan los espectadores”, aunque hablar de espectadores parece un rótulo incompleto, la idea es que “salgan un poco de esa zona de seguridad y confort que da la butaca separada del escenario”. Las narraciones se dan en un tono de comedia, abriendo el juego en momentos puntuales a cierto logrado delirio. En esta propuesta entre nocturna y teatral la solemnidad de las tablas queda intencionadamente neutralizada por esa nivelación de las partes que forman parte de una obra (intérpretes y espectadores). Si bien el público, ante este novedoso rol de observador y partícipe nunca se

acomoda del todo, se impone un ambiente distendido, gracias al tono de comedia que desde el comienzo surte efecto y quizás también porque la obra surgió de un taller de creación y puesta en escena, con mucho de improvisación. Sin embargo, lo que ahora se desarrolla con solvencia y naturalidad es el resultado de un proceso de tres años. Al cabo de una hora Proyecto Barhein ya habló de encuentros de toda índole, incluso del tercer tipo, y al cerrar la obra el bar continúa abierto, como para que nuevas historias, sin libreto y con renovados protagonistas, sigan escribiéndose en la noche de un viernes cualquiera, en un lugar cualquiera de los límites de Palermo, de cuyo nombre (no insistan) no debo acordarme. MARTÍN D’ADAMO

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Proyecto Barhein Palermo Viernes y Sábados 21:30 hs. Bono contribución: $150 Reservas sólo por mail: proyectobarhein@gmail.com Facebook: Proyecto Barhein


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BARES

donde la vaca es exótica EL BAQUEANO, EL RESTAURANTE SANTELMINO QUE APUESTA POR CARNES AUTOCTONAS (LLAMA, ÑANDU O YACARE), FUE ELEGIDO COMO UNO DE LOS MEJORES 50 RESTAURANTES DE AMÉRICA LATINA EN 2016.

El mismísimo director de cine estadounidense Francis Ford Coppola recomendó en 2009 visitar El Baqueano y deleitarse con su cocina autóctona contemporánea: “Es un triunfo de carne y pescado fieramente argentina”, dijo a través de la revista Condé Nast Traveller. Pero las recomendaciones no quedaron allí. Desde Australia, Brasil o Estados Unidos (el diario New York Times lo mencionó en 2011), el restaurante ubicado en pleno San Telmo, entre las calles Chile y Bolívar, ha sido objeto de elogios y de distinciones. Pero, ¿por qué tanto alboroto? El atractivo de la propuesta radica en la combinación de productos autóctonos y técnicas contemporáneas de elaboración: 100% carnes argentinas tratadas con modos europeos. La fórmula funciona de la mano del chef Fernando Rivarola y la sommelier Gabriela Lafuente, creadores y propietarios de El Baqueano, que abrieron el local en Buenos Aires tras vivir una década en Europa. Allí Rivarola conoció los secretos de la cocina del viejo continente y, animado por su familiaridad con carnes exóticas (trabajó en un restaurante español que cocinaba piezas de caza), decidió darle vuelo a su idea. “Las carnes que utilizamos no son una

moda”, reivindica Gabriela sentada en uno de las cinco mesas del local, “¡ya estaban aquí antes que la vaca! Esa sí que debería ser exótica para nosotros”, se ríe la dueña antes de mencionar que la llama es propia de Salta o Jujuy, que el yacaré se encuentra en el litoral y que la Patagonia es la cuna del cordero, el ciervo o el jabalí. Y recuerda: “Estas carnes son más caras porque no existe demanda; si aumentara su consumo, también el cerdo, la vaca y el pollo serían más económicos”. Ñandú, liebre, vizcacha o faisán. Desde El Baqueano saben que, por más que sea autóctono, la costumbre tira. Y que el paladar, pero sobre todo la mente, no están siempre preparados para someterse al experimento. “¿Gusto raro? Depende de con qué comparas el sabor. Uno hace un juicio de acuerdo a su referente inmediato, a su memoria emotiva. El yacaré, por ejemplo, es una mezcla de pollo y pescado, la llama se asemeja a la vaca, aunque es un poquito más dulce, y la libre o el jabalí son más fuertes porque son animales salvajes”, explica Gabriela. Y en la entrevista cae otro mito: “No es que la carne sea más dura, sólo depende, como con la vaca, del tipo de corte que se seleccione”. Por eso en El Baqueano sepa-

ran a los animales por grupo muscular y, una vez clasificados, optan por el método de cocción más indicado para el plato. “No es lo mismo un lomo a unas patas traseras”, insiste Gabriela. En la cocina, su marido prepara el menú degustación de la noche. Son siete platos que se saborean en banquetes de unas tres horas (se puede optar por acompañar la cena con cuatro copas de buen vino local), ofrece por ejemplo, liebre con texturas de setas silvestres, ensalada tibia de vizcacha en escabeche, coxinha de yacaré, jabalí con huevo a baja temperatura o “una interpretación” de la moussaka de llama. Un repertorio que tienta hasta al más conservador (así da gusto liberar la tradición). Ana Claudia Rodríguez

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EL BAQUEANO Chile 495 596, 4342-0802 De martes a sábado, de 20 a 00 Ambiente tranquilo; atención muy buena; recomendación la selección de vinos www.restoelbaqueano.com



B/R !

BARES Y RESTAURANTES bares@revistallegas.com.ar

DOÑA

Bulnes 802, esq. Humahuaca Reservas: 4862-9278 Doña es una cantina que intenta homenajear a los grandes bodegones de Buenos Aires desde la mirada del presente, rescatando ese espiritu que nosotros recordamos de nuestra infancia.

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Musetta Caffé

Musetta Caffé. Billinghurst 894, esquina Tucumán. Información y reservas: 4867-4037. Disfrute de los mejores desayunos, meriendas, almuerzos y cenas. Lunes de 10 a 20; martes a viernes de 10 al cierre; sábados de 17 al cierre. Más información en www.musettacafe.com

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Guarda la Vieja!

Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja. Reservas: 4863-7923 Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Exquisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas, vinos y buena música para condimentar.

Doña Una pequeña cantina en una esquina del barrio de Almagro Especialidad en pastas caseras amasadas en el salón Picadas con productos artesanales Abierto de martes a sábados de 12 a 15:30 y de 20 a 00:30 hs Lunes y Domingos de 12 a 15:30 hs Bulnes 802, esquina Humahuaca, Almagro, Buenos Aires reservas al 4862-9278

Guarda la Vieja! Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Exquisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas y vinos. La música condimento ideal de la noche. No cobramos cubierto. Pago solo efectivo.

Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja. Teléfono: 4863-7923 Abrimos todos los dias. Horario: Domingo a Jueves de 18 a 2 hs. Viernes y Sábado: 18 a 5 hs.




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