Revista llegás edición 206

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07 / 2016 #206 aĂąo XI www.revistallegas.com.ar

teatro

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206 Los irresponsables de Lucila Eliascher Viernes 20.30 Hs. En machado teatro, machado 617- villa crespo, entradas: $120 y $100 est. Y jub. Reservas por alternativa teatral. Ciclo EDA. La Asociación Argentina de Editores Audiovisuales presenta su ciclo mensual de cine en donde se proyectarán películas argentinas en las cuales el montaje toma una gran predominancia. Miercoles 27 de Julio a las 20:45, entrada: $40. CC Matienzo. Pringles 1249

OBRA DE TAPA Lino Divas, Sin título, 2016

SUMARIO

Lino Divas (1981) es artista, editor de fanzines y cultor de la autogestión cultural. Exhibe sus trabajos tanto individual como colectivamente desde 2005 en museos y galerías de arte contemporáneo y espacios independientes de Buenos Aires, Chile, México, España y EEUU. También los presenta en numerosos medios virtuales. Desde el año 2006 lleva adelante la Fundación para la Difusión del Arte Contemporáneo en el Mercosur y Alrededores (F.D.A.C.M.A.) y todas sus plataformas. La obra de tapa puede visitarse en el marco de la muestra Lino Divas: Hazlo tú mismo. La F.D.A.C.M.A. en el Moderno. Hasta el 4 de septiembre Mamba - Avenida San Juan 350 Horarios: mar a vier de 11 a19/Sáb, dom y feriados de 11 a 20 Entrada general: $20. Web: www.linodivas.com / www.fdacma.com.ar

4-8 TEATRO Entrevista: Alejandro Tantanian, al mando del Cervantes promete oxigenar la escena oficial. Obras recomendadas del mes: De todo y para todos los gustos.

10 NOCHE Mundo Lingo. Aprender idiomas, conocer gente y beber buenos tragos, todo en un mismo lugar.

12-13 Arte Luz Peuscovich presenta Templar, un proyecto en conjunto con la Galería Acéfala donde la experiencia construye puentes en el tiempo.

14-15 LETRAS Canciones de Amor a quemarropa. Considerado entre los mejores libros del año 2015 en los Estados Unidos, llega su versión en español.

16-17 MÚSICA Artistas locales e internacionales acompañan a Marcelo Ezquiaga en la aventura de reversionar a Gardel sin hacer tango.

18 CINE Pibe Chorro, el documental de Andrea Testa protagonizado por chicos en situación de calle.

20-21 BARES Un pedacito de Francia en el corazón de Palermo. Eso promete Boulangerie Cocu, panadería y algo más.

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? QUIENES SOMOS

Editor Responsable Gustavo Gaona EDITOR DE TEATRO Juan Ignacio Crespo DISEÑO Daniela Sawicki COLABORAN EN ESTE NUMERO Julieta Bilik, Vera Czemerinski, Juan Ignacio Crespo y Mara Teit (teatro). Martín D’Adamo (noche), Luz Marchio (arte), Martín Caamaño (letras y música), Ximena Brennan (cine), Ana Claudia Rodríguez (bares). TIRADA DE ESTA EDICION 12 mil ejemplares Publicidad: Ricardo Tamburrano (15 5958 7489, ricardotamburrano@gmail.com y teatro.llegas@gmail.com), Esteban Gallego, www.egmediabrokers.com. Tel: 4861-1721 llegás a buenos aires es una publicación mensual de distribución gratuita, Propiedad de GyH Contenidos Srl, Chile 1507, Piso 2. CP. 1100, CABA. Fundada el 5 de agosto de 2004. Se distribuye en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Registro de marca 2519629. Registro de la propiedad intelectual exp. 347083. ISSN 1668 – 5326. La programación de las agendas puede sufrir cambios por parte de los organizadores. Llegás no se responsabiliza de los mismos.


teatro

uno de los nuestros I ernesto donegana

Designado director del Teatro Nacional Cervantes, Alejandro Tantanian explica sus objetivos de gestión que prometen oxigenar la escena oficial. Podríamos decir que Tantanian es “uno de los nuestros”. Dramaturgo y director de grandes obras en el off, después en el “no tan off ”, recientes producciones en el teatro Colón y espectáculos musicales donde se funden Arjona con Mozart entre otros trabajos. Su C.V. da cuenta de piezas multitudinarias como Los sensuales, De protesta y su polo opuesto unipersonales como Cliff o El Rastro. Artísticamente es habitante de diversos registros. Su nombramiento como director del Teatro Nacional Cervantes fue bien digerido por todo el colectivo teatral que (como se podría haber esperado) no lo apretó contra la pared para un fusilamiento ideológico que en estos momentos es moneda devaluada y corriente.

¿Podría establecerse una diagonal entre un creador y un funcionario público? Tantanian invita a pensar su futura gestión con las mismas categorías que se piensa un acontecimiento teatral, en primer lugar revisa la función del texto como vedette: “Hay que terminar con el coto del autor nacional, lo que hay que pensar no es en el autor nacional, es en el Teatro Nacional. El Teatro Nacional no tiene necesariamente que dar autores, pensar en autores, si no pensar en las prácticas del Teatro Nacional. Por ejemplo pensar en cuál es el tipo de actor nacional, el tipo de director. Está todo muy ligado con la idea del repertorio. A la idea de texto, ahí te corres de la idea del au-

tor nacional ¿y si hay un director nacional quiere pensar en Shakespeare no lo vas a dejar porque no es de acá? O alguien que no quiere pensar en ningún autor, o quiere algo más performático sobre los cuerpos, ¿no lo vas a dejar? Lo que viene defendiendo Bartis de la poética del actor es algo que recorre de principio a fin la producción del teatro nacional, pensar el teatro nacional es pensar esas prácticas” Todas estas sentencias hacen suponer que Alejandro Tantanian conoce su objetivo ¿poético? de gestión. Quizás por primera vez estos fines parecen tocarse con ciertas Ideas y reclamos que “desvelan a las almas teatrales” en todos sus debates, en todas sus


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conferencias, en todas sus noches. Claro que este nivel de exactitud en el “universo de la gestión” no es algo nuevo en Tantanian, si no que comienza hace bastante tiempo y su impronta actual puede ser leída como una síntesis de todo un largo y sinuoso camino. ¿En qué momento de tu vida profesional te intercepta este nombramiento? -Para mí el tema de la gestión siempre estuvo vinculado en la práctica artística. En los 80 con Szchumacher hacíamos el festival del Rojas. Tenía 28 años. Yo quedé a cargo del área de teatro en el Rojas. Lo que venimos haciendo en Panorama Sur. En un momento había surgido mi nombre en 2011 para dirigir el complejo teatral de Buenos Aires. Esto no lo esperaba para nada. A mí la idea de pensar un teatro me pareció atractivo y cuando tuve posibilidad de viajar, quería ver como se construían las programaciones, las políticas de cada sala, sus identidades, por lo cual me resulta un trabajo que está ligado a mi hacer y además lo vivo como algo súper creativo. Son trabajos diferentes, pero desde el desafío y la página en blanco es igual. Esto es más visible, es una gestión pública, tiene otras características. Es unir gente, siempre me interesó dirigir grupos de trabajos. Los grupos de trabajo mío funcionan, hay dinámica. No es algo que me cueste. Después tenés volumen de trabajo diferente, no es lo mismo hacerlo en el Rojas que acá. Lo pensé muchísimo, sobre todo porque es un gobierno al cual no adscribo para nada. En una nota con Alejandro Cruz proponías que el teatro oficial debía arriesgarse ¿Ves posible experiencias disruptivas dentro de este tipo de institución? -Si haces algo radical y fracasa, está bueno. Un teatro público no tiene que ser un lugar rentable, no es una empresa, ni siquiera es un teatro independiente. Tampoco tiene que ser un lugar vacio. Se pueden asumir riesgos. Vos tenés una sala como la María Guerrero donde entran 860 personas y hay que pensar cómo la llenas. El Cervantes viene haciendo un trabajo para un tipo de público. Hay que pensar bien lo que se está haciendo, para que esa gente no se vea eyectada ni tampoco darle lo mismo que venía recibiendo. Toda esta etapa de transición la pedí para tener el tiempo y pensar lo que quiero hacer en

función de lo posible, y lo que pensemos un grupo de gente con la que estoy trabajando. Y no preocuparme por la programación que programó otro. Yo tengo que decir en un tiempo qué obra arranca para “El Teatro Nacional no tiene necesariamente que dar autores, pensar en autores, si no pensar en las prácticas del Teatro Nacional.” que en Marzo suba el telón. Hay un procedimiento de dar el nombre 8 meses antes de que la obra se estrene. Un teatro público es el lugar donde un artista tiene que probarse y hacer una experiencia transformadora. Está bueno que el estado subsidie a sus artistas, pero no como se hace con los subsidios que se dividen la cantidad de carpetas. Eso es demagogia. Más allá de lo económico, esta bueno que esto sea un lugar para probar algo y equivocarse. Yo me acuerdo haber visto en el Cervantes La leyenda del Fausto de Augusto Fernández, un espectáculo raro de 4 horas, era raro, se corría del naturalismo. El riesgo no implica que fracases, si no que te corras de la norma. Que sea como una aventura ver qué pasa con eso. Quiero llevar adelante un teatro que proponga su programación, pero no desde las carpetas que pueda recibir. Que el teatro pida su programación, eso te va a dar una identidad. Esto no significa que se van a cerrar convocatorias. Por ejemplo, que pasa si junto este director, este actor, con este texto. Porque no agarro esta novela que acaba de salir y la versiono. O agarro un clásico por ejemplo, ¿quién lo traduce hoy acá? Eso se puede hacer y no sé porque no se hace. ¿Cuál es tu opinión con respecto a ciertos grupos conformado por personas del medio teatral que se movilizan en contra de ciertos funcionarios de la cultura, especialmente Darío Lopérfido? -Lo que fue pasando es que él se radicalizó, en cada nueva intervención ha tirado más leña al fuego. El reclamo es legítimo desde lo que se está diciendo, en orden discursivo y simbólico. Es una situación que me parece que esta bueno pensarla, qué se hace con esa cantidad de energía que está circulando, hay algo que hay que pensar sin correr el eje, sin dejar de lado cuáles son los motivos de primer movimiento. Lo que está pasando en el San Martin, por ejemplo, no es la heren-

cia Kirchnerista y eso fue llevado adelante con el consentimiento sordo los que ahora estamos en contra de Lopérfido. Sin dejar de lado el reclamo, tiene que haber algo que sea mayor, no es que sea menor, pero siento que es un reclamo que debería tener una zona de amplificación, de poder pensar eso en términos fácticos, de acciones que sean escuchadas por el total de la población; está quedando en una zona de acciones pero son del alcance que pueden tener estas acciones. Muchas veces cuando después de que se pasa el audio de Lopérfido al final de alguna función a veces eso es más fuerte que la obra, algo hay que pensar ahí. No para no hacerlo, si para pensar qué haces con tu obra. En el BAFICI si todos los directores están en desacuerdo y retiran su película, ¿qué pasaría? se caería, pero después todos quieren estar ahí. Cuando venga el FIBA va a pasar lo mismo si esto sigue así durante todo este año y gran parte del que viene. No creo que haya mucha gente que no se inscriba en el FIBA. No quiero ponerme en contra de los compañeros, pero son acciones que si uno empieza a mirar con un lente mas macro se deberían tener acciones más contundentes. ¿Qué pasa si dejas en blanco la programación del BAFICI? Son apuestas más fuertes, uno debería hacer algo más expansivo ¿Qué rol debe asumir la cultura en estos momentos? -Deberíamos pensar cuáles son las necesidades de la gente, qué le pasa, política, socialmente, en el cotidiano y dar cuenta de eso. Sería muy feliz si el teatro volviese a ser un Faro, no para cambiar la conciencia de la gente, eso es muy complejo. Que sea un lugar que esté vivo, que responda preguntas o que vuelva a hacerlas; que haya un dialogo con la comunidad y también con la comunidad teatral. Es muy importante discutir, de proponer discusiones, foros, no académicos, debates que construyan. Por ejemplo sacas un documento, lo discutís, lo pones en tensión. Creo que hay mucho para hacer. En breve se dará a conocer la programación que inaugurará esta nueva administración, y podremos confirmar si el virus positivo que se ha inoculado en esta dependencia estatal infecta de una vez y para siempre la escena oficial tan necesitada de un renovado tipo de oxígeno. Juan Ignacio Crespo


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Los que fueron a la fiesta (opereta)

Una fiesta de casamiento: los peinados más exóticos, la mejor pilcha, meses de preparación y el encuentro -inevitable- con el pasado. “¿Por qué y para qué estoy acá?”, “¿Quién soy y en qué me convertí?” y “¿Es el lugar en el que quiero estar?” serán las preguntas infaltables –e incómodas- a las que se someterán los siete personajes durante esta obra estridente y visceral. Con un fuerte tono grotesco y una puesta que, como anuncia su título, es una opereta (un género musical derivado de la ópera “animado y anormal, cuya característica fundamental consiste en contar con una trama inverosímil y disparatada que consta de diálogos y bailes”); la propuesta es dinámica y tiene su cuota de audacia. Textos llenos de imágenes y figuras perspicaces; escenas de duelo, algunos monó-

La Fuerza de la imaginación logos de cierta densidad y pasajes grupales ágiles, hacen que la acción se interrumpa -solo por momentos- para generar espacios de reflexión y apego que son muy bien edulcorados con fragmentos musicales descontracturantes. Así, la banda de amigos que conforman los personajes se vuelve –de pronto y cuando uno ya empieza a agotarse de escucharlos ahondar en sus heridas- en banda en vivo que, a través de música y letra, también transmite, a modo de relatoría, un estado de la situación. Bravo por los recursos aprovechados: el espacio que se recorre todo, los vestuarios que se transforman al compás de los estados anímicos, la versatilidad de los actores y ese particular extrañamiento en sus movimientos. Ideal para disfrutar sabiendo que uno no es ninguno de los personajes a los que está mirando ni tiene que atravesar –por fortuna- sus miserias.

Con cuatro actores de fuerte presencia y distintas intensidades y registros, quizás lo más rico de Los yugoslavos sea la diversidad que proponen y el misterio de un texto narrativo -pero no lineal- gracias al cual se va capturando la atención del espectador. Con poco o con mucho, sutil o estridente, en silencio o mediante la palabra, los cuatros personajes (casi siempre en escena) componen una especie de canto coral en canon que articula y armoniza la pieza. Sobre la tristeza y el misterio, los desencuentros y las apariciones, el ensimismamiento y la incomunicación, y tanto otros temas de la vida actual en las grandes ciudades trata Los yugoslavos, aunque al final contenga su cuota de esperanza.

Por segunda vez se presenta el festival Europa + América, curado por Matías Umpierrez, que convoca a dramaturgos extranjeros y pone sus textos en manos de una selección de directores que se han destacado en el último año de la cartelera porteña. Para la obra del dramaturgo brasileño, Cássio Pires, se eligió a Cecilia Meijide. En este cuento fantástico, el autor traslada una fabula de Montaigne a los espacios más íntimos de una pareja de intelectuales que, por fuera de la comprensión lógica que obliga su rutina, tienen que aceptar cómo el cuerpo de una mujer comenzará a tener cambios drásticos, y de su adaptación, cuando se enfrentan, entonces, a toda idea moral preestablecida. Estamos en presencia del proceso de transformación de una mujer que, luego de hacer un gran esfuerzo por saltar una zanja, abandonando los consejos medievales que enmarcan “lo femenino”, le sale de repente un pene en su vientre, poniendo en debate cuestiones contemporáneas acerca de la identidad, la aceptación, la transitoriedad, en el orden de lo psicológico y lo social. Remitiendo innegablemente a la propuesta de rompecabezas de “Cactus orquídea”, Meijide aprovecha su imaginario “Gondryano” y hace dialogar el texto con su puesta. El espacio se trasforma y se reensambla constantemente, a la par de la metamorfosis del orden hacia el caos en el cuerpo de esta mujer y en los roles de esta pareja.

J. B.

Mara Teit

Dramaturgia: Juan Mayorga. Dirección: Enrique

Dramaturgia: Cássio Pires. Dirección: Cecilia

Dacal. Interpretación: Julio Ordano, Juan Carras-

Meijide. Interpretación: Marina Fantini y Federico

co, María Laura Calí y Sharon Luscher. El Kafka,

Gelber. Timbre 4, Mexico 3554; Domingos, a las

Lambaré 866; sábados, a las 21hs; $200 y $120.

21:15; $180.

Julieta Bilik De Sol Rodríguez Seoane. Dirección: Cintia Miraglia. Con: Ana Romans, Daniel Junowicz, Miguel Sorrentino, Eliana Ruth Kopiloff, Bárbara García Di Yorio, Pablo Ramírez y Victoria Páez. Patio de Actores, Lerma 568; Vie. 22hs. $180, $130 y $80.

Los yugoslavos

Aunque parezca ir en contra de su propia semántica, Los yugoslavos no es un lugar ni es un pueblo. Se refiere más bien a un estado del alma: a cierta tristeza, a la soledad, al vacío que genera la incomunicación o, más específicamente, a lo inefable de la falta de voluntad. Sobre las actuaciones, y más bien sobre las acciones, es a partir desde donde se estructura la puesta. Con mucho diálogo, un puñado de imágenes y la necesidad de un espectador atento, la obra va sucediéndose al compás de parlamentos y algunos monólogos.



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LA VIDA PROBABLE En un difuso borde que separa la “pampa interior” de la “exterior”, cinco amigos terminan un encuentro. Es de noche, hay que irse. Sin embargo, algo de lo que no podrán acusar recibo los retiene y seguirán hablando de actualidad, de capital federal y de guías turísticas como si nada. El final del encuentro, varias veces anunciado, se convierte en un gerundio constante y el espacio comienza a parecerse cada vez más a un limbo suspendido en el tiempo del cual no podrán, o no querrán, tal vez, salir. Una de las pocas pistas claras de La vida probable la da la probabilidad a la que refiere el título. Lo demás son palabras y claves desparramadas que se convierten en teorías desde donde situarse para leer lo que pasa. Hablan de accidentes, incendios y cenizas frescamente, entre amigos. Pero la pregunta que empieza a correr en el transcurso es ¿dónde están en realidad? La vida probable

está inteligentemente organizada por algo subterráneo y más difícil de identificar que la cotidianeidad del lenguaje en el que se mueven sus sujetos: algo nunca mencionado produce tensión. Y en esa omisión radica la clave para entrar en su mundo. Los que no parecen tener dudas sobre lo que pasa son Los impacientes, actores y director. Firmemente apoyados en su propio trabajo, saben de lo que hablan y se entienden entre sí, tanto que permiten que quien los mire se sienta seguro flotando en las aguas de lo no seguro: ésas de lo solamente probable. Vera Czemerinski Autor y director: Pablo Caramelo. Actores: Diego L.Domínguez, Federico Iglesias, César Riveros, Luciana Serio y María Viau (Grupo Los Impacientes). Espacio Callejón: Humahuaca 3759. Martes a las 21. $150 / $120.

Los bastardos de Rabinovich su lugar a este dúo de Ravinovich ilusorios quienes, tras fracasar fatalmente en su carrera musical, deciden juntar en una última presentación una apócrifa selección de “Grandes éxitos” de sus giras por “el país y el conurbano”. Toda esta descripción parece no convocar nada demasiado novedoso, pero el despliegue actoral, en clave clown, y el desarrollo del autoconocimiento de sus talentos vocales hace que cualquier tipo de comparación con los grandes del humor sea, más allá de digna, también ponderabilísima. La obra atraviesa los distintos géneros musicales más vernáculos (la milonga, el chamamé, el vals, el tango, etc ) y cada uno aborda con un humor amoral y desopilante, sobre todo, la infecunda relación con el amor y las diversas frustraciones, siempre a la orden de la identificación y, entonces, la risa segura. Mara Teit

Lejos ha quedado aquel fenómeno del Café-concert que podía disfrutarse en familia, y si algo se le ha criticado al teatro alternativo es su carácter endogámico, por eso, encontrar un domingo un espectáculo familiar que remite a un humor conocido y

disfrutado por todas las edades y las franjas culturales, es claramente destacable. En esta especie de auto-homenaje, como estos bastardos lo presentan y que remite constante y directamente a la dinámica de Les Luthiers, el querido Mastropiero cede

Dramaturgia: Juan Ignacio Bianco y Facundo Martín. Dirección: José Luis Arias. Interpretación: Juan Ignacio Bianco y Facundo Martín. La Vieja Guarida, Guardia Vieja 3777; Domingos, a las 20; $100.



NOCHE

è un mondo facile MUNDO LINGO CONJUGA, TRES VECES POR SEMANA, LA POSIBILIDAD DE EJERCITAR IDIOMAS Y CONOCER GENTE NUEVA ENTRE BARES Y COPAS. Relata el Génesis que Yahveh (más conocido como Dios), para contrarrestar la arrogancia del ser humano que buscaba construir una torre que alcanzara los cielos (algo que en lugares como Dubai o China parecen haber logrado), hizo que los encargados de levantarla comenzaran a hablar distintos idiomas para que fracasaran en el intento. Aquel castigo divino, en la actualidad es factible de verse como una limitación para comunicarse en los lugares donde no se habla la propia lengua. Sin embargo, el arrevesado pensamiento humano (casi tan retorcido como la lógica del Dios bíblico), ha llevado a que las diferencias idiomáticas puedan transformarse en motivo de intercambio cultural y social. Al menos eso pasa en Mundo Lingo, una propuesta nocturna que trans-

curre en determinados bares y donde los asistentes concurren bajo la consigna de compartir diálogos en los idiomas que deseen. Para una ciudad como Buenos Aires, muy turística y considerablemente cosmopolita, es una ingeniosa forma de conectar a los porteños con residentes extranjeros u ocasionales viajeros, mientras se ejercitan las lenguas que se quieran practicar. Pudo haber surgido en Londres, New York o Tokio, sin embargo el nacimiento de Mundo Lingo, así como el dulce de leche, las huellas digitales y la birome, se dio en Argentina hace cinco años, expandiéndose a numerosas ciudades de todo el mundo, como Lima, Copenhagüe, Montreal, Melbourne o Saigón, por sólo nombrar algunas. Pero hay que reconocer que el invento

le pertenece a un joven inglés, Benji Moreira, quien quizás por dejar fluir la diversidad idiomática existente entre su procedencia y el origen de su nombre, tuvo la ocurrente idea de organizar encuentros de intercambio lingüístico-cultural en un contexto de bares, cerveza en mano, sin la rigidez de un instituto ni la presión de un examen para practicar idiomas. Lo que sí está establecido son los días y horarios (de “cursada”): los martes transcurren en The Temple Bar del centro (Marcelo T. de Alvear 945), los miércoles en Soria Bar (Gorriti 5151) y los Viernes en Oliver’s Bar (Guatemala 4462), siempre desde las 21 hs. También ha llegado a La Plata, donde se realizan encuentros semanales en La Mulata. El formato es muy simple, sólo hay que concurrir a los bares mencionados


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en los días y horarios indicados, donde encontrarán una mesa con banderitas autoadhesivas para pegarse en lugares visibles. La consigna es pegarse primero la bandera del país nativo, y de ahí para abajo las de los idiomas que se deseen hablar (hay más de 130 opciones). De este modo, uno puede identificar con quiénes le conviene entablar una conversación, en función de los idiomas que se deseen entrenar. Lo interesante del evento es que la interacción con gente nueva se da de manera muy natural, por lo cual si bien se puede ir en grupo, también es una propuesta para afrontar en solitario, con la certeza de que habrá muchos interesados en entablar una conversación. “Recomendamos mantenerse de pie y sólo sentarse para conversaciones privadas”, sugiere

Miguel Raspanti, manager/organizador de Mundo Lingo. Los encuentros tienen buena convocatoria, y la relación argentinos/extranjeros es bastante pareja. “Un 35 % son habitués de Mundo Lingo, y muchos de ellos vienen a todos nuestros eventos”, agrega Miguel, demostrando que una propuesta con características recreativas también puede servir de herramienta cotidiana de aprendizaje. Para los extranjeros también sirve para relacionarse con gente local, que puede brindar recomendaciones de lugares para visitar e incluso saber un poco más de la ciudad que visitan; mientras que para los residentes es una buena manera de generar contactos en el exterior pensando en futuros viajes o por la simple curiosidad de conocer otras costumbres. Más allá de estas cues-

tiones prácticas, no hay reglas estrictas de convivencia, y los diálogos pueden ser de lo más variados y espontáneos. Sí se recomienda que, si se habla de política o religión, sea en buenos términos. Los eventos no tienen costo alguno, más que la cerveza, beer, biiru, bière, cerveja, oke, maekju o birra que se pida en la barra, existiendo opciones de happy hour, y pizza gratis los viernes. Mundo Lingo es un invento humano, tal vez como los idiomas, si es que se desestima la creencia religiosa. De uno u otro modo, es una forma de romper ciertas barreras para socializar, una alternativa de aprendizaje y una ocasión para brindar con amigos y extraños: Cheers! Proost! Santé! Skál! Salute! Serefe! ¡Salud! MARTÍN D’ADAMO


ARTE

restos de distancia

I maría baumler

LUZ PEUSCOVICH PRESENTA TEMPLAR, UN PROYECTO EN CONJUNTO CON LA GALERÍA ACÉFALA DONDE LA EXPERIENCIA CONSTRUYE PUENTES EN EL TIEMPO. Cuando los pájaros envuelven el viento, nacen los presagios de la luna. Sus alas aparecen por tramos, marcando giros en la luz mientras el cielo se convierte en un derrumbe lento. Los pájaros no saben del tiempo, vienen con una piel distinta, detrás de los finales porque ese es su modo de dialogar con el mundo. El latido de una rama no detiene sus trazos porque su vuelo permite que todos los nombres lleguen al sol. Cada quien tiene su modo de estar en el mundo. Luz Peuscovich encontró su lugar en la profundidad de un lenguaje que solo se da como tierra habitada. Allí, teje una correspondencia de nombres donde la huida es para otros y sus manos abrazan ramas ancestrales, diminutas ramitas

escondidas en su cuerpo como un último refugio nocturno. TEMPLAR - el proyecto realizado en conjunto con Acéfala, la galería dirigida por Bárbara y Sol Echevarría – da cuenta de su visión. A partir de la experiencia espacio-temporal, esta instalación, rescata una concepción holística, que construye una identidad ambivalente en el encuentro con un otro en la medida en que uno es parte de un todo. De esta manera, lo vital se hace presente en una pregunta colectiva. Como bien dice la artista: “Nacemos de un encuentro de dos/ celular/animal/multidimensional/. Iguales pero diferentes, las entidades se comunican y se magnetizan para abrirse, para que la fusión de lugar a nuevas semillas, acci-

dentes futuros llenos de luchas elegidas. La diferencia necesaria para encontrar la tensión justa, el encuentro de eso doble dentro de cada uno”. Sin duda, el encuentro fue el motor de este proyecto. El proceso de trabajo fue muy arduo e involucró a varios colaboradores de Argentina, Uruguay y Panamá. En él participaron Abre Indumentaria, Malabrigo, Integra Escuela de Pablo Giménez y la Escuela provincial de Artesanías Nº33 de Catamarca. En una lógica integradora, la obra habla del mundo, mientras lo habita y permite recorrer diferentes territorios, explorar sus imaginarios. TEMPLAR está compuesta de tres partes: el templar, la instalación en


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ARGRA

El Palais de Glace presenta la 27ª Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino. Es la muestra más importante de fotoperiodismo que se organiza en nuestro país y en la región. Más de 200 fotografías en exposición, seleccionadas entre más de 2000 imágenes enviadas por reporteros de todo el país. En esta edición se presentan fotografías captadas en 2015 sobre los hechos más relevantes en materia de actualidad, deportes, retrato, vida cotidiana, política, naturaleza, medio ambiente, arte y espectáculos ocurridos en el país y en el mundo.

LUZ MARCHIO

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TEMPLAR Del 7 de julio al 11 de agosto Acéfala Galería - Niceto Vega 4754. Horarios: jue de 19 a 21 o cita previa: contacto@acefalagaleria.com Gratis

Hasta el 15 de agosto. Palais de Glace - Posadas 1725 . Horarios: mar a vier de 12 a 20/ sáb, dom. y feriados de 10 a 20. Gratis

INTERACCIONES FUNDAMENTALES DE UN CIELO ESTRELLADO

Sobre la artista El trabajo de Luz Peuscovich (1984) es una constante investigación sobre la percepción de los sentidos y la experiencia del cuerpo en determinados contextos. Compone imaginarios con materiales orgánicos, madera y textiles. Luces y sonido. El simbolismo de cada pieza es fundamental para la construcción de sentido y mensaje. Los temas de las obras están centrados en la integración del ser humano con la naturaleza y la experiencia que tengamos en la memoria. Su arquitectura es de tipo flotante. Sus contracciones son refugios, puente, umbral, templos, estructuras simbólicas que en definitiva representan diferentes necesidades de la conciencia humana.

I ludmila delgado

sí misma, el habitáculo; los bichos, trajesperformance; las semillas, esculturas tejidas. La idea y dirección del proyecto está a cargo de Luz Peuscovich y, a su vez, cuenta con artistas invitados como: Sabrina Cassini y Diego de Angeli, Florencia Henke, La Vieja Flores y Manu Aguilar, Paz Peuscovich, Sergio Fasani, María Baumler y Nina La Croix, Leandro Martínez depietri. El cuerpo en todas sus versiones se sumerge en la materia para perderse en el tiempo. No hay ruptura posible en el adentro y el afuera, solo el movimiento de una trampa de cielo trunco en el desborde de la gran ciudad. Echadas sobre la tierra removida, las semillas saben que su destino es crecer. Un camino de ojos nuevos corta el cielo en pedacitos y detrás de esos ojos, la implosión de la naturaleza, el color saturado de la vida misma.

El MACBA presenta la exhibición Interacciones fundamentales de un cielo estrellado de las artistas contemporáneas argentinas Carla Bertone, Julia Masvernat y Silvia Gurfein, con curaduría de Mariana Rodríguez Iglesias. Se trata de una exposición que toma prestadas –en su investigación– las nociones más contemporáneas de la física cuántica, en términos del reconocimiento de un principio de incertidumbre como única certeza para la interpretación de la realidad y de que inevitablemente, el observador modifica lo observado. MACBA, Avenida San Juan 323. Lunes a viernes de 11:00 a 19/ Sábados y domingos de 11 a 19:30 Entrada general: $60


LETRAS

tres bodas y ningún funeral UNO DE LOS MEJORES LIBROS DEL AÑO EN LOS EEUU, CANCIONES DE AMOR A QUEMARROPA, LLEGA REDITADO EN CASTELLANO POR LA EDITORIAL CATALANA LIBROS DEL ASTEROIDE. Tres bodas y ningún funeral, pero casi... Así podría resumirse todo el arco narrativo de Canciones de amor a quemarropa, debut literario del estadounidense Nickolas Butler, elegido como uno de los mejores libros del año pasado en EEUU y que a los lectores argentinos nos llega a través de la editorial catalana Libros del Asteroide. La novela se inicia con el casamiento de Kip, un empresario que desarrolló su carrera en Chicago, lejos de su Wisconsin natal, y regresa al pueblo para casarse. Esto permite

que cuatro amigos de la infancia vuelvan a estar juntos de nuevo después de un largo tiempo. Ellos son Henry y Ronny, quienes nunca vivieron fuera de Little Wing; Lee, un músico de fama mundial, y el propio Kip, quien siempre estuvo un poco apartado del grupo pero sin embargo ahora es el artífice ocasional del reencuentro. Butler comienza el relato con la voz de Henry hablándonos de su mejor amigo Lee. De su fama y de la admiración que todos sienten por él. El propio autor confesó que el per-

sonaje de Lee está inspirado en el músico Justin Vernon, más conocido como Bon Iver, cantante y compositor de la escena indie que sorprendió con su disco debut For Emma, forever ago -grabado en una cabaña de Wisconsin, proceso que aparece retratado en la novela- y en los últimos años fue ganando cada vez más reconocimiento. Vernon fue compañero de escuela de Butler así que cualquier semejanza con la realidad no es mera coincidencia. La voz de Henry al comienzo se nos


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presenta -a la manera de Una rosa para Emily de Faulkner- en una primera persona del plural, un “nosotros” inclusivo que encarna el espíritu de todo el pueblo. Henry, el granero austero pero con aspiraciones artísticas, casado con Beth -su novia desde la adolescencia, con la cual tiene dos hijos- parece contar con la sensibilidad necesaria para plasmar la esencia del modo de vida en Little Wing y su mirada sobre el resto del mundo. Su voz amplia y morosa define el tono del relato. Por eso decepciona un poco cuando en el capítulo siguiente el narrador es otro. Algo a lo que, conforme la narración avanza, nos vamos acostumbrando hasta que todo empieza a funcionar. Canciones de amor a quemarropa es entonces una novela coral en la cual se van alternando las voces de Henry, Lee, Kip y Ronny, más la de Beth, la mujer de Henry, que aporta una visión femenina, periférica, de ese otro mundo cerrado -incluso más cerrado que el pueblo mismo- que es el de los cuatro amigos: “Esos hombres que se conocían de toda la vida. Esos hombres que habían nacido en el mismo hospital y a quienes había traído al mundo el mismo ginecólogo. Esos hombres que habían crecido juntos, que comían la misma comida, que cantaban en los mismos coros, que habían salido con las mismas chicas y que respiraban el mismo aire. Se relacionaban con un idioma propio y exhiben sus propias señales invisibles, como los animales salvajes. Y a veces les basta con estar juntos andando por el bosque o viendo la tele o asando filetes en la parrilla. Esto yo lo he visto: días enteros partiendo troncos sin cruzar una docena de palabras. De no ser por esa sonrisa que tenían grabada en la cara,

cualquiera diría que ya estaban hartos los unos de los otros o que se guardaban un odio atroz”. Este extenso pasaje, en el que Beth reflexiona mientras conversa con la flamante esposa de Kip, quedan condensados los principales temas de la novela: la vida pueblerina, el hombre frente a la naturaleza, el sentido de la amistad, los hechos del pasado y sus consecuencias en el presente, lo que se mantiene imperturbable, lo no dicho, la oscilación entre el amor y el odio, las reconfirmaciones, la imposibilidad de romper ciertos lazos. Durante el tiempo que toma la historia, Kip desestima a Ronny, Lee se enoja con Kip y luego Henry se enoja con Lee, debido a un secreto que sale a la luz. Pero más allá de lo que pase, los cuatro se siguen eligiendo, cada uno desde sus diferentes realidades. Además del casamiento de Kip, que pone en marcha el relato, en la novela hay otros dos casamientos. Primero el de Lee y Chloe, la actriz del momento. La boda se desarrolla a toda pompa en New York, lo que supone la salida del pueblo y una nueva exposición de la eterna dicotomía entre lo rural y lo urbano. Por último, la sorpresiva e inesperada boda de Ronny con una ex prostituta y bailarina que tiene lugar en la vieja fábrica de Little Wing que Kip recondicionó. Ronny, que en su juventud fue un estrella del rodeo, ahora tiene un pequeño retraso luego de un accidente con un toro y su posterior alcoholismo. La novela todo el tiempo expone los errores de sus personajes y también su redención. La redención es otro de los temas de Canciones de amor a quemarropa. Y si bien Butler no incurre en ningun golpe bajo, la vida de dos de los protagonistas corre peligro en dos ocasiones: Ronny se sal-

va de morir congelado al final de su boda y Lee recibe un balazo que termina siendo una bendición. Aunque hay momentos que la novela puede caer en el costumbrismo y en cierta ingenuidad, a pesar de que plantee cuestiones poco originales y que ya fueron plasmadas mucho mejor antes, el encanto de Canciones de amor a quemarropa radica en su simpleza, su emotividad honesta y en lo ameno que puede llegar a ser la prosa de Butler, que sobre todo brilla en las descripciones sobre la naturaleza. “Mi música se parecía mucho a ese gallinero: un lugar frío sediento de calor. Las canciones arrancaban muy despacio; luego llegaba el deshielo y comenzaba a fluir. Si a media pista, a media grabación, la estufa dejaba escapar un ruido, allí se quedaba. Si de las dos Dakotas, o de Alberta, o de la provincia de Saskatchewan, llegaba el viento aullando y hacía repiquetear los cristales flojos de las ventanas, daba igual”, dice Lee sobre “Canciones de amor a quemarropa”, su primer disco. Algo similar se podría decir de este libro. MARTÍN CAAMAÑO

CANCIONES DE AMOR A QUEMARROPA Nickolas Butler

Libros de Asteroide 344 páginas


MÚSICA

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cada día canta mejor

En compañía de artistas locales e internacionales, el músico Marcelo Ezquiaga reversionó temas clásicos de Carlos Gardel, en su nuevo disco: Morocho.

A lo largo de su discografía –tres discos con la banda Mi tortuga Montreaux y otros tres como solista- Marcelo Ezquiaga demostró ser un compositor inquieto, cambiante, con un sólido sello personal. Pero hay una faceta suya que estaba ausente en sus grabaciones y que sin embargo sí aparecía en sus shows en vivo: la del sutil intérprete de canciones de otros (recuerdo que una época en el medio de un recital podía arremeter con una sorprendente versión a capela de “Sin disfraz” de Virus). Con Morocho, el irreverente homenaje pop a Carlos Gardel que acaba de editar por estos días, Ezquiaga salda con creces esa deuda. Es uno de esos escasos gestos que sirven para revitalizar el tango, sacudirle el polvo, y ponerlo en relación con

la época. Y esta vez acontece nada menos que recurriendo a su figura más icónica. En Morocho, Gardel deja de ser un busto, un emblema, un prócer y vuelve a convertirse en un artista vivo, contemporáneo. Las ya clásicas melodías del repertorio gardeliano aparecen revestidas en la voz de Ezquiaga y de varios colegas de todo Latinoamérica con los que decidió rodearse para emprender semejante aventura musical. Porque además de un homenaje, Morocho es un disco de duetos. “El día que me quieras” junto a Julieta Venegas, “Amor de estudiante” con Moreno Veloso, “Sus ojos se cerraron” con Martín Buscaglia o “Volver” con Rubén Albarrán de Café Tacuba, son solo algunos ejemplos, por nombrar solo a los artistas interna-

cionales. Pero, como no podía ser de otra manera, en Morocho también hay lugar para músicos locales de distintas generaciones y estilos. “Mano a Mano” es interpretada junto a Miranda, “Rubias de New York” junto a Chano Moreno Charpentier de Tan Biónica y “Cuesta abajo” con los Onda Vaga. Aun así, Ezquiaga no se desdibuja y logra que un disco tan concurrido con canciones tan tradicionales y conocidas por todos no desentonen dentro de la búsqueda que viene desarrollando en los últimos años. “Es un descanso total poder expresarme como cantante y productor en canciones que ya sé que me gustan”, admite Ezquiaga. “Siempre me gusta aprender de otros artistas y cada vez me acepto más como interprete. Al principio


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me costaba pero ahora sé que me gusta, estoy muy dedicado a cantar y me agarra justo en ese momento. En varios de mis discos estuve por incluir versiones pero siempre pensé que contaminaban a la idea de un disco personal, pero con Morocho no me pasó eso, me sentí un poco compositor también, porque trate esas canciones como si fueran mías y creo que también el resultado es algo personal muy alejado de las versiones originales”. ¿Cómo surgió la idea de hacer este disco? Por gusto no más. Estuve tocando canciones de Gardel en mi guitarra y me salía una cosa cero tanguera y me gustaba lo que aparecía. Seguí buscando y de a poco fueron naciendo estas versiones. Pasó bastante tiempo hasta que grabé el primer demo, no hubo una idea inicial clara de hacer un disco, fue un proceso y el plan de grabar apareció más adelante. Lo que sí te puedo decir es que los demos iniciales tienen mucha relación con lo que quedé finalmente en Morocho. ¿Ves a Morocho como algo excepcional o le encontrás algún tipo de continuidad con tus otros discos? Pienso que tiene continuidad. No es tango. El sonido tiene mucho que ver conmigo. Tal vez sí es raro el hecho de cantar con otros artistas pero me gusta mucho. El sonido me representa un montón y creo que está relacionado con todo lo que hice antes, especial-

mente con Caleidoscopio, Un buen pescador y el último de Mi tortuga Montreux. ¿Y cuál es tu relación con Gardel? ¿De dónde viene? Lo escucho desde siempre, desde chico, y sus canciones son como himnos. Pero me gustó descubrirme en sus canciones. Nunca se me hubiera ocurrido tratar de respetar el original. Gardel como artista siempre me pareció transgresor y un poco transformista. Busqué ser fiel a eso y no a otra cosa más tradicional, que no es lo mío. Busqué las canciones en mi sonido y lo que quedó es Morocho. Los temas transitan muchos géneros. ¿Cómo trabajaste los arreglos de cada tema? ¿Cuál fue el criterio para elegir los invitados? ¿Cómo trabajaste con ellos? Cuando empecé a hacer los demos me di cuenta de que iba a ser un disco de estudio. Lo diferencio de un disco de banda donde se ensaya mucho y se consigue un resultado heterogéneo. Acá todo lo contrario, cada tema está muy producido y por eso tiene su propia atmósfera, además de contar con invitados distintos, por eso creo que el hilo conductor es mi voz y mi impronta. La elección de invitados también fue surgiendo según cómo iba quedando cada demo. Por ejemplo en “El día que me quieras” sabía que tenía que ser Julieta (Venegas), o en la rumba beat de “Cuesta abajo”, aparecieron los Onda Vaga enseguida o

la techno-samba de “Por una cabeza”, era Kevin (Johansen) si o sí. O el tema acústico post-bossa para Moreno Veloso. Y así un poco cada tema me pedía un invitado que fui buscando. El disco funciona bien como disco, pero también como un compilado de simples. El mes pasado lo presentaste en La Trastienda. ¿Cómo sigue el proyecto? ¿Sigue o quedó ahí? Sigue. Me encanta como quedó el disco y armé una banda que lo representa totalmente, con samplers, delays y esa cosa prolija que tiene Morocho. Tal vez en vivo fue un poquito más caliente, eso sí. También sigue con dos videoclips. Ahora ya estoy filmando el de “El día que me quieras” con Julieta Venegas. Además en septiembre voy a México y un poco más adelante haremos otra presentación en Buenos Aires. El plan ahora es viajar lo que se pueda con Morocho. ¿Y ya tenés pensado un próximo proyecto con canciones propias? Como me dijo un amigo, estoy un disco atrasado porque fueron quedándome composiciones. Pero no tengo ninguna desesperación en sacarlas. Me gustaría aprender de este momento, de haberme corrido del compositor, seguir trabajando la voz y hacer las mejores canciones que pueda después de Morocho. MARTÍN CAAMAÑO

M i

Martes 19

Luego de su paso por Buenos Aires para ser telonero de DIIV en noviembre pasado, Wild Nothing regresa con su propio show en el ciclo Martes Indiegentes. Lo hace con nuevo disco: Life of Pause. Los teloneros serán Las Luces Primeras e Ignacio del Pórtico. A las 21hs en Niceto Club (Av. Niceto Vega 5510). Desde $400.

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Miercoles 10

¿Quién no bailó hasta cansarse con “Bombay” y quedó hipnotizado con su video? La misma sensación tuvo Bjork, que lo llamó para colaborar en Biophilia. El artista español regresará a la Argentina para una nueva edición del Festival Yolanda. A las 21hs en Niceto Club (Av. Niceto Vega 5510) Entradas: desde $400.

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Sábado 13

La legendaria agrupación neoyorquina regresa. Liderada por Tom Verlaine, contará con el guitarrista Jimmy Rip. La banda, la primera en tocar en el club CBGB y cuyo álbum debut, Marquee Moon, es considerado un clásico de culto tocará a las 21hs en Teatro Vorterix. (Av Federico Lacroze 3455) Entradas: $600.


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cine

los contra de usar visera UN DISCURSO DESESTABILIZADOR. ESA ES LA IDEA DE ANDREA TESTA, DIRECTORA DE PIBE CHORRO, UN DOCUMENTAL SOBRE ESTIGMAS Y PRE CONCEPTOS CONTADO POR CHICOS EN SITUACIÓN DE CALLE. El 9 de junio es el día en que este documental, un ensayo intensivo sobre la pobreza y la niñez, desembarca en el mítico cine Gaumont para hacer historia. Pibe Chorro es el trabajo de Andrea Testa, quien ha presentado su obra el año pasado en la novena edición de la importante muestra de documentales DOCA. Pibe Chorro es aun más que un paisaje de villas, calles de tierra y muchachos con visera. Esa imagen, que a su vez históricamente nos remite a un preconcepto ya arraigado en nuestra idiosincrasia, se complementa además con jugosas entrevistas a protagonistas y testigos de la situación. A ellos se les pregunta sobre la ley de disminución de edad de imputabilidad de los menores, el conocimiento de la misma, la inseguridad y el sistema penal en general, entre otras cosas. La música (cumbia) se fusiona con el ruido del tren andando para aportarle cotidianidad y costumbrismo al relato. En este escenario de niños y niñas estigmatizados sólo por la ropa que usan, se los reivindica y se los aleja de esa generalización, dejando en claro que ante todo son personas portadoras de derechos; sujetos sociales y políticos. Por otro lado, también somos testigos de un planteo desde la línea narrativa o

discursiva del montaje en donde cada vez nos acercamos más a la cruda realidad, a la par que la voz de Vicente Zito Lema y su poesía, nos lleva sensorialmente a espacios más densos, más oscuros. Como diría el propio Lema: “donde la muerte puede más que la propia vida”. “Comenzamos un trabajo con un grupo de jóvenes para problematizar esta realidad junto a ellos. Pasaron muchos años de trabajo, de búsqueda, de encuentros y desencuentros, por lo que la película fue encontrando su forma en todo ese proceso”, cita la directora. Es así como su intención fue abordar y profundizar como equipo interdisciplinario el marco de leyes y políticas públicas en torno a la temática. La clave para tomar semejante proyecto con una importancia social tan imperativa fue trabajar a partir del estigma, de la imagen construida y cargada de un sentido totalizador, hablar de ese identikit que carece de historia pero que va adquiriendo cada vez más cuerpo con el correr de los minutos. Esos rostros desconocidos se hacen carne en un relato de “construcción/ reconstrucción/deconstrucción de la imagen”, como expresa Testa. A su vez, vemos cómo “la hermosa ciudad de Buenos Aires”, tal como la representan algunos portavoces del documental, se

matiza con la desesperación de muchos y la posible incursión en el delito en algunos casos. Dos caras de una misma moneda. Uno cuenta por ahí que “la ciudad puede tener cosas hermosas y está muy linda, pero si la gente que vive en ella no tiene lo que necesita, la gente lo va a salir a buscar como sea. Así es la vida cotidiana, la naturalidad de la vida”. Además del recurso de la poesía, el documental cuenta con otros aportes interesantes que enriquecen la cuestión en diferentes áreas: Silvia Viñas, psicóloga social, docente de la Cátedra Libre de Derechos Humanos y Coordinadora General de Barrilete Cultural; Ana Laura López, socióloga, también docente de la Cátedra Libre; Gustavo Gallo, abogado defensor de niños, niñas y adolescentes; Mecha Martínez , militante político social; Damián Quilici, “standupista” y propulsor de la llamada “filosofía villera” y músico de cumbia. Una propuesta cuya intención es la de desintegrar su propio título y con ello revolucionar un idea profundamente arraigada, la que sea. Porque el documental tiene ese potencial, nos modifica para bien o para mal. Nadie podría pasar por alto este trabajo de Testa, tan real como necesario. XIMENA BRENNAN



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BARES

pan del más allá

I a. c. r.

FRANCIA. ESE EL ORIGEN DE LA MASA CON LA QUE PREPARAN LAS BAGUETTES EN ESTA DELICADA PANADERÍA DE PALERMO. PERO EN BOULANGERIE COCU TAMBIÉN SE ALMUERZA Y SE MERIENDA. Fue arduo al principio el marketing para dar a conocer a la Boulangerie Cocu, porque sus tres socios franceses quisieron transmitir sus orígenes sin mencionar nunca las palabras “París”, ni “Francia”, ni estampar en el logo una torre Eiffel (eso, para ellos, hubiera sido trampa, una evidencia exagerada). Pero con el tiempo y mucho esfuerzo, la sutileza arraigó. Y hoy, un par de años después de su inauguración, la francesitud de la panadería Cocu explota sin rótulos nada más pisar el local, ubicado en una esquina luminosísima de Palermo. Salta a la vista, primero, porque el lugar tiene esa estética romántica de cestos y vigas antiguas, ese aire europeo a bistró. “Es galo, indiscutiblemente”, se dice también uno, cuando la mitad del personal afloja las erres al interactuar en el pedido. Y, tercero, y sobre todo, la boulangerie es francesa-francesa porque el pan es excelente. Un deleite inusual. “En Argentina comen más pan que en Francia: 70 kilos por persona por año, frente a los 50 kilos que se consume en mi país”, ilustra Anaïs Gasset, quien comanda hoy el negocio junto con Morgan Chauvel. “Acá el pan es muy raro”, sigue Anaïs, “se hace con mucha prisa, con una sal extraña, la harina y la levadura son regulares, y se cuece en horno de vectores”. En Cocu no: en la cocina de Cocu la sal es marina, la harina blanca “de alta gama”, y la integral, orgánica. El horno -que se enciende varias veces

a lo largo del día, a las cinco de la mañana para empezar- se encarga de dorar el pan a base de piedras calientes. Y la masa madre (levain), compuesta de harina y agua, y fermentada durante dos días, viene directamente de Francia. Y el asunto es literal: la mezcla primigenia viajó en avión, y de ella se extrajo un pedacito que fue remplazado por otro y así sucesivamente hasta hoy. El corazón del invento es, pues, íntimamente francés. Y el resultado está directamente ahí, en un mostrador repleto de hogazas que se venden a partir de un kilo y medio de peso: pan de campo, de semillas, de nueces, de centeno o integrales y, naturalmente, la clásica baguette. En porciones más chicas, los riquísimos panes de queso y de chocolate y también el croissant. ¿Que qué opinión tiene Anaïs de las medialunas locales? “Son raras”. Brota de nuevo el adjetivo para marcar la diferencia: “En Francia la masa la hacemos hojaldrada, no como acá. Yo prefiero las de manteca, porque es algo completamente diferente a lo que conozco”. En Palermo, los cruasanes están al lado mismo de los sándwiches, en el pizarrón negro que muestra la oferta gastronómica. El más exitoso es el Campesino, que lleva pollo marinado al horno con almendras grilladas y tomate seco. En ensaladas el hit es la Estival, un derroche de creatividad que mezcla jamón crudo con melón, tomate confitado, queso brie y amaranto. Y en el terreno pizzero -la masa es de pan

de campo- arrasa la de cebolla, morrón, champiñones y jamón (34). Antes de llegar al dulce, están las tartas (las más populares, la de brócoli y queso brie y la de salmón y espinaca. Y en los postres el desquite del azúcar viene con el cake de banana, las cookies, el brownie o el budín de almendras casero (aquí llamado, finamente, financier). “Comida casera francesa”, sintetiza la rubia Anaïs, para quien los altos costos en los productos se intentan compensar, por ejemplo, con el sistema de autoservicio que tiene la Boulangerie Cocu. O, lo que es lo mismo, la “Panadería del Cornudo”. Y es que estos emprendedores del más allá se inspiraron, para el nombre del lugar, en la película francesa La mujer del panadero, en la que, el hornero del pueblo, triste por un abandono sentimental -su chica se fue con un pastor-, es aclamado por toda la población para que vuelva a deleitarlos con su rico pan. Ana Claudia Rodríguez

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BOULANGERIE COCU Malabia 1510, 4831 4675 De lunes a viernes de 9 a 10; sábados y domingos de 10 a 20 Ambiente, luminoso; atención, muy buena; recomendación, el pan y los sándwiches


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B/R !

BARES Y RESTAURANTES bares@revistallegas.com.ar

DOÑA

Bulnes 802, esq. Humahuaca Reservas: 4862-9278 Doña es una cantina que intenta homenajear a los grandes bodegones de Buenos Aires desde la mirada del presente, rescatando ese espiritu que nosotros recordamos de nuestra infancia.

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Musetta Caffé

Musetta Caffé. Billinghurst 894, esquina Tucumán. Información y reservas: 4867-4037. Disfrute de los mejores desayunos, meriendas, almuerzos y cenas. Lunes de 10 a 20; martes a viernes de 10 al cierre; sábados de 17 al cierre. Más información en www.musettacafe.com

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Guarda la Vieja!

Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja. Reservas: 4863-7923 Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Exquisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas, vinos y buena música para condimentar.

Doña Una pequeña cantina en una esquina del barrio de Almagro Especialidad en pastas caseras amasadas en el salón Picadas con productos artesanales Abierto de martes a sábados de 12 a 15:30 y de 20 a 00:30 hs Lunes y Domingos de 12 a 15:30 hs Bulnes 802, esquina Humahuaca, Almagro, Buenos Aires reservas al 4862-9278

Guarda la Vieja! Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Exquisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas y vinos. La música condimento ideal de la noche. No cobramos cubierto. Pago solo efectivo.

Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja. Teléfono: 4863-7923 Abrimos todos los dias. Horario: Domingo a Jueves de 18 a 2 hs. Viernes y Sábado: 18 a 5 hs.


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