Politika nº79 15 agosto 2014

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No escuchéis lo que dicen, Mirad lo que hacen

Julio Cortázar, cronopio genial Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)

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¡Qué le vamos a hacer! Esa es la frase que escuchamos cada vez que nos enfrentamos a un desastre suplementario. Pariente del conocido “Es lo que hay…”. Símbolo de la resignación, de la impotencia, de nuestra calidad de víctimas, de nuestra condición de objetos sometidos a la voluntad del destino, o más bien a la voluntad de quienes mangonean en los poderes legislativo y ejecutivo. La calidad de la educación es pésima, su costo es uno de los más caros del mundo… ¡Qué le vamos a hacer! Nuestro sistema de previsión es una estafa legal y nos condena a una vejez pobre e incierta… ¡Qué le vamos a hacer! El sistema bancario y los forajidos del crédito abusan de quienes viven colgados de una tarjeta de crédito y de los pequeños empresarios… ¡Qué le vamos a hacer! Los servicios de salud no son dignos de seres humanos, la migración de los recursos públicos hacia un sistema basado en el lucro es imparable… ¡Qué le vamos a hacer! Las transnacionales someten al país al pillaje de sus riquezas básicas, particularmente del Cobre… ¡Qué le vamos a hacer!

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A 26 años del término de la dictadura vivimos bajo el imperio de una Constitución gestada en plena satrapía y conforme a sus intereses… ¡Qué le vamos a hacer! El miércoles 13 un incidente técnico en el Metro generó insoportables molestias a las gentes más modestas, esencialmente trabajadores/as que pasan largas horas en los incómodos transportes capitalinos para ir a ganarse la vida. Estos incidentes no son necesariamente previsibles, aún cuando sería conveniente examinar el comportamiento de los servicios de mantenimiento del Metro, tercerizados como conviene a la moda del lucro en todo. Sin embargo, en el marco del desastre de un Transantiago que no cesa de degradarse –basta con ver cada día las decenas de vehículos averiados en las calles de Santiago– el incidente cobra visos de calamidad pública. La televisión entrevista a los pasajeros que esperan haciendo largas filas –¡ hasta cinco cuadras¡ – para subir a un autobús “remedio de contingencia”, y el comentario más oído es siempre el mismo: ¡Qué le vamos a hacer! La verdad, es como para preguntarse… ¿Qué le vamos a hacer?

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Editorial

Transantiago visto por Paul Kirchner

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Interviews

Julio Cortázar, The Art of Fiction No. 83 Entrevistado por Jason Weiss (1984)

Paris Review

Traducción del inglés de Luis Casado Cuando Julio Cortázar murió de cáncer en febrero de 1984 a la edad de sesenta y nueve años, el diario madrileño El País lo saludó como uno de los más grandes escritores latinoamericanos y durante dos días publicó once páginas de homenajes, reminiscencias y despedidas.

Aun cuando es conocido sobre todo como un moderno maestro del cuento, las cuatro novelas de Cortázar demostraron una madura innovación de forma mientras, al mismo tiempo, exploran cuestiones básicas sobre el hombre en sociedad.

Banfield, no lejos de Buenos Aires. Obtuvo un diploma de maestro y fue a trabajar en un pueblo de la provincia de Buenos Aires hasta los inicios de la década de los años 1940, mientras escribía para sí mismo. Uno de sus primeros cuentos en ser publicado, “La casa tomada”, que vino a él como un sueño, apareció en 1946 en una revista editada por Jorge Luis Borges.

Éste, en el ático de un edificio situado en un área de comercios mayoristas y tiendas chinas, podía haber sido el escenario para uno de sus cuentos: espacioso, aunque atestado de libros, sus muros forrados con cuadros de sus amigos.

Estas incluyen Los Premios (1960), 62: Modelo para arAún cuando Cortázar había vivido en París desde 1951, mar (1968), basada en parte en su experiencia como invisitó regularmente su Argentina natal hasta que fue térprete, y Libro de Manuel (1973), sobre el rapto de un oficialmente exilado a inicios de los años 1970 por la jun- diplomático latinoamericano. ta argentina que había objetado varios de sus cuentos. Pero fueron los cuentos de Cortázar los que más direcCon la victoria, el otoño pasado, del gobierno de Alfon- tamente reivindicaron su fascinación por lo fantástico. sín electo democráticamente, Cortázar pudo hacer una Su cuento más conocido fue la base para el film homóúltima visita a su país de origen. El ministro de la Cultura nimo de Antonioni Blow-Up. de Alfonsín decidió no ofrecerle un recibimiento oficial, temeroso de que sus puntos de vista políticos fuesen A la fecha han aparecido cinco colecciones de sus cuendemasiado izquierdistas, sin embargo el escritor fue tos en inglés, y la más reciente es Queremos tanto a Glenda. Justo antes de su muerte fue publicado un diaacogido como un héroe de regreso. rio de viaje, Los autonautas de la cosmopista, en el que Una noche en Buenos Aires, al salir de un cine después colaboró con su esposa Carol Dunlop durante un viaje de ver una película basada en la novela de Osvaldo So- de París a Marsella en una camping van. riano “No habrá más pena ni olvido”, Cortázar y sus amigos se encontraron con una manifestación estudiantil Publicado simultáneamente en español y en francés, que venía hacia ellos y que se dislocó al ver al escritor Cortázar le cedió todos los derechos de autor y los ropara amontonarse en torno a él. Como las librerías de yalties al gobierno Sandinista de Nicaragua; el libro delos bulevares aun estaban abiertas, los estudiantes com- vino desde entonces un éxito de ventas. También fueron praron apresuradamente los libros de Cortázar para que publicadas dos colecciones póstumas de sus artículos él los firmara. Un kiosquero, disculpándose de no tener políticos sobre Nicaragua y Argentina. más libros de Cortázar, le presentó una novela de Carlos A lo largo de sus años de exilio en París Cortázar vivió Fuentes para que lo autografiase. en diferentes barrios. En la última década los royalties Cortázar nació en Bruselas en 1914. Cuando su fami- de sus libros le permitieron comprar su propio apartalia regresó a Argentina después de la guerra, creció en mento.

No obstante, no fue sino hasta después de su mudanza a París, en 1951, que comenzó a publicar en serio. En París trabajó como traductor e intérprete para la UNESCO y otras organizaciones. Los escritores que tradujo incluyen a Poe, Defoe y Marguerite Yourcenar. En 1963, su segunda novela “Rayuela” –sobre una búsqueda existencial y metafísica de un argentino a través de la vida nocturna de París y Buenos Aires– estableció realmente el nombre de Cortázar.

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Cortázar era un hombre alto, 1,93 m, aunque más delgado de lo que revelan sus fotos. Los meses anteriores a esta entrevista habían sido particularmente difíciles para él, habida cuenta que su última esposa, Carol, treinta años más joven que él, había muerto recientemente de cáncer. Además, sus extensos viajes, especialmente a Latinoamérica, obviamente lo habían dejado exhausto. Había estado en casa apenas una semana y estaba finalmente descansando en su silla favorita, fumando su pipa mientras hablaba. Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)


Cronopio genial

INSTRUCCIONES PARA SUBIR UNA ESCALERA Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquier otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso. Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie.) Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimiento hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso. (Historias de Cronopios y de Famas) Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)

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ENTREVISTADOR En algunos cuentos de su más reciente libro, Deshoras, lo fantástico parece invadir el mundo real más que nunca. ¿Ha Ud. sentido como si lo fantástico y lo corriente estuviesen deviniendo uno? JULIO CORTÁZAR Sí, en estos cuentos recientes tuve la sensación de que hay menos distancia entre lo que llamamos fantástico y lo que llamamos real. En mis cuentos anteriores la distancia era mayor porque lo fantástico era realmente fantástico, y algunas veces tocaba lo sobrenatural. Desde luego, lo fantástico acepta metamorfosis; cambia. La noción de fantástico que teníamos en la época de las novelas góticas en Inglaterra, por ejemplo, no tiene nada que ver con nuestro concepto de hoy. Ahora reímos cuando leemos el Castle of Otranto de Horace Walpole –el fantasma vestido de blanco, los esqueletos que caminan haciendo ruido con sus cadenas. En estos días, mi noción de lo fantástico está más cercana a lo que llamamos realidad. Tal vez porque la realidad se aproxima a lo fantástico cada vez más. ENTREVISTADOR En los últimos años mucho de su tiempo ha sido invertido apoyando varias luchas de liberación en América Latina. ¿Eso no le ha ayudado también a acercar lo real y lo fantástico, y a hacerle más serio? CORTÁZAR Bueno, no me gusta la idea de “serio”, porque no pienso ser serio, al menos no en el sentido en que uno habla de un hombre serio o una mujer seria. Pero en estos últimos años, mis esfuerzos relativos a ciertos regímenes latinoamericanos –Argentina, Chile, Uruguay, y ahora sobre todo Nicaragua– me han absorbido a tal punto que he usado lo fantástico en algunos cuentos para tratar estos temas, en un modo que es muy próximo a la realidad, en mi opinión. De modo que me siento menos libre que antes. Esto es, hace treinta años escribía cosas que me venían a la cabeza y las juzgaba sólo con un criterio estético. Ahora, aunque continúo juzgándolas con criterio estético, primero que nada porque soy un es-

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critor, soy un escritor atormentado, muy preocupado por la situación en Latinoamérica; por consiguiente eso se desliza a menudo en mi escritura, en modo consciente o inconsciente. Pero a pesar de los cuentos con muy precisas referencias a cuestiones ideológicas y políticas, mis cuentos, en esencia no han cambiado. Siguen siendo cuentos sobre lo fantástico.

Si fuesen removidos, si hubiese un cambio, entonces podría descansar un poco y trabajar en poemas y cuentos que fuesen exclusivamente literarios. Pero son ellos los que me dan que hacer. ENTREVISTADOR

Ud. ha dicho varias veces que, para Ud., la literatura es como un juego. El problema para un escritor enga- ¿En que sentidos? gé (comprometido. N del T), como CORTÁZAR les llaman hoy, es seguir siendo un escritor. Si lo que escribe se trans- Para mi, la literatura es una forma de forma en simple literatura con un juego. Pero siempre agregué que hay contenido político, puede ser muy dos formas de juego: el futbol, por mediocre. Eso es lo que le ha ocu- ejemplo, que es básicamente un juerrido a muchos escritores. De modo go, y luego juegos que son profundos que la cuestión es el equilibrio. Para y serios. Cuando los niños juegan, mí, lo que hago debe ser siempre li- aunque se divierten, lo toman muy teratura, lo mejor que puedo… para en serio. Eso es importante. Es tan ir más allá de lo posible. Pero al mis- serio para ellos ahora como será el mo tiempo, tratando de ponerle una amor dentro de diez años. Recuerdo mezcla de realidad contemporánea. cuando era un niño y mis padres deY ese es un equilibrio difícil. En el cían “Ya está bueno, ya jugaste bascuento Deshoras sobre las ratas, “Sa- tante, ahora ven a bañarte”. Yo entarsa” –que es un episodio basado en contraba eso completamente idiota, la lucha contra las guerrillas argenti- porque, para mí, el baño era una tonnas– la tentación era la de quedarse tera. No tenía ninguna importancia, mientras que jugar con mis amigos pegado solo al nivel político. era algo serio. La literatura es como ENTREVISTADOR eso, es un juego, pero uno en el que ¿Cuál ha sido la respuesta a esos podemos poner la vida. Uno puede cuentos? ¿Hubo mucha diferencia en hacer cualquier cosa por ese juego. la respuesta que obtuvo de los litera- ENTREVISTADOR tos y la que provino de los políticos? ¿Cuándo se interesó Ud. por lo fanCORTÁZAR tástico? ¿Cuándo era muy joven? Por supuesto. Los lectores burgueses CORTÁZAR en Latinoamérica que son indiferentes a lo político, o aquellos que se ali- Empezó en mi niñez. La mayor parte nean con la derecha, en fin, ellos no de mis compañeros de curso no tese preocupan con las cuestiones que nían el sentido de lo fantástico. Tome preocupan a mí -los problemas maban las cosas como eran… esto de explotación, de opresión y otros. es una planta, esto es un sillón. Pero Esa gente lamenta que mis cuentos para mí, las cosas no estaban tan adquieran a menudo un giro político. bien definidas. Mi madre, que aun A otros lectores, sobre todo los jóve- vive y es una mujer muy imaginatines –que comparten mis sentimien- va, me estimuló. En ves de decir “No, tos, mi necesidad de lucha, y que no, tienes que ser serio”, le gustaba aman la literatura– les gustan esos que yo fuese imaginativo; cuando cuentos. A los cubanos les gusta “Re- me giré hacia el mundo de lo fantásunión”. “Apocalipsis en Solentiname” tico me ayudó dándome libros a leer. es un cuento que los nicaragüenses Leí a Edgar Allan Poe por primera vez cuando tenía sólo nueve años. leen y releen con mucho placer. Robé el libro para leerlo, porque mi ENTREVISTADOR madre no quería que lo leyese; ella ¿Qué ha determinado su creciente pensaba que era demasiado joven y tenía razón. El libro me aterró y estucompromiso político? ve enfermo durante tres meses, porCORTÁZAR que creí en él… dur comme fer (creer ciegamente. N del T) como dicen los Los militares en América Latina, son franceses. Para mí, lo fantástico era ellos los que me hacen trabajar más. perfectamente natural; no tenía nin Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)


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guna duda. Así eran las cosas. Cuando le pasé ese tipo de libros a mis amigos decían “No, no, prefiero leer novelas de cowboy”. Los cowboys eran muy populares en ese tiempo. Yo no lo entendía. Prefería el mundo de lo sobrenatural, de lo fantástico.

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es lo que alguno de ellos va a decir cuando estoy escribiendo diálogos. Realmente, ellos deciden. Yo, yo estoy apenas dactilografiando lo que están diciendo. A veces lanzo una carcajada, o descarto una página y digo, “Ahí, ahí Uds. están diciendo tonterías. Fuera!” Y pongo otra hoja y recomienzo una y otra vez con su diálogo.

Cuando mis personajes son niños y adolescentes, tengo mucha ternura para ellos. Pienso que están muy vivos en mis novelas y en mis cuentos; Los trato con mucho amor. Cuando escribo un cuento donde el personaENTREVISTADOR je es un adolescente, soy el adolescente mientras estoy escribiéndolo. Cuando Ud. tradujo las obras com- Con los personajes adultos es otra pletas de Poe años más tarde, ¿des- cosa. ENTREVISTADOR cubrió cosas nuevas para Ud. en esa lectura tan cercana? ENTREVISTADOR Entonces, ¿no son los personajes que ha conocido los que lo impulsan CORTÁZAR ¿Están muchos de sus personajes ba- a escribir? sados en gente que ha conocido? Muchas, muchas cosas. Exploré su CORTÁZAR lenguaje, que es criticado por los in- CORTÁZAR gleses y los americanos porque lo enNo, de ningún modo. Frecuentecuentran demasiado barroco. Como No diría muchos, pero hay unos po- mente, tengo una idea para un cuenno soy no inglés ni americano, lo vi cos. Muy a menudo hay personajes to, pero aún no hay ningún personaque son una mezcla de dos o tres je. Voy a tener una extraña idea: algo con otra perspectiva. personas. Compuse un personaje fe- va a ocurrir en una casa en el campo, Sé que hay aspectos que han enve- menino, por ejemplo, de dos mujeres veo… soy muy visual cuando escribo, jecido, que son exagerados, pero eso que conocí. Eso le da al personaje en lo veo todo, veo cada cosa. De modo no significa nada comparado con su el cuento o el libro una personalidad que veo esta casa en el campo y de genio. Escribir, en esos tiempos, “La que es más compleja, más difícil. repente, abruptamente, comienzo a caída de la casa de Usher” o “Ligeia”, situar los personajes. o “Berenice”, o “El gato negro”, cual- ENTREVISTADOR quiera de ellos muestra un verdadero ¿Quiere Ud. decir que cuando siente En ese punto, uno de los personajes genio para lo fantástico y lo sobrena- la necesidad de espesar un persona- podría ser alguien que conocí. Pero tural. Ayer, visité a un amigo en la ca- je, combina dos en uno? no es seguro. Al final, la mayor parlle Edgar Allan Poe. Hay una placa en te de los personajes son inventados. CORTÁZAR la calle que dice, “Edgar Poe, escritor También, desde luego, estoy yo. En inglés”. ¡No era inglés! ¡Tenemos que Las cosas no funcionan así. Son los Rayuela, hay varias referencias autocambiarlo, tenemos que protestar! personajes los que me dirigen. Esto biográficas en el personaje de Oliveies, veo un personaje, está ahí, y re- ra. No soy yo, pero hay mucho que ENTREVISTADOR conozco a alguien que conocí, u oca- proviene de mis primeros días de boEn sus escritos, además de lo fantás- sionalmente dos que están un poco hemia en París. Pero los lectores que tico hay real calor y afección por sus mezclados, pero luego eso para ahí. lean Oliveira como Cortázar en París personajes. Enseguida, el personaje actúa por sí estarían equivocados. No, no, yo fui mismo. Dice cosas… Nunca sé qué muy diferente.

INSTRUCCIONES PARA CANTAR Empiece por romper los espejos de su casa, deje caer los brazos, mire vagamente la pared, olvídese. Cante una sola nota, escuche por dentro. Si oye (pero esto ocurrirá mucho después) algo como un paisaje sumido en el miedo, con hogueras entre las piedras, con siluetas semidesnudas en cuclillas, creo que estará bien encaminado, y lo mismo si oye un río por donde bajan barcas pintadas de amarillo y negro, si oye un sabor de pan, un tacto de dedos, una sombra de caballo. Después compre solfeos y un frac, y por favor no cante por la nariz y deje en paz a Schumann. (Historias de Cronopios y de Famas) Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)

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ENTREVISTADOR ¿Esto es porque no desea que su escritura sea autobiográfica? CORTÁZAR No me gusta la autobiografía. Nunca escribiré mis memorias. Me interesan las autobiografías de los otros, desde luego, pero no la mía. Si escribiese mi autobiografía, tendría que ser veraz y honesto. No podría contar una autobiografía imaginaria. De ese modo estaría haciendo el trabajo de un historiador, siendo un auto-historiador, y eso me aburre. Porque prefiero inventar, imaginar. Por supuesto, muy a menudo cuando tengo ideas para una novela o un cuento, situaciones y momentos de mi vida se sitúan naturalmente en ese contexto. En mi cuento “Deshoras”, la idea del niño enamorado de la hermana mayor de su amigo está, en realidad, basada en una situación autobiográfica. Entonces, hay una pequeña parte de él que es autobiográfica, pero de ahí en adelante, es lo fantástico o lo imaginario que domina. ENTREVISTADOR

Eso es todo lo que sé. Sucede así. Y luego están los sueños. Durante este periodo de gestación mis sueños están llenos de referencias y alusiones a lo que va a haber en el cuento. A veces todo el cuento está en un sueño. Uno de mis primeros y más populares cuentos, “Casa tomada”, es una pesadilla que tuve. Me levanté inmediatamente y la escribí. Pero en general, lo que proviene de los sueños son fragmentos y referencias. Esto es, mi subconsciente está elaborando un cuento cuando estoy soñando, está siendo escrito allí. Luego, cuando digo que empiezo en cualquier parte, es porque no sé qué, en ese punto, va a ser el principio o el fin. Cuando comienzo a escribir, es el principio. No he decidido que el cuento tiene que empezar así; sencillamente comienza allí y continua, y frecuentemente no tengo una idea clara sobre el fin, no sé lo que va a pasar. Es solo gradualmente, a medida que el cuento avanza, que las cosas se aclaran y abruptamente veo el final. ENTREVISTADOR ¿De modo que Ud. descubre el cuento mientras lo está escribiendo?

¿Cómo comienza sus cuentos? ¿Con una entrada espe- CORTÁZAR cial, una imagen? Eso es. Es como improvisar en el jazz. Ud. no le pregunta CORTÁZAR a un músico de jazz, “¿Qué vas a tocar?”. Se reiría de Ud. Conmigo los cuentos y novelas pueden empezar en cual- Él tiene un tema, una serie de acordes que tiene que resquier sitio. En lo que toca a la escritura, cuando comienzo petar, y luego toma su trompeta o su saxo y comienza. a escribir, el cuento ha estado rondando a mi alrededor No es una cuestión de idea. Él toca a través de una serie por un tiempo, a veces durante semanas. Pero no es cla- de diferentes pulsos internos. A veces viene bien, a vero en todos los sentidos; es una suerte de idea general ces no. Es lo mismo conmigo. A ratos me siento aun poco del cuento. Tal vez esa casa donde hay una planta roja en mal al firmar mis cuentos. Las novelas no, porque en las una esquina, y sé que hay un viejo que camina en la casa. novelas trabajo mucho; hay un montón de arquitectura.

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Pero mis cuentos, es como si me fuesen dictados por algo que está en mí, pero yo no soy el responsable. Bueno… como parece que son míos aún así, ¡supongo que tengo que aceptarlos! ENTREVISTADOR ¿Hay aspectos en la escritura de un cuento que siempre le planteen un problema? CORTÁZAR En general, no, porque como estaba explicando, el cuento ya está hecho en algún sitio dentro de mi. Tiene su dimensión, su estructura; si va a ser un cuento muy corto, o uno más o menos largo, es como si estuviese decidido de antemano. Pero en los últimos años he comenzado a experimentar algunos problemas. Reflexiono más frente a la página. Escribo más lentamente. Y escribo en un modo más sobrio. Algunos críticos me lo han reprochado, me han dicho que poco a poco estoy perdiendo flexibilidad en mis cuentos. Parezco estar diciendo lo que quiero decir con una mayor economía de medios. No sé si es para mejor o para peor, en todo caso ahora estoy escribiendo así. ENTREVISTADOR Ud. decía que en las novelas hay una arquitectura completa. ¿Quiere decir que trabaja en un modo totalmente diferente? CORTÁZAR Lo primero que escribí en Rayuela fue un capítulo que ahora esta en el medio. Es el capítulo en el que los personajes ponen un tablón atravesado de una ventana de un apartamento a otro. Escribí eso sin saber por qué lo estaba escribiendo. Vi los personajes, vi la situación, era en Buenos Aires. Hacía mucho calor, recuerdo, y estaba cerca de la ventana con mi máquina de escribir. Vi esa situación de un tipo que trata de hacer atravesar el tablón a su mujer –porque él mismo no lo va a hacer– para ir a buscar alguna tontera, unos clavos. Escribí todo eso, que es largo, unas cuarenta páginas, y cuando terminé me dije, “Está bien, ¿pero qué hice? Porque no es un cuento. ¿Qué es?” Luego entendí que estaba lanzado en una novela, pero que no podía continuar desde allí. Tuve que parar, volver atrás, y escribir toda la sección en París que viene antes, que es toda la historia de Oliveira, y cuando llegué finalmente a este capítulo sobre caminar en el tablón, entonces avancé desde allí. ENTREVISTADOR ¿Revisa mucho cuando escribe? CORTÁZAR Muy poco. Eso viene del hecho que las cosas ya han estado trabajando dentro de mi. Cuando veo los borradores de algunos escritores amigos , donde todo es revisado, cambiado, desplazado, y hay flechas por todos lados… no, no, no. Mis manuscritos son muy limpios. ENTREVISTADOR José Lezama Lima, en Paradiso, le hace decir a Cemí que “lo barroco . . . es lo que tiene real interés en España y en Hispano América.” ¿Por qué piensa que es así? Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)

MARAVILLOSAS OCUPACIONES Qué maravillosa ocupación cortarle una pata a una araña, ponerla en un sobre, escribir Señor Ministro de Relaciones Exteriores, agregar la dirección, bajar a saltos la escalera, despachar la carta en el correo de la esquina. Qué maravillosa ocupación ir andando por el bulevar Arago contando los árboles, y cada cinco castaños detenerse un momento sobre un solo pie y esperar que alguien mire, y entonces soltar un grito seco y breve, y girar como una peonza, con los brazos bien abiertos, idéntico al ave cakuy que se duele en los árboles del norte argentino. Qué maravillosa ocupación entrar en un café y pedir azúcar, otra vez azúcar, tres o cuatro veces azúcar, e ir formando un montón en el centro de la mesa, mientras crece la ira en los mostradores y debajo de los delantales blancos, y exactamente en medio del montón de azúcar escupir suavemente, y seguir el descenso del pequeño glaciar de saliva, oír el ruido de piedras rotas que lo acompaña y que nace en las gargantas contraídas de cinco parroquianos y del patrón, hombre honesto a sus horas. Qué maravillosa ocupación tomar el ómnibus, bajarse delante del Ministerio, abrirse paso a golpes de sobres con sellos, dejar atrás al último secretario y entrar, firme y serio, en el gran despacho de espejos, exactamente en el momento en que un ujier vestido de azul entrega al Ministro una carta, y verlo abrir el sobre con una plegadera de origen histórico, meter dos dedos delicados y retirar la pata de araña, quedarse mirándola, y entonces imitar el zumbido de una mosca y ver cómo el Ministro palidece, quiere tirar la pata pero no puede, está atrapado por la pata, y darle la espalda y salir, silbando, anunciar en los pasillos la renuncia del Ministro, y saber que al día siguiente entrarán las tropas enemigas y todo se irá al diablo y será un jueves de un mes impar de un año bisiesto. (Historias de Cronopios y de Famas)

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CORTÁZAR No puedo responder como un experto. En verdad, lo barroco es muy importante en Latino América, en el arte y también en la literatura. Lo barroco puede ofrecer una gran riqueza; deja dispararse la imaginación en todas sus caracoleantes direcciones, como en una iglesia barroca con sus ángeles decorativos y todo eso, o en la música barroca. Pero desconfío del barroco. Los escritores barrocos, muy a menudo, se dejan ir demasiado fácilmente en su escritura. Escriben en cinco páginas lo que uno podría muy bien escribir en una. Yo también debería haber caído en lo barroco porque soy latinoamericano, pero siempre desconfié de eso. No me gustan las frases ampulosas, voluminosas, llenas de adjetivos y descripciones, ronroneando y ronroneando en la oreja del lector. Sé que es muy encantador, desde luego. Es muy bonito, pero no es lo mío. Yo estoy más bien en el lado de Jorge Luis Borges. Él siempre ha sido enemigo de lo barroco; apretó su escritura, como con alicates. Bueno, yo escribo de manera muy diferente a la de Borges, pero la gran lección que me enseñó es la de la economía. Me enseñó cuando empecé a leerlo, cuando era muy joven, que uno tiene que tratar de decir lo que uno quiere decir con economía, pero con una bella economía. Es la diferencia, tal vez, entre una planta, que sería considerada barroca, con su multiplicación de hojas, a menudo muy bellas, y una preciosa gema, un cristal, que para mí es aún más bella.

mente más resistente, aquí en París por ejemplo, escribí gran parte de Rayuela en los cafés. Porque el ruido no me incomoda y, por el contrario, era un lugar muy simpático. Trabajé mucho allí, leí o escribí. Pero con la edad me puse más complicado. Escribo cuando estoy seguro de tener algún silencio. No puedo escribir si hay música, eso está absolutamente excluido. La música es una cosa y la escritura es otra. Necesito una cierta calma; pero, dicho esto, un hotel, un avión a veces, la casa de un amigo, o aquí en casa, son lugares donde puedo escribir. ENTREVISTADOR ¿Y París? ¿Qué le dio el coraje para recoger todo y mudarse fuera de París cuando lo hizo, hace más de treinta años? CORTÁZAR ¿Coraje? No, no necesité mucho coraje. Simplemente tuve que aceptar la idea que venir a París y cortar los puentes con Argentina en ese tiempo quería decir ser muy pobre y tener problemas para ganarse la vida. Pero eso no me inquietaba. Sabía que de un modo u otro lo lograría. Vine a París primeramente porque París, la cultura francesa como un todo, ejercía en mí una fuerte atracción.

Había leído la literatura francesa con pasión en Argentina, así que quería estar aquí y conocer las calles y las plazas que uno encuentra en los libros, en las novelas. Ir por las calles de Balzac o de Baudelaire… fue un viaje ENTREVISTADOR muy romántico. Yo era, soy, muy romántico. En reali¿Cuáles son sus hábitos de escritura? ¿Hay algo que dad, tengo que ser más bien cuidadoso cuando escribo, porque suelo dejarme caer en… no diría el mal gusto, tal haya cambiado? vez no, pero un poco en la dirección de un romanticismo CORTÁZAR exagerado. En mi vida privada no necesito controlarme. Soy realmente muy sentimental, muy romántico. Soy Lo que no ha cambiado, y no cambiará nunca, es la una persona tierna; tengo mucha ternura para dar. Lo anarquía total y el desorden. No tengo absolutamen- que le doy ahora a Nicaragua, es ternura. te ningún método. Cuando tengo ganas de escribir un cuento, abandono todo lo demás; escribo el cuento. También es la convicción política que los Sandinistas Y a veces cuando escribo un cuento, el mes o los dos tienen razón en lo que hacen y que están conduciendo que siguen voy a escribir dos o tres más. En general los una lucha admirable; pero no es sólo el ímpetu político, cuentos vienen en series. Escribir uno me deja en un es que hay una enorme ternura porque es un pueblo que estado receptivo, y luego agarro otro. Ud. ve la suerte amo, como amo a los cubanos, y amo a los argentinos. de imagen que uso, pero es así; el cuento cae dentro de Bueno, todo eso hace parte de mi carácter. En mi escrimí. Pero después puede pasar un año en que no escribo tura tuve que vigilarme yo mismo, sobre todo cuando nada… nada. Desde luego, estos últimos años he pasa- era joven. Escribí cosas entonces que eran lacrimógedo mucho tiempo en la máquina de escribir, escribiendo nas. Eso era verdadero romanticismo, la novela rosa. Mi artículos políticos. Los textos que he escrito sobre Nica- madre los leía y lloraba. ragua, todo lo que he escrito sobre Argentina, no tienen ENTREVISTADOR nada que ver con la literatura, son cosas militantes. Casi todas las obras suyas que conoce la gente datan de ENTREVISTADOR su llegada a parís. Pero Ud. había escrito mucho antes, Ud. ha dicho varias veces que fue la revolución cubana la ¿no? Algunas cosas ya han sido publicadas. que lo despertó a las cuestiones de Latinoamérica y sus CORTÁZAR problemas. He estado escribiendo desde la edad de nueve años, duCORTÁZAR rante toda mi adolescencia y mi primera juventud. En Y lo digo nuevamente. mis primeros años de juventud ya era capaz de escribir cuentos y novelas, que me mostraban que estaba en el ENTREVISTADOR camino correcto. Pero no quería publicar. Era muy severo conmigo mismo, y sigo siéndolo. Recuerdo que mis ¿Tiene lugares preferidos para escribir? colegas, cuando habían escrito algunos poemas o una CORTÁZAR novelita, buscaban inmediatamente un editor. Yo me En realidad, no. Al principio, cuando era joven y física- decía, “No, tú no publicarás, tú te aguantas”. Guardé al-

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gunas cosas y otras las tiré. Cuando publiqué por la primera vez ya tenía más de treinta años de edad; fue justo antes de mi partida a Francia. Ese fue mi primer libro de cuentos, Bestiario, que salió en 1951, el mismo mes en que tomé el barco para venir aquí. Antes de eso, había publicado un pequeño texto llamado Los reyes, que es un diálogo. Un amigo que tenía mucho dinero, que hacía pequeñas ediciones para él mismo y sus amigos, había hecho una edición privada. Y eso es todo. No, hay otra cosa –un pecado de juventud– un libro de sonetos. Lo publiqué yo mismo, pero con un seudónimo. ENTREVISTADOR Ud. es el letrista de un reciente álbum de tangos, Trottoirs de Buenos Aires. ¿Qué lo llevó a escribir tangos?

tenía el talento; tocaba sólo para mí. Ponía un disco de Jelly Morton, o Armstrong, o el joven Ellington, donde la melodía es más fácil de seguir, especialmente el blues que tiene un esquema dado. Y me divertía escucharles tocar agregando mi trompeta. Tocaba siguiéndoles… ¡pero ciertamente no tocaba con ellos! Nunca osé acercarme a los músicos de jazz; ahora mi trompeta está perdida en algún lugar en la otra habitación. Blackburn puso eso en las contratapas. Y porque hay una foto mía tocando la trompeta, la gente pensó que yo podía tocar bien. Así como nunca quise publicar antes de estar seguro, fue lo mismo con la trompeta, nunca quise tocar antes de estar seguro. Y ese día no llegó nunca.

CORTÁZAR Bueno, yo soy un buen argentino y sobre todo un porteño—esto es, un habitante de Buenos Aires, porque es el puerto. El tango era nuestra música, y yo crecí en una atmósfera de tangos. Los escuchábamos en la radio, porque la radio llegó cuando yo era pequeño, y ahí fue tango tras tango. Había gente en mi familia, mi madre y un tío, que tocaban tangos en el piano y los cantaban. A través de la radio comenzamos a escuchar a Carlos Gardel y los grandes cantantes de la época. El tango se hizo parte de mi consciencia y es la música que me envía de regreso a mi juventud y a Buenos Aires. De modo que estoy muy inmerso en el tango, aún siendo muy crítico, porque no soy uno de esos argentinos que cree que el tango es la maravilla de las maravillas. Pienso que, tomando todo en cuenta, el tango, especialmente comparado con el jazz, es una música muy pobre. Es pobre, pero es bella. Es como esas plantas que son sencillas, que uno no puede comparar a una orquídea o a un rosal, pero que tienen una extraordinaria belleza en ellas mismas. En los últimos años, mis amigos han tocado tangos aquí; el Cuarteto Cedrón son grandes amigos, y un buen bandoneonista llamado Juan José Mosalini, así que hemos escuchado tangos, hablado sobre el tango. Luego un día un poema me vino así, y pensé que podría ser puesto en música, realmente no sabía. Y entonces, mirando los poemas no publicados (la mayor parte de mis poemas no han sido publicados), encontré algunos poemas breves que mis amigos podían musicalizar, y lo hicieron. También hicimos lo contrario. Cedrón me dio un tema musical para el cual escribí la letra. Así ENTREVISTADOR es que lo he hecho de las dos maneras. ¿Ha trabajado en alguna novela después de Libro de Manuel? ENTREVISTADOR Las notas biográficas de sus libros dicen que Ud. es tam- CORTÁZAR bién un trompetista aficionado. ¿Ha tocado alguna vez Desgraciadamente no, por razones que son muy claras. en algún grupo? Se debe al trabajo político. Para mí, una novela necesita una concentración y un cierto tiempo, al menos un CORTÁZAR año, trabajar tranquilamente y no abandonar. Y ahora No. Eso es una leyenda que fue inventada por mi muy no puedo. Hace una semana no sabía que estaría viaquerido amigo Paul Blackburn, que desafortunadamen- jando a Nicaragua en tres días. Cuando regrese no sabré te murió muy joven. Él sabía que yo tocaba un poco la qué ocurrirá enseguida. Pero esta novela ya está escrita. trompeta en casa, principalmente para mí mismo. Así es Está ahí, en mis sueños. Sueño todo el tiempo con esta que siempre me decía, “Tú debieses juntarte con algunos novela. No sé qué ocurre en la novela, pero tengo una músicos para tocar con ellos”. Y yo le decía, “No, como idea. Como con los cuentos, sé que será algo larga, con dicen los americanos ‘No tengo lo que hace falta’”. No algunos elementos de lo fantástico, pero no muchos. Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)

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Será en el género de Libro de Manuel, donde los elementos fantásticos están mezclados; pero no será un libro político. Será un libro de pura literatura. Espero que la vida me dará una suerte de isla desierta, aunque la isla desierta sea esta pieza… y un año, pido un año. Pero mientras esos bastardos –los hondureños, los somocistas y Reagan– están destruyendo Nicaragua, no tengo mi isla. No podría comenzar a escribir, porque estaría constantemente obsedido por ese problema. Eso exige alta prioridad. ENTREVISTADOR Y puede ser muy difícil, como lo es equilibrar la vida y la literatura. CORTÁZAR Sí y no. Depende del tipo de prioridades. Si las prioridades son, como aquellas que acabo de mencionar, y tocan la responsabilidad moral de un individuo, estaría de acuerdo. Pero conozco mucha gente que siempre se está quejando, “Ah, me gustaría escribir mi novela pero tengo que vender la casa, y luego están los impuestos, ¿qué voy a hacer?” Razones como, “Trabajo en la oficina todo el día, ¿cómo quiere que escriba?” Yo, trabajaba todo el día en la UNESCO y después llegaba a casa y escribía Rayuela. Cuando uno quiere escribir, escribe. Si uno está condenado a escribir, escribe. ENTREVISTADOR ¿Trabaja Ud. aún como traductor o intérprete? CORTÁZAR No, eso se terminó. Llevo una vida muy simple. No necesito mucho dinero para comprar las cosas que me gustan: discos, libros, tabaco. Así es que puedo vivir de mis derechos de autor. Me han traducido a tantos idiomas que recibo suficiente dinero para vivir. Tengo que tener un poco de cuidado; no puedo ir y comprarme un yate, pero como no tengo ninguna intención de comprarme un yate…

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ENTREVISTADOR ¿La fama y el éxito han sido agradables? CORTÁZAR Ah, escuche, diré algo que no debiese decir porque nadie lo creerá, el éxito no es un placer para mí. Estoy contento de poder vivir de lo que escribo, así es que tengo que aceptar el lado popular y fundamental del éxito. Pero era más feliz cuando era desconocido. Mucho más. Ahora no puedo ir a América latina o a España sin ser reconocido cada tres metros, y los autógrafos, los abrazos… Es muy conmovedor, porque hay lectores que suelen ser muy jóvenes. Soy feliz de que les guste lo que hago, pero es terriblemente angustiante para mí en el ámbito de la privacidad. No puedo ir a la playa en Europa; en cinco minutos hay un fotógrafo. Tengo una apariencia física que no puedo disfrazar; si fuese pequeño podría afeitarme y ponerme gafas de sol, pero con mi estatura, mis largos brazos y todo eso, me descubren desde lejos. Por otra parte, hay cosas muy bonitas: estaba en Barcelona hace un mes, caminando una tarde en el Barrio Gótico, y había una chica americana, muy bonita, tocando la guitarra muy bien y cantando. Estaba sentada en el suelo cantando para ganarse la vida. Cantaba un poco como Joan Baez, una voz pura y clara. Había un grupo de jóvenes de Barcelona escuchando. Me detuve a escucharla, pero me quedé en la sombra. En un momento, uno de esos jóvenes de unos veinte años, muy joven, muy apuesto, se me acercó. Tenía una tarta en su mano. Me dijo: “Julio, toma un trozo”. Así es que tomé un pedazo y me lo comí, y le dije: “Gracias por venir y dármelo”. Me respondió, “Escucha, te he dado muy poco comparado con lo que tú me has dado a mí”. Dije, “No digas eso, no digas eso”, y nos abrazamos y él se fue. Bueno, cosas como esa, son la mejor recompensa para mi trabajo de escritor. Que un joven o una chica se acerque a hablarte y te ofrezca un pedazo de tarta, es maravilloso. Vale la pena la molestia de haber escrito.

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Apocalipsis en Solentiname Julio Cortázar Los ticos son siempre así, más bien calladitos pero llenos de sorpresas, uno baja en San José de Costa Rica y ahí están esperándote Carmen Naranjo y Samuel Rovinski y Sergio Ramírez (que es de Nicaragua y no tico pero qué diferencia en el fondo si es lo mismo, qué diferencia en que yo sea argentino aunque por gentileza debería decir tino, y los otros nicas o ticos). Hacía uno de esos calores y para peor todo empezaba enseguida, conferencia de prensa con lo de siempre, ¿por qué no vivís en tu patria, qué pasó que Blow-Up era tan distinto de tu cuento, te parece que el escritor tiene que estar comprometido? A esta altura de las cosas ya sé que la última entrevista me la harán en las puertas del infierno y seguro que serán las mismas preguntas, y si por caso es chez San Pedro la cosa no va a cambiar, ¿a usted no le parece que allá abajo escribía demasiado hermético para el pueblo? Después el hotel Europa y esa ducha que corona los viajes con un largo monólogo de jabón y de silencio. Solamente que a las siete cuando ya era hora de caminar por San José y ver si era sencillo y parejito como me habían dicho, una mano se me prendió del saco y detrás estaba Ernesto Cardenal y qué abrazo, poeta, qué bueno que estuvieras ahí después del encuentro en Roma, de tantos encuentros sobre el papel a lo largo de años. Siempre me sorprende, siempre me conmueve que alguien como Ernesto venga a verme y a buscarme, vos dirás que hiervo de falsa modestia pero decilo nomás viejo, el chacal aúlla pero el ómnibus pasa, siempre seré un aficionado, alguien que desde abajo quiere tanto a algunos que un día resulta que también lo quieren, son cosas que me superan, mejor pasamos a la otra línea.

y a él le parecía irresistible la idea de venir a buscarme, con lo cual dos días después Sergio y Óscar y Ernesto y yo colmábamos la demasiado colmable capacidad de una avioneta Piper Aztec, cuyo nombre será siempre un enigma para mí pero que volaba entre hipos y borborigmos ominosos mientras el rubio piloto sintonizaba unos calipsos contrarrestantes y parecía por completo indiferente a mi noción de que el azteca nos llevaba derecho a la pirámide del sacrificio. No fue así, como puede verse, bajamos en Los Chiles y de ahí un yip igualmente tambaleante nos puso en la finca del poeta José Coronel Urteche, a quién más gente haría bien en leer y en cuya casa descansamos hablando de tantos otros amigos poetas, de Roque Dalton y de Gertrude Stein y de Carlos Martínez Rivas hasta que llegó Luis Coronel y nos fuimos para Nicaragua en su yip y en su panga de sobresaltadas velocidades.

Pero antes hubo fotos de recuerdo con una cámara de esas que dejan salir ahí nomás un papelito celeste que poco a poco y maravillosamente y polaroid se va llenando de imágenes paulatinas, primero ectoplasmas inquietantes y poco a poco una nariz, un pelo crespo, la sonrisa de Ernesto con su vincha nazarena, doña María y don José recortándose contra la veranda. A todos les parecía muy normal eso porque desde luego estaban habituados a servirse de esa cámara pero yo no, a mí ver salir de la nada, del cuadradito celeste de la nada esas caras y esas sonrisas de despedida me llenaba de asombro y se los dije, me acuerdo de haberle preguntado a Óscar qué pasaría si alguna vez después de una foto de familia el papelito celeste de la nada empezara a llenarse con Napoleón a caballo, y la carcajada de don José Coronel que todo lo escuchaba como siempre, el La otra línea era que Ernesto sabía yip, vámonos ya para el lago. que yo llegaba a Costa Rica y dale, de su isla se había venido en avión por- A Solentiname llegamos entrada la que el pajarito que le lleva las noticias noche, allí esperaban Teresa y Wilo tenía informado de que los ticas lliam y un poeta gringo y los otros me planeaban un viaje a Solentiname muchachos de la comunidad; nos Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)

fuimos a dormir casi enseguida pero antes vi las pinturas en un rincón, Ernesto hablaba con su gente y sacaba de una bolsa las provisiones y regalos que traía de San José, alguien dormía en una hamaca y yo vi las pinturas en un rincón, empecé a mirarlas. No me acuerdo quién me explicó que eran trabajos de los campesinos de la zona, ésta la pintó el Vicente, ésta es de la Ramona, algunas firmadas y otras no pero todas tan hermosas, una vez más la visión primera del mundo, la mirada limpia del que describe su entorno como un canto de alabanza: vaquitas enanas en prados de amapola, la choza de azúcar de donde va saliendo la gente como hormigas, el caballo de ojos verdes contra un fondo de cañaverales, el bautismo en una iglesia que no cree en la perspectiva y se trepa o se cae sobre sí misma, el lago con botecitos como zapatos y en último plano un pez enorme que ríe con labios de color turquesa. Entonces vino Ernesto a explicarme que la venta de las pinturas ayudaba a tirar adelante, por la mañana me mostraría trabajos en madera y piedra de los campesinos y también sus propias esculturas; nos íbamos quedando dormidos pero yo seguí todavía ojeando los cuadritos amontonados en un rincón, sacando las grandes barajas de tela con las vaquitas y las flores y esa madre con dos niños en las rodillas, uno de blanco y el otro de rojo, bajo un cielo tan lleno de estrellas que la única nube quedaba como humillada en un ángulo, apretándose contra la varilla del cuadro, saliéndose ya de la tela de puro miedo. Al otro día era domingo y misa de once, la misa de Solentiname en la que los campesinos y Ernesto y los amigos de visita comentan juntos un capítulo del evangelio que ese día era el arresto de Jesús en el huerto, un tema que la gente de Solentiname trataba como si hablaran de ellos mismos, de la amenaza de que les cayeran en la noche o en pleno día, esa vida en permanente incertidum-

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bre de las islas y de la tierra firme y de toda Nicaragua y no solamente de toda Nicaragua sino de casi toda América Latina, vida rodeada de miedo y de muerte, vida de Guatemala y vida de El Salvador, vida de la Argentina y de Bolivia, vida de Chile y de Santo Domingo, vida del Paraguay, vida de Brasil y de Colombia. Ya después hubo que pensar en volverse y fue entonces que pensé de nuevo en los cuadros, fui a la sala de la comunidad y empecé a mirarlos a la luz delirante de mediodía, los colores más altos, los acrílicos o los óleos enfrentándose desde caballitos y girasoles y fiestas en los prados y palmares simétricos. Me acordé que tenía un rollo de color en la cámara y salí a la veranda con una brazada de cuadros; Sergio que llegaba me ayudó a tenerlos parados en la buena luz, y de uno en uno los fui fotografiando con cuidado, centrando de manera que cada cuadro ocupara enteramente el visor. Las casualidades son así: me quedaban tantas tomas como cuadros, ninguno se quedó afuera y cuando vino Ernesto a decirnos que la panga estaba lista le conté lo que había hecho y él se rió, ladrón de cuadros, contrabandista de imágenes. Sí, le dije, me los llevo todos, allá los proyectaré en mi pantalla y serán más grandes y más brillantes que éstos, jódete. Volví a San José, estuve en La Habana y anduve por ahí haciendo cosas, de vuelta a París con un cansancio lleno de nostalgia, Claudine calladita esperándome en Orly, otra vez la vida de reloj pulsera y merci monsieur, bonjour madame, los comités, los cines, el vino tinto y Claudine, los cuartetos de Mozart y Claudine. Entre tanta cosa que los sapos maletas habían escupido sobre la cama y la alfombra, revistas, recortes, pañuelos y libros de poetas centroamericanos, los tubos de plástico gris con los rollos de películas, tanta cosa a lo largo de dos meses, la secuencia de la Escuela Lenin de La Habana, las calles de Trinidad, los perfiles del volcán Irazú y su cubeta de agua hirviente verde donde Samuel y yo y Sarita habíamos imaginado patos ya asados flotando entre gasas de humo azufrado. Claudine llevó los rollos a revelar, una tarde andando por el barrio latino me acordé y como tenía la boleta en el bolsillo los recogí y eran ocho, pensé enseguida

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en los cuadritos de Solentiname y cuando estuve en mi casa busqué en las cajas y fui mirando el primer diapositivo de cada serie, me acordaba que antes de fotografiar los cuadritos había estado sacando la misa de Ernesto, unos niños jugando entre las palmeras igualitos a las pinturas, niños y palmeras y vacas contra un fondo violentamente azul de cielo y de lago apenas un poco más verde, o a lo mejor al revés, ya no lo tenía claro. Puse en el cargador la caja de los niños y la misa, sabía que después empezaban las pinturas hasta el final del rollo.

hielo, el proyector con su cargador listo y su botón de telecomando; no hacía falta correr las cortinas, la noche servicial ya estaba ahí encendiendo las lámparas y el perfume del ron; era grato pensar que todo volvería a darse poco a poco, después de los cuadritos de Solentiname empezaría a pasar las cajas con las fotos cubanas, pero por qué los cuadritos primero, por qué la deformación profesional, el arte antes que la vida, y por qué no, le dijo el otro a éste en su eterno indesarmable diálogo fraterno y rencoroso, por qué no mirar primero las pinturas de Solentiname si también son la vida, si todo es lo Anochecía y yo estaba solo, Claudine mismo. vendría al salir del trabajo para escuchar música y quedarse conmigo; Pasaron las fotos de la misa, más bien armé la pantalla y un ron con mucho malas por errores de exposición, los Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)


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niños en cambio jugaban a plena luz y dientes tan blancos. Apretaba sin ganas el botón de cambio, me hubiera quedado tanto rato mirando cada foto pegajosa de recuerdo, pequeño mundo frágil de Solentiname rodeado de agua y de esbirros como estaba rodeado el muchacho que miré sin comprender, yo había apretado el botón y el muchacho estaba ahí en un segundo plano clarísimo, una cara ancha y lisa como llena de incrédula sorpresa mientras su cuerpo se vencía hacia adelante, el agujero nítido en mitad de la frente, la pistola del oficial marcando todavía la trayectoria de la bala, los otros a los lados con las metralletas, un fondo confuso de casas y de árboles. Se piensa lo que se piensa, eso llega siempre antes que uno mismo y lo deja tan atrás; estúpidamente me dije que se habrían equivocado en la óptica, que me habían dado las fotos de otro cliente; pero entonces la misa, los niños jugando en el prado, entonces cómo. Tampoco mi mano obedecía cuando apretó el botón y fue un salitral interminable a mediodía con dos o tres cobertizos de chapas herrumbradas, gente amontonada a la izquierda mirando los cuerpos tendidos boca arriba, sus brazos abiertos contra un cielo desnudo y gris; había que fijarse mucho para distinguir en el fondo al grupo uniformado de espaldas y yéndose, el yip que esperaba en lo alto de una loma. Sé que seguí; frente a eso que se resistía a toda cordura lo único posible era seguir apretando el botón, mirando la esquina de Corrientes y San Martín y el auto negro con los cuatro tipos apuntando a la vereda donde alguien corría con una camisa blanca y zapatillas, dos mujeres queriendo refugiarse detrás de un camión estacionado, alguien mirando de frente, una cara de incredulidad horrorizada, llevándose una mano al mentón

como para tocarse y sentirse todavía vivo, y de golpe la pieza casi a oscuras, una sucia luz cayendo de la alta ventanilla enrejada, la mesa con la muchacha desnuda boca arriba y el pelo colgándole hasta el suelo, la sombra de espaldas metiéndole un cable entre las piernas abiertas, los dos tipos de frente hablando entre ellos, una corbata azul y un pull-over verde. Nunca supe si seguía apretando o no el botón, vi un claro de selva, una cabaña con techo de paja y árboles en primer plano, contra el tronco del más próximo un muchacho flaco mirando hacia la izquierda donde un grupo confuso, cinco o seis muy juntos le apuntaban con fusiles y pistolas; el muchacho de cara larga y un mechón cayéndole en la frente morena los miraba, una mano alzada a medias, la otra a lo mejor en el bolsillo del pantalón, era como si les estuviera diciendo algo sin apuro, casi displicentemente, y aunque la foto era borrosa yo sentí y supe y vi que el muchacho era Roque Dalton, y entonces sí apreté el botón como si con eso pudiera salvarlo de la infamia de esa muerte y alcancé a ver un auto que volaba en pedazos en pleno centro de una ciudad que podía ser Buenos Aires o São Paulo, seguí apretando y apretando entre ráfagas de caras ensangrentadas y pedazos de cuerpos y carreras de mujeres y de niños por una ladera boliviana o guatemalteca, de golpe la pantalla se llenó de mercurio y de nada y también de Claudine que entraba silenciosa volcando su sombra en la pantalla antes de inclinarse y besarme en el pelo y preguntar si eran lindas, si estaba contento de las fotos, si se las quería mostrar.

plemente tenido miedo de eso que debía ser mi cara, sin explicarle nada porque todo era un solo nudo desde la garganta hasta las uñas de los pies, me levanté y despacio la senté en mi sillón y algo debí decir de que iba a buscarle un trago y que mirara, que mirara ella mientras yo iba a buscarle un trago. En el baño creo que vomité, o solamente lloré y después vomité o no hice nada y solamente estuve sentado en el borde de la bañera dejando pasar el tiempo hasta que pude ir a la cocina y prepararle a Claudine su bebida preferida, llenársela de hielo y entonces sentir el silencio, darme cuenta de que Claudine no gritaba ni venía corriendo a preguntarme, el silencio nada más y por momentos el bolero azucarado que se filtraba desde el departamento de al lado. No sé cuánto tardé en recorrer lo que iba de la cocina al salón, ver la parte de atrás de la pantalla justo cuando ella llegaba al final y la pieza se llenaba con el reflejo del mercurio instantáneo y después la penumbra, Claudine apagando el proyector y echándose atrás en el sillón para tomar el vaso y sonreírme despacito, feliz y gata y tan contenta. Qué bonitas te salieron, esa del pescado que se ríe y la madre con los dos niños y las vaquitas en el campo; espera, y esa otra del bautismo en la iglesia, decime quién los pintó, no se ven las firmas. Sentado en el suelo, sin mirarla, busqué mi vaso y lo bebí de un trago. No le iba a decir nada, qué le podía decir ahora, pero me acuerdo que pensé vagamente en preguntarle una idiotez, preguntarle si en algún momento no había visto una foto de Napoleón a caballo. Pero no se lo pregunté, claro.

Corrí el cargador y volví a ponerlo en cero, uno no sabe cómo ni por qué hace las cosas cuando ha cruzado un Cortázar, Julio límite que tampoco sabe. Sin mirarla, San José, La Habana, abril de 1976 porque hubiera comprendido o sim-

Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos. Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: «La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad.» Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios. (Historias de Cronopios y de Famas) Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)

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Bellas le tr a s

Los Pinochet boys escribe Daniel Pizarro

Los verdaderos hijos de Pinochet no tienen memoria de su papito; sin embargo son el fruto de la dictadura, su lamentable obra hecha carne. Los padres de MJ se separaron cuando ella era niña. Son jóvenes aún; él, administrador de un salón de pool; ella, empleada bancaria. Consumidos diariamente, puedo imaginar, en la hoguera de la supervivencia o en la batalla por soñar con algo más, con los destellos de poder que irradia el dinero. MJ fue creciendo ante sus ojos. Sin ser vista, imagino. Educada en el mejor colegio particular que pudieron pagarle. En la mejor universidad con que pudieron endeudarse. Una cuyos dueños son los poderosos de siempre y que ahora le deja una deuda bancaria por 360 mil pesos mensuales durante cinco años. Así llegó a su primer trabajo, con su deuda y un trastorno bipolar diagnosticado. Con un entusiasmo a prueba de balas. ¡Hola, partner!, ¡Hola, chicos!, ¡Hola, equipo!, saluda antes de dar inicio al pequeño infierno cotidiano que acecha a los que convivimos en oficinas donde la privacidad es poco menos que un delito. No para de escuchar música. ¡Hoy es el día de Miguel Bosé!, anuncia. O de Luis Miguel. O de algún otro. Dependerá de su estado de ánimo, lo que no es poco decir. Cada día debo hacerle ver que no quiero oír su música. Ella lo entiende y baja el volumen, e incluso a veces lo silencia. Pero al día siguiente es la misma historia, como si la historia del día anterior no hubiera tenido lugar. No se le ocurre usar audífonos.

el cine, así de caricaturesco. Allá afuera los hechos y las emociones, ajenos. Como si debiera mantenerse a distancia de sí misma. Esa compulsión a vaciar lo íntimo me hace pensar en un intento de darle consistencia a la irrealidad, ilusión de suceso. MJ cree en el mercado y la libre competencia. Es neoliberal y consumista confesa. El trabajo (un conjunto de órdenes y deberes incuestionables, vacíos) es su religión. Ella es todo eso pero al mismo tiempo no lo es. Mañana podría ser trotskista, anarquista o vegana. El campo de sus experiencias no registra la experiencia política, los asuntos del poder. También eso es ajeno a ella. MJ es una especie de pollito feroz de 25 años que atraviesa muy consciente de sus leyes los páramos del individualismo, donde cada cosa tiene su precio y es intercambiable. Arrancado el humus de cualquier vertiente emancipadora, el terreno ha quedado a merced del poder y las canciones de amor. Algunos días la fobia al encierro y los choclones del transporte público la fuerza a caminar dos horas de regreso a casa, desde el centro hasta Peñalolén. Como no la acompaño, trato de imaginarla. Y le concedo a la imaginación todo el poder del conocimiento: va escuchando música, su mejor amiga. No se despega del Smartphone y su batería de medios para seguir en contacto con los demás.

Tiene tiempo para ordenar en su cabeza la vida. Pagar y ahorrar, comprar y cantar. Entretanto va oscureciendo y por las calles MJ se ve a sí misma desde afuera, como en una película: flaca y con abrigo, triste y frágil. Linda y querible, acurrucada en la hisHabla con soltura de su vida personal, toria de sí misma que se inventa, en a oídos de cualquiera. Habla de ella el ombligo que se mira hipnotizada. como de otra persona. Es como ente- Eterna y de mentira. rarse de un romance de la televisión o

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La reforma tributaria y los trabajadores mineros escribe Luis Casado La CONFEMIN me pregunta, muy oportunamente, ¿Cómo afectará la reforma tributaria a los trabajadores de la minería? Intento responder aquí a esa interrogante. Debo comenzar diciendo que es difícil analizar un proyecto de ley que aún no adopta una forma definitiva, y cuyo aspecto final, una vez franqueada la fase de debate en el Congreso, podría ser irreconocible hasta para sus propios autores. Los propósitos Es sabido que en Chile la carga tributaria está terriblemente mal repartida: es uno de los elementos que contribuye a concentrar la riqueza del lado de un puñado de privilegiados, y las deudas del lado de la inmensa mayoría de la población. En el presente año, el IVA, impuesto que afecta sobre todo a los salarios medios y bajos, contribuye con un 45% de los presupuestos del Estado. CODELCO aporta en torno a un 3-4%, y la gran minería privada aún menos. La reforma tributaria tiene por objeto aumentar la recaudación fiscal en US$ 8 mil 200 millones, destinados principalmente a financiar la reforma de la Educación. Primera constatación: no se toca el Cobre. Dicho de otro modo, no se toca a las grandes multinacionales de la gran minería. ¿Qué efecto puede tener eso en el sector? Ninguno. O al menos ningún efecto perceptible en el corto plazo. Quienes anuncian una reducción de la inversión en la minería como consecuencia de la micro reforma intentada por el gobierno, mienten, levantan una campaña del terror. Tampoco es evidente que el aumento de la carga tributaria repose en las espaldas de quienes más ganan. Una vez conocido el resultado final de lo que Andrés Zaldívar llama “la cocina” –en la que participan muy pocos– es posible que sigan siendo los

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más pobres lo que soporten el peso tradictorios. Si la Cámara de dipudel aumento de la carga tributaria. tados aprobó en primera lectura un proyecto, bastó con una reunión en El volumen casa de Andrés Zaldívar con repreEl objetivo es recaudar US$ 8 mil 200 sentantes de la derecha económica millones suplementarios. Ese monto para que ese trámite fuese anulado ya es insuficiente para financiar la re- en la práctica. Es lo que Andrés Zalforma de la Educación. Ahora bien, la dívar llama “la cocina”. Su cocina. La desaceleración de la economía trajo cocina del riquerío. El deseo de darle consigo una reducción de las entra- en el gusto a las multinacionales y al das fiscales. Algunos cálculos cifran gran capital privado, bajo el pretexto esa reducción en US$ 2 mil 400 – 2 de generar consenso, auguran muy mil 700 millones en año pleno. En mal del resultado final. No se legisla otras palabras, cualquiera sea la re- en el Parlamento, sino entre bambaforma aprobada, no se alcanzarán los linas. Y es sabido que entre bueyes objetivos de aumento de la recauda- no hay cornadas. ción fiscal. Si el Cobre le aporta muy Los resultados finales poco al erario, el precio constatado hasta agosto de este año muestra ¿Quién pudiese predecirlo? Persoque se sitúa en los rangos retenidos nalmente me atrevo a pensar que para el cálculo de los presupuestos la micro reforma, pusilánime, insudel Estado. El aporte final dependerá ficiente, y temerosa de los poderes esencialmente de los resultados de financieros, saboteada en el seno de CODELCO, y al respecto hay mucho la propia coalición gubernamental, que temer, esencialmente porque se terminará por parir una laucha. Y los ha puesto a su cabeza un presidente trabajadores tenemos mucho que ejecutivo conocido por sus lazos con temer, porque hasta ahora los únicos el sector privado y sus intereses. impuestos que han aumentado son los que pagan los ingresos salariales. Es útil señalar que la carga fiscal actual está en torno al 20% del PIB, Las consecuencias mientras que en los países de la OCDE el promedio está en torno al La reforma tributaria “progresiva” ni 40%, o sea el doble. La reforma del siquiera se proponía recaudar ahora, gobierno agregaría apenas 2,5% del sino en el futuro. Y debía entrar en PIB a la carga tributaria actual, lo que “régimen”, o sea en aplicación plebasta para calificarla de micro refor- na, en el año 2018, cuando la señora Bachelet y su gobierno ya se hayan ma. ido. ¿Cómo puede hablarse en este El método caso de responsabilidad? Las consecuencias de las reformas recaen La creciente sensibilidad del gobier- en los gobiernos sucesivos. Lo cierto no a las presiones del mundo empre- es que en el marco de este gobierno sarial señala una falta de voluntad y no habrá recursos financieros para la determinación. La gestación del pro- reforma de la Educación, ni para ninyecto de ley denota, hay qué decir- guna otra. Desde ese punto de vista lo, improvisación. El gobierno tiene los trabajadores de la minería –ni de mayoría parlamentaria para aprobar otros sectores– no pueden esperar sus proyectos, pero la coalición que ningún alivio para la pesada misión sustenta a Michelle Bachelet está que consiste en educar a sus hijos y resquebrajada entre intereses con- asegurarles un futuro mejor.

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Mondo cane...

EEUU ultima con Bank of America la mayor sanción por las ‘subprime ’

El banco pagaría más de 16 mil millones de dólares por engañar a inversores en la venta de paquetes de hipotecas tóxicas Joder… Ya no se puede trabajar…

Incautados 127 kilos de cocaína en el buque escuela de la Armada La droga estaba en el pañol donde se guardan las velas del ‘Juan Sebastián Elcano’ - Detenidos tres marineros del buque Juan Sebastián Elcano por tráfico de drogas Lo dicho: ya no se puede trabajar…

Una red de hackers rusos roba más de 1.200 millones de contraseñas La trama delictiva viola la seguridad de más de 420.000 páginas web de todo el mundo Al lado de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de los Estados Unidos son unos principiantes… ¡No te fastidia!

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El mundo ya no es lo que era Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)

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Iraq, el Califa y el imperio Más que de su fuerza, los bombardeos americanos en Irak son la señal de la angustia de los EEUU frente a una situación de que son responsables. La reportera de guerra y periodista independiente Anne Nivat cuestiona los simplismos guerreros que ignoran el pasivo del pasado y la complejidad del presente. Autora de numerosos libros, incluyendo Bagdad Zone Rouge (Fayard, 2008), ella cubre la guerra en Iraq desde 2003. Publicado por Mediapart - Francia - Traducción de POLITIKA ¿Asumiendo una buena causa o nistas” por los musulmanes sunitas, dándose el buen rol? pero, hasta el viernes, ningún funcionario americano se había dado por Desde el viernes (08 de agosto), los aludido. EEUU decidieron volver a Irak con bombardeos aéreos. Estos ataques Este silencio se instaló también a prorepentinos son la señal de que en Irak pósito de las milicias djihadistas pro los EEUU están desamparados, y no al-Qaida, esa mezcla de tribus iraquíes son en nada el testimonio de su fuer- abandonadas por los americanos, veza. Sin embargo, la sorda excitación jadas de no estar ya en el poder, asode la guerra se hace sentir de nuevo ciadas a las bandas guerreras sin ley en las cancillerías occidentales que se que bogan de combate en combate, precipitan a la brecha del belicismo con tal de que sea sucio, con tal de esamericano, porque nadie tiene nada tar en el centro del agujero negro, con distinto que proponer, o porque bom- tal de que les dejen hacer lo que quiebardear “por la buena causa” ayuda a ran, yendo hasta reclutar convertidos comprarse una consciencia. occidentales recién llegados a su teatro de operaciones y convertirlos en Quién ose reflexionar sobre la jus- carne de cañón, siempre es más fácil tificación de los ataques escuchará con los extranjeros, dicen los djihadisinmediatamente la réplica: “Si no, tas. qué hacer contra esos locos?” Primeramente, “esos locos” no aparecie- Todos estos “locos” no aparecieron ron durante la noche: ya estaban allí de repente en Iraq, ya estaban. No se en el 2003, el 2004 y todos los años fueron en toda la década, sino para ir que siguieron. Los americanos y su a guerrear en la vecina Siria, y dedicoalición los combatieron, gastando carse a sus actividades preferidas, el millones de dólares en esta guerra pillaje, sembrar el terror, con el pre“contra el terror” en la que perdieron texto de una religión que ensucian. varios miles de hombres. No lograron Esos “locos” ya se habían tomado vencerles. Fallouja y toda la región iraquí de alDespués la jauría mediática se fue, Anbar, fronteriza de Siria, a principios porque los militares americanos se del año 2014, sin que eso provocase el iban. Se instaló el silencio. Se instaló menor ataque americano. El mundo sobre las masacres de cristianos, que entero había contemplado el horror comenzaron hace ya diez años, sobre un instante, para, rápidamente, dessu éxodo. interesarse y pasar a otra cosa. Cuando, los primeros días de junio, fue toEse silencio vergonzoso pero impla- mada la ciudad de Mossoul, tampoco cable de los cristianos de Occidente hubo reacción y el presidente Obama dejó estupefactos, decepcionados y no se dejó influenciar por sus consedoloridos a los cristianos de Oriente. jeros del Pentágono que le sugerían ¿Había que esperar esta estampida intervenir. de hoy, estos miles de hombres y mujeres en las rutas, la toma de la aldea ¿Por qué decidió hacerlo en esta pride Qaraqosh, para actuar? mera semana de agosto 2014?

haber logrado nada realmente perenne o positivo para la paz en la región, siguen estando de actualidad. Casi un decenio de ocupación no los resolvió. Ahora bien, los EEUU vuelven. Si lo hacen, es porque su aliado más débil y más seguro en la región, las autoridades de la región independentista de Kurdistán, se lo pidieron. “Por fin, se felicitan los kurdos, ¡los americanos se implican!” Cuantas veces, en los años que siguieron la intervención americana del año 2003, escuché yo a esos mismos kurdos quejarse de la pusilanimidad ultraatlántica. Según ellos, con relación al respeto de las fronteras y la distribución de los recursos entre las diferentes etnias iraquíes, los EEUU no hicieron sino respetar el statu quo ante, impuesto por el dictador Sadam Hussein. ¿Cómo puede hoy la dirección del Estado americano tener la desfachatez de afirmar que interviene porque algunos “americanos” están geográficamente amenazados? ¿Qué política es esta que sólo se interesa en los suyos, que opera una diferencia entre sus ciudadanos y los otros? ¿Por qué la vida de los americanos sería más cara que la de un iraquí, de un afgano, de un sitio? Por otra parte, se escucha decir aquí y allí que los peshmergas kurdos que se apresuraron a tomar la ciudad petrolera de Kirkouk desde los primeros avances del EI ( ), no lo hacían sino con un propósito: proteger la región del avance de los bárbaros.

Pero eso es olvidar que se entendieron con esos mismos bárbaros a espaldas de los cristianos de Qaraqosh y de todo el norte de Iraq para lograr tranquilamente sus fines: tragarse la tercera ciudad más grande del país La minoría yezidi vive en muy po- Todos los elementos que llevaron sin la menor reacción de occidente, bres condiciones desde hace años, los EEUU a largarse de Iraq hace dos lo que buscaban desde el año 2003. sus miembros son tratados de “sata- años y medio, sin poder alardear de

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Kirkouk fue tomada sin violencia: los djihadistas de EI no combatieron, dejaron imponerse los peshmergas kurdos imponerse, a cambio de que esos mismos kurdos les dejaran carta blanca más al norte, en las regiones complicadas donde subsistían aun grandes sectores de cristianos. Parecería así que los peshmergas kurdos, musulmanes principalmente sunitas, habrían “sacrificado” a los cristianos para satisfacer antiguas y poco confesables ambiciones: agrandar su Estado y apoderarse de la producción petrolera de Kirkouk, lo que nunca les fue autorizado durante la ocupación americana. En fin, el avance ultra rápido de EI en Iraq debe ser medido con el rasero de la desintegración del Estado iraquí, no hay pues que sorprenderse. Este deterioro sigue una evolución hacia lo

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peor desde hace meses y meses que los observadores no podían dejar de ver. Los combatientes de EI no necesitan armas extremadamente perfeccionadas para imponer su dominio: primero, recuperan armas abandonadas en la desbandada del ejército iraquí poco reputado ni por su coraje ni por su sentido de la organización. Esas armas son, por lo demás, restos que el ejército americano no pudo llevarse cuando se retiró a fines del 2011, como la pieza de artillería móvil que fue bombardeada el viernes. Notemos también que, después del pillaje del banco central de Mossoul, se encontraron con un botín de varios millones de dólares. Para hacerse temer y respetar, manejan sobre todo el cuchillo y el video, apostando –con razón– en el terror provocado por las difusiones de sus violencias sanguinarias difundidas de teléfono celular a

teléfono celular. Así, todos los iraquíes están convencidos, como lo prueban mis pasmados contactos, que nada detendrá a los djihadistas. Finalmente, Nouri Al-Maliki, primer ministro iraquí impuesto por los americanos en el 2006 aunque no lo conocía nadie, se aferra lamentablemente a su puesto (entretanto dimitió – N del T) provocando un bloqueo político general que llevó, la mañana de los bombardeos, al gran ayatollah Ali Al-Sistani, sin embargo chiita como Maliki, a pronunciarse abiertamente a favor de su partida, una situación totalmente inédita en Iraq. Los bombardeos americanos no harán cesar los acontecimientos macabros en el país de los dos ríos, los moderarán. Y todos los problemas aquí evocados seguirán igual.

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Por qué Obama está bombardeando al Califa Escribe Pepe Escobar - RT, Moscou – http://on.rt.com/r619c2 Fuente: Vila Vudu - Traducción al español de POLITIKA Así acaba la multi-billonaria (en dólares) Guerra Global al Terror (GGT): no en un estallido, sino en un estallido gigante. La GGT, desde que fue conceptualizada hace 13 años, después del 11/9, es como un maná que nunca parase de llover. Ningún regalo es mejor que una AlQaeda de Transformers con esteroides, más grande, más descarada y más rica que cualquier cosa con la que Osama Bin Laden y Ayman alZawahiri nunca soñaron: el Estado Islámico (antes llamado ISIS) del Califa Ibrahim, ex Abu Bakr al-Baghdadi. El presidente de los EEUU Barack Obama, antes de partir para vacaciones de golf en Martha’s Vineyard, dijo, en tono casual, que el bombardeo contra los bandidos del Califa durará meses.

Obama, de la cual la candidata presidencial Hillary Clinton ya se mofó no muy sutilmente. La “Operación Choque y Pavor”, en 2003, destruyó toda la infraestructura de Bagdad en apenas unas horas. Obama también confirmó que los EEUU están haciendo llover un bombardeo humanitario sobre Iraq, una vez más, “para proteger intereses norte-americanos” (en primer lugar y sobre todo) y también, para que no digan, “los derechos humanos en Iraq”.

Nadie esperaría que Obama declarase que los EEUU bombardearían ahora a “nuestros” aliados de la Casa de Saud (rey de Arabia Saudí – N del T), que apoyaron/financiaron/armaron al Estado Islámico en Siria y en Iraq. El mismo ex-ISIL/ISIS que tanto se benefició con las maravillas del entreEso puede entenderse como otra namiento militar de los EEUU en una capa de la auto-confesa doctrina “No base secreta en Jordania. hagan ninguna mierda estúpida” de la política externa del gobierno de Obama tampoco podría explicar por

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qué los EEUU siempre apoyaron al ISIS en Siria y ahora, de repente, resuelven bombardearlos en Iraq. ¡Ah, los riesgos de la política exterior de “No cometa más estupideces”! Por todo eso, es necesario un poco de traducción rápida. Que Obama bombardee ahora los bandidos del Califa no tiene nada que ver con la doctrina de la R2P (‘responsabilidad de proteger’) que la embajadora de los EEUU en la ONU Samantha Power tanto ama – como en el caso de la responsabilidad de proteger los más de 150 mil yazidis, para no hablar de los curdos y cristianos remanentes, contra un ‘potencial’ genocidio cometido por los bandidos del Califa. Todos los jets de combate + drones, en una acción que durará ‘meses’, sólo tienen que ver con el síndrome de Benghazi (en Benghazi, Libia, los djihadistas mataron al embajador de los EEUU y a cuatro funcionarios de su embajada – N del T). Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)


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Los bandidos del Califa estaban mortalmente decididos a conquistar Irbil – capital del Kurdistán iraquí. El Gobierno Regional del Kurdistán (GRC) está liderado por el experto Massoud Barzani – cliente/vasallo de los EEUU desde hace ya mucho tiempo. Los EEUU mantienen un consulado en Irbil. Super lleno de tipos de la CIA. O, en las simpáticas palabras del New York Times, “millares de norteamericanos”. Aquí es donde entra Benghazi. Es año electoral. Obama está absolutamente aterrado ante el riesgo de tener otro Benghazi – por la cual los Republicanos intentan incesantemente culpar la incompetencia del gobierno de Obama. ¡La última cosa que necesita Obama es que los bandidos del Califa maten ‘diplomáticos’ en Erbil! Cualquier cosa que se le parezca levantaría un tsunami de preguntas sobre el trabajo de la CIA contrabandeando armas – armando ‘rebeldes’ sirios con armas venidas de Libia – cuando ocurrió Benghazi. Y es claro que la Secretaria de Estado Hillary Clinton también sabía todo sobre la ‘operación’. Pero en aquel momento, y mucho menos hoy, nadie puede saber que la CIA armó el núcleo de lo que luego se convertiría en el ejército del Califa. Mudanza de régimen o muerte Obama dice que su aventura de bombardeo humanitario podría durar “meses,” pero en realidad puede durar sólo días. El precio es baratito: cambio de régimen, bloqueándole un tercer mandato al ex-primer-ministro iraquí Nouri al-Maliki. Eso explica por qué comenzó el infierno en Bagdad, cuando los parlamentarios iraquíes vieron claramente de qué lado soplaba el viento. Haider al-Abadi fue escogido por el nuevo presidente Fuad Masoum, kurdo, como nuevo primer-ministro – horas después de que Maliki posicionase las Fuerzas Especiales en puntos estratégicos y en torno a la Zona Verde y puede (tal vez no) haber intentado dar un golpe. Maliki insiste que Masoum violó la Constitución de Iraq al no escogerlo para formar un nuevo gabinete; al final, su bloque “Estado Legal” obtuvo la mayoría de los votos en las eleccioAño V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)

nes parlamentarias de abril pasado. Obama, como podía preverse, adoró. Pero no le gustó nada, nada, de lo que vino después: Maliki rechazó salir de la escena en silencio, para decir lo mínimo. La narrativa predominante entre los sunitas, entre una cantidad considerable de kurdos e incluso en algunos bloques políticos chiitas es que Maliki persiguió demasiado a los sunitas; y eso es lo que los llevó a apoyar masivamente al Califa (aunque hoy algunos ya estén reformulando aquella posición). En lo que toca al GRC y a Barzani, en el esquema del gobierno de Obama, lo que interesa es que no deben declararse independientes. Mientras Barzani le prometa a Obama que el Kurdistán continuará siendo parte de Iraq, el GRC continuará recibiendo regalos como bombas y drones, y la operación ‘humanitaria’ proseguirá y será ampliada. Fuerzas Especiales de los EEUU ya están localizadas sobre el área donde el Califato hace frontera con el Kurdistán iraquí, en las posiciones llamadas de “para la futura operación en el desierto”. Y los EEUU son, para todos los fines prácticos, la Fuerza Aérea Iraquí contra el Califa.

Washington – y Riad – y entrenados en Jordania en la frontera turco-siria ya están hoy alistados entre los bandidos del Califa, pagados con dinero del contrabando de petróleo, chantajes y ‘donaciones’ hardcore, y armados hasta los dientes, después de haber saqueado los armamentos de cuatro divisiones iraquíes y de una brigada siria. En lo que concierne al maná de la Guerra Global al Terror, continuará alimentando estallidos cada vez más grandes y más grandes, porque engendró y hoy alimenta la narrativa de los sueños de cualqiuer djihadista multinacional: estamos defendiendo nuestro Califato contra nada menos que la Fuerza Aérea del Cruzado-delMal. Los EEUU perdieron la guerra en Iraq, miserablemente, sólo nueve días después de la caída de Bagdad, en abril de 2003. No hay bombardeo ‘humanitario’ que convierta aquella derrota en victoria. Y ningún bombardeo ‘humanitario’ le pondrá fin al Califato.

Por su parte, la probable candidata presidencial Hillary Clinton no hace prisioneros. Insiste en que los EEUU deberían haber bombardeado Siria desde el inicio; y no habría Califato. Pero, ahora, ella teme que el Califa Mirad el ‘Hillarator’ ataque Europa y hasta los EEUU (“He Esa operación del gobierno de Oba- pensado mucho sobre contención, ma bautizada “R2P – protección para detención, impedimento y derrota”). norte-americanos, primero; refugia- Posicionándose ya, como se podía dos, segundo – nada conseguirá, por prever que lo haría, Clinton sólo pouna razón clave: ningún bombardeo dría descalificar completamente la – sea ‘humanitario’ o no – consigue política externa de Obama, conocida exterminar ningún movimiento polí- también como “No hagan ninguna tico/religioso, aunque haya sido tan mierda estúpida”: “‘No hagan ningucompletamente demente como el na mierda estúpida’ no es un princiEstado Islámico. La verdad es que el pio de organización”. Siendo así, el Califato está prosperando, en cierta mundo tendrá que esperar hasta el forma, y se expande, porque, a di- 2017, cuando ella, por fin, tendrá los ferencia de aquel patético Ejército medios para implementar su propio Sirio Libre, el Califato está ganando principio: “Vinimos, vimos, él murió”. territorio, desértico y urbano, tanto en Siria como en Iraq; y ya controla un área mayor que Gran Bretaña, ha- Eso puede entenderse como bitada por, lo mínimo, 6 millones de otra capa de la auto-confesa personas. doctrina “No hagan ninguna En cuanto a las mentiras siempre repetidas en Washington de que habría djihadistas ‘buenos’ y djihadistas ‘malos’, el Califato también acabó con ellas. Virtualmente, todos los djihadistas que fueron armados por

mierda estúpida” de la política externa del gobierno de Obama, de la cual la candidata presidencial Hillary Clinton ya se mofó no muy sutilmente.

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Obama: ‘We Tortured Some Folks’ On Friday, the President offered his frankest admission of post-9/11 interrogation tactics... Obama: “Torturamos a unos tipos...” El viernes, el Presidente ofreció su más franca admisión de las tácticas en los interrogatorios después del 11 de septiembre... (2001)

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En 1973 todos fuimos pinochetistas El que lo niegue es un mentiroso o está desinformado Escribe Arturo Alejandro Muñoz Un amigo, afamado caricaturista, me envió desde México una vieja fotografía en la que aparecen, sonrientes y felices (barruntando que el futuro les pertenecía), los principales periodistas y columnistas del popular diario “Puro Chile”, enviado a las catacumbas por el golpe militar el año 1973. Precisamente, de ese año es la fotografía en cuestión. En ella están inolvidables hombres y mujeres de prensa, como el desaparecido Eugenio Lira Massi, la escrituralmente prolífica Lucía Sepúlveda, además de Juan Ostoic, José ‘Pepe’ Gómez López, René Pizarro Illanes, Togo Blaise, Jorge Varas, Patricio de la O, Jorge Mateluna, Carlitos Ossa, Ángel Castro, Hugo Gómez, José Antonio Gómez (el actual ministro de Justicia), María Eugenia Camus, Eduardo Soto Díaz, Gladys Quinteros, Sergio Pérez, Mario Barrios… en fin, puro ‘filete’ periodístico acompañando al nunca bien ponderado ‘enano maldito” que sonríe encabezando esa fila de profesionales de la prensa.

Todos ellos, sin excepción, fueron en ese momento 100% pinochetistas. Como yo. ¿De qué se extraña, amigo lector? Me dirá seguramente que los chiquillos del ‘Puro Chile’ eran reconocidos izquierdistas, allendistas. Sí pues, claro que sí, lo eran… como yo. Y todos, ellos y yo, éramos también pinochetistas. Bueno, al menos lo fuimos hasta la madrugada del día once de septiembre de ese año, cuando descubrimos la traición y nos percatamos, tarde ya, de cuánto

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nos había engañado aquel tipejo de neral Prats y, por supuesto, también gafas oscuras e instintos genocidas. odió durante un mes a su sucesor: Augusto Pinochet Ugarte… mientras De los muchachos y muchachas que que nosotros, los de izquierda, los aparecen en la añosa fotografía del progresistas, aplaudíamos a Pinocho ‘Puro Chile’, sólo uno de ellos conti- jurando que sería un estandarte dennuó siendo pinochetista hasta hoy: tro de las fuerzas armadas para deJuan Ostoic. Es decir, uno de die- tener cualquier intento fascista por ciocho… lo que es coherente con el interrumpir el proceso democrático. actual porcentaje de adoradores del militar asesino: menos del El que 1% Hasta Miguel Henríquez y el ‘Chico’ de la población trabajadora chilena Pérez (capos del MIR en esos años) manifiesta algún grado de simpatía concibieron tibiamente la posibilidad por el tirano. de que Augusto Pinochet –a fines del mes de agosto de 1973– pudiese conCuando el 23 de agosto de 1973, el tinuar la línea constitucionalista de general Carlos Prats renunció a la Schneider y Prats.

comandancia en jefe del ejército, en su carta dirigida al Presidente Allende, afirmaba: “Al apreciar, en estos últimos días que quienes me denigraban habían logrado perturbar el criterio de un sector de la oficialidad del Ejército, he estimado un deber de soldado de sólidos principios no constituirme en factor de quiebre de la disciplina institucional y de dislocación del Estado de Derecho, ni servir de pretexto a quienes buscan el derrocamiento del Gobierno institucional”. Muchas personas se preguntaron quién, en el Ejército, debía ser el sucesor de esa conspicua línea de conducta profesional y respeto irrestricto a la Constitución, inscrita en la sangre del general René Schneider y prolongada por el general Carlos Prats. La gente de derecha sólo deseaba un golpe de Estado, una masacre de izquierdistas y el exilio para todos aquellos que habían ostentado algún cargo en el gobierno de la Unidad Popular. Esa gente odiaba al ge-

Es así que desde el 23 de agosto hasta la madrugada del 11 de septiembre de 1973, la Unidad Popular fue 100% pinochetista. Desde las 07:00 horas de ese 11 de septiembre, hasta hoy día, es la derecha dura y el sector ultramontano de la DC quienes aman a Pinochet, le prenden velas y añoran sus ‘razones políticas’, tanto como sus ‘democráticas formas’ para ejecutarlas. La carta enviada por Eduardo Frei Montalva al Primer Ministro italiano, Mariano Rumor, confirma lo que digo. Tal cual puede deducirse que, en el año 1973, por una u otra razón, todos fuimos pinochetistas. Y todos, sin excepción, fuimos traicionados por el tal Daniel López, que nos puso en fila india para violentarnos y torturarnos uno por uno.

A la gente de izquierda la asesinó, encarceló, torturó y exilió. A la gente de derecha la utilizó implacablemente, la estrujó sin misericordia, y se hizo finalmente de una mal habida fortuna en dólares, propiedades y acciones que ya quisiera Angelini. A muchos de sus subordinados milita Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)


Una dosis de uvas pasas

res los traicionó dejándolos en la estacada. Y a algunos de los principales dirigentes de la DC de entonces, simplemente los despreció, lanzándolos más temprano que tarde a las covachas oscuras de la represión. Un traidor no confía en otro traidor. Así de claro.

tistas, hoy, en el 2014, sólo algunas ancianas y unos pocos vejestorios inundados por la nostalgia de los años duros continúan siendo proclives a revivir el agotado recuerdo de un gobierno criminal. Si la Historia y los historiadores cumplen con su misión, Pinochet debe ser calificado como el ‘Tartufo Mayor’ de la política chilena a lo largo de sus dos siglos de vida dizque independiente.

políticas que conforman el conglomerado oficialista no hayan hecho el más mínimo intento por cambiar de raíz, y de verdad, el modelo heredado. En esencia, luego de cuarenta años, muchos de nuestros actuales dirigentes pseudo-demócratas siguen siendo pinochetistas hasta los huesos.

Pero, hay algo más que debe destacarse. Muchos de los actuales dirigentes políticos ‘progresistas’ han hecho suya ‘la obra económica’ del dictador, arropándola como si el modelo impuesto a sangre y fuego fuese la panacea universal. Esos dirigentes son los que jamás abandonaron su admiración por Pinochet… aún esPor ello, si en el año 1973 todos fui- tando en el exilio. Por ello, no mueve mos –en una u otra forma– pinoche- a asombro constatar que las tiendas

Aaaaamén...

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Fort Lauderdale (EEUU): judíos manifestando contra la agresión israelí y la ocupación de los territorios palestinos

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Netanyahu... ¡No te olvidamos! Ni olvidamos Gaza

hombre, arrojándole un billete a la cara. El artículo que escribió esa misma mañana, “El daño que hacen los pilotos”, le trajo una lluvia de amenazas por teléfono y en las redes sociales. “Son la crema de la crema de la sociedad israelí, (…) perpetran los actos más ruines, brutales, y los más despreciables. (…) Están sentados en sus cockpits y apoyan en el botón de su joystick, su juego de guerra”, escribió. En la calle, donde todos reconocen su imponente estatura y su cara bronceada por el sol, las miradas se hacen agrias y los insultos llueven. “Escribí el mismo artículo durante la operación ‘Plomo endurecido’ (2008-2009), y suscitó mucha cólera, pero nada comparable a lo que vivo en este momento. El ejército y la seguridad son la verdadera religión en este país. La gente quisiera que no se critique sino cuando la operación terminó”, subraya. No se mueve sino es con un guardaespaldas. Algunos le predicen la misma suerte que a Itzhak Rabin, asesinado por Yigal Amir el 4 de noviembre de 1995 durante un discurso público en Tel Aviv. Amir, un extremista de derecha, opuesto a los Acuerdos de Oslo que Rabin había firmado con los palestinos en 1993. “LA SOCIEDAD ISRAELÍ ESTÁ ENFERMA”

El periodista Gideon Levy no se mueve sin un guardaespaldas Escribe Hélène Salon, enviada especial de Le Monde a Tel Aviv (fragmento). Insultos y amenazas, el periodista israelí de Haaretz, Gideon Levy, ha recibido muchos en treinta años de una carrera consagrada a cubrir la política israelí en los territorios palestinos. Pero nunca como durante la operación “Borde protector”. El 14 de julio, entrevistado por une televisión en las calles de Ashkelon, ciudad meridional de Israel, el periodista de 61 años fue interpelado por un habitante: “¡Traidor, vete a vivir con Hamas!”, le grita el Año V - Edición Digital Nº 79 (15.08.2014)

Gideon Lévy no es el único que recibe amenazas, al límite de la agresión física. “La gente de izquierda tiene miedo de ir a las manifestaciones, de ser golpeada. La palabra smolani (“izquierdista”) se transformó en el peor de los insultos. No se puede expresar ninguna simpatía o empatía por los palestinos sin ser amenazado. Los verdaderos racistas ya no se ocultan”. El síntoma, según él, de años de expansión de la extrema derecha, del racismo y de la incitación al odio en Israel. “La sociedad israelí está enferma. Del sur del país a Tel Aviv, las imágenes de Gaza son recibidas con indiferencia, incluso con manifestaciones de alegría. Basta con mirar las redes sociales y los llamados a ‘quemarlos a todos’. Yo nunca había visto eso”, explica. “Finalmente, la palabra ‘fascismo’, que intento utilizar lo menos posible, merece su lugar en la sociedad israelí”, escribió el 19 de julio.

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No escuchéis lo que dicen, Mirad lo que hacen...

La Copia Feliz

Palomo

Editor general: Luis Casado. Colaboradores: Arturo A. Muñoz - Daniel Pizarro - Julio Cortázar - Pepe Escobar - Anne Nivat Jason Weiss (Paris Review) - Hélène Salon - Gideon Lévy - Paul Kirchner - Palomo Diseño gráfico: POLITIKA Traducciones: POLITIKA

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