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RECTOR MAYOR
Dejémonos sorprender por la sonrisa de Dios Ángel Fernández Artime Rector Mayor ANGEL FernándezRector MAYOR rettormaggiore
Reciban mi afectuoso saludo amigos lectores del Boletín Salesiano, tan querido por Don Bosco. Hoy quisiera transmitirles este mensaje que ven en el título de esta página y del que debo decirles que no soy el autor.
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a sido el Papa Francisco quien en uno de sus mensajes navideños, donde felicitaba a las familias de quienes trabajan en la Ciudad del Vaticano, eligió como guía de su mensaje esta realidad de la sonrisa de Dios, en un tiempo donde muchas veces falta un sonrisa porque también el trato humano y respetuoso está ausente. Con frecuencia reflexiono un poquito sobre una realidad que me sorprende. Se trata de esto: somos conscientes como humanidad de que la afabilidad, el trato amable, los signos de delicadeza y de respeto, las expresiones de fraternidad y solidaridad, el amor vivido en los ámbitos diversos de la propia vida es algo que llena nuestros corazones profundamente. Sin embargo, socialmente, como grupos humanos, regiones, naciones, nos cuesta
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Boletín Salesiano Don Bosco en Centroamérica
mucho hacerlo realidad, crear comunión entre los pueblos, sumar esfuerzos que ayuden a hacernos más humanos. Pero no solo ocurre en los grandes temas de la “gran política” o de la “macroeconomía”, con intereses muchas veces enfrentados, sino que muchas veces ocurre entre las familias, entre hermanos, entre parientes. Pues bien, aún reconociendo esta realidad, el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios nos recuerda que la salvación se nos ha donado, se nos ha regalado, y nosotros hemos de seguir construyendo un mundo donde Dios, con su amor por nosotros, esté siempre más presente. Claro que a veces se nota que esto nos resulta difícil porque si algo
