LUIS NOVARESIO Por Andrea Cukier Fotos Juan Pablo gonzález
Periodista y abogado rosarino, Luis Novaresio analiza la campañaelectoralycompartesumiradasobrelaactualidad. Enunañodeintensaactividadenlasurnas,eldebateacerca de la farandulización de la poítica lo puso en el spotlight desde Intratables, en el primetime de América. De origen italiano, Luis Novaresio nació, creció e hizo carrera en su ciudad natal, Rosario. Estudió Abogacía y durante muchos años ejerció la profesión; su primer trabajo en los medios surgió cuando le tocó reemplazar a una chica con licencia de embarazo en el canal 3 de Rosario. A partir de ahí no paró nunca más. Trabajó en varios medios locales y en el 2005 lo llamaron desde Hora Clave para participar de la mesa junto a Mariano Grondona. Durante esa época, Novaresio viajaba cada fin de semana desde Rosario hacia Retiro para poder hacer el programa. Hoy Luis sigue a las corridas. Trabaja durante todo el día sin parar. Por la mañana, su jornada transcurre en un radio de pocos metros entre la emisora La Red y el estudio de América –al que va todos los días para participar de Desayuno Americano junto a Pamela David-. No hay tiempo para la siesta ni para el descanso porque durante la tarde va a la redacción del diario económico Infobae y por la noche, vuelve al canal para sumarse al equipo de América Noticias Segunda Edición o para ser parte de la verborragia frenética de Intratables-. A los 51 años, la profesión lo sorprendió con una convocatoria (junto a otros colegas periodistas) para moderar el primer debate presidencial a realizarse, al cierre de esta edición, el 4 de octubre en la Facultad de Derecho.
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¿Cómo llegó la propuesta para ser uno de los moderadores el debate presidencial? Argentina Debate trabajó durante más de un año con este tema y la organización de la ONG propuso a varios periodistas para que participaran. Yo me enteré porque me llamó uno de los chicos del diario para felicitarme y yo no sabía de lo que estaba hablando. Me dijo que mire el sitio de Infobae y ahí me enteré de que me habían elegido. A mí me asignaron el bloque de Seguridad y Derechos Humanos. Tu formación como abogado te dio más herramientas para tratar ese tópico… Haber pasado por la Facultad de Derecho fue una enorme ventaja para dedicarme al periodismo, por lo menos en este país. La formación y el background que da la carrera es muy interesante a la hora de preguntar y argumentar tus puntos de vista. ¿Cómo percibís este año electoral en pleno fenómeno de “farandulización” de la política? Creo que esta es la campaña más esloganizada –valga el neologismo-, más vacía, más estéticamente cuidada y falta de contenido que he visto desde que empecé a votar a los 18 años. Hoy tengo 51 y siento que es una campaña con me-
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nos propuestas y menos definiciones que nunca. Los políticos dicen lo que la gente quiere escuchar y por eso el debate es fundamental para sacar a la gente del slogan. ¿Qué pensás de esta nueva generación de políticos que sale en la revistas o se relaciona con gente del espectáculo para tener más llegada? No me parece mal, siempre y cuando no sea sólo eso. El problema es que les gusta la frivolidad y la superficialidad y no les gusta ir a los programas políticos, no les gusta la repregunta y eso es preocupante. A veces participás de Intratables, un programa que fusiona la política y el show mediático. ¿Cómo te resulta esa experiencia televisiva? Es un programa que entendió la lógica de la comunicación en televisión como pasó en muchos medios escritos: un título, una bajada y a lo sumo, algo más, pero cortito. Al dueño del canal le gusta definirlo como un show periodístico y, para mí, Intratables es bastante parecido a Twitter
EnelestudiodeDesayunoAmericano,elmagazineenelquetodaslasmañanas Luis comparte el piso con Pamela David y el resto de los panelistas.
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porque tenés que ser capaz de expresar una idea en 140 caractéres. Tenés una hora de programa y son muchas personas en el piso así que con suerte, hay tres minutos para hablar. Si no podés expresarlo en poco tiempo, te quedás afuera. Todo el tiempo se cuestiona qué lugar debería ocupar el periodismo de actualidad, ¿Vos que pensás? Sea cual sea el resultado de las próximas elecciones, pienso que a partir del próximo 10 de diciembre se van a tamizar algunas opiniones. Creo que va a haber menos enfrentamiento y -para decirlo en términos que a mí no me gustan pero que son bien gráficos- va a haber menos “grieta”. Espero que volvamos a la reflexión, a fundamentar lo que se está diciendo y volvamos a sustantivar el periodismo, en vez de adjetivarlo tanto. Creo que el periodismo debería ser una mirada crítica, sino es propaganda. Es la primera vez que participás de un magazine, ¿Encontraste tu lugar en Desayuno Americano? Al principio no sabía a donde iba a ubicarme y estaba medio incómodo pero hoy me resulta muy divertido. Entendí como es el juego y valoro la generosidad de Pamela David, de la producción y del grupo de trabajo. Me llevo muy bien con Palla (Adrián Pallares), María Freytes, Damián (Rojo) y Jimena (Cyrulnik). Mis compañeros me ayudaron a que mi participación fluyera. Yo estaba muy tenso y un día me relajé. Si no sé sobre un tema, puedo decir “de esto no hablo” y no hago nada que no me guste así que es un lugar en donde trabajo muy cómodo. Tenés mucho intercambio con tus seguidores en las redes y las usás para compartir información, pero también para divertirte, ¿Cómo te llevás con los nuevos medios? Uso Twitter hace bastante tiempo, lo manejo yo y le contesto a un montón de gente, pero me lleva mucho tiempo y a veces no puedo hacerlo. Hace algunas semanas me contactaron desde Facebook para que abra un perfil en donde puedo subir lo que quiero así que le encontré la vuelta y estoy explorando ese mundo. También uso Periscope para transmitir alguna noticia pero también grabo en los cortes alguna cosa divertida y mi intención es usar las redes para hacer notas más descontracturadas.
Muchos oyentes te escriben por Twitter para que compartas pedidos, críticas o quejas, ¿sentís que se instaló la agresión y el enojo constante en la gente? Es una época de mucha intolerancia. Culturalmente, lo peor que deja el kirchnerismo es la intolerancia como valor. Sin contar la cantidad de necesidades insatisfechas de la gente. Acá no se usa tanto, pero en Rosario yo acompañaba a la gente que no la pasaba bien, siempre desde el periodismo. Los ‘90 fueron tremendos en términos del avance sobre los derechos individuales a partir de las privatizaciones y demás. El periodismo fue un gran dique de ese fenómeno y ahora hay que buscarle un canal de expresión a la demanda social.
“Creo que esta es la campaña más esloganizada, más vacía y falta de contenido que he visto.” Empezaste tu carrera en Rosario, ¿cómo fueron tus primeros pasos en la profesión? Mirá, yo trabajo en esto hace “apenas” 29 años (risas). Desde chico siempre tuve absolutamente claro que quería ser periodista así que me presenté por un aviso en el diario para trabajar en un canal rosarino. Esa vez no me eligieron pero al poco tiempo una chica que trabajaba ahí quedó embarazada y me llamaron como suplente. El recorrido ha sido muy extenso porque hice de todo: fui che pibe, telefonista, escribía los graphs, fui notero, edité videos y después empecé a salir al aire. ¿Cuándo llegaste a Buenos Aires? Llegué hace cuatro o cinco años. Empecé con Hora Clave junto porque hubo un motín en una cárcel de Santa Fe y me mandaron a hacer un informe. Como les gustó mi trabajo, me llamaron algunos domingos más hasta que finalmente me
quedé dos o tres años. Después me convocó Daniel Hadad para trabajar en Radio 10, tuve un programa los domingos a la tarde y al año siguiente, hice el regreso de lunes a viernes. Cuando Hadad vendió la radio me fui a trabajar a América y ahora estoy de 6 a 9 en radio La Red, de 9.30 a 11.30 en Desayuno Americano, de ahí me voy a Infobae y a la noche estoy en el noticiero. También escribo para el diario rosarino La Capital y esa nota se replica en un diario mendocino. ¿Cómo manejás tanta carga horaria? Es inmanejable. Estoy contento porque tengo mucho trabajo pero estoy un poco cansado. Es un año electoral y demanda muchas horas laborales. Tenés un perfil muy bajo, ¿Te afecta atravesar este período de mucha exposición? No me gusta participar de los eventos, los estrenos o las inauguraciones. A mí me encanta ir al teatro pero no quiero que me inviten, prefiero comprar mi entrada. No me gusta la exposición, ni quiero que se sepa sobre mi vida privada porque a mi familia no le interesa tampoco. ¿Tus amigos y tu familia quedaron en Rosario? ¿Viste la expresión de la tele cuando estás por salir al aire que dice “Vamos que venimos”? Bueno, nosotros somos así. Vamos que venimos. Es un ida y vuelta todo el tiempo. ¿Qué planes tenés para cuando termine esta vorágine laboral? Lo que más me gusta hacer es el programa de radio. Por suerte voy a seguir haciendo la primera mañana. Tengo muchas ganas de escribir un libro, tuve propuestas de una editorial así que quiero meterme con eso. Me gustaría tener un pequeño espacio en la tele que no tenga que ver con la realidad más inmediata. ¿Cuál es tu opinión como abogado acerca del nuevo Código Civil? Es algo inédito. Nunca se cambió un código en un 70% u 80%. Me parece que va a costar la adaptación. Nosotros estamos obligados a volver a estudiar. Dicho esto, hay cosas que tienen que ver con los vínculos personales, los temas contractuales, la aparición de nuevos derechos y lo que tiene que ver con el derecho del consumidor, que son muy interesantes. Como dice Carlitos Balá, el movimiento se demuestra andando (risas).
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