Explorando las Nuevas Fronteras del Turismo. Perspectivas de la investigación en Turismo

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COMPRENDIENDO LAS FORMAS TURÍSTICAS DE VIDA EN AYSÉN

pedestres se transformaron en nómadas de a caballo. La movilidad territorial sufrió así una primera innovación. Una segunda innovación en el transporte por el territorio regional de Aysén la habrían de introducir los grupos indígenas Chonos y Kaweskar en la zona archipielágica del litoral aisenino. Estos grupos aborígenes, que poblaron la zona de islas y fiordos del litoral de Aysén hace unos cinco a seis mil años (Martinic, 2005:45), eran nómadas cazadores-pescadores-recolectores que se encontraban emparentados por algún lazo con los primeros habitantes de la isla de Chiloé. A diferencia de los tehuelches, nómadas terrestres, su forma de vida estaba estrechamente asociada al mar: “eran nómadas marinos, que se movilizaban en una embarcación sorprendentemente simple, construida con tres tablas unidas entre sí por costuras vegetales y bien calafateadas, que no era otra cosa que la bien conocida dalca; en tierra se cobijaban en unos ranchos hechos con ramas y se cubrían con vestidos tejidos en lana que preparaban ellos mismos; no obstante de ser pescadores y cazadores sabían cultivar la tierra y tenían siembras de papas y de maíz (…) el conocimiento del arte del tejido, como la crianza de animales y una práctica agrícola elemental ponen de manifiesto el influjo cultural veliche-chilote sobre los aborígenes del sur del Corcovado, fruto evidente de una interrelación prolongada en el tiempo que sugiere una movilidad periódica de grupos tanto hacia el sur como hacia el norte de este golfo” (Martinic, 2005: 38). La forma de vida marina de Chonos y kaweskar, complementada con la forma de vida en tierra que compartían en parte con los tehuelches, tienen en común haberse adaptado a las condiciones ambientales extremas del territorio con lo mínimo. Las fuentes de alimentación de estos grupos -como guanacos, pumas, huemules, gatos, zorrillos, hurones, piches, peces, mariscos, avestruces, aves menores, hongos, bayas, raíces comestibles entre otros vegetales (Martinic, 2005)fueron las principales motivaciones de su movilidad, que contaba con medios de transporte como el caballo y embarcaciones como la dalca, que al día de hoy han tomado forma de cabalgatas y lanchas con motores fuera de borda, que aún mantienen una importancia gravitante para la forma de vida móvil que se desarrolla en Aysén. Asimismo, ambos grupos contaban con viviendas móviles que eran fáciles de armar y desarmar en sus desplazamientos. 1.2 Movilidad fundacional A fines del siglo XIX ya no quedaban indígenas en la Región, esto por diversas razones que no es pertinente revisar en este trabajo. Lo que si interesa resaltar es que a pesar del vaciamiento humano que sufrió la Región, los nuevos habitantes que habrían de llegar en expediciones exploratorias y de colonización, tuvieron que adaptarse a las mismas condiciones climáticas y geográficas hostiles que los antiguos indígenas nómadas, manteniendo ciertos elementos legados por las antiguas formas de vida, como la movilidad para conseguir alimentos, además de prácticas agrícolas y de tejido, así como el transporte a través del caballo y embarcaciones acuáticas, tanto marinas como lacustres e incluso para la navegación

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