PREMIO ANUAL DE BIOÉTICA 2014 - 2° MENCION

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PREMIO ANUAL DE BIOÉTICA 2014 FUNDACIÓN DR. JAIME ROCA

2da MENCIÓN LA BIOÉTICA EN LA FORMACIÓN DEL INGENIERO

Autor: Dr. Jorge Norberto Cornejo Coautores: Prof. Haydee Beatriz Santilli, Ing. Carmen Raquel Barrero, Lic. Ana Maria Martín, Ing. Maria Beatriz Roble Colaboradores: Ing. Blanca Condorí, Ing. Juan Ignacio Suárez Anzorena Rosasco, Ing. Marcos Oscar Solá



TABLA DE CONTENIDOS RESUMEN

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DESARROLLO

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1/ BIOÉTICA E INGENIERÍA.

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2/ METODOLOGÍA.

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3/ DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN. 3.A/ Análisis de planes de estudio 3.B/ Entrevistas a profesionales 3.C/ Análisis de documentos 3.D/ Ideas, conceptos y opiniones de estudiantes de Ingeniería 3.E/ Opiniones de miembros de la comunidad científico-tecnológico acerca de problemáticas bioéticas 3.F/ Base de datos de casos que relacionan bioética y tecnología

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CONCLUSIONES

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REFERENCIAS

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BIBLIOGRAFÍA

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ANEXO 1

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ANEXO 2

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RESÚMEN

común y la preservación de la biósfera, procurando que la ingeniería así concebida se desarrolle dentro de normas éticas que comporten una actitud de responsabilidad social1.

La formación de ingenieros presenta una dicotomía entre el dominio de la racionalidad técnica y la consideración de cuestiones éticas y sociales que siempre están presentes, y que se vuelven fundamentales al desarrollar ingeniería asociada a temáticas médicas. La bioética puede ser el punto de partida para acceder a una formación ética integral en los futuros profesionales de la ingeniería, centrada en la noción de responsabilidad. En el presente trabajo se estudian las relaciones entre bioética e ingeniería, mediante un enfoque holístico apoyado en la triangulación sobre diferentes fuentes de información. Para ello, se analizaron las currículas de las carreras universitarias vinculadas con tecnología y bioética, documentos relativos a la formación de ingenieros, actas de congresos y publicaciones periódicas; se realizaron entrevistas a ingenieros que cumplen funciones de responsabilidad en el tema; se indagaron ideas y concepciones de estudiantes y docentes de ingeniería, tanto sobre la bioética en general como sobre una problemática específica, y se generó una base de datos de casos de tipo bioético directa o indirectamente relacionados con el empleo de la tecnología. Entre las conclusiones obtenidas se destacan: la necesidad de articular un lenguaje común entre médicos e ingenieros, estableciendo vínculos entre ambas culturas, la importancia dada por la comunidad al concepto de “dignidad humana”, y la “pérdida del cuerpo” que puede devenir de la acción terapéutica mediada por tecnología, así como el hecho que, dentro de la población estudiada, todavía no existe conciencia acerca del rol de la bioética como disciplina. Finalmente, se presenta el estudio de casos como una herramienta válida para la introducción de contenidos bioéticos en carreras de ingeniería.

Covarrubias (1998) agrega que la consideración de los aspectos ético-sociales implica que la formación de los ingenieros debería concebirse en términos de una capacitación profesional abarcadora, para que puedan diseñar, construir y operar las obras y los sistemas tecnológicos con una visión integradora y multidisciplinaria. El Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI), coincidiendo con la American Society for Engineering Education (Grinter, 1994), recomienda que los futuros ingenieros logren proyectar y diseñar sistemas que tengan en cuenta los factores económicos, ambientales, de seguridad, de estética y de impacto social2. La formación de ingenieros presenta, por lo tanto, una dicotomía entre el dominio de la racionalidad técnica y la consideración de cuestiones éticas y sociales que siempre están presentes, y que se vuelven fundamentales al desarrollar ingeniería asociada a temáticas médicas. Si bien numerosos trabajos centran la ética de la ingeniería en la economía y la relación del profesional con las empresas (Ertas y Jones, 2013; Bosch, 2011; Huidobro y González, 2006), para Lozano (2003), es aquí cuando toma su lugar la bioética. Esto se debe a que las nuevas aplicaciones de la ingeniería a sistemas biológicos requieren, por un lado, la incorporación de las ciencias humanas, a los efectos de desarrollarse en un marco regido por la ética, y por otro, plantean nuevos dilemas que sólo pueden resolverse adecuadamente dentro del contexto de la bioética (Montoya, 2007). Los trabajos mencionados concluyen que la relación de la bioética con la ingeniería conduce a una problemática más amplia, centrada en determinar cuál es la concepción de tecnología sostenida por los futuros ingenieros, y en establecer el sustento ético en que tal concepción debería apoyarse (Lind, 2007).

Palabras Clave: bioética, ingeniería, tecnología, educación, dignidad humana.

DESARROLLO

Lo que se plantea, entonces, es la relación existente entre la bioética y el desarrollo de la tecnología3. Al respecto, Hottois (2006) establece la bioética como una ética paradigmática de la tecnociencia, siendo sus principales misiones responder a las expectativas sociales y servir como elemento transformador de los estudiantes y de la sociedad. Este hecho ya fue mencionado por Danner Clouser (1978), para quien “la bioética es la respuesta de la ética tradicional a las tensiones y urgencias que se han originado en virtud de los nuevos descubrimientos y tecnologías”.

1/ INTRODUCCIÓN: BIOÉTICA E INGENIERÍA Existen diversas definiciones de ingeniería. Soberón Kuri y Neri Vela (1980) la caracterizan como el arte de tomar decisiones importantes, dado un conjunto de datos incompletos e inexactos, con el fin de obtener, para un dado problema, aquella entre las posibles soluciones que funcione de manera más satisfactoria. Para Pitt (2000), una solución tal debe incluir no sólo la máxima eficiencia y rentabilidad, sino también el empleo racional de las fuentes de energía, el bien

En particular, en el contexto de una educación tecnológica

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Obando (2010), Neuman y Kim (2006) y Calderón (2003) sostienen la misma idea, afirmando que muchos de los problemas derivados de la aplicación de las nuevas tecnologías exceden la ética específicamente médica. Para Carrera (2011), la bioética se basa no sólo en cuestiones morales relativas al ámbito de la medicina, sino que, siendo básicamente interdisciplinaria, reúne conocimientos antropológicos, saberes técnicos de las distintas ramas de la ingeniería, y éticos para elaborar sus decisiones. En general, es la tecnología la que pone de manifiesto tal carácter interdisciplinario, de donde se deduce la necesidad de una intensa comunicación entre profesionales de la ingeniería y de las ciencias biomédicas. Digilio (2008) dice que la bioética, como disciplina, no sólo implica un cambio fundamental en las concepciones hegemónicas de salud, enfermedad, relación médico-paciente, derechos del paciente, etc., sino que la perspectiva bioética habilita una vía para introducir variables en la evaluación de los procedimientos científico-técnicos que vayan más allá de considerar sólo su eficacia y eficiencia. Según Obando (2010), debe quedar claro que la bioética no está reducida al horizonte de la medicina, o de cualquier otra ciencia o praxis en particular. Develaki (2008) y Piedra (2007) manifiestan que se debe proponer el estudio de la bioética en su carácter de puente entre las ciencias, la tecnología y las humanidades.

que promueva valores tales como la ética y la responsabilidad social, la bioingeniería es una disciplina esencial, por su directa relación con la calidad de vida de los seres humanos. Algunas ramas de la bioingeniería, típicamente la nanotecnología, plantean importantes cuestiones de naturaleza bioética y, por lo tanto, la formación del ingeniero debería incluir esta última disciplina. La bioingeniería es una rama de la actividad tecnológica de carácter esencialmente multidisciplinario (Dremstrup y Elberg, 2008; Sierra Cuartas, 2008), alimentada, entre otras, por las ingenierías eléctrica y electrónica (Pineda y González, 2010), de donde la cuestión ética finalmente se “derrama” en todas las especialidades de la ingeniería. La importancia de la bioética en la formación del ingeniero no puede ser minimizada. Esta disciplina tiene en cuenta no sólo los derechos del paciente o el bienestar de los seres humanos y de la vida en general, sino también la evaluación de las tecnologías y el control de calidad de los equipos utilizados en medicina. Sánchez (2009), analizando las estadísticas de accidentes fatales derivados del mal funcionamiento de equipos médicos, concluye que: a) es necesario un mayor número de ingenieros capacitados en problemáticas de tipo médico, y b) tales ingenieros deben recibir una amplia capacitación en cuestiones de bioética, relaciones humanas y vinculación con el paciente. Según Carrera (2011), la aplicación consecuente del principio bioético de justicia puede suscitar problemas éticos que están en relación directa con los adelantos tecnológicos utilizados en procedimientos diagnósticos o terapéuticos.

Para Allegro (2001) y Obando (2010), es imperativo que la formación universitaria incluya en su contexto curricular la formación en valores, a los efectos de generar una cultura de respeto por la vida que influirá en todos los escenarios de actuación del ser humano. Para estos autores, dado que los modelos pedagógicos no son neutrales, sino que parten de una determinada visión del mundo, y promueven la construcción de actitudes específicas ante la realidad, se vuelve necesario el análisis de los currículos, tanto reales como ocultos, así como de las posturas, opiniones e ideas que docentes y estudiantes sostienen acerca de aquellos aspectos que permiten formar no sólo profesionales exitosos, sino también ciudadanos comprometidos con el bienestar del ambiente y de la sociedad. Según Del Cueto (2003), tal reflexión debe centrarse en la relación existente entre el progreso tecnocientífico, los valores y derechos humanos y los objetivos de la sociedad; de donde la bioética se impone como una disciplina nuclear tanto para la educación en sí misma como para la investigación educativa.

Lozano (2003) menciona que la ética de la ingeniería se desarrolló a partir de la emergencia de la bioética, con fuerza específica, en la década de 1960. Concluye que la bioética puede ser el punto de partida para acceder a una formación ética integral en los futuros ingenieros, centrada en la noción de responsabilidad (Ruiz, 2013; Vallaeys, 2004). Para Martin y Schinzinger (1989) la comprensión adecuada de la responsabilidad profesional depende de una teoría ética general acerca del lugar de la tecnología en la sociedad. Boccardo (2009) ha concluido que, en América Latina, la educación en bioética se encuentra concentrada en la formación de profesionales relacionados con el área de la salud. Por esta razón es que las principales instituciones de bioética se encuentran en las Facultades de Medicina. Existe un vacío en la enseñanza de la bioética para estudiantes de otras carreras, de donde deduce que es importante la formulación de proyectos de formación bioética para alumnos de las Facultades de Ingeniería.

Linares Márquez et al (2012), Obando (2010), Rodríguez Córdoba et al (2010), Monzón y Monzón-Wyngaard (2009), Nelson (2008) y Allegro (2001) plantean la necesidad de propiciar una formación profesional-humanística

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académica y comienzan a trabajar para posteriormente interactuar con estructuras mayores. Agrega que es necesario innovar las mallas curriculares, incorporando la enseñanza de la bioética en forma institucional. Al respecto, se han elaborado diversas propuestas, a partir de distintas posturas didácticas. Por ejemplo, Siqueira (2006) propone el método problematizador-deliberativo, planteando preguntas en las que se toma en cuenta el contexto cultural que enmarca cada problema bioético. Este método no intenta adoctrinar, sino discutir y debatir problemas, buscando una educación basada en el cambio de actitud. Intenta crear procesos educativos que tengan como meta fomentar el espíritu crítico y transformador del educando, propiciar su autonomía y ampliar el sentido de responsabilidad en su quehacer tecnocientífico.

integral en los futuros profesionales de la tecnología. Ahora bien, la formación integral del ingeniero requiere el acceso a un pensamiento inter y multidisciplinario, tanto en lo relativo a la necesidad de integrar conceptos provenientes de la biología (Maggi, 2012; Herrera Rodríguez y Serra Toledo, 2011), como de la ética aplicada a la formulación de políticas4 y a una concepción filosóficosociológica que conciba al ser humano como un todo (Pinilla González, 2011). La generación de tal forma de pensamiento ha encontrado numerosos problemas, en parte producidos por dificultades en la comunicación (Ertas y Jones, 2013; Ruiz, 2013; Develaki, 2008; Montoya, 2007). Se plantean así dos interrogantes, a saber: ¿En qué medida la bioética se encuentra incorporada en las currículas de Ingeniería de las universidades públicas y privadas de la Argentina? (Obando, 2010; Boccardo, 2009; Vit, 2005).

Una alternativa en la enseñanza de la bioética para ingenieros consiste en la presentación de casos históricos que permiten, además de la discusión de problemas específicos, acceder a una adecuada conceptualización de la naturaleza de la ciencia y de la tecnología. Por otra parte, Hanegan et al (2008) han resaltado la importancia del debate y la confrontación de argumentos para la enseñanza de la bioética, técnica que no es de uso frecuente en la enseñanza y el aprendizaje de la ingeniería. El interrogante continúa abierto, y puede resumirse en las siguientes preguntas:

¿Qué posturas, opiniones e ideas sostienen los estudiantes, docentes y graduados de Ingeniería respecto de los problemas centrales planteados por la bioética y que, en su carácter de profesionales de la tecnología, actuales o futuros, les competen? (Occelli et al, 2011; Obando, 2010; Boccardo, 2009; Espejo Arias, 2004; Witherell, 2002). Ahora bien, como la bioética se vincula intensamente con el cuerpo, la utilidad de su introducción en los estudios de ingeniería, a los efectos de construir una visión multidisciplinaria y abarcativa del ser humano, requiere responder algunas preguntas preliminares. Según Escobar Triana (2007), la tecnociencia ha generado una transformación profunda en la manera de comprender el cuerpo, en la forma de concebir el soma. Para Zambrano (2007) los desarrollos tecnocientíficos dan la idea de que nuestra especie es radicalmente transformable, a la vez que generan discusiones acerca de la producción social de la vida, su evolución y su futuro. Según Gray (2002), la medicina contemporánea depende de la matematización del cuerpo humano, y este proceso crecerá solamente tanto como los instrumentos científicos se perfeccionen y avancen profundizando en el interior del soma (la “reingeniería del cuerpo”, Mainetti [2001]). Preguntamos: ¿De qué forma las nuevas tecnologías han modificado la forma en que “vemos” y concebimos el cuerpo humano?

¿Cuáles son los métodos y estrategias más adecuados para incorporar y llevar a la práctica la enseñanza de la bioética en carreras de Ingeniería?5 (Obando, 2010; Boccardo, 2009, Terio, 2007; Martin et al, 2007; Corvalán et al, 2006; Anderson y Goodman, 2002). ¿Cómo puede pasarse de la teoría a la práctica? (Martínez, 2012; Zerpa, 2012; Zandvoort et al, 2000). En el apartado 2 se presenta la metodología empleada en el presente trabajo. En el número 3 se desarrolla la investigación, a saber: en 3.a se analizan planes y programas de estudio; en 3.b las entrevistas a profesionales; en 3.c la encuesta a estudiantes; en 3.d la indagación realizada a parte de la comunidad científico-tecnológica sobre una problemática bioética específica, y en 3.e la base de datos de problemas que asocian bioética y tecnología. En el apartado número 4 se desarrollan las conclusiones, y se cierra el trabajo con bibliografía y anexos.

Para Vidal (2007), la educación en bioética presenta tres modalidades: institucional, normativa y espontánea, siendo esta última la que predomina en América Latina. Tal modalidad es característica de grupos que se autoconstituyen en un hospital o en una unidad

2/ METODOLOGÍA Dado que el análisis de una carrera universitaria desde una perspectiva ético-social requiere dilucidar el desarrollo

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de procesos, el enfoque elegido para esta investigación fue cualitativo, holístico e interpretativo. Para Álvarez-Gayou (2003), tal metodología es la más adecuada cuando se intentan establecer perfiles epistemológicos o estudiar la función social que un grupo determinado asume como su rol específico.

e. Opiniones de miembros de la comunidad científico-tecnológica sobre problemáticas bioéticas: a través de una encuesta escrita, se relevó la postura de la referida comunidad sobre una problemática bioética que, si bien específica, permitió obtener conclusiones con un relativo grado de generalidad.

Se buscó generar una multiplicidad de instrumentos, de acuerdo con la visión holística de la realidad, que intenta comprenderla desde la relación existente entre sus elementos y no desde una mirada aislada, centrada en una óptica unilateral. Por ello, un aspecto metodológico importante es el proceso de triangulación, que consiste en tener diversas fuentes de datos y diferentes formas de registros, y realizar el análisis desde distintas perspectivas, para poder comparar y evaluar la solidez y estabilidad de los resultados informados.

f. Casos que relacionan tecnología y bioética: se generó una base de datos de casos que implican problemas de tipo bioético asociados directa o indirectamente al empleo de la tecnología, a los efectos de indagar la importancia relativa del rol de los ingenieros en los mismos.

En los análisis que requieren estudios de campo, por tratarse de una investigación exploratoria, la muestra no se eligió al azar ni de modo estratificado como requiere un muestreo estadístico, sino que se efectuó en función de la facilidad de acceso a la información poseída por los investigadores. En todos los casos, se tuvo especial cuidado en informar a los estudiantes, docentes y profesionales que los registros obtenidos forman parte de una investigación, explicándose las razones y los objetivos de la experiencia. Cuando se trata de relatos de casos (historias de vida), tanto para las personas físicas como para las instituciones que se mencionan, se ha resguardado la privacidad escogiendo nombres de fantasía.

TABLA I. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN: REGISTROS, POBLACIONES E INFERENCIAS OBTENIDAS

En la Tabla I se detallan los tipos de registros utilizados, las poblaciones involucradas en cada aspecto de la investigación y las características de las inferencias que se pudieron obtener.

REGISTROS

POBLACIÓN PERMITIERON INVOLUCRADA INFERIR

Currículas de carreras afines

Currículas universitarias

Entrevistas

Profesionales con Categorías responsabilidad emergentes en el área

a. Carreras universitarias vinculadas con tecnología y bioética: se analizaron los planes de estudio de las universidades públicas y privadas que, en Argentina, ofrecen las carreras de Ingeniería Biomédica, Ingeniería en Física Médica y Bioingeniería.

Documentos

Documentos de CONFEDI, SABI, etc.; actas de congresos y publicaciones periódicas

Indicadores numéricos y posturas de distintos organismos

b. Entrevistas: se realizaron entrevistas a cinco ingenieros que cumplen funciones de responsabilidad en el tema en cuestión.

Cuestionarios escritos

Estudiantes de Ingeniería

Embrión de estrategias de enseñanza

Encuesta escrita

Profesionales de Categorías la tecnología y emergentes disciplinas afines

Base de datos (generada a partir de cuestionarios escritos)

Ingenieros y profesionales y estudiantes de las Ciencias de la Salud

A partir de estas propuestas metodológicas, se efectuaron las siguientes indagaciones:

c. Documentos: se analizaron documentos vinculados a la formación de ingenieros emitidos por diversas instituciones, así como actas de congresos y publicaciones periódicas relativas a la educación en ingeniería. d. Ideas, conceptos y opiniones de estudiantes de Ingeniería: mediante un cuestionario escrito, se estudiaron las concepciones de 80 estudiantes del segundo año de la carrera.

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Nociones preliminares sobre la enseñanza de la bioética para futuros ingenieros y bioingenieros (embrión de categorías)

Temas y áreas relevantes; importancia dada a la ética en general, a la bioética en particular y a la tecnología


3/ DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN

medioambiente, tales como “Higiene, Seguridad y Saneamiento” y “Gestión Ambiental”, y asignaturas vinculadas con la economía o la gestión empresarial; por ejemplo, “Economía”, “Gestión de la Producción”, “Gestión Empresarial”, etc.

3.A/ ANÁLISIS DE PLANES DE ESTUDIO Las Universidades correspondientes a las carreras indagadas y los títulos que reciben sus egresados se detallan en la Tabla II.

Con respecto a las cuestiones socio-éticas, observamos que en algunos planes de estudio figuran materias de enfoque social, tales como “Introducción a la Ingeniería” y “Tecnología, Ciencia y Sociedad”, pero no aparece ninguna con contenidos específicamente asociados a la ética en general o a la bioética en particular. En algunos planes, ya avanzada la carrera y con carácter optativo, figuran asignaturas de mayor profundidad: “Introducción al Estudio de la Cultura y la Sociedad”, “Epistemología”, “Historia de la Ciencia”, “Ética y Ejercicio Profesional”. En el Plan de Estudios 2013 de una nueva carrera, la Licenciatura en Bioinformática de la UNER, se ha incorporado “Bioética” como asignatura de 4º año, no así en la carrera de Bioingeniería de la misma Universidad, que se viene desarrollando desde 19066. Por otra parte, si bien las referencias explícitas a la bioética en los planes estudiados son escasas, surge del análisis de las entrevistas (ver el siguiente apartado) que la problemática bioética algunas veces es abordada transversalmente en disciplinas de tipo científico-tecnológico.

TABLA II. LISTA DE LAS UNIVERSIDADES, Y TÍTULOS QUE RECIBEN SUS EGRESADOS. PARA EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA NACIÓN TODOS ESTOS TÍTULOS SON EQUIVALENTES. UNIVERSIDAD

TÍTULO

Universidad Nacional de Córdoba (UNC)

Ingeniero Biomédico

Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER)

Bioingeniero

Universidad Nacional de San Juan (UNSJ)

Bioingeniero

Universidad Nacional de San Martín (UNSAM)

Ingeniero Biomédico

Universidad Nacional de Tucumán (UNT)

Ingeniero Biomédico

Universidad de Mendoza (UM)

Bioingeniero

Universidad Favaloro (UF)

Ingeniero Biomédico e Ingeniero en Física Médica

3.B/ ENTREVISTAS PROFESIONALES Se entrevistaron cinco ingenieros, que serán identificados respectivamente con las letras A, B, C, D y E. Usaremos el genérico masculino para referirnos a los entrevistados pues no realizamos una investigación de género. TABLA III. FORMACIÓN ACADÉMICA Y ACTIVIDAD PROFESIONAL ACTUAL DE LOS ENTREVISTADOS.

En general, los dos primeros años de las carreras incluyen biología, además de las disciplinas que tradicionalmente corresponden a la formación básica de un ingeniero: matemática, física, química e informática. A partir del tercer año se orientan hacia los contenidos correspondientes a ingeniería electrónica: transductores y sensores, señales y sistemas, etc., y se profundizan las disciplinas asociadas a la biología, en asignaturas como “Fisiología” y “Fisiopatología”. En el ciclo superior, se desarrollan materias de sesgo biofísico, como “Biomateriales”, “Biomecánica”, y “Bioinstrumental”, entre otras. Encontramos también disciplinas orientadas a la problemática médicoinstitucional, tales como “Ingeniería Hospitalaria”, “Ingeniería Clínica”, “Ingeniería de Rehabilitación”; y disciplinas que abordan cuestiones de tipo médicoinstrumental, como “Radioprotección”, “Radioterapia”, “Medicina Nuclear” y “Robótica”. Aparecen también algunas disciplinas asociadas a la problemática del

ENTREVISTADO

FORMACIÓN ACADÉMICA

A

Ing. Electrónico Cargo académico con Maestría en en Universidad Ingeniería Biomédica

B

Ing. Electrónico Realiza tareas de con Maestría en investigación y Ingeniería Biomédica docencia universitaria

C

Bioingeniero

Investigación en un centro de salud y docencia universitaria

D

Ing. Biomédico, cursando su Doctorado en Ing. Electrónica

Tareas de investigación en procesamiento de imágenes y docencia universitaria

E

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ACTIVIDAD PROFESIONAL


E

Bioingeniero

Desempeña sus actividades en un Hospital Provincial recientemente inaugurado, en tareas de instalación y mantenimiento del instrumental hospitalario, tanto de diagnóstico como de tratamiento.

el respirador y una persona se muere, de la parte eléctrica si no funcionan las baterías de suministro continuo para el equipamiento la persona que está en terapia intensiva se muere, o sea, que es muy importante y se le da mucha relevancia a esta parte, es muy importante el buen funcionamiento de los equipos” (E). También emerge lo social relacionado con las problemáticas de marginados, discapacitados y minorías: “... uno sobre el procesamiento de señales y otro sobre Ingeniería en Rehabilitación. El segundo grupo está compenetrado de las necesidades sociales, ya que la temática es trabajar justamente con personas que presentan algún tipo de discapacidad” (B). La siguiente expresión, proveniente de un entrevistado que se desempeña en un centro de salud, es un ejemplo de una visión más completa del concepto de lo social, con fuerte presencia de la importancia del hombre y su responsabilidad sobre la vida:

Las entrevistas fueron analizadas a partir de categorías emergentes (ver Tabla IV): TABLA IV. CATEGORÍAS EMERGENTES EMPLEADAS PARA EL ANÁLISIS DE LAS ENTREVISTAS. CATEGORÍA

DENOMINACIÓN

I

Idea de lo social

II

Formación académica en cuestiones sociales

III

Problemáticas sociales relacionadas con la tecnología

IV

Responsabilidad científico-técnica y ética, con relación a las nuevas tecnologías.

V

El ingeniero como interfase entre los profesionales de la salud y los artefactos tecnológicos.

“Volviendo a la bioingeniería,... al tener este contacto más cercano con el médico y con los auxiliares, con los pacientes, se ve más la necesidad de todos, uno hace un trabajo más humano, por así decir, que con cualquier otra ingeniería. Por ejemplo, un médico puede decir hoy tengo 10 cirugías y el equipo no funciona, ¿qué hago, qué le digo?, ¿que pase las cirugías para dentro de tres semanas hasta que arreglen el equipo? La presión es mucho mayor a decir que un puente lo termino en dos meses más” (E). II. Formación académica en cuestiones sociales: Destacamos las palabras de uno de los entrevistados:

I. Idea de lo social: “En los últimos planes introdujimos algunas materias de mayor índole social como son justamente… Epistemología y Ética, hay otra que trata de ingeniería y sociedad que es la Introducción a la Ingeniería, y hay una materia que estamos dando con los alumnos de tercer año que es Historia de la Ciencia… donde se hace un poco de historia de lo que son las ingenierías, y cómo fueron evolucionando de la mano de la ciencia y de la ética, … porque tratamos justamente de suplir un poquito lo que somos nosotros los ingenieros cuando salimos, que somos completamente tecnológicos y hasta quizás estamos un poco ajenos a toda esta parte social. Entonces, estamos tratando una cuarta materia que está en estudio y quizás la podamos sacar el año que viene16 que es justamente Bioética, lo que hablaban ustedes. Es una materia que sería común para los chicos del ciclo básico y del ciclo superior” (A).

Los ingenieros entrevistados manifiestan diferentes visiones sobre el concepto de “lo social”. Surgen algunas conceptualizaciones pobres o limitadas de dicho concepto, centrándolo en el comportamiento de “la gente”, “el afuera”, estableciendo una diferencia nítida entre la comunidad tecnológica y el resto de la sociedad. Desde otro punto de vista, parecería que lo social se revela al estudiar las normas técnicas, como por ejemplo las de protección radiológica. De la aplicación de estas normas surgen cuestiones asociadas a problemáticas de tipo ético. Esta concepción de que lo social se centra en el buen funcionamiento de los equipos queda clara en la siguiente expresión: “... se hace mucho hincapié en el equipamiento médico. Yo creo que la persona que ingresa a estudiar bioingeniería sabe que está muy relacionado con la parte de salud, por ejemplo yo sé que si una instalación no funciona correctamente puede no funcionar

Si bien no figura ninguna asignatura con el nombre

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“ética y/o bioética”, el entrevistado “D” afirmó que se estudia ética en Seguridad Radiológica. Sin embargo, esa opinión no fue unánime ya que “E” expresó: “… no reciben formación en responsabilidades sociales, la incorporan desde otros ámbitos: hogar, iglesia, equipo de deportes, etc.”

“Hoy un médico, por sí sólo, y con un estetoscopio, no puede hacer nada. Ha ido avanzando tanto la ciencia, y han ido avanzando tanto las enfermedades, que solamente con una auscultación, una palpación, un médico no puede expedir la enfermedad que encuentra en un paciente” (A).

Según “B”: “Aún no está desarrollado el tema de la Bioética como asignatura, pero está inserto en las llamadas asignaturas complementarias”. Destaca además que, al participar en ciertas investigaciones, por ejemplo, en ingeniería de rehabilitación, los estudiantes se sienten obligados a mejorar su formación desde lo social de forma extracurricular.

El entrevistado “E” afirma que del buen funcionamiento de los equipos puede depender la vida o muerte del paciente, mientras que “C” destaca el rol de instituciones de regulación y control de los equipos, como por ejemplo el ANMAT7. Es opinión generalizada entre los entrevistados que la responsabilidad del funcionamiento correcto de los equipos corresponde a los ingenieros; uno sólo de ellos, “D”, puso toda la responsabilidad en el médico.

III. Problemáticas sociales derivadas de la tecnología: El cuidado de los equipos da origen a diversas cuestiones de tipo social. Un problema es que se deja de atender pacientes cuando el equipo no funciona o cuando se hace el mantenimiento preventivo; otra cuestión se relaciona con el mal uso de los recursos públicos: “Para mí el personal del hospital no valora lo que tiene, lo que vale y no valora que nosotros mismos lo estamos pagando, que sale de nuestros bolsillos, no toma conciencia de que cada equipo que se rompe y hay que arreglarlo que lo mínimo son 10.000 pesos y hay 5000 equipos, entonces si no se trabaja con cuidado sea 10 o 20 centavos que paguemos de impuesto sale todo de nuestro bolsillo”…“Sólo se acuerdan cuando hay un problema, hay mucha falta de conciencia de todo el personal del hospital de que hay que cuidarlo, que es nuestro y que cualquiera puede necesitar del hospital, un familiar, yo …” (E). A veces las posibles fallas del equipo se deben a falta de comunicación entre médicos e ingenieros: “Los médicos… nos dicen no funciona, tiene tal problema, y cuando uno lo revisa no es nada, sí funciona, y ellos insisten, pero fijate que esto, a veces es importante porque el bioingeniero no sabe que si el médico le pone a tal parámetro un valor de tanto y tanto es porque lo necesita porque el paciente se hiperventila o porque…, esos casos tan específicos nosotros no los conocemos, por eso es necesaria la comunicación entre el médico y el bioingeniero” (E). IV. Responsabilidad científico-técnica y ética, con relación a las nuevas tecnologías: Aparece como imprescindible el uso de tecnologías para la salud para obtener un buen diagnóstico.

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Las responsabilidades fueron encaradas mayoritariamente desde el punto de vista científicotecnológicolegal; los entrevistados consideran que su responsabilidad abarca el diseño, fabricación y mantenimiento de los equipos, sin especificar cuál es la responsabilidad del ingeniero cuando los equipos están en uso. Sólo “E” expresó un fuerte planteo ético por parte de los ingenieros, al proponer la posibilidad de que el paciente podría morir si ellos no hacen responsablemente su trabajo. Otro aspecto de la responsabilidad del ingeniero es la compra de equipos, central en la ingeniería clínica: “Compraron hace unos años en un hospital un resonador de primera línea y no habían previsto el habitáculo para colocarlo y el equipo estuvo parado más de 10 años, cuando lo quisieron instalar no funcionaba, se gastaron cientos de millones de dólares en algo que no se usó” (C). De esto se deduce nuevamente que es fundamental la buena comunicación entre médicos e ingenieros. Frente a situaciones eventuales, el ingeniero debe cambiar el protocolo de mantenimiento; por ejemplo, para realizar el trabajo preventivo en respiradores, cuando son muy necesarios: “…en esta época empiezan las gripes y las alergias, entonces en una semana se les llenó el servicio y les faltaban tres respiradores y era urgente…” (E). V. El ingeniero como interfase entre los profesionales de la salud y los artefactos tecnológicos: El avance de la ciencia y la tecnología en el diseño de equipos médicos excede la formación de los profesionales de la salud; frente a esta dificultad es el ingeniero quien interpreta las necesidades médicas y las “traduce” en technics que serán utilizados por el


médico, transformándose así en una “interfase” entre este último y la tecnología. “Un médico dice: necesito medir cuan rígidas están mis arterias. Porque sé que cuando las arterias se ponen rígidas aumenta nuestra presión y eso conlleva a una situación de hipertensión. Entonces, un ingeniero biomédico tiene que interpretar esa necesidad del médico, y decir: ¿qué necesito? Necesito un sensor para adquirir tal señal de presión, después, con esa señal adquirida, ¿qué tengo que hacer? Llevarla a una computadora, acondicionarla, generar un software para que se comunique ese software con la señal adquirida, y actuar en consecuencia según lo que necesita el médico. Es decir, diseñar un aparato, una técnica de diagnóstico que le permita al médico, después, extraer algún tipo de conclusión… Para hacer eso, un ingeniero tiene que conocer mucho de medicina. No llegar al punto de ser un médico. Porque un ingeniero nunca va a poder diagnosticar, esa es la función del médico.” (A). “Más que entender el funcionamiento para después emitir un diagnóstico, no. Nosotros tenemos que entender el funcionamiento desde el punto de vista físico. Porque entendiendo, por ejemplo, el por qué el corazón late, y qué potencial emite, nosotros después podemos diseñar un equipo que pueda medir ese potencial” (A). Es interesante también la cuestión de los diferentes lenguajes y modos de pensar de médicos e ingenieros, y la importancia de poder establecer vínculos entre ambas “culturas”. “Porque uno si va a desarrollar algo para los médicos tiene que entender cómo piensan los médicos, es como que hablan otro idioma. Si uno va a hablar un idioma es bueno que uno conozca un poco las costumbres de ese país, saber cómo piensan, cómo es la cultura” (C). “Nosotros vamos a congresos médicos y a congresos de ingeniería, presentamos trabajos en los dos lados, a veces estamos frente a médicos y a veces frente a ingenieros. Nosotros tenemos que hablar los dos idiomas, porque el modo de pensar del médico es una cosa y el modo de pensar del ingeniero es otra” (C).

3.C/ ANÁLISIS DE DOCUMENTOS I. Documentos de CONFEDI: En el documento elaborado en el Taller Extraordinario de CONFEDI, realizado en el Ministerio de Educación de la Nación, entre el 9 y 10 de agosto de 20108 y presentado en el Congreso Mundial de Ingeniería

(Buenos Aires, octubre 2010), se aprecia la relevancia otorgada a las cuestiones sociales y éticas en la formación de los ingenieros, y en particular de los bioingenieros. Citamos algunas expresiones que lo ejemplifican: “Formar en valores, principios éticos universales y respeto por la multiculturalidad y la diversidad… “Formar ingenieros socialmente responsables, comprometidos con el medioambiente y el desarrollo sustentable y sostenido de la sociedad en la que vive, comprendiendo y respetando las diferencias” (p. 15). “Se deben revisar las currícula actuales, desde la perspectiva de la pertinencia respecto a la cuestión sociocultural y ambiental, y definir proyectos y programas que ayuden a los alumnos a comprender cómo su actividad profesional interactúa con la sociedad y el medio ambiente, local y globalmente, identificando posibles desafíos, riesgos e impactos…Se debe dotar a los alumnos de las competencias necesarias para aplicar los conocimientos profesionales de acuerdo con principios deontológicos y valores y principios éticos universales” (p. 16). “Formar profesionales con competencias para actuar con conocimiento técnico, ética, responsabilidad profesional y compromiso social, considerando el impacto económico, social y ambiental de su actividad, en un marco de desarrollo sostenible local y regional” (p. 20). “El mundo actual demanda a la Universidad en general, y a las Facultades de Ingeniería en particular, la formación de personas responsables, con conciencia ética y solidaria, reflexivas y críticas…con visión amplia y sistémica contribuyan a una mejor calidad de vida, del hombre individual, y de la sociedad en general, al desarrollo sostenible regional y nacional, al respeto al hombre y a la humanidad…” (p. 22). II. Documentos de SABI: En ocasión de la celebración del Día del Bioingeniero 2009, la Sociedad Argentina de Bioingenieros (SABI) planteó que la problemática socio-ética es relevante en los amplios ámbitos de responsabilidad profesional a ella asociados, situados en diferentes y muy variados escenarios de acción: ingeniería clínica, hospitalaria, biomédica, instrumentación de alta precisión, robótica, agrotecnología, biomecánica e ingeniería en rehabilitación. En todas ellas se pone de manifiesto el perfil multidisciplinario de esta profesión, asociada a altos estándares de calidad. De acuerdo con este documento, los bioingenieros trabajan junto a los profesionales de la salud, en un momento crítico, local y global, que los tiene como

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aliados estratégicos en la mejora de la esperanza y calidad de vida, poniendo a disposición herramientas claves para su concreción9. III. Artículos de investigación: Asmatulu et al (2010), en un análisis acerca del rol de la biotecnología y la bioética en la formación de los ingenieros, afirman que el número de revistas y proceedings de congresos publicados sobre bioética se incrementa año tras año. Por el contrario, si nos referimos específicamente a la Argentina, debemos reconocer que la presencia de la bioética en las publicaciones sobre investigación educativa en ingeniería es muy baja. Al respecto, hemos efectuado una revisión en las principales instancias sobre investigación en enseñanza de la ingeniería que pueden encontrarse en la Argentina. Las mismas comprenden el Congreso Mundial de Ingeniería 2010, los Congresos Argentinos sobre Enseñanza de la Ingeniería (CAEDI), 2006 y 2008; la Revista Argentina de Enseñanza de la Ingeniería, la Revista Argentina de Bioingeniería, los Congresos de la Sociedad Argentina de Bioingeniería y la Revista Argentina de Ingeniería, esta última en sus dos primeros números, publicados durante 2013. - En el Congreso Argentino de Educación en Ingeniería (CAEDI) 2006: sobre un total de 151 ponencias, ningún trabajo sobre el tema.

bioingeniería: uno que trata sobre las diferencias de género en la carrera (junio 2012); otro sobre la enseñanza de la biomecánica (octubre 2007) y el restante sobre la generación de un hospital-escuela para ingenieros (noviembre 2000). En ninguno de los trabajos el término “bioética” aparecía explícitamente en el título10. Al colocarse el vocablo “bioética” en el buscador interno de la página web de la revista, no se obtuvo ningún resultado. - Se revisaron los proceedings de los Congresos que la Sociedad Argentina de Bioingeniería realiza bianualmente, desde 1999 hasta el presente. No se encontró ningún trabajo que en su título empleara explícitamente el término “bioética”. Hay trabajos sobre educación y presentaciones que rozan, sin mencionarla, el tema de la bioética, tales como cuestiones asociadas con bioseguridad, protección radiológica y desarrollo de métodos diagnósticos noinvasivos. - En la Revista Argentina de Ingeniería, primer número, hay un apartado fijo para bioingeniería, que contiene un artículo técnico sobre el tema, que no menciona la bioética. Existe un artículo específico sobre la relación entre bioética y tecnología en el segundo número de esta publicación.

3.D/ IDEAS, CONCEPTOS Y OPINIONES DE ESTUDIANTES - En el CAEDI 2008: sobre 188 trabajos, hay 5 sobre DE INGENIERÍA bioingeniería, que refieren a cuestiones técnicas de la disciplina o a problemáticas educativas de la misma, pero ninguno menciona explícitamente la ética o la bioética. - En el Congreso Mundial de Ingeniería 2010: sobre 352 trabajos, hay sólo dos vinculados con la bioingeniería, de los cuales uno refiere a la bioética. - En la Revista Argentina de Enseñanza de la Ingeniería, desde septiembre de 2000 hasta julio de 2010 no hay ningún trabajo sobre el tema. El primero es de marzo de 2012, referido a la enseñanza de la matemática en bioingeniería, al que siguió otro en marzo de 2013, acerca de la enseñanza de la mecánica en la referida disciplina. En diciembre de 2013 se publicó un trabajo consistente en un análisis de tres casos históricos sobre bioingeniería. - Se consultaron los índices de la Revista Argentina de Bioingeniería, desde 1995 hasta el presente. Se encontraron dos trabajos que remiten específicamente a la bioética: “El desarrollo tecnológico y la responsabilidad médica” (septiembre 1995) y “Reuso de dispositivos biomédicos” (noviembre 2000). Hay tres trabajos más, vinculados con la educación en

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Aquí indagamos las concepciones que los futuros ingenieros presentan sobre la relación de la ingeniería con la medicina y la importancia que para la formación de un ingeniero puede tener adquirir conocimientos sobre aparatología y temáticas médicas, así como sobre las problemáticas éticas asociadas con las tecnologías de la salud. La población analizada consistió en 80 estudiantes del segundo año de la carrera. El instrumento utilizado fue un cuestionario escrito conformado por cuatro preguntas, que se incluye en el Anexo N° 1. A partir del análisis efectuado, se obtuvieron las siguientes conclusiones: Una importante cantidad de los encuestados responde afirmativamente a “¿Te interesaría saber más y recibir información sobre la relación existente entre los desarrollos tecnológicos y sus aplicaciones a la medicina y la salud humanas?” (Sí: 66 %; No: 33 %). Es decir, 2/3 de los estudiantes se interesa por el tema; es un porcentaje verdaderamente alto teniendo en cuenta que se trata de estudiantes que recién se inician en la carrera, deben adaptarse a la modalidad universitaria


y estudiar un importante volumen de contenidos, que se caracteriza además por su dificultad intrínseca. El menor interés se manifiesta en los estudiantes de las orientaciones mecánica y civil, y el mayor en electrónica, industrial e informática. Es claro que la naturaleza específica de las orientaciones ha influido en los resultados; sorprende, y se remarca, el hecho que los estudiantes de ingeniería informática tengan clara la importancia de su rol en el diseño de software para equipos médicos. En la justificación de tal respuesta afirmativa han surgido expresiones interesantes, tales como: ampliar conocimientos (orientación civil), ampliación del campo de aplicación (informática), mejorar la calidad de vida a través del desarrollo tecnológico (electrónica), relación entre alimentos y salud (alimentos), industrialización de equipos médicos, “clave para el futuro”, aportes a la sociedad (industrial), inversión para abaratar costos (mecánica). Desde el punto de vista específicamente bioético, las menciones más frecuentes corresponden a: fertilización asistida, órganos artificiales, láser para operaciones, células madre. Se advierte en estas menciones la influencia de las temáticas abordadas con mayor frecuencia en los medios masivos de comunicación.

obtener una visión global acerca de la postura que la comunidad tecnológica mantiene frente a la bioética en general. Surgió durante una entrevista realizada a un profesional de la física dedicado al desarrollo de materiales para biomedicina, en la que el entrevistado refirió su postura frente al cumplimiento estricto de los protocolos de investigación en el ámbito médico. En su opinión, en caso de resultar necesario, y habiendo el paciente firmado el consentimiento informado, podría utilizarse una nueva prótesis aún cuando no se hubieran completado los protocolos correspondientes; su justificación fue que estos protocolos pueden demandar tiempos muy prolongados. Frente a esta situación tuvimos el interés de conocer la postura de la comunidad sobre el tema, para lo cual desarrollamos la encuesta que figura en el Anexo N° 211, 12. Analizamos 56 encuestas, clasificadas según formación y lugar de trabajo (ver Tabla V). TABLA V. CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN ESTUDIADA FORMACIÓN

%

Hay también menciones a cuestiones que involucran a la salud, como la construcción de sistemas hídricos y cloacales, que no corresponden a la medicina en forma directa.

Ingenieros (químicos, electrónicos, civiles y bioingenieros)

16

28.6 Desempeñan 31 sus tareas en ámbitos académicos

55.4

Los resultados precedentes indican que los estudiantes encuestados manifiestan un importante nivel de interés por cuestiones asociadas a la medicina, lo cual puede extrapolarse hacia el interés por la relación de la ingeniería con el bienestar de los seres humanos.

Profesionales de la salud (médicos, radiólogos y psicólogos)

9

16

9

16

14.3 Instituciones de la salud

4

7.2

Ciencias naturales 8 (químicos, físicos y biólogos)

De los resultados de la encuesta deducimos que no se debe presentar la problemática bioética en una forma general, sino adaptarla a las particularidades específicas de cada orientación. En tal sentido, se ha señalado que el estudio de casos (Adúriz-Bravo e Izquierdo, 2009) puede ser una herramienta útil para el logro de tal propósito; nosotros agregamos que tales casos deben dirigirse específicamente hacia los requerimientos específicos de las diversas orientaciones.

3.E/ OPINIONES DE MIEMBROS DE LA COMUNIDAD CIENTÍFICOTECNOLÓGICA ACERCA DE PROBLEMÁTICAS BIOÉTICAS Esta indagación se llevó a cabo acerca de una problemática bioética específica, pero ha resultado útil para

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LUGAR DE TRABAJO

Empresas privadas

%

Profesores de enseñanza media

5

8.9

Docencia media

3

5.4

Sin estudios superiores

5

8.9

Otras ocupaciones

8

14.3

4 Posgrados interdisciplinarios, incluyendo bioética

7.2

No contesta

1

1.7

Ciencias sociales

4

7.2

No contesta

5

8.9

Total

56

100 Total

56

100


La población estudiada desempeña sus actividades principalmente en el ámbito académico, y en escasa medida en instituciones de salud. Esto permite suponer que la mirada sobre el conflicto no es médica, pero corresponde a un nivel educativo-cognitivo relativamente alto. En lo que respecta a la formación, la distribución de la población es aproximadamente homogénea, siendo escasa la formación socio-ética. Analizamos las respuestas a partir de categorías emergentes, que clasificamos en dos grupos: a) las correspondientes a las respuestas por la licitud del procedimiento, con una respuesta por encuesta; b) las que se refieren a expresiones relevantes para nosotros, con un total de 117 expresiones (ver Tabla VI). TABLA VI. FRECUENCIAS DE CATEGORÍAS EMERGENTE CATEGORÍA

FRECUENCIA %

Lícito condicionado

37/56

66

No licito

15/56

26,8

No se decide por lícito o no lícito

4/56

7,2

El paciente como centro de la decisión

46/117

39,3

Referencias a los 18/117 profesionales de la medicina

15,4

Referencias al protocolo de investigación

17/117

14,5

Referencias a la bioética

10/117

8,6

Referencias al consentimiento informado

10/117

8,6

Considerar el entorno socio-afectivo del paciente

8/117

6,8

Difícil decisión

8/117

6,8

El paciente como centro de la decisión La mayoría de los encuestados toman la decisión de considerar lícito o no el acto referido en función de la dignidad del paciente, si bien hacen énfasis en distintos factores: enfermos terminales, calidad de vida, concepto de dignidad, autonomía del paciente, etc. Otros aspectos éticos más formales, tales como el consentimiento informado en sí mismo, reciben escaso número de menciones. Considerar el entorno socio-afectivo del paciente Es llamativo que existan pocas referencias a esta relevante cuestión. Indudablemente, al poner el centro en el paciente, pierde importancia el contexto, incluso el socio-afectivo. Esto último es sugestivo dado que la medicina moderna considera que dicho contexto es fundamental para el bienestar del paciente. Referencias a la bioética Siendo la mayoría de los encuestados profesionales universitarios, muchos trabajando en el ámbito académico, resulta sugestivo que existan tan pocas referencias explícitas a la bioética. Una posible justificación sería que la bioética como concepto tiene apenas 50 años y como término 40. Es claro que, dentro de la población estudiada, todavía no existe conciencia acerca del rol de la bioética como disciplina. Algunas ideas relevantes Destacamos algunas respuestas textuales que permiten apreciar la profundidad del conflicto planteado. En dicho conflicto está presente una interacción en la que participan tres actores sociales: el médico, el paciente y su entorno, si bien, como ya mencionamos, la mayoría de los encuestados tiende a centrarse en el paciente, y definitivamente son escasas las referencias al entorno; entre ellas:

En esta tabla entendemos por “lícito condicionado” aquellas respuestas que se inclinan por la validez del procedimiento pero condicionándolo al cumplimiento de ciertos requisitos, tales como: que el paciente presente alguna enfermedad terminal, que hayan fracasado todos los procedimientos alternativos, etc. Las dos terceras partes de la población consideran que la acción planteada es lícita, pero condicionándola a los factores previamente mencionados. Entre las posibles interpretaciones e ideas relevantes que surgen de la categorización obtenida, destacamos:

“En situaciones terminales el paciente o a veces más su entorno tienden a aferrarse a cualquier tratamiento que prolongue la vida. Hasta ahí se lo puede ver como un convenio entre médico y enfermo o su familia, donde frente a un desenlace inevitable cabría una posibilidad de esperanza” (el resaltado es nuestro). “… como dije en un principio puede ser bien visto si frente a una enfermedad terminal se abre una posibilidad de prolongación o mejoramiento de la calidad de vida. Pero si el procedimiento es incierto o bien puede acarrear tratamientos interminables o penosos, lo que se está haciendo es conseguir un logro personal en lo inmediato pero una carga para el paciente y/o su familia y eso no me parece ético”. Uno de los aspectos éticos que aparecen en el conflicto

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revela la presencia de intereses espurios, tales como el empleo interesado de seres humanos como sujetos de investigación, discriminaciones desde lo económico, reducir el tiempo del protocolo para bajar costos, entre otros. “No me parece ético usar al hombre en situaciones límites como chanchito de indias”. “No creo que sea correcto si el tratamiento alternativo es la búsqueda ante una salida más económica ya que el paciente no cuenta con los recursos necesarios para pagar al tratamiento tradicional”. “Opino que en estos casos los protocolos protegen a la persona de espejismos de mejora o curación y de ser la forma de abaratar costos en el desarrollo al -quemar etapas-”. En ciertas oportunidades sobresale la escasa confianza, que en los casos extremos llega al rechazo absoluto, depositada en el consentimiento informado, destacando lo importante de la acción frente a los riesgos del paciente. “Acuerdo con actuar aún no teniendo el consentimiento, el fin justifica los medios. Sí, está bien aunque no sea ética”. “La inacción cuando la acción es necesaria o humanitaria, es el peor error que se puede cometer. En el dilema se mezcla la ética individual del sentido común humanitario con la ética médica, pero estas por lo general no pueden compatibilizarse… Así, entiendo por ética de la responsabilidad, aquella que antepone la acción de ayudar frente a lo prescripto, obviamente, evaluando contextos y riesgos”. “En mi cotidiano trabajar, viendo el sufrir y las necesidades de los pacientes, si es para salvar una vida o darle una mejor calidad de la misma, se podría hacer un párrafo dentro la “ética” que ampare estos casos”. Surge también la necesidad de un empleo más eficaz del consentimiento informado, ya que suele tratarse de largos escritos, que usan terminología técnica específica, que generalmente no es conocida por el paciente, independientemente de su nivel educativo. “Frente a esta disyuntiva (lícito/no lícito) me inclino por considerar ético aplicar dicho tratamiento, pero que el consentimiento sea algo más que las hojas que el médico le hace firmar para no tener problemas legales, sino que al paciente se le expliquen, en términos que él entienda, riesgos y beneficios”.

El consentimiento informado es interpretado por la mayoría de los encuestados como apenas un medio de cobertura legal de los profesionales intervinientes, y no como una herramienta para resguardar al paciente. Aparece en una de las encuestas un conflicto entre ética y legalidad, en el que destaca la idea de lo circunstancial de las leyes frente a una mayor permanencia de la ética. “El criterio ético fundamental que regula la bioética es el respeto al ser humano, a sus derechos inalienables, a su bien verdadero e integral: la dignidad de la persona. Es conveniente que la ética y la legalidad coincidan, pero siempre que esa coincidencia no sea a expensas de la ética, ya que la legalidad vigente es circunstancial”. En síntesis, si bien este es un primer análisis, muy parcial, ya que parte de una pregunta específica y acotada, nos otorga un panorama preliminar que señala un camino de acción a seguir. Es importante realizar este tipo de investigaciones en poblaciones alejadas de la problemática bioética directa. Las mismas permiten pulsar la forma en que las comunidades académicas no médicas visualizan los problemas derivados del cumplimiento de los protocolos, del empleo del consentimiento informado, y del accionar de los profesionales de la salud, entre otros. Este material constituye una base a tener en cuenta en el momento de diseñar acciones didácticas tendientes a incorporar la bioética en la formación de ingenieros y profesionales afines.

3.F/ BASE DE DATOS DE CASOS QUE RELACIONAN BIOÉTICA Y TECNOLOGÍA La base de datos bajo consideración fue generada utilizando el sistema Access. Cuenta actualmente con 55 (cincuenta y cinco) casos, obtenidos a partir de narraciones verbales de las personas directamente involucradas, o bien de testigos indirectos, familiares o amigos de las mismas. Los casos se han relevado a partir de su vinculación con la bioética, pero sin criterios sistemáticos de búsqueda o selección, sino meramente a partir del encuentro de los investigadores con los protagonistas de las situaciones relatadas. En la Tabla VII se detalla la formación de los relatores de los casos. TABLA VII. FORMACIÓN DE LOS RELATORES DE LOS CASOS

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FORMACIÓN

%

Estudiante de Enfermería

43

78.2

Técnico Radiólogo

6

11

Estudiante de Radiología

2

3.6

Asistente Social

1

1.8

Estudiante de Ingeniería Química

1

1.8

Farmacéutica

1

1.8

No informada

1

1.8

Al recabar la información del caso se incluyeron dos ítems: “Tema” y “Área”. En “Tema” se indicaron los tres conceptos, ideas o principios predominantes o subyacentes en la problemática bioética del caso. En “Área”, las tres disciplinas más relevantes en las que el caso podría encuadrarse. Cabe destacar que tanto el ítem “Tema” como el “Área” fueron elegidos por los investigadores a partir del relato del caso, de donde los términos utilizados corresponden más a la interpretación efectuada por los investigadores que a las palabras vertidas por los relatores. En las Tablas VIII y IX se presentan las expresiones obtenidas para cada uno de los campos referidos, acompañadas por el número de menciones correspondiente.

TABLA VIII. MENCIONES EN EL ÍTEM “TEMA”. ALGUNAS MENCIONES SE HAN AGRUPADO; POR EJ. “ALARA” SE INCLUYE EN “EFECTOS BIOLÓGICOS DE LA RADIACIÓN”. TEMA I

TEMA 2

TEMA 3

Dignidad humana

15

Dignidad humana

9

Dignidad humana

11

Higiene

6

Pérdida del cuerpo

7

Pérdida del cuerpo

9

Principio de Beneficencia

5

Principio de Beneficencia

4

Principio de No Maleficencia

5

Pérdida del cuerpo

5

Principio de No Maleficencia

4

Efectos biológicos de la radiación 5

Principio de No Maleficencia

4

Higiene

4

Principio de Autonomía

4

Mala Praxis

3

Efectos biológicos de la radiación 4

Atención hospitalaria

3

Principio de Autonomía

3

Mala Praxis

4

Mala Praxis

3

Efectos biológicos de la radiación

3

Principio de Justicia

3

Responsabilidad

2

Tecnología

2

Seguridad en el Trabajo

2

Seguridad Laboral

2

Alergia al látex

2

Dolor

2

Rol de la familia

1

Principio de Justicia

2

Tecnología e insumos médicos

2

Educación de la población

1

Contaminación hídrica

1

Responsabilidad

2

Tecnología

1

Imagen del cuerpo

1

Racismo

1

Contaminación atmosférica

1

Racismo

1

Discriminación por edad

1

Experticia profesional

1

Responsabilidad legal

1

Educación de la población

1

Información al paciente

1

Valor de los estudios

1

Efectos colaterales

1

Efectos colaterales

1

Rol de la familia

1

Ética

1

Principio de Autonomía

1

Paciente terminal

1

Recursos Ambientales

1

Principio de Justicia

1

Vida Prenatal

1

Conflicto de valores

1

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GRÁFICO Nº1. MENCIONES OBTENIDAS EN EL ÍTEM “TEMA”, SUMANDO LAS MENCIONES DEL TEMA 1, 2 Y 3, CON TODAS LAS MENCIONES DESAGRUPADAS“ALARA” SE INCLUYE EN “EFECTOS BIOLÓGICOS DE LA RADIACIÓN”.

A partir de la Tabla VIII podemos concluir que: a. La “dignidad humana” es el concepto que aparece con mayor frecuencia en los casos relatados (35 menciones en total). b. La “pérdida del cuerpo”, es decir, el abandono de la propia corporeidad, la entrega del “soma” a la acción terapéutica, es también relevante (21 menciones). c. Si bien son escasas las referencias explícitas a la tecnología, esta subyace en numerosas menciones, tales como “efectos biológicos de la radiación”, “seguridad laboral”, y aún en la misma “pérdida del cuerpo”, pues esta se encuentra relacionada con la utilización de tecnologías invasivas que “desposeen” al paciente del propio cuerpo.

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TABLA VIII. MENCIONES EN EL ÍTEM “ÁREA”. ALGUNAS MENCIONES SE HAN AGRUPADO.

AREA I

AREA 2

TEMA 3

Enfermería

15

Enfermería

9

Ética

15

Látex

7

Radiaciones ionizantes

6

Actitud y responsabilidad médica 6

Radiaciones ionizantes

7

Obstetricia, neonatología y pediatría

6

Radiaciones ionizantes

4

Mala Praxis

6

Ética

5

Enfermería

3

Geriatría

3

Látex

3

Alergia y anafilaxis

3

Aborto

2

Mala Praxis

2

Geriatría

2

Obstetricia

2

Dermatología

2

Mala Praxis

3

Oncología

2

Geriatría

2

Responsabilidad

2

Consentimiento informado

1

Ginecología

2

Tecnología

2

Diálisis

1

Cirugía

2

Sustancias tóxicas

2

Endoscopía

1

Bioseguridad

1

Calidad de vida

1

Eutanasia

1

Cuidados paliativos

1

Formación médica

1

Hemoterapia

1

Diagnóstico

1

Higiene

1

Ingeniería Química

1

Educación

1

Exámenes preocupacionales

1

Pediatría

1

Enfermedades metabólicas

1

Evaluación universitaria

1

SIDA

1

Higiene

1

Epidermólisis

1

Tecnología médica

1

Impacto ambiental

1

Endodoncias

1

Transplante hepático

1

Médico de cabecera

1

Educación sexual

1

Traumatología

1

Odontología

1

Dermatología

1

Principios de bioética

1

Consentimiento informado

1

Pacientes crónicos

1

Intervencionismo

1

Procedimientos invasivos

1

Neurología

1

Shock Séptico

1

Oncologías

1

Tecnología Médica

1

Pacientes agudos

1

Violación

1

Pediatría

1

Punción lumbar

1

Seguridad laboral

1

Teratogenias

1 1

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GRÁFICO Nº2. MENCIONES OBTENIDAS EN EL ÍTEM “ÁREA”, SUMANDO LAS MENCIONES DE LAS ÁREAS 1, 2 Y 3, CON TODAS LAS MENCIONES DESAGRUPADAS.

Cabe destacar que la predominancia de áreas tales como “enfermería” se debió a la formación de los relatores de los casos. Por otra parte, a partir del cruce de los resultados obtenidos, se advierte que, en las oportunidades en que se menciona explícitamente a la tecnología, esta aparece junto a: “bioseguridad”, “radiografía”, “consentimiento informado” y “ética”. Si bien no se produce en un número elevado de menciones es interesante, sin embargo, la asociación advertida entre tecnología y ética13.

Dentro de esta lista de áreas, existen numerosos campos en los que el rol del ingeniero resulta fundamental. Entre ellos, podemos mencionar: “radiaciones ionizantes”, “diálisis”, “ingeniería química”, “látex”, “impacto ambiental”, “tecnología”, “intervencionismo” y “seguridad laboral”. En forma indirecta, dado que todas las áreas implican el empleo de equipos y artefactos médicos, la presencia del ingeniero es decisiva. Si nos referimos a la narración textual efectuada por los relatores de los casos, sólo en 1 (uno) de los 55 casos se utilizó el término “ética”, y en 1 (uno) “tecnología”. El vocablo “bioética” no apareció en ninguna oportunidad14.

GRÁFICO Nº3. PORCENTAJE DE EMPLEO EXPLÍCITO DE LOS TÉRMINOS “ÉTICA” Y “TECNOLOGÍA” EN LOS RELATOS DE CASOS.

Debido al objetivo del presente trabajo, es decir, estudiar el rol de la bioética en la formación del ingeniero, seleccionamos el relato de casos en los que la tecnología, y su acción sobre el cuerpo humano, resultan de importancia fundamental. Haremos hincapié en la concepción del cuerpo, del soma, que subyace en estos relatos, cómo el cuerpo es fragmentado o integrado por la tecnología, y cómo esta última modifica la “mirada” sobre el cuerpo, en particular la mirada médica.

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CASO Nº 1 Pedro debe realizarse una radiografía dental. Después de posicionados el paciente y el aparato de rayos X, la odontóloga abandona la sala, y el paciente queda solo con el tubo de rayos. Carece de toda forma de comunicarse con el exterior y su único y exclusivo “interlocutor” es el aparato de rayos X, con el que se enfrenta cara a cara. La sensación de indefensión que Pedro experimenta es profunda. Aquí aparece con claridad la pérdida del contacto humano, y la limitación del vínculo a la interacción artefacto - paciente. La situación era inevitable por el pequeño tamaño de la habitación, lo cual implica que en el diseño del lugar no se tomaron en cuenta las relaciones humanas. CASO N° 2 Susana debe efectuarse un estudio de RMN. Una vez que está colocada en el interior del resonador, el técnico la deja sola, y le indica que no funciona la alarma del equipo. En lugar de ello, la paciente debía mover un brazo o una pierna, para llamar la atención del técnico en caso de necesidad. Una vez finalizado en estudio, Susana efectúa la señal convenida, sin obtener respuesta inmediata por parte del técnico. La paciente estalla en una crisis nerviosa, suponiendo que el técnico la había abandonado. Después de relatado el caso, la paciente fue consultada acerca de si tenía algún problema de claustrofobia que le impidiese permanecer en un resonador cerrado, a lo que respondió, refiriéndose al estudio “Me lo tenía que hacer” (abandono del propio cuerpo, de la propia voluntad). Obsérvese cómo las relaciones técnico-tecnología y paciente-tecnología no son simétricas, dada la familiaridad del técnico con el aparato. La situación genera un trauma de la paciente con la tecnología, expresado en sentimientos de abandono, miedo, indefensión y angustia. CASO N° 3 Martina se realiza una ecografia por molestias ováricas. La molestia se siente en el lado derecho, mientras que la imagen muestra quistes en el izquierdo. La primera interpretación es que se está mirando la imagen al revés. Pero no era así, los quistes se ubicaban realmente en el lado izquierdo, la molestia en el derecho se relacionaba con el apéndice. Obsérvese aquí como la tecnología manifiesta algo que el dolor del paciente, con su subjetividad, no revelaba. La imagen se presenta como una instancia objetivamente

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superadora de las presunciones tanto del profesional como de la paciente. Es decir, en este caso, el aporte de la tecnología es altamente positivo. CASO N° 4 Clara es una niña que padece una enfermedad neurológica degenerativa. Al ir perdiendo gradualmente el control del movimiento de los brazos y piernas, surge un sentimiento de depresión al no poder desarrollar las actividades y juegos que le gustaban. Por eso, cuando se da acceso a un nuevo sistema de control de la PC mediante movimientos de la cabeza, siente que otra vez puede volver a comunicarse con el mundo. Y se muestra particularmente alegre ante el hecho de poder volver a vincularse por medio de chats y redes sociales. Aquí la tecnología también se presenta en un aspecto positivo. Hemos incluido los casos N° 3 y N° 4 para evitar toda presunción de “prejuicio antitecnológico”: se trata del uso inteligente de la tecnología, no de su negación. CASO N° 5 José es intervenido quirúrgicamente por problemas cardíacos. Se le practica una angioplastia coronaria (dos intervenciones el mismo día), seguida de un bypass con complicaciones. Se efectúa control radiológico constante durante todas las cirugías. La dosis total que José recibe en piel, como consecuencia del mismo, es de aproximadamente 20 Gy. Como resultado de ello, José experimenta en una región de su espalda el Síndrome Cutáneo Radioinducido (S.C.R.), con necrosis de tejido y riesgo de infección gravísima, luego evitado con la medicación adecuada. El resultado estético originado por la patología no es solucionable. Más allá del error concreto de efectuar control radiológico continuo, cuando se debería alternarlo en etapas, podemos advertir que, en lugar de considerar el paciente como un todo, sólo se le ha prestado atención al órgano específico a tratar (el corazón), fragmentando así un cuerpo, ninguna de cuyas partes es inerte ante la radiación. CASO N° 6 Nora, jefa de un servicio de Radiología, practica durante años angiografías (estudios contrastados del sistema circulatorio), utilizando un líquido de contraste de alta viscosidad. Esto último implica que, para permitir el flujo del líquido, debe empujarlo con sus manos, desnudas ante los rayos X. Al cabo de unos años, sufre una radionecrosis del dedo meñique de la mano derecha, que se le debe amputar.


La pérdida de un dedo por parte de Técnicos Radiólogos significa una fragmentación (muy concreta) del cuerpo. Pasamos de una fragmentación simbólica del paciente a una fragmentación real del trabajador. Cabe aclarar que, en este caso, la institución le ofreció a la profesional guantes plomados, los que serían una efectiva protección frente a la radiación. La profesional los rechazó, aduciendo que le dificultaban llevar a cabo su trabajo.

GRÁFICO Nº4. DEBIDO A QUE EN LA MIRADA MÉDICA Y EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IMGEN DEL CUERPO EL DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES ES FUNDAMENTAL, INCLUIMOS EL PORCENTAJE DE CASOS QUE REFIEREN A ESTA TEMÁTICA.

CASO N° 7 Un paciente con carcinoma de próstata se somete a un tratamiento de braquiterapia de alta tasa de dosis (HDR). La fuente utilizada es de 4.3 Ci (16 GBq) de Iridio-192. Se le colocaron 5 catéteres y la fuente fue insertada en los mismos por un equipo automático en forma pre-programada. Terminada la irradiación la fuente se desprende del cable donde estaba fijada y queda dentro del paciente (por 4 días). El operador observa la alarma en un “monitor de área” pero supone que está descompuesta y no le hace caso. Al cuarto día el catéter con la fuente se cae del paciente al piso, y la fuente es luego llevada a un depósito de residuos para ser incinerada, pero es detectada por un monitor y devuelta. El paciente recibe a 1 cm del catéter una dosis 16.000 Gy (en lugar de los 18 Gy programados) y fallece por Síndrome de Irradiación Aguda. Otras 95 personas, en el mismo centro, reciben dosis desde 0.5 mSv hasta 1 Sv (los operadores no poseían un monitor). Aquí advertimos: falta de chequeos y controles (no se registra el retorno de la fuente, no se presta atención a la indicación del monitor, de donde la relación técnico-tecnología es fragmentaria), los que implican una desconsideración hacia el paciente y su cuerpo: probablemente la rutina y habitualidad de la tarea han hecho olvidar que quien recibía el tratamiento no era sólo un tumor, sino un ser humano.

CONCLUSIONES Andersen (2008) plantea que la ética se encuentra relacionada con la calidad de vida de la población. Según este autor, cuando se utilizan tecnologías para la salud, la ética adquiere una dimensión interdisciplinaria, que involucra valores que trascienden a los que tradicionalmente correspondían a la ética médica. De acuerdo con el análisis realizado en el presente trabajo, dentro de estos nuevos valores debe incluirse la ética de la tecnología que, dado lo inseparable que esta última se ha vuelto de las actividades humanas, se encuentra inextricablemente unida a la mencionada calidad de vida. Existe, por lo tanto, una gran responsabilidad por parte de los profesionales de la ingeniería que, más allá de su interés por desarrollar al máximo cada dispositivo, deben centrarse y concentrarse en el usuario, es decir, en el ser humano. Las tecnologías de rehabilitación son un ejemplo elocuente de este aspecto (ver 3.b). La ética de la tecnología se ha caracterizado como una ética de la responsabilidad. Es, entonces, la cuestión de la responsabilidad, técnica, humana y social del profesional de la ingeniería, directa o indirectamente vinculado con la tecnología médica, la que ha surgido en el curso del presente trabajo. Se trata, en principio, de una responsabilidad compartida entre médicos e ingenieros. Sin embargo, a pesar de que algunos de los profesionales entrevistados refirieron explícitamente a la co-responsabilidad de médicos e ingenieros en cuestiones bioéticas, de la mayoría de las expresiones vertidas se infiere que tal responsabilidad

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aparece compartimentada. Un segundo aspecto que surge del presente estudio se encuentra estrechamente vinculado con el anterior, y hasta cierto punto lo explica: la necesidad de articular un lenguaje común, o al menos para ambos comprensible, entre ingenieros y médicos. Debería promoverse una amplia discusión e intercambio de ideas entre estas dos comunidades profesionales, entre estas dos “formas culturales”, hasta alcanzar el nivel de comunicación que, articulando un lenguaje que permita el diálogo, se refleje en puntos de vista coincidentes respecto de la actitud bioética a tomar frente al paciente. En tal sentido, la realización de actividades conjuntas, tales como simposios, congresos y jornadas que impliquen el intercambio entre estas dos comunidades, puede contribuir a la construcción del referido lenguaje, y a la generación de una actitud bioética común. Esto último es probablemente más relevante en el caso de los ingenieros que, por la naturaleza de su actividad, no siempre comparten en forma directa las vivencias experimentadas por los pacientes respecto del uso de la tecnología médica. Todo esto es, por otra parte, coincidente con lo afirmado en la Introducción, acerca de la necesidad de una intensa comunicación entre los profesionales de la ingeniería y de las ciencias biomédicas15, y de que las dificultades en la comunicación constituyen uno de los obstáculos principales para la formación ética integral de los futuros ingenieros. Se impone, además, la necesidad de generar trabajos de investigación en el área de las relaciones entre ingeniería y bioética, pues la producción existente en dicho campo, al menos en Argentina, es escasa (ver 3.c). Tales investigaciones constituirían no sólo una base a tener en cuenta en el momento de diseñar acciones didácticas tendientes a incorporar la bioética en la formación de ingenieros y profesionales afines, sino que, además, permitirían pulsar la forma en que las comunidades académicas no médicas visualizan los problemas derivados del cumplimiento de los protocolos, del empleo del consentimiento informado, y del accionar de los profesionales de la salud, entre otros. La comprensión de la forma en que los profesionales de la tecnología perciben la problemática de la salud (que debería luego complementarse con un estudio acerca de la forma en que médicos y paramédicos interpretan la problemática tecnológica), sería un primer paso hacia la generación de un lenguaje común. Frente a ciertos aspectos negativos que pueden presentar las nuevas tecnologías, cabe preguntarse dónde termina la responsabilidad del diseñador (Frize, 2011), así como evaluar, desde el punto vista

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ético y moral, el impacto potencial que las mismas tendrán frente a la sociedad. Los ingenieros en general, y especialmente los bioingenieros, deben ser conscientes de su responsabilidad ética frente a las posibles consecuencias que pueda tener su trabajo. Por otra parte, digamos que la ética en la ingeniería no sólo pasa por determinar cuándo es válido aplicar o no un proceso tecnológico, sino también en evaluar las bondades y los riesgos comparativos existentes entre lo natural y lo sintético. Un caso paradigmático de esto lo constituyó la denominada “epidemia de alergia al látex”, consistente en numerosos casos de reacciones anafilácticas ante productos derivados del látex natural, que tuvo lugar durante el año 1989. En ese momento, al aumentar el consumo de tales productos, y con el fin de abaratar los costos, las industrias manufactureras tendieron a disminuir la calidad de sus productos, viéndose así involucrados los ingenieros químicos, entre otros profesionales, en la problemática ética. Desde el punto de vista legal existen varios aspectos que involucran el accionar de los profesionales de la ingeniería, entre ellos: a. La Ley 2652916 sobre “Derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de salud” (sancionada en 2009, en vigencia pero no reglamentada a la fecha) establece los derechos esenciales en la relación entre el paciente y el o los profesionales de la salud, el o los agentes del seguro de salud, y cualquier efector involucrado. Esta ley deja claro que el paciente tiene derecho a aceptar o rechazar determinadas terapias o procedimientos médicos o biológicos. Sus artículos expresan qué se entiende por información sanitaria, y qué es el consentimiento informado; este último deberá ser por escrito en casos tales como procedimientos de diagnóstico y terapéuticos invasivos, y procedimientos que impliquen riesgos según lo determine la reglamentación de la ley. La relación del paciente con la institución de salud incluye la relación con los artefactos tecnológicos utilizados en y por la misma y, por consiguiente, la relación entre el paciente y la tecnología, y entre el paciente y aquellos ocupados en diseñar, operar y mantener esta última. De todas formas, la investigación detallada en el apartado 3.e) demuestra que los puntos contenidos en esta ley son visualizados por la comunidad científico-tecnológica en forma muy relativa. b. La ley Nacional Nº 24742 sobre “Comités Hospitalarios de Ética”, sancionada y promulgada en 1996, en su artículo 1º establece que:


“en todo hospital del sistema público de salud y de seguridad social, en la medida en que su complejidad lo permita, deberá existir un Comité Hospitalario de Ética (CHE), que cumplirá funciones de asesoramiento, estudio, docencia y supervisión de la investigación respecto de aquellas cuestiones éticas que surgen de la práctica de la medicina hospitalaria”. Nótese que en la conformación de los CHE no se incluyen, en forma explícita, profesionales directamente vinculados a problemáticas científico-tecnológicas. Por supuesto, la deseable inclusión de tales profesionales requeriría, como primer paso, la capacitación de los mismos tanto en aspectos teóricos como prácticos de la bioética. Sobre los temas propios a desarrollar por los CHE la ley cita 14 ítems, de los que ninguno se refiere específicamente a la problemática asociada a las tecnologías para la salud. Sólo podría incluirse esta temática en algunos puntos de interpretación amplia, tales como: “relación médico-paciente”, “calidad y valor de la vida”, “atención de la salud”, y “racionalidad en el uso de los recursos disponibles17”. Por lo tanto, el uso de las tecnologías para la salud no es prioritario para dichos comités; esto se refuerza por lo referido previamente respecto de los profesionales que deberían conformarlos. Los códigos de ética de diversas asociaciones profesionales de ingenieros han reconocido la importancia de dar una orientación humanística al diseño y desarrollo de la tecnología. Por ejemplo, en la introducción del Código de Ética del IEEE leemos: “Nosotros, los miembros del IEEE, reconociendo la importancia de nuestras tecnologías en lo que afecta a la calidad de vida de la Humanidad, y aceptando una obligación personal hacia nuestra profesión, sus miembros y las comunidades a las que servimos…” Y en el Art. 5 del referido Código: “Mejorar la comprensión de la tecnología, su aplicación apropiada y sus consecuencias potenciales”. PROPUESTA DIDÁCTICA PARA LA INCORPORACIÓN DEL TEMA EN LA CARRERA DE INGENIERÍA Ahora bien, dado que la currícula de las carreras de ingeniería no suele incluir el tratamiento de cuestiones socio-éticas, como fue demostrado en los apartados 3.a y 3.b, esta responsabilidad quedaría en manos de los docentes, siendo una alternativa posible para su implementación concreta el estudio de casos. Para ello, es conveniente usar la técnica del trabajo en pequeños grupos, ya que favorece la participación de los estudiantes; se le entrega a cada grupo un escrito con

los datos del caso, acompañado por un cuestionario guía de la discusión. El trabajo grupal permite poner en evidencia las creencias y valores de los estudiantes, realizando finalmente una puesta en común guiada por el docente. Como expresamos en 3.d, los casos a ser estudiados deberían ser específicos de cada una de las orientaciones en que se divide la ingeniería. Un ejemplo concreto de este método de trabajo es, dentro de la ingeniería química, presentar el caso de la alergia al látex, que mencionamos previamente y que está muy relacionado con la cuestión de la salud pública. Es competencia de los ingenieros químicos el desarrollo de productos no-alergénicos que simultáneamente satisfagan las condiciones de flexibilidad y protección ante virus y bacterias que deben cumplir los productos de látex. El estudio de caso debería mostrar: a) la situación problemática específica; b) la población de riesgo correspondiente; c) las necesidades técnicas de los productos a desarrollar y, d) la importancia de tomar en cuenta la salud de la población en general y de los grupos de riesgo en particular, por sobre las consideraciones de tipo económico. Esto implica, a su vez, la construcción de un marco de valores, y reitera la necesidad de articular mecanismos de comunicación entre los profesionales de la ingeniería y de las disciplinas médicas. También podría efectuarse el análisis de casos de instituciones específicamente vinculadas con la temática. Un ejemplo concreto es el IBIME (Instituto de Ingeniería Biomédica) de la Facultad de Ingeniería de la UBA. Este Instituto se caracteriza por su elevado nivel científico y tecnológico, lo que le ha ganado un merecido reconocimiento internacional. Sus investigaciones generan artefactos de uso médico que presentan una componente ético-social. Como estudio de caso, por lo tanto, podría efectuarse el análisis de esta y otras instituciones similares. Conceptos tales como “dignidad humana”, “pérdida del cuerpo”, “fragmentación de la propia corporeidad”, “integración del cuerpo fragmentado”, todos ellos asociados a la acción terapéutica mediada por tecnología (ver 3.f), estarían entre las ideas nodales de estos estudios. En todos los casos debería enfatizarse el rol que la bioética presenta en cuanto disciplina, rol del que la comunidad científico-tecnológica, como vimos en 3.e, aún no presenta plena consciencia. De acuerdo con Asmatulu et al (2010): “Para los estudiantes de pregrado y posgrado que se preparan para carreras en ciencias biológicas y en biotecnología, ya sea como doctores en medicina, enfermeros, biólogos, químicos, físicos o ingenieros, es necesario implementar nuevos cursos focalizados en bioética. Estos cursos deberán ser impartidos por

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diferentes profesores de distintos departamentos, y deberån ser obligatorios para los estudiantes del campo de la biotecnología�.

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REFERENCIAS

14. Aunque esto excede el objetivo del presente trabajo, de aquí se desprende la necesidad de una intensa educación de la población en general acerca de estas temáticas. Sorprende que, siendo la mayoría de los relatores de casos estudiantes de Enfermería, prácticamente no existan menciones explícitas a la bioética.

1.“Aceptar la responsabilidad en la toma de decisiones de ingeniería consecuentes con la seguridad, salud y bienestar de las personas, y revelar rápidamente los factores que pudieran poner en peligro a las personas o al entorno”. Código de ética del IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers), Art. 1. Documento disponible online en: http://www.ieec.uned.es/investigacion/ieee_dieec/co_etico_ieee.htm. Acceso: 23 de mayo de 2014.

15. En palabras de Bernardo Houssay, se trataría de alcanzar una “coincidencia semántica y metodológica” entre las dos disciplinas, necesaria para poder desarrollar un trabajo en común. El conocimiento puro y aplicado de ingeniería, biología y medicina, permitirá esa tan largamente esperada tarea de interpretación y colaboración integrales.

2. CONFEDI (2011). Desarrollo de las competencias en la enseñanza de la ingeniería argentina. Publicado online en: http://www.confedi.org.ar. Acceso: 24 de septiembre de 2011. CONFEDI (2001). Informe de sesión plenaria N° XXIX, Resistencia, Chaco. Publicado online en: http://www. unalmed.edu.co/física/paginas/autoevaluación/documentos/ingeniería_ argentina/definicion_ingenieria.doc. Acceso: 3 de mayo de 2008.

16. Ley 26529 - Derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de salud- sanción. 21/10/2009 - publicación 21/11/2009 - vigencia desde 21/02/2010. 17. Entendiendo el término “recurso” en la forma más amplia posible, aquí podrían incluirse las tecnologías para la salud.

3. Cabe resaltar que, en importantes documentos relacionados con esta temática, la tecnología ni siquiera es mencionada. Entre los mismos, destaca la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial - Principios éticos para las investigaciones médicas en seres humanos, adoptada por la Asamblea Médica Mundial en Helsinki, Finlandia, junio 1964, con modificaciones en 1975, 1983, 1989, 1996, 2000, 2002 y 2004. Documento incluido en Fathalla y Fathalla (2004).

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5“La enseñanza de la Bioética debería incorporarse al sistema educativo y ser objeto de textos comprensibles y rigurosos”. Declaración Bioética de Gijón (2000), documento disponible online en: http: //www. fcm.unr.edu.ar/ingreso/.../2000-DeclaracionBioeticaDeGijon.doc.

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10 Se deja constancia de que no se tuvo acceso a los índices correspondientes a los siguientes números: 1996 – Vol. 2; 1997 completo; 1999 – Vol. 5; 2001 – Vol. 7; 2007 – Vol. 13, y el período 2008 – 2010 completo.

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11. Durante la realización de la encuesta, se planteó la duda acerca de si era correcto el empleo, en este contexto, del término “lícito” (ver el Anexo N° 2). Estrictamente hablando, lícito se dice propiamente de las acciones o de las cosas que las leyes consideran como indiferentes. Existe una diferencia entre los conceptos de “legal”, “legítimo” y “lícito”. Legal es aquello conforme a la ley, legítimo es aquello conforme con la justicia y la equidad, y lícito es aquello sobre lo cual la ley no se pronuncia. Según el Diccionario de la Real Academia Española, “lícito” es lo “justo, permitido, según justicia y razón”. En nuestro caso, la consulta refería a la “licitud ética” del procedimiento, y no a la “licitud jurídica” del mismo. Por eso debemos puntualizar que, para conservar la encuesta en su forma original, continuamos utilizando el vocablo “lícito”, pero entendido como sinónimo de “ético”.

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12. Cabe destacar que, con motivo de la epidemia de ebola desatada en África a mediados de 2014, la Organización Mundial de la Salud autorizó, por resolución del 12 de agosto de 2014, el empleo de tratamientos en etapa experimental (condicionados a la transparencia absoluta en cuanto a los cuidados, a la confidencialidad, al consentimiento informado, al respeto de las personas y la preservación de la dignidad y la implicación de las comunidades), sentando así un precedente al respecto.

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13. Recordamos que las menciones son producto de la reflexión de los casos.

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Trabajo actualmente en (indicar si es universidad, empresa, hospital u otro, sin mencionar la institución)

Anexo N° 1 Ingeniería y Medicina - Encuesta a estudiantes: 1. ¿Considerás que la carrera de Ingeniería en general, y la orientación que elegiste en particular, tienen aplicaciones en el campo de la medicina y la salud humana? 2. ¿Te interesaría saber más y recibir información sobre la relación existente entre los desarrollos tecnológicos y sus aplicaciones a la medicina y la salud humanas? 3. ¿Conocés algún caso de tipo ético relacionado con el empleo de la tecnología en salud y medicina? 4. Si respondiste afirmativamente, por favor indicá cuál o cuáles, y si la persona involucrada fue un familiar, un amigo u otro. Anexo N° 2 Encuesta sobre bioética (se han suprimido las partes del texto que hacen referencia a los autores del presente trabajo) Estimado/a profesional: Se solicita su colaboración para un trabajo de investigación que se está llevando a cabo actualmente en --------------------------------------------------. Sus respuestas se mantendrán en el más completo anonimato y serán utilizadas dentro del proyecto de investigación --------------------------------------------. Le pedimos entonces cuál sería su postura ante el siguiente dilema ético: “Para poder ayudar a una persona (ya sea para salvarle la vida o para mejorar sensiblemente su salud), se decide aplicar un tratamiento cuando todavía no se han completado todos los pasos del protocolo correspondiente. Dado que se solicita al paciente la firma de un consentimiento para la aplicación de dicho tratamiento, la acción es legal. Desde un punto de vista ético, ¿considera lícita esa actitud?” Mi opinión es:

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