Un derecho conquistado para las trabajadoras del hogar y cuidados

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LaOpinión DE MÁLAGA

LUNES, 13 DE JUNIO DE 2022 | 19

Opinión

Vivir en pecado mortal TIERRA DE NADIE

Juan José Millás

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a gente que mata lo imagina antes de hacerlo. Pongamos que uno tiene una abuela rica a la que espera heredar. Pongamos que la abuela va cumpliendo años sin morirse (es posible: véase Isabel II). Pongamos que el nieto comienza a adquirir deudas a cuenta de una herencia que no llega. Pongamos que el nieto se mete un

día en la cama y fantasea con la defunción de la anciana. ¿Quién no ha imaginado que alguien se muere? Ese es sin duda el primer paso. El segundo, imaginar que matas a ese alguien. La mayoría de la gente se queda en el primer paso, que también tiene sus peligros. Yo mismo imaginé de niño que se moría un profesor al que odiaba. El caso es que se murió y,

debido al pensamiento mágico propio de la infancia, pensé que lo había matado yo. Me remordía tanto la conciencia que ni siquiera llegué a confesarme y viví en pecado mortal durante varios años, expuesto a tener un accidente e ir al infierno de cabeza. Ya de mayor, hablándolo con mi psicoanalista, logré liberarme de aquella culpa antigua. Aunque no del todo, si he de ser sincero. El segundo paso, como decíamos, es el de imaginar que matas. Supongamos que con veneno. El veneno, si eres hábil, no deja rastro y a las ancianas, por lo general, no se les practica la autopsia, pues se supone que mueren de viejas. O sea, que envenenar a tu abuela rica no debería ser tan complicado. De momento, el crimen permanece en el ámbito de la fantasía y

Un derecho conquistado para las trabajadoras del hogar y cuidados MÁLAGA SOLIDARIA

Laura Guillén

Voluntaria de Málaga Acoge. Portavoz de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Granada e impulsora de la Plataforma de Trabajadoras del Hogar y Cuidados de Málaga

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levamos años pidiendo la ratificación del Convenio sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos, conocido como Convenio 189, que la Organización Internacional de los Trabajadores (OIT) estableció en 2011. A nuestros gobiernos les ha costado mucho trabajo, pero el pasado jueves todos los grupos parlamentarios lo ratificaron en el Congreso y por ello el 9 de junio de 2022 es un día histórico. Este resultado trascendental es fruto de la lucha de todas las asociaciones de trabajadoras del hogar y cuidados de España: hemos exigido a nuestros ayuntamientos que instaran al Gobierno a su ratificación, ha habido muchas salidas a la calle, multitud de encuentros para ver la manera de convencerles de que hicieran algo que es de justicia. Presentamos la petición en los parlamentos de las comunidades autónomas, solicitamos entrevistas con los distin-

tos ministerios… hasta que por fin el lunes 6 de junio representantes del colectivo se reunieron con la ministra de Trabajo para presentarle las demandas que creemos esenciales de cara a la ratificación del Convenio 189, su desarrollo normativo posterior y cumplimiento. Entre estas demandas está la incorporación plena en el Régimen General de la Seguridad Social de las trabajadoras del hogar eliminando el sistema especial y el reconocimiento de este colectivo en el marco del Estatuto de los Trabajadores. También la eliminación de la figura del desistimiento, que supone una forma de despido libre e injustificado y la aplicación del régimen jurídico de la extinción del contrato bajo el artículo 49 del Estatuto de los Trabajadores. Entre las peticiones también figura el reconocimiento de las enfermedades profesionales asociadas al sector y su incorporación a la protección de la Seguridad Social y al ámbito de la aplica-

ción de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Con respecto a las trabajadoras de régimen interno, requerimos una mayor protección con mecanismos de control para garantizar los descansos, regular el régimen de pernocta, el salario en especie, el derecho a la privacidad, la intimidad y su bienestar. También es importante adoptar medidas específicas para garantizar inspecciones de trabajo eficaces que detecten situaciones abusivas. Consideramos que el Estado es el que, en el marco de sus políticas públicas de cuidados, debe asumir el incremento en los costes para garantizar tanto el derecho al cuidado de todas las personas que lo necesitan, como unas condiciones laborales dignas en el trabajo del hogar. Es primordial fortalecer las políticas públicas de cuidados y apoyar a las familias con rentas más bajas que, ante la insuficiencia de recursos públicos, dependen de la contratación de una trabajadora de hogar para proveer de cuidados a las personas en situación de dependencia. La reciente sentencia judicial del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que reconoció en febrero la existencia de discriminación a las trabajadoras del hogar en la legislación española al

en la fantasía todo está permitido. Puedes imaginar que has enterrado ya a la abuela y que te das la gran vida con su herencia. Ahí estás, en los mejores hoteles, pidiendo caviar y disfrutando de la sauna y de las aguas termales del establecimiento de lujo. Tal vez, para ampliar esa fantasía, entres en internet y busques información acerca de los venenos más difíciles de hallar en el cadáver. Hasta ahí, bien. Todo se puede imaginar, pero no todo lo que se imagina debe llevarse a la práctica. Pero supongamos que lo haces, que finalmente envenenas a la abuela. ¿Qué fue lo que te ayudó a dar el salto de la fantasía a la realidad? Esa es la gran pregunta. Si fuéramos capaces de responderla, mataríamos menos a las abuelas.

negarles el acceso a la prestación de desempleo, ha sido la que ha empujado al actual Gobierno a acceder a equiparar los derechos de estas trabajadoras con los del resto de asalariados. Son más de 600.000 las trabajadoras del hogar y cuidados las que llevan décadas trabajando sin derecho a la prestación de desempleo, con despidos libres, con pensiones mínimas, sin prevención de riesgos laborales e, incluso, en situaciones de semiesclavitud, como es el trabajo en régimen interno. Consideramos que la ratificación es «un derecho conquistado», pero creemos que hay que implicar a los ministros de Seguridad Social para que incluyan a las trabajadoras del hogar, aunque se encuentren en situación de desprotección administrativa. Y Hacienda que lo incluya en sus partidas. La ministra de Trabajo ha anunciado que la normativa que desarrollará la aplicación del Convenio 189 saldrá «rápidamente» para darles a las trabajadoras del hogar y cuidados todos los derechos en igualdad al resto de los trabajadores: desempleo, despido regulado y prevención del acoso sexual. Tenemos claro que no vamos a parar hasta que el Senado lo ratifique, hasta que se publique en el BOE, hasta su aplicación. No bajaremos la guardia hasta que sea una realidad y las trabajadoras del hogar y cuidados tengan derecho a cotizar para el desempleo y logren otras derechos. Una vez más hemos demostrado que no solo sabemos exigir, sino también plantear propuestas y que sean escuchadas.

LECTORES ORIGEN DE LA FIESTA DEL CORPUS u Basándose en las palabras de Jesús en la última cena: «Tomad y comed, esto es mi cuerpo. Bebed, ésta es mi sangre», en 1208 la religiosa Juliana de Cornillón, propuso la idea de una festividad en honor al Cuerpo y Sangre de Cristo, presen-

tes en la Eucaristía, que se celebró por primera vez en 1246 en la diócesis de Lieja (Bélgica). En 1263, al celebrar misa un sacerdote no convencido de la transubstanciación, brotó sangre de la Hostia consagrada (Bolsena, Italia), cuyas gotas mancharon el corporal y algunas piedras del altar que aún se conser-

van en la basílica de Santa Cristina, a la que acuden bastantes peregrinos y turistas. Urbano IV que vivía en Orvieto, mandó investigar el fenómeno y el 8 de septiembre de 1264 instituyó oficialmente la fiesta, que promocionó definitivamente el papa Nicolás V en 1447. En 1964 Pablo VI celebró misa en el altar del

milagro y se realizaron más comprobaciones que dieron como resultado ser sangre del tipo AB del ventrículo izquierdo de un hombre de unos 30 años, tal como se ha comprobado en otros milagros eucarísticos y en la misma sábana santa de Turín. Ni que decir tiene que la fiesta, acompañada de solemne proce-

sión, se extendió por todo el mundo, hasta el punto de quedar en España el dicho popular: «Hay tres días que relucen más que el sol: Jueves santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión». Miguel Hijano Guerrero MÁLAGA

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