Geronimo Stilton | Las Mil Maravilla

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4 MM DI ABBONDANZA PER LA PIEGA

Nacido en Ratonia, capital de la Isla de los Ratones, dirige El Eco del Roedor, el periódico más famoso de la isla, fundado por su abuelo Torcuato Revoltosi. En su tiempo libre, Geronimo colecciona cortezas antiguas de queso, del siglo xviii , pero lo que de verdad adora es escribir libros, que han tenido un éxito excepcional: publicados en 50 idiomas, ¡han vendido 37 millones de copias en Italiano y 170 millones de ejemplares en todo el mundo! Para conocer las aventuras de Geronimo Stilton y de sus amigos, visita la web www.geronimostilton.com

Es un proyecto realizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Italia con el propósito de acercar a chicas y chicos de todo el mundo las muchas bellezas artísticas y culturales italianas, incluidas las menos conocidas. Se distribuye a través de Embajadas, Consulados y la red de Institutos Italianos de Cultura.

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DIMENSIONE: 144x217 mm - RIFILATO: 140x210 mm

4MM DI ABBONDANZA PER LA PIEGA

Queridos amigos roedores, abrochaos los cinturones y preparaos: ¡un viaje increíble nos espera! Venid conmigo, mejor dicho, con nosotros... ¡Despegamos! Era una luminosa mañana de verano y yo estaba sentado en un avión, dispuesto a pasar unas vacaciones tranquilas en compañía de mi familia. Pero... ¡de tranquilas nada! ¡Aquel era el principio de un viaje increíble! Sí, porque a mí, a Geronimo Stilton, los amigos me habían inscrito en las Mil Maravillas, una fabulosa búsqueda del tesoro por ciudades, pueblos y paisajes preciosos. ¡Etapa a etapa, de Roma a Venecia, de los Apeninos a los Alpes, mi familia y yo visitamos lugares únicos en el mundo! Si también queréis sorprenderos con un país de belleza, arte, historia y naturaleza incomparables, preparaos para viajar con nosotros... ¡Empieza la aventura!

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Con mochila y botas hemos alcanzado lugares superratónicos... ¡Visitar Italia a pie es un viaje dentro del viaje!

Nuestro viaje empieza y termina en avión, con un vuelo de Ratonia a Roma (a la ida) y otro de Venecia a Ratonia (a la vuelta).

NOTAS DE VIAJE

A mí me ha encantado el minibús, más pequeño que el autocar pero más espacioso que el coche... ¡En él me he echado unas siestas memorables!

¡En las etapas en bici hemos descubierto paisajes únicos de verdad! ¡Y para los menos entrenados hay bicicletas eléctricas!

En coche hemos devorado cientos de kilómetros, turnándonos al volante ¡o aprovechando que nos llevaban amigos!

SALIDA

LLEGADA

¡Para ir a las islas, todos al transbordador! Lo hemos cogido para llegar a Sicilia y Cerdeña, ¡pero también a la isla Bella del lago Mayor!

¡Viva el tren, un medio superversátil! Entre la alta velocidad, las líneas locales, los ferrocarriles históricos y los trenes de montaña, ¡hay mucho donde elegir!

Ministero degli Affari Esteri e della Cooperazione Internazionale

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Preparados, listos... ¡ya!

Texto de Geronimo Stilton Coordinación editorial de Patrizia Puricelli Editing de Benedetta Biasi Cubierta de Alessandro Muscillo Diseñador gráfico: Mauro De Toffol / theWorldof DOT Ilustraciones de la historia y del interior de la sobrecubierta de Ivan Bigarella (diseño) y Christian Aliprandi (color) Coordinación artística de Roberta Bianchi Gráfica de Marta Lorini Basado en una idea original de Elisabetta Dami www.geronimostilton.com © 2020 ­ Mondadori Libri S.p.A., para PIEMME info@edizpiemme.it Título original: Mille Meraviglie. Viaggio alla scoperta dell’Italia Derechos internacionales © Atlantyca S.p.A., Via Leopardi, 8 ­ 20123 Milán ­ Italia www.atlantyca.com ­ contacto: foreignrights@atlantyca.it Traducción de Miguel García Coordinación de la redacción española: Atlantyca S.p.A.

Edición especial realizada para el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional – Dirección de relaciones culturales, científicas y económicas (DGSP), en colaboración con la Comisión Nacional Italiana para la UNESCO. Organizzazione delle Nazioni Unite per l’Educazione, la Scienza e la Cultura

Commissione Nazionale Italiana per l’UNESCO

Stilton es el nombre de un famoso queso inglés. Es una marca registrada de la Asociación de Fabricantes de Queso Stilton. Para más información www.stiltoncheese.com No se permite la reproducción total o parcial de este libro ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la pro­ piedad intelectual.

Impreso por ELCOGRAF S.p.A. ­ Verona

Era una fresca mañana de verano. Mejor dicho, ¡era un superratónico amanecer de verano! Chillííí, era realmente prontísimo: el SOL estaba a punto de salir y... yo acababa de llegar al aeropuerto internacional de Ratonia, listo para pasar unas vacaciones superratónicas. Destino: ¡Italia!


Preparados, listos... ¡ya! Mi hermana Tea, mi primo Trampita y mis sobrinos Benjamín y Trappy ya me esperaban. Con ellos estaba también el abuelo Torcuato, que quería despedirse de nosotros antes de nuestra marcha . —¡Estaba seguro de que llegarías con retraso, nietastro! —exclamó nada más verme—. ¡Figúrate que he venido aposta para comprobarlo! Luego consultó su reloj y suavizó la voz: —Pero por una vez lo has logrado: ¡eres puntual! ¡Pórtate bien, ¿eh?! ¡Quiero sentirme orgulloso de ti! —Ejem, ¡sí, abuelo! Pero... ¿por qué deberías sentirte orgulloso? —le pregunté, un poco perplejo. Él vociferó entonces: —¿Cómo que por quééé? ¡¡Este viaje es importan­ tísimooo!! ¡¿Es que aún no lo entiendeeees?! Yo estaba cada vez más perplejo... ¿Desde cuándo se interesaba por mis vacaciones? ¡Ah, claro! ¡¡Quizá le importaban aquellas vacaciones porque habían sido idea suya!! Le respondí: —¡No temas, abuelo! Te prometo que haré todo lo posible para que este viaje sea... ¡superratónico! —¡Eso quería oír, nieto! —repuso él—. ¡Suerte, y que rabien los gatos!

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Preparados, listos... ¡ya! Poco después, en el asiento del avión, mientras por debajo de nosotros discurría una extensión de esponjosísimas nubes, le dije a mi familia: —Ah, Italia ... ¡lo tiene ITALIA realmente todo! Museos y VISITAS IMPRESCINDIBLES monumentos para quien ama 1. ROMA Y EL COLISEO (LACIO) 2. FLORENCIA Y LOS UFFIZI la cultura, una naturaleza (TOSCANA) superratónica para los espí­ 3. VENECIA Y LA PLAZA DE SAN MARCOS (VÉNETO) ritus aventureros, tradiciones 4. MILÁN Y LA CATEDRAL locales para los curiosos ¡y (LOMBARDÍA) 5. LAS CINQUE TERRE (LIGURIA) comida exquisita para los 6. NÁPOLES (CAMPANIA) glotones! He hecho una lista 7. POMPEYA, CAPRI Y SORRENTO (CAMPANIA) de las cosas que de ningún 8. EL VALLE DE LOS TEMPLOS EN AGRIGENTO (SICILIA) modo podemos perdernos... 9. SALENTO (APULIA) Entonces Benjamín chilló: 10. MATERA (BASILICATA) —Pero, tío G, ¡no sé si nos dará tiempo! Si queremos ganar la PRU EBA , ¡tendremos que estar listos para saltar de un lugar a otro! ¡Y no seremos nosotros los que decidamos las etapas! Me sobresalté: —¿Eh? ¿Prueba? ¿Ganar? ¿Etapas? ¿De qué hablas, Benjamín?

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Preparados, listos... ¡ya!

Preparados, listos... ¡ya!

Tea, Benjamín, Trappy y Trampita cruzaron una mirada interrogativa y luego empezaron a preguntarse...

¿

sabe?

¿N

os

?

no! ¡Yo

¡D

o ísel

tú, Trampita!

Pe

r

o

lo no

as e lo h dicho

Nada más aterrizar en Roma, lo primero que vi en el aeropuerto fue un enorme cartel que ponía:

¡BIENVENIDOS, S TILTON! Lo sostenía una roedora que nos recibió y nos entregó las reglas de la prueba... En el minibús que nos llevaba al albergue donde nos alojaríamos, las estudiamos detenidamente... Por mil quesos de bola,

—¡Tú tan pelma como siempre, Geronimastro! —bufó Trampita—. ¿Por qué no te has informado como es debido? ¿De verdad pensabas que el abuelo nos mandaba solo de vacaciones? ¡Nada de eso! ¡Participaremos en las MIL MARAVILLAS, una superra­ tónica búsqueda de tesoros al descubrimiento de las bellezas de Italia! —Ejem... ¡¿Búsqueda de tesoros?! —exclamé. —¡Así es! —me contestó Tea—. ¡Será una ex­ periencia completamente inolvidable! Pero ahora relájate, hermanito, lo sabremos todo a nuestra llegada a Roma...

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ntura ¡la ave

había comenzad o!

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¡Empieza la aventura!

Lacio

* «¡Trampita, amigo mío! ¿Cómo estás?»

BIP BIP

Pero entonces me apare­ ció de pronto en la panta­ ba ue pr lla del móvil el misterioso Bienvenidos a la y... las MIL MARAVILLAS bien los mensaje que todos es­ ¡suerte, y que ra gatos! tábamos esperando. para ¡Esta es la pista llegar a la Chillííí, qué emoción... 1.ª etapa! ¡Por fin nuestra aven­ O ¡DENTRO DEL OJ A tura ita liana iba a DE LA CERRADUR N RÁ RA ENCONT STRA arrancar! Carraspeé y UNA OBRA MAE ! RA TU EC IT QU DE LA AR lo leí en voz alta. —Hum... —murmuró Trampita—. ¡¿Cómo puede una cerradura tener dentro una obra maestra de la arquitectura, que además será, imagino, un monumento ?! —¡Eso es imposible! —chilló Trappy. —¡Al contrario, seguro que hay una solución! —ex­ clamó Tea. —¡Solo debemos encontrarla! —dijo Benjamín. Todos estábamos concentrados en aquella extraña adivinanza cuando se oyó una voz sonora: —Trappola, amico mio! Come stai?* —¡Claudiooo! —exclamó mi primo—. ¡Qué sor­ presa! Pero ¡¿dónde te habías metido?!

Mis queridos roedorcitos, ¡debéis saber que Tram­ pita ya había estado antes en Roma para hacer un curso de cocina romana! Así conoció a Clau­ dio, un roedor simpá­ tico y parlanchín que trabaja de chico para todo en el albergue, ¡preci­ samente en el que nos alojábamos! Tras las presentaciones, Claudio nos dijo: —¡Estoy muy orgulloso de que participéis en las M IL M ARAVILLAS! Para esta etapa en Lacio podéis contar conmigo y con... PROVOLONE. —¡¿Provolone?! —preguntamos nosotros como un solo ratón. Claudio nos lo aclaró entonces: ¡a su minibús, de co­ lor amarillo queso, le había puesto el nombre de aquel queso italiano! Trampita no perdió tiempo, le hizo leer el enigma de la cerradura, y él dijo sonriendo: —¡Ya lo tengo! ¡Venid conmigo, amigos!

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¡Empieza la aventura!

Lacio

Lo seguimos hasta el minibús amarillo y nos monta­ mos en él... —¿Os gusta Roma? —nos preguntó Claudio mien­ tras se ponía al volante—. ¡No es solo una de las ciu­ del mundo, sino que además dades más esconde muchos misterios y curiosidades! Al rato detuvo el coche en una plaza desierta y dijo: —¡Tenemos suerte! ¡Suele haber una larga cola, pero hoy no hay nadie! —Ejem... ¿Qué hemos venido a hacer aquí? Es más, ¿dónde estamos exactamente? —le pregunté. Él nos sonrió de un modo enigmático. —Estamos delante de la sede del Gran Priorato de Roma de la Orden de Malta... ¡Y es aquí don­ de debéis buscar la cerradura! Yo no entendía ni corteza... ¿La cerradura? ¡¿En me­ dio de una plaza?! Pero Trappy contestó: de alrededor! —¡Echemos un vistazo a las —¡Oooh! —se le escapó poco después a Trampita. Por mil quesos de bola, mi primo estaba inclinado delante del portón de la Villa del Priorato con un ojo en la cerradura . —¡Mira, Geronimicón, y no seas bobalicón!

bonitas

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Me acerqué entonces al portón y... —¡Increíble! Por el agujero de la cerradura se veía, nítida y bien encuadrada, ¡la cúpula de la basílica de San Pedro!

La BASÍLICA DE SAN PEDRO, proyectada —entre otros— por el genial Miguel Ángel (Michelangelo Buonarroti), está considerada uno de los edificios más grandes del mundo, ¡con una superficie de unos 23.000 metros cuadrados! Su cúpula, cariñosamente llamada il Cupolone, ¡supera los 133 metros de altura!


¡Empieza la aventura!

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Cuando volvimos, Claudio vio nuestras caras mara­ villadas y exclamó: —¡No está mal como primera etapa! Luego mandamos el selfi que exigían las reglas y, en respuesta, nos llegó este mensaje... Mis sobrinos estaban un po­ co decepcionados: —Pero ¿cómo?, ¿ya hemos terminado? ¡Bra vo ¡Eso , Stilto —No temáis —inter vino por es to n! hoy do Claudio—. La visita a Roma ma ! ¡Hast ñan a continúa... ¡conmigo! a! —¡Viva! —chilló Trappy—. ¿Adónde nos llevas? Trampita preguntó esperanzado: —¿A un restaurante? Pero Claudio no lo oyó. —Grrr —refunfuñó mi primo—, ¡seguro que él ya se habrá comido un platazo de alcachofas fri­ tas! ¡Seguro que él no piensa en la merienda! ¡Y a saber cuándo querrá cenar él! —¿Por dónde queréis empezar la visita? ¿Por la Boca de la Verdad, por las Catacumbas...? ¡Lo difícil es elegir! —nos preguntó nuestro amigo.

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Así que volvimos a montarnos en Provolone y nos lanzamos al descubrimiento de la ciudad. —Mirad, estas son las murallas aurelianas —nos ilustró Claudio—. ¡En total tenían una longitud de 18 kilómetros, aunque actualmente solo queda una parte! Las hizo construir el emperador Aurelia­ no para defender la ciudad frente a los bárbaros, los pueblos extranjeros enemigos de Roma. Tenían puertas de entrada y salida, ¡como la puerta de San Pablo que veis allí!


¡Empieza la aventura!

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Claudio hablaba, ha­ blaba, hablaba... ¡Era VIAJE EN EL TIEMPO Marco Tulio Cicerón fue un un auténtico placer es­ político y orador romano cucharle! Estaba de­ del siglo I a. C. Son conocidas sus oraciones, es decir, mostrando ser un ver­ los discursos que pronunció para sostener sus ideas. De dadero cicerone. hecho, «orador» es quien saDespués de horas y ho­ be hablar en público. Hoy, hacer de cicerone significa ras de auténticas mara­ guiar a alguien en la visita a una ciudad, un monumento, villas, ¡Roma nos de­ un museo... leitó también con una espectacular puesta de sol! Y por fin (y digo por fin) había llegado la hora de la cena, ¡la visita me había dado un hambre felina! Tras una cena típica romana a base de bucatini (es­ paguetis gruesos y huecos), alcachofas fritas, saltimbocca (filete de ternera con jamón y salvia) y otras delicias, nos fuimos a dormir, ¡cansados pero felices! A la mañana siguiente nos despertó un repique de campana y la voz potente de Claudio: —¡Arriba, amigos! ¡Hay una etapa esperándoos! De hecho, mientras desayunábamos en la terraza del albergue nos llegó el mensaje para la segunda etapa de las MIL MARAVILLAS.

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Como de costumbre, lo leí en voz alta:

—Tenemos ojos, pero no vemos...

¡Aunque quizá a quien nos mira asustemos! ¡Uf, no entendíamos ni corteza! Benjamín, sin embargo, nos enseñó la tableta: —¡Mira esto, tío G! Podría tratarse de este sitio, un jardín lleno de... ¡monstruos de piedra! Nos acercamos para mirar: cerca de Viterbo, por lo tanto no lejos de Roma, se encontraba el Parque de los Monstruos de Bomarzo.

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

El Bosque Sagrado de Bomarzo El Bosque Sagrado de Bomarzo, también llamado Parque de los Monstruos, es algo único en el mundo. En la segunda mitad del siglo XVI, Vicino Orsini, señor de estas tierras, creó un lugar indudablemente original haciendo esculpir las rocas que afloraban del terreno en forma de monstruos, dragones, criaturas mitológicas y también asientos, con frases misteriosas inscritas.

¡Un lugar mágico!


¡Empieza la aventura!

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—¡Bien por ti, Benjamín! —celebró Claudio—. ¡No lo había pensado! En el Parque de los Monstruos de Bomarzo se camina entre dragones, animales mito­ lógicos y MONSTRUOS de piedra. ¡Seguro que se trata de vuestra próxima etapa! ¡Yo os llevo! Nos despedimos de los dueños del albergue, carga­ mos el equipaje en PROVOLONE y volvimos a empren­ der el viaje. En un par de horas llegamos a Bomarzo y entramos en el Parque de los Monstruos. Benjamín, petrificado de asombro ante un orco de piedra, exclamó: —¡Esto es SUPERRATÓNICO ! Trappy asintió con el hocico levantado hacia las esta­ tuas de dos gigantes luchando. Yo salí de la Casa Inclinada tambaleándome y con el estómago revuelto... ¡Chillííí, en ese edificio todo había perdido los puntos de referencia! Tras un rato de exploración por aquel lugar increí­ ble, ¡me di cuenta de que faltaba alguien! —Pero ¿dónde está Trampita? —pregunté. Tea me miró. —¿No iba delante de ti? —¡No! —respondí yo—. ¿No estaba con vosotros? — S OOOCOOORROOO! —oímos chillar de pronto. !

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Chillííí, era la voz de mi primo. Y venía de las pro­ fundidades tenebrosas de una boca... ¡La boca de un gigantesco monstruo barbudo ! ¡Brrr! Reuní valor y corrí enseguida hasta la escultura. Pero de repente: —¡Cucú! Trampita salió riéndose de las FAUCES de piedra. —¡Te la he jugado, Geronimillo! ¡Mírate, estás más pálido que el requesón!


* «¡Gracias a ti, Claudio! ¡¡Tu ayuda ha sido muy valiosa!!»

¡Empieza la aventura!

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¡Uf, Trampita no cambiará nunca! Pero habíamos perdido demasiado tiempo, así que exclamé: —¡Eh, es el momento del selfi ! Trampita hizo una foto delante del monstruo de pie­ dra y se la envió a los jueces de las MIL MARAVILLAS. —¡Esta prueba es pura diversión! —comentó exta­ siado Benjamín. Inmediatamente después nos llegó un mensaje... ¡Habíamos completado la etapa de Lacio! —¡Viva! —lo celebramos. ien, b y u m hecho —¡Nos las hemos arreglado ¡Lo han an concluido H ! n . io c a Stilto as de L muy bien! —comenté yo. las etap a cita x Pró im s... ole Luego añadí—: Grazie a te, en Náp tres e d o r t n e ¡d Claudio! Il tuo aiuto è stato días! prezioso!!* —Puesto que tenéis unos días libres, ¡os llevo a visitar un par de sitios realmente especiales! ¿Qué me decís? —re­ plicó nuestro amigo con picardía. Los Stilton cruzamos una mirada de complicidad y luego Trampita contestó por todos: —¡Por supuesto que sí! Así que volvimos a acomodarnos en Provolone.

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Pasada una media hora de viaje, Claudio se detuvo en un área de descanso en la carretera y nos hizo bajar para admirar el panorama . Lo que vimos nos dejó boquiabiertos: la carretera proseguía por un P U E N T E larguísimo que conducía a una población encaramada a un monte. —¡¿Sabéis que aquel pueblecito de allí tiene solo una decena de habitantes?! —exclamó Claudio.


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—¡¿De veras?! —se asombró Tea—. ¿Tan pocos? Nuestro amigo nos explicó: —A causa de una serie de des pren di mi entos , el pueblo, lamentablemente, ha ido quedando aban­ donado poco a poco. Yo no cabía en el pelaje de curiosidad: —¿A qué esperamos? ¡Montemos en Provolone y vayamos! Claudio me miró como a un lunático: —¡Oh, no, no, no, Geronimo! ¡El puente solo se puede atravesar a pie! —¡¿A pie?! —dije con los ojos desencajados. —¡Así es! —confirmó él—. De todos modos, su lon­ gitud es de solo... ¡300 metros! —¡Pero en subida! —exclamé más preocupado. No teníamos alternativa, así que nos pusimos en marcha y, tras un verdadero palizón cuesta arriba de 300 metros... —Bienvenidos a Civita di Bagnoregio —dijo Clau­ dio—. Esta población fue fundada por los etruscos hace 2.500 años... Nos quedamos unas horas, pues, explorando aquel pueblo formado por sugestivas casas de piedra , en una atmósfera detenida y fuera del tiempo.

Aquella noche estábamos realmente cansados, ¡pero VIAJE EN EL TIEMPO nuestro recorrido por Los etruscos se asentaron Lacio no había terminado! en Italia a partir del siglo IX a. C. Vivían en una zona Pasamos los dos días siguien­ repartida entre lo que hoy es Toscana, Umbría tes, de hecho, viajando por la y Lacio, que tomó de elregión con Claudio... los el nombre de Etruria. ¿Una curiosidad? ¡Los Después de lo cual llegó el etruscos escribían de derecha a izquierda! momento de marcharnos ha­ cia la etapa siguiente de las MIL MARAVILLAS, ¡Campania! Nos despedimos de Claudio con la promesa de vol­ ver a vernos pronto y, en el viaje en tren a Nápoles, Benjamín y Trappy buscaron en internet curiosida­ des de los lugares que habíamos visitado, ¡comen­ zando así el diario de viaje de nuestra maravillosa búsqueda de tesoros por Italia!

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¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

La necrópolis de Cerveteri

Las bellezas de Viterbo

¡Visitar la necrópolis etrusca de Cerveteri ha sido una experiencia superratónica! ¿Queréis saber qué es una necrópolis? Es fácil: se trata de uno de los lugares en los que antiguamente enterraban a los muertos. ¡La de Cerveteri es una de las más importantes del Mediterráneo! Las pinturas y los objetos encontrados en las tumbas nos hablan de la vida cotidiana y de los mitos y las ceremonias de los antiguos etruscos como en un auténtico... ¡viaje en el tiempo!

Para vencer el canguelo, tío G ha necesitado... ¡un empujoncito!

VIAJE EN EL TIEMPO Las tumbas de Cerveteri son miles y están ordenadas como una verdadera ciudad, con calles, plazas y barrios. Algunas son como trincheras excavadas en la roca; otras son túmulos, que a menudo contienen más de una tumba; otras más tienen forma de cabaña o casita excavada en la roca.

Viterbo es una preciosa ciudad de Lacio. Claudio nos ha contado que aquí, el 3 de septiembre de cada año, más de cien hombres, llamados facchini («costaleros»), llevan por las calles de la ciudad una estructura de 30 metros de altura; es la Máquina de Santa Rosa que sostiene la estatua de la santa patrona de Viterbo, es decir, la santa protectora de la ciudad. Los facchini van vestidos de blanco y rojo, con un pañuelo en la cabeza... ¡como el de los piratas!

¡Una estructura que pesa 5 toneladas! ¡¡Chillííí!!

¡Tiene el centro medieval más grande de Europa!


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Región: Campania Capital: Nápoles

Mis queridos roedorcitos, ¿queréis saber qué fue lo primero que exploramos al llegar a Nápoles? ¡Pues los dulces típicos, naturalmente! Sentados a la mesa de una pastelería histórica na­ politana, estábamos degustan­ BIP do unos exquisitos hojaldres BIP cuando nos llegó el mensaje de las MIL MARAVILLAS, ¡chillí! ¡Y contenía la adivinan­ za que nos conduciría a la primera etapa en Campania! La leí en voz alta:

—Al lugar a pie han de llegar,

y les parecerá estar a la orilla o dentro del mar.

adivinanza?»

—Chicos, siento tener que irme de un sitio tan boni­ to, ¡pero la prueba nos espera! —exclamó Tea, y fue corriendo a pagar la cuenta.

El propietario del local se inclinó ante ella y, con galantería, le dijo: —¡Señorita, mi estable­ cimiento es bonito, pero usted lo es más! Mi hermana le SONRIÓ y aprovechó para enseñarle el móvil y preguntarle: —Lei che è così gentile, potrebbe aiutarci con questo indovinello?* —¡Es fácil! —contestó—. ¡Bajen al metro! Para lle­ gar a él, giren a la derecha y luego a la izquierda. Y nos señaló una calle que atravesaba el increíble centro histórico de Nápoles. Yo reflexioné para mí: «¡Qué raro! Habría pensado en un lugar de la costa... Quizá se pueda ir en metro, quién sabe...». En aquel momento, Trampita, que iba por delante y bajaba ya las escaleras del metro, me llamó: —¡Ven, Geronimín, sigue a tu buen primín! —Y un instante después oí que exclamaba—: ¡Esta ciudad es extraordinaria de verdad! ¡Incluso el metro es una obra maestra!

* «Usted, que es tan amable, ¿podría ayudarnos con esta

Una inmersión no programada

Campania


Una inmersión no programada Fuimos a toda prisa hasta él. Y en un vibrar de bigo­ tes nos vimos rodeados de MOSAICOS azules que reflejaban la luz como hacen las olas en pleno mar. ¡Qué maravilloso espectáculo! —¡Pues claro, la primera etapa en Campania es la estación Toledo del metro! —dijo Tea—. Estamos bajo tierra, ¡¡pero parece que estemos en el mar!! —¡¡El mar!! —exclamó Benjamín—. Pero ¡¿iremos luego a ver el de verdad?! —¡Sí, Ben, te lo prometo! —contesté—. Pero antes te­ nemos que hacernos el selfi para las MIL MARAVILLAS.

La ESTACIÓN TOLEDO es una auténtica obra de arte que ha recibido muchos premios por su originalidad, entre ellos el de la International Tunnelling Association, ¡en la práctica el Oscar de las obras subterráneas!

Campania Acababa de enviar nuestra foto delante de los mosai­ cos del metro cuando me llegó el mensaje con la si­ guiente adivinanza. La leí en voz alta: BIP

—¿Ven un templo muy antiguo?

BIP

¡Alcen el hocico y lo verán, yo lo atestiguo! —¿Un templo? —se extrañó Trappy—. Pero si aquí no hay ningún templo... —Aquí no, pero todo cambia si hacéis como dice la adivinanza: ¡alzad el hocico! —dijo Tea. En efecto, en un cartel por encima de nuestras ca­ bezas había dibujados templos, columnas y vasi­ jas de terracota. Era la publicidad del yacimiento arqueológico de Paestum. —¡Exacto, Tea! ¡Ahí es a donde tenemos que ir! ¡Corramos a coger el tren! —exclamé. Al cabo de una hora nos encontrábamos en un yaci­ miento arqueológico , rodeados de templos antiguos y árboles solitarios, bajo un cielo azul... —Pero ¿de verdad todo esto fue construido hace más de dos mil años? —preguntó entusiasmada Trappy. —Sí —contesté—, y se ha conservado muy bien... Piensa que, cuando los griegos antiguos fundaron esta ciudad, la llamaron Posidonia, en honor de

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Poseidón, dios del mar. Después, los romanos le cambiaron el nombre por el de Paestum. Mandamos el selfi a las M IL M ARAVILLAS y poco después nos llegó el mensaje de respuesta. Tea nos lo leyó a todos:

—¡Bravo, Stilton, ahora descansen!

¡La búsqueda de tesoros se reanudará en Calabria!

VIAJE EN EL TIEMPO En Paestum pueden admirarse, tras ver las otras maravillas, tres magníficos templos dedicados a divinidades griegas. El más antiguo se remonta al siglo VI a. C. El más grande, del siglo V a. C., se caracteriza por un color dorado que cambia de tonalidad según la hora del día. El último también se construyó en el siglo VI a. C. y en época medieval fue transformado en iglesia.

Trampita exclamó: —Oh, finalmente possiamo andare a mangiare ! Non so voi, ma io ho una fame felina!* Entramos en una pizzería de la que salía un olorcillo superratónico y Vincenzo, el dueño, nos dijo: —Enseguida les preparo una pizza, mi especialidad. Al poco rato, el propie­ tario del local apare­ ció con cinco pizzas hu me antes ... Trappy exclamó en­ tusiasmada: —¡Ah, qué delicia! ¡¡Es la pizza más rica que he comido nunca!!

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* «¡Ah, por fin podemos ir a comer! ¡No sé vosotros, pero yo tengo un hambre felina!»

Campania


Una inmersión no programada

Campania

Vincenzo se acercó entonces a nuestra mesa y les preguntó a mis sobrinos: —¿Sabéis cuándo se creó la pizza? Sus orígenes se re­ montan a la noche de los tiempos, y la masa se hace con ingredientes muy sencillos: aceite, agua, sal y harina. Pero, en 1889, el cocinero Raffaele Esposito quiso rendir homenaje a la reina Margarita de Sa­ boya preparándole una pizza con tomate, mozzarella y albahaca, los tres colores de la bandera italiana. Según la leyenda, ¡ese fue el nacimiento de la pizza margherita! Mientras volvíamos a Nápoles (esa vez lo hicimos en autocar), de pronto Trappy exclamó: —¡Mirad el Vesubio! A la luz dorada del atardecer, el enorme volcán nos dejó sin palabras. —¿Sabéis que tiene casi 1.300 metros de altura y que todavía está ACTIVO ? —añadió Benjamín. —¡Por mil ratones! ¿«Todavía está activo»? —me alarmé—. Espero que no nos gaste una broma, ¿eh? Hablando de volcanes, al día siguiente visitamos el parque sumergido de Baia, una zona costera que, a causa de fenómenos geológicos, ¡se encuentra a 5 metros bajo el nivel del mar!

Se puede visitar de varias maneras: cómodamente sentados en un barco con el fondo transparente, por el cual admirar los restos sumer­ gidos; haciendo buceo de superficie con gafas y tubo; ¡sumergiéndose con traje de buceo! Así que, en cuanto llegamos, corrí a comprar los bi­ lletes para el cómodo paseo en BARCO. Pero mi her­ mana fue más rápida que yo y, con un esprín felino, me adelantó. Compró billetes del barco para Benja­ mín, Trappy y Trampita, mientras que para mí y para ella eligió una inmersión con guía al descubrimiento de las bellezas de Baia. g l u b!

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VIAJE EN EL TIEMPO La erupción más famosa del Vesubio ocurrió en el año 79 d. C., y cubrió de cenizas, lava y lapilli las ciudades romanas de Pompeya y Herculano. Las excavaciones arqueológicas modernas han sacado a la luz edificios, templos, calles y casas que habían permanecido sepultados durante casi dos mil años.


¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Al principio estaba un poco desconcertado (¡soy un ratón un rato perezoso y sedentario yo!), pero al final me puse el traje de buceo y cargué con la bombona de oxígeno para descubrir aquellos restos antiguos sumergidos . ¡Y fue una experiencia de veras superratónica! ¡Entre mosaicos perfectamente conservados, estatuas magníficas y columnas majestuosas, aquel fue el digno remate a nuestro viaje por Campania!

CIRA

¡Tecnología al servicio del medio ambiente!

En Campania paseamos, admiramos paisajes que quitan el hipo y visitamos lugares asombrosos. En Capua, a 40 kilómetros de Nápo­ les, está el Centro Italiano de Investigación Aeroespacial. Aquí se hacen controles de seguridad en satélites espaciales, se estudian nuevos sistemas de observación terrestre y nuevas tecnologías para reducir el impacto ambiental de las aeronaves.

¡Hoy invito yo!

¡EL CAFÉ PENDIENTE! Una mañana, mientras desa­yu­ná­ bamos, el camarero nos explicó que, en Nápoles, quien se toma un café a menudo paga otro para quien venga después, ¡se llama café pendiente y es una tradición típica de la ciudad! ¡Trampita se entusiasmó tanto con esta tradi­ ción que él también dejó un café pendiente!


Región: Calabria Capital: Catanzaro

Los jueces de la prueba acababan de comunicarnos que teníamos que ir a Cosenza, en Calabria. Com­ pramos billetes para el primer tren disponible y pocas horas después ya estábamos de viaje. Al llegar a nuestro destino recibí una adivinanza y se la leí en voz alta a los demás:

—Aunque es lugar de animales,

yo no soy ningún asno... ¡En la espesura verán el pino de los Balcanes! —¡¿Cómoooo?! ¡¿Pone asno?! —preguntó Trampi­ ta—. Entonces... ¿tenemos que buscar una granja ? —¡Pues está claro que no, tío Tram­ pita! —respondió Benjamín—. ¡La adivinanza dice lo con­trario! Lee el texto. Dice: ¡No soy ningún asno! Y Trappy exclamó: —¡La pista buena es pino de los Balcanes! ¡Búscalo en la tableta, tío G!

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¡Sea lo que sea, nos servirá para acertar la adivinanza! El PARQUE NACIONAL DEL POLLINO es uno de los más grandes de En efecto, nada más terminar Italia, a caballo entre Basilicade escribir pino de los Bal­canes ta y Calabria. En el parque se pueden ver en la tableta, apareció la pági­ plantas inusuales y animales na del Parque Nacional del característicos, entre ellos el lobo de los Apeninos, el búho Pollino. real y el cuervo imperial. Tea, que estaba leyendo en su móvil, comentó: —¡Adivinanza resuelta! ¡El pollino no es un asno, sino un parque cuyo símbolo es el pino de los Bal­ canes (en italiano pino loricato)! ¡Y también es nues­ tra próxima etapa! —¡Vamos! —exclamaron entusiasmados al unísono Benjamín y Trappy. Alquilamos un coche y llegamos al corazón verde del parque de Pollino, con su naturaleza en­ cantadora y sorprendente. —Ah, che paesaggi stupendi!* —suspiré feliz. Con la mochila a la espalda y equipados para una excursión de montaña alcanzamos el Jardín de los Dioses, ¡a más de 1.500 metros de altitud! Era un paraje especial, poblado de muchos ejempla­ res de pinos de los Balcanes casi milenarios.

* «¡Ah, qué estupendos paisajes!»

Una aventura... ¡milenaria!

Calabria

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Calabria

¡dentro de tres días! ¡Disfruten de Calabria y sus bellezas!

—¡Viva, es una noticia fantástica! —dijeron los chi­ cos—. ¡Nosotros proponemos quedarnos un poco más en el parque! —¡Es una idea SUPERRATÓNICA ! —exclamé yo. Llevado por el entusiasmo, me puse a silbar inten­ tando imitar el canto de un jilguero que trinaba en la rama de un árbol cercano. Pero Tea se tapó las orejas, Trappy y Ben menearon la cabeza y Trampita se escondió detrás de un grupo de turistas, los cuales... ¡se aleja­ ron resoplando! ¡Y al final se mar­ hasta el chó volando! Chillííí, había olvidado que los sonidos de la naturaleza hay que escucharlos... ¡sin MOLESTAR ! Les pedí perdón a todos y acabé entablando amistad con los demás turistas de visita en el parque. Uno de ellos nos dijo: —Qui nei dintorni potete trovare un bosco di faggi secolari!* Algunas de ellas tienen más de quinientos años... —¿De verdad? ¡No podemos perdernos esos gigan­ tes verdes! —exclamó Trappy.

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—¡Bravo, Stilton! La búsqueda de tesoros continuará...

encontrar un bosque de hayas seculares!»

—¡Ah, es un lugar mágico! —murmuré. BIP Enviamos el selfi a las MIL MARAVILLAS y enseguida BIP nos llegó la respuesta. La leí en voz alta:

jilguero

* «¡Aquí, en los alrededores, pueden

En el Parque del Pollino se encuentra el ejemplar de PINO DE LOS BALCANES más viejo de Europa, se llama Italus ¡y tiene 1.230 años! Con más de diez metros de altura, su diámetro supera el metro y medio.


Calabria

BIP BIP

¡El día siguiente, pues, lo dedica­ mos a pasear por el antiguo hayedo primigenio de Cozzo Ferriero! Situado en el límite entre Calabria y Basilicata, ¡compren­ de unas 70 hectáreas de h a y a s monu menta­ les! En medio de aquellos árboles seculares pa­ samos otro día inol­ vidable. Dos días después recibi­ mos el mensaje de las MIL MARAVILLAS con la adivinanza para la etapa si­ guiente. Lo leí de inmediato:

—¡Nuestras casas a la espalda transportamos

mientras en la arena los huevos depositamos! —¡Ya lo tengo! —chilló entusiasmada Trappy—. ¡¡Se refiere a las tortugas Caretta caretta!!

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—¡Tienes razón! —afir­ Cuando los especialistas avistan mó Tea—. He leído que un NIDO, lo cercan y lo marcan para protegerlo y evitar que esas tortugas anidan paseantes distraídos lo dañen. en algunas playas de la Al cabo de algunos meses, vuelven al mismo lugar para vigilar costa jónica. Si nos ima­ la eclosión de los huevos y ayuginamos Italia como una dar a las tortugas recién nacidas a alcanzar el mar. Una curiosibota , ¡la costa jónica dad: si la temperatura supera corresponde exactamen­ los 29 °C, ¡las tortugas que nacen te a la punta! son en su mayoría hembras! Benjamín exclamó: —¡Pues vayamos ya! Así que fuimos a uno de los numerosos puntos de ani da miento . Al principio no vimos nada, pero después de estar apostados un buen rato divisamos una tortuga subiendo por la playa para poner los huevos... ¡Qué emoción! Nos mantuvimos a una distancia res­ petuosa, para no molestar a la tortuga. ¡Qué maravi­ lloso espectáculo! A la mañana siguiente supimos que nuestra próxima etapa era... ¡Sicilia!

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¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Gruta de las Ninfas

La foca monje

En el Parque del Pollino visitamos la Gruta de las Ninfas, con sus características paredes de roca calcárea. Según la leyenda, las ninfas (criaturas mitológicas con aspecto de muchachas maravillosas) custodiaban allí el ¡Viva el barro secreto de su eterna belleza. terapéutico! ¿Sabéis cuál era? ¡Una piscina natural de agua caliente, alrededor de la cual se levantaron las termas de Cerchiara! Con esa agua, que llega a alcanzar los 30 ºC, pueden hacerse baños de barro con propiedades curativas. ¡Los Stilton no podíamos dejar de probarlos!

Un animal tierno... ¡como un bizcocho! Un turista que conocimos en la Gruta de las Ninfas nos contó que en las costas calabresas se han avistado algunos ejemplares de foca monje. ¡Verla es un acontecimiento más que especial! De hecho, se trata de uno de los mamíferos marinos más escasos del mundo, una especie en peligro de extinción. Se calcula que hoy solo quedan unos pocos cientos de ejemplares. ¿Sabéis que la foca monje adulta puede llegar a pesar más de 300 kilos y medir casi 2,5 metros de largo? ¡Puede sumergirse hasta 70 metros de profundidad y contener la respiración hasta 10 minutos! ¡Excepcional! ¡¡Conseguir verla es una experiencia increíble!!


Región: Sicilia Capital: Palermo

Acabábamos de desembarcar del transbordador que nos había llevado de Regio de Calabria a Mesina, en Sicilia. Para refrescarnos, estábamos degustando una deliciosa leche de almendras mientras una brisa con olor a azahar nos hacía cosquillas en los BIP bigotes. En aquel momento me sonó el teléfono... BIP ¡Quién sabía la aventura que nos reservaba la si­ guiente etapa ! Le pasé el móvil a Trappy, que leyó:

—Hacia arriba, más de 3.000 me alzo, ¡si me enfado, cenizas y piedras tiro abajo! Benjamín exclamó de alegría: —¡Superratónico! ¡Habla del Etna, estoy seguro! Lo hemos estudiado en el cole, ¡es el volcán más alto de Europa y todavía está activo! —¡¿Cómo que... todavía está activo?! —chillé—. ¿Estamos seguros? ¿Hay que ir necesariamente? Tea alzó los ojos al cielo. —¡Échale valor, Ger, ten espíritu de aventura! ¡Será una excursión segura al cien por cien!

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¡Poco después es­ tábamos monta­ dos en un todo­ terreno que nos llevaba a explorar aquel superrató­ nico volcán ! Chillííí, qué increí­ bles panoramas... ¡pa­ recía que paseáramos por la Luna! Hicimos un alto para comer y aprovechamos para degustar los superratónicos arancini (grandes cro­ quetas de arroz). Luego les mandamos el selfi a los jueces de las MIL M ARAVILLAS e inmediatamente re­ cibimos la segunda adivinanza. Tea la leyó en voz alta: — En la roca de Neápolis se excavó... ¡y entonces en escenario se convirtió! —¡No se me ocurre nada! —dijo Trappy. En aquel momento se acercó a nosotros el simpático camarero del local, que nos dijo: —Mi chiamo Manfredi, piacere di conoscervi!* No

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* «Me llamo Manfredi, ¡encantado de conocerlos!»

En la cima del volcán

Sicilia


En la cima del volcán he podido evitar escucharles... Participan en las MIL MARAVILLAS, ¿verdad? —¡Sí! —chillamos nosotros a coro. —¡Bien! ¡La adivinanza habla del teatro griego de Siracusa! Neápolis es el nombre del parque arqueo­ lógico que lo alberga. ¡Es allí adonde deben ir! TAORMINA es una ciudad ¡Chillííí, qué fantástico gol­ extraordinaria desde el pe de suerte! punto de vista histórico, culLe dimos las gracias a Man­ tural y paisajístico. Desde su antiguo teatro, el segunfredi y partimos inme­ do de Sicilia por dimensiodiatamente hacia nuestra nes, se ve la costa de Calabria, la cumbre del Etna nueva etapa. y... un mar maravilloso. Poco después, sentados en un coche eléctrico de al­ quiler, dejamos atrás el cartel de Taormina, ¡un lu­ gar único al que sin duda deberíamos volver! Tea, que consultaba la guía de Sicilia, exclamó: —¡Estamos pasando cerca de Pantálica ! Imaginaos, ¡es una necrópolis con miles de tUmbAs excava­ das en la roca a partir de una época muy antigua, el siglo XIII a. C.! —¿Tumbas? Brrr... —me estremecí—. No nos da tiempo a visitarlas, ¿verdad?

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El nombre de PANTÁLICA podría derivar de la palabra árabe Buntarigah, que significa «cuevas».

—¡Venga, Geronimito, no seas miedosito! — Trampita—. ¡Propongo que vayamos de un saltito hasta allí! Así que paramos en Pantálica para hacer una visita no programada. Pero Trampita había hecho muy bien en insistir: aquel lugar fue un DESCUBRIMIENTO fantástico para nosotros, ¡un sitio superratónico, fas­ cinante y lleno de misterio! Entretanto, sin embargo, se había hecho tarde, por lo que decidimos aplazar para el día siguiente la visi­ ta al teatro griego de Siracusa. ¡Por mil ratones, qué extraordinario lugar!

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Sicilia

Sentado en aquellas gradas, me sentía como si la mayúscula, me estuviera gui­ Historia, con ñando un ojo entre aquellas piedras milenarias. A saber cuántos espectadores se habían sentado en el lugar donde me sentaba yo... ¡y a cuántos espectáculos maravillosos habían asistido!

VIAJE EN EL TIEMPO Casi completamente excavado en la roca, ya en la antigüedad, el teatro griego de Siracusa se consideraba uno de los teatros más importantes del Mediterráneo. ¡En época romana albergó incluso espectáculos con juegos acuáticos! Todavía hoy en día sigue siendo uno de los teatros antiguos más imponentes y mejor conservados del mundo.

Y la magia continúa, porque, en la actualidad, en pri­ mavera y en verano, ¡miles de espectadores pueden asistir a la representación de tragedias clásicas griegas! Con los bigotes vibrándome de emoción, hice el selfi que exigían las reglas. El mensaje de respuesta de las MIL M ARAVILLAS nos regaló otra vez unos días de descanso y yo aproveché para ir a reservar un par de habitaciones en Piazza Armerina. —Voglio portarvi in un posto molto speciale:* ¡el Geoparque de Rocca di Cerere ! —les dije a mis

Además de Rocca di Cerere, en esta zona pueden admirarse LUGARES MARAVILLOSOS, entre ellos el lago Pergusa, único lago natural de la zona central de Sicilia; el Parque Minero de Floristella, famoso por sus minas de azufre, y el castillo de Lombardía, uno de los castillos medievales más antiguos, símbolo de la ciudad de Enna.

* «Quiero llevaros a un sitio muy especial.»

En la cima del volcán


En la cima del volcán compañeros de equipo—. ¡Es un área de más de 1.200 kilómetros cuadrados! ¡En ella pueden visitar­ se lugares de interés arqueológico, geológico, natu­ ralístico y prehistórico! Tras un viajecito en coche llegamos a nuestro desti­ no y nos dedicamos a la exploración de la zona. Ob­ viamente, no dejamos de detenernos en la es­ pléndida, qué digo espléndida, maravillosa, qué digo maravillosa, superratónica villa romana del Casale , un tesoro de preciadas sorpresas... VIAJE EN EL TIEMPO La villa romana del Casale comprende unos 3.500 metros cuadrados y es famosa por sus mosaicos, perfectamente conservados, que reproducen escenas de la vida cotidiana de héroes y divinidades. Estos mosaicos han permanecido intactos en todo su esplendor, a pesar de ser muy antiguos. ¡Piensa que su origen se remonta a los siglos III-IV d. C.

Sicilia A la mañana siguiente degus­ tamos todos el clásico desayu­ La GRANITA SICILIANA tieno siciliano: ¡granita con ne una consistencia crebrioche ! Cuando nos lo sir­ mosa y solo ligeramente granulosa. Los sabores vieron, el glotón de mi primo más populares son los de ya había devorado dos supe­ limón, almendra y moras. Acompañado del típico rratónicos arancini. Noso­ brioche, ¡es el desayuno tros lo miramos perplejos, siciliano por excelencia! pero él dijo tan tranquilo: —Todo el mundo sabe que lo dulce viene después de lo sa­ lado... ¡Je, je, je! Entonces recibimos un nuevo BIP BIP mensaje. Yo lo leí y exclamé: —¡A propósito de salado, nuestra próxima etapa tie­ ne que ver precisamente con la sal! Escuchad:

—Estanques de los que se extrae sal, ¡son un lugar realmente especial! —¡Pues claro! Es fácil: ¡deben de ser las salinas de Trapani! —dijo Tea sonriendo. Volvimos a montarnos en el coche y recorrimos el interior de la isla.

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En la cima del volcán Mientras nos acercábamos a nuestra meta, el paisaje iba poblándose de chumberas , moreras y limone­ ros hasta donde alcanzaba la vista. Nada más llegar a la Reserva natural regional de las Salinas de Trapani y Paceco conocimos a nues­ tro guía, un simpático roedor de nombre Salvatore.

Sicilia Gracias a él descubrimos que todavía hoy la sal es extraída según una técnica con siglos de antigüedad. —Se hace llegar agua del mar a unos estanques es­ peciales, donde poco a poco se evapora por efecto del viento y del calor del sol —nos explicó Salvato­ re—. De ese modo, pasado un tiempo en los estan­ ques solo queda la SAL , que podéis ver depositada en cúmulos que parecen cerros blancos. Nosotros estábamos hechizados por aquel paisaje de colores iridiscentes, pero Salvatore nos espoleó: —¡Vengan, amigos! Al ser una de las zonas húme­ das costeras más importantes de Sicilia, esta área al­ berga también muchísimas aves migratorias. ¡Vaya­ mos a descubrirlas! Al final del día, tras el selfi de rigor, nos llegó el mensaje de las M IL M ARAVILLAS: podíamos conceder­ nos un pequeño descanso antes de partir hacia... ¡Basilicata!


¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Palermo

Las marionetas sicilianas

¡Una encruc ijada de historias y e stilos diversos!

Trappy ha insistido en ver un es­ pectáculo de pupi, las marionetas sicilianas ... ¡Qué superratónica idea! Los pupi son una tradición secular siciliana. A diferencia de las marionetas comunes, tienen un sistema especial de fabrica­ ción que hace más rápida su ani­ mación por parte de los pupari, los titiriteros que les dan vida en los espectáculos.

¡Una obra de arte al aire libre! ¡No podíamos irnos de Sicilia sin pasar por Palermo ! Quedamos fascinados por aque­ lla ciudad de calles elegantes, callejones estrechos, palacios barrocos, mercados llenos de colores y roedores vociferan­ tes. Por supuesto, ¡no nos fal­ tó tampoco un chapuzón en el mar azul de Mondello! ¡Y Trampita se empeñó en que comiéramos cassata, un dulce siciliano típico precisamente de esta zona!

LA CASSATA La cassata (bizcocho relleno de requesón y trocitos de chocolate) requiere una complicada elaboración. ¡Los adornos de fruta confitada hacen de ella una verdadera obra de arte para la vista y para el paladar!

Gibellina

Antes de llegar a las salinas hemos visitado la Gibellina vieja, un pueblecito destruido por un terremoto en 1968 que Alber­ to Burri, un artista contemporáneo, transformó en ¡una monu­ mental obra de arte al aire libre!


Mi superratónico equipo (que, además, es también mi superratónica familia ) y yo no solo habíamos llegado a Basilicata (con una combinación de trans­ bordador y autocar), sino que nos encontrábamos ya ante los famosísimos Sassi de Matera («rocas de Matera»). —¡Increíble! —exclamó mi primo Trampita. —Para no creérselo... —añadió Tea con aire soña­ dor—. ¡Me parece estar en un cuento de hadas! Por debajo de nosotros corría el TORRENTE que a lo largo del tiempo ha excavado el desfiladero de Matera, un barranco en cuya parte alta creció la ciudad.

¿Es la primera vez que visitan Matera?»

Región: Basilicata Capital: Potenza

Mientras admirábamos aquel paisaje, se acercó a no­ sotros una amable roedora: —Benvenuti! Mi chiamo Carmela... È la prima volta che visitate Matera?* Nos paramos a ha­ blar con ella y descu­ brimos que sus abue­ los habían nacido en una casa-cueva.

* «¡Bienvenidos! Me llamo Carmela...

¡Sálvese quien pueda!

Basilicata


¡Sálvese quien pueda!

BIP BIP

Basilicata

—¿Se trata de una de las cuevas antiguas por las que es famosa la ciudad? —le preguntó Trappy. —¡Sí! —afirmó Carmela—. Con los años, la hemos modernizado y convertido en un confortable al­ bergue. ¿Quieren hospedarse en ella? Nos bastó una mirada para responderle como un solo ratón: n Se vive e n rocas co —¡Será una experiencia fantástica! d, a id d o m co rme Acabábamos de dejar las maletas ¡una eno la s e peña cuando nos llegó la adivinanza de ciudad! las MIL MARAVILLAS. —¡Nos hemos anticipado! —chilló Trappy—. ¡Ya estamos aquí! Hicimos el selfi para la prueba y luego Carmela nos señaló unas fotos en blanco y negro. Eran retratos de roe­ dores ancianos con sus animales en una cueva amue­ blada con objetos sencillos de hierro forjado. —Estos son mis abuelos... —dijo nuestra amiga—. Hasta hace unos setenta años, eran muchos los que vivían así. En realidad, los Sassi nacieron como re­ fugios excavados en la montaña... ¡Figúrense que hace nueve mil años ya estaban habitados! Carmela hizo una pausa en su relato para ofrecernos unas pastas típicas, las strazzate. ¡Qué delicia!

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—Hacia mediados del siglo pasado —continuó—, a los habitantes de los Sassi les asig naron casas más cómodas, así que las casas-cueva se vaciaron. —¿Y luego? —preguntaron Ben y Trappy. —A partir de la segunda mitad de los años ochenta —continuó Carmela—, ¡las viejas viviendas se reno­ varon y la ciudad volvió a la vida ! —¡Vamos a verla! —dijo Tea. Paseamos entre las casas-cueva, ascendiendo por las calle­ JOYAS ESCULPIDAS EN LA ROCA juelas y caminos, y admirando En todo el territorio de Matera se cuentan hoy 15 5 las iglesias rupestres . vadas en la to iglesias excaba. ellas tienen fresco ¡Muchas de s sacras con siglos de imágenes de antigüedad!


Me había detenido un momento para recuperar el aliento cuando un sonido que para entonces conocía muuuy bien me sobresaltó. Saqué el móvil y leí:

—¡Desde arriba verán, como aves inquietas, gigantes de roca, agujas y ocultas siluetas!

Le pedí ayuda a Carmela, que exclamó: —¡Se trata de los Dolomitas lucanos! Son monta­ ñas preciosas cuyos perfiles dibujan mil formas dis­ tintas. Pero había algo que se me escapaba: —Pero ¿por qué dice... como aves? Vi que Tea hablaba aparte con Trampita. —¡Oh, no es nada importante, Ger! ¡Lo descubrirás cuando estemos allí! —dijo mi hermana. Pocas horas después, en un minibús de alquiler, con­ ducíamos por la subida a Castelmezzano, ¡uno de los pueblos más bonitos de Italia! Cuando nos apeamos, vi que los demás seguían cu­ chicheando sin parar. ¡Hum, qué raro ! —¡Geronimito, ha llegado el momento de lanzarnos hacia Pietrapertosa! —exclamó Trampita. —¿Y cómo? —dije con un suspiro—. Está en la cima opuesta a esta... ¿Cómo vamos a llegar?

—Es fácil, ¡volando! —respondieron los chicos. Yo seguí su mirada y alcé los ojos... g l u b! Había un cable de acero tensado entre las dos alturas... Y del cable colgaban roedores... ¡Y los roedores estaban volando hacia Pietrapertosa! — Che cosa?! Scordatevelo! * ¿Queréis saber cómo acabó todo? ¡Al final me lancé de verdad volando como BIP BIP un ave por encima de los Dolomitas lu­ canos! ¡Enhora bu Cuando volví a poner las patas en el Stilton ena, superad , han suelo, ¡las rodillas me temblaban éxito ta o con m esta pru bién e aún como gelatina ! ¡Nos ve ba! m en Apuli os Y justo en ese momento me a! llegó el nuevo mensaje de las MIL MARAVILLAS...

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* «¡¿Qué?! ¡Ni hablar!»

BIP BIP

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¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Craco

Las strazzate

Este es el pueblo fantasma... ¡Brrr!

Ñam... ¡qué ricas!

Qué cansancio andar para arriba y para abajo, de acá para allá, de un lado a otro... ¡Nos hemos merecido diez strazzate por cabeza para merendar! Son las pastas típicas de Matera y la señora Carmela nos ha dado la receta... ¡Buen provecho! A unos 50 kilómetros de Matera, en medio del paisaje lunar de los surcos geológicos, se encuentra el pueblo abandonado de Craco. A causa de un desprendimiento, en 1963 la parte antigua del pueblo fue evacuada, y la población tuvo que dejar sus casas para trasladarse a otro lugar. Desde entonces, a esa zona de Craco se la conoce como el pueblo fantasma... ¡No podíamos perdérnosla! ¡La visita ha sido emocionante, en un silencio casi irreal, solo roto por el canto de las cigarras!

Ingredientes (para 15-20 pastas): • 200 g de azúcar • 200 g de

LOS SURCOS Son unos surcos profundos excavados por el agua en pendientes de terrenos que se erosionan con facilidad (como los arcillosos) y con escasa vegetación. ¡Crean un paisaje realmente sugestivo!

almendras tostadas y trituradas • 200 g de harina • 2 huevos • 50 g de cobertura de chocolate desmenuzada • 20 g de cacao amargo en polvo • una pizca de canela • una pizca de nuez moscada • una pizca de sal • 8 g de amoniaco para dulces • la cáscara rallada de un limón

1. Poned todos los ingredientes en una fuente y mezclad con las manos hasta obtener una masa compacta. 2. Dejad reposar la masa durante 30 minutos en un lugar fresco cubierta con film transparente. 3. Separad porciones de la masa del tamaño de una nuez y disponedlas sobre una bandeja cubierta con papel de horno. 4. Con la ayuda y supervisión de un adulto, hornead las pastas durante 18 minutos a 160 ºC. 5. ¡Dejad que se enfríen antes de saborearlas!


Un atracón de... ¡orejitas! Región: Apulia Capital: Bari

Pasamos nuestra primera noche en Apulia como in­ vitados de Nicoletta, una buena amiga de Tea. Nico­ letta es una cocinera consumada que decidió tras­ ladarse de Ratonia a Salento (en el sur de Apulia), donde abrió una casa rural . Cuando descubrió que estábamos participando en las MIL M ARAVILLAS, enseguida se ofreció para ha­ cernos de guía en nuestra etapa en la región.

SALENTO es la zona más meridional de Apulia, limitada por el mar Jónico al oeste y el mar Adriático al este. Si miráis el mapa de Italia, veréis que parece una bota. Pues bien, ¡Salento sería el tacón!

Apulia Por la mañana, nos llegó el mensaje indicándonos la nueva maravilla que descubrir. Se lo leí a los demás:

—Hay una zona en la región

donde las tapias causan sensación...

BIP BIP

—¿Eh? ¿Entendéis algo? —pregunté perplejo. Nicoletta sonrió y exclamó: —¡Es facilísimo! Habla de las tapias sin argamasa , uno de los símbolos de Salento. Estáis de suerte, para ver una solo tenéis que... ¡dar unos pasos! La seguimos fuera de la casa rural mientras conti­ nuaba explicándonos: —Estos cercados son un elemento muy característi­ co del paisaje. Los labradores los levantaban sim­ plemente poniendo las piedras una encima de otra, y servían para marcar los límites de sus tierras, así como para evitar que entrara el ganado. Por ejemplo, ¡se llaman paralobos unas tapias cons­ truidas con una técnica especial y dotadas de esta función contra intrusiones ! —¡¿Has dicho paralobos?! —chillé yo—. ¿P­por qué...? ¡¿Es que hay lobos?! ¡Glub! Por toda respuesta, el simpaticón de Trampita empe­ zó a aullar ... ¡y todos nos echamos a reír!

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Así que solo tuvimos que caminar un poco para en­ contrar uno (un cercado de piedra, no un lobo... ¡chillííí!). ¡Era perfecto para nuestro selfi!

—Hacer estos cercados —continuó Nicoletta— era un oficio que se transmitía de padres a hijos, y quien lo construía era llamado paritaru. Mientras tanto, yo había enviado nuestra foto y de inmediato nos había llegado el nuevo mensaje de las MIL M ARAVILLAS con la siguiente etapa que adi­ vinar. Tea lo leyó para todos:

— Mis ocho caras me vuelven una belleza,

pero en verdad soy una fortaleza. 66

Nicoletta exclamó: —Ah! Sono sicura che vi piacerà!* ¡Se trata del famoso Castel del Monte ! Lo hizo erigir Federico II, emperador del Sacro Imperio Romano, en 1240, en una elevación desde la que se puede ver el mar. Así que dimos media vuelta para ir a buscar el de Nicoletta. ¡Los bigo­ tes nos vibraban de curiosidad y estábamos im­ pacientes por llegar a nuestra nueva etapa! Mientras Benjamín y Trappy jugaban al escondite detrás de los gigantescos troncos de los olivos , Nicoletta aprovechó para seguir contándonos: —Estos árboles tienen siglos, mejor dicho, ¡milenios! ¡Algunos tienen casi tres mil años! —¡¿Tres mil años?! —exclamé yo, es­ tupefacto—. ¡Por mil quesos de bola, son auténticos monumentos vegetales! —¡Además, son perfectos para jugar al escondite! —añadió Benjamín.

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* «¡Ah, estoy segura de que os gustará!»

Un atracón de... ¡orejitas!


Un atracón de... ¡orejitas! Cuando nos montamos en el todoterreno, Nicoletta exclamó: —¿Todos listos? ¡Allá vamos! En el camino a Castel del Monte, mis sobrinos me hicieron notar que había llegado la hora de comer ... Puesto BARI que nos acercábamos a Bari, decidimos hacer una parada. Dando una vuelta por la ciudad vieja, Trampita se detuvo hechizado: ante sus ojos hambrientos se abría una calle llena de mesas sobre las que esta­ ban amasando miles y miles de orecchiette , la pasta típica de Apulia.

Apulia Benjamín sonrió, luego consultó su tableta y ex­ clamó: —¡Qué espectáculo! ¡Debe de ser la famosa «calle de las orecchiette»! Después de comer seguimos nuestro camino. Nico­ letta nos dio mucha información sobre Castel del construida por Federico II, Monte, la pero nada de lo que nos contó podía prepararnos para lo que vimos al llegar.

fo taleza

LAS ORECCHIE Las orecchiette TTE se así porque tie llaman nen forma de… ¡orejitas, cl preparan exclus aro! Se iv a mano y se le amente s da forma con el pulgar.


Un atracón de... ¡orejitas!

parecido!»

* «¡Es estupendo! ¡Nunca había visto nada

Tea exclamó entusiasmada: —Ma è stupendo! Non ho mai visto niente di simile!* —¡Tiene una ESTRUCTURA realmente original! —observé. Mientras Trappy se dedicaba a enviar la foto a los jueces de las MIL M ARAVILLAS, Benjamín preguntó con expresión muy seria: —¿El emperador era un apasio­ FEDERICO II nado de la geometría? ¡Se dice que hablaba seis lenTea sonrió. guas: latín, siciliano, alemán, francés, griego y árabe! —Podría ser... De hecho, ¡tam­ bién las torres, el patio y la fuen­ te de Castel del Monte tienen forma octogonal ! Seguro que para el emperador Federico el octógono tenía un gran valor simbólico. Quién sabe, a lo me­ jor está ligado a las influencias de las muchas cultu­ ras que confluyeron en su corte: la griega, la latina, la árabe, la hebrea y la germánica. En aquel momento llegó un nuevo mensaje. Como siempre, lo leí en voz alta:

—¡Objetivo alcanzado, equipo Stilton! Y la aventura continúa... ¡en Molise!

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VIAJE EN EL TIEMPO Entre las muchas pasiones de Federico II estaba la cetrería, es decir, la caza con ayuda de un halcón que captura las presas. En el primer piso del impresionante Castel del Monte, de hecho, hay una sala llamada Torre del Halconero. Según la leyenda, el soberano la hizo construir para su fiel halcón. Pero se trata de una invención, porque Federico, como todos los amantes de las aves rapaces, sabía bien que los halcones necesitan grandes espacios para volar y desplegar sus majestuosas alas. Es más probable que la torre en cuestión, oscura e inaccesible para los visitantes del castillo, le sirviera a Federico para otra de sus grandes pasiones: ¡la observación del cielo, las estrellas y demás cuerpos celestes!


¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Alberobello

Bosque Umbrío

Cuando volvamos a Apulia, pasaremos unos días en Alberobello, en un trullo , es decir, una antigua vivienda típica del centro y el sur de Apulia. Los trulli tienen el tejado cónico, formado por piedras encastradas. En la punta sobresalen pináculos decorativos que, según los antiguos, servían para alejar la mala suerte.

Los trulli... ¡unas casas de fábula!

Monte Sant’Angelo

Un lugar... ¡entre el cielo y la tierra!

Antes de marcharnos de Apulia fuimos al cabo Gargano y subimos al santuario de San Miguel Arcángel , una construcción excavada en la roca en la parte alta de Monte Sant’Angelo, a 800 metros de altitud. Comprende una parte subterránea, una auténtica gruta en la que se encuentra la capilla consagrada a san Miguel. Es estupendo, pero... ¡menuda paliza la subida hasta allá arriba!

En el interior de la zona de Gargano, en el norte de Apulia, se encuentra el Bosque Umbrío , un área natural protegida. El nombre no debe llevar a engaño: el adjetivo «umbrío», de hecho, en este caso no tiene nada que ver con otra región italiana, Umbría, sino que posee el significado habitual de oscuro, sombrío. En él hay más de dos mil especies vegetales. Pero también muchos animales: corzos, jabalíes, tejones y lirones merodean tan tranquilos por el bosque, mientras pájaros carpinteros, lechuzas, urracas y búhos reales revolotean entre los árboles.

Bosque Umbrío, ¡eres único!


Región: Molise Capital: Campobasso

—Forza, facciamoci un selfie davanti a uno dei campanili!* Tan solo algunos segun­ dos después nos llegó un nuevo mensaje:

Cuando recibimos la primera pista sobre Molise, como a menudo nos ocurría, ¡no entendimos ni cor­ , todavía nos acompañaba Nico­ teza! letta, así que la leímos todos juntos en voz alta y le pedimos ayuda. Nuestra amiga lo pensó un momento y luego nos aconsejó que fuéramos a Allí los Agnone, un encantador repiqu es han he ch pueblo de la provincia historia o ... ¡Pregu de Isernia, sin desvelarnos nten a quien guarde memo nada más... ¡Lo compren­ ria! deríamos al llegar allí! Así que alquilamos otro mi­ nibús y, cuando llegamos, oí­ mos el maravilloso re p i c a r del que hablaba la adivinanza... ¡y descubrimos que Agnone es conocido también como el pueblo de las campanas! Le dije a mi hermana:

—¡ Por mil ratones ! —exclamé—. ¡Hemos adivinado el pueblo, pero no el sitio! ¡¿Y qué querrá decir la cuna de las campanas?! Trappy señaló un cartel y exclamó feliz: —¡Será el lugar donde nacen! ¡Probemos allí, en la Pontificia Fundición Marinelli de Agnone! Y de ese modo descubrimos... ¡un lugar superra­ tónico! Encontramos a Francesco, un roedor que trabajaba allí y que nos acompañó en una visita guiada. Nos contó que precisamente en aquel lugar se crean

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Por suerte

—Están cerca, Stilton, pero...

¡aún no en el lugar correcto! Aquí tienen una pista: ¡es la cuna de las campanas lo que deben buscar!

* «¡Venga, hagámonos un selfi delante de uno de los campanarios!»

Pero ¿dónde nacen las campanas?

Molise


Pero ¿dónde nacen las campanas? las campana de potente sonido que despiertan a la ciudad por la mañana, dan las horas y ponen banda sonora a los días de muchos pueblos italianos, ¡sobre todo los domingos! La fundición de Agnone es una de las más antiguas del mundo y continúa una tradición artesanal impor­ tante y de gran prestigio, cuyo proceso comienza con moldes de cera. Fascinados por aquella información, Benjamín y Trappy no paraban de hacerle preguntas a nuestro guía.

Molise Con la mano sobre una enorme campana, Trappy le preguntó: —¿De verdad esta tiene mil años? —Así es —contestó nuestro amigo—. La hizo un antepasado de la familia Marinelli... ¡Porque este ofi­ cio es una tradición que se transmite de genera­ ción en generación! Los chicos escuchaban embelesados. La explicación prosiguió: —¿Sabéis que hoy los toques de cam­ pana dependen casi por completo de un sistema ele ctró nico ? En el pasado, en cambio, se ocupaba un campane ro, que para pro ducir una me lodía concreta tenía que accionar unas unidas a las campanas. —¡Caray, debía de ser un ratón un rato hábil! —co­ mentó Trappy.

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Pero ¿dónde nacen las campanas? ¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Francesco se rio y dijo: —¡Sí! Era un trabajo importante, porque los toques servían para marcar los distintos momentos del día. Despertaban a los roedores por la mañana ; luego sonaban al atardecer, cuando acababa el día; avisaban en caso de peligro y repicaban incluso para congregar a los habitantes en . ocasiones Tras descubrir todos los secretos de las campanas, nos dispusimos a reanudar el viaje. Acababa de llegarnos el último mensaje de las Mil M aravillas, que nos informaba de que nuestra siguiente etapa sería Abruzos, una región inmersa en la naturaleza. ¡Y estábamos impacientes por conocerla!

especiales

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Caciocavallo de Sila

¡Una pausa para relamerse los bigotes!

En un viejo mesón hemos pedido el famoso caciocavallo, una especialidad originaria de Sila, en Calabria, que luego se extendió a Basilicata, Molise y Apulia. A los Stilton nos encanta el queso... Y el caciocavallo... ¡ha sido un descubrimiento superratónico!

¿CÓMO SE HACE EL CACIOCAVALLO? En primer lugar, la leche se somete a un proceso llamado cuajado; esto significa que se calienta junto con el cuajo, que la hace pastosa. Luego, la crema obtenida se deja fermentar, es decir, madurar, durante un tiempo que va de 4 a 10 horas. Se obtiene así una barra de pasta a la que se da forma con las manos y que se enfría en agua para, a continuación, conservarla en salmuera (una solución de agua y sal que sirve para darle sabor al queso). Después, con un cordel, se ata el extremo superior de cada queso para cerrarlo. Al final, los quesos se atan de dos en dos y se dejan curar durante un mes o más... a cavallo (a caballo) sobre una viga. ¡De ahí toma su nombre el caciocavallo!


Abruzos

¡Todos al tren! Región: Abruzos Capital: L'Aquila

Conducía el minibús que habíamos alquilado para la etapa anterior cuando nos llegó un nuevo mensaje. Tea nos lo leyó a todos:

—En un monumento sobre raíles harán viaje...

¡a través de un magnífico paisaje! Trampita esbozó una gran sonrisa y exclamó: —¡Esta me la sé! ¡Modestamente, soy un experto en trenes de época! ¡Se trata de la línea ferroviaria que une Abruzos y Molise! ¡Es un trayecto histórico cuyos vagones se hicieron en los años veinte del siglo pasado! Si recuerdo bien, parte de Sulmona... Miramos en el mapa ¡y descubrimos que estábamos cerquísima! Benjamín consultó la tableta y lo confir­ mó: —¡Bravo, tío Trampita! De la estación de Sulmona sale un tren conocido como el transiberiano de Italia. —¿«Transiberiano» como... el tren que atraviesa Ru­ sia? —preguntó Trappy.

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—¡Sí, pero en versión italiana ! —asintió Ben­ jamín—. Sale de Sulmona, en Abruzos, y llega a Iser­ nia, en Molise, cruzando montañas y desfiladeros, parques naturales y pueblos... ¡Aunque acabamos de estar en Molise, vale la pena hacer este viaje! ¡Por mil quesos de bola, fue de veras emo cio nan te ! Con el hocico pegado a la ventanilla del tren, admi­ ramos paisajes verdaderamente superratónicos. Cerca de nosotros iba sentada una simpática roedo­ ra, que enseguida se puso a charlar: —Son ustedes turistas, ¿verdad? Encantada de co­ nocerles, yo me llamo Rossella y vivo en Sulmona.


Abruzos

Avete scelto un posto magnifico per passare le vostre vacanze.* ¡Este breve viaje en tren será inol­ vidable, ya verán! Luego se dirigió a mis sobrinos: —A lo largo del viaje pasaremos por Rivisondoli­ Pescocostanzo, ¡una de las estaciones ferroviarias a mayor altitud de Italia con sus 1.200 metros sobre el nivel del mar! CO INOS E N B E —exclamó Trappy entu­ — R E S AP O L siasmada. Rossella sonrió. —¡Y luego entraremos en el Parque Nacional de la Majella, una au­ téntica joya de la naturaleza! —En­ tonces señaló las la­ deras de una montaña y siguió diciendo—: ¿Ven aquellas manchas allá arriba, las que... se mueven? Son rebecoS de los Ape­ ninos, que estaban en peligro de extinción pero que ahora, por fortuna, han sido reintroducidos en el parque. Hoy se cuentan un millar aproximadamente.

DE

* «Han elegido un lugar magnífico para pasar las vacaciones.»

¡Todos al tren!

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DE

S LOBO LOS APENINO

De lejos avistamos también ciervos y corzos, y tuvi­ mos noticia asimismo del lobo de los Apeninos, ¡pero solo por medio de una fotografía que nos ense­ ñó Rossella! Benjamín y Trappy estaban un poco decepcionados, mientras que yo me puse contentísimo: ¡¡la sola idea de encontrármelo delante hacía que me vibraran de canguelo los bigotes!! De pronto, Trampita señaló el cielo y chilló: —¡Mirad! ¡Os presento a su ma­ jestad el águila real ! ¡Por mil quesos de bola, era un ave con una envergadura de más de dos metros! AL Cuando llegamos a Carovilli, ha­ ÁGUILA RE ciendo una breve incursión en Molise, oímos tocar las campana y nos acordamos de la maravillosa fábrica de campanas de Agnone... ¡Sí, precisamente la que habíamos visitado en la etapa anterior! Dimos una vuelta y al final tomamos de nuevo el tren para regresar a Sulmona. ¡Qué fantástica excur­ sión! Nada más llegar nos hicimos un selfi delante de la locomotora del tren. ¡ C L I C !

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¡Todos al tren!

—¡Truchas y cangrejos en el agua plateada,

remo en mano para una fresca jornada! Por mil quesos de bola, seguro que hablaba de una excursión en canoa por el río Tirino, que es famo­ so... ¡por su agua gélida! Mis sobrinos parecían entusiasmados ante la idea, por lo que ciertamente no podía echarme atrás, ¡aunque pensar en un baño HELADO no me entusias­ maba en absoluto!

Montar en la canoa (sin volcar) no resultó fácil, pero ; minutos después estábamos en medio del Trampita y yo, en una canoa, Tea y los chicos, en otra. ¡El paisaje quitaba el hipo! Pero, por mil quesos de bola..., Trampita dejaba que remara yo solo... ¡Qué paliza ! ¡Uf! ¡Arf! Tea se dio cuenta y dijo: —¡No hay nada mejor que una buena remada para admirar la naturaleza! Pero, Trampita, eh, ¡¿qué ha­ ces, duermes?! ¡¡Venga, rema tú también!! ¡No pue­ de hacerlo todo Geronimo! Trampita se inclinó para alcanzar el remo, lo que hizo oscilar pavorosamente la canoa. S OCORROOO! ! !!

Al día siguiente, el mensaje de las MIL MARAVILLAS no me dejó nada tranquilo... Lo leí y releí varias veces hasta entenderlo bien:

Abruzos


¡Todos al tren!

Abruzos Yo me aclaré la voz y se lo leí a los demás:

—A la torre ahora subirán

para ver el río Tirino, que ya conocerán.

que lo caracterizan, la temperatura es siempre de 11 grados, tanto en verano como en invierno. Y la trucha común es el úni­ co pez capaz de cha­ potear en un agua tan fría. Bajamos de la canoa, ÚN TRUCHA COM refrescados y relajados (y sobre todo... ¡todavía secos!), justo a tiempo para recibir un nuevo mensaje.

Trappy gritó feliz: —¡Yo, yo, yo! ¡Sé de qué habla! ¡Es la torre del casti­ llo de Rocca Calascio! ¡La he visto cuando llegába­ mos! ¡Seguro que desde allí arriba el paisaje debe de ser SUPERRATÓNICO ! Yo lo pensé un poco y luego propuse: —Che ne direste di andarci domani?* Si salimos pronto, ¡podríamos cruzarnos con ciervos y corzos! Trappy y Benjamín no perdieron un segundo y excla­ maron como un solo ratón: —¡SÍÍÍÍ! Entretanto, ¡nos merecíamos una cena de bigotes y dormir como reyes en una hospedería cercana! Al día siguiente subimos a Rocca Calascio. Decidi­ mos recurrir a las explicaciones de un guía, ¡por­ que queríamos conocer la historia y las curiosidades de aquella localidad tan fascinante y sugestiva! Descubrimos así que Rocca Calascio comprende el CASTILLO y un pequeño pueblo medieval. El pri­ mero, construido poco después del año 1000, se en­

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el agua directamente de la tierra.

micromanantiales

* «¿Qué os parece si vamos mañana?»

Prosiguiendo por el plácido río, lo que más me im­ presionaba eran los colores: el agua azul y turque­ sa, enmarcada por sauces blancos y resaltada por los troncos oscuros de la orilla. ¡Un juego de colores realmente encantador! —¿Sabéis que aquí se encuentran fácilmente cangre­ jos de río? ¡Pero parece que estas aguas le gustan a un solo tipo de pez ! ! —observó Tea. —¡Sí! —contestó Benja­ mín—. He leído que este río es especial por­ Los MICROMANANTIALES son fisuque, gracias a algunos ras por las que mana


¡Todos al tren!

Abruzos

cuentra en una colina desde la que se puede disfru­ tar de unas vistas espectaculares. —El castillo servía como torre de VIGILANCIA —explicó el guía—. Desde esta posición se dominan los valles y territorios circundantes. Tras un violento terremoto a principios del siglo XVIII, la parte más antigua del pueblo empezó a despoblarse. —Y aña­ dió—: ¿Sabéis que aquí se han rodado películas ? —¡Uau! —exclamó Benjamín—. ¡Sería fantástico hacernos el selfi con una estrella de cine! A decir verdad, no nos encontramos con ningún ac­ , pero nos hicimos el selfi de rigor y lo tor enviamos inmediatamente...

Y nos llegó la respuesta: ¡la etapa de Abruzos había terminado, nos esperaba Umbría! —¡Qué lástima! —exclamó Benjamín—. ¡Esperaba hacer una excursión a Majella! O, ¡si hubiese sido invierno, ESQ UIAR ! ¿Sabéis que desde arriba se ve el mar? Tea dijo entonces: —No os preocupéis, volveremos cuando haya nieve. Preparaos, chicos..., ¡porque será superratónico!

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Ir a ESQUIAR.. . ¿v mar? ¡En Abru iendo el z ble! Si vais a la os es posis Passo Lancian pistas del o-Maielletta, en el macizo d ¡podéis divis e Majella, a Adriático a lo r el mar lejos!

famoso


¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Los eremitorios

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Los laboratorios nacionales del Gran Sasso De los eremitorios... ¡a la ciencia!

Además de la espectacular naturaleza, en Abruzos pueden admirarse unos lugares emocionantes, los eremitorios. Son sitios (en general apartados y difíciles de alcanzar) en los que unas personas, los eremitas, se aíslan para meditar y orar en contacto con la naturaleza. ¡Algunos están realmente bien escondidos entre bosques y rocas! ¡Las obras del renacimiento!

L’Aquila

L’Aquila es la capital de la región de Abruzos. El monumento que simboliza la ciudad es el majestuoso Fuerte Español, un castillo construido en la primera mitad del siglo xvi. En 2009, un violento terremoto sacudió el municipio de L’Aquila y todavía están en marcha los trabajos de reconstrucción.

En Abruzos no hay solamente eremitorios excavados en la roca... sino también lugares futuristas, como el Laboratorio Nacional del Gran Sasso (LNGS) del Instituto Nacional de Física Nuclear, ¡el mayor centro subterráneo del mundo dedicado al estudio de los neutrinos y las astropartículas! Se halla a 1.400 metros de profundidad bajo el macizo del Gran Sasso. Cada año alberga actos y actividades interactivas para dar a conocer los secretos de la física y de la ciencia mediante experimentos, talleres didácticos y conferencias. Hay encuentros reservados a los jóvenes, en los que pueden conocer a los investigadores y explorar las maravillas del planetario. ¡Volveremos, garantizado al queso!


En busca de inspiración... Región: Umbría Capital: Perugia

Decidimos trasladarnos a Umbría en nuestro fiel mi­ nibús de alquiler. Nada más pasar el límite de la región nos detuvimos en la tienda de un pueblecito para comprar pro­ ductos típicos. ¡Estábamos allí precisamente cuando nos llegó el nuevo mensaje de las MIL M ARAVILLAS! Esto es lo que decía:

—¡Campos cubiertos de mil colores,

lentejas, amapolas y espléndidas flores!

Colorean los campos que rodean CASTELLUCCIO el amarillo de las flores de la mostaza silvestre, el rojo de las amapolas, el blanco de la manzanilla, el azul de las flores llamadas «espejo de Venus» y el violeta de las lentejas florecidas. Está absolutamente prohibido coger o pisar estas flores, ¡es un espectáculo para admirar y respetar!

Umbría Trampita señaló un póster pegado en el escaparate de la tienda y dijo: —Aquí pone que en Castelluccio di Norcia puede admirarse la floración de las lentejas ¡y de otras plan­ tas diseminadas por la llanura que rodea el pueblo! —¡Bravo, Trampita, has encontrado la solución a la adivinanza! —respondí yo, entusiasmado. El tendero nos guiñó un ojo y nos indicó: —Castelluccio no está lejos de aquí. ¿Por qué no van ? ¡Será una experiencia única, ya verán! en Más tarde, mientras íbamos como flechas en bici, ¡vimos un espectáculo superratónico formado por campos rojos, violetas, blancos, amarillos y azules!


nimito, ¿has comp Gero n buen soneti uesto to? u

En busca de inspiración... ¡Era un paisaje realmente increíble, mis queridos roedorcitos! Nos hicimos un selfi coloridísimo , ¡y el mensaje de respuesta de las MIL M ARAVILLAS nos confirmó que habíamos acertado el lugar! Pero la adivinanza siguiente tardaba en llegar, así que decidimos pernoctar en Castelluccio para visitar al día siguiente un precioso sitio que estaba allí cerca: las fuentes del río Clitunno. ¡Chillííí, cuánto tiempo hacía que yo soñaba con pa­ sar unas horas en aquella orilla encantadora! Les conté a mis sobrinos: —¿Sabéis que muchos VIAJE EN EL TIEMPO Este fascinante río inspiró a muchos poetas del pasado en­ poetas, entre ellos Virgilio (70 a. C. contraron la inspiración 19 a. C.), que alabó la pureza y la potencia de la corriente. Además paseando por estas tran­ de las bellezas naturales, la zona es rica también en vestigios históricos. quilas riberas? A escasa distancia de las fuentes, Con gusto me habría que­ de hecho, se encuentra el templo del Clitunno , una pequeña joya ardado sentado yo tam­ quitectónica que está considerada uno de los testimonios más imporbién a escribir en aquel tantes de la presencia en Italia de rincón de paz, si no me los longobardos, pueblo de origen germánico que, entre los siglos VI hubiese molestado y VIII, dio vida en la península itálica a una floreciente civilizaTrampita con sus cons­ ción. tantes bromas.

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n ¿d ó

, venga, Venga stá esa inspiración? de e

as buscado ¿La h bien, bien? bien,


—¡Basta, me rindo! —bufé al final. —¡Estoy de acuerdo, Ger! —dijo mi primo—. Son bonitos estos sitios, pero ¡¿no tienes hambre?! En efecto, era la hora de comer, así que decidimos ir a la preciosa (y cercana) Spoleto, ¡una de las ciuda­ des umbras más antiguas y con más historia! —Willy, mi amigo director de cine, viene aquí todos los años para participar en el Festival de los Dos Mundos, ¡la próxima vez vendré con él! —dijo Tea.

Umbría —¡Qué buena idea, tía! —exclamó Trappy—. Pero ¿qué es el Festival de los Dos Mundos? , —È una manifestazione internazionale di danza e teatro!* —respondió Tea sonriendo. Interrumpió a mi hermana un sonido que para en­ tonces conocíamos muy bien. Era un nuevo mensaje y Tea lo leyó al instante: B I P

musica

—Gracias al redondel que trazó,

BIP

el mundo entero a este artista amó. —¡Yo lo sé! —dijo Trappy poniéndose en pie—. Es una historia que nos ha contado el profesor de arte. Había un papa llamado Bonifacio VIII que busca­ ba el artista adecuado al que encomendar su retra­ to, y un joven de nombre Giotto trazó a pulso un CÍRCULO … ¡perfecto! VIAJE EN EL TIEMPO Giotto es uno de los pintores más importantes del arte italiano. Nació en 1267 cerca de Florencia. Desde pequeño demostró que tenía grandes dotes artísticas; se dice que, durante su aprendizaje con el gran pintor Cimabue, un día dibujó una mosca tan bella y realista que el maestro intentó aplastarla... ¡porque creía que era de verdad! Leyendas aparte, Giotto fue uno de los grandes innovadores del arte occidental; de hecho, fue el primero en representar a figuras sagradas poniendo de relieve su humanidad y sus sentimientos. Y también el que hizo vivo y articulado el espacio en que se hallaban estas figuras. ¡Fue una verdadera revolución pictórica!

* «¡Es una muestra internacional de música, danza y teatro!»

En busca de inspiración...


* «¡Vamos ahora mismo a echar un vistazo!»

En busca de inspiración... Asombrado por la capacidad artística del pintor de Florencia, el papa le encargó inmediatamente su retrato. —¡Entonces debe de ser precisamente Giotto la res­ puesta a nuestra adivinanza! En la basílica de Asís hay varios frescos suyos... Andiamo subito a dare un’occhiata!* Llegamos en nuestro minibús a Asís , con su precio­ sa basílica de San Francisco , justo cuando el sol se ponía.

Umbría Al día siguiente, ad­ VIAJE EN EL TIEMPO mirando los fresCos Nacido en Asís en 1181 (o posiblemente de Giotto, descubrimos en 1182), en el seno de una rica familia lugar, Francisco vivió muchos años que cada uno de ellos del en medio de comodidades y riquezas. describía un momento Tras combatir en una guerra, volvió tan turbado por los horrores que había concreto de la vida de visto que decidió desprenderse de lo que poseía para consagrar san Francisco, el san­ todo su vida a servir a los demás; se to que vivió en esa ciu­ vistió con un sayo y abandonó su hogar. Vivió en la pobreza e hizo dad entre los siglos XII y de su vida una misión al servicio de los necesitados y de los más XIII. débiles. ¡Su historia es realmente superratónica y la llevaré siempre en el corazón ! Aquella tarde mandamos nuestra foto en Asís y recibi­ mos el mensaje de respuesta de las MIL MARAVILLAS... Trampita lo leyó muy contento:

—¡Bravo, Stilton! ¡Cita dentro

de dos días en Las Marcas!

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¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Perugia Por nada en el mundo podíamos perdernos la visita a Perugia (o Perusa)... ¡Es la ciudad del chocolate! Atracones aparte (¿verdad, Trampita?), descubrimos muchos secretos de ese manjar. De hecho, ¡en Perugia se encuentra una de las fábricas más famosas de Italia y del mundo! ¿Sabéis cómo se obtiene el chocolate? ¡De una semilla, el haba de cacao! Se abre el haba, se deja fermentar y luego se pone a secar al sol. Después, las semillas se tuestan, se pelan y se trituran. ¡Pero ahí no acaba todo! Además, hay que pasar por una amasadora los granillos obtenidos de la trituración de las habas de cacao. Entonces se añaden azúcar, mantequilla de

¡Pillado in fraganti!

cacao y, a veces, otros ingredientes, ¡y por fin el chocolate está listo para moldearlo en las famosas tabletas!

UMBRIA JAZZ Perugia tiene también un encantador y fascinante centro histórico, y alberga el más importante festival italiano de jazz, el Umbria Jazz, que nació hace casi cincuenta años. ¡Un motivo más para volver!

Pozo de San Patricio

Un pozo... ¡de las maravillas! El pozo de San Patricio, en el centro histórico de Orvieto, fue construido en el siglo XVI por Antonio da Sangallo el Joven para asegurar el agua a los habitantes de la fortaleza en caso de asedio. ¡Tiene más de 50 metros de profundidad y 13 de anchura! Alrededor del pozo giran dos escaleras de caracol que no se cruzan nunca; la estructura se pensó de este modo para evitar que quien bajase a coger agua se encontrara con quien subía. Cada escalera tiene 248 peldaños amplios y cómodos para permitir también el paso de animales de carga, en otro tiempo usados como medio de transporte. Gracias a las 72 ventanas de la estructura y al tragaluz superior, el pozo estaba perfectamente iluminado durante el día.


¡Magia subterránea!

—Non ho la più pallida idea di che cosa possa essere...* —co­ mentó Tea. Ni hecho aposta, en aquel momento pasamos por delante de un cartel de carretera que ponía Cuevas de Frasassi.

—¿Habéis visto el cartel? ¡Quizá la adivinanza se refiera precisamente a cuevas! —exclamó Ben—. ¿Cómo decía? Magia subterránea, castillos de roca... Y Trampita concluyó: —¿A qué esperamos? ¡Vamos ahora mismo! Mientras yo conducía, Tea hizo una llamada, pero habló en voz baja, muy baja. Qué raro ... —¡Ya está! —dijo luego—. ¡He reservado una visita a las cuevas! Y habrá también... ¡una pequeña sor­ presa! Chillííí, ¿qué se le habría ocurrido? ¡No sabía por qué, pero tenía un malísimo presentimiento! De hecho, cuando llegamos descubrimos que mi aventurera hermana había reservado (para ella y para mí) un recorrido... ¡¿espeleológico?! Benjamín exclamó feliz: —¡Qué bien, tío G! Los espeleólogos bajan a las cue­ vas con cuerdas, linternas... —... ¡y con valentía, chillííí! —concluí yo. —¡Ya verás qué bonito! —dijo sonriendo Tea. —¡No me seas floj astro , Geronimastro! —añadió Trampita—. ¿Cuándo vas a tener otra oportunidad de meterte en una cueva oscura, húmeda y resbaladiza? ¡Ay, mi primo no cambiará nunca!

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Región: Las Marcas Capital: Ancona

* «No tengo ni la más mínima idea de qué puede ser...»

Las Marcas

Mi familia y yo viajábamos en nuestro fiel minibús de alquiler en dirección a Las Marcas. Todos estábamos de muy buen humor, entre otras muchas razones por la bolsita de excelentes bombones que habíamos comprado en nuestra vi­ sita a la ciudad de Perugia... En aquel momento... B I P B I P ¡Ajá, era el familiar sonido que anunciaba la nueva adivinanza! Mi hermana la leyó en voz alta:

—Maravillas en forma de gota,

magia subterránea, castillos de roca.


Fuera como fuese, en primer lugar los espeleólogos nos proporcionaron arnés , casco y botas. Luego hicieron una breve introducción y al final comenzó la exploración... ¡de una sima de 30 metros de pro­ fundidad! ¡Brrr, qué canguelo felino! Tea me tranquilizó: —¡Á nimo, Ger! ¡Los guías están preparadísimos, haremos el recorrido con total seguridad! —¡Bien! —suspiré—. ¿Y no hay otro camino? —Pasaremos justo por allí, a la izquierda. ¡Pero nada de miedo, ahora los aseguramos enganchán­ dolos a esta cuerda! —me dijo el guía sonriendo. ¡Yo me puse tan pálido como el requesón! Pero luego reuní valor y, lo reconozco, ¡fue una ex­ periencia in­cre­í­ble! La visita transcurrió por espacios espectaculares y pasajes... ¡estrechísimos!

s S son formacione Las ESTALAGMITA elevan desde el calcáreas que se por las gotas de suelo, producidas ositando capa dep agua, que van inerales. tras capa de m

Las ESTALACTITAS son formaciones calcáreas que penden de la bóveda (es decir, del «techo») de las cuevas.

De hecho, tuve que... arrastrarme... caminar a cuatro patas... trepar... deslizarme con... ¡el trasero ! Cuando a la salida de las cuevas nos encontramos con los chicos y Trampita (¡ellos acababan de con­ cluir el recorrido normal!), estábamos muy entu­ siasmados.. —¿Has visto, tío G? ¡Las estalactitas parecen enor­ mes carámbanos que cuelgan del techo! —chi­ lló Trappy. —¡Qué superratónicos paisajes! —exclamó Ben con entusiasmo.


¡Magia subterránea! Pero se estaba haciendo tarde, así que nos apresura­ mos a hacernos el selfi para las MIL M ARAVILLAS. Y enseguida nos llegó el nuevo mensaje.

—Una doble muralla y una torre colosal,

allí un amor se volvió inmortal... —He leído en la guía que esta región está llena de castillos —dije pensativo—, pero la torre más impo­ nente es la de la fortaleza de Gradara, de 30 me­ tros de altura. ¿Podría ser el lugar correcto?

Las Marcas Llegamos así a lo alto VIAJE EN EL TIEMPO de una pequeña coli­ Dante Alighieri es uno de los na en la que los muros poetas más importantes del mundo románico. Vivió a de la FORTALEZA caballo entre los siglos XIII y XIV. se sumaban al cerco de Su obra más famosa es la Divina Comedia, que describe su viaje imaginario al más allá. En el murallas que protegía quinto canto del Infierno, Dante la pequeña población. cuenta un amor inolvidable: el de Paolo y Francesca, una Visitamos las estancias muchacha que vivía, parece ser, ¡precisamente en el decoradas con esplén­ castillo de Gradara! didos FrEscoS y nos en­ teramos de que, proba­ blemente, allí vivió Francesca da Rimini, una joven muchacha descrita por el gran Dante Alighieri en la Divina Comedia. Tea comentó: —Por eso la adivinanza hablaba de amor inmortal, porque los escritores hacen inmortales a los perso­ najes de los que hablan en sus obras. Intrigado por las fortificaciones del castillo, Benja­ mín quiso recorrer a toda costa el camino de ronda , es decir, el espacio detrás de las almenas que servía para vigilar la presencia de enemigos. Al final enviamos el selfi de aquella etapa. ¡Estába­ mos cansados, pero superfelices!

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* «¡Esta vez os hago yo de guía!»

¡Magia subterránea! A la espera de recibir nuevas indicaciones, la mañana siguiente propuse hacer una visita a Urbino , la ciudad de Rafael Sanzio, uno de los mejores pintores italianos del Renacimiento, que vivió entre los siglos xv y xvi. ¡Sus pinturas y frescos son auténticas obras maestras! —En Italia hay muchísimas ciudades del arte , como Perugia, Nápoles, Florencia, Bolonia, Palermo... —les expliqué a mis sobrinos—. Son ricas en obras maestras de todas clases: castillos y otros monumentos, jardines e incluso casas-museo, ¡como la de Rafael , aquí en Urbino! Visitándolas, uno puede sumergirse en la atmósfera de quienes las habitaban y admirar no solo las obras que se conservan en ellas, sino también los objetos de uso habitual ligados a la vida cotidiana. Mientras paseábamos arriba y abajo por las em­ pinadas calles de la ciudad (llamadas piole), ad­ miramos fascinados los espléndidos palacios. —Federico da Montefeltro, es decir, el duque de Urbino, convirtió esta ciudad en una verdadera joya renacentista. El Palacio Ducal que hizo construir es uno de los símbolos más famosos de aquella época. —Questa volta vi faccio io da guida!* —exclamó entusiasmado Benjamín—. ¡En la época del

algunos reyes y señores llamaban a su corte a los artistas más famosos para hacer sus moradas y ciudades más bellas! Solo en aquel momento me di cuenta de que desde hacía un buen rato no oíamos el parloteo de mi primo Trampita... Me giré para buscarlo, ¡pero no estaba con nosotros! ¿Dónde se había metido? Volvimos sobre nuestros pasos entre pórticos y palacios; ¡estábamos convencidos de que se había escondido para gastarnos una de sus habituales bromas !

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Renacimiento, lo hemos estudiado en el colegio,


¡Magia subterránea! ¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Trappy lo encontró, en cambio, apoyado en una pared y ocu­ pado en darse un atracón de dulces de Las Marcas re­ cién comprados: pastas de anís, rosquillas de mosto y cremas fritas. Mi primo sus­ piró extasiado. —¡Ah, Las Marcas! Son... ¡dulcí­ simas! Todos nos echamos a reír y yo propuse ir al hotel para descansar un poco. Fue allí donde recibimos un nuevo mensaje de las MIL MARAVILLAS.

—¡Bien hecho, Stilton!

Cita dentro de dos días en Emilia-Romaña: ¡gente acogedora, preciosas ciudades y excelente cocina!

Fabriano

Fabriano es famosa en todo el mundo por la producción de papel. En el Museo del Papel aprendimos que este material extraordinario fue inventado por los chinos, pero que fueron los árabes quienes lo difundieron en Occidente después de haber mejorado los procesos de elaboración. Como participantes en las MIL MARAVILLAS, nos invitaron a un taller superratónico, donde aprendimos a producir papel... ¡con nuestras patas!

¡Por mil quesos de bola, aquella «tarjeta de visita» no podía más que ponernos impacientes por lle­ gar a nuestra próxima etapa!

¡Qué emoción!

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¡Una cena superratónica! Región: Emilia-Romaña Capital: Bolonia

Para ir a Emilia­Romaña cogimos un tren que nos llevó a Rímini, una de las ciudades más famosas de la costa de Romaña. Nada más llegar nos sentamos a una mesa al aire li­ bre de un local. Una bri­ sa nos hacía cosquillas en los bigotes mientras degustába mos la fa­ de Ro­ mosa maña, un pan plano que puede rellenarse de muchas maneras. Nos estábamos pregun­ tando cuál sería nuestra si­ guiente etapa cuando llegó el mensaje que esperábamos. BIP BIP Trappy cogió mi móvil y leyó en voz alta:

—Muchos cuadraditos, todos de colores,

forman dibujos con millones de admiradores. 112

Emilia-Romaña Tea exclamó con los ojos brillándole: —¡Habla de MOSAICOS, estoy segura! Ya he­ mos visto algunos en Sicilia, ¿os acordáis? —¡Bravo, Tea! ¡Entonces debemos ir a Rávena, allí hay unos cuantos maravillosos! —dije. Cogimos el tren a Rávena, luego preguntamos cómo seguir a pie... —¡El Mausoleo de Gala Placidia! —exclamé al verlo aparecer ante nosotros—. ¡Allí está!


Desde fuera puede parecer un sencillo edificio de la­ drillo, pero cuando se entra... Nos encontramos con un impresionante mar de mo­ y COLORIDISIMOS ... saicos ¡Qué espectáculo! —¡Imaginaos cuánta paciencia fue necesaria para hacer estas obras de arte con piececitas de vidrio tan pequeñas! —comentó Trappy. Los mosaicos enmudecieron incluso al charlatán de Trampita, que parecía hipnotizado por el techo abo­ . ¿O quizá... estaba in­ vedado lleno de tentando contarlas? Yo le dije a mi familia:

relucientes

estrellas 114

luego vayamos a ver también la basí­ lica de San Vital!»

—Finiamo il giro e poi andiamo a vedere anche la basilica di San Vitale!* Cuando entramos en la basílica, ¡quedamos impre­ sionados por tanto esplendor! Mis queridos roedorcitos, nos habríamos pasado horas con la cara levantada, admirando aquellas ma­ ravillosas T E S E L A S de colores que componían imágenes asombrosas, pero las MIL MARAVILLAS nos reclamaba. ¡Teníamos que proseguir la prueba! Así que salimos y nos hicimos el selfi.

* «¡Terminemos de dar una vuelta y

Emilia-Romaña


¡Una cena superratónica! Y justo allí nos llegó la nueva adivinanza...

—¿Llueve y el paraguas han olvidado?

¡Da igual, no volverán con el pelaje mojado! —¡Lo sé! —exclamé—. ¡Habla de Bolonia ! Tiene tantos SOPORTALES que se puede recorrer el centro siempre a cubierto. ¡Por eso, si se te olvida el paraguas, no te mojas! En el tren que se dirigía a la capital de Emilia, Trampita dijo: —¿Sabéis que a Bolonia la llaman roja, docta y gorda? El dicho

Emilia-Romaña se refiere a sus casas de ladrillo rojo, al hecho de que alberga una de las UNIVERSIDADES más anti­ guas de Europa (¡docta significa «sabia»!) y a que en ella se come de una manera refinada y suculenta (¡de ahí lo de gorda!). Al llegar a la ciudad, corrimos a ver los famosos soportales... —¿Dónde nos hacemos la foto? —pregunté. —¡Aquííí, tío G! —chillaron Benjamín y Trappy. los soportales de Mientras ellos la izquierda, Trampita apuntó a los de la derecha... Chillííí, ¿y entonces?


Al final fue Tea la que decidió: nos condujo a la calle Marsala, donde se encuentran los soportales más an­ tiguos de la ciudad, y nos hizo un selfi realmente... ¡total! ¡ C L I C ! No nos habíamos dado cuenta de que bloqueábamos el paso a una roedora cargada con bolsas de la com­ pra. Nos disculpamos y mis sobrinos se ofrecieron a ayudarla. ¡La señora se dirigía a su restaurante y nos invitó a seguirla!

Los SOPORTALES de la calle Marsala, de los pocos que quedan hechos de madera, son de los más llamativos de Bolonia...

Poco después, delante de un delicioso plato de tallarines al ragú, la señora Agnese nos contó los secretos de la cocina de Emilia­Romaña para termi­ nar diciendo: —Non perdetevi il parmigiano! È una delle eccellenze gastronomiche di questa zona!* —¡Para mí un queso entero, gracias! —pidió Tram­ pita. —Mire que pesa unos 40 kilos , ¡¿cómo lo va a transportar?! —replicó la señora Agnese entre risas. —¡ÉL se encargará! —contestó mi primo, señalándome. Chillííí, por suerte Tram­ pita se distrajo con un buen plato de tortellini... ¡y se olvidó del queso! Fue una cena de veras superratónica, la mejor manera de acabar el día a la espera de la siguiente etapa. ¿Cuál? El mensaje que nos llegó de las MIL MARAVILLAS era claro: debíamos ir a... ¡Toscana!

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las excelencias gastronómicas de esta zona!»

Emilia-Romaña * «¡No se pierdan el parmesano! ¡Es una de

¡Una cena superratónica!


¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

La piadina

¡Piadina, qué pasión!

Vías de agua En tiempos pasados, Bolonia estaba recorrida por canales que servían para transportar mercancías y para accionar molinos y antiguas fábricas. Después, paulatinamente, calzadas y aceras sustituyeron a los viejos cursos de agua. ¡Pero quien se asome a la ventana de la calle Piella puede ver un canal aún al descubierto!

Bolonia... ¡sobre el agua!

¡Nunca más sin piadina! ¡Nos ha gustado tanto que hemos pedido la receta para hacerla en casa! ¿Queréis poneros a prueba también vosotros? ¡Aquí está todo lo que necesitáis! Ingredientes: • 500 g de harina 0 • 170 g de agua (o de leche para una

masa más blanda) • 125 g de manteca (o, en versión vegetariana, 80 ml de aceite de oliva) • 15 g de sal • una cucharada y media de bicarbonato

1. Mezclad los ingredientes en una fuente y añadid la leche (o el agua) poco a poco. Amasad bien y, cuando la mezcla esté homogénea, ponedla sobre la superficie de trabajo y formad una bola. 2. Dejadla reposar 30 minutos y luego divididla en porciones de unos 100 g cada una. 3. Enharinad la superficie de trabajo y después extended cada bola con el rodillo para formar unas láminas de 3-4 mm de grosor. 4. Cocinad las láminas en una sartén antiadherente precalentada y untada de aceite de oliva; tenedlas un par de minutos por cada lado, hasta que la superficie esté levemente dorada. 5. Dejadlas enfriar, luego cortad cada piadina por la mitad y rellenadla a vuestro gusto. ¿Una idea? ¡Un queso blando y jamón crudo!

MUSEO FERRARI Nos habría gustado visitar el Museo Ferrari de Maranello para revivir la historia de una de las firmas automovilísticas más famosas del mundo. Pero no nos dio tiempo, ¡uf! Iremos la próxima vez, y a lo mejor experimentaremos la emoción de conducir un monoplaza. ¡Tea, obviamente, se muere de ganas!


Región: Toscana Capital: Florencia

Para ir a Toscana desde Emilia­Romaña cruzamos la cordillera de los Apeninos en un confortable y silen­ cioso coche eléctrico . ¡Chillííí, unos paisajes que quitan el hipo! Durante el trayecto recibimos el mensaje de las MIL MARAVILLAS. Benjamín cogió el teléfono y leyó en voz alta:

—Busquen un lugar muy especial;

¡en plena plaza hay un estanque termal! No sabiendo cuál era la solución, decidimos pasar por Florencia , la capital de Toscana, así como una de las ciudades más famosas del mundo. Supimos que habíamos llegado cuando vimos en el horizonte la cúpula de la catedral de Santa Maria del Fiore, proyectada por Filippo Brunelleschi en el siglo xv. Los bigotes me vibraban de emoción.

—¡Fue erigida hace seiscientos años y, sin embargo, sigue siendo la mayor cúpula de albañilería ja­ más construida! Aparcamos el coche y nos encaminamos por las ca­ lles del centro rumiando sin parar acerca del enigma por resolver. De repente, Trappy exclamó: —Si en Florencia existe un estanque en medio de una plaza, estaría señalado en todas las guías tu­ rísticas, ¿verdad? No me dio tiempo a contestar, porque Benjamín, con los ojos brillándole, me pasó la tableta. Yo pen­ saba que se trataría de una «ayudita» para resolver el enigma, en cambio... ¡era un regalo que le hacían a nuestro equipo! Tea exclamó: Las M —Questa sì che è una rega IL MARAVILL stilton la al equ AS sorpresa!* ipo un al v alle a excur Y Trampita añadió: sión de en c inco l chia nti —¡Eh, primote, ¿no es­ ¡mu b y có iciclet as mo tás contento?! das ... ! Yo chillé: —Pues la verdad, ¡claro que no! ¡Esperaba algo más relajante !

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* «¡Esta sí que es una sorpresa!»

Sube y baja por las colinas toscanas

Toscana


Sube y baja por las colinas toscanas —¡Arriba esa moral, Ger! —me dijo Tea—. He visto la foto de las bicicletas que nos esperan en el Chianti y son de esas eléctricas con pedaleo asistido ... ¡Son cómodas y veloces, ideales para un ratón un rato vago como tú! ¡Chillííí, aquella sí que era una buena noticia! Pasamos la tarde inmersos en las obras maestras de Florencia y terminamos el día con un paseo por el Ponte Vecchio (el «Puente Viejo»), el más famoso de los puentes sobre el Arno, el río que atraviesa la ciudad. A la mañana siguiente partimos hacia el Chianti, una tierra famosa en todo el mundo por sus viñedos legendarios y que se extiende por las provincias de Florencia, Siena y Arezzo.

Toscana Tengo que admitir que recorrer la campiña toscana, salpicada de antiguas casas de campo y es­ beltos cipreses, con el viento alborotándome el pe­ laje... y sin esforzarme... ¡fue una experiencia superra­ tónica! —Pero ya está atardeciendo... ¡y nosotros aún no he­ mos resuelto la adivinanza! —exclamé en cierto momento. —¡Pero no se puede razonar bien con el estómago vacío, por lo que propongo concedernos una sabrosa cenita! —replicó Trampita.


* «¡No veo la hora de darme un chapuzón en el bienestar!»

Sube y baja por las colinas toscanas Así que fuimos a un restaurante en compañía de dos simpáticos roedores que habíamos conocido por el camino, Manlio y Gaia. Nuestros nuevos amigos nos hablaron de los productos típicos de la zona del Chianti, como el aceite, el pan y el vino. —El olivo y la vid crecen bien aquí por muchos mo­ tivos: la composición del suelo, la altitud y la fuerte diferencia de temperatura entre el día y la noche —nos explicó Manlio—. ¡Por eso las aceitunas y las uvas del Chianti se convierten en aceites y vinos le­ gendarios! Tea, por su parte, les habló de nuestra búsqueda de tesoros y de la adivinanza aún por resolver. —En el valle de Orcia , en la provincia de Siena, hay un pueblo con una plaza... ¡que es una piscina ter­ mal! Se llama Bagno Vignoni —nos sugirió Gaia. Tea le dio las gracias: —¡Pues claro! ¡Esa es nuestra próxima meta! ¡Mil gracias, Gaia! Ante la idea de una pausa relajante en una pisci­ na termal, ¡los bigotes me vibraban de la emoción! Exclamé todo contento: —Non vedo l’ora di fare un tuffo nel benessere!* —De la plaza principal salen muchos canales de

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agua termal que llegan a distintos puntos del pueblo... Y en el Parco dei Mulini, por ejemplo, ¡podréis meter las patas en remojo! —nos informó Manlio. Al día siguiente fuimos en coche a Bagno Vignoni. Era de ensueño: fuentes termales, agua templada, a gogó! pero, sobre todo, ¡ Una vez hecho el selfi que exigían las reglas, me ha­ bría quedado allí unos días disfrutando de un mere­ cido descanso ... si no hubiese llegado un nuevo mensaje de las MIL MARAVILLAS. Se lo leí enseguida a los demás:

relajación

—No crean lo que vean sus ojos...

¡Un salto al mundo del tarot y sus antojos! 127


Sube y baja por las colinas toscanas Trappy enarboló el mapa de Toscana y exclamó: —¡Esta me la sé! Se trata del Jardín del Tarot de Capalbio. —¡No hay tiempo que per­ der! —dije con un suspi­ ro—. Es una lástima, me El JARDÍN DEL TAROT fue ideahabría gustado llevaros a do por una artista norteamea erg ricana del siglo XX. Alb la isla de Elba, desde aquí esculturas gigantes, de 12 a 15 es fácil ir y forma parte de metros de altura, dedicadas al les ecia esp es tarot, unos naip la Reserva de la Biosfera ilustrados con figuras mitológide las islas de Toscana , cas y simbólicas. La artista impuso que no hubiera visitas que poseen una gran di­ guiadas al parque, porque así versidad geológica, geo­ cada cual debe mirar y dar su propia interpretación a las morfológica y biológica... obras expuestas. —¡Y a mí me habría gustado visitar el Museo Piaggio, en Pontedera, que conserva una colección de medios de transporte realmente histórica! —ex­ clamó Tea—. Daos cuenta de que fue Piaggio la fir­ ma que creó la Vespa, una MOTO ya legendaria en todo el mundo. Benjamín tomó nota con la tableta y nos tranquilizó: —¡No temáis, los visitaremos la próxima vez que vengamos a Italia! Los añado ya a la lista...

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Al llegar en coche a Capalbio nos dedicamos a ex­ plorar el jardín pensado por la artista franco­esta­ dounidense Niki de Saint Phalle, que se inspiró en el gran artista español Antoni Gaudí para realizar ESCULTURAS que reproducen las figuras de las car­ tas del tarot. Hicimos muchísimas fotografías divertidas, ¡pero nos pareció que la mejor era la de Trappy ! La enviamos a las MIL M ARAVILLAS... y enseguida nos llegó la respuesta:

—¡Bravo, Stilton! ¡Otra etapa concluida!

Prepárense para partir... ¡a Cerdeña! 129


¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Palio de Siena

Las canteras de mármol de Carrara Las canteras de mármol de Carrara son famosísimas en el mundo entero. Michelangelo Buonarroti (Miguel Ángel), uno de los más grandes escultores de la historia, que vivió entre 1475 y 1564, iba en persona a buscar el material para esculpir sus obras. Quería ver de cerca los diversos tipos de mármol disponibles, algo que solo podía hacer estando en estrecho contacto con los canteros, es decir, quienes trabajan este material. Hoy pueden visitarse las mismas canteras a las que acudía Miguel Ángel... ¡Qué emoción!

¿Te imaginas que el gran Michelangelo, hace muchos siglos, pasara justo por donde nos vamos a hacer la foto?

Un espectáculo increíble… ¡chillííííí! El Palio de Siena es la carrera de caballos histórica más famosa de Italia. Consiste en tres vueltas a la plaza del Campo, en la ciudad de Siena , y vence el caballo que llega primero, con o sin jinete. Esta carrera, cuyo origen es muy antiguo, siempre ha sido una auténtica pasión para los sieneses, que la viven intensamente y se esfuerzan durante todo el año en su organización, divididos en contrade (los barrios de la ciudad). El codiciado premio es el drappellone, un gran estandarte que cada año pinta un artista distinto y que queda expuesto en el museo del barrio ganador.


La tierra de las mil caras Región: Cerdeña Capital: Cagliari

Nos embarcamos en el transbordador en Piombino (que dista un centenar de kilómetros de Capalbio) y . llegamos a Cerdeña, a Olbia, al El fresco viento de mistral nos recibió con un inten­ so olor a MIRTO, una planta muy extendida en Cer­ deña. Hacía poco que habíamos puesto la pata en tierra sarda cuando recibimos una nueva pista en nues­ tra búsqueda de tesoros. Decidí leerla yo para todos:

BIP BIP

—Bajo tierra aquí trabajaron,

¡conozcan los sitios en que excavaron!

MATORRAL MEDITERRÁNEO La vegetación que caracteriza las costas de Cerdeña comprende arbustos de hoja perenne como el almácigo, el enebro, el acebuche y la jara blanca..., pero sobre todo el mirto.

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Cerdeña Me volví y pregunté: —¿Hay MINAS aquí? Pero mi familia ya se había encaminado hacia el centro de Olbia, ¡así que mi pregunta la contestó Antonio, un simpático roedor que casualmente pasaba por allí! —¡Pues claro! —exclamó—. El subsuelo sardo es rico en minerales y la actividad de extracción tuvo un papel decisivo en nuestra economía. ¡Por eso, el Parque Geominero, Histórico y Ambiental de Cerdeña fue declarado primer parque geominero del mundo! Entretanto, los demás se habían unido a nosotros y escuchaban.


—Un parco?! E dove si troPARQUE GEOMINERO, HISTÓRICO Y AMBIENTAL DE CERDEÑA va?* —preguntó Tea. El parque ocupa un área de 3.800 Antonio nos dio todas las in­ kilómetros cuadrados, ¡que comprende nada menos que 81 mudicaciones. El PARQUE era nicipios! En Cerdeña, la actividad muy vasto, pero él nos reco­ minera ha moldeado el paisaje, pero también la cultura de la zona. El parmendó un lugar en par ti­ que abarca, pues, tanto el medio cular, la Gran Mina de Ser­ ambiente natural como los pueblos bariu, en Carbonia... ¡Una de los operarios, los pozos de extracción, las galerías subterráneas, elección SUPER RATÓNICA ! las instalaciones industriales y las Nuestro amigo se ofreció a antiguas vías férreas, ¡pero también los archivos documentales y la mehacernos de guía. Así que al­ moria de generaciones de mineros! quilamos un minibús y nos pusimos en marcha: ¡desti­ no Sulcis, en el SUR de Cerdeña! En aquella zona del parque, la extracción comenzó a mediados del siglo XIX y llegó a su auge en los años cincuenta y sesenta del siglo XX. Concluyó definitiva­ mente entre los años setenta y noventa. La Gran Mina de Serbariu en concreto estuvo activa entre la década de 1930 y la de 196 0. Había también una estación ferroviaria para lle­ var el material extraído directamente al puerto de Sant’ Antioco, donde se cargaba en grandes buques que lo transportarían al resto de Italia.

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Acabábamos de hacernos el selfi a la salida de una MINA cuando llegó el nuevo mensaje. Lo leí en voz alta:

VIAJE EN EL TIEMPO Para trabajar en las minas llegaban obreros de toda Italia. En 1940, en Serbariu estaban empleados más de 3.000 mineros, además del personal para el transporte y la elaboración de los materiales extraídos.

—¿Montones de piedra para ver enemigos o estrellas?

Construcciones muy antiguas, misteriosas y bellas. Tea no lo dudó ni un instante antes de exclamar: —¡Seguro que son los NURAGAS , las antiquísimas construcciones de piedra sardas! —Ho sempre sognato di vederle!* —celebró Trappy con entusiasmo.

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* «¡Siempre he soñado con verlos!»

* «¿Un parque? ¿Y dónde se encuentra?»

La tierra de las mi l caras


La tierra de las mi l caras Antonio, nuestro guía, se enorgulleció mucho por nuestro entusiasmo y nos explicó: —Tienen razón, la palabra nuraga, parece ser, signi­ ficaba «montón de piedras» y, en efecto, estas cons­ trucciones típicas de nuestra isla se erigen precisa­ mente con GRANDES PIEDRAS superpuestas. —Será como dice, pero ¿qué tienen que ver los enemigos con las estrellas? —intervino Trampita. —Se cree —continuó Antonio— que los nuragas podían ser torres de avistamiento para defenderse de los enemigos o bien podrían ser observatorios ... A Trampita se le desorbitaron los ojos. —¿Gastronómicos? ¿En qué sentido... gastronómicos? —¡Trampita! —exclamé con un suspiro—. ¡Antonio ha dicho astronómicos, no gastronómicos!

astronómicos

VIAJE EN EL TIEMPO El área arqueológica de Su Nuraxi es el más famoso de estos conjuntos defensivos. Se alza sobre la colina de la ciudad de Barumini y se construyó a lo largo del II milenio a. C. En medio de un laberinto de pozos y cisternas se alza una torre rodeada de otras cuatro, probablemente añadidas en un segundo momento. La construcción central, llamada torreón, medía originalmente más de 18 metros de altura y en su interior había tres habitaciones comunicadas entre sí.

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Cerdeña —En Barumini está el área arqueológica de Su Nuraxi , es el nuraga mejor conservado —prosiguió Antonio—. ¡Les aconsejo que vayan! — ¡ S Í Í Í ! —respondieron Benjamín y Trappy como un solo ratón. Al día siguiente, cuando por fin llegamos allí en nuestro minibús, nos quedamos boquiabiertos: ¡el conjunto de Su Nuraxi era realmente espectacular !


La tierra de las mi l caras Aquella tarde, cuando ya se ponía el sol que nos había acompañado durante todo el día, nos hicimos una preciosa foto. Luego, felices por aquel magnífi­ co y aventurado día, encontramos un hotel para descansar. Allí nos leyó Trampita el mensaje de las MIL MARAVILLAS nada más recibirlo.

—¡Son unos viajeros realmente de bigotes, Stilton!

Liguria los espera, pero antes de eso... ¡disfruten del mar de Cerdeña! Nosotros nos tomamos al pie de la le­ tra el mensaje y a la mañana

Cerdeña siguiente fuimos a la costa oriental de la isla, llama­ da Ogliastra. Allí nos concedimos dos días relajados en PLAYAS siempre distintas: de piedras blancas, de arena finísi­ ma, de arrecifes de roca roja... Luego, un tanto de mala gana, nos embarcamos en el puerto de Arbatax en un transbordador que se dirigía a Liguria, más exac­ tamente a Génova. —¡Es una lástima que ten­ gamos que irnos, pero pron­ to nos daremos un atracón de trofie al pesto! —ex­ clamé yo—. ¿Digo bien, Trampita? Eh, pero ¿dónde se había metido mi primo? —¡Ahí está, tío G! —exclamó Benjamín, y señaló a un roedor que corría por la pa­ sarela de la embarcación, veloz como el rayo—. Debe de haber hecho un alto no programado... ¡en alguna pastelería! ¡Je, je, je!

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¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Máscaras y carnaval sardo

¡Bravo, otra!

Canto a tenore El canto a tenore es un canto polifónico de la tradición sarda. Lo entonan cuatro voces masculinas llamadas bassu, contra, boche y mesu boche, cada una con diferentes características. Los hombres cantan de pie, en círculo. A menudo se reúnen en locales o tabernas, pero actúan también durante el carnaval o en ceremonias religiosas. ¡Trampita ha querido probar!

¡Todos a disfrazarse!

Mamuthones e issohadores son las viseras, las máscaras típicas del carnaval sardo, confeccionadas por hábiles artesanos. Las que se llevan en los desfiles deben ser manejables y ligeras, mientras que las destinadas a colgarse de las paredes como adorno son pesadas, porque se tallan en maderas robustas. Los mamuthones son sombríos, van vestidos de colores oscuros, y llevan a la espalda grandes cencerros. Los issohadores, que dan el ritmo a la danza que entablan con los mamuthones, llevan careta blanca y casaca roja. En los días de carnaval, quien se disfraza experimenta una auténtica metamorfosis sumergiéndose en un mundo de misterio antiguo y solemne.

Surf en el cabo Mannu

En la costa centro-oriental de Cerdeña hay una playa perfecta para los amantes del surf, el windsurf y el kitesurf. Gracias a lo expuesta que está, la azotan muchos vientos, principalmente el mistral. Figuraos que, en el cabo Mannu, ¡las olas pueden alcanzar varios metros de altura!


Liguria

Entre la tierra y el mar Región: Liguria Capital: Génova

Nada más desembarcar del transbordador en el puerto de Génova corrimos a desayunar una mega­ rración de focaccia con queso; es una espe­ cialidad de Recco, un pueblo cercano a Génova. ¡Chillííí, es una delicia para rela­ merse los bigotes! El mensaje de las MIL M ARAVILLAS nos volvió a poner las patas en la tierra. Lo leí en voz alta: IP

B

—Tienen aletas para nadar,

BIP

¡pero no se las deben calzar! Trappy lo comprendió al vuelo y exclamó: —Está claro, habla de peces . ¡Apuesto a que debemos ir al acuario de Génova! No tuvimos necesidad de informarnos de dónde es­ taba, los carteles eran muy claros y pudimos llegar a pie desde el puerto dando un agradable paseo. ¡Compramos las entradas y nos sumergimos en un

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apasionante mundo s u bm a r i n o ! Delfines, pingüinos, focas, medusas... El acuario de Génova alberga cientos de especies animales y vegetales, tiene inclu­ so un estanque táctil donde pueden acariciarse (con la debida prudencia, para no dañarlos) algunos ejemplares de raya ¡y otro su­ perratónico estanque con tiburones! ¡¿Tiburones?!

B r rr... ¡¡ Q ué canguelo f el in o!!


¡CLIC!

Después de unas cuantas horas de di­ver­sión y de des­­ cubri­mientos, por fin había lle­ga­do el mo­m en­t o de ha­cer­nos el selfi (¡sin flash!) con mis cetáce­os fa­ voritos, ¡los sim­ pá­ti­cos delfines! Entre risas y bro­ mas, ya se había hecho la hora de comer. Fuimos a la ciudad. De las callejuelas nos lle­ , uno gaba un aromita... ¡Era el de la de los platos típicos ge­noveses! Descubrimos también que las callejuelas se llaman caruggi y son características de todas las ciudades ligures, grandes y pequeñas. ¡En un vibrar de bigotes estuvimos sentados delante de un plato de trofie (pasta fresca con una forma típica de Liguria) aderezada con el legendario pesto! ¡Qué delicia!

Después de comer, mien­ tras caminábamos tran­ quilamente por las calles de la ciudad, expliqué: —¿Veis estos edificios tan ? Debéis saber que Génova era una ciudad muy poderosa desde el punto de vista comercial en otra época. Tenía una posición estratégica y era el puerto por el que pasaban ilustres hombres de negocios, mercaderes, no­ bles y príncipes de países extranjeros.

elegantes

pasta al pesto

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rofia La t

d'oro


Liguria

Cuando llegaban a la ciudad, eran alojados en los edificios más bellos, con habitaciones con estucos y frescos, escalinatas imponentes y ele­ gantes jardines. Estas moradas tomaron el nombre de Palacios de los Rolli , precisamente porque en otro tiempo formaban parte de un rollo (una lista) de residencias prestigiosas. —Anche noi saremo ospitati in uno di questi palazzi ?* —preguntó Trappy con una sonrisa. —¡La próxima vez! ¡Esta noche dormiremos en una preciosa pensioncita! —afirmé divertido.

decoradas

de estos edificios?»

* «¿También a nosotros nos alojarán en uno

Entre la tierra y el mar

—Tío Ger, ¿es verdad que en Génova nació Cristóbal Colón? —preguntó luego Benjamín. —¡Por supuesto! —contesté—. En 1492 zarpó de Palos de la Frontera, en España, con tres carabelas. Después de meses de navegación tocó por fin tierra. ¡Creía que había llegado a Asia, pero en cambio es­ taba en América! Tea añadió: —Yo adoro a otro genovés famoso, EMANUELE LU «Lele» Luzzati ZZATI Emanuele Luzzati . Fue un artis­ sinti siemp ó inspirado por re se su ciuta superratónico: pintor, diseñador dad, Génova, d onde nació en 1921 y murió de vestuario, escenógrafo... e amor por el te n 2007. Su a Un mensaje de las M IL M ARAVIcuando era n tro nació iño y se divertía dando v LLAS interrumpió la conversación id para entretene a a títeres r a su hersobre Génova y los genoveses. ¡Por mana. Su ilimitada fanta mil ratones, casi nos habíamos ol­ lo convirtió en un artissía ta muy querido. vidado de la búsqueda de tesoros! Lo leí en voz alta al instante:

—¡Casas coloreadas

a acantilados encaramadas! Pero se había hecho tarde y decidimos pensar en la adivinanza con calma; seguiríamos la prueba el día siguiente.

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Liguria

A la mañana siguiente, recién despertado, fui a leerle la adivinanza a Giovanni, el dueño de la pensión, un y siempre ratón un rato callado, pero muy dispuesto a ayudarnos en todo lo que necesitáramos. —Prendete l’autobus, la vostra destinazione è Porto Venere!* —se limitó a decir. Tras un agradable viaje por la costa, llegamos a Porto Venere , ¡una maravilla!

amable

es Porto Venere!»

* «¡Tomen el autobús, su destino

Entre la tierra y el mar

PORTO VENERE es un pueblo de la costa occidental del golfo de La Spezia, caracterizado por sus casas de vivos colores. Frente al centro habitado, separada por un estrecho brazo de mar, se encuentra la isla de Palmaria. Célebre por sus aguas cristalinas, forma parte del parque natural regional de Porto Venere.

Acabábamos de mandar el selfi cuando nos llegó un nuevo mensaje:

—¡Bien, Stilton! Esta etapa ha terminado,

¡Piamonte los espera! —No me apetece dejar este lugar... —dijo Tea con . un —¡No lo pienses, Tea! Iremos en tren a Manarola, en las Cinque Terre , y desde allí recorreremos un tramo del Sendero Azul llamado «La vía del amor» . ¡Piamonte puede esperar hasta mañana!

suspiro

La VÍA DEL AMOR es un sendero asomado al mar que va de Riomaggiore a Manarola. Este romántico paseo es parte de un camino más largo, el Sendero Azul, que va de Riomaggiore a Monterosso al Mare y tiene de fondo los pueblos de Cinque Terre («Cinco Tierras»). Actualmente, no puedes recorrer todo el Sendero Azul, ya que solo se permite el acceso a algunos tramos.


¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Génova y los grandes astilleros La tradición de los astilleros de Génova desempeñó un papel importante en el desarrollo económico de esta ciudad. Desde la segunda mitad del siglo XIX, algunas grandes sociedades, como la de Raffaele Rubattino y la Ansaldo, comenzaron a construir barcos que hicieron historia en la navegación transoceánica. Como testimonio del estrecho vínculo entre Génova, el mar y la navegación, cada año la ciudad alberga el Salón Náutico Internacional, una feria que atrae a expertos y apasionados de todo el mundo. Es una cita para no perdérsela... ¡Y seguro que volveremos! Era un viajero de bigotes, ¡chillííííí!

EL TRANSATLÁNTICO REX El transatlánt ico REX , construido en los astilleros genoveses y botado en 1931 en presencia del rey Víctor Manuel III y la reina Elena, ese año fue el mayor transatlántico de la época. Y no solo era grande, también era rápido: ¡en 1933 ganó la Banda Azul, el premio a la travesía más veloz del océano Atlántico!

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El pesto ligur

Ingredientes para condimentar 2 platos de pasta: • 1/2 diente

de ajo • 25 g de hojas de albahaca • 35 g de queso parmesano • 15 g de queso de oveja • 50 ml de aceite de oliva virgen extra • sal gruesa (una pizca) • 8 g de piñones

1. Lavad bien la albahaca y dejadla secar. 2. Poned en el mortero el ajo pelado y unos granos de sal gruesa. Machacad bien los ingredientes en el mortero y, cuando el ajo se haya reducido a una pasta, añadid la albahaca y unos granos más de sal. 3. Aplastad bien con el almirez hasta obtener una crema blanda. 4. Añadid entonces los piñones y machacadlos bien. 5. Añadid los quesos, rallados, y por último, muy poco a poco, el aceite de oliva sin dejar de mezclar con el almirez. ¡Buen provecho!

¿Percibís también el aromita?


Entre el río y los montes Región: Piamonte Capital: Turín

Estábamos de vuelta en Génova cuando nos llegó el nuevo mensaje de las MIL MARAVILLAS. BIP Tea cogió el teléfono y leyó en voz alta: BIP

—¡Por la primera perforación alpina

pasaba preciada sal marina!

Piamonte —¡Qué bueno, cuando entras dices buongiorno y cuando sales... bonjour! —comentó Trappy. Benjamín trasteó en su tableta y dijo: —¡Podemos llegar al túnel con una excursión por la antigua vía de los caravaneros! ¡Tío G, alquilemos el equipamiento y vayamos! ¿Acaso podía yo negarle algo a mi tierno quesito? ¡No, obviamente! Por lo cual, para gran desilusión de Trampita, que ya soñaba con una comida a base de trufa en la ciu­ dad de Alba , nos dirigimos hacia el puerto de Tra­ versette.

Luego exclamó: —¿Perforación alpina? ¡Debemos ir a las montañas! Alquilamos un coche y emprendimos el viaje. Tea sabía perfectamente adónde llevarnos: —Estoy convencida de que la adivinanza habla del túnel de Traversette, también cono­ La perforación, conocida O, VIS DE O JER AGU o com cido como Agujero de Viso... no está excavada en el Fue la primera per foración monte Monviso, como su nombre haría suponer, sialpina de la historia, realiza­ no en la ladera del monte da a finales del siglo xv para Granero. Es una meta muy urexc los apreciada por el municipio ita­ sionistas, debido a sus liano de Crissolo con el fran­ impresionantes vistas. cés de Ristolas.

Atravesar el Agujero de Viso está reservado a excur­ sionistas expertos , pero nosotros, en todo caso, podíamos dar un bonito paseo.

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La TRUFA es un hon bajo tierra y v go que crece ive con las raíces de en simbiosis al como el roble, el gunos árboles, nogal, el tilo y el chopo. La trufa no hay contaminac crece donde ió encontramos un n, así que, si a, ¡significa que estamos en una zona natural!


Entre el río y los montes

Piamonte

Equipados con mochilas y bastones de senderismo, seguimos a Bartolomeo, un guía experimentado, por el camino de herradura que llevaba al túnel. —Los caravaneros transportaban a Italia la preciada sal de la Camarga, una región del sur de Francia rica , mientras que desde aquí se llevaban en telas, arroz y aceite —nos explicó Bartolomeo. Tras una bonita caminata, llegamos por fin a la en­ de no­ trada del túnel. Podíamos estar sotros... ¡y lo estábamos!

Las LANGAS, la zo na monte donde se de Piaencuentra Alba, están salpic ad tillos que domin as de casan los valles. Son construccion es medieval sobre de época tod dad de las famili o, propieas nobles de aquel tiempo, que gobernaban sus desde allí ti protegían de lo erras y se s enemigos.

salinas

orgullosos

Nos apresuramos a hacernos el selfi para enviárselo a los jueces de las MIL M ARAVILLAS y dimos media vuelta, indecisos sobre si dirigirnos a las Langas , cubiertas de viñas verdes y salpicadas de bonitos castillos, o a Turín , la capital piamontesa, con abun­ dantes museos y monumentos. Fue el nuevo mensaje de las MIL M ARAVILLAS el que decidió por nosotros. Era este:

—Coches y una mole de cine verán,

¡solo muevan las patas, ellas los llevarán! —¡Pues claro! —exclamé yo—. El mensaje habla de Turín y de algunos lugares sobresalientes : el Museo del Automóvil y la Mole Antonelliana con el Museo del Cine.

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* «¡Vamos! Próxima etapa... ¡Turín!»

Entre el río y los montes Así que todos exclamamos como un solo ratón: —Evvai! Prossima tappa... Torino!* Pasamos la noche en un hotel a orillas del río Po y por la mañana ya estábamos en el Museo Nacional del Automóvil de Turín. Creado en los años treinta del siglo XX, recorre la historia del automóvil desde sus orígenes hasta la actualidad. —¡He aquí el coche perfecto para un jovencito como Geronimo! —dijo Trampita solemnemente. ¡Chillííí, estaba señalando un modelo de 1912! —¡Grrr, qué gracioso eres! —gruñí. Trappy y Benjamín, sin embargo, ¡aprovecharon la ocasión para hacer la foto allí mismo!

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Al salir del museo de coches, nos dirigimos al Museo Nacional del Cine, que se encuentra en la Mole Antonelliana, un auténtico símbolo de la ciudad. Proyec­ tada y empezada a construir por el arquitecto Alessandro Antonelli en 186 3, no se con­ cluyó hasta 1889. Tiene 16 7 metros de altura y un ascensor panorámico lleva arriba, arriba, arriba... ¡hasta el templete, desde el que puede admirarse una vista de la ciudad y los Alpes que quita el hipo! Nosotros nos lanzamos inmediatamente al descubri­ miento de los secretos, la his­ toria y la magia del cine. El de Turín es el más im Trappy no hacía más que museo italiano dedi portante cado al CINE. Cuenta su nacimiento repetir: y su por medio de dibu s secretos jos, bocetos, —¡Superratónico! folletos y carteles , películas y aparatos. Recostados en cómodas De la sala central sa le un butacas, admiramos la que recuerda un celu a rampa loid rollado; avanzando e desencúpula de la Mole; las por ella, se ve la sala desde lo al to paredes estaban tapizadas de a las exposicione y se acces temporales. de pantallas por las que

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Entre el río y los montes pasaban películas o fotos de rostros simbólicos del cine, ¡una maravilla para los apasionados! Cansados pero felices de haber descubierto una ciudad extraordinaria, volvimos al hotel para descansar. Al día siguiente me despertó el sonido del mensaje de las MIL MARAVILLAS. Lo leí mientras desayunábamos todos juntos:

BIP BIP

—Ahora, sobre dos ruedas pedaleen por el viento

en un viaje silencioso y más lento.

—¿Cómo pedalearemos por el viento? —pregunté.

Piamonte —¡Yo lo entiendo! —exclamó Tea—. ¡En italiano, viento se dice vento, y VenTo es el nombre del pro­ yecto de carril bici a lo largo del Po! Es un acrónimo, es decir, una palabra formada por iniciales: VEN, de Venecia, y TO, de Torino, Turín en italiano, las dos ciudades que estarán comunicadas por el carril . —¡Glub! ¡¿Y pedalearemos hasta Venecia?! —dije. —Nooo, el recorrido no está terminado, ¡por el mo­ mento es más que nada un proyecto! Pero ya existen tramos transitables. Nosotros haremos una parte . Con sus 6 52 kilómetros, para admirar el ¡es el río más largo de los que nacen y desembocan en Italia! —me tranquilizó Tea. Poco después alquilamos cinco flamantes y nos propulsamos sobre dos ruedas.


Entre el río y los montes

Piamonte

* «¡Viva, tenemos un poco de tiempo libre! ¿Adónde vamos?»

´

—¡Venga, que nos espera un buen p cnic ! —nos animó Tea. Trampita replicó con entusiasmo: —¡Aaah, un pícnic! ¡Esa es una buena noticia! Acompañados por el río, el silencio y el gorjeo de los pájaros, pedaleamos despacio durante toda la maña­ na; alrededor de nosotros solo había un maravilloso paisaje natural. Cuando nos detuvimos para comer algo... ¡hasta nos echamos una siestecita acunados por el suave discu­ rrir del río! Luego nos hicimos un selfi en medio del verdor y... un segundo más tarde recibimos el mensaje que nos citaba para la siguiente etapa. Tea lo leyó toda orgullosa:

—¡Magnífico, Stilton, disfruten de la excursión!

¡Nos vemos en el Valle de Aosta dentro de dos días! —Evviva, abbiamo un po’ di tempo libero! Dove andiamo?* —exclamaron Ben y Trappy. —¡A las islas Borromeas, en el lago Mayor! Perte­ necen a la parte piamontesa del lago, que se extiende entre Piamonte y Lombardía —contestó Tea. —¿Islas... Borromeas? —preguntó Trampita.

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Mientras volvíamos a la ciudad, Tea nos contó: —¡Se llaman así por los Borromeo, la casa nobiliaria que es su propietaria desde hace quinientos años! Pero cada una tiene un nombre: isla Madre, isla Bella, islote de San Giovanni, el escollo de la Malghera, además de la isla de los Pescadores. En las islas prin­ cipales hay jardines y espléndidos edificios. ¡Así que pasamos los dos últimos días en el lago Mayor, embriagados por su ! infinita

belleza


¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Geoparque de Valsesia y de Val Grande

Monviso ¡En el Monviso nace el río Po!

El Geoparque de Valsesia y de Val Grande se extiende entre el valle de Valsesia y el Parque Nacional Val Grande, y comprende los territorios limítrofes del valle Sessera, los prealpes de Biella, Valstrona, el valle de Ossola y el Alto Verbano. Se trata de una vastísima área rica en paisajes, seres vivos y tradiciones. Aquí se encuentra también el supervolcán fósil de Valsesia (¡chillííí!); activo hasta hace 280 millones de años, ¡con sus erupciones podía oscurecer la atmósfera y alterar el clima del mundo entero! En el geoparque se encuentran tres montes sagrados , lugares de culto muy especiales inmersos en un paisaje de lagos, montañas y bosques. El más antiguo de estos lugares, repletos de espiritualidad, naturaleza y arte, es el monte sacro de Varallo, que comprende una cincuentena de edificios. Hay que recordar también los de Domodossola y Ghiffa.

Con una altitud de 3.841 metros, el Monviso es la montaña más alta de Piamonte y a sus pies, en Pian del Re, nace el río Po. Su nombre deriva del latín Mons Vesulus, que significa montaña muy visible. En efecto, mirándolo desde la llanura del Po, su típica forma piramidal lo hace inmediatamente reconocible, incluso a gran distancia. Este monte, también llamado Rey de Piedra, es un lugar perfecto para el esquí alpino, porque la temporada de nieve dura mucho, hasta bien entrada la primavera.


Aquella mañana me desperté de excelente humor y salté de la cama para ir a abrir las ventanas. Admiré las espléndidas cumbres de Valle de Aosta. Habíamos llegado al maravilloso pueblo de Cogne la noche anterior en un coche de alquiler. No cabía en el pelaje de la emoción al pensar que me más encontraba en la región con las altas de Europa: el Gran Paraíso, el Cervino, el Mont Blanc, el macizo del Monte Rosa...

B

—Deprisa, hay que irse espabilando,

BIP

¿a qué esperan, si los han llamado silbando? Trampita metió la cabeza bajo la almohada y murmuró: —Yo no entiendo ni cor­teza. Voy a dormirme otra vez, estaba soñando con una exquisita fontina... Trappy, en cam­ b io, lanzó un gri­tito y corrió a buscar en la mochila las botas de excursionista . —Sveglia, squadra Stilton! È ora di muoversi.* La adivinanza habla de las marmotas, unos animalitos muy simpáticos; son grandes silbadores y, junto con los rebecos, ¡son el símbolo del Parque Natural del Gran Paraíso!

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Es hora de moverse.»

Región: Valle de Aosta Capital: Aosta

El hechizo lo rompió Trampita, que refunfuñó: —¿Ya es hora de desayunar ? No me había dado tiempo a responderle cuando llegó la nueva adivinanza de las Mil Maravillas. Agarré el teléfono y leí de inmediato: IP

* «¡Despertad, equipo Stilton!

En el techo de Europa

Valle de Aosta


En el techo de Europa

Valle de Aosta

Para convencer a Trampita de sacar las patas de la cama, le dije: —¡Á nimo, perezoso! ¡Las marmotas te gustarán! Se parecen un poco a ti: duermen como troncos y, cuando se despiertan, ¡tienen un hambre felina! En nuestro coche de siete plazas atravesamos los bosques de la vaguada, formados por alerces, abetos rojos, pinos cembros y abetos blancos. Luego subi­ mos a los exuberantes pastos alpinos, todos rebosantes de flores . A lo lejos brillaban rocas y glaciares. Una vez llegados al punto de encuentro en el interior del parque, le pedimos a Orietta, una guía experta, que nos acompañara en la excursión y, al cabo de pocos minutos, nos pusimos en marcha. Nada más enfilar el sendero, Orietta nos explicó por qué debíamos caminar tranquilos y en silencio: —Después del largo invierno, las cabras montesas y los rebecos solo disponen de los meses estivales para llegar con fuerzas y bien alimentados a la estación del amor, en otoño. Por eso es fundamental ob­ servarlos de lejos, sin molestarlos , ¡así pueden comer en paz! En cuanto a las marmotas, ellas nece­ sitan quietud para acumular grasa y prepararse para los largos meses de letargo...

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De repente, un largo silbido rasgó el aire, ¡era precisamente una MARMOTA ! Orietta se volvió y se­ ñaló un punto a nues­ tra izquierda, luego le dejó los PRISMÁTICOS a Trappy. ¡Esta no cabía en el pe­ laje de la emoción! —Las marmotas son animales sociales, ¡siempre están en grupo! —nos informó Orietta—. También son muy simpáticas, les encanta tomar el sol y jugar .


En el techo de Europa A Trampita se le iluminó la cara y me susurró al oído: —¡Tenías razón, Geronimito! ¡Me gustan un montón estas MAR MOTAS , se pegan la gran vida! Mientras Trappy me pasaba los prismáticos, Orietta prosiguió: —Là in alto, invece, potete .* vedere degli Ben las observó y le pre­ guntó: —¿Cómo hacen para estar en equilibrio? Esas rocas son escarpadísimas... Orietta se rio. —¡Están dotadas de fuertes músculos y sus cuatro PEZUÑAS tienen una planta muy blanda que las ayuda a mantener el agarre! A fuerza de mirar a todas aquellas cabras en equili­ brio en lo alto de precipicios, yo empezaba... ¡a tener vértigo ! ¡Chillííí! Propuse que nos hiciéramos el selfi para las MIL MARAVILLAS y luego regresar (con calma).

unas cabras montesas.»

* «Allí arriba, en cambio, pueden ver

LAS MARMOTAS Su peso alcanza rara vez los 7 kilos y también por eso son muy ágiles. Sus madrigueras invernales consisten en una larga galería que lleva a un refugio, forrado de heno. En una madriguera pueden permanecer en letargo (entre octubre y abril) entre 3 y 15 marmotas. Durante el letargo consumen poco a poco las reservas de grasa acumuladas en primavera y verano. La socialización es muy importante para ellas: cuanto más se juntan y se calientan mutuamente, más probabilidades tienen de sobrevivir al frío del invierno.

stambecchi

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Una vez terminada la excursión, le prometimos so­ lemnemente a Orietta que volveríamos para visitar el Jardín Botánico Alpino Paradisia, en Valnontey, una pedanía de Cogne, ¡donde en verano pueden ad­ mirarse más de mil especies vegetales y también re­ correr el jardín de las mariposas ! Tras despedirnos de nuestra guía, regresamos al ho­ tel. Acababa de encender mi móvil cuando... ¡BIP BIP! ¡Un nuevo mensaje! Se lo leí a mi familia:

—Se camina mucho para ver tres saltos.

Descansen bien y mañana temprano, ¡al asalto! —¡Me rindo! —dijo Trampita, suspirando—. Esta adi­ vinanza es demasiado difícil... ¡con el estómago vacío!

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En el techo de Europa ¡En efecto, el paseo por el parque nos había dado a todos mucha hambre ! Por eso, aquella noche de­ cidimos deleitarnos con las especialidades de Valle de Aosta, ¡esperando que nos resultaran inspira­ doras! Y, de hecho, comimos algo que, por sí solo, va­ lía por todo el viaje: ¡la fonduta ! Mientras nos relamíamos los bigotes, le enseñamos la última adivinanza a Daniela, la dueña del restau­ rante. RECETA DE LA FONDUTA queso fontina • 30 g de Ingredientes para 4 personas: • 400 g de de leche mantequilla • 4 yemas de huevo • 400 ml lonchas y ponedlas en un 1. Quitadle la corteza al queso, cortadlo en cuenco. en la nevera una noche. 2. Cubridlas con la leche y dejadlas reposar a una cazuela. Reservad Después sacad el queso de la leche y pasadlo la leche. María removiendo con una 3. Derretid el queso en la cazuela al baño cipio se forma una masa cuchara de madera. No os preocupéis si al prin compacta, seguid removiendo. cremosa, añadid las yemas 4. Cuando haya alcanzado una consistencia oved más. de una en una y luego la mantequilla fría. Rem id un poco de la leche añad o, sari 5. Probad de sal y pimienta y, si es nece reservada para hacer más fluida la mezcla. calentado previamente 6. Verted la fonduta en cuencos que habréis ¡y servidla!

—Yo creo que se trata de las cascadas del Rutor —dijo—. Nacen del glaciar Rutor, el ter­ cero más grande de Va­ lle de Aosta, ¡son tres , que saltos de se despeñan por preci­ picios y gargantas! Así pues, a la ma­ ñana siguiente, tem­ prano, llegamos en coche a la aldea de La Joux, en el munici­ pio de La Thuile, y desde allí, tras una espléndida caminata, llegamos a las cascadas. ¡Eran verdadera­ mente majestuosas! Y además... un golpe de suerte: ! ¡estaban coronadas por un precioso ¡Qué maravilloso fondo para un selfi! Mientras disfrutábamos del panorama recibimos un nuevo mensaje:

—La visita a Valle de Aosta ha terminado, Stilton.

¡Próxima cita, en Lombardía! 171


¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

La cabaña Reina Margarita

Chamois Chamois no es solo un pueblecito de montaña con un nombre especial (chamois significa «rebeco») y flores de muchos colores en las ventanas y balcones de las casas... Tiene otra característica que lo hace de veras especial: ¡por sus calles no circulan coches! Y de ello, con razón, están muy orgullosos sus habitantes, ¡nada de contaminación ni de ruido! Por las calles se va en bici, a caballo y, naturalmente, ¡a pie! Al pueblo puede llegarse desde la localidad de Buisson en teleférico, o bien a pie desde La Magdeleine, dando un agradable paseo permitido también en bicicleta.

¡Viva la naturaleza!

La cabaña Reina Margarita se encuentra en la punta Gnifetti del Monte Rosa y, con sus 4.554 metros de altitud, es el refugio alpino más alto de Europa. Con gran atención al impacto ambiental, alberga un importante laboratorio de investigación científica; entre otras cosas, estudia las perturbaciones ligadas a la altitud y a los efectos del aire enrarecido. En 1893, año de su inauguración, recibió a una visitante ilustre: la reina Margarita de Saboya. ¡Por eso se llama así! Para alcanzar el refugio, se puede subir desde Staffal, en Valle de Aosta, o bien desde Alagna Valsesia, en Piamonte. El camino, en todo caso, requiere esfuerzo, pues se trata de una excursión por el glaciar. Por eso, el mejor periodo para ir a la cabaña Reina Margarita es julio o agosto. Tea ya ha programado un viaje todo cuesta arriba... ¡con la compañía de un guía alpino!


Viaje entre mil obras maestras Región: Lombardía Capital: Milán

Dejamos Valle de Aosta de buena mañana para diri­ girnos a Lombardía. Todavía no sabíamos adónde nos conduciría las MIL MARAVILLAS... En espera de descubrirlo, habíamos decidido ir a Milán , la capital de la Dos veces al año, la SEMANA DE LA MODA llena región, así como una referencia del la ciudad de modelos, diseño y de la moda en Italia. fotógrafos y diseñadoCuando nos llegó el mensaje, yo es­ res con su personal. En taba al volante, así que fue Trampita esos días hay actos y desfiles en los que los quien leyó la nueva adivinanza:

estilistas presentan al mundo sus nuevas colecciones.

Por su parte, el SALÓN DEL MUEBLE es una cita anual irrenunciable para quienes se dedican al diseño y la decoración. Es un acontecimiento de resonancia mundial que llena Milán de profesionales del sector, pero también... ¡de curiosos y turistas!

—Están todos invitados

a la cena más importante, BIP ¡pintada en la pared BIP de una iglesia fascinante! Di un respingo en el asiento. Tal vez Trampita no lo había entendido y se estaba relamiendo los bigotes al pen­ sar en una cena superapetitosa , pero yo conocía bien la respuesta...

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Lombardía Por mil quesos de bola, los bigotes me vibraban de emoción; ¡la adivinanza hablaba de La última cena de Leonardo da Vinci! Y nosotros íbamos a ver esa obra maestra en el re­ fectorio del convento de Santa María de las Gracias, una de las iglesias más hermosas de Milán. ¡No podía creérmelo! Era un regalo superratónico, ¡entre otras cosas porque para admirar La última cena siempre había larguísimas listas de espera ! Una vez en nuestro destino, un guía nos estaba espe­ rando para acompañarnos en la visita. Mis queridos roedor­ citos, yo soy periodista VIAJE EN EL TIEMPO Nada más concluir su obra, y escritor (¡se me dan Leonardo se percató de que la bien las palabras!), pe­ técnica pictórica que había empleado era inadecuada debido a ro describir la pintuRa la humedad del ambiente. Con el paso del tiempo, de hecho, la de Leonardo es difici­ pared empezó a desconcharse lísimo, por que... ¡es y el polvo acumulado en los intersticios provocó la pérdida de una verdadera maravi­ los colores. En 1977 se inició una obra de lla! Y también los de­ restauración que duró más de más, normalmente tan veinte años y que, gracias a técnicas de vanguardia, intentó parlanchines, estaban frenar el deterioro y devolver su antiguo esplendor a esta totalmente abrumados obra maestra. por la emo ción .

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Lombardía Vittorio Emanuele II (llamada «el salón de los mila­ neses» por su elegancia), con sus maravillosos mo­ saicos, un B I P B I P nos avisó de que habíamos re­ cibido un nuevo mensaje.

—No es la ciudad de los arcos por los arquitectos,

sino por los acordes perfectos. Me volví hacia Tea y le dije: —Estoy casi seguro de que habla de Cremona y sus VIOLINES. Vamos enseguida, ¿te parece?

—Es simplemente... ¡fabulosa! —chillamos como un solo ratón. Nos quedamos allí, completamente alelados, admi­ rando en silencio una obra maestra que había sobrevivido a los siglos gracias a un larguísimo y mi­ nucioso trabajo de restauración. Luego nos hicimos el selfi previsto en las normas y, a la espera de descubrir qué nos reservaría el resto del día, caminamos por las calles empedradas del centro hasta la cercana plaza del Duomo, con su magnífica catedral, que es el símbolo de la ciudad. Mientras Trampita y los chicos corrían a la galería

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Viaje entre mil obras maestras

Lombardía

Tea desorbitó los ojos, perpleja, y protestó: —¿Con todo lo que aún queda por ver en Milán? ¡El castillo Sforzesco, el teatro de la Scala, los canales...! —Tienes razón, pero... —dije suspirando— prometo solemnemente que volveré contigo a esta ciudad para pasar una semana entera, ¡palabra de honor de roedor! Obtenida la aprobación de Tea, y tras ir a buscar a Trampita y los chicos, ¡nos pusimos en marcha en dirección a la «ciudad de los arcos»! Durante nuestro breve viaje en coche, Trampita no dejó de alabar las bondades del TURRÓN , ¡el dul­ ce típico de Cremona! Acabábamos de aparcar el coche cuando oímos unas dulcísimas. Las segui­ mos hasta... ¡el taller de un VIAJE EN EL TIEMPO Antonio Stradivari, que vivió lutier! en Cremona entre los siglos XVII y XVIII, fue uno de los lutieres ¡La lutería tradicional de más grandes y famosos. Sus Cremona (es decir, el viejo violines en particular son reconocidos entre los mejores jasaber artesanal de fabricación más fabricados en el mundo. Entre quienes los utilizaron de instrumentos de estuvo Niccolò Paganini, uno como violines, violas, violon­ de los músicos y compositores más geniales de todos los chelos y contrabajos) es cono­ tiempos. cida en el mundo entero!

notas

cuerda

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Dentro del taller encontramos a Carlo, que nos lo contó todo de su oficio. —Desde hace quinientos años, la lutería caracteriza esta ciudad, tanto es así que se ha convertido en su símbolo. Aquí se desarrolló una técnica considerada única en el mundo... El de lutier es un oficio que se transmite, ¡conocer sus secretos es como custodiar un tesoro! Pero, para nosotros, el verdadero tesoro fue la posi­ bilidad de ver a un maestro lutier manos a la obra y también de escuchar el sonido de un VIOLÍN que acababa de cobrar vida.


Viaje entre mil obras maestras

Lombardía

Estaba atardeciendo, por lo que decidimos quedarnos a dormir en Cremona. En la cena cruzamos unas palabras con Silvia, la dueña del restaurante . En vista de que nos dirigíamos a Trentino, nos aconsejó que hiciéramos parada en Val Camonica, en la provincia de Brescia. —Allí podrán ver las incisiones rupestres de los camunios , la antiquísima civilización que vivió en la zona desde el Paleolítico —nos explicó—. ¡Es un valle maravilloso! —Iremos sin falta... —dije yo.

Y Silvia añadió: La mayor parte de las INCISIO—Ci dovrete tornare a mar­ NES RUPESTRES DE VAL CAMONICA zo o a settembre!* Dos vepueden datarse entre el final del Paleolítico superior (hacia el ces al año, en torno al día 10.000 a. C.) y la Edad del Hierro 21 de marzo y el día 21 de ( i milenio a. C.), y nos describen septiembre, es decir, en el momentos de la vida cotidiana y religiosa de la antigua civilieq u i nocci o de primavera zación de los camunios. y en el de otoño, cuando el La realización de incisiones, de todos modos, prosiguió en las día y la noche tienen exacépocas romana, medieval e intamente la misma dura­ción, cluso moderna. : un sucede algo haz de luz solar parece asomar por la profunda grieta del monte Concarena... Este fenómeno se conoce con el nombre de Es­ ponsales entre el cielo y la tierra, y parece ser que ya lo conocían los camunios. Miren, les enseño una foto . Tras admirar la imagen en el teléfono de Silvia, Benjamín no perdió tiempo ¡y añadió aquel fenó­meno excepcional a la lista de lugares y acon­tecimientos para nuestro siguiente viaje a Italia! Más tarde, le dimos las gracias a nuestra amiga, que nos había cautivado con sus historias, y nos fuimos a dormir contentos.

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—¡Genial, equipo Stilton!

Su búsqueda de tesoros proseguirá... ¡en Trentino-Alto Adigio! ¡Cita dentro de dos días!

mágico

* «¡De­berían volver en marzo o en septiembre!»

Nunca olvidaremos el olor a madera, tan intenso que nos pareció encontrarnos en realidad en medio de un bosque . Con seguridad aquella emoción nos acompañaría hasta la siguiente etapa. Nos hicimos un selfi para las Mil Maravillas con los violines de Carlo de fondo y, poco después, oímos el conocido B I P B I P. Leí en voz alta:


Viaje entre mil obras maestras ¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Al día siguiente estábamos de nuevo en modali­ dad exploradores, concentrados en las maravillosas incisiones de Val Camonica! La visita guiada fue realmente interesante y trata­ mos de saber cómo interpretar los distintos dibujos... Entre ellos, el más famoso es con seguridad el de la rosa camuna, ¡tan célebre que se ha convertido en el símbolo de la región de Lombardía!

El trenecito rojo de la Bernina

¡Es un tren de bigotes, palabra de roedor!

ROSA CAMU

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NA

En Lombardía se encuentra el tramo italiano del ferrocarril rético del Albula y de la Bernina , más conocido como el famoso «trenecito rojo de la Bernina»: una mítica línea ferroviaria que desde Tirano (a poco más de 400 metros de altitud) llega al puerto de la Bernina (a más de 2.000 metros) para luego ir bajando levemente hasta los 1.800 de Saint Moritz, en Suiza. Por viaductos, laderas, lagos, viejos pueblos y prados infinitos, el viaje ofrece paisajes realmente sugestivos. Y eso sin contar su importancia cultural, económica y social por su contribución a hacer salir del aislamiento a las comunidades montañesas que atraviesa.


Región: Trentino-Alto Adigi Capital: Trento

Mientras nos despedíamos de Marco, nuestro guía en la visita a las incisiones rupestres de Val Camo­ nica, nos llegó el primer mensaje de las MIL MARAVILLAS correspondiente a Trentino­Alto Adigio. Mi hermana Tea lo leyó en voz alta:

—Gigantes de piedra con sus sombreros

vigilan Val di Cembra, ¡pero no son fieros! Como habíamos hecho tantas veces en el curso de aquella aventura, pedimos ayuda. Y fue Marco el que nos orientó muy seguro: —¡Son las pirámides de Segonzano! Se encuen­ tran en Val di Cembra, en la provincia de Trento. —¿Unas pirámides? ¿Como las egipcias? —pregun­ tó Trappy con curiosidad. Nuestro amigo sonrió y le explicó: —Bueno, no... Estas son formaciones de roca de forma piramidal, de un característico color ocre gri­ sáceo. Se han formado a lo largo de siglos, o mejor dicho, de milenios, a causa de la erosión de los gla­

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o

ciares y de la consiguiente disgregación de la montaña. Sono sicuro che vi piaceranno!* Y así, a la mañana siguiente nos adentramos en el bosque por un cómodo sendero y por fin descubri­ mos las misteriosas pirámides de Trento... ¡Qué gran espectáculo, mejor que el roquefort! —¡Qué maravilla! ¡Es como si estuviéramos en un ! —exclamaron Tea y Trappy. cuento de —¡A mí me parecen gigantes con sombrero en la ca­ beza, como dice la adivinanza! —dijo Benjamín.

gustarán!»

Una momia venida del frío

* «¡Estoy seguro de que les

Trentino-Alto Adigio


—Estratos de roca como estratos de historia,

vayan a caminar... ¡por la memoria! Concentrado en un plato de canederli, Trampita comentó: —¡No entiendo ni corteza! Los CANEDERLI so región y de la n un plato típico de la zo especie de albón na centroeuropea, una dig leche y huevo. Pe as elaboradas con pan, ro dades, por ejem existen muchas varie­ plo con speck y con verduras y embutidos diver queso o sos.

Por suerte, Benjamín sí que tenía lista la respuesta: —¡Yo lo sé! Es el Geoparque Bletterbach. Lo leí hace un rato, cuando buscaba información sobre los Dolomitas . En él hay huellas de animales que vivieron hace cientos de millones de años y restos de plantas fosilizadas. Cada estrato de roca corresponde a una era geológica , ¡eso es lo que quiere decir la adivinanza! ¿Sabéis qué es lo más superratónico? Si possono prenotare delle per noi ragazzi!!!*

tas guiadas para nosotros, los niños!!»

Pero el comentario que nos dejó boquiabiertos a todos fue el de Trampita: —¡Por mil bigotes, parecen formaciones de queso fundido con un picatoste en la cabeza! Por cierto, ¡¿vosotros no tenéis hambre?! Cuando mi primo tiene el estómago vacío, solo se puede hacer una cosa: ¡llevarlo a comer enseguida! Así que nos hicimos un selfi con las columnas de piedra y fuimos en busca de un restaurante. Viajamos disfrutando del panorama hasta que encontramos un local típico, con un emparrado y mesas con manteles de cuadros blancos y rojos. Fue allí donde nos sorprendió la segunda adivinanza del día, que Trappy declamó en voz alta:

Trentino-Alto Adigio * «¡¡Se pueden reservar visi-

Una momia venida del frío


Una momia venida del frío Y de hecho, al llegar, Ben y Trappy hicieron el reco­ rrido que conduce hasta la garganta del río Bletter­ bach guiados por Silvano, que les enseñó fósiles de plantas y conchas, y les contó los secretos de las rocas y los minerales. Pasear entre aquellas paredes rocosas era como ca­ minar... HACIA ATRÁS EN EL TIEMPO ! Por eso la adivinanza decía vayan a caminar... ¡por la memoria! ¡Chillííí, los bigotes me vibraban de emoción! Pero el día había sido largo, así que nos fuimos al simpático albergue que habíamos reservado allí cerca. A la mañana siguiente, en el desayuno , recibimos el nuevo mensaje de las MIL MARAVILLAS. Trampita co­ gió al instante el teléfono y leyó en voz alta:

—¡Bravo! Han superado esta etapa también.

Disfruten del viaje a Friul-Venecia Julia. ¡Hasta mañana! Yo suspiré satisfecho y estiré las patas bajo la mesa. —¡Ah, qué bien! Podemos tomárnoslo con tran­ quilidad hasta mañana. Mi hermana me lanzó una mirada atónita y exclamó:

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Trentino-Alto Adigio —¡Pero ¿qué dices, Geronimo?! ¿Qué ha sido de tu espíritu de aventura? ¿Hemos llegado hasta aquí y tú quieres tirarte todo el día a la bartola, sin hacer nada? Después Tea reunió a toda la familia. —¡Venga, chicos! Esta región es una mina de mara­ villas por descubrir. Por ejemplo, ¿qué me decís de visitar el Laberinto del Latemar ? Bastó con oír la palabra laberinto para que Benjamín y Trappy corrieran a calzarse las botas... ¡No cabía­ mos en el pelaje de la emoción! Atravesamos valles de bosques y pastos antes de lle­ gar por fin al inicio del camino para excur­ sionistas del Laberinto del Latemar.

El LATEMAR (o macizo del Latemar) es una cadena montañosa de los Dolomitas que ma rca el límite entre Trentino y Alto Adigio. El llam ado «Laberinto» es un camino a los pies del Lat emar formado por rocas y piedras caídas de las paredes de las montañas. Fascinada por este paisaje lunar, la célebre escritora británica Agatha Chr istie (1890-1976) ambientó aquí una escena de una fam osísima novela policíaca suya, Los cuatro grandes .

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Una momia venida del frío ¡Por mil ratones, nos parecía estar en la L UNA ! Enseguida tuvimos claro por qué llamaban laberinto a aquel paseo: si nadie hubiese señalizado el camino con m a rc a s reconocibles de pintura roja y blanca, ¡perderse entre todos aquellos peñascos ha­ bría sido facilísimo! Y, como siempre, Tea llevaba toda la razón: ¡aque­ lla excursión había resultado una experiencia SUPERRATÓNICA!

Trentino-Alto Adigio Tras concluir nuestra excursión con un bonito selfi, montamos de nuevo en el coche para dirigirnos a Bolzano. ¡Por nada en el mundo podíamos perdernos una vi­ sita a aquella encantadora ciudad! Ya me vibraban de emoción los bigotes ante la idea de llevar a mis queridos sobrinos al Museo Arqueo­ lógico de Alto Adigio, donde se conserva... ¡una momia de hace 5.300 años! ¡Como lo oís! Imaginaos, es una momia tan famo­ sa que incluso le han puesto nombre: ¡Ö tzi, el hom­ bre venido del hielo! Cuando pudimos admirarla en vivo, nos quedamos boquiabiertos. Benjamín preguntó: —Pero ¿dónde la encontraron? —Fue descubierta por casualidad en 1991, a los pies del G L A C I A R de Similaun, entre Italia y Austria —respondió Tea—. Gracias a la capa de nieve y hie­ lo que lo cubrió durante varios siglos, el cuerpo se perfectamente... —Pero lo más extraordinario es que se han conser­ vado también su indumentaria y los objetos que te­ nía consigo —dije yo—. Eso ha permitido obtener muchísima información sobre él y sobre la época en

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Una momia venida del frío ¡Diario de viaje de la familia Stilton!

que vivió. Se cree que Ö tzi podría ser un pastor, o bien un comerciante, o quizá incluso un jefe tribal... —¡En su cuerpo se han localizado también muchos tatuajes , nada menos que 6 1, que por ahora son los más antiguos de la historia! —añadió Tea. Des­ pués, mi hermana se acercó a la reconstrucción de Ö tzi. —¿No es asombroso? Gracias a la perfecta conser­ vación de la momia y al empleo de medios foren­ ses, ¡los estudiosos han conseguido saber cómo era su aspecto y reconstruirlo! Trappy exclamó: —Pero es... ¡su p ¡Parece de v err a

erd tón ad ica ! !

Lago de Resia ¡¿Un campanario... en el lago?!

El llamativo campanario que emerge en el centro del lago de Resia se ha convertido en el símbolo de Val Venosta, situado en la parte occidental de Trentino-Alto Adigio. En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial se terminaron las obras de construcción de una presa para la producción de energía hidroeléctrica. Por desgracia, la operación conllevó el anegamiento de más de 600 hectáreas de terreno. Las familias que vivían en aquellos lugares se vieron obligadas a dejar sus casas y trasladarse; dos pueblos, Resia Vecchia y Curon, fueron cubiertos por las aguas. De los dos pueblos, ahora solo se ve el campanario de Curon, que sobresale solitario en el lago.


Friul-Venecia Julia

¡Un hábil maestro de azuela! Región: Friul-Venecia Julia Capital: Trieste

Estábamos a punto de marcharnos de Bolzano cuan­ do, oportunísimo, nos llegó el nuevo mensaje de las MIL MARAVILLAS. Tea carraspeó y leyó:

—En Friul-Venecia Julia las excavaciones

han sacado a la luz una espléndida ciudad... ¡Solo pudo ser obra de una gran sociedad! Mi hermana se puso a reflexionar: —Excavaciones... Espléndida ciudad... Gran socie­ dad... ¡Ya está, lo tengo! ¡Se refiere a Aquilea ! Yo sonreí. ¡Aquella ciudad era muy famosa por sus restos de la época ro­ Aquilea, fundada en 181 a. C., mana y también por los espléndidos fue una de las ciudades más importantes del Imperio roMOSAICOS que decoran su ba­ mano. Gracias a su situación sílica patriarcal! Comenté entusias­ geográfica, en efecto, constituía un centro comercial mado: estratégico. De la época —¡Estoy convencido de que tienes romana se conservan aún razón! —Y me dirigí a los chicos—: el foro, el puerto y muchos otros vestigios. Se convirtió Tutti a bordo, si riparte! Destinaziotambién en sede de un fane: Aquileia!* moso patriarcado (es decir, fue un centro importante de poder religioso) hasta 1751.

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* «Todos a bordo, ¡en marcha otra vez! Destino: ¡Aquilea!»

BIP BIP

Cuando, horas más tarde, aparcamos el coche, está­ bamos impacientes por lanzarnos a la visita de la ciudad. Paseamos entre los restos del P U E R TO FLUVIAL de época romana, uno de los mejor con­ servados en el mundo, y luego entre las ruinas de lo que había sido el foro, es decir, la plaza principal de Aquilea en tiempos de los romanos. ¡Por último entramos en la basílica patriarcal y nos quedamos pasmados! No podíamos dejar de mirar... ¡bajo nuestras patas! De hecho, ¡el suelo de la igle­ sia era todo de mosaico!


¡Un hábil maestro de azuela!

Friul-Venecia Julia

Benjamín no paraba de mirar al suelo, como si hu­ biese perdido algo, así que le pregunté: —¿Todo bien, Benjamín? —Sí, tío —me contestó sonriendo—. Solo intento elegir mi MOSAICO preferido, pero no lo consigo. ¡Son todos estupendos! Trampita dijo en aquel momento: —Tienes razón, lástima que no pueda uno tumbarse en el suelo para hacerse una foto con los mosaicos... ¡Y a lo mejor echarse una siestecita, je, je, je! —¿Cómo dices eso, tío Trampita? ¡Estos mosaicos son muy valiosos y hay que tratarlos con el máximo respeto! —repuso Trappy. Luego nos dijo a noso­ tros—: ¿Habéis mirado arriba? Nosotros alzamos entonces los ojos y, chillííí, mi so­ brina tenía razón. ¡También el techo de la basílica era superratónico! Al final decidimos hacernos el selfi (por supuesto, sin flash , como exigían las normas para la visita) junto a unos magníficos mosaicos que representa­ ban el mar y los peces, y poco después nos llegó, puntualísimo, el B I P B I P de respuesta. Me aclaré la voz, pero... ¡no llegué a leer ni siquiera una palabra! Trampita me había quitado el móvil de

las patas y se lo había meti­ do en el bolsillo. Luego dijo: —Que no se te pase por la cabeza, Ge­ ronimucho... ¡leer ahora el men sajucho! Yo no entendía ni cor­ teza, así que contesté: —Pero... ¿por qué? No comprendo... Trampita se encogió de hom­ bros y se explicó: —Aquilea tiene todavía mucho más que ofrecernos. Y, desde luego, no podemos marcharnos así... ¡con el estómago vacío ! Todos nos echamos a reír. ¡En efecto, mi primo tenía razón! Dimos un largo paseo entre palacios antiguos y co­ lumnatas, ¡hasta que nos topamos con una pastele­ ría con muy muy muy buena pinta! Paramos allí para tomar una rica merienda y luego mi hermana Tea cogió las riendas de la situación.

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¡Un hábil maestro de azuela!

—Donde las velas se llenan de viento...

Si se enfada, ¡la bora es un portento! Tea exclamó enseguida: —¡Está hablando del golfo de Trieste, estoy segura! ¡Es donde todos los años se celebra la Barcolana, la histórica R E G ATA de vela! ¡Siempre he soñado con participar! Mi hermana nunca dejaba de sorprenderme: ¿habría algún acontecimiento deportivo en el que no es­ tuviera interesada... ¡o del que no estuviese informada siempre!? El nombre BORA deriva de Benjamín hizo una rápida búsque­ Bóreas, personificación del da en la tableta y anunció: viento del norte en la mitología griega. Es un viento —¡Hará falta una hora para llegar! discontinuo, con ráfagas En ese momento, Trampita pre­ muy fuertes alternadas con otras más débiles. guntó: ¡En la zona de Trieste, las —¡Vale, chicos, todo claro! Pero... ráfagas (que allí llaman ¿qué es esa bora de la que habla la refoli) pueden superar los hora! por 150 kilómetros adivinanza?

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Benjamín, con la tableta aún en las patas, fue el más rápido en contestar: —¡Es un viento fortísimo que sopla en ráfagas desde el este y desde el noreste! Fijaos, debe su nom­ bre a un personaje mitológico: ¡Bóreas! Llegamos a Trieste cuando el sol ya se había puesto...

!

—Y bien, Trampita, ¿quieres devolverle el teléfono a Geronimo ahora? Tengo curiosidad por conocer la siguiente adivinanza de las MIL MARAVILLAS. Mi primo asintió y yo se la leí a todos:

Friul-Venecia Julia

La ciudad era espléndida!

Pero nosotros estábamos cansadísimos, así que, tras un breve paseo hasta la plaza Unità d’Italia, nos metimos en un hotel.

¡La plaza UNITÀ D’ITALIA es la mayor plaza de Europa asomada al mar!


¡Un hábil maestro de azuela!

* «¡Venid a echar un vistazo!»

A la mañana siguiente ca­ VIAJE EN EL TIEMPO mi na mos, ca mi na mos y En el transcurso de la historia, gravolvimos a caminar... cias a su situación fronteriza y a la actividad portuaria, Trieste recibió Cada r i n c ó n de la la influencia de varias culturas, en particular la italiana, la austrohúngara ciudad deparaba vistas, mo­ y las eslavas. Caminando por sus numentos y edificios su­ calles se respira ese entramado de lenguas, arquitecturas, tradiciones perratónicos que admirar. gastronómicas y estilos distintos. Desde el siglo XVIII, la ciudad es coCuando llegamos al puer­ nocida por la exportación de café. to, metí la nariz en un Y son famosos sus cafés literarios, es decir, los locales donde escritodel que res tan importantes como James Joyce, Italo Svevo y Umberto Sasalían ruidos curiosos y vi ba encontraron inspiración para a un roedor trabajando en componer sus bellísimas obras. medio de cascos de barco, velas y cabos. Cuando se percató de nuestra presencia, vino hacia nosotros y dijo: —¿Sois turistas? Mucho gusto, me llamo Pepi y soy maestro de azuela . Los chicos exclamaron: —¡¿De azuela?! Entonces... ¿eres labrador? Él negó con la cabeza y nos invitó a entrar: —Venite a dare un’occhiata!* Mirad, la azuela , que es distinta a la azada, es un instrumento cortan­ te que se usa para dar forma a la madera.

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Friul-Venecia Julia En el pasado, las embarcaciones se construían ínte­ gramente en madera y el trabajo del maestro de azuela era esencial, porque era con la azuela, mane­ jada con esmero, con la que se construían todas las partes del barco. ¡Y yo lo hago todavía! —¿De verdad? ¿Y nos dejarías ver cómo lo haces? —pregunté yo. —¡Claro que sí! —dijo sonriendo Pepi, orgulloso. Así que tuvimos la suerte de poder contemplar a un habilísimo maestro de azuela en su trabajo,

¡SUPERRATÓNICO!


¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

La meseta de Carso

La Barcolana Cada año, el segundo domingo de octubre, se celebra en el golfo de Trieste la mítica Barcolana, una histórica regata internacional para veleros, famosa en todo el mundo. Más que de una competición, se trata de una fiesta de los barcos a vela, una auténtica declaración de amor al mar. Si a la primera edición, en 1969, se presentaron 51 barcos, ¡hoy la participación ha aumentado enormemente! Pensad que, con ocasión de su 50.ª edición, en 2018, la Barcolana entró incluso en el libro Guinness de los récords: con 2.689 participantes, fue la regata más concurrida del mundo. Ya os lo habréis imaginado, ¿verdad? Ya hemos programado un nuevo viaje en octubre, ¡Tea tiene toda la intención de participar!

Un mar... ¡de velas! Una maravilla... ¡gigante! Entre Friul-Venecia Julia y Eslovenia se encuentra la meseta de Carso, un lugar realmente extraordinario por la naturaleza de su suelo. Las rocas cársticas, al ser calcáreas, se erosionan fácilmente con el agua. La lluvia, gota a gota, crea auténticas cavidades en el interior de las montañas. Este fenómeno natural es conocido con el nombre de carst o karst. En la zona de Carso pueden hacerse muchas excursiones, y nosotros no dejamos escapar una visita a la Gruta Gigante, a pocos kilómetros de Trieste y de la frontera eslovena. Imaginaos, ¡contiene la sala subterránea accesible a los turistas más grande del mundo! ¡Visitarla fue de veras una experiencia superratónica, garantizado al queso!


¡¿De verdad es el final?! ¿Segurísimo?

* «Y el pandoro es uno de mis dulces preferidos..., ¡¿sabéis?!»

Región: Véneto Capital: Venecia

Las M IL M ARAVILLAS nos había citado en Véneto, pero todavía no sabíamos con exactitud dónde. Aquella mañana, pues, estábamos nerviosísimos en espera del mensaje que nos daría la indicación pre­ cisa. Acabábamos de terminar el desayuno cuando... ¡me sonó el móvil! B I P B I P Leí inmediatamente el mensaje:

Véneto El PANDORO es un dulce navideño típico de Verona, pero que ya se ha difundido por todas partes. Su nombre deriva de pan de oro, por el color amarillo de la masa, que se debe a la presencia de huevo y mantequilla entre sus ingredientes.

—¡Esta es demasiado fácil! —proclamó Tea—. Yo creo que es... —... ¡la Arena de Verona! —exclamaron enseguida Benjamín y Trappy como un solo ratón. —¡Pues Verona es también la patria del pandoro! —comentó Trampita—. E il pandoro è uno dei miei dolci preferiti... lo sapete?!* Yo sonreí a mi primo y le dije: —Tienes razón, pero no creo que en esta época del año lo encontremos, ¡es un dulce navideño! Se­

guro que tendremos que regresar en invierno para probarlo. ¿Qué te parece? Fue Tea la que volvió a ponernos las patas en la tierra a todos: —¡Basta de charla, movámonos! Corrimos al coche y, al cabo de pocas horas, llega­ mos a Verona. De camino a la Arena dimos un boni­ to paseo por el centro histórico. De pronto descu­ brimos una larga fila de roedores esperando... Nos acercamos, intrigados, y descubrimos que esta­ las de una es A IET ROMEO Y JUL ban allí para visitar la obras teatrales más famosas de Casa de Julieta, la pro­ William Shakespeare (1564-1616), nta Cue lés. ing ta poe y go tur drama tagonista de la historia el amor entre dos jóvenes pertemás ro mántica necientes a familias enemistadas. ofam s má En una de las escenas jamás escrita: ¡Romeo sas, Romeo le declara su amor a y Julieta, del gran Wi­ Julieta cuando ella está asomada . acio al balcón de su pal lliam Shakespeare!

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—Donde en otro tiempo luchaban gladiadores,

hoy se admira a cantantes y actores.


Véneto

Asomada al balcón de la casa, Tea suspiró con aire soñador. —¡Qué emoción, chicos! Casi puedo imaginar a Ro­ meo, ahí abajo, declarándole a Julieta su amor eterno... Después de aquel descubrimiento inesperado, nos dirigimos a la plaza Bra, donde destacaba la ma­ jestuosa Arena. Aunque la habíamos visto ya en fo­ tografía, admirarla en vivo nos dejó hechizados. —¿Os lo imagináis? Fue construida hace dos mil años por los antiguos romanos ... —dije emocio­ nado—, ¡y no ha perdido nada de su esplendor!

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Trappy dio palmas en­ tusiasmada y dijo: La ARENA DE VERONA es un anfiteatro romano construido hacia mediados —Este viaje ha sido del siglo I d. C. Pese a que con el superratónico, lástima paso de los siglos se utilizó incluso como cantera de piedra para la consque casi haya acaba­ trucción de la muralla y de nuevas do... ¡La idea de des­ viviendas, aún conserva su forma original. pedirme de Italia En época romana era lugar de comme pone un poco tris­ bates entre gladiadores, los luchate! dores que se batían en duelo, y de caza s de animales exóticos y feroces. Yo le sonreí y la recon­ Hoy, las óperas que se representan forté: en él en verano atraen a espectadores de todo el mundo, pero también —¡Nuestra aventura tienen lugar prestigiosos conciertos todavía no ha termi­ sinfónicos y actuaciones de important es cantantes y grupos musicales. nado! —Luego añadí señalando un anuncio publicitario bien visible ante nosotros—: Todavía hay muchas cosas que ver en la ciudad... ¿Qué os parecería volver a la Arena esta noche para asistir a un espectáculo? —¿Una ópera? —intervino Trampita—. ¿Verdi o Rossini? ¿Puccini o Bellini? ¡¿Mascagni?! ¿Leon­ cavallo? ¡Estoy preparadísimo! Italia ha tenido mu­ chísimos compo itore de ópera y yo, ¡modestamente!, los conozco a todos...

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¡¿De verdad es el final?! ¿Segurísimo? —¡Qué maravillosa idea! —exclamó Tea—. ¡Voy aho­ ra mismo a ver qué espectáculo hay esta noche! Cuando volvió, mi hermana tenía cara de satisfacción. —¡Lo he conseguido! Tenemos cinco entradas , pero ahora, ¡venga, hagámonos el selfi para la prueba! ¡Horas después estábamos sentados en las gradas de la Arena para disfrutar de una de las óperas más es­ pectaculares de Giuseppe Verdi , Aida, en un marco extraordinario! Cuando terminó el espectáculo, mientras salíamos,

Véneto nos llegó el mensaje de las MIL MARAVILLAS con una nueva adivinanza. La leí en voz alta:

—¿Recuerdan al artista del redondel?

Pues en los frescos de otra capilla... ¡genialmente usó el pincel! —¡Habla de Giotto! —chilló Trappy. Un roedor que estaba junto a nosotros se asustó y dio un respingo, para luego exclamar: —¡Qué voz más potente, señorita! —Oh, disculpe... —se excusó Trappy—. ¡Es que creo que he resuelto una adivinanza! . —¿Una adivinanza? —preguntó él con —Sí, estamos participando en las MIL M ARAVILLAS y acabamos de recibir la pista para la próxima etapa —le explicó Tea. —Por mil ratones, ¿ha dicho las MIL M ARAVILLAS? ¡He oído hablar mucho de esa P R U E B A ! —dijo el roedor—. ¡Encantado de conocerlos! Yo me llamo Alessandro y enseño Historia del Arte en la Univer­ sidad de Padua. Sarei felicissimo di potervi aiutare!* Después de presentarnos a nuestra vez y de haberle enseñado el mensaje, el profesor exclamó: —¡Esta adivinanza habla sin duda de Giotto ! Se

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* «¡Me haría muy feliz poder ayudarlos!»

curiosidad


¡¿De verdad es el final?! ¿Segurísimo? refiere a la capilla de los Scrovegni, que se encuen­ tra en Padua. No pueden marcharse sin haberla visi­ tado, ¡es una obra maestra absoluta! Nosotros nos miramos un instante: en casos como aquel, las MIL MARAVILLAS siempre nos había reser­ vado la entrada. Así que pedimos permiso para in­ vitar también a nuestro amigo... ¡en función de guía! A la mañana siguiente, temprano, emprendimos el viaje todos juntos. En el tren que se dirigía a Padua, Alessandro nos explicó: —Giotto hizo los frescos de la capilla entre 1303 y 1305 a petición de Enrico degli Scrovegni, miembro de una riquísima familia de Padua... Al salir de la estación, nos encaminamos hacia la ca­ pilla y, tras un bonito paseo, ¡entramos! ¿Cómo expresar con palabras aquella maravilla? Incluso Trampita guardó silencio, cautivado por el azul de ultramar de los fresCos de Giotto. Gustosos nos habríamos quedado allí dentro un buen rato, pero las visitas tienen una duración limi­ tada y muy pronto para nosotros llegó el momento de salir... Pero antes debíamos hacernos el selfi para la prue­ ba, así que posamos y luego nos dirigimos afuera.

Alessandro fue el primero en hablar: —Han comprendido de qué lugares habla, ¿verdad? Nosotros nos miramos perplejos y yo le contesté: —Ejem… , no del todo, ¿puede ayudarnos? Nuestro amigo sonrió mientras respondía: —Son Murano y Burano, dos islas famosísimas en la laguna de Venecia .

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Enseguida leí el mensaje que recibimos como res­ puesta a nuestra foto:

—Hala, a dos islas de fama vayan: soplan en una,

bordan en la otra, ambas en la misma laguna.


¡¿De verdad es el final?! ¿Segurísimo? —¡Venecia! —exclamé entusiasmado—. ¡Pues claro, ¿cómo no lo he pensado antes?! Antes de despedirnos, Alessandro nos dio un consejo: —Les recomiendo que vayan en tren ... ¡En Vene­ cia los coches no pueden circular! Se nos había hecho tarde y decidimos pasar la noche , ya estábamos todos despiertos e en Padua. Al impacientes por partir. Tras un breve trayecto en tren, bajamos en la estación de Santa Lucía y toma­ mos un vaporetto , un barquito de línea que para los venecianos es como el autobús.

Recorrimos todo el Gran Ca­ nal, que atraviesa la ciudad, LA PLAZA DE SAN MARCOS está foren dirección a la plaza de mada por tres partes: la plaza propiamente dicha, a la que San Marcos, una de las más da la basílica de la ciudad con su famosas del mundo. famoso campanario; la plazuela de San Marcos, con el espléndi¡Por mil ratones, qué increí­ do Palacio Ducal, y la plazuela de ble ciudad! los Leoncitos, frente a la fachada norte de la basílica. En lugar de coches, hay góndolas y vapores, que se deslizan por los canales que reemplazan a las calles... y luego hay puentes y palacios y jardines por todas partes. Trappy suspiró, soñadora, y murmuró: —Aquí es todo tan bonito...

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¡¿De verdad es el final?! ¿Segurísimo? Tea le puso una mano en el hombro y le dijo: —Volveremos pronto. ¡Pero ahora tenemos que ir a las islas de las que habla la adivinanza! Benjamín y Trappy no perdieron tiempo y preguntaron a uno de los marineros del vaporetto. Se llamaba Alvi­ se y conocía Venecia como la palma de su mano. —Pues es fácil, la isla en la que soplan es Murano. Es famosa precisamente por los vidrios que crean sus artesanos... soplando. La isla de los borda­ dos, por su parte, es Burano. ¡Ya verán, les gustará! ¡Yo les diré qué vapores deben coger para llegar a ellas! ¡Aquella sí que era una información útil, porque la laguna de Venecia tiene muchí­ simas islas! De este modo llegamos fácil­ mente a Murano, donde un maestro vidriero nos mostró los secretos de su arte... ¡Chillííí, para mí fue como asistir a un espec­ ! táculo de pura También en vaporetto fuimos a Burano. ¡Qué encantador lugar!

magia

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Casas de colores, un bonito Parece ser que los primeros campanario y algunas artesa­ ENCAJES DE BURANO se remonnas que, fieles a la tradición, tan al siglo XVI . Al principio no se usaba ningún soporte, bordaban el llamado encaje simplemente aguja e hilo. Las de Burano. encajeras de Burano, conocidas y apreciadas en todo el mundo, Trappy estaba entusiasmada: fueron requeridas incluso des—¡Hagámonos aquí el selfi! de Francia para enseñar este delicado arte. Estábamos a punto de salir con el vaporetto para regre­ sar a Venecia cuando... ¡por mil quesos de bola! nos llegó este mensaje:

—¡Enhorabuena, Stilton! ¡Han llegado

al final de las MIL MAR AVILLAS! Recuerden subir también las últimas páginas de su diario de viaje y... ¡suerte, y que rabien los gatos! ¡Dentro de unos días sabrán quiénes han ganado! Así que bajamos del barco y nos dirigimos a la plaza de Roma, cerca de la estación de Santa Lucía, y cogi­ mos el autobús al AEROPUERTO . Casi no nos lo creíamos. ¡Volvíamos a casa! ¡Chillíííííííí!

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¡Diario de viaje de la familia Stilton!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Volveremos a Venecia para...

Huerto Botánico de Padua

LA BIENAL En 1895 se constituyó en Venecia una institución encargada de promover las obras y tendencias del arte contemporáneo. Esta fundación cultural, originalmente ligada únicamente a las artes visuales, se llama Bienal y todavía hoy presenta cine, danza, teatro y música. En años alternos, la ciudad de Venecia alberga la Bienal de Arte y la Bienal de Arquitectura en el maravilloso espacio de los Jardines de la Bienal y el Arsenal, a los que se suman diferentes localizaciones repartidas por la ciudad, donde hay un pabellón dedicado a cada país participante.

EL CARNAVAL

¡Una fiesta de máscaras y colores!

Venecia celebra el carnaval con un gran acontecimiento que engloba a toda la ciudad con diferentes fiestas, desfiles y una alta participación de personas disfrazadas, que recorren las calli (así se llaman las típicas calles venecianas, del término latín callis, que significa «sendero») y las llenan de color. Con su atmósfera fascinante y mágica, el carnaval atrae a turistas de todo el mundo. También los Stilton queremos participar a toda costa, ¡nos las arreglaremos para volver a tiempo de disfrutar de los últimos días y el gran final con fuegos artificiales!

¡Un museo al aire libre! Inaugurado en 1545, el Huerto Botánico de Padua se llamaba originalmente Jardín de los Simples («simples» se refería a las plantas de las que se extraían medicamentos). Fue el primero en el mundo que estuvo vinculado a una universidad; los estudiantes tenían al alcance de la mano las plantas que estudiaban en los libros. Hoy contiene muchísimas especies botánicas distintas y varios miles de plantas, entre ellas algunos ejemplares muy longevos. Es el caso, por ejemplo, de una palmera enana, la más vieja del jardín, de más de 12 metros de altura. Se hizo famosa también por inspirar al escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe una teoría sobre la metamorfosis de las plantas... ¡Tío G estaba realmente impresionado!


¡Hasta pronto, Italia! Al llegar al aeropuerto oímos que llamaban a los pa­ sajeros de nuestro vuelo por los altavoces... ¡Había llegado el momento de despedirnos de Italia! —¡Aaay! —suspiré—. Entonces, esta aventura ha terminado de verdad... Estoy contento de volver a casa, ¡pero echaré de menos Italia! —¡A mí también me pasa! —asintió Tea—. Nunca olvidaré la emoción de bucear en el mar de Baia entre columnas, estatuas y mosaicos antiguos... —¡Yo no olvidaré nunca el paseo en canoa por las aguas del río Tirino! —exclamó Trappy. —¿Y qué me decís del vuelo en los Dolomitas luca­ nos? —dijo Ben. —¿Y lo rica que estaba la fonduta de Valle de Aos­ ta? —añadió Trampita. ¡Así pues, embarcamos en el vuelo a Ratonia acom­ de aquel superra­ pañados por todos los tónico viaje por Italia! Ya a bordo, intenté echarme una siestecita..., pero oía risas en la fila de delante...

recuerdos

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¡Hasta pronto, Italia! Trampita le estaba con­ tando a una roe dora sentada a su lado to­ das, pero absolutamen­ te todas, las situacio­ nes có mi cas que habíamos vivido du­ rante la prueba. A mi lado, Benjamín y Trappy cuchi­ cheaban frenéticamente mientras escribían en la tableta. Yo eché un vistazo para verificar que la tableta esta­ ba en modo AVIÓN y mis sobrinos aprovecharon para enseñarme lo que estaban haciendo... ¡Chillííí, era una lista de todos los lugares que debe­ ríamos ver y todos los eventos a los que deberíamos asistir en nuestros siguientes viajes a Italia!

¡Diario de viaje de la familia Stilton!

Próximos viajes a Italia Participar en la Barcolana de Trieste. Probar el pandoro en Verona y asistir al carnaval de Venecia. Visitar Cinque Terre en Liguria. ...


¡Hasta pronto, Italia!

¡Hasta pronto, Italia!

Lleno de orgullo por la iniciativa y el entusiasmo de mis sobrinos, les dije: —¡Buen trabajo! —¡Será una lista larguísima! —exclamó Benjamín con orgullo—. ¡¡Y esto solo es el principio!! —No queremos perdernos nada y hay tantas cosas que hacer... —confirmó Trappy convencida. —Bueno —dije con un suspiro—, ¡confiemos en ha­ ber ganado el viaje de regalo de las MIL MARAVILLAS! Mis sobrinos me miraron esperanzados y yo me apresuré a añadir: —Volveremos a Italia, ¡garantizado al queso! Toda­ vía nos queda mucho por descubrir, por explorar y... —... ¡por comer! —terminó por mí Trampita. Y así, soñando con nuestro próximo viaje, aterriza­ mos en Ratonia. Nada más bajar del avión oí el BIP BIP del móvil... ¡Era un mensaje! Con los bigotes vibrándome, lo leí en voz alta...

—¡Enhorabuena, Stilton!

¡Han ganado las MIL MARAVILLAS! ¡Felicidades por su simpatía y su capacidad para descubrir, sorprenderse y dejarse guiar! ¡Nos vemos pronto en Italia! 220

Sin decir nada, nos agarramos de las patas y excla­ mamos como un solo ratón:

MISIÓN CUMPLIDA, FAMILIA S TILTON!

—¡

Nuestra aventura italiana había acabado, ¡pero pron­ to empezaría una nueva! Palabra de honor de roe­ dor, palabra de...

Geronimo Stilton


Etapa n.º 10 – Las Marcas ¡Magia subterránea!

Índice

Etapa n.º 11 - Emilia-Romaña ¡Una cena superratónica!

Preparados, listos... ¡ya!

Etapa n.º 1 – Lacio ¡Empieza la aventura!

Etapa n.º 2 – Campania

Una inmersión no programada

Etapa n.º 3 – Calabria Una aventura... ¡milenaria!

Etapa n.º 4 – Sicilia En la cima del volcán

Etapa n.º 5 - Basilicata ¡Sálvese quien pueda!

Etapa n.º 6 - Apulia

Un atracón de... ¡orejitas!

Etapa n.º 7 - Molise

Pero ¿dónde nacen las campanas?

Etapa n.º 8 - Abruzos ¡Todos al tren!

Etapa n.º 9 - Umbría En busca de inspiración...

3

Etapa n.º 12 - Toscana

Sube y baja por las colinas toscanas 9

Etapa n.º 13 - Cerdeña La tierra de las mil caras

26

Etapa n.º 14 - Liguria Entre la tierra y el mar

36

Etapa n.º 15 - Piamonte Entre el río y los montes

44

Etapa n.º 16 – Valle de Aosta En el techo de Europa

56

Etapa n.º 17 - Lombardía Viaje entre mil obras maestras

64

Etapa n.º 18 - Trentino-Alto Adigio Una momia venida del frío

74

Etapa n.º 19 - Friul-Venecia Julia ¡Un hábil maestro de azuela!

80 92

Etapa n.º 20 - Véneto

102 112 122 132 142 152 164 174 184 194

¡¿De verdad es el final?! ¿Segurísimo?

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¡Hasta pronto, Italia!

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N TO AL DESCUBRIMIE DE LA UNESCO MUNDIAL DEL PATRIMONIO al de este

llegado al fin orcitos: ¡habéis is queridos roed m a, en bu ra Enho aquí y allá libro! as que aparecen superratónico algunas palabr é qu r po mismo! o a nd or egunta lo explico ah Si os estáis pr lor naranja, ¡os co en s s de arte da ra ob lta , n resa fiestas, comidas en el texto está monumentos, s, re ga otección lu pr n y ca indi mas de mejora Estas palabras tigiosos progra es pr s eño paso lo qu en pe os un os cluid , primero dem os y tradiciones in m ea ¡V a? at . ¿De qué se tr de la UNESCO s aciones Unida anización de N atrás! enta CO es la Org cu y ES ho N U y la 46 e 19 r qu trabaja desde ; Tenéis que sabe ra ltu Cu la paz y es favorecer la ión, la Ciencia s. Su objetivo do para la Educac ia oc as s íse pa educación, la miembros y 11 s campos de la con 193 países operación en lo co la e nt ia ed los m entre los pueb de renombre. La ltura. cu la y ia tran dos listas cienc osos se encuen m fa ás m s por el ser as ram obras realizada Entre sus prog comprende las al di un M lvaguarda son io sa imon conocimiento y s Lista del Patr yo cu a, lez l tura imonio Cultura entes en la na Lista del Patr La humano o exist . ad id an m e hemos para toda la hu tradiciones qu fundamentales ce y tutela las no co re e, rt pa as (expresiones r su mantenemos viv n Inmaterial, po aú e qu y s do sociales, ritos estros antepasa onal, prácticas heredado de nu tesanía tradici ar o, ul ác ct el universo). pe y l es la naturaleza orales, artes de ncernientes a co as tic la toma de ác pr ve res y eblos, promue y fiestas, sabe ogo entre los pu ál di el ite . En Italia, uo rm ut to pe ta el respeto m Su conocimien ien al y s to in st CO son odos de vida di os por la UNES conciencia de m cidos y protegid no co re es ver solo una on do ici ui ad je hemos conseg los lugares y tr via o tr es nu te muchos: en de volver para verdaderamen imos de ganas or eso nos mor ¡P e... rt pa a s faltan! m pequeñísi illas que aún no s demás marav la s da to rir descub unesco.it es son en www. Descubre cuál

Para saber más de la lengua y cultura italianas, visita la web:

www.italiana.esteri.it


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