Boletín Salesiano Uruguay - Abril 2016

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URUGUAY / Segunda época / Año XXXVIII / Nº 2 / Abril 2016 / www.issuu.com/bsuru

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Irme

de casa ORATORIO DE LA TEJA Innovación pastoral

Entrenado para detectar la diferencia


SUMARIO 3 4

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CARTA DEL DIRECTOR “Leelo, ¡te vas a encontrar!”

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¡SÍ, HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL! “Con las jóvenes bajo el mismo techo”

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ESPIRITUALIDAD JUVENIL Adma Jóvenes. Peregrinación mariana de jóvenes

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SINTONIZANDO CON DON BOSCO D. Ángel Fernández Artime sdb Un vitral resplandeciente de Dios

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FAMILIA EN CONSTRUCCIÓN Dra. Natalia Trenchi ¿Qué querés ser cuando seas grande?

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HACIENDO HISTORIA Talleres en el Oratorio. “Llamado de la realidad”

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VALE LA PENA VIVIR ASÍ Pese a todo querer seguir siendo compañeros de vida

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CON NOMBRE Y APELLIDO Fabián Coito. Entrenado para detectar la diferencia

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SABOR A BUENAS NOCHES P. Adrián García sdb Pastoreando en las costas del Malbajar

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GALERÍA DE FACEBOOK Y TWITTER

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ME GUSTA, COMENTO, COMPARTO P. Francisco Lezama sdb Los Melli

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INFORME CENTRAL Irse de casa. ¿Para qué?

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SINTONIZANDO CON DON BOSCO Sor Yvonne Reoungoat fma ¿Nos ponemos en marcha?

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DEL ÁRBOL SALESIANO En el Pío "aprendimos a ser agradecidos"

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PUZZLE. LO QUE HEMOS VISTO Y OÍDO TE LO CONTAMOS… Tecnología, ¿para qué? El circo de la mariposa. La resignificación de la propia existencia

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GALERÍA DE INSTAGRAM

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CARTA DEL DIRECTOR

P. Sergio Álvarez sdb

LEELO, ¡TE VAS A ENCONTRAR! ¡Hola! Te ofrecemos un conjunto de trabajos realizados con empeño para que en uno u otro espacio puedas alimentar tu interior. En esta edición nos enfocamos en la experiencia de "emancipación" que viven los jóvenes en Uruguay. Está muy unida a otras, como la construcción de espacios de convivencia en pareja y el voluntariado. Estas y otras colocan al joven en nuevas situaciones que le ayudan en la definición vocacional y en el diseño de un proyecto de vida. El comentario que hace unos días me compartió un joven fue: "siento que tengo claro lo que ya no quiero. Necesito irme de casa... pero no sé bien para qué”. Queremos acompañar la búsqueda y construcción de respuestas a esta pregunta: ¿Emanciparse PARA QUÉ? Quizás seas un joven o alguien que los acompaña; te digo: a este Boletín Salesiano leelo ¡te vas a encontrar! Te vas a encontrar en los planteos, en las puertas que abrimos, en los caminos que mostramos. Te vas a encontrar con otros y con Dios. Leelo con la actitud de escucha atenta de la experiencia de otros, no dejes pasar por alto lo que despierte en ti... hacelo parte de tus diálogos y oración. Si algo de esto pasa, quienes integramos el Equipo de Redacción diremos: misión cumplida. ¡Que tengas un buen tiempo pascual de encuentro con el Señor Resucitado que HACE NUEVAS TODAS LAS COSAS Y CAMINA A NUESTRO LADO! En nombre del Equipo, un abrazo fraterno...

Boletín Salesiano Revista de información sobre la Familia Salesiana y de cultura religiosa Director: P. Sergio Álvarez sdb Redactora Jefe: Adriana Porteiro Coordinador: Eduardo Martínez Columnistas: Dra. Natalia Trenchi, P. Francisco Lezama sdb y P. José Adrián García sdb Equipo de redacción y responsables de secciones: Lic. Emiliano Del Puerto, P. Sebastián Ferreyra sdb, Gianfranco Brandi sdb y Hna. María Baffundo hma. Colaboradores: Carolina Bellocq y Alejandra González Fotografía: Sebastián Andión, Leonardo Pagliari y P. José Pérez sdb

Corrección: Graciela Rodríguez Diseño: Gustavo Baumann Impresión: Mastergraf Dirección, redacción y administración: Av. Agraciada 3181 CP 11800, Montevideo; tel. 2209 4521 Sitio web: www.issuu.com/bsuru Email: comunicacion@salesianosuruguay.com.uy Afiliado a la Cámara Uruguaya del Libro Depósito Legal: 366.191

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¡SÍ, HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL!

Con las jóvenes bajo el mismo techo COMUNIDADES ABIERTAS

Las Hijas de María Auxiliadora reciben por unos meses a jóvenes que viven con ellas y se incorporan a su rutina cotidiana. 4


Mayte Mocoroa (izq.) Pilar Abi-Saab (der.)

La Hna. Rosina Thevenet, quien prefiere que la llamen por su apodo “Rula”, animadora de la comunidad de San Lorenzo, al compartir los frutos de la experiencia, explica que “consiste en vivir juntas. No es una iniciativa para las jóvenes o para ellas, sino con ellas” y subraya la palabra “con”, de convivir. Su comunidad ya recibió gente en otros momentos y ahora acoge a Mayte Mocoroa y Pilar Abi-Saab que, con 21 y 19 años respectivamente, decidieron vivir unos meses de forma diferente junto a las hermanas y en plena actividad. “Es todo un desafío, lo sabemos. Implica para nosotras estar abiertas a compartir con ellas, a ser más flexibles en algunas cosas en las que tal vez nos habíamos anquilosado. Pero, a la vez, es una riqueza, porque compartir complementa”, asegura Rula. Si bien la experiencia implica vivir con las hermanas, no se trata de un paso previo a la vida religiosa y las hijas de María Auxiliadora son las primeras en subrayar que no pretenden “cazar monjas”. Las jóvenes que participan no necesariamente tienen inquietudes vocacionales. Pero sí quieren ayudar a los demás, vivir unos meses de mayor entrega y abiertas a las necesidades de los otros. “Es algo a lo que optan para crecer como personas. Esta experiencia puede ayudar a tomar una opción de vida, pero es también muy valiosa si se va a seguir en medio del mundo, porque es algo que toca lo personal y ayuda a hacer distinta la vida cotidiana a partir de aquí”, comenta la animadora.

“¡Ampliar la mirada! Con los jóvenes, misioneras de alegría y esperanza” fue el lema final del Capítulo de las Hijas de María Auxiliadora (2014) que inspiró la iniciativa de comunidades abiertas, donde hermanas y jóvenes laicas comparten su misión y la vida cotidiana. Ese llamado a vivir más cerca de la juventud fue asumido por la comunidad de la Parroquia San Lorenzo, integrada por cuatro religiosas que, por unos meses, conviven con dos jóvenes que quieren transitar por una experiencia de voluntariado. Pero no es la única comunidad abierta a esta experiencia, también en Paysandú las hermanas acogen actualmente a Leticia, una exalumna del Instituto Juan XXIII.

Esa es la idea que tiene por ejemplo Mocoroa, una de las dos jóvenes que viven ahora en San Lorenzo. Estudia Psicopedagogía, le gusta su carrera y quiere seguir en Uruguay; al mismo tiempo, se siente atraída por la entrega a los demás. Participa desde 2013 en el Voluntariado Misionero Salesiano y a comienzos de 2015 se planteó la posibilidad de hacer algo más, ya que mientras cursa sus estudios no puede irse al exterior a prestar voluntariado. “Hablando con otros y viendo la necesidad de que crezca el voluntariado interno, se me ocurrió hacer algo acá mientras estudio”, cuenta. Ella y su acompañante espiritual pensaron qué se podría hacer, y en octubre de ese año surgió la posibilidad de irse a vivir un tiempo a San Lorenzo. Es un servicio constante de medio año y sigue estudiando en la Universidad.

San Lorenzo, en Piedras Blancas, es una parroquia confiada hace 20 años a las Hijas de María Auxiliadora. Ahí funciona también un Club de Niños –todas las tardes, en convenio con INAU– y un Centro Juvenil. Además, de esa Iglesia dependen otras dos capillas. “Tenía ganas y lo empecé a discernir. A medida que se iba confirmando, más iba afirmando mis ganas y mi disposición a hacer algo acá. Quería hacer una experiencia de seis meses y me interesaba hacerlo con otras personas, la vida comunitaria me parecía un pilar muy importante”, relata la joven, exalumna del Instituto Juan XXIII. Desde que se mudó, en febrero, participa en la vida comunitaria, de mañana va a clase, de tarde ayuda en las actividades de San Lorenzo y los sábados va a una de las capillas de la zona. El domingo, después de Misa, va a pasar el día con su familia. “Cuando se lo planteé a mi familia, por un lado quedaron tranquilos porque creían que me iba a ir Angola un año y, frente a eso, esto es más corto y más cerca”, dice con simpatía. Los suyos fueron algunas veces a visitarla a la comunidad y comparten su experiencia. ABRIRSE A LOS DEMÁS La otra joven que comparte su vivencia, pero de un modo más intenso, es Pilar Abi-Saab, que también es exalumna del Juan XXIII. En su caso, la decisión de vivir con las hermanas de San Lorenzo responde más a un planteo que podría ser definitivo. “Dios me estaba pidiendo más, andar otros caminos para ver qué quería de mí. Yo le decía que estaba dispuesta a hacer lo que Él quisiera. Se lo tomó en serio y me pidió un poco más”, comenta también entre risas. Apunta que “cuando uno se abre más y está dispuesto a dar más, Dios lo toma y pide más”. Entonces surgió la idea de vivir unos meses en algún lugar con presencia salesiana. En San Lorenzo Abi-Saab colabora con total disponibilidad, pues prefirió no retomar sus estudios de Medicina para vivir estos meses con mayor intensidad. La casa que habitan es pequeña y la convivencia es total, aunque las más jóvenes tienen cuarto y baño independientes. Las chicas son “una más”: tienen sus ratos de oración diaria, 5


Las hermanas Arantxa Juaristi, Rosina Thevenet y Beatriz Lombardo.

almuerzan y cenan con las hermanas y comparten con ellas los apostolados. Las jóvenes son de Pocitos y Buceo y, aunque llevan pocas semanas en Piedras Blancas, ya se hacen al barrio. “Es de un contexto un poco más complicado económicamente y vine un poco asustada, pero me voy adaptando. No es algo que me preocupe mucho”, dice Mocoroa. Abi-Saab reconoce que el cambio de barrio la “desafía a estar más abierta a los demás”, a nuevas formas de ser. “Me gusta, me siento invitada a vivir más la pobreza, a estar más con la gente. Me desafía más en la cabeza, mis formas de pensar, las estructuras mentales. Está bueno, me ayuda a crecer”. Y Mocoroa agrega algo: “Vivir acá forma parte de la experiencia, justamente queríamos salir del lugar donde estábamos”. Ayuda, claro está, el hecho de que están en contacto permanente con la gente del barrio, que es la que va a la parroquia o a los clubes de niños y adolescentes. Eso permite luchar contra los prejuicios y “aceptar el desafío cristiano de hacer lugar a los demás”, acotan ambas. VOLVER AL CENTRO Parte de la vida con las hermanas permite a las jóvenes participar de sus espacios de oración e intercambio. Las chicas se juntan en la capilla para rezar antes de desayunar y luego buscan algún otro momento del día para hacerlo otra vez. “Es algo que necesitamos y queremos para cada día: volver al centro, procesar las cosas desde ahí sino, entre tanta actividad, se puede ir perdiendo lo sobrenatural”, indica Mocoroa. Además tienen un espacio semanal de intercambio con la comunidad, para ver cómo están viviendo y procesando todo. EL BALANCE QUE TODAS HACEN ES POSITIVO Es cierto que por momentos las jóvenes extrañan mientras las mayores se van adaptando. Pero eso es lo de menos, coinciden todas. “Desde que tomé la decisión de irme seis meses, me pasa algo que creo que es muy de Dios. Es una suerte de paz, una alegría profun6

“Es todo un desafío, lo sabemos. Pero a la vez, es una riqueza. ¡Compartir complementa!” Hna. Rosina Thevenet

da. Estoy muy contenta de estar acá”, asegura Mocoroa.

“Le estaba diciendo a Dios que estaba dispuesta a hacer lo que Él quisiera. Se lo tomó en serio y me pidió un poco más” Pilar Abi-Saab”

“Más allá de que extrañe algún día o algo me cueste, en el fondo estoy muy bien. Estoy muy contenta de estar acá” Mayte Mocoroa

Abi-Saab se refiere también a esa alegría de poder responder al llamado y hacer lo que Dios pide. “Nunca había tenido un cambio de actividad así y está demás”, dice sin vueltas, entusiasmada por los apostolados y la vida de servicio de todos los días. “Los momentos de oración te ayudan a verlo mejor: estoy bien, feliz”. “Dejaste tu casa y cosas pero por algo que es Dios y que tiene mucho sentido”, resume su compañera con claridad meridiana. Y del otro lado comparten el balance. La Hna. Rula insiste en el hecho de que en la diferencia se encuentran riquezas, y a eso apunta también la experiencia de vivir con otras personas. “Las jóvenes no se imaginan el bien que nos están haciendo como congregación, como hermanas. En el buen sentido, nos obligan a aggiornarnos, porque rompen las estructuras y los modelos”, asegura. “A veces, por lo que sea, nos acostumbramos a ciertas cosas. Ellas nos dan aire fresco, nos ayudan a despojarnos de algunos criterios. Gracias a su presencia, nos damos cuenta de que hay cosas que podemos cambiar sin perder nuestra esencia de religiosas”, apunta, y pone como ejemplo los modos de rezar o algunos aspectos prácticos de la convivencia. “Son cosas que ellas, sin darse cuenta, nos están regalando al convivir. Y las jóvenes ni se enteran, porque es su modo de ser y listo”, recoge la hermana.


ESPIRITUALIDAD JUVENIL

PEREGRINACIÓN MARIANA DE JÓVENES Los jóvenes peregrinamos para encontrarnos con la Virgen María en el Cerro del Verdún y en el Cerro de Aguas Blancas (ambos en la zona de Minas).

Como bautizados queremos seguir a Jesús y hacer realidad en nuestra vida la invitación de María "Hagan lo que Él les diga". Como jóvenes queremos poner nuestro proyecto de vida ¡en manos de la Virgen! Como animadores queremos presentarle a la Auxiliadora ¡la vida de nuestros gurises!

PROGRAMA Celebraremos la Misa en el Cerro del Verdún, almorzaremos en Aguas Blancas y rezaremos el Rosario en el Cerro de la Auxiliadora de Aguas Blancas.

DOMINGO 24 DE ABRIL Salimos de Maturana a las 8 hs. Regresamos a las 20 hs.

Invita ADMA JÓVENES (Asociación de María Auxiliadora)

Por más información comunicate con el

P. Hugo Espinosa sdb hugoespinosasdb@gmail.com

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SINTONIZANDO CON DON BOSCO

DE OTROS LARES

SIRIA: Algo terrible que nadie quiere ver

UN VITRAL RESPLANDECIENTE DE DIOS

P. Ángel Fernández Artime Rector Mayor de los SDB

Queridos amigos de la Familia Salesiana: Hace algunos meses escribí a mis hermanos SDB que debemos cuidar el aprecio y el reconocimiento que nos tienen por nuestra labor. Nos admiran por nuestras escuelas y centros de formación profesional y de capacitación al mundo del trabajo, por nuestra labor entre los muchachos de la calle, por nuestros oratorios en las barriadas, por nuestra presencia en situaciones de calamidad, etc. Pero, infelizmente, muchas personas que se maravillan y nos alaban por todo lo que hacemos, ignoran o no se dan cuenta de cuáles son nuestras motivaciones, de dónde nace nuestro compromiso, en qué se sostiene nuestra misión y estilo de vida. Y esta realidad provocó mi sueño, queridos amigos y simpatizantes de Don Bosco y de su carisma. Sueño con que quienes se relacionen con nosotros, con cada grupo o rama de nuestra extensa familia, se sientan tocados ante la presencia sencilla de hombres y mujeres de fe. Que la nuestra sea una fe profunda y probada, expresada en la vida y en nuestras acciones, y que deje traslucir quiénes somos. Esto solo será posible cuando, puestos ante el Señor 'a corazón abierto', dejemos que Él nos contemple. Estoy convencido de que el camino del cual hoy tenemos mayor necesidad y el reclamo que hoy el mundo nos hace con mayor urgencia es que cuidemos, alimentemos y profundicemos nuestra fe, que comuniquemos que todo lo que hacemos es porque Jesús nos atrae y nos fascina. Que a Él respondemos libremente, asumiendo la alegría de decir sí a Dios Padre que nos envía como testigos suyos en medio de los hombres. Así Don Bosco predicaba a Dios. Siempre 8

presente y vivo. Dios como compañía, aire que se respira. Dios como el agua para los peces. Dios como el nido cálido para el corazón que ama. Dios como el perfume de la vida… Un pequeño observaba encantado los espléndidos vitrales de una catedral. “¡Ahora comprendo qué es un santo!”, exclamó. “¿De veras?”, le preguntó el catequista. “¡Sí!”, respondió el pequeño. “Es un hombre que deja pasar la luz”. Don Bosco era un vitral radiante que dejaba pasar la luz de Dios. Nuestra Familia Salesiana debe ser otro tanto. El mundo necesita que cada uno de nosotros permanezca, ame y dé frutos. Estos tres verbos, tomados del contexto de la Vid y los Sarmientos (Jn 15,1-11), nos exigen estar fuertementes arraigados en Jesús, para permanecer en Él y por Él vivir una fraternidad atrayente y que nos lleve a servir a los jóvenes. Tres verbos que nos invitan a tener presente el primado de Dios en nuestras vidas, y que desde lo hondo de nuestro ser nos impulsan a participar en la obra de su Hijo. Juntos, Él y nosotros, vamos tejiendo la tela, anudando los hilos de la fraternidad, del respeto, de los ojos abiertos hacia los necesitados y a todos los que sufren. Queridos todos; somos la Familia Salesiana y compartimos el carisma de Don Bosco para donar y donarnos, para ser gesto y expresión humana de la Misericordia de Dios. Que Dios los bendiga.

“Aquí nadie entiende nada. La muerte está en todas partes y es imposible saber lo que sucede o en quién confiar. Estábamos preparando una obra de teatro con los jóvenes para festejar a Don Bosco y tuvimos que suspenderla porque varios murieron en los bombardeos”. Con estas palabras, el P. Luciano Buratti, uno de los tres SBD que viven en Alepo, contó lo que están viviendo. “Hace tres años que se combate en las calles y de noche caen bombas. Al día siguiente, siempre nos enteramos que alguien ha perdido a un familiar”. A pesar de la tragedia que narra, detrás de sus palabras se escucha el alboroto de los muchachos en el patio del oratorio.

ITALIA: El Godspell de los panaderos Durante la primera semana de marzo, 120 aprendices de panadería del Centro de Formación Profesional Santa Teresa, que llevan adelante las FMA de Chieri, presentaron el musical Godspell, inspirado en el evangelio de San Mateo. Para muchos participantes, Godspell (“Dios nos habla”) fue un descubrimiento del Evangelio. El musical tuvo una preparación de dos meses, y ofreció momentos de grandes carcajadas y otros de fuerte emoción: desde las parábolas hechas en mímica o danzadas con alegría y desparpajo, hasta la dramaticidad de la pasión y muerte de Jesús. Durante los ensayos, la “trouppe” fue asesorada por el grupo profesional Tedaca.


FAMILIA EN OBRA

¿Qué querés ser cuando seas grande? llá por los 60 los chiquilines contestaban frecuentemente a esta pregunta diciendo “bombero”, “policía”, “maestra”, “quiero casarme y tener hijitos”. Fue después de que se llegara a la luna que hubo una epidemia de sueños de ser astronautas. Hoy el mundo ha cambiado y los chiquilines tienen otras aspiraciones. Cuando son chicos lo expresan a menudo diciendo que quieren ser “famosos”. No importa mucho cómo conseguirlo: si por descubrir una vacuna, escribir una canción o meter goles. No se lo plantean. Lo que importa es la “fama” y todos los placeres que ellos imaginan que trae consigo. Cuando ya son más grandecitos y se van acercando a la edad en que tienen que orientarse hacia una profesión, en muchos aparece la expresión del sueño dorado: “algo corto que te dé plata”. ¡Cuánto significado en pocas palabras! ¡Qué sueños llanitos y debiluchos! ¿Qué hemos hecho los adultos para que tantos chiquilines aspiren sólo a eso? ¿Qué mundo les hemos mostrado? ¿Qué ejemplos les hemos dado? Y lo que es más importante: ¿Qué se puede hacer para que aspiren a florecer, a volar con sus alas, a mejorar al mundo, a vivir en armonía consigo mismo y con los demás?

“Anímense muchachos, vivan sus vidas con responsabilidad y disfrute, sin dejar que los miedos o las aparentes incomodidades los detengan. Verán qué maravilla es tejer la vida propia” Seguramente que ser criados con amor, cuidados sensibles y compromiso, asegura buena parte de lo que necesitamos para que se transformen en personas de bien. Pero además, necesitan desarrollar y fortalecer unas cuantas habilidades y capacidades. Por ejemplo, ¿piensan ustedes que los muchachos pueden hacer su camino con logros y avances si no les hemos enseñado a tolerar frustraciones desde más chicos? Cuando les recomendamos a los padres no ceder a todos los deseos de los niños aunque sea posible, a no evitarles todos los obstáculos o a no sacarles todas las castañas del fuego, no estamos pensando en el hoy, sino en el mañana. Porque hay muchas habilidades que sólo se desarrollan si se practican. Los “ahora no”, los “tendrás que esperar”, los ”esta vez no pudiste” son aprendizajes importantes. Claro que no les va a gustar tener que esperar para tener lo que quieren, claro que van a protestar y hasta van a pensar que ustedes son los peores padres posibles. Pero no importa nada, porque eso es parte de lo que tienen que aprender a tolerar y a superar.

Rezongarán por tener que hacerse la cama, por ayudar en la cocina y con las mascotas, pero eso les evitará la terrible parálisis que vemos en algunos muchachos y muchachas en edad y con posibilidades de levantar vuelo. No pueden hacerlo porque no saben ni quieren salir del confort que les da la casa de sus padres. No sabrían vivir sin una heladera que parece llenarse sola, o sin que su ropa esté limpia cada vez que la necesiten aunque la hubieran dejado tirada en el piso. La crianza tiene muchas paradojas: tenemos que lograr establecer un vínculo fortísimo con nuestros hijos para conseguir que, llegado el momento, sean lo suficientemente fuertes como para poder soltarse, volar y alejarse de nosotros lo necesario. Nos necesitan para que los ayudemos a que llegue el momento en que no nos necesiten más. Y para eso también tenemos que alimentarles desde chiquitos su deseo de superación, la confianza en sí mismos y la capacidad de soñar sueños que si no se soñaran, nunca se cumplirían. ¿Sueñan con ser inventores? Allá estaremos entonces ofreciéndoles frasquitos y tuercas. Y lo haremos con el mismo entusiasmo que tendremos años después cuando les donemos acolchado y platos para que se vayan a vivir con un grupo de amigos o con su pareja. Porque no estamos para cortarles las alas, sino para enseñarles a volar. Sabiendo que no es fácil y que encontrarán muchas turbulencias en su vuelo, pero confiando en que podrán salir de ellas. Anímense muchachos, vivan sus vidas con responsabilidad y disfrute, sin dejar que los miedos o las aparentes incomodidades los detengan. Verán qué maravilla es tejer la vida propia.

Dra. Natalia Trenchi

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HACIENDO HISTORIA

Talleres en el oratorio:

UN LLAMADO DE LA REALIDAD Buscando adaptarse a la realidad y a las necesidades de los chicos del barrio, el Oratorio María Auxiliadora de La Teja emprende un proceso de renovación. La animadora Florencia Viña comparte los aspectos medulares de la transformación del Oratorio y explica cuál es su valor diferencial .

CONOCIENDO EL ORATORIO El Oratorio María Auxiliadora de La Teja funciona los sábados, de 9 a 12 horas, en el patio del Colegio Divina Providencia. La propuesta congrega, dependiendo de la época del año, entre 80 y 120 gurises, de 4 a 14 años, de los barrios aledaños al colegio. Más allá de los momentos de juego libre y de la merienda, el oratorio ofrece un espacio de dinámica grupal y reflexión cristiana, que habitualmente se realiza agrupándolos por edades en chiquitos (de 4 a 7 años), medianos (de 8 a 11 años) y grandes (de 12 a 14 años). El oratorio salesiano tiene un contacto cercano con las familias de los participantes, lo que permite comprender mejor la situación de cada uno y darle el apoyo que necesita. VER Y ESCUCHAR, PARA CAMBIAR En el transcurso del año pasado, los animadores detectaron varios inconvenientes que los llevaron a pensar en cambiar el esquema de cada encuentro. Uno de esos problemas era la falta de sentido de pertenencia. Florencia Viña, animadora del oratorio y educadora del Colegio Divina Providencia, expresó que la propuesta “como se venía desarrollando desde hace años, no se adaptaba a los chiquilines. Nosotros los dividíamos por edades y ellos se cambiaban de grupo. No podíamos pasar lista porque no había un grupo constante todos los sábados”. Para la “Fiesta de la Familia 2015”, que se celebró en octubre, los chicos prepararon actos teatrales y musicales para presentar al público que concurriría. Durante el tiempo de producción se mostraron muy comprometidos en dar un buen espectáculo y muy pocos faltaron a los encuentros. Esta

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experiencia llevó a los animadores a pensar nuevos contenidos para el oratorio. La búsqueda de acompañar más adecuadamente la realidad de los chicos también fue clave para motivar los cambios. Viña comentó que el espacio del oratorio como está concebido “les da muchas cosas. Es un ambiente de familia donde los queremos, los cuidamos, los tratamos bien y eso ya es un montón para los gurises. Pero nos está faltando dejarles algo más, no sé si decir tangible, pero algo que realmente sea una herramienta para ellos, más allá de los valores que van viviendo y conociendo en el oratorio”. UN IMPULSO VOCACIONAL Los animadores responsables del grupo decidieron realizar una serie de cambios para este año, buscando adaptar los contenidos de los encuentros a las necesidades de los niños y adolescentes del barrio.


Se trata de la incorporación de talleres con el fin de proporcionarles herramientas que les sirvan como impulso para superarse. En principio, estos espacios de aprendizaje (que serán de música, teatro y cine, artesanías, deportes y cocina) sustituirán el momento de reflexión que se propiciaba cada sábado. Cada taller será cuatrimestral, de modo que cada niño pueda concurrir a dos de ellos durante el año. Serán brindados por los propios animadores, de acuerdo a los dones y fortalezas de cada uno. Además se hará un seguimiento de la participación del chico para evaluar su evolución. La esencia de estos espacios, más allá de las herramientas que aprenderán los niños y adolescentes, reside en ayudarlos a ir descubriendo un camino vocacional. “Para hacer su proyecto de vida, todo ser humano precisa tener un interés e ir hacia eso. Lo fundamental es ayudar a que los chiquilines descubran qué les interesa para ir formando de a poquito su vida. También debemos ver en qué son buenos para apoyarlos, porque muchas veces les falta gente que los estimule, que les dé para adelante”, comentó Viña. Asimismo, se busca ampliar los horizontes culturales de los chicos para que logren descubrir nuevas cosas. En el taller de cocina, por ejemplo, se tratará de que puedan explorar la cultura culinaria. La idea es que descubran nuevas recetas y las trasladen a su familia, expresó la animadora.

LOS NUEVOS DESAFÍOS En las cercanías del oratorio se encuentra una obra social de las Misioneras Franciscanas del Verbo Encarnado a la cual acuden, entre semana, muchos de los oratorianos. Así como algunos animadores concurren esporádicamente a “La Casilla Obrera”, alguna de las Hermanas también colabora con el oratorio los sábados. Otro de los proyectos del Oratorio María Auxiliadora para este año es coordinar mejor con las religiosas la participación y colaboración. Otro reto se basa en la convivencia de chicos de diferentes edades en el mismo taller. La idea es que el ambiente de familia que caracteriza a los oratorios, permita que los más grandes puedan ayudar y ser ejemplo para los más pequeños. La presencia de animadores con experiencia en cada taller será imprescindible para tal cometido. Sin embargo, el principal desafío que presentan estos cambios, es el de mantener en los talleres un espacio de evangelización. Viña comentó, que así como se destinará un momento de oración al comienzo y al final de cada taller se debe buscar la forma en que la fe esté presente transversalmente, incluso en el contenido del mismo. “Todo lo que pasa en el oratorio está atravesado por Jesús. No se trata solo de aprender a tocar el tambor sino de hacerlo porque es un servicio para otros. Por ejemplo, lo puedo poner al servicio de la comunidad o puedo alegrar a alguien”, expresó.

El Equipo Inspectorial de Oratorios lo define así: “Es un espacio de encuentro para niños, adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad social, llevado adelante por jóvenes animadores voluntarios. Permite el disfrute de actividades recreativas y de reflexión. Propone valores cristianos y ayuda a encontrar sentido en la vida de los gurises y animadores. Busca la integración, el reconocimiento y la generación de oportunidades sociales para todos”. 11


VALE LA PENA VIVIR ASÍ

Florencia Cruces (24) y Pablo Moreira (26)

Pese a todo querer seguir siendo compañeros de vida

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Florencia y Pablo descubrieron su amor de pareja cuando estaban con un pie en la misión y decidieron tirarse al agua a pesar de los miles de kilómetros que los distanciarían. ¿Qué los motivó a apostar a una relación que parecía imposible? ¿Cuáles son sus certezas para continuar aunque algunas veces les “salte la térmica”? ¿Cómo empezó la relación? FC: Nos conocimos en 2011, en el retiro de Pascua Juvenil durante Semana Santa. Yo nunca lo había visto y él tampoco a mí. Cuando empezamos a salir, en enero de 2012, yo sabía que me iba a ir de misión a Ecuador en agosto de ese año. ¡Igual salimos! Cuando estaba en Ecuador, en octubre o noviembre de 2012, Pablo decidió irse también de misión pero a Angola. Volví a Uruguay en julio de 2013 y él en diciembre. Cuando se acercaba el tiempo de irse de misión, ¿estaban seguros de que al reencontrarse iban a seguir juntos? PM: Una de las cosas que más me atrajeron de ella fue el hecho de dar la vida por los otros, de irse de misión. Le di para adelante y traté de acompañarla de la mejor manera. Fue fundamental estar en la misma búsqueda, nos ayudó a sobrellevar ese tiempo sin vernos. FC: Yo era la que tenía más miedo. Era raro empezar una relación sabiendo que no íbamos a vernos al menos por un año. Me quedé un poco más tranquila después de hablarlo con él pero, obviamente, no te vas con la certeza de que cuando vuelvas va a estar todo divino, es una incertidumbre. ¿Cómo se mantuvieron en contacto durante el tiempo que no se vieron? FC: Más allá del día del aeropuerto, el reencuentro fue muy fuerte. Ese año y medio que estuvimos separados lo aprovechamos mucho, en el sentido de que no dejamos que la distancia física nos separara. Lo principal fue poner a Dios en el centro. Fui sintiendo que la misión era un llamado de Dios y Pablo también.Teníamos 6 horas de diferencia entre nosotros y no existía Whatsapp. Los mensajes de texto y las llamadas nos salían carísimos. Entonces nos dejábamos cosas escritas en el perfil de Facebook. También nos unía la oración. Todos los días, a las 21 horas de Ecuador, los dos sabíamos que el otro estaba rezando. Eso fue muy fuerte para nosotros. PM: Fue difícil porque hubo tiempos diferentes. Cuando “Flo” se fue hubo un momento en el que yo estaba aún acá y la pude acompañar en todo ese choque con la otra cultura. Pero, cuando llegué a Angola, “Flo” estaba en otro tiempo. Entonces esa hora del encuentro en la oración fue fundamental, el trascender en Dios para poder seguir caminando y pasar ese tiempo lindo para los dos, fortaleció un montón nuestro amor. ¿Por qué eligieron casarse? PM: Es una decisión de consagrar lo nuestro a Dios. Siempre fue una relación de tres. Él siempre estuvo con nosotros y decidimos consagrarnos a Él, de la forma más sencilla y humilde que es darle lo nuestro y que nos siga dando vida. FC: Siempre pensamos en poner a Dios en el centro y sentirlo una invitación a dirigir nuestras vidas hacia su encuentro. Después de 4 años de novios es un paso importante poder consagrar nuestro amor y ofrecérselo a Dios para toda la vida. ¿Qué aprendizajes y dificultades han experimentado durante la etapa de noviazgo? FC: Las dificultades han surgido desde nuestras personalidades, apren-

der a convivir con el otro, con lo que no me gusta del otro, con lo que no me hace sentir tan cómodo. Hay algunas cosas de Pablo que hacen que “me salte la térmica” enseguida, aunque a él no le pasa tanto. PM: Tenemos la capacidad de dialogar bastante. No somos de pelearnos, de no decirnos nada y dejar que pasen las cosas; somos bastante claros entre nosotros. ¿Cómo se resuelve el hecho de aceptar lo que no te gusta del otro? PM: Con amor se resuelve, no hay otra explicación. La amo como es. Uno se enamora de la persona íntegra. Sin cambiar al otro, se trata de colaborar entre sí para que todo sea productivo. Al anunciar que se casaban ¿qué resonancias tuvieron? FC: Fue gracioso porque fuimos contándolo y tuvimos formas muy distintas de hacerlo. Pablo es “bueno, me parece que…” y yo le grité a mi familia “¡nos vamos a casar!”. Pero todo el mundo lo recibió con mucha alegría. Hubo mucha compañía desde nuestra familia y nuestros amigos. Algunos que son ateos me dicen “voy a ir a la Misa porque sé que para vos es importante”, ¡eso está buenísimo! PM: Un ejemplo, es que pensamos que los centros de mesa fueran bollones de vidrio transparentes y todo el mundo se puso en campaña para buscarlos, ¡salen de abajo de la tierra! ¡Tenemos como para 84 casamientos! Está bueno sentir la adhesión de la familia, los amigos, los compañeros de trabajo; eso ayuda y fortalece. ¿Recibieron algunos cuestionamientos? FC: Algunas preguntas que se repiten como “¿van a convivir antes? ¿por qué no se van juntos antes de casarse?”. Para nosotros tiene sentido después de que Dios consagre el Matrimonio y no es una necesidad el irnos a vivir juntos antes. Obviamente que estamos ansiosos porque llegue la fecha del casamiento pero nunca nos cuestionamos eso. ¿Cómo se mantiene el compromiso con el apostolado, a la vez que no se descuida el noviazgo, el trabajo o la familia? PM: Resolvimos dedicarnos a algo de la mejor manera y nos decidimos por el VMS, en el que ya trabajábamos pero ahora de una forma más comprometida, que implica preparar los encuentros, acompañar a la gente que está en el grupo; supone otro rol. FC: Además el VMS es importante no solo para nuestra pareja sino también para ambos por separado. Poder vivir esto juntos es una oportunidad muy linda. El VMS es un lugar que disfrutamos mucho, obviamente que implica un tiempo para preparar e ir los domingos de noche a las reuniones pero creo que nos hace bien a cada uno como persona y además vivirlo unidos nos alimenta bastante. ¿Qué certezas e incertidumbres tienen de cara a esta nueva etapa? FC: Incertidumbres de cómo será la convivencia. Ya no tengo que ir más a clases, estoy haciendo la tesis para recibirme, es una etapa totalmente nueva. Tendré que esperarlo hasta las once de la noche a que llegue de clases, ¡algún día me quedaré dormida! PM: Una certeza es la de querer poner a Dios en el centro de nuestro matrimonio, como ahora. Y otra es la de querer seguir siendo compañeros en la vida. Son dos grandes certezas. 13


CON NOMBRE Y APELLIDO

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FABIÁN COITO: Director Técnico de la Selección Juvenil, docente de Maturana

“No van a llegar todos, pero lo bueno es que nadie sabe quién va a llegar y que depende de ellos” A la hora de armar el equipo no solo hace foco en el estado físico y las destrezas del jugador, sino también en otros valores que hacen la diferencia. Logró que la pasión que lo motiva desde los 6 años se convirtiera en su medio de vida. La receta: “fijarse objetivos, luchar por ellos y calmar la ansiedad”. Asegura que los reconocimientos logrados no cambiaron su esencia y que “la alegría más grande es tener una vida sana, trabajo, familia y amigos”.

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¿Cómo comenzó tu gusto y vocación por el fútbol? Desde niño el fútbol me apasionó. Mi padre era muy deportista y jugó al básquetbol en primera y en la selección. Además, en mi barrio había lugares abiertos para jugar fútbol, así que jugaba en la calle o, si no se podía, lo hacíamos en mi casa o en la de mis amigos con botones o chapitas, armando equipos. Desde entonces mi vida está dentro del fútbol. A los 6 años comencé a jugar en el baby fútbol, a los 15 años ingresé a Wanderers, entre los 17 y 18 años pasé a la categoría profesional y ni bien terminé mi ciclo como jugador, a los dos meses, empecé a trabajar como entrenador. ¿Seguiste estudiando pese a jugar al fútbol? Hasta tercero de liceo realicé todos los estudios en Maturana. El Bachillerato lo hice en el Pedro Poveda y después ingresé a la Facultad de Ciencias Económicas, que cursé hasta que me fui al exterior. Cuando volví del exterior retomé los estudios y di varios exámenes. Trabajando, con las responsabilidades de la familia y encima con un cambio de plan, al final me quedé a 8 materias de recibirme. Además de ser el entrenador de la selección sub 20 trabajás en Maturana.… Desde hace 11 años trabajo en el colegio Maturana, además en “Pelota al medio de la esperanza” (un programa donde el deporte se desarrolla como herramienta de inclusión social), soy profesor de entrenadores de fútbol en la Asociación Cristiana de Jóvenes y en la selección, que es el trabajo principal. En Maturana trabajo con los equipos de fútbol que se forman en secundaria para competir en la liga ADIC. Para mí esa tarea tiene una meta más bien formativa. Se trata de posicionar el deporte como instrumento para reforzar el mensaje del colegio. Es muy bueno estar en la selección y en la educación porque, de lo contrario, parece que 16

esas personas que están en la selección son como imágenes que no existen, inaccesibles. Yo vivo la realidad, vivo mi familia, mis amigos y paso por las situaciones que atraviesa cualquier persona.

“No dejo en manos de Dios un partido de fútbol” “Soy muy creyente y me gusta mucho participar en la Misa Joven de Maturana de los domingos de noche. “Pero si bien algunas veces me aferro al rosario, a una imagen, no dejo en manos de Dios un partido de fútbol”. Siempre voy a las Iglesias, es un momento lindo de silencio, de reflexión con Dios y con uno mismo. Pero el gran milagro es que vivo y que estoy. Lo otro, depende de mis esfuerzos, de mi filosofía de vida y de mi preparación”.

Además del trabajo en Maturana, ¿qué vínculos conservás con los salesianos? ¿Quiénes dejaron una huella o recordás de tu juventud? Con mi generación del 81 de Maturana nos seguimos reuniendo cada 17 de julio. Muchos, además, nos reencontramos a través de nuestros hijos que estudian también en Maturana. Tengo muy linda relación con curas como Mateo Méndez (que ofició la misa de 15 de mi hermana) o con Néstor Castell. Recuerdo mucho al Padre Alonso, a los hermanos Sovinsky, al Padre Silvestri. Y aún veo a profesores como Mónica (de Química), a Eduardo, el subdirector de Secundaria y a su hermana Virginia. ¿A los juveniles se les exige estudiar?, ¿hay algún apoyo para que los chicos estudien o se reinserten en los estudios si no les va bien en el fútbol?

En la selección no se les exige que estudien. No es justo que se les exija estudiar para jugar porque hay chiquilines que no tienen capacidad o no tienen apoyo familiar. En esos casos es muy injusto decirles “no podés jugar porque no estudiás". Pero sí, permanentemente, les decimos que el estudio es un gran apoyo para el fútbol, los estimulamos y les hablamos de las ventajas de estudiar y los apoyamos de forma que si tienen que faltar por estudiar lo puedan hacer. En verdad, la obligación de estudiar o no, proviene de la familia. En cuanto a los jóvenes que quedan por el camino, en la AUF hay un proyecto “Programa Uruguay al futuro” que intenta reinsertarlos en el sistema de estudios. “TODOS TIENEN ILUSION DE LLEGAR” ¿Cuáles son los desafíos que debe afrontar un entrenador actualmente? El fútbol ha cambiado mucho. La TV lo ha cambiado totalmente. Ha evolucionado en la parte táctica, técnica, física, pero en el aspecto que más ha cambiado ha sido en el social, producto de la incidencia de la TV. Ser futbolista es una situación muy deseada hoy en día por la persona, la familia y el entorno, porque piensan que es una solución pero, en verdad, son pocos los que logran vivir de eso. ¿De qué depende que unos lleguen a vivir del fútbol y otros no? De muchos factores. Yo les digo que no van a llegar todos, pero lo bueno es que nadie sabe quién va a llegar y que depende de ellos. Es bueno saber que hay cosas que dependen de mí, porque me permite luchar por eso. Todos tienen la ilusión de llegar. En el fútbol no hay una receta única para que unos lleguen. Hay que tener condiciones físicas, una buena contención y tolerancia a las frustraciones (que a veces a los 16 años no es fácil porque no se tiene experiencia para procesar determinadas situaciones). En general, a esa edad, se está más preparado para salvar o perder exámenes que para ganar dinero, tener un representante, o sostener una charla con un dirigente.


¿Cuáles son las condiciones básicas para jugar en la selección juvenil? Para armar el equipo recurrimos a los jugadores que están en los clubes y vamos también al interior a ver a los chiquilines que se están destacando. Jugar al fútbol es un arte y hay condiciones naturales, pero después es necesaria una preparación de todo tipo en la que cuentan mucho la constancia, la disciplina, la conducta, superar ciertas situaciones, el compromiso, la pertenencia, ser buen compañero. Pero eso depende de cada entrenador. Hay entrenadores a los que no les interesan tanto esos aspectos sino que jueguen bien al fútbol. Yo enfatizo en la preparación y doy mucho espacio a las garantías que da esa persona, a sus respuestas en momentos difíciles. EL VALOR DIFERENCIAL ¿Cuál es el valor diferencial del jugador uruguayo? En toda la formación, que se inicia a los 5 o 6 años, uno va viendo un espíritu de superación personal y de sobreponerse a situaciones adversas. Siempre se dice que gana el mejor pero ¿cuál es el mejor? No es solamente el que tiene mejores condiciones. Hay un libro muy bueno que dice que “el talento nunca es suficiente, por lo tanto, todo lo demás, es muy importante”. En eso nos destacamos frente a otros que realizan el deporte en condiciones perfectas.

¿Qué le recomendarías a un joven que no tiene certeza de por dónde encaminar su vida? Que no claudique nunca en el esfuerzo, que es clave para lograr cosas. Hay una convicción de que “el que no está, no existe”, de que “el que no tiene, no existe” que ha inculcado el mundo de la TV, la globalización e internet. Hay una desesperación por lograr cosas. Y esos mensajes llegan a los jóvenes porque son los más vulnerables. Pero la vida es experiencia y hay que transitar por determinadas situaciones para crecer, nunca hay que abandonar el esfuerzo, la conducta, la disciplina y la perseverancia. Hay que fijarse objetivos medibles, posibles de lograr, porque irlos logrando va estimulando y se debe saber que hay momentos en que se está más claro para tomar decisiones y otros en que no, y en esos menos claros hay que esperar. Por otra parte, es muy importante que al lado del joven haya una persona que machaque con un mensaje porque, tarde o temprano, lo va a escuchar. ¿Hay un mensaje con el que les “machacás” a los juveniles que entrenás? Hay tres cosas: concentrarnos en el foco, prepararnos para lograrlo y después calmar la ansiedad. Si un domingo jugamos un partido y no nos va bien, hay que pensar que el mundo no se termina por ganar o perder y, pase lo

que pase, al otro día es lunes, y la vida sigue. En síntesis se trata de: fijarse objetivos, luchar por ellos y calmar la ansiedad. ¿Qué alegrías y tristezas te dejó el fútbol? Hubo muchas alegrías circunstanciales pero la alegría más grande es que he tenido una vida sana, que trabajo, que en mi casa hoy no sobra pero no falta nada, que mis hijos tienen estudios, salud y que tengo amigos. Me da alegría poder vivir del fútbol, que sigo en esto y no he cambiado. En cuanto a las tristezas, el fracaso es parte del éxito. Me dio tristeza ante ciertas ilusiones que no se lograban, cuando muchas veces no se daban oportunidades de ir a determinado equipo o de tener un rendimiento que no alcanzaba, como en el 89 que tuve una mononucleosis que frenó un momento bárbaro. Y pasan esas cosas... ¿Te han llegado nuevas ofertas para trabajar en el exterior? Me han llegado ofertas porque al trabajar en la selección se abren muchas puertas, pero yo estoy muy bien donde estoy. A mí me gustan mucho mi país, mi gente, mis amigos. Mi principal objetivo por ahora es hacer bien la preparación de la selección sub 20 para competir de la mejor manera en el próximo torneo. Si esas cosas van saliendo bien, el futuro me deparará cosas buenas. 17


El triunfo en los Panamericanos

“Inglaterra inventó el fútbol, Uruguay escribe la historia” “Los Panamericanos llegaron como medio de golpe porque fueron un mes después del mundial juvenil, al que fuimos con expectativas de estar entre los 4 mejores del mundo y, por una circunstancia del juego, nos tocó perder por penales con Brasil. Luego de eso, lo que hice fue plantear nuevos desafíos y dejar atrás lo que pasó. Tuvimos algunas dificultades para la preparación del plantel, pero recurrí a futbolistas que ya conocía de otros períodos de procesos de juveniles, que me daban la seguridad de que en la parte humana y grupal no íbamos a fallar y otros que, indudablemente, por su rendimiento, estaban pidiendo una posibilidad en la selección. Fue una experiencia increíble porque los juegos panamericanos son diferentes a los torneos de la FIFA (por ejemplo: se convive con todos los atletas, se dan competencias de fútbol masculino y femenino) y por haber sido coronados con el título. Había una bandera en la cancha que decía: Inglaterra inventó el fútbol, Uruguay escribe la historia. Para nosotros, que quedamos en la historia de un país, es algo personal muy lindo, aunque no es más que eso. Es cierto que abre puertas, que ganar es un valor diferencial, pero no más que eso. 18

Me alegra mucho que chiquilines que jugaron en ese torneo estén ahora en el exterior porque tuvieron esa oportunidad. Tuvimos rivales durísimos y vivimos en condiciones de menor comodidad que los mejores. Los juegos se disputaron en una universidad que es de las 30 mejores del mundo, con unas instalaciones maravillosas pero, aún así, ofrecían condiciones muy diferentes a las de los torneos de FIFA donde los jugadores se hospedan en hoteles 5 estrellas. México y Brasil no aceptaron las condiciones y se costearon ellos mismos el hospedaje en hoteles 5 estrellas, lo que demostraba que realmente su intención era ganar. Nosotros nos hospedamos en la Villa Olímpica, donde viven los estudiantes de primer año, que en ese momento estaban de vacaciones. Cada cuarto era pequeño, con un placar que separaba dos camas y un baño. Igualmente, consideramos que era una linda experiencia y aprovechamos a conocer Toronto y las cataratas del Niágara. Toda esa circunstancia, finalmente, nos fortaleció y permitió que tuviéramos la medalla. El estadio estaba colmado de uruguayos de Canadá y Estados Unidos que fueron a vernos. Al margen del endiosamiento, que es efímero, darle esa alegría a los uruguayos que residen allá, fue algo realmente inolvidable”.


SABOR A BUENAS NOCHES

disparaban monte adentro, por lo tanto había que entrar a buscarlas por los laberintos gritando sapucay, rasguñándonos con las ramas y las espinas. No queríamos dejar ninguna ahí adentro. Cuando pudimos juntar de nuevo la majada cerca de la ancha correntada, resolvimos pasarlas de a pie probando con 10 ovejas apretaditas contra el alambrado inundado. Al principio venía bastante bien, pero al llegar a la mitad del trayecto la corriente era tan fuerte que comenzó a romperse la formación y las ovejas salieron flotando para todos lados. Nosotros atrás nadando, otro poco caminando en el agua, tratando de sujetarlas contra los árboles y pajonales. Gracias a Dios pudimos llevarlas a la orilla. Con la experiencia, resolvimos cruzar al resto de a una, encima de la montura.

PASTOREANDO EN LAS COSTAS DEL MALBAJAR

Eran las 12:30 cuando cruzábamos las dos últimas. Cerca de la orilla mi zaino comenzó a bellaquear. A causa del agua y los hamacones, se le había ido aflojando la cincha hasta correrse a las verijas. Largué la oveja pa' un lado y me tiré al agua por el otro, con las riendas en la mano. Vidal enseguida se bajó y agarró la oveja que ya se iba corriente abajo; yo tranquilicé al redomón nervioso, y así gracias a Dios todos nos salvamos. Pegamos la vuelta pa' las casas, los caballos de orejas paradas y nosotros, en silencio de la chaira que teníamos, íbamos rumiando lo sucedido. Entonces, más que nunca comprendí las palabras de Jesús diciéndome: “Yo soy el Buen Pastor, el que da la vida por sus ovejas”. Nunca lo había vivido tan de cerca. Y ahí nomas le comencé a decir: “Ahora te comprendo: semejante a quien cuida las ovejas, ¡linda comparancia! Pucha que me has pastoreado lindo, ¿eh? Entregaste tu vida por mí, y lo vuelves a hacer, demostrándomelo en cada persona que comprometidamente me ha apadrinado.

P. Adrián García sdb

A las 5 de la mañana un rayo estruendoso me despertó inquieto. Me tiré de la cama, calcé las botas y mientras me iba poniendo el encerado, corrí hasta la caballeriza. Vidal, uno de los peones del Paiva, andaba atisbando bajo la lluvia. Ya casi con el bayo y el zaino ensillados, me saludó y siguió apurado atando el correón de la cincha. “Mire pa'l arroyo”- me dijo. Alcé la vista al horizonte en penumbras y quedé pasmado. La creciente era machaza. Montamos y allá salimos al galope con la garúa golpeándonos en la cara. Los relámpagos zigzagueaban por el cielo y junto a los fuertes truenos, había una tormenta que hasta el más Me veo en esa oveja apunada, cuando inmóvil guapo de los criollos temía cruzar. ante los problemas no me quedan fuerzas ni lucidez para nada. Soy también como esas otras Al llegar a la costa ya había terminado de clarear el alba. El que reconociendo la oportunidad de tu salvaMalbajar estaba desbordado, corría agua por todos lados, ción, me doy vuelta y me pierdo en la trama formando islas en varias zonas del monte. En ese momento enmarañada del monte de la vida. Señor Jesús, gritó Vidal: “¡a la mierda, las ovejas!” A unas cuadras brillaba te doy gracias por estar nuevamente en tus una gran lengua de agua por afuera del monte, tomando brazos. Encima de tu montura me siento manso parte del bañado entre los tupidos pajonales. En el medio de y seguro, rumbeando pa' tu casa”. esa isla, blanqueaba unas 100 ovejas sin salida. Algunas apunadas de la mojadura ya estaban entregadas; su salvación solo dependía de nuestra ayuda. Otras, algo tercas,

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Mates tranquilo. Llevo pegada en el termo la hormiga de Tacurú que fue el club que me vio nacer y al que le estaré agradecido toda la vida por eso. Es una escuela de deportes que además de formar jugadores de fútbol, también educa. Mil gracias, Tacurú, por todo lo bueno que me brindaron.

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Los Melli ESTA PÁGINA SE REFIERE A LA LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (20,19-31) QUE SE ESCUCHÓ EN LA MISA DEL 3 DE ABRIL, DOMINGO II DE PASCUA O DE LA DIVINA MISERICORDIA.

Entre los doce apóstoles que Jesús eligió, Tomás es sin dudas uno de los más conocidos. Su fama, sin embargo, no se debe a que haya sido uno de los primeros en expresar su deseo de morir junto a Jesús (Jn 11,16), o a P. Francisco Lezama sdb que haya participado de la pesca milagrosa luego de la resurrección del Señor (Jn 21,2). Ni siquiera es muy conocida la tradición que lo señala como el evangelizador de la India, donde todavía hoy se puede visitar su tumba, muy venerada por los cristianos de ese fascinante país. Al pobre Tomás todos lo reconocemos por el episodio en el que exige ver y tocar para poder

creer, y por la respuesta con tono de reto que en su momento le dio Jesús: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!" (Jn 20,29). Sin embargo, hoy te invito a centrarnos en un aspecto menor de la lectura de este domingo, algo que a primera vista podríamos calificar como un detalle. Tanto en este pasaje como en las otras dos veces que el evangelista Juan se refiere a Tomás (las dos que cité en el primer párrafo), se agrega siempre después del nombre el mismo dato: “Tomás, llamado el Mellizo”. Daría la impresión de que fuera su alias, el apodo con el que sería conocido en la comunidad. En realidad, el mismo nombre Tomás significa en arameo “mellizo”; esto, sin embargo, lejos de aclarar las cosas, las complica aún más. ¿Por qué el evangelista Juan, que cuida tanto los detalles literarios, se preocupa en aclarar las tres veces que se trata de “el Mellizo”?

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Al lector atento que se da cuenta de esta repetición le surge naturalmente la pregunta de quién es el hermano mellizo de Tomás: ¡Nadie puede ser mellizo solo! Y de una manera genial, se nos va sugiriendo una respuesta a esta pregunta, una intuición que aclara las cosas de una manera imprevisible y sorprendente: El mellizo de Tomás sos vos, el lector del evangelio. El mellizo de Tomás sos vos, que entusiasmado como él te afilás a declarar tu seguimiento incondicional y “a muerte”, pero que después no es tan fácil de sostener. El mellizo de Tomás sos vos, al que tantas noches oscuras te agarran en la tristeza de la barca vacía y en la espera de un signo de esperanza. El mellizo de Tomás sos vos, que necesitás ver y tocar, necesitás sentir y entender. El capo de Juan Evangelista, un escritor inspirado en todos los sentidos de la palabra, te invita a ser también mellizo de Tomás haciéndote creyente, confesando a Jesús Resucitado como tu Señor y tu Dios.

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AQUÍ Y AHORA

La emancipación juvenil en el Uruguay del siglo XXI:

Irse de casa

¿para qué? 22


Los jóvenes uruguayos, ante la alternativa de dejar su hogar de origen, tienen ante sí un abanico amplio de opciones. Veinte años atrás era impensable que un joven o una joven se emancipara para otra cosa que no fuera el matrimonio. ¿A qué edad los jóvenes deciden abandonar el hogar familiar?, ¿qué variables lo posibilitan?, ¿a dónde van?, ¿es un viaje de ida sin retorno?, ¿cómo procesan y acompañan los adultos y la Iglesia estos cambios?

Según los datos arrojados por la Tercera Encuesta Nacional de la Adolescencia y Juventud de 2013, el 38% de los jóvenes uruguayos de entre 14 y 29 años se emanciparon. La mitad lo hicieron para vivir en pareja, mayormente en uniones libres. La otra mitad lo hicieron para vivir solos (13,5%), con otros parientes (17,2%), o con amigos (8,1%). Los expertos destacan como el dato más novedoso (sin ser el mayor porcentaje) que, cada vez más, al estilo estadounidense, los jóvenes dejan su hogar de origen para vivir solos o con amigos. La edad de emancipación no ha sufrido mayores variantes, excepto en los jóvenes de clase social alta que, apostando al proyecto individual, retardan su salida del hogar familiar, tal como sucede con sus pares españoles o italianos. Esto no sucede con los jóvenes de menores recursos, que no tienen oportunidades para prolongar sus estudios y su proyecto es la emancipación y la concretan a más temprana edad. ¿CUÁNDO SE VAN? Acceder a un trabajo y a una vivienda son condiciones determinantes para que los jóvenes decidan dejar su hogar de origen. Mariana Fernández, Asistente Técnico de la Unidad de Estudios y Análisis de Juventud del INJU, señaló que no hay una edad fija para emanciparse ya que los jóvenes uruguayos viven diversas experiencias según su estrato social, el nivel de estudios o si son del interior o la capital. La experta explicó que los jóvenes más pobres se emancipan antes que sus pares de otros estratos sociales debido a “que no tienen la posibilidad de continuar carreras educativas o laborales tan exitosas dentro de su vida, entonces el proyecto individual no pesa tanto pero sí el plan de irse de su hogar de origen”. En estos chicos “la inversión en educación es menor, no por una decisión voluntaria sino por una cuestión de oportunidades”, puntualizó. En cambio, los jóvenes de estratos sociales altos “esperan a terminar de estudiar para irse de la casa de los padres o a tener un trabajo más estable, invierten más en su proyecto individual”, acotó. Por su parte, la Socióloga Cecilia Cristar, Coordinadora del mismo sector del INJU ya indicado, señaló que, en cuanto a lo geográfico, los jóvenes del interior suelen emanciparse más tempranamente al migrar a Montevideo para continuar con sus estudios luego de finalizada la educación secundaria. Empero, no solo los estudios determinan su emancipación más precoz, sino que viven otras experiencias más tempranamente como la salida del sistema educativo, el ingreso al mercado laboral y la paternidad y maternidad.

En las últimas décadas se observa que las diferencias entre sexos disminuyeron en cuanto a la edad de emancipación. De acuerdo a lo expuesto por Daniel Ciganda e Ignacio Pardo en el informe “Emancipación y formación de hogares entre los jóvenes uruguayos: las transformaciones recientes”, la salida del hogar de origen para constituir una pareja en unión libre “suele darse más prematuramente que aquella que se daba para constituir un matrimonio, asumiendo la incertidumbre y posible precipitación del proceso como parte natural del cambio”. ¿PARA QUÉ SE VAN? Según la Socióloga Cristar, la emancipación “no implica una cuestión lineal ni perfecta, sino que es la posibilidad de irse de la casa donde se vivía. No hay una única manera de transitar la juventud o la adultez. Quizás hace algunos años estaba más claro el trayecto: estudiabas, terminabas la carrera, empezabas a trabajar, te ibas de tu casa porque te casabas y ahí tenías un hijo. Hoy por hoy, lo que muestran los datos es que hay un ida y vuelta en cada uno de esos eventos. No hay una única manera de hacer las cosas”, enfatizó.

LA EXPERIENCIA DE VIVIR SOLA Jimena Torres es oriunda de Cerro Largo (Melo) y llegó a Montevideo a los 18 años. Luego de 5 años en la capital evalúa la experiencia: “En general me gustó, estaba contenta con lo que estudiaba y conocí a un montón de gente nueva con intereses similares a los míos”. No obstante, califica como “muy raro” y “un poco injusto” tener que” trasladarte de tu ciudad, casi obligatoriamente, y dejar tu casa tan temprano. No es fácil para nadie”. ¿Qué les recomienda a los jóvenes del interior que transitan por su misma experiencia?: “Les diría que se lo tomen con calma. La ciudad es grande, pero se aprende a transitarla. Y que disfruten de las cosas lindas que tiene: la rambla, la diversidad de actividades, la movida cultural, el estadio. Y así, acá o allá, traten de seguir viviendo con alegría”. 23


Y la Socióloga aportó un dato revelador que refleja un cambio social: “entre las personas jóvenes, actualmente el 90% de los que entra en la unión conyugal, lo hace en un tipo de unión libre….Lo que hay en Uruguay es una explosión de uniones libres. Es por eso que la gente dice que 'se casan menos', pero eso no quiere decir que se unan menos. Simplemente se unen de forma distinta. El matrimonio perdió el valor tradicional que tenía antes”. Por otra parte, la principal conclusión del informe de Ciganda y Pardo coincide con lo planteado por Danziger y Rouse (2007) para el caso de Estados Unidos: “el cambio más importante no está dado por el calendario, sino por la mayor cantidad de hogares no familiares que forman los jóvenes luego de la emancipación”. En este sentido, Fernández subrayó que “los jóvenes encuentran otra forma de emanciparse que antes no estaba disponible en el imaginario más tradicional, como por ejemplo irse a vivir con amigos”. Según lo expuesto en la Encuesta de Adolescencia y Juventud del INJU es mayor la proporción de jovencitas que dejan el hogar familiar para ir a vivir con sus parejas respecto a los varones y, a su vez, el porcentaje de chicos que se van a vivir solos es el doble al de las mujeres jóvenes. ¿Y POR QUÉ NO SE CASAN LOS JÓVENES? Para la Psicóloga Alejandra Fernández hay menos casamientos por un tema de madurez: la adolescencia se extiende cada vez más, los jóvenes viven por más tiempo en la casa de sus padres, dependen económicamente de ellos y siguen como eternos estudiantes crónicos. También porque no se está educando a los hijos en la tolerancia a las frustraciones ni en aprender a sufrir o defender lo que les parece importante. “No se quieren comprometer y no se casan porque tienen miedo a equivocarse, porque nunca les enseñaron a elegir y a dejar algo”, explicó. Además, no casarse también es un ahorro. La especialista señaló que muchos jóvenes piensan: “Mejor no me caso porque me puedo llegar a divorciar y así me evito el gasto del abogado y muchos dolores de cabeza”. Entre los jóvenes que viven juntos, según la Psicóloga, “se da el fenómeno de que en la casa de sus padres está su antiguo cuarto intacto por si en algún momento cambia de idea. Es como una crónica de una muerte anunciada´; en algún momento vas a volver y te estamos esperando porque sabemos que te vas a equivocar”. “Ese mensaje subliminal por parte de los padres también se ve”, aseguró. Wanda Cabella y Mariana Fernández Soto, en su artículo “Hoy es más

NO NECESITAMOS CASARNOS HOY Víctor y Andrea conviven hace un buen tiempo. Aseguran que no descartan casarse en algún momento pero “no es algo que necesitemos hoy, no nos cambiaría nada. El compromiso lo asumimos de otra manera”. Entre las mayores dificultades de la convivencia destacan “tener que pensar siempre en conjunto antes de tomar una decisión o coordinar horarios”. Y lo más positivo de vivir juntos para ellos “es estar siempre acompañados, tener alguien para hablar, para compartir. Eso más el valor extra de formar juntos una familia”. 24

raro casarse que juntarse” (publicado en “Detrás de los tres millones La población uruguaya luego del censo 2011”), explican que "hoy es más raro casarse que juntarse, y no es infrecuente escuchar la pregunta ´¿Y para qué (o por qué) se casan?´”. “El estigma que antes caía sobre quienes convivían `ilegítimamente´ parece desplazarse hacia quienes todavía prefieren el matrimonio, que comienza a ser visto como un trámite innecesario o como una institución obsoleta, y que en cualquier caso requiere una justificación (a veces es un proyecto migratorio, a veces la llegada de un hijo, otras, solo la excusa para festejar)”, afirman. Agregan que “como se suele decir en la jerga sociológica, las relaciones conyugales se desinstitucionalizaron, las parejas ya no creen necesario ampararse en un conjunto de normas externas que regulen su relación, sus roles cotidianos, el vínculo con sus hijos y sus intercambios económicos, entre otros aspectos”. Los registros indican que menos de 10 mil parejas se casan actualmente por año. Este es el resultado de una tendencia descendente sostenida desde mediados de los años setenta, que se agudizó a inicios de los noventa. En 1990 se realizaron 20 mil matrimonios, en 2001 fueron 14 mil, en 2014 se casaron por civil 10.226 parejas. Por Iglesia en el año 2000, en Montevideo, se casaron 2307 parejas, el número más bajo se registró en 2013 con 889 matrimonios y en 2014 se constató un pequeño repunte alcanzando a 918 sacramentos del matrimonio celebrados. INCOMPRENSIÓN HACIA LOS “DESALINEADOS” El Director del Instituto Juan XXIII, P. José Luis Morillo sdb, en coincidencia con la Psicóloga Fernández, considera que la gente no se casa por un problema social y cultural y no religioso. “Estamos en un cambio de civilización y la gente no se anima a 'jugarse' porque los valores están en crisis. Al no haber valores firmes se habla de la 'cultura líquida'. La sociedad está como narcotizada, en el sentido de que la gente siente necesidad de vivir en serio pero no asume las consecuencias para lograr eso”. A partir de su experiencia, Morillo ejemplifica: “Hace dos semanas celebré un matrimonio de dos animadores del oratorio, él de 25 años y ella de 23. Me decían en la preparación 'la gente nos dice que somos locos, que cómo nos vamos a casar tan jóvenes'. Entonces yo en el casamiento dije: '¿qué es lo que buscan? Ser felices'. Y cuanto más joven encontrás la felicidad, ¡bárbaro! Y si además está fundamentado en buenas raíces, ¡espectacular! También recuerdo el caso de una chica que el año pasado entró de monja de clausura con las Carmelitas, exalumna del Juan XXIII, de 18 años. Todo el mundo 'lloraba' diciendo 'se va a encerrar, su vida está condenada, no va a poder salir de esa casa'. Y mirabas a esa chiquilina y transmitía alegría, felicidad. El mundo no puede entender a los que se desalinean. Y son esos que tienen una palabra para dar con la perseverancia de sus acciones”. Sin embargo, muchos tienen dudas al momento de tomar la decisión de casarse. Ante estos casos, Morillo distingue: “Si las dudas son de cierta fragilidad les digo 'no se casen, fortalézcanse personalmente y como pareja, déjense ayudar, profundicen la relación con Jesús'. En las parejas que tienen ciertas dudas pero están decididas, es bueno que aparezcan porque generan la necesidad de responder a las mismas”. “Siempre en un contexto en el que haya cosas firmes, sino de lo contrario nos vamos por la arena movediza”, aclara. EL MATRIMONIO COMO PROYECTO Conforme a lo observado por las expertas Cabella y Fernández Soto en su análisis sobre Nupcialidad “en los grupos de 15 a 19 años y 20 a 24, la unión libre alcanza prácticamente al 90% de las parejas, para luego


DIOS NOS PRESENTÓ Santiago y María Noel comparten que “el camino que nos llevó al matrimonio fue hermoso”. “Después de casi 5 años de novios, y llenos de sueños y proyectos sentimos la necesidad de dar un paso más. Ambos teníamos muy claro que Dios nos había unido, nos había puesto en el mismo camino, nos había ´presentado´. Había mucho por lo que estarle agradecidos´”, subrayan. Las dificultades no faltan en el matrimonio como en cualquier convivencia pero Santiago y María Noel sostienen que la clave para superarlas son la comunicación, la paciencia y la empatía. Coinciden con Andrea y Víctor en que un gran desafío fue “aprender a pensar por dos”, haciendo acuerdos entre ambos, buscando siempre el bien común. También la compañía del otro es lo que más disfrutan de su vida en común: “Una de las cosas que más nos gusta y disfrutamos es que en algún momento del día nos vamos a encontrar, sin importar como haya sido nuestra jornada. Valoramos mucho nuestras mañanas, nuestro encuentro a la vuelta del trabajo y nuestra cena juntos. Son momentos propicios para dialogar y compartir nuestro día”. comenzar a decrecer a medida que avanza la edad. Entre los 25 y los 29 años tres cuartas partes optan por la cohabitación, y solo en el grupo de 35 a 39 la proporción de personas casadas (52%) supera a los cohabitantes; entre las personas de 45 a 49 años cerca del 70% de los que están en pareja son casadas. Este patrón refleja en parte la decisión de varios jóvenes de contraer matrimonio pasados algunos años de convivencia”. El P. Juan Algorta sdb propone tres medidas concretas para ayudar a los jóvenes a optar por el matrimonio y a vivirlo en clave cristiana: Una catequesis renovada dirigida a jóvenes y adolescentes y no solo a los adultos, “que favorezca una experiencia vital del Dios de Jesús”; una preparación adecuada al matrimonio a través del catecumenado de novios “que permita a los jóvenes reflexionar seriamente sobre la triple dimensión del proyecto” y un acompañamiento a los matrimonios por parte de la comunidad cristiana. “Son los mismos matrimonios que se deben acompañar mutuamente para hacer a lo largo de toda su vida un proceso de fe que los ayude a mantener siempre vivos sus ideales… Los sacerdotes pueden y deben acompañar esta experiencia, como uno más, complementando desde su vida célibe la vivencia matrimonial y familiar de los cónyuges. ¡Se

hace mucho bien a los cónyuges… y al cura que los acompaña!”, asegura el P. Algorta. También la Psicóloga Fernández, que profesa el catolicismo, opina que “tendría que haber un acompañamiento por parte de la Iglesia en el primer momento del Matrimonio, el más intenso”, porque “varias parejas se casan por la Iglesia por la fiesta, el vestido de blanco o lo social. Muchas veces se terminan casando sin información de lo que es el Sacramento en sí mismo, más allá de las charlas de novios”. Consultado acerca del apoyo que brindan los salesianos a los jóvenes que están en etapa de casarse, el P. Morillo, reconoce que no hay nada instrumentado, excepto algunos grupos de matrimonios que varios sacerdotes acompañan y que constituyen “una muy buena experiencia”. “Los salesianos tenemos que dar el paso de instrumentar (si no podemos nosotros, preparar parejas que puedan hacerlo) un catecumenado de novios. Y después armar grupos, comunidades de matrimonios. Hay que ayudar, hay que estar, porque hoy en día son muchas las contras y los golpes que recibe una pareja y entonces hay que apoyarla más”, concluye.

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SINTONIZANDO CON DON BOSCO

¿NOS PONEMOS EN MARCHA?

Sor Yvonne Reoungoat Superiora General de las FMA

Queridos amigos de Uruguay: El mes pasado, tomando una idea bellísima que el Rector Mayor nos propuso en su Aguinaldo 2016, hablé sobre la necesidad de emprender la aventura del Espíritu, de introducirse en la misma. ¿Qué significa introducirse en la aventura del Espíritu? Es adentrarse en la interioridad entendida como la gozosa conciencia de habitar en Dios. Es un recorrido íntimo; un camino de espiritualidad que, como tal, penetra todas las dimensiones de la persona. Quien se atreve a recorrerlo sabe y siente que su fuente, su razón de ser, la meta y el significado de la vida es Jesús. Adentrarse en la aventura del Espíritu es una experiencia vital, fundamento y raíz de la espiritualidad salesiana. Un camino concreto que se expresa en el carisma educativo y que, por lo tanto, involucra a los jóvenes. Durante el trienio de preparación al Bicentenario de Don Bosco, tuvimos oportunidad de profundizar en la intensa vida interior de nuestro Padre, la cual ha sido una dócil y paciente atención a las exigencias del Espíritu Santo en vistas a la misión que el Señor le había confiado. En el Aguinaldo, el Rector Mayor subraya que el “gusto” de Don Bosco por la vida espiritual no es fruto de una improvisación. Él cuidó su propia vida interior con constancia y valentía, para alimentar la motivación de su misión, la fuerza que lo animaba y los ideales misioneros que Dios le inspiraba. Cada joven que atravesó las puertas del Oratorio, todos, indistintamente, casi por ósmosis, se sintieron impulsados a vivir una vida cristiana plena, a vivir la vida en el Espíritu en clima de santidad. Una brillante intuición y realización de Don Bosco es haber introducido en la experiencia de cada joven el "gusto" de la vida espiritual. Para lograrlo, hacía su propuesta de forma atractiva, marcada con la alegría propia de la opción cristiana y salesiana.

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Para todos nosotros, herederos de su misión, es bueno detenernos y regalarnos un tiempo para reflexionar sobre qué cimientos ponemos nuestra labor; si la vivimos por inercia, por motivos meramente humanos o si estamos impelidos por la aventura del Espíritu. Sería muy bueno que tuviéramos momentos apropiados de oración, tanto comunitarios como personales, para dejarnos empapar por Dios. Así podremos compartir su fuerza y profundidad que nos viene del Espíritu, en nuestras comunidades apostólicas, con los jóvenes y con cada persona que participa de nuestra misión. Que todos podamos disfrutar de la aventura de la vida en el Espíritu, a imitación de Ella, la Mujer del Sí, María. Su vida nos ayuda a comprender que la presencia y la acción del Espíritu se manifiestan en un encuentro respetuoso, que siempre es, al mismo tiempo, propuesta y respuesta. Que María, Madre de la Misericordia y Madre de la Iglesia, nos ayude a ser signos luminosos de compasión, de perdón, de esperanza y paz, para todos los pueblos del mundo. Para eso, invoco sobre ustedes la bendición del Señor.


DEL ÁRBOL SALESIANO

MARCADOS POR EL COLEGIO

EN EL PÍO “APRENDIMOS A SER AGRADECIDOS” Pasada la primera mitad del siglo XX, con mucha historia consolidada atrás, el Colegio Pío seguía formando generaciones. Dos exalumnos, egresados en 1959, Nelson Danese y Romeo Pérez, ahora toman la palabra para contar qué les dejó su paso por el colegio.

'Uds. tienen materia pensante', nos decía”, subraya Romeo. “El colegio y los salesianos nos mostraron su apertura a los nuevos tiempos de mil maneras. Yo conocí el pensamiento de Voltaire gracias a la revista `Las Compañías´. Teníamos docentes apasionados por las ciencias como el P. Prunés que nos enseñaba física, y por el arte, como el P. De Simós. Y no era solamente una apertura intelectual. En aquel tiempo, cuando se iba zurciendo la relación entre la Iglesia y el Estado, la dirección del Colegio Pío invitaba a los directores del liceo oficial a participar de la entrega de notas”, evoca.

EL AMBIENTE “Lo primero es que entonces existían líneas comunes entre lo que recibíamos en la familia –de nuestros padres, abuelos, tíos y tías– y lo que nos daba el colegio. Así nosotros encontrábamos un sistema de contención tal que todo quedaba resuelto: solo te tenías que ocupar de Fue el 2 de febrero de 1877. Los primeros en arribar y concluir aprender”, dice Nelson. los cursos fueron dos hermanos: Mario y Ludovico Migone. “No era solamente lo que venía del aula, sino también por la presencia de Con ellos quedóinaugurada la existencia del Colegio Pío de los salesianos en el patio. Así, un comVilla Colón. Posiblemente, lo más rico y completo sobre sus pañero fallecido, recordaba que el P. Caranzano le había dicho: 'Si de veras primeros tiempos sea la obra del salesiano argentino P. Juan te interesa la música, tenés que estuE. Belza, que tituló Luis “Lasagna, el obispo misionero”. diar a Mozart'. Fue al mismo Caranzano a quien, hablando durante un LOS VALORES recreo sobre algún problema matemático, le dije desde mi ignorancia: Romeo destaca que: “Aunque la misa era diaria, la práctica sacramental '¡Pero eso es una casualidad!'. Él, sin perder un instante, me corrigió: era libre, y sin forzar a nadie. Pero algo que me quedó muy hondo fue 'En matemáticas no hay casualidades'”, recuerda Romeo. una frase de Don Bosco: 'La santidad consiste en estar siempre aleFrecuentemente, las familias recurrían a ese sistema de contención gres'”. donde todo quedaba resuelto, para ordenar la vida de sus hijos. “TuviSobre el comienzo de los 80, ya no había pupilos, y tanto la primaria mos un compañero que era la piel de judas, hijo de un taximetrista. No como el liceo se habían hecho mixtos. Otro exalumno, Pablo Martínez se puede decir todas las cosas que había hecho. Y a pesar de su resis(generación '83) hoy repite una frase que describe lo que él vivió: “El tencia inicial a las clases de gimnasia del P. Biasotti, terminó siendo su Colegio se lleva en el corazón”. orgullosa mano derecha. El colegio tenía todo organizado para ayudar“En torno a la fuente, a los pies de la Auxiliadora, disfrutamos comparnos con la disciplina, aunque no fuéramos pupilos”, afirma Nelson. tiendo deportes, charlas, deberes, enojos, alegrías… Luego fueron los matrimonios, la llegada de nuestros hijos, los bautismos. Ahí aprendiLA CULTURA Y LA APERTURA AL MUNDO mos a agradecer, a comprometernos con los demás, a vivir la vida y “Nosotros egresamos el año en que Juan XXIII anunció que planeaba defenderla, a ser generosos, a trabajar en equipo, a compartir las aleconvocar a un Concilio. Nuestra educación en el colegio, aunque pregrías y las penas”, asegura. conciliar, estaba muy abierta a la modernidad. Veíamos al P. Pereyra Sin saberlo, Pablo reitera una idea que Nelson había dicho al comienzo con `Marcha´ debajo del brazo, que nos comentaba sus lecturas en los de la entrevista: “En el Colegio aprendimos a ser agradecidos”. Casi 25 corrillos. En las clases de doctrina social cristiana el P. Molas nos hizo años de distancia entre las dos generaciones: la gratitud es el sello del estudiar, sistemáticamente, qué son el liberalismo y el marxismo para Colegio Pío. después proponer la doctrina de la Iglesia. ¡Pero nada de imponer! 27


PUZZLE

Muchas veces nos preguntamos si tendremos que usar las nuevas herramientas para acercarnos a los jóvenes. Es verdad que hoy en día la sociedad gira en torno a las aplicaciones, sistemas y artefactos tecnológicos, nos comunicamos mediante un audio, charlamos mediante una aplicación, hasta pedimos comida con el celular. Pero, ¿qué pasa en la animación? ¿Tenemos que usarla porque sí? No, el uso de la misma nos ayuda a realizar actividades atractivas, más dinámicas, pero tenemos que ver a las herramientas como una ayuda, un medio más creativo sin perder la esencia, el mensaje que queremos transmitir. No hay que usarlas porque están de moda o porque me parece que de esa manera los chicos se acercan más a Dios; hay que usarlas para complementar nuestras propuestas, para pensar distinto, innovar en la transmisión de ideas. ¿Y qué usamos? Un audio, un video, una imagen, hasta un app puede hacer que tu propuesta tenga un giro increíble sin olvidar el verdadero sentido de lo que queremos transmitir.

Tema: Nuestros miedos Edad: 18 o más Objetivo: Hablar de nuestros miedos, pensar en las personas que nos acompañaron y acompañan en esos momentos. Saber que Dios está con nosotros y que con Él nada nos falta. Preparación: Ambientar el salón con telas, sin luces, proyectar imágenes de personas, objetos o situaciones que nos daban miedo en nuestra infancia, ruido de trueno, viento. Dinámica: Comenzamos recordando los miedos de la infancia, crear un espacio de confianza para que todos cuenten aquellas cosas que los asustaban de chicos (payasos, debajo de la cama, las películas de terror, la oscuridad, el quedarme solo). Nos preguntamos: ¿a quién acudías cuando eras chico?, ¿qué hacías para no sentir miedo? Continuamos con la adolescencia, miedos, situaciones, relaciones sociales, el liceo… Nos preguntamos nuevamente: ¿a quién acudías cuando eras adolescente?, ¿qué hacías para no sentir miedo? Ahora de más grande: ¿a qué le tenés miedo?, ¿cómo ves tu futuro?, ¿tus proyectos?, ¿qué situaciones te dan temor?, ¿tenés miedo de perder?… Profundizar en cómo me siento, comparar las etapas de la vida, qué personas me fueron acompañando en ese proceso, quiénes ayudaron a calmar mis miedos. A medida que vamos profundizando en esos miedos, nos preguntamos ¿y Dios?, ¿estaba presente en algún momento?, ¿sentimos que nos acompañaba?, ¿nos apoyamos en Él para superar las adversidades? 28

Es importante resaltar que a lo largo de nuestra vida necesitamos a distintas personas para que nos acompañen ya que no caminamos solos, lo hacemos con los demás y con Dios. Es Él quien nos guía, nos protege y acompaña en nuestras decisiones. Estando cerca de Él no tenemos que vivir con miedo, porque “el Señor es mi Pastor, nada me puede faltar” Ponemos en manos del Buen Pastor nuestras vidas, proyectos y miedos (se proyectan imágenes de Jesús el Buen Pastor). Cantamos el Salmo 23.

Alejandra González


El film que hemos elegido presenta sintéticamente la lucha del hombre que transita de la angustia a la autoafirmación de sí mismo. La historia narra cómo el director de un circo de renombre (Méndez) conduce a su grupo. Durante uno de sus viajes descubre a un hombre sin extremidades (Will) que participaba en una exhibición de rarezas, en una barraca de feria de carnaval. Este joven se integra al grupo del Circo de la Mariposa donde, con el director del circo y su valor, logra descubrir su auténtica dignidad como persona.

Link de You Tube: https://www.youtube.com/watch?v=9w6CK64huTU

La obra nos muestra los cuestionamientos existenciales contemporáneos, que nacen de la situación de vacío y de ausencia de sentido. El hombre arrojado a la existencia se encuentra solo y descubre que en su libertad tiene el poder de autoafirmarse o de perderse. Esta responsabilidad inherente al individuo es intransferible y arroja sobre el hombre la angustia y la desesperación de tener que construirse a sí mismo. Es la angustia de la libertad, del sinsentido, en la que el hombre descubre que no es algo predeterminado, sino lo que él mismo hace de sí. La historia nos cuenta el tránsito del sinsentido al descubrimiento del valor de sí mismo, tránsito que supone la negación de sí y la cosificación a la apertura del otro que me revela y me ayuda a descubrirme y resignificar la propia vida. Puerta abierta para poder encontrar al Otro (con mayúscula) como el que en definitiva transforma y da sentido a nuestra vida. El autor del cortometraje presenta al personaje principal como el no hombre, lo no humano. Las expresiones del presentador de los “fenómenos o rarezas” lo dejan en claro: “Perversión de la naturaleza (…) El hombre, si es que se le puede llamar así (…) a quien Dios mismo le dio la espalda (…)” y los comentarios de la gente: “Es muy triste”, mientras otros reían e incluso agredían a Will. Las descripciones de la situación de no humanidad están en sintonía con la presentación de la realidad y el entorno. Las imágenes de ese entorno son oscuras, tenebrosas, las expresiones de los rostros muestran una clara situación de soledad y angustia. Es la tristeza del sinsentido y del no ser, que puede invadirnos cuando aún no hemos descubierto y aceptado nuestra más profunda identidad.

Así la obra es expresión de un mundo deshumanizante donde el hombre es recluido en la agonía de la soledad y de lo no humano, donde el individuo se cosifica y las relaciones “humanas” son meramente instrumentales y accidentales. Este fenómeno existencial sumerge al sujeto en el absurdo, la angustia y la desesperación, pero al mismo tiempo es la plataforma de despegue a partir de la cual la voluntad, el valor, el coraje, inician el vuelo hacia el sentido de la propia vida y la autoafirmación de sí mismo. En contraposición a esto, el presentador del Circo de la Mariposa (Méndez) es representante de otro mundo, capaz de reconocer la paradoja y descubrir lo “magnífico” en lo no humano, el “amigo” en la “cosa”. Supone otra perspectiva de la vida y hace entrar al otro en una dinámica existencial diferente que pide entrenar y despertar: los ojos del cuerpo que hacen sentir o darse cuenta con las emociones y las percepciones sensibles; los ojos de la mente, que permite inteligir o darse cuenta con las capacidades intelectuales superiores; los ojos del espíritu, que nos hacen contemplar o darnos cuenta con las capacidades espirituales. Es así que, desde el primer encuentro entre los personajes, los gestos y las palabras son respetuosos y buscan valorar la persona y restablecer el vínculo humano y humanizante de la amistad. El video nos presenta una nueva perspectiva de la vida en la que podemos decir “nuestra vida”, compartirla, resignificarla, caminar juntos, para favorecer la comprensión de lo que está pasando y la confianza en la Buena Noticia que nos impulsa. 29


En este proceso de integración quedan enfrentados y bien diferenciados “los dos mundos”; Will intenta vincularse al grupo desde su no ser, desde la consideración que tiene de sí: “todos los circos tienen fenómenos – nosotros no tenemos fenómenos – pero todos vienen a vernos ¿Por qué vienen?” Will no contesta. Este grupo se caracteriza por las perfecciones de quienes lo integran no por la exhibición de su no humanidad como si fueran cosas. La afirmación final cierra el diálogo: “Somos felices”. Se presenta para el protagonista una nueva realidad, una alternativa que trae la posibilidad de la superación de la angustia, el vacío y la resignificación de la propia vida. La angustia existencial es una experiencia inherente al hombre. El personaje central del cortometraje encarna de alguna manera a todo hombre que la experimenta. Will, que tiene un papel vicario o representativo, asume su lucha contra la angustia. Necesita luchar y esa lucha se traduce al comienzo en agresión pero, cuando se instala en el nuevo circo, los temores han desaparecido, los rostros de quienes lo observan con curiosidad mórbida ya no están, es allí donde se encuentra cara a cara con la angustia que exige de él una autoafirmación auténtica, lo que implica dejar de luchar contra temores falsos y asumir su existencia. El sentir angustia presupone el ser. El dolor de la desesperación consiste en que un ser es consciente de sí mismo como incapaz de autoafirmarse y a causa del poder del sinsentido y de la desesperación saldrá la fuerza para superarla. El hombre sin Dios es no hombre, se pierde a sí mismo. Solo es posible alcanzar la propia verdad de sí mismo reconociéndose como obra de Dios. Este sea quizá el primer escalón para transformar la cultura de la individualidad, la liquidez y el sinsentido, en una cultura del vínculo, la solidez de la amistad verdadera, por medio de la transformación evangélica de los rasgos de la cultura. 30

Podemos preguntarnos: ¿Puede la fe resistir el sinsentido del absurdo? Respondemos que el acto de aceptar el absurdo es en sí un acto de fe. Esto supone una experiencia pedagógica, donde se transforma la cultura en un lugar donde la fuerza de la angustia y del sinsentido es la que impulsa la búsqueda de Dios y del vínculo con lo trascendente. La autoafirmación a pesar y a partir de la angustia, presupone una participación en algo que trasciende al yo y que lo acepta. Pero, incluso cuando uno es personalmente aceptado necesita un valor autotrascendente, necesita el valor de la confianza. La relación de la amistad ya mencionada es propedéutica a la confianza. Solo cuando se es aceptado amado, se puede llegar a ser realmente sí mismo. La aceptación despierta lo que algunos autores llaman “la confianza básica”, es la capacidad de concebirse con las fuerzas suficientes para ser sí mismo. Queda manifiesta la necesaria mediación humana que, con el testimonio de una vida apasionada por la vocación recibida de Dios, es ofrecida como expresión de una nueva relacionalidad, es decir, un nuevo modo de vincularnos que supone la aceptación como un acto de amor que es liberador, en el que el individuo puede ser auténtico, ser sí mismo, supone por lo tanto la plenitud de lo que se es, que solo se consigue en la relación sana y constructiva con el otro, pero que alcanza su

plenitud en la relación con Dios. El valor de afirmarse a sí mismo a pesar de la angustia es el valor que podemos denominar «el valor de la confianza». Está basado en la certidumbre personal, total e inmediata del perdón divino. De aquí que la experiencia de la misericordia de Dios es fundamental en este proceso. La tarea de todo creyente será en este sentido ayudar al otro a comprenderse amado, aceptado, perdonado por Dios. Esta afirmación central es la piedra fundamental de un proyecto de vida en Cristo. En la posmodernidad, la cultura y la significatividad están dadas por las relaciones. Transformarlas desde la raíz como espacios de encuentros auténticos, donde la confianza nos permite ser lo que somos, son las claves. Como la confianza y la familiaridad de Don Bosco con sus muchachos, que hoy se hacen más vigentes que nunca. Pero no solo es oportunidad para la construcción sólida y sana de la persona en un proyecto integrador, sino también es experiencia que abre al joven al encuentro con Cristo.

P. Sebastián Ferreyra sdb


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