Manifiesto Descolonizado. Autor editor. ©Joan Jiménez Suero Av. Paseo de la República 6025 dto. 502 Miraflores Primera edición Febrero de 2020 700 ejemplares Prohibida la reproducción total o parcial de este libro Diseño. André Sebastian Fotografía. Ale Escudero (Puro Muro), Ademir Silva, Laurette Ardilla Agradecimientos Fam. Jiménez y Escudero, Rodrigo Tarazona, Juan David Quinteros, Guillermo Lopez, Daniel Alfonso, Línea 1 Impresión Grafiluz R&S S.A.C. Pj. Miguel Valcarcel Mza. F Lote 5 Urb. Francisco de Asis Ate, Lima, Perú Teléfono. 349-6763 Febrero de 2020 Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú No 2020-02303 ISBN: 978-612-00-5029-3
Discursos curatoriales
Daniel G. Alfonso Critico y curador de arte
Una nueva (de)colonización del graffiti.
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a ciudad cambia, se transforma, evoluciona. Y, con ello, se perfilan nuevas construcciones estéticas y visuales que van articulando (otros) discursos de la entidad urbanística como acto social y de consciencia (des)humanizada. Es por ello, que el acto del graffiti adquiere dimensiones que logran convertirse en verdaderas revoluciones culturales. Su hábitat se va adaptando y, hoy en día, es variado; sus temas son productos cuestionadores de una sociedad a la que nos enfrentamos, son alternativas pictóricas que construyen una identidad sígnica que se declara rebelde frente a lo que está establecido. Es por ello que vemos y encontramos -en los inicios de cada creador- una búsqueda constante de una línea temática y visual, de apoderarse de una parte del territorio. Es convertirse en un referente físico e inmaterial, características que se pueden apreciar en toda la trayectoria (extensa, por cierto) del Joan Jiménez, ENTES. Su quehacer se conecta con la escena del graffiti en el Perú, sin embargo, también su estética ha tomado influencias del contexto europeo y gran parte de América Latina. Un elemento que debemos destacar es que, Entes, defiende y representa de modo magistral sus raíces. Elemento que nunca ha abandonado, es parte del juego y sus fichas siempre están en movimiento de avanzada. Su mundo se ha tornado universal, ha constituido un producto cultural que se caracteriza por un uso de mensajes herederos de una tradición poética y humorística desarrollada por los niveles populares de su nación. Ahora, cuando queremos hablar de su trayectoria, debemos hacer hincapié en algunos puntos cronológicos para entender y reflexionar en torno a él. La nostalgia es parte del proceso, pues se debe recordar sus primeros trabajos, esos intentos fundacionales que nos ubican en tiempo, espacio y contexto; luego, la idealización y romanticismo con la que comienza a representar a sus personajes en diversos muros -no solo en el Perú, sino a nivel internacional- para, llegar y detectar un camino hacia el neoindigenismo, estética o utopía en un tema que habla de compromiso por un proyecto pensado como social, con sentido de pertenencia y, por supuesto, mitificado; y, en la actualidad, el encuentro con la textura, los volúmenes y, expresiones postmodernas como lo escultórico-instalativo y, porque no, el performance (cada proceso de extracción es vista como una acción performática). Entes posee una mirada totalmente diferente y renovada de su realidad, tal parece que estamos frente a un registro antropológico de lo que le rodea; una visión de su
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Manifiesto Descolonizado gente que lo va tejiendo desde la pintura y el graffiti, como dos procesos creativos que van de la mano y se mezclan lingüísticamente en búsquedas de soportes nuevos para sus intervenciones. Todo fluye, su sensibilidad es única y directa. Sus producciones se basan en la calidad estética, como si estuviéramos presente en una construcción escenográfica bien diseñada para que el receptor puede poseer una mejor compresión de todo su proceso de creación. Sus intereses están bien conectados con problemáticas que giran en torno a las preocupaciones del ser humano, sus circunstancias, ecosistema y sus motivos interiores. Su visualidad, poesía del street art, son intervenciones plásticas que reflexionan sobre la cosmogonía de las propias vivencias y sentimientos del artista. El futuro para Entes es un camino lleno de fortunio. Su quehacer siempre está en renovación constante, sus investigaciones no se detienen y, este aspecto, es bien visible desde que comenzó con sus primeros trabajos hasta su proyecto más actual: Manifiesto Descolonizado. Un manifiesto a las raíces y a su esencia como creador, aspectos que se hallan en toda su creación y que, sin ellas, se siente hombre perdido, sin rumbo. Todo su recorrido en el panorama de las artes visuales le ha permitido llegar hasta sus nuevas representaciones, sus contradicciones, paradojas, obsesiones y conflictos internos que experimenta día a día se manifiestan en cada pieza que asume. Son obras donde existe una misma situación que nos identifica como seres humanos ambivalente, capaces de amar y odiar, de llorar y reír, de olvidar y recordar durante toda la vida. En la actualidad, Entes con una mirada más directa, sale a las calles de Lima y selecciona paredes en edificios abandonados; entra de forma ilegal (gesto de la estética del graffiti) e interviene el espacio seleccionado. La obra, en esta ocasión, no es un elemento decorativo del inmueble en deterioro, sino que mediante la técnica del strappo él retira un fragmento (lo que le interesa rescatar) de la superficie creada. Con ello, Entes, le está otorgando nuevos significados y significantes al arte urbano. Estas extracciones -como el las denomina- se muestran en galerías y museos como parte de una memoria personal y colectiva y de un pasado que les pertenece a todos. Acciones que lo ha llevado, también, a construir esculturas e instalaciones participativas que forman parte de una misma mirada que logra unificar y permite (de)colonizar una nueva historia de identidad. 07
FAIA. Lima, 2000.
Early Years 10
Lima, 2010.
Wynwood, Miami, 2010.
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Early Years Copenhague, Dinamarca, ft. Saile, Hes, Fisek, Tiws, Soten, 2013.
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Discursos curatoriales
Juan David Quintero Curador historiador e investigador
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anifiesto descolonizado es un texto que reúne buena parte del trabajo del artista limeño Joan Jiménez, más conocido como Entes. Sus páginas recogen gran parte de sus pintadas en diferentes lugares del mundo, nos lleva por un camino de contraste y experimentación, donde claramente es notable un cambio en su producción a través del tiempo. Como lo manifiesta el título, es un texto que muestra un proceso desde la labor artística, desde el conocimiento de la calle, y que claramente se torna como una separación consensuada del graffiti con la experimentación. En este orden de ideas, cuando abordamos el tema de arte urbano y solo lo encajamos en el marco del graffiti y sus ramificaciones, corremos el riesgo de encasillarlo en un solo ejercicio artístico y estético. Es prudente esclarecer que abarca el arte urbano, y desde que punto de vista estético y visual lo estamos abordando. La calle, ha manifestado una serie de acciones que siempre se relacionan con las colectividades, lugares, no lugares, monumentos, plazas, entre otros, pero es importante tener en cuenta que la activación de estos espacios no surge de manera individual, por el contrario, necesariamente van ligadas e involucradas con la comunidad. Por lo tanto, el espacio guarda la memoria y testimonios que el tiempo de la mano del hombre va marcando, dejando el rastro de la historia. “Por eso, el espacio adquiere su verdadero significado cuando entra en relación con la vida colectiva. La expresión más tangible y a la vez más compleja de esta relación, es la ciudad. En consecuencia, al arte urbano no se le puede encajonar solo en el concepto de la aportación de los artistas plásticos para conformar el ámbito urbano. En una concepción extensa, el arte urbano se amplía a la participación y remodelación que arquitectos, urbanistas, ecólogos, sociólogos, y artistas realicen en las ciudades con trabajos de participación interdisciplinarias para servir como organizador cultural colectivo y no, como en la generalidad de las veces sucede y ha sucedido, como casos esporádicos y marginados” (Kasser 2007) Entender estos procesos que se dan en la calle, y saber que así mismo están mutando constantemente, es entender procesos alternativos que abren propuestas diferentes, refrescantes en el medio de la pintura callejera en Latinoamérica y, en especial con el trabajo de Entes. Varias practicas se van tornando desde la experimentación de las técnicas, los colores, los materiales que se comienzan a utilizar, los lugares que se comienzan a concurrir, con el fin de intervenir y crear una propuesta que genera diálogos constantes con sus interlocutores. Han pasado más de 20 años que el artista limeño Joan Jiménez (Entes) salió a las calles a pintar de forma ilegal y a encontrarse con una serie de discursos, experiencias,
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Toda historia continua mediante procesos de transformación, a veces lentos, a veces rápidos. La evidencia más clara de que continua de cierta forma es todo el interés en el tema(...) ¿Quién quiere que todo siga siendo lo mismo? Shane Greene
vivencias, sonidos, diálogos, fronteras y códigos que solo la calle ofrece. Siempre he dicho que los mejores aprendizajes se encuentran en ella. Su trabajo plantea imágenes criticas frente a las dificultades que aquejan constantemente a nuestra Latinoamérica, una América racista, excluyente, inmersa en prácticas colonialistas que llevan a muchos artistas a manifestarse y participar de manera activa en la creación de conciencias colectivas a través de nuevos procesos artísticos. Su experiencia se ha cultivado de la mano de grandes nombres del graffiti como Apitatan, Saile, Oz Montania, Shane, Astro, Rever, Berns, perteneciente también a los Crew´s ODV (Europa) y DMCJ (Perú). Esta experiencia es sin duda alguna, una sinergia que ha hecho que su trabajo se relacione, justifique y trascienda en los diferentes campos del arte, se puede resaltar en su historia la identidad latinoamericana, hablar de culturas indígenas, cosmogonía, ancestralidad, religiosidad, folklore, frente a la necesidad de generar paradigmas de resistencia frente a la moral que persiste culturalmente. Es así, que Entes durante más de dos décadas ha plasmado en sus muros y lienzos un tipo de figuración específica y característica de personajes afroperuanos. Representante de las minorías, mujeres, niños, indígenas, migrantes y actores de la historia como Victoria Santa Cruz, icono histórico del arte de la cultura afroperuana. La paleta de colores que usa en sus piezas caracteriza trazos fuertes y expresivos que evidencian una lucha ideológica coherente; por eso, es tan importante revisar pausadamente su trabajo desde las raíces y sus inicios para entender su más reciente producción artística, acompañando el proceso. Desde el año 2008 se destacan técnicas como la escultura, video, instalación y el strappo, la cual consiste en el arranque de la superficie cromática de una pintura mural, con la que se consigue separar la película que forma la pintura del rebozado del muro posterior donde se encuentra. Para este caso de forma ilegal, los lugares baldíos. La extracción de carteles chicha, trozos de muro pintados son claramente una memoria de un pasado, se yuxtaponen para formar un palimpsesto con su marca, con una nueva narrativa de las calles de lima, de su gente y de cómo se vive en estos no lugares junto a sus discursos reales contemporáneos. Las imágenes que componen la última parte del libro, son un breve recorrido por su obra actual, cambios que son notables en su trabajo durante más de dos décadas de producción, rastreables con sus investigaciones que nacen en el graffiti. Claramente han ido mutando a lo largo del proceso y en la toma de su propia conciencia. 17
IndĂgena. Paris, Francia, 2013.
Early Years Ft. Saile, Paraguay, 2017.
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Early Years Meeting Of Styles. Ft. Oz Montania. Perpiñán, Francia, 2018.
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Musa & Harry Bones. Entes & Oz Montania. Dani & Heis. 2018.
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Early Years
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Early Years Lima, 2019.
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Guillermo López Gallego,
Consejero (Asuntos Culturales), Embajada de España.
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esde hace unos años, la proporción de películas que vienen del pasado va en aumento. Hay adaptaciones de cómics de superhéroes, versiones en imagen real de películas animadas, continuaciones de largometrajes de hace más de treinta años, y nuevos capítulos de series exangües que empezaron a filmarse hace sesenta. Las historias originales sufren un declive cada vez más acusado. El cine parece aquejado de ansiedad paralizante ante las incertidumbres del presente y el futuro, ansiedad que lo lleva a rebuscar en su propia historia ante la necesidad de subsistir como mercancía. El grafiti tiene un problema parecido, pero con su pasado. Muchas discusiones, algunas violentas, tienen que ver con la vigencia de unas cuantas reglas que buscan mantener el género tan puro como sea posible, entendiendo por pureza el grado de conformidad con cierta idea, correcta o no, de sus raíces neoyorquinas: los materiales deben ser robados; tiene que ser ilegal; tiene que estar basado en las letras de un nombre; la cantidad puede tener más valor que la calidad; el mejor soporte es el tren metropolitano; etcétera. Si a lo anterior añadimos el debate sobre la relación entre la práctica del grafiti en la calle y el estudio, es obvio que el peso de la tradición del género –por nuevo que sea– puede abocar a los artistas a una parálisis semejante a la del cine, a menudo resuelta, también en este caso, mediante reiteraciones de obras arquetípicas. No obstante, no faltan soluciones inteligentes para el problema anterior, ya sean las de Nuria Mora o las de KATSU, entre otros. Por su parte, ENTES ha decidido dar un paso a un lado y dejar atrás la encrucijada por un camino un poco diferente, y nosotros, su público, asistimos al desarrollo de su búsqueda. El artista toma elementos fundamentales del grafiti, y hace con ellos lo que cree que debe hacer; si el resultado es o no grafiti parece secundario. Está muy claro de dónde viene ENTES, pero no a dónde va. Sin duda, su obra tiene como contexto el grafiti y su historia. En ese marco, encontramos opciones personales como la reivindicación de una identidad afroperuana, y de una identidad hispanoamericana dentro del grafiti…, con lo que en realidad no hace sino volver a las tradiciones menos publicitadas del movimiento. Surgido de un contexto tan duro y difícil como el del grafiti neoyorquino del decenio de 1970, el de Lima y el Callao, ENTES parece haber recorrido casi todo el camino formal del género. El lector/ espectador encontrará primeras piezas formalistas sobre muros pelados; un wild style menos angular de lo acostumbrado; y, finalmente, interés por el rostro humano (a menudo, un rostro reflexivo y melancólico, masculino, maduro pero joven, de color, que expresa un silencio; quizá no es exagerado ver en él la representación del artista) mezclado con elementos naturales como agua, flores, y pájaros que hablan del ciclo de la vida y la reproducción, de la renovación. En las piezas más recientes, son apreciables dos intereses que se superponen en piezas entre intuidas y meditadas: la cultura visual limeña, en su versión chicha; y la tradición del grafiti. Con el uso de la antigua técnica del strappo, ENTES consigue trasladar al estudio el aspecto del trabajo en la calle de manera más creíble que otros artistas, en tanto reproduce la textura de la pared, la interacción de esta con la pintura, los elementos del entorno, y, de forma muy destacada, las serigrafías que anuncian conciertos de cumbia y salsa. Pero también esa otra parte, menos tangible
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y más difícil de recrear en el estudio, como han descubierto algunas de las mayores figuras de las primeras olas del grafiti neoyorquino. Efectivamente, el strappo añade a la obra un elemento aleatorio que tiene un peso determinante en el resultado final, evocando así las restricciones a las que debe hacer frente el escritor de grafiti: la interacción con la intemperie, la posibilidad de que la policía u otra crew interrumpan el trabajo, de que la pintura se acabe, y otros riesgos. Por otra parte, al contemplar estos últimos trabajos, conviene mantener presente – como ENTES– que el strappo ha sido utilizado para arrancar y poner en venta piezas ilegales en cuanto sus autores empiezan a hacerse famosos. Así pues, en el ámbito del grafiti, es una técnica polémica, que amenaza a la obra en la calle de los artistas, y ha sido furiosamente criticada por algunos de ellos, como Blu y Banksy. En otro orden de cosas, cada vez es más obvio el mensaje social y político de ENTES, que tiene el menos dos niveles. Hay uno muy evidente que aparece como comentario en la superficie de las obras, y en el que solo participa la voz del artista, con insultos a protagonistas de la actualidad política, o reivindicaciones de la cultura afroperuana. Y otro, siempre presente en el grafiti: el mensaje que recuerda que existimos, y que hay un modo de expresión que el poder, sea el que sea, no puede silenciar del todo. En este nivel son más relevantes los rostros de ENTES y los motivos recurrentes de su obra más reciente (cuchillos, puños, calaveras, manifestantes) que hablan de formas concretas de violencia: violencia entre iguales, violencia callejera, violencia ejercida por el poder. Una voz que nos recuerda que, si el poder es el ejercicio legítimo de la violencia, no es ni mucho menos la única forma de violencia a la que nos enfrentamos. Y que recuerda también las caras negras, femeninas o infantiles que el poder (el poder político, la publicidad, los medios de comunicación de masas, la cultura popular) no ve. Una práctica testimonial que, como el grafiti de la primera ola, apela al romanticismo de lo irreductible y lo auténtico: la obra que utiliza cada centímetro de superficie disponible –porque puede ser el último– para trasladar el mayor número de significados posibles: la «especial dedicación» a la familia, el saludo a la crew, la representación, los vivas al equipo de fútbol que sigue, la soflama política, el comentario social, el colorido que contrasta con el gris constante de Lima… ENTES escribe: «Soy la voz de la calle», igual que antes STAY HIGH 149 fue «The Voice of the Ghetto». Finalmente, la obra de ENTES no rehuye la amenaza de recuperación que acecha a los artistas como él, en forma de ofertas de instituciones y empresas. Si bien en los últimos años ha realizado piezas y diseños para los Juegos Panamericanos, la Municipalidad Metropolitana de Lima o LATAM, también se ha reservado el derecho de que su marca compita con las demás en el espacio público, y, en sus obras, el derecho de comentario. Y tampoco hay aquí tensión entre la calle y el estudio. ENTES no es uno de esos pintores que tratan de distanciarse de su grafiti, queriendo ser considerados como si no existiera; tampoco es un maquiavelo de estudio que quiera llegar por un atajo al circuito comercial. Al contrario, ambos aspectos se complementan: ENTES tiene mirada de grafitero para el spot, y técnicas de egresado de escuela de bellas artes para plasmar su visión sin limitaciones. Sigan a ENTES, los artistas no ofrecen a menudo la posibilidad de asistir con tanto detalle a su evolución.
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Tego Calde. Pintura en spray sobre lienzo, 2009.
Discursos curatoriales Trinchera Norte. Lima, 2010. (Exposiciรณn Colectiva).
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Tuco. Medidas variables, escultura, 2010.
Moza. Medidas variables, escultura, 2010.
Ale. Medidas variables, escultura, 2010.
Esto no es un pescado.
Es la bendición del mar.
Óleo y neón sobre mdf, 2015.
Óleo y neón sobre mdf, 2015.
Esto no es un ladrillo.
Es la cara del progreso.
Óleo y neón sobre mdf, 2015.
Óleo y neón sobre mdf, 2015.
Jarana Hipster. AcrĂlico sobre lienzo, 2017.
Curador
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Juan David Quintero
H
an pasado más de 20 años que el artista limeño Joan Jiménez (Entes) salió a las calles a pintar de forma ilegal y a encontrarse con una serie de discursos, experiencias, vivencias, sonidos, diálogos, fronteras, comunidades, barrios y agites que solo la calle enseña. Siempre he dicho “que los mejores aprendizajes se encuentran en ella”. Es por eso, que su trabajo que se ha enmarcado desde una teoría-crítica y practica hacia una Latinoamérica racista, excluyente y que siempre se ha encargado de juzgar, aislar e intimidar nació desde el graffiti. Como uno de los pioneros de esta técnica de resistencia contemporánea en el Perú, sus procesos se han gestado de la mano de muchos grandes nombres del graffiti en el mundo, donde cuenta su historia de identidad latinoamericana, hablar de culturas indígenas, cosmogonía, ancestralidad, religiosidad, folklore e ir en contra de los cánones establecidos por una colonización que todavía se ve reflejada en nuestra cultura. Es así, que Entes durante más de dos décadas ha reflejado en sus muros y lienzos un tipo de figuración donde los personajes que hablan son las comunidades afroperuanas , las mujeres como Victoria Santa Cruz gran representante de la cultura peruana, indígenas, llenas de color como se caracteriza los latinos, trazos fuertes que significan una lucha ideológica y coherente por medio de la calle y el arte, por eso, es tan importante resaltar su trabajo desde las raíces para entender su nueva producción artística. Esta etapa y proceso que se puede rastrear desde el año 2008, busca por medio de la técnica del strappo y escultura, la cual, consiste en el arranque de la superficie cromática de una pintura mural, con la que se consigue separar la película que forma la pintura del rebozado del muro posterior donde se encuentra. Para este caso de forma ilegal. La extracción de carteles chicha, trozos de muro pintados con una memoria pasada, se yuxtaponen para formar un palimpsesto con su marca, con una nueva narrativa de las calles de lima, de su gente y de cómo se vive estos no lugares y sus discursos reales. Esta muestra, nos acérca un poco más a los procesos que se han ido generando desde la investigación del graffiti y sus bifurcaciones estéticas y visuales, busca escudriñar un momento actual de la historia, un significado con replantaciones teóricas e investigaciones que de alguna forma van por el camino deseado. 55
Exposiciones Abstracto Chicha 1. Graffiti sobre acrĂlico, 110 x 110, 55 cm.
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Abstracto Chicha 2. Graffiti sobre acrĂlico, 130 x 110, 45 cm.
Abstracto Chicha 3. Graffiti sobre acrĂlico, 117 x 110, 55 cm.
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Manifiesto Descolonizado Chicha. Graffiti sobre pared - strappo, 100 x 115 cm, 2019.
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Vacio. Graffiti sobre pared – strappo, 80 x 80 cm, 2019.
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Exposiciones
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Mirada. Graffiti sobre pared – strappo, 125 x 220 cm, 2019.
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Exposiciones Graffiti Derretido. Graffiti sobre poliuretano, 81 x 115 x 130 cm, 2019.
Graffiti Derretido. Graffiti sobre poliuretano, 74 x 115 x 150cm, 2019.
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Graffiti Derretido. Graffiti sobre poliuretano, 70 x 115 x 130cm, 2019.
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Crรกneo. Graffiti sobre poliuretano, 170 x 318 cm , 2019.
Exposiciones Molotov. Graffiti sobre pared - strappo, 190 x 335 cm, 2019.
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Exposiciones Machete. Graffiti sobre pared – strappo, 184 x 362 cm, 2019.
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Manifiesto Descolonizado Wildstyle. Graffiti sobre pared – strappo, 152 x 124 cm, 2019.
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Exposiciones Escondido entre fluor. Graffiti sobre pared – strappo, 125 x 220 cm, 2019.
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Exposiciones
No fear. Graffiti sobre pared – strappo, 85 x 75 cm, 2019.
Quilca. Graffiti sobre pared – strappo, 80 x 77 cm, 2019.
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Alan Cobarde. Graffiti sobre pared – strappo, 80 x 75 cm, 2019.
1945. Graffiti sobre pared – strappo, 75 x 75 cm, 2019.
to Descolonizado
Atrapado en Lima. Graffiti sobre pared – strappo, 123 x 88 cm, 2019.
Exposiciones Panteras negras. Graffiti sobre pared – strappo, 138 x 40cm , 2018.
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Manifiesto Descolonizado Black Power. Graffiti sobre pared – strappo, 250 x 400 cm, 2018
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