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El despliegue del hidrógeno: una apuesta de las empresas por la innovación y el desarrollo tecnológico

Las empresas han fortalecido sus agendas de innovación con iniciativas que buscan la descarbonización mediante el uso del hidrógeno en diferentes sectores.

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El compromiso por la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero debe pasar por una amplia conversación sobre innovación. Con frecuencia se hace la pregunta sobre cómo podemos alcanzar los objetivos climáticos ante escenarios de constante cambio como los que vivimos hoy en día. Y sin duda alguna, la respuesta es la innovación en todos los ámbitos y niveles. Particularmente, para consolidar el sector del hidrógeno en Colombia, las empresas han avanzado en una agenda robusta en tecnología e innovación. En el primer trimestre de 2022, Colombia puso en marcha los dos primeros proyectos piloto de producción de hidrógeno verde: Ecopetrol instaló un electrolizador de 50 kW, cuya producción de hidrógeno se utilizó para el proceso de desulfuración de combustibles en la Refinería de Cartagena, y Promigas fue pionero en América Latina en desarrollar un proyecto de inyección de hidrógeno en redes de gas natural.

De manera simultánea se han venido probando las diferentes aplicaciones del hidrógeno en el país. Anglogold Ashanti, en el marco de su estrategia de descarbonización, presentó un vehículo con motor de combustión interna modificado para que opere en modo dual con mezcla de diésel e hidrógeno. El sistema permite sustituir 10% del diésel y aportar la cantidad equivalente de energía con hidrógeno. Con esta iniciativa, la empresa busca disminuir la huella de carbono de vehículos diésel, a la vez que se promueve el uso del hidrógeno en el sector transporte y se genera apropiación de conocimiento en el país.

Más recientemente, la empresa colombiana Haceb presentó una innovadora cocina que funciona con mezcla de hidrógeno y gas natural. Esta tecnología permite una reducción de hasta el 40% en las emisiones de gases de efecto invernadero, manteniendo la eficiencia energética y una mínima variación en los tiempos de cocción. La entrada en funcionamiento de esta propuesta ha permitido identificar elementos relevantes de cara a la masificación de este tipo de tecnologías en el futuro, tales como la necesidad de incluir dispositivos de supervisión de llama debido a que esta se vuelve invisible. Algunos países como Alemania y Reino Unido están escalando pilotos de este tipo a poblaciones enteras.

A estas iniciativas se ha sumado la importación de un vehículo de celda de combustible Hyundai Nexo, de la empresa Opex, que recorre las calles de Medellín, y la evaluación de la sustitución de hidrógeno gris y amarillo por hidrógeno de bajas emisiones, como el azul y el verde, en industrias como la de producción de vidrio.

En 2023 se proyecta la entrada en funcionamiento de nuevos proyectos a lo largo de toda la cadena de valor, explorando aplicaciones entre las que se encuentran la producción de fertilizantes verdes e, incluso, de combustibles sintéticos. Las estrategias sectoriales, los programas de innovación abierta, la transferencia de conocimiento en escenarios como el Centro de Innovación y Tecnología del Caribe y la cooperación de países lideres en el sector serán las palancas para el desarrollo de nuevos proyectos y la escalabilidad.

Con estas iniciativas, Colombia aspira a ser uno de los países más competitivos e innovadores de la región para 2030, impulsando la demanda de hidrógeno en diferentes sectores, así como el desarrollo de encadenamientos productivos alrededor de este vector energético.

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