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RESTAURANTE SIR WINSTON CHURCHILL’S El fin de una leyenda

La historia comenzó hace 48 años, exactamente en 1972. Quienes recuerdan haber pasado por ahí les hacía voltear la vista hacia aquella casa, la mansión estilo Tudor ubicada en aquel entonces a un costado de un tranquilo boulevard que más adelante se convertiría en el vertigi noso Anillo Periférico.

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Fue el matrimonio integrado por el mexicano Rey Fernán dez y su esposa británica Jane Pearson, quienes decidieron transformar esta magnífica mansión en el exitoso Restaurante Sir Winston Churchill´s el cual se mantuvo por 48 años como uno de los lugares mas prestigiosos de la Ciudad de México.

Siempre fue un lugar único, el restaurante siempre impe cable tanto en el servicio como en sus alimentos basados en la cocina tradicional de la vieja Inglaterra, el servicio, los alimentos, la bebida, la atmósfera en general fueron perfectos, acordes a la refinada manera de disfrutar la vida de Sir Winston Churchill´s, ilustre personaje que dio nombre a este magnífico Restaurante.

Jane Pearson junto con sus dos hijas, Britania y Shannon atendían personalmente a su clientela, y se especializaban en diseñar celebraciones o comidas de negocios siempre creando una experiencia sobresaliente e inolvidable. Sobresalían en su carta las especialidades de la casa que eran el Roast Prime Rib de Beef acompañado con el tra dicional Yorkshire Pudding y el Filete Wellington con salsa de morillas silvestres. La sopa de cola de res, era un clási co además de la rica variedad de postres hechos en casa que incluía el trifle de jerez, crepes suzette, cheeseacake de frutos rojos y una variedad de pasteles sin igual.

El restaurante estaba conformado por siete salones. El salón Rojo, conocido como el Salón Principal, podía dar

cabida a 100 personas y estaba elegantemente decorado al estilo inglés con paneles de madera de caoba y sillones de piel con una magnífica vista a los jardines de la casa. El Salón Chase era un pequeño salón para 12 personas que consistía en un pequeño privado decorado bajo el tema de la Cacería de Zorro en la Campiña Británica. El Salón St. George era un amplio salón privado, decorado con meda llones victorianos de pájaros exóticos y porcelana inglesa Wedgewood su capacidad era de hasta 50 personas.

Otro elegante rincón era el Salón Dorado que consistía en un privado decorado con antigüedades de plata y porcelana. El Salón Isabelino era ideal para celebraciones especiales igualmente decorado con un exquisito gusto inglés y uno de los favoritos era el Salón Náutico, el cual era considerado por los comensales como una joya debido a su originalidad ya que lucía lámparas antiguas de aceite de ballena y otros tesoros marítimos, al igual que el Salón verde eran peque ños saloncitos sumamente acogedores con capacidad para una sola mesa. Todo esto era parte del interior de la casa, siempre atendidos por Jane y Britania quienes se encarga ban que el servicio y la atención fueran impecables. Una excepcional opción que ofrecía este recinto, eran los fa mosos jardines en donde los comensales podían gozar del buen clima comiendo en uno de los quioscos al aire libre.

Todo esto conformaba el hoy desaparecido Restaurante Churchill´s, de quien podemos agregar orgullosamente que fue parte de la Asociación Mexicana de Restaurantes desde su inicio, siempre abogando por su personal, capacitándolo, un ejemplo para los restauranteros. Churchill´s marcó un modo de ser, toda la dedicación que tuvo durante casi medio siglo quedará plasmada como un ejemplo del buen servir.

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