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Me encanta el amor Romántico

Por Nohemi Martínez

Es verdad, me encanta y ¿a quién no? Si tu respuesta es no, probablemente tuviste una etapa en la que creías en el “juntos por siempre, para siempre y a pesar todo”, tal vez en la persona indicada o en la media naranja.

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Existen miles de razones por las cuáles es más cómodo y sencillo creer, entender y sentirse seguros con la idea del amor romántico.

Y es que todo empieza desde la forma en la que aprendemos a amar, para la escritora y comunicadora feminista, Coral Herrera, esto empieza desde nuestro entorno familiar y social, en donde la socialización primaria es llevada a cabo.

Nosotros observamos como los adultos de nuestro mundo aman, su concepción de amor, la concepción que tienen de pareja.

El problema es que muchas de estas concepciones llevan consigo el romanticismo patriarcal, el cuál nos hace creer que el amor es fácil, mágico e inagotable, surge solo y nunca cambia a través del tiempo, no hablando de un sentido espiritual, claro, más bien el amor en un contexto meramente relacional.

Nuestra propia necesidad de amor se ve reflejada en los traumas en la adultez, la forma en la que nos relacionamos; la realidad es que no podemos evitar querer ser amados, somos seres sociales, nuestra supervivencia depende de nuestras redes humanas de cuidado y afectos.

El deseo de ser amados incondicionalmente es humano y natural, como afirma Coral Herrera en su libro “Mujeres que ya no sufren por amor: Transformando el mito romántico”, los mitos del amor eterno e incondicional, fuerte y transformador, nos convierte en masoquistas.

Herrera afirma que este sufrimiento es político pues: “…para que todo siga igual es necesario que cada mujer esté a lo suyo, mirándose el ombligo, soñando con su salvación personal y llorando porque no consigue su droga favorita [el amor]”.

Sufrimos porque esto nos convierte en personas admirables, nos hace dignas de compasión, de empatía, de piedad e incluso de envidia. Todo para tener la satisfacción final, un aplauso público para ser verdaderos merecedores de amor.

Por eso es importante que se cuestione la reconstrucción del amor, tiene que cuestionar la realización individual en cuanto, las expectativas; todos tenemos el derecho a gozar de la vida, a ser felices, de hacer felices a quienes amamos.

El amor romántico hace promesas de una gratificación final, sin que sea necesario que termine como la expectativa de nuestra mente, al final de cuentas el espejismo de la relación ideal y la media naranja que viene a resolver nuestros problemas termina por deshacer la oportunidad de centrarnos en el presente, buscando la construcción de una relación