Revista CAV No. 60

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CAV 60 COLEGIO de ARQUITECTOS de VENEZUELA

Bs.F. 50,00






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Editorial

La revista CAV 60 tiene un especial significado para la vida del Colegio de Arquitectos de Venezuela, ya que cierra un ciclo significativo para los arquitectos, en una realidad muy particular de país.

Tras catorce años de ausencia, la gestión de nuestro equipo directivo logró que renaciera uno de los instrumentos fundamentales de comunicación del gremio con la seriedad y sobriedad que la arquitectura merece, alejado de la visión netamente comercial que caracteriza a la totalidad de las publicaciones que se acercan al tema arquitectónico. Seis números han visto la luz en la imprenta, con un contenido en el que se resaltan temas del acontecer nacional e internacional y que han tenido como redactores a las más diversas plumas sensibilizadas con las soluciones espaciales y las múltiples aristas que desde allí se proyectan. Seis números que han abierto sus páginas a las más diversas orientaciones y posiciones dentro del espectro democrático que debe identificar al colectivo, con la clara intención de hacer del Colegio de Arquitectos de Venezuela un espacio de todos. Seis números que han sido posibles gracias al aporte de nuestras empresas patrocinantes, quienes han entendido que su mayor publicidad no es la página que los reconoce sino el respeto y la estima que le aportan a nuestro gremio mediante el significativo apoyo conceptual a nuestra publicación. Seis números minuciosamente montados por nuestro Comité Editorial y diagramados con gran calidad de diseño por parte de quien de la forma más desinteresada asumió este difícil reto. Seis números que configuran, como ya dije, una etapa correspondiente a la gestión de tres periodos seis años en la conducción del CAV, que cierra con este número, no por ser el último del ciclo, menos importante. En él les presentamos aspectos gremiales sobre la Ley del Ejercicio de la Arquitectura y profesiones afines con el artículo de Tomás Pérez Calderón. Nos paseamos entre los arquitectos de siempre y los de ahora a través de las miradas de José Luis Briceño y Rosa Bohórquez, respectivamente. Farid Chacón y Francisco Mustieles juegan con la palabra «efecto» por «d-efecto» y nos adentran en un interesante análisis. José Carvajal nos sitúa con sus observaciones sobre nuestra capital, Caracas, en su artículo «Carne y piedra». Conoceremos lo que ocurrió a nivel internacional en la entrega de los Premios Pritzker desde la óptica de José Luis Briceño y viajaremos a la BIAU, Cádiz, España, de la mano de Rafael Rondón Narváez. Así mismo Elina Pérez Urbaneja centrará su objetivo en una de nuestras profesiones afines: el diseño industrial y sus tendencias. Por último, pasearemos nuestra mirada en el muy acertado reportaje fotográfico de Vladimir Sersa, y el arquitecto Fruto Vivas nos hará ver por qué Niemeyer es el arquitecto de la América nueva. Para terminar, mediante mi columna Punto de fuga, me permito presentarles una experiencia de alianza muy particular para

realizar proyectos de arquitectura en el estado de Florida, Estados Unidos. Espero disfruten la CAV 60, así como espero que este extraordinario esfuerzo editorial persista en el tiempo, por lo que aprovecho esta tribuna para desear el mayor de los éxitos en su gestión a la nueva Junta Directiva del CAV (2012-2014), confiando en que seguirán adelante con los proyectos emprendidos y que mediante el necesario apoyo de los agremiados puedan alcanzar las metas a las que los arquitectos aspiramos para el CAV. Un cordial saludo, Octavio De Lamo



CAV 60 COLEGIO de ARQUITECTOS de VENEZUELA

Bs.F. 50,00

Revista CAV 60 JUNTA DIRECTIVA DEL COLEGIO DE ARQUITECTOS DE VENEZUELA 2010 – 2012 Presidente

Arq. Octavio De Lamo Chacón

Directora

Arq. María Gabriela Bermúdez Coordinación editorial y corrección de textos

Editemos Estrategias Editoriales www.editemos.com Diseño gráfico

Guillermo Salas

Primer Vice-Presidente

Gerencia de comercialización

Arq. Omar Enrique Seijas Arteaga

María Eugenia Bermúdez

Segundo Vice-Presidente

Ejecutivos de comercialización

Arq. Odoardo Rodríguez Carías Arq. Ramón Alberto Ecarri Llobet

María Eugenia Quintero Arq. Tomás Pérez Calderón Arq. Antonio Maione

Tesorera

Colaboradores para esta edición

Arq. Miguelina Falotico

Rosa Bohórquez José Luis Briceño José Carvajal Farid Chacón Francisco Mustieles Elina Pérez Urbaneja Rafael Rondón Narváez

Secretario General

Primer Vocal

Arq. Mitchele Vidal Segundo Vocal

Arq. Eduardo Agelvis Tercer Vocal

Arq. Alejandro Borges Cuarto Vocal

Gerente de Comercialización

Arq. Carlos Sierra

María Eugenia Bermúdez ventasrevistacav@gmail.com Telf. 0212 9918456 Móvil: 04242258429

Gerente General

Comercialización página web

Arq. Tomás Pérez Calderón

Arq. Luis Fornez ventas@cav.org.ve / lfornez@si-sms.com Telf. 0212 7617941

Arq. Luz María Charlita de Sanz Quinto Vocal

Secretaria

Alicia Peña

Nota de agradecimiento

Web Master y Redes Sociales

Arq. Luis Fornez COMITÉ EDITORIAL Arq. Omar Seijas Arq. Maricarmen Sánchez Arq. Mitchele Vidal Arq. Tomás Pérez Calderón

www.cav.org.ve

La Junta Directiva del CAV agradece la colaboración prestada a todas las personas, instituciones y empresas que permitieron la realización de esta edición. Nota

@revistacav @cavorgve

colegio de arquitectos de venezuela

Revista CAV C.C. Casa Mall en Los Naranjos, El Cafetal, Caracas, Venezuela Telf. 0212 9918456 revistacav@gmail.com Colegio de Arquitectos de Venezuela C.C. Casa Mall en Los Naranjos, El Cafetal, Caracas, Venezuela Telf. +58 212 9881331 - 9881361

El contenido de los artículos es de exclusiva responsabilidad de los autores que lo firman. Prohibida la reproducción total o parcial de esta revista o alguno de sus contenidos sin previa autorización por escrito por parte del Colegio de Arquitectos de Venezuela. Todos los Derechos Reservados. Portada

Depósito Legal: pp.198502DC3639

issn: 2244-7148

Teatro Teresa Carreño Fotografía Carlos Germán Rojas



Desde el CAV Una de las principales metas que tenía propuesto el equipo saliente de la Junta Directiva 2010-2012 era la introducción de un proyecto de ley que amparara a todos los arquitectos colegiados e hiciera valer el ejercicio profesional de la arquitectura en Venezuela. La entrega de este anteproyecto fue producto de un largo proceso que emprendimos un grupo de colegas hace más de un año.

La Ley de Ejercicio de la Arquitectura y Profesiones Afines: un proyecto por etapas

El equipo Para completar esta etapa preliminar hubo que sortear múltiples vicisitudes. En los primeros días de enero de 2011, luego de varios infructuosos intentos, los arquitectos Sylvia Corso Cano y Tomás Pérez Calderón somos convocados en Junta Directiva, con enlace del arquitecto Odoardo Rodríguez, para dar forma a un borrador actualizado sobre la Ley de Ejercicio. La posterior incorporación de Lourdes Meléndez y Juan José Molina fue muy importante, siendo éste último, por su experiencia legislativa, el revisor de aspectos formales fundamentales para la consignación del anteproyecto.

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Conceptualización Para la elaboración del anteproyecto se partió de una minuciosa revisión documental de los borradores —públicos o no— que reposaban en el Colegio de Arquitectos de Venezuela (CAV), la cual permitió reconocer información pertinente que no contó con diligente seguimiento. Considerar la legislación vigente fue absolutamente necesario, pues el ejercicio profesional de la arquitectura en nuestro país está bajo la tutela del Colegio de Ingenieros y existe otro controversial anteproyecto de ley —aprobado sólo en primera discusión en la Asamblea Nacional— que nos vuelve a aglutinar en un solo grupo. La referencia de leyes homólogas correspondientes a distintas naciones fue indispensable para una completa consideración de elementos: si queremos una propuesta vigente y actual, debemos plantear las mejores condiciones para el gremio, equiparables a nivel mundial. Venezuela es el único país de la región en el que el gremio de arquitectos no tiene independencia para la práctica del ejercicio a través del colegio profesional respectivo. El anteproyecto Está compuesto por la exposición de motivos y el cuerpo del anteproyecto de ley (artículos). La exposición de motivos es una parte fundamental de la ley, pues expresa los fundamentos que la sustentan y debe ser presentada de forma acorde a la práctica legislativa. El anteproyecto presentado conforma el articulado que debe ser discutido. Se comenzó con un primer borrador donde se consideró un esquema primario —producto de la revisión documental— contentivo de la lista de prioridades y principios que debían incluirse. El anteproyecto se generó desde este primer borrador, al estructurar los artículos en las distintas áreas necesarias para el íntegro ejercicio profesional con la mayor síntesis posible, pues la debida profundidad estará contenida en el reglamento respectivo.

Tomás Lugo

Arq. Tomás Pérez Calderón C.A.V. 6.331 @arqtomas Gerente General CAV

Desde el CAV Ley de ejercicio profesional ARQ. TOMÁS PÉREZ CALDERÓN

Arquitectos de siempre Tomás Lugo y sus circunstancias JOSÉ LUIS BRICEÑO

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Arquitectos de ahora

Arquitectos de ahora Alejandro Haiek. Lo social como meta, lo empresarial como vía, el conocimiento como condición

y sus circunstancias Por José Luis Briceño

24 Se nos puede tildar de ilusos o idealistas, ingenuos o irrealistas, mas nuestra concepción del rol de la arquitectura en el desarrollo de la realidad social es aquella según la cual el bien colectivo prevalece ante el personal y el servicio al «hombre», en su concepción humana, se entiende como la razón de oficio del quehacer cotidiano de quienes dedican su vida al desarrollo de esta disciplina. Desde el punto de vista no dogmático esta aseveración puede tener varias interpretaciones. La inversión de los intereses colectivos y personales podría derivar en diversas acepciones que al final llegan al mismo punto, el inminente peligro del ego individual que manipula al colectivo para cumplir con sus fines personales. Mucho podemos hablar o reflexionar sobre la arquitectura o sobre cómo las últimas dos décadas de singularidad arquitectónica han rendido sus frutos en el mundo contemporáneo que conocemos. Mucho podemos discutir sobre el rol de la arquitectura o sobre el latente ego de nuestro gremio ante la reciente transformación económica y política de la realidad mundial, pero quisiéramos comentar simplemente tres acercamientos a tres tipos distintos de arquitectura que tienen la gran virtud de invitar a múltiples reflexiones que nos ayudan a ubicar nuestro rol de oficio ante una realidad local y global cambiante, así como también ante múltiples retos y responsabilidades.

I. El efecto Bilbao termina en el Circo de Alcorcón El mundo se ve inmerso ante una de las crisis financieras más grandes de nuestra historia. Con indignación surgen críticas y acusaciones al sector financiero, al político y al empresarial. Se tejen cientos de matrices de opinión y teorías de conspiración. Se vislumbran derrumbes de monedas, de uniones políticas, de alianzas económicas. Se siembra la tragedia social de la próxima década, se lanza a miles de familias a la calle, se demuelen urbanizaciones enteras que no tienen cabida en el mercado

inmobiliario, se cuestionan sistemas políticos enteros y se anuncian muertes de teorías económicas. El mundo está convulsionado y el ciudadano de la calle, en su estupefacción, aún espera recuperarse de su asombro para exigir responsables ante el tsunami que le ha pasado por encima. La realidad después de la fiesta nos presenta decenas de miles de metros cuadrados de nueva y singular arquitectura por un monto superior a los seis mil millones de euros sólo en España; metros cuadrados contenidos en edificios vacíos recién construidos, altamente publicados, inacabados y en su mayoría a todas luces innecesarios. Si la eclosión de la arquitectura pública europea y la complicidad de los arquitectos en el desarrollo de ciudades quedan ejemplificados en el llamado efecto Bilbao, que despertó el interés del hombre político en obras que no comprendía pero que se mercadeaban muy bien, el invierno gélido del abuso del ego arquitectónico termina en el efecto Alcorcón, una localidad española situada al lado de Madrid con ciento setenta mil habitantes, que cuenta con una «ciudad del circo» de más de ciento veinte millones de euros, cuyos vecinos, hasta más allá de su cuarta descendencia, deben pagar con sus impuestos hipotecando seguridad social y tranquilidad económica. Una gestión tan arquitectónica como política, que culminó dramáticamente en una «payasada». Valdría la pena preguntarse si los profesionales del área nos hemos jugado la ética en el desarrollo de faraónicos aeropuertos en ciudades de diez mil habitantes donde viajan menos de nueve pasajeros por día, en palacios de congresos de cientos de millones de euros, en ciudades de decenas de miles de personas, en maravillosos edificios que triplican o cuadruplican su presupuesto inicial y que parecen servir más a las editoriales que los difunden por el mundo como estampitas coleccionables que a los vecinos de la cuadra inmediata; en infraestructuras de transporte insostenibles e impagables y en

ROSA BOHÓRQUEZ

El de-fecto de la forma

Carne y piedra

ALEJANDRO

HAIEK

d-efecto

EL

FARID CHACÓN Y FRANCISCO MUSTIELES

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Ávila, que entre edificios te veas

Por Arq. Octavio De Lamo

Presidente CAV 2006-2012

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VenezuelaBIAU Cádiz 2012 Por Rafael Rondón Narváez

fuga

Tendencias

Debo agradecer al Comité Editorial el haberme brindado la oporEl proyecto tunidad de incluir en la revista CAV 60 la columna «Punto de Las empresas que asumieron la inversión nos solicitaron la sefuga», espacio de opinión que he venido desarrollando en nues- lección del terreno bajo el principio gringo «Location, Location, tra página web y que me ha permitido estar en contacto con Location», es decir, conseguir una ubicación privilegiada en el mis colegas, fijando posición frente a diversas realidades que de contexto de Doral. Esto nos obligó a enfrentarnos a la prohibiuna u otra forma nos tocan como arquitectos. En esta primera ción de situar un preescolar bajo cualquier trayectoria de vuelos entrega quiero adentrarme en una experiencia muy particular comerciales, premisa un tanto complicada teniendo en cuenta que me ha tocado vivir a través del desarrollo de proyectos arque el Aeropuerto Internacional de Miami está a escasos 5 km. quitectónicos en el campo de la educación, en el cual me he A pesar de esta limitación logramos adquirir una parcela con zoespecializado durante los últimos años como consecuencia de nificación comercial de 4.000 m2 en el Doral Boulevard (41st), la Los nexos entredeellosdiseño industrial y lade la ciudad. Con el terreno y el programa esmi vinculación familiar con instituciones educativas Es- principal avenida Venezuela tados Unidos. Entre 2009 y 2012, enarquitectura sociedad con mien hijo, el arquitablecidos por la empresa generadora del proyecto pedagógico El con diseño nace a principios vinculado a las de bellas tecto Andrés De Lamo, y en alianza el arquitecto norteame-del siglo se dioXXinicio al proceso diseño, que debió ser sometido a la artesely diseño, a las artes aplicadas.yAsí revisión se evidencia en la legendaria ricano Andres Hollman, emprendimos la inspección de múltiples instancias del municipio y del condado –un Escuela arquitectos: Walter Gropius, construcción de un centro preescolar en laBauhaus, ciudad dedirigida Doral, por es- tres total de cincuenta y dos permisos. Es oportuno aclarar que la Hannescomo Meyer y Ludwig der Rohe, quienes tado de Florida, experiencia que referiré vivencia del Mies ejer- vanmayor dificultad fue de la alguna incomprensión por parte de los funciootra manera a configurar profesión. cicio profesional y ejemplo de lau exigencia porcontribuyen parte de las narios auna todanueva propuesta creativa que no estuviese recogida inicios del diseño industrial en también están yli-códigos que tienden a la triste instituciones oficiales para llevar aLos buen término un proyecto. enVenezuela los infinitos manuales gados a la arquitectura y a las artes. Una de nuestras pioneras es Gego, quien llega al país con un título de Ingeniero-Arquitecto en la maleta y en los años treinta establece la Carpintería Gunz, para la que concibe diferentes piezas de mobiliario como costureros, asientos y lámparas. Desde la década del cuarenta se registra el trabajo de Miguel Arroyo y en los cincuenta se suma el aporte de Cornelis Zitman, ambos dedicados a la proyección y fabricación de muebles de estilo moderno principalmente elaborados en madera, pero con la diferencia de que mientras el primero realiza piezas únicas a la medida de espacios exclusivos, el segundo diseña con el ideal de manufacturar a bajo costo para un público amplio, en particular la clase media. Al comienzo Zitman funda un taller junto a un grupo de arquitectos venezolanos: Oscar Carpio, Guillermo Suárez, Alberto Chávez Santos, Carlos Dupuy y Helena Chávez, y en 1952 se convierte en socio de Tepuy Compañía Técnica (Tecoteca). Como curiosidad hay que destacar que por ese tiempo tanto Arroyo como Zitman y Gego dictan asignaturas relacionadas con el diseño en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela.

DiE ñ

XIII Bienal de Arquitectura de Venecia

s

Caracas, septiembre 2012-10-22 Junta Directiva Nacional del Colegio de Arquitectos de Venezuela

El premio Mediante el subterfugio de la proclamada Arquitectura, el jurado ha otorgado un premio esencialmente político. Es evidente que el sofisticado happening para europeos ociosos al que se premia no le permitió otro tipo de valoración. En sus consideraciones, el jurado no premia ni un solo criterio de valoración de orden disciplinar, sea arquitectónico o urbanístico. Se valora, por el contrario, la creación de «una nueva comunidad» y una «nueva identidad», calificándola de «comunidad espontánea» y «modelo inspirador». Y en tal sentido, el jurado premia por igual –diríamos ex aequo– a «los habitantes de Caracas y a sus familias» y a los arquitectos de la Torre de David/Gran Horizonte, que han «reconocido la potencia de este gran proyecto de transformación». Entendemos por tanto que los arquitectos deberían compartir este galardón con los tres mil habitantes de la Torre también premiados.

El jurado Al otorgar un premio con argumentos de política populista barata, el jurado internacional –cuatro arquitectos europeos y uno estadounidense– ha quedado totalmente en evidencia. No sólo muestra su lejanía e ignorancia60con respecto a los problemas reales de la arquitectura y de los habitantes de nuestros países, y su acercamiento superficial y descontextualizado al drama cotidiano de miles de seres humanos sin hogar, sino que revela cómo en la civilización del espectáculo hay cabida también para

o

en Venezuela

Esta nota escrita en los noventa años de Oscar Niemeyer dice por sí misma todo lo que sentimos en este momento, cuando el más extraordinario arquitecto de los siglos XX y XXI se ha ido para siempre. Como no han muerto Bolívar, Leonardo, Beethoven, Teresa de Calcuta, Lumumba o Gandhi –hay seres que no mueren nunca–, la obra gigante de Oscar Niemeyer vivirá siempre por sí sola: el Museo de Niteroi, Pampulha, el edificio de la ONU, la sede del Partido Comunista en París, la sublime Catedral de Brasilia, además de su mayor proyecto: una enorme firmeza frente a las penas de este mundo, la fortaleza de su espíritu, el amor por la tierra que lo vio nacer y su raigambre comunista. «Noventa años construyendo el futuro, imaginando sueños como mariposas blancas que se posan sobre el Plan Alto de Brasilia, colocar sobre un risco de Niteroi un inmenso nenúfar blanco, posar una bandada de gaviotas sobre una plaza de São Paulo y dejar una mano sangrante de concreto en el corazón del Parlamento Latinoamericano… colocar la Cruz del Sur con Cristo entre los brazos sobre un ramo de nardos junto al Palacio del Itimaratí, donde una rosa de mármol blanco que semeja los cinco continentes flota sobre un mar de victorias regias reflejando la majestad de los arcos de concreto que guardan una caja de cristal llena de lirios, juncos y heliconias. Arquitecto de la poesía y de la esperanza, de las formas voluptuosas y simples, desgravitadas. Arquitectura con alas como si fuera un producto más de la naturaleza. Oscar Niemeyer, comunista firme como sus obras, comprometido con su pueblo, fiel a su pensamiento, cargado de una fuerza telúrica en su obra y en sus actos. Noventa años como abanderado de sueños imposibles que después vimos florecer sobre una meseta de Brasilia. Noventa años hablándonos de su fe en el porvenir por un mundo mejor que alcance para todos. Noventa años comprometido con lo más sublime de la belleza, de la pureza y la creación. Noventa años que lo marcarán en el siglo XX como uno de los creadores que abrió las puertas con sus pájaros blancos a lo que será la arquitectura del tercer milenio. Oscar Niemeyer, maestro metido en lo más profundo del corazón del pueblo, lleva por sus venas toda la fuerza mágica de la selva amazónica, la inmensa riqueza de una naturaleza indómita con toda la alegría del carnaval carioca y la imagen iluminada del cielo de Copacabana en su revellón, visto desde su palomar, donde con su lápiz dibuja el mundo donde ha soñado puede anidar la esperanza».

El arquitecto de una América Nueva

No es el ángulo recto lo que me atrae ni la línea recta dura, inflexible, creada por el hombre. Lo que me atrae es la curva libre y sensual. La curva que encuentro en las montañas de mi país. En el curso sinuoso de sus ríos… en las ondas del mar. En el cuerpo de la mujer amada De curvas esta hecho todo el Universo Oscar Niemeyer

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Obras Venezuela recibe reconocimiento en la BIAU Cádiz 2012 RAFAEL RONDÓN NARVÁEZ

Tendencias Diseño industrial ELINA PÉREZ URBANEJA

Por Elina Pérez Urbaneja

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www.disenoenvenezuela.blogspot.com contacto@agendadediseno.com

Silla, Corneleis Zitman Seibó, Miguel Arroyo, 1956. Imagen extraída del catálogo Interior moderno, Sala TAC Fotografía: Reinaldo Armas

Foto reportaje

Declaración del CAV sobre la XIII Bienal de Arquitectura de Venecia. Caracas, septiembre 2012

los intelectuales que utilizan para sus propios fines y hasta rindiendo cínicamente tributo, las condiciones más miserables del hábitat metropolitano. Y hacer esto hoy, en relación a Venezuela, tampoco tiene nada de ingenuo o inocente.

El proyecto El proyecto premiado, Torre de David/Gran Horizonte, que se exhibe en los espacios de la Bienal, tampoco es inocente. Se trata de una arepera De Luxe (Gran Horizonte) para curiosos y turistas, adornada con fotografías y videos de la ocupada Torre. El propósito de esta puesta en escena se explica textualmente en el proyecto, sería el de recrear el hipotético restaurant en la terraza de la Torre, «donde los visitantes se diviertan, puedan comer y, en general, saborear Sudamérica» (!). Esa Torre, símbolo del fracaso del neoliberalismo y del auto-empoderamiento de los pobres, presentaría supuestamente un «nuevo modelo de vida urbana que da a los ciudadanos una participación más igualitaria en la ciudad». El gran artífice de todo esto no podía dejar de mencionarse: «Chávez no sólo tolera sino que ha animado ocupaciones civiles de edificios vacíos y otros símbolos de interés privado como centros comerciales y campos de golf, [con el resultado de que] tal populismo empodera al pueblo». Así, la Torre de David «permanece como un potente símbolo de cómo la acción directa puede cambiar la exclusividad vertical en redistribución horizontal». Que toda esta chatarra politiquera haya recibido un premio más allá de los sectarios confines donde el actual gobierno condecora a sus seguidores sólo revela el desvarío de algunos intelectuales europeos que huirían despavoridos si, en lugar del catalejo con el quePor aprecian nuesArq. Fruto Vivas tro pintoresquismo tropical, tuviesen que soportar en sus países abusos y penalidades que hoy sufre la población venezolana.

Oscar Niemeyer

JOSÉ LUIS BRICEÑO

ARQ. OCTAVIO DE LAMO

Declaración del CAV sobre la

Ante la indignación generalizada que ha provocado el otorgamiento del León de Oro en el reglón de Mejor Proyecto de la Muestra Common Ground (Suelo Común) de la XIII Bienal de Arquitectura de Venecia, el Colegio de Arquitectos de Venezuela hace pública esta declaración:

Arquitectura internacional China se llevó el Premio Pritzker 2012

Punto de fuga

recibe reconocimientos en la

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JOSÉ CARVAJAL

Por José Carvajal

Punto de

Enlace Arquitectura anuncia en su página web, para el diseño se utilizó el adoquín sinusoidal existente, que con el tiempo se ha convertido en parte de la memoria colectiva asociada a esta zona de Caracas; esta reutilización tiene como valor añadido la permanencia del proyecto anterior. En la categoría de investigaciones, el jurado integrado por José Manuel López Peláez (España), Silvia Arango (Colombia) y Ruth Verde (Brasil) distinguió cuatro trabajos, dos de ellos de autoría venezolana: el de Lourdes Peñaranda por Donald Judd ilusionista: un estudio sobre el espacio de la ilusión en la sección Tesis; y el de Astrid Petzold Rodríguez por Estética de lo cotidiano. Ejercicio de la mirada, en la sección de Trabajos por equipo. Fuera de las tres categorías antes mencionadas, en la sección dirigida a estudiantes de Arquitectura de Iberoamérica se reconoció el proyecto Aguas mecánicas. La ciudad de la lluvia... de Josymar Rodríguez, Katherine Fernández, Yanfe Pedroza, Yoryelina Moreno y Gabriela Hernández, alumnos de Arquitectura de la Universidad Simón Bolívar. Como requisito para este concurso, el proyecto debía desarrollarse durante un curso de la carrera; las ganadoras lo hicieron durante el Taller Vertical dictado por los profesores Béla Kuckel, Eumilis Arellano y Yacira Blanco. Dentro de los ocho proyectos seleccionados en esta área estudiantil también se cuentan dos de la Universidad Simón Bolívar: Caracas húmeda. Haciendo memoria de Valeria Valladares, Manuel Zorrilla, Steffi Gaby Camatón, Gabriela Einsiedler, y El agua como vehículo de conexión de Yabeth Bautista, Annia da Costa, Tábata González, Luisiana Hernándezy Andrea Stanko. Todas las propuestas ganadoras se mostraron en la BIAU Cádiz 2012 y fueron incluidas en el catálogo de la exposición, una excelente oportunidad para explorar los caminos hacia los cuales se dirigen las innovaciones relacionadas con arquitectura y urbanismo en los países iberoamericanos.

Carne y piedra Ávila que entre edificios te veas. Avenida Miguel Ángel de Colinas de Bello Monte

La avenida Miguel Ángel de Colinas de Bello Monte

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La Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU) es uno de los encuentros internacionales más importantes en el área. Realizado gracias a la iniciativa del Ministerio de Fomento del Gobierno de España, específicamente de la Dirección General de Arquitectura Vivienda y Suelos, tiene el propósito de fomentar el intercambio de experiencias novedosas entre los profesionales de la arquitectura y el urbanismo de los veintidós países integrantes. En esta ocasión, la BIAU se realizó desde el 10 hasta el 14 de septiembre en la ciudad española de Cádiz y durante el evento, además de la gran exposición, se llevaron a cabo un nutrido grupo de actividades académicas y la entrega de premios a 26 obras, 7 publicaciones y 7 trabajos de investigación. De las 152 propuestas enviadas en la primera categoría se premiaron 5 de España, 6 de Portugal, 3 de Brasil, 3 de México, 2 de Argentina, 2 de Colombia, 2 de Paraguay, 1de Chile, 1 de Ecuador y 1 de Venezuela. Dentro del conjunto estaban proyectos de viviendas, trabajos de promoción pública, propuestas de equipamiento deportivo, educativo y recreativo, espacios museísticos, rehabilitación de edificios obsoletos o en desuso, intervenciones de renovación urbana y un hotel-restaurante. Cabe destacar que los arquitectos João Álvaro Rocha (Portugal), Mauricio Rocha (México), Carla Juaçaba (Brasil), Carlos Jiménez (Costa Rica), Carlos Niño Murcia (Colombia), Carme Pinós y José Ignacio Linazasoro (España), miembros del jurado, reconocieron la propuesta Pavimentación del bulevar de Sabana Grande del grupo Enlace Arquitectura y de Elisa Silva, patrocinado por PDVSA La Estancia. El proyecto abarca la totalidad del bulevar de Sabana Grande y las calles transversales perpendiculares, así como el planteamiento de crear una nueva plaza frente a la iglesia El Recreo. Las intervenciones sumarán aproximadamente 97.000 m2 de superficie pavimentada. Tal y como

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Por Rosa Bohórquez

Pritzker 2012 Obras

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JUNTA DIRECTIVA NACIONAL DE ARQUITECTOS DE VENEZUELA

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Fotorreportaje Joyas arquitectónicas VLADIMIR SERSA

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Vladimir Sersa Zvab J OYA S A R Q U I T E C T Ó N I C A S Con una visión de la arquitectura en «ruinas» del interior de Venezuela y la ciudad capital, Vladimir Sersa (Trieste, Italia, 1946) expone la noción de conservación del patrimonio como teoría incumplida: un país que se derrumba y se reconstruye sobre sus propios escombros.

Casa de Bahareque en Altagracia, Lara, 1979 Página anterior

«Joya arquitectónica», Puerto Cabello, Carabobo, 1977

Oscar Niemeyer. El arquitecto de una América Nueva ARQ. FRUTO VIVAS

Humor ARQ. ODOARDO RODRÍGUEZ

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Desde el CAV

La Ley de Ejercicio de la Arquitectura y Profesiones Afines: un proyecto por etapas

Una de las principales metas que tenía propuesto el equipo sa-

liente de la Junta Directiva 2010-2012 era la introducción de un proyecto de ley que amparara a todos los arquitectos colegiados e hiciera valer el ejercicio profesional de la arquitectura en Venezuela. La entrega de este anteproyecto fue producto de un largo proceso que emprendimos un grupo de colegas hace más de un año.

El equipo Para completar esta etapa preliminar hubo que sortear múltiples vicisitudes. En los primeros días de enero de 2011, luego de varios infructuosos intentos, los arquitectos Sylvia Corso Cano y Tomás Pérez Calderón somos convocados en Junta Directiva, con enlace del arquitecto Odoardo Rodríguez, para dar forma a un borrador actualizado sobre la Ley de Ejercicio. La posterior incorporación de Lourdes Meléndez y Juan José Molina fue muy importante, siendo este último, por su experiencia legislativa, el revisor de aspectos formales fundamentales para la consignación del anteproyecto.

Conceptualización Para la elaboración del anteproyecto se partió de una minuciosa revisión documental de los borradores —públicos o no— que reposaban en el Colegio de Arquitectos de Venezuela (CAV), la cual permitió reconocer información pertinente que no contó con diligente seguimiento. Considerar la legislación vigente fue absolutamente necesario, pues el ejercicio profesional de la arquitectura en nuestro país está bajo la tutela del Colegio de Ingenieros y existe otro controversial anteproyecto de ley —aprobado sólo en primera discusión en la Asamblea Nacional— que nos vuelve a aglutinar en un solo grupo. La referencia de leyes homólogas correspondientes a distintas naciones fue indispensable para una completa consideración de elementos: si queremos una propuesta vigente y actual, debemos plantear las mejores condiciones para el gremio, equiparables a nivel mundial. Venezuela es el único país de la región en el que el gremio de arquitectos no tiene independencia para la práctica del ejercicio a través del colegio profesional respectivo.

El anteproyecto

Arq. Tomás Pérez Calderón C.A.V. 6.331 @arqtomas Gerente General CAV

Está compuesto por la exposición de motivos y el cuerpo del anteproyecto de ley (artículos). La exposición de motivos es una parte fundamental de la ley, pues expresa los fundamentos que la sustentan y debe ser presentada de forma acorde a la práctica legislativa. El anteproyecto presentado conforma el articulado que debe ser discutido. Se comenzó con un primer borrador donde se consideró un esquema primario —producto de la revisión documental— contentivo de la lista de prioridades y principios que debían incluirse. El anteproyecto se generó desde este primer borrador, al estructurar los artículos en las distintas áreas necesarias para el íntegro ejercicio profesional con la mayor síntesis posible, pues la debida profundidad estará contenida en el reglamento respectivo.


11 El procedimiento legislativo La introducción se realizó el 22 de noviembre de 2012, cuando un grupo de colegas nos acercamos a la Asamblea Nacional para cumplir con el primer paso, según el protocolo establecido en estos casos: la introducción del anteproyecto por secretaría. Luego deberán llevarse a cabo una serie de gestiones para ser finalmente sancionado como ley —aprobarse en primera y segunda discusión, publicarse y reglamentarse. El debate se hará público en el seno de la Asamblea Nacional a través de los canales ordinarios.

Futuro: la ley Se advirtió que varios de los intentos previamente realizados desde el CAV no tuvieron la repercusión legal esperada, por no contar con una adecuada exposición de motivos y un seguimiento acorde en la instancia parlamentaria. Tras la introducción del documento se activan una serie de dispositivos a los que deberemos estar atentos. Será preciso elaborar con detalle el reglamento para que la ley pueda cumplirse a cabalidad. Queda mucho trabajo por delante. Sirva esta nota para hacer un llamado público a la colaboración del gremio entero. La aportación de TODOS los arquitectos es INDISPENSABLE para que exista la Ley de Ejercicio a la que tenemos derecho. Las discusiones se llevarán a cabo en la Asamblea Nacional y aunque este espacio pueda parecer segregado para el sector profesional al que representamos debido a las políticas del gobierno actual, éste es el único lugar donde debe generarse esta discusión; la participación en las instancias oportunas es la que nos garantizará un futuro posible. Desde el Colegio de Arquitectos de Venezuela compartimos la preocupación y el escepticismo con nuestros colegas en relación con este tema, pero seguiremos manteniéndonos en los canales institucionales existentes por el beneficio de la arquitectura y sus agremiados. El único escenario que podemos plantearnos para que nuestra voz sea escuchada es estar presentes donde nacen las leyes de la República: el seno de la Asamblea Nacional.


Arquitectos de siempre Después de la construcción del Complejo Cultural Teresa Ca-

rreño, a Tomás Lugo le llovieron muchas propuestas para desarrollar proyectos de teatros, galerías y centros culturales. Eran espacios vacíos, inconclusos, de obras diseñadas o edificadas por otros que no sabían cómo hacer el trabajo o simplemente preferían no asumir sus complejidades de largo plazo. A partir de ese momento le correspondería la misión de crear escenarios con la atmósfera ideal para que artistas plásticos, cantantes, actores y músicos se sintieran en santa comunión con el público en cada una de sus presentaciones. «Esta circunstancia de la vida me permitió especializarme en la arquitectura y remodelación de edificaciones culturales», dice Lugo. Así creó el Centro Cultural Consolidado (Corp Banca), el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez, la sala mayor y el escenario del Aula Magna de la Universidad de Carabobo, el Aula Magna de la Universidad del Zulia, la remodelación y el diseño de los sistemas especiales del Gran Salón y del Aula Anfiteátrica del Centro de Investigaciones». De la presidencia del Banco Consolidado llaman a Tomás Lugo para que se encargue de unos espacios que no sabían cómo usar. El grupo presidido por Álvarez Stelling acababa de comprar la torre a Salomón Cohen, quien la había concebido para oficinas con depósitos en el sótano. Posteriormente se hizo un proyecto para colocar las bóvedas del banco en parte de esa zona, pero Stelling decidió que allí se construiría una zona cultural: «Hice el proyecto con muchas dificultades a mediados de los ochenta. Después del Museo de Arte Contemporáneo y del Teatro Teresa Carreño fue mi primer trabajo, en un espacio vacío para usos culturales. El diseño contempló las dos salas del teatro y una zona para exposiciones con acústica arquitectónica y electroacústica. Por esa misma época comencé las conversaciones con el maestro José Antonio Abreu para el anteproyecto del Centro Nacional de Acción Social para la Música».

Trabajar en un escenario creado por el arquitecto Tomás Lugo debe ser para un artista como estar sobre una nube en la tierra: aislado del ruido exterior, con iluminación, acústica y temperatura apropiada, condiciones ideales para comenzar el espectáculo y ganarse la simpatía del público.

La experiencia y el aprendizaje acumulados le permiten hoy decir que hay dos alternativas para levantar un auditorio y manejar con éxito sus detalles constructivos. La primera, contratar unos diez especialistas, que en Venezuela los hay. «La segunda —lo explica sin ánimo de promocionarse— es contratando mis servicios. Yo puedo hacer todo el proyecto: arquitectura, instalaciones eléctricas y sanitarias; control de ruido y vibraciones, mecánica teatral, iluminación profesional, sonido y sistemas de intercomunicación».

«Gracias a Pancho Salazar soy arquitecto» La inauguración del campo petrolero de San Tomé obligó a la Creole a trasladar parte de su personal médico radicado en Maracaibo a este pueblo del estado Anzoátegui. En el grupo venía el padre de Lugo, de profesión bioanalista, militante activo de Acción Democrática y amigo de líderes como Canache Mata y Jaime Lusinchi. La política y el petróleo se entrecruzan para alterar el destino del futuro arquitecto, nacido en 1943 en el hospital del campo, donde la mayoría de las enfermeras eran gringas. El golpe de Estado del 48 contra Rómulo Gallegos lleva al padre a la cárcel, pero gracias a la Creole es liberado con la condición de regresar junto con su familia a Maracaibo. De paso por Caracas el señor Lugo visita a su hermano y éste lo convence para que se radique en la capital, primero en Pagüita, luego en La Candelaria y por último en San Bernandino, muy cerca de donde el arquitecto tiene actualmente su empresa Tomás Lugo Diseños, Arquitectos & Consultores. Culmina el bachillerato en el Liceo Andrés Bello: «Mi inquietud por la arquitectura surgió en las clases de Educación Artística dictadas por una hija de Rafael Monasterios. Allí quedé prendado». En 1962, con 17 años, Lugo entra en la Facultad de Arquitectura de la UCV. De esa época recuerda a Ramón González Almeida, arquitecto uruguayo que fue una especie de guía a lo


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Tomás Lugo

y sus circunstancias Por José Luis Briceño


14 largo de su carrera. Trabajó como estudiante con Fruto Vivas y Rodríguez Viso: «Perdí unos semestres pero aprendí a proyectar». Recién graduado y por presión de González Almeida, concursa para dar clases en la facultad, donde permanece durante un par de semestres. También recuerda que en el primer semestre de la carrera tuvo dificultades con la materia de Diseño, que en ese tiempo se llamaba Composición Arquitectónica: «Pasé en la raya». En el segundo semestre el profesor y pintor Pancho Salazar, viendo la situación, se le acercó y le recomendó el libro Arte plástico y arte plástico puro de Piet Mondrian, de donde extrajo una bibliografía que consultaba en la Biblioteca Clasificada de la UCV. «Diariamente y durante seis meses, me puse a estudiar de 7:00 a 11:00 pm. Aprendí lo que es la teoría de la arquitectura y más nunca tuve problemas. Gracias a ese librito y a Pancho Salazar yo soy arquitecto». En 1967 se gradúa como número uno en su promoción.

La escuela de Parque Central A finales de la década de los sesenta el Centro Simón Bolívar, C.A. (CSB) decide expropiar un terreno ubicado en El Conde para la construcción de un proyecto urbanístico. El precio promedio del barril de petróleo estaba por debajo de los 3 dólares. Como no había recursos para la obra, la institución pide prestado con el fin de indemnizar a los propietarios, en su mayoría dueños de casas pequeñas, y solicita al ingeniero Enrique Delfino, presidente de la firma Depreca, una cotización que le permita desarrollar la propuesta, cancelar la deuda y obtener un superávit con la venta de las viviendas, las oficinas y los locales comerciales. Utilizando el terreno como garantía, Delfino logra obtener un crédito con Deltex, una financiadora de las islas Bermudas. Después de terminar su primer trabajo, el Centro Educativo La Colina en Barquisimeto, el arquitecto Lugo decide visitar a sus profesores de la UCV en Caracas, quienes lo invitan a trabajar en Siso, Shaw y Asociados, empresa contactada por Delfino para desarrollar Parque Central. «Tenía 27 años. Allí me desempeñé como Jefe de Proyecto y compartí la experiencia con profesores que me dieron clases, ingenieros veteranos como Mario Paparoni y Sergio Loma, los mejores del momento». Para cumplir con las expectativas del proyecto hubo que verticalizar, primero los edificios de viviendas y después las torres: «Hicimos los ensayos de estructura en Lisboa con las nuevas ordenanzas aprobadas después del terremoto de Caracas, porque aquí no existía esa posibilidad para edificios de ese tamaño. Viajé cinco veces a esa ciudad para resolver cambios como el tamaño de columnas y otros detalles. Aprendí muchísimo, fue como una segunda escuela». La verticalización de los edificios dejó un amplio espacio para áreas comunes donde se establecieron museos, salas de conferencias, teatro, cines, áreas deportivas y comerciales. Concluida la obra, el CSB invita a Sofía Imber para formar lo que sería una sala de exposiciones. También llaman a los proyectistas y le encargan a Tomás Lugo las dos primeras etapas de lo que hoy es el Museo


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Centro Nacional de Acción Social para la Música Fotografía Julio Osorio, cortesía PNUD Página anterior

Auditorio, BOD-Corp Banca, Caracas Fotografías cortesía Centro Cultural BOD-Corp Banca Página 12 y 13

Teatro Teresa Carreño Fotografía Tomás Pérez Calderón


16 de Arte Contemporáneo de Caracas, uno de los pocos en el mundo ubicado dentro de un desarrollo construido: «Participé en casi todos sus detalles y en el diseño de la sala principal y las que se hicieron después. Abajo desarrollé el área de oficinas, dirección general y taller. El financiamiento, la administración y el desarrollo de la obra lo manejó Depreca y Viso Shaw. Todo eso se canceló con la venta de las viviendas, locales comerciales y de oficinas». Muchas veces los proyectos toman caminos distintos a los soñados por los arquitectos. La decadencia de Parque Central comenzó con la adjudicación de los espacios de las torres, concebidos para oficinas privadas, a los ministerios, con lo cual desapareció una fuente importante de ingresos y se creó otra de endeudamiento permanente para el CSB, que debió asumir el mantenimiento de las torres sin recibir contraprestación alguna. La administración del condominio nunca se entregó a los propietarios y los recursos recaudados a menudo tomaron otros rumbos ajenos a su destino original. El deterioro de los ascensores, estacionamientos y otras áreas comunes se hizo permanente y se impuso el vandalismo. Poco quedó de aquel equipo de técnicos y profesionales de los años setenta tan alabado por Lugo. Como en una novela de Stephen King, el sueño de los arquitectos se transformó en pesadilla el mes de noviembre del año 2004, cuando un incendio destruyó la Torre Este. Quizás algún día Parque Central recupere algo del esplendor vivido por sus habitantes en los años setenta y ochenta, pero ése es un capítulo que está por escribirse.

Obras larguísimas Estantes repletos de carpetas con planos, historia descriptiva y otros detalles de obras como Parque Central y el Museo de Arte Contemporáneo ocupan buena parte de la planta baja de la casa del arquitecto. En una de las columnas un diploma recuerda que Dietrish Kunckel, Jesús Sandoval y Tomás Lugo ganaron en junio

de 1971 el concurso para la construcción de la Sala de Conciertos y sede de la Orquesta Sinfónica de Venezuela, hoy conocido como Teatro Teresa Carreño. Lugo participó en la supervisión del complejo de 70.000 m2 y coordinó todos los detalles de la Sala Ríos Reina: «Al principio fue una obra de trascendencia nacional pero luego adquirió una dimensión mundial que no esperaba y que lógicamente me ha resultado muy satisfactoria. La arquitectura o la remodelación de espacios culturales generalmente requiere procesos de obra larguísimos; en el caso del Teresa Carreño, comenzamos con el presidente Caldera, pasamos por Pérez y entregamos con Luis Herrera». En el Aula Magna de la Universidad de Carabobo, por ejemplo, una obra mucho mayor que la del Teresa Carreño en cuanto al número de salas, equipos y áreas públicas, pero financiada por la Asociación de Egresados de la Universidad, se repite el síntoma de una enfermedad que se ha vuelto crónica: «La obra quedó inconclusa y me contrataron para que la terminara junto con las instalaciones y los innumerables detalles. Tengo diez años en eso y sigo trabajando sujeto a los vaivenes del presupuesto y a una contratación por etapas que se da cuando reúnen los fondos». La sede del Centro de Acción Social para la Música (CASPM), iniciada a mediados de los ochenta, es una de las pocas obras diseñadas desde el principio por Tomás Lugo que no obstante se ve obligado a dejar incompleta: «Desde mi punto de vista no está terminada y le faltan detalles constructivos y de equipamiento en la Sala Simón Bolívar y en la Fedora Alemán, que no están resueltos. Hay muchas obras en el papel que no se han ejecutado y que están creando problemas». Con dignidad y sobriedad, Tomás Lugo asume esta paradójica y triste circunstancia generada por las famosas listas Tascón y Maisanta. Una más que le ha tocado vivir a este creador de gran parte de los escenarios culturales de los últimos cincuenta años.

Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez. Fotografía: Fernando Bracho



Arquitectos de ahora

ALEJANDRO

HAIEK Por Rosa Boh贸rquez


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Un padre ingeniero civil que siempre trabajó en proyectos de vivienda social, aunado a la influencia de la Unidad Docente 9 (UCV) y de allí especialmente la del profesor Harry Frontado , el Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción (IDEC) y el Laboratorio de Habilidad Espacial, socavaron la estructura académica y tradicional del director y fundador del Lab.Pro.Fab y le permitieron innovar en la arquitectura venezolana y latinoamericana.

Lo social como meta, lo empresarial como vía, el conocimiento como condición


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La oficina de Alejandro Haiek, Lab.Pro.Fab., es un lugar de pensamiento y resolución. Acuciosos y generalmente precoces, los proyectos que se emprenden allí resultan en una mezcla de utopía y realidad, pues a la búsqueda de soluciones se añaden elementos que pocas firmas de arquitectura están dispuestas a sobrellevar, como aplaudir la participación de la comunidad, buscar la accesibilidad de los materiales y por tanto la disminución de los costos y suscitar el beneficio ambiental y cultural. Empresa o fundación, según lo requiera la circunstancia, su Laboratorio se ha convertido en un ámbito reconocido tanto en el país como en el extranjero, premiado por la Bienal de Arquitectura de Quito (2010) y el Festival Internacional de Arquitectura en Barcelona Eme3 (2011) por su proyecto Tiuna El Fuerte, que se basa en la ecología de los materiales y el reciclaje. «Eleanna Cadalso, artista y diseñadora industrial, y yo, fundamos el Laboratorio en 1996 como un espacio subterráneo y de subversión urbana», explica el arquitecto, quien es Magister Scientiarum Mención Honorífica en Diseño Arquitectónico egresado de la Universidad Central de Venezuela. Haiek dirige su oficina bajo tres estructuras que definen sus intereses y compromisos: el brazo empresarial, que involucra clientes, costos internos y ganancias; el segmento experimental, donde se desarrollan las investigaciones asociadas al ambiente, nuevos medios y materiales, y la rama de docencia, que impulsa proyectos experimentales como los talleres de fabricación que se ofrecen desde hace casi diez años en universidades nacionales como Universidad de Oriente, Universidad del Zulia, Universidad Simón Bolívar y facultades de arquitectura en Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador y México. Las tres estructuras son prácticas y apuntan a la construcción, «incluso los ejercicios docentes exploran las técnicas y se vuelven sub-investigaciones», de manera que las tres alas dejan un dividendo invaluable.

Eficiencia constructiva y oportunidades de acción En el trabajo de Alejandro Haiek se aprecian dos líneas muy diferenciadas pero ambas cimentadas en el mismo concepto, efi-

ciencia constructiva y eficiencia estructural: «Hay una mirada dirigida al manejo de la industria, las oportunidades y los métodos, y hacia las tecnologías o las técnicas que pueden ser utilizadas en Venezuela para darle una vuelta a la forma de hacer arquitectura; lo interesante es que hay una línea de búsqueda de edificios complejos, basada en sistemas tecnológicos y en lógicas programáticas, y otra línea que utiliza el aprendizaje de esos sistemas constructivos y esa eficiencia tecnológica para insertarla en contextos precarios y situaciones de desbalance y accidente urbano. Es decir, damos una mirada hacia la eficiencia constructiva en contextos que están mucho más degradados y tienen menos capacidad de desarrollo». Para definir ambas líneas el arquitecto menciona seis de sus proyectos diseñados para la ciudad de Caracas y los describe: «La nueva sede del Seniat en la Plaza Morelos (Bellas Artes) está hecha con componentes constructivos y es un edificio absolutamente prefabricado, en cuyo ensamblaje participó una empresa de Maracaibo que se especializaba en el sector petrolero y que derivó en industria de la construcción. Para ello emplearon una tecnología muy compleja pero muy eficiente». En sus proyectos destaca el uso de reportes precisos que permiten ensamblar de manera rápida y limpia: «El Loft Samarino de células experimentales domésticas (Chacao), es un edificio hecho con un sistema centralizado de servicios y está flotando con el mínimo de apoyos estructurales para liberar el perímetro de cada apartamento. Las células están ensambladas o ancladas en esa estructura central y perimetralmente tensadas por tuberías petroleras. Ésta es una invención de pequeños sistemas tecnológicos que pueden sobrellevar la complejidad, digamos, social, y entender cómo las carencias de material o las restricciones en algún campo industrial se pueden volver oportunidades». El Laboratorio lucha contra la parálisis de la producción nacional y abre espacios para la innovación: «Buscamos cosas que no estén concebidas como tales en la industria de la repetición, y ahí es donde está la investigación». Otro edificio que ejemplifica


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esta búsqueda de soluciones es la Torre Premiun 355 (Las Mercedes), una obra energética y autómata de oficinas, comercios y paseo público que también estará fabricada por una empresa metalmecánica: «Es como hacer un edificio enumerado, con una nomenclatura de ensamblaje traída al país en containers. Es construcción en seco, no genera desperdicios, se acortan los tiempos de fabricación, mientras se está armando el sistema de núcleo rígido, las piezas se van haciendo en el taller y en cuanto llegan, se ensamblan. Eso genera menos distorsión en la dinámica urbana».

El conocimiento como recurso social El 2011 Alejandro Haiek recibió el Premio Nacional de Cultura en la categoría Arquitectura por su proyecto Núcleo Endógeno Cultural Tiuna El Fuerte (parroquia El Valle), valorado como modelo de microurbanismo sustentable. «Era un estacionamiento abandonado y la gente se lo apropió para hacer una toma cultural y consolidar programas de atención a jóvenes en situación de riesgo». La obra expone los elementos de la segunda línea de trabajo desarrollada por el arquitecto, de la cual comenta: «De los ejemplos arquitectónicos anteriores, basados en la exploración tecnológica y de sistemas, se derivan aprendizajes y oportunidades que aplicamos a contextos donde hay necesidad de esas infraestructuras estructurales». A Haiek le preocupan esos espacios que la ciudad del progreso dejó en herencia a los habitantes del nuevo siglo, lugares que se esconden entre las autopistas, como ocurre en El Valle: «Generan una cierta inconsistencia, no están definidos, no están normados y nos parece que ahí hay oportunidades para reajustar las tecnologías, mixturarlas con métodos locales, para hacer prácticas mestizas de construcción». Lo que rescata el arquitecto es la oportunidad de aplicar los conocimientos en el diseño de espacios que son utilizados por la comunidad de manera improvisada canchas, aforos, caminerías , de manera que esos lugares no renuncien al diseño arquitectónico por lo alto de sus costos. «De ahí, de ese compromiso,

Núcleo Endógeno Cultural Tiuna El Fuerte, El Valle, Caracas Páginas anteriores

Proyecto para la nueva plaza Bolívar, El Valle, Caracas


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Morelos, Caracas Torre Premiun 355, Las Mercedes, Caracas Loft San Marino, Chacao, Caracas Plaza Teatro Maca, Petare, Caracas

ha habido amarillismo en lo social. Hay un manejo asistencialista y nos « Siempre que el rol del arquitecto ya no es más el de la persona que diseña a distancia,


23 vienen obras como la Plaza Teatro Maca (Petare), donde la comunidad tiene un programa de espacios públicos muy interesante en el cual pudimos participar. Éste es también un accidente urbano entre dos vías de la calle que la gente utilizaba para eventos culturales y como cancha deportiva. Dimos una infraestructura a esas dinámicas que ya ocurrían, consolidamos una tarima y ciento veinte puestos para espectadores, con bancos perimetrales y una cantidad de objetos lúdicos para los chicos. Hicimos una cancha normada respetando sus medidas, con un tablero que se dobla hacia adentro de la calle y hacia afuera para dejar pasar el transporte público». También el proyecto de la nueva plaza Bolívar de la parroquia El Valle es un ejemplo del mestizaje de construcción que defiende Haiek: «Éste es otro programa que trabajamos a partir de la intención de renovar espacios abandonados, precarizados y tercerizados. Y es una muestra de cómo nuestra sociedad se está organizando para gestionar sus propias áreas, como debe ser. Aún hay temas complejos como el manejo del presupuesto y las contratistas; éste es un sistema que eventualmente hay que repensar. Nosotros sólo ofrecimos nuestra experiencia, aportamos año y medio de gestión social, de trabajo con la comunidad, aprendiendo y sabiendo cuál era su demanda, tratando de llevar eso a unos diagramas y a unas estructuras». Dado que los proyectos con las comunidades involucran la mano de obra local, en ellos se combinan distintos saberes que suponen un intercambio entre quienes ejercen los oficios herreros, artesanos y quienes diseñan y planifican arquitectos,

ingenieros, además de las personas que ofrecen materiales y máquinas. Haiek explica que se establece una relación tan creativa en estos modos de producción que en su Laboratorio han repensado las metodologías de trabajo: «Los detalles ahora se hacen crudos, con el mínimo desgaste y eso se discute con los maestros para encontrar un modo de fabricarlos según las posibilidades de costo y de existencia. Buscamos al italiano de la esquina, por ejemplo, a ver si tiene una dobladora de cabillas. Nos dicen cómo trabajar de modo eficiente y eso transforma las dinámicas». También la comunidad se nutre con los conocimientos que llegan: «Ellos han construido las platabandas de sus casas con los mismos detalles de las escaleras que hacemos, son tecnologías que se infiltran en el barrio, de manera que se produce una transferencia de conocimientos. Los sistemas de drenaje que se hicieron en las plazas son tanquillas prefabricadas y hemos visto que las usan en otras partes del municipio Libertador, como es el caso de la plaza Diego Ibarra. Esas tecnologías se vuelven prototipo. Los bancos también empezarán a ser objetos replicables y eso podría solucionar el asunto de los espacios públicos, si de verdad hay la voluntad. Claro, para nosotros es un reto sistematizar las ideas y hacerlas evidentes y transparentes, hacerlas universales, donarlas, simplemente hacerlas abiertas. Nos han dicho muchas veces que patentemos la tecnología de los containers, pero no nos parece que va por ahí… más bien queremos que las comunidades aprendan no solamente los sistemas constructivos sino cómo gestionar sus propios espacios».

parece que éste tiene que ser un trabajo en el que todos participemos, con una mirada a tres mil metros de las manchas

»


24 Se nos puede tildar de ilusos o idealistas, ingenuos o irrealistas, mas nuestra concepción del rol de la arquitectura en el desarrollo de la realidad social es aquella según la cual el bien colectivo prevalece ante el personal y el servicio al «hombre», en su concepción humana, se entiende como la razón de oficio del quehacer cotidiano de quienes dedican su vida al desarrollo de esta disciplina. Desde el punto de vista no dogmático esta aseveración puede tener varias interpretaciones. La inversión de los intereses colectivos y personales podría derivar en diversas acepciones que al final llegan al mismo punto, el inminente peligro del ego individual que manipula al colectivo para cumplir con sus fines personales. Mucho podemos hablar o reflexionar sobre la arquitectura o sobre cómo las últimas dos décadas de singularidad arquitectónica han rendido sus frutos en el mundo contemporáneo que conocemos. Mucho podemos discutir sobre el rol de la arquitectura o sobre el latente ego de nuestro gremio ante la reciente transformación económica y política de la realidad mundial, pero quisiéramos comentar simplemente tres acercamientos a tres tipos distintos de arquitectura que tienen la gran virtud de invitar a múltiples reflexiones que nos ayudan a ubicar nuestro rol de oficio ante una realidad local y global cambiante, así como también ante múltiples retos y responsabilidades.

I. El efecto Bilbao termina en el Circo de Alcorcón El mundo se ve inmerso ante una de las crisis financieras más grandes de nuestra historia. Con indignación surgen críticas y acusaciones al sector financiero, al político y al empresarial. Se tejen cientos de matrices de opinión y teorías de conspiración. Se vislumbran derrumbes de monedas, de uniones políticas, de alianzas económicas. Se siembra la tragedia social de la próxima década, se lanza a miles de familias a la calle, se demuelen urbanizaciones enteras que no tienen cabida en el mercado

inmobiliario, se cuestionan sistemas políticos enteros y se anuncian muertes de teorías económicas. El mundo está convulsionado y el ciudadano de la calle, en su estupefacción, aún espera recuperarse de su asombro para exigir responsables ante el tsunami que le ha pasado por encima. La realidad después de la fiesta nos presenta decenas de miles de metros cuadrados de nueva y singular arquitectura por un monto superior a los seis mil millones de euros sólo en España; metros cuadrados contenidos en edificios vacíos recién construidos, altamente publicados, inacabados y en su mayoría a todas luces innecesarios. Si la eclosión de la arquitectura pública europea y la complicidad de los arquitectos en el desarrollo de ciudades quedan ejemplificados en el llamado efecto Bilbao, que despertó el interés del hombre político en obras que no comprendía pero que se mercadeaban muy bien, el invierno gélido del abuso del ego arquitectónico termina en el efecto Alcorcón, una localidad española situada al lado de Madrid con ciento setenta mil habitantes, que cuenta con una «ciudad del circo» de más de ciento veinte millones de euros, cuyos vecinos, hasta más allá de su cuarta descendencia, deben pagar con sus impuestos hipotecando seguridad social y tranquilidad económica. Una gestión tan arquitectónica como política, que culminó dramáticamente en una «payasada». Valdría la pena preguntarse si los profesionales del área nos hemos jugado la ética en el desarrollo de faraónicos aeropuertos en ciudades de diez mil habitantes donde viajan menos de nueve pasajeros por día, en palacios de congresos de cientos de millones de euros, en ciudades de decenas de miles de personas, en maravillosos edificios que triplican o cuadruplican su presupuesto inicial y que parecen servir más a las editoriales que los difunden por el mundo como estampitas coleccionables que a los vecinos de la cuadra inmediata; en infraestructuras de transporte insostenibles e impagables y en construcciones

d-efecto

EL


25 para administraciones públicas que se adaptan más al bolsillo de quien las encargó y al ego de quien las diseñó, que a la población a quien supuestamente deben servir. ¿Es que acaso hay un dilema ético en la participación que hemos tenido en la debacle? ¿Alguien podría sugerir que los intereses de nuestro ego arquitectónico han prevalecido por sobre el interés colectivo de personas, ciudades y naciones? ¿Podríamos hablar de complicidad gremial, de irresponsabilidad?

ponen ante lo colectivo. Sería prudente preguntarse de nuevo sobre la posición que hemos jugado los arquitectos en esta oportunidad y sobre la responsabilidad ante acciones que trascienden mas allá de la vida de sus autores. ¿Sería posible cuestionar la necesidad de invertir más de cien millones de dólares en una obra cargada de simbología pero carente de soluciones para una sociedad plagada de problemas? ¿Es posible que el ego arquitectónico se haya unido al ego político?

II. El Mausoleo como necesidad impuesta

III. La pobreza como espectáculo: La Torre de… Babel

Venezuela ha vivido uno de los procesos políticos más difíciles de los últimos cincuenta años. Nos despertamos día a día en un país que busca desesperadamente su identidad y donde la verdad pareciera estar sujeta a la voz que la pronuncia. Vivimos un proceso de símbolos que se enarbolan, de discursos que avivan la sangre nacional y discusiones constantes ante el futuro posible. En este mar de noticias, de debates y hasta de enfrentamientos, se ha ido erigiendo en el oeste de Caracas uno de los símbolos más fehacientes de nuestra venezolanidad: el Mausoleo del Libertador Simón Bolívar. Sobre este tema y en una realidad como la que vivimos, surge inevitablemente la crítica ante el hecho arquitectónico y ante las resoluciones que llevaron a la selección de sus autores; surgen dudas sobre el presupuesto planificado para una obra de su tipo, sobre la necesidad o pertinencia de la decisión y hasta se llega al triste pero comprensible extremo de poner en tela de juicio la respetabilidad de su creador. Podríamos entender entonces el mausoleo como una arquitectura que a la vista de algunos pudiera exponerse ante la discusión ética; su cercanía a factores económicos, políticos o ideológicos, necesariamente la acompañan por las condiciones del país que la vieron nacer, contraponiendo a lo que pudiese interpretarse como determinaciones individuales que se sobre-

La arquitectura es un producto reconocido de consumo masivo. La arquitectura europea, asiática y estadounidense ha sabido aprovechar un segmento muy relevante del mercado global. El ego arquitectónico se sienta a la mesa de las editoriales que difunden nuestro trabajo a nivel internacional junto a la industria tecnológica, constructiva y de insumos que hacen posibles las maravillas que la nueva práctica es capaz de producir. Las escuelas especializadas explotan un mercado de formación notable y rentable que alimenta la mesa y entre todos creamos reconocimientos, premios y bienales que fomentan el interés por el mercadeo de la arquitectura singular en el mundo. El resurgimiento económico de América Latina, aunado a la crisis que sufre el primer mundo, estructura un nuevo ángulo en el mercado internacional; América Latina invierte en infraestructura y el negocio que deriva de este reciente resurgimiento despierta diversos intereses en una industria que ve la salvación a una recesión impuesta por la ausencia de inversiones. ¡América Latina entonces está de moda!, con sus contradicciones, sus contrastes y sus particularidades; pareciera que construir un edificio singular junto a una barriada pasa a ser un veloz hecho mediático que rinde réditos a sus creadores y exponer nuestra miseria, una llave para despertar la atención externa. Mostrar a nuestros hermanos en situación de pobreza en

forma

DE LA

Por Farid Chacón y Francisco Mustieles


26 una postal nos hace más importantes y particulares que producir soluciones para mejorar la vida en nuestro país. Exponer lo que no está bien para mercadear pobreza en el primer mundo al parecer está de moda en este singular mercado arquitectónico internacional. En este orden de ideas cabe mencionar nuestra comentada participación en la reciente Bienal de Venecia. Con la Torre de David un grupo de arquitectos venezolanos presenta un proyecto que refleja una realidad con la gran virtud de lograr que nos veamos las caras, nos reconozcamos como el tipo de profesionales que somos y se dé inicio a una crítica y discusión sobre el rol de la arquitectura y los arquitectos en la sociedad que vivimos. Una propuesta diseñada para vender singularidad en un primer mundo cansado, desgastado y aburrido de ideas, donde la espontaneidad manipulada de la pobreza deslumbra de forma simpática ante el descalabro del entendido desarrollo. Se pudiera comprender que la arquitectura continúa sentándose a la mesa ahora con el status quo, con los medios de difusión internacional y con algo que algunos pueden catalogar como mercadeo de la pobreza, de la miseria y la exaltación de nuestro peor reflejo, muy bien empaquetado con matices ideológicos y presentado en el mejor envoltorio de arquitectura ingenua que hayamos visto antes. ¿Habría entonces que dejar cabida a que alguien pudiese pensar que esta manipulación es una bofetada del ego arquitectónico a la realidad de más de setecientas familias que sobreviven en el nuevo símbolo erigido? ¿Existe la posibilidad de que en este caso el consumo de masas esté por encima de la ética? ¿Es un absurdo la indignación general que se despierta ante este hecho? ¿Qué premian entonces las bienales? ¿Habrá llegado el momento de discutir públicamente qué es lo que debe representar a todo un país ante el mundo? ¿Es la propuesta presentada por Venezuela defendible?

IV. El rey está desnudo (Valdemaqueda, España, septiembre de 2012) ─Alcalde, ¿qué es eso que tienes ahí? ─¿...El ayuntamiento? ─¡Ah, esa cosa! ─¡Tiene premios, presidenta!, tiene premios de arquitectura. (Risas) ─La única ventaja de la crisis… es que se acabó… Yo no he visto nada tan feo. ─¿No te gusta? ─¿Cómo me va a gustar?, ¡en lo recóndito de una plaza como ésta! ─Pues ésos son los arquitectos de la comunidad… ─¡Ya! Es que habría que matarlos… ─Y les dan…, les dan premios… ─¿Tú sabes por qué habría que poner pena de muerte? Me caen mal los arquitectos porque sus crímenes perduran más allá de su propia vida… Se ha muerto y ahí nos dejan esto…

No hay nada que justifique las desatinadas palabras de esta mujer política española en esa visita a Valdemaqueda, aunque este diálogo nos hace pensar si no somos todos susceptibles a la indignación de nuestra propia Esperanza Aguirre, que se manifiesta en un grito desde la plaza enunciando que «el rey está desnudo». Hay cosas muy claras; nuestras equivocaciones tienen consecuencias públicas, nuestros caprichos son financiados en colectivo y nuestro ego es masticado de forma plural, y es por esto por lo que, nos guste o no Esperanza, habría que reflexionar sobre si hay algo de razón en sus palabras, si los premios o bienales son la antesala del patíbulo o si cambiamos las palabras de Aguirre por la esperanza en el futuro ético y responsable de una profesión que construya para los intereses colectivos, que defienda el bien común y conjugue su trabajo más que en singular, en primera persona del plural. El mundo desarrollado nos ha bombardeado con «espejismos arquitectónicos», nuestros arquitectos han sido formados mirando hacia un modelo muy mediático, hemos consumido y devorado la arquitectura del nuevo milenio mientras las sociedades que admiramos manifiestan su indigestión. América Latina está en la mira del mundo por su despertar, pero corremos el peligro de vender nuestra singularidad como iconicidad que nos abra la puerta a ese contexto mediático global agotado en ideas y despreocupado ante la realidad social y económica latente. «(…) me caen mal los arquitectos (…)» manifestaba Esperanza Aguirre desde una plaza de Huesca. En América Latina abundan las plazas y no tarda la voz de alguien que nos diga la verdad que tanto tememos escuchar.



Carne y piedra

テ」ila, que entre edificios te veas

La avenida Miguel テ]gel de Colinas de Bello Monte

Texto y fotografテュa Josテゥ Carvajal


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I Me siento en el banco de metal y se me incrusta el escudo del municipio Baruta en la espalda. Detrás de mí está el Registro Subalterno. No espero el metrobús, pero me gusta la vista desde este punto: entre los edificios Guadalupe y San Martín se abre un boquete hacia El Ávila, fragmento en el que aparecen el hotel Humboldt al fondo y bastante más cerca la cresta de algunos edificios al otro lado del río. Me pongo de pie y camino por la avenida Miguel Ángel. Desde la acera sur surgen varias imágenes del cerro enmarcadas entre edificios. Entre el San Martín y el Julio César. Entre el Julio César y el Sele. Unas tienen ondeantes sábanas de colores, blue jeans, franelas. Otras, la espalda descolorida de las vallas publicitarias que ofrecen villas y castillos a los que se mueven lentamente por el segundo piso de la autopista Francisco Fajardo. Son texturas que se anteponen como layers a la gran masa verde del fondo, desde acá, lejana y opaca. Entonces sonrío. Me reconforta la idea de ver el cerro recortado por jirones, como telón de fondo de esta «pequeña gran arquitectura». Me gusta que sea apenas escenografía para esta intensa y a la vez apacible vida cotidiana callejera, que no protagoniza ni fagocita las miradas. Un backing. Estoy peleado con esa admiración melosa que hace del Ávila nuestra mejor arquitectura. Me resulta demasiado sospechoso que lo que más valoramos los habitantes de Caracas sea lo que no hemos construido. Por eso me gusta tanto verlo así, constreñido al intersticio de estos nobles edificios, plantados más cerca de su alter ego, el Guaire. Condenado a su condición de abrumador accidente geográfico. Me gusta mucho más este Ávila por trocitos mientras disfruto de esta arquitectura de caobos sembrados a lo largo de la avenida, algunos desaparecidos por la voracidad de quienes convierten ilegalmente los retiros de los edificios en estacionamientos. Un paisaje plenamente urbano, con una escala perfecta.

II La Miguel Ángel es una avenida breve, pero contundente. Celebrarla es posible sólo desde el andar. Los puntiagudos balcones del Licterio. El carácter trasatlántico del Oberon, encallado entre la Miguel Ángel y la Cervantes. La fachada ilusionista del La Paz, que simula el quiebre de las placas hundidas hacia el centro, el juego triangular de sus ventanas. Las líneas que dibujan el Mendi Eder y el Ereaga, lamentablemente discontinuas por sus balcones saqueados e intervenidos con rejas de todo tipo. De ella se derivan calles, algunas ciegas, que contienen otras piezas singulares, que evidencian haber sido vividas, que no son esa arquitectura impoluta hecha para un aséptico render o un click: no hay manera de fotografiar esos edificios sin que haya movimiento dentro o fuera de ellos, sin que los invada el uso cotidiano de la gente. No son objetos, laboriosas maquetas, sino «situaciones». Al menos de día, sus plantas bajas llenas de comercios y caprichosas imágenes como esa vitrina roja del Julio César, exenta, con un medio maniquí que exhibe un liqui liqui –beige eterno– generan esa imposibilidad de atrapar el momento cero de la arquitectura.

En apenas tres cuadras hay restaurantes, cervecerías, peluquerías, licorerías, farmacias, ferreterías, panaderías, pastelerías, loterías, joyerías, banco, abasto, carnicería, centros de copiado, papelerías, sastrerías, servicios técnicos, internet, ropa, regalos, empanadas. Las caucheras, los electroautos, las ventas de motos y autoperiquitos también le suman mucha actividad, pero esta vez agregando la presión voraz de los vehículos. Hay terrazas espectaculares, como las de Residencias Flavia y el edificio San Carlos, que se elevan y marcan el inicio de la avenida. Pero también las del Mendi Eder, espacio de recreo extramuros de los estudiantes del Promesas Patrias. Y la de la panadería Espiga Deli, con sus mesas siempre repletas de gente. Hay edificios que de tantos años lucen borrosos, pero sin duda son dignos ejemplares del conjunto, como el Fonte D’Amore o el Nerone, con una terraza elevada que merece mejor suerte que una venta de motos. Una arquitectura que genera diálogo y «hace» la calle. Una arquitectura que, salvo excepciones, no ha sucumbido a la paranoia de las rejas, que permite tener la certeza de una ciudad más allá de su ámbito, entre el río y la montaña, y que tiene otra virtud, mermada con el tiempo: la permeabilidad. El vacío «atravesable», el pasaje. El Oberon –al lado del Ribot, otra pieza singular de esta vía– lo permite hacia la calle Cervantes. El Mar Caribe, a través de sus sótanos, hacia la avenida Principal de Bello Monte. Al lado del acceso de este último hay además una minúscula plaza con bancos entre macetas. Un gesto de verde hospitalidad que vale tanto como el Gran Tótem.

Ciudad menos arquitectura Una vez Manuel Delgado Ruiz, antropólogo catalán, soltó en un auditorio en el que abundaban arquitectos y urbanistas esta provocación: «Lo urbano es la ciudad menos la arquitectura». Tal frase daría para interminables disertaciones, pero la idea que interesa destacar y que andará siempre zigzagueando entre estas líneas es: las dinámicas urbanas están en permanente tensión con la arquitectura. La referencia no es a las grandes dinámicas que analizan con mirada cenital sobre el mapa algunos planificadores urbanos, sino a las de los lugares concretos: esquinas, retiros, intersticios. La vida urbana cotidiana, la de los diálogos, las situaciones, las interacciones. La del andar a pie. Una tensión que no sólo es enfrentamiento con la ciudad construida o en construcción, si no también una forma de mirar la ciudad desde adentro, donde la arquitectura tiene su peso específico.




Arquitectura internacional Por José Luis Briceño

China se llevóel Vertical Courtyard Apartments, 2002-2007 Hangzhou, China Fotografía: Lu Wenyu, cortesía Amateur Architecture Studio

Ceramic House, 2003-2006 Jinhua, China Fotografía: Lv Hengzhong, cortesía Amateur Architecture Studio

El arquitecto chino Wang Shu, de cuarenta y ocho años de edad, recibió en Beijin el premio Pritzker de Arquitectura 2012, consistente en 100 mil dólares y una medalla de bronce con la inscripción latina en su reverso: Firmitas, Utilitas, Venustas («Firmeza, utilidad y belleza»), lema de Vitrubio, considerado uno de los padres de la arquitectura. El carácter artesanal y su respeto por el medio ambiente lo hicieron merecedor de este galardón que honra a arquitectos en vida cuya obra demuestre una combinación de talento y compromiso. El trabajo de Shu está más allá del debate acerca de si la arquitectura en China, nación en pleno proceso de urbanización, debe anclarse en el pasado o mirar solamente al futuro: «Su arquitectura trasciende en el tiempo porque está profundamente arraigada en su contexto y es universal», dijo el presidente del jurado, Lord Palumbo. Wang Shu nace el 4 de noviembre de 1963 en Urumqi, una ciudad de Xinjiang, la provincia más occidental del país. En 1985 se gradúa de arquitecto en el Instituto de Tecnología Nanjing Nan, donde tres años más tarde culmina su maestría. La mayor parte de su trabajo lo ha realizado en Hangzhou, a 170 kilómetros al suroeste de Shanghai, donde desde 1997 dirige junto a su esposa Lu Wenyu el Estudio de Arquitectura Amateur: «Lo bauticé con ese nombre para destacar la parte espontánea y experimental de mi trabajo, que se opone a lo oficial y monumental». Durante muchos años se involucra en obras que le permiten aprender métodos domésticos de construcción que a su vez enriquece con técnicas experimentales; esto le sirve de plataforma para definir los proyectos de su empresa: «Yo siempre me veo como un arquitecto aficionado, por lo que es una enorme y agradable sorpresa recibir el Pritzker de Arquitectura», dijo en el acto de premiación. En 2011 Shu se convierte en el primer chino Kenzo Tange –profesor visitante– en la Escuela de Diseño de Harvard para Graduados. En la actualidad es profesor y director de la Escuela de Arquitectura de la Academia China de


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Pritzker 2012


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Ningbo Tengtou Pavilion, Shanghai Expo, 2010 Shanghai, China Fotografía: Lu Wenyu, cortesía Amateur Architecture Studio

Xiangshan Campus, China Academy of Art, Phase I, 2002-2004 Hangzhou, China Fotografía: Lu Wenyu, cortesía Amateur Architecture Studio


35 Arte: «Para mí la arquitectura es espontaneidad, un asunto de la vida diaria». Entre sus obras más destacadas se encuentran la Biblioteca del Colegio Wenzheng en la Universidad de Suzhou; el Museo de Historia de la ciudad portuaria de Ningbo; el Campus Xiangshan de Bellas Artes de Hangzhou y el pabellón de Tengtou-Ningbo en la Exposición Universal de Shanghai. Hasta ahora, su único proyecto en el extranjero ha sido el pabellón chino para la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2006. En 2011 obtiene la Medalla de Oro de la Arquitectura concedida por la Academia de Arquitectura Francesa, y un año antes, el Premio de Arquitectura Schelling, otorgado a profesionales cuyos proyectos se han destacado por su contribución a la historia y a la teoría de la arquitectura. Su decisión de aprovechar dos millones de tejas procedentes de demoliciones de casas tradicionales para cubrir el techo de varios edificios del Campus de Hangzhou, fue una demostración de su interés por el ambiente y la economía de materiales. Como recordaba hace poco en París en Le Courrier de l’Architecte, Wang Shu creció en una ciudad que debido al rápido desarrollo económico, ha visto destruir el noventa por ciento de su arquitectura tradicional en sólo tres décadas. En pocos años China se ha convertido en un laboratorio experimental. Los bajos salarios permiten a los arquitectos nativos y extranjeros diseñar propuestas suntuosas que serían prohibitivas en otros lugares. Entre las obras realizadas por firmas chinas más criticadas por su apariencia «monstruosa» está la Perla Oriental, torre de televisión que mide 350 metros; el World Trade Center de China; la Torre III, con la pared de vidrio más grande del mundo, y la Presa de las Tres Gargantas, una gigantesca central hidroeléctrica que obligó a millones de personas a mudarse de sus terrenos. En medio de este panorama surge un puñado de arquitectos cercanos a la visión de Wang Shu. Es el caso de Zhang Ke, de Standardarchitecture, con el Niyang River, un centro turístico localizado en el Tíbet que plantea una postura consciente con la cultura y naturaleza del entorno; o la firma Atelier Deshaus, que preserva la arquitectura antigua y se preocupa más por seguir la geografía que los experimentos. Al respecto, el arquitecto chileno y jurado del Pritzker, Alejandro Aravena, dijo en la web diario.latercera.com: «Quizás el único que se está haciendo preguntas similares a Wang Shu sea Ai Weiwei. Una de las cosas más débiles en la arquitectura es la cantidad de arquitectos tratando de ser artistas. En China quizás lo más interesante venga de artistas tratando de ser arquitectos; ellos están intentando ir al origen más radicalmente».

Ningbo History Museum, 2003-2008 Ningbo, China Fotografía: Lv Hengzhong, cortesía Amateur Architecture Studio


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Punto de Por Arq. Octavio De Lamo

Presidente CAV 2006-2012

Debo agradecer al Comité Editorial el haberme brindado la oportunidad de incluir en la revista CAV 60 la columna «Punto de fuga», espacio de opinión que he venido desarrollando en nuestra página web y que me ha permitido estar en contacto con mis colegas, fijando posición frente a diversas realidades que de una u otra forma nos tocan como arquitectos. En esta primera entrega quiero adentrarme en una experiencia muy particular que me ha tocado vivir a través del desarrollo de proyectos arquitectónicos en el campo de la educación, en el cual me he especializado durante los últimos años como consecuencia de mi vinculación familiar con instituciones educativas de los Estados Unidos. Entre 2009 y 2012, en sociedad con mi hijo, el arquitecto Andrés De Lamo, y en alianza con el arquitecto norteamericano Andres Hollman, emprendimos el diseño, la inspección y construcción de un centro preescolar en la ciudad de Doral, estado de Florida, experiencia que referiré como vivencia del ejercicio profesional y ejemplo de la exigencia por parte de las instituciones oficiales para llevar a buen término un proyecto.

fuga

El proyecto Las empresas que asumieron la inversión nos solicitaron la selección del terreno bajo el principio gringo «Location, Location, Location», es decir, conseguir una ubicación privilegiada en el contexto de Doral. Esto nos obligó a enfrentarnos a la prohibición de situar un preescolar bajo cualquier trayectoria de vuelos comerciales, premisa un tanto complicada teniendo en cuenta que el Aeropuerto Internacional de Miami está a escasos 5 km. A pesar de esta limitación logramos adquirir una parcela con zonificación comercial de 4.000 m2 en el Doral Boulevard (41st), la principal avenida de la ciudad. Con el terreno y el programa establecidos por la empresa generadora del proyecto pedagógico se dio inicio al proceso de diseño, que debió ser sometido a la revisión de múltiples instancias del municipio y del condado –un total de cincuenta y dos permisos. Es oportuno aclarar que la mayor dificultad fue la incomprensión por parte de los funcionarios a toda propuesta creativa que no estuviese recogida en los infinitos manuales y códigos que tienden a la triste


37 estandarización de la arquitectura y que caracteriza a todas las construcciones del estado de Florida. Salirse de lo estándar no sólo complica a los revisores sino que además incide de forma importante en los costos de obra. Afortunadamente pudimos contar con el apoyo de los inversores y con nuestra infinita paciencia para llevar adelante los trámites en los interminables departamentos que debían colocar su sello de aprobación. Ahora estamos absolutamente seguros de que ninguno de los miembros de nuestro equipo sufre de los nervios.

La construcción El inflexible y riguroso monitoreo por parte de la Ingeniería Municipal (Building Departament) se agudizó, ya que se trataba de una edificación No Standard, y esto nos mantuvo bajo la lupa escrutadora con cada detalle del proceso, múltiples inspecciones y una labor casi pedagógica bajo nuestra responsabilidad, con el fin de que la obra fuese avanzando de acuerdo al programa. Pese a todos los esfuerzos, los ocho meses programados se convirtieron en un año, con las consecuencias económicas que esto significa. Quiero hacer un especial reconocimiento a la firma constructora propiedad del arquitecto venezolano Rafael Caldera, ex alumno de mi cátedra de Diseño en la FAU, por su apoyo en toda la fase de diseño, su eficiente trabajo en la construcción y su comprensión a la hora de lidiar con nuestros caprichos de diseño.

La habitabilidad Esta etapa fue la prueba de fuego, ya que no hay departamento de cuanto organismo interviene en estos temas que no tenga que emitir su opinión: se ponen realmente creativos cuando de interpretación de los códigos se trata. Este trámite es un ir y venir de funcionarios –arquitectos, ingenieros en diferentes especialidades relacionadas, bomberos, topógrafos–, a los que se suman los supervisores que deben dar el visto bueno por parte de la Dirección de Educación, quienes una vez construido el edificio, determinan la capacidad de alumnos que albergará el centro. Un año en permisología –se estimaban seis meses– y otro en construcción –se estimaban ocho– nos reportaron un gran

aprendizaje y una especial adaptación a un sistema que desde nuestra óptica limitaba mucho el acto creativo de los arquitectos y colocaba a las propuestas interesantes en el rango de proyectos sumamente costosos. Hoy la edificación está totalmente concluida, equipada y en perfecto funcionamiento, con una capacidad de ciento cincuenta alumnos. Paradójicamente el centro preescolar bilingüe se llama The Imagination Factory. Puede que algún colega lector se atemorice de tener que vivir una experiencia como ésta, pero como Presidente del Colegio de Arquitectos de Venezuela y profesor jubilado de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, en descargo les informo que los arquitectos venezolanos estamos preparados para afrontar pruebas de este tipo. A la fecha hemos desarrollado dos proyectos más, el preescolar Circle Time y el centro deportivo in door Futbox Futsal Center, y estamos por iniciar el diseño de un centro educativo, Elementary, Midle and High School, y dos preescolares.




Obras

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VenezuelaBIAU Cádiz 2012 Por Rafael Rondón Narváez

recibe reconocimientos en la

La Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU) es uno de los encuentros internacionales más importantes en el área. Realizado gracias a la iniciativa del Ministerio de Fomento del Gobierno de España, específicamente de la Dirección General de Arquitectura Vivienda y Suelos, tiene el propósito de fomentar el intercambio de experiencias novedosas entre los profesionales de la arquitectura y el urbanismo de los veintidós países integrantes. En esta ocasión, la BIAU se realizó desde el 10 hasta el 14 de septiembre de 2012 en la ciudad española de Cádiz y durante el evento, además de la gran exposición, se llevó a cabo un nutrido grupo de actividades académicas y la entrega de premios a 26 obras, 7 publicaciones y 7 trabajos de investigación. De las 152 propuestas enviadas en la primera categoría se premiaron 5 de España, 6 de Portugal, 3 de Brasil, 3 de México, 2 de Argentina, 2 de Colombia, 2 de Paraguay, 1 de Chile, 1 de Ecuador y 1 de Venezuela. Dentro del conjunto estaban proyectos de viviendas, trabajos de promoción pública, propuestas de equipamiento deportivo, educativo y recreativo, espacios museísticos, rehabilitación de edificios obsoletos o en desuso, intervenciones de renovación urbana y un hotel-restaurante. Cabe destacar que los arquitectos João Álvaro Rocha (Portugal), Mauricio Rocha (México), Carla Juaçaba (Brasil), Carlos Jiménez (Costa Rica), Carlos Niño Murcia (Colombia), Carme Pinós y José Ignacio Linazasoro (España), miembros del jurado, reconocieron la propuesta Pavimentación del bulevar de Sabana Grande del grupo Enlace Arquitectura y de Elisa Silva, patrocinado por PDVSA La Estancia. El proyecto abarca la totalidad del bulevar de Sabana Grande y las calles transversales perpendiculares, así como el planteamiento de crear una nueva plaza frente a la iglesia El Recreo. Las intervenciones sumarán aproximadamente 97.000 m2 de superficie pavimentada. Tal y como

Enlace Arquitectura anuncia en su página web, para el diseño se utilizó el adoquín sinusoidal existente, que con el tiempo se ha convertido en parte de la memoria colectiva asociada a esta zona de Caracas; esta reutilización tiene como valor añadido la permanencia del proyecto anterior. En la categoría de investigaciones, el jurado integrado por José Manuel López Peláez (España), Silvia Arango (Colombia) y Ruth Verde (Brasil) distinguió cuatro trabajos, dos de ellos de autoría venezolana: el de Lourdes Peñaranda por Donald Judd ilusionista: un estudio sobre el espacio de la ilusión en la sección Tesis; y el de Astrid Petzold Rodríguez por Estética de lo cotidiano. Ejercicio de la mirada, en la sección de Trabajos por equipo. Fuera de las tres categorías antes mencionadas, en la sección dirigida a estudiantes de Arquitectura de Iberoamérica se reconoció el proyecto Aguas mecánicas. La ciudad de la lluvia... de Josymar Rodríguez, Katherine Fernández, Yanfe Pedroza, Yoryelina Moreno y Gabriela Hernández, alumnos de Arquitectura de la Universidad Simón Bolívar. Como requisito para este concurso, el proyecto debía desarrollarse durante un curso de la carrera; las ganadoras lo hicieron durante el Taller Vertical dictado por los profesores Béla Kuckel, Eumilis Arellano y Yacira Blanco. Dentro de los ocho proyectos seleccionados en esta área estudiantil también se cuentan dos de la Universidad Simón Bolívar: Caracas húmeda. Haciendo memoria de Valeria Valladares, Manuel Zorrilla, Steffi Gaby Camatón, Gabriela Einsiedler, y El agua como vehículo de conexión de Yabeth Bautista, Annia da Costa, Tábata González, Luisiana Hernández y Andrea Stanko. Todas las propuestas ganadoras se mostraron en la BIAU Cádiz 2012 y fueron incluidas en el catálogo de la exposición, una excelente oportunidad para explorar los caminos hacia los cuales se dirigen las innovaciones relacionadas con arquitectura y urbanismo en los países iberoamericanos.



Tendencias Los nexos entre el diseño industrial y la arquitectura en Venezuela

DiE ñ

s

El diseño nace a principios del siglo XX vinculado a las bellas artes y a las artes aplicadas. Así se evidencia en la legendaria Escuela Bauhaus, dirigida por tres arquitectos: Walter Gropius, Hannes Meyer y Ludwig Mies van der Rohe, quienes de alguna u otra manera contribuyen a configurar una nueva profesión. Los inicios del diseño industrial en Venezuela también están ligados a la arquitectura y a las artes. Una de nuestras pioneras es Gego, quien llega al país con un título de Ingeniero-Arquitecto en la maleta y en los años treinta establece la Carpintería Gunz, para la que concibe diferentes piezas de mobiliario como costureros, asientos y lámparas. Desde la década del cuarenta se registra el trabajo de Miguel Arroyo y en los cincuenta se suma el aporte de Cornelis Zitman, ambos dedicados a la proyección y fabricación de muebles de estilo moderno principalmente elaborados en madera, pero con la diferencia de que mientras el primero realiza piezas únicas a la medida de espacios exclusivos, el segundo diseña con el ideal de manufacturar a bajo costo para un público amplio, en particular la clase media. Al comienzo Zitman funda un taller junto a un grupo de arquitectos venezolanos: Oscar Carpio, Guillermo Suárez, Alberto Chávez Santos, Carlos Dupuy y Helena Chávez, y en 1952 se convierte en socio de Tepuy Compañía Técnica (Tecoteca). Como curiosidad hay que destacar que por ese tiempo tanto Arroyo como Zitman y Gego dictan asignaturas relacionadas con el diseño en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela.

o

en Venezuela Por Elina Pérez Urbaneja www.disenoenvenezuela.blogspot.com contacto@agendadediseno.com

Silla Tecoteca, década de los cincuenta. Diseño: Cornelis Zitman. Fotografía: Jesús Sosa, cortesía Editemos

Seibó, Miguel Arroyo, 1956. Imagen extraída del catálogo Interior moderno, Sala TAC Fotografía: Reinaldo Armas


43 El IDD A mediados de 1964 inicia actividades el Instituto de Diseño Neumann-Ince (IDD), cuya dirección se delega en el primer venezolano en graduarse como diseñador industrial. Argenis Madriz estaba por culminar sus estudios en Filadelfia cuando fue convocado por Hans Neumann. Con el diploma en la mano regresa al país y percibe que lo que hay aquí son arquitectos y artistas plásticos que configuran objetos pequeños. Ésa es la razón por la cual la plantilla profesoral del IDD carece de diseñadores hasta los años setenta, momento en el que se van integrando al equipo docente los propios egresados. Para esa época el instituto estaba dirigido por el arquitecto Johann Ossot, quien permanece al frente entre 1970 y 1979.

Los megaproyectos El diseño y la arquitectura se toman de la mano en varios megaproyectos promovidos por el Estado; tal es el caso del complejo de Parque Central, para el que se convoca al arquitecto Carlos Vicente Fabbiani, quien proyecta diferentes elementos en fibra de vidrio como las escaleras de los apartamentos dúplex y las bañeras. Algo similar ocurre en el proceso de conceptualización inicial del Metro de Caracas, para el que trabajan el arquitecto Max Pedemonte y el artista y diseñador Erling Oloe, o las butacas de las salas Ríos Reyna y José Félix Ribas del Teatro Teresa Carreño, concebidas y fabricadas especialmente por la empresa Falinca.


44 Entre lo comercial y lo artístico La crisis económica desatada en la década de los ochenta después del Viernes Negro contribuye de manera indirecta y paradójica al auge del diseño y la fabricación en el país, como una respuesta a las dificultades para importar. Hasta los noventa el diseño venezolano alcanza un auge importante que abarca desde las obras únicas –el diseño de autor–, hasta los productos comerciales en series cortas y largas. Ese fenómeno es plasmado en publicaciones como la Revista CAV, Espacio, Estilo, Arquitectura Hoy y en los Cuadernos Arquitectura Hoy. El diseño de autor surge más como regodeo estético que con propósito funcional. Muestras de esa tendencia son las exposiciones montadas en espacios como la Galería Vía –Rroka y Compre un Lanko y dé en el blanco–, en las que participan unos cuantos arquitectos. Parte de esta ola creativa es reseñada en el documental Zoológico de Fernando Venturini, en el que rinden testimonio John Gornés y José Antonio (Totón) Sánchez. La vertiente productiva queda patente en la acuciosa investigación dirigida por el arquitecto Alberto Sato para nuestra primera exhibición de diseño industrial Detrás de las cosas, organizada en 1995 por aquel Centro de Arte La Estancia que se distinguió como entidad promotora del diseño y la fotografía. En el catálogo de la muestra resaltan dos ejemplos de trabajo generados en la FAU-UCV: el bloque de cemento OmniBlock y la estructura plegable IDEC Estran 1.

Prototipo de televisor, Leonel Vera, diseñador graduado del IDD y arquitecto graduado de la UCV

Cama Biblos, Armando Méndez, Exacta diseños


45 La independencia Es también durante la última década del siglo XX cuando el diseño industrial termina de independizarse –académicamente hablando– de la arquitectura, si bien en 1983 el Instituto de Diseño Caracas abre por primera vez la carrera y unos años después le sigue el Instituto Universitario de Tecnología Antonio José de Sucre. Es apenas en 1998 cuando conseguimos el nivel de licenciatura en la Universidad de Los Andes (EDI-ULA), evento tardío si se compara con el desarrollo histórico de la disciplina en el resto de los países latinoamericanos. En la Escuela de Diseño Industrial de la ULA la mayoría de los profesores son arquitectos, y al igual como ocurrió con el IDD, a la enseñanza de la materia se integran poco a poco los mismos egresados. En la actualidad también se forman diseñadores industriales en la Facultad de Arquitectura y Artes Plásticas de la Universidad José María Vargas, Caracas. A lo largo de la historia, el diseño industrial se ha manifestado como un descendiente de la arquitectura, que ha ido creciendo y evolucionando hasta lograr sus propias metodologías, conceptos y espacio laboral.

Caballito ¡Arre!, diseñado por Un8: Lock Man Yee, diseñador industrial egresado de la ULA y Giovanni di Tillio, arquitecto


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Declaración del CAV sobre la

XIII Bienal de Arquitectura de Venecia Caracas,

septiembre

2012 Junta Directiva Nacional del Colegio de Arquitectos de Venezuela

Ante la indignación generalizada que ha provocado el otorga-

miento del León de Oro en el reglón de Mejor Proyecto de la Muestra Common Ground (Suelo Común) de la XIII Bienal de Arquitectura de Venecia, el Colegio de Arquitectos de Venezuela hace pública esta declaración:

los intelectuales que utilizan para sus propios fines y hasta rindiendo cínicamente tributo, las condiciones más miserables del hábitat metropolitano. Y hacer esto hoy, en relación con Venezuela, tampoco tiene nada de ingenuo o inocente.

El proyecto El premio Mediante el subterfugio de la proclamada Arquitectura, el jurado ha otorgado un premio esencialmente político. Es evidente que el sofisticado happening para europeos ociosos al que se premia no le permitió otro tipo de valoración. En sus consideraciones, el jurado no premia ni un solo criterio de valoración de orden disciplinar, sea arquitectónico o urbanístico. Se valora, por el contrario, la creación de «una nueva comunidad» y una «nueva identidad», calificándola de «comunidad espontánea» y «modelo inspirador». Y en tal sentido, el jurado premia por igual –diríamos ex aequo– a «los habitantes de Caracas y a sus familias» y a los arquitectos de la Torre de David/Gran Horizonte, que han «reconocido la potencia de este gran proyecto de transformación». Entendemos por tanto que los arquitectos deberían compartir este galardón con los tres mil habitantes de la Torre también premiados.

El jurado Al otorgar un premio con argumentos de política populista barata, el jurado internacional –cuatro arquitectos europeos y uno estadounidense– ha quedado totalmente en evidencia. No sólo muestra su lejanía e ignorancia con respecto a los problemas reales de la arquitectura y de los habitantes de nuestros países, y su acercamiento superficial y descontextualizado al drama cotidiano de miles de seres humanos sin hogar, si no que revela cómo en la civilización del espectáculo hay cabida también para

El proyecto premiado, Torre de David/Gran Horizonte, que se exhibe en los espacios de la Bienal, tampoco es inocente. Se trata de una arepera De Luxe (Gran Horizonte) para curiosos y turistas, adornada con fotografías y videos de la ocupada Torre. El propósito de esta puesta en escena se explica textualmente en el proyecto, sería el de recrear el hipotético restaurante en la terraza de la Torre, «donde los visitantes se diviertan, puedan comer y, en general, saborear Sudamérica» (¡!). Esa Torre, símbolo del fracaso del neoliberalismo y del auto-empoderamiento de los pobres, presentaría supuestamente un «nuevo modelo de vida urbana que da a los ciudadanos una participación más igualitaria en la ciudad». El gran artífice de todo esto no podía dejar de mencionarse: «Chávez no sólo tolera sino que ha animado ocupaciones civiles de edificios vacíos y otros símbolos de interés privado como centros comerciales y campos de golf, [con el resultado de que] tal populismo empodera al pueblo». Así, la Torre de David «permanece como un potente símbolo de cómo la acción directa puede cambiar la exclusividad vertical en redistribución horizontal». Que toda esta chatarra politiquera haya recibido un premio más allá de los sectarios confines donde el actual gobierno condecora a sus seguidores sólo revela el desvarío de algunos intelectuales europeos que huirían despavoridos si, en lugar del catalejo con el que aprecian nuestro pintoresquismo tropical, tuviesen que soportar en sus países abusos y penalidades que hoy sufre la población venezolana.



48 Los autores Los arquitectos que han realizado esta operación de embellecimiento y banalización de la dramática situación de miles de personas que sobreviven en la «Torre del futuro», como la llaman, saben muy bien lo que están haciendo. En su vocabulario está prohibida la palabra «invasión»: la Torre está «ocupada» o «abandonada», nunca invadida. «Cómo se hizo la ocupación, ya no nos concierne. ¿Qué hacer ahora con los que están ahí? Eso sí nos importa –expone su portavoz con el mayor descaro–. El arquitecto no hace juicios. La responsabilidad del arquitecto o del urbanista no es denunciar, es buscar soluciones (…). Hay que aceptar lo que pasó». El «realismo» cínico de esas expresiones corre parejo al oportunismo sin escrúpulos que pretende convencernos incluso de que gracias a su proyecto en la Bienal se inicia el debate nacional sobre la mitad de la población venezolana que malvive en la ciudad informal: ¿ignorancia supina o disparate programado para hacernos olvidar los innumerables estudios, publicaciones, proyectos y realizaciones que desde hace muchos años se adelantan en el país desde universidades, organismos gubernamentales y privados, así como oficinas de arquitectura responsables?

El gremio «Si el debate sobre la Torre contribuye a que el gremio de arquitectos se involucre en este asunto mal o no atendido, habremos logrado el objetivo de la visibilidad en la Bienal». Es decir que este grupo de filántropos y salvacionistas se presentó en la Bienal de Venecia, en realidad para lograr el histórico objetivo de que el gremio de arquitectos se involucrase en el tema de las «ocupaciones», como ellos, en su rol de vanguardia arquitectónica, lo hicieron primero… El Colegio de Arquitectos de Venezuela repudia firmemente el comportamiento frívolo y falseador de quienes han buscado, a cualquier precio y a costa de lo que fuera, el dudoso honor del reconocimiento en el star system de los premios internacionales, y declara que la grosera manipulación de una edificación invadida y de varios miles de refugiados no representa ningún objetivo cálido para el gremio y sólo sirve para testimoniar, a nivel nacional e internacional, el profundo pozo de descomposición, anarquía y pérdida de valores en el que el país se encuentra en la actualidad.

Torre de David / Gran Horizonte Fotografía: José L. Salas A.




Foto reportaje

Vladimir Sersa J OYA S A R Q U I T E C T Ó N I C A S Con una visión de la arquitectura en «ruinas» del interior de Venezuela y la ciudad capital, Vladimir Sersa (Trieste, Italia, 1946) expone la noción de conservación del patrimonio como teoría incumplida: un país que se derrumba y se reconstruye sobre sus propios escombros.

Casa de Bahareque, Altagracia, Lara, 1979 Página anterior

«Joya arquitectónica», Puerto Cabello, Carabobo, 1977


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Aduana de Maurica, Barcelona, Anzoátegui, 1974

Exposiciones individuales 1990 Por aquella desolada patria, 9° Premio Luis Felipe Toro, CONAC 1989, Museo Bellas Artes, Caracas. Salón de invitados,

2010 40 años Galería Viva México, Sala Uslar Pietri, Celarg, Ca-

Premio Casa de Las Américas, La Habana, Cuba. 1991 Fotografías Vladimir Sersa, Museo Jesús Soto, Ciudad Bolívar, estado Bolívar, Venezuela. 1992 Por aquella desolada patria, Galería Mandril, Mérida, estado Mérida, Venezuela. 1993 Por aquella desolada patria, Galería Municipal de Arte de Maracay, Maracay, estado Aragua, Venezuela. 1994 Por aquella desolada patria, Centro de Bellas Artes, Maracaibo, estado Zulia, Venezuela. 1995 Por aquella desolada patria, Galería Exedra, Quito, Ecuador. Inter-Nos, Galería Universitaria de Arte, UCV, Caracas, Venezuela. 1998 Por aquella desolada patria, Sala Exposiciones LEK, y Caracas Kud Sestava, Lubliana, Eslovenia. 2002 Muros y territorios sin tiempo, Museo Arturo Michelena, Caracas, Venezuela. 2004 Paisajes, Hotel Paseo Las Mercedes, Caracas, Venezuela. 2010 Sobrevivientes del espacio, Oro Café Galería, Caracas, Venezuela.

Exposiciones colectivas 1976/77 A gozar la realidad, El Grupo, itinerante por Venezuela. 1977 Colectiva El Grupo, Librería Cruz del Sur, Caracas, Vene-

racas, Venezuela.

zuela.

Salón de fotografías de Bellas Artes, Maracaibo, estado Zulia, Venezuela. Hecho en Venezuela, Museo Arte Contemporáneo, Caracas, Venezuela, itinerante por Alemania entre 1979 y 1980. 1979 El niño y la estructura, Concurso Internacional, Galería G, AVC, Caracas, Venezuela. Octubre libre, Consejo Venezolano de Fotografía, Caracas, Venezuela. Letreros que se ven, El Grupo, Galería La Trinchera, Caracas, Venezuela. 1980 Así es Caracas, Museo de Arte Contemporáneo, Caracas, Venezuela. Letreros que se ven, Galería Colseguros, Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla, Colombia (1981 y 1982). 1982 Hecho en Latinoamérica 2, Consejo Mexicano de Fotografía, México. Primera Muestra de Fotografía Contemporánea en Venezuela, Museo de Bellas Artes, Caracas, Venezuela. 1978


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Acueducto Hacienda Tiquire, El Consejo, Aragua, 1981

El Bolívar nuestro de cada día, AVEF, CANTV (itinerante). Nos Américas, Galería Venezuela, Nueva York, EEUU. 1984 El riesgo, Galería Los Espacios Cálidos, Ateneo de Caracas, Caracas, Venezuela. Hecho en Latinoamérica 3, 3° Coloquio Latinoamericano de Fotografía, Museo de Bellas Artes, La Habana, Cuba. 1985 Una cierta mirada, Galería La Otra Banda, Mérida, San Cristóbal y Sala Interalúmina, Puerto Ordaz. Venezuela, 40 años de fotografía artística, Museo de Arte Contemporáneo de São Paulo. 1° Simposio de la Fotografía, Universidad Simón Bolívar (1986), Quito, Ecuador, y Québec, Canadá. 1987 Pavana para una negra difunta, Sala La Fotografía, Ateneo de Caracas. Salón Nacional de Fotografía Caracas, Fundarte, Museo La Rinconada, Caracas, Venezuela. Visión tangente de Venezuela, Québec, Canadá. 1er Festival Internacional de Fotografía Actual, Montreal, Canadá. 1989 3ª Bienal de La Habana, Museo de Bellas Artes, La Habana, Cuba. 1990 10ª Exposición Fotografía Documental, Biblioteca Nacional, Caracas, Venezuela. Veinte años tratando de ver, Galería Viva México, Caracas; Teatro de la Ópera, Maracay, estado Aragua; Facultad de Agronomía, UCV, Caracas; Alcaldía Los Salias, San An1983

tonio de los Altos, Venezuela. Tres fotógrafos de hoy, 9° Premio Luis Felipe Toro, CONAC 1989, Museo de Bellas Artes, Caracas, Venezuela. The Speed of the Soul, Art Institute of Boston, EEUU. A los veinte años, Galería Viva México, Caracas, Venezuela. Leopold Godowsky Jr, Color Photo Awards, Boston, EEUU. 1991 En La Habana, Galería América, Caracas, Venezuela. Artistas vistos por artistas, Sala CANTV, Caracas, Venezuela. 1992 De natura, Galería Universitaria de Arte, UCV, Caracas, Venezuela. Plural, Alianza Francesa, Caracas, Venezuela. 1993 Parapara y Ortiz, Alianza Francesa, Caracas, Venezuela. Fotografías, Galería 125, Caracas, Venezuela. 3ª Bienal de Artes Visuales Christian Dior, Centro Cultural Consolidado, Caracas, Venezuela. El país de Garrido, Pérez-Luna y Sersa, Galería Altxerri, San Sebastián, España. 2ª Jornadas fotográficas de Mérida, estado Mérida, Venezuela. Rostros, risas y sonrisas, Espacios Unión, Caracas, Venezuela. Fotos, Galería Sólido, Caracas, Venezuela. San Sebastián de los Reyes, Sala Gobernación del Distrito Federal, Caracas, Venezuela. 1ª Bienal Nacional de Fotografía, Galería Municipal de Arte, Maracay, estado Aragua, Venezuela. 7mo Salón Nacional de Fotografía, Fundarte, Museo Sacro, Caracas, Venezuela. Imagen de Mérida, Galería Mandril, Mérida, estado Mérida, Venezuela.


54 La desnudez del papel, Museo de Bellas Artes, Caracas, Venezuela. Rostros del valle, Museo Sacro, Caracas, Venezuela. 1995 El país de Garrido, Pérez-Luna y Sersa, Sala La Fotografía, Ateneo de Caracas, Caracas, Venezuela. Caracas retratada, Fundarte, Museo Jacobo Borges, Caracas, Venezuela. 1996 San Sebastián de los Reyes, Galería América. Cara y sello para papel, Museo de Bellas Artes, y Atmósferas urbanas, Espacios Unión, todas en Caracas, Venezuela. 54° Salón AV Arturo Michelena, Ateneo de Valencia, Valencia, estado Carabobo. El país de Garrido, Pérez-Luna y Sersa, Embajada de Venezuela, 5° Coloquio Latinoamericano de Fotografía, México DF. 1997 San Sebastián de los Reyes, Museos de Mérida, estado Mérida, y Tovar, estado Táchira, Venezuela. 13ª Bienal Internacional Humor en el Arte, Gabrovo, Bulgaria. Real maravilloso, Cantieri Culturalli Ex Macelli, Prato y Milano, Italia. 1998 El hecho fotográfico en Venezuela 1847-1997, Galería de Arte Nacional, Caracas, Venezuela. 1ª Bienal Internacional de Fotografía de Puerto Rico, Universidad Interamericana de Puerto Rico. 1994

Fría Cabaret, Sala NG, Celarg, Caracas, Venezuela. Foto ciudad, Medellín, Colombia. Visiones de país. Fotógrafos venezolanos, Galería Municipal de Arte, Maracay, estado Aragua, Venezuela. 2004 La mirada de un artista, Universidad Nacional Abierta, Caracas, Venezuela. 2006 Se hace camino al andar, Museo de Bellas Artes, Caracas, Venezuela. 1ª Bienal de Fotografía de Caracas, Museo Alejandro Otero, Caracas, Venezuela. 2007 Un mundo, varios puntos de vista, encuentro con fotógrafos notables, Museo Alejandro Otero, Caracas, Venezuela. Cien imágenes de plata y de memorias, Funda Amos, casco histórico de Petare, Caracas, Venezuela. 2010 Los secretos de la tierra. Fotografía de la afro venezolanidad, Galería de Arte Nacional, Caracas, Venezuela. 2012 La ciudad que vemos, Museo Arte Contemporáneo, Caracas, Venezuela. 2002 2003


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Antigua bodega, Tucacas, Falcรณn, 1971 San Juan de las Galdonas, Sucre, 1985 Pรกgina anterior

Casa, Ortiz, Guรกrico, 1981


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Arco de entrada, San Esteban, Carabobo, 1977 Ruinas, Borburata, Carabobo, 1979


57 Reconocimientos 1979 El niño y la estructura (compartido), Asociación Venezo-

lana de Concierto, Caracas, Venezuela. 1989 Tercer Premio Luis Felipe Toro, CONAC, Museo de Bellas Artes, Caracas, Venezuela. 1999 Primer Premio B/N Eslovenos por el mundo, Liubliana, Eslovenia. Su obra está representada en las siguientes colecciones públicas y privadas: Ateneo de Valencia, estado Crabobo, Venezuela; Biblioteca Nacional, Caracas, Venezuela; Casa de Las Américas, La Habana, Cuba; Colección Ignacio Oberto, Caracas, Venezuela; Museo de Bellas Artes y Museo Arturo Michelena, Caracas, Venezuela.

Publicaciones 1979 La rebelión del poder joven, Ana María Reyes, Editorial Ateneo de Caracas. Letreros que se ven, Fotografías de El Grupo, Editorial Ateneo de Caracas, Venezuela. 1980 Así es Caracas, Soledad Mendoza, Editorial Ateneo de Caracas, Venezuela. 1991 The Land and People of Venezuela, Geoffrey Fox, Harper Collins. 2000 1ª Bienal Internacional de Fotografía de Puerto Rico, Museo Las Américas, Puerto Rico. 2009 Volumen 3 Biblioteca de Fotografía Venezolana, Vladimir Sersa, Editorial El perro y la rana, Caracas, Venezuela. Ha realizado trabajos de fotografía para publicaciones de: Academia Nacional de la Historia ARS Publicidad Ballet de Cámara del Zulia Banco Mundial Biblioteca Ayacucho Biblioteca Nacional CANTV Centro Cultural Consolidado Centro de Arte La Estancia Cinemateca Nacional CONAC Congreso de Ingeniería, Arquitectura y Afines Corporación Andina de Fomento Danza Hoy Dirección de Cultura UCV Editorial Ateneo de Caracas

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Oscar Niemeyer Esta nota escrita para los noventa años de Oscar Niemeyer dice

por sí misma todo lo que sentimos en este momento, cuando el más extraordinario arquitecto de los siglos XX y XXI se ha ido para siempre. Como no han muerto Bolívar, Leonardo, Beethoven, Teresa de Calcuta, Lumumba o Gandhi –hay seres que no mueren nunca–, la obra gigante de Oscar Niemeyer vivirá siempre por sí sola: el Museo de Niteroi, Pampulha, el edificio de la ONU, la sede del Partido Comunista en París, la sublime Catedral de Brasilia, además de su mayor proyecto: una enorme firmeza frente a las penas de este mundo, la fortaleza de su espíritu, el amor por la tierra que lo vio nacer y su raigambre comunista: «Noventa años construyendo el futuro, imaginando sueños como mariposas blancas que se posan sobre el Plan Alto de Brasilia, colocar sobre un risco de Niteroi un inmenso nenúfar blanco, posar una bandada de gaviotas sobre una plaza de São Paulo y dejar una mano sangrante de concreto en el corazón del Parlamento Latinoamericano… colocar la Cruz del Sur con Cristo entre los brazos sobre un ramo de nardos junto al Palacio del Itimaratí, donde una rosa de mármol blanco que semeja los cinco continentes flota sobre un mar de victorias regias reflejando la majestad de los arcos de concreto que guardan una caja de cristal llena de lirios, juncos y heliconias. Arquitecto de la poesía y de la esperanza, de las formas voluptuosas y simples, desgravitadas. Arquitectura con alas como si fuera un producto más de la naturaleza. Oscar Niemeyer, comunista firme como sus obras, comprometido con su pueblo, fiel a su pensamiento, cargado de una fuerza telúrica en su obra y en sus actos. Noventa años como abanderado de sueños imposibles que después vimos florecer sobre una meseta de Brasilia. Noventa años hablándonos de su fe en el porvenir por un mundo mejor que alcance para todos. Noventa años comprometido con lo más sublime de la belleza, de la pureza y la creación. Noventa años que lo marcarán en el siglo XX como uno de los creadores que abrió las puertas con sus pájaros blancos a lo que será la arquitectura del tercer milenio. Oscar Niemeyer, maestro metido en lo más profundo del corazón del pueblo, lleva por sus venas toda la fuerza mágica de la selva amazónica, la inmensa riqueza de una naturaleza indómita con toda la alegría del carnaval carioca y la imagen iluminada del cielo de Copacabana en su revellón, visto desde su palomar, donde con su lápiz dibuja el mundo donde ha soñado puede anidar la esperanza».

Por Arq. Fruto Vivas

El arquitecto de una América nueva

No es el ángulo recto lo que me atrae ni la línea recta dura, inflexible, creada por el hombre. Lo que me atrae es la curva libre y sensual. La curva que encuentro en las montañas de mi país. En el curso sinuoso de sus ríos… en las ondas del mar. En el cuerpo de la mujer amada De curvas está hecho todo el Universo Oscar Niemeyer





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Humor




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