Proyecto LunáTICos 2.0 Cuentos para soñar con Princesas.
Cuentos Para soñar Con princesas Los niños y niñas disponen de una amplia variedad de relatos para acercarse al mundo literario. Nuestro trabajo consiste en analizar los cuentos populares, reinterpretándolos, versionándolos, creando una nuevo descripción de los personajes, e inventando un final diferente.
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Cuentos para sonar con princesas
La Gata con Zapatos de Tacón
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Cerca de su casa había un gran castillo, en el que vivía un rey muy triste porque a su palacio no llegaba nunca gente divertida. Todo el que acudía intentaba continuamente obtener beneficios para querer quedarse con sus riquezas. Un dia Renata cazo hábilmente unas perdices y decidió llevarlas al rey, conociendo su tristeza, y dijo que eran un regalo de su ama, la marquesa de Carabás.
ra una molinera muy trabajadora, que tenía tres
hijas y les dejó su herencia. A la hija menor, Sofía, lo único que le dejó fue una gata, de pelo sedoso y muy ágil. La gata, que se llamaba Renata, era muy valiente e inteligente, y además una gran cazadora de ratas. Sofía, su dueña, no tenía grandes posesiones, aunque siempre había cuidado mucho su imagen. Viendo la agilidad de la Gata Renata, le prestó unos zapatos de tacón muy altos, porque ésta le aseguró que haría maravillas con ellos.
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En el castillo había hombres y mujeres tomando té. La gata estaba impresionada por todo lo que pasaba. De repente, unos ogros muy fieros fueron a atacar al Rey, pero entonces, la Gata Renata de un brinco, con sus zapatos de tacón, se puso en medio, y logró protegerlo. Sus zapatos, entonces, comenzaron a elevarse, y cogió al Rey por los brazos, y lo dejó en un lugar elevado, donde los ogros no pudieran hacerle daño. Entonces, los ogros, viendo su gran valentía, y su enorme altura, huyeron para siempre. El Rey, entonces comenzó a aplaudir y reirse, y le dijo a la Gata Renata que nunca se la había pasado mejor.
Cuentos para sonar con princesas Entonces, invitó a Sofía, su dueña al palacio para invitarla a tomar el té. Como ella era muy guapa, el Rey se enamoró de ella, y le propuso matrimonio, siempre y cuando viviera con ellas la Gata Renata. Pero Sofía, que no se había enamorado ni un poquito siquiera, le propuso que podrían ser buenos amigos, y le hizo un trato: serían socios de una moderna zapatería, donde se venderían bonitos zapatos de tacón que se elevan, y que salvarían muchas vidas cuando los ogros volvieran.
A cambio, Renata podría ir todas las tardes a su palacio para que él no se sintiera solo ni aburrido cuando no estaba gobernando justamente su pequeño país.
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Nieves Blancas Y Los Siete Gigantes
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n el siglo XXVIII vivian ...
La joven Nieves Blancas llevaba años intentando huir en busca de su libertad y escapar de su horrible hada maladrina. Su hada maladrina era una adicta a la moda y muy presumida. Nieves Blancas no soportaba vivir con ella y con su horrible espejo de nueva tecnología. Un día el príncipe del reino se acercó al hotel de cinco estrellas en el que se alojaba Nieves Blancas con su hada. Era un feo, vago y rechoncho príncipe llamado
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Principocho, que estaba dispuesto a casarse con Nieves Blancas. La joven guerrera le odiaba, no soportaba al Principocho . Un día decidió escaparse del hotel para ir al bosque. En el que se encontró un castillo de cristal donde vivían 7 gigantes. Nieves Blancas entró y la encerraron El príncipe fue en su busca junto el hada y el espejo. El principe y el hada encontraron a Nieves Blancas gracias al GPS del espejo. Los gigantes acogieron a Nieves Blancas como prisionera El hada y el príncipe llegaron al castillo y entraron por la puerta de cristal, con mucho cuidado para que no los descubrieran y llegaron al patio donde se encontraban muchas plantas exóticas y carnívoras.Consiguieron atravesar el patio y se adentraron en una sala informática y ciencias. Debían llegar al otro extremo de la habitación sin tocar los rayos lasers. A pesar del horrible aspecto del príncipe, era un técnico y científico magnífico.
Cuentos para sonar con princesas En unos instantes consiguieron atravesar la sala y llegar a un enorme salón donde Nieves Blancas estaba con 7 gigantes y desconocidas criaturas con las que charlaban. Todos se ilusionaron mucho al encontrar a Nieves Blancas. Menos Principocho, que muy desilusionado se dió la vuelta y se dirigió a la puerta. -¿Qué te ocurre Principocho ? Estas muy desanimado. Dijo Nieves Blancas -Me rindo, a partir de ahora no lucharé más por tu amor. Me doy cuenta de que no lo conseguiré. Dijo Principocho, muy desanimado. Nieves Blancas corrió detrás suya para impedirle que se marchara. -No te marches… Por favor. Creo que no te valoré suficiente, y solo me fijé en tu aspecto exterior. -Nunca pensé que me fueses a echar de menos, siempre me repites que soy un despreciable y cansino príncipe. -Todas las noches sueño contigo, al principio no te escuchaba, pero al conocerte mejor, descubrí tus habilidades en las tecnologías avanzadas, y las muchas cosas que tenemos en común. Principocho se sintió halagado y apreciado por primera vez.
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Los dos se agarraron la mano y se dirigieron a la puerta de cristal. En un instante un gigante se colocó delante de la puerta y gruñó: -No os dejaremos escapar, Nieves Blancas es la mejor princesa que hemos tenido en el castillo. Es dulce, cariñosa, amable y solidaria. No se irá de aquí. La nombraremos Reina de los Gigantes y vivirá aquí para siempre. Principocho quiso luchar, muy afectado, por los sentimientos del gigante hacia su amada. Nieves Blancas lo detuvo con un gestó con el brazo y dijo: -No les hagas daño Principocho, son mis amigos, pero aunque os aprecie no aceptaré vuestra oferta. Me iré con las personas que me quieren y me rodean. -Los gigantes entre sollozos cogieron en brazos a Nieves Blancas y al Principocho y dijeron: -Principocho, eres muy afortunado al tener a tu lado a una mujer tan bella y con un gran corazón. -Supongo… que habrá dentro de poco una boda, ¿no…? preguntó la enorme cocinera del castillo que, como todos los habitantes, estaba escuchando lo ocurrido. -Querida Nieves Blancas, desde el primer día que te ví he soñado con este momento,
Cuentos para sonar con princesas Sacó una pequeña cajita de plata del bolsillo y arrodillándose ante Nieves Blancas dijo. -¿Quieres casarte conmigo, mi dulce princesa? Nieves Blancas conteniendo la respiración y sonrosada dijo -Sí, si quiero. Todos muy conmovidos fueron al hotel de Nieves Blancas y junto a todos los amigos de los novios festejaron ese emocionante momento. Juntos montaron una empresa de sistemas de alerta para palacios desprotegidos, y los Siete Gigantes y Maladrina gestionaban su página web, y los pedidos que recibían a través de las redes.
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El Príncipe Cenizo
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n un lejano palacio vivía el Príncipe Cenizo,
que se despertaba todos medio a oscuras, porque era público en su país que a menudo ocasionaba que los días se nublaran. El se sentía muy triste por ello, y nunca encontraba amigas y amigos para quedar, durante los días con sol. Cerca de allí, vivía una chica que vendía chimeneas, y llamaban Cenicienta. Ella siempre estaba mandando a sus hermanastras que se pusieran a limpiar la tienda, y pocas veces hacía caso a su padre y a su madrastra, que se quedaban en casa, para no molestar. Una tarde, Cenicienta y sus hermanastras recibieron una invitación para asistir a un baile al palacio, porque el Príncipe Cenizo había organizado una fiesta a través de whasapp. Tomaron un taxi y se dirigieron al lugar. Cuando comenzó la música, el príncipe Cenizo inició el baile y sorprendió a todos bailando hip hop. Página 7 de 14
Los amigos que estaban en la fiesta, se animaron y comenzaron a bailar. Cenicienta, no sabía hacer piruetas, ni volteretas, aunque lo intentaba una y otra vez. Pero sus entrometidas hermanastras se pusieron en medio , y apenas pudo bailar. Al amanecer, cuando el sol apareció, los ratones Jack y Gust se metieron por los vestidos de las hermanastras y, las dos salieron corriendo y gritando. Entre giros y giros, el Príncipe Cenizo, y Cenicienta chocaron, y él se hizo daño en una pierna a causa del golpe, por lo que tuvieron que llevarlo al hospital. En el hospital la Cenicienta le dijo que era un príncipe muy patoso, pero el Príncipe Cenizo le dijo yo lo unico que queria era sorprenderte bailando, porque él era un excelente bailarín de hip hop. Al final la Cenicienta se dio cuenta de que el Príncipe Cenizo no era tan cenizo, y que el sol seguía luciendo sin problema. Comprobó, a la luz del día que era muy guapo, sobre todo por dentro. Se hicieron grandes amigos, y le perdonó por todos sus errores, aunque los siguiera cometiendo de vez en cuando.
“Caperucita
Doctora y la loba Enfermera” U
n buen día Caperucita Doctora se despertó, cogió su
cesta de curas y se fue a la casa de su abuelita, que se había torcido el tobillo. Cerca de su casa, vió la sombra de la Loba y se llevó tal susto que volvió a su casa, a pedir ayuda a su padre. Su padre le explicó que era vegetariana y enfermera, y que no le haría nada malo. Más tranquila, Caperucita se marchó por segunda vez, pensando aliviar el dolor de su abuela. A mitad del camino se volvió a encontrar a la Loba y le pidió que fuese a la casa de su abuela con ella, para ayudar a curarla, y la Loba asintió y con mucho gusto se fue también a la casa de la abuelita. Mientras que Caperucita aún seguía por el camino, la Loba ya había llegado, así que entró en la
casa sin saber que el Cazador le estaba observando, y no conocía que ella era vegetariana y enfermera. Un rato después llegó Caperucita y entró en la casa a ver cómo estaba su abuelita. El Cazador, que había creído que la Loba se habría comido a la joven y a la anciana, cogió su escopeta y entró decididamente. Nada más abrir la puerta empezó a disparar con los ojos cerrados, hasta que se le acabaron las balas. Por suerte, las balas no hirieron a nadie, porque ellas estaban en el baño, lavando los instrumentos de cura. Tuvieron que explicarle todo lo ocurrido al cazador: la Loba amaba tanto la medicina, que decidió seguir estudiando para poder ser cirujana. La abuelita se curó de su pie herido, y ganó las Olimpiadas de Jubilados del 2012, y en cuanto a Caperucita Doctora, decidió dedicar su vida a las aventuras, y se marchó a aprender técnicas alternativas orientales, para ayudar a los demás.
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LA RATITA BLOGUERA
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rase una vez una ratita que era muy trabajadora.
Un día se levantó y empezó a limpiar, y de repente se encontró una moneda de oro. Con eso se compró un lacito rojo y con ese lacito vinieron tres hombres para que se casara con ellos. A todos les dijo que no, pero el gato no la dejaba en paz. La ratita andaba siempre tranquila por la calle pero el gato la perseguía sin parar, era un acoso continuo y ella se cansó de que la persiguiera y le dijo: Yo no necesito ningún gato que me compre lazos, yo sé comprarlos sola y no tienes por qué venir siempre persiguiéndome, déjame ya, iré con quien yo quiera, tengo otros amigos. Cada vez que se sentía enojada, se sentaba en su escritorio y escribía en su blog. Se llama “La Ratita Insumisa”, y tenía un gran número de seguidores. Un día pasó el Gallo que necesitaba ayuda en la granja porque era muy dormilón. Y la Ratita puso en su blog un Página 4 de 14
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anuncio para personas que necesitaran despertarse con un alegre cacareo, y luego lo dejaran dormir. El Perro, que siempre la andaba piropeando, le contó en el súper que él era muy bueno encontrando presas, pero necesitaba a la Ratita para que las atrapara porque él era muy lento. Entonces la Ratita le mandó un whatsapp al Conejo y le presentó al Perro. Desde ese día, el Conejo y el Perro hicieron un buen equipo y les comenzó a ir muy bien. La Ratita anunció su empresa en su blog, y empezaron a tener muchos clientes. En las redes subastó su linda colección de lacitos, que lucía en su cola cada mañana, y con el dinero obtenido, creó con ellos una empresa online que vendían lazos para colas y trenzas a todos los animales que los buscaran. Así, la Ratita se convirtió en una gran ejecutiva,a la que todos respetaban y admiraban, y todos la empezaron a conocer como “La Ratita Blogguera, Princesa de las Redes Sociales”
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La Sirenita que soñaba con la luna
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a sirenita Alina salía todas la noches del agua a ver
la luna , que brillaba hasta el fondo del agua. Su padre, el Rey Aquata, era muy malo con ella, y apenas la dejaba salir porque la consideraba indefensa e inocente. Cuando se sentía triste, se alejaba nadando, y se escondía en una cueva, en la que iba guardando las cosas de humanos que le parecían bonitas, y que encontraba en el fondo del mar. Una noche, se fue hasta una roca, desde la que miraba melancólica la luna. Creyó ver el reflejo de un rayo brillar en el agua, y quiso ir a buscarlo. Pero sin embargo, encontró una pulsera que relucía mucho entre las algas.
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Cuando se la puso, sintió una enorme presión en su mano. Esta pulsera estaba maldita por una bruja llamada Amalia. De pronto, un barco pesquero pasó sobre ella, y le arrojó una red, quedando atrapada. Alina no sabía como deshacerse de aquella tela que la tenía enredada. Era la bruja Amalia, y sus secuaces, que se la llevaron hasta su cueva. Allí la metieron en una jaula de cristal sin agua, para que se fuera ahogando lentamente. Cerca de ella, pudo ver la figura de un hombre, que también estaba encerrado. Empezaron a mirarse, y trataban de unir sus manos para poder hablar. Le dijo por señas que se llamaba Jaime y era el Príncipe de un reino sobre una montaña. Todas la noches se quedaba mirando la luna, y veía un rostro parecido al de Alina. Entonces, apareció la bruja Amalia que había avisado al rey Aquata para que le diera un rescate por ella. Alina, como tenía una piel escurridiza, logró escaparse, y con su larga cola de sirena rompió la jaula de cristal de Jaime, y ambos lograron escapar. Ahora viven los dos en su castillo, y Alina duerme en el lago que Jaime le ha construído, donde también enseña matemáticas a los niños del palacio, para que sean buenos navegantes. Todas las noches se quedan
Cuentos para sonar con princesas abrazados, mirando la luna, y el reflejo que deja sobre las aguas del mar.
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La Princesa pata vestida de plata
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rase una vez una Burra llamada Luna. Ella
colecciona huevos de muchas especies; gallinas, patos, gansos, cocodrilos… Ella quería que nacieran las crías, pero como no podía incubar los huevos, no salían de su cascarón. Sin embargo al pasar el invierno y la primavera, llegó el verano y con el calor se rompieron los cascarones de algunos de ellos. De cada uno fueron naciendo distintas especies: un cuervo, dos patos y un ave muy brillante; era tan brillante que parecía de plata. La burra los llamó: al cuervo Volador, a las dos patatitas Miriam y Angela y por último al ave brillante : Plata. La nombraron así porque era muy bonita, tenía el pico largo y las plumas de color plata.
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Cuentos para sonar con princesas El granjero, que era el dueño de la cabaña conocía algunos trucos de magia, porque en realidad era un brujo malvado, que siempre andaba buscando la fórmula mágica para hacer una poción que convirtiera cualquier objeto o ser vivo en oro: la madera la convertiría en plata y a los animales los convertiría en oro… ¡ Se haría rico y famoso ! Entonces cogió a las dos patitas : Miriam y Angela para poder experimentar, y comprobar si su proceso era correcto. Le salió mal y se convirtieron en aves verdes, con picos en forma de corazón. Luego, probó con la burra Luna y con el ciervo Volador, y tampoco le salió salió bien. Pensando, pensando se dio cuenta de que a Plata le podría sacar toda su plata del cuerpo y hacerse rico vendiendo su especial esencia , pero Plata no quería ser normal, ni que el brujo se saliera con la suya. Por ello se convirtió en una bella estatua y quedó pegada en el suelo para siempre. Por las noches se despertaba, y la bella patita de plata ayudaba a los otros animales que no podían comer, acercándoles trigo a sus picos deformados. Por eso se Página 7 de 14
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convirtió en la heroína de la granja, y todos la conocían como La Princesa Pata, con el corazón de Plata Cuando el granjero se dio cuenta de que los animales no podían convertirse en oro, y que tampoco servían para mantener la granja, recapacitó y entendió su error. Fue corriendo a pedirle disculpas a Plata que estaba firme en el suelo. y le prometió no volver a comportarse tan mal. Entonces se deslizó una lágrima de la estatua y Plata volvió a la vida. Así el mago pudo arreglar sus errores y volvió a convertirlos en los mismos animales de ante. Así todos quedaron felices, aunque nunca comieron perdices, colaborando juntos en todas las tareas del hogar y de la granja, para poder vivir tranquilos La lágrima cayó al huerto, y de ella creció un enorme manzano, cuyas manzanas plateadas convirtieron en un lugar muy visitado por los ciudadanos de otros estados. Al lugar le llamaron El Huerto encantado de la Princesa Pata de Plata
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La Bella Valiente
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n una aldea muy lejana, vivía un príncipe
llamado Abelardo, que era muy feo y glotón, aunque muy listo. También vivía una princesa, que siempre estaba ocultada en los rincones más sombríos del bosque, acompañada por su loba y muchos animales. Esta princesa se llamaba Bella y era salvaje e inquieta, pero al mismo tiempo era una joven valiente, amable y cuidadosa. Aunque vivía sola, su loba la defendía de todos los peligros del reino. Conocieron en el bosque negro a un cuervo, llamado Black, que se hizo pronto su amigo y la acompañaba siempre, ayudándole cuando lo necesitaba. Página 8 de 14
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Un día, unos médicos malvados atacaron con toda su artillería a la aldea del reino: Jeringuillas llenas de microbios, bacterias, … , porque querían hacerse con el poder y extender un virus mutante, y así enfermar a toda la población. Entonces, una de estas jeringuillas fue a parar al Príncipe Abelardo, que le hirió y lo dejó inmóvil. No podría hablar, ni andar, aunque sí escuchaba y veía todo. Parecía que estuviera dormido. Pensó que ya no podría volver a gobernar, porque los médicos se habían hecho con las salas de curas, y trataban de adormecer a toda la población. La Bella Valiente, que había aprendido a experimentar con remedios naturales, desde lo alto de los árboles observaba la gran revolución, por los que pensó en tenderles una trampa. Mandó a su cuervo Black para que cazara al vuelo todos los objetos que lanzaban los médicos, y a su loba para proteger al Príncipe Abelardo.
Cuentos para sonar con princesas Mientras tanto, ella, que había aprendido a hacer pócimas mágicas, buscó un remedio con hierbas del bosque para elaborar una vacuna que los salvara a todos. Al ver que el cuervo recogía todos los instrumentos que lanzaban, los médicos emprendieron la retirada. El príncipe propuso a la princesa que regalara su fórmula a todos los habitantes, para salvarlos de forma gratuita. El príncipe Abelardo y la princesa Bella organizan una ONG, y el pueblo los aplaudió. Se enamoran y se casaron, y dedicaron su vida a la investigación porque ella le enseñó . Y así fue, y colorín colorado este cuento ya ha terminado.
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