La clausula piensalo bien ante mirian g blanco

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suficiente poder como para denegar la entrada al señor Baker. ¡Sí! Tyler Mccartney había vuelto con su ex mujer para mantener a la familia de Melisa a salvo. ¡Esa era la realidad! —Necesito verla, Harry. ¡Necesito estar con ellos!—expresó Tyler con la voz entrecortada. —Lo sé, pero la situación está un poco complicada, hermanito. —¿A qué te refieres? Harry abrió la boca y la cerró, tratando de buscar las palabras adecuadas para explicárselo. —Thompson —dijo, tragando saliva con dificultad—. Thompson está cuidando a Melisa. A Tyler lo consumió la rabia. No podía dejar de pensar que tal vez el astuto de Chad conquistara a Melisa y adoptara a su hijo. —¡Joder! —exclamó, tirando todo lo que había sobre la mesa—. Dime calle y un número... ¡ahora! ***** Con los días, a Melisa cada vez se le notaba más y más el embarazo. Ella comenzaba a sentirse demasiado orgullosa de lucir su barriga. El mismo día que decidió largarse lejos de Tyler, ella tuvo que volver a mentir a sus padres informándoles que tenía un nuevo trabajo en otro país. Así se aseguró de que Tyler nunca descubriera dónde se escondía si trataba de buscar algún dato sobre ella en su casa. Melisa estaba asustada, más aún cuando esa misma noche descubrió, a través de una prueba de embarazo, que ella estaba en cinta. La primera vez que llegó sola y sin saber qué hacer en su nuevo barrio, el miedo la invadió. Pero, por suerte o casualidad, Chad apareció allí. Gracias a él, ella había conseguido una habitación en un hostal de un conocido suyo mientras hacía unas horas en la recepción. Cuando salió afuera, Melisa frotó las manos para hacerlas entrar en calor. Había vestido un peto vaquero, un jersey, unas deportivas y un gorro con un


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