Prensa y publicaciones

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Prensa y textos Geraldine MacKinnon 2009 - 2016

















El Mercurio de Valparaíso, Agosto de 2012

“The Dunoon Observer” Septiembre de 2012, Escocia.







Revista Paula y Mercado Paula Gourmet, Noviembre de 2011.


COMUNICADO DE PRENSA PINTURAS DE GERALDINE MACKINNON MI NATURALISMO: Tras los pasos del espíritu viajero. La artista e ilustradora naturalista chilena, Geraldine MacKinnon, presenta en Galería Artium una serie de acuarelas donde entabla nexos con el trabajo que realizó en 1884 Marianne North en nuestro país. La exposición representa en diferentes formatos los lugares por donde anduvo la investigadora inglesa, así como las especies de plantas y aves que conoció. Las imágenes fueron realizadas a través de exploraciones, fotografías y bosquejos in situ y -con ciertos quiebres en la técnica- representan un cruce inédito entre naturalismo y arte contemporáneo. Según advierte la autora, el rescate de la figura de North -que se erige en un contexto de dominio masculinoguarda cierta intención feminista, apuntando también a una necesaria re-unión entre ser humano y naturaleza. “Mi naturalismo” es patrocinado por el área botánica del Museo Nacional de Historia Natural. Geraldine MacKinnon (1979) ingresó al ámbito del dibujo científico por una conjunción de hechos que podrían remontarse a 2006, cuando -en busca de mayor independencia- emigró de Santiago a Isla de Pascua. Titulada como Licenciada en Artes Visuales (2000) y como Profesora de Artes Plásticas en la Pontificia Universidad Católica de Chile (2003), la autora realizó por un tiempo exposiciones, hizo clases en colegios y participó en proyectos educativos con una intención social. Una vez en la isla, se unió como fotógrafa al staff de la investigadora Sonia Haoa Cardinali, que realizaba un catastro arqueológico en la zona. Fueron dos años, dice, de largas horas retratando, en sus detalles y magnificencia, una naturaleza maltratada por décadas. “Siempre he sido dibujante y me han gustado las técnicas al agua, incursionando mucho en la fotografía. Esas largas horas en terreno me ayudaron a estar en silencio y a pensar libremente. Así te conectas con el entorno más profundamente”.

Árboles endémicos de Rapa Nui, para fundación Mata Ki Te Rangi. Luego en Con Con -y casada con el pintor Víctor Mahana- fue contratada por la Fundación Mata Ki Te Rangi, dirigida por la propia Haoa, para realizar 83 láminas de plantas, moluscos, aves y otras especies endémicas e introducidas por los polinesios en Rapa Nui. “Fue una gran tarea, porque siempre dibujaba mucho pero no a nivel científico. Me puse a estudiar y fui aprendiendo en la marcha. El conjunto es muy lindo, pero obviamente faltaban conocimientos y práctica. En ese momento me di cuenta de que me encantaba y cumplía con todo lo que yo esperaba del arte: naturaleza, dibujo, estudio, ciencia, técnica, conocer, viajar”. Hoy la artista imparte talleres de ilustración botánica y naturalista en diversos centros culturales de Santiago.


“Mi Naturalismo” es la primera exposición en una galería, presentando esta obra atípica en el ámbito del arte local. Aquí la ilustración de la naturaleza le permite erigir una estética y un discurso, ocupando como referentes especies y lugares rescatados por la inglesa Marianne North en su viaje a Chile, en 1884. MacKinnon nos cuenta un poco más de este personaje: “North vivió en la Inglaterra victoriana. Hija de un político connotado y muy asiduo a los grandes viajes, sentía una profunda admiración por él y lo seguía en todo: vivía para él y viajaban juntos. Cuando su padre murió, Marianne quedó muy deprimida. Para recuperarse, decidió viajar a Canadá, donde empezó a pintar la vegetación que iba conociendo. Estuvo en Brasil, Estados Unidos, India, las Islas Seychelles, Australia, entre otros lugares. Pintaba óleos de todas las plantas que encontraba y hasta descubrió algunas especies que llevan su apellido en el nombre científico. En ese entonces ya sentía pena por especies y lugares que estaban empezando a desaparecer. Fue una pionera y para mí encarna el alma del naturalismo, aunque se formó en un ambiente imperialista y también fue parte de eso”. El último viaje de North fue a nuestro país, en busca de la araucaria araucana y la puya. “Estuvo con Bejamín Vicuña MacKenna y con otras personalidades del país. Hizo más de 30 pinturas, entre paisajes, conjuntos de especies en su hábitat y jarrones con ramos de flores cortadas. Todas son muy lindas, muestran a un Chile bastante más intocado y bucólico. Pero así se ve cuando uno llega a lugares sin intervención humana”, opina MacKinnon. Para “Mi naturalismo”, asumió un proceso de trabajo nuevo, que comenzó con la lectura de varios textos sobre North y otras mujeres naturalistas de su época. La artista quería entender el contexto y los ideales que movieron a esas mujeres “que rompieron el recatado molde de su tiempo”.

Con ayuda de Gloria Rojas, encargada del área botánica del Museo Nacional de Historia Natural, elaboró un listado de las especies que la inglesa pintó aquí. “Me vi frente a una lista enorme de plantas, flores y árboles, y me sentí bastante desorientada. Por eso estuve un tiempo buscando y tomando fotos, recorriendo y tomando apuntes en algunos de los lugares que ella visitó, más que nada tratando de entender cuál era mi rol en esto”. Así, MacKinnon formó un archivo que sumó fotos propias y algunas pocas contribuciones de fotógrafos que dieron su consentimiento. Contrastó la estación del año en que North trabajó primavera- con el tiempo en que ella estuvo: pleno otoño. “No estaban las flores de todos colores ni nada por el estilo. Por eso la muestra se enmarca en un paisaje otoñal, donde hay poca presencia de flores, y donde escojo simples detalles que han llamado mi atención, además de un par de obras más simbólicas que aluden a la mujer naturalista y al viaje. Después de todo, creo que es una primera etapa con los primeros resultados de una investigación que podría extenderse más”.


¿Hay una intención feminista al rescatar la figura de North y revisar el trabajo de otras naturalistas en un ámbito históricamente dominado por hombres? Sí. Lo que más me llama la atención es su determinación de seguir un objetivo y una pasión en un momento histórico poco favorable para las mujeres. Además, sólo las que tenían muchos recursos económicos lograban hacerlo, lo que también es un factor interesante y contingente. Actualmente, hay muchísimas ilustradoras mujeres en el mundo de la botánica y la ciencia en general, pero en nuestro país la gran mayoría de los libros están ilustrados por hombres. Espero que eso empiece a equilibrarse. ¿Cómo sitúas esta obra en un espacio de arte actual al tratarse de un oficio ligado más bien al ámbito de la ciencia y la enseñanza? Cuando empecé a trabajar desde un punto de vista naturalista, me sentía complicada por tener que justificar este tipo de visualidad en los espacios del arte contemporáneo. Por eso, aparte de investigar y conocer sobre sus orígenes y mayores exponentes, traté de hacerme una idea de en qué están el naturalismo, la ilustración científica y la unión arte - naturaleza hoy. Lo primero que pude comprobar es que en las ciencias, la ilustración es una herramienta 100% vigente y necesaria para cierto tipo de trabajos. Hay muchas personas en el mundo ilustrando diferentes áreas de las ciencias naturales. Por otro lado, el arte contemporáneo tiene muchos autores que usan referentes de la naturaleza o las ciencias en sus obras. Mi favorito es Andy Goldsworthy, un maestro del Land Art. A la vez, biólogos, botánicos, ornitólogos y un gran etcétera, entran en el campo del arte gracias al naturalismo. El intercambio Arte - Ciencia es muy antiguo en el mundo occidental, y nunca dejará de suceder. ¿Cuál es el giro -entonces- que das a la ilustración naturalista para que ingrese en el ámbito del arte contemporáneo? Es muy agradable trabajar en un ámbito que parece muy estricto sobre todo en lo técnico y formal, porque en realidad lo estoy mirando como artista, y lo puedo resignificar como quiera. Me encanta desarrollar una técnica y esforzarme en eso; es la parte que ayuda a meditar. Lo personal reside en qué hago con esta técnica y esta formalidad científica, cómo uso este vocabulario determinado. Al ser artista puedo transgredir alguna norma científica si lo considero necesario. Mi búsqueda estética en la representación, es la de mostrar el “carácter” de los modelos privilegiando esto sobre el estricto rigor científico. Es decir, puedo omitir algunos detalles en función de dar más vida a lo que pinto. Los modelos que escojo son todos de la flora chilena endémica o introducida -que ya forma parte habitual de nuestro paisaje- y que en este caso ilustran el recorrido hecho por otra persona en otro tiempo, pero con el aspecto actual: menos poblado, menos “selvático”, un otoño. El viaje de North estuvo marcado por la abundancia, en cambio mi trabajo muestra la realidad contraria. El naturalismo me permite poner sobre la mesa mis ideas sobre la actual relación de las personas con la naturaleza, puedo reflexionar sobre cómo nosotros, como seres biológicos que somos, nos hemos distanciado de nuestro origen a tal punto que si no renovamos esta importante relación, terminaremos en un mundo que tendrá una configuración radicalmente diferente a lo que conocemos hasta ahora. Creo que esto perfectamente se puede inscribir en el ámbito del arte actual, el único impedimento podrían ser los prejuicios. Por Carolina Lara, periodista.


El Mercurio, Diciembre 2011


Texto del académico del Instituto de Estética de la UC, Dr. Gonzalo Leiva Quijada.

El postnaturalismo / acuarelas de Geraldine MacKinnon “El país y su territorialidad que se dilata y sitúa entre dos ejes naturales: Cordillera y Mar, para muchos pensadores se sitúan también como metáfora insular. No obstante, las restricciones geográficas de acceso y de lejanía respecto de las rutas comerciales y las metrópolis o centros de poder, el país atrajo desde el siglo XVIII a numerosos aventureros, viajeros y naturalistas. Así su diversidad de climas, flora y fauna, accidentes tectónicos, volcanes, lagos y fiordos fueron generando expectativas utópicas. Además, los variados focos telúricos se plasmaron en numerosas iconografías por medio de dibujos, acuarelas, esquicios, estudios, pinturas y cuadernos de viajes. Pero en el siglo XIX constituyó con el naturalismo paisajista un género de representación que asentó su canon representacional. Si realizamos una visión global en la obra de Geraldine MacKinnon, llama la atención sus propuestas plásticas, que sí bien dialogan con la tradición de representación naturalista anterior, urgen nuevas perspectivas e identificaciones. La ausencia de estridencia compositiva nos lleva a la disciplina del dibujo, retórica de la certeza que devuelve al croquis la centralidad de la construcción argumental. Desde la base está la paleta descriptiva, primorosa de la artista que respira la presencia del árbol, la hoja, el fruto. La flora relicta, los árboles sagrados asoman en los trabajos de Geraldine, el verde amplia su gama tonal, recordándonos que el “color local” se construye tras la paciencia contemplativa. Pues el trabajo meticuloso de Geraldine no viene de la construcción positivista es decir del fundamento científico, viene del emplazamiento frente a la poderosa naturaleza que acoge, envuelve y da sentido íntimo. Por esto sus obras no son ejercicios plásticos, se constituyen en recorridos sensibles en la poética del espacio natural, donde el árbol por su colorido otoñal, las hojas con sus nervaduras y las flores desde sus colores son símbolos vastos de la belleza vislumbrada y exteriorizada. Los requerimientos rigurosos de la producción de la artista logran perfección técnica en la compleja técnica de la acuarela, su precisión micro cósmica es ampliada por el “mandala” que como viñetas de un curso diagramático indican que la observación del orden natural es compensada por la armonía y el silencio. Pues, el posicionamiento técnico de la artista es un trazado interpretativo donde uno de los ejes centrales es la constitución visual desde impulsos y retículas constructivas, que organizan la naturaleza para hacerla poética y vibrante. Por esto, su propuesta desplaza el naturalismo y sus restricciones de paradigma, para incorporarse a un camino propio e interpretativo, abandonando barreras, modas y concepciones. La honestidad plástica resultante es conmovedora. “

Santiago, Octubre de 2011


El Mercurio, Marzo de 2010



Š Geraldine MacKinnon 2016 www.minaturalismo.com geraldine.mac@gmail.com


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