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Contra todo pronostico

Salimatu Sinneh Koroma

SLTU (Sindicato de Docentes de Sierra Leona)

Mi historia es sobre Isatu, mi contemporánea. Ella nació en el mismo pueblo y en la misma calle. Esta niña era muy inteligente en la escuela y todos los de la comunidad querían ser sus padres.

A los catorce años Isatu quedó embarazada y esto sorprendió a todos en nuestra comunidad. La mayoría de sus compañeras de su edad le aconsejaron que mezcle algunas hierbas que terminarían el embarazo, pero ella se rehusó. Incluso sus tías, una era monja y la otra enfermera, ambas trabajaban en el hospital del gobierno, querían que tenga un aborto. Un día la llevaron al hospital para terminar el embarazo. Isatu se escapó del hospital porque temía perder la vida.

Fue estigmatizada y hostigada por gente en la calle cuando iba al hospital por tratamiento. Estaba avergonzada, especialmente cuando veía a sus compañeras de clase, con sus uniformes, yendo a la escuela. Algunas amigas la alentaron para que no pierda la esperanza. Pasaron los meses y se sintió mal y fue ingresada en el hospital. Isatu era una paciente de anemia falciforme. Por tanto, los médicos le aconsejaron que se quede en el hospital hasta que el bebé nazca.

Al escuchar que Isatu había sido ingresada en el hospital, la gente de la comunidad y algunas estudiantes, especialmente sus compañeras del nivel tres, la visitaron en el hospital con frecuencia. Sus visitas no eran para simpatizar con ella sino para hostigarla.

Por obra de Dios, dio a luz a una hermosa y vigorosa niña. Cuando escucharon la noticia de su parto, mucha gente fue al hospital a verla, pero ya el doctor había

instruido a las enfermeras de no permitir el ingreso de nadie, excepto sus padres. El mismo día fue trasladada a un pabellón especial.

Después de un año, Isatu rogó a su padre que le permita regresar a la escuela. Su padre consiguió un maestro especial para que le enseñe en casa, porque si regresaba a la escuela enfrentaría hostigamiento de parte de sus compañeros. Isatu era aplicada y muy comprometida, por lo que estudió muy duro. Después de dos años, su padre encontró una escuela primaria para ella. Pasado otro año tomó el Examen de Certificación General (Nivel GCE O). Aprobó cinco cursos, incluídos matemáticas e inglés. Su padre le preguntó que quería hacer luego. Ella le dijo que quería ser maestra. Su padre estuvo de acuerdo y le compró el formulario del examen de ingreso para que siga un Curso de Certificado Docente. Isatu rindió el examen y lo aprobó con mucho éxito. Lo que quiero decir es que aprobó todos los cursos.

Isaku fue admitida en la Escuela de Formación Docente en Makeni. Makeni está a once kilometros de Magburaka, donde vivía. Durante el primer año en la Escuela se enfermó y fue ingresada en el hospital gubernamental de Makeni. Se le diagnosticó apendicitis y anemia falciforme. Le operaron de apendicitis. Isatu perdió muchas semanas de clases, pero gracias al aliento de su mamá y su papá, pudo continuar sus estudios y pasó al segundo año sin observaciones. Continuó sus estudios durante tres años y los completó con una aprobación de segunda división.

Isatu regresó a su escuela anterior y continuó enseñando. Enseñó durante tres años más y pensó que debía mejorar. Así que continuó estudiando. Les contó a sus padres de su intención y ellos estaban felices y le alentaron para que lo haga.

Esta vez ella misma compró el formulario y postuló para el Curso de Certificado de Docente Superior en Secundaria. Logró aprobar con el apoyo de sus padres. Encontró obstáculos, pero también éxitos y completó el curso exitosamente. No pudo continuar enseñando en su pueblo natal debido a la guerra civil en nuestro país (Sierra Leona). En esa época en las provincias era muy grave. Tenía que mudarse a la capital Freetown.

Mientras enseñaba en Freetown, participó en el Sindicato de Docentes de Sierra Leona (Sierra Leone Teachers Union - SLTU) como activista en el Comité de Mujeres. Luego fue designada para asistir a un Taller en el Congreso Laboral de Sierra Leona (Sierra Leone Labour Congress, SLLC), el organismo paraguas de todos los sindicatos del país. Durante la ceremonia de clausura del taller,

le pidieron a Isatu dar las palabras de agradecimiento. Su desempeño condujo a que una de asistente al taller, una de las socias internacionales, le pida su Curriculum Vitae. Isatu se lo entregó y ésta le dijo: “Tienes que mejorar tu CV”.

Esto inspiró a Isatu y desde ese momento quiso avanzar su educación. Empezó a trabajar con las ONG locales en la comunidad para recaudar fondos para poder ingresar a la universidad. Fue realmente muy desafiante para ella, en tanto ahora era madre con hijos, y tenía que pagar el apartamento y la pensión escolar de sus hijos. Como docente, su salario no era alentador. Estaba decidida y nada podía impedir que alcance su objetivo.

Isatu se había casado con un hombre con dos hijos. A él nunca le importó la hija de Isatu, por lo que tuvo que enviar a su hija para que viva con sus padres. Isatu y su esposo tenían dos hijos, un niño y una niña. Isatu cuidaba a todos los niños, incluso los de su esposo. Nunca diferenció entre sus dos hijos y los dos hijos de su esposo. Su esposo realmente no era un padre cariñoso. Sucedieron muchas cosas durante el tiempo de su matrimonio por lo que se separaron.

Isatu había pasado por muchos desafíos, no sólo en su vida personal, su salón de clases y la comunidad, sino también en su sindicato. Ella era la líder del Comité de Mujeres de su distrito, debidamente elegida, cuando estaba en la provincia. Cuando se mudó a Freetown, se inició como activista y fue elegida Representante de la Escuela, en su escuela. Cuando se realizaron las elecciones distritales, postuló al puesto del Comité de Mujeres en su distrito y ganó. Terminado el período, hubo otras elecciones. Esta vez postuló al puesto del Comité Regional de Mujeres. Venció sin oposición. Nadie postuló en contra. Había estado vinculando los asuntos de las mujeres en su región.

En 2009, Isatu postuló para el Grado de Bachiller en Ciencias en la universidad. Fue admitida y las cosas nuevamente se pusieron difíciles, en espacial porque su padre no estaba para ayudarla. Falleció en 1997, durante la Guerra Civil, y su madre era como un cadáver viviente. Isatu tuvo que cuidar de ella mientras estudiaba. Su mamá partiría en 2011, antes de que Isatu se gradúe como Bachiller en Ciencias en Desarrollo y Economía en 2012, especializada en Planificación de Proyectos y Administración

Isatu quien no había completado el tercer año de educación secundaria se graduaba. ¡Gloria a Dios!

En cuanto a su hija, ella fue a la escuela y tomó el Examen del Certificado de la Escuela Superior de África Occidental (WASSEC, siglas en inglés). Cuando

su madre estaba ocupada estudiando, ella también estaba estudiando en la universidad. Ahora tiene treinta y seis años.

Cuando Isatu visita su pueblo natal, la gente la admira siempre. Algunos de sus compañeras no podían mirarle a los ojos, pero ella siempre se les acerca para alentarles y ayudarles cuando surge la necesidad. Con perseverancia Isatu podría lograr más.

Como agente del equipo de cambio, aliento a más niñas y mujeres a que erradiquen la Violencia de Género en el Ámbito Escolar y trabajen duro para siempre liderar y amar a los otros. Nuestras niñas que aún son adolescentes nunca deben rendirse en la vida. Si te caes, sacúdete del polvo y levántate. De seguro alcanzarás tu meta.

A nuestros Padres: Por favor apoyen a sus hijos. No hay un mal matorral para botar a un mal niño o niña. No hay niños o niñas malos. Ustedes como padres los harán malos.

A la sociedad en su conjunto: Nunca juzguen a una persona, especialmente a una niña. Si ven a alguien que sufre o tiene un problema, si pueden ayudar, háganlo. Si no pueden ayudar, no señalen con el dedo. Hay una razón para todo lo que sucede.

Esta historia se la dedico a los difuntos padres de Isatu y sus esfuerzos para hacer de ella una maestra, contra todo pronóstico