Coleccion Cuentos Kawesqar

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Colección de Cuentos Kawésqar Para la Educación Básica y Media


© 2017 Oscar E. Aguilera F. y José Tonko P. Inscripción No. A-275740 Foto portada © 2011 Oscar E. Aguilera F. (Brazo Norte, territorio del Hijo del Canelo) Ilustradora: Virginia Herrera Caris Diseño y Diagramación: Gabriel Quilahuilque Márquez


Oscar E. Aguilera y José Tonko P.

Colección de Cuentos Kawésqar Para la Educación Básica y Media

Punta Arenas 2017


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Índice Introducción

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¿De qué trata este libro?

6

¿Cómo usar este libro?

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¿Qué hay que saber antes de leer los cuentos? Los kawésqar

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Territorio kawésqar

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El arte de la palabra

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Actividades sugeridas

13

Cuento El Hijo del Canelo

15

Presentación

15

Actividades sugeridas

19

Texto bilingüe

22

Cuento de los astros

36

Presentación

36

Actividades sugeridas

37

Texto bilingüe

40

Cuento de Kstai-asé-Maqájes

44

Presentación

44

Actividades sugeridas

45

Texto bilingüe

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5

Cuento de las moscas

56

Presentación

56

Actividades sugeridas

57

Texto bilingüe

60

Cuento de C’ek’éslak, el hombre rayo

64

Presentación

64

Actividades sugeridas

65

Texto bilingüe

68

Anexo

92

Cuento de Kamatáu

94

Texto bilingüe

94

¿Cómo analizamos el cuento?

106

Descripciones

109

Personajes

112

Los personajes en los cuentos kawésqar

112

Kamatáu, el pez-hombre

115

Los hombres

116

Eventos

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Introducción 1.1 ¿De qué trata este libro?

E

ste libro está destinado a estudiantes de 8º Año de Educación Básica y de 1º y otros de Educación Media. Trata de mostrar a WUDYpV GH XQD EUHYH VHOHFFLyQ FyPR VH PDQLÀHVWD OD RUDOLGDG de uno de los pueblos originarios más antiguos de la Región de Magallanes, o bien del extremo sur de Chile, los kawésqar. Al mismo tiempo intentará mostrar una manera de concebir el mundo por parte de un grupo humano que habitó un territorio prácticamente desconocido para quienes viven en la ciudad, muy distinto del mundo occidental. Los cuentos eran instrumentos de enseñanza para los kawésqar, estaban destinados a los niños y proporcionaban información sobre diversos temas: lo que había que conocer en cuanto a normas culturales, territorio, cuerpo de creencias, etc. Los cinco cuentos seleccionados intentan mostrar la variedad de tipos de narraciones que existían. A través de las presentaciones de cada cuento, notas explicativas y algunas actividades sugeridas, el estudiante podrá conocer una dimensión desconocida de este pueblo originario que ha logrado conservar su acervo cultural hasta el presente. Mediante una labor de rescate cultural ha sido posible registrar estos documentos que constituyen la herencia cultural de los kawésqar. La edición bilingüe está concebida así para que pueda ser también utilizada en los programas de revitalización de la lengua kawésqar, enfocados a los descendientes urbanos no hablantes.


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1.2. ÂżCĂłmo usar este libro?

L

os cuentos van precedidos de una presentaciĂłn que informa aspectos generales del mismo y explicaciones que dicen relaciĂłn FRQ DVSHFWRV FXOWXUDOHV D Ă€Q GH D\XGDU D OD FRPSUHQVLyQ de la narraciĂłn, sin que sea vista con una interpretaciĂłn errĂłnea por tratarse de otra cultura. Generalmente los lectores de textos similares, pertenecientes a pueblos originarios, interpretan a la luz de su propia cultura, es decir, la occidental, sin tener en cuenta que hay diferencias sustanciales entre las culturas. Para evitar estas malas interpretaciones, estas introducciones a los textos proporcionarĂĄn la informaciĂłn necesaria para el lector, asĂ­ como sugerencias de actividades que pueda realizar, bibliografĂ­a complementaria que puede encontrar en Internet, etc. En cuanto a la traducciĂłn de los textos, estos han sido editados, es GHFLU VH KDQ PRGLĂ€FDGR UHVSHFWR DO RULJLQDO D Ă€Q GH REWHQHU XQ WH[WR Ă XLGR /DV QDUUDFLRQHV RUDOHV WLHQGHQ D OD UHSHWLFLyQ GH IRUPDV canĂłnicas, tales como “Como contaban los antiguosâ€?, “Como contaban antesâ€?, “Como contaban los antiguos kawĂŠsqarâ€?. Se denominan “canĂłnicasâ€? porque se ajustan a una modalidad de narrar. Una forma canĂłnica en los cuentos occidentales es que comienzan con “HabĂ­a una vez‌â€?. La ediciĂłn realizada no afecta el contenido general del cuento. Hay que tomar en cuenta que las diferentes lenguas del mundo no son un calco de la otra, cada una tiene sus formas de expresiĂłn particulares, por lo cual lo que se expresa de una manera en una lengua no necesariamente debe tener la misma extensiĂłn en la otra. La lengua kawĂŠsqar es una lengua que admite una gran variedad de sutilezas en su manera de expresarse que a veces una sola palabra requiere de una oraciĂłn completa en espaĂąol. Cuando sea necesario, para ilustrar o explicar algĂşn tĂŠrmino o expresiĂłn utilizada, se in-


8 cluirán cuadros explicativos en estas secciones introductorias o en la sección de actividades sugeridas. Por último, cabe señalar que esperamos que esta breve antología sirva para dar a conocer un aspecto desconocido de una cultura que muFKDV YHFHV HV GHVYDORUL]DGD DO FRPSDUDUOD FRQ RWUDV TXH ÁRUHFLHURQ en América. Los kawésqar, como pueblo cazador-recolector, no dejaron grandes monumentos, pirámides o templos, pero sí desarrollaron un arte de la palabra que encontramos igualmente en culturas antiguas. La oralidad era la única forma de expresión antes de la invención de la escritura, sin embargo, incluso existiendo la escritura, la GLÀFXOWDG SDUD UHSURGXFLU ORV WH[WRV HQ OD DQWLJ HGDG KL]R TXH OD RUDlidad siguiera practicándose. Los relatos homéricos eran expresiones orales que posteriormente se redujeron a la escritura, igualmente las sagas nórdicas, relatos que se transmitían en forma oral a través de narradores expertos. Igualmente, en el mundo kawésqar existieron estos narradores expertos que hicieron que sus voces y destrezas se convirtieran en este arte de la palabra.


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¿Qué hay que saber antes de leer los cuentos? 1. Los kawésqar.

L

os kawésqar es un pueblo originario que pobló el territorio austral de Chile. Su presencia se remonta a más de 6.000 años, según datos arqueológicos, en la llamada Patagonia Occidental. Eran nómadas, cazadores-recolectores que se desplazaban por los canales en pequeños grupos. Nunca formaron tribus ni tenían un jefe que rigiera sobre todos, estaban organizados en familias individuales que en ocasiones podían reunirse en algún punto de los canales para realizar alguna ceremonia o bien tenían encuentros durante su navegación. Se desplazaban en canoas dentro de su amplio territorio en busca de medios de subsistencia: cazaban mamíferos marinos (lobos marinos) y terrestres (huemules, coipos) y aves. Además, una importante fuente de alimentación estaba constituida por moluscos (cholgas, choros zapato, mauchos), que era producto de la recolección. Hoy los kawésqar forman dos grupos distintivos: los kawésqar de Puerto Edén, quienes conservan la lengua y todo el conocimiento ancestral transmitido de generación en generación. Este grupo se encuentra asentado en Puerto Edén, pequeña localidad en medio de los canales patagónicos, y ya no practica el nomadismo, no obstante, los ancianos kawésqar son los que poseen todo el conocimiento del antiguo sistema de vida.


10 El otro grupo está formado por los llamados “kawésqar urbanos”, los descendientes de tercera y cuarta generación que viven en Punta Arenas y Puerto Natales, nunca vivieron la vida nómada y no conocen las antiguas tradiciones, excepto por la documentación que ha sido posible rescatar. Tampoco hablan la lengua kawésqar y están asimilados a la vida urbana.


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2. Territorio kawĂŠsqar.

E

l territorio kawÊsqar se extiende desde el golfo de Penas al norte, hasta ambas mårgenes del estrecho de Magallanes. Ocupa la parte sur de la región de AysÊn y una gran parte de la región de Magallanes hasta el estrecho. Este amplio territorio se lo denomina Patagonia occidental y estå formado por innumerables LVODV FDQDOHV \ ÀRUGRV (Q ORV FDQDOHV LQWHULRUHV SUHGRPLQD OD VHOYD IUtD DXVWUDO HQ WDQWR TXH OD ]RQD KDFLD HO RFpDQR 3DFtÀFR HV PHQRV densa en vegetación. Todo este territorio era el åmbito de nomadismo de los kawÊsqar.

Los kawĂŠsqar dividen su territorio en dos grandes porciones: los canales interiores, al este, que denominan jĂĄutok (se pronuncia “yĂĄutokâ€?) y el territorio hacia y en la costa exterior, que denominan mĂĄlte. En jĂĄutok o canales interiores, los paisajes y las costas son totalmente GLIHUHQWHV GH ORV VHFWRUHV FHUFDQRV DO RFpDQR 3DFtĂ€FR HQ DOJXQRV tramos las costas son abruptas y dan paso a acantilados que desde los cerros se sumergen en el agua sin dar paso a una pequeĂąa saliente que permita resguardar alguna embarcaciĂłn. Como por ejemplo, el sector oeste del canal Messier desde la entrada de la boca del canal Adalberto por el norte y, por el sur, hasta la entrada de la angostura Inglesa. Por lo general las playas de jĂĄutok son de pedregales y de corta extensiĂłn. En mĂĄlte hay poca selva impenetrable, existen turbales y llanuras de gran extensiĂłn donde habita una gran diversidad de aves. En su mayor parte existen playas de gran extensiĂłn compuestas de arena Ă€QD GRQGH OD YLVLyQ VH SLHUGH HQ HO KRUL]RQWH +D\ XQD JUDQ FDQWLGDG de islotes e islas que en todo su contorno estĂĄn rodeadas de playas de arena. La costa recibe olas de gran tamaĂąo que llegan a la playa con mucha fuerza.


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3. El Arte de la Palabra.

L

os kawésqar no dejaron grandes construcciones monumentales tales como templos, pirámides, etc. Sin embargo, poseen una gran riqueza de tradición oral lo que se conoce como “el arte GH OD SDODEUDµ KD\ GRV WLSRV GH QDUUDFLRQHV TXH HQ IRUPD JHQpULFD se conoce como “eik’óse” que quiere decir precisamente relato, narración. El primer tipo de narración oral kawésqar son los relatos de viaje. Como su nombre lo indica, son historias que cuentan viajes de la vida nómada y se narran en los encuentros que tenían en los canales. Si alguien llegaba, contaba como lo había hecho. Por lo tanto, utilizan un lenguaje menos elaborado, más coloquial que los cuentos. (O VHJXQGR WLSR HVWi FRQVWLWXLGR SRU ORV FXHQWRV TXH VH UHÀHUHQ D WRGR HO XQLYHUVR NDZpVTDU VRQ FXHQWRV GLULJLGRV SULQFLSDOPHQWH a los niños porque son tipos de enseñanza que se transmite. Estos cuentos requieren de un gran dominio del idioma y una gran destreza narrativa, por eso había narradores experimentados, aunque cada uno podía contar y trasmitir a su manera el cuento. (O DUWH GH OD SDODEUD VH UHÁHMDED SOHQDPHQWH HQ HVWRV QDUUDGRUHV experimentados, en ellos encontramos formas muy antiguas de la narrativa oral como por ejemplo las sagas nórdicas (vikingas) y muchos temas que son universales tales como el origen del sol, la luna, las estrellas, héroes míticos, etc.


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Actividades sugeridas Busca en Internet un mapa de la región de los canales para que puedas apreciar la gran extensión territorial y su composición (islas, FDQDOHV ÀRUGRV 3XHGHV encontrar fotografías del paisaje en la Guía (WQRJHRJUiÀFD GHO 3DUTXH Bernardo O’Higgins en el siguiente sitio: https://www.academia. edu/3829396/Gu%C3%ADa_ (WQRJHRJU & $ ÀFDBGHOB Parque_Bernardo_OHiggins En la descripción sobre el territorio se mencionan algunos puntos. Ubica en el mapa de la región Puerto EdÊn, los canales Messier y Adalberto. Discute con tus compaùeros sobre la extensión del territorio kawÊsqar.


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Sobre el “arte de la palabraâ€?. Generalmente se piensa que el lenguaje escrito es la H[SUHVLyQ PiV SHUIHFWD GHO OHQJXDMH VLQ HPEDUJR DQWHV de que se inventara la escritura, la Ăşnica manera de transmitir conocimiento y entretenimiento era la forma oral. Incluso existiendo la escritura, la oralidad continuĂł siendo empleada en la antigĂźedad a travĂŠs de la recitaciĂłn, actuaciĂłn o la lectura pĂşblica Las formas de la literatura oral de los diferentes grupos ĂŠtnicos en el mundo son variadas y constituyen el llamado “arte verbalâ€?, difĂ­cilmente perceptible a travĂŠs de la traducciĂłn, sin embargo, la traducciĂłn es el Ăşnico medio mediante el cual podemos tener acceso a las mĂĄs variadas formas de este arte verbal. Si quieres saber mĂĄs sobre el arte de la palabra entre los kawĂŠsqar, este artĂ­culo te puede proporcionar informaciĂłn: http://onomazein.letras.uc.cl/Articulos/N27/27-12_ Aguilera.pdf


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Cuento “El Hijo del Canelo” Presentación

E

l cuento “El hijo del canelo” es un cuento de héroes, uno de los tipos de cuentos kawésqar. Al igual que todos los cuentos, el escenario, es decir, donde ocurren los eventos que narra el cuento, son reales. Los cuentos están localizados en un determinado SXQWR JHRJUiÀFR GHO WHUULWRULR NDZpVTDU \ FRPR WDOHV DVt VH ORV llamaba: “Este es un cuento de tal o cual parte”. Como todo el territorio kawésqar está nominado, esto es, cada isla, islote, canal, río, etc., tiene nombre, su localización es ubicable para los kawésqar. Los nombres de los lugares formaban parte del conocimiento obligatorio que debían tener los niños, ya que solo así, dominando la geografía, podían ubicarse y conocer los sitios de caza y recolección, conocimiento imprescindible para la vida nómade. Los eventos de “El Hijo del Canelo” ocurren en el Brazo Norte, Aséarlái-asé es su nombre kawésqar. Es un seno al sur de la isla Wellington que se proyecta hacia el interior con varios brazos, su entrada se encuentra en el canal Trinidad (ver mapas más abajo). Los cuentos tenían numerosos episodios y, por lo general, el narrador escogía algunos para su narración. La trama total del cuento era conocida, de manera que los narradores demostraban su pericia narrativa de acuerdo a los episodios que narraban, según la ocasión y su preferencia. En la versión que presentamos, hay algunos antecedentes que GHEHPRV DGYHUWLU D ÀQ GH FRPSUHQGHU ORV VXFHVRV GHVGH HO PRPHQWR en que comienza el cuento: El Brazo Norte era el territorio de un grupo kawésqar, un “territorio


16 base� desde donde hacían su vida nómada. Estos territorios base existían en toda la extensión del gran territorio general kawÊsqar, llamado KawÊsqar WÌs, en la Patagonia occidental. Nuestro narrador, Francisco Arroyo, proviene de la parte norte del territorio kawÊsqar, cercana al golfo de Penas, en el archipiÊlago Jungfrauen. $Vt H[LVWLHURQ YDULRV JUXSRV GH DFXHUGR D VX ORFDOL]DFLyQ JHRJUiÀFD En el Brazo Norte un pequeùo grupo de cazadores con sus familias se encontraba acampado. Dos cazadores con la mujer1 de uno de ellos salieron un día a cazar, mientras los demås permanecían en el campamento. Los brazos del seno no estaban exentos de peligro. En algunos de ellos había criaturas monstruosas, animales marinos y aves de rapiùa gigantescas. Al regresar al campamento, los cazadores vieron que este había sido atacado por esas criaturas y todo estaba destruido y sus parientes muertos. Solo esas tres personas eran los únicos sobrevivientes del grupo. Todos se lamentaban por la pÊrdida de sus familiares, sumidos en un intenso dolor. De pronto, en la noche, en un sitio donde habían acampado, escucharon el llanto de un niùo. Salieron a mirar, provistos de antorchas y a los pies de un gran canelo2, encontraron un bebÊ. Ahí comienza nuestro narrador su versión del cuento.

1

En las labores de caza, las mujeres acompaĂąantes permanecĂ­an en la canoa y recogĂ­an a los cazadores despuĂŠs de que estos habĂ­an capturado una presa. La cacerĂ­a en sĂ­ solo era tarea de hombres.

2

De hecho, el canelo existe y en su base hay una abertura, todo tapizado de suave musgo. Los kawĂŠsqar decĂ­an que era la cuna del hijo del canelo.


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Asé-arlái-asé (el Brazo Norte)

6HJ~Q FDUWD GHO 6HUYLFLR +LGURJUiÀFR \ 2FHDQRJUiÀFR GH OD $UPDGD GH &KLOH


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Distancia desde Puerto Natales y Punta Arenas al Brazo Norte

Según Google Maps Š 2016


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Actividades sugeridas ¿Qué características puedes señalar del hijo del canelo? ¿Qué enseñanzas presenta el cuento? Haz una lista de lo que has descubierto y comenta con tus compañeros al respecto.


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I

Cuento hijo Canelo

del

del

Saltáxar eik’óse



Kawesqar

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Saltáxar eik’óse (Cuento del hijo del canelo)

Narrador: Francisco Arroyo

S

altáxar eik’óse jenák-qe-so-hójok kuo eik’óse jenák-qeso-hójok eik’uaháker-hójok Ário-arktawána kæs ak’uá HLN·XDKiNHU NXR .HSiV DN·XiV NXWHNp NX HLN·yVH NHSiV ĆHi NXRV NHSiV MHQiN NXRV V TyORN ND NXWHNp WȞONVRU ODIN N·pORN VD eik’uaháker-hójok táriep k’élok ak’uás kepás. .XWHNp NLXV MHQiN TH VR KyMRN N V ĆHi WiNVRN DTDĆiO MHWȞO KyMRN jeáks kæs kstai. Woksterré kstai-terrék jeáks alíkar kæs k’oláf VDTiZHV N·ROiI NLXV MHQiN TH VR KyMRN HLN·XDKiN THĆpMHU KyMRN kiuka kuteké jáu jeksá k’élok ku k’ólaf tqal k’ólaf jáup jelái-s kok jaKyMRN 6DOWi[DU V MHQiN TH VR KyMRN DN·XiV TH VR NXHU NX N V MHWȞO qe-hójok. .XRVi NR iVH KiSDU DVp ND NXWHNp OyZR SDiVD ĆHĆpO NR OpMHV DTiV MHWȞO NXRV .XRVi NX iVHS DTDMRZpU VR DN·HZpQ U NXRV DVZiOWTDO DNpU DNVpNXDO KyMRN DW IVHN NXRV /yZR MHNp WiZRQ ĆHĆiX HLNXiWRN eikuatáu askét aqahójer-hójok. $VZiO DVZDWTiQD MiX DN DNpU DVZiO NHĆiO DN·LpINLDU N·HMi NWH aqahói aksékual-hójok. aksékual-hójok Saltáxar jenák jenák-qe-so-hójok kæs taqálkte jáu tóu NVWDL MHiNV N V ĆHĆpO NpMHU pLWH DVi VRV NXRV NVWDL MHiN Saltáxar jenák-qe-so-hójok sa árka kæs Saltá N·ROiI MHNp DVp N·ROiI ĆHĆpO DĆiDO N hójok at ak’uás hójok t’æs fse-s.


Español

Cuento del hijo del canelo Narrador: Francisco Arroyo

E

n el cuento se cuenta que Saltáxar1 vivía en el paso Árioarktawána. No recuerdo dónde está ese lugar del cuento, lo ignoro. Conozco el cuento, sin embargo, no lo he escuchado recientemente. La gente antigua lo contaba de forma muy veraz. 8QD VROD YH] HVWXYH HQ HVH SDVR GRQGH YLYtD 6DOWi[DU HO FDQDO DO cual llegué remando era torrentoso. El paso estaba formado por una isla donde había una playa en cuya orilla crecía pasto y en ambos extremos del paso era torrentoso. Se cuenta que ahí vivía Saltáxar. Yo no fui a tierra a esa playa a mirar el terreno y sus inmediaciones, solo lo vimos desde la canoa al pasar y cuando miré hacia tierra allí había un estero con playa. Allí vivía Saltáxar y en ese paso anduve. De allí hacia adentro hay un seno que tiene un paraje de lobos y nosotros andábamos navegando a remo en su búsqueda. Cuando estábamos navegando hacia su interior se nos hizo de noche, llegamos a un puerto y al campamento cuando ya era de día. Con la carga la canoa estaba semi-hundida, ya que habíamos matado a garrote una gran cantidad de lobitos. Y así llegamos remando al puerto. Cuando hacia el Este se percibía la claridad que anunciaba que el día había llegado, arribamos al puerto. Por la parte de atrás del paso donde vivía Saltáxar hay un canal WRUUHQWRVR HQ HVH OXJDU GH URFDV OLVDV HVWXYLPRV \ GH DKt KDEtDPRV zarpado. El lugar donde vivía Saltáxar quedaba en el paso que se encuentra al norte de allí, es un estero con una playita y donde hay una loma era un campamento habitual. En el cuento de Saltáxar se

1

Se pronuncia “saltájar”, la “X” es como en México.

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Kawesqar Saltáxar eik’óse hójok aselájer-s kuosá kuos saltáxar hoik’épkar tæl DĆiDO KyMRN NLXV DW SiX N V F·HZpWTDO DNpU NXRV Kius jeké ka kuteké kius aihiól-jeké sos kuos jenák-hójok eikúkta-s NXRV .XR KyMRN 7DQLHO MHWiNVWD NyQD DU DĆiDO KDQy VHWp NLǙV iORZH terrék kuo. Kokiúk pap ka árka ku pe akér ak’éwe aqtálqos ak’uás aselái eik’olájer-s kuo kawésqar q’ak-jeké. Aqtálksta-jeké-kóna-ar kuos tálksor kuos kiafáro læp-k’elái ak’uás eik’uaháker kuosá kuos kuerk’uáuk táwon. +DQQy NXRV V ĆDĆiU WDZDLVpORN HLN·RVHNWiO U KyMRN NXHUN·XiXN táwonk ak’éwe wa aswálkte k’élok kuos. Kuerk’uáuk táwon woksterré DNpU VHNXi NXiORN NLRLNiQ U DTWiOQDN DN·XiV NXWHNp N~WTDO MHNp DWȞO VR KiU U KyMRN TH NXRV +DUN VHĆpZHU ND NXRV HLN·yVH VpODV ND NXWHNp NX N V MHQiN NLXV DVNpW NLRW KDU VHĆpZHU NLXV F·DS NDZHVTi ĆHĆiX iOĆHV HLN·ROiL V NXR .XRVi NXRV NXWHNp MHWiTD ND NXWHNp F·HL[LiX ND NXWHNp NDMpVTD NiZHV NHQ WiZRQN S UTiTD NXyVRV ȞUWTD .DZHVTiUQD DN·XiV NXWHNp NDZpVTDU DUOiL NDZpVTDU DNVȞQDV DUOiLQD N·HVWiO KyMRN HLN~NVWD V .XRVi NX IVHN MHQiN DĆiDO NXRV 0iOWH ND NXWHNp DTiVWDO KiORN NXWHNp KyXW DWȞO NVHSOiL KiORN Z V DVDKiNHU hójok sa ku kæs ka kuteké ko áse-s kuos. Kuteké hóut aqástal-k’elái hálok eik’olájer-s kuo kius afterrék Saltáxar qolóknær kuo. Kuosá NRNL~N NXRV MHQiN ND NXWHNp ȞUWTD 2XVN·yMR ĆHi NXRV MHWpWDO ND NXWHNp SDOR DU iZR F·HOiVQD NHU MHIWyZHV MHWpWDO KyMRN P MyN NWHS NXRVN·i .XWHNp N·LHViX NĆHSWpVQD KRW·iWDO KyMRN SȞWNDU W V NĆHSWpVQD NXRVN·Li MHWiV MHQiN NXR V DWȞO DVNpW ĆHNpMD OiMHN ND NXWHNp DN·XiV ND NXWHNp KDOtN OiODKRL IĆHKyMHU MHN VHNXpU KyMHU MHNVyU NVNHQi NHĆpMHU NXR .LXV KDU N~NVWDL DNpU VHNXpUĆDO DN·XiV VHNXpUODS DĆpMHU NXRV NLXV MHNVyU ND NXWHNp WiONVRUN $W DW OyMHU DVpMD NLXV F·DS ND NXWHNp ĆHĆiU ĆHĆiX iOĆHV MHQiN NWH KiSDU


Espaùol cuenta que había un inmenso canelo que se encontraba en esa loma, al lado afuera de la carpa de los que habían acampado allí. Se cuenta que ahí estaba su niùito, el hijito del canelo. Ese era el de ese entonces, el otro de ahora es Daniel2 que estarå por ahí en el sur. Cuando acamparon en ese lugar, se cuenta, allí arriba en la espesura del monte, en la noche, sintieron llorar un niùo pequeùo. Escucharon llorar a un niùo y al instante salieron a mirar provistos de un palo encendido para alumbrarse. (VWH FXHQWR PH OR FRQWDED PL ÀQDGR SDSi \ QDUUDED TXH OD JHQWH VDOLy con un palo encendido, nunca lo hicieron de día. Salieron con un tizón y para mantener la llama viva, entre ambos la avivaban soplando. Al alumbrar descubrieron un niùo acostado llorando, al cual uno de ellos tomó en sus brazos. Lo tomó y lo llevó a la carpa. La mujer del cuento que estaba en ese paso lo tomó y al tomarlo pasó a ser su madre, se cuenta. DespuÊs lo alimentó, lo amamantó y tambiÊn con su boca tomaba grasa de påjaros y luego la vertía soplåndola en la boca del niùo. Y así despuÊs creció. Se hizo adulto, era una persona adulta, se hizo un hombre grande, se cuenta. Y estaba en ese lugar. Esa costa era como la costa del mar exterior y en ese lugar estaba prohibido navegar en canoa y tambiÊn estaba prohibido caminar por la orilla de la costa en ese paso y en ese seno. Se cuenta que antes de que apareciera Saltåxar tambiÊn estaba prohibido navegar por la mitad del seno. Y ahí estaba Êl y ahí creció. Cuando yo no tenía experiencia de la vida, jugaba con varas y para sacarles punta las quemaba al fuego y con ellas ensartaba papas de lampazo, algo parecido hacía el hijo del canelo. Y tambiÊn yo construía una torre con piedras encima de una roca y luego la derribaba lanzåndole piedras, algo similar hacía el hijo del canelo. En esa costa la gente huía cuando veían que llegaba nadando bajo el agua un monstruo gigantesco, llegaba nadando asomåndose a la VXSHUÀFLH GH YH] HQ FXDQGR OOHJDED QDGDQGR YHOR]PHQWH 'HVGH HO fondo del estero venía nadando velozmente, de allí venía nadando y 6H UHÀHUH DO KLMR GH 0DUtD /XLVD 5HQFKL D TXLHQ OODPDQ 6DOWi[DU

2

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Kawesqar ´+DQQy DN·XiVR ĆHNpMD DUUDNVWiZDU KRXWȞV KDU V NVWDL DNpU sekuerlápær-aká?”, æsk’ák. ´.·HZi -iX V N·D WiX ĆD MHQiN VHNXp N·LiQR KyXWTDO ND NXWHNp KyXW N·ROiI DWȞO KiSDU NVpSODL KiORN ĆHĆpO V V IVH ND NXWHNpµ VN·iN ´0iOWH ND NXWHNp NLiX KiORN NVpSNVWDO KiORN KRXW·ȞV N·ROiI KiSDU ĆiPVWTDO KiSDU MD NHUµ VN·iN “Kuteké alál af jetalái-sekuéker”, æsk’ák k’eic’elájer kuo. .XRVi HLN·yVH ȞUNVD MHWDQiN DVy ND NXWHNp DOiO N·ROiI MHQiN DVy NX hark jeféjes jefé-atál-k’ejétal-erk’éna kuos jetának. Sekuérk tæs ka NXWHNp VDNVWȞUN VHNXpUĆDO N·HQiN HLN·ROiMHU V NXR Kuteké k’ójem ámha kuos eik’óse jeké asá-ap eik’olájer-s kuos jetátalKyMRN HLN~NVWD NXRVi iOĆDO iOKRL N·HMpWDO NXRV .LXV QyXV NVW V W O DĆiDO WiZRQN IW·ȞVD NDQiQ U DWȞO DVyV KDUN NXWHNp NF·pUNVH KiUVH N·HMHKiN KyMRN HLN~NVWD V .LXV NXWHNp MHQĆpQWDU DPKi NLDUOiMHU NXRVi NX W·RO NX NDU N V NXR KyMRN HLKpQ ND NXWHNp F·HOiV NiUQD DWȞO DĆiDO KyMRN ąHNpMD NVWDO ND NXWHNp HLN·yVH ĆHNpMD OiMHN HLN·yVH NVWDO /DO QiN IĆHQiN DĆiDO DWiO NXRV .XyVRV VD NDU MHWp F·HOiVQD ND NXWHNp DZRF·HOiVQD NX WiZRQN DNVWiS DTiV HLN·ROiMHU V NXR ąHNpMD OiMHN ND NXWHNp MHWȞO NXWHNp DN·XiV ND NXWHNp MHWiWDO DVyV INLDU KyMRN NLXV DVNpW MHWiQDN ND NXWHNp ĆDPV DOiO DWȞO MHĆiO MHNVyU DINVWiL MHUiUDNV VHNXpUĆDO DVy VD NXRV Jeksórkar kstai ku táwonk fkiar ak’uás asajái [= aselái] eik’ojáijer [= eik’olájer] kuo kuo árka kuterré akér jek’éna sa kuos qaqár-sektáu [= táwon] ksel-sektáwon.


EspaĂąol el hijo del canelo lo vio y lo escuchĂł. Y cuando llegĂł a la carpa se lo comentĂł a su mamĂĄ y papĂĄ adoptivos. â€œÂżQuĂŠ es ese bicho gigantesco que aquĂ­ dentro del seno sale nadando velozmente?â€?, asĂ­ dijo. â€œÂĄCuidado! TĂş has de andar en tierra, mira que en este lugar no se puede caminar en la playa ni tampoco en la orilla del marâ€?, asĂ­ dijo uno de los padres adoptivos. “La playa y el mar que se encuentra aquĂ­ abajo es como el del sector de la costa exterior, ahĂ­ en ese lugar no se puede andar caminandoâ€?, dijo. “No juegues en la orilla de la playaâ€?, asĂ­ lo prohibiĂł uno de los padres. El joven del cuento ya habĂ­a andado por ahĂ­ y abajo, en la playa, habĂ­a cazado alguno de esos animales y se lo habĂ­a comido, siempre se los comĂ­a. Agitaba el agua para atraerlo y el animal emergĂ­a a OD VXSHUĂ€FLH \ OXHJR YHQtD QDGDQGR YHOR]PHQWH D UDV GHO DJXD VH cuenta. Cuenta el cuento que allĂ­ habĂ­a un guairabo gigantesco que se comĂ­a a los niĂąos del cuento, ahĂ­ andaba y siempre llegaba volando. TenĂ­a un pico largo y mataba a su presa picoteĂĄndola, luego la tomaba y se la llevaba en su pico, se cuenta. TambiĂŠn habĂ­a lo que llaman un pulpo gigante que habitaba en ese paso y que se transformĂł en una URFD D Ă RU GH DJXD GHVSXpV TXH OR PDWDUD HO KLMR GHO FDQHOR \ DKt estaba. Se cuenta que en ese lugar habĂ­a muchos monstruos y eran monstruos gigantescos. AllĂ­ emergĂ­an y nadaban a ras del agua. Y se cuenta que el hijo del canelo los exterminĂł a todos, los cazaba ensartĂĄndoles YDUDV FX\DV SXQWDV KDEtD TXHPDGR \ DĂ€ODGR AllĂ­ habĂ­a monstruos gigantescos merodeando y el hijo del canelo cazaba con arpones a esos monstruos que se encontraban en la

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Kawesqar ´-ǙX V N·LǙ > N·LDN@ N·H ǙU MǙOiX KyXW KǙSDU DVi NHU MHWHVpNWDO µ eik’olájer-s kuo. .XRVi NXRV DVNpW INLDU DVNpW DNVWiS NDQiQD DVNpW HLKpQ DĆiDO NXR eik’olájer-s kuos. ´+ǙKǙ MDOiX MHWȞO SDV MHWDQiU Uµ VN·LiN ´NXRVN·Li WiX V HLKpQ DĆiDO VDV N·pORN N~NWD N·LDNµ Kuósos sa os kiawélna ka kuteké jeksórkar kstaik fkiark ákstap-kanána jeksórkar atáksa ka kuteké aksókser kupép kiot kskar-kanána atáqa DWiLKHQ DĆiDO NXR Kuosá kuteké c’erráqas jefé-aqás-er-hójok-qe ak’uás eikúksta qólok DN·XiV NXWHNp DVHVHNĆp OiMHS HU V NXSpS .XRVi NXRV KDU ND NXWHNp Ć SDTiV Ć SMDXWyNQHU NXRV DVi HLN·ROiL NXRU DOiOWTDO DN·XiV KyXW DWȞO KiSDU .XRVi VpSSOD TROyNQD DN·XiV HLN·ROiMHU V NXR DNL~N ĆD WyX V DTiVWDO hálok asáhak ak’uás aká kuos jeksá-ar koak-s k’a. .XRVi ĆHNpMD DN·XiV NR iVH HLN·yVH NWHS MHIHQiN DS MHQiN NX Ć SiV DS TROyNQD KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN NXRV Kuo hójok Kiálo sekuájok kutálak hápar kuos aselái jenák-akstáNHĆpMHU NXRV ĆHNpMD Ć SiV DS .XRVi NR iVH NLXV NXĆHOiNVR ND NXWHNp ȞUNVD MHQiN ND MHQiN DWiO kuósos jeféjes jefé-aqás-k’éjes jenák-k’enák-erk’éna asó. .X DNVpN ZD KyXW DWȞO N·pORN DN·XiV ĆHĆpO N·HQiN MHQiN N·HQiN erk’éna eik’olájer-s kuosá kuos eik’óse. Tákso fse ak’uás kiáno kiot jenák-kejér fse jenák-k’enák-erk’-ena sa NXRV MHQiN DĆiDO NXRV .XyVRV Ć SWTiQ U WiODN KiSDU DTDOiL NHU KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN ku har ko áse hápar ra kuos aqájeks.


EspaĂąol costa donde estaba el campamento y por eso sus padres se ponĂ­an contentos, se cuenta. AllĂ­ estaba el hĂĄbitat de esas criaturas y cuando alguien se acercaba a la orilla del mar, el monstruo venĂ­a nadando a ras del agua con sus fauces abiertas. Cuando el hijo del canelo lanzaba su arpĂłn, se dice y se cuenta que TXHGDED LQFUXVWDGR HQ HO RMR GHO PRQVWUXR DUULED HQ HO PRQWH estaban sus padres vigilando y al ver el peligro le gritaban a viva voz: â€œÂĄVete mĂĄs a tierra, estĂĄs yendo muy a la orilla!â€? AsĂ­ gritaba uno de los padres, se cuenta. Se cuenta que el hijo del canelo mataba al monstruo con su arpĂłn y este quedaba muerto en el agua. â€œÂĄCaray, ese monstruo que andaba lo ha matado! Y allĂ­ quedĂł sin que pudiera salir a la playaâ€?, asĂ­ dijo uno de sus padres. Al clavarle el arpĂłn en el ojo el monstruo habĂ­a muerto y allĂ­ estaba sin vida. Al clavarle el arpĂłn, el ojo se habĂ­a reventado y el monstruo habĂ­a muerto desangrado, allĂ­ yacĂ­a en el agua y le brotaba la sangre. La carne del monstruo la cortaban y despuĂŠs la comĂ­an. Esa parte la sĂŠ, puesto que la contaban bien, tambiĂŠn. El hijo del canelo atrapaba a los monstruos y los mataba y al matarlos a todos, ese lugar se convirtiĂł como los sectores de los canales interiores. Entonces los otros miembros del grupo comenzaron a bajar a la playa y bajaron a la orilla del mar, se cuenta. Y el hijo del canelo indagaba: â€œÂżDĂłnde hay otros lugares que son prohibidos para navegar? Ese sitio que tĂş siempre mencionas lo iremos a ver todosâ€?, dijo. En ese estero habĂ­a monstruos que siempre devoraban a la gente del cuento hasta que apareciĂł uno que era matador de monstruos, se cuenta. Y despuĂŠs de esos sucesos ahora ha aparecido el nieto de Carlos [Renchi], que se encontrarĂĄ en alguna parte y del cual tambiĂŠn se dice que es matador de monstruos.3 (V XQ FRPHQWDULR HQ EURPD GHO QDUUDGRU GHELGR D TXH DO QLHWR GH &DUORV 5HQFKL OODPDQ “SaltĂĄxarâ€?, como el hĂŠroe del cuento.

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Kawesqar +yXW NXyVDS N V WÈžUTDUN DPKi DN·XiV NLDUOiMHU V NXR DO DWÈžO MHIp DWÈžO DVyV N·LDN TDU HLN·ROiL V NXR 6pMHS PDOiXWDX N·HMHVpU > DVpU@ VR VD MHUVyUNDU NVWDLN INLDUN MHĆpSNVD DĆpMHU N~WTDO MHĆpNLRO DĆiDO NXRV .XR KyMRN NXRV NX W·RO NX NDU DNpU NXRV KDOtNDU DWÈžO DĆiDO KyMRN N·LDN 3ROSR DN·XiV DPKi ND NXWHNp MHQĆpQWDU DPKi NLDUVHNĆpMHU V NXyVRV VD N·LDN OiO Ä†DO VRV INLiU U V NXR .·RiQDN Ć SDTiV HU DWiO NXRV NXRVi NXRV MHN·pQD ND NXWHNp NR iVH kuo at’ó-atók kuos síko. $TiVH NXWHNp MHWDNXiORN Z V TyORN NR iVHN MHQiN DĆiDO DWiO NLXV arhaná-s kuos. .XR KiUURS NXWiODS DTDVpMHU NXRV MHWÈžO V NXRV .XR KiUDS DN·XiV KDU NLÇ™V N·LiS U VHNXp NHU KH  VN·iN KDQQy DTiVWDO hálok ka kuteké kuos k’oának hárrep ja-akstá-ar æsk’ák jetának asénak kuos... kuos eik’olái asakuálok lájep kuos. Kuosá aqástal hálok ka kuteké k’eic’áhak eik’uaháker-hójok kuos KDU  V DVp KiSDU WiZRQ V DOtNVWDL ND NXWHNp PiOWH DVp TDOÈžV NXWHNp DN·XiV ND NXWHNp MHWiNWDS V NRN ĆHNpMD MHWHViTWD SDNV DVp V ĆHĆpO akstá-ar æsk’ák. .R iVH KiSDU DN·XiV VHNXpNHU KH NXRV ĆD DViKDN HLN·XDKiN NX MHNViN æsk’ák. .XRVi N·RiQDN Ć SDTiV ND NXWHNp ĆHUIp DTiV NXRV MDXWyNQD NX KDU ND NXWHNp DNpU NLXV HLN·yVH WyX ĆHĆpO DVy DNVpNXDO NX IVHN NXRV DVpMD DĆiDO NXRV ´6ÈžQR NLiQR DVNpW ĆHNpMD ND NXWHNp NDZpVTDU  UNVi  UQiN DWiO NWHS MHIHQiN DS MHWiWDO DWiO NXRV TiU U DWiO ITDW SiX NLÇ™V NLXN NXRV ND NXWHNp NX NLiX DTDĆiO MHWÈžO NXWHNp MHMpV N·pORN WiX VHNXp DNVWi NHU µ  VN·LiN NXRV DVpMD NVHUMi DĆiDO NXRV


Español Y en ese estero los monstruos habían cazado a los niños y jóvenes TXH HUDQ ORV DPLJRV \ FRPSDxHURV GHO KLMR GHO FDQHOR ORV PRQVWUXRV los habían devorado a todos. Por eso no se podía caminar en la playa ni tampoco a la orilla del mar y los integrantes del grupo siempre permanecían en el monte, se cuenta. En el cuento se dice que la gente vivía en un solo lugar y siempre permanecía allí. Se contaba que después de que el hijo del canelo exterminó a los monstruos, ya se podía navegar en canoa y se fueron remando al fondo del seno. Por el paso y en la mitad del canal había caranchos gigantes, allí andaban volando y comiendo a los seres humanos. También el hijo del canelo los exterminó, se cuenta. Los caranchos gigantes para cazar bajaban con las garras desplegadas. Cuando bajaban para cazar, HO KLMR GHO FDQHOR OHV ODQ]DED ÁHFKDV \ ORV HQVDUWDED HQ ORV RMRV Los caranchos caían pesadamente al agua y después ahí quedaban ÁRWDQGR < HVDV VRQ ODV LVODV TXH GHVGH HVH HQWRQFHV VH HQFXHQWUDQ DO medio del canal, vistas desde el campamento habitual. También había pulpos gigantes, los pulpos gigantes que así los llamaban, venían nadando directamente hacia la canoa y el hijo del canelo con su arpón los ensartó también. A todos los mató, y los tripulantes de esa canoa lo habían observado y lo habían previsto. Andaban navegando y en esa embarcación había un anciano que conocía los lugares y señalaba el rumbo. Remaban hacia el fondo del seno. Iban hacia el fondo del seno: “Iremos allá al fondo del seno”, así había dicho el anciano. “He aquí que toda esta parte y los lugares de aquí hasta en fondo del seno no se pueden navegar”, de esta manera estaba hablando el anciano, hablaba y daba una buena información al respecto. El anciano decía así: “Hay un lugar que está estrictamente prohibido navegar. Mis DQWHSDVDGRV FRQWDEDQ TXH DOOt QR VH SRGtD QDYHJDU HVH OXJDU se encuentra al fondo de este seno, es hondo, el mar es como la

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Kawesqar ´.D NXWHNp MHWHVHNĆp NXWHNp IWH WiZRQ DTDVHNĆp MHWHVHNĆp NX N·HOyNQD DĆpMHU DITiW VD KDQQy NXRVµ .·RiQDN Ć SDTiV ND NXWHNp MHWiTDV N·RiQDN NpPQD Z V MDXWyNQD MD DNVWi NHĆpMHU V VN·iN “Ak’uáso jekuá kuolák ka séwel sa qe he jekuéjo sa kémnær ak’uás kuteké jautókna-qe he”, æsk’ák kuos pána-k’ejeháker aselájer-s kuo. ´.HS DN·XiV NXWHNp WyX NVHUiL DN·XiV WyX V OiO ĆDO NXWHNp TROyNQ U NRNL~N TROyNQD N·HMpTDV DNVWi NHU ĆR MHWDKiN NXRV N·H[iV TDU TH NRĆpMHU DWiOµ VN·iN .XRVi F·HODVNiUQD NXRV DWȞO DĆiDO DWiO NXRV NLXV Z V NWȞOQD NXRV W·ȞUTDUN DPKi VD NXRV W· UN DVNpW W·ȞUTDUN DPKi VRV NXRV W·ȞUTDUN MHUNLiU WiZRQ NLDUOiMHU V NXR -HQĆpQWDU DVy VD NXRV DVNpW MHQĆpQWDU DPKi NLDUOiMHU V NXRV kiarseketálær-s kuos tóu-s kiarseketálær-hójok sa kuos kepás kuos. 7·DUUpVNDU NDMpVTD VpWTD NDU NWH DWȞO V NXRV $N·XiV NXWHNp DPKi KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN NXRV NHSiV DN·XiV NXRV NiMHI MHNVyU ND NXWHNp DTDVpNW UN OiO ĆDO DVy NVWD DVy NXRV $TiNVWD WȞONVRU NVWD DVy NLXN IĆpĆDO NXWHNp MHSĆpĆDO DVy INLDU DVy VD NXRV MpSNVRU NXRVi VWȞV F·pZH WHUUp DNpU NXHUNXyĆDO ND NXWHNp kajésqa kuokuéja-atál kuo amhá asós kuos k’oának hout’áqas. .·LHViX WiZRQ KRXW·iTDV NXR DN·XiV HLN·ROiL V NXR VWȞV WHUUp KiSDU NXR NLXV ĆiPVWTDO WHUUp DNpU VR VD NXRV MHWDTiQD WiZRQ DNVWiS DTiV kuo. Kuosá kuos kius jetátal ka kuteké aqátal-ho kuosó ko-qe-so hápar NR iVHN ȞUWTD DS VD MHQiN KyMRN -ROiQWD MHQiN DNVWi DU NyQDU MHWiV jeté-jautókna-k’éjes.


Español costa exterior, cuando uno tira al mar basura o cualquier otra cosa LQPHGLDWDPHQWH VXEHQ ORV PRQVWUXRV D OD VXSHUÀFLH \ HVH VHQR DOOt estará”. Así dijo. El hijo del canelo le respondió: ´,UHPRV D HVH VHQR SDUD PLUDU \ YHULÀFDU HVDV FRVDV TXH HVWiV contando”. Y en ese seno mató a todos los monstruos gigantes dejándolo libre de ellos. Y ese lugar se convirtió como los canales interiores. Al fondo del seno había otro grupo y atracó su canoa allí y narró lo que había sucedido con los monstruos: “Oíd, esos monstruos que comían niños los matamos todos allá a la salida del seno. Podéis llegar remando a ese lugar y andar sin cuidado, no necesitaréis comprobar si los hay”, así de esta manera expresaba la invitación para que los otros pudieran recorrer los lugares sin peligro: “Antes esa ruta se navegaba remando con miedo y desde ahora he aquí que no hay que navegar con miedo. Matamos a todos los monstruos y ahora en esos lugares ya no los hay y se han convertido como los lugares de los canales interiores”. Así dijo el hijo del canelo. “Oye ¿cómo?... Eso nos llena de alegría. Ojalá que los monstruos hayan desaparecido y que esos lugares se hayan convertido como los lugares de los canales interiores”. Así había expresado uno de los integrantes del campamento, se dice que esa noticia la recibió con mucho regocijo. “¿No hay nada, en verdad? Pues tal vez otros estarán nadando y llegando, apareciendo allí. Mientras yo estoy hablando pueden haber DSDUHFLGR ¢ÀQDOPHQWH ORV KDEUpLV PDWDGR D WRGRV"µ $Vt GLMR HO GHO campamento.

Los animales gigantes abatidos se transformaron en rocas y allí estaban

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Kawesqar 0iOWH ND NXWHNp DTiVWDO KiORN NXWHNp DTDOiL KiORN KDS DVp KyMRN MHWȞO HLN·yVH MHWp MDXWyNQD KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN VD NXRV Saltáxar ak’uás kiarlájer-s kuo kius jeké so kius jetéso-hójok HLN·RVHNĆpMHU KyMRN VD NXRV NR iVH $Vp DUOiL DVp DN·XiV NLDUVHN táwon asé-s kuo.


EspaĂąol D Ă RU GHO DJXD &DGD DQLPDO TXH VH WUDQVIRUPD HQ URFD GHVSXpV SDVD D llamarse con el nombre del animal. Si es un carancho gigante‌ si era un carancho gigante, el lugar pasa a llamarse “Carancho baĂąado por las olasâ€?. Si era un pulpo gigante, despuĂŠs el lugar pasa a llamarse “Pulpo giganteâ€?, asĂ­ se lo llama. CĂłmo se llamaban otros lugares, no lo recuerdo. En la isla TarrĂŠskar habĂ­a un paraje de cormoranes. Ignoro por quĂŠ contaban que habĂ­a animales gigantes. Cuando un animal gigante divisaba una canoa, era atraĂ­do por los UXLGRV TXH KDFHQ ORV UHPRV DO ERJDU HPHUJtD D OD VXSHUĂ€FLH \ GHVSXpV nadaba directamente hacia la canoa. Cuando el animal escuchaba los ruidos que se hacĂ­a al remar, emergĂ­a D OD VXSHUĂ€FLH \ GHVSXpV YHQtD QDGDQGR GLUHFWDPHQWH D OD FDQRD emergiendo de vez en cuando o venĂ­a nadando bajo el agua, entonces el hijo del canelo lo arponeaba, lo esperaba con mucha atenciĂłn y esas aves gigantes que volaban, cuando venĂ­an volando desde el cielo las derribaba, las exterminĂł a pedradas. En cambio, los animales marinos los exterminĂł con arpones. Para que las nuevas generaciones pudieran navegar sin peligro, por esa razĂłn el hijo del canelo exterminĂł a los monstruos con el propĂłsito de que esos lugares quedasen igual que los lugares de los canales interiores. DespuĂŠs de eso en ese seno Yolanda [Messier] creciĂł y navegĂł sin peligro. Ese seno pudo haber sido un lugar vedado para navegar, sin embargo, el hĂŠroe del cuento los convirtiĂł como la zona de los canales interiores, se cuenta. Se llamaba SaltĂĄxar y era el hijo del canelo, se cuenta que esa fue su obra. Y ese seno se llamaba AsĂŠ-Arlai-AsĂŠ [seno Gran Seno].

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Cuento de los astros PresentaciĂłn

E

l Cuento de los astros es un tipo de cuento llamado “cosmogĂłnicoâ€?, es decir, es un mito de origen, en este caso el origen del sol y la luna. En todos los pueblos del mundo existen HVWRV PLWRV GH RULJHQ HQWUH ORV NDZpVTDU HV HO ~QLFR HMHPSOR GH este tipo de mito que se ha conservado, lo cual no quiere decir que no existieran otros, como, por ejemplo, el origen del hombre, los animales y el mundo mismo. Este cuento tiene diversas variantes que hemos registrado, con antecedentes que no dejan en claro otros. Por ejemplo, en una YHUVLyQ OD PXMHU VRO HV OD KHUPDQD PD\RU HQ RWUD ODV PXMHUHV DVWURV suben a lo alto con el permiso de la madre, pero esta se siente sola y por ello, una de las mujeres astro le lanza de arriba un hijo para que ella lo cuide y no estĂŠ sola. El hecho de que no tengamos otros mitos de origen en el presente nos plantea muchas interrogantes que no podemos responder sin caer en interpretaciones que pueden ser errĂłneas. Algunas de las interrogantes tienen que ver con el mundo mĂ­tico que muestra el cuento mismo: ÂżSi no existĂ­an el sol y la luna en el cielo, ÂżcĂłmo era el mundo? En una versiĂłn se dice que las mujeres astro subieron a lo alto en la noche, pero si no existĂ­an el sol, ÂżcĂłmo iba a ser de noche? Para todas estas y otras preguntas en algunos casos contamos con algunos antecedentes a partir de otros cuentos, referencias al mundo sin noche, por ejemplo, como en el cuento del jote, donde se seĂąala que el jote era perseguido por quienes querĂ­an matarlo. Los sucesos ocurren en un mundo mĂ­tico donde no existe la noche, siempre era de dĂ­a y siempre habĂ­a claridad. El jote para escapar de sus enemigos extiende sus alas y hace que surja la oscuridad, la primera noche.


37 No hay más detalles de este episodio y la referencia es muy breve, solo esa información, ya que tampoco contamos con una versión de dicho cuento. Otra referencia señala que antes de que existiera el mundo como hoy, hubo otras edades o etapas en la formación del mundo hasta llegar al mundo que conocemos. La primera etapa habría sido una etapa de caos en la que todo era confuso: los vientos soplaban uno contra otro, el mundo era un torbellino en formación. No sabemos cómo el mundo pasó a su otra etapa, pero estos escasos datos nos informan algo sobre la concepción de la formación del mundo que tenían los antiguos kawésqar. Al no tener acceso hoy a esa tradición antigua, todo se pierde en la profundidad del tiempo, por así decirlo, o como lo expresara el gran escritor alemán, premio Nobel de literatura, Thomas Mann en su obra “José y sus hermanos”: “Profundo es el pozo del tiempo, ¿no deberíamos llamarlo insondable?”

Actividades sugeridas Comenta con tus compañeros acerca de los problemas señalados. Compara la situación de la pérdida de la información por diversas causas: La fragilidad de la trasmisión oral (si la trasmisión cesa, se pierde toda la información) o la fragilidad de los medios de almacenamiento: papiro, pergamino, papel, medio digital. Toma como referencia el incendio de la Biblioteca de Alejandría, donde una gran parte del conocimiento de la antigüedad se perdió. O la fragilidad de los actuales medios digitales. Si la tecnología está obsoleta, la documentación almacenada en ese medio queda sin acceso. O si no contamos con energía, electricidad, para que funcionen los dispositivos, la información tampoco podrá accederse.


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II

Cuento Astros

de

los

Arkaksélas eik’óse



Kawesqar

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Arkaksélas eik’óse (Cuento de los astros)

Narrador: Francisco Arroyo

A

rkaksélas ak’uás eik’olái kiarlájer-s kuos Arkaksélas jenakqe-so-hójok sa sejép kac’ó æs-jennák-terrék ak’uás séjep jennák-terrék. Arkaksélas woks sa kuos ak’éwe-sélas ka kuteké aswál-sélas aswál MHMHTDOiS NHWȞO V NXR VpODV .LXV DLKLyO VpODV VD NXRV F·HODViZH ak’uás ku c’éwe ak’éwe kiui-awél kuo jenák-atál-hójok eikúksta kuteké aswál-sélas, c’elasáwe árrek aswál jejeqaláp ketáwon-s kuo sélas. Asátap táusa eik’olái kuosá arkaksélas aihiól-sélas aswál-sélas kiui-táwon kius aihiól-sélas. C’áskar ak’uás kiarlájer-s kuosá ak’éwe-sélas ktæl kiaraháker-hójok. .·yMHP VD NLXV DVNpW PD WDX iUUHN KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN DNVpSMD kuos. C’áskar haté arlái ka kuteké kius taksóktek-sélas jenák kte hápar jenák-ap eik’olájer-s kuo, kuo haté ka kuos k’ójem sa jeáft’æs harker asós ku t’æs hápar eikuok’énar kius áu táwon apqána-hójok HLN·RVHNĆpMHU KyMRN .XyVRV VD DUNDNVpODV DN·XiV DVZiO VpODV NLXL WiZRQ NLRW ĆHUVHĆpODS N·HMpTDV KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN $UNDNVpODV HLN·yVH ĆHUVHĆpODS k’ejéqas ak’uás. Kius sótark ak’uás eik’olái at kupép kiot tesek’enárær asó kuo háute DNpU KDSMi VR NXRV NLXV MHiIW· V iX VR MHWHVHĆpODS N·HMpTDV KiSTD KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN Árka tqal-terrék tóu kius aihiól jenák árka tqal-terrék woks jenák


Español

Cuento de los astros Narrador: Francisco Arroyo

S

e cuenta que los astros estuvieron viviendo entre el norte y el sur de la punta de Takíarrap-kte. Los astros eran dos: una la mujer Luna y la otra la mujer Sol, la que anda en el día era ella. Las estrellas que alumbran el cielo nocturno eran sus hijas y las estrellas y sus maridos eran las estrellas machos que desaparecen en pleno día. C’askar se llamaba la Luna, era muy celosa de su hermana la Sol, celándola constantemente con su esposo el Guairabo. En una ocasión estaba tan celosa que aprovechando que el Guairabo ose con quería tomar los erizos, ella le pegó en la mano pinchándose las púas de éstos y quedando su mano inutilizada. Despuéss de sucedido esto, vino la Sol a auxiliarlo sacándoles todas las ue púas con algún objeto puntiagudo. Se cuenta también que el tío materno le ofreció que se quedara en su carpa y se sentó frente a la fogata a recuperarse. En la costa de Kialakep el Guairabo tenía dos hijos, SDVDQGR XQ WLHPSR FRQ HOORV HQ HVH OXJDU KDEtD XQD laguna donde con arpones cazaba cierto tipo de bicho que se llama Jawai–kar-lájek que es parecido a una tonina, alimentándose con él posteriormente. En ese mismo tiempo, C’askar la mujer luna, se pinchó un ojo se asustó con eso y para no pincharse el otro

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Kawesqar aselájer-s ku táwon sa eik’olájer-s kuosá alál jennák Takiárrap-kte MHQQiN NLXV MHQiN TH VR KyMRN .LiODNHS DWȞO VD NLXV MHQiN TH VR KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN N·LDN .RNL~N ǙV ND NXRV iUND WTDO WHUUpN -DZiL NDU OiMHN DN·XiV NLDUOiMHU V NXR TiNVWDS ViTWD N·pMHV ĆHSȞV DNVWi DV MHWiV MHIpMHV MHQiN KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN .XWHNp ĆHNpMD NXWHNp DN·XiV NXWHNp WRQLQD NDZHVTi DVHVHNĆp HLN·RVHNĆp KyMRN VD NHSiV DN·XiV MHNVyU N·pORN Kukté wa arkaksélas kius eikuákiar ak’uás kuteké térwa eikuok’énær DS DTiV NHU DVyV NXR MHNVyUNDU DNVi N·HMpTDV KyMRN HLN·RVHNĆpMHU hójok kuos. Jeksórkar aksá-kefténær ka kuteké ftek. kuosá árka-c’éwe hápar c’áwes ak’uás aselái qaperqéjo kiut kiarlájer arp jétqa-hójok eikúksta. Arka-c’éwe-terrék wæs lájep ak’uás aselái eik’olájer-s kuo, jeáftæs arlái ka kuteké at’álas arrakstáwar wæs aselái eik’olái teselájer-s kuo. Kuteké tapásqe kius jek’éwot jéke aselájer-s kuosá akiár-k’ejehák aselájer-s kuos alál hápar jeksór-qe. “Kiáno wa kius MHN·pZRW MpNH V MHWȞO V NX WiX DUUDNVWiZDU DN·XiV MHĆpVND DNVWi DU µ jetáksta-táwon kuos. Alál-terrék jenák kiot jelájer-s kok arrakstáwar ak’uás at’álas arlái kuteké c’áqok ksqalái arrakstáwar. .XRVi DNLiU DN·XiV NXWHNp NR iĆHN MHUIp DVi DVHOiMHU V NXRVi DUUDNVWiZDU V ĆiNVD DVHOiMHU V NXRV ´ąH[XyS .LiQR ZD NXRV DVDKiN THĆpMHU UD µ VN·iN NXWHNp ViOWD V NXRV WiNVR V NXRV NiX DQWiX kuos akiárær-atál kuos arrakstáwar jeksór lájep-qe. Kuteké at’álas, MHiIW V DNLiU U DWiO DVy NX N·LiS U NĆHSpQD NXRV WiNVRS NĆHSpQD jeksór lájep-qe kuos. Kuósos sa ko-qe-sop arkaksélas tóu aswál jétqa tesé-sáqta kiot WHVp ViTWD KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN .LXV DUNVi VD NXR KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN DVZiO VpODV DN·XiV NLDUVHNWiO U NXR KyMRN NXRV ksep-táwon kuo.


EspaĂąol RMR VH DUUDQFy WUHSDQGR SRU XQD Ă€VJD OODPDGD TDSHUTpMR VXELHQGR al cielo. La luna constatĂł que el lugar era bello, lleno de mariscos grandes y con sol radiante. AllĂ­ arriba era un lugar muy bonito y estaba lleno de mauchos y erizos grandes. Entonces, la luna tirĂł al mundo de abajo locos, erizos, mauchos, lapas y decĂ­a: “Estos son los pequeĂąosâ€?. Los que estaban en el mundo de abajo al verlos exclamaban: “Si estos son los mĂĄs pequeĂąos cĂłmo han de ser los mĂĄs grandes.â€? “Cuando yo los vi eran grandes, muy grandes y ella decĂ­a que eran los pequeĂąosâ€?, dijo otro. â€œÂĄTĂ­rame los mĂĄs grandes para que yo pueda examinarlos bien!â€? Se dice que los tirĂł y los dejĂł caer llegando velozmente abajo y eran muy grandes los erizos, los mauchos, lapas negras y los locos. DespuĂŠs los tirĂł y los dejĂł caer, se dice que llegaron velozmente abajo y se dice que esos mariscos que llegaron al suelo eran grandes: â€œÂĄCaramba! Mira, estos son lo que estaba hablandoâ€?, asĂ­ expresĂł. Y contaban que los pequeĂąos los habĂ­a tirado primero para que compararan los grandes con los chicos, juntĂĄndolos todos en una ruma. A peticiĂłn de la luna que era la hermana mayor, la mujer-sol subiĂł al cielo e inmediatamente comenzĂł a desplegar sus rayos solares al mundo de abajo y aĂşn el dĂ­a de hoy estĂĄ andando en el cielo.

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Cuento de Kstai-asĂŠ-MaqĂĄjes PresentaciĂłn

E

l cuento de Kstai-asĂŠ-MaqĂĄjes es un “cuento de hombresâ€? o “de personasâ€? kawĂŠsqar. A diferencia de los cuentos de hĂŠroes, este tipo de cuentos narra hechos de la vida nomĂĄdica y transmiten alguna enseĂąanza. El cuento de Kstai-asĂŠ-MaqĂĄjes nos muestra la mentira cĂłmo la FRQFLEHQ ORV NDZpVTDU 0HQWLU SDUD HOORV VLJQLĂ€FD IDOWDU D OD YHUGDG y es severamente sancionado porque quien miente queda marcado como mentiroso, no existe entre los kawĂŠsqar la “mentira piadosaâ€? y si se falta a la verdad, quien lo hace es simplemente mentiroso. En este cuento se podrĂ­a apreciar que los hijos del hombre ciego lo engaĂąan por compasiĂłn, no obstante, la narradora enfatiza que es un engaĂąo, se estĂĄ mintiendo y esto se transmitĂ­a a los niĂąos enseùåndoles que cualquier tipo de engaĂąo es una mentira y, por lo tanto, de acuerdo a los valores idiosincrĂĄticos del grupo, tal acto es inaceptable.


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Actividades sugeridas Comenta con tus compañeros respecto a la forma de concebir la mentira por parte de los kawésqar. ¿Qué costumbres de la vida nómada puedes encontrar en el cuento?


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III

Cuento stai-asé-

k

del

aqájes M

Kstai-asé-Maqájes eik’óse



Kawesqar

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Kstai-asé-Maqájes eik’óse (Cuento de Kstai-asé-Maqájes)

Narrador: Francisco Arroyo

E

ik’óse kstal jenák-qe-so-hójok jennák eik’uaháker-hójok wa NX N V ĆH MHWȞO DĆiDO ITDW .DUViX MHQWiZD N V ND NXWHNp Arkuerkué-ak’iái-kte kuteké ... T’alkskaláwa-kæs tqal kius jenák-qe-so-atál eik’uaháker-hójok. Kuosá æs c’ap tawaisélok ka kuteké jerwótek tawaisélok eik’ótælhójok kuos. $VNpW .VWDL DVp 0DTiMHV DVy DN·XiV DVNpW 6ȞODP HLNXDWyQD ZD jenák-hójok eik’o... eik’uaháker-hójok kio... T’æf-k’iotejárkar-astál fse. Kuosá táuks kius aihiól pek, woks aihiól sa jenák ak’uás aselájer-s kuos. Tæs kiáwel sa kuos. Kuosá kius aihiól askét... ku háute-terré akér NX MHN·pQD DS MHQiN DĆiDO .VWDL DVp 0DTiMHV VtNR DN·XiV DVHOiL eik’olájer-s kuosá. .XRVi NiMHI DTiNVWD WȞONVRU DWyORN WTDO DVWiO KiSDU ĆHĆi DWDNLiU V N·HQiN KyMRN ĆHĆiX HLN·XDKiNHU KyMRN ąHĆiX MHUNDQiQDN DWyURN astál tqalk kiol ak’uás aselái eik’olájer-s kuos. Kuosá kájef tóu aqáksta tálksor káwes askét. Síko ak’uás aselái eik’olájer-s kuosá N·LDN W ON WȞONVRU ND DTDĆiON WȞONVRU NXRV NLXV DLKLyO MHQiN NWHS asenák, aselái, eik’olájer-s.


EspaĂąol

Cuento de stai-asĂŠ-MaqĂĄjes Narradora: Gabriela Paterito

E

n esa punta, en el paso T’alkskalĂĄwa-kĂŚs-tqal, en el paso KarsĂĄu-jentawa y en ArkuerkuĂŠ-ak’iaikte habĂ­a mucha gente y entre ellas estuvieron las personas del relato. 6H FXHQWD TXH ORV 6ČžODP1 dejaron malherido a Kstai–asĂŠ-MaqĂĄjes, golpeĂĄndolo con un garrote. Con el golpe que sufriĂł ĂŠl habĂ­a quedado FLHJR VX PXMHU DO YHUOR PDOKHULGR VH IXH FRQ RWUR KRPEUH .VWDL²DVp MaqĂĄjes tenĂ­a dos hijos. Sus hijos, situados frente a la fogata, lo cuidaban. Se dice que era previdente. Cuando presentĂ­a que venĂ­a una embarcaciĂłn navegando a remo, ĂŠl siempre se tiraba al agua en el puerto del itsmo que quedaba DEDMR GHO FDPSDPHQWR KDFLpQGRVH HO PXHUWR TXHGDED Ă RWDQGR en el agua y de esa forma presentĂ­a que venĂ­a la embarcaciĂłn navegando y les contaba a sus hijos. “He aquĂ­ viene una canoa, viene navegando a remo en el canal que se encuentra allĂĄ arriba y maĂąana arribarĂĄ a este puerto. Ustedes deben estar ecĂ­a pendiente observando y esperandoâ€?, asĂ­ les decĂ­a Ktai-asĂŠ-MaqĂĄjes. ai-asĂŠ-Maqajes Cuando los otros le propinaron la golpiza, Kstai-asĂŠ-Maqajes quedĂł malherido y su mujer que habĂ­a estado viviendo 1

Grupo que vivĂ­a en la parte norte del territorio kawĂŠsqar.

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Kawesqar ´.LiQR NiMHI ND NXWHNp VpMHS V NVWiL DNpU DTiQDN DTDVHN DTDĆiO DVZiODN DTDKyL DOKyL VHNXp NHU µ VN·iN ´-HQiN DN·XiV WȞOQDN akstá-ker he,” æsk’ák. .LXV DVNpW HLN·yVH VpODV NLXV F·pZHN ĆHĆpO VR VD NXRV WyX F·pZHS ka kuteké tot Kstai-asé-Maqájes asó eikuotóna asó ka jenák hójok HLN~NVWD NXRVi WyX F·pZH WHUUp KiSDU DWyĆH HLN·yVH WyX F·pZH DWyĆH Kius aihiól táusa nowák jenák sa kius aihiól sa kuos kájef táwon ka NXWHNp« ZRNV MHQiN V NXRV OiMHN V DVp DVi N·HQiN DĆiDO KyXW NXNWp kar hápar kajésqa ei kajésqa lájek asé ka kuteké jesé léjesk. Jec’ói atók aqahói-k’enák asó ka a halíkar tákso hójok wa lafk jelái-s NRN DWȞO DWiO -DNȞVNWH MHOiL V NRN NDMpVTD MHVp WiNVR DĆiDO KyMRN MHQQiN Kuosá tæs kiáwel jenák-aksék kuos askét... aksarrúna-k’ejeháker sa kuos: ´.LiQR F·DF·iS DTDKyMHU µ VN·iN ´ąDZiDO ND F·DF·iS DTDKyMHUµ æsk’ák. Kuosá kuos kstamjáksta-k’enák ak’uás aselái eik’olájer-s: “Kuosá k’exáso wa aqahói-k’elái-akstá-ar sa.” ´.LX NHUUi D DViTH ND NXWHNp DW·iODV ĆHĆpO VR DN·XiV KDU VHNXp akstá-ar,” æsk’ák. Kuosá kuos askét... kius háuksa at tqal-terré akér awál ak’uás aselájer-s kok asél... aselái asahák jetakuálok-k’ejehák-er. ´&·DF·iS V KiXNVD DW V DW WHUUp DNpU DW V DOKiQD NĆHSKDQiU U NR DW wa sekué-ker-ket halé-s,” æsk’ák.


EspaĂąol con ĂŠl se fue con otro. Y ahĂ­ estaba su mujer, se cuenta y ella se fue a vivir con otro hombre, en el cuento ella se fue con otro. Sus hijos, que lo cuidaban tenĂ­an canoas y constantemente recorrĂ­an los lugares adyacentes al campamento. En temporada de huevos salĂ­an a buscar pĂĄjaros que se encontraban empollando, luego retornaban con ellos al campamento navegando provistos ademĂĄs con gran cantidad de huevos. Cuando atracaban su canoa en el puerto dejaban amontonados en el suelo los pĂĄjaros que habĂ­an cazado y por el hecho de ser ciego siempre lo engaĂąaban: “PapĂĄ, mi madre acaba de llegar remando a nuestro campamentoâ€?. En ese momento su padre saltaba de alegrĂ­a y expresando emotivamente, decĂ­a: “Caray, que no falte la comida, habrĂĄs de sacar mauchos que se encuentran en la playaâ€?. Al rato despuĂŠs uno de los hijos le hizo saber que su madre habĂ­a acampado y armado la carpa al lado: “Mi madre armĂł la carpa contigua a la nuestra y tĂş vas a ir a visitarlaâ€? “SĂ­, me llevaras a esa carpaâ€?, dijo el padre. “TendrĂĄs que ir donde la madre, ya ha terminado de armar la carpa y la fogata estĂĄ ardiendoâ€?, dijo el hijo. El Padre entusiasmado expresĂł: ´9DPRV FRQG~FHPH D VX FDUSD FXDQGR YD\D D YLVLWDUOD PH GDUi muchos mauchos, huevos y me saciarĂŠ con la carne de quetroâ€?.

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Kawesqar ´$MiX NR DW ĆH NVHSTiTD DU NR DW µ VN·iN ´&·DF·iS V NR DW ZD NLHUNpW DOKDQiU U NX DNVy DWiU U NXRV DIĆiU WiZRQN DWiS DNVyUN DZiW O DĆiDO µ VN·iN .XRVi MiX KiSDU DTDKyMHU ´.L~VWDW ĆH NVHU TDTi DU $W·iODV ND NXWHNp MHVp NDMpVTD MpWTDU ĆHĆpO VRV NVHSWȞV NX WiZRQN ĆHĆiX DO DO NVHSWȞV iODNVR NX WiZRQ ĆHĆiX jetáqa jeféqa aksahák ja-s,” æsk’ák. Kuosá aksarróna-k’esé ak’uá aselájer-s kuos har kstái-terré akér NVHSVpĆR NVHUVpĆRZHU ´.·LD NLXN WiX SDS NHU KH µ VN·iN NXRVi NLXV DW DWN ĆHĆpO VRV aksarrúna k’ekós kserqós. ´.LX N·HOi DL ĆH WiULHS KiSDU DN·XiV MHWiNLDU VHNXp DNVWi DU µ VN·iN ´ VNL~N ĆH MDW V N·DN ĆHĆiX NXROiL DNVi NHU µ MHWpNVWD WiZRQ SDS aselájer-s kuosá. .XRVi HLN·yVH ȞUNVD MHQiN NLXV F·DS DN·XiV DVHOiMHU V NXRV ĆDV NHĆpMHU -DOiX ZD NDMpVTD ND NXWHNp DW·iODV NVTDOiL ĆDV NHVHNĆpMHU KyMRN OyL NpNWDV DWyNW V NXRVi NXyVRV MHWHVHNĆpMHU KyMRN NXRV Kuosá at... aséksta aséksta táwon: ´.D ĆDZiDO ĆiXNV NDMpVTD ĆiXNV KDOpV TH VR F·DF·iS KiU Uµ VN·iN Kuosá kuos ouskójo ka kuteké jeksórkar kiáwel tæs kiáwel jenák jeksór ka kuos jetahák aksarrúna-k’ejeháker-er-k’éna aselájer-s kuo. .XyVRV VD NVHUVHĆpODS HU V ĆHĆiXNV WHUUpS ´6HWyĆH KiXNVD DW ĆR MD NHMpU DW NVHUTiTD DU NRWpMRµ


Español Se cuenta que el hijo llevó a su padre con engaño fuera de la carpa y lo hizo entrar por la puerta de atrás de su propia carpa. “Tú sientate ahí”, dijo el hijo. “Ten cuidado de no hacerme tropezar, dejame aquí un rato””, expresó el padre. En ese instante él se sentó. El hijo entonces se hizo pasar por su madre regalándole comida, pues antiguamente cuando alguien llegaba de visita se regalaban pájaros, mauchos y huevos. En unos instantes después el hijo dice: “Papá, estos son los pájaros que te dio mi madre como regalo de visita”. El padre no se había dado cuenta del engaño, ya que estaba ciego, no podía ver, por esa razón sus hijos lo engañaban, se cuenta que siempre lo engañaban. $O ÀQDO GH OD YLVLWD VDOLy WRPDGR GHO EUD]R GH VX KLMR \ OR FRQGXMR GH vuelta a su propia carpa. “Llévame otra vez a la carpa contigua en donde yo vivo”, dijo el padre. “Sí, vamos andando,” así expresó el hijo. El hijo lo condujo por la puerta de atrás y rodeó la carpa y entró por la puerta principal. “Entra no más, estamos en tu carpa y aquí está el lugar en que te sientas”. ”Esto de caminar me hizo bien,” dijo el padre. Él contaba que había estado en la carpa contigua, sin embargo, él

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Kawesqar ´$MiX O S N·HQiN WiX ĆD µ  VN·iN .XRVi KDU NVWiL WHUUpS NVHSVHĆpODS ĆHĆiXNV SiX NVWiL WHUUp DNpU NVHUVHĆpZHU ´/yL N·HQiN WiX ĆD KDQQy NXRV DW DW ĆiXNV DW DW ND NXWHNp ĆiXNV SDS KyWTDO ND NXRV ĆHĆpOµ ´+DDD NĆHSĆpUV N~NWD SDV ĆH ĆHĆiX NVHSODMpPQD µ +iXNVD DW WHUUpN MHQiN DN·XiV ĆHĆiX DVHOiL NL~ND NLXV DW DWN MHQiN DVy KDU NVWiL WHUUpS ZRVNWHUUp NVWiL WHUUpS NVHSVHĆy .VHUVHĆy .XRVi DNVDUU~QD ND MHNVyU W V NLiZHO MHQiN NX MHWiV ND MHWpVH NHWÈžO hójok eik’uaháker-hójok. Kius jenák-qe-so-hójok asahák-er-hójok sa Tæf-k’iotejárkar-astál.


Español siempre había estado en su propia carpa, la diferencia era que sus hijos lo conducían por un lado donde entraba y salía por otro. Entraba en la carpa tomado del brazo. Sus hijos lo engañaban por el hecho de estar ciego, siempre lo hacían, se cuenta. El hombre del cuento era viejo y ciego. Se dice y se cuenta que estuvieron en Tæf-k’iotejárkar.

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Cuento de las moscas PresentaciĂłn

E

l Cuento de las moscas es un cuento de transformaciĂłn. Hay diversos relatos en donde se producen transformaciones de personas por diversos motivos, por ejemplo, en el Cuento de AnnĂĄpas, la hija de este se transforma en roca por el sufrimiento que ha padecido. El Cuento de las moscas nos muestra a estos seres que se transforman en personas vestidas de blanco, llegan a otro punto de los canales, caen sobre las viviendas y arrebatan la vida a la gente. Este cuento tambiĂŠn nos muestra que existen espĂ­ritus que ejercen su poder sobre los humanos. Todo el mundo kawĂŠsqar estĂĄ poblado de HVStULWXV SRU HVR VH FODVLĂ€FD HVWH WLSR GH FUHHQFLD FRPR animismo. /RV NDZpVTDU QR WLHQHQ XQ GLRV VXSUHPR FRPR OR DĂ€UPD HO HWQyORJR Martin Gusinde, quien hiciera trabajos de campo en la parte sur del territorio kawĂŠsqar en 1924. Las moscas, desde la antigĂźedad se las ha asociado a la muerte, la pudriciĂłn, por ello en el mundo kawĂŠsqar tambiĂŠn se da esta asociaciĂłn.


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Actividades sugeridas Comenta con tus compañeros el cuento. ¿De qué manera las moscas arrebataban la vida a las personas? ¿Qué puedes señalar acerca del “canto” de las moscas?


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IV

Cuento Moscas

de

las



Kawesqar

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Cuento de las moscas Narrador: Francisco Arroyo

K

HPDWiOD HLN·yVH VD MHQiN DN·XiV MiLQHMD MHĆpĆDO N·HQiN KyMRN HLN~NVWD Z V WiX ND NXWHNp VHWp NLǙVWHUUpN DNpU VR (LW·pUMD NXWHNp NRNL~ DNpU KHUN·XyWTD VRU NLDUVHNĆpMHU NXR NXR ĆHONXiV MHĆiV MHĆpWTD N·HQiN NXRV $TDKyL ND NXWHNp MHĆpKRL ĆHONXRKyL MHĆpĆDO DVy NX IVHN OyL VR VD NXRV .XRV MiLQHMD DVHQiN ND kuteké jektál-k’enák ak’uás aselái eik’olájer-s kuosá kuos. .HPDWiOD V MiLQHMD NHU DVHOiL HLN·ROiMHU V NXRVi NXRV NLXV ĆHĆiX ktæl kiánnæs kiárnak asenák kuos, awélqe ak’iéfkiar táwon ak’uás aselái eik’olájer-s kuosá jetanák. Ku-aksék ka kuos jehánar-k’ejéqas ND NXWHNp N·LXMpIQD DUKyU N·HMpTDV DĆpMHU DWiO NXRV NLDUDKiN MHNWiO k’ejeháker kuo tælás ja sos kuos. -HKiQDU DWiO DĆiDO DWiO NXRV HLN·yVH ND NXWHNp NX IVHN ĆHĆpO DVyV kuos, WiO WiODN DNpU MHĆpĆDO ND NXWHNp DTDĆiO HLW·pUMD M MHĆiV ĆHONXiV ĆHONXRĆiO NHWȞO DVy HLN·ROiMHU V NXR .HPDWiOD DN·XiV NLXV NXĆHOiNVR MiLQHD NXWHNp Ć SiV MHĆpĆDO Kuosá kuos jehánar-k’ejeqás kuos. Kuo DN·XiV NHUUi N·HQiN DĆiDO KyMRN TH" ND NXWHNp MHUIpĆH NXWiODS DTiĆH NXR Kuosá wæs táu sækiáræk ka kuteké k’oának ka wæs ka ku kiáu aqája kuteké æs-kiáu wæs DTiWDO NXR .X MiLQHD MHĆpĆDO ĆHĆiX DVHOiL jektál-k’elái-k’enák aselái eik’olájer-s kuo.


EspaĂąol

Cuento de las moscas Narrador: Francisco Arroyo

S

e cuenta que las moscas eran oriundas de RĂ­o Verde o de Puerto Natales, allĂ­ a sus coterrĂĄneos con quienes se relacionaban y andaban con ellos, no los tocaban. Cuando habĂ­a temporada de viento del sur, el clima se mejoraba: habĂ­a buen tiempo, no habĂ­a lluvia y habĂ­a un gran solazo. Aprovechando viento de popa, las moscas VXEtDQ QDYHJDQGR D YHOD FRQ UXPER KDFLD HO QRUWH HOORV YHQtDQ GH muy lejos y siempre con el viento a favor recorrĂ­an grandes distancias y su Ăşnico propĂłsito era llegar a la tierra del norte para embrujar. Cada vez que habĂ­a viento del sur las moscas subĂ­an navegando al norte. Se dice y se cuenta que su ropa era de color blanco. Como acompaĂąantes y conocedores de esos lugares, llevaban a sus coterrĂĄneos con los que se relacionaban constantemente, a ellos QR ORV WRFDEDQ HQWUH HOORV FRQWDEDQ FRQ XQD SDUHMD XQD PXMHU \ un hombre, ellos les proveĂ­an de alimentaciĂłn e informaban de la ubicaciĂłn de los campamentos. Cuando las moscas llegaban a un puerto en donde habĂ­a gente acampada, allĂ­ desembarcaban, entraban a la carpa, se sentaban a la RULOOD GH OD IRJDWD \ FRPHQ]DEDQ D FRQYHUVDU HVWD IRUPD GH RSHUDU era un artilugio, pues les permitĂ­an conocer los nombres de sus adversarios y sabiendo los nombres de cada uno de ellos comenzaban D FDQWDU HQ VXV FiQWLFRV QRPEUDEDQ FRVDV \ QRPEUDEDQ D YLYD YR] ORV nombres de cada uno los ocupantes y de esa manera los hipnotizaban y quedaban completamente mareados y caĂ­an de bruces al suelo. Entre tanto, estando en estos menesteres, ellas mismas les advertĂ­an a las personas de la carpa contigua gritando:

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Kawesqar Kuosá kematála æjáinea-ap ak’uás aselái eik’olájer-s kuo. .XRVi NXRV DIĆiU N·ROiI NXRV SDS DVHQiN DN·XiV NLiUQDN MHNWiO N·HQiN aselájer-s kuos kematála-s æjáinea-ker-a jetás ak’uás, ku-aksék ka NXRV MHKiQDU N·HMpTDV DN·XiV NR DW MHKiQDU N·HMpTDV DĆpMHU DWiO kuos. .LXV KiXN VD DW WHUUp KiSDU NVpONVWD DVpNVWD NHĆpMHU ´+DQQy MHKiQDU jehánar-k’elái-atál-æs sa at k’iak. ”Kuosá eikuofténa-k’ejehák ka kuteké eik’olájer-s kuos kematalána-k’enák eik’olájer kuos. 7iNVR VD F·HSSDĆpZHO DN·XiV DVHOiL HLN·ROiMHU NXRV NRiĆH N·HMHKiN eik’olájer-s kuos. Tákso ka kuteké woks eik’óse kuteké eik’óse-sélas NLXV KDXWHUUpN DNVȞQDV NLXV MHN·pQD NXWHNp DTiVH DS NXWHNp NDMpVTD léjes kius asáqe lejés-ap kupép. .XRVi Z V ND NXWHNp WiODN N·RMy WHUUpN NLXV NX NLiX NXĆHOiN NLXV “Kematála-s hannó æs sa at lójer æjáinea jenák kiot æjáinea DNVȞPKDU iODTDV MHKiQDU N·HMpTDV DĆpMHU µ VN·iN “Jaláu wa jetalái-akstá-ar sa?” æsk’ák. “Ak’uás kawesqá ak’uás kerrá kuos jenák-akstá-ar ko at aksér?” æsk’ák. ´.DZpVTDU NDZHVTi MHQiN MHKiQDU ND NXWHNp NXĆHOiNVR MHWi NDQiQD jektál-k’ejá-k’ejes jenák,” æsk’ák. Ka kuteké jetalái kuteké eiquolái k’élok táu jetátal eikúkta-s kuos. Ka kuteké eikuákiar k’élok kuteké qar k’élok ak’uá æjáinea-k’ejétal N~NWD MH NRiĆH NXR .HPDWDOiQD NX DW MDP DWȞO N·HQiN HLN·ROiMHU V kuo, kuosó kawésqar kawesqána jektál-k’enák kuos. Kawésqar afsektá-s k’a kuos kematála eik’óse-s kuos. Kius ktæl sa kuos kematála-s ka kuteké kuos ak’uás kerrá kius kematalána? kuteké...kius wæs jenák kuteké k’enák-qe-so-hójok sa kuos kepás ka kuteké eik’olái k’élok, kuteké kius kematalána kuosó kematalána-qe-so-hójok kuos.


Español “He aquí que la muerte ha llegado”. Los integrantes de la carpa desesperadamente exclamaban: “Las moscas han entrado a esta carpa y vienen a embrujarnos quitándonos el alma y la energía vital de nuestro cuerpo y todos nos vamos a morir, ya están comenzando a morir todos”. El ocupante de la otra carpa expresaba: “¿Qué podemos hacer?, ¿qué aspecto tendrán esas moscas?” “Son parecidas a una persona y a mis amigos los están matando con sus cantos”. Los que podían mantenerse en pie trataban de matarlas con garrote, pero éstas se transformaban en moscas, y el garrote pasaba en banda sin llegar a su destino, de esta forma volaban y zumbaban al interior de la carpa o simplemente salían volando a otro lugar. Y pasado el peligro, nuevamente se transformaban en personas, comenzaban a cantar y a hablar el mismo idioma que el resto. Después de haber efectuado sus cánticos, ahí quedaban todos muertos los que estaban acampando en ese lugar. Las moscas que habían llegado navegando a vela desde el sur los habían embrujado con sus cantos, a eso habían venido. Y toda la gente del campamento había muerto. ¿Qué habrá pasado con los cuerpos de esa gente? Tal vez los dejaban ahí en el FDPSDPHQWR \ WHUPLQDGD VX ODERU VH LEDQ ]DUSDEDQ UHPDQGR HQ busca de otro campamento. Navegaban a otros lugares. Así habían llegado a ese campamento donde toda la gente murió con sus cantos. Después de haber cumplido con su trabajo las moscas regresaban a su tierra natal. No se sabe el lugar preciso en donde vivían. También se ignora en TXp OXJDU ORV HPEUXMDGRUHV VH FRQYLUWLHURQ ÀQDOPHQWH HQ PRVFDV Por esta razón, la gente que se encuentra acampando, debiera estar constantemente atenta a que alguien podría venir desde la lejanía...

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Kawesqar

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Cuento de C’ek’Êslak, el hombre rayo Presentación

E

l cuento del hombre rayo podrĂ­amos llamarlo “un cuento de WHUURUÂľ PXHVWUD FRPR FLHUWDV IXHU]DV QDWXUDOHV HO UD\R VRQ espĂ­ritus que pueden causar muchas cosas a los hombres: males e incluso la muerte. El cuento del hombre rayo enseĂąa a los niĂąos, HQWUH RWUDV FRVDV TXH QR VH GHEH FRQĂ€DU HQ XQ H[WUDxR (O KRPEUH UD\R TXH DEDQGRQD VX Ă€JXUD GH UD\R \ VH WUDQVIRUPD HQ KRPEUH tienta a los niĂąos con comida para llevĂĄrselos y devorarlos junto a su familia de rayos. Los rayos habitan tras los cerros y son entes pertenecientes al mundo de los espĂ­ritus de los kawĂŠsqar que pueblan el hĂĄbitat y lo comparten con la gente. El narrador combina la narraciĂłn del cuento con su experiencia personal como niĂąo. AllĂ­ podemos observar cĂłmo operaba la educaciĂłn ancestral y las normas de conducta que transmitĂ­an los mayores a los niĂąos.


EspaĂąol

Actividades sugeridas Haz una secuencia de eventos del cuento y comenta cada episodio con tus compaĂąeros. Haz una lista de las normas de conducta que proporcionaban a los niĂąos y comenta.

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Cuento C’ek’éslak de

el hombre rayo



Kawesqar

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Cuento de C’ek’eslak, el hombre rayo Narrador: Francisco Arroyo

C

·HN·pVODN HLN·yVH MHQiN TH VR KyMRN N V VD NLXV ĆRONpUR rancho kuo kæs páu ku kæs c’éwe askét c’ájes c’éwe álowe kius at hójok álowe. Máima-konák-ap aihiól atóksor jenák ak’uás kuteké kius at-er-k’éna eik’olájer-s kuo. 3HVNLiZD ND NXWHNp MiXĆHQ NLDUVHNĆpMHU KyMRN NX MHWDTiMHV N·pMHV DTDVHNĆiO N·pMHV MHIpMHV MHQiN VD NXRV Kius aihiól-jeké ak’uás Máima-konák-ap kius aihiól-jeké kuo DTWiODV DTWiOQDN NRĆp VRV VD KDU N·HMHKiN DN·XiV HLN·ROiMHU V kuo. Jefé-aqás kuteké álaqas alsé-k’ejéqas, kiujárraks pe eik’óse alálp jerfé-asér at taqálkte kstái jerfé-asér NXR NDZHVTiUQD NXNVWiL DNpU ĆHNpN OyMHU DW SiX kstai akér askét... peskáwa kawesqá táwon ak’uás alqolókna kius mano ar táwon eik’olái-s kuosá peskáwa jekuálna kawesqá-jeké kuos. Ku lejés ka kuteké áltqa-kéksor kuo har áltqa asó sa kuos MHNVyUNDU NVWDLS ĆHUUiIVDU k’ejehák eik’olájer-s kuo maláutau táwon ak’uás, lejón kiarlái-s kuosá PDOiXWDX WiZRQ DVHVHNĆpMHU


Español

Cuento de C’ek’éslak, el hombre rayo Narrador: Francisco Arroyo

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n un lugar en los canales vivían los Máima-konák-ap, los “Máima dormilones”, así los llamaban los antiguos kawésqar cuando contaban este cuento, ya que como se dedicaban a pescar, no salían a navegar muy lejos de su campamento y pasaban la mayor parte del tiempo en sus viviendas temporales. Pescaban robalos y para ello usaban los llamados “corrales para peces”, que estaban construidos con piedras que formaban una represa en donde quedaban encerrados los peces al bajar la marea. Luego de atrapar los peces, los llevaban al campamento en sus canoas y allí los repartían y comían. Cerca del campamento de los Máima-konák-ap vivía C’ekéslak, el hombre rayo, con su familia. Todos eran rayos. Los niños de los Máima-konák-ap cuando les daba hambre se ponían a llorar, pero sus padres dormían y no les prestaban atención. En ese momento llegaba C’ek’éslak, atrapaba los niños y se los llevaba volando, convertido en rayo, a su campamento donde los devoraba junto a su familia. C’ekéslak llegaba al campamento de los Máima-konák-ap convertido en rayo. Llegaba velozmente al costado de una carpa y al tocar el suelo se transformaba en persona. Desde la puerta de la carpa hacía aparecer algo así como un pescado, o más bien un atado de pescaditos. Con eso tentaba al niño, quien se acercaba y trataba de coger los pescaditos. En ese instante C’ekéslak lo atrapaba con sus garras, clavándoselas en los ojos, dándole muerte y se lo llevaba volando velozmente a su campamento, se cuenta.

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Kawesqar kuosk’iá kawesqá maláutau-s k’a eik’olájer-s kuosá kuos, kuteké k’ejéto-s wa æs at jenák-atál kuosk’á maláutau-s k’a eik’olái aselájer-s kuo. .X WiZRQ MHNVyUNDU NVWDLS iNVWDS NDQiQD NXRV KDUN VHĆpODS HU MHUIpVH k’ejehák eik’olájer-s kuo. .XRVi NXRV NXWHNp MHQiN ND NXWHNp DTWiOVWD NyQD DU DVyV NXRĆp NLXV F·DS ND NXWHNp ĆDĆiU NyĆH N·L~MHI Kotéjo tálna talái-s kok ka kuos kep ak’uás mána ko at jewóna arkáu iOWTDUN MHMpTDV ĆHUIp DTiV HU NXRV KiXWH N~WTDO WHUUpN NXWHUUp KiSDU sepplalajérna: ´+DQQy NDZHVTiU T·DN DTWiOQDN SDV NRNL~N ND OyL VR NRXN·pQD DWȞO akstá-ar,” æsk’ák. ´-HIVy SDV NDZpVTDU T·DN MHQiN SDV KRXWȞV NROi NVWDL DVp KiSDU ND OȞS U DWDNLiU V SiTW V TH NXRU MHNXi NXRV NHS V ND µ .XRVi DN·pZH N~NWDL KiSDU NXRUNXiXN VHĆpODS ND NXWHNp DZyN·LRW HLKpQ VR NXRV DZy VHNXy W·iNQD NLyLW O DN·XiV NXWHNp MHNWȞO NHWȞO NLRL pLKHQ MHNWȞO NHMpLKHQ DVHOiL HLN·ROiMHU V NXRV NX W·RO ND DWȞOS . V VDS DVp DN·XiV DVp iORZH DVp DN·XiV DVp DNVDO F·pZH DWȞO DVp ZD DĆiDO KyMRN NLXV DW HU N·pQD DVp KyMRN F·HZp V NXRV 0iLPD NRQiN DS iORZH NLDUVHNĆpMHU V NXRV .LXV MHQiN TH VR KyMRN iORZH ND NXWHNp DWyNĆH DZyNĆH NVWDO IVH eik’olájer-s kuosá kuos. Háuksa at ku at-terrék hápar sepplalájer eik’óse-k’ejehák eik’olájer kuosá kuos kep at sa kuos ku tálak hápar sáppala saksór kuosá kuos ko... kep.

.LXV KDU N·LRW N~NWD N·H[iWDX ĆHĆpO V NX WiODS VHSODOiL NXRV NHS DVȞWDO asenák ak’uás eik’olájer-s kuos.


EspaĂąol Y asĂ­ ocurriĂł con un niĂąo cuyos padres se encontraban dormidos. Cuando despertaron en medio de la noche escucharon para constatar si el niĂąo hacĂ­a ruido y no escucharon nada. No estaba en la carpa, revisaron y no lo encontraron. Entonces le preguntaron al pariente que estaba al otro lado de la fogata, de la cual emanaba una tenue llamita, casi extinguida: â€œÂżEl niĂąo que estaba llorando se habrĂĄ ido a tu lado y se habrĂĄ quedado dormido contigo?â€? “Noâ€?, respondiĂł el otro. “Tal vez se habrĂĄ ido a la playa. HabrĂĄ salido por la puerta y se habrĂĄ ido por ese camino y se habrĂĄ caĂ­do al agua y tal vez se habrĂĄ ahogado, por eso no estĂĄ aquĂ­,â€? dijo el padre. Y cogiendo un tizĂłn de la fogata, comenzĂł a soplarlo. Con el soplido surgiĂł una llama y de allĂ­ hizo una antorcha y saliĂł a buscar a su hijito en medio de la noche. Fue a la orilla del mar, se cuenta, y caminĂł mĂĄs allĂĄ por la costa. En el estero donde estaba el campamento de los MĂĄima-konĂĄk-ap habĂ­a un paso en la mitad, formado por una islita muy cercana a tierra, de manera que cuando bajaba la marea la isla quedaba convertida HQ SHQtQVXOD DOOt HVWDED HVH SDVR HO LQWHULRU GHO HVWHUR HUD DQJRVWR los costados barrancosos. En un alero del barranco estaba el campamento de los MĂĄima-konĂĄk-ap. HabĂ­a muchas carpas emplazadas allĂ­. En cada una de las carpas preguntaron por el niĂąo, en la mĂĄs cercana, en la que estaba mĂĄs allĂĄ y mĂĄs allĂĄ, hasta llegar a la Ăşltima. Y en todas les decĂ­an lo mismo, que allĂ­ no estaba el niĂąo. Se cuenta que entonces los padres comenzaron a recriminarse el uno al otro: “No lo vigilaste, tampoco viste ni te cercioraste de que el niĂąo estuYLHUD DKt DKRUD KDEUtD TXH TXHGDUVH GRUPLGRV WRGRV MXQWRVÂľ “El niĂąo estaba aquĂ­ abajo llorando y pidiendo robalos, ahora ha desaparecido, al salir se habrĂĄ caĂ­do al aguaâ€?.

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Kawesqar Kuos járro-k’elái-k’ejehák eik’olái ka kuteké eik’uahák kuteké: “Jejehák kuteké ... jek’énær kuteké jenák asó kok’énær laf kúkta-s kok antáu kóu-aqás-k’ejehák-tói-ahé kupép,” æsk’ák. ´.XRVi KDOp ND NXWHNp NLXV MiXĆHQ WHVp DTWiODV MHQiN SDV MHNVyORN KDQQy DWDNLiU V ND NXWHNp ǙV µ ´ÉUND V SH NXWHNp KRXWȞV SiX V DWȞO ǙV DVy DWDNLiU V MHĆiMHNV akstá-qe-so-kóna-ar kuos.” Kuosá ku fsek jenák-k’enák-er-k’éna ak’uás eik’olájer-s kuos tálap N·pORN ND NXWHNp ǙV N·pORN NXRV Kuo háute kúkstai akér ra kius tarió ak’uás qe-so-kuer táwon ker kuos jenák-s kuos. .LDIiUR WiX V N·D NXRV V MHOiL ND NXWHNp MHNWȞO N·HOiL KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN ´6ȞQR NLiQR NDZpVTDU ȞUNVD DWDNLiU V ND NXWHNp ĆR DNVNXiQDN DVDKiN DN·LiS U N~NWD MHĆiNVHQiN NXWHNp KDOt DNpU DWȞO N·HQiN KDS kupép.” ´.XWHNp KRXWȞV DVp WTDO MHĆpNLRO MD MHDNiMHQV DUN ĆHUUHN·pQD MHĆpNLRO KD DS N·HQiN KRV ǙV µ VN·LiN “Kueihárro-s k’ak jeáks ka kuteké akc’ólai kawesqá sa páu æs-terrép ND VHNXpUODS VD NLXW ZD VHNXpU VHĆpODS N·HMHKiNHU VD µ VN·iN .XRVi MHNWȞO N·HMpTDV DN·Xi ĆHUIp DTiV NX KDU NX N V KiSDU DIViTWD ĆHĆpO N V NVWDL OyMHU NR iW O MHNWȞO N·HMpTDV HLN·ROiMHU V NXRV Ku háute kúkstai akér ra tarió-s táwon jeksórær kius læp ... asák’enák ak’uás kuteké ak’éwe jewól asá-k’enák-ho akstá-ar. C’ek’éslak tarió-qei-so-kuer-s. .XRVi NXVWiL DNpU NXRV WDULy NVpSVR S·DS·pQD WiZRQ DĆiDO NXNVWiLS jétqar.


EspaĂąol “Tal vez estarĂĄ aquĂ­ arriba en el monte o aquĂ­ en la costa, o se habrĂĄ ido a la costa de por allĂĄ afuera y se habrĂĄ caĂ­do al agua y despuĂŠs se habrĂĄ ido al gareteâ€?1. Se cuenta que los integrantes del grupo siempre estaban en el mismo lugar no iban muy lejos ni tampoco salĂ­an a caminar. Al otro lado del campamento al parecer habĂ­a un camino hecho por quienes allĂ­ estaban. Inmediatamente comenzaron a buscar al niĂąo extraviado, se cuenta. “Oye, mira, el niĂąo se habrĂĄ caĂ­do al agua, yo digo que se tirĂł al agua y quizĂĄs dĂłnde se habrĂĄ ido al garete y si se hubiese hundido, su cuerpo permanecerĂ­a en el fondo del agua, tambiĂŠnâ€?, dijo uno. ´(Q HO HVWHUR TXH VH HQFXHQWUD DTXt DEDMR GHEHUtD HVWDU Ă RWDQGR VX FXHUSR GHEHUtD HVWDU Ă RWDQGR HQJDQFKDGR HQ XQR GH ORV VDUJD]RVÂľ dijo otro. “La corriente marina que corre como rĂ­o hacia fuera del canal lo arrastrarĂĄ hacia fueraâ€?, asĂ­ opinĂł un tercero. Todos comenzaron a buscar al niĂąo extraviado y revisaron completamente las cercanĂ­as del campamento y luego se fueron en direcciĂłn del fondo del estero y llegaron donde hay una isla que con la bajamar queda unida a la porciĂłn mĂĄs grande de tierra, formando un istmo o penĂ­nsula y buscaron por toda la costa, se cuenta. Y al otro lado de la costa del estero, uno de los integrantes del grupo encontrĂł un camino, que era por donde los monstruos bajaban a la playa y por donde en la tarde o bien en la noche siempre habrĂ­an de bajar. Ese habrĂĄ sido el camino de C’ek’Êslak. Y ese camino estaba

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Kawesqar ´.XRVi WDULy V WiZRQ DĆiDO V NVWDL DNpU NX N·LiS U NVHPQiN MHQiN VD MHQiN TH NXRU DWiO V WDN WiNVR IVH ĆR MHQiN ĆDSSDKiN jejehák k’iak. “Kawésqar ak’uás askét... árka æs-kstai t’æs hápar jétqar jenák hóut NǙV WiX iUND NLǙV WHUUpS MHQiN V MHQiN TH NXRU DWiO µ VN·iN .~NVWDL KiSDU NXRV WDULy WiZRQ NVWDL KiSDU MpWTDU IWH WiZRQ ĆDSSiV IWH WiZRQ MHWȞO NXRV ąDSSDNVyZHU NXRV NLiQR “Hannó kúka kuteké ka ... kep k’enák-hor-qe-kuor sa kawésqar q’ak sa jekuá.” ´.DZpVTDU DN·XiV V NX IVHN N~NWD MHQiN NLXV WDULy WiX V WiZRQ DĆiDO NXRV NHUUi VHNXpNHU NLXV NVpSVR ND NXWHNp NLXV MHWȞO ĆHĆiXNV WHUUpS N·HQiN KR ĆHĆpO V VHNXpNHU µ VN·iN .XR WDTiONWH iUND NX W· V KiSDU MpWTDU NLǙVNRN NLXV DMpNLX KDOp iORZH DNpU DZRQiN DĆiDO NXRV ´ǘV ND NXWHNp O S DVy VD KDQQy DZyN·LRW >D@Ćp NHU VRV DZyQDN µ æsk’ák kstamjalájer kuo. ´$ZHWTDQi DVy DZyNĆH DZpMD DĆiDO µ VN·iN ´$VDNXiORN ND NXWHNp ǙV NRN DVpNVWD NXHUZyNVWD NVpUNVWD N·pORN séwel so jenák-qe-kuor-atál-he,” æsk’ák. -DOiX N~NVWDL KiSDU DVpU DN·XiV MHF·pU V DW DWȞO DĆiDO MHOiMHU V NRN kuos ... ´ąH[XyS DW DWȞO DĆiDO µ VN·iN “Kóka hannó jeksólok-k’enák-qe-kuor jekuá,” æsk’ák, “kawésqar T·DN MHQiN ĆyĆR DWiO V N·DN µ


Español muy transitado y cuando uno de los Máima-konak-ap subió por él, el sendero estaba lleno de barro. “Allí hay un camino y por este sendero deben haber bajado algunas SHUVRQDV SDUD REVHUYDU QXQFD OR KDEtD YLVWR \ \R KH HVWDGR YLYLHQGR en un solo lugar por aquí, pienso que debería haberlo visto”. “Por las huellas que hay en el camino han de ser personas, suben a la loma a observar y van a mirar allá abajo, también deben ir por el lado norte”, así dijo uno de los Máima-konák-ap. Y subió por ese camino, subió con miedo, pensando, y mientras camiQDED FRQ PLHGR UHÁH[LRQy “Por eso los niños siempre han estado desapareciendo. Serán personas como las que hay en mi campamento las que han hecho este camino, así ha de ser, aquí están sus huellas y por este camino andaban y después retornaban a su campamento”, así pensó el Máima-konák-ap. Siguió subiendo por la loma y bajó por detrás de ella. En la distancia divisó humo. “Seguramente hay una carpa allá. La gente de esa carpa habrá salido a caminar, el humo debe ser de los tizones”, así expresaba con sentimiento y emoción. “La fogata habrá quedado con puros tizones, son esos los que se están quemando”, así pensó el Máima-konák-ap. Al seguir caminando por ese sendero encontró la carpa y exclamó: “¡Allí hay una carpa! Por esa razón han estado desapareciendo los niños, incluidos los míos también”.

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Kawesqar .XRVi NLXV DW WTDO NVWDL WHUUp DNpU MHF·pUĆDO WDULp WHUUp MHMHKiNHU V NXR NLXV DLKLyO MHNp NDIWiOTDU VR VD DZRQiN DĆiDO DIĆiU N·ROiI ´ąH[XyS NXRVi KDQQy NLXV NDIWiOTDU VR ĆHĆpO DĆiDO µ VN·iN ´+DQQy ĆHĆpO WiX V ĆHPQiN ND NXWHNp NDZpVTDU T·DN Ć SȞV MHW·iV jenák-k’enák kuteké askét... kep k’ená-qe-kuor,” æsk’ák. ´7iODN MHQiN NVHPQiN KR HU N·HQD ĆHi MHQiN µ VN·iN MHWDOiL ĆHSDOiMHU NXRV .XRVi NyQDN NX WiZRQ ĆHĆiX MHW·iTD ND NXWHNp HLN·yVH MHNp WiZRQ ĆHĆiX MHW·iTD DVyV NXRV .LXV DLKLyO MHNp VD ZRNV MHNp MHQiN DĆiDO NLXV N·LyWTDU DWȞO SDS V kuos. Kuosá konák-atál kuos jesé-ketálær-atál kuosá C’ek’éslak-sélas TDZyW O DĆiDO NXRV DUUDNVWiZDU HLN·ROiL V NXRV ąHĆiXNV WHUUp KiSDU NXRV ǙV NXRV MHMi HLN·yVH 7DTiONWH DO WHUUp DNpU 0iLPD NR MiLN·LRS HLN·yVH KD NLiXN ǙV asó kuos. Seppakstá asekstáker ak’uás eik’olájer-s kuo jat lójer kuo: “Jaf-so-pas eit’áksta ka kuteké arkac’elás ku c’éwe arkac’elás qarqárra aswólai-ker.” ´ÉUND NLǙV W V ĆH MHMi ĆHNpN NHU µ VN·iN ´7DTiONWH DN·XiV KyXW NLǙV iORZH WHUUpS N·RiQDN MiMHS N~NWD NHU ĆHĆpO DĆiDO µ VN·iN ´+DU V N V ĆHMi MHWȞO KDQQy DIViTWD N V MHWȞO KDU NR iW O WDULy V har ko átæl hápar awél-pas awél-akstá-ar,” æsk’ák aselájer jaláu. ´+DQQy WDULy KDU V DWȞO DNpU DZpO SDV DZpO DNVWi DU µ VN·LiN µNXRV ND NXWHNp NVHSDKiN MHMHKiN ĆHĆpO TH NXRU SDV KDU V DVWiO µ ´.HS V ĆHMi WiODN ǙV N·pORN ND NXRV MHQiN N·HQiN HU N·pQD MHQiN V sa at,” æsk’ák. “Ak’uás kúkstai akér kuo háuk sa at kuteké ku tálak at akér jenák kius


EspaĂąol Y llegĂł caminando subrepticiamente a la parte externa de la carpa y observĂł a escondidas el interior travĂŠs de un agujero y vio que la cabeza de su hijo estaba a la orilla de la fogata, asĂĄndose en las brasas. â€œÂĄOh, ahĂ­ estĂĄ la cabeza del niĂąo!â€?, exclamĂł el MĂĄima-konĂĄk-ap. â€œÂĄLos que viven aquĂ­ eran los que mataban los niĂąos y despuĂŠs se los comen! Por esa razĂłn estaban desapareciendoâ€?, asĂ­ se dijo. Y vio que el monstruo estaba durmiendo, saciado despuĂŠs de haber devorado al niĂąo. Y tambiĂŠn vio a los hijos del monstruo, eran dos y tambiĂŠn estaban durmiendo. Igualmente la madre dormĂ­a, la mujer de C’ek’Êslak, el hombre rayo. Se cuenta que era una mujer grande. El explorador regresĂł a su campamento y le preguntaron quĂŠ habĂ­a visto a lo que respondiĂł: “Ha comenzado a hacer tiempo bueno, el cielo estĂĄ claro, estĂĄ sin lluvia y con calma chicha2. AllĂĄ arriba, a esa loma lleguĂŠ caminando para observar. Por detrĂĄs de esa loma y mĂĄs allĂĄ por la inmensidad de la turbera todo el terreno es bueno para caminarâ€?, asĂ­ dijo y luego continuĂł: “Yo anduve por allĂĄ hacia el fondo del estero, donde la isla con la bajamar queda unida a la porciĂłn mĂĄs grande de la tierra, yo anduve por ahĂ­ y por la costa de mĂĄs al fondo. En direcciĂłn hacia el fondo habĂ­a un camino y aĂşn se encontrarĂĄ ahĂ­. Tal vez alguno de ustedes habrĂĄ llegado allĂ­ y lo habrĂĄ observado, al fondo entre los cerrosâ€?, dijo. “Yo no, pues no voy a lugares lejanos caminando y siempre estoy dentro de mi carpaâ€?, asĂ­ expresĂł uno.

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Kawesqar NVHS VR VD ĆHĆpO TH NXRU"µ VN·iN Kuosá kius sepplalájer-s ku tálak hápar: “Hannó ka tarió har æs-kstai NXWHNp KiXWH iUND NLǙV NVWDL KiSDU DZpON"µ DVDKiN VHSSODKiN DNVWi ar, æsk’ák. “Ku k’iápær ka kuteké ksep-ahák sewél táu akstá-qe-kuor?”, æsk’ák. ´.XR NDUiX ĆH NHS DN·XiV NXWHNp NHSiV MHUiN µ ´$N·XiV ĆHi NXRV WiODN KiSDU ǙV ND NXWHNp DVpNVWD NXWHNp NVpUNVWD DIVpNVWD N·pORN ĆHĆiX NXHMpUN ǙV DNi"µ VN·iN ´6ȞQR NLiQR NXR MHNVi DU ND NXWHNp ZRNVWHUUp DNpU ǙVN MHNVi DU NXSpS DViN VR MD DNVWi DU DWiO NXSpS ĆH HV ĆH VHNXp µ VN·iN “Kuteké jetaqána ja-akstá-ar-atál jetalái ak’uás ksqawokséwor jefsék’ejéqas-sekué-akstá-ar he antáu,” æsk’ák. ´+DQQy ĆR OHMpV DMpNLX ND NXWHNp MHNHSiVQD NXWHNp N·HSOiN N·HSOiVD je... je... je-askénær-pas ku akstá-ar,” æsk’ák. “Ajékiu kawesqá kuteké taqálkte æs-c’éwe awétqa-k’enák-s k’ia pas a jekuá,” æsk’ák. ´.XRVi KDQQy ĆHĆpO ND NXWHNp DNVWi DU NDZpVTDU T·DN MHWiV MHQiN kuos.” .XRUUi NVHS DTiV ND NXWHNp W·DTiMHNV DĆpMHU V NR OpMHV &·HN·pVODN ĆHĆpO VR NXR TDU NVpSDV Woksterré akér ksep-aksówer kuósos t’ak’iaksówer eikuakiárær kius THNVWDOiS NX DW WiZRQ DĆiDO NV N NDU KiSDU W·DN·LpU NXR +RRR N·RiQDN HLNXiTDV ND NXWHNp DIĆiU iORZHS HLNXi NXRUKyU NXR HL DZiTDV DĆpMHU DWiO NXRV Kuosá kius askét... aihiól járro kúkta kupép. ´.LǙ +DQQy MHWȞO NXRVi NLXV DUKiVH ND NXWHNp WDZHViQD NDZpVTDU NiZHV TyORN WiXVD V NXRV N·H[iV ĆHĆpO V ĆR HLNXROiL µ VN·iN ´.RWpMR NVNLiOQ U MDĆiL VHNXpNHU µ MHWiNVWD WiZRQ NRW HLNXiV DNLiU


EspaĂąol â€œÂżSerĂĄ que las huellas del camino allĂĄ han sido hechas por alguien de la carpa del lado o la de mĂĄs allĂĄ?â€?, dijo otro. DespuĂŠs comenzĂł a indagar en las carpas contiguas: â€œÂżSabĂ­an que hay un camino aquĂ­ adentro en el estero y al frente allĂĄ arriba? ÂżNo han andado caminando por ahĂ­?â€?, asĂ­ preguntĂł el explorador. “Caramba, yo no voy a ese lugar y ese camino no sĂŠ de quiĂŠn esâ€?, dijo uno. â€œÂżPor quĂŠ habrĂ­a yo de ir a caminar lejos a escondidas sin avisar a nadie, sin pedir a nadie que me acompaĂąe y sin mencionar el lugar esSHFtĂ€FR SRU GRQGH YR\ D HVWDU"Âľ DVt GLMR RWUR GH ORV 0iLPD NRQiN DS “Oye, mira, lo que tĂş acabas de decirnos iremos a verlo, vamos todos a verlo, yo tambiĂŠn serĂŠ testigo ocular de esoâ€?, asĂ­ expresĂł uno de los MĂĄima-konĂĄk-ap. ´< KD\ TXH DUPDU ODV ODQ]DV \ ODV Ă HFKDV KD\ TXH HQVDPEODU ODV puntas en los astilesâ€?, asĂ­ dijo uno, en tanto que otro comentĂł: “Entonces eso que yo vi y que confundĂ­ con la niebla era el humo que emergĂ­a. Para mĂ­ era niebla que parecĂ­a humo emergiendo allĂĄ en ese barranco por detrĂĄs de la colina. AllĂ­ estarĂĄn los que siempre atrapan niĂąos pequeĂąosâ€?. Y los MĂĄima-konĂĄk-ap se fueron en grupo a buscar a los C’ekĂŠslak que estaban allĂĄ, se fueron a matarlos. Entre todos rodearon la carpa y la incendiaron con todos sus ocupantes en su interior, matando a garrotazos a aquellos que trataban de huir. Y para avivar mĂĄs el fuego uno de ellos tomĂł la chamiza que estaba colgando, la tirĂł al fuego y ardiĂł al instante. Hoooo mataron a todos

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Kawesqar aselái eik’olájer-s kuo kius kaftálqar hápar kuo. Kuosá eikuákiar kuos kius at asó táwonk t’ak’iáso ko álowep aqál-aksó jetápser awakso awáqas. C’ek’éslak, C’ek’éslak at c’éwe kiaraháker-hójok kuos. Kius takáikar so awákiar asó ak’uás eik’olájer-s kuosá qakstápær kuos kstai afsáqta ka kius lói-k’enák-qe-so kæs askét... qákstap eik’olájer-s NXRV &·HN·pVODN Ć SDTiV NȞVQDU NXyVRV .LXV Z V NW O VD NXRV TDNVWiS U ´&·HN·pVORN Ć SiTDV N V µ 4DNVWiS U DVDKiN NLDUDKiNHU &·HN·pVODN Ć SiNDU NȞVQDU UD V N V wæs ktæl kia... ´$N·XiV NyNWD VR MHQiN N·HQiN DN·XiV TH NXRU DNi NXRV ĆRZi ODIN jeksór-s kuos?” ´.·HZi SDV iOWTDU ND NXWHNp OȞS U NLXV DW W·DN·LpU TDOiNVQ U SDV DNVy DWi DO Wi NX DW WDOiL DNVWi DU ǙV NH µ NiULHNV N·HMHKiNHU NXRV ´.XRV VHZpO WiX NDZpVTDU DUKiQD DVy VD DI ĆHĆiX KDS NDQiQD N·HMpTDV MHKiQDU N·HMpTDV DĆpMHU µ VN·iN .LXV DLKLyO MHNp MHWDWȞO VR VD HLNXiNLDU DN·XiV DVHOiL HLN·ROiMHU V NXRV C’ek’éslak aihiól-jeké so woks-jeké. ´.XRVi NLXV DUKiVH V MHQiN DĆiDO µ KDQQy MHWiNVWD WiZRQ HLNXiNLDU MHNp DZiW O DĆiDO ZRNV MHNp Kuosá ku tálak ka kuteké Kewái-c’æfkái-ámna kiaraháker, kokiúk peskáwa jetáqa aqát-sekué-k’ejeháker-s kuo. .XR DViN MHQiN ND NXWHNp NHZiNLDU V ZD RXVNyMRN DTWȞO VpNWDO WHVHVpNWDO KyMRN NXRVN·Li DTWȞOQDN MHNp VR iODTDV NXR -HNVyUNDU ZRNVWHUUpN F·HOiV DWyW O KyMRN ĆHi ĆHV NXRV NHZiNLDUN WHVHQiN DTWȞO VpNWDO KyMRN NXRV Kep ka kuteké maná kte asáqe kiáwel qe-so-kuer jenák kte hápar


Español los monstruos y cuando los mataban con garrote caían en el fuego y se quemaban. Y esta matanza era también en venganza por sus hijos. “¡Toma! ¿Acaso estos que andan aquí nos han tenido aprecio y cuidado? Sólo han conocido la carne humana que comían, por eso yo los mato con garrote”, así dijo el Máima-konák-ap. “Si revivieras te irías a nuestro campamento, y expresando esto comenzó a asestar garrotazos en la cabeza del monstruo”, dicen, cuentan. Después de haberlos matado incendiaron su carpa y los lanzaron dentro, avivaron el fuego y se quemaron completamente. Desde entonces ese lugar se conoce como “el alero campamento de C’ek’éslak”, así lo llamaron los antiguos kawésqar. La espalda de C’ek’éslak no alcanzó a quemarse completamente y la lanzaron al agua en ese lugar que con la pleamar se convierte en un paso y por ende en una isla, y que con la bajamar queda unida a la porción más grande de la tierra. Allí en ese lugar lo tiraron al agua, se cuenta, y ese paso comenzó a llamarse “el paso en donde se exterminó a C’ek’éslak.” Uno de los Máima-konák-ap que llegó al sitio después de la matanza exclamó: “¿Qué era esa cosa que recién acabo de ver?” “¡Ten cuidado! ¡Se va a levantar y salir de su carpa que destruimos quemando recién! Ahí mismo levantaremos y cubriremos una nueva carpa y habrás de acostarte en ella”, le dijo jocosamente uno de los Máima-konák-ap. “No eran personas ancianas que se enfermaban, padecían de dolor y después morían”, así expresó uno de los Máima-konák-ap. Y otro agregó respecto a los hijos de C’ek’éslak:

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Kawesqar kuos. $TWȞO VpNWDO WHVp VpNWDO KyMRN NHZiNLDU N~NWD Kuosk’iá ka kuos aqtálnak asó har-k’ejeháker-hójok eik’osektálærhójok ak’éwe-s. .X WDZHViQDN ND NXRV DN·pZH V DTWDOiL N·pORN N·HĆH VHNWiO U KyMRN N·LDN NLDX V KyMRN ND NXWHNp MHWȞO WDOiL V NRN Kuteké jetafténa-k’éjes: ´$MDMpPD DTWȞO VpNĆDO NLRW KDU VHĆHOiS VHNXp ĆHĆiX DTWȞOND DĆpMHU µ æsk’ák kiuk jetafténa ka kuos ouserraqásna. +DMHNWiNDU MHWiNVWD NWH KiSDU ND ĆHĆiX W OIWpQD DVyV NLXN MHWDIWpQD NHVHVHNWiO U KyMRN NLXV WDNXyNWD DVNpW MHWiNVWD NWHS ĆHĆiX tælfténa sos. “Kiáno ak’uás so jetáksta-ar-aká?”, æsk’ák séppla-akstá-ker so tælamás aksarrúna asó kuo. ´$MiMHPD V MHWHVHNĆiO MHWiNVWD NRQi NHU µ VN·iN MHWDIWpQD VR VD kuos fte-keséktal-hójok kuos.

.XRVN·Li DTWȞOQD DVy VD iODTDV N·HMHKiNHU KyMRN HLN~NVWD Kiáno aswonák ka kuteké ak’ewéna-k’enák ku-aksék aqtálksta-k’enák DĆiDO NXRVN·i DVZiO ND DN·pZH DN·XiV DN·pZH N·HMpVDU MHZyO MHNVyU SH ĆHUI DN·XiV DN·HZpQD N·HMpVD NWH V Kuosá kuos Máima-kojáik’iot askét... aihiól jetás ka kuteké tawaisélok ĆHSDKiKHU NLXN MHQiN V NXR .XRV ND KDQQy NXWHNp &·HN·pVODN KDU U ĆHĆiX WHVp DVDNXiORN tesakuálok-k’éjes-jenák sa kuos. .X NpMHU V VD NLXV ĆDĆiU ND NXWHNp F·DS V NXRV WTiPH HUN·pQD NXRV NRXN·pQD N·HQiN NXRV NX iODTDV ND NXWHNp VHĆpODS N·HMpTDV MHUIpVH k’ejéqas lájep wa kuósos tálna-k’enák eik’olájer-s kuo


EspaĂąol “Y ahĂ­ estĂĄn sus amores, quemĂĄndose en el fuegoâ€?. DespuĂŠs de estos sucesos los MĂĄima-konĂĄk-ap trasladaron su campamento un poco mĂĄs allĂĄ, al lugar que se llama KewĂĄi-c’ÌfkĂĄi-ĂĄmma, allĂ­ sacaban pescados y despuĂŠs siempre retornaban cargados remando al campamento. Cuando los niĂąos son pequeĂąos ignoran la realidad. Cuando tienen hambre lloran y piden alimentos, como sucedĂ­a con los hijos de MĂĄima-konĂĄk-ap que al estar llorando el monstruo los atrapaba. Cuando yo tenĂ­a hambre solĂ­a estar con los ojos llenos de lĂĄgrimas, lloraba y pedĂ­a comida. En la ĂŠpoca en que mis padres no tenĂ­an alimentos y no tenĂ­an nada de nada, en ese tiempo yo lloraba. Pero mis padres me advertĂ­an que no debĂ­a llorar. Por eso, por miedo a los monstruos, en la noche no se podĂ­a llorar y tambiĂŠn nos lo prohibĂ­an DOJXQDV YHFHV FXDQGR DQGiEDPRV QDYHJDQGR SRU ORV FDQDOHV DO DFRVtarme me asustaban: “Con tus llantos vas a traer al ayayĂŠma3 y ĂŠl te va a llevar porque tĂş estĂĄs llorandoâ€?, asĂ­ me decĂ­an y en ese momento me asustaba y me quedaba callado. Cuando la lechuza cantaba, al escucharla me daba miedo y preguntaba:

“Mira, ÂżquĂŠ cosa es eso que se escucha?â€?, asĂ­ preguntaba a mi padre, y para engaĂąarme me decĂ­a: “Con tu llanto has atraĂ­do al ayayema, allĂĄ afuera estarĂĄâ€?, asĂ­ me decĂ­a y de esa manera me asustaban y despuĂŠs de eso siempre tenĂ­a miedo. AsĂ­ mismo lloraban los niĂąos MĂĄima-konak-ap y despuĂŠs el monstruo se los llevaba, se cuenta, porque a medida que amanecĂ­a

´&RQ WXV OODQWRV YDV D WUDHU DO D\D\pPD¾ (O D\D\pPD VHJ~Q OD FUHHQFLD NDZpVTDU HV un espíritu negativo que perturba el orden natural del mundo; su paso puede ocasionar enfermedades o la muerte.

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Kawesqar ąHN·pVORN DVNpW DViTH MHIp DTiV NWH .XR MHOiMHU V NRN DVNpW DĆiDO KyMRN VD NXRV NX DNVpN ND NXRV peskáwa-s jetát-sekué-k’ejeháker-s. Kewái-c’æfkái-ámma-asé sa kius jetaqájes-k’ejés-ho hójok kutálak ku kæs jennák asé. .·HSĆpNV N·ROiI DVp V ĆHĆpO KyMRN ǙV NLXN SHVNiZD MHSĆHQiN KR OiMHS DVp KyMRN ǙV MHN·pZRW .R iVH ND NXRV DI MHWDTiMHV N·HMHKiN HU NLXV DLKLyO Ć SiVNDU NXRV .X DNVpN MHWi DVNpQD ND NXWHNp MHWHVHNĆiO DTWȞO VHNĆiO NXWHNp DMiMHPD V ZD DTWȞO VHNĆiO MHWp VHNĆiO NHVHVpNWDO DVȞ VpNWDO N·HLF·p VHNWȞO KyMRN NXRVN·i MHWi ĆHĆiX DTWȞO VHNĆiO NXRV NLXV Ć SȞV N·HQiN KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN NXRV Tálak ka kuteké kutálak ku k’iápær táusa aqának kuosá taqálkte N~NVWDL WHUUpS DTiODS N·pORN MHQiN KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN NXRV Tákso-terré hápar atólok hápar qasaqaláp kses hápar k’ojóna k’élok kiot aqának-kejér-er-k’éna aqának-k’enák sa kuos. ąHĆiX iUND WDTiONWH iUND N~NVWDL DWȞO WHUUpS OHMpV ND NXWHNp aqaksekuál-s kok jeksáwer-hap-hójok sa kuos C’ek’éslok at ka kuteké awátæl kuo. .XRVi NVHV ĆHĆiX VpMHS N~NVWDL ND NLiQR NLXV SHVNiZD MHSĆHQiN KR ĆHĆpO NX WiXVD DTiV MHWiWDO V NXR NX DNVpN NXRV NX NHSiV NLXV DLKLyO aláqas jefé-aqás-er-hójok eik’osektálær-hójok kuos. Kuosá peskiáwa táusa ktep jenák ka kuteké peskáwa asá-ap eik’óse jenák-qe-so-hójok. Ku-aksék jetaqá kuteké jetát-sekué-k’ejehák aqát-sekué-k’ejeháker ku-aksék ka kuos kius aihiól-s álaqas-k’ejeháker eik’olái-s kuos peskáwa. .LiQR MHWȞO MHWDTiMHV MHWiW VHNXp DN·XiV MHNXiOQDN VHNXp N·HMHKiNHU kuosk’á kawesqá táwon ku jéksork áltqa-k’enák kuos álahak eik’olájer-s kuo. Kius asáqe kawesqá táwon-s kuos jeksórk ku léjes áltqa asó k’iápær hark .... jerfése-k’ejeháker kuo.


Español y a medida que anochecía los niños comenzaban a llorar, tanto de día como de noche, es decir, al caer la noche, al crepúsculo, cuando comenzaba a anochecer. Si los hijos de los Máima-konák-ap lloraban, ya se los podía considerar muertos, puesto que el monstruo que vivía allí cerca los mataba. C’ek’éslak atrapaba al niño cuando estaba pidiendo comida, al revelar su necesidad hablando, al revelar su necesidad pidiendo, mientras que su padre y su madre dormían, ya que siempre tenían VXHxR \ VLHPSUH VH TXHGDEDQ GRUPLGRV GXUDQWH HVH ODSVR HO PRQVtruo atrapaba al niño, lo sacaba de la carpa y se lo llevaba volando sin impedimento a su campamento y, después de todo eso, los padres se despertaban, se cuenta, cuando los C’ek’éslak habían terminado ya de comer su presa. Porque el niño cuando veía el pescado usado como sebo por el monstruo, siempre era atraído por él. En el estero Kewái-c’æfkái-ámma-asé siempre encerraban a los peces en un corral para atraparlos y también más allá de ese paso y de esa punta en ese estero. La playa de ese estero era de arena y ahí estaba ese lugar que era apropiado para que los peces anduvieran en ese estero pequeño. Por la cercanía del campamento de los Máima-konák-ap el monstruo llegaba atraído por el llanto del niño, y también se dice que el ayayema llega al campamento atraído por el llanto o bien por ruidos fuertes que una persona puede emitir, por tal razón se prohibía hacer ruidos fuertes. El llanto atraía al monstruo al campamento y siempre mataba a aquel niño que estaba llorando, se cuenta. Los Máima-konák-ap no iban muy lejos a pescar y no navegaban por el canal que quedaba al otro lado. Iban a un solo lugar y cuando salían del puerto aplicaban impulso con los remos a la embarcación y la canoa se desplazaba a medio por inercia propia y navegaba derecho hasta el punto acordado por ellos, sin cambiar el rumbo y siempre navegaban a remo y llegaban remando al lugar al que siempre iban. Y si hubiesen ido a cazar en dirección al norte por detrás de este canal, al doblar la punta hubiesen visto la carpa de C’ek’éslak humeando. Navegaban derecho al canal que quedaba al sur de su campamento

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Kawesqar .XWHNp NLXV SHVNLiZD DN·XiV NLXV DLKLyO Ć SȞVNDU MHWiKDN KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN NXRV Kuosá kokiúk jenák-ho-er-k’éna kuos Máima-kojáik’iot álowe sa kuos kius at-s kuos. Kius ktæl sa kuos eik’óse jenák kius ktæl-s kuos Máima-kojáik’iot kuos k’oának jenák-atál-s kuo. Máima-kojáik’iot atóqa eik’olái-s kuo tákso k’élok. $WiNĆH DN·XiV DW DZyNĆH KiXWH NLǙV MHUiV ZD MHNVyORN MHKiQD k’ejeqásnar at-s awéja-k’enák-hójok kuosk’iá. :RVNWHUUp NX WiODN NX DW DNpU DWȞO DĆiDO DWiO NXRV DN·XiV ND NXWHNp DVpU NXWHNp NR DVZiODN DVi NXWHNp DMyU DVp DĆpMHV DVp DVi Háuksa at-terré hápar ksel-séktal séppla-séktal kser-sektálær-hójok, kuosk’iá ka woksterré at-terrép ksérnak sepplanák eik’olái-s kuos ko at jenák-atál kuos. .VHU VHNĆp ND NXWHNp MHWHVHNĆpMHU KyMRN ´$VZiODN DN·XiV DVi N·HMHKiN VHNXp DNVWi DU KH ĆH NR iVH DVi DVp NR iVH RV MHQiN µ æsk’ák. ´$Vi N·HMHKiN DN·XiV VHNXp DNVWi DU KH NXRV ĆH WiXVD VD NXRV RV NVHUȞU MHQiN V NXRV NVHODKiN DIVDKiN DNVWi DU µ VN·iN “Ka kuteké asá c’elák-s kóka kuos asá kuteké asá asá-k’elái-hapsekué-akstá-ar,” æsk’ák. Hannó aséksta ... asesektálær-hójok kuosk’á sepplanák afsenák-atál eik’olájer-s kuosá kuos. .LXV DViTH ND NXWHNp DMyU KR NXWHNp DW·iODV NXWHNp DNĆiZH OHMpV KR kerrá-hójok kuos? Kuosá tákso kæs tqal ko álowek jenák-ap eik’olájer-s kuo. .XRVi ąHN·pVORN DW KyMRN DN·XiV HLN·XDKiNHU KyMRN NX iUND NX N V NVWDL WHUUpN DNĆiZH VNiV F·pZH KyMRN NLXV DWyORN DWȞO KyMRN F·pZH DWȞO KiSDU Kúka kuteké léjes kuteké c’áwes asé asá k’élok eik’olái kuosá tákso


EspaĂąol permanente, porque en ese lugar andaban peces y solamente a ese lugar iban navegando a remo, por esa razĂłn, se cuenta que no sabĂ­an que sus hijos habĂ­an sido atrapados y comidos por los monstruos. Solamente estaban preocupados de los pescados, ya que eran comedores de pescado y se cuenta que allĂ­ estuvieron. Sellaban la entrada del corral para peces, los capturaban y los llevaban a tierra, despuĂŠs los empalmaban en cuelgas4 \ VLHPSUH ORV OOHYDEDQ DO FDPSDPHQWR asĂ­ el monstruo atrapaba niĂąos, quien al ver una especie de cuelga de pescado que esgrimĂ­a el monstruo, se levantaba y de esa manera lo cazaba y lo llevaba volando a su campamento. Los MĂĄima-konĂĄk-ap, los pescadores, no eran pocos, sino que hartos. Siempre estaban en ese lugar, la mayor parte del tiempo dentro de sus carpas en cuyo interior siempre las fogatas estaban vivas. Se embarcaban en sus canoas y salĂ­an al otro dĂ­a a mariscar. De una carpa a otra carpa gritaban a viva voz para preguntar o para invitar a esa faena: “MaĂąana nos embarcaremos, yo me embarco en esa canoa, ustedes tienen que embarcase, igualâ€?. Y el otro gritaba hacia la carpa vecina: â€œÂĄEa! MaĂąana deben embarcarse. ÂżAcaso soy el Ăşnico inteligente al cual se me ha dirigido la palabra gritando a viva voz? Cuando uno se embarca con mucho ĂĄnimo, todos los otros deben hacerlo de igual maneraâ€?. AsĂ­ hablaban, preguntaban y expresaban su opiniĂłn, se cuenta. ÂżEn dĂłnde se encontraba el lugar donde obtenĂ­an sus alimentos, donde mariscaban mauchos y cholgas? Los MĂĄima-konĂĄk-ap vivĂ­an en un solo lugar donde habĂ­a un paso y permanecĂ­an el mayor tiempo posible dentro de la carpa. Los anti-

´/RV HPSDOPDEDQ HQ FXHOJDV¾ /LPSLDEDQ ORV SHVFDGRV \ ORV DEUtDQ FRORFDQGR GRV palitos horizontalmente, uno cerca de la cabeza y otro cerca de la cola para mantenerlos abiertos y así asarlos posteriormente o secarlos con humo. Luego los llevaban colgando atados a una vara.

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Kawesqar fsek jenák-k’enák. Kepás ka kuteké kius aihiól asák jenák ku jeksór k’élok jenák-k’enák eik’olájer-s kuo. .LDIiUR WiX V ND N~NWD WiNVR DVNpW WiNVR NHU MHNVyU ND NXRV MHNWȞO N·HOiL NXWHNp ĆHUIpODL MHNVyU V NXRV 7iNVR VD NXRV NVNLDO NVNLDO MHQiN KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN Ka kuteké kstal k’élok kius taksóktek asó k’oának jefé-aqás kuteké álaqas hárse-k’ejéqas. ąHN·pVODN NXR DVi DS KyMRN NXRV NLXMiUDN NXRV NL~MD MHUIpMD DWiO V kuos. .XR HLN·yVH V NXRV HLNXRIWpQD NHVHNĆpMHU KyMRN ND NXRVi NXRV DNVȞPKDU iO V DS DN·XiV DVHOiL HLN·ROiMHU V NXR Kok ase-séktal tápsa-séktal eik’osektálær-hójok kokiúk c’aféstqalp ka kuteké palo ar hápar. -DOiX ZD ´$NVȞPKDU VD KDU ND MHUIHVpMHU VD NXRVi N·LyWNVWDL NVW·iWDO awéstal kioistal,” æsk’ák. :ȞVNDU iORZHN MHUIpMR NHWiODS DN·XiV DVHOiL HLN·ROiMHU V NXR .XRVi NLXMpVSH DW iORZH DN·XiV DVHOiL HLN·ROiMHU V NXRV ZȞVNDU W O atál kiaraháker-hójok Kajetáwertqal. :ȞVNDU F·pODN W O DWiO iORZH VD NXRV NLXMpVSH DW iORZH V NXRV Jeqanái-herrétqal ka kiujéspe at álowe eik’uaháker-hójok k’iak. Kuteké Wáker-asé af kæs páu ku ak’uás .... páu ku kar tæl-s kiarahák asaháker-hójok. Kiujéspe at álowe aselái eik’olájer-s kuos. Kuteké San Pero jáu ku kar akér tæl kar-s kuos kiujéspe at álowe DVHOiL HLN·ROiMHU V NXRVi WyX N V ND NXWHNp ZȞVNDU ND W O DWiO DQWiX tæl-atál ku k’élok sa kuos. 7yX N V ND NXRV KDQQy .yĆR MHQiN NHMpU DVp iUND V DVp ĆHĆpO DNVWi NHU iUND SiX NX NDU W O VD NLXV DW iORZH DVDKiN MHĆpU DKiNHU hójok k’iak. Kokiúk kius pe jerféjo-k’enák-ho eik’olájer-s kuo ko álowe akér jerfélap DVy VD NLyLVWDO N·HQiN MHZi HLN·RVHNĆpMHU KyMRN DNVȞPKDU iO VN


EspaĂąol guos kawĂŠsqar contaban que la carpa de C’ek’Êslak quedaba desde el campamento de los MĂĄima-konĂĄk-ap hacia el norte, en ese paso y en ese canal en esa costa barrancosa habĂ­a matas de cholgas, abajo en el puerto de los MĂĄima-konĂĄk-ap. Ellos no salĂ­an a conocer los lugares HQ FDQRD QL WDPSRFR VDOtDQ D PDULVFDU FRQ Ă€VJD HQ FDQRD SXHVWR TXH siempre vivĂ­an en un solo lugar. No sabĂ­an quiĂŠn se estaba comiendo a VXV KLMRV QXQFD OR KDEtDQ FRQVWDWDGR $O Ă€QDO TXHGDED VyOR XQ QLxR \D que a todos sus compaĂąeros se los habĂ­an comido los monstruos y se los habĂ­an llevado volando tras haber sido atrapados. Los C’ek’Êslak comĂ­an niĂąos y se transformaban en rayo y volaban emitiendo luz. Ése era el cuento, con el cuento nos daba miedo y decĂ­an que cuando aparece un rayo se lleva el espĂ­ritu de la persona, nos contaban. Y tambiĂŠn nos decĂ­an que cuando aparecĂ­a un rayo se lo echaba increpando y al mismo tiempo con una vara se comenzaba a golpear el suelo. Entonces los antiguos kawĂŠsqar exclamaban: “Ahora has atrapado el espĂ­ritu de una persona y lo has llevado volando y has dejado una estela de luz que brillaâ€?. Se dice y se cuenta que los rayos siempre penetraban volando al interior de los cerros. En el lugar que se llama bahĂ­a de KajetĂĄwertqal, en los cerros que se encuentran allĂ­ se dice que en su interior estĂĄn los hogares de los rayos. Son cerros muy altos. TambiĂŠn en JeqanĂĄi-herrĂŠtqal contaban que allĂ­ los rayos tenĂ­an hogares. Asimismo en el seno Baker, en el cerro que se encuentra a la entrada hacia afuera del canal Messier, allĂ­ en ese cerro decĂ­an que vivĂ­an los rayos. TambiĂŠn en ese cerro que se encuentra al sur de San Pedro habitaban los rayos, sin embargo, otros pasos y otros cerros que se encuentran en el interior de los canales no contienen hogares de rayos. En otro paso, en el seno TĂŠmpano, a la salida, hay un cerro donde decĂ­an que habitaban los rayos y cuando pasĂĄbamos navegando por ahĂ­, nos lo seĂąalaban con el dedo y decĂ­an que cuando los rayos salĂ­an del cerro, lo hacĂ­an emitiendo luz, salĂ­an a capturar el espĂ­ritu de una persona.

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Anexo


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VI

Cuento

de

Kamatรกu



Kawesqar

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Cuento de Kamátau Narrador: Francisco Arroyo

K

Ç™VNXN NXWHNp HLN·yVH SHVNiZD HLN·yVH HLN·ROiL V NXRVi NLXV ktæl jáu.... Kamátau eik’olájer-s kuo. (LN·RVHNĆHMHU KyMRN NDZpVTDU NDZHVTi DW DWN MHQiN DS NXRVi NXRV SHVNiZD NLXV NXĆHOiNVR DN·XiV QDU .LXV NXĆHOiNVR NXRV SHVNiZD ND NXWHNp MHWDTiMHV KR MHWiV NVHSĆp DW NX WiXVD DWRQiN DS HLN·ROiMHU V NXRVi NXRV Ç™V N·pORN VD NXRVi NLXV NXĆHOiNVR MHWiV ND NXWHNp TDU WDZHViQD NXRV 3HVNiZD V HLN·yVH DN·XiV NXR MHQiN HLN·ROiL V NXRVi NXRV NLXV NĆpSTDU DN·XiV MHN·pZRW MpNH VD NXRV MHSĆpMD DWiO V NXRV 3HVNiZD iUUHN DN·XiV HLN·ROiL NXRVi NXRV NXR TH VR NXRU MHSĆiWDO KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN NXRV DĆHSTiMHV WTDO Kuosá asáwer ak’uás kiarlájer-s kuos kius kierkejéskar kuos jetahákKyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN ND NXWHNp DUUp MHWHVpNĆH NXRVN·i ´.DDDZi .DPiWDX MHNWiQR HUN·HQD VD MHSĆpĆDO MDMiX +DDD NXDVDi MDWDDDO NDDDMiDDL KDDQy MHWiNVWD WiZRQ ÈžUNVWD NX WiX NXRUNXRIWpQD NHVp NHWÈžO HLN·RXMDDDMDL KRRRµ :yNVWHUUHS WHUUiWDO NXRUNXiWDO HLN·ROiMHU V NRN N~WTDO MDSĆiDMDN  VWÈžV WHUUp DNpU NRV ĆH P OWÈžV NVNXyONDQV NVNyM V WiZRQ N~WTDO TDOKÈžV ND NXWHNp S·iS·H NXWHNp N·HSF·pN HLKpQ NXR NXHUNXRNiQV S·iS·H NDU QD iMRZH > iORZH @ MHSĆpMHS TH VR NHU Kuosá kius feic’étqal ka kuteké kst’ejés-ap eik’olájer-s kok kuo kstaqaláksnær c’erraqaláksna eik’olájer-s kuosá kius c’errásqe táwon. .D NXWHNp ĆHĆiX OyLN ĆHUNXRTDOiNVQD NXHUNXRTDOiNVQD N·pORN VD c’erraqaláksna-ho, c’errásqe táwon eik’olájer-s kuosá kuos.


Español

Cuento de Kamatáu Narrador: Francisco Arroyo

E

ste es un cuento de la costa exterior, al occidente, es el cuento de un pez que se llamaba Kamatáu. Contaban que era como una persona que siempre estaba en la carpa y que habría de convertirse en pez como sus congéneres. Sus compañeros, que vivían junto a él, salían a cerrar la entrada del “corral para peces” y siempre él se quedaba solito en la carpa. No salía a pescar, ya que no quería matar a sus congéneres. Los pescadores ponían una red en la entrada del corral para peces y así los atrapaban, pero siempre andaba un pez grande que rompía la red y los peces atrapados se escapaban. q siempre p anda rompiendo p “¡Cuidadoooo! Ahora viene Kamatáu que la red”,, dijo uno de los pescadores. “¡Es un pez enorme!”, exclamó otro en tanto que con una vara comenzó a golpear el

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Kawesqar Kuosá at fsek jenák-ap ak’uás eik’olájer-s kuo kuosá kuo peskáwa jetásap jenák-s kuos. ąHNpN DVpMR N·HQiN DN·XiV HLN·ROiMHU V NXR “Kiáno kius peskáwa jetaqájes asó jetákans ka kuteké c’e... c’errákser NXRV NLXV NHUTiMHV NDU NVWiLS MHSĆiTDV NHU VR MHQiN NWH KiSDUµ ´+DDD WDNVi KR ĆR DI MHWDTiMHV N·HMHKiN ND NXWHNp iODKDN MHNXyO DKiN N·HMHKiN HU N·pQD KRV ǙV “Kútqal jetatájap ak’uás erk’ena jetátal sa kuo jetás-k’enák-apHUN·HQD KRV ǙV DN·XiW KD DS DN·XiVR MHWiWDO NHMpWDO KRV Ǚ ND"µ Kuosá kiáno ku háute akér jenák kuk’ér so ak’uás ku c’erraqaláksnaNHU VRV NXRV MHWDKiN HU NXRV WDULpSND V MDUiN DN·XiV MǙ V NXR .·LXQF·iMHN KyXW WHUUpS N·LyWNDU DWȞO V NXRV DIVpNVWD NyQDU DĆiDO háute kuterré akér kuo. ´3D SD SD MiXĆHQ NDZHVTi DMDNWiZHU MHWiWDO NHMpWDO HUN·HQD KRV ǙV µ VN·iN ´.DPiWDX DN·XiV NXWHNp MHWiWDO N·HMpWDO KRV Ǚ µ VN·iN ´+DUN·LyW N·RMiI NVWDL DNpU DVNpW MHSĆDTDMiS NXWHNp N·HQiN NHMpU N·HMHKiN N·HQiN DS HUN·pQD VD NXRV .LXV MHSĆHNiQV VD NXRV KDUN·LyW k’oláf kstai akér kuos askét... jerkiária-jeké kawesqá t’alqás t’alqalápN·HQiN KRV ǙV NXRV NXRVi NLXV NXĆHOiNVR DN·XiV MHNp NLXV MHN·pZRW SH N·RiQDN MHSĆpODS NVTDOiS N·HQiN µ DN·XiV DVDMiL HU V NXRV KDDD KDDD .X DNVpN KDOt ViPDQ NHU DN·XiV HLN·ROiMHU V NXR SHVNiZD MHSĆpNVWH arrakstáwar. ´$KDDD NLiQR NXRV MHSĆHOiS U NXRVi NLXV iMDNV NiQR MDWǙO NiMDL µ æsk’ák. Hoooo kuosá jetæ-séktal askét... k’iesáu táwon hóut’æ-sektájai kuo. .DZpVTDU DN·XiV NLXV NXĆHOiNVR NLXV NR DW MHQiN TH VR NXHU NXR TH VR NXHU ZD MHWȞO NHWȞO DN·XiV N·HVp NHWȞO NXR 3HVNDZiQD DN·XiV SHVNiZD ĆHĆiX MHQĆpV NLXV DĆHSTiMHV DVNpW ak’uás kuteké peskáwa jenák-ho hark’iót akc’ólai asé akér jec’érqaláp akskuónak eik’olájer-s kuo. 3HVNiZD ĆHĆiX MHQĆpV NX SiX KiSDU MHSĆpODS N·HQiN VD MHQiN


Español agua, asustando al pez que nadaba de un lado a otro, moviendo sus aletas a ras del agua, levantando barro y arena. En medio de esa agua turbia huía nadando. Se cuenta que rompía la red con un cuchillo, pues los peces no pueden romper una red. Al volver la carpa los pescadores comentaban a la persona que se había quedado allí: “Mira, los peces que habíamos encerrado con la red se escaparon, la red fue cortada y por ese agujero escaparon. Ahí siempre anda un pez grande y ese es el que libera a los otros peces. ¿Qué podemos hacer con él?” Y el que había roto la red estaba ahí con la espalda dada vuelta a la fogata, Kamatáu, el hombre-pez. Y uno de los pescadores dijo: “Había un pez grande que siempre libera a los peces que atrapamos, es parecido al robalo. Es un kamatáu (pez enorme) que siempre anda ahí. Cuando nada al fondo de la playa deja una estela y se ven como pequeñas olas que se expanden fuera del estero. Sale nadando con sus compañeros, con los peces pequeños también. Por esa razón el fondo del mar se ve negro porque los peces salen en cardumen”. “Siempre le lanzamos piedras para ahuyentarlo”, dijo otro. Sin embargo, el pez era una persona, el hombre que estaba en la carpa y que se transformaba en pez. Cuando los pescadores se iban, él salía de la carpa y se dirigía al fondo del corral para atrapar peces, allí donde hay un arroyo y se lanzaba al agua sigilosamente. Se transformaba en pez y siempre salía nadando fuera del corral. Cuando subía la marea se iba al corral. “Finalmente la pleamar llegó al tope, a partir de este momento los

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Kawesqar eik’uaháker-hójok. .XRVi MHTROyNQD ND NXWHNp KDMpNWD KD NHWȞO MHNVyU ND NXRV ǙV N·HQiN eik’olái-s kuos peskáwa eik’óse at fse astál-terrék jenák-s kuos. “K’exáso sentáu hajékta hajéqas-qei-kuor æs-kukté wa hannó MHWDTiMHV DNVWi NHĆpMHU V NXĆHOiNVR MHQiN µ VN·iN ´.X NLiX DN·XiV ĆHMi OpMHV NHU VD µ VN·LiN MHWpNVWD NXHUZyNVWD táwon læp-k’enák kuo. .XRVi NXRV NLXV NXĆHOiNVR DVy ND NXWHNp DIWHUUpN MHWDTiMHV DVy NXWHNp NLXV NVWiNVHU MHSĆHVyQD NXWHNp NLXV MHSĆiW O MHWiWDO DVyV INLDU DVy táwon alákso ku asák jenák asó sa læp-k’enák eik’olái-s kuos. .X WiZRQ ĆHĆiX MHIpTDU NXR .XRVi DIĆiU MHN·pQD ND NXWHNp DW IVH WHUUpN DIĆiU MHN·pQD ĆHĆpO V kupép. .XyVRV VD NXRV INLDU KyMRN HLN·RVHNĆpMHU KyMRN ´+DQQy DN·XiV NDU VR jetátal-k’ejétal hos aká?”, æsk’ák. “Ka kuteké kar árret awoc’elásna táwon kuteké kstalhalái kuteké MHIWyODL N·pORN WiX V MHWiWDO N·HMpWDO KRV ǙV"µ VN·iN ´+RRR MDOiX ZD DNXpUQD DU DVy VD MHSĆpODS DĆpMHU UD ND MHSĆpODS k’enák kuosá kuos sekiárkep-s.” Kuos kius harterré akér jenák-s kiot jéksor jetalájer kuosá: ´-HSĆHMiS U NLiQR DViZHU NVW·iMHV MHSĆiNVHU µ VN·iN +RRR NXRVi MHSĆDWiL KRU TDQiL V N·DN MHWiL NXRV NLXV NXĆHOiNVR MHSĆpNWH SH -DOiX ZD INLiU U UD NLXV DVNpW MHSNVyUNDU W O DĆiDO WiZRQ ND NXRVi “Jetái-kájai!”, jetáksta taaawon. )NLDUN MHViX NHĆpMHU NLXV MHWDTiQD ND NXWHNp W·iQW·DU DVy DTiO aksówer kius káwes ajówe hápar, “hahaaa!”, jajáu jetajáikaaa. +yXW NXR VDS NVWDL iORZH KiSDU NXRV MHViX DTDOiS DĆRRRMDL KRKRRR VWȞV F·pZH MDLIpWTD NDWi TDPiO KDQi NDWiZRQ HLN·RMiMDL V NXR Kuosá jetái-kajái:


EspaĂąol otros estarĂĄn cerrando el corral con la red. Voy a ir a mirarâ€?. Al decir eso, KamatĂĄu saliĂł de la carpa. KamatĂĄu rompiĂł la red pero no todos los peces lograron escapar, algunos quedaron atrapados y esos los llevaron los pescadores la carpa, donde encontraron al hombre-pez cuidando la fogata. Ellos no sabĂ­an que ĂŠl podĂ­a transformarse en pez. Asaron los pescados en el fuego y KamatĂĄu tambiĂŠn comiĂł hasta saciarse. Como siempre sucedĂ­a lo mismo, los pescadores hicieron un plan para matar al pez grande que rompĂ­a la red. “Fabricaremos arpones con varas secadas al fuego para matarloâ€?, dijo uno. Y asĂ­ lo hicieron. Otro dĂ­a cuando salieron a ver los peces con la marea alta divisaron al gran pez nadando despacio junto al cardumen. En ese momento uno de los pescadores le lanzĂł el arpĂłn, el cual quedĂł ensartado en el gran pez. El pescador dio un grito de triunfo y alegrĂ­a en ese momento. El gran pez comenzĂł a saltar por encima del agua con el arpĂłn ensartado. El arpĂłn clavado lo quebrĂł a ras de la piel y la punta se ensartĂł mĂĄs en el pez, el cual se fue saltando hacia la inmensidad del mar. Cuando saltaba en el agua subĂ­a velozmente a una altura considerable y se veĂ­a brillar su cuerpo. DespuĂŠs de saltar HQ HO PDU TXHGy VLQ DOLHQWR GH YLGD PXULy \ TXHGy Ă RWDQGR ´$Kt TXHGy PXHUWR Ă RWDQGRÂľ GLMR XQR GH ORV SHVFDGRUHV 'HVSXpV HO JUDQ SH] TXH Ă RWDED PXHUWR HQ HO PDU VH FRQYLUWLy HQ XQD roca. El que antes habĂ­a sido una persona que se convertĂ­a en pez ahora era una roca.

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Kawesqar

100 “Kaask’ápaaa!”

Kuosá hóut kuo sap kar kuósos askét... os kiawélna kuos kuo sap akér MHĆpVWDL DĆiDL NXRV ´.·H[iVR MHWȞO SDV RV DMiS U µ VN·iN NXRV ´NLiQR MHĆpVWDL µ æsk’ák. .XRVi N·H[iV MHĆpWDO DVyV NXyVRV NHViXQD DĆpMHU NXRV NDZpVTDU ak’uás qe-so-kuer asós kuos. .XRV Ć SDKiNHU ´.DZpVTDU ĆyĆR O S NHĆp SDV DN·XiV ĆR INLDU KDQQy KDOtN ĆHĆiX MHQĆpV MHWiWDO µ VN·iN MHUiN .XRVi NXRV NLXV NXĆHOiNVR DN·XiV NLXV MHN·pZRW DVy NLXV ĆHSĆiODS MHUIpODS TH VR NVWDL KiSDU MDSĆDVyQD VRV NX MHNXiOQD NXRV DW WHUUpS ǙV DWiO NXRV ąHNpN MHOiL V NRN NHS DN·XiV PiQD DW DWȞO DĆiDO DIĆiU TDMpV DZRNWpQD táusa at. Ku at lói-k’enák ka kuteké lói-k’enák ko at lói-s kok tæl-k’enák ak’uás NXWHNp DWȞO N·HQiN HLN·ROiMHU NXRVy NXRVi NXRV DVpNVWD DN·XiV NLXV afterrék eik’óse-sélas kuteké eik’óse lói so aséksta: ´+D NDZpVTDU V VD DW W W DWyQDN ND NXWHNp DWȞO N·HQiN ǙV MHNVyMRN ǙV TH VR NRQi NHU µ VN·iN ´+DQQy DIĆiU V TiMHV ĆHĆpO MHNXi ODI N·pORN DVy VD DZRNWpQD DWȞO µ æsk’ák, “kst’átal táusa.” .XRVi MHNVyORN DN·XiV PiQD NXWHNp MHWDSVpQD DIĆiU MHWDSVpQDU U NXRV ĆHĆiX NXMHSiQD NXWHNp NXR W·DN W·DN·LpU W·DN·LpWNDU NX WiZRQ ĆHĆiX NXMHSiQ U NXSpS SHVNiZD NLXV DIWHUUpN DN·LiX DOiTDV DVy NX asá-ker-atál kuo. .LiQR NXRV W ONVyORN DĆiDO OyMHUN MHSDKiN HU


EspaĂąol Los pescadores regresaron al campamento con los peces que habĂ­an quedado atrapados en el corral. Hicieron atados de pescados y se los llevaron. Siempre que llegaban la carpa encontraban a KamatĂĄu acostado, con el fuego encendido, pero ahora al llegar no habĂ­a nadie. “La persona que siempre estĂĄ en la carpa y que siempre encontramos acostado no se encuentra aquĂ­. Parece que se fueâ€?, dijo una de las mujeres. “Oye, el fuego se encuentra apagado y no se apagĂł reciĂŠn, ya que las brasas se encuentran esparcidasâ€?, dijo otra. Los pescadores hicieron arder el fuego para calentarse y cocinar los pescados. Esperaban que KamatĂĄu llegara de un momento a otro. “Esa persona habrĂĄ salido a caminar. ÂżPor quĂŠ habrĂĄ salido a camiQDU"Âľ GLMR XQR GH ORV SHVFDGRUHV (QWRQFHV RWUR GH HOORV UHĂ H[LRQy “Caramba, mira, ese pez que siempre andaba nadando y que rompĂ­a la red, ÂżserĂ­a un pez real? Tal vez era esa persona que vivĂ­a en esta carpa y que se transformaba en pez y nos perjudicaba. Al matarlo con el arpĂłn ĂŠl ha desaparecidoâ€?, dijo. â€œÂĄDiantres! ÂżEn quĂŠ lĂ­o nos hemos metido?â€?, agregĂł. “PensĂĄndolo bien, la persona que vivĂ­a aquĂ­ era un pez, desapareciĂł, no se encuentra en esta carpa con nosotrosâ€?, concluyĂł. “Pienso que no es malo. En una rato mĂĄs entrarĂĄ por esa puerta despuĂŠs de haber andado por allĂĄ a la vuelta o se habrĂĄ ido a la punta de mĂĄs allĂĄ, que estĂĄ mĂĄs lejos y por eso se demoraâ€?, dijo el otro.

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Kawesqar ´.D NDZpVTDU ǙV TH VR NyQD DU DN·XiV NVpSDV ǙV TH VR NyQD DU DNi" jekuá.” -DOiX ĆDSDNVyU NHU DN·XiV HLN·ROiL V NXR ´6ȞQR NLiQR DVNpW MiXĆHQ NVHUȞU N~NWD WiX MHWiWDO TH NXRU MHNXi µ æsk’ák. ´6ȞQR NLiQR NDZpVTDU DN·XiV V VD DW MHQiN NXRV MHWiWDO N·HMpWDO qe-kuor jekuá kuos fkiark hannó jeksólok jekuá,” æsk’ák. “Jaf-so-pas sa!” jetalái-ker sa æsk’ák. ´-iXĆHQ DN·XiV ĆR KD DS Ć SSDĆpV MHWȞO Ć SiVD NpWDO KDQQy NDZpVTDU MHNVyORN NHS PiQD DW DWȞO µ VN·iN ´-DW WD OyL ND NXWHNp WDTiONWH SiX NX MpQQDN NXWHNp SiX NLǙV MHQQiN MHUiV MHQQiN KiSDU ǙV NHS V ĆR MHWi RV DViU DN·XiV NXR $ZiO NHUUi VHNXp NLXV ĆHĆpO ND NXWHNp NLXV ĆHĆpO MHZyOQD NXWHNp VHNXp MHZpO V NLX DNpU MHZpO N·HĆiO µ VN·iN Kuosá læp-k’ejehák jejeháker woksterré akér páu kuterré hápar NXRV KDU NXWHUUpS SD NLXV MHĆiO TH VR ĆDSDOiL N·pORN NLXV MHQiN ND NXWHNp MHĆiO TH VR N~NWD NXRV .XRVi RV NLDZpOQD ND NXWHNp RV iOWTD NXWHNp IWH ĆHĆpO NXRV RV iOWTD eik’olái-s kuos jenák-atál kuos. ´-DI VR SDV NDZpVTDU DN·XiV MHWiWDO TH NXRU MHNXi MiXĆHQ ĆHĆiX MHQĆpV NXRV INLDUN MHNVyORN MHViX DTDOiS SDV µ VN·iN “Kamátau hajektána ak’uás kuos jenák-qe-kuor qe æs sa at,” æsk’ák NXRV ĆDSDKiN NLDUDKiNHU NXR Kuosá eik’o... kuos tælamás wæs ktælna-sekué-ker k’iak. Ku kar ka kuteké fkiark jesáu-qaláp asó jehánar so kuosó ku kark MHNXyOTD ND NXWHNp ȞUWTD DĆpMHU DWiO KDMpV NXWHNp KDMpV NHĆpMHU NX kar kuos. .XWHNp NX NDUN OLOHV NLHVWiW DĆpMHU NX NDU KiSDU HL NXSpS HL iO V NHĆpMHU NXR NXR KyMRN NX NDUN HL N·HQiN HLN·XDKiNHU KyMRN NXRV “Kamátau hajektána kar akér ra askét... aijájak ei-k’ejá ja,” æsk’ák


Español “Ya es tarde, se está haciendo de noche, por eso tal vez pernoctará por allá donde se encuentra ahora”, acotó el primero. Los pescadores salían de la carpa a mirar, uno una vez y después el otro para comprobar si venía su compañero ausente. Miraban hacia la punta que estaba en dirección opuesta a la ruta que ellos habían tomado al regreso. Todos estaban intranquilos y tenían miedo. “Caray, era una persona que se transformaba en el pez que siempre andaba en el corral y cuando lo arponeamos se fue nadando y saltando herido al medio del canal, por eso ha desaparecido”, dijo uno de los pescadores. “Kamatáu estaba en esta carpa antes de que llegara la pleamar”, dijo otro. “La persona que estaba aquí la hemos matado. Cuando lo arponeamos se fue nadando y saltando al medio del canal. ¿Qué cosa va a emerger del agua ahora? ¿Acaso no era persona?”, dijo así compungido. “Esa persona era como yo. ¿Cómo iba yo a querer matar a un semejante?”, se lamentaba. “Los peces que andan nadando en el corral son alimento y siempre ORV HQFHUUDPRV FRQ OD UHG XQD YH] FDSWXUDGRV ORV FRPHPRV &XDQGR arponeamos al pez grande creímos que era uno de esos peces, ahora vendrán las consecuencias”, dijo el pescador. Los pescadores se lamentaban por su compañero, él mantenía viva la fogata cuando estaban fuera, era el encargado de la fogata y siempre mantenía vivo el fuego.

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Kawesqar

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kstamjahák eik’olájer-s kuo. ´.DZpVTDU WiX MHWiWDO N·HMpWDO ĆR MiXĆHQ NVWDPMi VHNHWȞO NHVHNpW O KyMRN THĆp ǙV µ VN·iN Kuosá kuos jewól wa ka kuteké talóna kuo ak’uás kepás ak’uás eik’olájer-s kuos. 3HVNiZD DN·XiV NDZHVTi MHWiWDO VRV NXR NDZpVTDU MHWȞO DN·XiV jáwes qólok jeksórk fkiark eikúksta, kuosá peskáwa árrek ka kuteké MHSĆpMD DWiO NXRVN·Li NXR WDTiUN NXR NLXV NXĆHOiNVR NLXV NR DW O S asó fkiárær-s kuo. .XRVi NXRV ĆHĆpO ND NXWHNp NHS V ĆHĆpO DN·pZH MDOiX MHNVyU SH VDPiQD DĆpMHU NXRV NL~ND ĆDSiNVRU NHU DWiO V NXRV “Kuosá fkiar kuos jesáu aqaláp-qe-kuor kawésqar jetátal sa qar-qekuor,” æsk’ák. “Ak’uáso áltqar ak’uás aká? kawésqar ka kuteké séwel sos a-qe-he?”, æsk’ák kuos jefqár-k’ejeháker-atál kuos. Kuos járro wa: ´.DZpVTDU DN·XiV NLiQR ĆH MHQiN NXRVN·i NXR MHNVyU NX TDU N~NWD Ć SiV TDU ND INLDU SDV VD µ VN·iN “Hannó ka kuteké asáqe jetáhak jetaqájes-k’ejehák jefé-ahák kuo taqárk fkiar-pas sa jaláu jetalái-ker sa,” æsk’ák. Kuos kuo jefqár ka kuteké ku k’iot hápar kuo jefqár jenák-atál kuos NLXV NXĆHOiN ND NXWHNp NLXV MHQiN ĆHMpPD VR NXRV .XWHNp NLXV DIĆiU DZRN·pQD NXWHNp NLXV SiX WHUUpN MHQiN N·L~MHI WHUUpN DIĆiU DZiODN NX WiZRQ ĆHĆpO N·HQi HUN·HQi VR Kuosó ha-ap ra askét... qar ka kuteké fkiar-hójok eikúksta-s kuos .LXV DĆHSTiMHV KyMRN HLN·XDKiNHU KyMRN VD NLXV Z V NW O NHSiV .LDOiX MHQQiN DĆHSTiMHV ND NXWHNp SHVNiZD MHSĆHQiN KR HLN·yVH Peskáwa asá hótqal hójok. Kokiúk kuo asá-jenák-k’enák ka kuteké ku jetaqájes kuteké jefenákN·HQiN HUN·pQD VR NXR KyMRN VD N·LiS U TDU KyMRN HLN·RVHNĆpMHU hójok.


Español Y así, ese lugar llegó a conocerse con el nombre de Kamatáu, el hombre-pez que al morir se transformó en una roca. En esa roca crecieron cochayuyos y las olas comenzaron a romper sobre esa roca. Después llegaron los cormoranes que hicieron nidos y anidaron en esa roca, en esa isla llamada ahora isla de Kamatáu.

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ÂżCĂłmo analizamos el cuento?

P

odemos leer un cuento, novela, etc. con una lectura “inocenteâ€?, FRPR VH VXHOH OODPDU HV GHFLU VyOR SDUD HQWUHWHQHUQRV SHUR tambiĂŠn existe otra lectura, mĂĄs detallada, en donde nuestro interĂŠs es analizar el texto. Analizamos el cuento para saber cĂłmo estĂĄ contado, quĂŠ sucede en ĂŠl, cuĂĄles son los personajes, quĂŠ nos enseĂąa la historia, quĂŠ nos muestra de la cultura ligada a los personajes y mundo en el que habitan, etc. En general analizar el cuento es leerlo comprensivamente. ÂżCĂłmo comenzar? Primero debemos decir que un cuento nos relata una historia. Esta historia estĂĄ formada por eventos, es decir, “cosas que ocurrenâ€? en una secuencia. Un evento sigue a otro y otro, por lo general ocurre en un mismo tiempo, aunque esto no es una regla. Hay narraciones en las que se encuentran saltos de tiempo. El narrador puede situarse en el presente, pero puede saltar al pasado o al futuro. Los eventos ocurren en un lugar o lugares que se mencionan en la narraciĂłn. AsĂ­ podemos ubicarnos espacialmente. Una historia puede ocurrir en un paĂ­s, en una regiĂłn, en una ciudad o en un sitio pequeĂąo, el cuarto de una persona, por ejemplo. Y esos lugares pueden ser diferentes a los de la vida real. Un cuento puede ocurrir en el planeta Marte o en un mundo imaginario, como en “El SeĂąor de los Anillosâ€?, del escritor inglĂŠs Tolkien. El lugar donde ocurren los eventos lo llamamos escenario, el cual puede cambiar durante la narraciĂłn. Por Ăşltimo y no menos importante, estĂĄn los personajes. Ellos actĂşan, hacen cosas, les suceden cosas, son de determinada manera.


107 Al examinar su apariencia, su caråcter y la manera cómo resuelven X RFDVLRQDQ ORV FRQà LFWRV FyPR LQWHUDFW~DQ FRQ RWURV SHUVRQDMHV obtenemos información que nos ayuda a entender la trama de las historias. Veamos de manera sencilla cómo podemos aproximarnos al Cuento de Kamatåu formulando preguntas que tienen que ver con lo que acabamos de exponer. ¿Dónde ocurre el cuento? Respuesta: En la costa exterior, al occidente Para los kawÊsqar la ubicación territorial de los cuentos era muy importante, porque, por un lado, determina la procedencia del cuento, es decir a quÊ grupo de kawÊsqar pertenece el cuento: ¿Es un cuento de la gente del norte, del centro, del sur? Por otro lado, la ubicación le dice al kawÊsqar inmediatamente el tipo de terreno GRQGH RFXUULUi OD KLVWRULD (O SDLVDMH \ FDUDFWHUtVWLFDV JHRJUiÀFDV GH los canales interiores es diferente al de la costa que da al ocÊano, hay otra vegetación, otros animales, otras condiciones climåticas, otras condiciones del mar para la navegación. De partida, entonces el auditor kawÊsqar tiene una imagen mental de donde sucederån los eventos que narrarå el cuento. /D LQIRUPDFLyQ JHRJUiÀFD SRU OR JHQHUDO DSDUHFH DO FRPLHQ]R GH los cuentos kawÊsqar. Esta ubicación es macroespacial, puesto que VH UHÀHUH D XQ WHUULWRULR R VLWLR GHQWUR GHO WHUULWRULR $ PHGLGD TXH avanzamos mås en la lectura o audición del cuento, el narrador va de lo macroespacial a lo microespacial. Por ejemplo, si escribimos una historia, la podríamos situar en Chile, luego precisamos mås y nos situamos en Magallanes, luego en Punta Arenas, luego en la Plaza


108 0XxR] *DPHUR \ ÀQDOPHQWH SRGUtDPRV VLWXDUQRV MXQWR D OD HVWDWXD GH Hernando de Magallanes. ¿Dónde ocurren los eventos del cuento? Respuesta: (1) En una carpa o “at” (vivienda temporal) (2) En el lugar donde está el corral para peces El at, que en lengua kawésqar designa tanto a la vivienda temporal como al campamento (que puede estar formado por uno o varios at) es el centro de la vida comunitaria o familiar. Es el refugio para escapar de las inclemencias del tiempo en un territorio donde llueve casi los 365 días del año y la temperatura no es muy alta. Es donde se delibera, donde se toman decisiones, donde se come, se duerme, se conversa, se enseña, etc. Por ello ocupa un lugar preponderante como escenario en las narraciones kawésqar. En el cuento de Kamatáu, un grupo de personas se dedica a la pesca. Probablemente el campamento es ocupado durante una temporada, con una duración de permanencia LQGHÀQLGD 1R ROYLGHPRV TXH los kawésqar eran cazadoresrecolectores nómadas. En el cuento el narrador nos dice que los pescadores vivían junto a Kamatáu. Posiblemente llegaron a ese sitio y allí se encontraba ya instalado este personaje.

&RQVWUXFFLyQ GH XQ at


109 Como todo grupo o familia que llega a un sitio a acampar, estas personas construyeron un at y, sin duda, siguiendo las reglas de la hospitalidad kawésqar, invitaban a Kamatáu a compartir los peces que habían pescado. Éste, a cambio, les tenía la fogata encendida para cuando llegaran. El otro escenario es donde se sitúa el corral para peces. Allí están los pescadores y se encuentran con un pez gigante que rompe la red que cubría la entrada del corral, haciendo que se escapen los peces. Es el HVFHQDULR GRQGH VH SURGXFH HO FRQÁLFWR Por lo general la descripción de los escenarios por parte del narrador es escasa. Esto se debe a que el territorio es conocido, no necesita darse detalles de él. Un at es algo común en la vida diaria, es conocido por todos, por ello no necesita describirse. El único detalle que agrega a veces el narrador es si el at es grande o pequeño, nada más.

Descripciones En los cuentos siempre podemos encontrar breves descripciones de lo que para el narrador resulta importante.

¿Qué descripciones puedes encontrar en el cuento?

Una descripción puede darse en forma de comparación, que es un recurso muy empleado por el narrador de estos cuentos. La comparación nos sirve para que podamos tener una idea más viva o que nos aproxime más a lo que queremos describir.


110 Al comienzo del cuento de Kamatáu, el narrador usa una comparación para describir a este extraño personaje. Dice: “...es el cuento de un pez que se llamaba Kamatáu. Contaban que era como una persona que siempre estaba en el at ...” Desde ya captamos lo extraño del personaje, el narrador dice que era un pez, pero era como una persona, es decir, podía transformarse en persona y quienes estaban junto a él no notaban diferencia alguna. Más adelante en el cuento el narrador describe a Kamatáu nadando en su forma de pez: “Cuando nada al fondo de la playa deja una estela y se ven como pequeñas olas que se expanden fuera del estero.” 3RGUtDPRV GHFLU TXH HV XQD LPDJHQ IRWRJUiÀFD GH OR TXH YHtDQ ORV pescadores, personajes del cuento. La descripción es breve pero my efectiva, el lector u oyente tiene una imagen muy vívida de la huella que deja el gran pez al nadar. Otro ejemplo del nado de Kamatáu es cuando uno de los pescadores lo ahuyenta al golpear el agua con una vara: “...con una vara comenzó a golpear el agua, asustando al pez que nadaba de un lado a otro, moviendo sus aletas a ras del agua, levantando barro y arena. En medio de esa agua turbia huía nadando.”


111 Esos son algunos ejemplos de descripciones que se pueden encontrar en este cuento. Busca otros en el texto y anรณtalos:

Descripciones en el cuento de Kamatรกu:


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Personajes Ya vimos que en un cuento hay eventos, pero los eventos por sĂ­ solos no pueden funcionar como un cuento. Necesitamos los personajes, quienes son los que ejecutan acciones, son los actores de la historia. /RV SHUVRQDMHV KDQ VLGR FODVLĂ€FDGRV GH YDULDV PDQHUDV FRPR SRU ejemplo, personajes principales y secundarios. Los primeros tienen un rol fundamental en la historia, puede ser el hĂŠroe o heroina de la historia, casi siempre presente, en tanto que los otros son de soporte y no siempre aparecen constantemente en el relato. 7DPELpQ VH ORV KD FODVLĂ€FDGR FRPR personajes circulares y personajes lineales. Los primeros tienen caracterĂ­sticas que los hacen parecer mĂĄs reales, son complejos y tienen rasgos de personalidad bien marcados. Los personajes lineales son mĂĄs simples, menos complejos.

Los personajes en los cuentos kawĂŠsqar Los personajes en los cuentos kawĂŠsqar aparecen poco delineados en su forma fĂ­sica. A veces sĂłlo se nos informa que son altos o pequeĂąos, pero estas dimensiones alcanzan la atenciĂłn del narrador sĂłlo si sobrepasan de lo normal. Si es alto, debe ser muy alto y al revĂŠs si es pequeĂąo, muy pequeĂąo. Entonces, la apariencia fĂ­sica de los personajes queda al arbitrio del oyente o lector. Podemos imaginar los personajes como queramos.


113 Pero un personaje no sĂłlo lo podemos imaginar por su apariencia fĂ­sica, sino tambiĂŠn por la manera que estĂĄ vestido, cĂłmo camina, cĂłmo habla. La vestimenta no es importante en los cuentos kawĂŠsqar, a menos que salga de lo comĂşn, por ejemplo, si usa alguna mĂĄscara. A veces en los cuentos los personajes aparecen de pronto a travĂŠs de diĂĄlogos o comentarios que hace alguno y no sabemos mĂĄs de ellos. Estos personajes sirven de soporte a la acciĂłn, un comentario puede adelantarnos hechos que sucederĂĄn mĂĄs adelante. De esta forma el QDUUDGRU ´DKRUUDÂľ WLHPSR HQ YH] GH KDFHU XQD ODUJD GHVFULSFLyQ SRU ejemplo, de preparativos para realizar alguna acciĂłn, simplemente puede hacer que un personaje de soporte diga: “Ahora nos prepararemos para el viajeâ€?. En los cuentos kawĂŠsqar los personajes son retratados a travĂŠs de sus acciones. AsĂ­ sabremos si son “buenosâ€? o “malosâ€?, si tienen destrezas que los hacen sobresalir, cĂłmo piensan, cĂłmo es su carĂĄcter, etc. Los personajes del Cuento de KamatĂĄu Examinemos los personajes del Cuento de KamatĂĄu. Haz una lista de ellos y luego anota quĂŠ te dice expresamente el narrador.

Personajes del Cuento de KamatĂĄu: KamatĂĄu Pescadores Esposas de los pescadores


114 ¿Qué dice el narrador sobre Kamatáu? Era un pez. Era como una persona. Siempre estaba en la carpa o “at”. No salía a pescar. No quería matar a sus congéneres. Era un pez enorme. Rompía la red con un cuchillo. Liberaba a los peces atrapados. Iba sigilosamente al corral para peces y se transformaba en pez. Comía los peces que atrapaban los pescadores. Mantenía encendido el fuego mientras los pescadores estaban fuera. Al morir se convierte en roca

Como vimos antes, el narrador no nos dice nada de la apariencia física de Kamatáu, sólo que era como una persona. Hay ciertas cosas que tampoco se nos informa, como por ejemplo, ¿de dónde salió este pez-hombre? ¿Por qué estaba con los pescadores? ¿Vivía en el mismo at? Sobre la base de lo que sabemos de la cultura kawésqar, podemos sacar las siguientes conclusiones: - Un grupo de kawésqar, tal vez dos familias, llegan al sitio donde hay un corrar para peces, el cual fue construido mucho antes. Los lugares de pesca y caza son conocidos a través del tiempo, ya que el territorio se ha explorado antes y los ancianos tienen esa información.


115 - Cuando este grupo llega al lugar se encuentra con KamatĂĄu que tenĂ­a su at allĂ­. - El grupo construye un at grande que puede albergar a todos. Siguiendo las reglas de hospitalidad kawĂŠsqar, invitan a KamatĂĄu a comer con ellos. Posteriormente se organizan para ir a pescar en los corrales y las mujeres para recolectar mariscos. KamatĂĄu se queda en el at cuidando el fuego. Todo parece lĂłgico. Sin embargo, es extraĂąo que KamatĂĄu viviera solo en ese lugar y que no tuviera canoa. Al menos eso no se menciona en el cuento. Pero no nos olvidemos que es un cuento y en el mundo de este cuento, hay seres que parecen personas que viven solas en medio de un gran territorio insular y pueden transformase en pez.

KamatĂĄu, el pez-hombre En el cuento vemos que KamatĂĄu es un ser solitario. Aparece en medio de un grupo de pescadores que comparten con ĂŠl sus alimentos y su compaùía. Él a cambio, se convierte en el custodio del fuego, pero KamatĂĄu estĂĄ allĂ­ ademĂĄs como custodio de los peces. Al compartir con los hombres sabe cuĂĄndo estos irĂĄn de pesca y por ello, al quedarse solo y constatar que la marea sube, va a abrir una brecha en la red que cierra la entrada al corral y asĂ­ libera algunos peces, no todos, puesto que no puede completar su tarea al ser sorprendido y ahuyentado por los hombres. KamatĂĄu come de la captura de los hombres. Come hasta saciarse. Pareciera que hubiese una contradicciĂłn en la conducta de KamatĂĄu: no quiere que maten a sus congĂŠneres, pero sin embargo se los come MXQWR D ORV KRPEUHV 1R KD\ FRQĂ LFWR HQ HVR FRPR SRGUtD SHQVDUVH como pez tambiĂŠn come peces, es un pez grande, el pez grande se


116 FRPH DO PiV FKLFR FRPR KRPEUH LJXDOPHQWH QHFHVLWD DOLPHQWDUVH 1R VH SHUFLEH XQ FRQĂ LFWR HQ OD FRQFLHQFLD GH .DPDWiX ¢3RU TXp no quiere que capturen a sus congĂŠneres? Tal vez lo que no quiere es que los capturen a todos, que acaben con todos los peces. Son “susâ€? peces y por eso los cuida. Ninguno de los otros peces posee la cualidad de transformarse en hombre y ĂŠl sĂłlo como hombre, con un instrumento hecho por el hombre (el cuchillo), puede romper la red, otro instrumento hecho por los hombres. .DPDWiX FRPR KRPEUH KDEOD \ UD]RQD SODQLĂ€FD FDOFXOD &RPR SH] sĂłlo es el guĂ­a que puede sacar a los otros del encierro y Ăşnicamente por su velocidad puede escapar de los hombres. No obstante es vencido por estos y encuentra la muerte. Se cumple el destino trĂĄgico de KamatĂĄu, muere por sus congĂŠneres y al transformarse en roca queda como monumento de quien ha llegado hasta las Ăşltimas consecuencias para llevar a cabo su misiĂłn, su tarea. Obtiene el reconocimiento de los hombres, quienes llaman al lugar con su nombre. La roca, materia sin vida, se llena de vida al cubrirse con algas marinas y servir de albergue a los cormoranes que allĂ­ anidarĂĄn.

Los hombres Los otros personajes del cuento son los pescadores y sus mujeres. No son individualizados por nombres, no sabemos nada de su apariencia o edad, son personajes anĂłnimos y funcionan en forma similar al coro del teatro griego. Son voces que comentan, opinan, proponen. A travĂŠs de ellos nos enteramos de detalles de la historia. Son estas voces las que cuentan del pez grande que libera a los otros que han quedado prisioneros en el corral:


117 — ¡Cuidadoooo! Ahora viene Kamatáu que siempre anda rompiendo la red, dijo uno de los pescadores. — ¡Es un pez enorme!, exclamó otro...

Son estas voces las que comentan y deliberan: — Mira, los peces que habíamos encerrado con la red se escaparon, la red fue cortada y por ese agujero escaparon. Ahí siempre anda un pez grande y ese es el que libera a los otros peces. ¿Qué podemos hacer con él? Y más adelante deciden: — Fabricaremos arpones con varas secadas al fuego para matarlo, dijo uno. Y cuando desaparece Kamatáu, el hombre, expresan su preocupación y luego, al constatar que el pez que mataron era aquella persona que se transformaba, expresan su horror tanto por las consecuencias que puede traer dicho acto como por haber asesinado a una persona: — La persona que estaba aquí la hemos matado. Cuando lo arponeamos se fue nadando y saltando al medio del canal. ¿Qué cosa va a emerger del agua ahora? ¿Acaso no era persona?, dijo así compungido. — Esa persona era como yo. ¿Cómo iba yo a querer matar a un semejante?, se lamentaba.


118 La pregunta “¿Qué cosa va a emerger del agua ahora?” apunta a la inquietud que sienten porque la acción cometida puede ser el rompimiento de un tabú. Tal vez Kamatáu era una criatura tabú que no se debía matar puesto que del mar puede surgir algún monstruo que castigue a los hechores. No haber sabido que era tabú no excluye la culpa y un posible castigo. Ahora sólo queda la incertidumbre, por eso dice uno de los pescadores: — Los peces que andan nadando en el corral son DOLPHQWR \ VLHPSUH ORV HQFHUUDPRV FRQ OD UHG XQD vez capturados los comemos. Cuando arponeamos al pez grande creímos que era uno de esos peces, ahora vendrán las consecuencias, dijo el pescador. Finalmente, al grupo sólo le queda lamentarse por el hecho y la pérdida de un buen compañero, ya que Kamatáu en su forma de hombre siempre mantenía encendida la fogata para cuando llegaran los pescadores. Mantener encendida la fogata es una de las tareas del campamento kawésqar y el encargado debe hacer bien su tarea y mostrar que no es perezoso, puesto que, si deja apagar la fogata, quiere decir que no ha trabajado, por ejemplo, no se ha preocupado de “picar” leña, es decir, cortar leños de los troncos grandes que sean del tamaño apropiado para una fogata. Por ello el narrador enfatiza esta característica de Kamatáu, su responsabilidad ante el grupo: Los pescadores se lamentaban por su compañero, él mantenía viva la fogata cuando estaban fuera, era el encargado de la fogata y siempre mantenía vivo el fuego. Finalmente, en recuerdo a ese extraño ser que vivía en aquel lugar,


119 para mantener viva su memoria y su historia, nombran a ese sitio con su nombre. La isla pasa a llamarse desde entonces isla de Kamatรกu.

Eventos En el cuento de Kamรกtau y en todos los cuentos pasan cosas, eventos. Los eventos se suceden unos a otros y van dando forma a los acontecimientos, nos muestran la acciรณn en los relatos. Los eventos se pueden desarrollar cronolรณgicamente, uno despuรฉs del otro o bien podemos encontrar saltos temporales. Por ejemplo, una narraciรณn puede comenzar en el presente y el personaje que narra comienza a contar sucesos que ocurrieron en el pasado y asรญ la acciรณn se traslada al pasado. En toda narraciรณn hay una trama, que es la estructura narrativa y consta de cinco partes, segรบn el modelo que estableciรณ el dramaturgo \ ร OyORJR DOHPiQ *XVWDY )UH\WDJ Exposiciรณn, (2) Tensiรณn dramรกtica creciente, (3) Clรญmax, (4) Acciรณn dramรกtica descendente, (5) Resoluciรณn. En la exposiciรณn se presentan los personajes principales, se aprecia cรณmo se relacionan entre sรญ, cรณmo son, cรณmo es su conducta, quรฉ motivaciones e intereses tienen. En esta parte reconocemos al SHUVRQDMH SULQFLSDO \ QRV HQWHUDPRV GHO FRQร LFWR TXH VH GHVDUUROODUi en la secciรณn siguiente. En la tensiรณn dramรกtica creciente QRV HQFRQWUDPRV FRQ HO FRQร LFWR que puede manifestarse de diversas formas, por ejemplo, una tensiรณn en las relaciones entre los personajes o el surgimiento de acontecimientos que se hacen cada vez mรกs complicados, todo lo FXDO FRQGXFLUi D OD VLJXLHQWH IDVH HO SXQWR FXOPLQDQWH GHO FRQร LFWR


120 El clímax es donde la tensión llega a su punto culminante y el protagonista o protagonistas deberån tomar decisiones que serån LPSRUWDQWHV SDUD OD UHVROXFLyQ GHO FRQà LFWR (Q HVWD IDVH HO FRQà LFWR no se resuelve, la decisión del personaje principal puede ser errónea y conducir al fracaso, pero es el momento clave. En la acción dramåtica descendente apreciamos las consecuencias de las decisiones adoptadas en el clímax, las cuales pueden ser buenas o malas para el protagonista. Aquí no nos encontramos con la solución del problema, sino que hemos llegado a un punto donde se muestran los resultados de las acciones que se han llevado a cabo. En la resolución se resuelve todo, se aclaran los problemas, se VROXFLRQDQ ELHQ R PDO SHUR VH OOHJD DO ÀQDO GH HOORV /DV FRQVHFXHQFLDV pueden ser variadas: todo se resuelve exitosamente y concluye felizmente o bien el resultado es exitoso, pero tendrå consecuencias. TambiÊn puede quedar algún cabo suelto, a pesar de haberse resuelto el problema, como sucede en las películas de monstruos en donde se mata el monstruo (lo cual resuelve el problema y todos quedan contentos), pero la criatura ha dejado huevos de los cuales en el futuro surgirån mås monstruos. Observemos la secuencia de eventos del Cuento de Kamatåu y a partir de ellos, establece las cinco fases que hemos descrito arriba. Eventos en el Cuento de Kamåtau:

1 KamatĂĄu se queda en el at a cuidar el fuego mientras los pescadores van a pescar.

2 Los pescadores tienden una red a la entrada del corral para peces pero un pez grande siempre rompe la red y algunos peces escapan.


121 3 Los pescadores ahuyentan al pez grande golpeando el agua con una vara y lanzándole piedras.

4 Los pescadores comentan el incidente al regresar al at, Kamatáu está cuidando el fuego.

5 Kamatáu es quien libera los peces, cuando los hombres salen a pescar, espera un rato y se va hacia el corral, se lanza al mar y se transforma en pez.

6 Los pescadores regresan de nuevo al at con los peces que lograron atrapar, encuentran allí a Kamatáu, asan los pescados y todos comen juntos.

7 Los hombres elaboran un plan para matar al pez grande. Fabrican arpones con varas.

8 Al día siguiente salen a pescar de nuevo, encuentran al pez grande y lo matan arponeándolo.

9 El pez grande muerto se convierte en una roca. 10

Los pescadores regresan al campamento, no encuentran a Kamatáu y el fuego está apagado.

11

Los pescadores hacen fuego para calentarse y cocinar los pescados. Esperan que Kamatáu vuelva de un momento a otro.

12

Como Kamatáu no regresa, los pescadores especulan acerca de pO 7DO YH] VDOLy D GDU XQD YXHOWD WDO YH] IXH PX\ OHMRV \ SRU HVR WDUGD WDO YH] SHUQRFWDUi GRQGH VH HQFXHQWUD


122 13

Los pescadores salen a mirar para comprobar si regresa Kamatáu.

14

Por último asocian a Kamatáu con el gran pez que liberaba a los otros rompiendo la red.

15

Los pescadores temen las consecuencias de haber dado muerte a Kamatáu el gran pez.

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Los pescadores se lamentan de la desaparición de Kamatáu como hombre, pues siempre mantenía la fogata encendida.

17

El lugar donde sucedió todo eso desde ese entonces pasó a llamarse isla de Kamatáu.


123

Actividades sugeridas Lee el cuento y revisa los eventos enumerados arriba y establece las cinco partes de la estructura narrativa de este cuento ((1) Exposición, (2) Tensión dramática creciente, (3) Clímax, (4) Acción dramática descendente, (5) Resolución.) Preguntas ¿Qué sabes acerca del personaje principal? - Apariencia del personaje. - Acciones y pensamientos del personaje. - Palabras del personaje que sirvan para caracterizarlo. - Cómo otros reaccionan respecto al personaje.


124

Kawesqar ¿Qué dudas tienes acerca del cuento?

Haz una lista de todo lo que puedas acerca del escenario del cuento.

Anota lo que te haya llamado la atención del cuento.


Español Comenta el cuento y discute las acciones de los personajes.

¿Qué enseña el cuento?

125



Los Kawésqar hablantes de la lengua conocedores y depositarios de la cultura ancestral, viven hoy en Puerto Edén en un reducido número: al cesar la transmisión de la literatura oral por la pérdida de la lengua de las últimas generaciones, en la actualidad están empeñados en el rescate de esta antigua tradición. Esta recopilación de cuentos pretende contribuir a que este legado no se pierda, que no es solo de los descendientes Kawésqar, sino que pertenece al patrimonio de todo el mundo.


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