201 202

Page 33

O U

L

Los seres humanos somos seres racionales, o más bien intentamos serlo en todas las ocasiones; o quizá sea mejor emparentarnos no con cualquier animal sino mayor precisión con los mamíferos: somos mamíferos que buscamos la sabiduría (en el ancho significado de la palabra), y por tanto tendemos a cultivar el arte de buscar cosas, ideas, y de buscar personas para convivir.

T

Í

C

En algunas ocasiones, nos alejamos de algo o de alguien para buscar lo que nos hace falta o nos interesa, es decir, para encontrar, paradójicamente alejamos de nosotros a personas, actitudes o cosas. Es, pues, el ciclo de la vida, que rueda, no se detiene, avanza… aunque algunas veces no en una dirección ética correcta.

A

R

Conocemos algunas personas buscadoras de paz interior que encuentran sosiego en el silencio, mientras otros contemporáneos que buscan la paz social encuentran refugio en la justicia. Pero la sabiduría y la construcción de un mundo muchísimo mejor no son opciones excluyentes, pues deben converger en una búsqueda de pan y de flores, de justicia y de parques, de alimento y de museos, etc. El arte de indagar sobre nosotros está acompañado, así lo veo en mi propia existencia, de aciertos y desaciertos, de esperanzas y desesperanzas. Pero si caemos diez veces, nos levantaremos once. Hay que tener presente que nuestra manera de "presentar" a Dios, a su excelente buena noticia, a su proyecto de liberación, pasa por la búsqueda de nosotros mismos, y esa tarea está en nuestras manos. Incluso, la manera primaria de búsqueda y encuentro con Dios atraviesa nuestra propia búsqueda interior, pero sin hacer oposiciones fáciles de interior/exterior. El arte de buscar involucra priorizar objetivos, delinear metas, proponer, al fin y al cabo, un estilo de vida. Sí, eso es, es una forma de encarar las cosas, una manera de leer los acontecimientos, un enfoque holístico de buscar a Dios,… La búsqueda de nosotros por nosotros mismos, con la colaboración de otros/as, será siempre una empresa fascinante e inacabada, incluso insatisfecha. Eso sí, debemos caer en la cuenta, que aunque nosotros estemos lejos, Dios está cerca como sugiere Agustín de Hipona, o como susurran los místicos musulmanes de que Dios está más cerca de mí que mi propia vena yugular. Tal vez, uno de los "nombres" de Dios sea eso mismo, cercanía: proximidad y circundante. 2. EL ARTE DE ENCONTRAR Así como buscar puede convertirse en un "arte", encontrar lo es también. ¡Cuántas veces nosotros encuentran consuelo, alimento, justicia, etc. gracias a la generosidad de otros! Es el arte de compartir, la belleza simple de la solidaridad, la gracia de encontrarnos.

33


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.