179 2010 by Boletin Misioneros Dominicos

BOLETÍN INFORMATIVO Año XX, Número 179, Enero-Febrero 2010

VICARIATO REGIONAL DE SANTA ROSA DE LIMA - PERÚ

Frailes participantes al Capítulo Intermedio 2010 Vicariato Regional de Santa Rosa

.. .

SUMARIO

Capítulo Regional Intermedio (4) En memoria de Fr. Alfredo Encinas (10) Aclaraciones al manifiesto (36) Ocurre en el Colorado (38) 1ra. Reunión conjunta de la Prov. San Juan Bautista y el Vicariato (42) Reunión del CIDAL (44)

Director: Fr. Samuel Torres Rosas, O.P.

E mail: bolmisdom@hotmail.com

Dirección: Santuario de Santa Rosa de Lima Jr. Chancay 223, apartado 1296 Teléfono (01) 425 12 79

Diseño de edición: Centro Cultural José Pío Aza

Edición electrónica: www.selvasperu.org

Recepción de artículos: Hasta el 18 de Abril del 2010. Enviarlo por correo electrónico

Editorial

Reiniciamos nuestras publicaciones, luego de unas reconfortantes vacaciones en esta parte de nuestro Continente.

Estos meses han sido tiempo de grandes gozos y tristezas. Gozos que nos llenan de esperanzas y nos revitalizan y tristezas que nos fortalecen y nos hacen sentirnos más solidarios los unos por los otros.

El Capitulo Intermedio Regional ha sido sin duda un momento de gran regocijo, de compartir fraterno y de reflexionar sobre nuestra misión y perspectivas de futuro para nuestro quehacer misionero en estas tierras. Nos llena de esperanza los pasos que se van dando para consolidar una sola presencia de la Orden en estas tierras, tanto nosotros como la Provincia del Perú estamos empeñados en este proyecto, por ello se ha iniciado una etapa de mayor colaboración entre ambas entidades. Nos hemos alegrado con la Profesión solemne de unos de nuestros estudiantes y la Renovación de 7 que están formándose en el Estudiantado de la Provincia del Perú. Nos anima el saber que hay un buen grupo de Postulantes para este año; es una muestra clara de la presencia y actualidad que tiene la Orden en este Continente después de 500 años de presencia, que precisamente celebraremos este año. Por todo ello damos gracias al Buen Dios porque su amor y misericordia son constantes con nuestra Orden. Junto con estos gozos hemos sentido la muerte de nuestro hermano Alfredo Encinas, pero nos consuela el saber que ha partido a la casa del Padre, y estamos seguros que desde allá intercederá constantemente por todos sus hermanos que siguen trabajando en la misión que tanto le apasionó a él, durante toda su vida. En esta edición le dedicamos un homenaje a su memoria. Como siempre les ofrecemos reflexiones muy interesantes sobre diferentes temas actuales de nuestro Vicariato y la realidad de nuestro País, que enriquecen la presente publicación. Compartimos, como ya es costumbre, las noticias más resaltantes que han llegado a esta redacción. Un abrazo a todos. Fr. Samuel Torres Rosas, O.P Director del Boletín

Capítulo Regional Intermedio

Fr. Vicente Suárez Álvarez, OP Secretario del Capítulo

Entre los días 9 y 11 de febrero de 2010 se celebró en el Santuario de Santa Rosa en Lima el Capítulo Regional intermedio.

El Prior Regional había convocado canónicamente el Capítulo por su circular del 26 de diciembre de 2009, rogando a todos los vocales que hicieran un esfuerzo por asistir. En la misma carta de convocatoria, el Prior Regional daba a conocer un proyecto de la agenda prevista para el Capítulo. Igualmente señalaba que el tema central del Capítulo estaría en torno a propiciar una reflexión sobre el contenido del Capítulo Provincial y las implicancias del mismo para nuestro Vicariato. Lo que se busca, dice, es "concretar el proyecto de "presencias significativas" e intentemos hacerlo práctico y operativo". Las Actas obran ya en poder de las comunidades. Aquí haremos sólo algunas anotaciones con el fin de compartir esa importante experiencia con nuestros amables lectores de fuera del Vicariato. También este año contamos en el Capítulo con la presencia en todos los trabajos capitulares de nuestro Prior Provincial, Fr. Francisco Javier Carballo Fernández. El Prior regional le había invitado para que asistiera por sí o por otro, con el fin de que recibiera una información de primera mano de la vida de nuestro Vicariato. El P. Javier aceptó gustoso y estuvo con nosotros, sin duda habiendo tenido que posponer o cancelar algunos importantes compromisos. Dos días antes de la asamblea viacarial llegó con el Prior Regional de Brasil, donde ambos habían participado en la Asamblea de CIDALC. Una vez más este año hemos podido contar en el Capítulo con la presencia de nuestros siete jóvenes estudiantes profesos. Participaron como invitados con voz pero sin voto en todos los trabajos capitulares. Su juventud, simpatía y entusiasmo, así como su magnífica disposición para cualquier tarea que se les encomendaba, dieron un toque de alegría al Capítulo y, sobre todo, contribuyeron a bajar la media de la edad de los participantes, no sólo en el aspecto biológico, sino también en el psicológico.

Creo que hay que destacar el magnífico trabajo del Fr. Samuel Torres en la preparación del cuadernillo para la liturgia diaria. Una gran mayoría de vocales lo aprovechamos para llevarnos a nuestras comunidades un bonito recuerdo del Capítulo.

El ambiente de fraternidad, alegría, compañerismo se mantuvo a niveles magníficos. En ningún momento se rompió la fraternidad. Creo que esto también es un detalle que debe hacernos sentir orgullosos.

El agradecimiento surge espontáneo al recordar las atenciones y el cariño de la comunidad del Santuario para todos y en todos los aspectos, desde la preparación de las habitaciones para los capitulares hasta las comidas, los refrigerios y los pequeños y familiares detalles celebrativos en las recreaciones nocturnas.

La generosidad de los hermanos que se prestaron a quedarse solos en sus lugares permitió que la asistencia pudiera ser numerosa y representativa: no faltó a la cita ninguna casa y en algunos casos la asistencia fue mayoritaria. Además de los 7 estudiantes invitados, asistieron al Capítulo 23 vocales, de los cuales: un Prior Provincial, un Prior Regional, 2 Priores Conventuales y 4 Superiores de Casas. De lugares como Timpía, Colorado y Kirigueti, donde sólo hay un fraile, asistió el 100 %. Como muestra de más interés de los asuntos tratados en el Capítulo, reproducimos aquí los dos documentos anexos a las Actas correspondientes a la Memoria del Prior Regional y el Estatuto aprobado para la residencia de mayores y enfermos en Lima.

ANEXO I BREVE MEMORIA AL CAPÍTULO INTERMEDIO 2010 Tan solo han transcurrido siete meses desde la última memoria presentada para el Capítulo Provincial de Caleruega. Desde entonces no ha cambiado mucho la situación general de nuestro Vicariato; sí se ha acentuado más, tal como se proyectaba, la precariedad del personal que trabajamos en él. De todos modos, siempre es bueno recordar el consenso, mayoritariamente adquirido, en orden a alentar unas presencias con ilusión y esperanza.

El año pasado, el Vicariato preparó el documento: "Hacia una presencia significativa de los dominicos en el suroriente peruano", y se presentó al Capítulo Provincial. Es un buen trabajo, compartido por todos; las Actas de dicho Capítulo nos urgen a concretarlo y ponerlo en práctica. El propósito principal de nuestra reunión es poder realizarlo.

Una de las aspiraciones propuestas, tener alguna presencia pastoral compartida entre el Vicariato Regional y la Provincia de S. Juan Bautista, empieza a dar sus primeros pasos. Las dos Provincias han decidido caminar en este sentido y desean encontrar el mejor modo de hacerlo. En el tema de fondo, creo que existe una coincidencia grande; los modos concretos de llevarse a la práctica son los que pueden generar algunas dificultades. Por ello pido a todos los frailes del Vicariato la mejor acogida y disposición de trabajo con los hermanos de la Provincia de S. Juan Bautista. El camino puede ser largo y complejo pero merece la pena recorrerlo con esperanza; no debemos ceder al desaliento sino abrirnos a una actividad apostólica más rica y más plural. Vuelvo a expresar de nuevo mi preocupación por las vocaciones. Está en la conciencia de todos que no puede haber futuro sin la continuidad en el anuncio de la buena nueva. Actualmente la promoción vocacional la hemos delegado en una persona muy concreta y los demás no nos sentimos tan implicados. Olvidamos que nuestro modo de vivir y predicar es un incentivo grande para aquellos que quieren seguir a Cristo. Quiero animar a todos a que pongan especial cuidado en la ejemplaridad de su vida y dediquen tiempo a los jóvenes que se acerquen a ellos. Dentro de este campo merecen especial cuidado nuestros estudiantes. La lejanía de los lugares de trabajo hace difícil mantener un trato cercano con los formandos. Es necesario encontrar el modo de hacerlo. El tiempo de vacaciones no es el mejor momento para conocer el trabajo pastoral de los distintos puestos de misión; este año hemos decidido realizar un curso, obligatorio para los nuestros y opcional para los de la Provincia, acerca de la realidad del Vicariato. Se sugiere que todos los frailes de paso por Lima dediquen un tiempo a conocerles y visitarles en el convento de S. Alberto. También pido a los estudiantes hagan sugerencias sobre este asunto. La situación del convento de S. Jacinto en Puerto Maldonado ha sido una de las preocupaciones más importantes del Vicario y su Consejo. El decreciente número de frailes asignados al mismo, llevó al Capítulo Provincial a reducirlo a la condición de casa. Últimamente hemos asignado algunos frailes en orden a retomar su proyección pastoral. Este año 2010, está celebrando el centenario de su fundación; sería bueno resaltar este acontecimiento y dar a conocer el gran trabajo de los que nos han precedido. Creo que la perspectiva de esta casa, de cara al futuro, es muy alentadora.

Para terminar, es de justicia hacer la memoria de los últimos frailes fallecidos en el Vicariato: Fr. Jesús Erviti, Fr. Francisco Valentín Lazcano y Fr. Alfredo Encinas. Expreso mi agradecimiento al Señor por lo mucho que nos dieron y enseñaron. Espero sigan intercediendo por nuestras gentes desde su presencia.

El Capítulo Intermedio es la gran oportunidad de reencontrarnos con alegría y dar proyección de futuro a nuestras presencias. Que el Señor nos lo conceda.

Fr. Luis Verde O.P.

ANEXO II

ESTATUTO SOBRE RESIDENTES ENFERMOS Y MAYORES EN LIMA

El número de religiosos, residentes en el convento de Sta Rosa de Lima, ha ido creciendo en los últimos años. La previsión, de cara al futuro, es que se incremente todavía más. Por ello, es necesario definir el "status" de los frailes residentes en dicho convento. Entre las prioridades del convento de Santa Rosa de Lima, recogidas en el proyecto de "presencias significativas" del Vicariato, se encuentra: La acogida a los misioneros, ofreciéndoles un lugar para la recuperación Además, cumple la función de acoger y cuidar a nuestros mayores y enfermos. Tanto el "status" de los frailes como la concreción de las prioridades del convento requieren un marco legal donde se puedan definir y realizar. En orden a poder alcanzarlo proponemos: A) Principios generales: 1) La petición de residir en el convento de Sta Rosa de Lima la realiza el propio interesado y/o el Prior Regional, teniendo en cuenta: los deseos del interesado, sus circunstancias personales y las necesidades del bien común. 2) El Prior Regional informará al Prior del convento de toda nueva petición de residencia. 3) Los frailes residentes en el convento de Sta. Rosa conservan la asignación a sus comunidades de origen. Estas son las encargadas de proveer sus necesidades materiales que salgan del ámbito de lo ordinario y proporcionar un

B) Atención de mayores y enfermos:

S M

fondo que maneje el encargado de enfermos, en orden a afrontar imprevistos. Se recomienda mantengan con ellos un contacto frecuente. 4) El convento acogerá fraternalmente a dichos frailes y los integrará, en la medida de su disposición y posibilidades, en su horario y actividades cotidianas. 5) Dichos frailes tendrán el mismo trato de igualdad que los conventuales, salvando lo establecido por nuestras Constituciones.

6) El Prior Regional designe un fraile encargado de los mayores y enfermos. A él le corresponde: Velar por el estado y necesidades de cada uno de ellos, solicitar lo necesario para su atención, tener acceso a todas las dependencias del convento (botiquín, despensa ) y manifestar cualquier inquietud que pueda surgir. 7) El personal sanitario (enfermeras, auxiliares ) atenderá a todos por igual. Es necesario que una persona de este nivel se desempeñe durante el día y otra durante la noche. Su situación laboral ha de estar claramente definida y su desempeño profesional será supervisado por un fraile designado por el Prior Regional y el Prior Conventual. 8) Se requiere tener un botiquín, debidamente implementado, bajo el control del personal sanitario. 9) En casos de necesidad se contratará un mayor número de personal sanitario. La decisión será tomada por el Prior Regional, el Prior Conventual y el Encargado de los enfermos. C) Economía: 10) Las necesidades ordinarias de comida, alojamiento e infraestructura las cubre el convento de Sta Rosa de Lima. 11) Los conventos y casas de los residentes deben aportar una cuota por cada uno de ellos, equivalente a 10.00 nuevos soles diarios. El monto de dicha aportación se revisará periódicamente según las circunstancias. 12) El Capítulo Regional debe establecer el destino de pensiones y jubilaciones de los frailes residentes. 13) La atención hospitalaria y médica la cubre el fondo de salud del Vicariato. Las medicinas corren a cuenta de los conventos y casas de los enfermos y mayores, salvo casos excepcionales. D) Mejoras estructurales. Se hace necesario realizar algunas mejoras de infraestructura, para atender adecuadamente a residentes y mayores: 14) Facilitar el acceso a Internet en todas las habitaciones. 15) Disponer de un timbre de emergencia en todas las habitaciones. 16) Habilitar algún ambiente para el personal sanitario . 17) Hacernos socios de Alerta Médica.

Cr贸nica en fotos

S E M B L A N Z A

En memoria del P. ALFREDO ENCINAS Fr. Roberto Abalos Illa, OP Misión San José de Koribeni

ació en Serradilla del Arroyo (Salamanca) el día 5 de enero de 1937, en el seno de una familia campesina formada por Clemente y Elena. Era sobrino del P. Tomás Perancho, que fuera célebre Provincial de España y que sin duda influyó para que ingresase como dominico. Hizo su noviciado en Palencia el año 1953. Comenzó los estudios de filosofía en Las Caldas el año 1954 y los de teología en Salamanca el año 1957. En setiembre de 1962, junto con otros cinco compañeros misioneros dominicos, embarcan en el "Reina del Mar" rumbo a Perú, haciendo escalas en Panamá, Colombia y Guayaquil, hasta llegar al Callao. Fue destinado a Puerto Maldonado donde tan solo estuvo tres meses trabajando en esta misión y en las de Iberia y Quincemil. En enero de 1963 es enviado junto con el P. Santiago Echeverría a hacer un curso de cooperativismo en Lima. Al terminar el curso de un mes, fue destinado a Lambayeque, donde estuvo tres años dedicado a la Cooperativa de Ahorro y Crédito. Al cabo de este tiempo fue destinado a Quillabamba para que se hiciera cargo de la Cooperativa (hoy "Quillacop"), que allí había fundado el P. Quintín García, entidad que estaba pasando por un momento crítico, por la brusca caída de los precios del café. Se pasó todo un año dedicado en exclusiva a la función de gerente de esta cooperativa logrando sanearla efectivamente. Era el año 1966. Al final de este año comenzó a trabajar en los movimientos campesinos de Quillabamba y el valle de la Convención. Recién habían terminado las guerrillas. La experiencia en cooperativas le había marcado el camino de una vocación que le acompañaría toda su vida. Exceptuando el año 1979 que pasó en Lima, en la parroquia de San Juan Macías, donde conectó con comités de derechos humanos de donde sacó también mucha experiencia, permaneció en Quillabamba hasta el año 1984. Dedicado en cuerpo y alma a los movimientos campesinos, participó en todas las movidas que éstos realizaban en pro de sus derechos frente a un gobierno que quería paralizar este

S E M B L A N Z A

gran movimiento social en el valle de la Convención. Fundó el comité de derechos humanos en la parroquia y utilizó Radio Quillabamba editando y emitiendo programas en pro de los derechos del campesinado. Participó en una histórica marcha a Cuzco en defensa de la hoja de coca como representante del comité de derechos humanos de Quillabamba. Tomaron Cuzco durante once días y allá participó en mítines dirigiendo la palabra, lo que escandalizó a muchos y llamó la atención de todos el que un cura defendiera de este modo los derechos de los campesinos. También formó parte del comité de diálogo con las autoridades mientras más de 100 compañeros hacían huelga de hambre.

Tuvo una experiencia de un año en Chile, estudiando pastoral catequética, lo que le sirvió para que, en la activa comunidad de Quillabamba, donde coincidieron una generación joven y muy comprometida, fundaran las Comunidades Cristianas Campesinas en las que él era el ideólogo y su gran compañero y amigo, P. Angel Casado, fue el apóstol de las mismas. En esta comunidad ejerció de prior, de párroco, consejero del Vicariato y administrador de Radio Quillabamba, entre otros servicios. En los últimos años de su estancia en Quillabamba, contrajo la tuberculosis que le afectó al oído con pérdida grande de este sentido y como consecuencia de todo ello, cayó en una gran depresión, que motivó su salida de Quillabamba. Durante dos años permaneció en Bajo Urubamba, entre las misiones de Sepahua y Kirigueti, donde tomó contacto con el mundo nativo que será también una fuente de reflexión y preocupación que retomará en la última etapa de su vida en Quillabamba. Como la enfermedad no remitía, fue enviado a España el año 1988. Estuvo destinado en el convento Virgen de Atocha. También trabajó durante más de un año en la parroquia de El Ferrol. En el año 1991 es destinado a la Casa Virgen de la Vega de Babilafuente.

S E M B L A N Z A

En la comunidad dominicana y campesina de Babilafuente, en el corazón de "Las villas", permaneció hasta el año 2008. Trabajó en Villoria y sobre todo en Moríñigo donde ejerció de párroco. Fue asesor de la cooperativa agrícola de Babilafuente "Las villas". Trabajó en el programa de educación de adultos que mantenía toda la comunidad. Colaboró con el departamento de cultura de la Diputación de Salamanca y junto con el resto de frailes de la comunidad, editaron varios folletos, en los que él se encargaba sobre todo de la fotografía en la que era un maestro. Durante todo el tiempo fue vocal de la Comisión Provincial de Justicia y Paz y gran colaborador de la ONG "Acción Verapaz". Permaneció temporadas en la Peña de Francia, promocionó el salón de exposiciones donde colgaba sus hermosas fotografías. En su estancia en Babilafuente, se dedicó sobre todo a leer. Era un lector empedernido. Más adelante comenzó a escribir, si bien ya traía muchos apuntes de su paso por las misiones de Perú y de forma especial de Quillabamba, donde ya había editado un folleto sobre la historia de la Provincia de La Convención. Escribió y editó cuatro novelas: "Crisantemos para la tumba del obispo" (2001). "Deserción en el Vaticano" (2004). "La orquídea verde" (2006). "Babel del Amazonas" (2008). Fruto de su recapitulación teológica fue el libro "ABC del Nuevo Testamento". Posteriormente comenzó la publicación de la "Historia de la Convención" en tres tomos, dos de los cuales presentó en Quillabamba y el tercero está por aparecer. Ha dejado ya en imprenta una adaptación de esta historia para escolares. En 2008 regresa definitivamente a Quillabamba, después de haber pasado en dos ocasiones para recabar datos para sus escritos históricos. Se le encomienda la dirección de Radio Quillabamba en la que ejerce un trabajo digno de admiración. Sus homilías se siguen con gran interés por toda la población. Quedan en la página Web de la Radio que él instauró. Ha establecido también un buen número

S E M B L A N Z A

de becas para jóvenes de escasos recursos. Patrocinó un centro de computación. Desde la radio ha realizado semanas dedicadas a los problemas del campesinado. Realizó varias exposiciones cada año, llevado de su gran amor a la fotografía, sobre todo a la flora. Tenía una colección preciosa de diapositivas y fotografías de orquídeas. La muerte le ha agarrado cuando estaba lleno de proyectos, con una vitalidad y fecundidad admirable. Siguió trabajando y proyectando desde el convento de Santa Rosa en Lima hasta el último día. Ha sabido asumir y llevar su enfermedad con aplomo, no exento de su especial ironía. La intención de los frailes era enterrarlo en Lima, pero la insistencia del pueblo de Quillabamba y toda La Convención ha sido tan fuerte, que trasladamos sus restos a su querida Quillabamba. Allí las manifestaciones de duelo fueron impresionantes. La misa fue en el coliséum. Desde allí en procesión hasta el cementerio, parando por lugares significativos como Radio Quillabamba, Quillacop, la Parroquia, el Municipio, los mercados y las federaciones campesinas. En estos lugares se escucharon gritos empañados por el llanto: "Compañero Alfredo", "Padre de los pobres", "Presente". Las calles estuvieron colmadas de personal que lanzaba pétalos y le colocaba orquídeas sobre su féretro. Como él repetía: "la gente campesina tiene un fino olfato y sabe quién le quiere de verdad". Descanse en paz nuestro hermano misionero y amigo, el que esperaba que llegara la luz y ya la contempla a raudales.

S E M B L A N Z A

Alfredo: Querido compañero, “ya has encontrado la luz...” Fr. Ángel Pérez Casado Peña Francia

En un correo memorable, que me enviaste desde Lima el 27 de Agosto, adonde habías llegado de puro milagro en tu salida urgente de Quillabamba, con los pulmones y el corazón encharcados, me contabas con una clarividencia y una serenidad impresionantes la gravedad de tu enfermedad cancerosa. Cansado ya de tanta lucha con la vida, que nunca fue fácil para ti, apunto estuviste de arrojar la toalla, y pedir que te dejaran marchar sin más complicaciones de tratamientos médicos. Pero una vez más volviste a acordarte, de los pobres, de los olvidados de la tierra, de los sin voz…, y te pareció demasiado cómodo dedicar el último tramo de tu vida "a bien morir". Tu decisión, conociéndote, no podía ser otra: "Pelearé hasta donde pueda, pues sería insensato traicionar la esperanza de algunas gentes". Este pelear hasta donde pueda para fortalecer la esperanza de las gentes, ha sido el final de un camino que iniciaste desde los principios de tu vida en un hogar campesino donde el trabajo era duro, de sol a sol, y muy mal pagado. En esos primeros aires de Serradilla del Arroyo (Salamanca), se incubó tu rebeldía ante la injusticia y la marginación. Pero hoy no es momento para recordar tu hermoso y amplio currículo en esta tarea. Los que te hemos conocido sabemos que tu opción por las víctimas de esta sociedad injusta y discriminatoria te ha supuesto muchos sufrimientos, muchas incomprensiones… No importa. Tú lo tenías claro: era lo único que podía dar sentido a tu vida. Lo demás como tu solías decir: cuentos chinos, monsergas…

S E M B L A N Z A

Víspera de marcharte al Perú hace año y medio, me dijiste: "voy a ver si dedico los últimos años de mi vida a ayudar a la gente que lo necesita, a aquellos de los que nadie se preocupa". Apenas un año has tenido para hacerlo. Pero has llegado de lleno a los campesinos y nativos de la Convención. Gente muy desengañada de tantos discursos estériles, en ti han visto "que no hablas como los demás", sino como Jesús de Nazaret, "con una doctrina nueva y revestida de autoridad", porque también tú has acompañado tus palabras con obras y fuertes compromisos. En esta sociedad llena de contradicciones, y desatinos, tú has sido un apasionado buscador de la verdad, de la justicia, de la luz… Me conmueven las palabras finales de tu carta: Aquí seguiremos aguardando la luz. La luz que siempre has andado buscando, en ocasiones en callejones de profunda oscuridad. Estoy seguro que la luz verdadera por fin ha llegado a tu vida. Es más, para muchos de nosotros has dejado antorchas encendidas para saber por donde caminar. De Quillabamba me llegan noticias de que el pueblo convenciano se ha manifestado, con la firmeza con que solo él sabe hacerlo, reclamando tu cuerpo. El doctor Corrales cuando estuve en Quillabamba en septiembre, ya me dijo: "Si muere el P. Alfredo queremos que su cuerpo sea enterrado en Quillabamba. Nos pertenece por lo mucho que ha luchado por el bienestar de este pueblo". Creo que este afecto y gratitud del pueblo de Quillabamba te lo has ganado a pulso. ¡Lástima no poder acompañarte en ese último viaje a Quillabamba! Aquí desde la Peña de Francia donde tú tantas veces caminaste en los años juveniles desde Serradilla, te recordaré ante Nuestra Señora en su imagen Morena de Sol y Viento. Un abrazo inolvidable compañero, amigo, hermano.

S E M B L A N Z A

Padre Alfredo Encinas Fr. Ricardo Álvarez Lobo, OP Misionero Dominico

El día 17 de enero a las 4 a.m. murió el P. Alfredo Encinas, misionero en Quillabamba, en la clínica Stella Maris. Su muerte nos deja el recuerdo de un hombre estudioso de la realidad indígena de la Amazonía, pero especialmente hemos perdido con su muerte a un hombre pensante de la realidad indígena, de los que hay muy pocos. Pensar al indio es un tema importante porque es la base para conocerlo y también para situarnos en la realidad en la que vive él y en donde nosotros tratamos de acompañarle. Es difícil pensar al indio porque esto implica tener de él una visión objetiva para poder tratarlo. Por eso hay muy pocos que conozcan al indio porque no lo piensan en cuanto tal, en su historia, en su antropología, ni tienen experiencia de haber compartido con él la misma vida. Es muy lamentable que no se tome interés en pensar al indio, sobre todo por quienes trabajan por el desarrollo de los pobres del Perú y por los evangelizadores. Se da más importancia a hacer programas y a conocer técnicas para el trato con los indios, que al pensar sobre el indio para realizar con él la inculturación. El P. Encinas en su novela "La Babel del Amazonas" penetró en la problemática del indígena amazónico y porque pensó en el indio pudo advertirnos lo que al poco tiempo conocimos como el caso lamentable de Bagua. Bagua era esperado porque la situación de marginación y de exclusión del indígena había llegado a su límite. Por eso se produce un levantamiento reivindicativo amazónico, con cierre de carreteras, cierre de aeropuertos, cierre de ríos, amenazas a los campamentos de las compañías madereras y petroleras e inestabilidad política, para terminar con la muerte de 34 personas entre policías, nativos y mestizos, con muchos heridos y detenidos y la abolición de leyes y decretos lesivos para los indígenas.

S E M B L A N Z A

La marginación y la exclusión ha sido la razón fundamental e histórica en que se originan los hechos de Bagua y el detonante la Ley de la Selva y la publicación de una serie de Decretos rechazados por los indígenas. Al igual que en Bagua en la "Babel del Amazonas", se confirma que dentro de las comunidades amazónicas se originarán actos de violencia si no se pone límite a la marginación y a la exclusión.que sufre el indígena. "La Babel del Amazonas" relata cómo en Sepahua los indígenas vivían sometidos a una marginación y exclusión generalizadas; invasiones de gente extraña a sus tierras y a sus casas, extorsión, explotación, compra y venta de indígenas; pero "el indio aguanta, pero no olvida". Estaban saturados de tanta marginación que apareció el detonante para la explosión y la reivindicación: Los invasores asesinan al alcalde nativo y asume las funciones de alcalde un foráneo invasor. Este vende las tierras de la comunidad, introduce empresas madereras y petroleras en medio de la población nativa. A los indígenas no les queda otra opción que aguantar y resignarse, hasta que, no se sabe cómo, la saturación explota: Se incendia toda la población mestiza, las compañías madereras y petroleras, los pozos de petróleo, mueren también muchos indígenas y termina todo con la desintegración general de Sepahua: Los nativos van a los ríos más lejanos y los no-nativos a Pucallpa, a Iquitos, a Lima y al extranjero. Sepahua se convierte en una ciudad calcinada, sin habitantes. Después de 20 años, los jóvenes nativos sobrevivientes deciden restaurar Sepahua. Colabora con ellos el hijo del Ingeniero petrolero, como un signo de que los petroleros han pensado al indio, de que han cambiado y de que la interculturalidad abre nuevos caminos, que estaban cerrados por la marginación y a la exclusión. En Bagua se espera llegar al mismo término: La decisión de todos de que esto no suceda más. Las cuatro Mesas de diálogo y de estudio de la realidad indígena y nacional, así como la conversión, tanto de la sociedad nacional como de la sociedad indígena, crearán nuevos líderes indígenas y de la sociedad nacional, abiertos a la interculturalidad. Como recuerdo, el Documento final de la Comisión para analizar los sucesos de Bagua, en la página 87, aprobado por el Gobierno el 12 de enero de este año 2010, termina con una sentencia lapidaria del P. Alfredo Encinas, que es propia de un pensador del indio. Dice así: "La mayor de las dificultades que se encuentran para establecer los sucesos de Bagua, está en que detrás de ellos se esconden muchos intereses políticos, sociales, económicos y, sobre todo, culturales. Podemos señalar con cierta facilidad quiénes actuaron en

S E M B L A N Z A 18

estos sucesos de Bagua, pero resulta difícil desentrañar los intereses y las ideologías que los motivaron. Y, sin embargo, éste es el elemento fundamental a esclarecer de cara al futuro, pues no se trata de señalar los responsables puntuales del hecho de Bagua sino las causas profundas que dieron origen a este hecho. Este acontecimiento pudiera haber ocurrido en cualquier otra localidad de la Amazonía y, lo que es peor, pudiera producirse en el futuro si no se tienen en cuenta las causas profundas que lo motivaron". La clave para entender lo sucedido en Bagua son las causas profundas que motivaron ese hecho. Bagua es un símbolo de lo que estaba pasando en la selva desde hacía muchos años: Selva norte, selva sur y selva central; es decir, marginación y exclusión absolutas de los pueblos indígenas por la sociedad nacional. Lo sucedido en Bagua pudo haber sucedido en cualquier otro lugar y, lo que es peor, volverá a suceder si no se tienen en cuenta las causas que lo motivaron. Pero nadie lo esperaba, porque no se pensó al indio. Pensando al indio con el P. Encinas encontramos la solución a la gran polémica que se suscitó en estos últimos días en que, a propósito de Bagua, hemos tratado de definir al indígena amazónico de la actualidad. Conocimos al amazónico de la década de los 70 cuando SINAMOS trabajaba para organizar a los indígenas, reconocerles como integrantes de la nación, darles una ley e identidad y la posesión de un territorio. En aquellos años el nativo de la selva vivía solo, aislado, sin comunicación y totalmente esclavizado y marginado. Los tiempos han corrido, el nativo ha ido cambiando, sale a Lima y a otras ciudades; estudia en institutos y en universidades; entran en su territorio comerciantes, petroleros, turistas, gente extraña nacionales y extranjeros. Pensar en el indio hoy es diferente que pensarlo en la década de los setenta. La lección es que el éxito está en saber pensar al indio hoy, al estilo del P. Encinas.

S E M B L A N Z A

ENTREVISTA AL P. ALFREDO ENCINAS Fr. Roberto Abalos Illa, OP Misión San José de Koribeni

Pregunta: Alfredo: resúmenos tu vida misionera. Respuesta: En 1962, en el mes de setiembre embarcamos cinco dominicos con vocación misionera allá en Santander y nos dirigimos a estas tierras en un barco haciendo una travesía de veinte días en el "Reina del mar". Fue una experiencia grata porque fuimos acomodándonos a medida que pasábamos por los diferentes puertos en que hicimos escala. Era nuestro descubrimiento de América. Pasamos por el canal de Panamá, dimos la vuelta por Colombia, Guayaquil, hasta llegar al Callao. Ahí desembarcamos y estuvimos unos días en Lima arreglando nuestros papeles y después nos destinaron. El obispo era quien destinaba a la gente, no el Vicario, y yo y otro compañero gallego fuimos destinados a Maldonado. Yo iba en plan de volante, es decir, no iba destinado a Maldonado, sino que me destinaron para recorrer Maldonado, Iberia y Quincemil. Y como los volantes duran poco, duré tres meses en el oficio. Así que estuve octubre, noviembre, diciembre, enero y allá en tiempo de lluvias, en febrero, me acuerdo que el padre Vicario le dijo al padre Santiago que tenía que salir a hacer un curso de cooperativismo a Lima. Yo le tomaba el pelo a Santiago diciéndole: te vas a hacer un doctor en cooperativas. Entonces sale el Vicario y dice, no, si tú también tienes que venir a hacer el curso. Bueno pues en febrero salimos a hacer un curso de cooperativas, que fue el primer curso interamericano de cooperativas que se realizaba en Perú a través de una entidad norteamericana que lo financiaba. Estuvimos un mes en Lima haciendo un curso intensivo de cooperativismo, Santiago y yo con otros muchos peruanos. Al terminar el curso el padre Vicario me dijo, pues ahora coge los bártulos y vete para Lambayeque. Porque el padre que estaba en la cooperativa de Lambayeque, quería irse, así que me mandaron a la cooperativa de ahorro y crédito de Lambayeque, para hacer eso y otros muchos oficios. Allí estuve tres años y a los tres años yo ya había pedido para salir y también como había un problema en la cooperativa de ahorro y crédito que había fundado el padre Quintín García en

S E M B L A N Z A

Quillabamba, Quillacop se llama hoy en día, cuya oficina está junto a la parroquia: había unos problemas serios porque había bajado de repente el café y todos los créditos que habían dado estaban en dificultades para devolverlos. Entonces me mandaron a mí, que parece que tengo cara seria, para que pusiera a todo el mundo en orden. Así que fui a Quillabamba y me pasé un año entero de gerente sin hacer otra cosa que la cooperativa, poniendo en orden a toda la gente para que pagara los créditos y se regularizara toda la situación. Al año, la cosa ya estaba más o menos en orden, y mi vocación no era propiamente quedarme de gerente de una entidad como ésta, de tipo financiero. Durante el año yo había sacado también la oficina de la cooperativa que funcionaba en la parroquia, al local donde está ahora, pero que no estaba todavía hecho, pero bueno, acomodamos allí unas oficinas, lo sacamos de la parroquia y al año hubo ya laicos que se hicieron cargo de llevar la cooperativa que estaba más o menos saneada, y yo empecé a dedicarme a otros afanes. Esto era el año 1966. La convención pasaba por un momento muy curioso, porque a partir del año 1962-63 había sido la reforma agraria, entonces estaban en formación las cooperativas agrarias, las muchas cooperativas agrarias que salieron. También habían terminado las guerrillas en el año 1965 en Mesa pelada. Era una situación especial. Yo la experiencia de la cooperativa me sirvió para entender el problema económico de la provincia, en una región dependiente fundamentalmente de la agricultura de exportación, especialmente del café y de la coca. Eso me ayudó a centrarme también. Participé en charlas y sobre todo preguntándome mucho sobre el tema de las cooperativas agrícolas y las dificultades que tenían. Porque fueron cooperativas que nacieron no como deben nacer las cooperativas, del deseo de los socios, sino mas bien de la promoción del gobierno. El gobierno había hecho la reforma agraria. Uno de los pilares de la reforma agraria eran las cooperativas; organizar cooperativas. En realidad al gobierno le importaban tres pepinos el hecho de que las cooperativas tuvieran éxito o que la reforma agraria tuviera éxito. Al gobierno lo que le interesaba era paralizar toda la movilización social que se había organizado en la provincia y acallar esa situación social, pues dando un pequeño remiendo. Eso fue la reforma agraria, muy mal hecha. Realmente fue un desastre. Sobre todo porque hizo de muchos campesinos ya legalmente pobres para siempre. Les dio unos terrenos de una hectárea a tres hectáreas con las cuales nadie puede vivir. Pero el gobierno lo que quería era desactivar todo el movimiento social; y lo consiguió en gran parte. Porque el campesinado a partir de la reforma agraria y de la iniciativa de las cooperativas, se dividió en grupos, sobre todo el campesinado que había sido dirigente, se quedaron con los mejores arriendos, se quedaron con los puestos en las cooperativas agrarias y entonces se desmembró el movimiento sindical y se paralizó mucho el movimiento social de la provincia.

S E M B L A N Z A

En la provincia de la convención, yo estuve participando en diversas cosas como después retomaré un poco y después de ahí estuve en la radio, en la parroquia, y luego me tomé un descanso de algo más de un año en Tupac Amaru, en la parroquia de Lima hasta que regresé otra vez a Quillabamba. A mi la experiencia de Lima me sirvió para una cosa: tuve contacto allí con un dominico joven que trabajaba en Santa Rosa, trabajaba muy unido a los movimientos populares de Lima, metido en todas las organizaciones, sindicatos, y sobre todo en los movimientos de derechos humanos. Esto me sirvió para que a mi regreso a Quillabamba, me metiera en el tema de derechos humanos, en programas de radio y sobre todo a organizar el comité de derechos humanos de Quillabamba y a promocionar dentro del movimiento sindical esta tendencia y estos grupos de derechos humanos. De hecho fundamos el comité de derechos humanos en Quillabamba. Entonces el comité de derechos humanos del Cuzco, tenía bastante fuerza y a mi me encargaron, con las organizaciones sociales, que organizáramos un comité de derechos humanos civil en Quillabamba. Se organizó, yo estuve allí en toda la movida, pero, como muchas cosas que vienen organizadas desde arriba, no funcionó; sin embargo el comité de derechos humanos que había nacido de la base de no muchas personas, con entusiasmo por el tema, pues supervive hasta hoy día. Entonces ahí estuve otros años trabajando hasta el año 1984, creo, y de ahí, como ya había contraído la tuberculosis ahí en la provincia y parece que el choque con el tratamiento fue muy fuerte, pues la enfermedad, la depresión, me agarró bastante fuerte. Entonces salí de Quillabamba y me mandaron al Bajo Urubamba y estuve entre Sepahua y Kirigueti, mas o menos dos años y medio. Y ahí al final ya, como la enfermedad no cedía, me mandaron para España a ver si curaba a los españoles o los contagiaba. Ese es más o menos el recorrido. Yo pienso que lo que a mi más me tocó trabajar fue en la zona de Quillabamba, donde me sentí más identificado; entre otras razones porque en el Bajo Urubamba yo estaba enfermo y no estaba para muchas cosas. Pero ahí en Quillabamba si creo que la conclusión a la que yo llegué en el tiempo que trabajé en Quillabamba era que nada se podía hacer sin movimientos populares bien organizados. Con los compañeros que estábamos en la parroquia organizamos las comunidades cristianas campesinas porque creíamos que también desde la religión se podía optar a una organización popular con mucha raigambre social con mucha participación social. No eran comunidades cristianas de carácter puramente piadoso sino que eran fundamentalmente comunidades con mucha fuerza social también, con mucha intención social, porque creíamos que el cristianismo si no asume el tema de los derechos humanos, el tema de la organización social, el tema de los derechos sociales, en un medio como éste, no sirve para nada. Puede ser todo lo contrario, un elemento perturbador de la situación en la que vive la gente.

S E M B L A N Z A

Entonces yo creo que ese aspecto social fue el que en mí fue evolucionando a más, de tal forma que en los últimos tiempos yo estuve muy ligado a los movimientos sociales sindicales que organizaba la federación de campesinos. Hasta el punto que participé en mítines hablando. Fui el primer cura que salió en un mitin a hablar, con bastante escándalo para unos y para otros sorpresa y para mí también con dificultad, porque no era fácil asumir el hecho que en un medio piadoso desde el punto de vista religioso, como es la Convención, el que un cura saliera en un mitin a hablar de derechos humanos, de los derechos de la gente. Y eso me fue aprisionando, aprisionando en el buen sentido de la palabra. Y recuerdo que me tocó participar en una movilización social a Cuzco, que quizá fue el punto más álgido del tiempo que yo estuve allí. En una movilización en pro de la hoja de coca que duró once días. Fue una movilización de diez mil campesinos tomando Cuzco. Once días en que los campesinos fueron los dueños de Cuzco y en el que el gobierno jugó como siempre un papel a desestabilizar la movilización. Durante esos once días yo también estuve en la comisión que dialogaba con las autoridades y vi de cerca la manipulación que las autoridades hicieron de todo el movimiento y como poco a poco fueron estirando el proceso para que la gente se desgastara porque los recursos económicos sobre alimentación de esas miles de personas, pues se quedaban sin alimentos y entonces, pues claro, al final la gente sin alimentos, abandonadas las chacras, llega un momento en que no pueden aguantar más. Y efectivamente, a pesar de la huelga de hambre que se hizo de casi cien campesinos metidos en San Pedro, una de las iglesias y a pesar de las presiones, llegó un momento en que se vió que no se daba más de sí y hubo un componéndum con las autoridades y se salió del paso como se pudo. Pero esa movilización a mí personalmente me enseñó mucho: a confiar muy poco en las autoridades políticas en caso de movilizaciones sociales y a confiar mucho en el campesinado, en la capacidad del pueblo para luchar por sus derechos. Cuando me fui, en los gobiernos de Fujimori, que ya no estuve yo aquí, el movimiento campesino perdió mucha dinámica, que parece ser que lo buscó el gobierno directamente: el destruir la movilización social. Cuando terminó Fujimori, parece que adquirió más fuerza y ahora desconozco el nivel que puede tener. Ahora, de lo que estoy convencido es de una cosa: que la Convención, vista la historia del último siglo, pues es que el movimiento popular, fundamentalmente ligado al sindicalismo en la convención, es el termómetro para medir el progreso de la provincia. Si el termómetro ese, mide alto, la provincia va bien. Si ese termómetro está bajo, la provincia no marcha. Entonces creo que es un elemento

S E M B L A N Z A

de juicio, por lo menos para mí, muy válido. No son las autoridades las que hacen que la provincia funcione, no son el gobierno o las petroleras las que dan los recursos; son los movimientos sociales en la Convención los que arrebatan los derechos a las autoridades y los que arrebatan los recursos a las empresas que vienen a trabajar aquí. Entonces como eso se paralizó, las empresas salen por sus fueros, el gobierno hace lo que le da la gana y la provincia se queda sin posibilidades. Pregunta: ¿Qué función cumplió la radio en todo este proceso? Respuesta: De Radio Quillabamba, sobre todo quiero destacar que en la época en que estuvo el P. Rufino de director, tuvo las cosas muy claras. Cuál era la función de la radio. La radio para el P. Rufino y yo estaba de administrador y del equipo de la radio, era un poco el portavoz del pueblo, de la Convención. No que nosotros fuéramos la voz, no es darles voz a los pobres, es dejar que los pobres hablen. Que hablen su propio lenguaje, y participen en sus propias luchas a través de un medio de comunicación. Creo que desempeñó un papel muy importante y creo que lo sigue desempeñando, por lo menos en aquellos años lo desempeñó. La prueba está en que, como los movimientos populares, la radio terminó con un atentado por parte del ejército que no pudo soportar la crítica que se hacía en la radio y puso unas bombas en los transmisores y una bomba en un Land Rober de uno de los médicos que había denunciado en radio Quillabamba los problemas de derechos humanos que existentes en la ciudad. Para mí, desde el punto de vista de la parroquia, había entonces como dos plataformas sobre las cuales uno podía trabajar con mayor ahínco, uno era la radio y otro era el tema de las comunidades campesinas. Siempre que las comunidades campesinas estuvieran en conexión, en colaboración, en unión con el movimiento sindical que hay en la provincia. No como dos entidades contrapuestas, sino en colaboración plena en la lucha por los derechos de la gente que vive, que es por lo que estamos todos, sea desde la parroquia, sea desde los sindicatos. Pregunta: ¿Cómo ha nacido ese sentimiento de escribir acerca de la historia, aunque sea de forma novelada. Y de veinte años a esta parte: cómo ves la situación actual? Respuesta: La novela surgió por una cosa muy sencilla. Yo creo que una de las cosas que tiene que tener el que quiera trabajar socialmente en La Convención, es que tiene que conocer la historia y la problemática a fondo. No se puede trabajar con una epidermis, por encima. Yo tuve siempre una preocupación por conocer la problemática social lo mejor posible y la historia. Entonces ya allí estaba en la idea de escribir una historia sobre La Convención. Bueno escribí un folleto que publicó el Instituto Bartolomé de Las Casas sobre los movimientos populares del año 1940-1980. Pero quería hacer una historia más completa. Como cuando me fui a

S E M B L A N Z A

España eso era imposible por el tema de no encontrar fuentes con las que consultar la historia, pues me dio por hacer un relato de ficción en el cual se recogiera el espíritu de la Convención. Es decir, para mi era coger la historia de la historia o digamos el carisma de la historia de este pueblo, el alma del pueblo convenciano. Y eso quiere reflejar la novela. Si se ha conseguido o no, eso cada uno que lo lea puede decir si está conseguido o no. Ahora como veo yo La Convención. Vine hace ocho años también en un paso esporádico y ahora llevo también unos días por aquí, es difícil hacer un juicio desde un recorrido tan breve. La impresión que uno tiene, habiendo recorrido desde Quillabamba hasta Sepahua, es que la población, sobre todo en el Bajo Urubamba y en la última parte antes del Pongo, se ha multiplicado mucho. Así como parece ser que la ciudad de Quillabamba ha crecido también mucho. Pero en los alrededores de Quillabamba se mantiene la población, pero no ha crecido porque no puede crecer porque el elemento agrícola no da para más. Pero sí se ha colonizado todo el bajo Urubamba, sobre todo esa parte cercana al Pongo. No puedo apreciarlo a fondo desde la avioneta, pero se ve toda esa parte colonizada. Por aquí se ha introducido mucha gente. Lo que yo no se es si los movimientos populares han calado en esta gente nueva que ha venido. Porque claro, los movimientos populares en La Convención nacieron cuando había unas grandes dificultades en los tiempos de los hacendados, con una lucha a vida o muerte. Así decían: "Tierra o muerte" el slogan clásico de la lucha. Pero ahora yo no sé si la gente que viene de la sierra o se traslada al interior, tiene este sentimiento de lucha por sus derechos. Da la impresión de que la situación está como apagada, como que no se siente esa necesidad. Sin embargo yo pienso que los problemas de La Convención están ahí y son tan agudos como los de hace veinte o treinta años. Pienso que el problema de la tierra no está resuelto, porque no lo resolvió la reforma agraria y el gobierno nunca ha tenido intención de resolverlo. Los problemas de comunicaciones, aunque se han hecho carreteras, ha ingresado la luz y la televisión, lo cual son elementos positivos, sin embargo no parece tampoco muy acabados. Se ha suprimido el tren, que es una lástima. La provincia ha perdido ahí un medio de transporte fundamental en una comunidad. Sobre todo ha desperdiciado un medio que ya lo tenía. O sea que eso es un retroceso tremendo desde mi punto de vista. En educación, me da la impresión que ya en mi tiempo se ha expandido mucho, se ha expandido incluso los centros de secundaria. Ya hay universidad en Quillabamba. Pero quizá falta una dinámica de carisma educativo. Siempre me ha admirado el deseo de los padres de familia de La Convención de que sus hijos estudien. Pero siempre ha cojeado la educación convenciana por la parte técnica, es decir, por la parte del profesorado, de las instituciones; siempre me han parecido pobres, no solamente en recursos, sino quizá en entusiasmo por la educación. Yo pienso que la educación es uno de los pilares. La salud parece que

S E M B L A N Z A

también se ha expandido aunque pienso que faltarán recursos muy elementales todavía en la provincia. Entonces, bueno, hay una serie de elementos positivos en la provincia que uno ve, aprecia en este viaje tan rápido y hay unos elementos también negativos que uno ve con cierta preocupación. Parece que están necesitando un liderazgo fuerte por parte del campesinado, por parte de las organizaciones populares. Se están necesitando líderes sólidos, que vuelvan a unir a La Convención en torno a la problemática más fundamental. Por ejemplo: el problema de la coca sigue ahí, el problema del café sigue ahí, el problema de las cooperativas, en lo que tienen de problema, sigue ahí, y entonces mientras no haya un liderazgo, no haya una organización sólida que sea la que tire del carro, pues vamos renqueando y los problemas van a tener grandes dificultades para solucionarse. Pregunta: ¿Cómo ves las Comunidades Nativas? Respuesta: Yo tengo la sensación por la historia de la provincia que voy reconstruyendo, que el problema indígena en la región es un problema muy antiguo y que es un problema que observo desde el punto de vista del territorio. Los indígenas permanentemente están cediendo territorio a otra población. No hablo ahora en concreto si a la quechua o no, porque en otro momento no ha sido la quechua, sino que ya el imperio incaico empujó a los indígenas lo sacó de cierto sitio, como está comprobado, del valle de Amaibamba, los arrojó de ahí. Vinieron los españoles, los españoles crearon haciendas en todo el contexto de Quillabamba, Maranura, Echarati, y arrojaron a los indígenas hasta Cocabambilla. En el siglo XIX, la tierra de infieles que decían entonces, empezaba en Cocabambilla, cuando antes habían llegado a Machu Picchu. Después vino la invasión, digamos, de la gente de la sierra y de aquí de la provincia y los indígenas han retrocedido hasta Koribeni. Y ahora evidentemente los están empujando y dentro de poco, si se descuidan, están debajo del Pongo. Ese es un problema importante a analizar. ¿Cómo está el mundo indígena? Yo pienso que en los últimos años, yo conversaba con un médico ahí en Sepahua, se ha multiplicado el pueblo indígena de La Convención. Sobre todo los machiguengas, que son los que más abarcan de la provincia, se han multiplicado mucho. Es decir, poblaciones como la de Timpía, Kirigueti, Sepahua, en los últimos años se han multiplicado por dos o por tres, entonces la población ha crecido. Mi impresión de Koribeni, Timpía, Kirigueti y Sepahua, es que también la población indígena ha madurado. Es decir, posiblemente el elemento educativo se ha promocionado mucho, ha ayudado enormemente a este grupo indígena a crecer y hoy en día ya están plantando cara a la sociedad nacional, y esto es muy importante. Es muy importante que, así como reclamamos la organización social para el mundo quechua, para el mundo que ha sido el habitante de Quillabamba y entorno, es muy importante que para el entorno de lo que son las comunidades nativas la organización social se potencie. Digo lo mismo que en el mundo quechua. Yo tengo una convicción: de que ese es el termómetro para medir la vitalidad de un pueblo y para medir el avance de un pueblo.

S E M B L A N Z A

SE FUE EL COLEGA Fr. Roberto Abalos Illa, OP Misión San José de Koribeni

ació a los pies de la Peña de Francia. De ahí brotó uno de sus manantiales o carismas: el amor a la Virgen. El Santuario es uno de los más populares no solo de Salamanca, sino de España. Este carácter popular, le llevó a defenderlo y mantuvo, junto con su comunidad de Babilafuente, una polémica frente a convertirlo en hotel para turistas. En sus vacaciones, siempre acudía al convento de este santuario y permanecía muchos días en él, disfrutando de la paz y escribiendo, siempre acompañando a su viejo amigo y "colega" como le gustaba llamar a sus más íntimos amigos, Ángel Casado, con quien compartió ideales misioneros en La Convención. En la Peña adecuaron una de las salas del viejo convento hasta convertirla en un hermoso salón museo donde colgó mucho de su arte fotográfico. He repasado muchas de las fotos que guardo de él. Una de ellas a su llegada a Lima con sus veintitantos años, junto al pozo de Santa Rosa, con un grupo de compañeros, entre otros el P. Santiago Echeverría. Quizá en la que es su última fotografía, se le ve sentado con otros enfermos ancianos misioneros que han regresado "ad fontes". El pozo era una querencia. Cuando comenzó a compartir la casa dominica de Babilafuente, la comunidad campesina en Salamanca, el bueno de Paco, actual obispo de nuestras misiones, le ofreció su habitación que era la mejor. Se asomó al balcón que daba a un pequeño jardín interior y observó que justo debajo, había un pozo con hermoso brocal de pedrería. Se quedó pensativo y dijo: mejor me meto en otra porque sino,

Eligió esta comunidad porque era lo que más se adecuaba a su carácter y a su vocación: el campesinado. Allá, en las largas charlas que mantuvimos, conocimos mucho de Quillabamba por todo lo que apasionadamente contaba. Hablaba mucho de los campesinos, las cooperativas agrarias, los problemas y conflictos sociales, la belleza del valle de la Convención: su inmensa riqueza de orquídeas, de las que poseía una gran colección de diapositivas de enorme belleza. Pronto comenzó a trabajar en varios proyectos, todos ellos relacionados con su amor y compromiso por La Convención. Soñaba con esta tierra. Hasta noveló sus desvelos. En poco tiempo, realizó una tarea admirable.

S E M B L A N Z A

cualquier día me encontráis en el fondo. Esto nos dio motivo de reflexión y, aparte de taponar el pozo, comentamos años después cómo había llegado de deprimido y cómo había levantado ahora que estaba en plena euforia y sobrado de proyectos hasta el punto que nos mareaba a diario contándonos todos ellos. Aparte de eso, se encerraba en su habitación, desconectaba su auricular y aunque llamase el Señor, aporreando la puerta como diariamente lo hacían muchas personas, él no se inmutaría. Un año más tarde, llegamos a decir con humor que cualquiera de nosotros podría tirarse al pozo menos él.

Nuestro hermano y colega conventual Quintín, recuerda del tiempo compartido en Babilafuente su gran laboriosidad y constancia en el trabajo de cada día, a un ritmo muy alto. Fue pedagogo y testigo de su aprendizaje, a su edad avanzada, en el oficio de escritor de ficción, ya que no disponía de materiales ni fuentes originales para la historia de La Convención que era su pretensión y obsesión. "Se puso a leer novelas buenas del momento con una intensidad de novato. Llamaba la atención. Luego comentábamos mucho en los paseos que dábamos por la tarde todo lo que iba leyendo. Y se fue formando un juicio crítico propio. Cuando se vio con un mínimo de seguridad, se lanzó a escribir su propia obra. Recuerdo que en los primeros borradores le corregía muchas cosas. Al poco rato ya venía con las

S E M B L A N Z A

correcciones incorporadas. Y enseguida con un capítulo nuevo. Tenía un gran ritmo de trabajo creativo, aunque no le gustaba la tarea de corregir y pulir el estilo literario". Otra de las características, recuerda nuestro hermano, era su capacidad artística puesta al servicio de la gente campesina. Así cuajó la idea de un Archivo fotográfico sobre el patrimonio Histórico Artístico de Las Villas. "Lo concibió como una forma de fijar, de salvar un patrimonio que estaba desapareciendo. Salvarlo para las generaciones posteriores. Y mostrarlo a todas las personas actuales: que conocieran las cosas de valor artístico, histórico y medioambiental que había en sus respectivos pueblos y comarca. Se fue de pueblo en pueblo fotografiando y hablando con la gente". También fue corresponsable del libro: "La huella que somos", con fotografías suya de gran valor testimonial del patrimonio de la zona. Colaboró intensamente en el Aula de Educación de Adultos que la comunidad de Babilafuente fundó y mantuvo desde el inicio del trabajo pastoral en esta zona campesina de Castilla. Asesoró a los hombres y mujeres de estos pueblos sobre todo en cooperativismo. Ejerció de párroco en Moríñigo, uno de los pueblos asignados a la comunidad, donde llamaba la atención por sus consejos y homilías. Otra de las características de su personalidad, recuerda Quintín, fue su capacidad de trato y cercanía a los niños. "Dio varios años clase en el colegio de enseñanza primaria de Babilafuente. Y llevó también durante años las tareas de catequesis en la parroquia de Villoria. Un hombre en apariencia áspero, en formas y maneras de trato, se trasformaba en presencia de los niños. Cambiaba de expresión, de gestos, de palabras. Todavía estos días, cuando se ha sabido la muerte de Alfredo en nuestros pueblos, varias madres me han recordado la impronta que dejaban en los niños. Cuando llegaban a casa después de haber tenido clases con él, contaban y reproducían de forma espontánea y muy impresionados, todo lo que Alfredo había hecho, enseñado o propuesto en clase. Cuando salíamos de paseo él y yo, si nos cruzábamos con niños en las calles del pueblo, venían corriendo a

Recibió con entusiasmo la doctrina del Vaticano II, sobre todo la cuestión social. Llevado de este interés, salió a estudiar y perfeccionarse en esta materia en una barriada de Lima. Fruto de estos estudios nacieron muchas obras sociales en La Convención. Un hombre y fraile misionero dominico con una gran sensibilidad por los empobrecidos. Podemos decir que todos sus múltiples proyectos estaban orientados hacia la facilitación de una vida más humana de los más necesitados. La radio, las cooperativas, las becas, la oficina de derechos humanos que él fundó y con la que ha seguido colaborando. Un hombre siempre orientado por el evangelio de Jesús, del que siempre fue seguidor e intérprete. No se conformaba con la doctrina oficial, a él le gustaba ir a las fuentes, como en cualquier documento histórico. Nos dejó ese manual práctico para entender la palabra de Dios, sobre todo el Evangelio de Jesús. En Chile siguió cursos de pastoral catequética que le llevaron a la fundación de las Comunidades Cristianas Campesinas de Quillabamba, labor de la que fue abanderado su gran compañero, colega y amigo el P. Angel Casado.

S E M B L A N Z A

saludarle y festejarle: Le cogían de las manos, jugaban con él. Hasta que les despedía para seguir paseando Ahora, después de su muerte, me paro un momento y pienso que Alfredo era un seguidor de Jesús de Nazaret porque supo "abrazar y bendecir a los niños" con los que se cruzaba".

Pero su corazón estaba aquí, en la Convención, en Quillabamba. No había conversación con él en Babilafuente donde no sacara a relucir la Convención. Desde Babilafuente siempre estuvo informado de todo lo que sucedía no solo en Quillabamba y la Convención, sino en todo el Vicariato y sus proyectos. Saludó con mucho interès el proyecto misionero que un grupo de jóvenes iniciaban en Koribeni en 1.997 a los que escribí: "Me alegra mucho por vosotros y por el Vicariato el que los jóvenes os lancéis a un proyecto nuevo; y sobre todo me alegra el que lo abordéis como grupo, como equipo. Me parece de sumo interés el poder reflexionar desde los inicios en una

S E M B L A N Z A

tarea de evangelización sobre todo si se dirige al mundo nativo. Todavía hace unos meses cuando estuvo por estos lares Ignacio Iráizoz discutíamos sobre el asunto. Yo defendía que en la tarea misionera con nativos no existía en la historia del Vicariato una experiencia "comunitaria", de equipo, sobre el significado de nuestra presencia en el mundo nativo. No cave duda que han existido muchas experiencias, pero no contrastadas en equipo, fruto de ello me parece es la inexistencia de un conjunto de criterios sólidos en dicha acción, y el que cada misionero haya hecho las cosas en el puesto de misión de acuerdo a sus buenos o malos criterios. Mi corta experiencia en un puesto misional: dos años y medio, me permitió constatar esta carencia y la necesidad de realizar nuevas experiencias que nos permitieran esclarecer la apasionante y difícil tarea del significado del encuentro del cristianismo con culturas totalmente ajenas a él. Mucho me gustaría, y por ello os lo deseo, que tengáis éxito en la empresa que comenzáis. Seguiremos vuestra experiencia desde la retaguardia. Dios quiera que no os sintáis atrapados en esta tarea por ningún credo ni por ninguna norma. Saludo a todos los colegas, especialmente para Paco". En esta última y demasiado breve etapa desde su regreso a Quillabamba, ha realizado un trabajo ímprobo y maravilloso: edición de libros, impulso fundamental a Radio Quillabamba, exposiciones, semanas de reflexión en torno a temas sociales, impulso a la oficina de derechos humanos de la parroquia, centro a Internet en locales de MISEMA, becas para jóvenes estudiantes, cursos y programas de biblia y otros muchos proyectos que se han quedado truncados. Trabajaba en la nueva ubicación de la antena de Radio Quillabamba. También en la próxima residencia de ancianos de esta ciudad. Su entusiasmo se contagió a muchos ciudadanos de Quillabamba en la lucha por recuperar el tren para la ciudad. Tenía proyectado instalar en una de las plantas del nuevo edificio de Radio Quillabamba, un centro de producción de materiales audiovisuales y un estudio de TV, además de una escuela de medios de comunicación social. En su enfermedad nos ha dado ejemplo de aceptación y entereza ante lo que él sabía era próximo. Sabía que tenía el tiempo contado y que era breve. Aún así, lo programó y seguía con sus proyectos. No le ha dado tiempo de cumplirlos. Seguirá desde arriba pensando en ellos, en todos nosotros, sobre todo los más necesitados. Y a fe que ha de estar soplàndonos los oìdos a cada rato. Las homilías del padre Alfredo han quedado grabadas en la página Web de Radio

S E M B L A N Z A

Quillabamba. Acabo de escuchar la última: "Como ovejas sin pastor". La dedicaba a la situación de las comunidades nativas en huelga amazónica. Otra gran preocupación suya. Sus homilías eran un ejemplo de su sensibilidad y concreción evangélica a los tiempos que vivimos, como en su día lo hacía Jesús. La despedida de todo el pueblo Convenciano ha estado en consonancia con lo que él gustaba repetir: "Nunca te equivocarás si estás de parte del pueblo". Este pueblo ha demostrado siempre tener un buen olfato para distinguir a quien de verdad le quiere y lo demuestra con el sacrificio de su vida. Al P. Alfredo, todo el pueblo y sus organizaciones, han salido a despedirlo como pocas veces se ha visto. Lágrimas, flores, vivas y aplausos jalonaron su último paseo. Nos ha dejado el padre Alfredo, el compañero misionero, el colega, el amigo, el hermano. Nos quedamos "como ovejas sin pastor"; pero nos ha dejado un camino sembrado de vida y proyectos que nosotros debemos perpetuar para dar vida a nuestra tierra y sentido a su memoria.

El día 18 de enero del presente año, en el Santuario de Santa Rosa se realizó la misa en cuerpo presente del P. Alfredo Encinas, la eucaristía fue presidida por Mons. Francisco González quien junto a la comunidad de frailes, religiosas, laicos y amigos dieron el último adiós a nuestro querido hermano y amigo P. Encinas. Posteriormente el cuerpo fue trasladado a Quillabamba donde fue sepultado.

S N

Misa de exequias de Fr. Alfredo Encinas

Un día antes, 17 de enero, día en que falleció, fue velado en la capilla del Nacimiento de Santa Rosa de Lima. Instituciones y amigos hicieron llegar arreglos florales con tarjetas que expresaban el agradecimiento a Dios por la vida de Alfredo y palabras de pesar por su partida.

Crónica en fotos

¡Descansa en paz Alfredo!

PERÚ: Padre Álvarez Lobo señala que la exclusión y los decretos causaron “Baguazo”

Noticia publicada en Servicios en Comunicación Intercultural - Servindi

Servindi, 2 de enero, 2010.- La marginación y la exclusión estructural fueron las "causas responsables" de fondo, y los decretos y las ventas de tierra, entre otros hechos, fueron "los detonantes" de los sucesos de Bagua afirmó el padre Álvarez Lobo, miembro de la Comisión Investigadora formada por el Ejecutivo (imagen TVE). El padre -que se encuentra entre los que suscribió el Informe que ha generado fuertes cuestionamientos- indica que aceptó ser miembro de la Comisión de Bagua para denunciar la marginación que se reproduce casi en toda la Amazonía y de manera específica contribuir a producir un cambio en el Urubamba y Alto Ucayali, lugares donde él labora. A través de un comentario ingresado al blog Servindi, el padre Ricardo Álvarez Lobo reconoce que "Bagua es el símbolo de lo que estaba pasando en la selva con los indígenas" y que "lo mismo pudo haber pasado en otros lugares" pues "los indígenas habían llegado al límite de aguante". El religioso dominico aceptó integrar la comisión para "simplemente aprovechar la oportunidad de liberar a los indígenas del Urubamba y Alto Ucayali de la exclusión y marginación a que estaban sometidos desde hacía siglos" y decir algo de lo que pasa en esta zona. Sostuvo que si bien existen diferencias históricas y etnográficas entre los indígenas del norte -como en Bagua- y los del sur -donde el labora-, los problemas de marginación estructural, los hechos detonantes y el movimiento de reivindicación son los mismos. Expresó su preocupación por que el Instituto de Desarrollo de los Pueblos Amazónicos, Andinos y Afroperuano (INDEPA) tenga un depósito de un millón ochocientos mil dólares "que ahora ha aumentado casi el doble" que pertenece a los nahua, kogapakori y nanti pero que ellos no pueden utilizar por figurar entre los "aislados".

S A I C N

El padre Ricardo Álvarez Lobo es antropólogo, miembro del Centro de Estudios Sociales Sepahua (CESS) y autor de numerosas publicaciones sobre los pueblos indígenas.

El padre finaliza su comentario indicando que "estas causas son las que queremos combatir y anular, a lo que algunos se oponen". Agrega que lamenta "que vivamos entre personas e instituciones que marginan y esclavizan a los indígenas y que no se les pueda tocar" aunque no precisó a qué instituciones se refería.

Los indígenas no pueden hacer uso de ese dinero a pesar que tienen necesidades de educación y salud porque "son aislados" y "supuestamente no tienen capacidad para adinistrar ese dinero" expresó. "Los misioneros trabajamos por que esto se cambie y buscamos los medios para que se de a cada cual lo que es suyo".

S E M

ACLARACIONES AL MANIFIESTO DE LOS SUPERIORES MAYORES DE LA CONFERENCIA DE RELIGIOSAS DEL PERÚ (C.R.P.)

Fr. Ricardo Álvarez Lobo, OP Misionero Dominico

Como miembro de la Comisión Especial para investigar y analizar los sucesos de Bagua, soy consciente que el documento final presentado por dicha Comisión no es perfecto; pero también tengo la certeza de haber realizado un trabajo mesurado y serio. Por ello deseo hacer algunas aclaraciones acerca de lo expresado en su manifiesto, publicado en un Diario de la Capital, el día 3 del presente mes. 1) No es cierto que la Comisión haya señalado como principal causa de la protesta que los indígenas no "comprendieron bien" el contenido de los decretos legislativos, debido a que hubo dirigentes gremiales… Esto no corresponde a la verdad y personalmente pudo demostrar, a través de mis escritos y publicaciones, que durante toda la vida he luchado por revindicar el reconocimiento pleno de las facultades intelectuales y la expresión cultural de los pueblos indígenas. 2) Por el contrario sí señala como elementos subyacentes: los niveles de pobreza de las comunidades nativas, la exclusión económica, social y étnico-cultural, la situación de abandono, marginación… de las mismas. También manifiesta como causas coyunturales: la promulgación de decretos por parte del ejecutivo, la ausencia de diálogo y consulta, la dilación del Congreso en el cumplimiento de sus funciones… 3) No se puede admitir que por algunas expresiones concretas del Documento, sobre las cuales se puede discrepar legítimamente, se trate de desacreditar un amplio trabajo realizado con responsabilidad y de modo plural.. 4) El retiro de la Hna Maria del Carmen fue una decisión personal de ella. Todos los miembros de la Comisión hemos tenido los mismos derechos y obligaciones; hemos asumido unos criterios éticos de comportamiento y trabajo; nadie ha sido excluido por sus opiniones ni modo de pensar y hemos aceptado libremente el formar parte de dicha Comisión. Llegado el momento de concretar aportes y sugerencias para redactar el documento final, la Hermana no aportó nada significativo en este sentido; por el contrario, tomando las propuestas de los demás miembros, en orden a elaborar un plan de trabajo, decidió darlo a conocer en otras instancias. Al pedirle una explicación sobre su comportamiento decidió separarse voluntariamente.

S E

5) El modo de pensar del Presidente de la Comisión, Sr. Manacés Valverde, puede encontrarlo en la entrevista realizada por la periodista NN del Canal N, donde se expresó de modo directo y espontáneo sobre el texto definitivo del Documento.

6) Ninguna de estas dos personas ha dejado de pertenecer a la Comisión o han sido excluidas por ella; la prueba más evidente es que todavía siguen ejerciendo como administradores de los recursos asignados para su funcionamiento.

7) Deseo pedir a La Conferencia de Religiosos y Religiosas del Perú me conceda el mismo trato que el otorgado a la Hna Maria del Carmen Gómez Calleja. Como ella, también soy misionero, religioso y miembro de la Comisión para investigar lo sucedido en Bagua. Nunca se me ha pedido manifestar mi opinión sobre ello. El contar solamente con la versión de una de las partes, lleva a generar serias dudas sobre la imparcialidad de su pronunciamiento.

Según me manifiesta mi Superior Mayor, Fr. Luis Verde Irisarri, el acceso a la información sobre su pronunciamiento, lo ha tenido a través de la prensa escrita de la Capital. Deseo manifestar mi voluntad de diálogo con todas aquellas personas que deseen hacerlo de modo serio y responsable. Lima 5 de Enero de 2010

A C

Ocurre en el Colorado

Fr. Pablo Zabala, OP Boca Colorado - Puerto Maldonado

Su bronca Me llaman por teléfono. Cuando me disponía a dar de comer a las gallinas alguien me grita. Corro mientras escucho la cuarta timbrada.

§ Soy el padre Miguel, desde Quincemil. § Aquí está Óliver. Los otros llegan corriendo y les dejo pegados al auricular recibiendo noticias de los suyos y contando sus aventuras.

§ El padre Miguel quiere hablar con usted. § Tú dirás. § Por si necesitas más chicos hay otro grupo dispuesto a ir a Colorado a trabajar. § Pregúntele los nombres, me insinúan los chicos y mientras les voy repitiendo

hay un gesto de sorpresa y disgusto. Paso el fono a Miguel para que se entienda con su tocayo el P. Miguel. § ¿Quién más va a venir? ¡Uuuy! Es su bronca, mejor que no vengan. Óliver es el que repite: que vengan. James insiste: yo me marcho. Son muy traviesos, fosforito, enseguida se amargan, medio locos. § Ya ves, parece que no se llevan. Lo dejamos para otra vez. Ellos están dispuestos a seguir en el trabajo de Paujil enero y febrero. Más bien les aclaro que yo en febrero tendré que ir a Lima al capítulo de los frailes y que pensaba sólo en enero, por eso si se puede avanzar, mejor. Los otros chicos se pueden dedicar a otro trabajo, recoger el maíz de la chacra, hacer el camino, acarrear el material y se verá cómo trabajan. Aún con mala cara, como disgustados, todos repiten: que vengan. Vuelta a llamar a Quincemil. Unos teléfonos ocupados, otros no responden, al fin le van a pasar el mensaje al P. Miguel. Para más seguridad, antes de misa, acierto a comunicarme y casi adivino su sonrisa.

§ Tú diles cómo está el ambiente y ya los domesticaremos aquí. Me alegra que los chicos tengan ganas de trabajar. Suele resultar que por ganar

Quiera Dios que completemos la tarea para julio y agosto en que Europa se va de vacaciones.

A C I N Ó

Ahora a esperar que lleguen en la tarde de este domingo. Yo que pensaba que para el 4 de enero se iba a cerrar las actividades. Hay que dejarse llevar por las circunstancias, se conoce que Dios tiene interés en que se acabe el albergue turístico. De momento ya nos están pidiendo plaza desde Italia.

No me canso de llamarles incultos, cada vez que hacen algo mal. Consiste en hacerles ver el fallo y dejarlo ahí, para otra vez será mejor, y así ocurre. Lo más importante es que todo lo que hemos hecho en Paujil es su obra, todos han puesto alguna idea y sobre todo su sudor, lo que van a enseñar a sus nietos.

20 solitos se van formalizando. Normalmente me resulta más caro que contratar a un obrero de verdad, pero lo que yo busco es educar, aunque salga peor, van aprendiendo.

Mi zoo Cuando llegué a Colorado la ventana de mi habitación era una tapa de calamina sobre un marco de madera pendiente por unas bisagras del listón de arriba. Una tabla con punta en un extremo y corte en v en el otro servía para mantenerla abierta. Lo primero que encargué a Elmer fue hacer unas persianas de tablas movibles cubiertas por fuera con tela mosquitera para impedir la entrada de los insectos. Al hacer la cocina, comedor enfrente nos quedamos a oscuras y para siempre las persianas quedaron abiertas. Lo que no me imaginaba yo es que había construido todo un zoológico silencioso. Al cabo del tiempo se ha ido poblando de telarañas.La malla mosquitera tiene la

A C I N Ó R C 40

doble función de no dejar entrar y a la vez impide salir a los que se han colado por otros caminos. De modo que es un sitio privilegiado de caza y captura. Allá van a parar mariposas, hormigas, zancudos, chicharras… todo ser diminuto que pueda volar. Se aprecia mariposas colgando envueltas en una fina bolsa como jamones en espera de una fiesta, hamacas conteniendo multitud de huevecillos casi transparentes. Cualquiera que venga de fuera se queda mirando estupefacto, parecería una suciedad en extremo, para quitar dudas les comento: es mi zoo. No me he tenido que preocupar de hacer sus instalaciones, procurarles el alimento, servicio veterinario… tampoco cobro entrada. Pero cierto que hace tiempo que duermo sin mosquitero, aunque siempre se me acerca algún alado sanguinario que procuro repelerle con un chorro de insecticida para perfumar la cama. Y se nota la agresividad de los vivientes en cuanto salgo de mi habitación.

S A

Capítulo Regional Intermedio y reunión del Consejo del Vicariato

Del 9 al 11 de febrero se realizó en Lima el capítulo regional intermedio de nuestro Vicariato. Comenzó el Capítulo con la presentación, a cargo del prior provincial, de las Actas del último Capítulo Provincial, seguido de un amplio diálogo con la Asamblea. A continuación el prior regional presentó con detalle el proyecto de presencias significativas en el Vicariato delineado en las Actas del Capítulo Provincial. Nos detuvimos en la planificación de una presencia compartida en Puerto Maldonado con la Provincia de San Juan Bautista del Perú. El capítulo aprobó por unanimidad iniciar este proyecto. También se dialogó sobre el proyecto de las distintas zonas: bajo Urubamba, alto Urubamba, Madre de Dios y Lima. Además, se aprobó el estatuto para los residentes enfermos y mayores en Lima y se revisó el estado de cuentas y la marcha de la economía del Vicariato. Por último, se informó sobre el proyecto de voluntariado y se dialogó sobre algunos aspectos de la formación después de escuchar el in-forme de los estudiantes. El 12 y 13 de febrero continuó su trabajo el consejo del Vicariato con el prior provincial para perfilar los asuntos que serían tratados en la reunión con el consejo de la provincia del Perú, los aspectos organizativos del Vicariato, sobre todo de la atención a Radio Quillabamba y a la presencia de Koribeni, y se revisaron los proyectos a presentar al Secretariado de Selvas Amazónicas para su financiación.

S A N

Primera reunión conjunta de los consejos de la Provincia San Juan Bautista del Perú y Vicariato Regional del Santa Rosa de Lima El domingo 14 de febrero, en el convento de San Alberto de Lima, se llevó a cabo la primera reunión conjunta del consejo de Provincia de la Provincia del Perú y el consejo de nuestro Vicariato con el prior provincial de España. La reunión comenzó por una presentación de la realidad de ambas entidades, tanto en el número de frailes y comunidades como los principales proyectos pastorales y sus prioridades. Después se entró a analizar la propuesta de una presencia compartida por ambas entidades en Puerto Maldonado, que en breve comenzará su andadura. A continuación se repasaron las distintas etapas de la formación compartida que ya lleva diez años de camino y se fue dialogando sobre los criterios de las distintas etapas. Por último, se hicieron algunas propuestas de colaboración entre ambas entidades (ejercicios espirituales conjuntos, reunión anual conjunta de los dos consejos, catálogo común…) con vistas a un mayor acercamiento y para avanzar en planteamientos y proyectos conjuntos de cara al futuro. La feliz y prometedora reunión concluyó con una comida conjunta en la casa de formación.

A C I N Ó R C

Crónica en fotos

S N

Reunión del CIDAL

Del 31 de enero al 6 de febrero tuvo lugar en São Paulo (Brasil) la reunión de CIDALC, este año bajo el signo de los 500 años de la llegada a América de la primera comunidad de frailes en 1510. 500 años después podemos constatar la enorme vitalidad de la Familia Dominicana en América Latina y el Caribe. Dos días de la reunión fueron compartidos con las dominicas, reunidas al mismo tiempo en una casa de espiritualidad cercana. La reunión de CIDALC contó con la presencia del Maestro de la Orden, quien avanzó el principal contenido de su Relatio al próximo Capítulo General. Además se presentaron los informes de las diversas regiones y de los promotores de CIDALC, a lo que siguió un lúcido comentario de Fr. Felicísimo Martínez. Se eligieron los nuevos cargos para los próximos tres años y se determinaron propuestas para el Capítulo General de Ro-ma 2010. De nuestra provincia asistieron, además del prior provincial, los vicarios de Perú y Re-pública Dominicana, fr. Luis Ver-de y fr. Damián Calvo, el secretario general de CIDALC, Fr. Javier Martínez, y el delegado de nuestros vicariatos al Capítulo General, Fr. Miguel Ángel Gullón.

Presidió la celebración en el Santuario de Santa Rosa Mons. Fr. Francisco González, predicó el prior provincial de España, y asistieron también el prior provincial de Perú y el maestro de estudiantes de la casa de formación de San Alberto (Lima).

S C I T O N

El sábado 13 de febrero, Fiesta del Beato Jordan de Sajonia, celebramos con gran alegría la profesión solemne de Fr. Juan Carlos Villegas, un joven de 29 años de Lambayeque, que pertenece a nuestro Vicariato. La celebración contó con una gran presencia de frailes del Vicariato y de miembros de la familia dominicana así como familiares, compañeros de estudios y amigos de Fr. Juan Carlos.

Profesión Solemne

A C I N Ó R C 46

Crónica en fotos

S C I T O N

El 23 de febrero, Renovaron sus votos los Frailes estudiantes de nuestro Vicariato y los de la Provincia, la ceremonia se realizó en la capilla del convento de San Alberto Magno, donde está la sede del Estudiantado, fue una ceremonia sencilla pero muy emotiva. Fue una ocasión privilegiada pues tuvimos la ocasión de coincidir con todos los formandos de las diversas etapas además de los frailes de las diversas comunidades de Lima. Los que renovaron por nuestro vicariato fueron: Fr. Robinson Torre Solís, O.P; Fr. Jesús Bedoya Cereceda, O.P; Fr. Hilario Yucra Arnado, O.P; Fr. Edwin Silva Quispe, O.P; Fr. Luis Ricardo Villegas Ancajima, O.P; Fr. Wilfredo Severino, O.P; Alexander Valdivia Vásquez, O.P. Felicidades a nuestros hermanos y oramos por su perseverancia.

Renovación de votos

S N

Convivencia anual de Aspirantes Dominicos

Del 13 al 28 de febrero de 2010 se realizó la Convivencia anual de los Aspirantes a la vida Dominicana. Este año fueron 10 jóvenes asistentes a dicha convivencia y junto con el equipo encargado de Promoción Vocacional, han acompañado a los jóvenes en este primer paso en su deseo de ser parte de nuestra Orden. De nuestro vicariato son 5 los jóvenes que posiblemente iniciaran este año el postulantado. Desde ya Bienvenidos y oramos por su perseverancia.

S N

Taller de Misionología

Del 01 al 05 de febrero se realizó el curso de Misionología para estudiantes dominicos. Dicha actividad se realizó en las instalaciones del Centro Cultural José Pío Aza y contó con la presencia de Misioneros Dominicos y expositores invitados que abordaron temas referidos a los primeros trabajos misioneros y al contexto actual. Las exposiciones estuvieron a cargo de los sacerdotes dominicos P. David Martínez de Aguirre, P. Ricardo Álvarez Lobo, P. Roberto Ábalos, P. Daniel López y Pedro Rey. Asimismo, se tuvo la participación de la Hna. Amine Abrahao Da Costa representante de Centro Nacional Misionero (CENAMIS) de la Conferencia Episcopal Peruana. Además del aporte del P. Gianfranco Iacopi de las Obras Misionales Pontificias (OMP). La temática desarrollada estuvo enfocada en: Visión general de las Misiones en el mundo, Iglesia Misionera y Pueblos Indígenas, Historia de las Misiones Dominicanas e Interculturalidad y finalmente, Presente y futuro de la Acción Misionera Dominicana.

P U B L I C A C I O N E S

NUEVA PUBLICACION Titulo: Fr. José Pío Aza. Obras Completas Autor: Fr. José Pío Aza, OP Paginas: 626 Edición: Lima. C.C. José Pío Aza. 2009 Costo: 45.00 soles INDICE Prólogo Introducción General Primera Parte: Escritos Históricos-Geográficos Segunda Parte: Escritos Etnográficos Tercera Parte: Escritos Lingüísticos Cuarta Parte: Escritos Espirituales Quinta Parte: Cartas Familiares y Misioneras

RESEÑA José Pío Aza (1865-1938), Misionero Dominico en la amazonía peruana durante 32 años, es considerado uno de los pioneros de las misiones en el sur oriente peruano, por su labor de explorador, defensor de los nativos ante la explotación cauchera, evangelizador, fundador de puestos misionales, investigador de la geografía e historia de las regiones de Madre de Dios y Urubamba, y profundo conocedor de la realidad etnográfica y lingüística de los pueblos nativos que la habitan. La presente obra recoge todas sus investigaciones, comprendiendo un total de 6 libros y 18 artículos, estudios que fueran publicados entre 1922 y 1937, así como sus cartas personales encontradas que datan desde 1884 hasta el año de su muerte. Entre sus escritos destacan por su trascendencia social y científica: “Un Documento Revelador” (1919), “Apuntes para la Historia del Madre de Dios” (1928), “Estudio sobre la Lengua Machiguenga” (1923) y “Vocabulario EspañolMachiguenga” (1924). El aporte filológico de Pío Aza ha perdurado hasta la actualidad, pues su gramática machiguenga, sus tres vocabularios (machiguenga, huarayo y arasairi) y sus múltiples artículos de análisis lingüístico, son reflejo no solo de un gran servicio a la actividad misionera, sino de un destacado interés por dar a conocer la enorme riqueza de las lenguas americanas existentes en la amazonía, ofreciendo así un extraordinario aporte al rescate cultural de pueblos milenarios que, a comienzos del siglo XX, se enfrentaban a la mayor amenaza que en su historia hayan sufrido de marginación social y extinción cultural.

S T O

AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA BENEDICTO XVI

Palacio Vaticano Aula Pablo VI Miércoles 3 de Febrero de 2010

Santo Domingo de Guzmán

“Queridos hermanos y hermanas: La semana pasada presenté la luminosa figura de san Francisco de Asís. Hoy quiero hablaros de otro santo que, en la misma época, dio una contribución fundamental a la renovación de la Iglesia de su tiempo. Se trata de santo Domingo, el fundador de la Orden de Predicadores, conocidos también como Frailes Dominicos. Su sucesor al frente de la Orden, el beato Jordán de Sajonia, ofrece un retrato completo de santo Domingo en el texto de una famosa oración: "Inflamado del celo de Dios y de ardor sobrenatural, por tu caridad sin límites y el fervor del espíritu vehemente te consagraste totalmente, con el voto de pobreza perpetua, a la observancia apostólica y a la predicación evangélica". Se subraya precisamente este rasgo fundamental del testimonio de Domingo: hablaba siempre con Dios y de Dios. En la vida de los santos van siempre juntos el amor al Señor y al prójimo, la búsqueda de la gloria de Dios y de la salvación de las almas.

S T O N E M U C O D

Domingo nació en España, en Caleruega, en torno al año 1170. Pertenecía a una noble familia de Castilla la Vieja y, con el apoyo de un tío sacerdote, se formó en una célebre escuela de Palencia. Se distinguió en seguida por el interés en el estudio de la Sagrada Escritura y por el amor a los pobres, hasta el punto de vender los libros, que en su tiempo constituían un bien de gran valor, para socorrer, con lo obtenido, a las víctimas de una carestía. Ordenado sacerdote, fue elegido canónigo del cabildo de la catedral en su diócesis de origen, Osma. Aunque este nombramiento podía representar para él cierto motivo de prestigio en la Iglesia y en la sociedad, no lo interpretó como un privilegio personal, ni como el inicio de una brillante carrera eclesiástica, sino como un servicio que debía prestar con entrega y humildad. ¿Acaso no existe la tentación de hacer carrera y tener poder, una tentación de la que no están inmunes ni siquiera aquellos que tienen un papel de animación y de gobierno en la Iglesia? Lo recordé hace algunos meses, durante la consagración de cincos obispos: "No buscamos poder, prestigio, estima para nosotros mismos. (...) Sabemos cómo las cosas en la sociedad civil, y no raramente también en la Iglesia, sufren por el hecho de que muchos de aquellos a quienes les ha sido conferida una responsabilidad trabajan para sí mismos y no para la comunidad" (Homilía en la misa de ordenación episcopal de cinco prelados, 12 de septiembre de 2009: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 18 de septiembre de 2009, p. 7). El obispo de Osma, que se llamaba Diego, un pastor auténtico y celoso, notó muy pronto las cualidades espirituales de Domingo, y quiso contar con su colaboración. Juntos se dirigieron al norte de Europa, para realizar misiones diplomáticas que les había encomendado el rey de Castilla. Durante el viaje, Domingo se dio cuenta de dos enormes desafíos que debía afrontar la Iglesia de su tiempo: la existencia de pueblos aún sin evangelizar, en los confines septentrionales del continente europeo, y la laceración religiosa que debilitaba la vida cristiana en el sur de Francia, donde la acción de algunos grupos herejes creaba desorden y alejamiento de la verdad de la fe. Así, la acción misionera hacia quienes no conocen la

T O

luz del Evangelio, y la obra de nueva evangelización de las comunidades cristianas se convirtieron en las metas apostólicas que Domingo se propuso conseguir. Fue el Papa, al que el obispo Diego y Domingo se dirigieron para pedir consejo, quien pidió a este último que se dedicara a la predicación a los albigenses, un grupo hereje que sostenía una concepción dualista de la realidad, es decir, con dos principios creadores igualmente poderosos, el Bien y el Mal. Este grupo, en consecuencia, despreciaba la materia como procedente del principio del mal, rechazando también el matrimonio, hasta negar la encarnación de Cristo, los sacramentos en los que el Señor nos "toca" a través de la materia, y la resurrección de los cuerpos. Los albigenses estimaban la vida pobre y austera -en este sentido eran incluso ejemplares- y criticaban la riqueza del clero de aquel tiempo. Domingo aceptó con entusiasmo esta misión, que llevó a cabo precisamente con el ejemplo de su vida pobre y austera, con la predicación del Evangelio y con debates públicos. A esta misión de predicar la Buena Nueva dedicó el resto de su vida. Sus hijos realizarían también los demás sueños de santo Domingo: la misión ad gentes, es decir, a aquellos que aún no conocían a Jesús, y la misión a quienes vivían en las ciudades, sobre todo las universitarias, donde las nuevas tendencias intelectuales eran un desafío para la fe de los cultos. Este gran santo nos recuerda que en el corazón de la Iglesia debe arder siempre un fuego misionero, que impulsa incesantemente a llevar el primer anuncio del Evangelio y, donde sea necesario, a una nueva evangelización: de hecho, Cristo es el bien más precioso que los hombres y las mujeres de todo tiempo y de todo lugar tienen derecho a conocer y amar. Y es consolador ver cómo también en la Iglesia de hoy son tantos -pastores y fieles laicos, miembros de antiguas Órdenes religiosas y de nuevos movimientos eclesiales- los que con alegría entregan su vida por este ideal supremo: anunciar y dar testimonio del Evangelio. A Domingo de Guzmán se asociaron después otros hombres, atraídos por la misma aspiración. De esta forma, progresivamente, desde la primera fundación en Tolosa, tuvo su origen la Orden de Predicadores. En efecto, Domingo, en plena obediencia a las directrices de los Papas de su tiempo, Inocencio III y Honorio III, adoptó la antigua Regla de san Agustín, adaptándola a las exigencias de la vida apostólica, que lo llevaban a él y a sus compañeros a predicar trasladándose de un lugar a otro, pero volviendo después a sus propios conventos, lugares de estudio,

S T O N E M U C O D

oración y vida comunitaria. De modo especial, Domingo quiso dar relevancia a dos valores que consideraba indispensables para el éxito de la misión evangelizadora: la vida comunitaria en la pobreza y el estudio. Ante todo, Domingo y los Frailes Predicadores se presentaban como mendicantes, es decir, sin grandes propiedades de terrenos que administrar. Este elemento los hacía más disponibles al estudio y a la predicación itinerante y constituía un testimonio concreto para la gente. El gobierno interno de los conventos y de las provincias dominicas se estructuró sobre el sistema de capítulos, que elegían a sus propios superiores, confirmados después por los superiores mayores; una organización, por tanto, que estimulaba la vida fraterna y la responsabilidad de todos los miembros de la comunidad, exigiendo fuertes convicciones personales. La elección de este sistema nació precisamente del hecho de que los dominicos, como predicadores de la verdad de Dios, debían ser coherentes con lo que anunciaban. La verdad estudiada y compartida en la caridad con los hermanos es el fundamento más profundo de la alegría. El beato Jordán de Sajonia dice de santo Domingo: "Acogía a cada hombre en el gran seno de la caridad y, como amaba a todos, todos lo amaban. Se había hecho una ley personal de alegrarse con las personas felices y de llorar con aquellos que lloraban" (Libellus de principiis Ordinis Praedicatorum auctore Iordano de Saxonia, ed. H.C. Scheeben, [Monumenta Historica Sancti Patris Nostri Dominici, Romae, 1935]). En segundo lugar, Domingo, con un gesto valiente, quiso que sus seguidores adquirieran una sólida formación teológica, y no dudó en enviarlos a las universidades de la época, aunque no pocos eclesiásticos miraban con desconfianza a esas instituciones culturales. Las Constituciones de la Orden de Predicadores dan mucha importancia al estudio como preparación al apostolado. Domingo quiso que sus frailes se dedicasen a él sin reservas, con diligencia y piedad; un estudio fundado en el alma de cada saber teológico, es decir, en la Sagrada Escritura, y respetuoso de las preguntas planteadas por la razón. El desarrollo de la cultura exige que quienes desempeñan el ministerio de la Palabra, en los distintos niveles, estén bien preparados. Exhorto, por tanto, a todos, pastores y laicos, a cultivar esta "dimensión cultural" de la fe, para que la belleza de la verdad cristiana pueda ser comprendida mejor y la fe pueda ser verdaderamente alimentada, fortalecida y también defendida. En este Año sacerdotal, invito a los seminaristas y a los sacerdotes a estimar el valor espiritual del estudio. La calidad del ministerio sacerdotal depende también de la generosidad con que se aplica al estudio de las verdades reveladas.

S E

T O

Domingo, que quiso fundar una Orden religiosa de predicadores-teólogos, nos recuerda que la teología tiene una dimensión espiritual y pastoral, que enriquece el alma y la vida. Los sacerdotes, los consagrados y también todos los fieles pueden encontrar una profunda "alegría interior" al contemplar la belleza de la verdad que viene de Dios, verdad siempre actual y siempre viva. El lema de los Frailes Predicadores -contemplata aliis tradere- nos ayuda a descubrir, además, un anhelo pastoral en el estudio contemplativo de esa verdad, por la exigencia de comunicar a los demás el fruto de la propia contemplación.

Cuando Domingo murió, en 1221, en Bolonia, la ciudad que lo declaró su patrono, su obra ya había tenido gran éxito. La Orden de Predicadores, con el apoyo de la Santa Sede, se había difundido en muchos países de Europa en beneficio de toda la Iglesia. Domingo fue canonizado en 1234, y él mismo, con su santidad, nos indica dos medios indispensables para que la acción apostólica sea eficaz. Ante todo, la devoción mariana, que cultivó con ternura y que dejó como herencia preciosa a sus hijos espirituales, los cuales en la historia de la Iglesia han tenido el gran mérito de difundir la oración del santo rosario, tan arraigada en el pueblo cristiano y tan rica en valores evangélicos, una verdadera escuela de fe y de piedad. En segundo lugar, Domingo, que se hizo cargo de algunos monasterios femeninos en Francia y en Roma, creyó hasta el fondo en el valor de la oración de intercesión por el éxito del trabajo apostólico. Sólo en el cielo comprenderemos hasta qué punto la oración de las monjas de clausura acompaña eficazmente la acción apostólica. A cada una de ellas dirijo mi pensamiento agradecido y afectuoso".

“Alabar, bendecir y predicar”

Vicariato Regional Santa Rosa Misioneros Dominicos

Centro Cultural

JosĂŠ PĂo Aza Misioneros Dominicos