PERIÓDICO N°126

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ESPECIAL

PERIÓDICO N126 SEPTIEMBRE 2020 SANTIAGO DE CHILE

REPORTAJE

TODO postergado: El rechazo a la cultura ENTREVISTA

Rodrigo Sepúlveda: "Tengo Miedo Torero, como película, es el mejor yo que puedo ser" FERIAS DE ARTE

Septiembre y octubre en Ferias Online PERFIL

Zulema Maza: Develar y universalizar lo íntimo como disparador social


Dirección Ana María Matthei Dirección comercial Ricardo Duch Edición Elisa Massardo Diseño Mirentxu Zarzar Periodista Camilo Cáceres Practicante de Periodismo Javiera Fernández Representante legal Orlando Calderón Informaciones info@arteallimite.com Ventas y suscripciones marketing@arteallimite.com Teléfonos (56 2) 29553261 (56 9) 99911933 Facebook facebook.com/arteallimite2 Twitter twitter.com/arteallimite Instagram instagram/arteallimite Youtube youtube.com/arteallimiterevista Portada ARTEFACTO, 2018, © Alicia Larraín.

PUBLICACIONES ARTE AL LIMITE LTDA. no se responsabiliza de los avisos publicitarios y el editor no se hace cargo de las opiniones vertidas en este número, siendo estas responsabilidad de quienes las emiten. Prohibida la reproducción total o parcial del material publicado en esta edición. ARTE AL LÍMITE ES UNA MARCA REGISTRADA.

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06.

50.

Perfil

Columna

Zulema Maza: Develar y universalizar lo íntimo como disparador social

Siguen faltando libros

por Marifé Medrano Flor

16.

Por Galo Ghigliotto

52. Especial

Mirar la historia

Rememorando los 80-90

Robert Rauschenberg: The 1/4 Mile

82.

por Karla Siguelnitzky

18. Entrevista

Tendencias

Nuevos Investigadores en el arte nacional por Ernesto Muñoz

Rodrigo Sepúlveda: "Tengo Miedo Torero, como película, es el mejor yo que puedo ser"

86.

por Elisa Massardo

Todas iban a ser Diosas

30.

Para no Olvidar por Ricardo Rojas Behm

Recomendaciones

92.

El Príncipe: el infierno está caliente, caliente

Recomendaciones

por Camilo Cáceres

32. Reportaje TODO postergado: El rechazo a la cultura por Camilo Cáceres y Elisa Massardo

Septiembre y octubre en ferias online

96. Reportaje

Hasta dónde remendar los tejidos por Javiera Fernández

48.

106.

Recomendaciones

En Vitrina

Piola: un relato adolescente

Arte y libros en resistencia

por Javiera Fernández

por Javiera Fernández


Septiembre 2020

Santiago de Chile

“No se trata de pintar la vida, se trata de hacer viva la pintura” - Paul Cézanne 4


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Septiembre 2020

Santiago de Chile

Perfil

Zulema Maza: Develar y universalizar lo Ă­ntimo como disparador social por MarifĂŠ Medrano Flor

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LevitaciĂłn, 2014, fotografĂ­a digitalizada, 127 x 138 cm.


Septiembre 2020

Santiago de Chile

“Entrecerrar los ojos para ver detrás de un velo, rasgarlo y ver que hay detrás de él”

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acida en Argentina, Zulema Maza se inclinó por las artes desde temprana edad. Su producción artística reflexiona alrededor de los conceptos de lo femenino, la identidad y la inmigración, creando así un universo propio, participativo y con un discurso más allá de las consideraciones de género que comprende campos como lo político, social, cultural y lo privado. En este sentido, lo femenino “se convierte en un ámbito discursivo que funciona como medio y transmisor de una acción amplia de reflexión y debate”, declara la artista. Durante los últimos 20 años, ha reflexionado a través de su obra sobre lo femenino como un constante sujeto en construcción, por lo que expone a la figura femenina no como una musa sino reconociendo desde su propio género la estética femenina como un ente cambiante capaz de crear nuevos discursos y paradigmas sin encasillarse en una sola definición. Una creciente sensibilidad que ha sido influenciada por artistas como: Louis Bourgeois, Cindy Sherman, Sophie Calle, Ana Mendieta, Marina Abramović, Shirin Neshar y Liliana Porter. 8

Desde niña Zulema hacía dibujos para la mayor parte de su clase; era común que dibujara a animales y a niños izando la bandera. En su adolescencia se trasladó a Madrid donde recorría las colecciones de museos como el Museo del Prado. En este periodo, una de sus grandes influencias fue su tía Haydee Salinas, quien era profesora de Historia del Arte y le compartió con entusiasmo sus conocimientos. Fue así como a los 16 años se inscribió al curso en Historia del Arte impartido por Gregorio Marañon en la Ciudad Universitaria de Madrid, para ella esta fue una época de “pintar en el jardín de la casa y leer sobre la vida de grandes artistas”. Con 19 años, Zulema Maza volvió a Argentina a estudiar a la Escuela de Bellas Artes de Buenos Aires; ahí se percató de que el arte era un camino por el cual podría evidenciar sus percepciones, un imperativo interior, una forma de conocimiento. Durante su formación los maestros Víctor Rebuffo, Julio Muñeza y Alfredo De Vicenzo le transmitieron sus experiencias y conocimientos en el ámbito artístico.


Escritura, 2019, fotografĂ­a digitalizada, 120 x 107 cm.


CĂĄntico, 2019, fotografĂ­a digitalizada, 150 x 100 cm.


CĂĄntico II, 2019, fotografĂ­a digitalizada, 150 x 100 cm.


Septiembre 2020

Santiago de Chile

“De esta manera cuestiona la forma en la que se concibe a la mujer en la actualidad, un objeto contemplativo, un ente delimitado, formado a partir de estereotipos y de etiquetas impuestas”. Su producción parte de la toma fotográfica y la postproducción digital para fungir como “disparadores que van desarrollando el relato”, declara la artista. A través de diferentes soportes y medios como textos, instalaciones y videos, Zulema Maza nos conduce por diferentes caminos hacia la reflexión, dejándonos llevar por este impulso que la caracteriza para descubrir y develar qué hay detrás de cada una de sus piezas: “entrecerrar los ojos para ver detrás de un velo, rasgarlo y ver que hay detrás de él”, declara Zulema Maza. Develar y evidenciar desde su persona es la manera en la que Zulema Maza advierte todo aquello que le afecta, como ella declara: “el artista extrapola su problema íntimo e individual, lo universaliza dándole forma social y cultural”. Bajo esta premisa sus exposiciones siempre tienen ese carácter íntimo. En Todo Jardín (2003) abordó el tema de los estereotipos femeninos como las modelos, prostitutas y las creencias religiosas; siguiendo esta línea Dolly Dolls 12

(2011) la mujer es presentada como un objeto, una muñeca seductora y almibaradas. De esta manera cuestiona la forma en la que se concibe a la mujer en la actualidad, un objeto contemplativo, un ente delimitado, formado a partir de estereotipos y de etiquetas impuestas. Otro de los temas que ha ido tomando fuerza en su producción es la inmigración. Este lo vimos con fuerza en las exposiciones Voz de la naturaleza (2008), Tomasa dos fronteras (2012) y Tres fronteras (2014). En ellas la artista retrata a jóvenes inmigrantes (Tomasa de Paraguay, Delfina de Argentina, Esteffany de Perú, Nadia de Paraguay) que encontraba al azar a quienes fotografiaba y filmaba. En el proceso de postproducción, Zulema Maza las transformaba de acuerdo a la historia que ellas le compartían de sus propias vidas. Estas creaciones digitales, las saca de contexto, las viste, enmascara, las hace levitar, las hace representar su deseo más íntimo. Zulema crea una imagen con la que sus retratadas se sienten identificadas y


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Observando II, 2019, fotografĂ­a digitalizada, 60 x 60 cm.


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Santiago de Chile

al mismo tiempo visibiliza la discriminación que hay en Argentina hacia los inmigrantes latinoamericanos, rindiéndoles tributo a través de su obra. Bajo esta misma línea, su exposición El presente está solo (2019) en el Pabellón de las Bellas Artes UCA en Buenos Aires expone sobre la soledad y desamparo que vivimos en la actualidad, tomando como protagonistas a Ligeia (joven artista francesa radicada en Argentina) y Félix (joven argentino que emigra a Estados Unidos con su familia). Pues, como declara Zulema Maza, “vivimos una realidad dura, que propicia soledades abrumadoras, el de la incertidumbre y la violencia indiscriminada”. La exposición fue acompañada por la instalación “El mar de la incertidumbre”, que consistió en una gran caja negra de 10 metros de largo con 0.45 metros de alto y 1.30 metros de ancho colocada en el centro de la sala. En su interior se encontraban rollos de acetato transparente reciclado, aludiendo a un mar de desechos y el desgaste del medio ambiente por la sobreproducción y la economía. Este segundo tema lo vimos, también, reflejado en la obra “Moneda Nacional” donde se miraba una vitrina con billetes y monedas de 14

distintas devaluaciones en Argentina; desde australes, pesos argentinos, pesos, entre otros; se evidenciaba la fragilidad económica de Argentina y la imposibilidad de ahorrar en un sistema frágil. Por otro lado, en la sala se encontraban dos mujeres de trapo quienes ejemplifican el tema de lo político desde la postura de la mujer. La disposición de ambos cuerpos es de rechazo al público, aquellos maniquíes daban la espalda… ¿nos castigaban o nosotros los habíamos castigado? Una exposición que por medio de diferentes piezas y elementos realizó una metáfora sobre el paisaje cotidiano, entendiéndolo como aquella realidad desgarradora y violenta en la que vivimos. Siguiendo estos cuestionamientos y reflexiones sobre lo femenino, la inmigración y la identidad, Zulema Maza declara: “en un mundo globalizado, la descolonización es un derecho y un imperativo. Hablamos de nuestros antepasados europeos con orgullo y nos cuesta reconocer nuestras raíces latinoamericanas e indígenas. Es necesario trabajar en la integración de las capas culturales y sociales”. Debido a esto sus obras mantienen latente la fragilidad de los conceptos de territorio, raza y frontera.


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Violin, 2019, fotografĂ­a digitalizada, 127cm x 150cm.


Septiembre 2020

Santiago de Chile

Mirar la Historia

Robert Rauschenberg: The 1/4 Mile por Karla Siguelnitzky

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ilton Ernest "Robert" Rauschenberg (1925 – 2008), artista estadounidense pionero del movimiento Pop Art en dicho país. Sus obras se caracterizan por el uso de diversas materialidades y soportes. Ahondó en la pintura, fotografía, grabado, diseño gráfico y performance. Su espíritu crítico y aproximaciones sobre diversos acontecimientos sociales, hacen de su obra perfectos relatos históricos llenos de significados. Su proceso creativo y sus obras se caracterizan por el quiebre de la bidimensionalidad en el lienzo, creando elementos tridimensionales ricos en materialidad y significados. Desde 1981 a 1998, Rauschenberg centró su energía en esta obra autobiográfica, donde logra crear y curar una retrospectiva autónoma. Su obra The 1/4 Mile (distancia que había entre su estudio y su casa en la isla Captiva, Florida), se compone de 190 paneles sobre los cuales emplaza una variedad ecléctica de materiales y sonidos. Sus técnicas varían de acuerdo al contexto histórico situado, sin embargo, es posible destacar sus afamados combines: composiciones realizadas en base a objetos y desechos encontrados de manera azarosa y a los cuales les brinda un nuevo uso, en este caso, artístico. Dentro de su obra se pueden encontrar textiles, periódicos, sillas y cajas de cartón entre otros. Su discurso es claro, su creencia se basa en que todo objeto y/o recurso ajeno al espacio del tradicional espectro del arte, es bienvenido y logra ser resignificado en su obra. Tal y como él mismo describe: "Considero el texto de un periódico, el detalle de la fotografía, la puntada en una pelota de béisbol y el filamento en una bombilla tan fundamental para la pintura como el trazo de pincel o el goteo de pintura esmaltada”. Cada panel nos acerca a un periodo artístico y per16

sonal de su vida. Un factor y temática clave en su obra es su perspectiva política y social acerca de las problemáticas mundiales que se desarrollaban en la segunda mitad del siglo XX. Su pasión por conocer y entender otras culturas lo llevó a diferentes lugares del mundo, entre estos: Asia, Europa, América Latina, África y los Estados Unidos. De cada uno de estos capturó y recolectó diversos objetos que posteriormente utilizó en sus trabajos. A través de su obra, el artista crea una narrativa entre el arte y la vida. El espectador logra sumergirse en una experiencia llena de detalles y significados, logrando profundizar de manera meticulosa sobre la vida de Rauschenberg y sus ideales. Sus múltiples aproximaciones a temáticas mundiales hacen que sea una obra llena de connotaciones ideológicas y políticas. Ejemplo de esto lo podemos ver en la utilización del cobre y su relación con la minería en Chile. Fue un material significativo en su obra, sin embargo, y de forma paralela, fue un guiño de solidaridad al pueblo chileno que se encontraba en dictadura. Experimentar era parte de la vida de Rauschenberg y esta obra hace fe a este principio. Desafía toda categoría conceptual, temática y lógica. Logra una composición única donde expone de forma icónica su relato biográfico y artístico. The 1/4 Mile es un autorretrato vanguardista, innovador y meticuloso. La obra se expuso, completa, por primera vez en Los Ángeles County Museum of Art en California (LACMA), entre fines de 2018 y mediados de 2019. Rauschenberg, declaración de 1956, reimpresa en Catherine Craft, "In Need of Repair: The Early Exhibition History of Robert Rauschenberg's Combines", Burlington Magazine 154 (2012): 197.


Exposición Rauschenberg: The ¼ Mile en Los Angeles County Museum of Art, California, 2019. Archivo Arte Al Límite.


CortesĂ­a de Forastero. Foto: Patricio Heim. ModificaciĂłn de color a blanco y negro.


Entrevista

Rodrigo Sepúlveda: “Tengo Miedo Torero, como película, es el mejor yo que puedo ser” por Elisa Massardo


Septiembre 2020

Santiago de Chile

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l 7 de septiembre de 1986 Augusto Pinochet, Pedro Lemebel, Alfredo Castro y Rodrigo Sepúlveda jamás imaginaron que el fallido atentado los vincularía en una sola historia, 34 años después.

tos sobre la vida de la Loca del Frente, quien recorre las calles de un país encrudecido por su contexto histórico-político, por el Chile post terremoto, por la homofobia y lo complejo de ser travesti en 1986.

Aquella tarde Rodrigo Sepúlveda trabajaba como asistente de dirección de Ricardo Larraín, director de "La Frontera", estaban editando un documental sobre “Baila Conmigo” cuando Rodrigo fue al Galindo a comprar sandwiches, volvió corriendo a la moviola y todo el equipo corrió para ver la noticia: “El local se fue llenando y llenando de gente, todos mirando lo del atentado, por supuesto, se armó una discusión sobre si era real o un montaje, a la cuesta ‘Achupallas’ le decían la ‘La Cuesta Creerlo’, nadie creía que esto había pasado”, señala el actual director de la película “Tengo Miedo Torero”.

En varias notas de prensa se menciona que el guión lo terminó de escribir o de revisar Lemebel , ¿fue realmente así? Hay un pre guión que hizo Lemebel, pre-pre guión. Luego él murió y yo, a partir de ese guión que es muy parecido a la novela, reescribí una adaptación. Lo central de la novela está en la película, la vas a reconocer completamente. Hice más un trabajo de sacar que de poner, pero en términos de anécdota central es lo mismo.

Basada en la única novela de Pedro Lemebel, o “gran crónica del Chile de los 80” según señaló Faride Zerán, “Tengo Miedo Torero” cuenta una historia de amor. Una vieja travesti, La Loca del Frente, con más de 60 años se enamora de Carlos, un frentista que almacena diversos materiales en la casa de ella. Una historia hermosa, un drama, una novela rosa escrita a partir de 20 páginas a final de los 80 y publicada en 2001, que pasa a la pantalla grande bajo la actuación de Alfredo Castro y Leonardo Ortizgris. ¿El contexto? Desde los preparativos al atentado que sufrió A. Pinochet en 1986 cuando volvía de su residencia en El Melocotón hacia Santiago y fue interceptado por miembros de la organización Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR). A continuación Rodrigo Sepúlveda nos sumerge en ese imaginario que revivió a través de un film de 90 minu20

Eso te iba a preguntar, ¿cuál es la relación entre el guión y la edición final? El primer corte de la película, cuando uno agarra todo lo que se filmó, duraba alrededor de 3 horas. La película quedó en 90 minutos. Grabamos mucho más, porque hay muchas tomas de cada escena. ...pero desde el primer momento decidiste sacar a Lucía con Pinochet Sí, leí la novela muchas veces, todavía no había escrito nada. Leí todas las crónicas de Lemebel, escuché todas las entrevistas que tuve a mano, escuché su programa en la radio Tierra, para imbuirme en este mundo lemebeliano. Después hubo otra etapa en la que me metí en el contexto país, el terremoto, el toque de queda, el Estado de sitio, Rodrigo Rojas de Negri, las agrupaciones de detenidos desaparecidos protestando en las calles, los primeros llamados a las protestas, Rodolfo Segel... habían


“Privilegié la historia de amor en la que se centra Lemebel” dos universos que pesaban mucho y además meterse en el mundo homosexual y del travestismo de la época. Fui y conocí a viejos travestis de los 80, algunos siguen actuando en Bellavista, y les pregunté cómo se vivía el mundo en esa época, siendo homosexual en dictadura. A partir de eso vino como la primera escritura y ahí yo sentí profundamente, con mucho respecto, que la historia con estas pasaditas entre Pinochet y la señora Lucía no cabían en el relato. Insisto hay un tema en el que yo sentí responsabilidad política, si me metía con ellos tenía que meterme a fondo, o sea estás hablando de un dictador. Cómo meter en una película a Pinochet y a la Lucía, cuando en la novela aparecen como unos sinvergüenzas simpáticos. Creo que en una novela tú puedes hacer eso, pero había una responsabilidad muy grande y un tema ético para mí muy importante. Ahora, la razón más de fondo fue que privilegié la historia de amor en la que se centra Lemebel, esa historia iba ganando la competencia sobre quién íbamos a hablar en la película. Hubo otras historias que también se fueron diluyendo de a poco y fue super doloroso. La señora Catita, que es la señora del Coronel que manda a bordar el mantel, la hace la Paulina Urrutia; la vieja del almacén, la Olguita, es la Amparo Noguera, que es un personaje entrañable, pero hubo escenas sacadas o mutiladas por centrarme en la historia de La Loca y Carlos. Fue difícil… Sí, fue muy difícil y yo sé que hay personas que se van a sentir un poco molestas de que no esté esa señora Lucía, pero a lo mejor después hay que hacer otra película donde se incluyan.

Tengo entendido que también agregaste harto material sobre el contexto socio-político del país... Claro, lo contextual es súper importante porque definitivamente uno tiene todo este discurso de que nosotros hacemos películas que hablan de nosotros, que es una forma de visitarnos, de reconocernos, que es una forma de recordar. Y cuando uno habla de eso, ¿de qué está hablando? De nosotros mismos, las personas que vivimos los 80, que es cuando sucede esta película, que éramos adultos cuando fue el atentado a Pinochet, que nos tocó vivir esos toques de queda con esos milicos en la calle,hay un revisitar emocionalmente esa época, pero también está la gente joven que ha leído que se ha mitificado, por ejemplo, tengo una sensación muy clara de que hay una idealización de los 80 y hay una idealización como que “éramos todos tan felices” la familia unida comía y veía el jappening con ja, pero mientras eso ocurría estaban allanando y torturando. Ahora, la película tiene más contexto que la novela porque es cine. Porque las personas caminan sobre una determinada calle, un barrio, un Santiago a menos de un año del terremoto del 85, se vive todo eso. Y es muy bonito, además, el proceso de creación de todo. Por ejemplo, el sonido hubo que recrearlo, las micros sonaban distinto, los autos sonaban distintos, las noches sonaban distintas, con balazos, perros y gatos maullando. La pena es que en las películas las cosas pasan rápidamente. En el trailer, por ejemplo, cuando la Loca y Carlos se conocen hay en el fondo un rayado de la Brigada Ramona Parra, cosas que estaban en esa época, los rayados del No+ estaban en todas partes. ...que complejo, pero claro, las crónicas de Lemebel tienen mucho más de contexto... De hecho es sumamente interesante porque de esas 21


“La película tiene más contexto que la novela porque es cine” pequeñas historias, en esos pequeños trozos de vida, se cuenta tanto y él cuenta tanto, por ejemplo la construcción del personaje de La Loca es sumamente interesante y apasionante, hablé con muchas personas para poder escribir esto, personas que vivieron ese mundo. Hay cosas que para Lemebel eran normales, pero que ya no lo son, por ejemplo, descubrir que la Loca tiene por lo menos 5 personalidades o formas de ser la loca dentro del mismo universo de la misma película; está la Loca del mundo privado que está bordando y escuchando boleros, pero también está la Loca que sale a la calle y se tiene que disfrazar de hombre; está la Loca seductora que tiene que seducir al guerrillero; y también está la Loca prostituta que va a un cine del centro a ganarse la vida. Entonces el pretender abarcar tanto no era tan bueno para la película y me centré mucho en eso, teniendo a Alfredo Castro, en el trabajo actoral y de dirección de actores. La inclusión del terremoto ¿es parte de tu vivencia o de la visualidad de la película? Eso tiene que ver con la visualidad. Hay cosas que, cuando lees una novela, no te las preguntas pero cuando las ves sí. En la novela dice que la Loca vive en una pajarera, pero ¿cómo puede financiar este lugar?, ¿de qué vive la Loca?, ¿cómo llega a esto?, se me ocurrió que era una casa que estaba a punto de caerse por el terremoto. Ella era como una okupa y en la película le dice a Carlos: “Tú a qué te dedicas”, “soy arquitecto”, “hay -le dice- podrías arreglar la casa, yo la ví, me enamoré de ella y me cambié”, entonces evitas tener que explicar cosas, porque una persona que se prostituye en un cine porno del centro, de 60 y tantos años, no tiene mucha posibilidad 22

de arrendar una pajarera. Esas hebras las fui tomando y empezó a crecer la idea del terremoto, por ejemplo con el callejón donde está la casa, y yo me acordaba que era así, tenía que tener escombros, porque se demoraron mucho tiempo en limpiar y sacar las cosas del centro de Santiago después del terremoto. Entonces con la directora de arte empezamos a trabajar esa idea, pero claro las películas tienen una visualidad, el contexto a veces en una novela es una frase que, por ejemplo, dice: “caminaba por la calle donde estaba todo por el suelo”, eso en la película se tiene que ver, cuánto está en el suelo, ¿eran escombros?, ¿es tierra? Y es además es una pequeña metáfora de la sociedad del Chile de los 80, que era una ciudad que estaba en el suelo y que estábamos terremoteados. ...claro, con fracturas Con fracturas (ríe), claro, entonces es bonito eso. Así la fuimos armando en el fondo. Lemebel es un personaje complejo para Chile. Tienes a la parte conservadora que siempre le tuvo entre pavor y repudio; y a toda la contracultura, a la gente más joven, que adora a Lemebel y se lo saben de memoria… Claro, pero es eso hoy, en 2021, pero la homofobia que existía en los 80 era transversal, no solo la derecha era homofóbica, la izquierda también lo era. No era fácil ser homosexual en los 80 y era mucho más difícil ser un provocador como lo fue Lemebel. El solo gesto de salir a la calle con zapatos de taco alto, lo hacía exponer su vida y su cuerpo en dictadura. A pesar de que él decía que tomar los tacos con la mano los transformaba en un arma.


CortesĂ­a de Forastero. Foto: Eric Allende.

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“La loca tiene por lo menos 5 personalidades o formas de ser la Loca dentro del mismo universo de la misma película” Todo ese trabajo, como el de trabajar los tacos en Alfredo fue muy entretenido. Al respecto, Franklin Sepúlveda, nuestro maquillador y peluquero, que también es el relacionador público del Fausto, nos abrió todo ese mundo. Me junté con muchos travestis, algunos que actuaron en la película me dieron información y datos claves. Hoy todo está más normalizado, pero en esa época no era así y ese es el gran valor de Lemebel, la valentía de él fue potente, muy potente. Pienso que, actualmente, lo que está pasando en términos de libertades sexuales en Chile, lo inició él. No se podría haber hecho “Una mujer fantástica”, si Lemebel hace 30 años atrás no hubiera empezado a hacer el movimiento que empezó, por eso es importante y es un ícono para la gente joven sobretodo, ahí hay valentía, arrojo, un tipo además totalmente punk que es maravilloso. Intentaste reflejar esto en la película también, esa pasión y despertar de género que puso en la palestra.. Mira hay que tener súper claro que la Loca del Frente es un personaje creado por él, esto no es una biopic sobre Pedro Lemebel. Es una vieja desdentada, media facha, que vive escondida en esta buhardilla escuchando boleros y que no está ni ahí con la política al principio, ahí hay un arco en la película que va cambiando en la medida en que va conociendo a Carlos, el guerrillero, pero sí lo que está en la película, porque está en toda la obra de Lemebel es esa pasión que él tiene. Cuando se lanzó el libro, varias veces se le preguntó a Lemebel si había algo de biográfico en “Tengo Miedo Torero”. Él, en algún momento, relató que había guardado cosas de gente y que fue bastante como se describe en la novela… Claro, yo creo que varios artistas hacen eso, a mí me tocó en mi primera película “Un ladrón y su mujer”, 24

cuento de Manuel Rojas, ¿qué es biográfico y qué no es biográfico ahí? Manuel Rojas, era un tipo sin formación incluso, y está él todo el rato, él aparece. De hecho hay cosas muy bonitas que se permiten los autores, en este, por ejemplo, cuando él cruzó la cordillera con un amigo, el amigo le robó la manta con la que él se tapaba en la noche, entonces cuando escribe el cuento, lo mata. Eso es biográfico porque saca personajes de la vida real, pero es ficción porque lo mata. Yo creo que la Loca es mucho Lemebel, está ese amor por la música, ese amor por el amor, ella dice: “lo vio la noche”, y eso es muy lemebeliano, de hecho recogimos textos que no están en la novela pero que son de Lemebel, por ejemplo, cuando le preguntan su nombre, me encontré un listado de más de 80 nombres que él recopiló, La Chumilu, es una crónica de Lemebel; también hay dichos, juegos de palabras, son cosas de él que o tomé prestadas de otros textos para meterlos en la película. También hay cosas que están incorporadas en su Manifiesto, donde habla de este mundo político donde no están incorporadas las locas ni los colas, eso lo dice en la película. Fue muy bonito el proceso, fue un desafío enorme, muy entretenido, pero también ahora estoy con los nervios del estreno. Ahora que estamos en el estreno, cómo estás lidiando los nervios, las ansiedades y las expectativas que se generaron frente al trailer. Mira, básicamente, el consuelo aquí para el realizador es la honestidad. Creo que esta película es el mejor yo que puedo ser. En términos de que puse todo lo que sé, todo lo que he aprendido, escribí lo mejor que pude, elegimos un elenco extraordinario, buenos músicos, el mejor director de fotos que conozco, todo eso sumó, sumó, sumó. Espero que eso se note y el público lo aprecie.


Cortesía de Forastero. Foto: Sebastián Utreras.

Cortesía de Forastero. Foto: Sebastián Utreras.

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“Tengo Miedo Torero” como novela, está llena de suspensos y escenas super visuales, como la del cumpleaños de Carlos, que es muy emocionante… Bueno, es mi escena favorita de la película, debo confesar. Tengo dos escenas bien regalonas, esa es una de ellas, porque ahí finalmente ambos se reconocen. Para los que no han leído la novela, Carlos le cuenta en un minuto a la Loca que en Cuba los cumpleaños son comunales, comunitarios y todos los niños de una cuadra son celebrados el mismo día para que no haya uno que tenga más que el otro. La Loca decide sorprenderlo y hacerle este cumpleaños, cuando ella lo espera con la torta y se miran, yo sentí que lo habíamos logrado, en términos de dirección de actuación. Estaban esos dos actores mirándose con una torta entre ambos, con esta casa decorada por ella con sus manitos y es hermoso lo que pasa ahí, y ahí también hay un plot que es muy importante para la película. Y hay otra que es una discusión entre ellos. Tienen una pelea porque la Loca en un momento decide no entregar el mantel que está bordando y le dice a Carlos: “tú me cambiaste” y discuten. Esa escena también era muy importante, de hecho gastamos todo el día en hacer solo esa escena, hay días que uno filma 3 otros 7, y para ese día guardé yo el día completo, la ensayamos y la buscamos. Fue muy, muy entretenida de hacer, fue muy emocionante además. ¿Hubo otros momentos con esos niveles de emocionalidad? Sí, hubo momentos en los que realmente nos emo26

cionamos, por ejemplo, hay una escena de la novela en que la Loca va con un encargo y hay una manifestación. Para la película fui a hablar con Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos, la llamé y me citó a una reunión con la directiva de la agrupación, les conté del proyecto y que quería hacer esta película. Ellas ya lo sabían. Y todas las que estaban ahí se habían encadenado en el 86 en las rejas del Congreso y me dijeron: “sí, mijito, vamos a ir a hacerlo por usted”, y yo decía “no, no es por mí”, “no -me decían- si es por Lemebel”. El día que grabamos llegaron unas micros arrendadas que eran de los 80, entonces llegaron las de la agrupación, se pusieron la foto de sus familiares, sacaron la cadena, se encadenaron frente al Congreso Nacional en Santiago y llegó un guanaco de la época. Los manifestantes comenzaron a gritar “y va a caer”, y yo dije “weon esto no lo voy a poder filmar” del nivel de emoción que tenía en ese minuto. Fue impresionante. Todos los extras que habían eran de Recoleta, a través de Daniel Jadue se hizo un llamado en las redes vecinales y llegaron los residentes a actuar en las manifestaciones, se ponían ropa de época y gritaban, de repente teníamos esto armado y con Alfredo nos mirábamos preguntándonos “¿qué es esto?” Fue muy bonito. Que impresionante lograr la escena de esta manera... Fue bien impresionante porque además estamos hablando a 3 meses del Estallido Social. Cuando la asistente de producción gritó “Acción”, empezó a suceder toda esta manifestación y de repente el guanaco empezó a tirarle agua a la gente. Yo dije “Cortén” y la asistente de dirección decía “Cortén” “Cortén” y


“Yo creo que la Loca es mucho Lemebel todo el rato, está ese amor por la música, ese amor por el amor” la gente seguía, no paraban de manifestarse, el germen ya estaba, lo que iba a pasar 3 meses después ya estaba pasando ahí. Entonces tomé el megáfono y le dije a todos los extras: “muchas gracias, hace frío están mojados, los que quieran sacarse la ropa podemos parar y todos los extras manifestantes empiezan a gritar: ´no nos vamos ni cagando´”, y la gente que iba pasando por la calle aplaudía, era una fiesta con más de 100 personas. Más encima los mismos familiares de Detenidos Desaparecidos iban y le daban como tips de actuación a los extras: “no mijita, no lo tire para delante, tírelo para arriba porque flotan más rato”. Además había fotógrafos invitados, invité amigos fotógrafos, Julia Toro fue un día a la pajarera, Paz Errázuriz otro día al teatro, también fue Hoppe y su hijo, teníamos estas visitas ilustres que iban a sacar fotos, fue muy bonito todo el proceso. Y ¿cómo encontraste a Carlos? Hice casting acá, en Argentina y en México. Yo había visto la película “Museo”, donde actúa Leo con Gael García, son 2 cabros que se roban el museo arqueológico de México, y Leo se ganó un premio ahí, Mejor Actor Secundario en Premio Platino. Fui a México para ver locaciones y pedí como 6-7 actores mexicanos que la estaban llevando, uno de ellos fue Carlos, que era este Leo Ortízgris, quien hizo lo más difícil de la película, el monólogo que de la novela cuando Carlos le cuenta a la Loca sobre una relación gay que él tuvo a los 10 años. Lo hizo fantástico y ahí decidí que fuera él, hizo un muy buen trabajo. Los actores, lo que más me apasiona es la dirección de actores.

Alfredo también se robó todo el protagonismo en la película… Pero claro, si cuando tomé esta decisión guionistica de que la historia central fueran ellos, significaba que Alfredo estaría en el 99% de las tomas de la película. Está siempre y todo el resto aparece en función de él. Entonces es “la película de Alfredo Castro también”, yo creo que además es un loop super bonito e interesante en términos de carrera actoral, Alfredo aparece tardíamente en el cine chileno, con Tony Manero y yo siento que este es un cierre, porque es un personaje tan intenso y fuerte como el otro. Sobre la música, ¿cómo se trabajó la musicalidad que era tan importante para Lemebel? La película es súper musical, está “Tengo Miedo Torero” cantada por Sarita Montiel, también por El Cigala en una versión increíble que canta junto a Eva Ayllun, una cantante afroamericana-peruana. Está “La Llorona” de Chavela Vargas en un momento súper importante de la película y en actuación de lo que, en esa época, se llamaba fonomímica cuando la Loca le canta y baila a Carlos para seducirlo. Está “Invítame a Pecar”, canción de Paquita la del Barrio que usaba Lemebel en su programa de radio; “La pollera colora’”; “Il Bambino”, canción italiana de los 60; la radio Cooperativa sonando todo el rato, muy protagónicamente; la música que hizo Pedro Aznar y la canción que hizo con Manuel García, “Si no hablamos”, que es una joya, una canción de amor de hombres, entre otras más que no se sienten tanto. 27


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“Tengo Miedo Torero”, de El Cigala, ¿se hizo para la película? Si po, él nunca ha editado esta versión. Él vino a cantar al Monticello y el flaco Troncoso, un amigo se lo engrupio, y como el weon es loco, se metió a un estudio a las 11 de la noche y nos grabó esta versión. Rodrigo Sepúlveda estaba trabajando el día que recibió una llamada. Había escuchado durante años de que se iba a hacer la película sobre “Tengo Miedo Torero” y siempre se preguntó si había algún director. Lo contactaron desde Forestero, estaban en el Liguria de Manuel Montt junto con otros productores. Florencia Larrea pensó en él. Él partió inmediatamente a la reunión a “venderse”, como explica literalmente: “Yo soy la persona, les dije. Tuve que convencerlos. Tenían a otros directores, estaban dándole vuelta”, pero insistió: “No, no, no, tengo que ser yo y me vendí. Dije que era amigo de Alfredo Castro, que habíamos terminado recién una serie para HBO, se reían, pero así llegué”.

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CortesĂ­a de Forastero. Foto: Wilson Gajardo Blackwood. ModificaciĂłn de color a blanco y

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Recomendaciones

El Príncipe: el infierno está caliente, caliente por Camilo Cáceres

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na botella rota deslizada por un cuello hace caer al Príncipe en una celda compartida con otros cuatro hombres, con su llegada son cinco en un calabozo con dos camas en un camarote. Para hacerle espacio, el más joven de los reclusos es arrojado de la litera del Potro, a un rincón del suelo cercano a la mesa donde deberá dormir cubierto por una manta. “Ansiedad de tenerte en mis brazos, musitando palabras de amor”, dice la canción que ronda una y otra vez la banda sonora de esta película de Sebastián Muñoz del Río. Nada más entrar a la prisión Jaime, “El Príncipe”, (Juan Carlos Maldonado) recibe ese apodo en la celda, cuando ya empieza a ser oficial su relación/servilismo con El Potro (Alfredo Castro). Pero los ojos de Jaime se escapan de la mirada de su amante mayor para dirigirse a los ojos jóvenes de Danny “El Rucio” (Lucas Balmaceda Pascal). 13 segundos de beso a escondidas en la ducha es todo lo que pueden permitirse Danny y Jaime en un encuentro casual, donde no hay tiempo para palabras que no van a expresar nada cercano a lo que tan bien sabe decir un labio que besa otro labio. Si la vida es eterna en cinco minutos, la vida en 13 segundos tiene que valer la pena ser vivida en ese infierno, al menos lo suficiente para cuando puedan robarle otros 13 segundos a la felicidad. Esos 13 segundos son también un presagio de la mala suerte, del destino maldito que encontrarán en la cárcel. El infierno seguirá siendo el mismo, qué importa que Allende esté dando un discurso en la radio si los gendarmes siguen haciendo la vista gorda que avala

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el mercado negro, si las condenas no se van a dictar a menos que un juez se haga el tiempo para un caso de escasa relevancia, de qué sirve que un hombre hable de dignidad para los trabajadores si tendrá un tiempo cortado por la violencia y el país recibirá una condena de 17 años. Todos quieren salir como sea del encierro, Jaime quiere quedarse, recordar a su primer amor, el Gitano (Cesare Serra), quien le robó la sonrisa a un cantante y el corazón a un príncipe. En la cárcel todos aprecian su belleza y lo recompensan por ella, en la cárcel no pueden romper más su doliente corazón. El Potro tiene por amante a Jaime; Che Pibe (Gastón Pauls) tiene por amante a Danny. El deseo latente entre los dos jóvenes es motivo de recelo y extorsión para los mayores. La rivalidad del Potro con el argentino Che Pibe va en escalada y se aventura un resentimiento de largo arrastre, de años antes, donde quizás hubo amor, ahora hay desconfianza y motivos de pelea, intentos de avergonzar al otro en público a cualquier costo. Todo es una herida cuando la única propiedad que se tiene con certeza es la dignidad, que bien seguido es barrida por la escoba de los gendarmes. Brilla la interpretación de Alfredo Castro, brilla también Lucas Balmaceda Pascal con dos inmensas escenas. La primera es una ducha llena de lujuria y juegos que mezclan seducción y poder, un momento caliente donde el vapor cubre exactamente nada. La segunda, el llanto desconsolado de un prisionero sin amparo en una prisión que día a día se revela a sí misma como el infierno.


Cortesía de Niña Niño Films.

Cortesía de Niña Niño Films.

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Reportaje

TODO postergado: el rechazo a la cultura por Camilo Cรกceres y Elisa Massardo


Teatro Taller Siglo XX Yolanda Hurtado, Barrio Bellavista. CortesĂ­a Red de Salas de Teatro.


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s impresionante o deberíamos llorar? La autogestión que se acostumbra realizar para crear y sobrevivir en el mundo de las artes y culturas se hace cada vez más latente en este olvidado sector que, aunque está acostumbrado a gritar y llenar paraderos de micro con sus propuestas, esta vez parece relegado al final de las preocupaciones gubernamentales.

No hay mucho que decir, porque está todo tan dicho. Hay mucho que hacer, aunque ya está todo pasando. Y sin lugar a dudas hay que cuestionar por qué ¿Cuál es el motivo de la falta de apoyo real, concreta y directa; o de las quejas de los agentes del arte y las culturas? Las mesas de diálogo que instauró el gobierno a través del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (MinCap), no funcionaron porque, en palabras de diversos gestores: se presentaron numerosas propuestas que no encontraron respuesta alguna desde la institución. Ante la falta de recursos, muchas de las agrupaciones gremiales que se sustentan eludiendo la precariedad, reorganizaron sus propios fondos para poder ayudar a los artistas que más lo necesitaban. Evidentemente, no es suficiente. Precarización, invisibilidad, tremenda disminución de ingresos, inoperante burocracia pública, pérdida de actividades, resistencia en procesos formativos, postergaciones, vivimos en pandemia permanente, inestabilidad, no ha sido fácil, sustento propio, menosprecio, merma importante en el campo laboral, adaptarse a formatos digitales. Son solo parte de las respuestas que se escuchan a partir de la pregunta ¿cuáles han sido las principales problemáticas que han acontecido a tu rubro? Y a la que responden con dignidad y frustración Luis Alarcón, presidente de Arte Con34

temporáneo Asociado (ACA), Roberto Rivera Vicencio, presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), Nélida Pozo, directora ejecutiva del Parque Cultural de Valparaíso (PCdV), Josefina Greene, gestora y productora Observatorio de la Danza, Verónica Tapia, presidenta de la Red de Salas de Teatro. Desde la institución gubernamental que tutela las actividades antes mencionadas, responde el subsecretario de las Culturas y las Artes, Juan Carlos Silva. Relación con el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio “El ministerio puede entregar recursos a artistas u organizaciones de manera directa, de hecho, hoy lo realiza mediante la consagración de ciertas organizaciones que están contempladas en la Ley de presupuesto del ministerio año a año”, señala el Subsecretario de Cultura Juan Carlos Silva, quien agrega: “El problema es que no tenemos la cantidad de recursos suficientes para cubrir el universo total de organizaciones o agentes culturales que estimen, o estén, en igual estado de situación o necesidad. El tema de la convocatoria no pasa por un tema de facultad o voluntad respecto a cómo llegar a los agentes del sector cultural, pasa por establecer un mecanismo que permita, al menos, señalar que cualquier agente cultural y organización o artista que estime o esté en igual estado, o situación, que otro que esté accediendo a un programa o beneficio tenga las mismas oportunidades de acceder a ese programa o recurso”. Esta noción de igualdad sobre el acceso a los beneficios es lo que, durante años, ha justificado y dado respuesta a la concursabilidad de los fondos públicos ante lo cual las asociaciones gremiales se mantienen en una postura crítica. Esta situación


"Y Escaparon del Peso de la Oscuridad", 2019, de la compañía Escénica en Movimiento, Director: Thomas Bentin. Foto: Luis Zamora. Cortesía Fogata Cultura.

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o “problema” ha generado diversas controversias dado que, en situación de pandemia, todas las actividades culturales se encuentran cerradas o postergadas y sin asistencia de audiencia. Se ha reiterado incontablemente que ni los teatros, ni los museos u otros eventos, se sustentan gracias a la venta de entradas. Si bien esto puede ser cierto, también es real que la venta de entradas genera ingresos tanto directos -en el caso de algunos teatros en Chile llega a ser el 90% de sus gastos-, como a través de auspiciadores, arriendos y servicios, o por los fondos concursables que se adjudican las instituciones culturales y que, solo una vez terminado el proyecto pueden rendir y cerrar, por tanto, cobrar. También es cierto que se han realizado actividades online, sin embargo, ¿qué pasa con toda la gente que vive detrás del escenario?, ¿con los montajistas?, ¿con los editores que han pospuesto el lanzamiento de libros? “La mayor problemática es no poder ejercer nuestro trabajo -señala Verónica Tapia-. Los teatros mantenemos un ecosistema porque cuando las compañías pasan por las salas nosotros le pagamos un porcentaje de borderó, derechos de autor, se contratan técnicos, diseñadores, vestuaristas, tramoyas. Todos trabajan en estas obras y todo ese universo está hoy sin poder trabajar. Obviamente ha empezado a florecer el tema de la virtualidad, pero es un mundo bien acotado”. Algo similar acusan desde el mundo de la danza donde, de forma autogestionada, han realizado un catastro que demuestra que el 80% de los trabajadorxs de la danza trabajan como docentes o profesorxs y gran parte de los colegios, programas y carreras han tenido que cerrar por la pandemia lo que ha implicado una gran merma para el sector, 36

explica Josefina Greene y agrega que: “quienes llevan espacios dedicados a la danza, ya sean academias, espacios de residencia, investigación creativa, formación, difusión u otro, han tenido que reinventarse para mantener arriendos, cuentas básicas y una programación adaptada a lo digital que mantenga una relación con sus audiencias. No ha sido fácil y en muchos casos han tenido que sacar financiamientos propios que den sustento”. Las respuestas del MinCap son percibidas como difusas y complejas, dependiendo de cada área. Desde ACA explican que “en nuestro campo se anunciaron apoyos a la producción artística, financiamiento para espacios culturales, compra de obras de arte, programa de exposiciones con curadores invitados, adquisición de contenidos vía talleres, entre otros”, a pesar de que estos objetivos se lograron en una reunión con la ministra donde se incluyó un apoyo “más directo, evitando la concursabilidad -señala Luis Alarcón-, el MinCap dejó de activar de manera inexplicable algunas líneas de apoyo que ya habían sido anunciadas, como la adquisición de contenidos y el desarrollo de curatorías”. En tanto, Roberto Rivera sostiene que “con la ministra estuvimos una vez y no fuimos escuchados, la mesa siguió funcionando pero ella no asistió, y nunca se tomó en cuenta nuestras iniciativas”. Declaración en parte compartida por Josefina Greene, quien manifiesta: “Al inicio de la pandemia, la ministra recibió a cada sector durante una hora, para escuchar nuestros petitorios y demandas”. Por lo mismo Greene crítica la postura ante los medios de apertura al diálogo de la ministra “hace 6 meses que estamos en absoluta disposición de nuestra parte para trabajar


Cortesía Parque Cultural de Valparaíso.

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y hasta aquí no hemos visto la disposición que ella dice tener”. Muy diferente es lo que plantea Nélida Pozo desde el PCdV: “Hemos tenido al menos tres o cuatro reuniones, tanto con la ministra como con el subsecretario de las culturas y han sido atendidas las inquietudes que hemos planteado”. Para ella esta diferencia radica, en parte, en que “en el caso de algunas instituciones colaboradoras del Estado, como el PCdV y otras que reciben transferencia directa, la ministra tiene un representante en el directorio que es quién lo preside, por lo tanto, hay una relación distinta de nuestra institución con el Ministerio”. Desde la institución gubernamental señalan que el plan de apoyo tiene 4 ejes: “el financiamiento de organizaciones culturales, con alrededor de 8 mil millones; financiamiento de creación y circulación; el tercero es la formación; y el cuarto la adquisición de contenido cultural, que se puede entender como derechos de autor para exhibir o difundir ciertas obras o material”, explica Juan Carlos Silva. Y de esta manera, destaca acciones inéditas en el estado chileno como la compra de obras de arte donde postularon más de 800 artistas visuales; o la adquisición de los derechos pertinentes para estrenar 16 películas nacionales en ondamedia.cl, entre otros”. El esfuerzo, las ganas y la escucha son evidentes, las mesas de diálogo tenían un funcionamiento -no por eso una respuesta- y es quizás aquí donde realmente podemos ver el olvido en el que están las artes y culturas. La compra de obras contemporáneas de arte visual, en otros países, como España por ejemplo, es algo que realizan los museos año a año para apoyar la creación y aumentar sus colecciones; lo mismo podría decirse 38

sobre la creación de Ondamedia, entonces, ¿fue necesario una pandemia para que estos fondos se crearan o aumentaran su presupuesto? La pandemia ha transparentado la realidad y la, ya conocida, precarización de este sector, que en palabras de Roberto Rivera de la SECH, “los escritores, por nuestra misma actividad solitaria, en la cual no boleteamos a nadie, ni recibimos sueldo, vivimos de otros ingresos que nos restan tiempo de leer y escribir, pero como siempre ha sido así no hemos notado la diferencia. Es decir, estamos muy pobres, tal como el resto del país. Los editores, por otra parte, menudo drama están viviendo con la postergación de lanzamientos de libros y la escasa o nula ayuda que han recibido”. Para Juan Carlos Silva, las críticas que se hacen a la cartera tienen que ver con que: “no se han dimensionado de manera correcta las expectativas del sector, respecto a lo que el ministerio puede cubrir en una contingencia sanitaria como la que estamos viviendo, y ahí se produce una entendible brecha entre lo que el sector demanda y espera de la institución con lo que, efectivamente, se pueda hacer”. ¿Los Fondos son de Emergencia? “Estos fondos de emergencia no son muy de emergencia, porque si lo hubieran sido se hubieran tratado de sacar lo más rápido posible. Creo que cuando uno está en una crisis, en una emergencia, necesita urgencia por sobre todas las cosas y un fondo concursable jamás va a traer eso”, dice Verónica Tapia de la Red de Salas de Teatro. En parte su respuesta se explica por el carácter de concursabilidad que tienen los fondos, donde


“La mayor problemática es no poder ejercer nuestro trabajo” - Verónica Tapia, presidenta Red de Salas de Teatro.

por un lado está la dureza de la competitividad, y por otro hay una burocracia que demora la gestión de las bases, lo complejo que puede ser el formulario de postulación, la decisión del jurado, la firma del convenio, la rendición de cuentas y el cobro efectivo de la ayuda monetaria, sumado a la larga espera para los resultados que muchas veces pueden ser negativos, “como indicador, los proyectos adjudicados corresponden a un 10% aproximado de las cantidad de proyectos postulados. Es decir, es un fondo bastante pequeño”, señala Josefina Greene. Sobre la participación en esta instancia, Tapia expresa que “de la Red de Salas de Teatro postularon ocho salas y siete se adjudicaron el fondo, que es para seis meses, máximo 18 millones, si no recuerdo mal, pero esa plata todavía no la reciben”. La misma situación aqueja desde la Red Nacional DanzaSur y la Plataforma DanzSur, ya que, quienes se adjudicaron los fondos en julio, aún no firman el convenio ni han tenido acceso a los recursos económicos. Luis Alarcón expresa en dos frases el cuestionamiento a la competencia que significa un concurso público para la gente que enfrenta una situación económica precaria: “Muchos artistas y espacios terminaron postulando a las líneas de emergencia, no les quedó otra opción. Y dado que se trató de un concurso tipo Fondart, no todos van a ganar”. Sobre aquellos que no postularon, Nélida Pozo, explica que los fondos “estaban destinados a instituciones que no reciben aportes directos del Estado y me parece una medida muy justa en ese sentido”. También sin postular, pero por motivos muy diferentes, Roberto Rivera se refiere a los escasos recursos que significaba para su gremio la atribución de los fondos, “de parte del minis-

terio no hemos recibido nada más que buenas palabras y promesas. No postulamos a fondos de emergencia porque para los escritores el posible aporte era para la risa, los derechos sobre libros virtuales, se hubiera traducido, si es que, en aproximadamente 1.500 pesos [2 dólares], perdón, pero me vuelve a dar risa”. Sobre este ítem, el subsecretario Juan Carlos Silva manifiesta que se destinaron “150 millones para [la adquisición de] ejemplares para la Biblioteca Pública Digital”, la cifra no puede ser entendida solo en su volumen, sino que también debe entenderse que los derechos de autor en las ediciones digitales son menores al 10% del valor de comercialización de la obra, por lo que la retribución final que recibe un escritor/a puede rondar perfectamente en la cantidad que señala Rivera. Además, debe tenerse en cuenta que los 150 millones mencionados por Silva están destinados para la adquisición de 1500 ejemplares de más de 500 títulos, según la información emanada desde el ministerio. En cuanto a los fondos de creación para literatura, el presidente de la Sech manifiesta que: “Por nuestra parte propusimos una ayuda general a los escritores que lo precisaran de un mínimo de 300 mil pesos por una obra a entregar en los próximos meses sin necesidad de concursabilidad. No fuimos escuchados ni en esto, ni en nada de lo que propusimos ante la emergencia”. A raíz de esto la SECH, que tiene alrededor de 1.200 socios, ha generado con sus propios fondos, de manera interna y acotada, una ayuda directa a los escritores con problemas económicos urgentes. ¿Vale la pena una renuncia? En agosto se vivió un quiebre en la mesa de diálogo entre los agentes culturales y el MinCap, justamente después de la nula mención de la cultura en la cuenta 39



Cortesía Parque Cultural de Valparaíso.


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“Creo que cuando uno está en una crisis, en una emergencia, necesita urgencia por sobre todas las cosas y un fondo concursable jamás va a traer eso” - Verónica Tapia, presidenta Red de Salas de Teatro.

pública del presidente Sebastián Piñera, distintos rostros de los gremios de la cartera pidieron la renuncia de la ministra Consuelo Valdés Chadwick, acusando un nulo interés de la autoridad por dar respuesta a las necesidades del sector. Pese a que la creación del MinCap es muy reciente (2018), ha cambiado numerosas veces de mandamás, llegando a tener 4 ministros/as en el primer año desde que dejó de ser el Consejo de Cultura y pasó a ser ministerio. Los cambios de autoridad, el reajuste administrativo de un ministerio nuevo, el estallido social y la pandemia son parte de los factores que hay que considerar para evaluar la gestión de las autoridades de la Cultura, las Artes y el Patrimonio, que han sido acusadas de ser meros administradoras de fondos. El subsecretario Juan Carlos Silva hace énfasis en la disposición al diálogo que ha tenido la máxima autoridad de la cartera, “la ministra ha permanentemente abierto canales de comunicación con los distintos gremios y sectores y ha dispuesto también de extremar los instrumentos de otros ministerios para poder allegarlos a la necesidad del sector artístico cultural, para que los podamos cubrir”. Sobre el trabajo en concreto de Valdés y el ministerio, pone por ejemplo “lo que lanzó hace poco con el Sense, ya sea con las mesas de trabajo con el Ministerio de Desarrollo Social, o con otras autoridades ministeriales, y con lo que tenga que ver con los desafíos presupuestarios del próximo año; que creo también son sumamente importantes a la hora de evaluar y diagnosticar lo que hace un trabajo en equipo como el nuestro, que nos tocan cargos de autoridad en el Ministerio”. Además, destaca que han creado una unidad de intermediación en la que han tratado cerca de 600 casos de manera individual para abordar y acortar la brecha de 42

acceso de los artistas a beneficios de distintas instituciones públicas; han chequeado y maximizado la entrega de bonos sociales para asociadxs de organizaciones sociales, cruzando más de 9.000 datos entregados por organizaciones culturales para poder maximizar los recursos; están trabajando con el Ministerio del Desarrollo Social, para entregar recursos a organizaciones sociales y culturales que puedan cubrir necesidades de distintos agentes del sector artístico cultural y están desarrollando cerca de 40 iniciativas que fueron parte del Plan de Apoyo. La compleja situación entre lo que hacen los “gobernantes” y lo que reciben los “ciudadanos” no se vive solamente a nivel de artes y culturas, pareciera -en este país bien lo sabemos- que existe una brecha interminable; una distancia abismal. Y es que sí, el ministerio está haciendo cosas, claramente, está gestionando e intentando resolver las necesidades del sector. Sin embargo, lo insuficiente de las medidas, la escucha sin respuesta o con un accionar contradictorio, tiene inquietos a los agentes y creadores. Para Roberto Rivera una eventual renuncia de la ministra soluciona exactamente: “Nada. Quien venga será igual. No les interesa. Al primer mandatario no le interesa la cultura”. En una línea similar se manifiesta Luis Alarcón, quien dice que el problema de fondo no pasa por la renuncia de la Ministra Valdés, “pasa por generar una nueva forma de administrar la cultura en el país, un nuevo modelo que ponga realmente a la cultura y a los trabajadores del arte como foco de sus intereses”. También llamando la atención sobre el rol de la cultura, Nélida Pozo manifiesta que “no es aceptable que en tiempos de pandemia no se tomen medidas urgentes para un sector altamente precarizado. Es ahora, en tiempos de crisis, donde se requiere precisamente más


Compañía Teatro Azares en función escolar para el programa Públicos en RED 2019. Cortesía Red de Salas de Teatro.


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Estado, por lo tanto, esperamos mayor protagonismo, mayor decisión, mayor presupuesto, proyectos de ley, nuevas herramientas jurídicas”. Con cierto apoyo a la ministra, más que a su gestión, Verónica Tapia señala que si la ministra renunciara a su cargo podría presentarse un escenario más adverso que el actual “tendríamos que partir de cero con un nuevo ministro, que realmente pueda venir desde otra áreas y que no entienda nuestras necesidades”, sin embargo, aventura sus expectativas en caso de ocurrir el cambio administrativo con una idea que parece potente dentro del área “me encantaría tener a alguien que en verdad estuviera más con nosotros, aportando más o, por último, que tal vez pudiéramos estar en este punto, pero que sintiéramos que haya peleado por esto y eso es lo que nosotros no vemos”. Esta falta de voluntad política, de compañerismo o de identificación con un “líder” está presente de manera radical en el discurso de Josefina Greene que permite entender la exigencia de la renuncia de Valdés, por 3 razones: “primeramente falta de apoyo y el silencio público por la violación de Derechos Humanos que sufrieron muchxs colegas de nuestro sector durante el estallido social; como segunda cosa, denunciar la falta de efectividad real y directa que hemos tenido durante la pandemia. Por último, tener mayor peso político para entrar en la discusión constitucional”. Consejos, leyes y otros invitados... Todo teatro tiene una antesala donde esperar a los espectadores para ver la obra en ella se juntan, comparten y dialogan, luego sirve como espacio de recepción para cócteles o comentarios sobre la fun44

ción. En la antesala de esta negociación ocurre algo similar, pero los espectadores entrarían a ser tanto la creación de Fondart como ejemplo base de la concursabilidad; la falta de políticas públicas que realmente ayuden a profesionalizar, dignificar y apoyar el rubro; y los gremios o agentes culturales. Ahora, con la creación del MinCap y el caos sanitario, ¿podríamos considerar que estamos en plena función? Si es así, ¿qué vendrá después? Los comentarios ya existen y el desenlace pareciera evidente con los anuncios sobre el recorte de presupuesto del 1% en cultura. Al respecto Verónica Tapia señala que: “necesitamos un ministerio más fuerte, que pueda unir, que participe de la discusión del estado, de la importancia de la cultura hoy en crisis. Nosotros aportamos más del 2% del PIB a nuestro país y creemos que un 0.37% de aporte, para un ministerio, es realmente desconocer la importancia de las artes, culturas y patrimonio en la identidad de un país. Esto lo tiene que pelear y defender con la vida nuestro ministerio y eso no lo vemos”. A lo anterior agrega lo importante que es generar una Ley de Emergencia, con un catastro real de quiénes configuran los gremios y así poder hacer una ayuda directa que permita eliminar la concursabilidad. Al respecto Nélida Tapia considera que: “la cultura es fundamental para el desarrollo de los países, no sólo porque impacta en el crecimiento económico, sino que también aporta a la cohesión social y al fortalecimiento de las democracias”. En este mismo sentido, la gestora y productora del Observatorio de la Danza, Josefina Greene, expone que “hoy en las cámaras hay disposición para apo-


“En tiempos de crisis donde se requiere precisamente más Estado, por lo tanto, esperamos mayor protagonismo, mayor decisión, mayor presupuesto, proyectos de ley, nuevas herramientas jurídicas”. - Nélida Pozo, directora ejecutiva del PCdV. yar a través de leyes cortas que modifiquen ciertas atribuciones y den efectividad a las ayudas que hoy necesita nuestro sector. Falta voluntad política, porque propuestas hay, muchas, serias y totalmente implementables”, un ejemplo sería el Plan de Emergencia y Reactivación presentado por CICE, que en su opinión “plantea una serie de medidas muy factibles y ejecutables”. CICE es la sigla que representa a la Coordinadora Intersectorial Cultura en Emergencia, surgida en esta cuarentena, que involucra a diversos gremios invitados a los diálogos por su trayectoria y que decidieron trabajar conjuntamente. Esta coordinadora desarrolló y presentó el Plan de Emergencia y Reactivación a la ministra y al subsecretario como propuesta para el trabajo conjunto. El 21 de julio recibieron una respuesta en la cual el Ministerio no se acogía a ninguna de las medidas presentadas, tampoco permitiendo una discusión o trabajo al respecto. 10 días después se realizó la salida masiva de las mesas de diálogo esperando que se pueda garantizar la existencia de espacios participativos y d e trabajo conjunto. Otro de los problemas puntuales que mencionan diversos agentes de las artes escénicas es que aún no cuentan con una Ley de Artes Escénicas, a pesar de que está ad portas de hacerse efectiva. Esta contempla un Consejo formado por 15 personas vinculadas a siete disciplinas escénicas y académicos, gestores, creadores, entre otros, que implica ciertas atribuciones para tomar decisiones respecto a las acciones que implementa el Estado en beneficio de estas disciplinas. “La danza tendrá su espacio, está en el radar de la institucionalidad, pero hasta que la ley no esté en funcionamiento, no podemos tener una real clari-

dad de cómo y cuánto será el aporte para el desarrollo y fomento de nuestro sector. Históricamente, los recursos destinado a nuestra área han sido muy escasos y han servido para programas anuales con actividades como la Celebración del Día de la Danza, Encuentro Coreográfico sala Arrau, Programa de formación para profesionales en GAM, Ciclo de perfeccionamientos profesionales en otras regiones diferentes a la Metropolitana, entre otros. Hoy, no existe ninguno de estos programas mencionados”. Algo similar plantea Verónica Tapia, “estamos en un lugar super complejo. Tenemos una ley que salió, que debió empezar a funcionar en marzo con el Consejo de Artes Escénicas, pero la Ley no ha avanzado en su reglamento, ninguno de los gremios hemos visto sus bases -y agrega-. Los Fondos Concursables no fueron decididos por el consejo y esa es una de sus funciones por ley, pero como aún no existe porque no está el reglamento, estamos en total desventaja”. En contraposición a esto desde las áreas de música y el libro, por ejemplo, si existen leyes y los consejos respectivos, lo que ha permitido, entre otras cosas, “simplificar los formularios de concursabilidad a creación de obras, que eran un verdadero rompecabezas; y que se vuelva a incluir la concursabilidad de la crítica o comentarios de libros”, explica Roberto Rivera, aun así existen críticas sobre el órgano, pues “su foco es distinto al que los escritores y el mundo del libro deseara, tiene una direccionalidad muy elitista, que conversa poco con la ciudadanía y los beneficiarios finales del mundo del libro, desde el escritor al lector”. La inexistencia de mecanismos de emergencia deja en evidencia la vulnerabilidad de un sector que lleva 45


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años quejándose de ser vulnerables. Desde enero de este año se sabía que íbamos a entrar en confinamiento, el gobierno se preparó comprando ventiladores y preparando la red asistencial de salud -acciones evidentemente prioritarias-, pero por algo existen diversos ministerios, aquí cabe la duda sobre cómo y si es que se preparó el MinCap. En palabras de Luis Alarcón, “debería existir un repertorio de mecanismos de emergencia permanentes y efectivos, cambiar la lógica de la competitividad”. En la misma línea Nélida Pozo sostiene que “para este sector se debería incorporar un paquete de medidas de reactivación económica dentro de los 12 mil millones de dólares que anunció el gobierno hace unos meses atrás. Y algo muy importante, sin duda, es no seguir recortando los recursos”. La reapertura ¿Cómo enfrentarán, las audiencias, esta nueva normalidad? Es una pregunta compleja, de seguro la gente que está llenando los pisos y tiendas en los malls no tendrá la misma iniciativa para ir a ver una obra de teatro o danza, más aún si antes de la pandemia muchas veces costaba llenar los asientos de las salas de teatro. Es más, esta fue una fuertes críticas que se hizo al olvidado teatro del Centro del Gam, ¿cómo llenarían esos espacios? Junto a los espectadores, la reapertura implica otra situación relevante, ¿cómo, si las instituciones culturales ya están en una fuerte crisis económica, podrán costear los requisitos para la reapertura? “Se hizo una sub mesa para poder levantar, con insumos de distintas organizaciones del sector, cuáles eran las necesidades particulares para un protocolo de funcionamiento que disminuya los riesgos de contagio. Además se está haciendo una consulta online, dispo46

nible en la página web del ministerio, para sensibilizar a los públicos de manera que, independientemente de la garantía fundamental que es la tranquilidad sanitaria, ellos también sientan la confianza”, explica el subsecretario Juan Carlos Silva, de esta manera se pretende resguardar tanto a quienes gestionan y trabajan en estos espacios como de los espectadores. Entre las precauciones, claramente, está la apertura en el paso 4, limitaciones de aforo y fiscalización de las medidas, para lo que se ha coordinado con el Ministerio del Trabajo y el de Salud. En el PCdV, a pesar de contar con transmisión de fondos directos, los costos de reapertura son impagables, “estos costos son altísimos y tendremos que postular a fondos concursables para ello, lo que implicará planificar una apertura de salas para 2021, solo si es que nos adjudicamos dichos fondos y por este año solo pensar en una apertura parcial del espacio del parque. Lamentablemente no podemos financiar estos costos con los recursos que aporta directamente el Ministerio, creo que ahí hay una falta de decisión, una voluntad política y un acuerdo para favorecer la apertura de espacios culturales apenas estén las condiciones sanitarias”. Desde la Red de Salas de Teatro también hacen hincapié en los altos costos que implica la sanitización, sobretodo porque arrastran una baja de ventas en los tickets desde octubre del año pasado e, implica, 6 meses sin venta de entradas. Y señala un punto no menor, “también tenemos que pensar en la parte emocional y sicológica del público de querer ir a un teatro y que no tengan miedo. Personalmente estoy super asustada, no pensé que iba a ser tan pronto, quiero la seguridad para mis trabajadorxs, todos los equipos artísticos que puedan venir al teatro y el público, por supuesto. Además, muchos teatros no van a poder abrir en una primera cuarta etapa por temas de presupuesto”.


"Y Escaparon del Peso de la Oscuridad", 2019, de la compañía Escénica en Movimiento, Director: Thomas Bentin. Foto: Luis Zamora. Cortesía Fogata Cultura.


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Recomendaciones

Piola: un retrato adolescente por Javiera Fernández "Las calles no son lindas, como dijo Pablo Neruda, Yo te hablo que la calle es cada vez más ruda Esquinas oscuras, drogas y locura Un grafiti del Niko en bienvenido a Quilicura, Y yo volando voy por esta nube gris La gente en la ciudad ya no sabe ser feliz Gritos y peleas a cualquier hora Ruidos y bocinas son su banda sonora"

E

sas son las palabras que salen de la boca de Martín entonando un rap, mientras Charly lo acompaña con el beat box. Ambos se encuentran en una sala de clases de un liceo en Quilicura, sus compañeros escuchan atentos, siguiendo el ritmo con sus cabezas, mientras la profesora, con las cejas arqueadas, mira fijamente a la dupla. Así comienza la película “Piola”, el primer largometraje del cineasta chileno Luis Alejandro Pérez, estrenado en el Santiago Festival Internacional de Cine (SANFIC) durante el mes de agosto, en la categoría Competencia de Cine Chileno, con la que el actor Max Salgado recibió el premio a mejor actuación. La cinta sigue las andanzas de unos jóvenes de la comuna de Quilicura, dos historias paralelas que culminan en una coincidencia, un encuentro fortuito. Los primeros son un grupo de amigos que tienen una banda de rap -liderada por Martín (Max Salgado)-, quienes luego de retirarse de una fiesta y pasar toda la noche fuera de casa encuentran una pistola cargada a las orillas de un cerro, la cual Martín, con gesto cauteloso, procede a meter en su bolsillo. En la misma temporalidad, aparece la historia de Sol, interpretada por la actriz Ignacia Uribe, una compañera de liceo de los jóvenes, en quien vemos dolor y aguante cuando pierde a su mascota, una perra a la que c omienza a buscar. Esta producción realiza un retrato del adolescente chileno, de aquel que conoce el esfuerzo, que está cons48

ciente de las injusticias, que conoce la calle mejor que muchos y que sueña, con vehemencia, de manera cotidiana. Gran parte de este reflejo lo vemos en Martín, joven de expresión seria, vividor del rap y alma callejera, de padres distantes que no conversan con él y que recriminan su indiferencia porque nunca está en la casa. La vida de Martín está afuera, en las veredas y calles que recorre con sus amigos, en los murales, historias y personas que observa en la ciudad, que lo inspiran a contar lo que siente, desde la música y las palabras rapeadas. Para los amigos, y especialmente Martín, el hallazgo de la pistola deja entreabrir un cruce entre la adolescencia, asociada al juego, la experimentación y el riesgo, con el paso al mundo adulto, donde la consciencia y la responsabilidad aparecen como un hachazo. Al comienzo parece ser un hecho aislado, pero después el arma trae una seguidilla de sucesos inesperados hasta que, de súbito, nos encontramos con el crecimiento personal de estos adolescentes. En paralelo, vemos el andar de Sol, que sólo con su mirada, dulce y sentida, nos deja atisbar el sufrimiento que le trae la pérdida de Canela, su bóxer. Cuando comienza a buscarla, la sensibilidad de la joven brota en plenitud, a la vez se deja ver su carácter, sus inseguridades e, incluso, las diferencias que tiene con su madre. Sol se mueve, imparable, a ver si en una esquina aparece su perra, recorriendo calles con el rostro húmedo de lágrimas, corre, mira de un lado a otro, está en su propio andar, hasta que ocurre la confluencia: la chica y los amigos raperos se topan, sus experiencias y crecimientos se trenzan. “Piola” es una película que empatiza con el adolescente, un reflejo honesto de lo que significa el crecimiento personal. Las inseguridades, impaciencias, penas, enfados, pero también risas y alegrías, se pronuncian a través de estos cabros que sueñan con vivir de la música, que defienden a los animales, que aprenden de sus errores y que, por sobre todo, le buscan el sentido a sus vidas.


Piola, Año: 2019, Dirección: Luis Alejandro Pérez, Guión: Luis Alejandro Pérez Cortesía de Fundación CorpArtes.

Max Salgado, Ignacia Uribe, René Miranda, Javier Castillo, Steevens Benjamin, Andrés Rebolledo, Alejandro Trejo, Paula Zúñiga. País: Chile. Duración: 1 hora y media. 49 Cortesía de Fundación CorpArtes.


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Columna

Siguen faltando libros por Galo Ghigliotto..

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tro septiembre en Chile. Un mes que para muchos es símbolo de relajo, de asados, pero para tantos otros un mes donde la memoria regresa con los vientos fríos de momentos que quisiéramos nunca hubiesen existido. Pero permanecen. Este año la pandemia se ha llevado todo el protagonismo, dejando relegado el recuerdo de un suceso que cumple 50 años: la Unidad Popular. Quedan registros de ese momento particular, fotografías, libros, documentales, aunque parecen insuficientes para explicar su complejidad.

¿Se puede revivir el pasado? En muchas ocasiones se dice que una imagen vale más que mil palabras, pero las fotos que se conservan de la Unidad Popular exhiben en su mayoría manifestaciones públicas, marchas, colas, que dan cuenta aislada de lo que fue en realidad ese momento histórico. Es entonces cuando el trabajo editorial juega un rol mucho más completo, cuando la máxima sobre las imágenes y las palabras se invierte o, al menos, las imágenes comienzan a necesitar la compañía de una caja de texto. De las formas en que la producción de libros puede aportar a la memoria, es sin duda el género testimonial el que mejor nos permite situarnos en el cuerpo y el alma de los protagonistas del pasado, no solamente viendo a través de lo que se nos muestra, sino compartiendo emociones y sentimientos ante los diferentes hechos narrados. Por otra parte, los textos testimoniales tienen una potencia de la que carece la ficción e incluso la investigación, ya que nos permiten leer el pasado como una verdad, con la fuerza de esta. Quizás el caso más emblemático sea el de Primo Levi y su Trilogía de Auschwitz, en la que nos transporta por lugares horrendos que sirven como expresión de la parte más tenebrosa del alma humana. La visión de las víctimas de los hechos históricos y catástrofes naturales o personales, suelen ser las 50

más comunes en el género testimonial; mucho más infrecuentes son las de los protagonistas –entendidos como los sujetos involucrados en los procesos–, los espectadores lúcidos y, casi inexistentes, las de los victimarios. Existen varios libros testimoniales de víctimas de la dictadura; pero sobre lo que fue realmente la UP hay poco escrito. Todo parece haber comenzado otra vez a partir del Golpe, como si no existiera un momento previo. En lo personal, un pequeño aporte, con la reedición de Vida y muerte del Chile popular, del sociólogo francés Alain Touraine, un “espectador lúcido” que escribe el día a día en la UP en un diario donde se dedica a diseccionar el transcurso de los hechos desde pocos meses antes del golpe de Estado. Hace poco apareció también otro libro: El tiempo del pueblo unido, de Camilo Escalona, con el que pretende “mostrar a las generaciones más jóvenes” al político que “participó en cuatro elecciones para ser Presidente, buscando la unidad de la centroizquierda”. También un libro de investigación, La Unidad Popular, de Alfredo Sepúlveda, donde el autor hace una reseña “desde la perspectiva de los distintos actores que fueron protagonistas de la vía chilena al socialismo”. Hubiese sido interesante que este año la acción editorial se haya volcado a buscar en gavetas y estantes perdidos libros y manuscritos que nos permitieran conocer –respirar– el ambiente de la UP. ¿Habrá sido la pandemia? Como sea, es lamentable que una etapa tan importante de la historia chilena, en términos de haber dado paso a una dictadura que desfiguró por siempre la identidad nacional, esté tan pobremente documentada a sus cincuenta años. Una vez más, siguen faltando libros.


Ilustraciรณn realizada por Lilia Lujรกn.


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Especial

Rememorando los 80-90 L

as redes sociales han fomentado el trabajo de las nuevas generaciones de artistas, aquellos nativos de internet. En esta edición del periódico AAL decidimos homenajear y recordar a los artistas de los 80 y 90 que siguen vigentes en el arte contemporáneo, a través de exposiciones en museos o participación en ferias de arte. La pintura y la escultura se toman las páginas de esta sección especial para artistas visuales.

Alicia Larraín Chile 52


Alicia Larraín, ARTEFACTO, 2018, dibujo y pintura manual sobre cartón, luego impresión digital sobre placa de polímero, cortada, troquelada y anillada, 240 x 240 cm.


Claudio Gallina, Observando el desastre, 2020, lápiz carbón y acrílico sobre lienzo tríptico de 200x100 cada pieza, 200 x 300 cm.

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Claudio Gallina Argentina


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Neno Ramos, Money Lisa, 2020, pintura hecha sobre 420 monedas de un centavo de dรณlar, 50 x 50 cm.

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Neno Ramos Brasil



Guillermo Conte, Escalera mecรกnica, 2007, รณleo sobre tela, 128 x 151 cm.

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Guillermo Conte Argentina


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Ismael Frigerio, Terra Australis, 2020, รณleo sobre tela, 130 x 130 cm.

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Ismael Frigerio Chile



Erika Ewel, La mujer perfecta, 2019, Collage, 16 piezas de diferentes formatos, 100 x 200 cm.

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Erika Ewel Bolivia


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Jaime Franco Colombia 64


Jaime Franco, CATABASIS, 2020, barro volcánico del Urabá antioqueño sobre la pared, 350 m x 550 cm.


Ramiro Pareja Herrera, Confinados 1, 2020, acrĂ­lico sobre tela, 140 x 140 cm.

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Ramiro Pareja Herrera PerĂş


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Klaudia Kemper Chile 68


Klaudia Kemper, Malestar (Vías de Extinción), 2020, impresión digital intervenida sobre papel algodón, 50 x 70 cm.


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Marcela Cabutti Argentina 70


Marcela Cabutti, Lluvia ArcoĂ­ris, 2019, 45 piezas de cristal soplado de colores, 320 x 130 x 80 cm.

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MarĂ­a EugeniaTrujillo Colombia 72


María Eugenia Trujillo, De la serie Dechados, “No es no” , 2019, bordado en punto de cruz, sobre algodón, 65 x 91 cm.


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Rodolfo de Florencia MĂŠxico

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Rodolfo de Florencia, PROMETHEUS, 2020, acrílico y pigmentos sobre tela, 240 x 185 cm.


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Ă ngel Delgado, Contained Words Series, 2015, Soap and clamp / 93 x 17 x 5 cm (c/u).


Ciro Beltrán, El silencio de las algas en naranja, 2014, acrílico sobre tela, 140 x 180 cm.

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Ciro Beltrán Chile


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Alfredo Márquez, LA PACHACUTI (LIKE A VIRGEN), 1998, acrílico sobre lienzo 150 x 145 cm.

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Alfredo Márquez Perú



Tendencias

Nuevos investigadores en el Arte Nacional por Ernesto Muñoz

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o mirar el pasado con la mirada del presente” a juicio de Umberto Eco, implica un arduo trabajo de entendimiento y comprensión de los hechos ocurridos y el medio en el cual estos ocurrieron. Esa es la tarea de los investigadores del arte, en este caso de nuestro arte nacional. Hoy debemos alegrarnos con la presencia de un nutrido y bullente conjunto de investigadores, que con sus contribuciones escriturales e investigaciones han dado una nueva mirada al arte chileno, con una visión de pasado, con el consecuente respeto de las obras, lo que permite vislumbrar una diferente concepción respecto a nuestra contemporaneidad. Es importante observar que esta nueva era de investigación va dejando atrás esa visión retrograda que, durante mucho tiempo, diversos investigadores conformaron como historia del arte chileno, excluyente y acotada. Así, hemos podido adentrarnos en la arqueología del arte nacional, a través de la exhaustiva investigación de dos insignes profesionales, como Cynthia Valdivieso y Marisol Richter, sobre la obra del artista Alfredo Valenzuela Puelma, dando a conocer aquellos hechos históricos que permiten valorar la verdadera importancia del artista en su tiempo. En “Memoria y Amnesia” podemos apreciar un recuento pormenorizado del arte nacional realizado durante el periodo de la década del 70 hasta finales de los 80, fruto de un trabajo exhaustivo, la artista visual Luz María Williamson logró resumir un contenido muy secuencial, una monumental obra. En ella detalla, con amplitud y certeza, hechos realizados por distintos

artistas nacionales en periodos muy angustiantes de la vida del país. Este es un libro clave para comprender con mesura el arte de ese periodo. Luego, debemos sumar la aparición de un libro que trata la obra del artista chileno del siglo XIX, Antonio Smith, donde se pone de relieve a este creador del paisaje vernacular de Chile, sus autores son Samuel Quiroga y Lorena Villegas. Estos aportes se abren paso a un campo inexplorado y muy valorado por las generaciones actuales, quienes están siempre interesados en conocer nuestra cultura y a quienes merecen ser reconocidos como artistas que fueron capaces de no tan solo crear, sino también configurar significados que valoran sentimientos explícitos de la época, como la crítica y la ironía Por último, si hay alguien que merece ser reconocido por el Chile actual, como un genio creador, es la figura mítica del pintor Álvaro Guevara. Chile-Guevara, así fue conocido en los círculos artísticos de Londres y París, con una personalidad a toda prueba Álvaro Guevara dejó un sello como uno de los grandes pintores de su época. Amalia Cross logra transmitir en su libro, esa sensación de vergüenza, porque no hemos sido capaces como chilenos de aceptar a Guevara como una de los grandes artistas nacionales, a la altura de Roberto Matta. Cross nos muestra cómo logró ese artista porteño, campeón de box y poeta, ser elogiado por Ezra Pound. Amalia Cross es la autora de esta exhaustiva investigación y a su vez del Catálogo Razonado del Museo de Arte Contemporáneo, en conjunto con su colega el investigador Claudio Guerrero Urquiza.


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Para no olvidar

Todas iban a ser Diosas por Ricardo Rojas Behm

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Detalle de Consuming Folly, 2010, óleo sobre tela, 182.88 x 243.84 cm. Archivo Arte Al Limite, revista impresa edición n° 67

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esde el paleolítico el ideal de belleza está asociado a Venus, diosa de la fecundidad, bajo un canon estético que exacerba los atributos de la nutrición y la concepción, ejemplificada en la clásica estatuilla de Willendorf o la recién encontrada Venus de Renancourt. Aun cuando, este patrón varía durante el período helenístico de la escultura griega con La Venus de Milo, diosa del amor y la belleza, instaurando un estilo representacional, que luego se transfiere a Botticelli y El nacimiento de Venus (1482-1485) donde opera toda una genealogía relativa a la visión femenina, imponiendo un modelo que continuó replicándose en la Venus reclinada en las olas de Adolf Hiremy-Hirschl, el Nacimiento de Venus de Walter Crane, y en los films de Bernardo Bertolucci, Soñadores (2003) y Terry Gilliam Las aventuras del barón Münchausen (1988). Envestidura divina que la artista afrocubana Harmonia Rosales rescata para burlar la unilateral concepción de diosa blanca de sensuales cabellos dorados, al crear El nacimiento de Oshun (2017) con una mujer negra, de pelo corto y rizado, símbolo de paridad racial. Un acto de desagravio del que desde otra arista Andrea Mary Marshall con su Autorretrato como Venus de Milo (2013), alza una proclama corporal denunciando la utilización sistemática del cuerpo por parte de esta extractiva sociedad. En ese deseo querer siempre más, surge esta Locura consumidora

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(2009/10) y Helado Venus, (2010) de Will Cotton, con su “candyland” de repostería hedonista inspirada en las Venus de Cabanel (1863), llevándonos a un paraíso de insaciabilidad donde todos los sueños se cumplen. Desliz que Jeff Koons, recrea en un contrapunto entre Globo Venus (2008-2012) y Venus Metálica, (2010-2012), dos representaciones de una misma diosa inoxidable, con las que cuestiona el culto y la veneración por los bienes de consumo. Escenario que a su modo evoca Mel Ramos cuando reversiona la Venus en el espejo de Velázquez (1647), cambiando a la morena del original, por una rubia platinada tipo pin-up deslizando un discurso de clase instalado por los mass-media. Entrecruce de desigualdades con las que Julia Toro, proyecta una Venus vista no desde la perspectiva divina, sino desde el eros y la corporalidad de la experiencia cotidiana. Viso de cercanía que asume y encarna Anke Eilergerhard con una infinidad de coloridas esculturas de silicona en las que indaga el vaivén estético, soportado por la mujer a través de la historia, que nos remite a esa voluptuosa venus paleolítica, recreada en glaseadas y sinuosas composiciones de crema batida. Dulce evocación que colisiona de frente con “un” Venus (2016) poco convencional, andróginamente indefinido y narcisista del ruso Oleg Dou, cuyo lance atemporal y ambiguo, desestabiliza los códigos perceptuales en torno a la diosa. Quiebre compartido por Susi Krautgartner, con un registro fotográfico que


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Es duro ser Venus, 1994, acrĂ­lico sobre tela, 160 x 60 cm.


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alude a Botticelli y a Velázquez, pero con la convicción de querer acabar con el menoscabo de los estereotipos. Síntoma que también destaca Ted Lawson, en Eva (2011) obra escultórica, hecha en resina fundida en la que proyecta un abanico de complexiones físicas que oscilan de la morbidez a la anorexia. Aun así, la distorsión de la belleza dentro del lenguaje corporal es tan importante como la belleza misma; consigna que enarbola Louise Bourgeois en su Estudio de la naturaleza de Venus de Lespugue (2004), y que tiene tanto que ver con lo que deseas ocultar del cuerpo como con lo que quieres exponer. Un cliché, que en nada afecta a Elisa Valenti, cuando pinta su propia realidad corporal para cuestionar los cánones de belleza. El que en Marcela Trujillo se plasma en Es duro ser Venus (1994) trilogía conformada por A Venus Dementem, A Venus Corpus y A Venus Spiritus, con la que interpela la clásica representación del ideal femenino, exagerando y parodiando los símbolos del erotismo. Planteamiento que adquiere singulares dimensiones en el trabajo de Okuda san Miguel, artista urbano que, desde el street art, nos da su versión en Venus Zoo, focalizado en la diosa romana del amor y en zoo como paradigma de un sistema que te llena de barrotes que coartan tu libertad. Hecho coercitivo que claramente se reconoce en dos artistas que desafían el poder y la clase dominante, como se aprecia en Libertad (2018) de Misha Japanwala artista visual paquistaní con un conjunto de esculturas fraccionadas y moldeadas en su propio cuerpo, como tributo a esas mujeres asesinadas por “deshonrar a sus familias”. Fracturada representa90

ción que alude a una venus víctima de una patriarcal y atávica violencia. Estigma que se entrelaza con la crónica visual elaborada por Laila Shawa, artista nacida en Gaza, cuya preocupación es metaforizar las vicisitudes del pueblo palestino en su serie “Cuerpos desechables” (2011), evidenciando tanto la fragilidad femenina como su actitud combativa, antedicha en esculturales torsos decorados con plumas y bisutería, pero a la vez equipados con amenazantes cinturones suicidas. Detonante que se distancia de Michelangelo Pistoletto, y la Venus de los trapos (1967), su emblema del arte povera, en el que realza la inmutable belleza marmórea de una divinidad sumida en una pila de trapos que evocan el proceso de transformación de la moda, símbolo de degradación de la materia y producto de un sistema consumista, donde el hedonismo acaba siendo un valor intrínseco y la ansiedad el mecanismo evasivo, que además se percibe en esa eutrófica Venus (1977/78) de un Fernando Botero que, apelando a su característico sello de desmedida voluptuosidad sin arquetipos, nos entrega una magnífica escultura en bronce en la que retrata la otra cara de la oquedad. Hasta encontrarnos con Vanessa Beecroft, con una puesta en escena en la que mediante un happening logra el efecto de homogeneización de todas las Venus u obras de arte vivientes, en las que grupos de mujeres recuerdan que por sobre la inoculada perfección artificial de los clásicos de belleza, como ella insistentemente recalca: “La mujer también se cansa, ama, suda y excreta”.


Daisy, 2011, silicona altamente pigmentada, 130 x 90 cm. Colección Privada. Archivo Arte Al Límite, revista impresa edición n° 75.

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Recomendaciones

Septiembre y octubre en Ferias Online L

as ferias internacionales se tomaron Internet desde marzo de este año. Con la cancelación de Art Basel Miami podemos asegurar que no habrá viajes ni visitas presenciales a estos eventos que convocaban a miles de agentes del arte. Sin embargo, para eso está Internet. Acá les dejamos un vistazo a las principales ferias online de este mes. 92


Scope IMMERSIVE / Entre el 17 y 20 de septiembre se realizará “Scope Immersive | Online Viewing Room”, que presentará a los coleccionistas una oportunidad única para explorar y comprar obras de arte de 30 expositores de manera remota en un espacio digital e interactivo. Además cuenta con un programa diverso que incluye, diariamente, un muro de video a gran escala con programas de bienestar matutinos, charlas y activaciones de artistas. Esta misma pared multifuncional se transformará, después del horario de atención, en una experiencia de vida nocturna premium con DJs de reconocimiento internacional. Todo liberado para que puedan disfrutar desde casa. https://immersive.scope-art.com/

Artbo / Bogotá, Colombia En pro de la reactivación económica de las artes plásticas en Colombia, la reconocida feria internacional Artbo, realiza un “Fin de Semana Digital” que comenzó el lunes 31 de agosto a través de un “Catálogo de Nuevos Coleccionistas”, junto a Samsung | The Frame. El catálogo reúne 91 obras de artistas emergentes, de mediana trayectoria y consolidados, que son representados por 34 galerías participantes en la 4ta edición de la feria. Los precios de las obras no superan los USD1.580. Cada galería tiene una ficha técnica detallada junto a su información de contacto para adquirir las piezas. https://www.artbo.co/Noticias/Catalogo-de-Nuevos-Coleccionistas-ARTBO-SAMSUNG-THE-FRAME

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Barcú / Bogotá, Colombia Entre el 13 y 18 de octubre se realizará la 7ma versión de esta Feria de Arte y Festival Cultural, con una variada programación en línea de actividades artísticas y muestras culturales, como siempre, desde La Candelaria. Contará con galerías nacionales y extranjeras que tendrán stands digitales en 3D para que se puedan apreciar las obras. Esta sección se encontrará en línea durante un mes para que los visitantes puedan conocer y adquirir las obras que deseen sin salir de casa. Además cuentan con la participación de Raúl Marroquín, artista colombiano de video arte, que participará con una serie de happenings; con Clemencia Echeverri, quien participa con video instalaciones en la ciudad de Bogotá; y, como siempre, con el espacio para los artistas independientes “Spotlights”, también en formato virtual. https://barcu.com/

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BAphoto / Buenos Aires, Argentina BAphoto Live es la nueva incursión que realizará esta feria de fotografía, entre el 1 y el 15 de septiembre a través de su plataforma de contenidos y comercialización pensada especialmente para esta edición. Más de 90 galerías a nivel internacional participan de este espacio virtual para atraer a coleccionistas que, desde su hogar, podrán adquirir las obras que deseen. Entre las secciones está GalleriesShow, auspiciado por el EFG, que incluye a las galerías principales. En este caso son 42 de Argentina, 11 de Brasil, 10 de Estados Unidos, 8 de Chile, 7 de Perú y 5 de España, entre otros. La sección PlayRoom, auspiciada por Zurich Argentina, con 4 propuestas curatoriales de diferentes recorridos y experiencias en relación a la producción fotográfica. Alfredo Aracil, curador español, presentará “Líneas de virtualidad”, donde analiza las transformaciones en la producción artística en los últimos años, a través del diseño computacional y por la biotecnología. También incluye “Donde el jamón no era jamón”, “Correspondencias”, a cargo del director artístico Francisco Medail. Y, finalmente, “Cuadros dentro de cuadros”, impulsado por galería Hilario, Artes Letras & Oficios y el historiador Abel Alexander. Entre las otras secciones de la feria se encuentran PrintPreview, una asociación con CineClub que permitirá disfrutar de película sobre fotografía y proyectos audiovisuales. LiveTalks, ciclo de entrevistas. https://www.buenosairesphoto.com/ 95


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Hasta dรณnde remendar los tejidos por Javiera Fernรกndez

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Mónica Bengoa, Einige Beobachtungen über Wildblumen: Bienen-Ragwurz (Ophrys apifera) o Algunas consideraciones sobre las flores silvestres: Orquídea Abeja (Ophrys apifera), 2011, Mural de once capas de fieltro de lana natural calado a mano, 258 x 320 cm.

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l Arte Textil se luce por mezclar materiales y técnicas ancestrales con innovaciones tecnológicas que permiten nuevos tejidos y posibilidades. Las fibras animales y de origen vegetal se entrecruzan con materialidades sintéticas como el nylon, rayón y otras sustancias plásticas que, surgidas a partir de los años 30, brindan a los artistas nuevas posibilidades creativas, pero también, un reciente y complejo desafío a la disciplina encargada de que estas obras perduren en el tiempo: la conservación y restauración de bienes artísticos. Parafraseando al profesor de conservación textil Frances Lennard, uno de los problemas con los que se encuentran estos profesionales es el uso de técnicas y materiales no tradicionales que, si no se conocen a cabalidad, pueden desgastarse rápidamente dentro de una pieza de arte, como expresa en su texto Behaving badly? The conservation of modern textile art. Pero no son sólo las técnicas empleadas las que preocupan a los conservadores de arte textil, sino también el conocimiento de los sistemas de almacenaje y transporte adecuados, las condiciones climáticas favorables, herramientas contra las plagas de insectos, la luminosidad, limpieza correcta y, por supuesto, la transmisión material y conceptual que el artista ha dado a su obra. Para lxs artistas del Cono Sur, ¿es la conservación material de sus obras una prioridad?

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No hay un consenso La restauradora textil Verónica Menares, especialista en textiles arqueológicos y dedicada principalmente al manejo de colecciones de museos estatales en Perú, sostiene que, por parte de los artistas, el interés en la conservación no es algo transversal. “Diría que en general por parte de ellos no existe mucho conocimiento en lo que respecta a la correcta conservación de las obras, evidentemente hay muchos a los que sí les preocupa la manera en la que se van a comportar sus creaciones en el tiempo, y saben perfectamente la durabilidad y madurez de los materiales que utilizan, creo que eso dependerá en gran medida de la formación académica que reciben y del propio interés en la "durabilidad" de su obra”, sostiene Verónica. Pero al preguntar a los mismos artistas, surgen puntos de vista y opiniones bastante diversas. En Chile, para la artista textil Maite Izquierdo, licenciada en Artes Visuales de la Universidad Católica de Chile, la conservación de sus piezas no es, hoy en día, una prioridad. “El tema de la conservación en mi trabajo ya no es un problema. No comparto nada el mito de que una obra de arte debe ser para siempre. ¿Con qué fin? Si somos efímeros y vamos a morir, así también debiera ser el arte. Para mi, es interesante percibir el


“Para mi, es interesante percibir el actuar del tiempo valorando así mismo su simbología y materialidad en la obra. Creo que eso la enaltece en términos conceptuales” - Maite Izquierdo

actuar del tiempo valorando así mismo su simbología y materialidad en la obra. Creo que eso la enaltece en términos conceptuales”, afirma la artista. Hoy, sus obras compuestas tanto de material reciclado y donado, como fibras de látex, poliéster, seda y algodón, están construidas no desde su durabilidad, sino en su razón de ser en el presente. En Buenos Aires, los artistas visuales Leo Chiachio y Daniel Giannone, pareja en la vida y en el arte hace 20 años, trabajan en su propia casa donde tienen una pieza destinada al almacenaje de sus obras. Formados desde la pintura, para la dupla lo textil viene a ser una extensión de su desarrollo artístico. Sus bordados, hechos completamente a mano y con tamaños de hasta 15 metros cuadrados, son guardados por ellos mismos en maletas y envueltos con sábanas o telas viejas. Para ahuyentar a las polillas, utilizan flores de lavanda o bolsas de naftalina dispersas en el ambiente. “Nosotros nos preocupamos de la conservación, pero tampoco nos quita el sueño. Sabemos que esa es la parte de gente que ha estudiado y que se ha preparado en el tema. Creo que en el mundo del arte contemporáneo está bien pensar en la conservación, pero no nos puede interrumpir a la hora de trabajar con ciertos materiales”, comenta Chiachio.

La pareja tiene más que definido cómo prefieren exhibir sus obras: al muro y sin marcos. Sin embargo, el traslado de ellas de un museo a otro, de país en país, no les deja más remedio que soltar. “En una institución dentro de todo podés tener registro de cómo están siendo conservadas, pero las colecciones privadas viajan por el mundo, y ahí perdés el control y la decisión del coleccionista, si decidió colocarle un marco, un vidrio... A veces te consultan, pero no siempre”, menciona Daniel. A Maite Izquierdo, por su parte, también le gusta exhibir sus obras de manera libre y expansiva, y aplica en ellas spray de Filtro UV y antipolillas, a sabiendas de que es aconsejable enmarcarlas dentro de cúpulas o marcos. “En mis inicios la conservación me importaba y hasta me paralizaba en la creación. Ahora ya solté ese miedo y de esa manera mi trabajo fluyó a ser mucho más”, afirma Izquierdo. Para la artista textil Andrea Fischer, la preservación de sus obras forma parte de su trabajo. Desde la década de los 80 promueve la puesta en valor del arte textil contemporáneo tanto en Chile como en el exterior, donde la conservación artística entra como una problemática que debe ser tomada en cuenta. “En el entendido que el arte textil reúne infinitas posibilidades de manifestación en lo formal , desde el soporte bidimensional, tridimensional, instalacio99


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nes, entre otros, y en toda materialidad susceptible de ser tejida, atada, anudada, entrelazada, pasando por las fibras animales, vegetales, sintéticas, desde la seda, el papel, al alambre de metales diversos, debemos pensar en su conservación”, dice la artista, quien para procurar el buen estado de sus obras, porta junto a ellas las sugerencias de su mantención, la ficha técnica y una normativa de mantención y conservación básica. El arte textil entra como una disciplina más dentro de las creaciones de la artista visual chilena Mónica Bengoa. En ellas prima el hilo de bordar y telas tradicionales, además de obras que ha realizado con servilletas de papel, flores y, algunas veces, textiles hechos junto a comunidades de tejedoras dentro del país. Para ella, la conservación es un paso fundamental y uno más dentro de su quehacer profesional. “Yo siempre he sido particularmente cuidadosa de entregar toda la información relativa a la manipulación, montaje, desmontaje, embalaje y conservación en general de todas las obras, sea porque yo no la podré montar o se haya vendido a una colección. Pero más que esperar algo de una institución, la preocupación pasa por mí”, afirma la artista. Conservación de la obra: la experienciaw del artista Fuera de la opinión que las y los artistas manifiesten respecto a la conservación de sus obras, ocurre que, para cada una de estas, se puede dar un trato diferente. Es aquí donde entran los encargados formales: 100

las instituciones y los profesionales a cargo. La restauradora Verónica Menares considera que en el caso particular de Chile, sí hay profesionales conservadores/restauradores en materia textil que cuentan con la expertise suficiente. “Dentro del país tenemos uno de los comités textiles más respetados y de larga data de Latinoamérica”, agrega. Para los artistas, cada historia sobre la conservación de sus creaciones es diferente. Andrea Fischer recuerda cuando su obra “Nido” (2006), expuesta en el Museo de Artes Visuales (MAVI) sufrió daños en el proceso de bodegaje y la institución le pidió a ella su restauración. “Esto implicó aún más seriamente considerar la conservación de la obra, y fue el museo quien la valoró y le dio importancia a su trascendencia”, dice Fischer. Mónica Bengoa, sin embargo y trabajando con el Museo Nacional de Bellas de Artes tuvo una experiencia distinta en 2014 cuando adquirieron una de sus obras, un mural de fieltro calado a mano. “Entregué todas las instrucciones de montaje y de conservación, tornillos, dibujos y todo para montarlo”, explica, sin embargo la obra fue montada de una manera distinta en “Arte en Chile, 3 Miradas”. Posteriormente la artista pidió prestada la obra para una retrospectiva sobre su trabajo, a finales de 2017, y cuando la recibió, fue aún más complejo. “Me di cuenta, en primer lugar, que la habían guardado sucia. Cualquier obra


Chiachio & Giannone, Splash Criollo, 2018, Mosaico textil, 4,40 x 2,40 m.

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que se guarde sucia se puede deteriorar enormemente, pero una obra textil con mayor razón. Además habían perdido toda la información respecto a su conservación y montaje. Lo peor de todo fue que después me preguntaron qué hago yo para eliminar las polillas. Ese fieltro lo importé de Alemania y tenía un tratamiento antipolilla, anti todo. Jamás en mis trabajos he visto una polilla. No sé en qué condiciones la tenían guardada para que además se apolillara, tuve que limpiarlo entero, lo entregué de nuevo, limpio, para que lo conservaran bien”. Estas condiciones y experiencias nos dejan en evidencia la falta de profesionalismo respecto al cuidado de las obras textiles, además de la precariedad de los museos en Chile. Los argentinos Chiachio y Giannone, que a lo largo de su trayectoria recogen diversas experiencias en torno a la preservación de sus obras, rememoran una de las más relevantes, y por cierto, positivas. El año pasado, la pareja obtuvo el gran premio adquisición del 108° Salón Nacional de Artes Visuales con su obra textil Splash Criollo. Tras recibir el galardón, los artistas tuvieron una reunión a nivel ministerial, en la que se dialogó exclusivamente de la conservación de su obra. “Explicamos el procedimiento, los materiales que utilizamos, cómo conservarlos, qué técnica utilizar en caso que la obra necesitara restauración. Qué tipo de tintura y textil usamos, cómo fue cosido, con qué tipo de hilo. Fue muy específico, incluso el tema 102

de la limpieza de los marcos”, cuenta Daniel Giannone. Hoy, su Splash Criollo forma parte del patrimonio artístico de Argentina, y es la primera obra con la que han experimentado una conservación así de exhaustiva. Valorar para conservar La connotada artista textil norteamericana Sheila Hicks recuerda en una entrevista que le realiza el curador Frédéric Bonnet en el Museo Amparo, que cuando comenzó su carrera, le decían que su trabajo no era arte realmente, un postulado que aún existe dentro de los circuitos artísticos. Esta presunción, según la restauradora Verónica Menares, permite explicar por qué en Chile, especialmente, hay una falta de programas educativos específicos en restauración textil, lo que para ella se debe, en gran parte, debido a la ubicación de esta disciplina como artesanal y no artística propiamente tal: “La mayoría poseemos la formación general en restauración y conservación de bienes patrimoniales, la especialidad la hacemos en la práctica, y esa falta de formalidad tiene que ver con lo que ha costado que se considere el arte textil como arte, aún se ve como artesanía o como indumentaria en el caso de los textiles históricos, por fortuna eso va cambiando de a poco, y ya hay instituciones que cuentan con laboratorios de primera línea para el trabajo con textiles, pero no es la norma”, explica.


Andrea Fischer, De la instalación El latido de la muerte, “Ausencia”, 2018, roble y fibra artificial, 45 x 70 x 50 cm.

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“Me interesa mucho borronear los límites entre técnicas artísticas y técnicas artesanales, creo que el sentido es lo que instala una obra en uno u otro contexto, entonces me parece que ahí hay un saber y un patrimonio que es tremendamente valioso, por eso lo utilizo” - Mónica Bengoa

Si para conservar hay que valorar y reconocer la obra, sus dueños -los artistas- toman un papel central. Desde la visión de Andrea Fischer, la conservación responderá a las exigencias de la obra si los propios creadores se hacen parte de ella. “Me parece que la conservación artística textil es también responsabilidad del artista. Somos los primeros que debemos poner en valor nuestra obra”, comenta. Y más allá de la preservación, Maite Izquierdo destaca el valor que esta disciplina ha tomado por sí misma: “Hay en él una identidad y un significado que durante años nos ha costado mucho reconocer y descifrar. Siento que poco a poco el arte textil está traspasando fronteras y límites hasta llegar a valorarse dentro del arte. Ya no solo se vincula con la artesanía y el diseño. Las obras de artistas visuales están siendo valoradas también en el circuito del arte internacional; en grandes museos e instituciones se le ve como un medio de expresión visual auténtico, al igual que las otras disciplinas”, dice Izquierdo.

Importancia tiene además la conservación no sólo como encargada del cuidado material de las creaciones textiles, sino también de su valor conceptual y sentido simbólico que el artista deja para el porvenir. 104

Tal propósito lo ejecuta la artista Mónica Bengoa, eliminando, justamente, la calificación artesanal adjudicada a los textiles. “Me interesa mucho borronear los límites entre técnicas artísticas y técnicas artesanales, creo que el sentido es lo que instala una obra en uno u otro contexto, entonces me parece que ahí hay un saber y un patrimonio que es tremendamente valioso, por eso lo utilizo”, menciona Bengoa, inspirada por los asuntos cotidianos y del ámbito privado, donde el textil entra de forma histórica. Y no sólo allí, sino que al espacio femenino, un canon que la dupla Chiachio y Giannone se proponen revertir: “Con nuestros bordados, somos dos hombres encarando una tarea que en el estereotipo era una tarea femenina y privada, entonces revertimos ese inconsciente colectivo”, explican ambos.

¿Hasta donde remendamos y conservamos los tejidos de las obras de arte textil? No hay una sola respuesta y parece extraño que llegara a haberla, pues en el circuito contemporáneo, donde abundan soportes y técnicas, con materiales tanto naturales como sintéticos, la opinión de lxs artistas con respecto a la preservación de sus obras es igual de diversa.


Maite Izquierdo, Desgarro (Autorretrato), 2019, fotografĂ­a impresa sobre satĂ­n y seda bordada, 120 x 80 cm.

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En Vitrina

Arte y libros en resistencia por Javiera Fernández

S

ólo meses antes de la cuarentena, o incluso en medio de esta, surgieron diversas instituciones culturales dentro del país. En este artículo, recogemos y destacamos la experiencia de las galerías de arte y las editoriales de libros emergentes, aquellas que a pesar del desastre sanitario siguen manteniéndose en pie, con propuestas culturales e iniciativas digitales disponibles para el consumo masivo. Editorial Bisturí 10

Hace dos años, las amigas y poetas Julieta Marchant y Emiliana Pereira pusieron en marcha Editorial Bisturí 10. Para la Furia del libro 2018 publicaron sus dos primeros libros: “Sentido y ceguera” del poema de Mario Montalbetti y “Charlas breves” de Anne Carson. Hasta la fecha han publicado 5 ediciones, movilizadas por la poesía y su desafío en términos literarios -de preferencia escrita por mujeres– y a su deseo siempre perseguido: “no ser tragadas por el mercado, por lo pop, por la moda”, dice Julieta. “Me imagino que en general son pocas las editoriales independientes que cuentan con un espacio físico, nosotras hemos seguido trabajando como siempre, desde nuestras casas. Lo que más nos ha detenido ha sido el cierre de las imprentas producto de la cuarentena, por este motivo no hemos podido imprimir algunos libros”, cuenta Emiliana. En medio del confinamiento, la primera decisión que tomaron con su compañera fue liberar “Amor, antología colectiva de poesía”, un trabajo colaborativo de 50 autoras y auto-

res que seleccionaron, a gusto personal, un poema de amor. Frente al cierre de las librerías del país, además, activaron su venta directa a través de la distribuidora Pirita, con opción de despacho a todo Chile. Tras meses de paralización, hoy en día Editorial Bisturí 10 está a la espera de la impresión de dos libros que inician su nueva colección Ilustrados: “El mundo es redondo” de Gertrude Stein y “La cortina de la Niñera Lugton”, escrito por Virginia Wolf. Elefante Editorial Enfocada en literatura argentina contemporánea, este proyecto editorial lo fundó Jose Rocuant en 2018, quien tras viajar a Buenos Aires descubrió un mundo literario, para él, digno de plasmar en nuestro país. “Encontré voces y escrituras que hasta el día de hoy me encandilan, narrativas que le escapan a la forma clásica, que proponen y que arriesgan. Una escritura con una mirada más centrada en el artificio y en el correr de los tonos y los ritmos y no tanto en el argumento, no porque no sea importante para articular una ficción, sino porque quizás me interesaba la forma en la que se construía”, comenta Rocuant. Sin un lugar físico en concreto, el trabajo editorial se realiza principalmente desde el escritorio de José. Comenzó el proyecto en Chile con el plan de ofrecer libros a precios asequibles y en perfecto estado, cuidando el diseño y la materialidad. El estallido social supuso una pausa momentánea, un espacio para


CortesĂ­a de Elefante Editorial.

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replantearse sus metas literarias, aunque no exenta de problemas económicos. Después de meses de trabajo en Chile hasta diciembre del año pasado, hoy la editorial la dirige José desde Buenos Aires junto a Flor Rua, encargada de las colecciones de poesía. A la fecha, han publicado seis libros; uno inédito y dos fanzines, y de ahora en más, tienen la intención de publicar sólo libros inéditos, además de una colección de poesía agendada para fines de septiembre, que incluirá “Los buenos deseos”, de la poeta, dramaturga y directora argentina Eugenia Pérez Tomas. “Como editorial pequeña que somos no existe una pretensión de publicar en cantidad sino de escuchar y obedecer a otros tiempos que a lo mejor no van a la velocidad de la demanda”, comenta Jose. En cuarentena, Elefante Editorial digitalizó el libro “La Coma”, puesto a la venta en Amazon, además de sus fanzines realizados el año pasado. Durante este segundo semestre estuvieron trabajando en “Montaje”, una antología digital disponible para libre descarga, que cuenta con la colaboración de 7 escritores. Las ventas de sus libros también han llegado a Chile, lo que fue posible gracias a la Lluvia del Libro 2020, una feria organizada por Editores de Chile durante agosto y septiembre, con la cual Elefante realizó una venta directa con envío gratuito a algunas comunas del país y que, al largo plazo, espera que sea un intercambio entre países que perdure en el tiempo. Galería de Arte MA El 15 de mayo de 2020, Galería de Arte MA abrió sus puertas en formato digital, pensada como un espa-

cio de exhibición para promover el trabajo de artistas visuales emergentes que no han podido encontrar apoyo institucional. “En este contexto de pandemia nos dimos cuenta que era necesario sumarse a lo digital y que para los artistas emergentes era muy complicado sumarse a las galerías ya establecidas, dado que trabajan generalmente con artistas consagrados”, comenta la directora de Galería MA Melania Macaya, formada en arte visual. Al ser una iniciativa que nació en soporte digital, la crisis sanitaria no les ha traído problemas monetarios, sino más bien oportunidades para potenciar de lleno sus redes sociales y página web, la cual esperan lanzar a mediados de octubre. Por el momento, la galería está articulando exhibiciones y ofrece convocatorias para artistas que estén en sus primeras etapas de desarrollo profesional, además de cursos de gestión artística, los cuales comenzaron a fines de agosto. Obras de la directora de la galería, Melania Macaya, y de los artistas Constanza Gatica, Carlos Ramírez, entre otros, están disponibles par ser vistas en el Instagram @galeria.ma del espacio y para ser compradas si surge el deseo, bajo la consigna de “ofrecer un espacio a artistas que pueden ser una promesa para el arte chileno”, tal como expresa Melania Macaya. Galería Clandestina A comienzos de octubre del año pasado nació el proyecto Galería Clandestina, pensado desde el comienzo como un espacio itinerante sin lugar físico, en formato digital y con ciertos panoramas presenciales, destinado a la difusión de arte visual emer-


Cortesía de Editorial Bisturí 10.

109 Cortesía de Galería Clandestina.


gente. En medio del estallido social, la ingeniero comercial Frances Ray y la artista visual María Sanz Guerrero, socias y fundadoras del proyecto, tuvieron que decidir si seguir o detenerse. Para ese entonces, ya habían comenzado con el diseño de la página web, y apostaron por seguir adelante. A finales de 2019, la plataforma estaba lista y realizaron la inauguración de la galería con dos exhibiciones presenciales, en diciembre y enero. La pandemia no les trajo altos costos monetarios, sino más bien la oportunidad de potenciar sus canales digitales, en los cuales estuvieron trabajando durante los meses de marzo y abril, para lanzar en mayo su nueva plataforma online, que ofrece ventas de obras, exhibiciones y talleres virtuales. “Nos pasó que las ventas online han ido aumentando mes a mes, pero no pensamos que eso iba a pasar, dada la buena experiencia que habíamos tenido anteriormente con ventas presenciales, pero la gente se está atreviendo a comprar arte digitalmente”, afirma Frances Ray. Su siguiente paso fue adscribirse a la plataforma virtual Artsy, espacio convergente de galerías, museos y colecciones a nivel mundial, con la que buscan aumentar la visibilidad de las exhibiciones digitales de sus artistas convocados: Ignacio Henríquez y su serie de obras “Sun in your eyes”, la obra figurativa de Gustavo Vega y las pinturas abstractas de Constanza Mbehr, por mencionar algunos, que tienen sus obras a la venta en la página web de la galería. Galería CIMA En la comuna de Santiago, en el penthouse del edificio Merced 22, se encuentra la Galería CIMA, ubicada justo arriba de la Plaza Italia. Desde la terraza, el paisaje que abarca el centro de la capital, el Parque Forestal, la Cordillera de Los Andes y el Cerro

San Cristóbal, enamoraron a sus cofundadores, Trinidad Lopetegui y Sebastián Rojas, quienes abrieron el espacio a fines de 2016 y en abril de 2017 realizaron su primera exposición: “Balance”. Después de haber sido vitrina directa de las manifestaciones del 18 de octubre en adelante, con sus transmisiones vía streaming, hoy la galería se vuelca por completo al formato digital. Impulsados por la creciente audiencia que los comenzó a seguir a raíz de las transmisiones del estallido, quisieron ofrecer contenido de su propia cosecha. En abril, lanzaron la serie “Otoño en Silencio”, disponible en el canal de youtube de la galería, una producción de 8 episodios que reúne las creaciones y reflexiones, a propósito del confinamiento, de distintos artistas, entre ellos Aldair Indra, Checa y SNKE. “Nos inspiramos en lo que significaba pasar de estar en las calles manifestándonos, exigiendo justicia, a estar en el confinamiento absoluto. La convocatoria estaba basada en pasar de este polo al otro. Así fue que invitamos a estos artistas a que reflexionaran de manera visual, con los elementos y las herramientas que tuvieran a mano en sus espacios, para poder realizar una pieza audiovisual con todo lo que ellos quisieran manifestar”, comenta Trinidad Lopetegui. El próximo lanzamiento será la temporada “Sol de Invierno”, para luego seguir con las inspiraciones (pandémicas) que dejen la primavera y el verano. En medio de la pandemia, para independizarse del espacio físico de la galería, aparece CIMA Market, una de sus iniciativas más recientes, creada para la publicación y venta de obras de arte. “De alguna forma este espacio pretende acercar el arte a las nuevas audiencias. La idea es que cada vez pueda albergar más artistas, que pueda funcionar como una plataforma de visibilización, promoción y venta del trabajo artístico”, concluye Lopetegui.


Melania Macaya, Arquetipos, 2020, pintura al óleo, 200 x 180 cm.

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Cortesía de Galería CIMA. Delight Lab, Año nuevo 2020 MARICHIWEU. Foto: Luis Bahamondes.


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Editorial Desbordes Web: www.editorialdesbordes.cl Fanpage: editorial.desbordes.3 Instagram: @desbordeseditorial Fonos: +56948629950 / 2 2968 2369 Mail: editorialdesbordes@gmail.com

Teatro Ictus Web: https://www.teatroictus.cl/ Instagram: @teatroictus Facebook: facebook.com/TeatroIctus Twitter: @TEATROICTUS Mail: Teatropopularictus@gmail.com

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Centro Cultural Estaciรณn Mapocho Web: www.estacionmapocho.cl Twitter: @estacionmapocho Facebook: facebook.com/ccestacionmapocho Instagram: @estacionmapocho Mail: prensa@estacionmapocho.cl


Fogata Cultura Cada viernes al mediodía encenderemos el fuego con un nuevo podcast de Fogata Cultura #PrendiendoLaFogata Te invitamos a ser parte de esta fogata y echarle más palos al fuego! Escúchanos en nuestro canal de Spotify y Anchor @fogatacultura

Balmaceda Arte Joven Exposición virtual invita a un reencuentro con “pepo” Dibujos, acuarelas y obra gráfica de René Ríos Boettiger, más conocido como Pepo, serán exhibidos en un montaje en línea, que contempla además una serie de actividades de mediación para toda la familia.

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