Revista Octava Planta Nº 44

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| INTRO > conociendo a...

Rodrigo Núñez & María Abad

Jose Javier Maestre Gómez Hay muchas personas que se merecerían un “conociendo a...”, pero nosotros hemos decidido que nadie se lo ha ganado más que Jose, y no sólo por su veteranía, sino por su carisma y porque, aunque todos le conocemos como uno de los estandartes de la fiesta en el Alfonso (y es que, a pesar de sus años, no se pierde una), estamos seguros de que hay mucho más detrás de esa máscara y queremos mostrarlo en este artículo. Va por ti, Jose. Jose, metro noventa y pico, 93 kilos de peso, moreno, charro, inmerso ya en el cuarto de siglo, siete de estos años los ha vivido en el Alfonso VIII. Estudia “teleco”, aunque el momento culmen de su carrera lo alcanzó el pasado 24 de febrero cuando nuestro equipo de fútbol once, capitaneado por él, se proclamó Campeón del Trofeo Rector. A pesar de que a nosotros nos separan un par de años, los dos tenemos una visión parecida de Jose: al principio acojona, pero tampoco mucho, y es que ver a un tío que parece tu padre, quieras o no, infunde respeto. Pero tras varias tardes y noches de “iniciación”, esta primera impresión se viene abajo: y es que Jose, en el fondo, es como el rey: un tío muy campechano. 1. ¿Por qué te decidiste por Valladolid y por el Alfonso VIII? ¿Cuáles fueron tus primeras impresiones? La principal razón de venir aquí fue que no había “teleco” en Salamanca, aún hoy sigue pareciéndome alucinante que levantando un teléfono puedas comunicarte con alguien al otro lado del mundo. Aquí llegué de rebote, tenía una nota de corte baja así que pensaba que acabaría en los apartamentos; pero cuando me llego la carta del Alfonso no lo dudé. Los primeros días Manco trajo unos enormes “bocatas” de su interraíl y buff... unos atracones por las noches… Incluso jugábamos al ajedrez mientras tanto, recuerdo que éramos capaces de pasar una hora fascinados con la luz del despertador en el techo. 2. ¿Cómo recuerdas tus novatadas? ¿En qué se diferencian de las de ahora? El primer veterano que conocí fue Beni, nos dijo: “sábana y abajo”. En ese momento apareció Bruno, otro novato, haciendo de Superman y fuimos abajo: te pintan, conoces a las veteranas y te meten fichas (y es que, según Jose, son peores que los hombres). Antes, las novatadas eran muchísimo más duras, pero también te reías más. La ley de veteranía se tomaba mucho más en serio, los de segundo no novateaban nada. Recuerdo con especial cariño el interrogatorio y las risas que me eché con Killo, y es que al ver a un tío recién llegado de Cádiz con todo su acentazo, era imposible contener la risa y, junto con otro novato, el tunning, un tío super serio, imitando al Neng, era inevitable no parar de beber agua. En la carrera de cachis ganamos; Manco y yo nos bebimos dos cachis del trago. Potamos, claro. Del día del vino, en Filosofía, lo único que recuerdo es que nos echaron y vinimos al parking, vomité y no sé nada más. En definitiva, mis novatadas las pasé como un enano. Las de ahora, en comparación, son una puta mierda, igual las últimas mejores fueron las de hace cuatro años. 3. ¿Qué destacarías de tus primeros años de Residencia siendo un benjamín? Los veteranos, y la gente en general, te tratan muy bien: era el niño de todos, me llevaba bien con todos los grupos. Además, me gustaba ser el pequeño, molaba más ir con la gente grande: los Aras, Beni... La experiencia da puntos, los días del campo iban preparadísimos, hacían hasta paella. El primer día del campo lo pasé probando paellas ajenas, lo único que llevamos fue la sangría, que por aquel entonces la hacía Juanjo. 4. ¿Qué diferencias encuentras entre la Residencia de ahora y la de hace unos años? La media de edad, antes había gente mucho más mayor. Aunque lo bueno de ahora es que, a pesar de haber varios grupos, se llevan muy bien entre ellos, hay muy buen rollo, antes eran grupos más cerrados. Lo bueno de antes era que si hacías una putada te la devolvían con otra putada, no había tantos malos rollos con el director... 5. ¿Cómo te has sentido al recibir el premio a vago y mejor tutor? El de mejor tutor no me lo esperaba ni de coña, me llevé un alegrón exagerado; lo de vago tampoco. El primero lo recibí con ilusión; el segundo, obviamente, no me hizo mucha gracia, pero bueno, te lo tomas con humor. Estos me han vuelto a votar los muy hijos de puta (y como pudimos comprobar las últimas becas volvió a salir como residente más vago). Se os olvida el premio a mejor grupo, el cual ganamos cuando yo era supertutor y también lo considero mío. 6. ¿Qué te ha ofrecido la Residencia que no hubieras encontrado en un piso? ¿Qué es lo más importante que has aprendido aquí? Lo más importante, el aprender a convivir, eso seguro. La resi me ha ofrecido muchísimo, tú estás en un piso y lo compartes con cuatro. Aquí hay más gente, siempre hay algo que hacer y alguien con el que poder llevarlo a cabo, nunca te sientes solo. Además, siempre he tenido mucha suerte con los amigos con los que he estado. 7. ¿Qué fue lo mejor y lo peor de ser presidente de ACUA? ¿Qué opinas de su actual situación (sobre todo de las fiestas)? Lo peor, que estaba prácticamente solo, hasta que entró Laura, la tutora de teatro, que me ayudó muchísimo. El primer año no había dinero, y aun así fue bastante bien. Mola organizar fiestas, el concierto de N-122 fue increíble, vino hasta gente de fuera… ACUA conlleva mucha responsabilidad y si la cagas es un marrón, pero en el fondo merece la pena, estoy muy contento con lo que hice. Las fiestas de ahora son nulas, falta la Operación Kilo, la fiesta en la Semana Cultural y también en novatadas la de captación. Es una excusa más para salir y para pasarlo bien y no hay que olvidar que se recaudan fondos para actividades de la Residencia. En mis primeros años bajaba muchísima gente, la cafetería estaba llena. Pero la culpa es de los residentes: si la gente no se implica en bajar, tampoco puede funcionar. Otra pega que pongo (aunque igual es personal) es la capea, porque se pagaba con un acuerdo que se hacía entre la Residencia y la asociación: ACUA pagaba la capea y la Residencia una de las revistas, y este año nada.

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