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Rincón Solidario: El comercio justo Beatriz Ganso El comercio justo es una forma alternativa de comercio promovida por las ONG y la ONU que intenta que exista una relación comercial voluntaria y justa entre los productores y los consumidores, es decir, una herramienta de cooperación de la erradicación de la pobreza. Las organizaciones de comercio justo ofrecen a los productores un acceso directo a los mercados y unas condiciones laborales y comerciales justas y en igualdad, para asegurarles un medio de vida sostenible. Su objetivo principal es evitar las diferencias en el precio que pagan por un producto los consumidores del primer mundo, y el dinero que se les paga a los productores del tercer mundo, es decir, lo que se trata de evitar es que lleguen productos muy baratos desde países pobres, pero que lo son por tener unos salarios de miseria y explotación (con los productos de comercio justo se intenta establecer un precio justo para los productores).
2. Sueldos justos: los salarios que cobran los trabajadores en los países subdesarrollados no les permiten llevar una vida digna, ni son correlativos al precio que se paga en los países desarrollados por esos productos. Al evitarse los intermediarios entre los productores y los consumidores, se puede tener la certeza de que el precio que pagamos es justo, y que los productores de países subdesarrollados van a poder tener unas condiciones mínimas de vida. 3. Igualdad entre hombres y mujeres tanto en las oportunidades de acceso al empleo, en las condiciones y el salario laboral o en el acceso a la educación.
Los principios que rigen este comercio son: 1. La no explotación infantil: en muchos países del Sur, y como consecuencia de las situaciones de extrema pobreza, los niños son obligados a trabajar en condiciones insalubres, sufriendo numerosos trastornos físicos y psicológicos. Además, se les impide el acceso a una educación, la cual sería imprescindible para poder salir de la situación de pobreza en la que se encuentran.
4. Respeto al medio ambiente: el uso de pesticidas y fertilizantes en las plantaciones afectan a la piel y a las vías respiratorias, además de provocar la degradación de los suelos y la contaminación del medio ambiente. Como consecuencia, los productos alimentarios de comercio justo, como regla general, se producen de forma ecológica, es decir, no se han utilizados productos químicos en su proceso productivo (ejemplo: el abono empleado procede del compostaje de restos vegetales), asegurándote la no ingestión de sustancias químicas peligrosas para la salud. Asimismo, los alimentos ecológicos se elaboran mediante un proceso natural y artesanal (ejemplos: quesos, yogures, vinos…) 5. Existencia de derechos laborales y respeto de los derechos fundamentales: los trabajadores de los países subdesarrollados no cuentan con derechos laborales que les impiden, en muchas ocasiones, tener unas condiciones de vida y trabajo dignas.
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