Revista Octava Planta Nº 43

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Yolanda Juez

Horquillas con arcilla polimérica La arcilla polimérica, como casi todos sabéis, es una especie de plastilina que podemos modelar tantas veces como queramos. Cuando estemos de acuerdo con el resultado la introducimos en el horno, donde se endurece manteniendo la forma definitivamente. Dentro de la arcilla polimérica hay varias casas: Fimo, Sculpey, Premo, Cenit, etc. La más fácil de encontrar en Valladolid es Fimo, la hay classic y soft; si nunca antes habéis trabajado con ella, os aconsejo que empecéis con Fimo soft, que es más fácil de manejar. Para su cocción solo hace falta un horno (no un microondas) a una temperatura de unos 110º a 130º dependiendo de la marca. El Fimo soft lo podéis encontrar en casi cualquier tienda de manualidades o de abalorios además de en Oca-Dido, donde si vais con el carné de la UVa os harán un 10% de descuento.

Materiales La laminadora no es más que una máquina de hacer pasta, pero que resulta muy útil para que siempre tengamos el grosor de pasta deseado y uniforme. En su defecto podemos usar un rodillo con unas guías (trozos de madera o cartón) para conseguir un grosor uniforme. Si no tenemos un rodillo acrílico podemos utilizar una botella de vidrio; también podemos usar un rodillo de madera, pero la pasta se suele pegar en él. Cortadores, en este caso con forma de mariposa, si no disponemos de ellos los podemos fabricar con una lata de refresco. Cortamos la lata obteniendo una tira de metal con la que nos fabricamos el cortador que queramos. He utilizado una plancha con textura, la cual podemos sustituir por cualquier otra cosa como un bordado o tela con un diseño interesante. Los polvos pearlex (polvos metálicos) que he usado los podemos sustituir por sombra de ojos en polvo. Utilizaremos también unas cuchillas, unos punzones o palos de pinchos, unas toallitas húmedas para limpiar el material, unas horquillas, pegamento instantáneo y, cómo no, el Fimo (en mi caso he elegido el blanco perlado). Trabajaremos sobre un cristal o azulejo para que la pasta no se nos pegue en la superficie de trabajo. Procedimiento Lo primero que tenemos que hacer es calentar la pasta. La amasaremos con las manos para que se vaya calentando; si tenemos una pasta que esté especialmente dura la podemos poner un momento sobre un radiador, para que se caliente y se haga más maleable, pero ojo, si nos pasamos con el tiempo la pasta empezará a cocerse y se echará a perder.

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Trabajaremos la pasta pasándola varias veces por la laminadora hasta que al doblarla no se agriete. Es mejor pasarse amasando que quedarse corto, ya que en este último caso los objetos creados serán más quebradizos. Una vez que la pasta ya está acondicionada la pasaremos por la laminadora ajustando el grosor al máximo posible; si lo que utilizamos es un rodillo, buscaremos unos trozos de cartón o madera de unos 2 milímetros. Colocaremos los cartones a ambos lados de la pasta y pasaremos el rodillo sobre los cartones de forma que la pasta quede del grosor del cartón. Posteriormente colocamos la textura sobre la masa y la marcamos con el rodillo. Después de tener la textura marcada sobre la pasta, usamos los cortadores para obtener dos mariposas.

Una vez que tenemos las mariposas las pintaremos, por así decirlo, con la yema del dedo impregnada en el pigmento elegido, o bien en la sombra de ojos que tengamos. La sombra de ojos ha de ser en polvo, nunca en crema. Las que mejores resultados dan son las sombras de polvos sueltos en lugar de las de polvos compactos. Al pasar el dedo por la textura resaltamos las protuberancias y quedarán sin pintar las zonas profundas.

Una vez que tenemos pintadas las mariposas las pegamos con una gota de pegamento instantáneo a las horquillas. Para que quede más seguro añadimos un poco de pasta por detrás de la mariposa con lo que quedará cubierta la horquilla. Con un punzón suavizaremos los bordes del refuerzo de pasta. Cuando estemos contentos con el resultado introduciremos las horquillas en un horno doméstico a 110º durante 30 minutos dejándolo enfriar dentro del horno. Si en lugar de Fimo usamos otra marca leeremos las instrucciones para ver la temperatura y tiempo de cocción que debemos usar. Tenemos que tener cuidado de que no se nos queme la pasta, pues los gases que se desprenden son muy tóxicos: airead bien la habitación si alguna vez se os quema alguna pieza. Por último, barnizaremos las horquillas; yo os aconsejo que uséis un barniz específico para Fimo, pues he tenido malas experiencias con otros tipos de barnices. Dad al menos dos manos de barniz para proteger el pigmento que hemos utilizado. Y ya tenemos un par de horquillas para poder lucir en cualquier ocasión.

Octava l a n t a

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