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Y EL EFECTO DE PHUKET SANDBOX Y LA

Por Idalia Miroslava Rosado Chong y Paula Ibarra Flores

Según un artículo de Harvard International Review escrito por Jasmine Chia (2007), el turismo sexual ha hecho que Bangkok sea conocida como la capital carnal del mundo al generar ganancias monetarias que equivalen entre el 2% y el 10% del PIB de Tailandia (2015) Esta industria multimillonaria se ha desarrollado a costa del tráfico de personas, la trata de menores, el desplazamiento forzado de mujeres y una creciente criminalización de las servidoras sexuales, las cuales además laboran en condiciones paupérrimas

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En el presente artículo se busca analizar el fenómeno del turismo sexual en Tailandia y como han cambiado sus dinámicas a partir de la crisis del COVID-19, para ello nos centraremos en las violencias a las mujeres cisgénero, pero sin negar la existencia de otros grupos vulnerados como los infantes o la comunidad transexual. Asimismo, se analizará brevemente la política tailandesa de Phuket Sanbox, la cual tiene como objetivo abrir los centros turísticos para reactivar la economía.

El turismo sexual es un concepto novedoso y se define como el acto de un individuo o un grupo de desplazarse a otro territorio en búsqueda de actividades o servicios sexuales (Nava y Robles, 2018). Y aunque este incentivo ha sido usado por cientos de años para atraer a viajeros, no fue hasta mediados del siglo XX cuando empezó a desarrollarse como una industria turística que dio ganancias suficientes como para ser una de las principales fuentes de ingreso en países en vías de desarrollo.

En el caso de Tailandia, la industria del turismo sexual se comienza a desarrollar a partir de dos factores: por un lado hubo un proceso de apertura económica, donde la milicia y las élites administrativas promovieron la transición a sectores enfocados en atraer inversiones extranjeras. Y por otro, el factor de la Guerra de Vietnam posicionó a Tailandia como un punto de interés para la geopolítica de Estados Unidos dentro de su política de contención durante la Guerra Fría, así como un punto de descanso para el rendimiento de sus tropas militares

En 1967 el Departamento de Defensa de los Estados Unidos firmó un acuerdo con el gobierno Tailandes para que se le brinden servicios de Descanso y Recreación (R&R por sus siglas en inglés) a sus tropas militares, esto con el fin de mantener su salud mental durante la guerra (Bishop y Robinson, 1999). Este acuerdo iba indirectamente centrado en la promoción de la industria del sexo que ya existía en Tailandia, pero que sería potencializada a partir de la llegada de las tropas estadounidenses

Para finales de 1960 la economía de Tailandia ya era altamente dependiente de la presencia del personal militar estadounidense y de las ganancias provenientes de los servicios sexuales. Es por ello que en 1971, cuando ya se veía el fin de la Guerra de Vietnam, se invitó al presidente del Banco Mundial, Robert McNamara para que se reuniera con los políticos y empresarios del más alto nivel en Tailandia para acordar el futuro de la estructura económica de posguerra

El Banco Mundial (BM) recomendó a Tailandia una economía fundamentada en el desarrollo de la infraestructura necesaria para continuar dentro del negocio del turismo de masas, esta recomendación implicó de facto el acceso a múltiples préstamos y créditos para dicho objetivo Algunos académicos, como Ryan Bishop y Lilian S. Robinson (1999) afi