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Legado

Para Ed y Lorle Stacey, nunca ha sido duda; la vida siempre ha consistido en servir. “Desde el mismo inicio de nuestro matrimonio, acordamos que seguiríamos la voluntad de Dios”, dijo Ed. Mientras crecían, ambos vieron a sus padres dedicar sus vidas al servicio. Los padres de Ed sirvieron como misioneros en Sudamérica y el padre de Lorle era un profesor de teología.

Después de casarse, Ed y Lorle acordaron servir de misioneros, primero en Brasil y luego en Chile. Para Ed fue como ir a casa, pero para Lorle fue una nueva experiencia: ¡una que le exigía aprender portugués y español! Después de servir dieciocho años en Sudamérica, regresaron a los Estados Unidos donde continuaron sirviendo en las oficinas de diferentes asociaciones de la Iglesia Adventista del Séptimo Día a lo largo y ancho de Norteamérica, incluyendo una temporada en Texas.

¿Por qué los Stacey eligieron una vida de servicio? Por supuesto, el ejemplo de sus padres dejó una gran impresión en ellos, pero la verdadera razón se encuentra en su propia relación personal con Dios. Se han asegurado que permanecer cerca de él sea una prioridad en sus vidas. Lorle compartió: “Creo que para estar cerca de Jesucristo, tenemos que hacer un esfuerzo especial. Requiere mucho estudio, oración y adoración. Mientras más oras, más adoras, ya sea solo(a), con tu cónyuge, tu familia u otros, más cerca estás de él”.

“Hay una paz mental que se adquiere al vivir así”, dijo Ed. “Nos importa lo que Dios pone sobre nuestras manos, ya sean fondos, tiempo o cualquier cosa, siempre y cuando el Señor nos lo dé. Siempre hemos creído que debemos ser buenos mayordomos pues, después de todo, cada aliento que tomamos es un regalo de Dios. Somos intencionados a la hora de guardar fondos para el avance de la obra y para el cuidado y educación de nuestros hijos. Para lograrlo, una de las cosas que hicimos fue establecer un plan de patrimonio cristiano. Esto nos dio paz al saber que nuestra familia y el trabajo de Dios continuarán siendo atendidos cuando ya no estemos. Nuestro propósito en la vida es ser fieles al Señor, compartir su mensaje y lo que él ponga en nuestras manos para ayudar a otros a conocer el increíble amor de Dios. Hacemos nuestro mejor esfuerzo por llevar a cabo todos nuestros planes de esta manera. Cuando nos hagamos más viejos, podremos mirar hacia atrás y decir “Sí, Señor, he hecho tu voluntad y vivo en paz sabiendo que lo que es tuyo lo he cuidado adecuadamente y traté de usarlo con sabiduría. Te he devuelto lo que siempre fue tuyo”. Hemos sido fieles mayordomos y esto brinda paz y felicidad porque estamos listos si llegara nuestro fin, ya sea hoy o más adelante”.

Si deseas información sobre cómo crear o continuar el legado de tu propia familia a través de un plan de patrimonio, ponte en contacto hoy con un asesor de Donación Planificada de la Conferencia de Texas o visita texasgiving.org.