Estrategias para un juego, aún

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TE0R/éTica arte + pensamiento e s t r a t e g i a s

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Adrián Arguedas Alonso Alfaro José Alberto Arce José Alberto Hernández Mimiam Hsu Lucía Madriz Nadia Mendoza Priscilla Monge Mónica Morales Alejandro Ramírez Omar Rivillas Robert Rodríguez Óscar Ruiz-Schmidt Guillermo Vargas Alejandro Villalobos C u r a d u r í a :

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Estrategias para un juego, aún Curaduría: Tamara Díaz Bringas Museografía: Pedro Leiva Asistencia de montaje: Eduardo Gamboa, José Alberto Arce De la publicación: Textos: Tamara Díaz Bringas, Rafael Pérez Traducción: María José Poddie Fotografías: Pedro Leiva Coordinación editorial: Tamara Díaz Bringas Diseño: José Alberto Hernández Impresión: Grafos S.A.

TEOR/éTica Tel.: (506) 233 4881 / 221 6971 Fax: (506) 233 4881 e-mail: teoretica@amnet.co.cr 400 Norte del Kiosco del Morazán, Calle 7, Ave. 9 y 11, No. 953, Barrio Amón, San José Apdo. 4009 – 1000, San José, Costa Rica Virginia Pérez-Ratton Directora Andrea Somma Coordinadora

Tamara Díaz Curadora Adjunta. Coordinadora del Proyecto Editorial. Pedro Leiva Museografía. Documentación. Tránsito de obra. Esteban Calvo Biblioteca y Proyecto Web.

Clara Astiasarán Asistente de Proyecto Editorial. Archivo. Zulay Orozco Administración.

Eduardo Gamboa Asistente de Documentación. Servicios Generales Esmeralda Jaime Servicios Generales.

dAirnáA greuad s1(69)8 .gEerasodd ealU inevsrdidaN caoian,lH redeai ,oCts aiRac .bOutove psceaiilazicnóe nrgbada oedl asEucle auMinicap ledL roeitn ,rFnaic a ygeerósd ealU inevsrdidad eiMma ioc nnu aaMsertaíe nrAet slPásticas. Desde 1988 participa en exposiciones colectivas e individuales, algunas de ellas se han exhibido en museos y galerías en Francia, España, Japón, China, Estados Unidos, Alemania, Guatemala, Brasil, Honduras, Nicaragua, El Salvador y Costa Rica. Su trabajo ha merecido premios y distinciones, especialmente en dibujo, grabado y pintura. Actualmente combina su trabajo como profesor de grabado y dibujo en la Universidad Nacional con su producción gráfica y pictórica en el Taller Azul, del cual es fundador. a_argueda@hotmail.com

Alonso (Indiana) Alfaro (1964). En 1984 ingresa a la carrera de Pintura en la Universidad de Costa Rica, donde también ha tomado cursos en las áreas de Historia del Arte y Artes gráficas. Exposiciones individuales en el Teatro Fanal, San José (1997) y en la Biblioteca del Instituto Nacional de Aprendizaje, San José (2003). Exposiciones colectivas: I y II Bienal de Escultura Cervecería Costa Rica (1994, 1996); FIA 95, Caracas; Arco 95, Madrid; Expoarte 95, Guadalajara, México (1995). Reconocimientos: Mención de honor en concurso “Arte emergente”, Embajada de Brasil en Costa Rica (1994) y Primer lugar en Concurso de Graffiti en la semana universitaria de la UCR (1996). indianalonso@hotmail.com José Alberto Arce (Chisco) (1976). Bachillerato en Artes Plásticas con énfasis en pintura, Universidad de Costa Rica (1999). Como miembro del colectivo Cubo Blanco ha realizado varias exposiciones en San José. Exposiciones individuales en la Galería Joaquín García Monge; Auditorio de La Nación (2003); Casa de Cultura Popular José Figueres Ferrer (2002); Galería Joaquín García Monge (2001). Exposiciones colectivas: De-construcciones pictóricas, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, SJ (2004); Segundo Concurso Centroamericano de Videocreación Inquieta Imagen, MADC, SJ (2003); Do It, TEOR/éTica, SJ (2002); 1er Anual de Gráfica Contemporánea, Galería Nacional, SJ (2002); Bienarte, Galería Nacional, SJ (1999). chisco_76@yahoo.com

José Alberto Hernández (1978). Bachiller en Diseño Gráfico, Escuela de Artes Plásticas, Universidad de Costa Rica (2003). Exposición individual en TEOR/éTica, San José, 2003. Exposiciones colectivas: V Bienal del Caribe, Santo Domingo; La región más transparente, Centro Cultural España, Guatemala; L.A. Freewaves Latinoamerican, Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, EE.UU.; Contemporary Art from Central América, Fine Arts Museum, Taipei, Taiwan; Dis+Art+Tect y artIstmo, MADC, S.J. (2002); Bienarte, S.J.; Ex3, MADC, S.J. (2000). Reconocimientos: 2do lugar, Primer concurso centroamericano de videocreación “Inquieta imagen”, MADC, SJ (2002); 3er. Lugar, Concurso de Fotografía “El trajín diario del centroamericano”, Museo integral de Cultura e Identidad Nacional, S.J. (2000); Primer Premio, Artistas en Acción, MADC, SJ (1999). jahcampos@hotmail.com

Mimian Hsu (1980). Desde 1998 cursa bachillerato en Artes Plásticas con énfasis en Artes Gráficas, Facultad de Bellas Artes, Universidad de Costa Rica. Exposiciones: 2003, ¿Panza llena, corazón contento?, Proyecto Espacios/3 (con Oscar RuizSchmidt), Centro Cultural de España, San José; Libroarte, Galería Francisco Amighetti, Facultad de Bellas Artes, Universidad de Costa Rica, Doble Juego, Alianza Francesa, S.J.; Habitart, Kent Explora Arte Contemporáneo, Hotel Aloki, S.J.; Concurso centroamericano de videocreación “Inquieta imagen”, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, S.J.; Primer concurso de artistas emergentes, MADC, S.J. Mención de Honor en la V Bienal del Caribe, Santo Domingo, República Dominicana, 2003. mimianhsuc@hotmail.com Lucia Madriz (1973). Licenciada en Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica. Exposiciones colectivas como: 4 Artistas / 4 Curadores, MADC, S.J. (2003); Transferences of Sensation, Gallery Dr. Gachet, Live Performance Biennial Vancouver, Canadá (2003); T.V. or not T.V., Museum of Contemporary Art, Los Angeles, EE.UU. (2002), EX3, MADC, SJ (2001). Reconocimientos: Mención de Honor en el Primer Concurso Centroamericano de Artistas Emergentes, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, San José (2003); Mención de Honor en el Primer Concurso centroamericano de videocreación “Inquieta Imagen”, MADC, S.J. (2002) y Segundo Premio en la siguiente edición de ese evento (2003). Recibió una Beca del Programa para Artistas Extranjeros del DAAD en la Staatliche Hochschule für Gestaltung, Karlsruhe, Alemania. madriz@yahoo.com Nadia Mendoza (1978).Vive y trabaja en Barcelona, España. Exposiciones individuales en Galería Nacional, San José (2002) y en la Galería Luz y Oficios, La Habana, Cuba (2000). Exposiciones colectivas: Bienal del Adriatico, San Benedeto del Tronto, Italia (2004); ev+a, on the border of each other, Limerick, Irlanda (2003); Ciudad, Arte, Ciudadanía, Foto ARS, Bienal de Lanzarote, España (2003); Suspended Animation, Silvana Fachini Gallery, Miami, EEUU (2003); Radio Reloj, Galería Nacional, S.J. (2001); Costas y Puertos Ricos, TEOR/eTica, San José y M&M proyectos, San Juan, Puerto Rico (2000); Havana Nagila, Galeria Chelouse de Arte Contemporáneo, Tel Aviv, Israel (2000); II Bienal Centroamericana, Galería Nacional, SJ (2000); Ex3, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, S.J. (2000). Obtuvo Tercer Premio, II Bienal Centroamericana, San José (2000). nadiaomce@yahoo.com

Priscilla Monge (1968). Estudios de pintura en la Universidad de Costa Rica (1991). Exposiciones individuales en Museo de Arte Costarricense, San José (2003); Bienal de Lima, Perú; Museo Rufino Tamayo, México; Institute of Visual Arts, Milwaukee, Wisconsin (2002); Colloquia, Guatemala (2001); Galería Jacob Karpio, San José (2000 y 1995); Galería del Museo de Bellas Artes, tegucigalpa (1999); The Soap Factory (1997)Museum Van Heddedaagse Kunst Gent, Bélgica; Thomsa Cohn Arte Contemporanea, Rio de Janeiro (1996). Exposiciones colectivas: Políticas de la

estrategias para

Diferencia, exposición itinerante; Versiones del Sur, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid; MesóTica II, itinerante por varias ciudades. Ha participado en eventos como la 49 Bienal de Venecia; XXIV Bienal de Sao Paulo; VI Bienal de La Habana; I Bienal de Pintura de Santo Domingo. priscimart@yahoo.com

Mónica Morales (1973). Bachillerato de Artes Plásticas con énfasis en Pintura, Universidad de Costa Rica (2002). Como miembro del colectivo Cubo Blanco ha realizado las exposiciones: Tome uno, Casa de Cultura Popular José Figueres Ferrer, SJ (2003); Modular, Galería Nacional, SJ (2003); Contexto, Museo Rafael Angel Calderón Guardia, SJ (2002). Exposiciones colectivas: Do It, TEOR/éTica, S.J. (2002); Singular – Plural, Galería Nacional, S.J. (2002); Exposición Quintos años, Galería de la Escuela de Artes Plásticas Universidad de Costa Rica (2001). Obtuvo Mención de Honor en el Primer concurso centroamericano de artistas emergentes, MADC, San José, 2003. monicartcr@yahoo.com Alejandro Ramírez (1978). Desde 1998 cursa estudios de Artes Plásticas en la Universidad de Costa Rica. Exposiciones colectivas: Cuidado, pinta, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, San José (2004); Todo incluido, Conde Duque, Madrid (2004); Bienarte 2003, S.J.; Bienal LA Freewaves, Los Ángeles, California (2002); 3ra Bienal Centroamericana, Managua (2002); Ciudad (in)visible, TEOR/éTica, S.J. (2002); Bienarte 2001, S.J.. Ha obtenido los reconocimientos: Primer Premio, Primer Concurso centroamericano de artistas emergentes, MADC, S.J. (2003); Mención de honor, 2do concurso centroamericano de videocreación “Inquieta Imagen”, MADC (2003); Mención Especial, 10+1 Muestra de cine y video costarricense (2002); Bienarte, seleccionado a representar a Costa Rica a la 3ra Bienal del Istmo Centroamericano (2001). loki_r@yahoo.com

Omar Rivillas (Colombia, 1963). Estudios: 1987 Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín. 1989, Artes Plásticas, Universidad de Antioquia. 1984 Diseño Gráfico, Universidad Nacional de Colombia. 1990-1992 Vídeo, Casa de la Cultura Copacabana Antioquia. 1994 Maestría Hermenéutica del Arte, Universidad de Antioquia. 1999 Estudios de Formación Estética, Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín. Ha realizado exposiciones individuales en San José, Costa Rica y Medellín, Colombia. Participó en muestras colectivas en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, San José (2004), Museo de Arte Moderno de Medellín (2000), Colegio Superior de Madrid; Galería Luis Ángel Arango, Banco de la República, Bogotá (1997) Museo de Arte Contemporáneo, Bogotá (1991). Distinciones: Mención, Nuevos Nombres Imagen regional II, galería Luis Ángel Arango, Bogotá, 1997; Primer Premio I Salón Nacional Nuevos Valores del Arte, Museo de Arte Contemporáneo, Bogotá, 1991. omrisig@hotmail.com

Robert Rodríguez (1966). Licenciado en Artes Plásticas con énfasis en cerámica de la Universidad de Costa Rica. Fue docente de la misma institución por más de

cuatro años, destacándose en la especialidad de cerámica y en la cátedra de diseño. Actualmente es docente del Instituto Nacional de Aprendizaje, donde labora para el núcleo de Procesos Artesanales. Dentro de su producción plástica es miembro fundador del Taller DeBarro, donde ofrece asesorías y consultorías y además es el espacio donde desarrolla su trabajo. Ha compartido su producción en más de 25 exposiciones colectivas y una individual. robertoro@costarricense.cr Óscar Ruiz-Schmidt (1980). Estudios: Bachillerato en Artes Plásticas, Facultad de Bellas Artes, Universidad de Costa Rica (2003). Exposiciones individuales: ¿Panza llena, corazón contento?, Proyecto Espacios/3 (con Mimian Hsu), Centro Cultural de España (2003). Exposiciones colectivas: Libroarte, Facultad de Bellas Artes, UCR; Doble Juego, Alianza Francesa, San José; Habitart, Kent Explora Arte Contemporáneo, Hotel Aloki; Espacios a la Experimentación 2, Muestra de Video, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, San José; V Bienal del Caribe, Santo Domingo, R.D. (2003); III Bienal de Artes Visuales, Galería Nacional, S.J. (2001). Mención de Honor en la V Bienal del Caribe, Santo Domingo (2003) y Primer Lugar en el X Salón Marco Aurelio Aguilar, Casa de la Ciudad de Cartago (2002). oscarfruiz@hotmail.com

Guillermo Vargas (Habacuc) (1975). Exposición individual Exorcision, Jacob Karpio Galería, San José, 2002. Exposiciones colectivas: Primer concurso centroamericano de artistas emergentes, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, San José; Cuidado pinta, MADC, S.J.; Armory Show, New York; Silvana Facchinini Gallery, Miami, Florida; Art Basel Miami, Florida; Art Chicago Chicago (2003); Ciudad (In)visible, TEOR/éTica, S.J.; ARCO, Madrid; Art Miami Fair, Convention Center, Miami, EEUU (2002); Exposición Individual en la Galería Cultura, FECOU, San José (1999). En 1998 Funda la Galería Cultura, FECOU, S.J.; Exposición Multimedia en la calle “Santos Cibernéticos”, Centro Cultural Español, S.J.; Bienal de escultura de la Cervecería Costa Rica, San José (1997). ghabacuc@yahoo.es Alejandro “Tarzaan” Villalobos (1962). Estudios en el Colegio de Artes Plásticas de la UACA (1983); Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica (1993) y cursó un taller en Print Making Workshop de New York (1990). Ha expuesto de manera individual en San José y en Caracas. Ha participado en exposiciones colectivas y eventos artísticos en Washington, Miami y Chicago, Estados Unidos; San José, Costa Rica; Cuenca, Ecuador; Ciudad de Guatemala; Guadalajara, México; Caracas, Venezuela; Madrid, España. Ha obtenido numerosas distinciones en eventos nacionales como Bienarte (1997), Bienal de Pintura Lachner y Sáenz (1994 y 1998) o el Salón Nacional de Grabado convocado por el Museo de Arte Costarricense (1988). tarzaan@racsa.co.cr


juegos de construcción nEV reomtn ,neu ane tnerivts a aiMhcleF uoaclu telp erugtnranoq éue aré ,lp euts ouq eesd ceaíq eue arf lisófo,oh siotirdaro ,sertcuutarilts,as coóiolog .lCra ouq elén oocsndireba aapra nada necesario saber lo que era y, entonces, respondió de este modo a sus entrevistadores:

En la vida y en el trabajo lo más interesante es convertirse en algo que no se era al principio. Si se supiera al empezar un libro lo que se iba a decir al final ¿cree usted que se tendría el valor para escribirlo? Lo que es verdad de la escritura y de la relación amorosa también es verdad de la vida: el juego merece la pena en la medida en que no se sabe cómo va a terminar. Hay juegos tan cargados de sentido que antes de comenzar a jugarlos ya se sabe cuál será el final. Es lo que ocurre generalmente con los juguetes de formas preestablecidas, cuando el juguete ya significa algo socialmente determinado: los soldaditos, el ejército, las bailarinas, los indios y las flechas, los superhéroes, los trenes, los autos, las armas, las muñecas, las salitas de cocina, los ositos, los patitos, prefiguran literalmente el universo de las funciones adultas, preparan sin ningún tipo de sutileza a los niños para la adultez, como decía Barthes:

[…] el juguete [de forma preestablecida] entrega el catálogo de todo aquello que no asombra al adulto […] prepara gestos sin aventura, sin asombro y sin alegría.

La sociedad los produce como pequeños propietarios sin inquietudes. No vaya a ser que con su andar sin reglas, todavía no regulado, el día menos pensado, algún niño, alguna niña nos provoque cierta angustia, con una pregunta que no podamos resolver o contestar. ¿Qué pasaría si en lugar de darles juguetes reglamentarios con los que se conformarían en perfectos adultos a nuestra imagen y semejanza, les ofreciéramos juegos de construcción que harían que todos quedáramos expuestos a tener que inventar lo que sigue? Juegos cuyo sentido y significado no estén dados por anticipado, juegos en los que no sepamos el final, juegos estratégicos. Un ejemplo de estos juegos, lo proporciona “la cajita de música en la ratonera”, de Priscilla Monge. En esa construcción un poco infernal con la que se divierte y nos cuestiona, porque cuando uno se aproxima y la mira, experimenta inmediatamente una extraña sensación, siente que de esa maquinita recién inventada saltará un: ¡Te atrapé! El sentido no está

Construction games

dado anticipadamente; nos obliga a apropiarnos de lo que vemos, a re-inventarle algún sentido fuera del sentido común, a tener que recrear su creación para poder leerla; no digo mirarla solamente, porque con eso no alcanza. Nuestra primera pregunta, impactados por lo que estamos viendo es: ¿Keeseso? Bien podríamos pensar que se trata de la operación inversa a la del famoso flautista, y decir con ella, que ciertas “músicas” que cantamos o nos cantan, nos llevan a caer en la ratonera; o que un día, cansada de esperar en el teléfono de alguna institución estatal, harta de esperar, teniendo obligatoriamente que escuchar esa musiquita ratonera que les ponen a los aparatos contestadores, colgó abruptamente el teléfono y materializó con rabia ese instante que todos hemos padecido en algún momento. ¡Ni que decirles de las ratoneras del amor, siempre tan excesivas como inevitables!

Podemos también recorrer, reconstruir y repasar las marcas visibles e invisibles que dejaron aquellos que alguna vez amamos, con los restos tatuados de Robert Rodríguez. Como si el amor nos tatuara y al tatuarnos nos despedazara, como si algunas partes no tan azarosamente escogidas se convirtieran en fragmentos escandalosos de amor, como si nos muriésemos por esos pedazos de cerámica tatuada. Sin habernos percatado, mucho menos haber decidido que eso pasaría así; sólo podemos reconocer las marcas del amor, una vez producidas, nunca antes, efecto a posteriori del amor. Rodríguez nos presenta una inefable violencia provocada por el juego del amor, aun habiéndonos desprendido, queda el tatuaje. Retrato desfigurado del amor, casi corrosivo, esos trozos cerámicos de muñeco-bebé-esperpento despedazado y algo deforme, sugieren un aspecto tosco del amor, el posesivo, la apropiación del cuerpo del otro, lo amado como fragmento de un cuerpo-objeto fusionado. “Tan lejos y tan cerca”... soledad posesa de restos tatuados.

En los juegos de construcción encontramos esa curiosidad que vale la pena practicar con un poco de obstinación, decía Foucault, la que permite desprenderse de sí mismo. Para poder seguir mirando el mundo cuando ocurre un acontecimiento en nuestra vida, deviene indispensable, eso que él llamaba “pensar contra sí mismo”. Esa inquietud que vuelve infamiliar lo que nos rodea, que transpone las barreras que, a veces, el sentido nos impone, llega a nombrar lo no-dicho luego de un largo, lento y pausado recorrido por lo que nos es ajeno. El juego de construcción lo posibilita justo allí, en ese punto en el que se torna libidinalmente imprescindible recrear nuestro mundo, pasar a otra cosa. Rafael Perez

nIV reomtn ,udirgna nnietvrei,wM cieh loFcuuatlw saa ksdew ah tehw sa ,sah eaw srpseneet dsaa p iholoshpre , aihtsroai,na s rtcuutarilts , as cooioligts .lCaelr yehd din toc noised renecssra yotk on whwat he was, so he replied this to his interviewers:

In life as in work, the most interesting thing is to turn into something you were not in the beginning. When starting a book, if one knew how it would end, do you think one would have the courage to write it? What is true for writing and love relations it also true in life: the game is worth while to the extent one does not know how it will finish. There are games so loaded with sense that even before one starts to play, one knows what the end will be. This is what happens with toys that have pre-established forms, when toys already signify something socially determined: soldiers, armies, ballerinas, Indians and arrows, superheroes, trains, cars, weapons, dolls, kitchen sets, teddy bears, ducks, all of these literally prefigure the universe of adult functions, they prepare children for adulthood with no subtlety, as Barthes wrote: […] the [pre-established formed toy] delivers the catalogue of all that does not surprise the adult […] prepares adventure-less gestures, devoid of amazement or joy.

Society produces them as small proprietors with no concerns. What if some odd day, a child, wandering around freely, with no rules nor regulations, would distress us with a question we could not solve nor answer? What would happen if instead of giving them standard toys which will turn them into perfect adults, in our own image, we would present them with construction games which would place us all in a position of inventing what follows?

Games in which sense and significance would not be given beforehand, games in which we ignore the end, strategic games. An example of these games is provided by the “music-box in the mousetrap” by Priscilla Monge. It is this devilish construction she is amused by, and by which she confronts us: when one approaches looking at it, a strange sensation emerges immediately, and one feels that recently invented contraption will leap: “I got you!”. Sense is not anticipated, it forces us to appropriate what we see, to re-invent some meaning outside of common sense, to recreate its creation to read it; I don’t mean just looking at it, this is just not enough. Overwhelmed by what we see, our first question is: Whatisthat? We could very well think it is the inverse operation to the famous flutist, and say with it that certain “melodies” we sing or we are

sung, lead us to fall into the mousetrap; or that one day, tired of waiting beside the phone of some official institution, sick of waiting, having to listed forcefully to that mousetrap-music they install on answering machines, one hangs up the phone abruptly and in that instant materialises the rage we have all experimented at some point. That is, without even mentioning the love traps, always as excessive and inevitable!

We can also follow the visible marks left by those we once loved, check them and rebuild them, in the tattooed remains of Robert Rodríguez; as if love would tattoo us and in tattooing us would tear us apart, as if some parts not so hazardously selected would turn into scandalous love fragments, as if we would die for those pieces of tattooed ceramic. Without noticing, and much less deciding that it would happen so; we can only recognise the traces of love, once produced, never before, an a posteriori love effect. Rodríguez presents us with an ineffable violence stemming from the game of love, even if we detach ourselves, the tattoo remains. A disfigured portrait of love, almost corrosive, these ceramic fragments of a dismembered and somewhat deformed babydoll-freak, suggest a crude side of love, the possessive one, the appropriation of the other’s body, the beloved as a fragment of an amalgamated body-object. “So far and so near”… loneliness in possession of the tattooed remains.

In the construction games, said Foucault, we find that curiosity that is worth practising with a bit of obstinacy, the one that allows self-detachment. To continue gazing at the world when an event occurs in our life, what he used to call “thinking against oneself” becomes indispensable. That which makes what surrounds un-familiar, that crosses the barriers sometimes imposed by sense, can arrive at naming the un-said after a long, slow and deliberate journey through what is alien to us. The construction game allows for it just there, at the point where it becomes libidinally essential to recreate our world, to go elsewhere. Rafael Pérez

estrategias para un juego, aún

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E“ lujge,oe nusa psceotf roam,le snu acaicnól biere ejucatad“ ocoms ”iy s neitadc mo oisutda aufre aedl aivadc roirneet ,eporq eu , aepas redt do,op eueda sbroeb rop rocpmelota lujagod,rs in que haya en ella ningún interés material ni se obtenga en ella provecho alguno, que se ejecuta dentro de un determinado tiempo y de un determinado espacio, que se desarrolla en un orden sometido a reglas y que da origen a asociaciones que propenden a rodearse de misterio o a disfrazarse para destacarse del mundo habitual” (Huizinga, Homo ludens)

Veo,Veo

Juguetes infantiles: bailarinas, soldaditos, indios y flechas, novios, monos y leones. Cada uno cándido, cada uno inofensivo y, sin embargo, se presiente una enorme tensión entre ellos, en sus mutuas relaciones. Así Adrián Arguedas traza “Estrategias para un juego”, una serie de pinturas en pequeño formato que revisita el juego infantil como lugar (también) de conflicto y relaciones de fuerza –tal como el espacio intersubjetivo y social. Pero ese espacio se torna mucho más inquietante cuando se ubica en un universo infantil teñido de apacibles colores, dulces figuras y, al mismo tiempo, velados peligros. La exquisitez técnica de esas pinturas, así como las precisas decisiones formales que las conforman, parecen completar la escena de un crimen perfecto, donde tal vez no sea posible ubicar un culpable.

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¿Qué ves?

“Mambrú se fue a la guerra, qué dolor, qué dolor, qué pena Mambrú se fue a la guerra, no sé cuándo vendrá”

“Tácticas de sugestión”: cascos de guerra, usados, cargados desde Colombia de una historia compleja y violenta, que son remolcados por avioncitos de juguete. En la propuesta de Omar Rivillas, la amenaza adquiere una terrible dimensión de realidad, en la medida en que los móviles avanzan hacia el espectador. Sin rumbo y sin destino fijo, los cascos-tortugas se mueven desde (y hacia) cualquier parte; sin ojos y sin razón, como la guerra misma.

Una cosa 3

Artículo 3: Todos los ciudadanos tienen el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Constitución. (Constitución de 1992, República de Cuba)

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Artículo 12: Se proscribe el ejército como institución permanente. Para la vigilancia y conservación del orden público, el Estado contará con las fuerzas de policía necesarias. (Constitución de 1949, República de Costa Rica)

¿De qué color? 4

Veo,Veo

Cuba y Costa Rica: sus respectivos sistemas políticos y sus imaginarios nacionales. Tan opuestos y, sin embargo -como sugiere la propuesta de Nadia Mendoza- tan parecidos en sus mecanismos de afirmación, incluyendo la educación infantil.

Rojo (y con estrellas) como la bandera china. Rojo (y con una gran M) como McDonald´s. Así en “La silla roja”, de Mimian Hsu, comparten lugares –no sin fricción- la China comunista y la globalizada.

“Superman” que pasea por enclaves socioeconómicos de Costa Rica: desde el cafetal hasta algunas de las principales instituciones públicas, para terminar acorralado en una presa de autos en San José. En el contexto costarricense contemporáneo –y del álgido debate nacional en torno a la firma de un Tratadode Libre Comercio con Estados Unidos- el recorrido del juguete adquiere un sentido profundamente político. Así, en el vídeo de José Alberto Arce, el popular “superhéroe” aparece en una versión copiada, de modo que, además de su factura casera, el traje lleva la S invertida. Acaso también como el reflejo necesariamente distorsionado de modelos importados.

La estructura de este texto se basa en un juego infantil llamado Veo, Veo y que consiste en adivinar, en un campo visual común, qué “ve” el otro.

tSaretigsef roa g ma,ee ev n

¿De qué color?

L“ omoniso osea uqlealv raeiad dedl oetrrrofíci ouq ees eromtn a aolc noasibodd enaitug,oa l oafimilrad seedh ca ealgr ot eipm oS( .rFue,dL oisinsert)o

nUo isotd eepulhc eoc nocaróz norojs eapereca l sor ge los; un patito tallado en madera se parece a los que alegran el baño de los niños; en la portada de una antigua revista, una chica parece preparar huevos de pascua; en la decoración de un pastel de cumpleaños, cierta flor amenaza al plácido jardín. Así, en las propuestas de Alejandro Ramírez y Oscar Ruiz-Schmidt, los objetos y escenas más familiares resultan extraños. Hay algo en ellos que tiene un efecto inquietante y que es tanto mayor cuando su origen se nos escapa. Del mismo modo, en la pintura de Alejandro Villalobos, la mirada de una muñeca –depósito del afecto pero también del abuso- resulta perturbadora.

Veo,Veo Papá lee en la sala. Mamá cose mi camisa. Lolita cose a mano. Yo no coso. Yo leo con papá.

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Por más de cinco décadas, y hasta fecha muy reciente, el libro “Paco y Lola” funcionó en Costa Rica como iniciación a la lectura -pero también a la cultura y a sus mandatos. En la propuesta de Mónica Morales, “Lola no es Lola”, se revisa ese texto básico de la educación costarricense y la (cuestionable) ideología de género que desde él se construye. Del mismo modo, las obras de Lucía Madriz ponen bajo sospecha la construcción de género, las expectativas y roles asociados a la mujer, que se lleva a cabo desde el juego infantil.

Veo,Veo

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L“sar geal sos nniesaparlbsed lej euogt nap ortn oocomé ts edauqeierl ouq ellmaraaíu ane ixtsneic anitsticuoian.lA p rait rede ts eomemtn,o ofmrnap raetd eusn tarulaze.aE llsal ortnafsroam nnei snrtmuneotede cultura fecundo y decisivo.” (Roger Caillois, Teoría de los juegos)

En un pupitre infantil se nos ofrecen “Láminas para colorear”. Pero los creyones están pegados a la mesa y las láminas ya están pintadas. Del mismo modo que los significados están dados, incuestionables: “la casa es bonita”, “la familia es unida”, “en la iglesia rezamos”. ¿Se trata de un juego perverso éste al que nos invita José Alberto Hernández? O, más bien, ¿se trata de poner en evidencia la manipulación que se ejerce desde el juego infantil?. Desde las primeras lecciones, pero también desde los primeros juegos, la cultura se ocupa de disciplinarnos, de preparar la obediencia de las reglas.

¿Qué ves?

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L“ aelgnau( lev cobaluraoi )ahp altnaeodd seedh ca eumhc oitmeopl aqeiuavelcnaid lea om r yalg eurr:ae nol sod sacos sest aratd ec nouqsiat,rd eartpra ,edc pautar…r ”R(lona daBtreh,sF armgneot sedu nidcsruosa omoros ) U a “ratonera” incluye una cajita de música. Y viceversa: trampa tierna; la ternura y el amor como trampas. En ese filo ambiguo y complejo se ubica la práctica artística de Priscilla Monge. En un sentido similar, Habacuc escribe –y pone en duda- un “I LOVE YOU” con pequeños soldaditos.

“Amores que marcan”: Irene por siempre mía, Luis Alberto y Robert, Juan y Juan son algunos de los tatuajes que Robert Rodríguez inscribe en el cuerpo fragmentado de sus muñecos de cerámica. Piernas, tornos y brazos que susurran, desde su “piel” escrita, los fragmentos de un discurso amoroso que, ya se sabe, contiene también algo de violencia.

eDds ealp ártcci araíttsci aesi tnreepall aimarade udclroda aahic aleu inevsr oniaftnli .nEc nortsaet ,lee pscaoid lej euogy l adecucaói nesm rinas nic molpcaneic,ah ruagdn ones sup radajosay f sirusa ,sa íocome n los mecanismos de “domesticación” y control que se ocultan tras la aparente candidez y transparencia del juguete.

Una exposición que quiere insistir sobre la pertinencia, aun, de ciertos temas vinculados al espacio infantil, así como de la sintomática recurrencia de los mismos en el arte contemporáneo. Así, desde diversas perspectivas y lenguajes -pintura, escultura, dibujo hasta fotografía, cerámica, video o propuestas objetuales- varios artistas costarricenses esbozan “Estrategias para un juego, aun”. Tamara Díaz Bringas

¿Qué ves?

Ilustraciones tomadas de “Ortografía y Caligrafía”. Editorial Susaeta S.A. España.

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“ lPyani,gi nti sofmrlaa psce,ti s arfeea tcoi nacrrei duo ta“ sfi,”a snae pxreeicn euostdi eocmmnol fi,eb tuw ihhc ,nis ipeto fla,lc naa sbro bht elpyarec molpetely, even if no material interest can be found in it nor any benefit obtained. Games are carried out within a certain space and time limit, developing in an order subject to rules, and creating associations that tend to be surrounded by mystery or disguised in order to stand out from the common world.” (Huizinga, Homo ludens) Veo, Veo (I See, I See)

Children’s toys: ballerinas, soldiers, Indians and arrows, brides, monkeys and lions. Each one naïve and harmless, and yet, an enormous tension can be felt among them in their mutual relationships. In this way, Adrián Arguedas designs “Strategies for a Game”, a series of small format paintings that also recreates children’s games as a place of conflict and relationships based on strength – similar to the intersubjective and social space. But that space becomes disturbing when found inside the children’s universe, tinged with mild colours, gentle figures and, at the same time, veiled perils. The exquisite technique in these paintings, as well as the precise formal decisions that they are made up of, seem to complete the scene for a perfect crime, where it might not be possible to locate the offender. What do you see?

“ Mambrú went to war, it’s so sad, so sad, so sad 2 Mambrú went to war, I don’t know when he’ll be back”

“Suggestive tactics”: used war helmets from Colombia, loaded with a complex and violent story, are impulsed by toy planes. In Omar Rivillas´ proposal, threat acquires a terrible dimension of reality as these objects move towards the spectator. Without direction nor a fixed destination, the turtle-helmets move from (and towards) anywhere; without sight or logic, as war itself. One thing

Una cosa 6

Article 3: Every citizen has the right to fight by any means, including armed battle, when no other resource is available, against anybody that

attempts to overthrow the political, social and economical order established by the constitution. (Constitution of 1992, Republic of Cuba)

Article 12: The army is proscribed as a permanent institution. The State will rely on the necessary police forces for the vigilance and conservation of public order. (Constitution of 1949, Republic of Costa Rica)

Cuba and Costa Rica: their respective political systems and national imaginaries. Opposite and yet so alike - as Nadia Mendoza’s proposal suggests- in their mechanisms of affirmation, including children’s education. What colour is it?

Red (with stars) as the Chinese flag. Red (with a big M) as in McDonald’s. In Mimian Hsu´s “The Red Chair”, communist and globalized China share places, not without some friction. I see, I see

“Superman” flies through some of Costa Rica’s socioeconomic enclaves: from a coffee plantation to some of the main public institutions, ending up trapped in a traffic jam in San José. Within Costa Rica’s contemporary context – and the serious national debate on the Free Trade Agreement with the United States- the toy’s trip acquires a profound political meaning. In José Alberto Arce´s video, the popular “superhero” appears in a copied version, evidenced in his handmade costume and in the inverted S on his cape, perhaps as a metaphor of the distorted reflection of imported models. One Thing

“The ominous is a variety of the terrifying that goes back to what is known since old times, to what is familiar since a long time ago.” (S. Freud, The Uncanny)

A teddy bear with a red heart looks like a gift; a duck carved out of wood looks like the ones that cheer up children’s bathrooms; in the cover of an old magazine a girl seems to be preparing Easter eggs; on

1 The structure of this text is based on a child’s game called Veo, Veo –I see, I see, which consists in guessing, within a common visual field, what the other is “seeing”. 2 Fragment of a popular Spanish children’s song. Translator’s note.

the decoration of a birthday cake, a flower threatens a placid garden. The most familiar scenes and objects seem odd in the proposals of Alejandro Ramírez and Oscar Ruiz-Schmidt. There is something disturbing about them, which increases as its origin slips away from us. In the same way, the look of a doll is upsetting in the painting by Alejandro Villalobos where the limits between affection and abuse are blurred. What colour is it?

“Rules cannot be separated from a game as soon as it acquires what I would call an institutional existence. From this moment on, they form part of its nature. They transform it into a fertile and decisive instrument of culture.” (Roger Caillois, Man, Play and Games) “Coloring sheets” are offered on a child’s desk. But the crayons are stuck to the table, and the sheets have been painted already. In the same way, unquestionable meanings are already given: “the house is pretty”, “I love my family”, “we pray at church.” Is José Alberto Hernández inviting us to a perverse game? Or is he trying to demonstrate the manipulation exerted through children’s games? Since the first lessons, but also since the first games, culture is trying to discipline us, preparing us to obey the rules. I see, I see

Dad is reading in the living room. Mom is sewing my shirt. Lolita sews by hand. I don’t sew. I read with dad.

For over five decades and until recently, the book “Paco y Lola” (Paco and Lola) introduced children in Costa Rica to reading- as well as to culture and its orders. Monica Morales´ “Lola isn’t Lola” revises this reading text -a must in Costa Rican education- as well as the (questionable) gender ideology generated from it. In the same way, the work by Lucía Madriz makes us suspect about the construction of the gender, that is, the roles and expectations associated to women, developed in children’s games.

What do you see?

“Language (vocabulary) has long ago stated the equivalence of love and war: both deal with conquering, kidnapping, capturing…” (Roland Barthes, A Lover’s Discourse: Fragments)

A mousetrap that includes a music box. And vice versa: a sweet trap; tricky love and tenderness. Priscilla Monge´s artistic practice is located at this ambiguous and complex limit. In a similar sense, Habacuc writes – and casts in doubt - an “I LOVE YOU” with little toy soldiers.

“Love that leaves a mark”: Irene, mine forever, Luis Alberto and Robert, Juan and Juan, are some of the tattoos that Robert Rodriguez’s engraves in the fragmented body of his ceramic dolls. Legs, torsos and arms that whisper within their written “skin” fragments of a love speech that, as known, contains some violence as well. I see, I see

The sweetened glance towards the children’s universe is questioned formally from art. In contrast, the space of games and education is looked upon without pleasure, rummaging through its paradoxes and fissures as well as through the mechanisms of control and “domestication” hidden behind the simplicity and transparency seemingly found in an infant’s toy.

An exhibition that wants to insist on the relevance –still- of certain themes related to the children’s domain and of their symptomatic recurrence in contemporary art as well. Through diverse perspectives and languages – painting, sculpture, drawing, photography, ceramics, video or objectual proposals – a group of Costa Rican artists design “Strategies for a game, even”. What do you see?

Tamara Díaz Bringas


José Alberto (Chisco) Arce

, 2004 DVD (NTSC), duración 1:43 min.

iMimmaH usS Silla roja, 2002 Mueble de madera 54 x 27 x 27 cm

Alejandro Villalabos (Tarzán ) Inocencia olvidada, 1997 Acrílico y óleo 145 x 122 cm

Alejandro Ramírez Osito de peluche, 2002

Nadia Mendoza ...y yo nací soldadito...2000 Tinta, lápiz de color y dymo sobre papel 32 x 23 cm

José Alberto Hernández Láminas colorear , 2000 Serigrafía, lápiz graso, mesa y banco 34 x 59 x95 cm

Óscar Ruiz-Schmidt Pastel, 2004

Lucía Madriz Sigue los puntos, 2002 Acrílico y escarcha sobre tela 42 x 31 cm Mónica Morales Lola no es lola, 2002 Técnica Mixta 50 x 140 cm

Robert Rodríguez Amores que marcan No. 1,2,3,4,5 Cerámica, madera y papel pergamino 81x 29 x 31 c/u

Alonso (Indiana) Alfaro Rumbo a la tierra prometida, 1996 Emsable de objetos sobre madera 45 x 26 x 11 cm

Priscilla Monge Ratoneras, 1996 Ratoneras y cajas de música 17 x 8 cm

Omar Rivillas Tácticas de sugestió, 2003 Objeto móvil Casco de guerra y juguetes

Guillermo Vargas Habacuc I love you, 2001 Pintura y ensamble sobre madera 50 x 65 cm


Adrián Arguedas Estrategias para un juego, 2003 Serie de 15 pinturas

Publicaciones TEOR/éTica No.26 SanJosé Costa Rica Mayo, 2004 ISBN 9968-899-14-3

un juego, aún Adrián Arguedas Estrategias para un juego, 2003


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