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Furia para los sentidos

La nueva apuesta gastronómica de Fernanda, junto a Patricio Negro, Javier Luna y Leo Perales, se identifica con los cuatro elementos y las esencias sagradas que se ponen al servicio de transformar, de dar vida a la experiencia sensorial del probar, saborear y disfrutar con todos los sentidos. Ubicados en el piso 9 del Edificio Essence Rawson, en plena zona Güemes.

La carta está dividida en dos conceptos claves, con platos para compartir y tapear, así como platos individuales. Con una fuerte propuesta de carnes y pescados, los mismos se presentan de forma cruda o a las brasas. Además, todas las guarniciones funcionan como tapas vegetarianas para quienes prefieren elegir un menú sin proteína animal.

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El lugar se compone de cuatro espacios: la cocina es la Tierra de los chef, el Salón Agua el espacio más elegante, la Terraza Aire el sitio más fresco e ideal para desconectar y la Sala Fuego la más exclusiva y especial para encuentros más íntimos.

“Es un lugar increíble que muchos dicen que no parece Mar del Plata, pero sí, es Mar del Plata. Me choca mucho cuando dicen esa frase”, remarca.

El sistema en Furia es con reserva previa para poder subir al rooftop: “Es un trabajo nuevo en el que tengo un equipo abajo y otro arriba que mantener conectados. La gente llega al 9no piso y se encuentra con un salón para 32 personas y una terraza para 36, con un ambiente descontracturado y que fluye”.

Además, sigue con la gestión de Luna Roja, abierto de lunes a lunes desde el desayuno hasta las 18 ahora en invierno (fines de semana se extiende un poco más el horario) y con la crianza de Lola y Lupe, de 14 y 13 respectivamente “que entienden claramente lo que hacemos. Entienden que cuando estamos es calidad”.

¿Y cómo es la diaria con Pato?

Con Pato llevamos 21 años, nos pusimos de novios en el 2002. Cada uno tiene su rol, su lugar. Podemos chocar ante el arranque de lo nuevo, pero ya entendemos que es así (risas). Al manejar Sarasa de otra manera, hoy es un lugar más de él. Vamos separando los lugares.

Dado tu expertise, cuando elegís un lugar para comer ¿sos exigente?

Me gusta lo descontracturado, no tanta etiqueta. Voy a cualquier lugar. Ahora estoy un poco quisquillosa con los menús largos por paso, aunque hace poco fui con mi vieja y mis dos hijas al El Papagayo en Córdoba, con su menú de 11 pasos, y me voló la cabeza, pero porque era una mesa distendida y me maravilló ver a mis hijas comer así. Quiero que la gente cuando viene a comer esté relajada, entonces voy a lugares donde puedo sentir eso para poder reflejarlo. Y porque para mantener una relación preciocalidad tenés que ir por ese lado.