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PAG JAVIER SAIACH

Primer concept store de Argentina

JAVIER SAIACH: innovando desde el corazón de su creatividad

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Es “alguien que sueña siempre y nuevo”. Alguien que descubrió al hacer que “lo que parecía tan imposible se convierte en realidad cuando uno empieza a divertirse”. Así fue “haciendo que cada paso, valga”. Que de los 25 ítems que escribió para lograr desde sus 40 años, hoy a sus 49 solo queden tres por concretarse.

“Siempre fui un atrevido” asegura el diseñador correntino de trascendencia y reconocimiento internacional Javier Saiach, quien volvió a su país a apostar y en la semana más compleja de la economía nacional en los últimos tiempos, abrió el primer concept store de lujo de Argentina, donde desplega su talento no sólo en sus líneas de alta costura de siempre, sino en otras donde el lujo se hace presente, pero en un formato más accesible al público en general.

“El día de la inauguración, cuando se fue la gente, caminaba y pensaba: esto es mío”, nos cuenta emocionado, con lágrimas sobre sus mejillas. Orgulloso. Y no es para menos: en pleno Patio Bullrich instaló su corazón. Sí, porque las paredes rojas de este mega espacio no son más que la representación gráfica del corazón Saiach.

Quienes suban por las escaleras del mencionado shopping porteño, tras saludar a Leandro –seguridad del lugar pero también el primero en invitar al público a conocer este espacio- podrán encontrarse con la Alta Costura que destaca a Javier, también descubrirán una línea Home que desarrolló junto a su socia comercial Lucia Catera, con elementos de vajilla exclusiva con piezas antiguas y nuevas, pintadas a mano e irrepetibles que incluye desde juegos de sushi, jarras, bandejas, platos de sitio, etc, así como mantas, sillas, manteles, juegos de té y otras inspiraciones con estampados exclusivos. También la línea de lencería, de pijamas y la posibilidad de comprar géneros Saiach, especialmente bordados a mano y con algunos looks permiten a la clienta añadir detalles e inclusive comprarlos y coserlos en casa Saiach o llevarlos a otro diseñador.

El arquitecto Marcelo “Negro” Williams fue el encargado de la arquitectura de una tienda que refleja a Javier en su todo: “Crear este espacio fue de muchas noches sin dormir porque era satisfacer a Saiach como diseñador, pero también devolverle a la Argentina la sensación de que el lujo no es para pocos. Hicimos que muchas de nuestras piezas sean más accesibles, sin perder otras líneas más cuidadas y costosas por el trabajo artesanal que tienen, pero mostrando que se puede estar a la moda acá como en cualquier lugar del mundo”.

Sin dudas, la carrera de Javier “fueron años y años de trabajo” y de otras cosas también: “He renunciado a amores, cumpleaños de amigos, años de juventud. Estar más en la cima a veces te hace estar más solo, pero agradezco porque cada momento hizo que hoy sea quién soy.

Habrá llamados que nunca llegarán, pero sé que de alguna manera mis padres se deben sentir orgullosos donde estén. Si no tuviera la emoción que tengo, no podría hacer lo que hago y a mis 49 años ser lo inmensamente feliz que soy. Tuve una infancia dura con un padre difícil, sufrí bullying, pero no hubiera cambiado nada de lo que viví hasta hoy”, continúa contándonos con emoción en cada palabra.

Elegiste un momento difícil para la apertura.

Una de las semanas más abrumadoras económicamente en este tiempo de Argentina.

Básicamente, ese viernes cuando me comentan que el Ministro de Economía renunciaría, un amigo me llama y me dice que era un irresponsable por mi apuesta, y le dije que no, porque en el país de los ciegos el tuerto es rey, hoy vamos a hacer la plancha por un tiempo, pero en algún momento vamos a salir, porque la energía es cíclica.

Además, cuando uno quiere también comprarse algo lindo hay pocos lugares a dónde ir. Siempre decimos que no somos caros sino costosos, utilizamos esa muletilla porque caro es algo que no vale la pena ni es justo y costoso es algo que realmente está pensado, especialmente hecho para tu necesidad.

¿Cuál es la mujer Saiach? ¿Cambió con respecto

a antes de la pandemia?

No, siempre es la misma: la que quiere llegar a un lugar, ser distinguida, única y vista. Siempre digo que no es ropa para pasar desapercibida, pero creo que la pandemia, más que cambiar a la mujer, cambió a Saiach. No soy el mismo por miles de cosas: perdí a mi mamá hace un año y medio, tuve un parate en el trabajo con más de un año, me sostuve haciendo líneas de decoración de la mano de mis estudios de arquitectura por eso tenía una base. Me quedaron colgados más de 180 vestidos de novia por la pandemia, ya que en Buenos Aires nada más, teníamos entrega de 12/15 vestidos por fin de semana, osea, 48 al mes más todos los que se vendían en la tienda y los particulares. Tuvimos que cerrar la tienda en Paraguay, que me pareció el acto más correcto.

Una de las lecciones que me dio la pandemia fue luchar contra mi ego. Lloraba por lo que pasaba y de repente un día me planté y dije “¿quién es el que llora?”. Luego me puse a pensar que soy el mismo hombre desde 2001 que fundé la Casa Saiach. Nuestra carrera a nivel internacional fue celebrada por Harper´s Bazaar, Hola, Vogue, sin tener pautas publicitarias, con buenas críticas hacia la empresa y hacia mí como diseñador.

Para mí la pandemia fue una oscuridad muy grande en el encierro y florecí, porque fue una cachetada al ego constante y me di cuenta que esa persona que era la que más amaba, mi mamá, la perdí. Me di cuenta que la vida hay que celebrarla, verla desde el punto más noble que tiene, no ser retorcido, pretencioso y apostar, porque mañana no sabemos qué pasa.

Imagino que toda esta creatividad dentro tuyo

te haría arder el cuerpo.

Siempre me manejé por corazonadas, nunca por conveniencia. Soy inmensamente feliz con lo que tengo, me levanto todos los días y agradezco. Con mi carrera, hasta hoy, hice lo máximo que pude. Este es mi resultado.

Con respecto a este paso, un día junté amigos y les pregunté cómo se imaginaban la tienda Saiach y empezaron a darme características de lo que veían de mí, muy disímiles entre sí. Entonces sumé todo lo que pensaban y dije que nada sería así. Cree esta tienda en la que realmente puse todo colorado porque es un corazón que late muy fuerte en estos 21 años de carrera y con la rebeldía de la juventud de esa edad. La marca está en ese momento. Y también existe el juego de devolver un poco a la Argentina que me dio mucho en mi retorno; grandes alegrías con cinco Martín Fierro donde salí el Mejor Vestido de la noche, por ejemplo.

Hablanos de la nueva colección que encontramos en esta gran casa.

La colección actual se llama Circus y vamos a desarrollar hasta fines de agosto distintos personajes. La llamé así porque esta vuelta a la cancha era como encontrarnos con un circo: el mundo cambió y ya uno no sabe quién es quién. Y pensé en los animales de aquellos viejos circos, lo que sufrían seguramente. Saiach desde su lugar le hace un homenaje, por ejemplo, a la cebra, porque me encantan sus manchas, la picardía, la nobleza.

La gente viene, ve, reacciona. Nosotros estamos acá para hacer algo por mi país, por la gente y sobre todo por mí, celebrar mis 21 años de esta forma, porque pudiendo haberme quedado en mi casa, retirado, sentado desde el mar porque me ha ido muy bien realmente, sigo apostando porque esta es mi vida, este soy yo. Amo la moda, la gente.

Es un volver recargado de energía, creatividad y

positividad.

Sí, sobre todo. Llegó un momento en que me había convertido en un ogro para conmigo inclusive. Me buscaba las fallas constantemente. Una autoexigencia que escapaba a mí. No puedo estar en todo más allá de mis creaciones. Si Dios no pudo estar en todo, imaginate yo. Me peleo conmigo cuando intento dar un paso atrás con las que no son mis luchas. Al momento de laburar soy el que tiene que devolver un sueño a la persona, me pase lo que me pase. Por eso estamos con energía renovada y en este espacio que te hace soñar el tiempo que estés en la tienda.

Sé que vas a tener listas de casamiento, volver

a los ajuares de novias, pero un detalle que no

acostumbran a tener grandes marcas y vos sí es

el tema de que hay talles para todas.

Es fácil vestir a una mannequin pero lo lindo es vestir a alguien normal, que puede ser totalmente elegante. Esa es nuestra comunicación hoy: nos alejamos desde esta temporada de las celebrities para estar con las socialités y las clientas. Es nuestro público inmediato y queremos celebrar la belleza en general, la que viene de adentro y no las medidas hegemónicas.

También me parece que es un valor agregado la

nueva línea Creyente. Llegó para quedarse.

Van a ver cosas que no tienen que ver con el clásico Saiach y con desmitificar eso de las editoriales de las revistas que eso es excesivo, que eso es ordinario. Creyente es una línea con desparpajo que viene con cortos, leopardo, moños, estampas, flores. Mi madre la inspiró porque era una mujer que creía que si el turquesa estaba de moda, tenías que ir para otro lado, no ser parte de un circo donde todos estaban alineados. Para ella la mujer elegante es la que se sabía divertir. Cuando hay duda no hay duda: si te parás frente al espejo y no te convence, tenés que sacarte lo que te pusiste. Y la que se viste bien sabe que para que la moda sea divertida tenés que probar, por eso con Creyente tenés que mezclar piezas. Hay un poquito de todo, es la mezcla exacta. Si sos minimalista no sos una mujer para venir acá.

Es una colección que te permite tener algo más

cercano al público en precio.

Realmente está con un porcentaje ínfimo comparanda con otras marcas. La Creyente nos devolvió el sueño de ser más joven, mezclar, ser más sutil. Mi vieja se fue a los 89 años pero usaba jean, usaba taco 8 y se ponía remeras cancheras. No se disfrazaba de señora por su edad. Ella se mostraba con la energía que quería, la que viene desde adentro. Queremos devolverle a la mujer Argentina esa energía previa al 2001.