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PAG MARTÍN CABRALES

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Agradecemos al Golf club de los Acantilados , a su cuerpo directivo y autoridades por hacernos sentir como en casa y celebrar junto a nosotros un nuevo aniversario de la revista que marca tendencia en nuestra ciudad desde hace 17 años .

Condecorado por Colombia

MARTÍN CABRALES Y UNA VIDA DEDICADA A UNIR NACIONES A TRAVÉS DEL CAFÉ

Redacción Majo Garufi

Es uno de los empresarios más importantes del país de una de las familias emblema de la industria que Mar del Plata genera hacia el país. Y ahora también un caballero.

El embajador colombiano en Argentina Álvaro Pava Camelo, lo condecoró en nombre del presidente del mencionado país como Caballero de la Orden Nacional al Mérito de Colombia, en una ceremonia que tuvo lugar en el Círculo de

Armas en Buenos Aires.

La Orden Nacional del Mérito reconoce los méritos y servicios que Martín Cabrales prestó a dicha nación, como reconocimiento a su intención de estrechar la relación comercial con Argentina, ya que desde 1941 su familia apuesta al café colombiano. De este modo, Colombia reconoce la calidad, el sabor y la cultura de su café, y además de incrementar el posicionamiento de este producto para que trascienda las fronteras y logre mayor relevancia en el comercio Latinoamericano.

“Es un reconocimiento al trabajo, a la familia. La recibió mi abuelo, mi padre y realmente me siento muy orgulloso y satisfecho”, aseguró a Style el condecorado al tiempo que contó que “con Colombia tenemos una relación de muchísimos años. Mi abuelo, la primera bolsa de café que tostó fue de esa procedencia. Hemos pasado parte de mi niñez con gente del país, de la Federación de Cafeteros, he conocido a los tres Juan Valdés, tengo amistad personal con todos los embajadores que han estado en Argentina y algunos ex presidentes”.

En la ceremonia lo acompañaron Mirtha Legrand y Graciela Borges, su madre Coca Sebastiani Quique Cabrales, sus hermanos Germán y Marcos; su pareja Dora Sánchez y sus sobrinos, embajadores, empresarios y amigos entre los que se encuentra nuestra editora Natalia Álvarez. Este reconocimiento se suma a varias novedades que ha tenido la familia Cabrales en lo que va del 2022: nuevo logo, celebración de los 81 años, remodelación del emblemático local de Alberti casi Güemes, y la reafirmación de su compromiso con la excelencia de sus productos.

Entre tanta bonanza, ¿afecta este momento

económico a sus proyecciones, inversiones y

apuestas a futuro?

Cabrales es una empresa con 81 años y sigue apostando al país por lo cual nuestras inversiones van a permanecer y se van a incrementar en nuevas líneas de producción y lanzamiento de productos como así también en locales de venta al público.

¿Cómo distribuís tu tiempo entre la empresa, tu

multi actividad social y empresarial? Tenés roles

en muchas instituciones y sos un referente en

cada una.

Me gusta mi trabajo, lo que hago, participo de distintas fundaciones como la del Hospital de Clínicas, la del Teatro San Martín, la de la Policía Federal, soy miembro de la Unión Industrial Argentina, de la Cámara de Comercio y de la Bolsa de Comercio, de la Cámara de Café obviamente. El tiempo, cuanto uno más hace y más entusiasmo le pone más tiempo tiene para hacer otras. Es cuestión de ganas, de hacer lo que a uno le gusta y tener pasión por el trabajo.

¿Qué mensaje das en este contexto a las nuevas generaciones y a quienes día a día intentan

en este contexto tan complejo, seguir adelante?

-Argentina es un país con grandes oportunidades. Hoy el mundo requiere alimentos y nuestro país es un productor con valor agregado. Necesitamos exportar más y esa es la oportunidad que tenemos. Argentina tiene que ser atractivo tanto para los inversores como para la gente joven que venga a trabajar. Así como lo hicieron nuestro bisabuelos y abuelos que vinieron con nada, tenemos que tentar a los jóvenes a que se queden o regresen. Es un país lleno de posibilidades que hay que saber aprovechar.

¿Cuáles son los sueños o deseos de un empresario exitoso como vos, muy querido por todos

y con una hermosa familia?

Espero que la empresa siga creciendo como así también la familia, que la cuarta generación le dé un nuevo impulso, que se afiance cada vez más en Mar del Plata, en Argentina y tenga proyección internacional. Que mantengamos los principios que nos enseñó nuestro abuelo, padres y tíos de calidad, servicio y excelencia.

MARÍA PAEZ el poder del trabajo constante

Por Estefanía Louis

Fotografía Fer Jacobi \\\ Dirección creativa Fran Arrechea Martínez

Seguramente si sos marplatense o has visitado nuestra ciudad hayas pasado alguna vez por la casa atelier de María Paez; la firma creada por Jimena Grossi es sin dudas, una de las marcas locales con mayor proyección a nivel nacional e internacional.

Su calidad superior está a la vista en cada prenda, esto sumado a la capacidad de diálogo y posterior interpretación con sus clientas y adaptabilidad a los cambios del mercado han hecho de esta marca una firma que se sostiene, afianza y reivindica año a año. Entrevistamos a Jimena Grossi, fundadora y directora creativa de María Paez para conocer con mayor profundidad este proyecto que desde Mar del Plata hoy llega a todo el mundo.

¿En que año comenzaste a pensar en el diseño

de indumentaria como tu carrera? ¿Cuándo se

creo la firma?

En mi caso la moda es recuerdos y familia, mi corazón creativo late a través de los recuerdos de una niña que ayudaba a sus abuelas a coser. Crecí rodeada de mujeres produciendo y bordando ropa para toda la familia. Era imposible no inspirarse.

Mis dos abuelas fueron, son y serán mi inspiración, el no tenerle miedo a la perfección y tampoco a equivocarme. Tengo millones de recuerdos a nivel personal, pero en lo que tiene que ver con el oficio, recuerdo los bordados a mano de mi abuela María.

Desde chica tuve mucha sensibilidad por la moda y su integridad. Era muy movediza y observadora, me encantaba pasearme por las sederías buscando nuevos géneros para crear y hacerme ropa. Cuando terminé el colegio, sabía definitivamente que era lo que quería estudiar y me pareció una gran trance empezar Diseño Industrial. Después, me fui a vivir varios años a España para seguir nutriéndome de lo que más disfrutaba hacer. Estudié Asesoramiento de Imagen y perfeccioné mucho lo aprendido, experimenté además mucho sobre la administración de negocios. Luego de algunos años decidí volver a Mar del Plata y así empezar con mi sueño, María Paez, una marca en donde la sastrería fuera la columna de la colección. María el nombre de una de mis abuelas y Paez, el apellido de la otra.

¿Qué aspectos sociales y de género te motivaron para comenzar a confeccionar colecciones

propias para mujeres? ¿Pensás ampliarse a otro público?

Parecería que son campos antagónicos, que no pueden ponerse en diálogo y no es así. La moda es un lugar para pensar los cambios sociales. En esta ola feminista discutimos mucho con mi equipo como diseñar con perspectiva de género. El feminismo en Maria Paez nos aporta la diversidad

de cuerpos, la cuestión de los talles para toda persona, editoriales con mujeres de todas las edades y distintos cuerpos.El diseño no es neutral, la moda es una forma de comunicarnos. Al final la construcción de las prendas, los colores, las siluetas, las reglas, son creaciones de una persona, por lo tanto, es tiempo que cada uno de nosotros nos reinventemos y decidamos crear nuestro propio estilo dejando a un lado las reglas sociales y atrevernos a ser nosotros mismos.

A veces tengo la sensación de ver algo que otro publicó y se parece a lo que tenemos preparado, sucede al mismo tiempo como una cuestión social, como los ciclos de la historia del arte. La sociedad cambia, se aburre, y estamos coordinados en ese cambio. A

veces esas propuestas no se parecen en la estética pero sí en el concepto. Estamos en el único momento de la historia en el que se empieza a hablar de inclusión.

¿Tenés una clienta ideal?

En mi caso no me permito estereotipar a mi clienta. La construyo día a día, pero lo más importante es mantener una visión clara a largo plazo para la marca. Y para alimentarla, en mi caso, resulta fundamental establecer un diálogo con otras mujeres, disfruto recibirlas y asesorarle en Casa Maria Paez, porque en cierta forma es entender sus necesidades, el cuerpo de la mujer, y al final eso es de lo que partimos. Si tengo muy en claro

que es una persona que se interesa por saber las historias que hay detrás de cada pieza y se preocupa por hacer compras conscientes, que no tiene miedo a experimentar en formas y siluetas. Prefiere invertir en piezas únicas a consumir en

masa.

¿En qué te inspiras a la hora

de diseñar una colección? Si va

variando, ¿cuál es el punto que

une todas ellas?

Desde los comienzos, quise hacer hincapié en productos de calidad, confeccionados respetando a las personas y el cómo hacerlo. Este diálogo con los demás, está en los genes de Maria Paez; prendas acogedoras, sinceras y accesibles que se dan la mano con la atemporalidad.

En cuanto a las colecciones, la ropa nos ayuda a describirnos y como nos sentimos.

Mi trabajo como cabeza de equipo es imponer un punto de vista, en el que muchas veces depende de mi estado de ánimo, de mis sentimientos.

Las mujeres, y también los hombres, tenemos momentos en los que queremos ser románticos; otras, cool. No hay que renunciar porque algo no sea tendencia. Nada está bien o mal. Me doy tiempo para explorar ideas, aprender, volver a aprender, deconstruir, reconfigurar. Y, precisamente, de eso se trata, de eludir la lógica implícita de la industria: para Maria Paez no existen las directrices de lo que se usa.

En mi última colección FW 2022, me inspiré en el romanticismo francés, muy influenciada por sus movimientos artísticos y por su enorme herencia, tomando la esencia del estilo parisino más femenino como punto de partida para reinterpretar el pasado pero con una mirada moderna.

¿Cuáles son los ítems infaltables en María Paez?

Todo empezó con una serie de blazers, la primera pieza de un armario refinado y elevado que se fue construyendo con el espíritu de los tiempos que corrían, una versión lúdica de la sastrería para llevar con confianza.

Desde ese momento, estoy en contacto con grupos de artesanos y actualmente tenemos costureras propias aprendiendo las técnicas tradicionales para un mayor desarrollo. Desde el primer taller decidí que era algo a lo que me quería dedicar siempre y que es una forma de concretar esa pasión a través de una marca con buena sastrería.

¿Confeccionás en el país?

Diseñamos, programamos, cortamos, pero también nos encargamos de los acabados, compramos la materia prima... hacemos todo en nuestro país.

Puede haber algunos avíos o telas que se las compramos a proveedores nacionales pero que las traen de afuera. Hay mucha fábrica que lo que quiere es rendimiento, meter un artículo y producir y producir. Nosotros somos la antítesis de eso. Nos complicamos mucho la vida, pero también da sus frutos. Nos gusta jugar con la materia y recurrimos a muchos artesanos de oficios, que poseen un cómo hacerlo incomparable. Costureras, pequeños talleres familiares, o marroquineros de renombre: todos ellos son los actores de la creación de lo que nosotros llamamos nuestras prendas eternas.

Es un compromiso que nos ayuda a trazar nuestro propio camino...

A veces es complicado que el consumidor entienda todos los pasos que hay detrás de una prenda, y más cuando existen tantas manos poniendo un poco de sus conocimientos tradicionales y dedicación.

Es complicado, pero creo que es una tendencia que poco a poco va creciendo y las personas estamos valorando cada vez más todo lo hecho a mano; como diseñadora tengo la responsabilidad de comunicar todos estos procesos a través de todos los medios posibles.

Según tu visión. ?María Paez mutó en estos

años? Qué puntos afianzarse? Y, ¿Qué sacaste

y por qué?

Estamos viviendo un cambio sísmico en la forma en que pensamos sobre la moda, por supuesto, la calidad es la piedra angular de la marca. Sin embargo, mi enfoque del diseño siempre se centró en la comodidad y la facilidad.

Hubo una transformación en la mente y el guardarropa de las personas, una actitud más despreocupada cuando se trata de etiquetas y reconexión de marca. La noción de venta hoy en día es algo sofocante , como lo es para cualquier empresa, y adjunta normas digitales nuevas.

Cuando empecé a trabajar las redes sociales recién aparecían y la venta online no existía en Argentina. Ahora somos un gran negocio y, con estas plataformas, todo el mundo ve lo que hacemos al instante. Nuestra tienda online hoy funciona como una manera de dar soporte web a todas las interesadas en la marca y llegar a todo el país, este es nuestro principal caballo de batalla desde antes de la pandemia. El otro cambio supuso abrir las puertas del negocio al mercado internacional: después de diez años en el que conocimos todos los aspectos de Maria Paez decidimos abrir mercado a través de envíos a todo el mundo. Supongo que las prendas que creamos las ven especial es. De algo tan particular en medio de la costa pudimos llegar a lugares muy lejanos.

Eso te da una idea de que hoy la moda no solo es local, sino muy global gracias a las nuevas tecnologías.

¿Cómo se conforma tu equipo de trabajo?

Somos un pequeño equipo formado por 10 personas, Maria Paez funciona como un clan. Es trabajar con gente de acá, con sueldos dignos, ayudando a que todo el proceso sea lógico y darle valor a las cosas. Esa sostenibilidad es nuestro know how. La manera en la que se trabaja, y el entorno en el que estamos, es como una familia.

Descubrí esta forma de manera muy orgánica y decidí que siempre iba a hacer este tipo de equipos, porque no sólo es la cuestión productiva, sino además es una relación laboral que se fortalece con una gran amistad.

Si mirás para atrás ¿Pensaban que la marca tendría la trascendencia nacional que hoy presenta?

Es una mezcla de emoción permanente, de orgullo y mucho trabajo. Al margen de las puertas que se abran, es muy estimulante y me permite reconectar con el placer de haber elegido esta profesión.

¿Qué personas en general inspiran tu trabajo?

Si hay algo que me inspira, es mi vínculo con mi equipo para producir cada una de las prendas: El proceso es tan gratificante y el producto final es hermoso, siempre esperamos hacer de esto mucho más. Como directora creativa,me inspira la responsabilidad al cambiar los patrones de consumo, creo que muchas veces se olvida la inversión humana en la fabricación de las prendas. Siempre aposté por trabajar estrechamente con artesanos locales: costureras, sastres, talleres y estampadores. Las relaciones que fuimos creando son duraderas con una ideología compartida de producción a pequeña escala y prácticas comerciales conscientes. A medida que fuimos escalando el negocio, esto no se vio comprometido y estoy increíblemente orgullosa de eso.

¿Qué te falta hacer con la marca hoy por hoy?

Consolidar la marca y ampliar el mercado. La otra parte de la estrategia pasa por consolidar relaciones con clientas que “crean en lo que hacemos”.

En lo inmediato. ¿Qué proponen para invierno y verano de este año? Actualmente el invierno está lleno de piezas delicadas y discretas que tengan un valor más íntimo. Estamos trabajando en un verano con un lenguaje explosivo con movimientos llenos de color y al mismo tiempo, vitalidad: una cualidad que continuará caracterizando cada prenda que hacemos,lo romántico y atemporal como el nuevo estilo.

-Casa María Paez Castelli 1452, Mar del Plata Lunes a Sábados de 10 a 20 hs @mariapaezarg www.mariapaez.com.ar

Vestir en una pieza

Los vestidos como opción para caminar la ciudad comienzan a aparecer como ítem para la próxima temporada. De géneros y siluetas varias representan una prenda infantable en los próximos meses.

Fotografía Micaela Moure Maquillaje Andrea Casariego Modelos Martina Kaluch y Eli Wasylyk Producción y Estilismo Estefanía Louis

Looks disponibles en SantaMaria La Mode

Güemes 2630 Castelli 1363 @santamarialamode