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Cosas que pasan "INSTRUMENTO DE TU PAZ"

Javier Valiente, sdb director@boletin-salesiano.com

“Instrumento de tu paz”

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Señor, haz de mí un instrumento de tu paz. Así comienza la conocida como “Oración simple”, atribuida a San Francisco de Asís, que seguramente todos conocemos y, en más de una ocasión, habremos rezado.

En este momento de nuestra historia, vivimos la incertidumbre de un conflicto armado en Ucrania, cuando escribimos esta página. Asistimos a una

escalada que amenaza una guerra y escuchamos las insistentes llamadas del papa Francisco a trabajar y rezar por la paz. Llamada que hace a todos y, especialmente, a los gobernantes. Precisamente el Papa aprovecha los mensajes en el día de Navidad y de Resurrección para hacer un recorrido por las situaciones de conflicto, de guerra, que siguen viviéndose en el mundo.

Esa realidad nos interpela. Nos hace ver que, por desgracia, los conflictos locales entre países o etnias, las situaciones de violencia siguen presentes en nuestro mundo. Parece que no somos capaces, como sociedades, de abordar las diferencias, las disputas, desde el diálogo, sin recurrir a la violencia, sin aniquilar al otro.

Y nosotros, ¿qué?

Los ciudadanos debemos seguir exigiendo a nuestros dirigentes que trabajen siempre en esta línea. Hoy en día tenemos la posibilidad de multiplicar mensajes, de expresarnos en diferentes foros, de compartir determinados contenidos y mensajes… ojalá que siempre tuvieran ese trasfondo de pedir que nunca la violencia, la agresividad, puede ser cauce para solucionar problemas.

Pero no podemos olvidar nuestro entorno más cercano, nuestra familia, los grupos de personas con los que nos relacionamos. Ahí es decisiva la actitud de cada uno de nosotros. Cómo nos enfrentamos ante las diferencias, las discusiones, los conflictos del día a día en nuestra vida. Hace falta coraje para, ante esas dificultades y enfrentamientos, tener una actitud que favorezca el diálogo y la comprensión, que priorice la acogida, que busque siempre construir el bien. La mayoría de las veces serán pequeños gestos, pero necesarios para construir otro tipo de relaciones entre nosotros y, todo eso, se reflejará en la sociedad que nos rodea.

Ojalá que seamos más los que frente al odio, la discordia, el error, la oscuridad o la desesperación, nos empeñemos y trabajemos en poner amor y perdón, sembrar verdad, luz y esperanza.