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Jóvenes vidas vocacionadas LUIS ÁLVAREZ: “TENGO GANAS DE UN ‘PARA SIEMPRE’ EN MI VIDA”

Luis Álvarez: “Tengo ganas de un ‘para siempre’ en mi vida”

A pocos días de hacer su profesión religiosa como salesiano de Don Bosco, Luis espera con emoción poner un gran “sí, para siempre” en su vida.

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Luis Álvarez (sentado, primero por la izquierda) con su grupo de Pascua en La Adrada (Ávila) en 2019. Luis Álvarez Rodríguez –30 años, natural de Puertollano (Ciudad Real)–, está preparándose para su profesión perpetua como salesiano el 26 de junio en Madrid.

Nos reunimos en la Casa Inspectorial de Salesianos Santiago el Mayor. A pesar de la mascarilla, a Luis se le nota mucha alegría encima. Me cuenta su vida, y no es una frase hecha. Su infancia estuvo marcada por la cercanía de lo salesiano: a “3 minutos de mi casa estaba el colegio salesiano en Puertollano”. Fue alumno desde los 3 hasta los 18 años. Su vida, por entonces, ya estaba muy encauzada. Vivió incluso una etapa alejada de toda realidad cristiana. Pero las cosas de Dios le llevó de nuevo a Salesianos Puertollano, como animador del Centro Juvenil “Puertobosco”.

“Me propusieron hacer el Acompañamiento Espiritual. Fue ahí donde comenzó un proceso largo de 2 años en los que me pregunté qué era lo que Dios quería de mí”, me explica.

Aficionado a series, fotografía o lectura, le pongo a prueba para que me diga cómo se describiría en 3 palabras. Tras un rato pensativo, Luis me dice: “confiado en Dios; buscador, con inquietudes; y activo, hay que hacer cosas en el nombre de Dios”.

Salesiano por y para los jóvenes

Luis vivirá ese momento especial el 26 de junio pronunciando sus votos perpetuos como salesiano: “En una confesión, haciendo el Noviciado, un salesiano me dijo: ‘Relájate, Dios existe, y no eres tú’. Desde entonces me tomo la vida con serenidad. Me siento con ganas de poder decir ‘para siempre’ en mi vida. He tenido mucho miedo en otros momentos a decir ‘para siempre’, pero esta opción la pongo en manos de Dios”.

Le pregunto también qué le atrae de ser salesiano, “la comunidad que junta hace la misión… Me atrae de Don Bosco cómo involucró a muchas personas a conseguir el objetivo de Dios”. Los jóvenes son su preocupación también. No quiere que se endiosen en sí mismos o en otros ídolos. Por ello, Luis ve necesario hacer propuestas de fe actualizadas al siglo XXI, para que los jóvenes las capten. Y termina con esta frase: “Amad lo que aman los jóvenes, para que los jóvenes amen lo que vosotros amáis”.

Daniel Díaz-Jiménez Carmona